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Este aviso fue puesto el 6 de marzo de 2013.
El concepto de Lebenswelt [ˈleːbm̩ sˌvɛ̥ ltʰ] fue creado por Edmund Husserl
como parte de su fenomenología, y se refiere a todos los actos culturales,
sociales e individuales que nuestra "vida" no puede sobrepasar. Jürgen
Habermas empleó este concepto en su teoría crítica junto al concepto de
sistema social.

Introducción[editar]

La teoría de Jürgen Habermas realiza un análisis en profundidad de la “acción


comunicativa” y su fundamento racional, así como de la capacidad
comunicativa del lenguaje. Habermas emplea varios conceptos extraídos de
la fenomenología de Husserl, entre ellos el que nos ocupa: Lebenswelt
(mundo de la vida, en español).

El problema de Habermas es que su explicación de algunos conceptos, como


el de mundo de la vida, es muy compleja y, como hemos observado durante la
producción de este trabajo, llena de referencias y citas a otros autores de
mayor complejidad si cabe a la hora de la comprensión para un lector sin
conocimientos profundos en la fenomenología o en la filosofía de la
conciencia (Husserl, Heidegger,...)

Por lo tanto, hemos intentado llevar a cabo una explicación del concepto de
Lebenswelt siguiendo la explicación gráfica que el propio Habermas expuso
en su libro Teoría de la acción comunicativa II. Crítica de la razón
funcionalista, basándonos en ejemplos cotidianos. Además, hemos buscado
varias interpretaciones del concepto de Lebenswelt, sobre todo en su creador,
Husserl, para poder tener otras referencias añadidas a lo que Habermas
expresó.

Creemos necesario, para un mejor entendimiento del concepto de


Lebenswelt, exponer rápidamente la teoría de Habermas desde el concepto
de acción comunicativa hasta los problemas que encuentra en la articulación
de Lebenswelt como sistema (colonización del mundo de la vida).

Acción comunicativa, entendimiento y acuerdo[editar]

La acción comunicativa es un concepto clave para Habermas, pues le permite


rellenar huecos y salvar algunos obstáculos de su teoría crítica.

La acción comunicativa le permite sustituir el trabajo y la alienación, típicas


del pensamiento marxista, por la tensión entre Lebenswelt y sistema. Para
Habermas, la acción comunicativa es toda acción social que está orientada al
entendimiento. Si la acción no es social y está orientada al éxito, tenemos una
acción instrumental. En el planteamiento de Habermas no pueden darse
acciones no sociales dirigidas hacia el entendimiento, lo que pone de
manifiesto la importancia que da el autor a la idea de Durkheim de la
conciencia colectiva. Por otra parte, las acciones sociales que están
orientadas al éxito son denominadas acciones estratégicas.

La acción comunicativa actúa sobre todas las funciones del lenguaje, su


objetivo es el entendimiento e influye sobre los tres mundos (físico,
intersubjetivo y objetivo-colectivo), que más adelante trataremos más a fondo.
El término “entendimiento” (Verständigung) se debe interpretar en el sentido
de haber comprendido lo dicho, no tanto como en el de estar de acuerdo con
lo dicho.

El acuerdo (Einverständnis) entre los participantes es más bien conducido por


el proceso comunicativo una vez se ha producido el entendimiento. Habermas
afirma que ese entendimiento viene dado por la racionalidad inmanente al
lenguaje y aplica la teoría de los actos de habla para seguir edificando su
concepto de acción comunicativa.

Articulación del lenguaje como instrumento necesario de la


acción[editar]

Para Habermas, el empleo del lenguaje tiene por función no describir los
estados de las cosas, sino cumplir una acción. De cada acto comunicativo
observamos tres tipos de actos (locucionarios o proposicionales,
ilocucionarios y perlocucionarios)

En analogía con la distinción entre actos proposicionales (normativos) y los


ilocucionarios (efectos añadidos por el contexto y la situación comunicativa),
expone su división del núcleo de la teoría de la Sociedad entre el mundo de la
vida (Lebenswelt, lifeworld) y el sistema.

Lebenswelt sería, pues, el trasfondo de experiencias y vivencias


“prerreflexivas” a partir del cual se dota de sentido a todo cuanto se dice. El
denominado “Entorno inmediato del agente individual” de Husserl, la capa
profunda de certezas, realidades y evidencias que no son puestas en
cuestión. Es una base cognitiva sólida sobre la cual puede establecerse la
comunicación. Desde el punto de vista pragmático, Lebenswelt son los
presupuestos que conforman el ámbito de la comunicación, principalmente las
propias reglas de los juegos del lenguaje y determinados enunciados con los
que “todo el mundo” está de acuerdo (y que valen, en consecuencia, también
como reglas).

Por otra parte tenemos el sistema, opuesto al "mundo de la vida". Es el


conjunto del entramado social, que tiende al equilibrio autorregulativo por
medio de la especificación funcional de los diferentes subsistemas. La acción
de cada individuo es determinada mediante cálculos interesados,
maximizadores de la utilidad. El sistema es un ámbito social constituido por
una serie de mecanismos anónimos dotados de una lógica propia que, en las
sociedades avanzadas, han cristalizado en dos subsistemas sociales
diferenciados regidos por reglas estratégicas y medios materiales o técnicos:
el subsistema político-administrativo y el subsistema económico.

Explicación de Lebenswelt a partir del gráfico de


Habermas[editar]

Habermas plantea una representación gráfica que él mismo apunta como


“especialmente insuficiente”. Vamos a intentar explicar el concepto de
Lebenswelt, en términos de la teoría de la comunicación, articulando el gráfico
descrito por Habermas en relación a la Doctrina de los tres mundos de Karl
Popper de Karl Popper.

Según este modelo, dos participantes destinados a entablar una conversación


de cualquier tipo, A1 y A2, pueden establecer un proceso comunicativo
porque comparten ciertos rasgos culturales en común, el más importante de
los cuales es un lenguaje común a los dos.

Una vez se lleva a cabo la comunicación, tenemos que cada uno de los
participantes ha sufrido la influencia de la misma. No tal y como lo planteaba
Shannon, que se basó en matematizar la relación entre emisor y receptor, sin
contar con el “factor efecto”. Lazarsfeld fue uno de los pioneros en destacar
las influencias que podría tener el acto comunicativo en el emisor.

Los modelos más complejos, planteados posteriormente, como el de


Maletzke, asumen “ya para siempre” las compulsiones que el receptor, el
medio y el mensaje tendrán en el emisor.

Volviendo al caso AC1, esta influencia del proceso comunicativo podemos


encontrarla, por ejemplo, en el caso de la comunicar un embarazo. En este
hipotético caso, A1, una doctora de un hospital, comunica a A2, una chica de
veinticinco años, que está embarazada. En este caso, los efectos
comunicativos AC2 y AC1 podemos interpretarlos como la alegría de la madre
primeriza y la satisfacción de la doctora al ver la alegría de la madre (hemos
expresado un ejemplo de influencia recíproca intencionalmente no verbal,
para recalcar la potencia del efecto sin necesidad del lenguaje oral).

Pero esto no termina aquí, pues esos efectos influirán también “ya siempre”
en cada uno de los “mundos subjetivos” de A1 y A2. Los mundos internos de
cada uno de los participantes se ven modificados por cada acto comunicativo
que se establece a lo largo de la experiencia vital. La influencia del acto
comunicativo puede ser más o menos previsible dependiendo de la situación
comunicativa en que nos encontremos.

En cuanto al mundo objetivo, los efectos de la comunicación AC1 y AC2 serán


tan determinantes como en sus respectivas vivencias internas. Siguiendo con
el ejemplo anterior, la doctora aportará datos estadísticos e información
biosanitaria sobre el nuevo embarazo, al igual que la madre. En este punto
cabe destacar las influencias de los mundos subjetivos en el plano del
conocimiento colectivo objetivado, ya que A2 (nuestra futura madre), al estar
feliz por recibir la noticia de esa profesional, puede comentar en futuros
procesos comunicativos información positiva sobre la médica que la atendió
(nuestro A1), influida por la alegría del mensaje recibido, y por lo tanto
influyendo en los datos objetivos (véase las notas sacadas por nuestra
médica en la carrera, o la cantidad que tiene que pagar al seguro de mala
praxis) que son tomados de referencia por otras personas sobre A1.
Esto está en perfecta sintonía con el mundo social, es decir, la influencia de la
comunicación en la relación preestablecida entre los participantes. A2
apreciará más a A1 tras el mensaje de su embarazo, y la conducta de A1 se
verá influida para con A2 por la estima que ésta le tiene desde que se produjo
la comunicación original.

Pues bien, todo cuanto hemos expuesto aquí (Comunicación entre A1 y A2, la
cultura y lenguaje que comparten, sus mundos internos, el mundo objetivo
que comparten y el mundo social que establecen) es lo que conforma el
Mundo de la vida. De ahí la afirmación de Habermas: “los agentes
participantes de la comunicación se mueven dentro del horizonte del mundo
de la vida y de ahí no pueden salirse”. El concepto de Horizonte, como el del
propio Lebenswelt, nacen de la teoría de Husserl, que veremos más adelante.

Relación del Lebenswelt con la "Teoría de los tres mundos"


[editar]

Una vez explicado el gráfico del Mundo de la vida, pensamos que se puede
exprimir un poco más el concepto de “los tres mundos”. Karl Popper
desarrolló esta teoría estableciendo la existencia de tres mundos (el físico, el
objetivo-colectivo y el intersubjetivo). Pues bien, podemos usar esta división
para nuestro propósito, siguiendo las indicaciones de Habermas. Tenemos,
por una parte, el mundo objetivo, que es la totalidad de las entidades sobre
las que se pueden elaborar enunciados verdaderos.

El mundo social sería la totalidad de relaciones interpersonales reguladas


legítimamente.

Por último, el mundo subjetivo, sería la totalidad de las propias vivencias a las
que cada cual tiene un acceso privilegiado y que el emisor puede manifestar
de forma veraz ante una audiencia. Habermas explica en varias tablas los
“criterios de verdad”, un tema que le preocupaba profundamente para poder
fundamentar su “acción comunicativa”. Los criterios, referidos a la división que
hemos realizado, son:

Mundo objetivo --> El criterio es la verdad


Mundo social -----> El criterio es la rectitud
Mundo subjetivo -> El criterio es la veracidad

Habermas piensa que la constante racionalización del mundo de la vida


implicará la diferenciación progresiva de sus diversos elementos. El mundo de
la vida se compone de la cultura, la sociedad y la personalidad. Cada uno de
estos elementos hace referencia a pautas interpretativas o suposiciones
básicas sobre la cultura y su influencia sobre la acción, a pautas apropiadas
de relaciones sociales (la sociedad) y al modo de ser de las personas (la
personalidad) y de comportarse. Comprometerse en la acción comunicativa y
lograr la comprensión en cada uno de estos elementos conduce a la
reproducción del mundo de la vida mediante el refuerzo de la cultura, la
integración de la sociedad y la formación de la personalidad. Si bien estos
componentes están inextricablemente ligados en las sociedades arcaicas
(Durkheim), la racionalización del mundo de la vida implica la "creciente
diferenciación entre la cultura, la sociedad y la personalidad".

Por lo tanto, en analogía a la división de los tres mundos, tenemos la


siguiente división:

1. La cultura, articulada como los “conocimientos objetivos” compartidos dentro


de una sociedad. Entrecomillamos aquí el término “conocimientos objetivos”,
ya que vamos a seguir la definición de Habermas de cultura (acervo de saber
en que los participantes en la comunicación se abastecen de interpretaciones
para entenderse sobre algo en el mundo), y podría llevar a conclusiones. No
son datos objetivos universales, sino más bien datos “seguros” y “estables”,
que son tomados como veraces por los miembros de una cultura y que, casi
siempre, su original “veracidad” termina tomándose como una “verdad
absoluta” y, además, se enarbola como bandera y símbolo cultural. Por
ejemplo, los hindúes no comen ciertos animales porque su mitología, que no
es más que la explicación teológica-primitiva de su realidad, cree en la
reencarnación. Actualmente, los hindúes siguen considerando a animales
domésticos como las vacas de carácter sagrado y es uno de sus símbolos
culturales de cara al exterior, a pesar de que mueran cientos de personas de
hambre. La cultura expresa, en definitiva, el aspecto más funcional del
entendimiento(Verständigung)

2. La sociedad es para Habermas el conjunto de ordenaciones legítimas a través


de las cuales los participantes regulan sus pertenencias a grupos sociales,
asegurando con ello la solidaridad. Se aprecia aquí de nuevo la influencia de
la “conciencia colectiva” de Durkheim. Como en el caso anterior, también aquí
la integración social del mundo de la vida se encarga de que las situaciones
nuevas queden conectadas con los estados del mundo preexistentes. A
diferencia de la cultura, no se trata aquí de la dimensión semántica, sino del
espacio social. Como el mismo carácter “social” que conlleva este punto,
decimos que la sociedad expresa el aspecto de coordinación de la acción.

3. La personalidad es, por último, el conjunto de competencias de un individuo


que le permiten aprender, comprender y usar un lenguaje y, por lo tanto,
capaz de producir una acción, esto es, en capaz de tomar parte en procesos
de entendimiento. La personalidad es el primer filtro psicológico para toda
novedad que llegue por vía comunicativa y, en términos sociológicos, es el
escalafón necesario para conseguir llevar a cabo el proceso de socialización.

Expresado esto, volvemos a la disyuntiva Mundo de la vida/Sistema.


Habermas sabía que su principal problema a la hora de elaborar una teoría
crítica consistente esa, llegado a este punto, la conexión entre la perspectiva
Lebenswelt y la perspectiva sistema.

Citando literalmente a Habermas: “La perspectiva de la integración social se


centra en el mundo de la vida y los modos en los que el sistema de la acción
se integra por medio de un consenso garantizado normativamente o
alcanzado mediante la comunicación (...) (mientras que) la perspectiva de la
integración del sistema hace referencia al sistema y al mundo en que se
integra mediante el ejercicio de control externo sobre las decisiones
individuales no coordinadas subjetivamente”.

Esto también puede leerse como punto de vista interno (integración social) o
punto de vista externo (sistema). El punto de vista interno es, como apunta
Ritzer en su crítica a Habermas, seguido por éste para referirse a Marx o
Weber, quienes leían y teorizaban sobre la realidad como actores integrados
en ella, mientras que Durkheim teorizaba desde el punto de vista del
observador externo.

Así que Habermas reconoce las serias limitaciones de ambas perspectivas,


aunque afirma que tienen algo que ofrecer. La solución que propone es una
integración de ambas perspectivas (Lebenswelt y sistema), articulando la
sociedad como una entidad sistémica que es a su vez Lebenswelt:

“La sociedad como un sistema que tiene que cumplir condiciones para el
mantenimiento de los mundos de la vida socioculturales. Las sociedades-
fórmula son complejos sistemáticamente estabilizados de acción de grupos
socialmente integrados... Defiendo la propuesta heurística de que
consideremos la sociedad como una entidad que, en el transcurso de la
evolución social, se va diferenciando como sistema y como mundo de la vida”.

Aparte de esta aportación teórica, Habermas tendrá que resolver el problema


de denominó la “colonización del mundo de la vida”, que viene a ser la
intromisión de los diferentes sistemas en el ámbito de la Lebenswelt. Un
ejemplo de colonización sistémica es la continua, y a veces asfixiante,
legislación sobre ciertos productos, como el vino, que ha pasado de ser una
bebida tradicional para el almuerzo a un producto industrial perfectamente
legislado en cuanto a origen, transporte, distribución y consumo. La
sistematización del mundo de la vida conlleva la instrumentalización de éste y
su consecuente agotamiento.

Conclusiones[editar]

Centrándonos en el tema del mundo de la vida, podemos deducir varias


conclusiones:

1) Habermas ve a la sociedad humana constituyéndose a partir de unidades


mínimas de acción, como Mead y Parson, pero esta acción no es la del
individuo aislado, sino de sus procesos comunicativos, los que definen
acciones mínimas y significativas, simbólicamente estructuradas. Es la base
del establecimiento de la acción comunicativa como teoría sólida frente a las
corrientes de Weber o Marx.

2) La acción comunicativa existe porque se da un consenso inconsciente


(Lebenswelt) sobre lo que significa lo hablado, un consenso aproblemático.

3) Este consenso aproblemático es posible porque se comparten criterios de


verdad; convirtiendo la temática de la verdad en la acción comunicativa en un
importante tema de discusión para diversos autores, porque proporciona los
conceptos necesarios para enfrentar el problema de la falsa conciencia (Marx)
y la reificación (Lukács).

Evolución de la lectura del Lebenswelt de Habermas tras su


TAC II[editar]

Tras la publicación de su Teoría de la acción comunicativa, Habermas recibió


centenares de críticas sobre algunos de sus conceptos, lo que le llevó a
revisar parte de su teoría para darle más consistencia. Respecto al concepto
de mundo de la vida, la revisión de Habermas se refirió al Lebenswelt como si
fuera una intuición central de un mundo circundante originario, sino que alude
a aquellos elementos que destacan el carácter intersubjetivo del mismo
entorno vital, por lo que se trataría en consecuencia de una reutilización de
esta categoría fenomenológica para justificar una teoría intersubjetiva de la
sociedad.

La categoría del mundo de la vida se volvió central en la teoría de Habermas


para entender adecuadamente la Teoría de la Acción Comunicativa. Tras
enunciar su crítica a la fenomenología de Husserl, puesto que consideraba
que ésta emanaba aún de una filosofía de la conciencia, mientras que él
pretendía reconstruirla en diálogo con Schütz y Luckmann en el marco de una
acción intersubjetiva, como un “acervo de patrones de interpretación
transmitidos cultural y lingüísticamente”.

Habermas llega a incluir la acción comunicativa pura en un mundo de la vida


que se encarga de absorber riesgos de disentimiento, un masivo consenso de
fondo. Una de las últimas definiciones de Lebenswelt fue su interpretación en
un sentido histórico-cultural que precede todo posible acuerdo intersubjetivo y
toda actitud que nos permita objetivar un conocimiento intercultural

Lebenswelt en Edmund Husserl[editar]

El concepto de Lebenswelt nace de la Fenomenología, una corriente filosófica


que tiene su origen en las teorías de Edmund Husserl. A lo largo de toda su
obra, y especialmente en sus Investigaciones Lógicas, Husserl llevó a cabo
una exhaustiva formulación matemática de la realidad, mediante relaciones
lógicas entre distintos conceptos y variables. Respecto al contexto de las
comunicaciones humanas, ideó el término Lebenswelt como “Los límites del
mundo de la vida que no pueden trascenderse”.

En su discurso, Husserl parte de que existe una actitud natural en los


hombres, presuponiendo que cada sujeto vive su relación cotidiana con el
mundo según una posición espontánea frente a la realidad exterior, que
entiende que las cosas “simplemente están ahí delante, en sentido literal o
figurado”. Por lo tanto, a grandes rasgos, el mundo es para la actitud natural
la totalidad de las cosas vividas. Mundo y realidad se disponen como
contenidos trascendentales, objetividades que la conciencia refiere después
de percibir a través de los sentidos y de reflejar en función de los actos.
Husserl fue dirigiendo paulatinamente toda su fenomenología desde una
perspectiva estrictamente descriptiva de la conciencia a otra "trascendental" o
"idealista" por la que la realidad entendida en un sentido natural era reducida
a la intersubjetividad de los objetos de la intencionalidad.

Lebenswelt en Schütz y Luckmann[editar]

Schütz y Luckmann fueron quizás los que más influyeron en las revisiones
que Habermas tuvo que hacer en cuanto al concepto de Lebenswelt. Según
ellos, el mundo cotidiano de la vida es aquel ámbito de realidad que el adulto
en estado de vigilia y normal da por descontado, en la actitud del sano sentido
común. Es algo que viene dado aproblemáticamente, es decir, sin que nos
hagamos cuestión de ello. Schütz y Luckmann heredan el concepto de mundo
de la vida como el resultado de la intersubjetividad de muchas conciencias.

Habermas afirmó después que el mundo de la vida es algo común, pero que
queda afuera de todo disentimiento posible, no puede ser controvertido como
un conocimiento intersubjetivamente compartido, sino que lo más que puede
es venirse abajo. Podemos concluir que Schütz y Luckmann subestiman el
poder del lenguaje que Habermas sí se encarga de ensalzar.

Pese a este matiz, es preciso considerar que tanto Schutz como Luckmann
ven este concepto como una posible fundamentación filosófica de las ciencias
sociales, ideas que también desarrollarían posteriormente Peter Berger y
Aaron Gurvitch

Lebenswelt en Searle[editar]

Searle consideraba en mundo de la vida, desde su práctica perspectiva


norteamericana, como una red intuitivamente presente y por tanto familiar y
transparente y, sin embargo, a la vez inabarcable, de presuposiciones que
han de cumplirse para que la emisión que se hace pueda tener sentido, es
decir, para que pueda ser válida.

Lebenswelt según la Universidad de Stanford[editar]

Según un artículo de James Bohman y William Rehg, incluido posteriormente


en la Enciclopedia de Filosofía de Stanford, Habermas clasifica el “sistema”
como un conjunto de situaciones predefinidas, o modos de coordinación, en el
cual las demandas de acción comunicativa son dejadas de lado, dentro de
unos límites legales específicos. El principal ejemplo de coordinación
sistémica son los mercados y la burocracia. En esa sistematización de
contextos estructurados, los procesos de comunicación no verbales aumentan
la fluidez de la coordinación de acciones, la cual no puede entenderse sin
partir de las bases del dinero y el poder institucional. (…)

El término “mundo de la vida”, por el contrario, se refiere al ámbito de la


acción en el cual predominan los procesos consensuados. De hecho, la
distinción entre mundo de la vida y sistema se comprende mejor como una
analítica que identifica diferentes aspectos de la interacción y la cooperación
social. El mundo de la vida se refiere a los recursos de base, contextos y
dimensiones de la acción social que hacen posible a los actores cooperar
dentro de las bases de un mutuo entendimiento: sistemas culturales con
significados compartidos, normas institucionales que estabilizan patrones de
acción y estructuras de personalidad adquiridas en la familia, iglesia,
vecindario y escuela.

Lebenswelt según la Universidad de Berkeley[editar]

Hemos preferido incluir aquí otro punto de vista de una Universidad


norteamericana, en este caso la de Berkeley, fuertemente influida en el campo
filosófico por las teorías de Searle; para ofrecer una crítica alejada del
pensamiento alemán y europeo respecto al Lebenswelt. El párrafo siguiente
es un extracto de un artículo traducido de la base de datos de la Universidad
de Berkeley, una crítica a Habermas basada en la obra de Jim McGuigan.
Parte de una pregunta: ¿Cómo es que somos meros sirvientes de un
“entendimiento recíproco” y nos encontramos conformados con el lado
opuesto de una división intelectual (las dos partes de un diálogo)?

Esta separación es la manifestación local de de la aún más fundamental


división entre racionalidad crítica y racionalidad instrumental; división que se
articula en Habermas como sistema frente a mundo de la vida y los principios
inmanentes de éste a la racionalidad. (...) Cuando la comunicación no se ve,
relativamente, distorsionada por relaciones de poder y cuando el interés
común se encuentra dentro de unos horizontes compartidos de significado,
así como de condiciones vitales compartidas, la racionalidad comunicativa se
orienta hacia el mutuo entendimiento.

Por el contrario, la racionalidad instrumental que caracteriza al sistema se


basa en los conceptos humanos de valor y significado y su único objetivo es
alcanzar un fin. El camino para lograr este fin está dictado por estructuras
preexistentes de clases y poder burocrático. Esta oposición entre sistema y
mundo de la vida se ve mejor representada, en términos económicos, en la
diferencia que Habermas realizó entre praxis y técnica. La primera es
concebida como la evaluación razonada de la validez de los modos de actuar,
mientras que la técnica sólo es concebida como la selección racional de los
mejores instrumentos para encontrar resultados particulares una vez las
marcas normativas para la acción social han sido determinadas. (Habermas
1974, 1–3).

Véase también[editar]

Escuela de Frankfurt

Habermas

Husserl

Portal:Marxismo. Contenido relacionado con Marxismo.

Referencias[editar]

Bibliografía[editar]

[Interpretación del concepto de Lebenswelt, según Habermas y otros autores.


Antonio Vázquez González (Artículo para la Universidad de Sevilla)]

[Teoría de la acción comunicativa, Vol. II. Jürgen Habermas]

[Teoría de la acción comunicativa: complementos y estudios previos. Jürgen


Habermas]

[Investigaciones lógicas, vol. I y II: Edmund Husserl]

Enlaces externos[editar]

: Información de Habermas, según la Stanford Encyclopedia of Philosophy,


desde la visión de los autores James Bohman y William Rehg.

: Información de Albert Schütz, según la Stanford Encyclopedia of philosophy,


desde la visión del autor Michael Barber.

: Artículo de la universidad de Berkeley basado en las teorías de Jim


McGuigan en su revisión a la teoría de Habermas.

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