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COMERCIO INTERNACIONAL.

Se define como comercio


internacional o comercio exterior o comercio
mundial al movimiento que tienen los bienes y
servicios a través de los distintos países y sus
mercados. Se realiza utilizando divisas y está
sujeto a regulaciones adicionales que establecen
los participantes en el intercambio y los gobiernos
de sus países de origen. Al realizar operaciones
comerciales internacionales, los países
involucrados se benefician mutuamente al
posicionar mejor sus productos, e ingresar a
mercados extranjeros.
Las economías del comercio exterior se
denominan economías abiertas. Este proceso de
apertura externa se inició fundamentalmente en la
segunda mitad del siglo XX, y de forma
espectacular en la década de 1990, al incorporarse
las economías latinoamericanas, de Europa del Este y el oriente asiático. Cada vez existe mayor interrelación
entre lo que ocurre en los mercados internacionales y lo que sucede en la economía de un país determinado.
Al analizar la economía debemos de revisar la dimensión que trasciende las fronteras de un país, es decir, la
que aborda los problemas económicos con fines internacionales.
La importancia que tienen las relaciones internacionales en el campo comercial, político o cultural ha
alcanzado, a nivel mundial, un profundo significado, a tal grado que no se puede hablar tan sólo intercambio
de bienes sino de programas de integración.
La economía internacional plantea el estudio de los problemas que plantean las transacciones económicas
internacionales, por ende cuando hablamos de economía internacional es vincular co los factores del
comercio internacional.
Comercio internacional es el intercambio de bienes económicos que se efectúa entre los habitantes de dos o
más naciones, de tal manera, que se dé origen a salidas de mercancía de un país (exportaciones) entradas de
mercancías (importaciones) procedentes de otros países.
Los datos demuestran que existe una relación estadística indudable entre un comercio más libre y el
crecimiento económico. La teoría económica señala convincentes razones para esa relación. Todos los
países, incluidos los más pobres, tienen activos -humanos, industriales, naturales y financieros- que pueden
emplear para producir bienes y servicios para sus mercados internos o para competir en el exterior. La
economía nos enseña que podemos beneficiarnos cuando esas mercancías y servicios se comercializan.
Dicho simplemente, el principio de la "ventaja comparativa" significa que los países prosperan, en primer
lugar, aprovechando sus activos para concentrarse en lo que pueden producir mejor, y después
intercambiando estos productos por los productos que otros países producen mejor.
Causas Del Comercio Internacional
El comercio internacional obedece a dos causas:
1. distribución irregular de los recursos económicos
2. Diferencia de precios, la cual a su vez se debe a la posibilidad de producir bienes de acuerdo con las
necesidades y gustos del consumidor.

Origen Del Comercio Internacional


El origen se encuentra en el intercambio de riquezas o productos de países tropicales por productos de zonas
templadas o frías. Conforme se fueron sucediendo las mejoras en el sistema de transporte y los efectos del
industrialismo fueron mayores, el comercio internacional fue cada vez mayor debido al incremento de las
corrientes de capital y servicios en las zonas mas atrasadas en su desarrollo.
Ventajas Del Comercio Internacional
EL comercio internacional permite una mayor movilidad de los factores de producción entre países, dejando
como consecuencia las siguientes ventajas:
1. Cada país se especializa en aquellos productos donde tienen una mayor eficiencia lo cual le permite
utilizar mejor sus recursos productivos y elevar el nivel de vida de sus trabajadores.
2.
3. Los precios tienden a ser más estables.
4. Hace posible que un país importe aquellos bienes cuya producción interna no es suficiente y no sean
producidos.
5. Hace posible la oferta de productos que exceden el consumo a otros países, en otros mercados. (
Exportaciones)
6. Equilibrio entre la escasez y el exceso.
7. Los movimientos de entrada y salida de mercancías dan paso a la balanza en el mercado internacional.
8. Por medio de la balanza de pago se informa que tipos de transacciones internacionales han llevado a cabo
los residentes de una nación en un período dado.

Las Barreras Al Comercio Internacional


Para corregir los desequilibrios de la balanza de pagos, los gobiernos tratarán, lógicamente, de fomentar las
exportaciones. Pero para ello, en algunos casos, se sentirán tentados a utilizar medidas perjudiciales para el
resto de los países, por lo que pueden provocar reacciones indeseables. Además, siempre está la tentación
de establecer barreras a las importaciones.
Hay varios tipos de barreras a las importaciones.
Los contingentes son barreras cuantitativas: el gobierno establece un límite a la cantidad
de producto otorgando licencias de importación de forma restringida.
Los aranceles son barreras impositivas: el gobierno establece una tasa aduanera provocando una subida en
el precio de venta interior del producto importado con lo que su demanda disminuirá.
Las barreras administrativas son muy diversas, desde trámites aduaneros complejos que retrasan y
encarecen los movimientos de mercancías, hasta sofisticadas normas sanitarias y de calidad que, al ser
diferentes de las del resto del mundo, impidan la venta en el interior a los productos que no hayan sido
fabricados expresamente para el país.
Los acuerdos internacionales para derribar estas barreras no servirán de nada si no hay una voluntad
liberalizadora clara y firme. La imaginación de los dirigentes políticos podrá siempre descubrir
nuevos métodos "no prohibidos" de dificultar las importaciones. La barrera más reciente y sofisticada de las
ideadas hasta ahora son las auto restricciones concertadas como las acordadas entre los Estados Unidos y
el Japón en virtud de las cuales éste último país limita voluntariamente la cantidad de productos que envía a
los americanos.
Los instrumentos de fomento a la exportación son de varios tipos: comerciales, financieros y fiscales.
Los gobiernos prestan apoyo comercial a sus exportadores ofreciéndoles facilidades administrativas, servicios
de información y asesoramiento e incluso promocionando directamente los productos originados en el país
mediante publicidad, exposiciones y ferias internacionales.
Las ayudas financieras a la exportación son principalmente los préstamos y créditos a la exportación,
frecuentemente con tipos de interés muy bajos, y los seguros gubernamentales que cubren
los riesgos empresariales incluso el riesgo derivado de perturbaciones políticas o bélicas. Entre las ayudas
financieras hay que incluir las medidas de tipo monetario que actúan sobre el tipo de cambio haciendo que los
productos nacionales resultan más baratos en el extranjero.
Los instrumentos fiscales consisten en las desgravaciones fiscales, la devolución de impuestos y las
subvenciones directas. Estos instrumentos son los menos aceptados internacionalmente ya que pueden
conducir a situaciones de dumping, a que el producto se venda en el extranjero a un precio inferior al nacional
e incluso a precios inferiores a su coste.
En los últimos años se han multiplicado las denuncias contra el dumping ecológico y social. Se denomina
dumping ecológico a las exportaciones a precios artificialmente bajos que se consiguen con métodos
productivos muy contaminantes y perjudiciales para el medio ambiente. Se denomina dumping social a las
exportaciones a precios artificialmente bajos que se consiguen mediante trabajadores mal pagados o
esclavizados, trabajo infantil, trabajo de presos, etc.
Si no existieran barreras a las importaciones ni ayudas artificiales a las exportaciones, los movimientos
internacionales de bienes y servicios se producirían exclusivamente por razones de precio y calidad. Esa es,
en el fondo, la única forma sostenible de mejorar la posición internacional y la relación real de intercambio de
un país: conseguir producir con mayor eficacia, más calidad, a menor coste. Y para ello lo que hay que hacer
es mejorar la organización productiva, la formación de los trabajadores y la tecnología.
MODELOS DEL COMERCIO INTERNACIONAL
Las diferentes teorías que explican el proceso de funcionamiento del comercio internacional, tratan de
encontrar cuáles son las causas de este comercio, por qué comercian los países y estudian los efectos
del comercio internacional sobre la producción y el consumo de los países o regiones económicas.
Teorías tradicionales

Modelo de la ventaja absoluta de Adam Smith


La teoría clásica del comercio internacional tiene sus raíces en la
obra de Adam Smith la mano invisible en la que el autor defiende la
poca regulación del comercio, propone que el comercio internacional
se regula solo con la oferta y demanda, éste pensaba que las
mercancías se producirían en el país donde el coste de producción
(que en el marco de su teoría del valor-trabajo se valora en trabajo)
fuera más bajo y desde allí se exportarían al resto de países.
Defendía el proceso de crecimiento, era partidario del comercio
basado en la ventaja absoluta y creía en la movilidad internacional de
los factores productivos. Según sus teorías, la ventaja absoluta la
tienen aquellos países que son capaces de producir un bien
utilizando menos factores productivos que otros, y por tanto, con un
coste de producción inferior a la que se pudiera obtener utilizándolo.

Modelo de David Ricardo. Teoría de la ventaja comparativa


Esta teoría supone una evolución respecto a la teoría de Adam
Smith; para David Ricardo, lo decisivo no son los costos
absolutos de producción, sino los costos relativos, resultado de
la comparación con los otros países. De acuerdo con esta
teoría un país siempre obtendría ventajas del comercio
internacional, aún cuando sus costes de producción fueran más
elevados para todo tipo de productos fabricado, porque este
país tenderá a especializarse en aquella producción en la que
comparativamente fuera más eficiente.

Modelo Heckscher-Ohlin
Este modelo parte de la teoría de David Ricardo de la ventaja
comparativa y afirma que, los países se especializan en la
exportación de los bienes cuya producción es intensiva en el factor
en el que el país es abundante, mientras que tienden a importar
aquellos bienes que utilizan de forma intensiva el factor que es
relativamente escaso en el país.

 Para que exista intercambio (exportación-importación) los


dos bienes muestran diferentes intensidades de factores.
Comercio Internacional y Nuevas Tecnologías.

El sustento básico de las teorías antes expuestas era la existencia


de competencia perfecta, que permitía, por la vía del libre comercio,
aumentar el bienestar de los países. A finales de los años 1970 y
principios de la década de 1980, surgieron algunos economistas
como Paul Krugman, Avinash Dixit, James Brander y Barbara J.
Spencer que esbozaron unas nuevas elaboraciones teóricas
fundadas en la existencia de fallos de mercado que ponían en
cuestión, no en todos los casos, la teoría clásica del comercio
internacional de que los intercambios internacionales se fundamentan
exclusivamente en la teoría de la ventaja comparativa y que la
defensa bajo cualquier circunstancia del libre comercio y, de la no intervención estatal en esta área económica
pudiera no ser la práctica óptima. En palabras de Krugman: el replanteamiento de la base analítica de la
política comercial es una respuesta al cambio real ocurrido en el ambiente y al progreso intelectual logrado en
el campo de la economía.

Estas nuevas teorías utilizan las herramientas de la teoría económica y la formalización matemática y
suponen una crítica de mayor profundidad a las teorías neo-clásicas que las provenientes de otros campos de
la economía como la sociología o la estructura económica. Asimismo, tratan de responder a dos cuestiones: la
primera es por qué se comercia y la segunda, cómo debe ser la política según estas nuevas explicaciones.

Las nuevas tecnologías están facilitando en gran medida la operativa del comercio exterior. Los sistemas
informáticos y de gestión permiten hacer seguimiento de los envíos, acceder a todos los datos relevantes de
un container o grupaje en destino y compartir y administrar la documentación necesaria de forma fácil. Existen
plataformas informáticas que permiten hacer todos los trámites de gestión por parte de los exportadores,
importadores y organismos públicos. Buen ejemplo de esta integración de sistemas es el SISCOMEX de
Brasil, centrado en gestión de las exportaciones.
El comercio internacional también se está viendo fomentado por la mayor facilidad de encontrar clientes en el
exterior, gracias al mayor alcance de los portales corporativos en Internet. También ayuda la mayor difusión
de la información en Internet con la consolidación y crecimiento de buscadores de Internet y directorios
especializados.
Internet está siendo un elemento dinamizador en la internacionalización de las empresas. También ayuda en
la elaboración de análisis de mercados, no sólo por el acceso a información editada relevante, sino por las
posibilidades que brinda de estudio directo de mercado a través de nuevas plataformas como las redes
sociales. Portales como Facebook u Orkut tienen millones de usuarios, y comienzan a estudiar la forma de
utilizar estadísticamente toda la información que los usuarios agregan en sus portales. Esta información habla
mucho de variables sociológicas, pues se tienen datos estadísticos normales, y opiniones y mensajes
directos, así como interrelaciones entre usuarios. Las posibilidades que brinda toda esta información son muy
interesantes desde el punto de vista estadístico, de intención de compra y econométrico.
REGULACIÓN DEL COMERCIO INTERNACIONAL.

El comercio internacional es importante en la medida que


contribuye a aumentar la riqueza de los países y de sus
pueblos, riqueza que medimos a través del indicador de la
producción de bienes y servicios que un país genera
anualmente (PIB). Sobre la base de esta convicción se ha
defendido la libertad de comercio como un instrumento que
permite lograr un objetivo que podemos considerar universal:
la mejora de las condiciones de vida y de trabajo de la
población mundial que está íntimamente relacionada con la
renta económica generada y con su distribución. Esta
creencia, sin embargo, no ha sido ni compartida por todos los
países ni, sobre todo, aplicada. Por el contrario, el enfoque
que más ha prevalecido en la historia económica de los
últimos tres siglos ha sido el de limitar y regular los flujos de
comercio en función de los diferentes intereses económicos,
políticos y sociales de los estados. El grado de intervención y limitación de los intercambios
comerciales ha ido variando a lo largo del tiempo, como después analizaremos, pero alcanzó su
punto álgido en los años treinta cuando la economía internacional experimentó una de sus peores
crisis. Precisamente, para evitar que estos episodios de deterioro en las relaciones económicas
internacionales se repitieran, el diseño del orden económico internacional de la posguerra apostó,
claramente, por una liberalización del comercio internacional como medio para que la producción y el
bienestar de todos los países aumentaran. A pesar de ello, este proceso de liberalización del
comercio no ha sido automático ni generalizado. Por el contrario, ha requerido de la voluntad política
de los países que, progresivamente, han ido aceptando que un comercio libre reporta beneficios para
la comunidad internacional. El resultado de este proceso y su comparación con episodios históricos
anteriores puede observarse en el gráfico 1.1. En este gráfico, podemos comprobar la evolución de
la tasa de crecimiento anual de la producción y del volumen de las exportaciones de mercancías
mundiales desde 1720 hasta 1996. Estos datos nos confirman la gran expansión del comercio
internacional y de la producción mundial después de la II Guerra Mundial gracias, en gran medida, a
la liberalización progresiva y continuada de los intercambios comerciales que desde entonces se
está produciendo. La reducción de los obstáculos a las importaciones y a las exportaciones de
bienes ha contribuido positivamente al período de mayor expansión de la producción mundial de la
historia económica.

El comercio constituye uno de los pilares de la globaliza-ción económica. Incluso en el momento


actual de crisis económica, la reactivación del comercio internacional se presenta como una de las
salidas a la recesión. Dicha reactivación deberá hacerse de forma organizada e incluyendo a todos
los miembros de la comunidad internacional para que realmente tenga éxito. En este contexto, el
mecanismo internacional apto para desarrollar esta labor es la Organización Mundial del Comercio,
que desde 1995 es la encargada de gestionar y de generar las normas internacionales destinadas a
regular el comercio multilateral. Heredera del sistema del GATT de 1945, la OMC surge como una
organización económica, jurídica y políticamente novedosa, por cuanto no sigue la regla de
representación económica ponderada típica del resto de las organizaciones internacionales de corte
económico. En la OMC cada uno de los miembros de la organización tiene derecho a participar en
casi todo el sistema institucional. No obstante, el análisis de la práctica demuestra que este derecho
a participar se convierte en una verdadera obligación, puesto que el funcionamiento del mecanismo
de toma de decisiones, el consenso, permite que afloren los verdaderos juegos de poder que
subyacen entre los miembros, y en los que el peso económico se convierte en un criterio no escrito,
pero decisivo, para la creación de ía normativa comercial. En esta línea, la monografía pone de
relieve el constante baile de intereses que existe entre la organización y los miembros. Esta situación
se hace especialmente patente en los procesos de tomas de decisiones, que sirven de medio para la
creación de la regulación comercial internacional y cuyo análisis constituye en núcleo central de esta
obra. Asimismo, se dedica un capítulo a uno de los actores más importantes de la escena comercial
internacional, la Unión Europa, por la relación recíproca de influencias que mantienen las dos
organizaciones económicas comerciales.

Ante el crecimiento del fenómeno del comercio internacional


muchas son las cuestiones que nos vienen a la mente en
cuanto a cómo afrontar la solución de las controversias que
pudieran surgir.

Con los años, los gobiernos han desarrollado una serie de


mecanismos gracias a diversos tratados y acuerdos con el fin
de resolver las cuestiones planteadas por la interrelación de
las leyes de los diferentes estados. Esto ha sido
particularmente importante en el contexto del comercio
internacional, proporcionando las bases de un sistema
internacional que abarca toda la actividad comercial con el fin de facilitar cierto grado de certidumbre
a los comerciantes que operan a través de múltiples jurisdicciones debido a las dinámicas
internacionales de comercio. De hecho, el propio modelo de negocio internacional ha exigido el
establecimiento y creación de estas leyes y reglamentos. En el contexto de la Unión Europea (UE),
los acuerdos principales entre los estados miembros de unión son el Reglamento de Bruselas de
recientemente redefinición, en la medida en que los tribunales de los Estados miembros y
el Reglamento de Roma rige la elección del derecho de las partes comerciales en sus contratos.

Además, varias de las áreas más importantes de la industria y el comercio internacional se rigen por
otros acuerdos. Por ejemplo, en el sector del transporte marítimo las partes en un contrato de
transporte de mercancías por mar incorporan la Haya o también conocido como las Reglas de La
Haya-Visby para regir los respectivos derechos (con independencia del país en el que las partes se
incorporan), mientras que la construcción y operación segura de los buques mercantes se rige por un
convenio internacional conocido como SOLAS (que ha sido firmado por 159 Estados).
Recientemente, las Naciones Unidas (ONU) ha tratado de unificar y actualizar las normas
internacionales relativas al transporte de mercancías por mar en las Reglas de Rotterdam, firmado
por 25 países. Paralelamente a estos códigos marítimos, el Convenio de Montreal que cubre el
transporte de carga por vía aérea, mientras que el Sistema de Varsovia establece el ya
clásico sistema de responsabilidad limitada y subjetiva con inversión de la carga de la prueba,
Montreal instala un sistema mixto en el que la responsabilidad será objetiva y limitada en la mayor
parte de los casos, pero en otros supuestos podrá ser también subjetiva e ilimitada o limitada. En
última instancia, el propósito de estas reglas y convenciones unificadas es facilitar el comercio
internacional al hacer sus contratos y reglamentos subyacentes de modo más claro y eficiente.

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