RAYMOND E.

BROWN

LAS IGLESIAS QUE

LOS APOSTOLES NOS
DEJARON
 RA YMOND E. BROWN
COLECCION CRISTIANISMO Y SOCIEDAD

1. MARTIN HENGEL: Prop1edad y nqueza en el cnst1amsmo pnm1t1vo.

2. JOSE M.a DIEZ-ALEGRIA: La cara oculta del cnst1amsmo.
3 A. PEREZ-ESQUIVEL· Lucha no VIolenta por la paz.
4 BENOIT A. DUMAS· Los m1lagros de Jesús
5. JOSE GOMEZ CAFFARENA. La entraña humamsta del cnst1amsmo.
6. MARCIANO VIDAL Et1ca CIVIl y SOCiedad democrática.
7 GUMERSINDO LORENZO: Juan Pablo 11 y las caras de su 1gles1a.
8. JOSE M.a MARDONES: Soc1edad moderna ycnst1amsmo
9. GUMERSINDO LORENZO: Una Iglesia democrática (Tomo 1).
1O. GUMERSINDO LORENZO: Una Iglesia democrática (Tomo//)
11 JAMES L. CRENSHAW: Los falsos profetas.
12. GERHARD LOHFINK: La lgles1a que Jesús quería
13 RAYMOND E. BROWN· Las lgles1as que los Apóstoles nos dejaron.
LAS IGLESIAS
QUELOSAPOSTOLESNOSDEJARON

2.a edición

DESCLEE DE BROUWER
BILBAO- 19 6
 LAS IGLESIAS QUE LOS APOSTOLES NOS DEJARON

LOS APOSTOLES MEJOR CONOCIDO'> (Pedro, Pablo, Santiago) muneron

Titulo de la edJcJon ong1nal THE CHURCHES THE APOSTLES LEFT BEHIND
Publicado por© PAUL/ST PRESS- NEW YORK1RAMSEY
Vers1on española de Gemma Perez
en la decada de los sesenta De tal forma, que durante el ultimo tercio
del pnmer siglo de la era cnstiana, las Iglesias pnm1tivas tuvieron que
contmuar sm la gma autonzada de los apostoles que hab1an VIsto al Je
sus ResuCitado Los escntos del Nuevo Testamento realizados des
pues de la muerte de los apostoles, Ilustran diferentes enfas1s, quepo
Sibilitaron la superviVenCia de aquellas comunidades a las que se dm
gian Aqm e estudian tanto los aspectos positivos como los aspectos
negativos de las ecleswlog as de siete testimonios diferentes del Nue
vo Testamento Estos testimonios estan dmg1dos a las Iglesias que los a
postoles deJaron tras de si, pero sus aspectos positivoy negativos ha
blan tamb1en a las Iglesias de hoy

©EDITORIAL DESCLEE DE BROUWER, S A 1986

Henao 6-48009- BILBAO

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1 S B N 84-330-0691-6
DepositO Legal S S 760/90

Impreso en ITXAROPENA, S A -Araba kalea, 45- Zarautz

 PREFACIO
Este libro, que considero ecumemco, lo dedico a !m.
e'>tudimo'> de temas b1bhcos de procedencia cnstlana d1stmta EL CONTENIDO DE ESTE 1 lBRO fue expuesto baJO el titulo de las Confe
a Id m1.1, y que, a traves de sus estudios y especialmente a trave<> rencias de Sprunt (Sprunt Lectures), durante cmco sesiOnes, que tu
de '>U .tllll'> tad personal, me han enseñado mucho acerca de Id'> vieron lugar en el «Umon Theological Semmary>> (R1chmond, VIrgi
E<.,cntm < '>, acerca de Cnsto y su Iglesia, y sobre todo, acercd de ma) del28 a131 de enero de 1980 El cmdado segmdo en la eleccwn de
Id m.mu.t de ser cnstlana Me refiero especialmente a los los conferenciantes, as1 como la obligacwn de publicar sus conferen
sigmentc<., < uto res amencanos, consciente de que la lista d1 td Cias, ha temdo como consecuencia una notable sene de volumenes so
mucho de '>U completa bre las mismas Smtlendome halagado por haber s1do mvitddo a umr
me a tal compañia, afronte de mmed1ato el problema que surg1a de la
Paul Achteme1er John Reumann propia h1stona de las conferencias La obligacwn de publicarlas as1
Karl Donfned Knster Stendahl como la calidad de las publicaciOnes antenores, sugena realizar una
Regmald Fuller W D Dav1c contnbucwn erudita dedicada a los estudiosos del tema, sm embargo,
J Loms Martyn David Noel Frccdm.m las necesidades de los oyentes alumnos del «Umon Alumm>> que se en
D Moody Smlth George Landc., contraban trabaJando en parroqmas, me sugmo realizar una aplica
Edward Campbell James Sander'> cwn practica de los estudios a lomtereses pastorales DeCidido a sa
JohnElliot Phyllis Tnblc tisfacer esta necesidad con mis conferencias, no escnb1 m le1 papeles
Beverly Stendahl llenos de notas eruditas a p1e de pagma, smo que hable utilizando
apuntes, adaptan dolos oralmente segun fuese la respuesta de los oyen
tes a mis palabras Esto exphca en parte el retraso de vanos años en la
publicacwn de las conferencias, ya que hubo que adaptarlas al lengua
Je escnto, trabaJando para ello con las grabaciOnes y los apuntes de lo
que diJe en 1980 Mayor detalle, documentacwn y puesta al d1a, han
sido añadidos a la forma ongmalmente publicada, que espero que, al
mismo tiempo que mantienen el mtento pastoral ongmal, satisfaga las
demandas eruditas, esencia de las conferencias de «Sprunt>>
Elmtervalo que mediO entre la presentacwn y la publicac10n del
libro resulto ser beneficioso, ya que pude volver a presentar el mismo
matenal a otras audiencias, y consecuentemente ampliar m1 percep
c1on de los temas Por esta razon, qu!Slera mostrar mi agradecimiento
por la oportumdad que disfrute de Impartir d1stmtos aspectos del ma
tenal ahora Impreso en vanos de los capitulos de este libro, en las Con
ferencias de Cole, en Vanderbiit DIVlmty School (Nashv!lle, Ten ), en
la<; Conferencias de Ayer en el Colgate Rochester Semmary (New
lO LAS IGLESIAS QUE LOS APOSTOLE'> NOS DEJARON
York), en las Conferencias de Snugg en Umvers1ty of Tulsa (Oklaho
ma), en las Conferencias de R1st en Ihff School of Theology (Den ver,
Colorado), en las Conferencias de Armstrong en Kalamazoo College
(Mich1gan), y en las Conferencias de Weber en el Morav1an Theolog1
cal Semmary (Bethlehem, Pa ) El sentido ecumemco de mi enfoque
al tema, fue en gran medida propiciado por la diversidad del publico
asistente
Fm el pnmer catohco romano mv1tado a dar lds Conferenciade
Sprunt El obispo catolico romano de R1chmond as1stio al d1scur o
maugural, y el pnmer candidato al doctorado en estudios b1bhco, me
Sirvio de gran ayuda durante las conferencias en el <<Presbitenan Semi
nary dL 1 Sur>> La audiencia, consistente de pastores firmemente for
mado \.omo presb1teros, seguramente encontro en estos signos visi
bies und expreswn del contexto ecumemco de la educacwn teologicd y
de los estudiOs b1bhcos en los semmanos de hoy Como nota humons
t1ca, trate de convencer al publico de mis credenciales ortodoxas, ba
sadas en el hecho de que tema una catedra apadnnada por los presbi
tenanos en el <<otro>> Umon Theological Semmary de Nueva York,
donde mi trabaJO como catedrat1co ha sido en parte avalado por el Au
burn Theological Semmary
Para adelantar cuales eran mimtencwnes en las Conferencias de
Sprunt, me atrev1 a ofrecer al publico un relato un tanto divertido de
mi vida durante los diez anos que estuve como umco profesor catohco
en el Umon Semmary del Norte Cuando llegue alh por pnmera vez,
hab1a aun en el prospecto una frase mtroductora a lo que la facultad
representaba <<la amphtud de visiOn eclesial y teolog1ca que es carac
tenstica del meJor protestantismo>> Se le señalo al presidente la con
tradJccwn de mantener tal frase a Id vista de un profesor catolico roma
no, qmen me pregunto si me resultaba ofensiva A lo que respond1 con
p1card1a <<No, ya que creo que un catolico romano eqmhbrado repre
senta lo meJor de la vision protestante>> Estos comentanos mtroduc
tonos que hice de forma Improvisada subrayaron mi mtenc10n en RI
chmond de hablar desde el Nuevo Testamento a las diversas situaciO
nes que hoy existen en la Iglesia Las cuestiOnes que alh se me plantea
ron ennquecieron las presentaciOnes de este hbro, hac1endome posi
ble anticipar cuestiones que podnan surgir en la mente de muchos lec
tores La tarea de repetir el contemdo de las conferencias en otros se
mmanos protestantes, como he md1cado antenormente, ha facilitado
mi propos1to, ya que me ha hecho consciente de la existencia de una di
versidad cnstiana mas amplia Del mismo modo, ha sido de gran ayu
da el hecho de haber utilizado este matenal con un buen numero de
publico catohco, dandome la posibilidad de observar sus reacciOne
PREFACIO 11
Mis tres u!timos hbros los dedique a los obispos y sacerdotes cdto
hcos que han contnbmdo valiosamente a las mvest1gacwnes catolicd
modernas en general y a las m1as en particular Este libro, que contie
ne las conferencias pronunciadas en el PresbJtenan Semmary, esta de
dicado a aquellos mvest1gadores amigos protestantes, de los que soy
deudor por muchos motivos Fuera del cuculo erudito, y a pesar de los
avances ecumemcos, existen clengos protestantes que todavi a descon
fian de cualqmer cosa pronunciada por un catohco La cahda acogida
que reCibi de los alumnos del <<Umon Semmary>> en R1chmond, confir
mo mi Idea de que una reaccwn negativa no es caractenstica de un
buen cmdado pastoral protestante De la misma manera, se que hay
gran numero de catolicos romanos que desconf1an de cualqmer apor
tac10n provemente de un protestante, y se sienten funosos ante el he
cho de que un catohco se reconozca deudor de ellos Cuando el Papa
Pablo VI me llamo para formar parte de la ComisiOn Biblica Pontificia
en Roma, alabo mi <<VISion catohca respecto al Mag1steno de la Igle
sia>> La fidelidad a mi propia Iglesia, y la deuda a otras contnbucwnes
mas amplias, constituye una combmacwn que ha ennqueCido m1 pro
pia comprenswn de lo que la diversidad del Nuevo Testamento puede
s1gmflcar para las diferentes Iglesias, una combmacwn que defendena
contrd toda cntica
M1 mtencwn es que este libro vaya umdo a otros doque escnb1
en anos recientes The Comumty of the Beloved Disciple (la Comum
dad del Disci pulo Amado) constituyo un mtento de estudiar la h1stona
de un grupo del Nuevo Testamento (que a partir de ahora se cita, NT)
la comumdad de Juan con su peculiar v1da externa e mterna El libro
que escnb1 conJohn P Meier, "Antwch and Rome", fue unmtento de
estudiar dos grandes centros del Cnstiamsmo en el Nuevo Testamen
to En el presente libro, estudio las comumdades cnstlanas desde el
punto de vista de lo que ellas entend1an que era Importante para su su
pervivencia y crecimiento tras la muerte de los Apostoles Los tres li
bros representan aproximaciOnes diferentes a la existenCia de la Iglesia
durante el penodo del Nuevo Testamento Los tres tienen como obJe
to hablar a las Iglesias de nuestros d1as por medio de corregirlas, retar
las y ammarlas En mi opmwn, tal es la tarea que debe cumplir toda
exeges1s no solo determmar cual era la Situacwn en el NT, smo tam
bien cual es su s1gmficado
Cause Cierta preocupacwn entre mis correligwnanos cuando en
mi libro B1rth of the Messwh (Nacimiento del Mes1as), afirme (pag
9) <<No veo nmguna razon por la cual la mterpretacwn catolica de lo
que Mateo y Lucas qmsieron decir en sus narraciOnes de la mfanCia
deba ser diferente de la de los protestantes>> Se me acuso de contrade
12 LAS IGLESIAS QUE LOS APOSTOLES NOS DI::JARON

cir la enseñanza de la Iglesia católica, al negar la tradición de la Igle'>Ia

en la interpretación de las Escnturas. De ningún modo fue a I, ya 4ue
normalmente la tradición de la Iglesia no ha interpretado lo 4ue un au
tor bíblico quiso deCir; sino que ha interpretado el sigmfieado 4ue tie
ne para una comumdad viva. Me siento apenado de que católtcm y
protestantes puedan estar de acuerdo en lo que la Escntura Igmhco,
pero divididos en lo que hoy sigmfica. Sin embargo en c te ltbw, ya
que en nuestras diferentes iglesias nos enfrentamos a menudo a lo'>
mismos problemas, espero que pueda haber un acuetdo obre el '>Igni
ficado que hoy tiene para los cristianos los aspectopositivo'> y negati
vos de las Iglesias del NT. CAPITULO 1
Union Theological Scmmary (NY< ')
15 de Agmto de twn
La Era Sub-Apostólica en el Nuevo Testamento•

EN <<UNA MUERTE ENEL DESIERTO» Robert Browning describe poética

mente a Juan, el último apóstol, acabando su existencia en el anonima
to:

<<Cuando mis cenizas se esparzan>>, dice Juan,

<<No quedará sobre la tierra
Nadie con vida que le conoCiese (¡tenerlo en cuenta!)
-Que viese con sus propios ojos y palpase con sus manos
Aquello que fue ya desde el inicio, Palabra de Vida.
¿Qué ocurrirá cuando ya nadie pueda decir, "Yo vi"?>>

La fidelidad de Browning a la tradición que afirma que Juan fue el últi

mo discípulo puede parecer demasiado simple; no obstante el sentido
inquietante de su pregunta es claro. ¿Qué sucedió cuando desapareció
el testigo apostólico y la iglesia ya no pudo depender del testimonio de
aquellos que dijeron, <<Yo vi>>? En el pasado tal cuestión se respondía
acudiendo a las obras escritas después de NT, ya que era aceptado por
todos que el Nuevo Testamento y la era apostólica eran sinónimos. Se
pensaba que los libros del NT habían sido escritos por los propios
apóstoles, por lo que la era posterior al NT fue denominada <<Sub
apostólica>>. Dentro de la tradición católica, este punto de vista quedó
recogido en un axioma sobre la revelación que finaliza con la muerte
del último apóstol, el cual daba por sentado que el NT se correspon-

1 Al ser e te hbro, como ya expuse en el prefaciO, una aphcaCion practica de los estu
dtos academicos a los mtereses pastorales, la' notas a pie de pagma favorecen a las obras
en mgles Informacton completa se ofrece a pie de pagma
 LAS IGLESIAS QUE LOS APOSTOLES NOS DEJARON
14
d1a, sm nmgun genero de dudas, con el período apostólico2 Sm em
bargo, hoy en d1a, la mayoría de los mvest1gadores s1tuan el fm del pe
nodo apostólico en una fecha más temprana dentro de la epoca del
Nuevo Testamento En realidad, si no se acepta el mtento mconfor
mista del Ob1spo John A T Robmson 3 de fechar todos los escntos del
NT con antenondad al año 70 de nuestra era, se puede afirmar, lógica
mente, que la mayor parte de/ NT fue escnto despues de la muerte de/
ultimo apasto/ conoCido
Qmza sea necesano explicar esta cualificada afirmaCión. A pesar
de que en el NT son muchos los que reciben el nombre de «apóstoles>>,
umcamente tenemos conocimiento detallado de tres Empezando por
los Doct>, la mayoría no son más que nombres ExcltiYendo a Judas Is
canote, solamente tenemos detalles de los cuatro pnmero<;, a saber,
las dos pareJaS de hermanos Pedro y Andres, Santiago y Juan A pe
sar de que en los evangelios estos cuatro aparecen retratados con fre
cuencia en compañía de Jesús, Andrés no aparece en las narraciOnes
ü\ N'T üh \'g,\e'S\0. pnm\\Wo., So.n\\o.go po.ü ..:mo.Yt)nc o. 1• pn.W.:\plC
& la decada de los 40 (Hechos 12 2), y Juan es mencwnado
úmcamente en algunos pasaJes como compañia mseparable de Pedro
(3 1, 4 13,
8 14, Gal 2 9) La tradiCIÓn postenor amplio la J:)lografía de Juan
1dentificandole con el Discípulo Amado según la tradición del cuarto
evangelio, pero esto no es seguro4 En realidad Pedro es el úmco de los
Doce, del que poseemos una mformac1ón substancial acerca de su ca
rrera en la Iglesia, gracias a las Cartas Pauhnas a los Golátas y Conn
tios, al Libro de los Hechos, y a las Epístolas de la tradiCIÓn Petnna
Aparte de los Doce, tenemos conocimiento de Pablo el Apóstol, gra-
2 Este axioma continua siendo valido en contraposiciOn a ¡tquellos que proponen
nuevos cuerpos de revelaCion que obligan a todos los cnstiano" E,te axwma VIene d decir
que la autorrevelacwn ultima de Dws fue en Jesus su HIJO que no puede darno' ma'de SI
Mismo y que este testimomo esencial y guiado por el Espmtu de esta revelacion e<, taba
en y fue a traves de lo'apostoles testimomo que e'ta encerrado en el NT DICho axioma
no qmere deCir que los a postales entendiesen completamente la revelacion ya que la com
prenswn de la revelacwn divina consl!tuye un proceso conl!nuado
3 Entre los muchos analisis cnticos realizados sobre su libro Reddtmg the Nt w 1e!>
ldmenl (Londres SCM 1976) uno muy taJante es el realizado poi J V M '>turdy Jour
na! ot Theologicdl S ludies 30 ( 1979) 255 62 «fundamentalmente un no convincente tour
de force » Robinson «de forma pdrCidl Ignord las debilidade' de sus puntos de VI'>Id
echando abaJO la evidencia cual apisonadora pasando una y otra vez de lo que es una po'>I
bilidad poco probable a una certeza»
4 El distingUido Investigador catolico romano Rudolf Schnackenburg en el volu
men final de un estudio que le llevo 10 anos The Gospel accordmgto StJohn(3 vols New
York Crossroad 1968 82) 3 375 88 llego a Id concluswn de que el Discipulo Amado (que
no fue el evangelista sino la autondad que ha bid tras el evangelio) no era uno de los doce
Ver tambien en mi libro «Commumty>> 31 34
LA ERA SUB APOSTOLICA EN EL NUEVO TESTAMEN1O 1
c1as a las trece cartas atnbmdas a su nombre en el NT y a la mforma
cwn bwgrafica que se ofrece en el Libro de los Hechos Santiago, <<el
hermano del Señor>>, fue probablemente un apostol, aunque no uno
de los Doce Su ImportanCia como llder de la comumdad de Jerusalén5
queda probada tanto a traves de las cartas Paulinas como a traves del
Libro de los Hechos Por otra parte, se le atnbuye una carta del NT, y
la carta de Judas Identifica a su autor a través de su relacwn con Santia
go De acuerdo con una tradición bastante fiable, Pedro y Pablo mu
neron en Roma en la decada de los 60, y Santiago muno en Jerusalen
en la misma decada6 Por lo que, para fmales del segundo tercio del si
glo, esto es, para el año 67 d Cnsto, los tres apóstoles de los que posee
mos un conocimiento detallado a traves del NT hab1an desaparecido
de la escena
Sugiero, por esta razon, que el térmmo, <<epoca apostohca>>, de
bería estar limitado a ese segundo tercw de/ siglo I, y que e/ ultimo ter
ciO del siglo debiera ser denommado como «período sub-apostolico»
A. x-c 'j'/C\Cn ü\a-s -co.rto.-s mü·,-s-.:uhbkm¡;:;n\e de l>ab\o 7 , \a maym pal\1Co
del NT habría sido escnto en este ultimo tercio de siglo, epoca en la
que los autores que han permanecido a traves de los escntos del NT,
escnb1eron sm utilizar sus verdaderos nombres, y en ocaswnes utili
zando los nombres de sus predecesores apostohcos (una excepcwn se
na el profeta llamado Juan -no conoCido con otro nombre-, que se
Identlhca como el autor del Apocalipsis o Libro de la Revelación) La
tradicion postenor tendw a asignar autores a los evangelios que ongi
nanamente eran anommos8 , pero los estudios actuales han puesto en
duda la exactitud de tales as1gnacwnes, los cuales, en cualqmer caso,
pueden haber temdo la mtenc1ón de 1lummarnos sobre la autondad
que hab1a tras el trabaJO mdividual, más que decir qmén es el autor
5 La disputa sobre "I fue el hiJO de Jose y Mana o un panente leJano de Jesus (el hiJO
de Jose de un matnmomo antenor o un pnmo Ltc ) no es de nuestro mteres en este mo
mento Su Importancia no se debe al segUimiento de Jesus durante el mmisteno 'mo d su
relacwn familiar con Je'u' ademas de haber reubido und VISIOn del Jesus resucitado
(1 Cor 15 7)
6 Para un breve estudio de tal evidenua ver Barre! ' Paulinc ( ontrover'>Ies» 233 1'i
7 Hay acuerdo tot,Il sobre el hecho de que fuese Pdblo el autor de la I cdrta a los Te
salomcenses Galata' I y 11 Conntios Romanos Filipenses y Filemon Esta lista refleJa
el orden en que considero fueron probdblemente esenias sug1ero una fecha dentro de los
anos 50 para las cuatro pnmeras deJando abierta para las dos ulumas una fecha probable
hac1a los 60 La atnbucwn de otras cartas del NT a Pablo es diScutida por lo' e>tudwsm
(ver el pnnupio del capitulo 3) Me refiero a ellds denommandolas «epistolas deutero
paulinas»
8 Nmgun evangelista se Identifica por su nombre propiO los IItulos en Id forma de
El Evangelio segun " son un anadido de fmales del siglo 11

16 LAS IGlESIAS QUE LOS APOSTOLES NOS DEJARON
Con respecto a las epistolas Deutero-Paulinas (las pastorales, lascar
tas a los Efesios y a los Colosenses9 ) y a las epistolas Catolicas, el he
cho de que se haya designado como sus autores a Pablo, Santiago, Pe
dro, Juan y Judas, representa probablemente una llamada a la adhe
sion apostolica, mas que una designacwn objetiva de escntos apostoli
cos Verdaderamente, un anommato de los verdaderos escntores se
corresponde con el ambiente de la epoca sub-apostolica, donde la fide
lidad a la memona de los grandes apostoles es la caractenstica domi
nante
En la termmologia que yo prefiero, el «penodo post-apostolico>>
empieza a fmales de siglo cuando ya tenemos escntos cnstJanos pre
sentados baJO su propia autondad Por eJemplo, las cartas de IgnaciO
de Antwqma y la carta de la Iglesia de Roma a la Iglesia de Connto,
conoCida como l Clemente Este escnto perteneciente a una <<tercera
generaciOn>> se estaba aleJando de la tutela directa de los apostoles10
Volviendo al poema de Brownmg, situana la escena de la muerte
del ultimo apostol en la mitad de los 60, una fecha que hace no menos
Importante la preguPta "ohre cual era la situacwn <<cuando nadie mas
pudo decir "Yo lo v¡",, En e te ca<;o, sm embargo, podemos utilizar
la mayor parte del NT para responder a esta cuestiOn
V ARIAS APROXIMACIONES ERUDITAS AL PERIODO SUB APOSTOLICO
Tanto en el pasado como en la actualidad han existido numerosos
mtentos de responder a la pregunta que Browmng pone de forma poe
tica A pesar de que en el breve resumen que expongo a contmuac10n
senalo lo madecuado de algunos de ellos, en ultimo termmo se vera
que cada uno tiene tambJCn su parte de verdad Nmguna de estas m ter
pretacwnes es ade<;uada en su totalidad, y las deficiencias existentes
en algunas de las proposiciones que menciOno, nos advierten del peh
gro de esperar respuestas simples
9 Muchos estudiOsos mcluman la 11 a los Te;alomcense' pero pue\to quL no trata
re detalladamente esta obra en este hbro no es nece;ano dtscuttr este probkm 1
1O El termmo de tres gener ac10nes para los penodos apo,tohco sub ,1po'>!olKo y
po;t apostohco es una generahzac10n apropiada en tanto en cuanto no \e LnttLnd 1 de m a
stado literalmente Tampoco todos los escntos estan encuadrddo;en m1 di'>tmuon de que
las obras de la '>egunda generac10n del NT fueran escnta;en nombre o ba¡o 11 tutda de lo'
a post ole' mientras que la;obras de la tercera generac1on a menudo no lo fuuon La 11 de
Pedro pertenece a la terrera o cuarta generac10n y "n embargo recia m 1la 1uton 1 de Pe
dro Del m"mo modo lo'> e'>cntos apocnfos del segundo y tercer stglo llLvan nombrL'
'P'"tohcos
LA ERA SUB APOfOLICA EN EL NUEVO TES f AMFNTO 17
La respue ta clasica, dada ya en l Clemente (42 y 44) es que de
la misma manera que Jesus ehg10 a us apostole'> (se entiende que fue
ron lodoce JUnto con Pablo), asi tambien estonombraron obi pm o
presbiteros que les sustituyesen Consecuentemente, se creyo que ha
bla habido una ordenada suces10n de autondad en la era sub apostoh
ca, dando lugar a una Iglesia umficada umcamente estropeada por he
re]es comiderados rebeldes contra el SI'>tema estipuladoll
Esta te I'> clasica comenzo a ser rechazada en hempode la Refor
ma y ha sido Impugnada de forma efectiva por las mvestJgaciOnemo
dernas (tanto Catohcas Romanas como Prote<;tantes) que han demos
trado que la Imagen Clementma era demasiado Simple y no umver
sali2
En el Siglo pasado, F e Bauer diO otra respuesta di tJnta Su te
s1, al meno'> durante algun tiCmpo, tambien e convirtiO en cla Ica En
la concepcwn de Bauer en parte hegehana, de la histona de la Iglesia,
la tesis v la antitesJs eran representadas por Santiago (mcluso Pedro) y
Pablo, una concepcwn pro-Judaica de la CnstJandad en oposJcwn a
otra pro-Gentil Cierta epoca durante el siglo 11 resulto ser la mtesis
de lo que le hab1a precedido, y la Imagen de Pedro se mvoco para sim
bohzar un mediador de la cnsttandad entre las Imagenes de Pablo v de
Santiago Tamb1en formaba parte de la h1potesis de Bauer un muy
postenor fechado de algunos documentos utilizados para apoyar la su
ces1on de hechos, por eJemplo, Hechos Muchos estudios actuale'> re
futanan tal fechado y cons1deranan las diversas posturas cnstianas
que Bauer detecto como simultaneas y pnm1tJvas
En el s1glo XX se han dado otras respue<;ta<; al tema de la CnstJan
dad en penodo sub-apostohco Walter Bauer 13, argumentaba que la
Cnst andad del Nuevo Testamento y la epoca mmedwtamente poste
nor constituyeron un tiempo en el que no ex1stJa mnguna norma m or
todox1a cnstJana Al contrano, a partir de muchos puntos de vista
diversos y contrapuestos entre los cnst1anos pnmitivos, surgio en el
s1glo 11 uno relevante que se convirtiO en la ortodoxia, esta ortodoxia
se traslado desde Roma hacia el Este
11 E;cntores eclestastJcos postenores como Hegestppus (l usebtus H1story 1 12 7
4 22 4) de'>cnbman la tgk'>a dd pnmer '> glo como una v1rgen pura y no corromptda
1un por vanas ensenanzas S Cohen Unwn Semmary QuarterJy Rev1ew 16 (1980 81) 1
11 compara lo'punto\ de v1;ta rabml'>ta\ y Cn;tlano';obre lm ongene;de 'm re,pectlv"
here¡1as y los encuentra bastante s1m1hres
12 Ver por e¡emplo el capitulo sobre el ep!'>copado en m1 Cntical Meanmg 124 46
11 W Bauer Orthodoxy and Heresy m Fariie't Chmt <Jmty (Philadelphta For
trL" 1971 ongmal dlcman 1914)
IR LAS IGLESIAS QUE LOAPOl OLL'> NO'> DI lAR< >N
La mayor parte de los mvestigadores han reconoudo alguna:-. de
las divergencias que Bauer postulaba como exi tente" durante el pe
ríodo del NT; pero últimamente han surgido de forma crectente un
mayor número de objeciones 14 , en el sentido de que la htpóte ts de
Bauer es demasiado simple y deja cuestiones fundamentales sm re
ponder. Por ejemplo, ¿fue más fiel a las enseñanzas de Je úde Naza
ret lo que surgió triunfante de las divergencias que aquellos otropun
tos de vista Cristianos que perdiendo en la lucha? 15 De la lectura de
Bauer y de aquellos que concuerdan con él, uno puede tener la impre
sión de que todas las posturas tenían el mismo valor, y que aquello que
surgió como la ortodoxia fue simplemente un accidente histórico, o
fruto de la supervivencia de la más fuerte en vez de la supervivencia de
la más adecuada.
Otra respuesta dada en la actualidad, es la de Kirsopp Lake16 que
interpretó el periodo sub-apostólico desde el punto de vista de íos
pnncipales centros del cristianismo. Durante la vida de Jesús, su mi
nisterio había fluctuado entre Galilea y Jerusalén. En el período apos
tólico, <>ilimitamos nuestra atención a la parte Oeste, nos encontramos
con el florecimiento de algunos centros como Jerusalén, Antioquía y
Corinto. En la última parte de los periodos Apostólico y Sub-apostóli
co, según Lake, los centros de Efeso y Roma surgieron como logran
des centros cristianos a los que pueden asociarse bastantes libros del
NT. Roma fue considerada entre los cristianos la representante de la
cristiandad judaica, más conservadora desde el principio, y promotora
de una alta eclesiología y una baja cristología 17 . Referentea Roma
14 Ver el excelente re,umen de redCCione' por D J Harnngton. 1-larv,nd 1 hcologi
cdl Rcview73 (1980) 289-9S, reeditddo en Light 162-73 Se ponen en entredicho el fechddo
tdrdw, que Bduer hab1a propuesto pard el surgimiento de la ortodoxid, y 'u',t!Irmduones
de que estd ortodoxid fuera Impue,td por Roma, "'I como que los pnmero' cn,l!dnos en
Egipto y Smd fuesen con,Jderados herejes (por las pdutas de la ortodoxid po,tcnor)
J D G Dunn, Umty and D1ven1ty m the New Te tamcnt (Ph!lddelphid Wc,tmm,ter,
1977) da una mqor d agno,Is de la'divergencias
15 Ver B J Hawkm en Eglise et Theolog1e 7 (1976) 367-78 i Por que rMon no e'
po,Ible con,Iderdr la ortodoxia que 'urgw, mostrdndo tdnto un bd],mcc ]¡¡,lonco como
teolog¡co (G R Flora, menciOndda por Hdrnngton, 295), y verld como un,l «Ln,t,lil?duon
de la propld conciencid», mas que como resultddo del poder (R A Mdrkm. Ncw 8/dck
fndr; '>4 6 ( 1973) 283-84? R H Fuller, «New Testdment TraJcctone' dnd B•hiKdl Autho
nty». Studw Evangelica VII (Berhn Akadem1e, 1982) 189-99, sug1ere que],¡ortodoxld
podna ser entendida no tdnto como estática smo dneccwnal, por lo que ]m pdllre' de la
IgleSid ortodoxa hdbnan contmuado una trayectona dmg1da a partir del hecho de C'n,to
Ver nota p1e de pagma 201
16 Lake, Ldndmarks, c<,pecialmente 75-103
17 El termmo «Jita cn,tologia» viene d 'Igmficdr und presentdCion de Jc'm que
pone el enfasis en 'u diVInidad y relaciÓn con DIO,, la «bdja cn,tologid» pone el enld'I'en
la Cdrrera de Je us hombre (<>m negdr u omitir nece,dnamente u divm¡d,ld)
lA ERA SUB-APOSTOLICA EN EL NUEVO TESTAMENTO 19
son, a juicio de Lake, las epístolas a los Romanos de Pablo, la primera
carta de Pedro, la epístola a los Hebreos, I Clemente, y el Pastor de
Hermas. (Sin embargo hay muchos elementos de alta cristología en la
carta a los Hebreos; y a mi juicio, puede ser relacionada con Roma úni
camente como envío corrector para modificar las tendencias judaizan
tes de Roma). Relativas a Efeso fueron las epístolas a los Colosenses,
a los Efesios, y el Cuarto Evangelio. Escritos que poseen una baja
eclesiología, en el sentido de que ponen menos énfasis en la estructura
eclesial, pero con una alta cristología que asociaba a Cristo con la crea
ción. Estudios recientes consideran limitativo el hecho de que Lake se
concentrase únicamente en dos centros cristianos, ya que Antioquía 18
y Alejandría se encontraban también en el escenario de la era sub
apostólica y/o post-apostólica. A pesar de todo, su identificación de
una cristiandad más conservadora y próxima al judaísmo (Roma) así
como otra cristiandad más liberal (Efeso), se puede considerar una
idea válida.
En este libro, seguiré un método distinto de los métodos analiza
dos anteriormente, si bien es cierto que existe algo de verdad en cada
uno, que pueden ser complementarios de la aproximación que yo rea
licé. Estudiaré algunas de las diferentes situaciones existentes dentro
de la iglesia y que aparecen reflejadas en los escritos del NT en la época
sub-apostólica (esto es, laobras escritas en el último tercio del primer
siglo), centrándome en aquel aspecto más importante que hizo posible
que cada iglesia sobreviviese después de que el guía o héroe apostólico
hubo desaparecido de la escena.
DIFERENTES IGLESIAS DETECTABLES EN EL NUEVO TESTAMENTO
Antes de pasar a los capítulos dedicados en detalle a cada iglesia
en particular, tal vez sería bueno obtener una visión general de lasco
munidades o iglesias detectables en los escritos de la época sub-apos
tólica del NT. (El número de ellas podría ser aún mayor si utilizáramos
material del siglo II, incluyendo los escritos agnósticos y trasladando a
su origen, al siglo 1, aquellas situaciones que aparecen reflejadas en es
tas obras; pero el ámbito de las conferencias reproducidas en este libro
me obliga a limitarme al NT.) En los siguientes capítulos no trataré de
forma detallada todas las comunidades que menciono a continuación,
18 MeiCr, Antwch 12-86
20 l AS IGLESIAS OUF LOS APOSTOLES NOS DEJARON
pero puede resultar útil para el lector tener una visión general de las
mismas 19.
Vamos a comenzar con aquellas comunidades del periodo sub
apostólico descendientes de Pablo. A pesar del gran 1m pacto personal
del apóstoi sobre aquellos que él convirtió, podemos encontrar una ex
plicación lógica al hecho de que, durante los veinte años posteriores a
su muerte, se desarrollasen diferentes corrientes de pensamiento en
tre las comunidades que habían recibido la influencia de Pablo. En un
artículo fascinante C.K. Barret 20 ha demostrado que al menos tres co
rrientes post-Paulinas diferentes se pueden detectar a través del análi
SIS detallado de los escritos del NT asociados a Pablo: un ejemplo de
ello son las Epístolas Pastorales, otro las cartas a los Efesios y Colo
senses21, y por último la de Lucas!Hechos. Pretendo dedicar un capítu
lo de este libro a cada una de estas tendencias; aun así, puede resultar
útil ilustrar las diferencias entre ellas.
A pesar de que los destinatarios o comunidades a los que se diri
gían estos escritos sabían de Pablo, no tenemos certeza de su localiza
ción geográfica22 ; o ni tan siquiera si se conocían entre ellos. El autor
de Lucas/Hecho<; idealiza a Pablo, ya que divide la historia del Cristia
nismo en dos épocas casi iguales centradas en las figuras de Pedro y Pa
blo. Este último encarna el plan de Dios de trasladar el Cristianismo
de Jerusalen a Roma y de allí a <<todos los confines de la tierra>>. A pe
sar de todo el autor de los Hechos nunca menciona que Pablo escribie
se una carta y no refleja ningún conocimiento de las cartas Paulinas.
Dentro de la tendencia correspondiente a la tradición Paulina repre
sentada por las cartas a los Colosenses y Efesios, Pablo es ampliamen-
19 S1 el lector esta poco famihanzddo con lo' estudiOs actuale' que \C refieren d Id
formd y a la epocd en que fueron esen tos los hbro" del NT, puede resu!t,Jr ut1l comenzdr
con Pheme Perkms, Readmg thc New Testament An lntroductwn (New York Pauh,t,
1978) Para una mformacwn mas tecmca y detallada, ver W G Kummel, Introductwn to
theNewTestament(rev ed, Na,hviiie Abmgdon,l97 )
20 Barret, «Acts>>, también sus «Pauhne Controver<,IeS» Ver de Boer, «<mages of
Pau!», y Conzelmann, <<Die Schule»
21 Barret habla de la carta a loEfesiOs, no de la carta a los Colo,en,es Con mucha
probab1hdad el dutor de EfesiOs no escnb1ó la carta a los Coloscn'e', pero la utJhLo como
u fuente pnnCipal En relaCJón a la pregunta que formulare mas adelante, lado' cartas
poseen un pen<,amiento lo suficientemente afm como para reflejar una misma tendencia
22 Que la carta a los Colosenses se dmge a Colosd> en A 1a Menor e'relativamente
mdiscuhdo Pero que la de Efe 10se envw realmente a Efeso es poco seguro, yd que <<en
Efeso» en 1 1 no aparece en los mejores mdnuscntos gnegoEn apanenCia, las Pa torales
estan dmg1da> a T1moteo que se encuentra en Efeso y a Tito en Creta, pero e' Imposible
determmar hastd que punto es ficticio el marco en el que aquéllas e locahtdn No 'e cono
ce nadd en termmos geograflcos de la comumdad o grupos a lo> cud!c'<,e dmg1o en Luca /
Hecho'
LA ERA SUB-APOSTOLICA EN EL NUEVO TESTAMENTO 21
te reconocido como el apóstol que puede dirigirse a las comunidades
con autoridad como si de hecho fuese uno de los apóstoles (y profetas)
sobre los que se fundó la iglesia (Efe 2:20). Parece bastante claro que
el autor de la carta a los Efesios conocía gran parte de las cartas Pauli
nas, aparte de la de a los Colosenses, y que las utiliza para formular su
propio pensamiento. De esta forma, mientras que el autor de Lucas/
Hechos y el de Efesios han continuado más allá del pensamiento de
Pablo, uno lo ha hecho en aparente independencia de los escritos de
Pablo, y el otro lo ha hecho de tal forma que manifiesta una marcada
dependencia de ellos. ¿No podemos pensar que esta diferencia apare
cía de forma manifiesta también en la imagen que de Pablo poseían las
comunidades formadas por estos autores?
Vamos a considerar otra cuestión diferente, esto es, la relación
con el Judaísmo. En Efesios, la relación entre Judíos y Gentiles parece
haberse resuelto de forma pacífica. El muro de hostilidades ha sido
destruido; aquellos que estuvieron lejos ahora se han acercado. Judíos
y Gentiles están reconciliados con Dios en un solo cuerpo, por medio
de la cruz (Efe 2:11-22). Para el autor de los Hechos (28:25-29), sin
embargo, las últimas palabras de Pablo al terminar el libro indican que
los Judíos nunca verán, oirán, ni entenderán; están permanentemente
cerrados a la Palabra de Dios. La Salvación, según el Pablo de los He
chos, es para los Gentiles que oirán y entenderán. En otras palabras,
en las diferentes comunidades a las que se dirigen estos escritos (comu
nidades ambas que respetan a Pablo) deben haber habido diferentes
visiones sobre las relaciones futuras entre Judíos y Gentiles. Ambas
posturas se distancian de la ya histórica de Pablo en la carta a los Ro
manos, la cual sostiene que los Gentiles fueron convertidos para des
pertar los celos de los Judíos, y con el fin de que los mismos Judíos se
convirtiesen, comparando a los Gentiles con una rama de olivo injerta
da en el árbol de Israel (Rom 11:11-26).
Si analizamos las Epístolas Pastorales, a saber 1 y 11 Timoteo y
Tito, encontramos aún otra situación post-Paulina diferente. El autor
de estos escritos aparece preocupado por las tendencias judaizantes
(entre otras), que demandan la obligatoriedad de la circuncisión. En
el capítulo 2 hablaré con detalle de la fuerte insistencia del autor de las
Epístolas Pastorales sobre el tema de la estructura de la iglesia y sobre
la elección de los cargos eclesiales. Esta es una constante de la que ca
recen tanto Colosenses/Efesios como Lucas/Hechos, a pesar de que
ambos escritos tienen conocimiento de funcionarios eclesiásticos. Ve
remos más adelante que el autor de las Pastorales, el autor o autores
de Colosenses/Efesios, y el autor de Lucas/Hechos, tienen un dinamis
mo diferente en lo que ellos consideran como importante de acuerdo
 22 LAS IGLESIAS QUE lOS APOSTOLES NOS DEJARON
a sus respectivas concepciones de la iglesia. Todas estas tendencias tie
nn lugar_de?tro de lo que llamamos tradición Paulina; en escritos que
directa o Indirectamente se relacionan con el apóstol. Presumiblemen
te, las iglesias a las que se dirigían tales escritos, de estar en relación,
lo habrían estado en comunión mutua (al menos no hay nada explícito
en los escritos que indique lo contrario), pero sus concepciones son di
ferentes, ya que han subrayado aspectos diferentes de la tradición
Paulina.
Si existen dichas tendencias dentro de la principal tradición, no es
sorprendente que haya también tendencias entre las distintas tradicio
nes del período Sub-Apostólico. En el libro recientemente publicado,
Fhe Community of the Beloved Disciple, he estudiado la comunidad
de Juan (o comunidades23 , ya que se había producido una división
cuando se escribió la Iglesia de Juan). Podemos encontrar cierta simili
tud entre el Cuarto Evangelio y las cartas a los Colosenses/Efesios en
términos de una alta cristología en la que se subraya la pre-existente
divimdad de Jesús. Este criterio Cristológico, sin embargo, distingui
ría Lucas/Hechos del Cuarto Evangelio (y de Colosenses/Efesios), ya
que la pre-existencia no aparece explícita en los escritos de Lucas. Con
respecto a la relación con el Judaísmo, el Cuarto Evangelio difiere cla-
.,ramente de las otras tres tendencias Paulinas a las que nos referimos
anteriormente. En Juan, los Cristianos han sido expulsados de las si
nagogas (9:22; 16:2); los Judíos constituyen virtualmente otra reli
gión, o incluso peor, ya que tienen por padre al maligno (8:44). Las
tiestas litúrgicas heredadas del AT, son ahora fiestas <<de los Judíos>>
(6:4; 7:2) y por tal razón no incumben a los Cristianos. En realidad,
apenas se considera a Jesús como Judío, y además habla de la ley Judía
como de <<SU ley>> (de ellos) (15:25). A pesar de que la tradición ha co
locado los escritos del Cuarto Evangelio en Efeso, la misma ciudad a
la que se dirige (en algunos manuscritos) la Epístola a los Efesios, ape
nas podemos imaginar que en la comunidad de Juan hubiesen cesado
las hostilidades entre Judíos y Gentiles como lo indica la situación re
presentada en la carta a los Efesios.
Ya mencioné con anterioridad que Kirsopp Lake identificaba a
Efeso como uno de los dos grandes centros del cristianismo del Perío
do Sub-Apostólico, un centro con una teología distintiva. Dicho de
23 Es discutible >I, en un libro que trata 'iobre la'i 1gles1a'i sub-apo,tolic,"del NT, de
bena tratarse el asunto de los seceswmsta'de la pnmer<l de Juan 2 19, ya que el ,wtor ep1
tolar los reprueba por negar a Cnsto (2 22) Sm embargo, este grupo, a pe<,.¡r de 'er apoda
do'«SecesiOmstas>>, ;e consideraban a SI mismos como los autentico' heredero'del evan
gelio de Juan Para ésto> el autor epistol&r y <,us segUidore'i ;en,tn lo' <,ccc,Ion¡<,(&<, Ver
Brown, Eplstles69-7!
LA ERA SUB-APOSTOLICA EN EL NUEVO TEST AMENTO 23
forma más apropiada, Efeso tenía diferentes iglesias que poseían teo
logías diferentes 24 . Debemos recordar que la situación de los Cristia
nos en una gran cmdad podría implicar que existieran un cierto núme
ro de casas-iglesia donde se juntasen alrededor de veinte o treinta per
sonas, y por lo tanto, no hay ninguna razón por la cual no pudieran ha
ber coexistido en la misma ciudad diferentes casas-iglesia con distintas
tradiciones, por ejemplo: de tradición Paulina, de tradición Juánica,
de tradición apostólica o Petrina, e incluso de tradición ultraconserva
dora Judea-Cristiana. Aunque las casas-iglesia de determinada tradi
ción estuvieran probablemente en koinónia (comumón) con las de las
otras tradiciones, los Cristianos no se habrían podido trasladar tan fá
cilmente de unas a otras. Además, en la 11 y 111 carta de Juan aparece
claramente, que una vez que había temdo lugar la secesión, dentro de
la misma tradición 2 ' no se mantuvo por más tiempo la koinónia entre
ambas partes, o la admisión a las respectivas casas-iglesia (11 Juan 10;
III Juan 9-10 ).
Aquellos a los que se dingía El Libro de la Revelación habrían es
tado en relación directa con el área de Efeso y en relación indirecta con
la comunidad de Juan del Cuarto Evangelio y las Epístolas26 . Las du
ras afirmaciones sobre la <<Sinagoga de Satán>> y «los Judíos>> (Rev
2:9; 3:9) nos sugieren de nuevo la existencia de un grupo en el que las
hostilidades no habían cesado aún (a diferencia de Efesios 2:11-22). El
Libro de la Revelación tiene afinidades con el Cuarto Evangelio en el
tema de la sustitución de Jerusalén y el Templo en la tierra, por una Je
rusalén celestial y por la presencia de Dios y Cristo. Sin embargo, la in
sistencia apocalíptica en la escatología final es tan diferente del acento
puesto en el Cuarto Evangelio sobre la escatología ya realizada, que
uno encuentra razones para dudar de que los dos escritos se dirigiesen
a los mismos destinatarios en la misma época27 . La relación de Juan
24 Ver mi «New Te'itament Background for the Concept of Local Church>>. Actd' de
Id SoCJedad 1colog¡ca Catol1cd de Amenea 16 ( 1981) 1-14
2 En la" Epl'itolas afirmo que, tanto el autor de las Epi'itola'como sus oponentes,
aceptaban la tradiCIOn de Juan que quedo reflejada en el Cuarto Evangelio, pero la mter
pretaban de forma<, diferentes Con frecuenCia los conflictos entre los Cn,tmnos no se pro
ducen tanto porque un grupo ,tcepte un documento fundacional que el otro rechaza, smo
porque cada grupo Interpreta de forma diferente un documento en pnnc1p10 aceptado
por ambos
26 Para ver la' ;emeJanzas entre El Libro de Revelac10n y 1'" esenio' de J Udn, ver
O Bocher en I 'Apocd!Jp'e Johanmque et l 'Apocalyptlquc dans le Nouveau Te'itament,
ed J Lambrecht (B1bliotheca Ephemendum Theolog earum 1ovamensum 51, Gem
bloux Duculot, 1980) 289-101
27 De toda'i forma,, tamb1en podemo; encontrar tendencias de e'icatolog¡a fmal en
el Cuarto Evangelio (ver en mi libro Anchor B1ble John. 1 cxvi-CXXI), preci,amente por
que e'ie evangelio en 'iU forma fmal con<,erva elemento<, de vanas ct.:tpa<, de la evolucwn
teologic.:t Juamca
24 1 AIGLE'>IAS QUE LOS APOS1OLES NODI:·JARON
con los destmatanos de Revelacwn pod1a haber sido a lo sumo la mis
ma que la existente entre dos pnmos leJanos Me Siento atra1do por la
tesis que afirma que los destmatanos del Libro de Revclacwn fueron
sucesores de la tradicion de Juan, los cuales, (tal vez debido a una tem
prana migracwn de Palestma o a una temprana actividad misiOnera en
Asia Menor) no hablan Sido catequehzados por el cuarto evangehsta 2R
m por mnguno de sus campaneros, no mfluyendo, por esta razon, en
ellos la pnnc1pal smtes1s teolog1ca de la tradiclOn Juamca que aparece
en el Cuarto Evangeho
Esta desviacion temprana de la tendencia Juamca, pudiera expli
car algunas concepciOnes afmes entre el profeta de la Revelacwn y el
autor de las Ep1stolas de Juan, puesto que este ultimo se remonto dell
beradamente a los «COmienzos» de la tradiciOn del Evangelio de Juan
(I Juan 3 11) para rebatir a aquellos que estaban tergiversando el
Cuarto Evangeho mterpretandolo mdepend1entemente de los presu
puestomiciales 29 Tanto en el Libro de Revelacwn como en la 1 de
Juan se subrayan el poder de la sangre de Cnsto para santificar y pun
flcar (Rev 1 5, 5 9, 7 14, 1 Juan 1 7 y 5 6-8) Ambos escntos acentuan
la escatolog1a fmal mucho mas que el Cuarto Evangelio No obstante,
existen diferencias El autor de las Epistolas, por deduccwn, tiene co
nocimiento de falsos maestros (I Juan 2 27), de falsos profetas (4 1)
que se encontraban en el grupo que se hab1a separado de la comumdad
de Juan, pero rechaza de entre sus propiOs segUidores a aquellos que
actuan como maestros (y probablemente como profetas) defendiendo
la tradicion evangehca que habla del Espmtu Santo como aquel que
revelana todo conocimiento y anunc1ana lo que ha de vemr (Juan
14 26 16 13) En el Libro de RevelaciOn, sm embargo, existen profe-
tasen' las comumdades (Rev 11 10, 16 6) , mcluso el autor mismo es
un profeta (1 3, 22 9,19) En Revelac10n tamb1en se habla de la exis
tencia de falsos profetas (16 13) y falsos maestros que aparentemente
no han s1do expulsados de las comumdades (2 20) NI en el Cuarto
Evangelio m en las Ep1stolas de Juan se menciOna a los apostoles,
mientras que Revelacwn muestra respeto por «los Apostoles y los Pro
fetas» (18 20) y muestra especial veneracwn por los Doce Apostoles
del Cordero (21 14) Esta referencia a doce como el numero de apos-
28 Ver m1 estudio de fechas de la epoca de Juan en mi hbro Commumty 96 97 atn
buyo una fecha sobre el ano 90 d C para la reahzacwn del Cuarto Evangelio 1 a> Ep1sto
la' de Ju.m pudieran haber >Ido e;cntas una decada despues El Libro de RLveltuon lo SI
tu o dultro de esa decada de lo;90
2'! Ver Ephloids97 100
10 Ehsabcth Schussler Ftorcnza s1tua el Libro dL Revclacion dLntro dd contLxto de
1 1 p11mua profecw Cnsuana pnm1Uva en 1 Apocdlypse 105 28 D1stmguc r tdicdlmLnte
1<" L 'llll<l\ J uameos de Revelacwn
¡ A ERA UB APOSTOLIC A EN EL NUEVO TESTAMENTO 25
toles, contradice Imphcitamente la msistenCia de Pablo en el sentido
de que el era un apostol Otra d1ferenc1a con Pablo quedana refleJada
en la actitud ant1 1mpenal del L1bro de Revelacwn el1mpeno Roma
no y el culto al Emperador son tlteres deSatan (cap 13) y el valor nu
menco del nombre de Neron (666) es el numero de la bestia (13 18)
Ciertamente esto difiere de la actitud prmmpenal mamfestada en Ro
manos 11 1 7 (y en otro" e"cntos relacwnados con Roma durante lo
cuarenta ult1mos anos del pnmer 1glo, como en 1 Pedro 2 13-17, I
Clem 60 4-61 1) 31 Todas estas observaciOnes vienen a dec1rnoque,
mientras el Libro de Revelacwn tiCne aflmdades con la tradicion Jua
mca, e mcluso con la de Pablo, no puede ser faclimente cla"1f1cado en
mnguna de ellas
De forma s1mliar, el enfoque expresado por el autor de Hebreos
tiene ciertos paralelismos con el Juamco y Paulmo, pero contmua d1fe
renc1andose (La carta a los Hebreos es un escnto corrector, pero aqUI
lo que me mtere'>a es el enfoque Cnshano apoyado por ella, mas que
el que cornge32 En lo que se refiere a su relac10n con Juan, la carta a
los Hebreos esta prox1ma al Cuarto Evangeho en el sentido de que
proclama a Jesus como Dws, el HIJO a traves del cual se creo el mundo
(Heb 1 2 3,8?3 Sm embargo, Juan no atnbuye a Jesus las hm1tac10nes
humanas que encontramos en Hebreos, por eJemplo, en las tentaciO
nes (4 15), aprendiendo la obediencia (58) y llegando a la perfeccwn
(5 9) Seguramente el Jesus de Juan, que se nego a rogar a Dws para
que le hbrase de la hora de la muerte (Ju 12 27-28) no pod1a ser descn
to clamando a Dws con lagnmas para que le hbrase de la muerte (Heb
5 7) En cuanto a la relacwn con Pablo, en las Iglesias del Este y mas
tarde en la Iglesia umversal se pensaba que la carta a los Hebreos cons
titUla la deCimocuarta carta de Pablo, opm1on que practlcamente mn
gun mvestlgador mantiene hoy d1a El estilo de la carta a los Hebreos
es totalmente diferente del de Pablo y no hay nada en los escntos del
apostol que se asemeJe a la contmua y radical cntlca del culto de Israel
que es el centro de lacartas a los Hebreos En reahdad, en los capitu
lo9-11 y 15-16 de la carta a los Romanos, Pablo se muestra mucho
mas part1dano de preservar el Judmsmo y su culto lenguaje, que en las
cartas a los Hebreos, en las que se pretend1a reemplazar los sacnficws
del AT, el sacerdociO y el Tabernaculo
11 Brown Antwch 117 38 172 71 180 82
32 Obrd antenor 139 58 su mtencwn era la de corregir a lo' Cnst1anos de Roma
qut. e;taban fuertemente vmculado'a Jcrmalcn y al culto Jud10
11 las semeJanzas entre Hebreos y Juan las e.,tud13 detalladamente C SpiLq L
Ep1 trc dUX Hebrcux (2 vols Pam Gabalda l 9 2) l 92 118
26 LAS IGLE'>IAS QUE 1 OAPOSTOLE'> NO\ DloJARON
La actitud radical para con el Judmsmo de la carta a los Hebreo
(semeJante a la del Cuarto Evangelio) la se para de la cornentc de pen
samiento de al menos otros tres escntos Sub-A))ostolicos del NT (Pe
dro, Santiago y Mateo) Aunque la 1 Pedro esta escnta en nombre del
pnmero de los Doce, la mayona de los mvestl adores atnbuyen e te
escnto a algun discipulo de Pedro, tras la muerte de su maestro En
otra parte he explicado que este representa lo!; puntos de v1std de la
Iglesia de Roma, a la que se dmg1a la carta a l()s Hebreos a modo de
<-orreccwn l4 Mas adelante dedicare un capitulo a la pnmera de Pedro,
por lo que aqm simplemente deseo comentar que 1 13-2 10 aplica a los
Gentiles convertidos toda la expenencid del exado de Israel pues han
salido hbres de su esclavitud antenor, y han sid() red1m1dos orla san
gre del Cordero, mientras atrave aban un penodo errante hacia la he
renCia prometida S1 en la carta a los Hebreos el sacerdoc1o Levi tico ha
Sido sustitUido por Cnsto, en la 1 de Pedro los Cnstlanos constituyen
un sacerdocio regw Conservar y volver a aplicar, en lugar de sustltmr,
son las caractenstlca<> de la teolog1a en la 1 de Pedro El lenguaJe del
Juo'a1smo se ut11'1za como si perteneciese a ¡'os Cn tianos y no hubiese
otros que lo reclamasen
Los puntm de vista que aparecen en la Ep¡stola de Santiago tie
nen un caracter aun mas Judw ')¡[a 1 de Pedro ;e dmge a los ex1hados
elegidos de la d1aspora (seguramente Cnstwnos Gent1les), Santwgo se
dmge d las doce tnbus en la d1aspora (tal vez Cnst1anos Jud1os) San
hago 2 2 md1ca que los Cnstlanos a los que se dmge se reunen en una
smagoga No aparece nmgun pasaJe referente a cnstolog1a, pero si m
siste en la moralidad de los profetas de Israel la religwn consiste en
<<dSistlr a los huertanos y a las vmdas en su tnbutacwn» ( 1 27), y no en
mostrarse parciales para con los neos sobre los pobres (2 1-7) Por tan
to, es posible que Santiago se dmg1ese a una comumdad Cnst1ana del
ultimo terciO de siglo donde la fe en Jesus es er1tend1da como perfec
cionamiento de los valores Judws y no como separac10n real del Ju
daismo abemos que, tanto en la literatura pm;t-testamentana como
en las Pseudo-Clementmas, Santiago se convierte en el heroe por ex
celencia de los Cnstianos Judws que no discrep::tban del Judmsmo por
la Ley, smo por la Fe en Jesus La razon de que e considere a Santiago
la autondad que esta detras de esta ep1stola c<momca puede ser una
forma mc1p1ente de tal tendencia, en la que d1ce <<Porque qmen obser
va la Ley, pero falta en un solo precepto, e hace reo de todos>> (2 10)
Ciertamente, el enfas1s que pone en que <<El hombre es JUStificado por
las obras y no por la fe solamente>> (2 24), refleJa valores diferentes de
14 Brown Antwch 12R 11
LA ERA SUB APOSTOLICA EN EL NUEVOTE TAMENTO 27
los de Pablo en Rom 3 28 <<El hombre es JUStificado por la fe, sm te
ner en cuenta las obras de la Ley>> 11
El Evangelio de Mateo, se encuentra prox1mo en muchos sentidos
al de Santlago16, a pesar de que Mateo escnbe a una comumdad de
Cnstlanos JudiO'> entre los que se encontraban gran cantidad de segm
dores Cnstlanos de ongen Gentil Esta comumdad mixta, aprend10
que no se debe pa ar la mas pequena letra de la Ley, m s1qmera una t1l
de de una letra, hasta que todo fuese consumado (Mat 5 18) Incluso
aunque con la postura de Jesus, <<habe1s mdo que se diJO pues yo o
digo>> (Mat 5), se les mculca actitudes no-legali.;;tas, pero el sentido no
es el de abolir la Ley, smo el de llevar d termmo el propos1to d1vmo que
hay tras ella Pablo y Mateo habnan alcanzado parecidas conclusiOnes
practicas con respecto al tema de las obligaciOnes mdividuale, solo
que Pablo lo habna hecho obre el pnnc1p10 de que el fm de la Ley e<>
Cnsto (Rom 10 4), mientras que Mateo habna visto a Jesus como el
quedara perfecto cumplimiento a la Ley en los tiempos de la escatolo
g¡a
Un catolico que alabe un posicionamiento no-Paulino en el NTse
considera Siempre sospechoso, pero algunacomumdades (como la de
Mateo) no atravesaron probablemente la cns1s Paulma respecto al
tema de la Ley, por lo que mantuvieron una actitud mas positiva y m o
derada hacia la tradiciOn Jud1a 37 SI no podemos meter vmo nuevo en
odres VIeJOS sm estropearlos, Mateo precomza un arreglo que permita
preservar todos los odres, tanto nuevos como vieJOS (9 17) La rela
cion de la comumdad de Mateo con el Judmsmo (ver nota 183) debw
ser menos ruptunsta que la de la comumdad de Juan, pero si mas pro
blematizada que la comumdad dmg1da por Santiago En un capitulo
postenor hablare de la ecle<;Iologia de Mateo tras la muerte de los
apostoles, una ecleswlog1a que tuvo enorme mfluenc1a en la h1stona
del Cnstlamsmo Para los Cnstlanos de epocas antenores, el Evange
lio de Mateo fue el pnmero, no simplemente por su orden en el canon
He deJado para el fmalla comumdad dmg1da por Marcos. En un
libro dedicado a <<The Vanety and Umty of the Apostolic w1tness to
Chnst>>, L Goppelt conclUid que los estudios h1stoncos sobre redac-
1'i Ld semeJanza de lengUdJC y la referencta que lodo'ver,tculo' hdccn a Abrah1m
(con dtfercntcmterpretac10nes acerca de su santtdad) no' sugteren que el 1utor de Id
Eptstola de Santtdgo hdbtd temdo nottcta'de lds cnscndnzas de Pablo y que c"tdha en de
'dcuerdo con la forma en que dlgunos lds mterpretaban como dt,pcn'd de las buenas obr ¡'
16 Ver M H Shepherd 1 he Eptstle of Jdmes dnd thc Gospcl of Mdtth w Jour
nal of Bibhcdl LJterature 7'5 ( 19'i6) 40 'i1
17 MeiCr Ant10ch 62 63 pre, nta una evdluauon mattzdda de Id'dtfercnuaentre
\1atco y Pablo
28 LAS IGLESIAS QUE LOS APOSTOLES NOS DEJARON
CIOn realizados en anos recientes no hab1an Sido lo suficientemente es
clarecedores como para poder reconstruir el perfil teolog1co del evan
gelista mas antiguo' 8 Aun con mas certeza podemos asegurar que ta
les estudios no nos permiten reconstrmr el perfil de la comumdad dm
gida por Marcos (mcluso en una cuestwn tan elemental como la de ase
gurarnos si Marcos trataba de fortalecer a la comumdad aquellas
creencias que ya pose !a, o de mculcar creencias nuevas) Por eJ, Nor
man Pernn y otros mvestlgadores mas JOVenes, cuyos trabaJOS el pn
mero respalda (T Weeden, W Kelber,etc ), han sostemdo que un
elemento Importante en la comumdad de Marcos causo adm1racwn
entre apostoles (como Pedro), por eJemplo, cnstianos que realizaban
milagros y otros que eran portavoces de una fe tnunfalista basada en
la apancwn de Jesus resucitado Con el obJeto de corregir dicha admi
racwn, Marcos e cnbw un evangelio bastante cntico con respecto a
los A postales (especialmente de Pedro) como personaJes que nunca
entendieron a Jesus m creyeron un evangelio donde las apancwnes
despues de la resurreccwn han sido supnm1das en favor de una Parus1a
que tiene lugar en Galilea ComCido con E Best39 y otros en que esta
es una lectura erronea de las mtencwnes del evangelista Es verdad
que Marcos descnbe a los doce como personas sm entendimiento debi
do a que Jesus no hab1a padecido aun, pero esta descnpcwn qmere de
cir que la Importante mision a realizar despues de la crucifixion reque
na de un dificil penado de Imciacwn Todos los Cnstianos creen a tra
ves del pnsma de La Cruz, mcluso los mas Importantes Este estimulo
se dmge a aquellos Cnstianos que estaban padeciendo (S1 el evange
lio de Marcos se dmgw a la Iglesia de Roma40 , su mtencwn pudo ser la
de tranqmhzar a sus lectores diciendo que los recientes sufnm1entos de
Neron no eran una derrota, smo un paso hacia la v1ctona) Marcos
16 7 hace referencia a una bien conocida apancwn del resucitado a Pe
dro, por lo que, a mi JUICIO, la parus1a en Galilea constituye una ficcion
de la 1magmacwn del mterprete Parte del problema metodologiCo
consiste en que, mientras podemos diagnosticar algunas caractensti
cas de la teologia de Mateo y Lucas viendo como transformaron una
fuente conoCida para nosotros (Marcos)41 , no conocemos sm embargo
las fuentes de Marcos Las teonas basadas en los cambios que Marcos
38 L Goppelt Theology of the New Testament (2 vols Grand Raptds Eerdmans
1982) 2 xt (J Roloff s Foreword)
39 E Best Followmg Jesus DJsclpleshlp m the Gospel of Mark (JSNT Supp Senes
4 Sheffteld JSOT Press 1981)
40 Ver Brown Antwch 191 201
41 Que Mateo y Lucas se basaron en Marcono deJa de ser tambten una htpotests
sm embargo un 90% de los mvesttgadore> estan de acuerdo al respecto La reconstruccwn
de lafuentes de Marcos es con dtferencta mas problemattca
LA ERA SUB APO TOLICA EN EL NUEVO TESTAMENTO 29
mtroduJO en fuentereconstrmdas h1poteticamente son poco fiables y
por tanto de poca utilidad SI estamos de acuerdo en estudiar a Marcos
tal y como aparece, podremos obtener algun acuerdo sobre lo que
Marcos dice, pero no necesanamente por que lo dice Sm embargo
preguntarnos <<el porque>> es de suma ImportanCia para mterpretar los
puntos de vi ta de aquellos a loque e dmgia
***
Incluso depndo a un lado a Marcos, hemos encontrado una gran
vanedad dentro del pensamiento del penodo Sub-Apostolico lote
t1momos hechos de tres formas diferentes de pensamiento pot Pauli
na (Pastorales, Colosenses/Efesio, Lucas/Hechos) La ev1denc1a de
la ex1stenc1a de doformas diferentes dentro del pen am1ento post
Juamco (los segmdores del autor de la ep1stola y sus adversanos <>ece
siomsta ), escntos que poseen semeJanzatanto con Pablo como con
Juan (Libro de la Revelacwn, Hebreos), un testimomo po<>t-Petnno
(1 Pedro ) 42 , y algunos testimomo<> de cnstianos mas conservadores y
observantes de la Ley (Mateo, Santiago) He sen alado algunas d1fe
renc1as sigmficativas entre estos test1momos, y como sus mterrelacw
nes son muy complicadas Por eJemplo, Lucas se relacwna con el pen
samiento Pauhno, mentras que Mateo difiere de Pablo, no obstante,
los dos evangelios comparten muchos rasgos comunes (narraciOnes de
la mfanCia, concepcwn v1rgmal, utilizacwn de la fuente Q)
Al tratar de emplear estos testimomos para reconstrmr situaciO
nes comumtanas existentes en el penodo Sub Apostolico, surge un
problema metodologico seno que consiste en avenguar SI el pensa
miento que aparece expresado es exclusivo del autor o si es verdadera
mente compartido por una comumdad Cuando se trabaJa con ep1sto
las o cartas, la Situacwn es frecuentemente mas facii de determmar
No obstante, ya que se han conservado todos los escntos (mcluso
aceptados como canomcos), tenemo<> certeza de que al menos algunos
Cnstianos encontraron onentacwn en ellos Otro problema metodo
logico se refiere al grado en que los escntos refleJan las visiOnes de la
comumdad S1las Pastorales subrayan la estructura presbiteral y Colo
senses/EfesiOs subrayan la noc1on de Cuerpo de Cnsto, esto no sigmfi
ca que los Cnstlanos que reCibieron las Pastorales y el autor de las mis
mas desconociesen la teolog1a del Cuerpo de Cnsto, m que los relac10-
42 Del mt mo modo se podna menetonar Id II de Pedro Supomendo d Pedro como
el autor de Id I de Pedro la II e>ta e>cntd en su nombre en ella se respeta a Pablo no >m
dlgund> dtftcultades y ;e reconoce la dtstorswn que de el habtan hecho su> ;egmdores
(l 1'\ 16) adema<. tmpltcttamente nos llevad Judd; hermdno de Sdnttago
10 LAS IGLESIAS QUE LOS APOSTOLES NOS DEJARON

nados con las cartas de Colosenses/Efesios desconocie en la estructura

presbiterial. Unicamente podemos tener certeza de que los creyentes
captaron un énfasis positivo en cada escrito.
Espero evitar ciertos escollos al trabajar con ese énfasis positivo
como respuesta a problemas espedficos" 3 . En los capítulos siguientes
tengo intención de hablar sobre siete testimonios del NT correspon
dientes al período sub-Apostólico (Pastorales, Colosenses/Efesios,
Lucas/Hechos, 1 Pedro, Juan, epístolas Juánicas, y Mateo). Mi propo
sito es ver cómo los diferentes énfasis que aparecen en estos siete testi
monios responden a la cuestión de la supervivencia tras la muerte de la
primera y principal generación de guías apostólicos o héroes44 • Una
observación sociológica realizada ya por Max Weber es que el proble
ma de la continuidad y sucesión surge de forma inevitable con la desa CAPITUL02
parición de los líderes originales de cualquier movimiento. La crisis se
acentúa hasta el punto de que esos líderes, presentándose como inno
vadores, han alejado a sus seguidores de aquellos criterios considera
dos anteriormente de autoridad. Hacia la época de la muerte de los La tradicion Paulina en las Cartas Pastorales:
apóstoles, las iglesias se encontraban alejándose, o ya lo estaban de
hecho, respecto de aquello que en el Judaísmo era considerado auton la importancia de la estructura eclesial
dad; pero entonces (como siempre ocurre) tuvieron que sobrevivir sin
la tutela de aquellos que fueron laprincipales figuras en la primera ge DESEO COMENZAR mi exposición sobre las iglesias que los apóstoles
neración. Las respuestas de los sucesores inmediatos fueron, supongo, dejaron tras de sí con tres epístolas que son de alguna manera las más
repetidas a través de los tiempos. No me refiero con esto a que una formales, ex profeso tratamiento de la continuidad sub-apostólica en
iglesia repitiese una respuesta y otra iglesia repitiese otra diferente, el NT. Pablo pasó gran parte de su vida creyente como misionero, au
sino a que cada iglesia ha repetido muchas de las respuestas. Una dife mentando constantemente el número de aquellos que habían comen
rencia existente entre las iglesias actuales consiste en el arreglo pro zado a creer en Jesucristo. El contexto de las dos cartas dirigidas a TI
porcional de las respuestas. moteo y la que escribe a Tito refleJan un Pablo próximo a su muerte:
<<Ha llegado el momento de mi partida; he competido en la noble com
petición; he llegado a la meta en la carrera>> (11 Tim 4:6-7) 45 . En conse
cuencia, sus reflexiones se dirigen a los Cristianos que deja a su muer
te. ¿Cómo van a sobrevivir, amenazados especialmente por el enorme
peligro que representan los falsos maestros que podían confundirlos?
(Tito 1:10; 1 Tim 4:1-2; 11 Tim 3:6; 4:3). En otras palabras, los intere
ses de Pablo ahora, no son tanto misioneros como pastorales; se preo
41 H Boers, <<Contemporary Stgmhcance of the New Testament», Journal o[ the cupa por el cuidado del rebaño existente. Por supuesto que no carecen
Amencan Academy o[ Reilgwn 45 (Suplemento March 1977) 1-33, esta en la hnea de
Gottfned Martm cuando m<.tste en determmar que un st;tema de pensamtento constituye de tal preocupación sus primeras epístolas, pero estas tres cartas han
una re;puesta «No hemos de suponer que los autore<. del NT entrasen en discusión entre sido denommadas adecuadamente <<Pastorales» por excelencia.
ellm, o m SiqUiera que se conociesen E;;ufiCiente con que trataran el mtsmo problema»
(p 1)
44 Pablo habna reahzado esta funcwn para lm, tres pnmero<. testJmomos que he
45 Estoy de acuerdo con la mayona de los estudw;m, del tema en que Pablo e<,ta
mencwnado en el paréntests, Pedro la habna hecho para (aquellos a qUienes se dmge la)
muerto y que, e;cnbendo en nombre de Pablo, el autor desconoctdo se strve de la auton
1 de Pedro y Mateo, y el OI;upulo Amado para la de Juan y eptstolas JuámcaComo apa
dad de Pablo para re<.olver los problemas post-PauhnoAhora bten, lo que escnbo arnba
rece mdicado en la nota 4 que aparece al pnnctpw, parece poco probable que el ultimo fuc no depende para su vahdez del autor Aun stendo post-Pauhnas, las ept;tolas Pastorales
'e un «Apó;tob, termmo tgmhcativamente ausente en Juan y en l-11-111 de Juan com,ervan cterta!meas del autentico pensamtento Pauhno Ver nota'> 54,66 y 73 tgutente'
)2 LAS IGLESIAS QUE LOS APO<;TOLES NOS DEJARON
(De forma semejante, encontramos este cambiO en la Imagen de
Pedro que aparece en Juan 21. Los evangelios sinópticos revelan a Pe
dro como el pescador de peces que se convirtió en pe-,cador de hom
bres (Lucas 5:10). En la primera parte de 21 (1-11), Pedro realiza una
pesca milagro:>a y arrastra a la orilla una red repleta con 153 peces. A
contmuacwn e produce un cambio brusco en la metáfora, ya queJe
sus Ignora la pesca y ordena a Pedro que alimente a sus oveps (Juan
21:15-17). La metáfora de la pesca e:> bastante adecuada para expresar
la actividad misionera que consiste en atraer a la comunidad Cri tiana,
pero no e'> apropiada para explicar la necesidad de cuidar a aquello-,
que ya están en la comunidad. La imagen consagrada en el NT para ex
presar esta idea es la de apacentar un rebaño; de esta imagen proviene
el término <<Pastoral». Del mismo modo que Pablo el misiOnero apare
ce refleJado en su agonía pnncipalmente como Pablo, pa tor de aque
llos que había convertido; así también en Juan 21 e produce un cam
biO en la imagen pasando de Pedro el pescador a Pedro el pastor. En
las <<Epístolas PastoraleS>> petrinas46 , Pedro da algunos conseJOS acer
ca del cuidado del rebaño (I Pedro 5:13] ).
Los consejos sobre la forma de sobreviVir que da Pablo en su ago
nía a Timoteo, Tito y, a travéde ellos, a las comunidadecristianas,
constituyen de forma clara y precisa una respuesta en términos de es
tructura. Algunas de las comunidadepaulinas carecían de autorida
des locales, por lo cual se decidió nombrar obispos-presbíteros en cada
ciUdad (Tito 1:5,7). La guía autorizada de estos hombres evitaría la
desmtegración de las comunidades-iglesia locales.
En otra parte he explicado más detalladamente la dificultad del
problema de la designación y función de las autoridades eclesiales que
aparece en las pastorales47 , por lo que me van a permitir mencionar de
forma somera mis conclusiones al respecto. A pesar de que la palabra
presbyteros (comparativo de presbys, «viejo>>, que significa <<mayor>>
en griego) hace referencia a la edad, la costumbre de pedir consejo a
los mayores de la comunidad hizo que la palabra «mayor>> o <<presbíte
ro>> viniera a designar a los miembros elegidos precisamente por su sa
biduría, que a menudo eran también los mayores en edad, pero no ne
cesariamente. Las sinagogas judías tenían grupos de ancianos o pres-
46 La 1 Pedro fue probablemente escnta despues de la muerte de Pedro por un autor
que asumiÓ la autondad protectora de Pedro (cualqmer mtrc>ducciOn cntica al NT discute
la cuestión de la autoría) Ver el comienzo del capitulo 5
47 Las explicaciones se menciOnan en mi libro Pnest 1md 81shop (New York Pau
list, 1970) 34-43,65-72, y Cnt1cal Meanmg 136-44 Prácticamente, no se conoce nada de la
función de los d1aconos en tiempos del NT, m de las diferencias con los presb1teros
LA TRADICION PAULINA EN LAS CARTAS PASTORALES
bíteros que componían el gobierno de las mismas. Sm embargo, los
presbíteros cnstianos desempeñaban una función de supervisión pas
toral que Iba más allá de la correspondiente a sus homólogos JUdíos,
designándoseles con el nombre de episkopos, «inspector, supervisor,
obispo>>. La afirmación frecuentemente hecha de que la función de
presbítero se tomó deljudaismo, mientras que la de ep1skopos se tomó
de la administración religiosa y secular de los gentiles (paganos) es ex
cesivamente simplista e ignora los testimonios de los rollos del Mar
Muerto. S1glo y med1o antes del cristianismo, los eseniodescntoen los
rollos tenían, además de los llamados presbíteros, otros m1embros
llamados «inspectores>>, con funciones de enseñanza, exhortación y
administraCión, prácticamente iguales a lafunciones de los obispos de
las Pastorales. Los inspectores de la religión esema fueron descritos de
forma figurada como <<pastores>>, lo mismo que los obispos cristianos
(Hechos 20:28 29; I Pedro 5:1-3). Porlo tanto, mi opimón es que, posi
blemente, los cnstianos tomaron de la sinagoga un modelo de grupos
de presbíteros para cada iglesia, mientras que la func1ón de supervi
sor-pastoral (ep1skopos), conferida a todos o a muchos de dichos pres
bíteros48, vino del modelo de organización de los estrechamente um
dos grupos de sectarios judíos, como los esemos del Mar Muerto.
Nada en las pastorales indica que los obispos-presbíteros administra
sen la eucaristía o el bautismo4. Tampoco sabemos la forma en que se
nombraban estos obispos presbíteros, aunque en la época en que se es
cnbieron los Hechos (años 80 o 90), Bernabé y Pablo ya tenían presbí
teros en cada igle ia (14:25). Que esta imagen estaba excesivamente
implificada queda indicado en Tito 1:5 donde está claro cómo algunas
ciUdades de la misión paulina no tenían presbíteros. De acuerdo con
Didache 15:1 (aproximadamente 100?) se invitaba a los Cnstlanos a
que nombrasen ellos m1smos ob1spos y d1áconos.
48 En los esenios cnst1anos postenores al año lOO d C , por eJemplo lo<> de IgnaciO
de Antwqma, se confirma Id utilizac1on del modelo según el cual sólo hab1a un ep1skopos
u obispo presidiendo un grupo de pre b1teros (y d1aconos) El hecho de que en las cartas
pastorales se utilice el térmmo presbyteros tanto en smgular como en plural y en cambiO el
termmo ep1skopos solo en smgular (en dos ocasiOnes), ha hecho suponer a algunos que el
sistema de un obispo umco estaba ya establecido cuando se e cnb1eron las pdstorales
(i.años 80?) Sm embargo, en Tito 1·5-7, los dos térmmos se utihzan md1stmtamente, ya
que hay obispos-presbíteros (en plural) en la Iglesia de una cmdad que aparece en las pas
torales Una observación que aparece en 1 T1m 5 7 sugiere que no todos los pre b1teros
eJercitaban la supervmón o enseñanza, y que la tarea de supervisor u obispo se considera
ba claramente de estima
49 Sm embargo, en Santiago 5 14, aparece el presb1tero de la Iglesia desempeñando
una función espeCial de oración por los enfermos, y de unc1on En tiempos de IgnaciO, pre
sidir la eucanstJa y el bautismo era exclusivo del obispo (uno sólo), o del delegado que lo
sustituía
34 LAS IGLESIAS QUE LOS APOSTOLENO<; DlJARON
Dicha mformac10n secundana sobre los presbitero'>-Obi<>pos pue
de ser util, pero no debiera distraernos de aquellas funciOne<> de los
presbiteros-obispos que los constituyen en la respuesta de las pastora
les al problema de la supervivencia de las comumdades de Pablo tras
la muerte del mismo En pnmer Jugar y mas Importante, en lds pasto
rales, los presbiteros-obispos teman que ser los maestros ofiCiales de
la comumdad, aferrandose a la doctnna bien fundada que hdbidn reCI
bido de Pablo a traves de Tito y T1moteo, rechazando cualqmer ense
ñanza diferente o mnovadora Con su poder para silenCiar a los falsos
maestros, estos presbiteros-ob1spos protegen a la comumddd de doc
tnnas equivocas (Tito 1 9-2 1, 1 T1m 4 1 11, 5 17) En segundo lugar,
puesto que la Iglesia es <<Casa de DIOS>> (1 T1m 3 15 simil realzado por
el hecho de que el lugar de encuentro de los cnst1anos era una casa),
los presbiteros-ob1spos deb1an ser como padres que llevaban la res
ponsabilidad de la casa, adm1mstrando los bienes, dando eJemplo y
procurando disciplma Una estabilidad y una relacwn estrecha simila
res a las de una familia, mantendnan a la Iglesia umda en contraposi
cwn a las fuerzas desintegradoras que la rodeaban e mvad1an
Las virtudes requendas a los presbiteros-ob1spos son virtudes InS
titucwnales, semeJantes a las de cualqmer orgamzacwn de cdracter fa
miliar Este debe ser Irreprochable, Integro, santo, debe ser dueno de
si mismo y no de caracter colenco o arrogante (Tito 1 7-9) Debe ser
cdpaz de orgamzar bien su propia casa y de controlar a sus propios hi
JOS (1T1m 3 4) Se supone que debe ser capaz de adm1mstrar su propia
casa, especialmente no debe ser amante de nquezas (1 T1m 3 3,5),
Siendo este el mas Importante de todos los requisitos referentes al ca
racter, ya que, como se puede suponer a traves de los paralelismos con
los rollos del Mar Muerto, el presbitero-obispo deb1a administrar el
dinero comun de la comumdad cnstlana No se perm1t1an en su histo
nal moral faltas tales como borracheras (Tito 1 7, 1 T1m 3 3) En oca
siones estos reqUisitos lindaban con asuntos de respetabilidad religiO
sa no puede haber estado casado mds de una ocaswn, no puede ser re
cien converso, sus hiJOS deben ser creyentes (Tito 1 6, 1 T1m 3 2,6)
Estos ultimos reqms1tos refleJan el surgimiento de la Iglesia como
una sociedad con normas establecidas que se Imponen sobre sus figu
ras publicas Jesus, durante su m1msteno, llamo a sus segmdores pro
minentes, procedentes de diferentes ocupaciOnes, sm considerar el
grado de estima en que la sociedad tema a los pescadores, cobradores
de Impuestos y zelotes 0 Sin embargo, Jesus no estaba formando una
50 Luc.;, 6 1 'l y Hecho' 1 8 ll.;mdn d S1mon el zelote m1entr d M 1teo 1 O
1ll.;m.;.; M.;teo recaudador de Impuestos
LA TRADICION PAULINA EN LAS CARTAS PASTORALES 35
no como administradores, smo como JUeces escatolog1cos de la Nueva
Israel (Mateo 19 28, Lucas 22 30) Una vez que el movimiento relaciO
nado con Jesus estuvo lo suficientemente orgamzado como para cons
titUirse en una asociacwn llamada <<Iglesia>>, se comenzo a pensar que
ciertas normas de respetabilidad religiosa eran muy Importantes para
el b1en comun As1, se rechazaban Individuos que, a pesar de su talen
to, no reuman tales normas de respetab1hdad Despues de todo, el
presb1tero debla servir como pddre modelo de una familia Un hom
bre que se hubiese convertido despues de haber educado a sus hiJOS
podia ser un hder nato, pero SI no reuma el reqmsito de tener hiJOS cre
yentes, no podia ser nombrado presbitero-obispo En ocasiOnes los
recien conversos se encontraban Inseguros o Inmaduros en sus JUICIOS
cnstmnos, en otras ocasiOnes estaban llenos de un celo extraordinario
capaz de galvamzar una comumdad Las Ep1stolas Pastorales no per
mitian a los rec1en conversos, capaCitados o no, realizar las funciOnes
de presbiteros (requenm1ento un tanto 1romco SI se le aplica al hombre
que se supone escnb10 las cartas) De hecho, Pablo pod1a no reumrva
nos de aquellos reqUisitos que las pastorales ex1g1an de los presbite
ros-obispos <<No colencos o arroganteS>> (Tito 1 7) apenas descnbma
al Pablo que llamaba a los Galatas <<locos>> (Gal3 1) <<lrreprensible>>
(1 Tim 3 2) no se adecuana al Pablo que deseaba que sus adversanos
partldanos de la circuncision resbalaran con el cuchillo, resultando
castrados (Gal 5 12) y que pod1a profenr una vituperacwn tal como
<<su Dws es el vKntre>> (Filip 3 19) Precisamente fue esta vitalidad
tempestuosa, y su disposicion para luchar cuerpo a cuerpo por el
Evangelio lo que conv1rtio a Pablo en un gran misiOnero, pero tales ca
ractenstlcas le habnan hecho simple supervisor de la comumdad estd
blecida Las pastorales relaciOnan las caractensticas necesanas para
aquel que tiene que contmuar con una comumdad durante mucho
tiempo, afortunadamente para todos, qmzas fue este gemo misiOnero
de Pablo lo que le mantuvo en movimiento
Naturalmente, el autor de las Pastorales espera que aquellos Indi
viduos con dones cansmaticos sean presbiteros-obispos, pero estaba
dispuesto a sacnficar las cualidades cansmaticas por otras mas comu
nes que favorezcan la armoma en la comumdad cnstlana Esta Imposi
cion temprana de normas comumtanas, debiera recordarse cuando en
la actualidad surgen cuestiOnes referentes al derecho de la Iglesia de
establecer normas sociales para sus clengos En este sentido, se discu
te el derecho de la Iglesia para exigir una formacwn academ1ca adecua
da, habida cuenta de que Jesus no exigiO educacJOn a los que formaban
parte de los Doce Ese tipo de observaciOnes no tiene logica, y debiera
rechazarse dada la diferenCia de situdciones Como ya mdique ante
normente, los Doce no fueron sacerdotes residentes, y Jesus nunca VI-
36 LAS IGLESIAS QUE LOS APOSTOLES NOS Di lA RON
vió en una iglesia estructurada. Del mismo modo es cuc tionable la
idea de que los requisitos establecidos en las pastorales on eterna
mente válidos. Más bien, teniendo en cuenta que a veces los requisitos
tienen que ver con la respetabilidad pública, pueden y debieran cam
biarse con el paso del tiempo. La iglesia primitiva era contraria alma
trimonio de los viudos (1 Tim 5:9,11; 1 Cor 7:8), permitiéndolo aun a
su pesar er el caso de 1a gente corriente. Por consiguiente, las pastora
les no tolerarían a presbíteros-obispos casados en segundas nupcias
(1 Tim 3:2; Tito 1:6); éstos deberían encarnar el ideal. Hoy en día en
muy pocas iglesias protestantes se negaría la ordenación a viudos casa
dos dos o más veces. Por otro lado, el cumplir con el ser «marido de
una sola esposa>> se interpreta en muchas iglesias protestantes como
que impone a sus clérigos el requisito de no contraer nuevas nupcias
después del divorcio (aunque sí se admiten nuevas nupcias para los lai
cos). El catolicismo romano ha impuesto la norma personal de Pablo
(<<Bien les está quedarse como yo>>: 1 Cor. 7:8) sobre todos sus presbí
teros. Siempre podremos cuestionamos la sabiduría de los requisitos
particulares que las diferentes iglesias han establecido para su presbi
teriado, pero el derecho de establecer dichos requisitos parece supo
nerse desde el principio.
La institucionalización del movimiento cristiano fué un aspecto
de lo ,que los estudios eruditos denominan <<primitiva catolización>>
(Catolicismo primitivo es con frecuencia una designación peyorativa
para denominar el surgimiento de rasgos eclesiásticos que más tarde se
encontrarían en el Catolicismo Romano y que los reformistas conside
raron cuestionables; así como hoy en día lo hacen sus descendientes
espirituales investigadores de la Biblia 51). Discernimiento en este tér
mino y sobre este tema exige precaución. Gager señala acertadamente
que <<Se ha escrito una gran cantidad de tonterías sobre el tema del de
bilitamiento del Cristianismo primitivo para convertirse en "Catolicis
mo primitivo">> 52 . Rudolf Bultman concuerda con Sohm en que la re
glamentación legal (vista como constitutiva) contradice la misma natu
raleza de la iglesia53 . Más bien, si la iglesia constituye una sociedad, las
reglamentaciones, constitutivas o no, son un inevitable desarrollo so
ciológico propio de la naturaleza de la iglesia.
51 Ver la breve argumentación que hago en The Jerome BlblJcal Commentary,
art 67, 94-97, y el excelente artículo de D Hamngton, «The "Early Cathohc"» esenios del
NT Thc Church Ad¡ustmg to World History» en The Word m the World, ed. R F Chf
ford y G W MacRoe (F L. Monanty Festschnft, Cambndge, Mass Wcston, 1973) 97-
113, reproducido en Harnngton, L1ght 61-78
52 J W Gager, Kmgdom and Commumty The Soc1al World of Early Chnstmmty
(Eng1ewood Chffs, NJ Prenhce-Hall, 1974) 67
53 R Bultman, Theology of the New Testament (2 vols, New York Scnners,
1951,1955) 2 97-98
LA TRADICION PAULINA EN LAS CARTAS PASTORALES 17
ASPECTOS POSITIVOS Y ASPECTOS NEGATIVOS
Tras haber descrito brevemente el objetivo fundamental de las
Epístolas Pastorales, poniendo el acento sobre la estructura eclesial,
permitidme señalar tanto los aspectos positivos como los negativos de
tal énfasis en su intento de dar continuidad a la iglesia después de la
muerte de los apóstoles (o más exactamente, después de la muerte del
apóstol Pablo). Advierto de antemano a los lectores que en los capítu
los subsiguientes aparecerá un apartado dedicado a los aspectos positi
vos y negativos de otras respuestas dadas al tema de la continuidad.
Toda respuesta dada a un problema teológico, al ser necesariamente
parcial y relativo a una determinada época, implica el pago de un pre
cio. Independientemente de lo importante que un énfasis sea para la
época, conduce inevitablemente a descuidar la parte de verdad exis
tente en los otros énfasis y respuestas. Quiero centrar en tres puntos
esta exposición sobre los aspectos positivos y negativos de la respuesta
estructural dada en las pastorales: (1) La idea de preservar la tradición
apostólica contra las ideas y maestros reformistas; (2) Las virtudes re
queridas a los pastores para la salvaguarda institucional; (3) La clara
distinción entre aquellos que enseñan y aquellos a los que se dirige la
enseñanza.
Primero, fuerte estabilidad y continuidad sólidamente estableci
da, son signos de la existencia de una estructura institucional (presbí
teros-obispos y diáconos) designada para preservar la tradición apos
tólica. Las pastorales han encontrado una forma de resaltar la singula
ridad del apóstol y al mismo tiempo, extender su influencia más allá de
su vida. Pablo personifica el apostolado -no se menciona a ningún
otro y tampoco se necesita 5 4-. Este apóstol dispuso su sucesión tras su
muerte transmitiendo su legado a los presbíteros-obispos bajo la su
pervisión de Timoteo y Tito. Verdaderamente Pablo es un maestro,
<<maestro de las naciones» (1 Tim 2:7; ver también 11 Tim 1:11); y la
función principal de sus sucesores es enseñar <<la santa doctrina>> (Tito
2:1), continuando la guía dada por Pablo a sus conversos. El obispo
debe <<estar adherido a la palabra fiel, conforme a la enseñanza>> (Tito
1:9). A Timoteo, que había sido testigo de lo que Pablo predicaba
(11 Tim 3:10), se le advierte: «persevera en lo que aprendiste y en lo
que creíste, teniendo presente de quiénes lo aprendiste>> (3:14).
54 R F Colhm, «The lmage of Paul m the Pa&torals», Lava/ Theolog,que et Phllo
soph1que 31 (1935) 147-73 En Kertelge, Paulus 70-121, 122-45, aparecen arl!culo;aclara
tonos sobre la tradición Pauhna de la& pa;torales, por G Lohfmk y P Trummer El ultimo
(143), resalta la Importancia de las pastorale'para salvar canomcamente el corpus pauhno
para la 1glesia y afirma ( 144) que no deb eran establecerse como contrad1ctonas las pa;to
rales y las cartas mdiscut1das de Pablo
38 LAS IGLESIAS QUE LOS APOSTOLES NOS DEJARON
El enemigo contra el que se dirigen estas advertenCias on los
maestros que introducen nuevas ideas, un grupo al que se describe
como insubordinados, charlatanes, embaucadores5'i. Tales individuos
aman la discusión y controversia (1 Tim 6:4; Tito 3:9); a la vez que ha
cen seguidores entre aquellos «ansiosos de novedad>> (II Tim 4:3), un
grupo que podría describirse de forma no tan peyorativa como posee
dores de mentes inquisitivas. El apóstol de las pastorales apartaría de
la enseñanza a aquellos que sostenían ideas nuevas y diferentes (1Tim
1:3): <<Deben ser silenciosos ya que transtornan a familias enteras en
señando para ganancia mal habida lo que no deben>> (Tito 1:11). Se re
cuerda a los creyentes que se sometan a los dirigentes y autoridades,
tanto seculares como religiosas (Tito 3:1). Por lo tanto, encontramos
en las pastorales los antecedentes de la teología de una doctrina en de
pósito, y desarrollos eclesiásticos como el de la elección de profesores,
imprimaturs, índice de libros prohibidos, y supervisión de la prensa
eclesial. Estas características no son en modo alguno exclusivas del ca
tolicismo romano, aunque en otras iglesias no se utilicen los mismos
nombres y el control no sea tan manifiesto.
Las circunstancias históricas en las que se escribieron las Epísto
las Pastorales implicaban un gran peligro para aquella forma de cristia
nismo que finalmente sería denominada <<ortodmtia>> (veáse capítulo 1).
Algunos seguidores de entre los cristianos se habían apartado a causa
de las doctrinas gnósticas (1 Tim 6:20: falsamente llamadas ciencia
([gnosis]))56 . Ya había comenzado la lucha a muerte que culminaría
hacia el180 en Adversus haereses de Ireneo. Ya el <<Pablo>> de las pas
torales había adivinado que, la mejor respuesta al cúmulo de visiones
que se proclamaban como reveladas e incluso tradicionales, era una
tradición de ascendencia verdadera que hiciese de enlace entre la era
apostólica y las iglesias oficiales aprobadas. Ireneo estaría únicamente
clarificando este argumento cuando apeló a la continuidad episcopal
de los centros del cristianismo más importantes para refutar las doctri
nas gnósticas57 . Me atrevería a afirmar que la siguiente máxima, <<ad
hiérete a la palabra fiel conforme a la enseñanza>> (Tito 1:9), permane
ce como un arma esencial en épocas de grandes crisis doctrinales. Esto
permitió a la iglesia católica romana sobrevivir a los días tumultuosos
Ver las diferentes descnpcwnes que se hacen en I Tim 1·3 sig, 4 1 sig, 6 20-21,
Il Tim 2 2 16-18,3 1-9,4 3-4, Tilo 1 10-16,3.9
56 En realidad no está claro que el blanco de estas afirmaciOnes fuese umcamente
una forma de pensamiento heretico, puesto que I T1moteo 1:7 y Tito 1 10 consideran a los
JUdíos o JUdeo-cnstidnos oponentes, que no pueden ser los mismos que los gnósticos
57 Adversus haereses 3 3 3 comienza con la sucesión de los obispos en Roma (que el
dutor de¡¡TI m 4 7 permite Identificar como el lugar donde Pablo «termmaríd la
carrera>>)
LA TRADICION PAULINA EN LAS CARTAS PASTORALES 19
de la Reforma; también permitió al movimiento de Lutero sobrevivir
a un protestantismo de tendencia izquierdista (Schwármerei) surgido
de su propia protesta contra Roma. Hoy en día permitiría a las iglesias
principales sobrevivir a los sectarismos biblicistas'i8 . Realmente, el
control estricto sobre las enseñanzas y escritos ejercido por las autori
dades eclesiales va contra el sentido democrático de libertad de expre
sión y pensamiento; pero en el preciso momento en que los intentos de
libertad teologica se convierten en anarquía, <<la iglesia del Dios vivo,
columna y fundamento de la verdad>> (1 Tim 3:15) tiene derecho a no
deJarse destrmr desde dentro.
El mayor peligro de poner el acento exclusivamente en el control
oficial de las enseñanzas, es que, habiendo sido introducido en mo
mentos de crisis, llegue a considerarse un modo de vida permanente.
Las epístolas pastorales, concebidas en un momento de crisis doctri
nal, se leen con frecuencia al margen de su contexto histórico, como
otreCiendo una pohtica umversal e incondicional. La política pastoral
requiere, no obstante, una relaJación de tales controles estrictos cuan
do las crisis han terminado. Un ejemplo, tras haber sobrevivido a la
Reforma y a la Ilustración a través del control de las enseñanzas, la
iglesia católica romana mostró gran sabiduría al abolir algunos de los
controles doctrinales negativos como consecuenCia del Vaticano JI'i9 .
¿Que tipo de excesos pueden surgir si no se recuerda que el hinca
pié hecho exclusivamente en la elección de maestros, es una medida
condicionada por aquellas épocas en que existía peligro? El temor a
las ideas nuevas que aparece de forma evidente en las pastorales pueae
convertirse en un mal endémico dentro de la estructura de la Iglesia.
Hay épocas en que se hace necesario tener <<oídos ansiosos de nove
dad>> en el sentido de mentes críticas, para evitar que desaparezca el
58 Hablar de ;ectansmos bibhCI;tds en el m1smo contexto que de los movimientos
radicales puede parecer extraño, ya que a menudo son con;Iderados como ultraconservd
dores en sus lecturas bibhcas A mi JUICIO, el fundamentahsmo como se le conoce en el
mundo angloparlante es una mnovacwn reciente y bastdnte extraña a la gran tradición exe
getica de la Iglesia, que siempre ha permitido (con diferentes matizdciOnes) un elemento
no hteral en las Escnturas Muchos sectansmos hacen retroceder el pietismo mdividuahsta
de la Amenca del siglo XIX hasta el período bíbhco
59 Puesto que la practica de las pastorales responded situaCiones existentes, el enfa
sis en ld enseñanza oficial puede cambiar con frecuencia de mtensidad En la Iglesia catoh
ca romana, menos de una década después de que el Papa Pío X pusiese el acento en el con
trol de enseñanzas, como reacción a la cnsiS modermsta, el Papa Benedictmo XV rechazó
la excesivamente celosa caza de hereJes, el espionaJe y las denuncias Dos décadas después
de la relapCión que supuso el Vaticano II, el Papa Juan Pablo II parece sentir la necesidad
de establecer de nuevo Ciertos controles, especialmente en lo que respecta a la practica de
lm estilos de VIda
40 LAS ICLESIAS QUE LOS APOSTOLES NOS DEJARON
espmtu de Jesus Despues de todo, aquel Jesus que se enfrento a las
autondades religiosas de su tiempo de manera sentenciosa <<El que
tenga mdos para ou que mga» (Mt 11 15, cf Me 818), podna haber
s1do acusado de propiCiar estos mdos ansiosos de novedad En ciertas
epocas el mayor peligro con que se enfrenta una Iglesia mstitucwnal
b1en mstitmda no es el peligro de las Ideas nuevas, smo el de la no exis
tencia de Ideas L<t comumdad descnta en fas pastoraies estan a perfec
tamente segura s1 nadie hubiese concebido 1deas diferentes de las que
hab1a heredado Sm embargo, esta misma actitud podna ser condena
da desde el evangelio en la parabola del sirviente, satisfecho de haber
entregado a su amo lo m1smo que hab1a reCibido, pero al que Jesus
considero malo y perezoso por no haber añadido nada nuevo a lo que
reCJbiO (Mt 25 24,30)
La 1dea de verdad heredada (11 T1m 1 14), traducida como <<depo
sito de la fe» es mty ut!l a modo de correcnon de los romant1cohbera
les que piensan que la teolog1a cnstiana puede crearse de nuevo en
cada generacwn T1ene, sm embargo, graves limitaciOnes SI refleJa la
nnagen de una ca1a fuerte de deposito, protegiendo estenlmente lo
que en ella se guardo en el siglo 1 Cada generacwn debe aportar a ese
deposito su particular expenenCJa con Cnsto Los presbiteros-obispos
de la Iglesia deben <<estar adhendos a la palabra fiel conforme a la en
senanza>> (Tito 1 9), y afliccwn para ellos sr parte del deposito de fe se
p1erde al admmi trarlo Pero de Igual modo es afhccwn no amman
las Ideas construct1vas que ennquezcan y maticen la sana doctnna que
estan obhgados a ensenar Una lim1tacwn de las pastorales es la de no
mencwnar esta ultima tarea
Segundo, un aspecto de las pastorales que tiene ventaJaS y limita
cranes, es su aneatacwn excJus1va a Ja.<t cuaJH1ades pastorales de }os
funcwnanos de la estructura que se 1ba a eng1r Por medio de las v1rtu
des mstitucwnalec:s requendas a los presbiteros-obispos (tales como
prudencia, sobnedad, eqmlibno), estos escntos tienen por objeto ase
gurar una admm1strac10n benevolente, santa y eficiente Los <<clen
goS>> nombrados por Timoteo y Tito deb1an ser buenos, Irreprensibles,
capaces de permanecer como pastores estables, sm embargo, las ca
ractensticas requendas para esta tarea no son las adecuadas para mo
tiVar a hderes dinam1cos <<promotores de Ideas>> que camb anan el
mundo Como ya senale antenormente, el Pablo histonco a durape
nas habna reumclo los reqmsitos necesanos para ser presbitero-ob1
po Pero el Pablo h 1 tonco fue un miSionero y no un residente que per
maneCiera en unc1 comumdad establecida Tema nuevas y arne gadas
1deas sobre Jesus como el fm de la Ley y poseia un Impetu denodado
que le permitJo trmnfar abnendo nuevas fronteras a Cnsto El atrave
LA TRADIUON PAULINA EN LAS CARTAS PASTORALES 41
sar fronteras tanto geograficas como mtelectuales, requena un mcon
vencwnahsmo desaprobado por las pastorales ParadoJicamente los li
deres de Jerusalen, partJdanos de la Circuncision, que se opoman a Pa
blo (y a los que este llamo de forma poco diplomatica «falsos herma
nos>> en Gal 2 4), pueden servir para eJemplificar algunas actitudes
condenatonas alentadas por las pastorales, puesto que sm duda, consi
deraban a Pablo como peligroso promotor de nuevas 1deaque deb1an
<;er silenCiadas Despues de todo, en sus cons1deracwnes no se adhena
a la palabra fiel dada por Jesus (de la tradJcJon de Mt 5 18), que decia
que m la mas pequena letra m una tilde de la Ley pasanan60
En otras palabras, el pa tor y el miSionero son funciOnes dlferen
tes que reqmeren diferentes capaCidades Como podemos apreCiar, no
es la converswn de nuevocreyentes el problema que se plantea el
<<Pablo>> de las PastoraleEL hecho, sm embargo, de que las pastora
les fuesen configuradas por el problema que exiStJa entonces, no ha
s1do a menudo reconocido, se ha pensado que descnb1an un orden
eclesial Ideal, adecuado para la contmuac10n de la actividad misione
ra, y la confianza en la prudenCia de tales hderes, fieles al pasado, crea
una tendenCia que no favorece lamnovacwnes necesanas para una
miswn dmam1ca Ese reconocimiento se convierte en el mas Importan
te, SI el cmdado pastoral, mcluso de aquellos que ya son cnst1anos, re
qmere una mnovaoon misionera, como ocurre a menudo en tiempo
de cambw Las autondades eclesJales lo m1 mo que las seglares han
Juzgado a los pastores frecuentemente en base a las !meas propuestas
en las Pastorales Con frecuencia han s1do rechazados aquellos pasto
res que molestaban debido a que veJan la necesidad de mtroduc1r cam
bws, a1 como aquellos otros que mostraban Impaciencia por la merc1a
mex1stente A menudo, las Iglesias funciOnan de la manera que yo lla
mo <<el pnnc1p10 de Caifas>> cuando encuentran 1m lider molesto es
meJor ehmmar uno a que perezca toda la mstJtucwn (Juan 11 50) Pue
de que ese pnncipiO sea soCialmente mevitable, pero, su m1smo on
gen, nos lleva a que el designarlo como aspecto negativo no sea dema
Siado duro para una tendenCia (que aparece en las pastorales) y que fa
vorece la blandenguena
Tercero, hay aspectopositivos y negativos tn la eleccwn cmda
dosa de los presbiteros-obispos como umcos cap:1ces de transmitir la
60 El conCiho de Jerusalcn que trato el problema de SI los genhle; deb1an ser o no
circunCidados (esto es converhrse en Judw;) para ser cnstianO\ se descnbe de formas d1
ferentes en Hechos 15 y Gal 2 pero en mnguna de ambas narratwnes aquellos que d1cen
que Id cucunCisiOn era mnecesana menciOna al Jesus del mm1steno para defender su pos
tura Podemo;sospechar que los part1danos de la cucuncisiOn fi1eron los que citaron al Je
;us h1stonco msishendo en el hecho de que nunca dispenso de sta practicd
42 LAS IGLESIAS QUE LOS APOSTOLES NOS OEJARON
doctrina verdadera, dando como resultado que cualquier otro maestro
que surja levante sospechas. Los valores que se consideran importan
tes, y los que no lo son tanto, aparecen patentes en II Tim 3:1-9, pasaje
en el que se vitupera a aquellos maestros que se oponen a la autoridad
de los presbíteros y confunden a la gente:
1
Ten presente que en los últimos días sobrevendrán tiempos difí
ciles. 2Los hombres serán egoístas, avaros, fanfarrones, sober
bios, difamadores, rebeldes a los padres, ingratos, irreligiosos,
3
desnaturalizados, implacables, calumniadores, disolutos, des
piadados, enemigos del bien, 4traidores, temerarios, engreídos,
más amantes de los placeres que de Dios, 5que tendrán la apa
riencia de piedad, pero desmentirán su eficacia. Guárdate tam
bién de ellos. 6A éstos pertenecen esos que se meten en las casas
y conquistan a mujerzuelas cargadas de pecados y agitadas por
toda clase de pasiones, 7que siempre están aprendiendo y no son
capaces de llegar al verdadero conocimiento de la verdad. 8Del
mismo modo que Jannés y Jambrés se enfrentaron a Mmsés, así
también éstos se oponen a la verdad, son hombres de mente co
rrompida, descalificados en la fe. 9Pero no progresarán más, por
que su insensatez quedará patente a todos, como sucedió con la
de aquéllos.
La increpación se compone de acusaciones habituales y esperadas.
Los maestros gnósticos a los que se dirige este ataque, bien pueden ha
ber sido merecedores de algunos de estos adjetivos; pero no era extra
ño que allí donde sólo había maestros aceptados, aquellos que hacían
preguntas exploratonas referentes a la doctrina establecida aparecían
como oponentes de la Verdad de Dios. En otras palabras, motivadas
por la lucha, las pastorales presentan una visión dualista de la verdad
y de la falsedad, aunque en la vida ordinaria la iglesia es apenas dualis
ta. Las discrepancias con respecto a las enseñanzas establecidas, pue
den ser una característica de estos falsos maestros a los cuales hay que
oponerse; también puede ser la característica de pensadores construc
tivos cuyas ideas, sorprendentes al principio, pueden conducir a los
maestros establecidos a percibir con más claridad aquello que había
sido confiado para conservar con la ayuda del Espíritu Santo (11 Tim
1:14). En la iglesia católica romana, el caso de Galileo es un ejemplo
notorio en el que los maestros oficiales confundieron lo que eran nue
vos conocimientos con falsas enseñanzas, ya que estos nuevos conoci
U:ientos supon!an unvisión diferente,_ contradiciendo aquello que
siempre se hab1a ensenado desde las escnturas con referencia a la rela
ción entre el sol y la tierra. Se podrían encontrar miles de ejemplos no
LA TRADICION PAULINA EN LAS CARTAS PASTORALES 43
tan conocidos como éste, muchos de ellos en el protestantismo; éstos
nos advierten de que cualquier aproximación dualista condenatoria
puede ser ejemplo de aspecto negativo en lugar de positivo.
En cuanto a 11 Tim 3, me interesa destacar la actitud de este pasa
je hacia aquellas a quienes se dirigen las enseñanzas, pues el autor des
cortésmente las llama «mujerzuelas>>, como un ejemplo de ignorancia
e impulsividad que son fácilmente engañadas. Se puede discutir que el
autor no se refiere a todas las mujeres61 , y que en su tiempo las mujeres
raramente tenían oportunidad de recibir educación. Meeks, First Ur
ban 23-24, señala que los historiadores y los satíricos greco-romanos
moderados culpaban de la proliferación de los cultos esotéricos y de
las supersticiones a aquellas mujeres irresponsables que decían sentir
se liberadas a través de los mismos. Plutarco (Moralia: Coniugalia
praecepta 145 CE) observa que aquellas mujeres que no habían recibi
do educación alguna eran propensas a creer en estúpidas supersticio
nes, y que a menos que recibiesen las semillas de la buena doctrina,
concebían monstruosidades. Seguramente algunas de las reglas que li
mitaban a las mujeres en los escritos paulinos se concibieron con la in
tención de manifestar que los cristianos no eran contrarios a las expec
tativas sociales del mundo helénico, y que tampoco formaban una sec
ta extravagante. Siendo así, 11 Tim 3:6-7 puede fácilmente contribuir
a una generalización en la que las mujeres representan aquel estúpido
sector del pensamiento comunitario que siempre confundirá las cosas
a menos que los maestros oficiales las instruyan. De forma muy com
prensible, muchos oyentes o lectores actuales se sentirán ofendidos
por parecerles sexista esta actitud; y los predicadores, en vez de tachar
tal reacción de simplista o anacrónica, deberían tomar la preocupa
ción de interpretar el pasaje críticamente, atendiendo a los dos senti
dos del adverbio. En otro lugar62 he dado mi opinión de que no se ade
lanta nada con omitir en publico aquellos pasajes que pueden resultar
ofensivos, pues las versiones retocadas pecmiten que la gente diga de
masiado fácilmente que <<acepta>> la Biblia. Nunca escuchan aquellos
pasajes que, leídos ante un público inteligente, harían surgir pegas que
les llevaría a hacerse preguntas constructivas, que conducirían a reco-
61 En otro lugar de las pastorales se honra a <<las vmdas verdaderas>> (1 T1m 5 3), y
se piensa en ellas como posibles diáconos (3 11) Las mu¡eres mayores tienen que enseñar
aquello que es bueno (TitO 2 3) y ser ob¡eto de estima (I T1m 5 2, referente a la hipótesis
debatida de que lds últimas que aparecen mencionadas son mu¡eres-presbJtero, ver Id ex·
posición al respecto en Brown, CntJcal Meanmg 141) Sm embargo el autor no permite
que la muJer enseñe o tengd autondad sobre los hombres (1 T1m 2·12)
62 R E Brown, «The Pass10n Accordmg to John,» Worsh!p49 (n °3, Marzo 197 )
131
44 LAS IGLESIAS QUE LOS APOSTOLES NOS DEJARON
nocer la condición humana en la narración bíblica. El escuchar y
afrontar con honestidad los pasajes bíblicos que entrañan mayor difi
cultad (en vez de pasarlos por alto) contribuirá al reconocimiento de
que cada palabra pronunciada sobre Dios en esta tierra, incluyendo la
palabra bíblica, que es únicamente «de Dios», es un testimonio parcial
y limitado de la verdad 63 • Aceptar la Biblia en el otro sentido da lugar
a una fe poco auténtica.
Como parte de la lucha con este pasaje de 11 Timoteo, me gustaría
ir más allá del hecho poco agradable de que las mujeres personifican la
debilidad e ingenuidad, para centrarme en el problema de la condición
de aquellos a los que se instruye. (Volveré más adelante en el capítulo
7, a referirme al tratamiento de las mujeres que aparece en las pastora
les.) De las pastorales se saca la impresión de que los maestros desig
nados oficialmente y los falsos maestros luchan por obtener el entendi
miento de aquellos a los que enseñan. En algunas ocasiones tal imagen
ha sido comparada con la clásica distinción teológica entre ecclesía do
cens (iglesia que enseña) y la ecdesía díscens (iglesia que aprende).
Esta es una distinción válida en tanto en cuanto aceptemos que los
miembros de los dos grupos son movibles (en algún momento todo
cristiano debería ser parte de la iglesia que enseña e igualmente todos
deberían formar parte de la iglesia que aprende)64 . Sin embargo, de las
pastorales podríamos concluir que, excluyendo los presbíteros, todos
los demás pertenecen a una condición fija de enseñados, quienes sí los
maestros oficiales no instruyen, resultarán engañados por falsos maes
tros65.
Unícamente un necio negaría el peligro de que aquellos miem
bros de la comunidad cristiana que no han recibido una formación ade
cuada puedan resultar engañados por los falsos maestros. Por ejem
plo, hoy existen muchos católicos romanos (y cada vez un número cre
ciente de protestantes de las principales iglesias) que ya desde la Juven
tud tienen muy poco contacto con la Biblia y para los cuales el primer
acercamiento real (a la misma) proviene de haber escuchado predica
ciones mediocres de carácter fundamentalista. ¡Con qué rapidez pue
den ser convencidos por interpretaciones simplistas! Pero, admitiendo
esto, con frecuencia existe otro peligro mayor aún al que se enfrenta la
comunidad, donde la línea divisoria entre los maestros oficiales y
aquellos a los que se dirige la enseñanza es muy marcada: es el peligro
LA TRADICION PAULINA EN LAS CARTAS PASTORALES 4'i
de que se espere muy poco en cuanto a ideas creativas o contribución
intelectual por parte de los enseñados, que sin embargo constituyen la
mayor parte de la comunidad. Con seguridad, 11 Tímoteo 3:6-7 noma
nifiesta ninguna expectativa sobre el hecho de que en ocasiones las
mujeres pudieran detectar por ellas mismas una falsedad a ellas dirigi
das, o que incluso pudieran tener algo sobre que enseñar a los presbí
teros. El hecho de que el autor no permita idea<<de abajo-arriba»,
como si toda idea constructiva viniese de arriba-abajo dentro de la es
tructura, no prepara al lector ordinario de las pastorales para el de
sempeño de una función de enseñanza. Una situación tan parcial será
mucho más nefasta en aquellos lugares del mundo donde los laicos tie
nen un nivel alto de educación y son capaces de realizar contribuciones
significativas al crecimiento religioso de la comunidad. Por supuesto,
que incluso los laicos de mayor educación requieren aprender la gran
tradición cristiana, lo cual constituye una tarea importante de los
maestros oficiales de la iglesia, que han sido (o deberían haber sido)
instruidos en dicha tradición. No obstante algunos laicos una vez que
han sido instruidos son capaces de enseñar ellos mismos, no sólo trans
mitiendo aquello que recibieron sino haciendo sus propias contribu
ciones. Las Epístolas Pastorales se escribieron en una época en que al
autor le pareció que tenía que decir a Tito (3:1), <<amonéstales que vi
van sumisos a los magistrados y autoridades»; probablemente el autor
suponía que el sentido común haría que en otra época se dijese, <<amo
néstales para que sean constructivos y contribuyan». Pero la realidad
es que tal recomendación nunca llegó a las Escrituras, por lo que llega
ron a ser tan determinadas por las pastorales. Esto constituye un as
pecto negativo.
La necesidad de insistir en la existencia de aspectos negativos en
la propuesta de las pastorales, en el sentido de llevar a cabo una admi
nistración firme por parte de los maestros oficiales, es un cumplido al
enorme acierto de esa propuesta que ha tendido a dominar la historia
de la iglesia precisamente debido a su buen funcionamiento. Lasco
munidades que han reaccionado ignorando este hecho, habitualmente
han tenido una vida corta. Como veremos más adelante en el capítulo 7,
la única comunidad del NT que rechazó específicamente esta idea de
los maestros oficiales perdió muchos de sus miembros, y los que per
manecieron, finalmente tuvieron que aceptar una forma cualificada de
autoridad pastoral.
63 Cnt1cal Meanmg (1-22) discute detalladamente e"te punto
64 Ver Cnt1cal Meamng47-48
65 La nota 61 mdKd que el pensamiento del autor fue md' "utii y permitiD Id ense
ñanza familiar
 CAPITUL03

La tradición Paulina en Colosenses/Efesios:

la Iglesia que ha de amarse como Cuerpo de
Cristo
LAS CARTAS A LOS COLOSENSES/EFESIOS constituyen otra corriente
dentro de la tradición sub-apostólica, aún más directamente conecta
da con Pablo que las epístolas pastorales. La carta a los Colosenses
debe haberse escrito dentro de la época inmediatamente posterior a la
vida de Pablo, más cercana a él en el tiempo que cualquier otra de las
cartas Deutero-Paulinas66 . Tiene tantos rasgos del pensamiento pauli
no más genuino (pero no el estilo paulino) que incluso algunos investi
gadores críticos creen que Pablo la escribió, al menos sirviéndose de
un secretario. (Aproximadamente el 90% de la crítica erudita opina
que Pablo no escnbió las pastorales, el 80% que no escribió la carta a
los Efesios, y el60% que no escribió la carta a los Colosenses). No está
claro hasta qué punto el autor de Colosenses conocía los escritos pauli-

66 E> difícil fechar la carta a los EfesiOs, aunque parece bastante probable que fuera
escnta alrededor del 90-100 d C La tendecw a Ituar las pastorales en el s1glo segundo es
cuestiOnable, y estoy en desacuero con H f Von Campenhausen y H Koester que tien
den a situarla> hacia mediados del siglo segundo y que situan las pastorales a la misma dis
tancia de Pablo que de Pohcarpo Ver G Lohfmk en Kertelge, Paulus 119 Sm embargo,
vanas décadas separan al Pablo de los 60 de los escntos de las pastorales (Implicación que
se deduce de II Tim 1 5, ya que se supone a Pablo contemporaneo de la abuela de Timo
leo) P Trummer, Die Pau/ustrad1tiOn der Pastoralbnefe, (Beitrage zur bibhschen Exege se
und Theologie 8, Frankfurt Lang, 1978) habla de los escntos durante la tercera genera
CIÓn despues de Pablo El que Marcwn no reconozca las pastorales en su canon (e to ma
bien supone que no las conoce y no tanto que las Ignore mtencwnadamente) y el hecho de
no estar mclmdas en el P"" puede mdicar que tal vez fueron conservadas de forma diferente
a como lo fue el resto del con¡unto Pauhno
48 LAS IGLESIAS QUE LOS APOSTOLFS NO'> DI JAR< lN
nos pnmitivos (aparte del de FJ!emon), pero el autor de Efc'>IOlos co
noCia en su mayona 67 No obstante aparte de senalar el hecho de que
tanto la carta a los Efesios como la de Colosenses pertenecen a la tradi
Cion paulina, permltanme que deje tales detalles para las mtroducciO
nes del NT (pie de pagma, nota no 19) y me centre en la cuestwn bas1ca
que estoy propomendo para todos los escntos sub-apostolicos admi
tiendo el hecho de que la figura apostolica hab¡a desaparecido de la es
cena (o estaba desapareciendo), (,como ayudaron estos escntos a so
breviVIr a aquellas comumdades a la que se dmg1an? 68
As1 como en las pastorales, tamb1en en los escntos a los Colosen
ses/Efe JOs, Pablo proporciOna una gma apostolica con autondad69
As1 como en la 1 T1m 3 15, tamb1en en EfesiOs 2 19 se d1ce que la Igle
Sia es la casa de Dws, y el aspecto mstitucwnal de esta Imagen se acen
tua en el sigUiente vers1culo que habla de ser «edificados sobre el ci
miento de los apostoles y profetas, siendo la piedra angular Cnsto mis
mo>> Tanto en Colosenses como en Efesios, las normas sobre el com
portam1ento etico de los miembros de la familia cnstiana (Haustafeln)
no se encuentran muy distantes de aquella-; similares proporcmnadas
en las Pastorales El reconocimiento de una estructura eclesial cans
matica aparece en Efes1os 4 11 donde se nombran apostoles, profetas,
evangelistas, pastores y maestro<; Pero a diferencia del autor de las
pastorales, los autores de Colosenses y EfesiOs no hacen hmcap1e en el
hecho de la suceswn apostohca o en los aspectos InstituciOnales de la
Iglesia No se aprecia nada que sea sigmficativo sobre el modo de ac
tuar de los «pastores y maestros>> No se puede explicar este silenciO
achacandolo a la existencia de una Situacwn hbre de problemas Colo
senses 2 8-23 descnbe con viveza los ataques producidos por las falsas
ensenanzas que consisten en tradiCIOnes a las que descnbe como «hu
manas, no acordes con Cnsto>> En ellas se mezclan elementos de on
gen JUdiO, con otros correspondientes a una rehgwn mtstenosa y VISIO
nana, y de ello saco la 1mpreswn de un error no menos seno del que se
67 El grado en que el autor de las pastorales conoCJa otras epistolas pauhnas ha sido
discutido m.1s la relacion entre las dos senes de escntos es puramente hterana
68 Como ya senalamos en la nota 21 en lo que respecta a esta cuestwn se pueden
tratar conjuntamente las dos epistolas Para ser mas precisos la ecleswlogia de Efesios va
mas alla de la de Colosenses Para este aspecto aconsejo ver H Merklem «Pauhmsche
Theologie m deu Rezeption des Kolosser und Ephesrbnefes >>en Kertelge PauJus 25 69
especialmente 58 62 donde senala que mcluso la cruz se ha convertido en eclesiOlogica en
EfesiOs El contradice la tesH, de Kasemann que dice que en EfesiOs la cnstologia ha cedi
do ante la ecleswlogia mas bien EfesiOs presenta cnstologia ecleswlog¡ca >>
69 EfesiOs 2 20 3 y 4 11 habla de «apostoles» en plur.11 pero en Efe,IOs 3 1 13
que posee referencias a la carrera de Pablo la Imagen que domma claramente es la de Pa
blo como el <<YO>> apostólico
lA TRADICION PAULINA EN COLOSFN<;E /EFE<;IO 4Y
condena en la'> pastorales Los problemas relaciOnados con las fabas
doctnnas aparecen menciOnados en Efe'>IOS utilizando un lenguaJe
mas general 70 , como podemos ver en 4 14 que previene de actuar
como mno<<llevados a la den va y zarandeadm por cualqmer v1ento de
doctnna, a merced de la maliCia humana y de la astucta que conduce
engano amente al error»
En vez de responder a los pehgroque entra na tal doctnna, subra
yando la Importancia de lo'> mac!>tros autonzadoy de la fidelidad a la
doctnna trammitJda, Colosensenos ofrece una VI'>JOn po Itiva, Idea
lista de la Iglesia, que e amplta en EfesiOs En aquellas cartas conside
radas Indiscutiblemente Paulina'>, aparece con frecuencia la palabra
<<Iglesia>>, pero la mayor parte de las vecepara refenrse a las comum
dades locales71 , Por eJemplo <<la Iglesia de Dws que se encuentra en
Connto>>, <<las Iglesiade Galatia>>, <<en cada Iglesia>> Sm embargo en
Colo en es/Efesms <>e destaca el termmo <<Iglesia>> en su sentJdo abso
luto y globc1l EntonceIgual que ahora la <<Iglesia>> en un sentido ab
soluto era diflul de defimr, ya que es algo mas que la suma de Iglesias
mdividuales o comumdades cnstianas En realidad, la <<Iglesia>> en Co
loseme<>/Efesws, parece ser algo mas que una mera realidad terrena
como se vera claramente despues, ya que mfluye en los podercdel
Cielo, una anticipacwn de la amphacwn que tendra lugar en la teolog1a
postenor hacia una Iglesia tnunfahsta (en el cielo), JUnto con otra Igle
sia militante (en la tierra) y, en el catohcismo romano, ademas otra
Iglesia que sufre (en el purga tono)
Pablo hab¡a recurndo al Imagmativo uso del <<cuerpo>> de Cnsto
en las cartas que son md¡scutiblemente uyc1s, ut1hzandolas espeCial
mente para poner fm a la envidia de los cansmas que extstla en Conn
to Habla del cuerpo de Cnsto resucitado (y por lo tanto como cuerpo
real que hab1a vivido y hab1a muerto) del que cada cnstiano es miem
bro72, un cuerpo humano con pies, manos, OJOS, etc Pablo utilizo esta
diversidad de lomiembros corporales para JUstificar la diferenCia de
70 Aquellos fragmentos de Colosenses que se enfrentan a un error e'pecifico no se
repiten en Efesios cscnto que umcamentc de forma margmal podemos considerar como
cartd y que tal vez no fue dmgido a una Iglesia especifica EfesiOs da la Impreswn de ser
una ensenanza umversal consistente en la generdhzacion del men aje paulmo mterpretado
a traves de la ecleswlogw de Colosenses
71 Hay ejemplos que mdican que Pablo tamb en utilizaba el termmo en un sentido
mas amplio 1 Cor 12 28 «DIOs ha designado en la Iglesia pnmero apostoles segundo pro
fetas ICor 15 9 Gal 1 13 «Y o persegm a la Igleqa,
72 Ver tamb en Rom 12 4 5 Ld logica de esta 1dea es que a traves del bautismo cada
cn;hano se Identifica con el que m uno y resunto Ha beis muerto a la ley por el cuerpo
de Cnsto» (Rom 7 4)
 LAS IGLESIAS QUE LOS APOSTOLES NO[)LJARON
cansmas que existía entre los cnstianos de la comunidad de Corinto:
profetas, los que realizan milagros, don de lengua(1 Cor 12:21-31). El
autor de la carta a los Colosenses, seguido por el autor de Efesios,
adopta la Imagen de Pablo del Cuerpo y la desarrolla de forma nueva
para adecuarlo al énfasis mayoritario puesto en la iglesia71 . Cristo re
concilió a los que eran extraños, por medio de la muerte en su cuerpo
de carne (CL 1:21), y han sido llamados a formar un olo cuerpo
(3:15). Este cuerpo se identifica como la iglesia y Cristo es la cabeza de
este cuerpo (CL 1:18,24: Ef 1:22-23: 5:23). De de esta referencia de
Pablo a los cristianos como miembros de un cuerpo real que sufrió,
murió y resucitó, la fuerza de esta imagen del cuerpo ha evolucionado
a una comprensión corporal con Cnsto como Señor del cuerpo (Ef 4:4-
5).
A pesar de esta comprensión corporal, la iglesia como cuerpo de
Cristo no se convierte en una corporación. Aquí está la diferencia
pnncipal con respecto a las pastorales74 , donde la preocupación por
institmr una administración autoritaria inevitablemente ha llevado a
enfatizar el aspecto institucional. Para Colosenses/Efesios la iglesia es
una entidad en crecimiento, que vive con la vida de Cristo mismo. El
error fundamental es el perder contacto con la cabeza, de la cual todo
el cuerpo, ahmentado y unido fuertemente por medio de juntas y liga
mentos, crece en Dios (C12:19). Si existen diferentes ministerios, son
<<para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos alcancemos
la madurez y el desarrollo que corresponde a la estatura de la plenitud
de CristO>>. (Ef 4:12-13). <<Crezcamos en todo hasta Aquél que es la
Cabeza, Cristo, de quien todo el cuerpo recibe trabazón y cohesión
por medio de toda clase de junturas, realizando así el crecimiento del
cuerpo para su edificación en el amor>> (Ef 4:15-16).
73 Asi tambien lo hizo el autor de las pastorale; al desarrollar hnea;de pemamiento
sobre la autondad pastoral hallada en las cartas que se atnbuyen a Pablo Indiscutiblemen
te, por ejemplo en I Tes 5 12, FIIp 1 1 En cada caso el desarrollo es nuevo, pero la !mea
que sigue proviene de forma mdudable de Pablo Observamos diferentes <<trayectona;»
dentro de la tradición pauhna Meeks, F1rst Urban 8, estan a en contra de esta opmión en
el caso de las pastorales, ya que pone en duda ;u procedencia de alguna escuela pauhna
Se adopta el nombre de Pablo como modelo adecuado, y las pastorales <<no se pueden uti
lizar con certeza, m como evidencia de mngún tipo de contmmdad social m como testimo
niO mdepediente de cualqmer a de las tradiciones de los grupos pauhnos
74 Nota no hablo de una contradicción Formalmente no hay nmgun modo de saber
con certeza SI los autores de Colosenses/EfesiOs tuvieron conocimiento de la' pastorales,
o viceversa Conzelmann, <<Die Schule» 88, señala que al hablar de e;cucla post-pauhna,
no aparece mnguna referencia expliCita de un autor a otro (exceptuando el hecho de que
el autor de EfesiOs se refiere a Colosenses) Internamente, el enfas"que ponen Colosen
ses/EfesiOs en el cuerpo de Cnsto, no es compatible con la existencid de la admimstracwn
de la Iglesia
LA TRADICION PAULINA EN COLOSENSES/EFESIOS S1
En esta aproximación a la iglesia, el tema del amor aparece con
fuerza. En las cartas que se atribuyen indiscutiblemente a Pe blo, este
desea presentar los Corintios a Cristo como se presenta una virgen al
mando Esta imagen aparece ampliada en Efesios a una relación entre
Cristo y «<a iglesia>>. En verdad, Ef 5:21-23 no duda de utilizar el mo
delo del amor entre marido y mujer para explicar el intenso amor de
Cristo por su iglesia. (Si el orden de la iglesia propuesto en las pastora
les tiene como modelo la administración familiar, en Efesios los idea
les de la familia se proyectan sobre la iglesia). Cristo alimenta y cuida
con cariño la iglesia (5:29). <<Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí
mismo por ella>> (5:25). Esta última cita puede contrastarse con las ci
tas que aparecen en JI Co 5:14 y en Rm 5 que afirman que Cristo murió
por todos, por supuesto también por injustos y pecadores. La vida y
muerte de Cristo ha tenido como fin la iglesia. Incluso se puede consi
derar a la iglesia como la voluntad última del plan principal de Dios,
ya que todo lo que hay en el cielo y en la tierra ha sido puesto bajo los
pies de Cristo, y él ha sido hecho cabeza suprema de la iglesia, que es
su cuerpo (Ef. 1:22-23). El misterio o plan secreto de Dios implica el
amor de Cristo por la iglesia. (Ef 5:32 y anteriores).
La Santidad es una característica muy importante de la iglesia
como cuerpo de Cristo. Cristo murió para santificar a la iglesia y lim
piarla de toda mancha para que pudiese ser presentada como <<Una no
via radiante sin mancha, arruga o cosa parecida, para que fuera santa
e inmaculada>> (Ef 5:27). Los dos se unen en una sola carne (5: 31-32)
de tal forma que la santidad de Cristo pueda percibirse en su iglesia; su
cuerpo que está siendo construido en el amor (4:16). Más aún, la igle
sia puede ser equiparada con el reino del Hijo de Dios. En los cursos
de introducción al NT se hace mucho hincapié en que hé basilea tou
theou (el reino de Dios) es un concepto activo y no estático o localiza
do, y que podría traducirse mejor como <<Reinado>> y no «reino>>. Un
corolario frecuentemente deducido de esto es el que dice que, el inicio
del reinado de Dios a través de Jesús, no puede simplemente identifi
carse con la fundación de la iglesia. En tales afirmaciones, que pueden
ser ciertas, no podemos omitir el hecho de que en algunas de las últi
mas partes del NT, basilea ha sido cosificado y localizado, por lo que
<<Reino>> es la única traducción apropiada. Se entra a formar parte de
este reino, y hay llaves para ello. De la misma manera, el reino y la
iglesia han comenzado a ser en parte identificados. En este sentido es
importante tener en cuenta la explicación de Mateo de la parábola que
habla de la cizaña sembrada que se dejó crecer entre el trigo (13:36-
43). La buena semilla son los hijos del Reino; la mala hierba son los hi
jos del Maligno; al tiempo de la siega, «el hiJO del hombre enviará a sus
ángeles, que arrojarán fuera de su Reino a todos los que hacen pecar a

'l2 LAS IGLESIAS QUE LOS APOSTOLES NOS DEJARON
otros, y a los obradores de iniquidad... Entonces los justos brillarán
como el sol en el Reino de su Padre». Así existe un reino del hombre
sobre la tierra al que pertenecen buenos y malos (al parecer la iglesia),
pero sólo después del juicio podrá entrar el justo en el Reino de su Pa
dre. La carta a los Colosenses puede ser incluso más radical al equipa
rar a la iglesia con una forma del reino: el Padre «nos libró del poder
de las tinieblas y nos trasladó al reino del Hijo de su amor, en qmen te
nemos la redención y el perdón de los pecadOS» (1:13-14 f 5 . Por lo tan
to, los cristianos son miembros de la iglesia liberada de las tinieblas y
que es el Reino del Hijo de Dios en el que «participan de la herencia
de los santos de la luz» (1:12). Esto es posible, porque, como parte de
la escatología realizada de Colosenses/Efesios, se dice a los cristianos,
«con él también habe1s resucitado por la fe>>(Cl2:12). En otro pasaje
(C13:1-3) indica que la gloria celestial está aún por realizarse; pero en
Efesios 2:6 incluso este mismo aspecto aparece como realizado en par
te: Dios <<nos resucitó con él y nos hizo sentar e los cielos con Cristo Je
sús>>76.
Como ya cité con anterioridad, cuando Colosenses habla de la
participación de los cristianos <<en la herencia de los santos de la luz>>
es probable que estos santos no sean sólo los seres humanos santifica
dos en el pasado sino también los ángeles; en Cristo todas las cosas del
cielo y de la tierra han sido reconciliadas (Cll:20; Ef 1:10), y todo po
der y potestad está sometido a él que es la cabeza de la iglesia. Por lo
tanto, en cierto sentido, los poderes angélicos y sobrehumanos que re
conocieron a Cristo pueden ser considerados parte de la iglesia como
cuerpo de Cristo. Como en un Pantocrator de un cuadro bizantino el
cuerpo y la cabeza van desde la tierra hasta el cielo. Si en Cl2:9 se afir-
75 Colosenses 4 11 mencwna «trabaJadores por el remo de OJOS>>, y Efesios 'i 5 se
reftere al remo de Cnsto y de Dws, pero no aparece con clandad si se conciben como dos
remos o, por el contrano, dos estados del mismo (como en Mateo), tampoco está claro SI
;e debe Identificar a la Iglesia con el Remo de Dws Mas aún, en Efesios (1 14) se menciO
na una herencia que aún no hemos adqumdo
76 Pablo en I Tes 4 14, Rom 6:5 y F1lp 3 10-12 considera la resurrección de los cns
tianos tras la muerte como algo futuro La tendencia a cons1derar la resurrección e mcluso
la ascensión al cielo como algo que tuvo lugar para los cnstianos, es un paso que lleva al
gnosticismo El Valentimano, Nag Hammad1, autor gnóstico de Treat1se on the Resurrec
twn to Rhegmos (I 45·24-28) escnbe. <<Como diJO el apóstol,"sufnmos con él, ascendimos
.;1 cielo con él "»(Prestar atenc1ón al hecho de cómo la posición <<pauhna» se ha extendido
e mcluso fortalecido mcluso más allá del ámbito de los Efesios). Por e ta razón en II T1m
2 18 condena a aquellos <<que se han apartado de la verdad proclamando que la re;urrec·
c1ón ya ha temdo lugar>> No obstante, hay pasaJeS mcluso en aquella;c.ut."claramente
pauhnas, que pueden haber prec1p1tado este movimiento hacia la e'cdtologi.l realizada,
as1 encontramos en Rom 5 18 un pasaJe en el que la obra de JUStiCia de Cn,to llevo d
todos a la vida, y en Rom 8 24, <<Nuestra salvacwn es en esperanza»
LA TRADICJON PAULINA EN COLOSENSES/EFESIOS
ma que en Cristo reside toda la plenitud de la divinidad corporalmen
te, Efe ios 1:23lo simplifica describiendo la iglesia como <<su cuerpo,
a pl mtud del que lo llena todo en todo>>; y esta plenitud bien puede
mclmr a los ángeles. Si Pablo se describió asimismo como un siervo/
ministro (d akonos) de Dios (II Co 6:4), y de la Nueva Alianza (11 Co
3:6), no es sorprendente que el <<Pablo>> de Cl 1:24-25 se describa así
mismo como un siervo/ministro de la iglesia. La doxología de Efesios
3:21 indica hasta qué punto estas cartas han dado un carácter casi divi
no a la iglesia: «A Ella gloría en la Iglesia y en Cristo Jesús por todas
las generaciones y todos los tiempos>>. 77
ACIERTOS Y LIMITACIONES
Tras describir la exaltada eclesiología de Colosenses/Efesios, me
voy a centrar ahora en el modo en que ésta se refiere a la supervivencia
de aquellas iglesias que el apóstol Pablo dejó tras de sí. Primero, he
mo_s visto como la imagen de cuerpo de Cristo personifica la Iglesia y
estimula nuestro amor por ella, imitando el amor que Cristo tiene por
su esposa. El consejo que se da en las pastorales daría lugar a una ad
ministración eficaz y cuidadosa; pero en último término la gente no
ama una estructura o una institución en sí misma. Permitidme ilustrar
lo con una imagen personal y otra institucional sacada de la experien
cia corriente. En mi propia iglesia, antes del Concilio Vaticano II se
podía oír frecuentemente la expresión <<madre iglesia>>. A decir ver
dad tal i agen nos producía una sensación de sobre-protección y de
maternahsmo que nos reducía a todos a un status infantil, o en ocasio
nes a un estado pueril. En parte, tal aspecto negativo explica el hecho
de que esta imagen no haya vuelto a ser popular; no obstante, no se ha
nc mt ado otra me or que la sustituya. Las referencias a <<la iglesia
mstituciOnal>> postenores al Vaticano 11, a menudo incorporan el error
de considerar que existen dos iglesias de las cuales una no es institucio
nal. (la iglesia es por naturaleza social e implícitamente institucional.
Aqu ll?s que <<de i?n ap_artarse de la iglesia institucional» puede que
contmuen con rehg10n pnvada, pero ya no permanecen en unión con
77 Postenormente aparece un desarrollo gnó tlco de esta Idea como podemos ver en
Valentmus que convierte el térmmo ekklés1a, <<Iglesia», en un eon dentro del s"tema de
emanacwnes d1vmas Sobre el caracter cosm1co de la restauracwn que aparece en es•a
rama de la tradición pauhna y sus Imphcacwnes, ver W A Meeks, «<n One Body The
Umty of Humankmd m Colo s1ans and Ephe Iam» en God's Chnst and H1People de J
Jervell y M A Meeks (N1ls A Dahl Festchnft, Oslo Umvers1tetsforlaget 1977) 209·21

)4 LAS IGI ESIAS QUE LOS APOSTOLES NOD JARON
la Iglesia tal y como esta se presenta en la tierra S1 e unen a un grupo
pequeno o una secta, que se autopresenta como no mstitucwnal, pron
to llegara a mstJtucwnalizarse, si es que vive el tiempo sufiCiente y ad
qmere tamano adecuado) Pero m el uso en el caso de que las alusiOnes
a <<la Iglesia mstitucwnal>> no Impliquen tales eqmvocos, apena<; mspi
ran s1mpat1a o calida admiracwn La mstituciOn o la estructura esta
mev1tablemente mflmda por modelos seculares y constituye ese aspec
to de la Iglesia al que no encontramos faCilmente relac10n con Cnsto o
con Dws Con todos sus defectos, <<la madre Iglesia>> abarcaba tanto un
aspecto personal como familiar, e m el uso cuando una madre se excede
en su cometido, sus hiJOS contmuan amandola
Una 1mphcacwn de este modelo de Iglesia personal concebido
como el cuerpo amado por Cnsto, se puede apreCiar en una ahrmacwn
que ha sido atnbmda a Pablo <<Ahora me alegro por los padecimien
tos que soporto por vosotros, y completo en mi carne lo que falta a las
tnbulacwnes de Cnsto, en favor de su cuerpo, que es la JglesJa>> (Cl
1 24) Esta es una actitud denvada del pnnc1p10 de que Cnsto <<se en
trego a si mismo por ella>> (Ef 5 25) SI Cnsto qmso dar su v1da por la
Iglesia, del mismo modo su Apasto!estana dispuesto a entregarse por
la Iglesia Y una vez que el A postal haya desaparecido, la Iglesia sobre
VIVIra siempre que existan otros dispuestos a entregar su v1da por la
Iglesia Lapersonas, puesto que no aman a las mstitucwnes como ta
les, muy raramente se entregan por ellas, mas bien las mstitucwnes
existen para las personas Sm embargo, si se ama la Iglesia a traves de
una relacwn personalizada, puede convertirse en una causa capaz de
atraer la generosidad de generacwn en generacwn
Un momento de reflexwn, fac!lmente nos trae a la memona eJem
plos de esto ocurndos a lo largo de los s1glos Las catedrales que cons
tituyen los edificios dommantes en las cmdades medievales, se cons
truyeron a costa de grandes sacnfiCIOS por parte de la gente, que ex
presaba su amor a Dws y a Cnsto en lo que haCian por la Iglesia Los
mm1grantes a Estados Umdos, a menudo, construyeron grandes Igle
sias y catedrales mientras VIVJan en condiCiones de pobreza La edifi
caCion de Iglesias era para ellos un signo de la contmmdad con la fe y
la tradicion que hab1an conoc1do durante su mñez en sus paises de on
gen 1 En cuantas ocasiOnes hombres y muJeres han deJado buena parte
de los ahorros de su vida a la Iglesia r En el catolicismo romano aquellos
que se convertJan en sacerdotes, hermanos o hermanas, se deCia co
munmente que hab1an dado sus v1das <<por la Iglesia>> Sospecho que
esta ultima frase menciOnada <<a la ¡glesia>> puede sonar extrana d mu
chos protestantes, pero se denva de forma log¡ca de la ecle'i!ologia de
Colosenses/Efesios que hende a hacer a Cnsto y a su Iglesia uno
LA TRADICION PAULINA EN COLOSFNSES/EFE IO'i
Segundo, la santidad de la Iglesia, que es parte de la 1magen que
aparece en Colosenses/Efesios, constituye un elemento que hace po 1
ble la <>upervivencia de la Iglesia De forma mevitable los miembros de
la Igle<>Ia son pecadores, ya en los tiempos de Pablo las disputas matn
momales, el mcesto y la profanac10n de la eucanst1a pequdicaban la
Imagen de la Iglesia de Connto En las comumdades a laque se dm
gian las pastorales, los pre<>bJteros-obispos cUidadosamente elegido<>
pod1an corregir e mcluso prevemr algunas manchas en la santidad de
las Iglesias locales, pero m s1qmera ellos mismos estaban hbres de pe
cado (el dmero y el poder son dovalores pnnCipales de este mundo
y <>en a un milagro socwlogiCo s1 las mst1tuuones eclesJales, mevJtable
mente mflmdas por las mstitucwnes que le rodean, no estuvieran ten
tadas de asumir tales valores ) No es casual que las normas del NT dm
g1das a los presb1tero'> les prevm1esen expliCita o Implicitamente con
tra la codicia y el afan de poder (1 Pedro 5 2-3, Hechos 20 12-35) Los
escandalas por causa del pecado ponen en pehgro la supervivencia de
la Iglesia, a meno<, que la gente tenga una percepcwn de su santidad
como algo que no es posible destrmr a traves del pecado mdJvidual El
autor de Efesios tema conocimiento de gran parte de las ep1stolas au
tenticas de Pablo y por cons1gmente conoc1a la existencia de escanda
los en aquellas Iglesias fundadas y supervisadas por el gran a postal Sm
embargo, al escnb1r sobre la Iglesia, lo h1zo en termmos de una novia
m maculada, santa e Irreprochable La aprec1acwn que hace de la 1gle
s1a no corresponde a un mgenuo romanticismo, smo a una VISIOn misti
ca Aquellos que siguen su eJemplo seran capaces de reconocer sus pe
cados, que pondran en perspectiva a traves del amor a la Iglesia Los
escandalas mstJtucwnales y las msensateces, mcluso en los m veles mas
altos de la admm1stracwn, no desammaran a la gente que tiene esta VI
sion de llevar a cabo su tarea <<Ahora me alegro de los padecimientos
que soporto por vosotros, y completo en m1 carne lo que falta a las tn
bulacwnes de Cnsto, en favor de su Cuerpo, que es la Iglesia>> (Cl
1 24) En el Credo de los apostoles hay una clausula que d1ce <<creo en
la santa Iglesia catohca>> Mientras la gente permanezca en esta creen
cia, la Iglesia perdurara, sm Importar la mef¡cacia de su admmistra
Cion
Hasta aqm, he vemdo subrayando los aspectos positivos de la
Imagen ecleswlogica de Colosenses/Efesios Veamos ahora los aspec
tos negatlvm Primero, paradoJlcamente, el hecho de enfatizar el ca
raeter de santidad de la Iglesia puede considerarse un aspecto negativo
si se comienzan a ocultar los fallos que existen En ocasiOnes, una ecle
<>IOiogia de la santidad ha llevado a los CnstJanos a ocultar los pecados
y estupideces, especialmente los cometidos por figuras publicas de la
Iglesia, basandose en el hecho de que se provocdna un escandalo si
 LAIGLE IAS QUE LO<; APOSTOLENOS DEJARON
fuesen de conoCimiento publico No me refiero a las h1pocntaomisiO
nes realizadas por amor por parte del mocente As1 como un mando o
una muJer no d1vulganan las faltas de su conyuge por fidelidad y amor
a la familia, tamb1en la Idea de que la Iglesia es el Cuerpo de Cnsto o
la esposa a la que Cnsto ama, ha llevado a silenciar aquello que podna
danar su Imagen Pero la opreswn, el chantaJe y la deshonestidad da
nan la vitalidad mterna de la Igle Ja, y puede ser necesano que se di
reen y cnt1quen El guardar SI!encw puede prolongar el dano cometi
do a loCnstJanos que padecen por tales pecado-; Por otra parte,
cuando la omisJOn ha temdo lugar durante bastante tiempo, los Cns
tianos no e tan siendo enseñados a tratar con madurez la tenswn que
acampana a la constatacwn de que existe una Iglesia sm mancha llena
de pecadores Consecuentemente, cuando por fm se rompa este dique
del Jlencw (y se rompera), la desJ!uswn puede ser catastrof1ca
SI tomamos como eJemplo la Iglesia catolica romana, el penodo
antenor al V a ticano II se caractenzo por silenciar los errores a la luz
publica, e pec1almente los relacwnado<> con el clero y con los relig10
sos Conf10 en que nadie nos acuse de lo mismo en la actualidad 1 Aho
ra parece que la pnmera pagma de un penodJco es el umco foro para
tratar los problemas m ternos de la Igle Ia catolica' El mismo servicio
dudoso que el Natwnal Enqwrer nnde a la nacwn, es el que nnde el
Natwnal Catho!Jc Reporter a la Iglesia La crueldad de este cambiO
mamf1esta con viveza los sentimientos repnm1dos que surgen de tal si
!eneJO artificial, m el uso puede hacer que se olvide la max1ma evangeli
ca de reprender pnmero a solas y, solo con renuencia, hacerlo en pu
blico (Mt 18 15-17) Incluso peor, ahora que una avalancha de secre
tos escandalosos se han dado a conocer (y para ser honestos, de un
modo exagerado), muchos catolicos no on capaces de sobrellevar el
descubnm1ento de que la codiCia, orgullo e mcluso el sexo tengan lu
gar en una Iglesia que previamente no hab1an visto cnticar desde den
tro (s1, ha habido cnt1cas publicadas por gente externa a la Iglesia
pero se pod1an desechar como producidas por enemigos) Por todo
esto, la reacc10n frecuente ante las revelaciOnes desagradables es que,
s1 esta es la forma de ser real de la Iglesia, no qmero tener nada que ver
con ella S1 se ha hecho mal uso del dmero, SI se ha mvertJdo mal, (,por
que debo entregarselo a la Igles¡a? S1 las posiciones de la Igle<;Ia en
cuestiOnes complejas, mclmdas las refleJadas en las enCJclicas papales,
representan compromisos entre partes enfrentadas mas que acuerdo
umversal entre los conseJeros a la cabeza de la Iglesia, (,por que voy a
adhenrme a ellas? Silos sacerdotes y religwsas abandonan '>U m miste
no revelando la trustracwn existente en el serviCIO publico de la 1gle
s1a, (,por que debena cualqmera tomar tal serviCIO como vocauon 7
LA TRADICION PAULINA EN COLO ENSES/EFESIOS
TaleobJeciOnes, escuchadas con frecuenCia en la actualidad (y
no <;olo entre catolicos romanos), constituyen una expreswn contem
poranea de un problema que, en otra forma, ya ex1stia en la Iglesia pn
mi tiva Pablo es claro en I Co 1 23 <<Nosotros pred1camoa Cnsto cru
ciflcado, escandalo para los judws y necedad para los gentiles>> El
Cn<>to de Pablo no habna Sido escandalo s1 hubiese s1do presentado
como representante de Dws -;m mezcla humana El Cnsto de Pablo no
habna sido necedad s1 se hubiese mostrado como apanenc1a puramen
te humana de virtudes d1vmas Pero la mezcla de lo d1vmo y lo humano
en cnstolog1a fue motivo de e<>candalo y mofa (,Omen pod1a creer que
el poder de Dws '>e mamfestase en aquel que fue condenado como un
cnmma!? (,Qmen pod1a creer en un salvador que mona en una cruz,
Imagen tan poco apetitosa como la de una pieza de carne que cuelga en
la carmcena cubierta de sangre, suciedad y moscas? Cuando de cnbi
mos la crucifixJon en termmos tan graficos, mcluso los Cnst1anos ac
tuales se 1enten por un momento molestos por la predJcacwn de Pa
blo, m embargo, la cruz o el crucifiJO ha sido durante mucho tiempo
un signo reverencial como para que constituya un escandalo (Donde
esta hoy el escandalo del evangelio? No en Cnsto crucificado smo en
la 1gle Ja (El paralelismo no es perfecto en Jesus m1smo no hubo pe
cado, lo hay en aquellos que constituyen la Iglesia) Cuando se ocultan
los errore, la Iglesia puede no ser motivo de escandalo, sm embargo,
si permitimos que se conozcan las mezqumdades, loabusos de poder,
las msensateces, estafas y demas pecados, el gnto de escandalo y nece
dad que acampana al evangelio de Pablo acogera la proclamacwn del
credo que d1ce <<creo en la santa Iglesia catolica>> Una generacwn que
a mvel pohtico p1de pureza de mtere es y que espera lideres que em
pujen hacia el futuro con un pasado limpiO, quedara defraudada por la
afirmacJon de que el veh1culo del mensaJe salvador de Cnsto es una
Iglesia con personas tan deshonestas Rechazaran la Iglesia como solo
otra orgamzac10n poht1ca y correran tras una <<Causa pura>> No obs
tante, una Iglesia donde la santidad tiene que percibJrse por la fe, pero
en la que los errores son f¡s¡camente VISibles, encarna el m1steno de lo
d1vmo en lo humano, el mismo m1steno que constituyo el ofensivo
evangelio de Pablo La concentracion exclusiva en la antldad (que
puede resultar de leer la carta a los EfesiOs sm el presupuesto de que el
autor se baso en su conoCimiento del corpupaulmo), puede conver
tirse en veh1culo del gnosticismo mas que del evangelio
Un segundo aspecto negativo de esta ecleswlogia se refiere a la
posibilidad de reforma Re-;ulta dificil pensar en reformar una novia
m mancha S1 los miembros de un cuerpo crecen umdos por la fuerza
que v1ene de Dws y son edificados en el amor, (,hay lugar para el crec1
mwnto defectuoso v cancero o, para la enfermedad y p.1ra operac10
lAS IGLESIAS QUE LOS APO'>TOLES NOS Df<JARON
LA TRADICION PAU!INA FN COLOSFN ES/EFESIO'>

nes correctoras? (,como puede ser

(,Permite el esto compatible con
tnunfahsmo Jo que aparece en
mherente a EfesiO'>
Colosenses/Efe 'i, de que Cnsto
'>IOs la existencia de hab¡a santificado y
errores? Para punflcado a la
expresar esta Iglesia, hacwndose
dificultad mas los dos uno? S1 lo
concre tamente, (,no que se afirma en
es esta vJsJOn de la Colosenses/EfesiOs
Iglesia, que aparece es correcto, (,puede
especialmente en existir una Iglesia
Efesios, VISible
log1camente mas esencialmente
consistente con el corrupta? Una res
«alto catoliCismo>>* puesta frecuente de
que encontramos en los protestantes a
las Iglesias del este, esta ob¡ecwn es que,
en el catohc1smo despues de un vaCJo
romano y en el de tiempo , las
anghcamsmo, que Iglesias de la
con la ecleswlogia Reforma se
de la reforma constituyneron en
protestante? K las
Lake, Landmarks verdaderas
93, senala sm rodeos sucesoras de la
Iglesia pnmJtJva e
«los mvestJgadores mmaculada Esta
protestan tes son res-
mas cnticos con la puesta, que puede
ecleswlogia no parecer mcre1ble a
paulma de los catohcos
Colosenses, a la que romanos, mamfies
se adhieren >> S1 Jos ta el poder de la
reformadores ecleswlogia que
acertaron en su te aparece en
IS de que la Iglesia Colosenses/Efesws
romana estaba To dos Jos grupos,
totalmente mcluso Jos que
corrompida, '>I el postulan que existe
estilo de aquella corrupc10n masiva,
Iglesia a la que ellos suponen que en
se opusieron hab1a algun penado la
existido durante Iglesia fue
muchos SI glos, esencialmente pura
Tal vez la Iglesia de de la Iglesia, en b
Jos Santos del termmos de ¡un<> r traves de la palabra
d <<miStJCO>>
Ultimo D1a dJccwn La
(mormones), presentacwn del l mtroduCJda ya en el
constituya el e¡emplo Papa fue t titulo, Iba mas alla
mas extremo en este mayormente o de la B1bha S1 se
caso, puesto que formulada con la hubiera realizado
C
postulan que la Imagen bas1ca de d una encuesta sobre
<<gran apostasla>> Colosenses/Efesws t las 1magenes b1bhcas
tuvo lugar en el a pesar de que ya la o de la Iglesia entre Jos
h
pnmer siglo y que la encKlica, a c
obispoque tomaron
revelacwn dJVma a " parte en el conulio
Jo seph Sm1th m con toda segundad
• L 1 pdldbrd high o la de <<cuerpo de
recobro la Iglesia cathohetsm se llama a" d 78 Como e'obv10 Cnsto>> habna
mcorrupta Id 'cccmn de la Iglesi l<.¡UL hdy otras respuestas
concede m u chd prote'tdnte'mds ganado el pnmer
Esta dificultad Importancia a la '"f"tiLddd'd esta puesto en
bas1ca sobre el autondad de lo'ob"po'y obJeCcion del dlto populandad Sm
empu¡e de 'dccrdotes a Id cdcbr cdtohcismo
tuon '1cr 1ment l embargo la Imagen
Colosenses/Efesws a b1blica que surg1o del
pue de trasladarse al
conCibo no fue
catolicismo romano e
s esta79 La
mediante las
t ecleswlog¡a catolica
reflexiOnes sobre el o romana post-
Vaticano IJ, un
conCiliar dommante
conciliO de l
o es una Imagen
autorreforma, donde
b1blica que en raras
la Iglesia romana rea h ocasiOnes e
hzo desde dentro, e
menciOna ba en los
por deciS!on propia, m
o sermones
parte de lo que Jos
s preconCiliares, la de
reformistas hab an
pueblo de Dws
mtentado desde d
(,Por que) Una
fuera a traves de e
n respuesta
protestas En los
o Importante, aunque
anos ante nares al m parcial, se encuentra
conciliO, la Imagen m
en los dlfe rentes
b1blica de la Iglesia d
d matices de las
que predommaba
o 1magenes del cuerpo
en tre los catohcos
de Cn-.to y del
era la de cuerpo de c
pueblo de Dws La
Cnsto La enc1chca o
n reverenCiada
sobre el Cuer po
santidad del cuerpo
M1stico del Papa I de Cnsto que es la
P10 XII (1943) tuvo d
novia m maculada no
el efecto de
p se presta por si
contradeCir la d misma a ser ob¡eto de
comprenswn l reforma De hecho,
puramente canomca d
la resistenCia catohca de los apostoles Un m que desa pdreetera
pero perd10 su
a las reformas del tercer aspecto preemmencia
Vaticano II se baso negativo es que el 79 No quiero decir 80 Ver mi articulo
con fre cuencia en la enfas1s puesto en la que la Imagen del cuerpo citado en la nota 24
tesis de que tales Iglesia en estas de Cnsto fuese rechazada
cambiOs presupoman ep1stolas atenua la
la existencia de funcwn de las
errores o fallos Iglesias locales
previos en la Igle<aa dentro de la
As1 que, qmza sm ecleswlog1a En el
notar el propiO catoliCismo romano
dmam1smo del esta ten denCia fue
cambw, el concilio tan dommante a lo
faCihto la reforma largo de los siglos
centrandose en la que la teolog1a de la
Imagen de pueblo de Iglesia local constituye
Dws, un pueblo practicamente un
smgular por ser de area nueva 80 Mas
Dws pero del que que hablar de la
tamb1en forman parte Iglesia local,
pecadores, un pueblo tendemos a hablar de
peregnno de cammo una parroqma o
hacia la tierra dwces1s, y a refenr el
prometida, errante a termmo <<Iglesia>> a la
veces, y necesitado entidad umversal sm
de ser recupe rado de calificativo algu no
sus desvws Se S1 preguntamos al
requena esta Imagen creyente catohco de
¡unto a la de cuerpo a p1e donde esta el
de Cnsto para poder centro de su Iglesia,
expresar la tenswn en la mayona de los
existente en casos respondera que
ecleswlogia entre la en <<Roma>> Pero en
santidad y la un sentido muy real,
necesidad constante la Iglesia encuentra
de renovacwn su centro cuando la
Con referencia a comumdad de
los dos ult1mos creyentes celebra la
aspectos negativos liturgia, donde se
posibles de la proclama la pala bra
ecleswlogia de de Dws y se rec1be la
Colosenses/Efesws, eucanstia Sm perder
perm1tidme ser el concepto de la
breve, ya que no Igle Sia, los
tienen tanta relacwn creyentes, cuya
con el tema de la teolog1a e<>ta
superviVenCia de la fundamentalmente
Iglesia tras la muerte configurada
60 LAS IGLESIA'> QUE LOS APOS10!ES NO\ DEJARON
por Colo'>enses/Efesws, necesitan tomar conCienCia de la santidad de
la comumdad local A mvellocal, se necesita urgentemente la umon
de los creyentes
Cuarto, la atencwn exclustva al concepto de tglesta como volun
tad ultima del plan de salvacwn de Dws, reahzado en Cnsto, hace que
se olvide considerar exphCitamente una gran parte del mundo que no
ha Ido aun renovada en Cnsto En esta vtsiOn solo extste la umdad
co'>mica como parte del cuerpo de Cnsto La hostlitdad de los pnnct
pado, poderes y gobernadores de este mundo se reconoce amenaza
doramente (Ef 6 12), pero no existe una cons1deracwn real de aque
llos que pertenecen a este mundo y que no son creyentes pero tampoco
hostJ!es A dectr verdad, es cornente que el NT trate de un tercer mun
do que no esta m en la luz m en las tJmeblas, solo que esto aparece mas
patente en la ecleswlogia de Colosen es/EfesiOs
Para no termmar este capitulo con un tono un tanto negativo, de
seo reafirmar la tremenda fuerza de la ecleswlogta de las cartas a los
Colosense /Efe IOs con sus elementol> de santidad y amor Nmguna
1glesta puede sobrevivir m darles el deb1do enfasts Inevitablemente,
tras la fuerte condena de la tgle ta romana, los reformistas emplearon
la tmagen del cuerpo de Cnsto en las Iglesias reformadas que surgieron
de us protestaLas Iglesias del siglo XVI eran consideradas por sus
segutdores como las autenticas herederas del titulo de novta mmacula
da que Cnsto punflco y santifico Dentro del catohc1smo romano, sera
necesano recuperar la fuerza de la Imagen del cuerpo de Cnsto Des
pues de todo, Israel fue (y para muchos aun es) el pueblo de DIOs Lo
que caractenza a la tglesJa de Cnsto es su relacwn con El y la pecuhar
-,antJdad que surge de esta relacwn
CAPITUL04
La tradición Paulina en Locas y los Hechos:
la Iglesia y el Espíritu
COMO HEMOS INDICADO ANTERIORMENTF (Capitulo 1) el evangeho de
Lucas y los Hecho<; constituyen otro modelo de trad¡c¡on paulma, a pe
sarde que el autor no demue tra conocer laEp1stolas 81 El Pablo de
Lucas es una f¡gura mas moderada que el que e5cnb10 las cartas a lo-,
Galatas y a los ConnttoPara algunoestudiosos, esto es una falsiftca
cwn de Pablo, m embargo, Pablo no fue un caracter monohttco y po
dna extsttr una tendenCia a elecClonar los aspectos mas paCJflcos y be
nevolentede su carrera, espeCialmente despuede que el apo tol
martmzado se hubiera convertido en pilar de la Iglesia (Yo Clemente
5 2 5) 87
Una obra como lo<; Hechos no puede cons1derare paralelo ade
cuado m en su forma m en su contemdo a las pastorales o a las cartas a
los Colosenses y Efe<>JOs, por eo debemos evaluar con prudencia su
contnbucwn a la ecle tologJa postpauhna A diferencia de los autores
de los otros textos, el autor de los Hechos no escnbe un trabaJO sobre
teologta pauhna, smo una htstona en la que Pablo Juega un papel Im
portante como misiOnero testtmomal, no como autondad doctnnal
LoestudiOsos no estan de acuerdo sobre los destmatanos de los He
chos83, una audiencia que puede haber s1do menos e pec1flca que la de
81 Para este punto consultar el acertado JUICIO de Bdfret «Acts >
82 Ver Donfned << Word» pag 71 75
83 P G Muller en Kertelge <<Pdulus» pag !56 201 afirma que las circunstanciaS
del contexto en que Lucas reCibiO la tradiciOn pauhna pudieran ser mas Importantes que
los destmatanos
62 I AS IGLESIAS QUE LOS APO TOLES NODEJARON
IdEp1stoldDe cudlqmer modo podemos trabaJar con Id h1pote IS
de que Lucds se dmg1era a grandes Igle Idgentile 84 de grdn tradicion
dfectddddl menomdirectdmente por Id misiOn de Pdblo
Aunque u emoel nombre de Lucas, hay muchas razonepdrd
creer que el autor no fue un dcompandnte de Pdblo m le conoCio perso
ndlmente8' Qmza m s1qmera los destmatanos hdbndn estddo en con
tdcto directo con el Pdblo h1 tonco Pero tanto para el autor como
probablemente para su audiencia, Pdblo erd und f1gura de gran Impor
tancia en el pldn de DIOpara transmitir la noticia de Cnsto a los gen ti
ley llevdf!a a loconfme-; de id tierra Pablo se hab1a convertido en el
garante de la legitimidad de e as Iglesias gentiles Admitiendo que el
propo 1to del evdngelio de Lucdy de los Hechos pueda ser complejo,
lo Cierto es que Implica la !mea geograficd bas1ca trazada en Hecho-,
1 g, parrafo que constituye el md1ce de contemdos del libro <<ReCibi
re1la fuerza del E pmtu Santo, que vendra sobre vo otro, y serei'>
mis testigos en Jerusalen, en toda Judea y Samana, y hasta los confme
de la tierra>> Los Hechos comienzan en Jerusalen, la accwn se traslada
a trdvede Juded y Sdmdna pard findlizdr en Romd El test1momo de
Jesus, persomf1cado con casi la m1 ma amplitud por Pablo y Pedro, se
extiende de modo emeJante entre JUdiOs y genti!edurante las tres
pnmerds decddas de Id vJdd del cn tiamsmo (de prmCipiOs de los 30 a
pnnupws de los 60) El relato se escnbiO unas decadas mas tardeH6 y
puede ser discutida la precision de la narrauon y hasta que punto las
fuentes estaban directdmente a di po ICIOn del e cntor Pero todae<,
tds cuestiOnes no tienen por que Interesarnos al preguntarnos como el
Evangelio de Lucas y los Hechos ayudaron a los cnstiano-; que los leye
ron a obrevivir trds Id muerte de lodpo tole
84 Algunos estudw;os basandose en el enfasts que Lucas pone en los muchos Judws
que creyeron en Jesus y en la descnpcwn generalmente hbre de bostthdad que hace mcluso
de los Judws no creyentes (por eJemplo Gamahel) han defendtdo que Lucas debto haber
escnto para cnsttanos Judws en su totahdad o en parte No admtten que Lucas descnbc
una sttuacwn cnsttana avanzada en Id que lo;choques con los JUdws ya habtan pasado A
pesar de que no hay enfrentamtento entre Jesus y el JUdatsmo como algunos JUdJOs reco
noctan la sttuaciOn contemporanea segun Lucas se expresa en las ultimas !meas de los He
chos (28 25 28) los JUdtos nunca entenderan sus OJOS estan cerrados la salvacwn de Dws
hd stdo envtada a los genttles Ver mt <<Btrth ofthe Mess1ah» ((iarden Ctty NY Double
day 1977) pag 236 237
85 Recuerdo al lector que no hay nada en el evangeho de Lucas o en los Hechos que
tdenttftque d su autor La tests de que fuera Lucas acompanatlte de Pablo que aparece
menciOnado en Ftlemon 24 Colosenses 4 14 y II Ttmoteo 4 11 es producto de la mves!J
gacwn de fmales del stglo Il Al ser esta tests contradtcha por los mvesttgadores del stglo
XX ello constttuye un problema academtco no rehgwso
86 Comunmente se propone una fecha alrededor de los 80 aunque algunos cnttco
dt,tmgUJdos (Haenchen Conzelmann) se mchnan por el mJCJo del egundo stglo
LA TRADICION PAULINA EN LUCAS Y LOHECHOS 63
En los Hechos se usa el termmo «Igle Id>> para designdr las Igle Id'>
localey ciertamente no e encuentra en este libro el mi ticismo ecle
'>Ial que Impregna Colosen ey EfesioDe cualqmer modo, el autor
hd sido emd!Zddo como el teologo por excelenCia de la Iglesid umca,
santd, cdtolica y dpo tolicd, pues toddy cada und de esa-; Cdrdctensti
cas marcan la vida cnstiand que descnbe El autor diO un auddz y cele
sial pdso al prolongar la h1stond del mm1steno y paswn de Jesuque
Marco(1 1) llamo «el evangelio de JesucnstO>>, no solo repitiendo y
desarrolldndo la histond de Je us, smo anddiendo un segundo libro re
ferente a los pnmeros anos del cnst1amsmo Poma de e-;ta manera al
mismo mvella histond de Id proclamdcion del remo por parte de Jesus
y la de Je us por parte de Pablo y Pedro 87 Esto sigmfica que la buend
nueva o evdngelw 88 no solo se refiere a lo que DIOha hecho en Jesus
mo d lo que El ha hecho en el E pmtu
Este paso e constituyo en una caractenst1ca fundamental en la
ecleswlog1a de Luca, un sentido de contmwdad en el que la Iglesid
esta wt1mamente relacwnada con lo que Je antecedw Pnmero, esta
cidro que los comienzos de la Iglesia estan reldciOnadocon el mismo
Jesus El m1smo Jesus que en la noche de Pascua ascend10 d los cielo
pomendo fm al tercer evangelio (Le 24 'i1), reaparece en la e cena te
rrenal dl comienzo de los Hechos, con lo cual El mismo presenta cidra
mente lo que sigue Este Jesus que se elevo a los uelos ofrece una res
puesta parcidl a la relaciOn exi tente entre el remo y la Iglesia, tema
que ya tratamos segun Mateo y Colosenses (cdpitulo 3) Al preguntar
le si Ibd a remstaurdr el remo en aquel tiempo, Jesus responde que no
es dado a los apostoles el saber la hora, pero que deben dar te t1momo
por todo el mundo Una preguntd esenCial, que obsesiono a los pnme
ros cnstianos, era d'>I respondida de un modo en el que, a pdrtir de en
tonces, IdIglesias mayores pre entanan resistencia contra los secta
nos, a saber, en el eqmhbno cnstiano, ha de prestarse mas atencwn a
dar te timomo de lo que Je uha hecho que a esperdr su vuelta La re
puesta de Jesus no solo exphcd, smo que convierte en esenCial la exi-;
tenCia de la ¡gJe Ia hasta el advemm1ento del Remo89 Tdmbien exphca
el hecho de que Lucas escnbd un libro descnb1endo tal existencia
87 Puede decuse que la tglesta postenor con su orden canomco ha deshecho la la
bor que Lucds mtentaba reahzar pues el Evangeho de Luca;aparece Junto al de Marcos
mtentras los Hechos se presentan mdependtentemente sm relacwn con el evangeho
88 Lucas preftere el verbo evangeltzesthai al nombre evangelwn para refenrse a la
proclamactón de la buena nueva
89 La Verdtere <<CommumtteS>> pag 589 <La mtston de la Iglesta no representa una
reahdad absoluta completamente comprenstble en s1 mtsmd smo relativa a la vtda htston
ca prevta de Jesus y a su vemda futura>
 1>1 1 i\ \ 1( d 1 '>lA\ QUL 1 0\ APO1OLFS NODI::JARON
Pero la contmmdad no oJo depende de Je'>us A pe ar de que el
libro de Lucas reClbiei a el nombre de <<Hechm de JoApo toles>>, eqe
no es un titulo exacto, ya que Lucanunca diO a entender que Pablo
fuera un apostol Sm embdfgo, e te titulo \ubraya el papel de uerto
guia'> concretos de la histona Personas que acampanaron a Je us du
rdnte su mim<>teno publico (los doce, la<. muJeres, u madre y hermd
nos), reaparecen en Jocomienzm de id vida cn<>tiana para asegurar Id
contmmdad de<,eada por Jesu-; Pablo no estaba entre ello, pero reci
bio la mi Ion de JesuRe'> U Citado y mas tarde Pedro y Santiago aprue
ban la rad1cal deCI\Ion miSIOnera de Pdblo de convertir lacomumda
des de gentiles sm ex1g1rlela urcunCJsiOn A'>l, no oJo los pnmero
pa'>O'> de id vidd de Id Iglesia representan una contmmdad con Jesu'>
moque lo<; pdsm postenore, representadopor Pablo, contmuan Jo
pnmero<. pa'>os repre-,entadopor Pedro 0 A<.I como Pedro hace el
mi'>mo tipo de milagros que Je\us, tambien Pablo realiza el mismo t•po
de Jos que Pedro hizo Los ermonede Pedro y Pablo on sensible
mente '>lmJiares, como signo de una contmmdad tanto de memaJe
como de autondad Y para el penado postenor a la de apanciOn de
Pablo, el mismo ha elegido presbitero" en cada Iglesia (Hechos 14 21)
Cu,mdo parte por ultima vez de Id mi<.Ion onental urge a los presbite
ro'> de Efeso <<Tened cu1dado de vo<,otroy de toda la grey (congrega
uon), en mediO de la cual os ha puesto el E pmtu Santo como vigilan
tepdra pastorear la Iglesid de Dio5, que el adqumo con la sangre de
Su propio HIJO>> (20 28) As1 e prevee la contmmdad despue<> de Pa
blo91
Por otra parte, Id contmmdad cubre un mayor espaciO de ttempo
que el que tran curre desde los pre btteros ub-apostolicos hdsta Jesus
( d trdVes de Pedro y Pablo) Jes uy la 1gles1a se mantienen en contmm
dad con toda la trddtciOn de Israel92 Al comentar lds narraciOnes de la
mfanCia de Jesuque hace Lucas (Bmh ofthe Mess1ah 242-243) mdn
tuve que Zacanas, Isabel, Stmeon, Ana on figuras modelada'> en el
AT, que han stdo trasladadas desde Id hi tona de Israel di encuentro
90 K Lonmg en Kertelge <<Paulus> pag 202 234 sendla que Lucas hace a todds la'
autondades de pnnctpws del cnstldmsmo hablar en defensa de la ¡ustJftcauon por la fe y
as1 las <<pduhmza»
91 Aqut los Hechos se aproxtman a las Eptstolas pastorales pero no pucdL encon
trarse en ellos claramente expuesto el tema del deposito de la fe Ma' ,¡un p 1r d los He
chos el de <<contmmdad» es un termmo mas exacto que el de <<Suceswn tpo,tohu > que se
dJUStd mas a las pastorales
92 J A Fttzmyer <<TheGospe/AccordmgtoLuke»(I IX)((,,mfLn( 1ty NY Dou
bleday 1981) pag 9 argumenta que la mtencwn de Lucas fue c'cnhu un 1 contmuaciOn de
la h1stona b1bhca presentando el cnstJam,mo como Id conlmu tuon lo " t y kgttima del
¡udaismo
LA TRADICION PAULINA EN LlJ( AS Y LOS HECHOS
con Je u'> Los personaJe'> que aceptan a Jesus en Lucas 1 y 2 on ]U
dws piado oy todo se hace conforme a Id Ley ( 1 6, 2 22-27, )7,19)
como los pnmerm cn tianos de 1m Hechos e mue tran lleno'> de fe e
el e\ttlo de piedad de hrael (2 46, 1 1, 'i 42) El E'>pmtu de DIO'> que
movio a Jo., profetas de hrael esta mamhestamente activo de moct 0
profettco cuando comienza la hi<,tona de Je\U'> (Lucas 1 1'i 1'i 41 68 8()
2 2'i-27) y cuando comiCnza la de la Igle'>Ia (Hecho<. 1 8,16 2 4 17) L
lined de contmmddd que discurre a travede Isrdel Je<.m, Pedro y Pa
blo es re'>Umida admirablemente por e te mi'>mo 91 en Hechos 24 14
<<En cambio te conhe<,o que segun el Cammo (e'>to es el cammo cnse
nddo por Jesus que <.erv1na de nombre pdrd el movimiento cnst 1a,
no) doy culto di DIOs de mipddre, creo en todo lo que '>e encuen
trden la Ley y esta e'>Lnto en los Profetd'> >>
Ya he menctonado el papel que pdra Lucd'>JUega el E pmtu corn()
conector entre Id profeua de Israel y Id activtdad profetiCa que roded
el nanmtento de Je'>uy po tenormente el de Id Iglesta Ma'> dun, la l<l
rdctCn'>tt ca dtstmtiVd de la ecle IOiogid de Lucas e'> la presencia cchp,
Sdnte de1 Esp1ntu La<> 70 veces que la palabra pneuma, <<E ptntu,
aparece en lo'> Hechos, constituye cast Id qumta parte del total de Uso..,
de tal palabra en el NT94 Se ha sugendo que el egundo libro de Lu,
'"<lS
podna haberse lldmado con mas propiedad Hechodel Espmtu que
Hecho<, de los Apo toles El que Lucd'> omita toda referenCia a Pedro
el gran apo<,tol, postenormente al encuentro de Jerusalen en Hechos
1 'i y el que nunca hable de su vida postenor o de '>U muerte ha extra
nado a muchos lncluo madesconcertante eel fmal de los Hecho
ltuddo en la llegdda de Pablo a Romd, m ultenores referennas a su
carrera o muerte (La deduccton eqmvocada de que el libro pudo hd
ber '>Ido escnto e tando Pablo aun con vida provtene de no perc 1b 1r el
paralelismo con el tratamiento de Pedro) Luca<, no tiene mngun mte
reen estohombres como talehombres, smo en ellocomo vehtcu
lo-, del Espmtu, dando testtmomo de Cn to en Jerusalen, Judea, Sa
mana y los confmes de la tierra Es el E pmtu el protdgom ta
93 Obvtamente la 1magen de Pablo estd dqm temda por el modo de pensar de Lucas
Pablo en la carta a los Galatds hace un contraste dpocahpttco entre mdld1uon y pecado
antes de Cnsto y gracia y adopc10n despues de El El Pablo de Romanos 9 11 es el que ha
bla en un lengua¡e mas Slmtlar al de la contmmdad Tales dtferenCJas en Pablo me mducen
a pensar que Lucas ha stmphftcado selectivamente dspectos genumos del Pablo histonco
No estoy totalmente de acuerdo con la armomosa vis!On de F F Bruce «<s the Paul of Acts
the Real Paul?» Bulletm John Rylands L1brary 58 (1976) 283 305 pero sus puntos de v1std
mas vahdos evitan crear una gneta demastado profunda entre las dos facetas de Pablo
94 Ver m1 articulo <<Dtverse Use' of the Spmt m the New Testarnent» Worsh1p 7
(n °3 Mayo 1983) pag 225 36
 LAS IGLESIAS QUE LOS APOSTOLENO m Ji\ RON
66
En los dm conJuntos de escntos post-paulinos con'>Idcrado<> hasta
ahora, se atnbuye al Espmtu Santo un papel ecleswlogtco relativa
mente e ca o Entre las 1ete menciones de pneuma (Espmtu) que
aparecen en laPastorales 9 ', encontramos referencias a la regenera
cion por el E pmtu en el Baut1 mo (T1to 3 5) y a la conhanza en la con
servac10n de la verdad con la ayuda del Espmtu que habtta en los cre
yente(II Ttm 1 14), ambas son 1deas habituales y tradKIOnales en el
cnqtantsmo La referencia al E pmtu que realmente mterea en la
ecleswlogia de la'> Pastorales se encuentra en 11 T1moteo 1 6 7 donde
<<Pablo» recuerda a Ttmoteo «que reaviveel can<>ma de Dtm que
c ta en t1 por la tmposJcton de m1s mano'> Porque no nos d10 el Senor
a nosotro'> un espmtu de timtdez, smo de fortaleza, de candad y de
templanza» (vease tambten 1 T1m 4 14) Al tocarle a Ttmoteo el turno
de tmponer la'> manod otro(ITtm 5 2), el don del Espmtu '>e vmcula
a la mi'>IOn, de manera que el Espmtu capauta al comi'>Hmado pard
realizar la tarea dSignada Un E<>pmtu vmculado de estd manera al car
go, dtftcllmente puede ser menctonddO con frecuencia, pue'> e com1
dera que el Espmtu esta actuando cuando se e ta realizando la tared%
Catorce vece<; dparece la palabra pneumd en la cartd d lm. Efc<>IO
pero olo dm en la de los Colosenses La mayona de los usm no e re
fieren directamente a ecleswlogia,97 aunque volvemos a encontrar la
tradicJon cnsttand habttudl sobre Id recepCion del Espmtu en el Bau
t1 mo (« ellando» a lobautizadoen Ef 1 13 4 30) Pero no e-,ta claro
el papel del Espmtu en relacton al concepto dommantc de la tglc'>Ia
como el cuerpo de Cnsto En Colosenses, no e menciOna al E'>pmtu
en relaoon a e to, y aunque Efestm 4 4 habla de <<un solo cuerpo y un
-,olo espmtu>>, no se exphca la mterrelacwn Ambas Cdrtaguarddn
sorprendentemente stlencw sobre el papel del E'>pmtu como fuerza
vivificadora del cuerpo, ya que Cnsto, la cabeza, ttene dicho papcJ9K
95 Las menciOnes no ecle&IO!og¡cas mcluyen referenCias a la Resurrecc10n de Cnsto
(1 T1m 3 16) y a la profec1a (1 T1m 4 1)
96 Lucas en lo' Hechm mue&tra conocer los cargos de la 1gles.a y de los apo,toles
pero no vmcula al Espmtu a tales cargos Lo máx1mo que puede dec1r>e es que en los He
chos el Espmtu solo se da cuando los Doce estan pre entes o cuando aparece en la e&ccna
un m1embro delegado de los Doce> o cuando Lucas perCibe una <lgleSld orgamzdda baJO
Id d•recc¡on del espmtu (F1tzmaycr Luke> [nota 92 dntenor] pag 211 256 c1tando en
el ult1mo eJemplo a Kdsemann)
97 Se menc1ond el Espmtu en peticiOnes oraciOne& y formulas cn,t1anas e'tereott
pddds (Col 1 8 2 5 Ef 1 17 2 18 22 3 16 4 3 23 5 18 16 17 18) Se habla tdmb1en del
E&pmtu de profec1a (Ef 3 5) y del espmtu mahgno (Ef 2 2)
98 Este punto se tratd correctamente en Jos art1culos alemane''obre Cn,to y el E&
pmtu en Efe•ws (R Schnackenburg) y en Colosen•es (E Schwuzcr) en el hbro <Chnst
1nd Spmt m the New 7estament» ed B Lmdar& and S S Smalley ( C F D Mou le Fests
chnft CambndgeUmv 1973)pag 279 96y297 313 Esmtere,dntecompardrl1Cor3 18
LA TRADICION PAULINA EN LUCAS Y LOS HECHOS 67
Cnsto y el Espmtu estan estrechamente relaciOnados en el pensa
miento del NT y alh donde se remarca a un Cnsto que contmua activo
y permanente, hay frecuentemente un enfasi'> mayor sobre la actividad
del Espmtu99 La Igle Ia de Colosenses y Efesios no solo pertenece a
e'>td tierra, alcanza tamb1en al cielo, el remo del Cnsto resuCitado
En Lucas y los Hechos, por el contrano, Jesucnsto asCiende al
ctelo mientrdlos que creen en El permdnecen en la tierra Estm <>on
desalentados de mirar ansiosamente a los Cielos (Hechos 1 11 ), yd que
el don del Espmtu es precisamente ocupar el lugar de Cnsto en la tie
rra 1011 La ImportanCia que por cons1gmente se atnbuye al espmtu en
la h1stona de la Iglesia es exclustva de los Hechos en el NT101 El autor
no expre'>a con dandad st con Iderd al E<>pmtu como a und persona,
pero no puede dudarse de su fuerza Ld e cena cruual del Penteco'>tes
102
utthza Id Imdgen del viento para representar el Espmtu de 010s , al
Igual que en la creaciOn, cuando el Espmtu se mov1a por encima de las
agua(Gen 1 2), y la tmagen del DIOs de la tormenta que bdJd al Monte
Smat a pactdr una ahanza que convierte a Israel en su pueblo (Ex
19 16 y s1g ) En loultimos d1as de la v1da de Cnsto en la tierra, se pro
duce un nuevo acto credtivo de DIOs, que concuerda con la pnmera
creaciOn, Jerusalen reemplaza al Sma1 como lugar de la Nueva Alian
za que alcanzdrd d todos los hombres 101 Y as1, se escucha un rmdo se
Mas todm, nosotros que con el rostro descub1erto refleJamos como en un espeJO la glona
del Senor nos vamos tran,formando en esa m1sma 1magen cada vez mas glonosa as1 es
como actua el Senor que es Esp1ntu> con Col2 19 «la cabeza de la cual todo el cuerpo
por mediO de Junturas y ligamentos rec1be nutncwn y cohe 10n para reahzar su creCI
m1ento en D•o' >
99 C F D Moule < Jcsus of Nazareth and the Church s Lord » en D1e M1tte des
Neuen Testdments ed U Lzand H Weder (E Schwe1zer Festschnft Gottmgen Van
denhoeck and Ruprecht 1983) 176 86 es un tratamiento fascmante de este problema Al
guna,d1stors10nes contemporaneas de este tema tienden a traduCir al Jesus permanente en
la presencia del Espmtu con lo cual Jesus 'e convierte umcamente en una f1gura del pasa
do
100 El evangeho de Lucas esta mflmdo por el evangeho smopUco rec1b1do de Mar
cos donde la descnpc10n de la h1stona de Jesus concluye con su muerte y resurrecc1on De
este modo Lucas se aparta de la trad!clOn pauhna pues tanto la• ep1stolas post pauhnas
como las cartas autenttcamente de Pablo no d1cen nada del mm1steno terreno de Jesus
prev1o a su cruc1f1x10n y resurrecc1on
101 No mtento tratar todos y cada uno de los aspecto& de la obra del Espmtu refleJa
dos en los Hechos smo la• contnbuc10nes ecles•ales mas Importantes Ver E Haenchen
<The Acts of the Apostles» (Oxford Blackwell 1971) pag 92 93 y Fltzmyer <<Luke>
(nota 92) pag 1 227 31
102 Tanto en hebreo como en gnego se usa la m•sma palabra para dec1r <<VIento» o
< espmtu>
103 Sabemos que en tiempos de Jesus Id fiesta de Pentecostes conmemoraba Id en
trega de la Ahanza a M01ses en el Smm Los esemos que nos legaron los rollos del Mar
Muerto ehg1eron esta fiesta para la adm &lon de nuevos miembros en su comumdad
68 LAS IGLESIAS QUE LOS APOSTOLES NOS DEJARON
me¡ante a un fuerte v1ento mientras se d1stnbuyen las lenguas de fuego
que llenan del E pmtu Santo a los que van a proclamar la Nueva
Alianza (Hechos 2 14-17)
Hasta e te momento despues de la resurreccwn, b1en fuera por su
falta de entendimiento o de valentJa, los apostoles no hab1an procla
mado pubhcamente lo que Dwhab1a hecho en Jesus y a traves de El
El pnmer pao para convertir el segmm1ento a Je us en un movimiento
misionero se atnbuye en los Hechoal Espmtu con el que lo-; aposta
les fueron bautizados y dados poderes para hablar (Hechos 1 5-8,
2 33, 4 8,31) La recepc10n del Espmtu senalaba la entrada en el gru
po de los creyentes atra1dos por la predJcdcJon (2 38, 8 15-17, 9 17,
15 8, 19 5-6) El Espmtu dmg1a a lm misioneros hacia los lugares de
evangehzacwn (8 29,39) En particular, dmg10 a Pedro a la casa de
Corneho y gu10 detalladamente la admtston y bautt mo de los pnme
ros gentiles (lO 38,44-47, 11 12,15) El Espmtu d10 1mpetu a Bernabe
y a Pablo para salir a una miSJOn que convertma comumdades enteras
de gentiles (13 2,4) Una de las deciSIOnes bas1cas en la h1stona de los
pnmeros cnst1anos fue el acuerdo de Pablo, Pedro y Sanhago de adm1
t1r gentlleen la comumdad sm ex1g1r le CJrcuncision Lo cual se expre
so diciendo <<Que hemodeCJdJdo el E-;pmtu Santo y nosotros no Im
poneros macargas que estas Imprescmdtbles>> (15 28) El Espmtu
evito a Pablo dar un rodeo que habna retra ado la 1mplantacwn del
cnsttamsmo en Europa (16 6 7) La deciSion de Pablo de 1r a Roma es
una determmacwn tomada en el Espmtu (19 21) y cuando se de<>p1de
de Asia, el Espmtu Santo ha temdo la providenCia de hacer presbite
ros que cuiden de la grey (20 28) As1, todo paso esenCial en la h1stona
de la evangehzac10n desde sus ongenes en Jerusalen a lo-; confme-; de
la t1erra, es dmg1do por el Espmtu, cuya presenCia resulta obvta en los
grandes momentos en que los agentes humanos habnan dudado o ele
gido erroneamente sm su ayuda
ASPFCTO<; POSI riVOS Y ASPFCTO<; NEGATIVOS
Me he centrado en dos factores dommantes de la eclesilogia de lo
Hechola contmwdad de-;de Israel a Pedro y Pablo a traves de Jesus
y Id mtervencwn del Espmtu Sdnto en los momentos eructa!e-; Ambos
a-;pectos habnan s1do de gran ayuda para capacitar a la Iglesia o Igle
JdS que leyeron el evangelio de Lucas y los Hechos a obrev1vJr una
vez que los apostole-; muneron De hecho, como ya md1quc lamuer
tes de Pedro y Pablo no merecieron menc10n alguna en loe cntos de
l uca-; La culmmacwn de la carrera de Pedro en lo1 kdw llega
LA TRADICION PAULINA EN LUCA<; Y LOS HECHOS 69
cuando confirma el m1msteno de Pablo de hbre cJrcunciSion para los
gentiles (Hechos 15), Pablo pronunua '>U d1 curso de despedida a los
presbiteros-obJspos de Efeso, tran mJtJendoles el cuidado de la grey
puesto que no le veran mas (Hechos 20 25,28) La suces10n en wntJ
nmdad mue tra un plan meticuloso de Dws, que tiende a la v1ctona fi
nal del cnshant'>mO en toda la tierra Los su¡etos JUegan el papel que se
les as1gna, pero cuando mueren despues de haber cumplido su papel,
confirman a loOJOde la te que ee m1 mo plan divmo cuidara del fu
turo como e cmdo del pa ado
Lucas ha mtroduCJdo en su esbozo de la contmmdad preparada
por Dto, algunos elementos que enorgullecenan a los cnstlanos gen
tiles En un mundo donde muchos grecorromanos despreCiaban las re
hgwnes onentales, tachandolas de sectas super<>hcwsa<>, era Importan
te para locnstianos saber que su rehgwn tema una ascendenCia dJs
tmgmda Lucas se dew1a del relato para menciOnar emperadores y go
bernantes romanos en relacwn al nacimiento de Jesus y al comienzo de
su m1msteno (Lucas 2 1-2, 3 1-2) Tamb1en c1ta a los oficiales romanos
en relacwn a los viaJes de Pablo, espeCialmente el viaJe a Roma con
objeto de la apelac10n al emperador (Hechos 13 7, 18 12,23 26,25 1-
2,12) Creer en Cnsto es una rehgwn que afecta a las figuras pohticas
del gran mundo, aqunque solo sea md1rectamente Esta rehgwn cm
pezo en Jerusalen, pero el plan de Dws la dmge hacia Roma, y elim
peno es su destmo Un pasado sigmficahvo ayuda a confiar en el futu
ro, y Lucas doto al cnstiamsmo de una h1stona que lo hiciera confiado
en este sentido S1 Pablo dice en Jos Hecho-; que es <<cmdadano de una
cmdad muy Importante», los cnstianoque los leyeron pudieron Igual
mente preciarse de adhenre a una rehgwn Importante
En el mtento de asegurar la supervivencia de las Iglesias vmcula
da<; a Lucas, mas Importante aun habna sido el retrato de un Espmtu
Santo que mterv1ene en los momentos cruCiales en los que hasta los li
deres requenan de su ayuda La Idea de que lo-; dmgentes cn<>tJanos
por SI m1smos no habnan sabido que pasos dar s1 no hubiese sido por
la ayuda dramatlca (e mcluso entrometida) del Espmtu, relatiVIza la
Importancia de la generacwn apostohca Pedro y Pablo fueron mstru
mentos del Espmtu, rero tambien se facilitara otros InStrumentos El
E pmtu que llevo la fe a logenhley conduJo a Pablo a Roma, C'> el
que permanecera y ayudara a la Iglesia en momentode necesidad
Para la autocomprenswn de lm cnstianos, la Idea de que el Espmtu
nunca abandonara a la Iglesia, ha s1do Importante a trave-; de los siglos
Cuando los cnst1anos han cometido errarey estupideces que pare
Cido amenazar su supervivencia, 1 cuantds veces han exclamado <<gra
Cias a Dws que el E pmtu no1m pulsa adelante a pe<>ar de los dmgen
70 LAS IGLESIAS QUE LOS APOSTOLES NOS DEJARON
tes de nuestra Iglesia»' Una y otra vez en la historia de la 1gles1a, la fe
cristiana ha descubierto al Espmtu gmandola, cuando ha ocurrido
algo maravillosamente mesperado La magmfica mtmcwn de los He
chos de que el Espmtu mfluye en la h1stona de Id Iglesia ha sido un le
gado que ha perdurado en el autoanalis1s cristiano desde entonces
(,Cuales son los pos1bles aspectos negativos de la contnbucwn de
Lucas a la ecleswlog¡a? En los Hechos se nos ofrece una 1magen tnun
fa! Todos los contratiempos son temporales y rap1damente se trans
forman en positivos dentro de un movimiento cnst1ano que esta cre
ciendo constantemente, tanto en numero (2 41,4 4, 6 1-7, 8 12) como
en extenswn geograf1ca (1 8) 104 Al acabar de leer los Hechos, el lector
podna conclmr log1camente que poco tiempo despues todo el mundo
se hana CriStiano, como afirmaba Pablo confiadamente <<Sabed,
pues, que esta salvacwn de Dws ha s1do enviada a los gentiles, ellos SI
que lo mran>> (28 28) El plan de contmmdad que se presenta en Lucas
y en los Hechos se orienta haCia el crecimiento y mejora, no prepara
para derrotas y perdidas Irrecuperables Una ecleswlog1a de este tipo,
tomada aisladamente, dejara perplejos a los cnstianos cuando vean
que sus mstJtucwnes comienzan a cerrarse, y que sus Iglesias son aban
donadas por escasez de miembros y cuando su numero globdl en el
mundo empieza a decrecer Por ejemplo, en America, el catoliCismo
romano se preciaba de las Cifras siempre en ascenso que se recog1an
anualmente en el <<Catholic D1rectory> A fmales de los 70, como con
secuencia de que el aumento comenzo a titubear, frecuentemente sur
gw la pregunta de SI la Iglesia estaba acabada
Incluso es fascmante ver como a lo largo de la h1stona de la
1gles1d se han explicado los fallos cristianos sobre el pnnc1p10 de que
la Iglesia no puede fallar La perd1da de 1m portantes regiOnes cnstJanas
del nor te de Africa y Onente Prox1mo en favor del Islam, rec1b10
explicacwn mediante algo denommado eqmlibno d1vmo Al tiempo
que Dws es taba qmtando estas zonas a la Iglesia, le estaba dando el
Norte de Eu ropa, donde lomiSioneros convertJan al cristJamsmo a
tnbus germa nas y escandmavas SI Dws pnvaba de media Europa a la
Iglesld cato lica romana a traves de la Reforma, los catolicos se
consolaban con la
1dea de que El les habla dado un numero supenor de creyentes en
104 Incluso el retraso en la segunda vemda suve para proporCiondr 1 los hombres
de Israel>> una oportumdad de convertuse (3 17 20) La umca derrotd 1p 1rcntcmente def1
ml!va es la profetizada por Isa1as que Israel nunca en tendera o acoger 1 l1 p tl1hr d de Dws
sobre Jesus (28 25 26) Algunos estudiosos modernos desdramati/dri mmdmo ese JUICIO
considerando que no es armomoso con el tono benevolente dL luc " 1 lo ltrgo del esenio
(ver nota 84) Pero en el comienzo del evangelio de Luca(2 14) 'l tlutud tlt profec1a de
que Jesus send causa de tropiezo para muchos en Israel
LA TRADICION PAULINA EN LUCAS Y LOS HECHOS 71
America Central y del Sur Tamb1en los protestantes tuvieron una for
ma de optimismo historico las colomas dmericanas constJtman una
nueva Tierra de PromiSion donde la cristiandad corrompida de Roma
no sena tolerada y florecena una cristiandad pura y reformada El mo
vimiento miSionero protestante que surg10 en el siglo XIX en America
e Inglaterra acaban a dmgiendose fmalmente al triunfo de la cnstian
dad b1blica
Hoy en dJa, es obvio pdra nosotros que ex1 te un elemento de ma
mpulacwn historica en todds estas explicdCiones y suenos, pero, bien
fuera consciente o mconsCientemente, estaban mflmdos por el progra
ma de converswn del mundo bosquejado en Hechos 1 8 La olucwn
no es rechazdr los Hechos, a pesar de la contmua tentaciOn de meJordr
el canon, smo que mas bien, la totdlidad del canon ha de ser tomddd en
seno para que el triunfalismo de Jos Hechos no se convierta en un ro
mantiCismo Imposible en los tiempos de descenso numerico de los cns
tlanos El AT tambien esta en el canon y nos cuenta como el pueblo de
Dws de cendw de doce tribus duna sola, como lds mstJtucwnes reli
giOsas pasdron (monarqma, sacerdocio, culto sacnficial), y como b
rae!aprend10 mas sobre Dws en las cemzds del Templo, cuando Jos ba
b1lomos lo de<;truyeron, que en el penodo floreciente de ese mismo
Templo en tiempos de Salomon S1 se s1tua la larga h1stona de la mo
narqma que aparece en el DeuteronomiO Junto a la brevedad del mo
vimiento cnstidno en los Hechos, los lectores de la Biblia comprende
ran que el mensaJe de Dws d su pueblo no es una promesa mcondicio
ndl de crecimiento numerico y extenswn a los confmes de la tierra
Un pehgro similar de tnunfalismo, rodea el papel del Espmtu en
u mtervencwn en los Hechos Es esenCial di cnstiamsmo la creencid
en la mtervencwn del Espmtu en la h1stona y en las cns1s de id 1glesJa,
as1 como que algunds 1mportantes dec1s1ones fueron tomadas con su
dyuda, a menudo en contrd de la opmwn de Jodmgentes Pero, una
vez que esto esta claro, (,podemos asegurar que el Espmtu Santo siem
pre vendra en nuestro rescate? (,No conduce la 1magen que se da en los
Hechos fac1lmente a un concepto deux ex machma del Espmtu? (,Nos
ha dado realmente Dws un cheque en blanco, con la certeza de que en
todo momento esencial el Espmtu nos sacara del atolladero? En Ap
3 20, Jesus d1ce <<Mira que estoy a la puerta y llamo, si alguno oye m1
voz y me abre la puerta, entrare en su casa y cenare con el y el conmi
go» (,No es cierto que en ciertas ocasiOnes en la h1stona de la Iglesid
nad1e ha ab1erto la puertd y la oportumdad de responder d Cn<;to no
volv10 a presentarse?
Dos eJemplos pueden 1lu trdr los aspectos positivos y negdtivos de
una ecleswlog1d en la que la mtervencwn del Espmtu Juega un pdpel
72
lAS IGl ES!AS QUE l O'i APOSTOLE'i NOS DEJARON
Importante El pnmer eJemplo se refiere a la h1stona del ecumemsmo
en nuestro s1glo Este era un mov1m1ento protestante cuyoongene
e encontrabdn en vanas orgamzdciones, que al fund1r e, d1eron on
gen al Congreso Mund1al de laIgleswSu crec1m1ento estuvo mflm do
por vanos fdctores do<; grandes guerra, los efectodesmtegrado res
del eculansmo, lds necesJdddes de lds misione<,, etc Incluso las
¡gJe JdS ortodoxa-. comenzaron a mteresarse, y fmdlmente, Id oposJ
CJOn catohca romana ma'i reca!CJtrdnte d10 marcha atraen el Vdtlcdno
11 Consecuentemente olo en la decdda de lm 70 se logro mas en fd
vor del d1alogo frdterno entre cnst1anos de muchas ¡gle'>Jds que en lo
450 años precedentes, desde la confe 10n de Aug burgo Locnstla
nos a dura<; penas pueden ser con 1deradm romanticos, cuando p1en
san que fue el E pmtu creador el que d10 a la¡gJesJas und oportumddd
que m esperdban m pud1eron haber planeado Pero, (,hemode con
clmr entonces que el E pmtu llevara a fehz termmo e td tarea? S1 en
lados proximadecada'i lds Igle Jas no aprovechan la oportumddd, s1
no se cons1gue und umon entre la-. ¡gJesJas 1mportantes como un s1gno
de lo que puede er posible, y s1, consecuentemente el cnst1amsmo
entra en el tercer milemo, mucho mas dividida de lo que entro en el se
gundo101 (,no es pm1ble, mas aun, probable que la oportumddd no
vuelva a presentarse nuncd mas? El Espmtu orprende cas1 por deflm
CJOn, pero a veces, la sorpresa puede -.er que deJe que el pueblo de
D10pague el prec10 de us errores La histond del AT hdce esta -.ope
chd probdble
Un segundo eJemplo de la complejidad del papel d Jgnado di Es
pmtu, puede serv1r para fmahzar nue tro estudiO de la'i tres formad1
ferentes de eclesJOlogJd paulma, yd que se refiere a latres El VdtJca
no II comtltuyo, pard los Cdtohcos romano<;, cas1 un alarde de d1feren
tes eclesJOlogws en tenswn Ante<, del conCJho, Roma env10 a lopar
ticlpdntes documentos prev1os objeto de dJ cusJOn El Santo Ofic1o en
concreto, del cual el m1smo Papd era prefecto, mfluyo decJ'ilVdmente
en la forma del documento que tratana sobre las Escnturas !ds Dos
Fuentes de la Revelac10n E te documento prev10 era extremadamen
te negat1vo con respecto a la teologia moderna y la mvestlgaCJon bibh
ca, dpoyando <;us reservas con referenCiad la hereJld modermsta de
pnnCJpws de 1glo En un sent1do, puede considerdrse esto como und
aphcacwn de la eclesJOlogia de las cartas pastordles presbitero<, y
obispos ensenando oficialmente, en contra de la fabd doctnnd y de
aquellos «answ os de novedades>>, una eclesJO!ogJd en la que el mag1 -
105 Merece la pena recordar que en el ano 1000 el cnsttam,mo no estaba dtvtdtdo
con la excepcwn de las relativamente pequends tglestas monoft,tstdS Hemm malgastado
m ti dnos deshactendo la untdad cnsttdna
LA TRADICION PAULINA EN 1 UCAS Y LOS HE( HOS 73
ten o es confirmado por el Espmtu en Id 1mposJcJon de manos Una so
Iemne mvocacwn al Espmtu abno el Conc1ho, puesto que con todd se
gundad se esperaba la mtervenc10n del Espmtu en un Concilw en que
Iddec1swnepodnan tener un 1mpacto enorme en los Cdtohcos y, d
traves de ellos, en loprotestante<; Esto podna ser con 1derado como
una apllcaCJon de la ecles10log¡a de loHecho, donde Id deCJsiOn del
Conc1!10 de Jeru<;d!en llevd como prefdcw <<Que hemos dec1d1do el
Espmtu Santo y nosotros » (15 28) Como mencwne antenormente,
en el cap1 tulo 3, la 1magen b1bhca pnnc1pal conoc1da por los Padres
Conc1 hares y la que se podna esperar que gu1ara fuertemente su d1scu
s1on sobre la Iglesia, erd la de Cuerpo de Cnsto, denvadd de la ecle JO
Iog¡a de Colo enses y Efes1os
i Que pd'iO cuando estas tres eclesJOlogJas entrdron en Juego en el
ConCJ!Jo? LoPddres ConCJhdres rechazaron resueltamente el docu
mento prehmmar que se les hdbld envJddo, el cudl reflepba el mag1ste
no ofJcJdl del Sdnto Ohc10 Algunos maestros de la lglesJd, durdnte el
ConCJho 1mpugndbdn d otromaestros de la Iglesia sobre el sentido
m1smo de las Escnturds Maestros dotddos del Espmtu de las Pastora
les, estaban en desdcuerdo entre s1, y el Espmtu Impetuoso de los He
chos dmg10 d Id mdyond d correg1r el mdgJsteno ofiCial dommdnte en
Roma antes del ConCJho En lds dJscus¡one<;, la 1magen del cuerpo de
Cnsto de Colo enses y Efe'iJO, fue gradualmente ddndo paso a la de
pueblo de D10pdrd fac1htar Id autorreforma de la novJd mmdculddd
En otras palabras, los tres elementos de Id eclesJOlogJa post-pauhna
funcJOndron en tens10n
Despue<; del ConciliO, en el que la mtervencwn orprendente del
Espmtu pdrecJO predommar, e encargo a los admJmstrddorede Id
IgleSJd que llevasen a efecto las reforma, y as1, la ede'ilolog¡a de las
Pd tordles volvw a desempenar el papel pnnc1pal En dlgunoca<;m las
reformallevaron a exce'iO'i por cuanto algunos de dentro de Id
Iglesia exageraron los camb1os, con lo cudl el re ultddo fmal de la ac
CJon del Espmtu en el Concilio fue tdn orprendente como la m1sma
dCCJOn En el cap1tulo 3 antiCipe como fmalmente la IglesJd Cdtohcd
Romana cansada del desorden mterno y de la dutocntlca dJVJsona,
tendnd ue redeswbnr Id ab oluta Importanua de la 1magen de Cuer
pode Cn<;to pard pre ervar el -.ent1do de la santidad de la Jgle Jd que
v1ene de Cnsto y que va mas alla de la condJCJOn de sus mJCmbros Esto
qmere deCir que la tens10n entre los elementos ecleswlogJCos e ta cam
bJ,mdo trdS el Conc1ho, como convJCne a las necesidades de la Jgle Jd
Solo en este fluJo camb1ante, dmd yo, pueden los d pecto-. poslt1vos y
negat1vos de las ecleswlogias de la tradJCJOn pauhna entrdr en Juego y
trabdJar por Id meJOrd de la ¡gJe<;Ja
 CAPITULO S

La tradición Petrina en la 1 Pedro:

la Iglesia como Pueblo de Dios
UNA VEZ ESTUDIADA LA TRADICION PAULINA, volvamos a la primera
carta de Pedro, que tiene estrechas relaciones con el pensamiento pau
lino106. He explicado en otro sitio por qué estoy de acuerdo con los es
tudiosos que sostienen que esta carta fué escrita desde Roma por un
apóstol de Pedro, probablemente hacia los años ochenta o noventa 107.
(Por lo tanto, puede haber sido contemporánea de algunos otros escri
tos paulinos que hemos estado considerando). El significativo parale
lismo entre la 1 Pedro y la Carta de Pablo a los romanos puede expli
carse por el hecho de que Pablo intentaba hacer su teología aceptable
para la comunidad Cristiana de Roma. Aquella iglesia estaba fuerte
mente vinculada a sus orígenes judíos y más cercana a la iniciativa mi
sionera de Santiago y Pedro que a la misión de Pablo 108 . Al ser la carta
a los romanos más moderada con respecto a la utilidad del judaísmo

106 Estas relaciOnes son reconoCidas ampliamente, pero Koester, <<Introductwn tu

the New Testament» (Phtladelphta· Fortress, 1982) pág 2 292, va demastado leJOS al con
stderar la I Pedro, JUnto a las cartas post-pauhnas, como parte de la transformación de la
teologta paulma en doctnna ecles¡ástlca
107 Ver Brown, Antwch pág 128-30 Una presentactón equthbrada de estas tests es
la dada por E Best, I Peter(NewCentury Btble, Greenwood, SC Atttc, 1971) y por J M
Elhot, A Home for the Homeless (Phtladelphta Fotress, 1981) pág 270-95
108 En Antwch pág 1-9, y en <<Not Jewtsh Chnstlamty and Gentlle Chmtlamty but
Types ofJewtsh/Gentlle Chnstlamty>>, CBQ 45 (1983) 74-79, propongo al menos cuatro ti
pos dtferentes de mtswnes JUdeocnstlanas a los gentiles. Dos de ellas habtan stdo mas con
servadoras que Pablo al hacer a los converttdos gentiles mantener algunos aspectos del JU
datsmo AsociO a Pedro y Santiago con una mtstón que no mststlo en la ctrcunctstón, pero
st en la observactón de ctertas costumbres JUdatcas y características del culto

76 LAS IGLESIAS QUE LOS APO TOLES NOS DEJARON
que algundde las pnmeras cdrtas pauiinas, Pablo pudo hdberse gana
do la aceptdciOn en la capitdl del1mpeno y su martiriO en dquellugar
habna santificado su memona Pdra fmales del siglo pnmero, en una
cdrta de la Iglesia de Roma a Connto (1 Clemente 5 2-5), Pedro y Pa
blo se han convertido en pilares de la Igle Ia El m1smo orden de los
nombres, con Pedro pnmero, se mdntiene en los pnmeros documen
tos sobre Id h1stona de la Iglesia relaciOnados con Roma, esto mdicd
que la aportac10n pauiina es ahord filtrada por el pnsmd de la cnstian
dad pctnnd El aspecto pnnCipal de Id ecleswlogia de la I Pedro es di
ferente de los de las tres ecleswlogias postpauiinas que hemos analiza
do en los capitulas antenores, por su ms1stente de cnpciOn de la Igle
Sld sobre el trasfondo de Israel, una diferencia coherente con Id 1ma
gen de Id cn t1andad romand que he esbozado
Ld pnmerd de Pedro se dmgc (1 1) <<d loque v1ven como extrdn
Jeros en la Disper'>IOn en el Ponto, GalaCJd, CapadoCJa, Asia y Biti
md, elegidos>> Por el contemdo de Id carta se deduce que se dmge d
gentiles convertidos al cnstiam mo e msmud que la converswn hdbia
temdo lugar unos dnm dntcs No esta clard el ared exacta de Asia Me
nor en que vivJan, pues no sabemos si los nombres se refieren a regiO
ncs o provmcids, pero es probable que Id mdyor parte del arca e sitUd
ra al norte de los limites de la misiOn de Pablo Tres de los cmco nom
bres (CapadocJa, Ponto y As1a), se encuentran en la IIstd en Hechos
2 9, una IIstd que puede descnbu Id d!spersion de Jos cn tianos deJe
rusdlen, de esta mdnera, el arca habnd s1do evangelizada por misione
rolea)e<; d Santiago y Pedro (Pablo siempre se resJstiO a constrUir don
de otro hombre hab1a fundado 1 Proh1b10 el E pwtu Santo a Pablo
predicar en Asid y Bitlnid (Hechos 16 6 7) porque los misioneros de
Jerusdlen yd estaban aJh?) Esto exphcana por que desde Roma e d1
ngen d e td zona en nombre de Pedro, yd que posiblemente Pedro es
tdbd mas directdmente vmculado con id fdcetd gentil de la misJon de
Jerusdlen 109 Roma, lugar de la muerte de Pedro, se consideraba al pa
recer, re'>pon able de la contmmdad de esa m1 10n 110
¿Que se decid d los gentiles del norte de Asid Menor por mediO de
e'>td edrta de de Roma l El pnmer cdpitulo ofreced modo de recuerdo
109 La Ep1stola que se asigna a Santiago (1 1) se dmge <<a las doce tnbus en la D1s
pen,JOn> una duecciOn que sugiere que para ]os ]Ud lOS fuera de ralestma e] nombre de
Santiago estaba asociado con la mision de Jerusalen (ver tamb1en lfechos 21 20)
110 IgnaciO (Introductwn to Romam) habla de la pnmac1a en amor de la Iglesia ro
mana y en Rom 3 1 comenta como la Iglesia romana enseno a las otras Evidentemente
Id Iglesia de Roma se smtiO libre para mandar la l Clemente amonestando a la Iglesia de
Connto (hab1a alli un grupo de segmdore' de Pedro en vida de Parlo) y Dwnosw de Co
nnto menciOna otra carta antenor de Roma a Connto (Eusebio H1st 4 23 10 11)
LA TRAD!CION PETRINA EN LA 1 PEDRO 77
una manera funddmentdl de mirar a la conver'>IOn Cnst1ana y al C'>tatu
de Id v1dd cnst1ana 111 Esta presentdcion de los presupuestobdsJcos
del CnstJamsmo esta fuertemente mflmda por el AT, yd que los temas
del exodo, Id mdrcha por el desiCrto y Id tierrd prometida que aparecen
en el Pentdteuco son recogidos y dpiicddos con ImagmaciOn a la con
verswn de los gcntiie'> d Cn to S1 la expencnCia del desierto convirtio
d las tnbuescldvas de Egipto en un pueblo, mas aun en el pueblo de
Dws, as1 tamb1en la conver IOn Cnst1ana ha convertido d los gentiie
que no eran pueblo, en el Pueblo de DIO'>
Perm1t1dme Ilustrar esto en el texto de Id 1 Pedro SI <;e diJO a Im
hebreos que deJaban Egipto que cmerdn sus lomo<; pard pdrtu rdpidd
mente (Ex 12 11), a Im cn<>tidnos gentilc<; que recibieron la I Pedro <;e
le'> dice que cman los lomo<; de '>U espmtu (1 11) ')¡Jm I'>rdeiitds mur
murdbdn en el desierto y quenan volver a las ollas de carne de Eg1pto
(Ex 16 2-1), los receptores de la 1 Pedro reCiben el dVIso contra las ape
tenCias de '>U epoca de Ignorancia ( l 14) Se mando a Mm'>eque diJera
di pueblo que Dws estaba haCiendo Suyo <<Sed Santos, porque yo
Yah'>'e, '>'Uestm Dm<>, soy -;,anto, {Le'>' F} 2), e\ m)smo encargo <>e
tran<;mite en Id 1 Pedro (1 15-16) Ld vida cnst1ana <;e de cnbe como
und epocd de exilio, o breve e tdncia, con la esperanzd de la herencia
que se reCibira (I Pedro 1 17, 1 4), haciCndo un pardlciismo con el Vd
gar de Israel por el desierto antes de dlcanzar su hcreddd en la tierra
prometJdd Para descnb1r la IIberdciOn que Dws reaiizd sobre su pue
blo en Egipto, <;e usaban )ds formas IItcranade <<redencion>> y ha td
<<pago de rescate>> (Ex 6 5-6, Deut 7 8, Is 52 3), por ello, no es sor
prendente encontrar en la 1 Pedro 1 18 <<SabiCndo que hdbeJs sido re'>
catados de la conducta neCid heredada de vuestros padres>> Lo<; I rde
litas modeldron un becerro al que adoraban como Dws que los sacara
de Egipto (Ex 32 1-4), un becerro hecho con el oro y la plata que Id'>
muJeres JUdJas hab1an obtemdo de sus vecmos eg1pcws cuando llego Id
deCima plagd (11 2) Sm embargo, los hebreos <;e IIbrdron de la plaga
mediante la sangre del cordero mmaculado pascudl, que marcaba us
casas (12 5-7) En Id contmuacwn de I Pedro 1 18-19 aparecen ecos de
todo esto << rescatados, no con algo caduco, oro o plata, smo con und
sangre preciOsa, como de cordero sm tachd y sm mancilla, Cn tO>>
Las Imagene<; cogidas de la h1stona de Israel aparecen tdmbien en
el segundo capitulo de la I Pedro, especialmente las 1magenes referen
tes al culto Utilizando la metafora de Cnsto como piedra, el autor reta
111 No necesitamos entrar en largos debates sobre si el capitulo 1 de la I Pedro (y
parte del capitulo 2) representan parcialmente o en su totalidad una hom1ha bau!I,mal
una liturgia bautismal un himno bautismal o una confe,Ion bautismal
78 LA'i IGLE IAS QUE LOS APOSTOLES NO:'. DEJARON
a lm lectores <<Tamb1en vosotros, cual piedras v1vas, entrad en la
construcc10n de un edificio espmtual, para un sacerdocio <;anto, para
ofrecer sacnfJcJos espmtuales, aceptado'> por Dws por mediacJOn de
Jesucn'itO>> (2 5) Matarde aclara que e to<; <;acnficJos espmtuale'i
consisten en parte en la buena conducta que dara test1momo entre los
paganos (2 12) A la hora de analizar tal lenguaJe, debenamos hacer
notdr que la I Pedro proporciona un conocimiento de la estructurd
eclesial similar al concebido por las pa<;torale<; paulinas, ya que en 5 1
Pedro eun pre<;bJtero que habla a sus campanero<; en el presb1tenado
sobre su labor con la grey Pero no <,e recurre a la e tructura presbite
na!para fortalecer y ammar a unos destmatanos que e<;tan padeCiendo
una prueba dun Imd (4 12) <Por que c<> la Imagen I'>raelita centrada
en el pueblo de Dws tan Importante como re'> puesta a las nece Idade<,
de los cnstJanos gentile'> ¡
ASPFCTOS POSITIVO<; Y NFGA I IVO<;
La re<;pue<,ta a ea pregunta la faCilita una recon<,truccion de la
tuac10n en que se encontraban aquellos a los que se dmg1a esta carta
Se ha escnto mucho sostemendo que <;e encontraban oportando una
persecucwn romana a gran e'icdla (baJO el poder de Neron, Domiciano
o Trapno) Pero, ultimamente, J M Elliot y otrm han so-;temdo per
suastvamente que el problema real era la alienauon y el o trdCI mo
En la-; regwnedpdrtadds del norte de A Id Menor, dquellos que se ha
btan convertido al cn<,tiamsmo se sentian apartados de la <,ociCdad que
les rodeaba A loOJOS de -;m vecmopaganoeran und ectd extrana
y secreta 112 Lds declarac10neromdnds po:-.tenores mclmran acusaciO
nes de ate1smo, puelos cn-;tianos no adoraban d lodw e:-. civile:-., y
de comportamiento anti'iOCidl yd que celebrdbdn reumones y comtdas
cerrada Inevitdblemente existid el peligro de que los convertidos,
smt1endme de<>preCiddos, volvieran <<a la<; dpetenCid:-. de dotes, del
tiempo de vuestra tgnorancid>> (1 14) 111 Ld I Pedro neutraliza esta
112 Aparte de fomentar la autoconhanza en sus lectores el autor adv1erte a estos
que no den nmguna razon objetiva a los gentiles paganos que motive su od1o Deben man
tener Id conducta correcta entre los gentdes de modo que las acusacwnes de ser malhecho
re'no sean justlhcadds (2 12) deben estdr obedientemente sujetos al emperador como au
tondad suprema y d los gobernantes que ejercen leg1tlmdmente el poder de castigar (2 13
14) no deben usar su hbertdd cnstlana como pretexto para la maldad smo para cerrar la
hocd d los Ignorantes msen\atos (2 15 16) y SI b1en han de amar espec1almente la fam1ha
de lo'> cmtldnO'(la fratermdad) tamb1en deben honrar a todos (2 17)
113 Estas P"'1ones se condenan en 4 2 y s1g y se de,preudn con una frase que revela
el trdnsfondo jUdiO de su dutor (y de la 1gles1a romana) <<Conforme di querer de los gent1
le'
LA TRADICION PETRINA EN LA 1 PEDRO 79
alienaCton asegurando que en el cnst1amsmo, los convertidos gent1le
habtan encontrado una nueva famtlia, un nuevo hogar, una nueva ca
tegona o status que los haCia un pueblo e peCial con una herencia 1m
perecedera Todo el orgullo de los Israelitas como pueblo de DIO e
esta ahora transfmendo a los gentiles que han <<gustado que el senor es
bueno» (2 3) Pero era dtflcll tarea mculcar este senttdo orgullo:-.o de
la pertenencia Al fm y al cabo, los JUdios teman una relac10n de pa
rentesco mdudable, pues por defmicion un JUdiO es el que nace de una
madre ]Udia, pero hasta el momento, esos gentiles de d1vera proce
denCia que se habtan convertido a Cnsto, teman poco en comun <<Vo
sotros que en un tiempo no erais pueblo y que ahora sms el Pueblo de
Dws, de los que antes no se tuvo compaswn, pero que ahora son com
padecido<;» (2 10) En otras palabras, se dec1a a los conversos que en
u estatus cnst1ano hab1an encontrado algo meJor <<Pero vosotros sms
linaJe elegido, sacerdociO real nac10n santa, pueblo adqumdo>> (2 9)
El aspecto positivo de la ecleswlog1a que proclama la I Pedro se
basa en el entendimiento de que de la pertenencia se obtienen benefi
CIOl> redles St la gente Siente que obtiene algo que merece la pena sien
do miembros de una Iglesia, esa Iglesta sobrevivira El pueblo de OJO<;
en el AT, Israel, se mantuvo como pueblo de Dws despue:, de que
Mmses y Josue hubieron desaparecido, el pueblo de Dws en el NT, la
Iglesia, continuara despues de que Pedro y lootroapostolehayan
desaparecido de la escena Cuanto mas pobremente defimda este la fa
mtlia o el contexto soCial de los nuevos miembrode una comumdad,
mas profundamente atra1dos se sen tiran etos por el cmdado amoro o
que han encontrado y que leproporcwna una nueva Identidad o dig
mdad Hoy en d1a vemos como esto se venfica en el atractivo que, tan
to sectareligiOsas como diversos tipode comumdades can matlcas,
tienen para lm que se sienten msatisfechoen sus fam1lias, ¡gle Ia, so
Ciedad o el mundo en general Este atractivo constituye un reto para
las Iglesia tradJcJOnales, donde la asistencia dommical ha Ido mas que
nada un a unto de obligacwn o expectativa social Las obligaciOnes y
expectativas ya no son lo uficientemente fuertes para a egurar la asis
tenCia a la Iglesia y, a menoque la gente 'iienta que obtiene algun pro
vecho por el hecho de asi'itlr, <;e Ira yendo hac1a grupoque le ofrezcan
tal sentimiento
De la misma manerd estan en peligro la-; grdndes parroquias don
de los comulganterara vez se conocen entre s1 y no tienen un -;enti
mtento de umddd familiar, m sienten id Iglesia como su hogar Han de
encontrdrse vtas pard desmembrar estas parroqmas en grupos ma<, pe
quenos que den Identidad a los ahora alienados En tiempo<> pa.,ados
en las zonds rurale<> o agranas del pdi:-., la Igle Id o capilla d Id que uno
HO LA<; IGLESIAS QUE LOS APO<;TOI FS NOS DEJARON
1 A TRADICION PFTRINA EN l Al PEDRO Hl

pertenec1a era el centro de la propia vida De<,de mt propia expenen

c1a por mencwnar un eJemplo de nuestros d1as, e& fascmante ver el
atractivo que eJercen los centros Newman con su estilo hogareno en
lo<> campu'> umvers1tano atrayendo a muchos e tudiante'> catohco'>
romanos que no atravesanan voluntanamente m el port1co de la 1gle
s1a de su parroqma Estos centro<> ofrecen generalmente participauon
activa en la hturg1a amistad smcera y una sana v1da soc1al en un pe
nodo de edad muy ahenado Tale<; eJemplm no'> ayudan a entender
que el autor de la I Pedro pemara en como el pertenecer a una Igle'>Id
hogar cnstlana, entendiendo correctamente tal pertenencia converti
na en una comumdad (o pueblo) a los conversos margmadopor u
fam1has y amigos, que se sentJan con<>ecuentemente <>olmo perdidm
en muchm a'>pectos de -;u vida
La d1gmdad del <<'>dcerdocw real nac1on anta>> menciOnada en la I
Pedro plantea un problema concreto a las Iglesias cnstlanas que ha
blan del <>acerdocw ordenado Justamente porque gran parte del pro
te'>tanti mo deJO de denommar sacerdocio al mmistcno cn<>tiano (con
motlVo del sllenc10 b1bhco al respecto 114 ), la teolog1a catohcd roman¿¡
remarco el sacerdociO ordenado Se enfatizo que el ordenado al sacer
doCJo era cambiado metafmcamente, e mdeleblemente marcado por
el sacramento, mcluso el Vaticano II lll'>l tio en que la diferencia entre
el ordenado y el no ordenado era de clase y no simplemente de grado
Por todo esto, en el catolicismo no <>e d10 mucho reheve al acerdocm
de los creyentes Creo que nosotros locatohcos romanos, necesita
morecuperar para nuestra gente el sentido de la d1gmdad '>acerdotal
y de los sacnficios e<>pmtuales de 1 Pedro, precisamente como cammo
para subrayar el estatus otorgado a todos los cnstianosm Del mi<>mo
modo, la santidad ha <>Ido ms1stentemente asociada a determmadas
formas de v1da catohca, como por eJemplo, la vocacwn rehgwsa o la
observancia de los votos El estatus umco de santidad dado por el bau
t1smo a todos los creyentes, necesita ser resaltado
S1 como hemos comentado, los a<,pecto<> po 1t!vode la 1 Pedro
consisten en el sentido de pertenenCia a un grupo umdo y umco y con
<>ecuentemente en la adqmsic!On de una Identidad y d1gmdad nueva<,
<cuales son sus aspectos negativos? El problema pnnc1pal eel senti
miento de ehte exclusivo mherente a la des1gnac10n de cualquier grupo
como mas mhmamente perteneCiente a Dws S1la conuenua de '>er el
umco pueblo de Dws ha capacitado a Israel y a los JUd!Os para sobrev1
v1r durante mas de 3 000 anode h1stona mund1al, ella m1sma exphcd
parte del odiO y desagrado que se dmge contra los JudwDel mismo
modo s1 b1en la creenCia de que estaban trayendo paganos al pueblo
de D10:> empuJO a lomisioneros cnstianos desde el s1glo pnmero ha:>ta
el vemte, a menudo el resto del populacho de un pa1s mvadido por mi
<>Ionero<, <>e ha <>entido resentido al decnsele Imphc1ta o exphCJtamen
te, que no era el pueblo de Dws y relegarsele as1 a un esta tus teolog1ca
mente ma:> baJO S1 los cnstlanos convertidos del norte de Asia Menor
necesitaron que la 1 Pedro recalcara su estatus especial para tener as1
un oporte contra el ostractsmo y despreciO de sus compatnotas paga
nos, podernos estar seguros de que ese sent\do del estatus reforzado
llevo mev1tablemente al mcremento del od10 por parte de Jos pagan m
La JU:>tificacJOn de Jos JUdiOs y cnstlanos del concepto de
<<Pueblo de DIO'>» C'> que la umca d1gmdad e<> la otorgada por la
graCia de Dw<; y no presupone mngun mento especial por parte de
Jos receptores Esta exphcauon, que se basa en la <>oberana hbertad de
Dws al elegir es de gran ayuda, pero hemode reconocer que en una
sociedad cada vez ma:> plural la exclusividad mherente a tal concepc10n
puede causar re<>entlmiento en muchas persona<; aJena'> a la Iglesia y
avergonzar a muchm de dentro Es un aspecto mas del problemahco
<<fuera de la Igle<>Ia no hay salvacion» Sm Importar el s1gmficado
ongmano de tal fra e, la mayor parte de los cnst1anos sienten
mstmtivamente que no puede ser verdad que umcamente los cnst1anos
se salven 116 De toda

116 Hay por supuesto algunos que creen que solo los cnstwnm, se salvan o espec1
114 En nmgun lugar del NTse llama a los pre<;biteros o a los ob1spos de la IgleSia <>a
f1cando mas un tipo concreto de cns!Ianos Citan a menudo a 'uan 3 5 El que no nazca
del agua y del Espmtu no entrara en el Remo de 010' (sobrentendiendo probablemente
cerdotes esto se desarrollo postenorrnente para los ob1spos del segundo Siglo y postenor
con razon que este nacnmento se refiere al Bautismo) Llaman la atenuon <;obre la nega
mLnte para los presb1teros (5 !) pero sm conectarlo'> de nmgun modo
c1on umversal latente en el que no nazca e ms1sten en que tal afumauon es Palabra de
115 Otros catohcos temen que tal enfas1s ponga en peligro la condicion umca y exclu
Dws que zanJa la cuestwn No consideran necesano por desgracia cue<,tionar<,e cual fue
s1va del mm1steno ordenado Por ser la naturaleza humana como e<> el dar enfas1s a uno
la mtenc1on del autor al escnb1r estas palabras ya que no admiten que toda palabra de las
de los dos extremos pone en peligro existencialmente la verdad del otro mcluso SI se afu
escnturas este condicionada por los hombre'> que la trammlten Fn este caso el escntor
ma que la otra verdad no deben a ser pasada por alto Al m tentar aclarar cual de los sacer
refutaba la creencia JUdia de que una persona llega a ser del pueblo dL Dio' por el solo he
douos necesita ser reformado me encuentro con que los sacerdotes ordenados muestran
cho de haber naCido de una madre JUdia Para esa teolog1a solo la procreacwn o nac1m1en
como marcas propws muchos signos VISible<; (ropa talar vestimentas v1da celibe) m1en
to de Dws nos hace hiJOS de Dws y lo que nace de la carne es Simplemente carne No se
tras la mayona de los laicos catoiicos Ignoran completamente que se pueda aplicar a ellos
trataba aqu1la cuestwn de lm que haCiendo todo lo que pueden para servir a Dios no ha
el termmo sacerdocio
b1an enwntr tdo una proclamacwn de Cnsto lo 'uficientemente convmcente como para
garantizar su creencia No puede por lo tanto obviarse la ap1Icab11Idd de la fra<;e de Juan
a las SI!uauones po,tenore'
H2 LAS IGLESIAS QUE LOS APOSTOLES NOS DEJARON LA TRADICION PETRINA EN LA I PEDRO R1

formas, lo que SI se mantiene como auténtica creenc1a cnstlana, es que Otro corolano que menciOnare brevemente es que en la ecles!Olo
D10s salva a través de Jesucnsto, mcluso a aquéllos que no creen en él gía de 1 Pedro, el estatus de santtdad se adqmere al acercarse a Cnsto
De este modo, una relaCión con la 1glesJa de Cnsto, aunque sea mcons o al umrse a la Iglesta Los gentiles que no se hayan convert1do, verán
CJentemente, es reqms1to para la salvaCión. Los cnstlanos nunca he desde fuera las buenas obras de los cnstlanos y darán glona a Dtos en
mos logrado desarrollar una vía satlsfactona que reconc1he el don úm el dta del JUICIO (2 12) No hay mnguna referencia a la santidad exJ
co de la grac1a que D10s reahza en Jesucnsto y su amor m1sencord10so tente en aquellos a¡enos a la tglesta, m se mtenta sahr a su encuentro
por todos aprectando desde el cnstlamsmo la bondad que ya extste en los no cns
Perm1t1dme añad1r dos coloranos problemáticos al tema de la ex tJanos En el Conctho Vaticano 11, el documento <<Sobre la Iglesta y el
clusJVJdad mherente al concepto de pueblo de D10s. La I de Pedro, con Mundo Moderno>> mv1taba a los cnsttanos a valorar las pos1b1hdades y
una gran segundad, escnbe a los cnstlanos gentiles «Vosotros sms el estructuras del mundo que les rodeaba, mcluso de las que no son cns
pueblo de DIOS», sm menc10nar que otro grupo había reclamado este tldnas. Sorprendentemente, aquelllamam1ento comctdtó con la exten
título para sí con antenondad, a saber, los ¡udíos Ya señalé antenor stón y adopc1ón mastva de la 1magen de pueblo de D10s Qmzá la cmn
mente como se retoman y usan las Imágenes del desterto, éxodo, del Cidencla respondto a la fuerza pastoral que la parte posttlva de la Ima
cordero pascual y de la tterra prometida, para mterpretar el peregnna gen conllevaba (como conllevaba para el autor de la I Pedro), resaltan
¡e que extge el llegar a la fe en Jesús, pero lo que no se md1ca es que do el estatus de ser cnstlano, mJCntras se pasaban por alto sus connota
estos símbolos y acontectmtentos estaban relaciOnados con un pueblo Clonenegativas O qmzás se temtó que la exprestón <<pueblo>> creara
que extstía mucho antes de Jesus Qmzá el autor creyó que, a través de una separac10n entre los cnstlanos y el resto del mundo Pero de he
la fe en Cnsto, los genttles eran vmculados al pueblo de D10s que ya cho, bíblicamente, la categoría de <<pueblo de DIOS>> degrada a todos
ex1stía, Israel, y que por eso podían aproptarse de su stmbohsmo los demás a la categoría de no-pueblo119
(Esto tendría grandes seme¡anzas con la telogía de Ef 2 11-22, que
comparte gran parte del s1mbohsmo 1sraehta con I Pedro 1 13-2 10
Tal comctdenCia nos hace sospechar que lo que leemos es una termmo
logía bautismal En Efestos, los genttles que habían s1do margmados
de la repubhca de Israel, no solo se acercan, smo que se hacen uno con
los ¡udíos a traves de Jesus) Pero la 1 Pedro no menc10na en nmgún
momento a Israel, a los ¡udíos o a la umón de los dos pueblos en uno
Parece que no hubtera extstldo nunca qmen pretendiera el título de
pueblo de Dtos antes de los cnstlanos 117 Ttrando del h1lo de lo que
esto tmphca, e mcluso yendo más allá de lo que en la carta se d1ce, los
cnstlanos del stgmente stglo negarían explícitamente que los¡ud10s Sl
gmeran stendo el pueblo de D10s, ya que los cnsttano<> les hab1an
reemplazado Algunos cnsttanos actuales estarían d favor de dar mar
cha atrás en este proceso, advirtiendo la extstencta de dos pueblode
D10s, o de dos grupos dentro del pueblo úmco. el de us ht¡os de Israel
y el de sus ht¡os med1ante Cnsto Pero otros cnsttanos megan categón
camente el título de pueblo de D10s a los¡udío 118, y dudo bastante que
haya muchos¡ud10s ansiOsos de compartir este nombre prec1so con lo'>
cnst1anos Tal es la exclustvtdad mherente al concepto

117 La frase << Vo;otros que en un !lempo no erms pueblo» dmg1da a logentiles re
!leJa un punto de V!S!d ]Ud !O de fondo pero no expliCita nada sobre la cond1uon de Israel
u1 dquel tiempo
119 De la m1sma manerd, para otros autores del Nuevo Testamento, solo los creyen
118 Es mas, dlgunm grupos cnst1anos llevan la exclusividad ma' leJO'"' negdr que
otro\ grupos tamb1en cnstldno; merezcan este t1tulo teson hiJOS de DIOs
 CAPITUL06

La tradición del Discípulo Amado

en el Cuarto Evangelio:
Una comunidad de personas
personalmente vinculadas a Jesús
A PESAR DE ER BA'iTANTE Dlf-ERI:NTFS el concepto del Cuerpo de
Cnsto en lacartas a los Colo<;ensey Efesws de la tradJcwn pmpaul!
na y el de Pueblo de OJO<; de la tradJcJon po'>petrma, tienen en comun
un fuerte sentido de la 1glesJa como comumdad Abordamos ahora
otra tradJcJOn, la de Juan o maprecisamente la del DJscJpulo Amado
como se atestigua en el Evangelio y en las Ep1stolade Juan 1211 la
ecleswlogJa de esta tradJcJon se dJ<;tmgue por enfat1zar la relacwn del
cnst1ano mdJv1dual con Jesucn >to No qmero deCJr que Juan sea el
precursor del mdJv1duahsmo de la hm1tada oracwn amencana, con
cretada en el lema <desuses m1 -.alvador personal>>, que mcluo llega a

120 El Evangelio pretende comumcar el testimoniO del d1supulo a qmcn Jc,u,ama

ba (Juan 19 35,21 24) y aparentemente fue escnto por e>te di,Cipulo (21 24) que nunca se
1dent1f1ca por su nombre En el pnmervolumcn de m1 comentano «Anchor B1bk» (1966)
acepte pareJa!mente la 1dentiÍKaC10n que de el >e h1zo en el s1glo JI como Judn hiJO de Le
bedeo postul.:mdo que qmza Juan fuera la tuente de la trad1c10n pero que el e> ntOI del
evangeho era un desconoCido Despue'de otr,1 decada de mve>llgauon par 1 Id rt-dacc1on
de Commumty (1979)} para m1 Eptstle' (19S2) me wnvenu de que tanto la tdentJdad dLI
D1supulo como la del evangelista son de>conoclda' para nosotro' por ser ba,tante tmpro
bable que el Dtsc1pulo fuera uno de los Doce El comentanst,¡ dleman de Juan Rudolf
'ichnackenburg llego mdependientemente a la m1,ma concluswn (\er n< ta 1 4)
86 LAS IGLESIAS QUF LOS APOSTOLES NOS DEJARON
pasar por bíblica. El AT, y las raíces JUdías de Juan (y del NT, en gene
ral) son demasiado fuertes para esto. En Cristo, Dios salvó al pueblo.
El pensamiento colectivo del cuarto evangelista se mue tra en el sim
bolismo de la vid y los sarmientos del capítulo 15 y en el del pa tor y el
rebaño del capítulo 10. De cualquier modo, dentro de este presupues
to comunitario, se da sin embargo un énfasis sin paralelismo a la rela
ción del creyente individual con Jesús. Otro aspecto de la eclesiología
de Juan es la presencia del Paráclito en el creyente, aspecto que se
mantiene en sus Epístolas. Aunque este segundo aspecto se relaciona
con el primero, JUzgo más conveniente exponer en capítulos separados
estos dos temas.
La eclesiología en el cuarto evangelio está dominada por la ex
traordinaria cristología de Juan. A causa de nuestra tendencia a unifi
car las imágenes evangélicas de Jesús, nos es difícil percibir que sólo
Juan, entre los cuatro evangelistas, postula explícitamente un proceso
de preexistencia en el Hijo de Dios. Hasta cierto punto, la imagen que
Juan nos presenta de Jesús es única en los escritos neotestamentario .
En los escritos paulinos hay versículos que han sido interpretados
como referentes a la preexistencia, pero la mayor parte de ello on
poco claros o cuestionables. Incluso cuando se acepta la mterpretación
de la preexistencia, como estoy dispuesto a hacerlo en algunos pasajes,
las referencias paulinas son poéticas y ninguna de ellas trata explícita
mente de una preexistencia antes de la creacióniZI. (Las mismas re er
vas tengo sobre el tema relativamente claro de la preexi tencia en
Heb .1:2-3). La preexistencia antes de la creación aparece poéticamen
te en Juan 1:1-3, pero también en prosa como una afirmación del pro
piO Jesús en 17:5 (ver 8:58). Antes de que el mundo empezase, ya te
nía el Jesús de Juan Gloria con su Padre. Bajó del Cielo a esta tierra,
se hizo carne y reveló a los hombres lo que había visto y oído cuando
estaba con el Padre. En Community expuse detalladamente lo que
pudo haber contribuido en Juan al desarrollo de su profunda visión de
la sabiduría y poder de Jesús 122 ; y al principio del siguiente capítulo
presentaré muy brevemente una reconstrucción histórica de la comu-
121 Las alusiOnes pauhnas a la preexistencia más frecuentemente citadas son 1 Cor
R 6, 2 Cor 8 9, Fiip 2 6-7; Col 15-17, 1 T1m 3 16 El pasaJe pauhno más claro a mi JUICIO e
Col 1 15-17 y allí el HIJO es <<el pnmogémto de toda la creaciÓn>>
122 A pesar de que los otros evangelios no presenten exp1Ic1tamcnte a Jc,u, como
preexistente antes de la creación, cada uno con su propio mdtiz le dd trdtdmientu de HIJO
de DIOS La preexistencia es la explicación que Juan da de la <oabJdun,¡ y poder dJvmos que
todos los evangelios atnbuyen a Jesús El hecho de que, en id'en,endn/,1\ P'"tenores, la
preexistencmllegae a ser la umca exp1Icac10n ortodox.1 no '>lgilliJc.l que fuera la úmca en
lo' tiempodel NT
LA TRADICION DEL DISCIPULO AMADO EN EL CUARTO EVANGELIO 87
nidad de Juan 123. Aquí, sin embargo, permítanme resumir la cristolo
gía misma como base de la eclesiología que se desarrolló a partir de
ella.
Una concepción común en loorígenes de la iglesia era que, des
pués de acabar su ministerio terreno con la crucifixión y resurrección,
Jesús fue a sentarse a la derecha del Padre hasta que volviera a la tierra
en toda su gloria para realizar el juicio. Sm negar una segunda y última
vemda al final de los tiempo, Juan transforma radicalmente elevan
gelio al insistir en que Jesús ya descendió a la tierra con toda su glona,
con lo cual ese mismo ministerio público fue el juicio: <<Y el juicio e tá
en que vino la luz al mundo y los hombres amaron málas tinieblas que
la luz>> (Jn 3:19). Hasta el momento nadie había visto a Dios (1:18),
pero como Jesús ha venido de Dios, el que ha visto a Jesús ha visto al
Padre (14:9). Es más, puede darnos la propia vida de Dios porque,
como Hijo, tiene la vida del Padre (6:57) 124 . La idea es tan sencilla que
impresiona. Un hijo obtiene la vida de sus padres y la única v1da que
nuestros padres pueden darnos ela de la carne (J:6). Pero s1 Dios nos
engendra, somos hijos de Dios, con Su vida eterna. Este nacimiento
tiene lugar en los que creen en Jesús a través del agua y del Espíntu.
(1:12-13; 3:3-6).
Los cristianos nacen a través de la fe en Jesús y a él deben conti
nuar vinculados para permanecer con vida. A finales del primer siglo,
los escritores del NT expresaban a Jesús como el constructor, funda
dor o piedra angular de la iglesia (Mt. 16:18; Ef. 2:20). Estas imágenes
aportan una visión profunda, pero <;e resienten de ciertas limitaciones
del lenguaje de la construcción. El constructor de un edificiO acabado
hizo su tarea en el pasado y está presente sólo en el recuerdo. Una pie
dra angular resulta imprescindible en la construcción de un edificio he
cho para perdurar, pero está inerte y nadie se acuerda excesivamente
de ella una vez que el edificio está consagrado. En otras palabras, la
simbología de la construcción puede llevarnos a relacionar a Jesús con
123 En la tercera conferencia de Sprunt cxphque detalladamente lo mismo que aho
ra abreviO en estos capítulos Aquello fue debido a que tales conferenCias tuvieron lugar
'm que hubiera pasado un año de de la apanc1ón de Commumty (pnmavera de 1979), con
'>Iderando que el aud1tono podna no estar fam1hanzado con e'ta dproximación a la cn,to
logia de Juan Trd'> la ampha difuswn de Commumty todo el que prec1'e mas detalle lo
puede encontrar alh
124 Para Judn. Jesus es el H1;o de Dws, mientraque nm,otros nos hacemm hiJOS de
Dws NI el verbo m el ustant1vo «hiJO» puede mtercambidr<oe en ambos titulo' Por otro
lado, no otrowmo'engendrados por Dws, pero en nmgun pasaje e dice claramente que
lem fuera engendrado por Dws (a excepción de la lectura alternativa de Juan 1 13, con el
>U jeto en smgular, de la mterpretac1on di,cutible de 1 Jn 5 18, y de la tendencid a traduur
monogencs como «el umco engendrado» en vez de hacerlo literalmente como «el umco»)
 LAS J(,LESIAS QUE L05 AP0'>10LES NOS DEJARON
la iglesia como algmen del pasado, o a lo sumo, como una presencia
merte Juan evita todo esto. Jesús es la vid y !m. cristianos son los sar
mientos que de ella obtienen la vida. Más que el fundador de la comu
mdad, Jesús es el principiO vitahzador que permanece en medio de ella
vivo y justo. El es el pastor que cuida las ovejas que le pertenecen, que
laconoce y las llama por su nombre. Para conseguir la vida eterna,
hay que permanecer siguiendo al pastor o adhiriéndose a la vid (Jn
10:27-2; 15:2-6). Esta eclesiología está peculiarmente configurada a
partir de una cristología concreta. Dentro del simbolismo comunitario
de la VId y los sarmientos, el núcleo de la eclesiología es la relación per
<;onal y duradera con el dador de vida que viene de Dio .
Permítanme Ilustrar la peculiaridad de esta eclesiología con otro
eJemplo. El Jesúde los Evangelios Smópticos proclama e introduce el
remo, remado o mandato de Dios en el mundo. A este mandato celes
tial se le aplica mucho símbolismo en forma de parábolas: el mandato/
el remo de Dws/el cielo es como el sembrador o la semilla (Mt
13:3,11 ,24,31), un tesoro o una perla (13:44,45), una red (13:47), una
viña (21:28,31,33,43), o un banquete real de bodas (22:2). Pero en
Juan, exceptuando en 3:3,5, el remo o domimo de Dios no aparecem.
Los símbolos alegóncos o figurativos se aphcan más bien al propio Je
ú: él es, por eJemplo, el novio (Jn 3:29). La mayor parte de las vece:,
lametáforas son el predicado de su categórico<< Yo soy»: yo soy la v1d
(15:1,5); yo oy la puerta por donde entran las ovejas o el pa tm
(10:7,9,11,14); yo soy el pan de la vida baJado del cielo (6:35,41,51),
yo oy la luz del mundo (8: 12; 9:5). ¿Por qué el cambio de sujeto en eo.
tos símiles: la sustitución de <<el reino de Dios es como» por <<yo soy»?
Habrá que hacer conJeturas al respecto, pero el cambio de significado
de basileia, que de «mandatO>> implicando una actividad pasa a <<rei
no>> indicando un lugar, puede haber sido parte de la razón. Señalé an
tenormente (capítulo 3), que basileia no sólo estaba identificada y co
sificada, smo (como reino del hijo) se identificaba implícitamente con
la iglesia. La ausencia de terminología de reinado en Juan evita e-,te
t1po de desarrollos. S1 Jesús y el Padre son uno, el mandato de Dios se
hace realidad de una manera más perfecta en Je ús. En lugar de entrar
en el reino de Dios como se entra en un espacio geográfico, lo necesa
no e5 adhenrse a Jesús para 'ier pa1te de la comumdad.
Una historia similar se desarrolla en torno a los <<sacramentos>> 126.
En Mt 28.19, Jesúresucitado ordena a los once d1scípulos. <<Id, pue::.,
125 k'm en Juan 18 36 h.1bL1 de «mi remo•>, que no e'de e'te mundo
126 No e encuentra en todo el N1e! l( ngudJC de lo.;.,. ( ··..ILI dllll nto"''' v no
\..tbdno{,
\1 In'> cnqianodel pnrner tglo u m e ron bdJO el m1\mo corH.. epto l.i LllL< n<.,tid y
hdutr;.,mo
(v qu11d tdmbien otra' accione',. grada')
LA TRADICION DEI Dl'>CIPULO AMADO fN LL CUARTO FYANGEUO X'J
y haced discípuloa todas las gentes bautizándolaen el nombre del
Padre y del Hijo y del Espíritu Santo». En dode los cuatro relatos eu
carísticos del NT, Jesús da la misma orden re pecto a su cuerpo y su
angre: <<Haced esto en recuerdo mío>> (1 Cor 11 :25; Le 22: 19). Estas
directrices han de embocado en la afirmación teológica de que fue Je
súquien mstituyó los sacramentos. Siendo e to innegablemente váh
do, nos encontramos de nuevo con la imagen de un fundador -Je
sús-que, a punto de partir, dice a los discípulos que hagan cosas que
él no solía hacer, ya que en nmgún lugar de los Sinópticos aparece El
bautizando 127 , y sólo en la última cena de su vida habla del pan y el vmo
como su cuerpo y sangre. Así, exi te una dicotomía: Jesús curaba y
pred1caba, pero la Igle ia bautiza y celebra la cucanstía. (Esto re ulta
a menudo en quejas del clero en las Iglesias málitúrgicas, en el -,entJdo
de que u mimsteno e tá dema Iado dedicado a lo acramentoy no
lo suficientemente vmculado al ayudar a la gente como Jesús lo hizo).
Juan evita todo este problema por do'- vías. En pnmer lugm, el
Cuarto Evangelio no tiene mandatos mstltuciOnalecon relación :¡J
bautismo y la eucari tía. Más aún, no hay eucaristía en la Ultima Cena
smo 'iólo ellavatono de los pies 128 En segundo lugar, lareferenc1: s
sacramentalede Juan se hacen en relación a lo que Jesús haCia nor
malmente en su v1da 129 . Por eJemplo, la referencia más directa a la eu
caristía, con alusión a comer la carne de Jesús 110 y beber u sangre
127 J n 1 20 es el u meo dato para so,tcncr queJesu'haya hdullzado. pero c'ito 'e
me ga mas ddeldnte en 4 1-2 QUiza los cn\!Idno' temieran que el pre'ientdr d Jesus como
un baut"td lo sltuard di m"mo mvel que Judn el Bautista. o quiza .1 un mvel md' baJO
&un pues Judn hab1a s1do elmdgurador del mml'>teno del baut"mo j Jc'm el contmuddor
128 Ld 'iU'itltuuon dlfiCJlmcnte puede con'ilderar'e como acCidental," b1en su pro
pasito no esta totalmente claro (La trad1c1on de que Jesu'hdblo de su cuerpo y de 'u 'an
gre Id noche dnte' de monr e<;td demd\lddo arralgddd en Pdblo y los Smopt1ws como par"
que Judn la 1gnorard) Ellavatono de lm p1es llene c1crtd''eme¡an7as con Id eucan,tla el
miSmo orden en la cena, und dcuon s1mbohcd de la dutoentrega de Je'u' en la muerte, la
llamada a repetnlo (Jn 11 l 'i «Porque os he dado CJCmplo. para que tamb1en vosotrm ha
gms como yo he hecho con vosotros») Pero el !dvatono mucstrd, ma' cldramcnte que la
cucanst1a, el tema del serv1c1o hum!ldc por p.ntc de !m cnstwnos Por 'er tan sagrdd.l. la
eucan'>lld ha causado d1v1"on en la h1ston,¡ cn,llana, ya que 'e ha diScutido 'a" cada uno
de '>US aspectm ¿Habrían dl'>cut1do los cn,llano' tan violent..mcntc unos c0n otro''obre
el lavado de los pieSMucho'él!StlaOO'> nvahzan por el pnvllcgiO de pre'ldlr la CUédf!S(Id
, Cuantos lo hanan por el «pnviicgw >de lavarle a 'ltr,l per..ona los p1c' 'liCIOS
129 Fl alcance de[,,,a!u'Joncs 'acram¿nt.llc' en luan e'ta arduamente deb.1t1da ver
Br,lwn John 1 CXI CXIV
130 Fn hnn, Sarx, <<( drne)> (tamhtcn U\'- rio p trd Li eucan(,t!a por Igndcio de Antll)
quid) puede \Cr und trdducuon gncg.cltl1d' hter d de Id pnmltJVd fonnuld cucdn\tKa "iCTlli
tlca Lo\ tre, ..,mopttco'. y Pdh!v usan oma <<..._ucrpo» que e.., maaproptddo C'n gnego
pero en el hebreo y dfdm_,o u ado-., datede Jc'i.U\ o por "'u'conkmporanuJ"-, no hay p<lld
btct que <..,t P1hquc «cuerpo•> Ld pJ.lahrd giiph ouc ma;, tarde .;.,e uo pdra dcnotn «luerpo»
el olo tgmf1Cd «Cddaver» en aquel pcnodo Lu tormula nonndl <..,ctnttJCd pdra dcnotdr lo...,
componentes humJnoe-., < cune v <..,angrc'
40 LAS IGLE IAS QUE LOS APOSTOLES NOS DEJARON
(6 51-58), aparece en el pasaJe de la mult!phcacwn de los panes, uno
de los escasos acontecimientos del mmisteno en Galilea en el que los
cuatro evangelios estan de acuerdo Los otros evangelios no senalan
consecuencias eucanstlcas de la multiphcacwn, pero para Juan de la
misma manera que Jesus ahmento a la gente durante su vida con el pan
f¡s¡co multiplicado como signo del ahmento que permanece para la
vida eterna (6 27), as1 tamb1en les ahmenta con su carne y su sangre,
(a traves del pan y el vmo) que son los alimentos de vida eterna Otro
autores del NT hablan de la eucanst1a como un recuerdo de Jesus en
que se proclama la muerte del Senor hasta que vuelva, pero Juan re
marca la eucanstla como ahmento 131 En el dialogo con N1codemo
(3 3-6) Jesus explica que la vida eterna se otorga a traves del engendra
miento o nacimiento en agua y Espmtu, en el dialogo con los JUdiO
despues de la multiphcaciOn, Jesus exphca que esta vida eterna se nu
tre de su cuerpo y de su sangre Estos son la vida, el nacimiento y el ah
mento reales o verdaderos, y la vida, el nacimiento y el alimento ÍISI
cos son, como mucho, s1gno 132 Perm1tanme poner otro eJemplo
«<lumman> se usa desde el pnnc1p10 del cnstlamsmo para refenrse al
proceso de convers10n y entrada en la comumdad cnst1ana (Heb 6 4,
10 32, 2 Cor 4 6) Jn 9 narra la h1stona de como Jesus, la luz del mun
do, diO vista fisica a un hombre ciego de nacimiento, una h1stona que
e convierte virtualmente en una parabola de como se obtiene la vista
espmtual cuando este hombre llega a creer en Jesus despues de que las
autondades ]Ud!as le hubiesen puesto a prueba
En los cap1tulos 6 y 9 del evangelio, Juan habla a sm lectorede
un Jesus que diO de comer a los hambnentos y diO la vista a Jos ciegos
mediante maravillosas obras que eran signos de una reahddd celestial
Al mismo tiempo, medmnte la mclus10n del lenguaJe ecles1astico y sa
cramental en estos capttulos, el autor ensenaba que Jesus contmua
dando la luz de la fe y el alimento de vida eterna a travede losignos
del bautismo y de la eucanstia Jesus no solo es el que mst1tuyo los sa
cramentos de la Iglesia, el es el dador de vida que permanece activo en,
131 Los diferentes enfas1s dados a la eucanstla en el NT estan hoy a vece; mcons
uentemente en la ra1z de diferentes pract1cas de la 1gles1a Cuando la eucan.,tla (des1gna
da como la Cena del Senor) ;e presenta como conmemorac10n de lo que Jesus h1zo la no
che antes de monr el propiO dmam1smo de la teolog1a lleva a celebrarla con poca frecuen
ua l a Pascua al fm y al cabo es una conmemorac1on judJa comparabk en uerta med1da
con la eucanst1a puesto que se celebra en memona de la cena del pueblo )UdiO ntes de
'thr Je Eg1pto y solo se reahza una vez al ano Pero cuando se rem 1rc 1 d l'>pccto de ah
mento de la eucanstla hay una mchnacwn clara hac1a la frecuLnll cdcbr 1uon de la m1s
mt
l2 La teolog1a ba'>!ca de los sacr amentm dL la 1glc'>! 1 l 1tohl 1 rom m a m.,lltmdos
1'"' ( n\tn
e' un eco del modo en que Juan comprendL t llc., "gnm
LA TRADICION DEL DISCIPULO AMADO EN EL CUARTO EV ANGEL!O 91
y a travede esos sacramentos A, la extrema Importancid que Juan
da a la relac10n del cnstlano con Je m, e subraya mediante la simbo
logia sacramental
Esta relacwn con Jesus supera en ImportdnCid d todds lds d1feren
c1as que surgen de los serviciOs especiales en la Iglesia En este punto,
puede compararse la Imagen de la vid en Juan con la del cuerpo en Pa
blo En ICor 12, Pdblo usd la Imdgen del cuerpo como base teolog1ca
para evitar las envidias de los cansmas Todas las partes o miembros
de un cuerpo son mdispensables, por lo tanto, no hdy razon pdrd que
el p1e envidie d la mano, o la orep al OJO «SI todo el cuerpo fuera OJO
(,donde quedan a el mdo? Y SI fuera todo m do (,donde el olfato? Ah o
rabien, Dws puo cadd uno de los miembros en el cuerpo segun su vo
luntad S1 todo fuera un solo miembro (,donde quedana el cuerpo?
Ahora bien, muchos son los miembros, mas uno el cuerpo>> (I Cor
12 17-20) De la m1smd mdnerd, los que tienen un cansma (apostoles,
profetas, maestros, los que hacen milagros, los que tienen el don de lds
curaciOnes, los que hablan lenguas) no tiene por que desear otro No
servma de nada que todos fuerdn apostoles, profetas, etc , pues la
Iglesia necesita de la diversdad de sus miembros La Imagen de la vid
en Juan es tamb1en susceptible de tdl mterpretacwn El tallo, los sar
mientos, los vastagos, las hops y los frutos podnan haber sido usado
para Ilustrar los diversos cansmas del serviCIO y senan tan fac1lmente
aplicables a esto como los miembros del cuerpo Pero Juan solo escn
be sobre la v1d (Jesus) y los sarmientos (los cnstlanos) Este evangelio
no presta mteres a los diversos cansmas que d1stmguen a los cnst1anos
se mteresa por un estatus bas1co y receptor de la vida, que todos disfru
tan
(,Hab1a diversos cansmas en la comumdad de Juan? En Jo que
concierne a profetas y maestros, solo e Citdn los falsos profetas (1 Jn
4 1), y se mega la necesidad de maestros (1 Jn 2 27) 111 La ausencia de
diferencias basadas en Jos cansmas o cargos pubhcos se perciben espe
Cialmente en la ecleswlogia de Juan en Id cuestwn de los apostoles La
Importancia del apostol en el resto del NT es clara En la epoca en que
los apostoles mas conocidos estaban vivos y en activo, desde los anos
30 hasta mediados de los 60, Pablo ms1ste constantemente en su propiO
apostolado (Gal1 1, ICor 15 9-10,2 Cor 11 5) S1tua el apostolado en
el pnmer lugar al enumerar Jos cansmas que Dws ha establecido en la
133 La RevelaCJon (Apocahps•s) parece estar escasamente relacionado con los e;cn
tos de Juan Incluso al atnbmr la d1gmdad del culto del ATal pueblo cnshano Revelac10n
esta mas cerca de la pnmera de Pedro que de Juan Jesucnsto ha hecho de nosotros un
Remo dL Sacerdotes para su Dws y Padre (Rev 1 6 S 10) Hay referencms tamb1en a
apostoles y profetas cnst1anos en el Apocahp'>!s figuras que no se encuentran en Juan
 LAS IGLESIAS QUE LO<; APOS10LFNOS DI::JARON
Iglesia (1 Cor 12 28, ver tamb1en Ef 2 20, 4 JI) En el ultimo terciO del
pnmer siglo despue5> de que los apo tole<> ma'> conoCJdo5> hubieron
muerto, se les recuerda con msJstenCJa en lo'> Evangeho5> SmoptiCO'>,
en los Hechos, en los Escnto5> pospauhnos y pospetnnos y en el Apo
cahp<>1 114 Pero el termmo <<apo-,tob> esta amente de lo<> escnto'> de
Juan, tanto del evangelio como, ma'>orprendentemente de lastre'>
ep1 tolas 11' Nmgun apostol eexaltado como gran heroe de estaco
mumdad, al contra no de lo que ocurna en lade Pablo y Pedro De he
cho, la figura por excelenua es un discipulo, <<El DI5Cipulo que Je<>us
amaba>> No qmero deCir que este evangeh ta qms1era negar la eXI'>
tenCJa de apo tole<> en la h1stona cn tiana MenciOna a loDoce (Jn
6 67,70 71, 20 24) y e'> dificil que no hubiera 5.ab1do que 5>e le'> con Ide
rdbd apostole'> Sabe del envio (apostellem 17 18) que hace Je<;us, que
e'> Id base del apo'>tolddo Pero en Id ecle wlogia JUamca, lo que const1
tuye Id d1gmdad pnncipdl no e'> el apmtolado El Cuarto Evangelio en
fa tiza el estdtm de dJsc1pulo del que todm los cn5>hanos di'>frutdn, y,
dentro de ese esta tu-, lo que confiere d1gmdad e<; el dmor de Jesu
La chferenud entre Id ecle'>IOiogia de Juan y la de otros escntore
del NT en este punto 5e refleJd en Id comparacwn contmud entre el
DI c1pulo Amado de Judn y Pedro el ma-, prommente de los Don., y
(di menos a fmdle<> de siglo) el marelevante tamb1en pard Id mdyona
dt> lm cnstianos En Mateo (16 16, 17 24, 18 21) Pedro eentre lo
Doce el que toma la paldbra para dmg1re a Jesu, pero en la Ult1md
Cena -;egun J udn ( 11 22-26), S1mon Pedro no puede hablar directa
mente con Je us, pue'> e'>td a dJstdnCid de el Es ma, Pedro tiene que
dmg1r t> a el mediante el DI-.upulo Amddo, que estd mdcerca, reco
tddo sobre el pecho de Jesus En la trddiciOn de lo<; Smopt1co >, Pedro
es el umco de los Doce que '>Igue a Je5>udrrestado ha ta el tnbundl o
palaciO del i>umo sacerdote En Jn 18 1') 16, por el contrano, Pedro no
puede <;egmr a Jesual dtno hasta que el Disc1pulo concierta su entrd da
En la tradicion de loSmopticos ha td Pedro abandona fmalmentt
a Je<;us y nmgun i>egmdor permanece cercd cuando muere en Id cruz
En Juan hay un segmdor que nuncd abandona el Je'>U'>, pues al pie de Id
cruz se encuentra el Discipulo Amado Junto a la madre 116 Ma5 aun, al
hacer a '>U mddrc 1<madre del DI'>upulo Amddo (19 26-27), Jesus
114 No apan ccn refer nCI" 1 los apo,toles en Sdntlago Hebreo' y Ftlemon Heb
1 1 h ,bld de k us como 1postol
1 1 Lapa!1hrd apostolos lp'lrccc en J n 11 1 tí E:n vcrddd n vcrd td O'> d go no es
m" c1 siervo que su ¡¡mo m el CllVJJdo mas que el que le env1a Aunque d "gmflcado de
UIVIddo esta claro en t-Stc vc"Kulo <;t ''-' qmere ms"tlr en trdducnlo por tpm,tol no 'ertd
prcU'>dmente favorabk 1. und nnagcn clcv 1da de lo'> ,¡postolL'>
116 'icgun como '>e mvtdd la de'u Ipuon de J n 19 2pucdL h Ibu un I do'> o tre'm u
1 H"'llll" llh
LA TRADICION DEL DISCIPUl O AMADO EN Fl CUARTO EVAN(,Ft 10 Yl
adopta a este como hermano As1, la escena de la cruz proporciOna la
respue5>ta de Juan a la pregunta tradiCional«( Qmenes son m1 madre y
mi'> hermano<; >> 117
La po5>Icion de5>tacada de Pedro en la Igle Id -,e -.otuvo por el re
cuerdo en Ciertos CJrculos neote<;tamentanos de que el fue el pnmero
de los Doce que VIO a Je<;us resuCitado (ICor 15 5, Le 24 34) Sm em
bargo, en Jn 20 8, cuando S1mon Pedro y el Discipulo Amado corren
a mirar en la tumba vac1a, solo el Dise1pulo cree sm haber visto al re u
citado A5>I, mientras Pedro segun la tradicion puede haber '>Ido el pn
mer apostol que VIO a Jesus resuCitado, la tradicion de Juan sabe de al
gmen, un dJscipulo, que fue mas bienaventurado aun por haber cre1do
sin ver Incluso cuando e5>tos dos hombreJUntoven al Jesu'> re-,ueJta
do, S1mon Pedro no le reconoce hasta que el Discipulo no le d1ce que
es el Señor (21 7) El amor ha sido el que ha acercado al Discipulo a
Jesus ha5>td situarlo mas cerca de el que el apo5>tol mas Importante, y
al mismo tiempo, le ha hecho mas perceptivo Y si el martmo en Roma
convirtJo a Pedro en un pilar de la Igle'>Id (I Clemente') 2-4), Jesus cm
do especialmente al Discipulo, que no sufno martmo (21 18 23) y e
convirtio en el testigo perdurable por excelencia, cuyo testimomo es
verdadero (21 24) Aunque es una per ona real, el Discipulo Amado
funciOna en el evangho como encarnacwn de los Ideales de Juan todos
lo5> cnshano5> son discipulos y la grandeza entre ellos se determina por
su relacwn de amor con Jesus, no por u funcwn o cargo
Fmalmente, mcluso cuando se reconoce un cargo en la tradicJon
JUamca como necesidad pastoral, e ve a traves del pn5>ma de los valo
re'> propws de esta tradicion El capitulo 21 (que fue po 1blemente un
epilogo anad1do al evangelio), encara el problema del cmdado poste
nor de los que hab1an llegado a la comumdad cnst1ana a travede la
actiVIdad miSionera (ver capitulo 2) Antes, Juan 10 1-18 hab1a aclara
do que solo Jesus es el buen pastor, mientras todos lo<> demas son la
drones y bandidos Lo caractenstlco y di tmtivo de su pastoreo no es
la autondad o poder que eJerza sobre las oveJaS, smo su conocimiento
profundo de ellas y su amor por ellaConoce a cada una por su nom
bre, y ellas le responden cuando las llama, e mcluo esta dispuesto a
dar su v1da por ellas En el capitulo 21 se asigna a Pedro el deber de
apacentar las oveps 138 , un papel de autondad que en el ultimo terCio
117 Ver Marcos 3 31 y R E Brown ct di Mary m the New Testdmwt(New York
Pauht 1978) 213
138 La d1ferenc1a entre J u<tn 1 O y Ju<tn 21 'e exphca meJOr" <tceptdmo'> la teona al
uso de que el21 fue escnto por otro autor En Commumty > tuo el capitulo 21 cronologi
camente despues de las Ep1stolas y lo considero repre,cntativo de como parte de la comu
mdad de Juan se acerco a la Grdn Iglc'>la que )a hab1a artKulado una e<;tructura y honr I
bd d los apostole'
94 LAS IGLESIAS QUE LOS APOSTOLES NOS DEJARON
del pnmer siglo estaba Siendo e¡erc1tado por los presb1teros en otras
Iglesias del NT y que se hdcid remontar hasta los apostoles como Pedro
y Pablo (1 Pedro 5 1-2, Hechos 20 28,1 Clemente 42 4, 44 1-3) Pero,
en Jn 21 15-17, antes de dar a S1mon Pedro este poder, Jesus le pre
gunta Insistentemente ( 1 hasta tres veces') «¡,Me amas?» S1 ha de darse
autondad, esta debe estar basada en el amor de Jesus Mas aun, Jesus
sigue hablando de <<mis corderos, mis ove¡as» Las ove¡as no pertene
cen a Pedro, m a nmgun funcwnano humano de la Iglesia, siguen per
teneCiendo al que diJO <<Yo soy el buen pastor, y conozco mis ove¡as y
las m1as me conocen a mi» (10 14) Y si a Pedro se le da la tarea de ser
pastor, debe reumr los reqUisitos de Juan para el pastoreo, esto es, <<El
buen pastor da su vida por las ove¡as» (10 11) Por esto, despues de ha
ber d1cho a S1mon Pedro por tres veces que apaciente y alimente d lds
ove¡as, a renglon segmdo (21 18-19) Jesus le habla de la forma en que
monra Esta muerte sera la prueba de que, mcluso en el papel de pas
tor de Pedro, se da pnondad a ser disc1pulo amante <<En esto conoce
ran todos que sms disc1pulos mws SI os tene1s amor los unos a los
otros>> <<Nadie t1ene mayor amor, que el que da su VIda por sus ami
gos» (13 35, 15 13)
Me he centrado hasta ahora en como una lectura detemda del
Cuarto Evangelio muestra que el discipulado es lo Importante, no los
cargos, los cansmas u otras d1stmcwnes Permltanme llamar la aten
c¡on sobre un ultimo e¡emplo deligualitan!>mo de Juan que contrasta
fuertemente con las tendencia!> de las Pastorales En el capitulo 2, trd
te la posibilidad de que en la ecleswlog1a de esas cartas, la d1stmcwn
entre los maestros y los enseñados podna llegar a ser mas fl¡a que flexi
ble, con Jo cual las capacidades de la mayona de los cnstianos, que
eran los enseñados, no se explotanan ¡amas No se cre1a capaces, a los
que no eran maestros oficiales, de d1scermr la verdad por SI mismos II
T1m 3 1 9 discnmma en particular a las mu¡eres entre los enseñados,
por considerarlas excesivamente mgenuas <<Que siempre estan apren
d1endo y no son capaces de llegar al pleno conoCimiento de la verdad>>
Incluso entendiendo que el <<que>> relativo se refiere a algunas y no d
todas, la clasiflcacwn es degradante y los resultados practicas se reve
lan a las claras en el <<Pablo>> de 1 T1m 2 12 <<No permito que la mu¡er
enseñe m que domme al hombre Que se mantenga en silenciO>> Ha
bid por lo tanto una tendencia hac1a la discnmmaciOn de la mu¡er en
algunas Iglesias del NT, especidlmente en aquellas en que IdfunciO
nes de la comumdad estaban mas estructuradas
Las actitudes de Judn hdCid Id mu¡er como dpdrcccn en lds pagmds
del Cuarto Evangelio 119 son muy diferentes, una dlferenud de Joma
119 Ver mi estudio wbre Role' of Women m the Fourth Gmpd en Commumt;
un 9X
1 A TRADICION DEL DISCIPULO AMADO EN EL CUARTO EV ANGEL!O 95
mteresante s1los escntos de Juan on contemporaneos de lds Pdstord
les En los capitulas 4, 9 y 11, de est1lo narrativo poco usado para rela
tdr las hi!>tonas de los Smopt1cos, Judn presenta escenas que permiten
Id diferenc1acwn y el desarrollo de Jos persona¡es a traves de sm redc
Ciones hacid Jesus En ellos, la Samantana, Marta y Mana son per-;o
nahdades de tanta Importancid como el c1ego o Lazara Al retrdtdr
creyentes, hombres y mu¡eres, no hay diferencia de InteligenCia, In
tensidad o respuesta Marta es portdvoz de una confeswn de fe (11 27
<<Tu eres el Cnsto, el HIJO de DIOS>>) que Mateo (16 16 17) pone en la
bws de Pedro y por la que este gana la bendiCIOn de Jesus y el recono
Cimiento de que la revelacwn d1vma ha actuado en el SI en Id Ultima
Cena (Juan 17 20) Jesus reza por los que creeran en el a traves de sus
discipulos (varones), un pueblo entero llega a creer en Jesud trdve!>
de la palabra de la Samantana (4 39) En Jn 20 14 no es Pedro smo
Mana Magdalend Id pnmera en ver a Jesus resucitado, y cuando va a
los discipulos, es la pnmera tambJen en hacer la proclamacwn pascual
<<He visto al Senor>>, pnvilegiO que le otorgo en la Edad Media la desig
nacwn de apostola apostolorum (la muJer dpostol entre los apostole )
SI el rango del discipulo se mide por el amor de Jesus, como en el caso
<<del Discipulo que Jesus amaba>>, tambien se d1ce <desus amaba d
Marta, d u hermana y a Lazaro>> (11 5) 1 Como Iban a estdr de dcuer
do en la practica los cuculos de los que vemd e!>te evangelio con las
Pastorales, en no permitir que las mu¡eres ensenaran, e mduo en u
genr que nunca llegan a conocer Id verdad'
A PECTOS POSITIVOS Y NEGATIVOS
He trazado la firme consistencia de la ecleswlog1a de Juan que tie
ne su ongen en las hondas raice'> de und cnstolog1a sm par Jesus,
como HIJO umco de DIOs existente antes de la creac10n, es la umca
fuente de la que mana vida d1vma para lo!> seres humanos Los simbo
los de la vid y el pastor Ilustran la Importancia que para cada persona
tiene no solo el creer en Jesus, smo, mas aun, el permanecer vmculada
del, que permanece como dador de vida activo y como el que dd el dh
mento de vidd en ld comumdad En vez de escnb1r sobre el mandato o
el Remo de DIO!>, Juan centra toda la simbologia en Jesus, en qmen el
remado de Dws se ha realizado en plemtud De esta manera, el eren
Jesus sustituye a Id entradd en el Remo Los sacramentos son s1gnm a
traves de los cudles Jesus da la vida y la nutre Los cargos de la Iglesia
mcluso el dpostolado pierden su Importancia cudndo !>e compdrdn con
la condicion de diSCipulo, que es, literalmente, un a•mnto de vida o
 lA'> lGll::'>lA'> QUE LO'> APO'> !OLE'> NODEJARON
muerte (eterna'>) Entre lodi'>upulo'> no hay cnst1anos de egunda
da<,e y <,olo el dmor de Je us dd un e'>tatu'> ma'> elevado (Mo trdre en
el '>lgmentc capitulo como la 1magen del F'ipmtu Pat aclito e'> coheren
te con C'>ta ede'>JologJd) 1 Cu,de<,on lo'> a<,pcctm po<;¡t¡vm y negdtJvm
de un cuadro tan poderosamente com1'>!ente 1
El primer y mayor aspecto positivo de todos surge del hecho de
que una relauon mdJvJdual con Jc'>U'> por parte de h:J'> miembro'> de la
¡gle'>ld e'> un componente lmpre'>cmdible de una cck'>!Oiog¡a '>olida
Toda'> la'> cde'>!Ologla'i VJ'itd'> en lm cap¡tulm precedentes suponen la
colectJvJdad de la ¡gk'>Ja Lo'> m1embrm de una ¡gk'>Jd dcbenan <,cntJr
que e'itan reub1endo cmdado'ia supenJ'>IOn pd'>tordl v doctnnd cn'>tld
nd d1gnd de confldOZd (Pa<,torale'>) En lm momento'> de cn'>I'> lo'>
miembrode la Igle'>Id debenan tener una <;en'>aCJOn de contmu1dad
con una h1 tona pa ada en la que la'> cnsis se '>Upetaron medidnte le
mtervenc10n del E'>pintu y con unehi'>tona futurc1 que, d pe<,cr de <,er
desconoudd, se corre ponde con el plan de Dws de cara c1 Id evdngeli
zc c10n del mundo (Hecho'>) Lm mtcmbro'> de la Iglc ta debenan <,er
conscientes de su propia digmdad resuftado de '>U pertenencld d Id
Iglcsid y de '>U Identidad como pueblo de Dios (1 Pedro) Y debenan
tener la '>emacion de que la Igle'>Id e'> md'> que (Id '>Uifld de) '>U'> compo
nentehumanos porque eel cuerpo de C n'>to que partiupd de '>U '>dn
ttdad (Colmeme<,/Eíc'>IO'>) Pero ndda de e<,to puede eqmparar'>e a la
relacion con Jem E'> c1erto que Id ecle wlogJd de E:fe'>IO'> y Colmen
<,e, bd'>ada en el cueipo '>e centra dardmcnte en Je\u'> pero, Iromca
mente, el Cn<;to que e'> cdbezd del cuerpo no t1ene r<J<,tro E'ito e'> por
que la ecle Iologid de Colo ense<; y Efe'>IOpertenece d Id trddicion
Paulmd Pdblo (que no conocio a Je'>u ), no dJbUJd Id per'>onc liddd de
Jesudi escnb1r sucartas SI solo dispusieramm de Idcdrtdpdulind
estanamos famiiianzados con una<; cuantas expresiOnes de Jesus, y sa
bndmO'> que en la noche dntes de monr compdrtiO und cend eucan'>ti
Cd con sus disCJpulos, que fue cruuficado y sepultado y que re uctto al
tercer d1a y 'ie apareuo a determmada'> pcr-,ona'> Lo que nunca apare
ce en esas cartas es el tipo de persona que Jesus fue y el porque Id gente
le segma durante '>U v1da 140 De re'>ultd'i de todo C'>to, d pc'iar de que
en Colo eme'> y Efe IO'>e nos dJgd que los miembn1del cuerpo reu
ben VIda de la cabeza que C'> Cn to y que e tan mudo'> con el en el
amor, la '>Jmbolog¡a no dCJd de pdrecerno<, ab'>trdcta e 1mpcr'itmal No
140 upongo que Pablo conto a sw, convertidos mucho ma., 'obre 11 trddiuon deJe
""'que lo que aparece en las cartas onentadas a problemas concreto' (Algunos mclmo
dctcctan mformac10n sobre Jesus en ciertas refcrcncid., mdiredd' de 1 "' cMtas) Pero no
'•hemos que cdnl!ddd de la prediLduon de Pablo conoctan ¡,,., H1torc' de Colo.,ense' v
1 k-,o., en mavor mcdtda que en las cartd'autenttcamente mdt'>cu1.Jbks de Pablo
LA TRADIC!Ol\1 DEL DI'iCIPULO AMADO EN EL CUARTO EV ANGEL!O 97
satl<;face a menudo el deseo religw<>o de encontrdr<>e per'ionalmente
con Dws bl retrato que Judn hace de Jesus re'>ponde a tal nece'>Jdad
de una manerd extraordmanamente eficaz
E'ito ocurre, di menos en parte, porque Juan ha u ddo el evangelio
como veh1culo de '>U pensamiento y por eso hd de mclmr el m1steno del
mi mim'iteno de Jem dentro de su ecleswlogia Hablo del <<mi'iteno>>
del mmi'>tcno de Jesus pdrd hacer JUSticia d un elemento de su VIdd que
e'>Cdpa a todo mtento de descnpcwn dl'>Cur<>Jva (o, cuando meno'>, a
mis hc bJiidadcs dlscursiVd'>) Ha<>ta lm cnt1comdC'>ccpticos del NT
admitlrdn que Je'>u'i deb10 1mpre 10nar extraordmandmentc a la gente
durc nte '>U vida Pero el tono del <>egmm1ento a Je udurante '>U m1m
ten o Implica mucho ma'i que eso, mc1mclu'>o que temor religJO'>O y vc
nerdciOn Se recordclbd d Jesm como aquel que mmtraba amor en
todo lo que hdCJa y que era profundamente amado por loque le <>e
guJdn El amor que e perc1bc entre Jesus y sudJ<;CJpulos no eund
aberrc cion fruto de la exege-;1del Iglo XIX, m tampoco e<; desmenti do
por una tradicion de fra<>e'> duras, asperas, que b1en pueden ser atn
bu1dac utenticamente a Jesu El amor no lo era todo, pero '>1 parte
de la reahdad S1 tenemo<> derecho a preguntarno<>, como vemmo'> ha
uendo d lo largo de todo este libro, -,obrevJvieron las ¡gJesJas de-,pue<;
de que loc po tole'> muneron, debenamm reconocer que ex1ste une
pregunta cclesiologJcd previa ¿Como 'iobrevJvJO el <>egmm1ento aJe
<;m despues de que m uno SI tal segu1m1ento 1mphcaba el amor? La
re'>
pue ta C'> que sobreviVIO solo porque 'ie consideraba el amor haua Jc
sus como un elemento permanente, mclu<>o entre aquellos que no le
conoCieron durante su mm1steno Puede discutJre que e'> lo que Pablo
quenc1 dec1r cuando escnb10 «el c mor de Cn'ito nos apremia» (II Cor
5 14), pero esta cidro que el no <>olo cre1a en Jesm moque le amaba
(el rostro de Je<>u'> puede no aparecer en la'> carta<> pauhnas, pero Je u'>
tema un ro tro par c1 Pablo) Y a'ii se puede argumentar que la relacwn
c moro'ia con Jesus que formc ba parte del segmm1ento durc nte u v1da,
<;e mc nttene como necesidad mtnmeca en la 1glesta
Puede que e to suene romdntJco e Idec listd, pero resulta sorpren
dentemente vcnhcable en la practica Ademade otorgar una doctn
nd, una cu tod1a pastordi, liturg1a y acrdmentos, y Id semc cJon dyudc
dora de pertenecer a una comumdad preocupada por cc1da uno, una
1glesta debe poner a la gente en contacto persone! con Jesupareque
pueddn expenmentdr por '>1 m1smos lo que llevo a los pnmeros a ser se
gmdore<> de Je'ius (El termmo «e pmtuahdc d>> cubre d veces e te dS
pecto nece c1no de Id ecleswlog1a) Las ¡gles1as que hagan esto sobre
VIVIran El saber que Cn to quiso o que fundo la ¡gJe'iJa puede 'ier una
teolog1a c decuddd pc1ra c lguno, pero e ta abstracc10n refenda al pa-
98 LAS IGLESIAS QUE LOAPOSTOLES NOS DEJARON
ado no resultara uflc1ente para mantener a otros fleJea la Iglesia
no encuentran a Jesus en ella Se uniran a grupos pequenos donde se
encuentren con Jesus, sm Importar que talegrupos sean tangenciales
a la Iglesia o que e ten separados de ella Al pnncipiO de ete capitulo
me refen Indirectamente a una forma exagerada de mdividuah mo
cn'>tiano, el modelo de «Je u<; y yo>> que Ignora la ImportanCia del pue
blo de DIO El atractivo que smc1ta este mdividucihsmo cxagerc1do
nm -;enala la necesidcid de tener unc1 relacwn personal y amoro c1 con
Jesus como componente de la VISion completa del cnstJclnismo
En las pc1rroqmas catohcc1romanc1s que e han tomado en seno
los cambiOs del Velticano II, se ha mcrementc1do la participaciOn de lo
fieles en la hturg1a y, en generc1l, en todc1la vida parroqmc1l Por eso re u
Ita doblemente desconcertante pc1ra lopa tores de esas pc1rroqmc1'> ver
que 1guen perdiendo fleJe-; en fc1vor de grupos religwsoque po nen el
acento en la relciCion personal con Jesm, basandose en laEscn turas
(a vece-; mterpretadas un tanto <<fundamentalisticclmentc>>)
Afirmaran y con rc1zon, que no puede haber Iglc<;Ia SI no hay una comu
nidcid celebrante, pero tamb1en de cubren que la cclebracwn por
mismcl, sm una espmtualidad per onal, que la acompane, es mcapc17
de mc1ntcner a algunos La Iglesia, mcluso durante la<; celebraciOnes li
turgiccl, puede parecer clbstraidcl y aJena al Jesus de loevangelios Y,
si la maderc1 verde c1rde cl I, (,como ardera lc1 seca 1 1 Cuantm mas fieles
perderan entoncclc1s enormes e Impersonales parroquias de cual
qmer denommclcion, no solo porque lofiele<; no sientan '>U pertenen
c1a c1ctiva a la comumdad de la que denvar, un sentido de Jdentidcid
(ver pagmci79) mo porque adema'>, no encuentran a Jesus en lcligle
<;¡al Los m1embrm de Iglesia'> m.1yontanas llaman peyorativamente a
veces <<Cristianos renaCidO >> a algunos creyentes tan Impre Ionado'>
por una relauon per onal de <;alvacwn que han tenido con Je us, que
esa parece ser toda u ecle IOlogia El de Juan es, sm duda el evange
lio por excelencia para e os cntu Iasta<; <<renacido >> En cualqmer
ca<;o, defendcna por mi parte el papel que Juan ha de jugar como co
rrector en las Iglesias fuertes, cuando e le lee cnt1camente ma<, que ar
moniosamente Puede recordarles, como lo hizo con los CII'>tiano<; del
pnmer siglo, que ser miembro de la Igle Ia no e'> la meta pue<; la ¡gJe Ja
debe llevar a Jesus Los miembros de la Iglesia reuben la v1da de u
vmculacion con Jesuy deben mantener una rclaciOn de amo1 con el
El pnnCipal a pecto negativo de e<;ta !mea de la ede Iologia de
Juan es mhcrente a lo que ya he dKho S1 e toma por •,¡ mi'>mo m el
contexto JUdiO de cokctividad heredado de Israel Juan tllnde a fo
mentar el md¡v¡duah'>mo cnst1ano hd'itd el extremo de pudcr'>L el '>en
t1do de la Iglesia (No L'> Ld'>Udhdad que la palabi<t <<Jgk'>Jd> u1 '>U sent1
LA TRADICION DEL DISCIPULO AMADO EN EL CUARTO EY ANGELIO 99
domas amplio no aparezca en loescntos de Juan 141) Cuando se lec a
Juan para apoydr la mentalidad «Jesus es mi salvador personal>>, una
consecuencid log1ca para dlgunopuede er que no necesitan ni a la co
munidad, ni compartir con un pueblo, m liturgia, m acrdmentm Los
grupos piCtlstas que hacen de c1ertm pa<;aJes de Juan el evangelio, de
benan corregir sus puntos de vista mediante el contraste con IdPasto
rales, Colosenses y EfesiO<; y la 1 Pedro
Un o¡egundo aspecto positivo en la eclc wlog¡a de Juan es su 1gua
litansmo, esto es, el sentimiento de Igualdad entre los miembrode Id
comumdad VImos que la categona mas Importante es la de dJscipulo,
y no hdy mdiCIO<; de que otros cargoo cansmds otorguen cierto e<;ta
tus En otras Iglesias del NT, bien sea que se complazcan en los cans
mas, (apostoles, profetds, mdestro'>, etc , en 1 Cor 12 28), o biCn que
haydn de<;arrollado una sene de cargoe tables (pre<;biteros-obi<;pos y
d1aconos en las Pastorales), descubnmo-; siCmprc una tendencia a pn
mar un Lclfl'>md u ofiCIO sobre otros Este de arrollo es en parte, cons
Ciente o mcon'>Cientemente, una ImitaciOn de las sociedades seculare'>
y al Igual que en e<;ta-;, llegan mevitdblemente d eqmpdrar<;e la pnon
dad por el valor Podemos encontrar eJemplos de esto en vanopasa
Jes evangelicos que cntJcan los mtento-; de algunos de los Doce de te
ner el pnmer lugar en el Remo, de ser el m a<; grande (Me 9 33 37,
JO 3') 40 y seme)dntes) Este mtento esta ausente del Cuarto Evange
lio, la ambicion no entra en juego<;¡todo on dJscipulos y la pnondad
o el esta tus lo da el amor de Jesus El dutor de III Jn 9 demuestra detes
tar a Dwtrefes que parece querer mtroduCir algo as¡ como un cargo
epi<;LOpdl en la cde-;wlogid de Juan 142 El e cntor JUamco d1ce con de'>
precio, <<DIOtrefes, ese que ambiciona el pnmcr puesto entre ellos>> A
lo largo de lm anm muchocn t1anohan compartido ete rechazo de
la mev1tablc ambicion producida por una Iglesia estructurada La otra
cara de la moneda, la cnt1ca de Judn etal vez mas Importante hoy
pdra loque -;e 1enten ciudadanode -;egunda clde en la Igle'>Ia por
que no tienen autondad, un reconocimiento taCito de la Importdnua
que ha adqumdo el poder en la Igle Ia NI loambiciosos de autondad
m lm que anoran poseerla han entendido la leccwn de la vid y lo<; -;ar
mientos
En las Igle'>Ia'> que tienen un dcerdocw ordenado en su estructu
rd, cncontramm un problema peculiar Al tratar sobre la 1 Pedro '>C
nale que la exi tencia del '>dLerdociO ordenado puede provocar el efec
141 En el e\angeho dL Juan y en la'ept tola oJo aparece ekklesw en III Jn 6 9 10
para refenrse a latgle>td'> l<Kdk'
142 Vcr mt Ep1stles 107 712 1X para mayor mformacwn 'obre la> mtenuones de
Dtotrck'
100 LA'> IGLESIAS QUE LOS APOSTOLENOS DEJ,ARON
to ddyacente de minimizar el aprecio por el sacerdocio de todos los
creyente<;141 En relación d la Igualdad de todos lm crJ!>tldnocomo di
cipulo, eespecialmente difícil a los sacerdotes ordtmados mantener se
en la categoría de siervos (de Dws y de la comumdad), pues fre
cuentemente se supone que los ordenados son más unportantes y auto
maticamente se les considera más santos Al ser la ordenación un '>a
cramento y <;er los acerdoteloencargddos de ocupdre de co d" a
grddds, a menudo son considerados meJores que los cnst1anos normd
les En m1 propia Igle Ia, '>orprenderíd d muchos e td afirmaCión ele
mental e" más 1mport<1nte el díd en que una per on;l recibe el bdutJs
mo que el día en que e'> ordenado acerdote u obi!>po El pnmer dcrd
mento, dl fm y dl cdbo, conCierne a Id salvación, nos convierte en hiJOS
de Dws, que es una d1gmdad que va más allá de toda de Ignación pdra
un serviCIO e'>pecidl a Dws Los último!> papahdn Ido loablemente re
nunCiando d los atnbutos reales vmculados dntes dl cargo papal, por
eJemplo a Id tiara, a la ceremoma de la coronacwn, etc Me pregunto
que Impresion causana un papa futuro que, al ser elegido, no tomdra
un nombre regio smo que mantuvierdel ae su bautismo, exp'ucanóo su
deseo de ser conocido en la Iglesia por el nombre con que le hicieron
cn!>tiano y por el que fue conocido por Jesús Este gesto podna acabar
con el sentimiento eqmvocado que tantos hombres ajenos a la Igle!>Ia
comparten en relaCión a la'> pretensiOnes papale'> Pue!> demmtrdnd ld
creenCia de que, en lo que concierne d la salvdción, [a Identidad como
cnst1anos e'> más Importante que la que se obtiene de la dutonddd Tdl
sugerenCia no mega en absoluto ld dutonddd legítuna del vicdno de
Pedro, má!> bien e sitúa en la línea de lo que Juan mtenta expresar
cuando compara al DI'>cípulo Amado con Pedro
Hay más aspectos evaluables en la ecleswlogia ele Juan, pero será
meJor deJar su di<;cuswn pdra más adelante, cuando hayamoexpuesto
el papel del Espmtu-Paráclito y hayamos seguido la !listona de la cm
tJandad de Juan a lo largo de las Epístola
143 El hecho de que expong.;, .;qm y en el capitulo 5, las dJÍicultades que conlleva
un sacerdociO ordenado, (d1stmgmendolo del mm1steno ordenado), no quiere decir que
opme que la Iglesia catohca romana deba prescmdu del entendimiento . cerdotal del mi
ni\teno Señalo el valor y la grdn fuerza de este sacerdociO en CntJCdl Mcanmg 102-6 La
ordenaCJon no es solo und clecc1on para determmado trabaJO, entrdnd und graCia especial
Pero vedm,e las hmitacwnede todo acierto teológico en el c.;p¡tul(l2
CAPITUL07
La tradición del Discípulo Amado
y las Epístolas de Juan:
Una comunidad de individuos
-guiadptn cl E pírltu-Pacidi'lo
FALlA POR fRATAR UN ASPECTO muy Importante de id eclesiologid de
Juan, el papel del Espíntu baJO el título de Paradito Sm embargo,
para comprender la Importancia del Paráclito en Juan y del destmo
que e to comporta para la comumdad de Juan, comenzaremopor un
breve esquema de la hi"tond que ubyace baJO el Cuarto Evangelio.
Los discipulos citados en Jn 1 35-51 como segmdores de Jesús
dparecen en lo!> otroevdngelios (André, Pedro, Fehpe); d!>I como lo
tituloque se dan a Jesús, se dan en los otros evangelios (Mesías, HIJO
de DIOs, Rey, HIJO del Hombre) Parecena pues que, al menos ongi
nanamente, la cnstiandad de Juan no estaría muy leJOS del estilo do
mmante en el movimiento centrado en Jesús. Sm embargo, en el capi
tulo 4 del evangelio de Juan nos encontramos que los samantanoson
convertidos (pero no por los pnmeros discípulos de Jesús); y que el
culto en el templo de Jerusalén pierde !>U sigmficanCia Aquí Juan se
aparta claramente de la descnpc1ón del m1msteno de Jesús que nos
ofrecen los otros evangelios y está más cerca del desarrollo descnto en
Hechos 6-8 En Hechos se nos descnbe cómo los cnstianos JUdíos hele
mstasi44, sm romper la comumón, se separan administrativamente de
144 Se pueden reconstrmr los ra;gos distmtJvos entre los cnstJanos helemstas y los
cns!Janos hebreos a partir de las Implicaciones de los Hechos, pero ;m una certeza absolu
td Estan los problemas añadidos de la precJSJon de los Hechos y sobre s1 esta dJstmCJon en
tre lo; dos grupos de cns!Janos descnta en Jeru;alen, ex1s!Ja en otros lugares y, en tal caso,
SI exJstJa de la misma forma o no Ver Brown y Me1er, Antwch 6-7,34
102 LAS IGLESIAS QUE LOAPOSTOLES NOS DEJARON
la mayona cnst1ana hebrea de Jerusalen que cree en la observancia del
Templo, y, en la persona de Esteban, la predicacion de Jo-, helem-,ta
mega la presenCia de DIOs en el Templo Estos cnstianos helemstas
on los que convierten Samana y no Pedro o lo-; Doce Sostengo que la
cnstiandad de Juan no <;olo e taba formada por cnst1anohebreo
cuya tradJciOn refleJan otros escnto<; del NT, <;mo tambiCn por grupm
seme¡antes a los helem<>tas cuyas act1tudehacia el JUdaismo eran ba
tantemaradicales Tamb1en hab1a convertidos samantanos 14' Como
explique detalladamente en Commumty, esta mezcolanza pudo haber
acelerado los desarrollos mnovadores en la cn-;tologia de Juan lo cual
h1zo a este grupo de cn-;tianoo;, espeCialmente problematicos a loOJO"
de los JUdiOs que no cre1an en Jesus (La termmolog1a, JUamca tipica
para refenrse a los oponentede Jesus, a saber, <<los JUdiOS>>, habna
s1do maprop1ada en lm labios de Jesus durante su v1da Esta termmo
logia es explicable por la mfluenc1a del componente samantano en la
tradicion Juamca)
En cualqmer ca<;o, a partir del capitulo 5, un tema dommante de
la narrac1on de Juan del m1msteno de Jesus es el odw que <<los JUdlOS>>
sienten hacia el por hacerse a SI mismo (Igual a) Dws La divimdad de
Jesus expresada como aquel que baJO de Dws 146, (un aspecto de <;u di
vimdad que no aparecen en los otros evangelio<;, ver capitulo 6), e<; co
mentada en publico y atacada Hay largos debates entre Jesus y <<los
JUdiOS>> que se van haciendo progresivamente mas hostiie<; Lo que sub
yace en esta polem1ca se pone de mamflesto en la h1stona del ciego de
nacimiento en Juan 9 Los JUdws, enfadados, dicen <<Tu ere<; di'>Clpu
lo de ese hombre, nosotros somos diSCipulos de Mm eNo otrosa
bemos que a Mmses le hablo DIOs, pero ese (Jesus) no sabemos de
donde es>> (9 28-29) El c1ego de nacimiento, al que descnben como
disc1pulo de <<ese>>, tambien habla en plural <<Sabemos que DIOs no es
cucha a los pecadores si este hombre (Jesus) no v1mera de DIOs, no
podna haber hecho nada>> (9 31,33) La smagoga y la comumdad JUa
145 En Jn 8 48 Jesus es tachado de samantano No hay nada en su v1da que venfl
que esto por lo que puede suponerse que era una acusacwn que se hac1a contra la cnst1an
dad de Juan La presencia de muchos samantanos entre los creyentes es pecuhar del evan
geho de Juan (4 39 42)
146 Muchos factores entraron en JUego para for¡ar esta expres1on de cnstolog1a es
pecmlmente la reflexwn sobre la Sab1duna d1vma preexistente como se descnbe en el fmal
del AT y en la hteratura mtertestamentana (Brown John 1521 23) Otro factor puede ha
ber s1do el enfatizar a Mmses sobre Dav1d como el pnnc1pal analogo en el AT para enten
der a Jesus La figura de Mmses no fue famosa por llegar a ser rey como Dav1d smo por
que hablo con Dws qmza mclu;o le VIO y despues ba¡o a contar a la gente lo que hab1a
v1sto y mdo cuando estuvo con El Los samantanos rechazaban las pretensiones de Dav1d
en torno a Jerusalen y se apoyaban en la ahanza con Mmses que para ellos era la figura
pnnc1pal de la h1stona sagrada
LA TRADJCION DEL DJSCIPULO AMADO Y LAS EPISTOLAS DE JUAN HB
mea se separan por lo tanto una de otra como di<;Cipulos de Mmses y
di'>Clpulos de Jesus, a traves de las disputas en v1da de Je<,u-,, e nona
rran las que tienen lugar entre esto<; dogrupos (en otras palabras, el
Cuarto Evangelio puede leerse a dos m veles el de la v1da de Je us y el
de la vida de la comumdad 147) De la misma manera que el ciego de na
cimiento es Juzgado por los fanseos o <<los JUdiOS>> lo<> de la comumdad
de Juan wn JUzgados por los dmgentes de la smagoga As1 como al cie
go se le expulsa de la smagoga por confesar que Jesm ha vemdo de
Dws, tambien a la comumdad Juamca se la expulsa de la smagoga por
su confesiOn de Jesus (ver 16 2) Y durante este proceso de la <;magoga
que fue con 1derado una persecuciOn, <;e dw muerte a los cnstianos,
unas veces directamente por la autondad JUdia y otras md1rectamente
denunCiandoles a las autondades romana(15 20, 16 2-1) La reaccwn
verbal del Jesus JUamco ante e<;te tratamiento es dura los JUdiO<; que
mtentan matarle son hiJOS del diablo que era homiCida desde el pnnci
piO (8 40,44)
Al haber sufndo la expuls10n de la smagoga por creer que Jesus
hab1a vemdo de DIOs, condujo mevitablemente a los cnstianos Juam
cos a mtensificar y hacer mas estrecha su adheswn a la alta cnstolog1a
que manteman Jesues de tal manera uno con el Padre (10 30) que no
olo es Senor <;mo tamb1en Dws (20 28) Estos cn tianos estaban d1
puestos a cnt1car asperamente m el uso a los otrocnstianos SI e discu
tJan estas afirmaciOnes El Cuarto Evangelio desprecia a los JUdiO
que cre1an en Jesus pero no lo confesaban por m1edo a ser expulsados
de la smagoga (12 42) No oculta tampoco ">U hostilidad hacia los di CI
puJos JUdiOs que, habiendo segmdo a Jesus abiertamente, hacen obJe
Cionea que se d1ga que ha ba¡ado del Cielo o que puede dar su carne
como alimento (6 60-66) 148 , o mantienen re!'>ervas a que se le descnba
como existente antes de Abraham (8 58) Todas estacnticas de otro
grupo ">Ugieren que los cnstianos Juamcos debieron ser extremada
mente polemicos debido a su cnstolog a, discutida tanto por los JUdiOs
que no cre1an en Jesus como por los que cre1an La atmosfera de tnbu
nal que se respira en el Cuarto Evangelio con su contmuo subrayado
del testlmomo, la acusacwn y el JUiCIO (1 19-21,5 31-47,7 50-51,8 14-
18, etc ) y con sus debates sobre las ImplicaciOnes de los textos de la<;
escnturas (6 31 33,7 40-43,52, 10 34-36), refleJa la<; controversias y su
maneJO
147 Muy bueno sobre este aspedo es J L Martyn H1story & Theology m the
Fourth Go pel (2nd ed Nashv11le Abmgdon 1979)
148 A los OJOS de Juan los hermanos de Jesus pueden haber e;tado entre e;tos pues
aunque parectan apoyarle no cre1an en el (7 1 5) Para fmales de s1glo Santiago <el her
mano del Senor>> (ver Gal 1 19) 'e habta convertido en el heroe de los cnsttanos JUdlOs
que permanec1an en la observancia de la mayona de las co;tumbres JUdlas
104 LAIGLESIAS QUE LOS APOS1OLES NOS DEJARON
La lucha con la inagoga y la atmósfera polémica resultante son
muy importantepara entender lo que está pre ente en este evangelio,
pero también lo que está ausente. Los dirigentes de la sinagoga pensa
ban, al parecer, que la confesión juánica de Jesús como Dios negaba la
fe básica de Israel <<El Señor nuestro Dios es uno». En re pue ta a
esto, el evangelista defiende tan ardientemente la divinidad de Jesús
que rara vez permite que aparezcan ulimitaciones humana 149. Je ús
no puede hacer una simple pregunta, sm que Juan explique que ya sa
bía la respuesta (6:5-6). No puede elegir a un eguidor que acabaría
mal, sin que Juan ms1sta en que Jesús lo había previsto de de el pnnCI
pio (6:70-71). No puede elevar una oración de petición sm que se ase
gure que está implemente educando a los que le rodean en la verdad
de que el Padre siempre le escucha (11:41-42). Jesús no puede pedir
que la hora de la pasión pase de él, como hace en otros evangelios,
pues se dirige intenciOnadamente a esa hora (12:27). Su pasión no pue
de narrarse de modo que le itúe a merced de sus opresores, pues tiene
poder soberano para dar u vida y recuperarla de nuevo (10:18; ver
]8:6). Toda !a presentación de Jesús !e protege de cualqwer desafío a
u dJvimdad. S1 se le preguntara SI Jesús era humano, el evangelista
JUánico respondería probablemente, <<por supuesto, anduvo entre no
sotros>>. SI nunca subraya ea humanidad es porque esto nunca fue ne
gado por los mquisidores de la sinagoga. De la misma manera, no en
contramos directnces éticas o morales en este evangelio; no hay nada
emejante al Sermón de la Montaña en Mateo, y seguramente la razón
de esto es que ba es como los mandamientos no eran un tema de discu
sión entre la comumdad de Juan y la sinagoga. El evangelista podría
haber presentado un retrato más detallado de Jesú, pero lo que de he
cho describe eun tanto monocromático, pues la pelea con la smagoga
limitaba su paleta al blanco y negro.
La singularidad de la concepción del Espíritu Paráclito en Juan,
que de arrollaré a continuación, sólo puede entenderse completamen
te a la luz de la polémica historia antes descnta. Aunque todos los cris
tianos estuvieran de acuerdo en los primeros tiempos sobre la impor
tancia del Espíritu, tenían distintas nociones de lo que significaba ese
término (ver nota 94). Debido a que pneuma en griego es neutro y en
contramos dificultad en dilucidar hasta qué punto Pablo, los Hechos o
la 1 Pedro consideraron al Espíritu como personal. Pero de nuevo en
contramos en Juan el impacto de su cristología sobre sus puntos de vis-
149 «Y la Pala brd '>C b1zo carne y puso >U Morada entre no,otto,,(1 14) no remdrca
la<> hm1tac10nes, pue<; el vers1culo contmua «Y hemos contemplddo 'u glond, glona que rc
ube del Pddrc como HIJO umco,,
LA TRADICION DEL DISCIPULO AMADO Y LAS EPISTOLAS DE JUAN lO'í
ta. En la narración de la Ultima Cena en el Cuarto Evangelioiso se dice
que el Espíritu va a venir de Dios cuando J sús haya vuelto 1 Padre.
El tono de sustitución es tan fuerte que casi todo lo que se d1ce sobre
el Espíritu ya había sido dicho sobre Jesús. El_Espíritu emerge clar
mente como una presencia personal, la presencia permanente de Jesus
durante su ausencia de la tierra, mientras está con el Padre en el cielo.
Para designar esta concepción del Espíritu aparece (sólo en el
Cuarto Evangelio 151) un nombre que no es neutro, paraklétos, que
hace posible que el Espíritu sea antecedente de una serie de pronom
bres personales. En sus raíces griegas el término significa <<llamado
(klétos) cerca (para)» y, como su equivalente en latín advocatus, << Ja
mado (vocatus) a (ad)>>, tiene un uso legal o forense. Cuando algmen
tiene problemas, llama a un abogado o consejero, para que le apoye
durante el juicio. El contexto legal se ajusta perfectamente con la his
toria juánica que he bosquejado, en la que los miembros de la comuni
dad han de defenderse debido a sus puntos de vista cristológicos. Su
ayuda y garantía era el Espíritu Paráclito, presente entre ellos, que in
terpretaba correctamente fa significancia de Jesús; más aún, a través
de ellos y de su testimono, el Paráclito vencía todo ataque y demostra
ba que el mundo estaba equivocado, mostrando qe !ajusticia y la ve
dad estaban de parte de Jesús (16:8-11). Otra razon por la que el Espi
ritu es <<llamado a>> es para que consuele en los momentos de proble
mas de ahí el término el Consolador o Confortador Santo. En el con
text¿ de la Ultima Cena, Jesús está a punto de irse. Aunque e to en
tristezca los corazones de sus discípulos, es mejor que se vaya, porque
entonces vendrá el Paráclito (16:6-7) y tendrán el consuelo del que
reemplaza sobradamente a Jesús. Jesús vivió en esta tierra en un mo
mento y en lugar concretos; el Paráclito estará con cada creyente para
siempre (14:15-17). Así, la presencia del Paráclito es más íntima y du
radera. Ahora debería estar claro por qué, al discutir la eclesiología de
Juan, podemos ver en el concepto de Paráclito otra faceta del énfasis
que Juan pone en la relación de cada individuo con Jesús. Del mismo
modo que Jesús representa en la tierra al Padre que le envió, el Pará
clito representa a Jesús, que le envió. Jesús dijo: <<El que me ha visto a
mí, ha visto al Padre>> (14:9); de la misma manera podría decir: <<El
que ha recibido al Paráclito me ha recibido a mÍ>> (ver 14:17).
150 Todas las referencia> al Espmtu como Parachto aparecen en cmco pdSdJe> en Id
narrac10ndela UlllmaCenaenJudn 14 15-17,14 25-26,15 16-17,16 6-11,16 12-15 Pdrd
una expos1c10n detalladd o pdrd b1hhogrdhd pcrtmente de lo que he bo<>quepdo mas arn
ba, ver Brown, John 2 1135-44
151 Parakletm aparece en 1 Jn 2 1 << tenemos a uno que aboga ante el Padre, aJe
sucnsto, el JUStO» Jesús es el pnmer Parachto y s1rve como abogado nuestro en el c1elo, el
E'pmtu es <<Otro Paracl1t0» (Judn 14 16) que dctua en la tierra despues de que Jesus se
haya1do
106 LAS IGLESIAS QUE LOS APO<;TOLE'> NO'> DEJARON
Un aspecto Importante del papel del Paradito como representan
te es el de maestro En 14 15-17 Jesus d1ce a sudiscipulos <<SI me
amms, guardareis mis mandamientos, y yo pedue al Padre y os dara
otro Paradito el Espmtu de la verdad» 152 Y contmua <<Pero el Para
chto, el Espmtu Santo, que el Padre enviara en mi nombre, os lo ense
ñara todo y os recordara todo lo que yo os he dicho» (14 26) <<Cuando
venga el, el Espmtu de la verdad, os gmara hasta la verdad completa,
pues no hablara por su cuenta, smo que hablara lo que mga, y os anun
Ciara lo que ha de venu El me dara glona porque rec1bua de lo mw y
os lo comumcara a vo<;otros>> (16 13-14) Jesus rec1b10 del Padre todo
lo que hab1a de deCir, pero ha hecho temporal su revelacwn al procla
marla a us discipulos en esta tierra El Paradito reCibira de Jesus todo
lo que tiene que decn, pero, presente como esta en el corazon de cada
cnstiano, Situara el mensaJe temporalmente en cada penodo y en cada
lugar, capacitando asi a los cnshanos a afrontar lo que esta por vemr
La VISion Juamca se enfrenta as1 con un problema agudo S1 el cnstia
msmo ha de ser apostohco, debe trasmitir lo que ha reCibido de Jesu
a traves de la pnmera generac10n de creyentes, debe guardar la tradi
c1on Pero SI al mismo tiempo qmere enfrentarse con situacwnes nue
vas de una manera sigmficativa, debe tener un elemento de lo ongmal
y de lo contemporaneo El Paradito mantiene sm corrupc10n el pasa
do porque todo lo recibe de Jesus y no da revelac10n nueva Pero es un
maestro vivo que no e hm1ta a repetu una tradicion del pasado muer
to Silos Obispos presb1teros de las Pastorales han de enseñar, mante
mendose firmes en lo que se les habla enseñado (Tito 1 9), el Paradito
no solo declara lo que ha reCibido de Jesus (Juan 16 14), smo que, a
traves de ese med10, anunCia lo que ha de vemr (16 13) S1 buscamos
un eJemplo de lo que qmere decu lo VIeJo y lo nuevo en el papel de en
señanza que se atnbuye al Paradito, podemos fiJarnos en el Cuarto
Evangelio Este constituye el teshmomo dado por el Paradito a trave
del Discipulo Amado y del evangelista Es un evangelio que, como los
otros, se centra en la actividad publica de Jesus hasta su muerte y resu
rrecCion, pero nos presenta esta h1stona de un modo verdaderamente
mnovador, de tal forma que cada pagma es transformada por la smgu
lar percepcwn Juamca de la cnstolog1a (ver capitulo 6)
l'i2 «E1Espmtudelaverdad»(14 17 15 26 1613 IJn4 6)es comoParachto una
destgnacton pecuhdr de los escntos¡uamcos en el NT Los rollos del Mdr Muerto del Qum
rdn este termmo de,cnbe al dmgente de las fuef7as del bten un espmtu angehco pero
tdmbten el esptntu < n el que cdmman los bueno<; Puede dectrse que Id ftgura de la luz y
verddd que lo'¡udto'L'emo'oponen a Behdl (el Espmtu de la fabcdad dtrector de las tt
meblas) se hd btfurcddo en el cn,ttamsmo con Jesus como la luz y la verddd mamfte,tds
'mblemente y el Espmtu dnto como la verdad presente en y con lo'creyentes
LA TRADICION DEL DI CIPULO AMADO Y LAS E PISTOLAS DE JUAN 107
ASPECTOS POSITIVOS Y NEGATIVOS
El concepto de Espmtu Paradito aporta fuerza a la ecleswlog¡a
de Juan Jesus, por vemr del Padre o ser enviado por El y deCir solo lo
que oyo cuando estaba con El, dommaba en todos los enfrentamientos
con <<los JUdíos>> El Paradito, por vemr del Padre (15 26), er enviado
por Jesus (16 7) y decir solo lo que oyo de Jesus (16 13), hace mdiscu
tJble la cnstolog1a de la comumdad JUamca que da testimomo a traves
de El (15 27) Los JUdiOs y aquellos cnstianos que d¡scutian esceptica
mente la cnstolog1a de la preexistencia defendida por los testigos Jua
mcos, no creian el<< Yo soy>> del propio Jesus La muerte de las grandes
figuras de la pnmera generacwn que vieron a Jesus con vida o resucita
do, fueran apostoles o no, no pudo debilitar la confianza de la comum
dad JUamca en la correccwn de sus percepciOnes sobre la permanen
cia (Estas no se debihtanan m con la muerte del Discipulo Amado)
Estas figuras de la pnmera generac10n dieron teshmomo sigmficativo,
pero solo porque pose1an el Paradito, y este permanece en los corazo
nes de la segunda y tercera generac10n de cnstlanos JUamcos
En el capitulo antenor remarque elJgualltansmoJuamco no hay
cnstlanos de segunda clase por lo que respecta a su esta tus, todos son
diSCipulos, que es lo que realmente Importa La Idea de que Dws no
Iba a ser adorado m en Jerusalen m en la montaña de Samana, smo en
Espmtu y en verdad (4 21-23), s1gmfica que no hay tampoco cnstianos
de segunda clase geograflcamente Dws es Espmtu (4 24) y el Espmtu
de la verdad esta siempre en cada cnstlano donde qmera que este La
Idea de que el Paradito se da a toda persona que ama a Jesus y guarda
sus mandamientos y, consecuentemente, permanece para siempre
(14 15-16), s1gmfica que no hay cnst1anos de segunda clase temporal
mente Es cierto que algunos tuvieron el pnv1legw de ver a Jesus y
creer, pero benditos sean aquellos que, sm haber visto a Jesus, han
cre1do (20 29) Jesus reza por aquellos que creyeron durante su mims
teno (17 8-9), pero tamb1en por las generacwnes postenores que Iban
a creer a traves de la palabra de los pnmeros (17 20) Asi, la ecleswlo
giaJuamca no establece fronteras de estatus, espaciO o tiempo quepo
dna Situar a unos mas leJos de Jesus que a otros
A pesar de todo, lo que ocurno (en esta comumdad) empano en
cierta medida esta atractiva Imagen de las actitudes de la Iglesia Juam
ca Llegados a este punto, no nos es necesano adiVmar que resultados
negativos podnan desprenderse de los puntos pnnCipales de la eclesiO
log¡a de Juan ya que las mismas Ep1stolas muestran sus trag1coefec
tos secundanos Permitidme pnmero que analize la situacion refleJada
108 LAS IGLESIAS QUI:: LOS APO TOLI::S NOS DEJARON
en estas Epistolasm, y luego relaciOnarla con la h1stona de la comum
dad descnta antenormente en este capitulo
S1tuacwn en las Ep1stolas Escntas menos de una decada despues
del Cuarto Evangelio, las Ep1stolas JUamcas ya refleJan un cambiO sor
prendente en la s1tuacwn comumtana No se hace referenCia a los JU
dws o a otros grupos de creyentes cnstianos, cuya fe no es la apropia
da El foco umco de mteres es una seceswn mterna de la comumdad,
tan sena que aparece descnta en lenguaJe apocahphco <<Habeis mdo
que Iba a vemr un Anhcnsto, pues bien, muchos anticnstos han apare
c1do, por lo cual nos damos cuenta que es ya la ultima hora Salieron
de entre nosotros, pero no eran de los nuestros S1 hubiesen Sido de los
nuestros, habnan permaneCido con nosotros>> (1 Juan 2 18-19) El au
tor de las Ep1stolas 154 escnbe con tanta urgencia no porque espere que
esos falsos profetas (4 1) lean su obra y se conviertan, smo porque son
los lideres de un esfuerzo misiOnero permanente que socava la adhe
swn de sus seguidores El autor espera que, a traves de su obra, se de
tenga el ex1to que estan obtemendo pues todo el mundo les esta escu
chando (4 5) El max1mo exponente de esta actitud aparece en la 11
Juan, que es una advertenCia dmg1da a una comumdad penfenca que
todavia no hab1a sido afectada por la seces10n <<Muchos Seductores
han sahdo al mundo>> (11 Juan 7) y van a Ir a esa comumdad Por eso el
autor advierte a los cnstianos de alh para que m s1qmera les permitan
atravesar la puerta de su casa Iglesia (11 Juan 10)
No resulta faCII descifrar el pensamiento de los seceswmstas, pues
debemos reconstrUirlo a traves de las cnticas que revela el autor de las
ep1stolas y de su propia confes10n de fe 155 Presupone que sus lectores
conocen los puntos de disputa y esta mas preocupado en refutar que en
exponer claramente MI comentano de The Ep1stles of John aporta los
diferentes puntos de VIsta eruditos sobre el pensamiento de los sece
swmstas, aqm, en breve, expongo lo que considero tiene mas funda
mento
Los seceswmstas son mnovadores progresistas (11 Juan 9) a los
OJOS de un autor que se considera a si mismo conservador, sostemen
dose en lo que se ha ensenado desde el pnnc1p10 (1 Juan 3 11a)
153 Todo lo que ;Igue puede encontrarse sustdncialmente en mi Ep1stles en particu
lar puede verse en el un breve resumen de mi leona sobre estas obras en Id'> pdgmas 69 71
154 Mantengo que fue uno el autor de las tres Epistolas distmto del que escnb10 el
Cuarto Evdngeho
155 En un apendice a mi Ep1stles 762 63 recopilo todas las !rd'>e'> cpistolanas que
pueden permitirnos reconstrUir el pensamiento secesiOnista
LA TRADICION DEL DISCIPULO AMADO Y LAS EPISTOLAS DE JUAN 109
El asocia su postura con una cadena de testimomos JUamcore
montandose hasta el Discipulo Amado y utilizando un «nosotros>>
para refenrse a los que hemo<; visto y mdo a Jesus (1 Juan 1 1-4) Cns
tologJCamente, se acusa a los seceswmstas de negar la <<carne>> o huma
mdad de Jesus (1 Juan 4 2, 11 Juan 7) Presumiblemente esto <>Igmfica
que no daban Importancia salvifica a lo que, despues de todo, solo era
una fase de la Palabra preexistente Como antiguomiembros de la co
mumdad, los seceswmstas, fieles a Juan 1 14, adm1tinan la encarna
Cion Pero la misma entrada de Jesus, la luz, en el mundo fue lo que diO
vida eterna a loque creen (Juan 3 16-17), los hechos ub Igmente<>
mcluyendo su muerte, no habnan sido Importantes Et1camente, para
los seceswmstas el umco pecado cons1stina en negarse a creer en Je
suEl creyente es un hiJO de Dws, ya esta Juzgado (Juan 3 18, 5 24) y
ya tiene v1da eterna Por eso, aunque no apoyaran el hbertmaJe, los se
ces1omstas proclamaban que el hacer buenas obras no tiene valor al VI
Íleo, as1 como tampoco el cumphr los mandamientos, y que no hay
pecado si uno cree (1 Juan 1 8-10) En contra de estas VI Ionecnstolo
gicas y etlcas, el autor mantiene que siempre se ha sabido que la salva
Cion vmo, no oJo por la encarnacwn de la Palabra, smo tamb1en por
la muerte de Jesus como factor esenCial Jesus vmo <<no solamente en
el agua, smo en el agua y en la sangre>> (1 Juan 5 6) El amor supremo
de Dwfue que envio a Su HIJO al mundo, eso es cierto, pero le enviO
como expiacion de nuestros pecado<> ( 4 9-10), y esa redenc10n se cum
pho a traves de la sangre de Jesus que nos punf1ca de los pecado<; (1 7)
La forma en que Jesus <<anduvo>> en el mundo fue muy Importante no
solo cnstolog1ca smo ehcamente considerada Debemos cammar
como El cammo (1 7), punficarnos como El fue puro (3 3), evitar el
pecado en nosotros como no hab1a pecado en El (3 5-6), obrar la JUSti
c1a como El fue JUSto (3 7) Los mandamientos son muy Importantes,
pues <<qmen guarda sus mandamientos permanece en Dws y DIOs en
eh> (3 24) BaJO mngun wncepto mega el autor de la ep1stolas que a
traves de la fe y el bautismo reCibimos la v1da eterna de Dws, pero
existe aun un desarrollo futuro «Quendos, ahora somos hiJOS de Dws
y aun no se ha mamfestado lo que seremos>> (3 2) Esto se revelara a
traves del JUICIO fmal antes del cual hemos de tener cmdado para que
lo que hayamos hecho no nos averguence (2 28-3 2)
Como se llego a la s1tuacwn de las ep1stolas a part1r del Cuarto
EvangeliO Un Cisma tan acerado, que reflep VISiones anhteticas del
cnstiamsmo, es una traged1a dara en la Iglesia Lo que nos mteresa es
como se ongmo el Cisma a partir del Cuarto Evangeho, como Ilustra
c10n de los aspectos negativos mherentes a la atractiva cnstolog1a y
ecleswlog1a de esta magmfica obra La tesis que he mtentado defen-
110 LA'> IGLE<;IAS QUE LO:, APOSTOLES NOS DEJARON
der con ngor en The Ep1stles of John, e<> que tanto el autor de la<> epi'>
tolacomo lo:, secesiomstas, aceptaban la presentacion de Jesu<; en el
Cuarto Evangelio (la conoCieran en su forma oral o e<>cnta) Pocos
eruditos han dudado que el autor de laepi tolae Sirva de la trad1
cwn de Juan previa, pero yo argumentana que, aunque a !m <>ece<>IO
mstas se les descnba como <<progresistas>>, u:, Ideas (tal y como lare
constrmmm a partir de la polem1ca en la Iy II Juan), pueden ser co
rrectamente explicadas como denvacwnede lc1 tradicion Juamca
Toda la dJscusion, as¡ le1da, trata <;obre la mterpretacwn de una tradi
Cion comunmente aceptada por ambc1s parte'>
Este factor 1lumma, a mi modo de ver, cuatro aspectos negativos
mherente'> a la trad1uon por hc ber sido e<;ta configurada entre polcmi
ca'> y porque reclamabcla gmcmdudable del Paracl1to E'> 1mportc nte
caer en la cuenta de estas limitaciOnes, pues son utJies pc1ra los d1alogos
ecumemcos de nuestro'> dw'> entre !m protestante<; y !m cc1tolicm ro
mano, pues la divi Ion del 1glo XVI fue tamb1en polem1ca Implico
excomumone<> y acu<,acione<; de <,er Anticn-;to-; e mtento JU'>tiÍicar la'>
po IciOnede cada uno c pelando al Espmtu y a la:, e:,cnturas comune'>
S1 descubnmos algunos de los problemas de la diVISion del pnmer '>I
glo podremoaprender tamb1en alguno'> de lo'> del XVI y de lo'> del
XX
PRIMFR ASPH 1 O NFGA IIVO la parCidlidad de una teologld conf1
gurada en la polem1ca tendente en el ultimo extremo a la exagerauon
y a la d!VI Ion Senalaba ma'> arnbcque el evangeh'>ta del Cuarto
Evangeho enfatizaba lo que «los JUdiOS>> y otros cnstwnos negaban la
div!mdad preexl'>tente de Jc-;m El haber '>Ido llevadm a JUICIO y el ha
ber ufndo por u fe aporto una Iuc1dez bnllante a lepre entdCIOD (de
esta Idea) Los lectores de de entonces acabanan convencidO'>, como
pretend1a el autor de que hab1an de creer que Je-,ue'> el Cn to, el
HIJO de DIO y de que creyendo teman v1da en su nombre (Juan
20 31) Esto era e-;plend1do miCntra'> e-;te evangeho tuera leido por
cnst1anos JUamcm que daban por hecho que Jesus 1mphcaba necesa
namente una ded1cac¡on a VIVIr de una manera d1gna de tal creenCia
El enfasi'> en que el creer o el negare a creer comtltuye el JUICIO, tema
'>ent!do m1entra<; e proclamara en un contexto en el que el regreso fi
nal de Jesus para Juzgar se diCra por <;entado (un regre<;o que mo'>trdna
la decepc10n con '>U e'>tatude los que e com1deraban creyentes)
Pero cuando und teolog1a como la del Cuarto Evangelio '>e ha perfila
do en la polemiCa y lo<; que Id '>O'>teman han Ido traumatiCdmente ex
pubddOpor lo'> oponentes (en este caso, por lm JUdiOde la smago
ga) el trauma tiende a mcurecer lo'> pre<;upue<;tm y frccucntcmcntc lo
que e tramm1te aJa Igwente generacwn e o/o el oh¡cto de /a d1 pu
1 A TRADICION DEL DISCIPULO AMADO Y 1 AS EPISTOLAS DE JUAN 111
ta S1 <;e e cnbio un documento basJco en la epoca del trauma para de
fender a los que sufnan (como hizo con ex1to el Cuarto Evangelio),
este tendera a convert1re en el documento fundacional de la '>Igmente
generacwn, la Biblia por antonomasia De este modo, para la sigmen
te generacwn JUamca la parcialidad del Cuarto Evangeho pudo consti
tmr y de hecho llego a ser un motivo de tropiezo, un e collo para lo
que no conoc1an los presupuestos 116 La razon por la que el autor epis
tolar debe remontarse al «pnnCipiO>> para refutar a lo<; eceswmsta'> e
porque hay peligrosamente pocm datoen el Cuarto Evangelio para
hacerlo Habla de un Jesm que durante su mm1steno publico ofrecw
la v1da eterna a lm que creyeran que el era la luz que vmo al mundo
enviado por el Padre (,Como Iban a '>aber los creyentes que no po
sewn un conoc1m1ento tradiciOnal que esta vida eterna solo '>e h1zo po
'>ible de pues que Jesus muno por nuestro'> pecado-; (como explica el
autor de la<; ep1 tolas)? SI, hay una trae sobre «el Cordero de DIO'>
que qmta el pecado del mundo>> (Juan 1 29) Sm embargo, y a meno
que los sece'>lom:,tas conoc1eran la trad1cion antenor, (,comprende
nao la-; referencia5 '>utlledel Cuarto Evangelio obre Jesumunendo
como cordero pa'>cua\ 157 , y no supondnan que su m¡<;ma vemda al
mundo fue la que qmto el pecado del mundo puesto que esta fra'>e
aparec1a al pnnCipiO del m1msteno publico? Lm cn tianos Juamcos
expulsado'> de la <;magoga se llevaron c(ms1go el ent1m1ento moral JU
diO de que hay que erv1r a Dws viviendo egun sus mandamiento
Pero ( sentma la Igmente generacwn el horror JUdiO al pecado por
ruptura de los mandamiento-; '>I olo hab1a memonzado el Cuarto
Evangelio que habla exclusivamente del pecado de no creer?
No nece'>!to In'>l'>tlr en esto El Cuarto Evangelio producido en la
polem1ca, es como un diamante abnllantado por logolpe-; del talla
dor, pero del que solo llama la atencwn la cara a1 pulida La contro
versia hizo exCitante y atractivo e<> te evangelio, pero tamb1en de'>Igual
Por contraste, Lucas/Hechm eun trabaJO teolog1camente menos ex
Citante pero mas eqmhbrado Sospecho que la teolog1a de Lutero he
bna 1do mucho menos mtere-;c nte y atractiva s1 no hub1era encontra-
156 F'> po,tble que no solo el pa'o del ttempo stno un traslado ftstco dt'>tanuara a lt
'tgutente generacton de los presupuestos de la antenor Aunque la comumdad Juamca
tuvo sus ongenes probablemente en Pale'>ttna el cuarto Evangelio fue '>Crtto en otro lugar
(en mt optmon pudo '>er la rehg10n de Ffew pero algunm optan por Sma)
1 'i7 Jesus fue '>Cntenuado a monr en el medtodta de la vtspera dd dta de Pa"u l
(Juan 19 14) la hora en la que emp zabd el '>dcrtftuo de''"corderos pascudk'> en d Tem
plo Cuando Jesus gnto «tengo ' d SUJet mm una '>ponJa empdpad l en vmagre a un l
rdma de htsopo y 'e la acercaron a la boca (19 2R 29) en Fgtpto 'e w.o el ht,opo para mar
cdr las puerta' tsraehta'> con la 'angre del Cordero Nmguno de lo'huc'm de Jc'>U'> fue roto
de acuerdo con la' prescnpuone'que ext'>ttan sobre el Cordero Pa,cu !1 ( 19 11 16)
112 LAS IGLESIAS QUE LOS APOSTOLES NO<; DEJARON
do oposicion La hostil reaccwn de Roma al excomulgarle, ayudo a
plantearse Jos problemas con una claridad tan luCida que obligaba a SI
tuarse a favor o en contra El lenguaJe de kns1s, <<JUICIO, CriSIS>>, tan en
demico en el Cuarto Evangelio, ab orbe todo el1mpetu del tema Los
que se adh1eren a una ecle wlogia como la de Juan, tienen que enfren
tarse con una CriSIS y hacer un JUICIO y u proclamacwn de la teolog1a
sera causante de que otros Juzguen tamb1en, po<>IC!Onandose a favor o
en contra de ellm
En el proceo consistente en formar<>e una postura teologJca desa
fiante, afrontar la polemica, ser expulsados o excomulgados'', y, con
secuentemente, mtensificar la postura teologica, habra un paso ulte
rior, a saber, la dJvJsJon m terna origmada por la m1sma doctrina que en
un principiO llevo a la polemJca y a la expuh10n Algunos de Jos del
grupo expulsado empupron el punto crucial mas alla que el resto Ca<>I
parece que la excomumon rompe todos Jos frenos del dmam1smo m
terno del movimiento S1 Jos m1embros de la comumdad JUamca e<>ta
ban tan convencidos de la dJvimdad preexi<>tente de Jesus como para
afrontar la expulswn de la magoga baJO el cargo de adorar a otro
Dio<>, y SI esta expuls10n les volv10 marecalcitranteen su postura, de
modo que en la descripcwn de Jesus ev1taban Jos rasgos humanos que
pudieran ofrecer a la <>magoga argumentos en su contra, e han a mevi
table que en cierto momento algun miembro fuera mas leJO'> aun al m1
nu valorar la humamdad de Je us, causando horror en los otros que
pensaban que esto era 1r demasiado leJOS Se habw necesitado un valor
extremo para apartarse de la <>magoga, menor sena el necesario para
una separacwn m terna del grupo Use antes la metafora de un dJamen
te pulido por lm golpes opuestos del cmcel y el martillo El peligro e
que un golpe fmal estropee el diamante por causa de una gneta m
terna
Segun el autor de las Ep1stolas de Juan, lm seceswmstas se han
salido de la comumdad por moverse demas1ado progresivamente
Puede asegurarse que, para Jos seceswmstas, el autor y us segmdores
erraban al no ver el dmam1smo de la v1da comumtana, e m tentar con
gelar esta a un m ve!concreto El autor afirmaba ba-;are en la trad!c!On
tal y como se hab1a entendido desde los comienzo, Jos seceswmsta-;
posiblemente mantendnan estar eJemplificando el Impulso que d10
ongen a esa tradJc!On Una vez mas p1enso en Lutero eparado de
Roma por el problema del mento y defendiendo que suconcepcwne<>
1'58 Los m1errmros de esta comumdad fueron expuh< <lo' de lt 'mdgoga (Jn 9 34
16 í2) pero no ex1 te Id certeza de que hubterd und excomumon formdl como la descnta en
lt l ey JUdld po,tenor
1 A 1 RADIC ION DEL DISCIPULO AMADO Y LAS EPIS1OLAS DF JUAN 113
se JU tlflcaban con las Escntura, a pe ar de todas la apelacwnede
Roma a la autondad y la tradJclOn para mantener Jo contrario Apare
CIO, mevJtablemente, un mov1m1ento mas radical que acu aba a Lute
ro de mantener rasgos que no aparec1an en la Escntura<> y de no ser fiel
al Impulso de sus propia<> m tUiciOnes sobre la supremac1a de la B1blia
SEGUNDO ASPFC 1 O NEGA IIVO el abismo mfranqueabJe re uJtante
de la polemJca y de la expulswn, que lleva a la perd1da de la tradJclon
Es trag1co que en el mtenor de un grupo expulsado tras un enfrenta
miento polemJco, a menudo aparezca un cisma debido a la exagera
CJon Qu¡zas sea aun mas trag1co que la m1sma expulswn tienda a esta
blecer una eparac1on tan ancha respecto al grupo IniCial que se p1erda
mucha de la trad!clon que no se hab1a discutido antes A pesar de la-;
diferencias cau-;adapor su m Istencia en la divimdad preexistente de
Je u, la comumdad de cn tlanos JUamcotema mas en comun, a m ve!
religwso, con la smagoga Judw que le<> hab1a expulsado que con el
mundo de religwn pagana en que v¡v¡an Compart1an con Jos JUd!Os de
la smagoga la creencia en un solo Dws, las Escnturas, las fiestas litur
gJCas, la etica ba 1ca de la Ley, etc Pero poco despuede la expuls10n
ya aparee en el Cuarto Evangelio la expre:-1on <<u Ley» (Juan 15 25)
para refenrse a la de los Judws, como s1la ley del AT (en este eJemplo,
los Salmos), no perteneciera tamb1en a Jos cnstJanos Las grandes fies
tas de la Pascua y de las T1endas en Juan son fiestas <<de los JUd!Os», ex
tranas a los cnstlanos Hay una extraña dJVI'>JOn entre los dJSClpulos de
Mmses y los de Jesus (<<ese» en Juan 9 28), como 1los dJsc1pulos deJe
sus no lo fueran tamb1en de Mmses En otras palabras, todo lo que ha
b1a de herenCia comun esta perd1endose de v1sta en la med1da en que
los puntos de dJVISion se recrudecen 1w La <;eparacwn tendera a am
pharse SI hay un deslizamiento JdeologJco entre los expulsados, con un
1mpulso hac1a la exageracwn de la vJsJon teolog1ca de la comumdad
que causo los problemas al pnnc1p10 Tal exagerac10n confirma a los
dmgentes del grupo ongmano en el sentido de que actuaron b1en al
expulsarlos y que diagnosticaron correctamente sobre las lmphcacw
nes de la teolog1a del grupo (En escasas ocas1one-; se preguntan tal
exageracwn hub1era temdo lugar de no haber s1do expulsados) Pode
mos 1magmar que s1 los dmgentes de la smagoga se enteraron de la se
cesJon mterna entre Jos JUamcos, seguramente cons1deranan a Jos se
ceswmstas como el resultado mev1table de los pensamientos mcontro
lados sobre Jesus que propugna el Cuarto Evangelio La apanc10n de
1'l9 En este sent1do puede remdrcarse la apanc10n de la Confes1on de Ausburgo
una decada despue'de la Reforma Aquella confes10n comenzabd recordando a los lutera
nos y catohcos los muchos puntos que temdn en comun antes de pasar d lo'reldllVdmente
pocos en que dtscrepdban senamente A pesar de todo no constguJO remed1ar la ruptura
114 LAS IGLESIAS QUE LOS APOSTOLES NOS DEJARON
los Schwarmere1, los protestantes mas radicales, seguramente confir
mo a Roma en su JUICIO de que el movimiento de Lutero estaba dest1
nddo a generar andrqma
El ultimo paso tiene lugar cuando el grupo ongmdno y el expulsa
do que und vez tuvieron tanto en comun se convierten en dotradiciO
nes diferentes ParadOJICamente, entonces puede que se sientan aver
gonzados, d la defensiva y en todo caso sensibilizados acerca de todos
los puntos que queden en comun Por eJemplo, para mediadodel se
gundo siglo, la herencia pnnc1pal que JUdiOs y cnstianos conservaban
en comun era el AT (despues de que frdcasara el mtento de Marcwn
de deshacerse de este), pero no pod1an ponerse de acuerdo sobre
como mterpretarlo y se acusaban mutuamente de distorsiOnar su senti
do o de falsificarlo Del mismo modo, unas decadas despues de que
empezara la reforma, los protestantes estaban muy sensibilizados res
pecto d las caractenst1cas que se manteman de su herncid catohca, de
forma tal que practicas que nunca preocuparon a Lutero o mcluso d
Zwmgh (la frecuenCia de la eucanstla, la devocwn a Mdnd), comenza
ron a ser so pechosas Por parte de los catohcos, se consideraba que
dar Importancia a la lectura de la B1bha era protestante y, como tal,
sospechoso Mas aun, mnovacwnes que seguramente se habnan Intro
ducido en el catoliCismo de no haber ocurndo la reforma (como la li
turgia en lengua vernacula), se pospusieron mdehmddmente porque
se Identificdban como protestante
He m IStido en este libro en que por toda vision teologiCd e paga
un preciO Cuanto mas bnllante sea esta vision, mas probable sera que
otroa pectos de la verdad queden en la oscundad, a menudo para ser
luego mmusvdlorados y olvidados Un grupo rehgwso eqmlibrddo,
con sufiCiente confianza en sus puntos de vista, no teme mirar hacia
atras con pdz para reclamar lo que se perd10 por el mismo hecho de de
fender estos puntos de VIsta con tanta fuerza Pero si la polemiCd ha
sido Id comadrona que ayudo a nacer los rasgos de Identidad de una co
mumdad, la posibilidad de remontarse al pasado para recuperar pdrte
de la herencia perdida es sigmficativamente rechdzada En tal s1tua
c10n, la propia Identidad se ha fortalecido mediante la propaganda
contra los valores perdidos, a los que considera mutiles En el Cuarto
Evangelio se presenta a Jesus hablando en las pnnCipales fiestas de los
JUdiOs, sustituyendo su s1gmficado por afirmdciOnes que el hace sobre
sus propios dones 160 i Como pueden entoncelomiembros de la co
160 En el capitulo 5 habla con ocaswn del Sabado en el 6 de la Pdscua en los 7 y 9
durante las fiestas de las Tiendas en el 10 durante la Dedicduon o Hannukkah Ver
Brown John 1201 4
LA TRADICION DEL DISCIPULO AMADO Y LAS EPISTOLAS DE JUAN 11
mumdad formada por este evangelio preguntarse sobre los valoreh
turg1cos que se perdieron di er expubddos de id mdgogd? Con un
eJemplo mas reciente las polem1cas fueron tan durden Id epoca de id
Reforma que tuvieron que pasar 450 anos para que protestantes y ca
tohcos pudieran entablar d1alogos s1gmficativos sobre como ambo
grupos hab1an truncado su tradicion con tales polem1cas Y hoy eel
d1a en que lo<> extremistdde dmbobdndotoddVId consideran e<>te
dialogo como una trmc10n a la causa
Un eJemplo algo menos dramatico del problemd de Id perdidd de
tradiciOn hd ocurndo en el m tenor de la Igle Id catohcd romana tras el
Vaticano II Hubo pocd polem1ca pub/Jea durante el conCilio, pues los
cambios se mtroduJeron en la esfera de las actitudes bas1cas respecto a
Id liturgia, la Ley y el estilo de vida Pero el catoliCismo romdno ufno
lo que de repentmo y dramatlco hubo en tales cambiOpor lo que Id
polemicd suced10 al conciliO Un catoliCismo marcado por el cambiO
dramatico del VdtiCdno 11 se transmlt1o a la s1gmente generdciOn Lds
mnovacwnes que hab1an marcado la vida de los maestros fue lo sus
tancial del mensaJe que se comumco a los mnos, con la concomitancia
de que esto Implicaba la negacwn de gran parte de tradiciOn catohca
que no hab1a s1do afectada por el concilio, los presupuestos distmtivos
de Id v1dd catohca En consecuencia, la generdcion que crec10 en los
70, d pesar de tener plena conCiencia de dlgunds nuevas visiones del
Vaticano Il, a menudo eran dolorosdmente Ignorantes de gran parte
de su herencia catohca Los que ensenabdn lo nuevo estaban sordos a
los lamentos por la perd1dd de lo vieJO, e Identificaban tales queJas con
una reaccwn tradiciOnah ta contra el concilio Hab1a, y hay aun, cato
hcos extremistas enfrentados al Vaticano II (como el Arzobispo Le
febvre), o de forma encubiertd (los que citan constantemente docu
mentos preconc1hareque apuntan en una direccion contrana di Vdti
cano 11) Pero otros, y me mcluma entre ellos, JUnto al entusiasmo por
lo mtroduc1do en el catohCI mo por el Vaticano Il, no ven nece ana'>
laperdidas concomitantes, por eJemplo, la perdida de la fidelidad m
terna al catolicismo, la perdida de la obediencia y el compromiso con
la Iglesia, id perdida de d1gmdad en la liturgia, la perdida del canto gre
gonano, la perdida del conoCimiento de la tradiCion latma que desde
Agustm llega hdsta Id Edad Media pa ando por Tomas Intentdr recu
perar parte de todo esto mientras se sigue avanzando en la Imea del
Vdticdno 11 sena un acto de sentido comun Esperemos que la acntud
de los mtercambws entre extremistas no lo evite Esta recuperac10n
era lo que el autor de las Epistolas Juamcas mtentabd hacer en el mo
mento postenor al bnllante penado del Cuarto Evangelio en la histo
na de la comumdad JUamca En nmgun momento contradice los pun
tos de vista del Cuarto Evangelio, pero mtenta situarlas en el contexto
116 LAS IGLESIAS QUE LOS APOSTOLES NOS DEJARON
de Jos presupuestm que el evangelista sm duda dab<t por seguros pero
nunca menciono m recalco en su obra Mediante est()s esfuerzo-, el au
tor de las epi tolademostro a Joteologode la Igleia postenoreque
el Cuarto Evangelio (que durante el<>egundo siglo fue el foco de Jos co
mentano<> gnosticos) era capaz de servir muy bien a la cnstiandad orto
doxa
TERCER ASPFCIO NEGATIVO )a ho-;tiiidad extrelf¡a hacia Jos extra
noque hmita el amor exclu Ivamente d <<lm hermanos>> El Cuarto
Evangelio descnbe a los adversanode Jesus en termmoextremddd
mente a peros, sobre todo d «lo<> JUdiOS>> Su padr<.: es el didblo que
erd homicida de.,de el pnnCipiO, es un mentiroso y por eso sm hiJOS se
megan a creer la verddd (Juan 8 43-46, 'i'i) Amaron mas Idtimeblas
que la luz porque -.m obraeran mala<; (3 19-21, 12 35) emas, Dios
ha cegado sus OJO(12 40) Cuando el foco de disputaJUdmca se trasla
do de lono creyentes externo'> al cisma m terno corno se testimoma en
la<> epistolas, merece la pena notar como e<,te mism() oprobio se viCrte
obre lm seceswmstas Son como Cam, que, siendo del Maligno mato
a su hermdno (1 Juan 1 12), son hiJm del Diablo qut: es pecador desde
el pnncipiO (3 8 10) son mentuosos (2 22) y po-;eeh un espmtu de la
mentira opue to al Espmtu de la verdad (4 1-6) Lds timebla<> han ce
gado sus OJO(2 11)
Este lenguaJe d pero aparece en las d1 puta<> mternds JUdiade la
1
epoca 1" A pesar de todo, a simple VI<>ta parece dificil reconciiidr Id
muestras de odiO con la observancid del mandamiento de Je us en el
Cuarto Evangelio «Que, como yo o<> he amado, as1 o<> ame1tamb1en
vo otrolos unos a los otros>> (Juan 13 34, 15 12,17) Ese mandamien to
es de una Importancia extrema tamb1en para el a11tor de las Episto las,
pues lo Situa al mismo mvel que la fe en Jesus (1 .Juan 3 23) Insiste una
y otra vez en que es un mandamiento de Dws e\ amar al hermano o el
amarse unos d otros (1 Juan 2 7-11,4 21, JI Jn 4--6) He dicho que, d
simple VIsta, la hostilidad frente a los otros es dihCII de reconCiliar
con este mandamiento, ha'ita que caemos en la cuenta de que este solo
se refiere a amarse unos a otros o a amar al hermano de uno 162 No hay
una exigenCia de amar al proJimo como en los Smophcos (Mt 'i 43, Lu
cas 10 27), donde el contexto deJa claro que se mclt¡ye a enemigos y a
extranos (Mt 5 44, Le 1 O 29-37) Podemos decir que la tradiciOn
JUam-
161 Lo sumos sacerdotes saduceo' cruuficaban fartseos en la epoca de Alepndro
Jannaeus Los esemos del Qumr.;n n.;rr.;n un mtento por p Irte de 1<),,acerdotede Jerusa
len de matar a su maestro y para elloel 'umo 'dccrdotc era un 1-¡omhre de la Men tu.;
162 En nuestro lengua¡e el mand 1m1ento ¡u tnKO •mphc.;n 1 ¡m.;r .;l hermano y a la
hermana de uno pues como y.; he re,.;ltado (e 1p1tulo 6) ld'mu¡u-e,¡ug.;ron un papelim
portante en el pensamiento de Ju m
LA TRADICION DEL DISCIPULO AMADO Y LAS EPISTOLAS DE JUAN 117
ca no enfatizd el amor a los aJenos a la comumdad, su Idedl es el amor
de los hiJOS de DIOs que han vemdo a la exi tenCia a traves de la fe en
Jesus SI en las epistolas parece que el amor no alcdnza a los secesiOniS
tas, es porque se han apartado y no son ya miembros de la comumdad
o hiJOS de DIOs (Podemososprechar que los ece IOmsta<> manten
dnan la misma postura respecto al autor y sus segmdores)
En otras palabras, Id cercama d Jesus que es el grdn aspecto posi
tivo de la ecleswlogia del Cuarto Evangelio tend1a a ongmar un grupo
m terno para el que la mayor parte de Jos otrm constltma un mundo ex
terno maligno (D1go <<Id mdyor parte de los otros>> porque se hace la
excepcwn de las oveJas que no son de este redil en Juan 10 16, signo de
que habw cnstlanos no Juamcos a los que no se consideraban malva
dosi61) En el evangelio, «los JUdiOS>> son el eJemplo pnnCipal del m un
do que se mega a creer en Jesus (Juan 16 8 9), en las epistolas los sece
swmstas pertenecen al mundo (1 Juan 4 5) El famoso versiculo «Por
que tanto amo DIO<> al mundo que diO su HIJO umco>> (Juan 116), no
debena ser mal entendido Esa donacwn del HIJO, ese enviO de la luz
al mundo, produce una divisiOn entre lo-; que VIenen a la luz porque ac
tuan en verdad y los que prefieren las t1meblas a la luz porque sus actos
son malignos (3 19-21) Como consecuencia, en el Evangelio general
mente aparecen Igualados el mundo y las tlmeblas con'>tltuyendo el
remo de Satan que es el PnnCipe de este mundo (1 2 11, 14 30 16 11)
Por eso Jesus no reza por el mundo (17 9), y sus segmdores no son del
mundo aunque estan en el (17 14-18) Esta actitud se mantiene en la
epistolas, donde el autor habla de «un pecado que es de muerte>> (se
guramente la negac10n a creer de los seceswmstas que se demuestra en
u abandono de la comumdad) y advierte «por el cual no digo que se
ore>> (1 Juan 5 16 17)
En su aspecto po<;Itivo, el amor por los campaneros cnstlanos de
cada uno es esencial para la supervivencia de la Iglesia En el catolicis
mo romano postenor al Vaticano Il, '>e ha enfatizado ms1 tentemente
la necesidad de mostrar amor por todos, los cnstlanos y los no cnstla
nos Sm embargo y al mismo tiempo, los cambios efectuados mediante
el Vaticano II han conducido a agnas disputas dentro de la misma Igle
sia, de forma tal que los catolicos, que VIVIan en relativa armoma ante
del concibo, se encuentran ahora divididos entre SI Se VItuperd vio
163 En Commumty 81 88 propuse que estas otras oveps eran los cnstlanos de las
Iglesias apostohcas IglesiaVI"bles en el NTen las obras post pauhnas (capitulo2 4 ante
nores) en la Iglesia romana de la que saho la 1 Pedro y en la Iglesia de Ma.eo L.; actitud
¡uamca h.;cia los cnstlanos ¡ud10s que se vmculaban con Santiago el hermano del Senor
sena mas hostil (ver nota 148)
 118 LAS IGLESIAS QUE LOS APOSTOLES NOS DEJARON
lentamente d los moderados y liberales desde mstanc¡as ultraconserva
doras y los liberales tratan con dc dcn d los conservadores, expenen
cJas que son tamb1en corncntes en Id 1glesJas protestantes No es de ex
trañar que nuestra preocupaciOn por los aJenos a la Iglesia no resulte
convmcente, pues a menudo no ven que en nuestras Iglesias nos ame
mos unos a otros El d1cho popular de que el amor o Id cdndad empJe
zan por los de casa ttene su parte de sabtduna En su aspecto negattvo
un estrecho enfoque del amor cnsttdno, que solo se m teresa por lo de
uno, no hace JUSticia a un Jesus que se mtereso smceramente por los
aJenos EJemplo los pecadore, recdudadores de Impuestoy prostt
tutds (.,Es acCidental que este alcance de Jesus al extenor no se descn
ba en absoluto en el Cuarto Evangelio? Incluso la Ultima Cena co
mienza con las paldbras «habtendo dmado a Jos suyos los amo hasta
el fmal>> (13 1)) En el capitulo dntenor mencwne Ciertos grupos sec
tanos cnstlanos para qmenes el de Juan es e/ evangelio por excelenctd
porque pueden mterpretarlo como favorable d su teolog1a de Jesus
como «mi salvador personal>> No es sorprendente el escaso mteres
que tales grupos suelen mostrar por el ecumemsmo, o por larelaciO
nes con ¡gJesJas mas grdndes o con mas tradicton El Cuarto Evangelio
fue escnto por un portavoz para un grupo persegmdo desde fuera y
stempre encontrara mas stmpattas entre aquellos que se preocupan
pnnctpalmente por los suyos
Al fmal del Cdpttulo 3 observe que el hecho de centrdrse en la tgle
ta de Colosenses/EfesiOs deJa el mundo no cnstJano sm considerar Al
fmal del capitulo 5 ob erve que el concepto, hasta cierto punto exclust
vtsta, de <<pueblo de DIOS>> que aparece en la 1 Pedro, no presta aten
CIOn a la santidad de la mayona, que no pertenece a este pueblo Pero
los problemas de abandono y sJ!encto haCia el mundo extenor no son
tan senos como los que surgen en los escntos JUamcos, que s1 nunca dt
cen <<ÜdJad el mundo>>,dtcen <<No dmeJs al mundo m lo que hay en
el mundo>> (I Juan 2 15)164
CUARTO ASPECTO NEGATIVO las diVISIOnes InCOntrolables que se
ongman por apelacwn al Parachto Qm7a la hmJtacwn mas sena en la
ecle'>wlogJa Juamca y id que mas se muestra en las eptstolds radicd en
el papel del Paradito La tded de que hdy un maestro d1vmo vtvo en el
corazon de Cdda creyente, maestro que es la presencta perdurable de
Jesus, que preserva lo que el en<>eno pero lo mterpretd de mdnera d1s-
164 Para evitar el problemd dlgunm. comt-ntdn,ld'> defienden '>t-ntidoo, hgcrdmente
diferentes de la palabra <<mundo en lo' v.cntos JUamcos En Epi<,t/c, 221 24 123 25 re
'I'>IO esta tentacwn pues pien<,o que he mm de dfrontdr lo' d'>pccto<, ncgd!IVO'> de este pen
"'lmtento
LA TRADICION DEL DISCIPULO AMADO Y LAS EPISTOLA<; DE JUAN 11Y
tmta en cadd generdcton, es con segundad una de las mas grdndes con
tnbuciOnes del Cuarto Evangeho al cn ttamsmo Pero el Jesus que en
vta el Parachto no d1ce nuncd a <>us segmdores que ttene que pasar
cuando los creyentes que poseen el Pdrachto no esten de acuerdo uno
con otroLdep1stolas JUamcas nos cuentan lo que ocurre frecuente
mente rompen Id komoma o comumon mutua St el Esptntu es Id au
tonddd mayor y la umca, y cdda parte dpela a el para mdntener <;u pos
tura, etotalmente Imposible (y mas en cd os duali tas donde todo es
o luz o ttmeblas) haLer concesiOnes o llegar a lOmpromJsm
En la -;¡tuacwn de dJviston que enlontrdmm en la<; Ep1stola<> de
Juan, el autor apela a la tradJcJon como era <<desde el pnnc1p1o>> como
soporte parcial de u mterpretacwn (Los sece-;wmsta<, probablemen
te apeldban al stgmficado de las formulaciOnes del Cuarto Evangelio)
Pero esta claro que cuenta con el hecho prevw de que sus lectores po
seen el Espmtu y pueden por eso reconocer la verdad cuando se la
oyen a el St el autor fuera un presb1tero obtspo segun el modelo de las
Pastorales, podna stlencJar a sus adversanos basado en <;u propta auto
ndad (Tito 1 11) Una de sus tareas por el hecho de hdber s1do elegido
maestro, habna tdo el dJscermmtento de la verdadera doctnna (Ttto
2 1) Pero el autor de las eptstolas de Juan es ftel a la tradJcJon de que
el Parachto es el umco que gma por el cammo de la verdad (Jn 16 13)
Consecuentemente, mcluso en medto de este gran Cisma, debe escn
bn <<Y en cuanto a vosotros, la uncwn que de El habet<; reCibtdo per
manece en vosotros y no necesttats que nadie m emene>> (I Jn 2 27)
A pesar de que es noble, este pnnCJpJO m funcwno m funciOnara
Los sece'>wmstaque habidn s1do miembros de Id lomumdad estabdn
ungtdos con el Espmtu-Paraclito, y esa uncwn que e <>upone e<> <<Ver
dadera y no mentirosa>> (1 Jn 2 27) no lesalvo de convertirse en men
tnosos (Por supuesto, es el autor el que les tacha de mentirosos
(2 22), a JUICIO de ello, el sena el mentno o) El autor escnbe la I y 11
de Juan porque cree que los que aun permanecen en comumon con el
e tan en pehgro por la propaganda seceswmsta .,Como puede haber
pehgro s1 e<;tan gmados por el Paraclito, el Espmtu de la verdad? El
autor aclara este punto postulando la ext<,tencJa de un Espmtu del en
gdno JUnto di Espmtu de la verdad, y advnttendo que hay que probar
a loEspmtu'> (4 1 6) La prueba que ofrece es que aquellos que le es
cuchan a el (y a sus segmdore<; que aceptan la tradicwn), ttenen el Es
pmtu de la verdad y los que no, tienen el del engano Puede suponerse
que preCisamente lo contrano es lo que d1cen los secestomstas1 e tas
de acuerdo con nosotros ttene'> el Espmtu de la verdad Y de hecho
el autor parece admtttr que los seceswmstas ganan en numero en e<;ta
especie de guerra, pues <<el mundo loescucha>> (4 'i)
!20 LAS IGLF IAS QUE LOS APOS1OLES N05 DI:::JARON

No hay a m1 JUICIO forma de controlar una d!VI'>IOn de ete t1po en

una comumdad de personas gmadas por el Paradito La comumdad
JUamca de-;cubno esto, pue5. se dividieron y desapareueron fmalmen
te En mi Commumty, trabaJdndo con datos del siglo segundo, apunte
que el mayor grupo de cnstianos Juamcm, que eran de Ideologia <,ece
s1omsta, evoluciOno haCia el gno tlc1smo, llevando consigo el Cuarto
Evangelio Otrm aceptaron al grupo pnnc1pal de lm cn tJanos, a lo
que Ignacio llamaba «la Iglesia catolica>> (Smyrnean8 2), una Iglesia
que tema maestros como los presb1term obispo'> y, con el tiempo,
obi'>pot> umcos en cada regwn A JUzgar por la mdignacwn del autor en
III Jn 9 10, Dwtretes parece esta tomando para SI este pdpel El epiio
go del Cuarto Evangelio, que puede representar el ultimo estadio de CAPITULO S
lo<, e-;cntos JUamcos que conservamo<.,, reconoce la autondad de un
pastor humano (Jn 21 1 'i 17) aunque limitando e<>a autondad con ld'>
salvaguanha'>Juamca(ver capitulo 6) As1, una rama de la comuni
dad de Juan tuvo que tramigir wn la ecleswlogia de las Pa torales, por La tradición de la Cristiandad judeo/gentil
muy pe<>ada y formal que fuera, para '>er parte de una cnst andad no en Mateo:
gnost1ca
autoridad que no sustituye a Jesús
Supongo que el lector de e'>te capitulo y del antenor habra detec
tado mi adm1racion por las visiOnes JUamca'> sobre la relaCion de lm NOS VOLV MOS AHORA hacia la ecleswlog¡a del evangelio que la 1gle
cnstianos con JesuLa eclesiolog¡a JUdnKa es la mas atractiva y exc1 s1a ha colocado en pnmer lugar en el canon, e trata de Mateo DeJan
tante del NT Sm embargo, es tamb1en una de la<, meno<, estables Uno do aparte las razones h1stoncas de tal colocacwn 16', debemos recono
-,e regouJa al ver que, a fmales del pnmer siglo, cuando 5e estaba for cer que Mateo tiene una pnondad ecle5IOlogica dificil de <.,ustitmr E-,
malizando e mstitucwnahzando gran parte de la Iglesia, todavi a hab1a el umco evangeho que emplea la palabra «Igle<>Id» De todos Jo-; evan
cn tianoque marchaban al ntmo de otro tambor, y uno se entn<,tece gelios fue el maadecuado a las multiples neces1dadede la Iglc'>Id po<>
de ver que el cammo que enfilaban acabo mevitablemente en una v1a tenor el mas citado por los padre<; de la Iglesia, el ma-; utilizado en h
muerta Pero su te5.timomo permanece vivo en la pohfacet1ca y gran turgJa, y el ma<> ut1l para los propo<,Jtos catequetiCO'> En los e<,tudiO'>
«Iglesia catolica>>, que mtroduJo u Evangelio en el canon Aunque el cntico<> de Jos dos ult1mos siglos, Marcos ha mereCido la consideraciOn
Cuarto Evangelio no pueda ser la umca gma para la Iglesia catolica y como evangelio mas antiguo, y hoy, con frecuenCia, en la programa
aunque JUnto al Discipulo Amado (e mcluso por enCima de el) <,e ha uon de semmano'> SI umcamente Vd a tener lugar un umco curso de
yan situado Jos apo<,tole5 como Pedro y Pablo, la comumdad del Disci exeget1ca evangehca, e te se dedica a Marcos Pero durante un m1le
pulo Amado contmua dando testimomo y advirtiendo que en la Iglesia mo y tres cuarto, Marco'> fue virtualmente eclipsado por Mateo 166 , y
nunca debe perm1tirt>e reemplazar el papel umco de Jesm en la vida de no tuvo mfluencJa en la v1da de la Iglesia Lucapodna constitUir un n
los cnt>tmnot> val mas seno para Mateo en lo que se reflere al afecto de los cnstlanos,
pero Lucas no es realmente comparable '>I vamos a las bases Laper-

165 Se penso que el evangeho de Mateo habla "do escnto por uno de los Doce que
fue el pnmer evangelio escnto en Hebreo y en Arameo (la lengua de Jesus) y que fue e'
cnta como la narracwn mas completa La mayona de esas teonas no llene hoy mucho;
partldanos senos aunque"existen algunos erudllos rUidosos que apoyan la teona de que
Mateo preecd1o a Marcos
166 Un m 600 de los 661 ver"culos de Marcos se vuelven a u;ar en Mateo por lo que
no se sentid la nece,Idad de leer al propio Marcos
¡n LA'> !Gl FSIAS QUE LOAPO'>TOLES NO'> DEJARON
<,onas que saben de memond la formulacJon de Luca'> de la PredJCdCJOn
del Senor cabnan probablemente en una cabma telefomca El numero
de Jo-; que conocen la formulacwn que hace Mdteo de la PredJcaCion
del Senor e<> comparable al numero de cn t1anos que ex1ste en el m un
do Del m1 mo modo, aquelloque t1enen conoCimiento de que Luca<>
tiene cuatro bienaventuranza-, on muy pocos m1entra., que la memo
nzac1on de las ocho bienaventuranzas de Mdteo ha -;¡do obhgatona
para mcontable numero de creyentes Umcamente lo<, e-,tudiO'>O'> t1e
nen conocimiento de que Lucds tJCne un ermon de la Llanura mien
tra-; que mcluso los no cnstJanm conocen el '>ermon de la Montand de
Mateo, di cual cons1deran la qumtae-;encJd del mensa¡e de Je'>m El
evangeli-;ta que conocemos con el nombre de Mateo tema una extraor
dmana mtmcwn a Id hord de recoger y de orgamzdr el mema¡e, lo que
h1zo que su evangeho sea la me¡or gma pdra la v1da pract1ca del cnstJa
no
Mateo ha -;¡do de<;cmdado por estudws cntKO'> muy poco mtere
sadoen el serviCIO de la ¡gJesJa En otras palabrd, aun no<; taita poner
al dld los comentano'> cnt1cos a grdn escala '>Obre Mateo en !ds pnnCI
paJe-; lenguasi 67 No obstante hay s1gnode un resurgimiento del m te
re-; erud1to por Mateo, y han aparec1do magmflcos estudws monogrd
f1cos de gran altura <,obre la teolog1a de Mateoi 6H Recom1endo dm ex
celente'> estudiO'> breves <;Obre el propo 1to y ak,mce del evangelio
Kmg bury, Matthew, y Me1er, Vmon
Para el propo Jto de detectar la v1da durante el ultimo terCio de s1
glo (penodo -;ub apostolico), Mateo es practJCamente tan revelador
como Juan, qmza porque estodos evangelios se e cnbieron en sJtua
CJones de gran adversidad Luca'> e cnbw unos Hecho-, de lm Aposto
le'> por separado, para recop!lar lo que ocurno a lo egmdores deJe
<;us tras la resurrecwn, y por eo su evangeho no e'> md1catJvo de la v1da
de la ¡gJesJa Mateo, por el contrano, no epara la epoca de la ¡gJesJa
de la epoca de Jesus 169 Tanto Mateo como Juan han entrelazado '>U
compremwn de la era post-resurreccJOndl en la narrac1on del mJm'>te
no publico de Jesus 170 , (d pesdr de que e'>td tecmca d dos mveles-capl
tulo 7- aparece mas consc1ente en Juan) En Mdteo, por e¡emplo,
167 Los mejores comentanos pueden consegUirse en mgles (rclatJVdm<.nte C0ttos)
En este senl!do on E Schweizer The Good News Awrdmg to Mattht w ( Atlanta Knox
1 '175) J P Meier Mathew (New Testament Message 3 Wilmmtong Glwcr 1980)
168 Ver la biografia selecta de Kmgsbury Mathew 110 12
16'1 A diferencia del Jesus de Luca;que e aleja ascendiendo 11 uelo (Lucas 24 51)
d Je>u'de Mateo contmua con sus segUidores hasta el fm de lo'!It.mpm (Mt 28 20)
170 SI existe una viston po't re urrecctonal en Marcos puo no c'td claro como m
e luye lt h"tona del cns!Jamsmo conouda pdrd Marcos Ver cdpttulo 1 tntcnor
LA TRADICION DE LA CRISTIANDAD JUDEO/GENTIL EN MATEO I21
aquellos a los que se presenta como hostiles son und mezcla de los ad
versanos que ex1 t1eron en t1empos de Jesus y de aquellos a los que se
enfrento la comumdad de Mateo en el ¡uda1smo po tenor d los 70,
cuando el a'>entamJento en Jdmma de los rabmJcos Fanseose hab1a
convertido en una autondad dommante I7I, y cuando losacerdotes de
los Saduceos, Importantes en la muerte de Jesus, estaban desapdre
cJendo de la h1stona In La firme memond de que durante su v1da Jes u-;
trato umcamente con el pueblo de Israel y no con los gentJles (Mt 10 5
6) se combma con una vJsJOn cdda vez mas extend1da de que el aposto
lado que el Jesus resuCitado conf10 a sus egmdores mclma todds la-;
nacwne(28 19) Los Doce son los portavoces de la mcomprenswn
hdCJd Jesu<> quitando 1mportanc1a a su sufnm1ento (una presentdcJon
pertmente al m1m teno de Jesu'> que Mateo recogw de Marcos), pero
tambien son portavoces de una fe profunda en Je'>us como HiJO de
Dws, denvadd de la reveldcJon d1vma postenor a la resurreccwn
(14 32-13, comparada con Marcos 6 51-'i2, Mateo 16 15-23, compara
da con Marcos 8 29-33)
Andhzando la mezcla de 1magenes prerresurreccwnales y posre
'>Urreccwnales en Mateo, comparto Id opmwn de la mayona de que el
autor era un cnst1ano¡ud10 reflexJvo y ex escnbd La tecmca metJculo
'>a de glosar las narracwnes de mfanc1a y lasecciOnes del m1msteno
con c1tas del AT, que se presentan como cumplidas en Jesus (compa
rar Mt 4 12-17 con Marc 1 14-15), ha s1do mterpretada como el traba¡o
realizado en una escuela donde era pos1ble ut11izar vanas verswnes de
las Escnturas 171 La consJderacwn del escnba percept1vo en 13 52, e<,
probablemente autobwgraflca <<Cada escnba convertido en dJsc¡pulo
del remo de Dws, es como un padre de fam1ha que saca de su tesoro lo
que es nuevo y lo que VIeJO» La dureza con que Mateo trata a los E
cnbdy Fan eos que se opoman a Jesus revela la frustracwn de que,
en su ceguera, ellos no pueden ver, como el evangelista ha v1sto, que
Jesus no contrddJce lo me¡or de sus valore'> religwsos smo que los pre
171 De particular Importancia en referencia a Jamma es W D Davies The Settmg
ofthe Sennon on the Mount (Cambngde Umv 1964) Incluso en vida de Jesus podia ha
berse dado el caso de que los Fanseos fuesen el umco grupo con el que el discutiO sena
mente Los Saduceoeran un grupo de anstocratas y pohllcos pero no ejercian una m
fluencm rehg¡osa real entre el pueblo los Esemos eran un grupo smcero pero excesiva
mente cerrado y cuasi monasttco En tiempos de Mateo los Fan;eos eran de hecho la umca
<secta de los¡udws» que quedaba
172 Por lo cual tenemos cmco referencias a los Fanseos y Saduceocomo SI fuesen
un umco grupo (Mt 3 7 16 1 6 11 12)
173 Esta VISion la hizo famosa K Stendahl The School of St Matthew and Its Use
of the 0/d Testament (Phiiadelphia Fortress 1968) que descnbe al autor como un rabi
convertido que trabajaba con un equipo Esto puede requenr alguna cuahficacwn pero
la Idea de una aphcacwn estudiada del AT es vahda
I24 LA'> IGLESIAQUI:o LO'> APOSTOLES NOS DEJARON
servai 74 <<No pense1s que he vemdo a abolir la Ley y lo<> Profeta<>, no
he vemdo a abolir smo a dar cumplimiento>> (5 17) Los Fanseos co
menzaron como un movimiento de hberac10n que, apelando a la tradi
Cion oral, luchaban por actualizar la fuerza verdadera de la Ley escnta
de Mm e" El problema a los OJOS de Mateo (y aqu1 puede reflepr bien
a Je m) fue que su mterpretacwn oral se hab1a convertido ahora en
una tradiciOn tan ng1da como la e cntam y en ocasioneera contra
producente El Jesus que diJO una y otra ve¿ <<Habei<> mdo que -,e diJO
pero yo os digo>> (5 21,27,31,33,38,43) e'>ta, por tanto, mantemendo el
propos1to de la Ley, a<>egurando'>e de que una contemponzaciOn pasa
da de la voluntad de Dws no se considera totalmente compren 1va de
dicha voluntad El Je-;m de Mateo emaexigente con la gente en
cuanto al re'>peto por la Ley que aquellos legalistas que teman fipdm
lo-, limites de lo que Dws desea <<Por tanto, el que tra pae uno de e
tos mandamiento'> mas pequenoy a1 lo en',ene a lohombres, sera el
ma<> pequeno en el Remo de los cielo porque os d1go que, '>I vuestra
JUSticia no es mayor que la de los e<>cnba-, y Fan eos, no entrareis en el
Remo de lo:-. ciclos» (5 19-20) Je:-.u:-. puede :,er tan exigente debido a
que no e-, un rabi entre otro'> rab1si76 , smo el umco maestro supremo
(23 8), y la encarnacwn perfecta de la Jmticia Eun dador de ley, aun
mas Importante que Mm e, ya que eel dador de la Ley del fmal de
los tiCmpo'> y el Interprete upremo de la voluntad d1vma 177
174 He encontrado un fenomeno Similar entre los estud.antes de amb1entes funda
mentahstas que han aprend1do ha ut1hzar la cntlca b1bhca de modo constructivo Pueden
llegar d ;entlrse muy molestos con dquellos otros fundamentahstas que denunc.an el cnt1
c1smo b1bhco como algo destructivo de la Palabra de Dws deb1do a que han aprend1do por
prop1a expenenCJa que no tiene por que ;er as1
175 Un ;1glo despues de Mateo ;e pondna por escnto Id trad1c10n oral de los rabmos
dando ongen a la M1;hnah que dan a p1e a su vez a un comentano ordl la Gemara que
tres s1glos matarde e pondna por escnto dando lugar al Talmud que se convert.a a su
vez en el tema de mas comentanos Sobre el caracter polem1co de la evaluacwn que hace
Mdteo de tal trad1c10n ver nota 185
176 Marcos de modo ,eme¡ante se complace en esta denommacwn de rab1 paraJe
;us pero Mateo u!Jhza umcamente este titulo en bocd de Judas y de aquellos que no s1guen
d Jcsus
177 Ld mterpretacwn de Mt 5 31 32 referente al acta de d1voruo va mas alla de m
tens1f1cdr le demanda de Id ley aparentemente hasta el punto de contradecirla Mateo
19 3 9 sm embargo de¡a claro que el acta del d1vorc1o fue und conce,1on reahzada por
Mmses «a causd de la dureza de vuestro corazon» pero no fue la mtenuon de Dws <<desde
el pnnclpiO>> En otras palabras pdra el evangelista mel uso la k y c\cntd e;una. contempo
r dnzacton de Id voluntad de Dw; en una epoca determmadd que no puede cr
1denhftcada
\Implemente con tal voluntdd Ver la expostcton de B L Martm Mdttew on Chnst and
thL 1 dW> TheologJcal Stud1es 44 (1981) 'i3 70 que no pcrmtiL nmguna >bohcwn real de
l1 1 e y por el Jesus de Matco
LA TRADICION DE LA CRI'>TIANDAD JUDEO/GENriL EN MA1EO
A modo de parente I'> permitanme una paua para hacer algunm
comentanos '>obre Mateo y Pablo S1 John Me1er (Antwch 19 44) tie
ne razon, el evangelio de Mateo :,e e:,cnb10 en Anhoqma donde Pablo
habla re ultado perdedor en :,u pugna por la obtenc10n de un reg1men
de exenciOn de la ley para lo<> cn<>tiano'> gentile!> (Gal2 1ls<> ) La te-,¡
e<> que cuando Pedro rechazo la posiclon de Pablo y ced10 a las presiO
nes de lo:, segutdores de Santiago Pablo e mtto demasiado <>olo par a
permanecer en Antwqma, por lo que !>e marcho a Asta Menor y Gre
cta, donde podia mantener sus po'>teione-, con mas ex1to El evangelio
de Mateo representa una po IciOn mtermed1a tomada en AntiOqUia
conCiliando a lo'> '>egUidores mas razonable'> de Santiago y de Pablo la
ley obliga pero <>olo remterpretada de ra1z como Jc-,u-, hizo En el ca
p1tulo 1 ya '>enale que Pablo y Mateo (que pudieron haber temdo una
formauon '>Imiiar como e<>cnbas Fan<>eo'>) pudieron haber resuelto un
problema practico obre la conducta cnstwna en la mi'>ma forma libe
radora, a pe ar de que Pablo habna llegado a :-,u re puesta por el pnn
CipiO <<Cn to e:, el fm de la Ley» (Rm 10 4) y Mateo habna com1dera
do la dec¡-;¡on compatible con el pnnCipiO de que «el cielo y la tierra pa
aran ante:-, que pase una 1 o una tilde de la Ley, sm que todo e-,to '>Uce
da» (Mt 'i 18) Merece la pena destacar que e'>ta<> doactitudes han
:-,¡do siempre compatibles entre cn<;ti,mO'> mteligentes unos acentuan
la libertad con respecto a la ley y otroresaltan el cumplimiento de la
ley sanamente Interpretada, m que por ello mnguno de lodos grupos
acepten libertmos o legalista<> En el catohci:,mo Romano e'>peCial
mente en EstadoUmdo'>, loJUristas canomstas, antenormente ta
chadm por muchode legah ta, han estado al frente en la promocwn
de las posturas ab1ertas del V a ticano II afirmando que lo haCian por
fldehdad a la ley entendida de forma adecuada Mateo hubiese estado
de acuerdo, Pablo se hubiese sentido wnfmo mcluso por el hecho de
ex1stlr una ley canomca cn t1ana codificada Un contra'>te fmal fasCI
nante Mateo (23 9), que apoya el valor permanente de la ley, no per
mite el titulo rabm1co de <<Padre», m1entra:-, Pablo, que mega la fuerza
permanente de la ley, no tiene nmgun escrupulo en de:-,1gnarse a SI mis
mo como umco <<Padre>> de la comumdad cn:-,tiana de Connto (1 Co
4 15) Tales puntos de VI<>ta contranos que encontramo'> en el NT pue
den recusar re pect1vamente tanto a lo<; '>acerdotes que conceden un
gran valor a los tltulos (los protestanteneces1tanan recordar que al
Jesus de Mateo no le agradaba tampoco el titulo de <<Doctor»), como
a los fundamentahstas que piensan que llamar a un clengo <<Padre» e'>
el signo de la bestia
Volviendo nuevamente a analizar la Situacion de la Iglesia de Ma
teo a traves de las pagmas del evangelio, detectamos una comumdad
1 h 1 AIGI SIA', QUE LOAPO TOLES NOS DEJARON
de d1ver 1dad etmca La mencwn frecuente de loescribay Fari eos, la
posibilidad de que el autor hubiese sido un escriba, el mtere obre la
forma en que las ensenanzas et1cas de Jesus pod1an relac1onare con la
Ley, estos y otros factores ug1eren que la tradictOn de Mateo se for
mo en la Cristiandad JUdia De hecho, parte de larazones para propo
ner Antwqma como candidato adecuado para su localizacwn, se ba
an en la historia de las converswnecristianas primitivaentre greco
parlantede origen JUdiO (Me1er, Antwch 22 23) Sm embargo, la
apertura de los Cri twnode la comumdad de Mateo a los Gentiles
aparece claramente en el evangelio Las dorecomendacwnedmgi das
a los Apo toles, <<No tome1s cammode Gentile ··(10-5) e «Id, ha ced
dJ cipulos por todas las naciOneS>> (2R 19), probablemente repre senta
la historia de la comumdad de Mateo tuvo u origen en una mi
'>IOn hacia los JUdiOy po teriormente se abrio a logentiles
E te modelo de JUdiO<; y mas tarde (me<;peradamente) de gentiles
no era del todo extrano, de acuerdo con loHechos En el capitulo 7
'>enale algunas semepnzaentre la comumdad de Juan y los CriStiano
radicales helemstas de los Hechos 6-8 que rompieron con la adorac1on
del Templo y comenzaron a convertir agresivamente Samaritano'> y
Gentiles La comumdad de Mateo habna e tado mas prox1ma a una
forma de cristlamsmo Hebrea a oCiada en los Hechm con lo'> Doce y
en particular con Pedro 178, y cn tianofieles al Templo y al JUdai mo
pero que descubnan con sorpresa, a u pesar, que los gentiles pod1an
recibir a Cristo, por lo que teman que er aceptados Como muestra de
esta fidelidad al culto JUdiO la comumdad de Mateo parece que obser
va el Sabado (24 20), a diferencia de la de Juan para la que el Sabado
era una fiesta extraña de los JUdiOs (Juan 5 1 ,9) Jermalen contmua
siendo <da cmdad santa» para Mateo (27 53), a pe ar de que el lugar sa
grado (el Templo) e encuentra abandonado y asolado (23 38) De
nuevo, esa actitud pue ta de mamfiesto es diferente de la del helemsta
Esteban, para qmen Dws no habita en <da casa» de Jerusalen (Hechos
7 48-49), y diferente de la de Juan 4 21, donde esta a punto de llegar el
tiempo en que no se adorara nunca mas al Padre en Jerusalen El
asombro de los cristianos JUdiOs mas conservadores de la comumdad
de Mateo por el hecho de la conver IOn de los gentiles, pod1a haber
s1do eco de la reaccwn de Jesuante el centurion romano en Cafar
naun, <<En Israel no he encontrado en nadie tanta fe Vendran muchos
de oriente y occidente y se pondran a la mc'>a de Abraham, Isaac y Ja
cob en el remo de los cielos•• (Mt 8 10-11) La entrada ma Iva de gen-
178 Ver nota 108 Para Mateo (16 18) Pedro C'> p1edrd < nguln dpo,tohca de la •glc
'Id Los cnst1anos vmculddos a Pedro habndn '•do mcdJddore'entre los de Santiago y Pa
blo pero los tre> se s1tuanan en c1erto modo «a Id duccha del Ln\lldm mo Helemstd
LA TRADICION DE LA CRISTIANDAD JUDEOIGEN11L EN MATEO 127
tiles dcbiO causar mucho pesar 179 , ya que temporal y psicologicamente
e to e relaciOna con el hecho de que los Judws ya no 1ban a acudir en
gran cantidad a Jesus Y as1 contmua el pasaJe, <<Mientras que los H1
JOS del Remo (es decir, los Israelitas que debenan haber heredado) se
ran echadm a las timeblas>> (8 12) La parabola de la viña arrendada a
los mqmhnos que no devuelven el fruto, fue tomada de Marcos 12 1 11
por Mateo, qmen añade una ahrmacwn mas <<dura>> (Mt 21 43), que
revela la trite concluswn a la que llega el autor JUdeo-cnstiano del Pn
mer Evangelio Se dmge a los pnnCipales sacerdotes, a los ancianos, y
a los Fanseos, <<Se os qmtara el Remo de Dws para darselo a un Pue
blo que nnda fruto »
Dentro del m1 teno de la providenCia d1vma que detectamos a
traves de las Escrituras, el Remo que Je us proclama es mas aceptable
para las naciOnes que para los JUdiOs Al empezar Je us su m1m teno
en Galilea en vez de en Judea, Mateo ( 4 12-17) ve cumplida la profec1a
de ha1as 9 1 2 <<Galilea de logentiles, el Pueblo que habitaba en ti
me bias ha visto la luz,, Cuando la curaCion que hace Jesus en sabado
provoca una consp1racwn de loFanseopara elimmarle, por lo que
tuvo que hmr de la smagoga (Mt 12 9-21), se cumple la profec1a que
aparece en Isa1as 41 1-4, «Envtare mi Espttltu sobre el, y anunCiara el
JUICIO a las naciOnes en u nombre pondran los gentiles u e peran
za» Locn t anos JUdiOs de la comumdad de Mateo deben aprender
a vivir umdos con los cnst1anos gentiles, sm envidias Mas aun, estaco
mumdad diversa en su composiciones denommada <da Iglesia», pues
el Jesus de Mateo prevee el nombre sigmficativo por el que se conoce
ra a los cnstianos postenores Esta euna des1gnacwn veterotesta
mentana Deut 23 1 (Septuagmt), cuando descnbe a aquellos que de
ben apartarse de la comumdad de Israel para asegurar la pureza, llama
a aquella comumdad «la Iglesia del Señor» Utilizando «mi Iglesia»
(16 18) para un grupo mixto, Mateo senala su fe en que, de acuerdo
con las normas dadas por Jesus, los gentiles no 1mp1den la pureza del
verdadero Israel Una vez mas Je ue convierte en el ultimo mterpre
te de la voluntad de Dws
El drama del creyente JUdiO y gentil se s1tua en el mve!de la reve
laciOn d1vma dentro de lanarraciOnes de la mfancia de Mateo El he
cho de que el mño que va a nacer de Mana a traves del Espmtu va a
er llamado Emmanuel, <<DIOs con nosotros», se revela en primer !u
gar a Jose, un JUdiO JU to, que lo acepta obedientemente ( 1 18-2'i)
179 Ciertamente la mezcla de ¡ud10s y gentiles en Id •glesJa de Mateo parece menos
pacifica que aquella 1magen Jdlhca de una comumdad mJX\d que nos presenta EfesiOs 2 11
l'l

128 LA'> IC,LESIAS QU!o 1 OS APO'>fOLES !'<OS DEJARON
Apoya as1 a lo<; «JU tos>> cnst1anoJUd!Os observantes de la ley, de la
comumdad de Mateo, que aceptando a Je'>U'> hicieron po 1ble la super
VIvencia y extenswn de la Buena Nuevd Una segunda reve!aCion e'>
dada a lomagos de oriente (de ongen gentil) que van a bu'>car a Je m
de forma espontanea No ob tante no pueden tener ex1to a menos que
las Escntur aJ udias 5ean mterpretada-, para ello5 (2 1 5) Esto'> mdgO'>
representan a todos aquellogentiles conver os que llegaron deseo<;m
de adorar a Jesus, y que aprendieron a >,er cnstJanoa traves de la m
terpretac10n de las e cnturas que hac1a la comumdad de Mateo Pero
exJ'>te un tercer grupo, el rey JUdlO el <;umo -,acerdote y Jos escnba-,
del pueblo Poseen una revelacwn en y a trdve'> de las escnturaque
pueden mterpretar como referente al Me'>Ia<,, m embargo en ve¿ de
vemr y adorarle como hicieron lo-, magos (gent1les) el!m tr atdn de
acabar con la vida de Je us (2 3-'1,20) En este ultimo grupo, Mateo ve
a lo-, rabis Fan'>eode su tiempo, de los que con ecuentemente se rett
rd toda e'>peranza del Remo
Inevitablemente los JUICIO'> hostiles de Mateo y sus segmdore'> so
bre la mfidelidad de los Fan'>eos, tuvieron una respuesta Mateo
(28 1'í) tiene conoCimiento de la propaganda anti-re'>urreccwnal exJ'>
ten te entre los JUdiOs, y de las m muacwne5 de que Je'>m era Ilegitimo
(1 18-19) Algo que se esperaba en la v1da cnstJana era la calumma y
la per<;ecuc1on ('í 10-11, 10 22), procedentes ambode las smagogay
fuentes JUdias (10 17,23) y de las autondades de los gentiles (10 18,
24 9) El tn te resultado eque algunocnstJanos abandonan a Je us
(11 21, 24 10) Los problemas m ternos tambiCn afectan a la comum
dad de Mateo Sus miembropareuan e tar dotados de cansma<; 180 .,1
milares a lo'> que se de cnben en I Co 12 27-28 Existen profetas, sa
bws y escnbas (23 34), y los profetas reqmeren un tratamiento e'>pe
cJa!(10 41) Los discipulotienen el poder de expulsar los espmtus Im
puros, sanar enfermoy resucitar muertos (10 8), y aun mas que esto,
existe una fe milagrosa capaz de mover montanas (17 20) En tiempos
de persecucwn, en la expenenc1a de Mateo, el Espmtu habla a traves
de los cnstlanos (10 19-20) Inevitablemente se producen abu ode
cansmas, por parte de lofalsos profetas y de aquellos que realizan mi
lagropero obran InJUstamente (7 22-23,24 'í,ll)
Otra fuente potenCial de conflicto '>e encuentra en el hecho que
'>ubraya Kmgsbury (Matthew97-98), de la exi'>tencia de gente pobre y
nca en la comumdad de Mateo MICntra'> Luca'> habla de pequenas su
mas de dmero y monedas de cobre, Id formuldcion de la tradiciOn de
Mateo aumenta estas suma'> anadiendo oro y pldt.t No hay dudapara
'>Ubrayar el hecho de que Jose de Anmate,t que nmho '>ll '>erviCIO aJe
180 Puede ser uttl en este sentido '>chwc11u Oh'l rv mee 216 23
LA TRADICION DE LA CRISTIANDAD JUDEO/GENTIL EN MATEO 129
-,us muerto era un hombre neo (27 57) Tal mezcla de gentes nos dd
una oportumdad para detectar la habilidad pastoral eJemplificada en
la h1stona de Mateo El Jesus de Lucaeduro con lo'> ncm, ya que
maldice especidlmente a los neos y a los que estan aCiddo, mientras
que bend1ce a los pobres y hambnentos (Lucas 6 20 2'í) El neo que
construyo un granero para mvertir su beneficio en capltdl eun neCio,
ya que debena darselo a los pobres (Lucas 12 13 21) El pobre Lazara
y el hombre neo mtercamb1an suestatus en la vida eterna deb1do a
que la poses10n de nqueza en esta tierra trae cons1go el castigo en el
Hade, mientras la condJc!On de pobre trae consigo la glona en el eno
de Abraham (Lucas 16 19-25) Tdi dureza no e'> propia del estilo de
Mateo Es Cierto que Id complacencia en las nquezas ahoga lo'> frutos
de la Palabrd de Dws (Mt 13 22) y que el neo dJhciimente entrdra en
el remo (19 21), pero con Dws todo es pos1ble (19 26) Hdy una opor
tumdad para los neos, ya que, aunque no sean pobres matenalmente,
pueden er pobrede esp1ntu, y, dunque no esten hambnentos hsJca
mente, pueden estar hdmbnentos y sedientos de ¡ushcia, lo que les m
cluye en las bienaventuranzas de Jesus (5 3,6) (una bienaventuranza
para la que no existe en Mateo su mdldJcJon corre pond1ente de la n
queza y abundanCia)
Similar mdtJz pastoral puede detectar'>e en Id formd de encarar las
otras mezcld, mencwnadds dntenormente como las Ilustrada'> por la
parabola de la cizana que crece entre el tngo (13 24-10, 36-43) S1 exis
ten falsos profetas y cansmat1cos de mala conducta, si existen semillas
que son hiJOS del maligno, 0 no debenan ser expulsados de la ¡gJesia o
del remo del HIJO del Hombre?IHI Sm embargo el Jesus de Mateo ad
VIerte que d1cha purga puede perJudicar a lom1embros sanos, por lo
que se debe ddmihr tdl situaciOn hasta el JUICIO divmo Las sectas se
pueden enorgullecer de conservar la pureza que excluye a todo aquel
que no reune un determmado Jdedl, sm embdrgo la Iglesia ha demos
trarse paCiente y misencordwsa
La histona de la moneda encontrada en la boca del pez (17 24-27)
comtJtuye otro e¡emplo de la peculiandad de Mateo El punto en cues
tiOn en este pd'>dJe se reÍ!ere al pdgo del 1m puesto por los Judws desti
nado al mantenimiento del Templo o (si ocurnese un cambiO en la re
ferencJd histonca tras la destruccwn del Templo) al pago del tnbuto
que los romano1mpoman a los ¡udws (fiscus JUdaJcus) Despues que
181 El deseo de destgnar como el remo del HtJO del Hombre a un grupo con tanta va
nedad de caracteres nos muestra que Mateo pudo aprectdr la dtgmdad y santidad del con
Junto a pesar de la extsteneta de pecadores Aqm no encontramns punsmo tampoco hber
tmaJe ya que la punficactón debe tener lugar antes de que el remo del Padre se convterta
en una reahdad alh donde sólo bnlle el JUSto (13 40 41)
130 LAS IGLESIAS QUE LOS APOSTOLES NOS DEJARON
Pedro responde que Jesus paga el tnbuto, esta autondad ecle<>taJl82 re
ctbe del propiO Jesus una mstruccwn al respecto mapreusa aun, y es
que susegmdores de hecho se encuentran libres del pago de tal nn
puesto, pero para evttar <;er motivo de escandalo deberan pagarlo El
a unto resulta compremtble para aquellocnsttanos JUd!Ode la co
mumdad de Mateo (, on aun JUdJOy, como tales, <>on afectados por
e tas obligacwnes? Mateo clanftca este pnnctpto Sm embargo mam
fiesta cterta mtmcwn pastoral cuando el eJcrctcto de un determmado
pnnctpto no merece la pena en comparacwn con lm choqueque ongt
nana su aphcaClon (En palabras de la tglesta postenor algunacues
twnes son adJdfora) La actitud de Mateo es practicamente un refleJO
de aquella que ostiene Pedro durante su estanCia en Antioqma, y que
aparece de forma tmphctta en Galatas 2 11 y ss Pablo mantema que
laleyes sobre !m alimentos no obligaban a los gentiles, evtdentemen
te Pedro estaba de acuerdo con esto, sm embargo, rechaza el eJerctcto
de estas libertades cuando el asunto daba <;enales de ongmar dtsemJO
necon Santtago y la congregacwn de Jerusalen Pablo condena el
proceder de Pedro tachandole de negar <<la verdad del evangelio>>
(Gal2 14) Sm embargo me pregunto st Pablo hubtese vtsto el a<;unto
con tanta dureza de no haber <;tdo porque ceder a la pre wn de los e
gmdores de Santiago Implicaba perder su propia Identidad, emucho
ma uttl sobre laconceswnes pa torales que aparecen en 1 Co 8 don de
u pre ttgw no esta en Juego En consecuencia, me pregunto st la
postcton de Pedro en Antwqma no fue la mas aproptada En cualqmer
caso, la leccwn que sacamos sobre el tema del pago de los tmpuesto
en Mateo, es tmportante el CJerctcto de la libertad, en oca<;tones, ha
de relativtzarse para evttar las ofensa(una leccwn muy tmportante
cuando e adoptan posturas de fuerza en la defensa del Evangelio, que
tmphcan la defensa del prop10 pre<>ttgto)
Un eJemplo fmal de la peeuliandad de Mateo nos mtroduce de lle
no en el tema de la autondad eclestal A pesar de lo que rechaza como
legahsmo fansatco, hemos VI to que Mateo se mega a hacer conce to
nes en lo que re pecta a la ley, mas bten afirma que el no legah mo de
Jesus es fiel a la ley A pesar de que rechaza la postura de loFan eos
y lademanda" de pnondade<> (21 'i-7), Mateo no rechaza md1scnmt
nadamente para su comumdad lopnnctptode dutondad fansd1cos
182 En el hbro ecumemco Petu m thc Ncw Tt;ldment Ed R E Brown et di
(New York Pauhst and Mmneapoh., Aug.,hurg 1971) hubo .1cuerdo en que al retratar a
Pedro como portavoz de los diSCipulm .1l dmgir\C 1 Jc,u, M.1tco 1mpho la Imdgen de Pe
dro en Id VIda de la Iglesia trds la muerte dcc\IL A" \L convirllo en \1m bolo de las au ton
dddeeclesmles qué tienen que mtcrpict 11 l1 volunt 1d de k'u'" muhdd que se enfrenta
a nuevas decisiOnes Como senald DonfroLd Wmd 12X l1 dc,cnpuon que Mdteo hace de
Pedro dctuahza el mensaje del cv mgd1o 1 IIL poL 1 dd ¡utor
LA TRADICION DEl A CRISTIANDAD JUDEO/GENTIL EN MA fFO l'l
En 23 1-2 se d1ce a los lectores de Mateo, «En la catedra de Mmses se
han sentado los escnbas y Fanseos, haced pues, y observad todo lo que
os dtgan, pero no 1m1tets su conducta>> En otros pasaJeS evangelicos
rechaza claramente lo que los Fanseos «dicen>> (como aparece en
15 6), por e to, algunos estudiosos creen que Mateo ha conservado un
resto de obedtenc1a pnm1tiva, de cuando los JUdws y los cnsttanm JU
dtoaststtan a la mtsma smagoga 181 Otros veran en Mateo 23 1-2 un
gesto de deferencta hac1a aquellos mas conservadores de su comum
dad y que no habtan podtdo separare de la dependencta de las auton
dades JUdlas, pero un gesto que conttene Cierta cnttca a las practtcas
fansatcas, como no aproptadas para los cn<;tiano<> En cualqmer caso,
la 1dea de una catedra de JUICIO autontano no es extrana a los cnstta
no<> de la comumdad de Mateo, pues en otro pa<>aJe o1mos que los
Doce que stgmeron a Je'>us se han de entar en doce tronopara Juzgar
a las tnbus de Israel (19 28) Incluso s1 esto umcamente ha de tener lu
gar «en el nuevo mundo>>, los modelos de autondad rabtmcos no es
taan leJOS del pen amtento de Mateo y parecen tolerables en tanto en
cuanto se reconozca que la autondad vtene en ultimo termmo deJe
u
De nuevo a Pedro y a lodtsctpulos e les concede el poder de atar
y desatar, un poder expresado claramente en termmos rabtmco 184
Algunos han aflfmado que, consCiente o mcon ctentemente, Mateo
constdera a Pedro como el pnnctpal rabmo de la 1gles1a, a pesar de que
nunca aparece tal de tgnacwn La tmagen de lallaves del remo dada a
Pedro (16 19) ttene urateeen hatas 22 22, como expreston del po der
del pnmer mtm tro en el remado Dav1dtco que controla el acce<;o al
rey Una vez mas todo<> estos eJemplm de poder otorgado por Je\U\,
demue tran tn embargo con clandad que la lglesta de Mateo ttene un
fuerte senttdo de la orgamzac1on y de la autondad Lo cual explica
muy bten por que a Mateo 23 8-11, le re ulta co toso prohtbtr el uso de
los tttulos rabtmcos (Rabbt, Padre, Maestro) Con tantas caracten tt
cas de la autondad JUdla que se adoptan en la tgle ta de Mateo, de la
183 NO tenemos segundad de la situacion exacta de la comumdad de Mateo VIS a VIS
Id ;magoga local ¿Rendian culto Junto;JUdJO; y cnstianos judws? ¿Teman cada uno sus
propid'smagogd., (ver< ;u;;magogas» en 10 17) pero no se consideraban todavia unos a
otros como perteneCientes a rehgwnes diferentes? O la referencia a und Iglesia local en
18 17 ¿Indica que la smagoga de )o., judioy la Iglesia de locmtianos se habian separado
por completo en ese momento? Como senale haciendo referencia al Sabado la ;eparduon
no era tan clara como la descnta por Juan
184 En 16 19 y 18 18 se habla de este poder pero no tenemos certeza de que tengd
el mismo sigmficado en ambas partes Puede refenrse al poder de tomdr deci.,Ioneen
nombre de Jesus que ata y desata conscientemente d Id Iglesid en su totalidad (16 J9?) y/o
di poder de ddmitir o exclUir de Id comumdad (local) (18 18?)
132 LAS IGLESIAS QUE LOS APOSTOLES NOS DEJARON
LA TRADICION DE LA CRISTIANDAD JUDEO/GENTIL EN MATEO 131

smagogd y/o de la Paulinos y Petnnos

escuela de Jamma senale los aspectos
como parte de Id positivo
mezcla entre lo nuevo eclesiOlog¡cos
y lo vieJO, el sabio re<;pectivos al dnalizar
cnst1ano que escnbiO los propios escntos, y
este evangelio debe entonces, desde la
te ner cm dado, no sea expe nenCia de la
que el esp1ntu Iglesia, llame la
fdn<>aico se atenciOn sobre los
mtroduzca en la ¡gJe aspectos negativos m
Ia herentes a aquellos
aspectos positivos SI
A
eran tomados por
S sepdrado En los
P e<>cntos Juamcos
E
C
senale algunos
! aspecto<; positivos
O eclesiO!ogi cos sobre
S la forma en que el
P
O Cuarto Evangelio
S presenta a los
I dJscipulos y a Jesus,
T
I sm embargo, desde
V lds Ep1stola<> de Juan
O mo tre la apanciOn de
S
un CI<>md, que puso de
Y mamfiesto los dspectos
negativos de Id comu
N
E mdad configurada por
G el Cuarto Evangelio
A Lo que he escnto en la
T
I
pn mera parte de este
V capitulo Ilustra los
O dos grandes aspectos
S
positivos de la ecle
Debemos tratar JOlogia de Mateo
las cuestiones Pnmero, se mculca un
referentes a lo<> gran respeto por la ley
aspectos positivos y y por la autondad
negativo<> eclesiO! Los sentimientos de 9
ogicos de una forma 8 podnan muy b1en
diferente en Mateo des cnbu a miembros
En los e cntos fieles de la
comumddd de Mateo
<<Glonficdbdn a estos peligros m mcipiCntedentro de
DIOs que hdb!d Istlendo en que la Id Iglesia La smgulandad del
dado tal poder a voz de Jesus deb1a pnmer evangelio con
los hombres>> ser escuchada en la 1ste en que, a causa
Segundo, el Iglesia La de und confrontaciOn
evdngelista expresiOn de contmua, bastante
mamfiesta una Mateo no es umca desdgradable, con el
peculiandad mente <<habeJs Judm mo do mmado
notable en el mdo que se diJO>> por loFanseos, el
tratamiento de las (que sena autor mdmfiesta su
cue tJO nes eqmvalente a Id conoCimiento de los
pastorales, ley) smo tamb1en as pectos negativos y
asegurandose de <<yo os digo>> (que de los peligros
preservar las mantiene vwa una mherentes en la
actitudes de Jesus demanda, adhesiOn ecieSidi d
al m terpretar Id evitando que la ley la ley y a la autondad
18" e mtroduce un
ley, y en el pasada se
eJercicio de la absolutice como correctivo de estd
autondad S1 voluntad de DIOs) tendenCia
umcamente el pn Se perfilan los ms Al tratar la
mer aspecto trumentos a traves comumdad Juamca,
positivo estuv1erd de los cuales '>e va a hable de la
presente en eJercer la Importancia que a!II
Mateo, estd autondad (Pedro, tiene Id contmua
secciOn de mi lo Discipulos, presenCia de Jesus,
capitulo pondna toda la particularmente en y
de mamhesto el comumddd), pero a traves del Parachto,
aspecto negativo el evangelista el maestro VIVIente
mherente, consis ms1ste en que ato El sentido,
tente en la firme dos ellos les otorga Igualmente fuerte,
moralidad Jesus este poder, quepo see Mateo de
mculcada a traves por lo que deben la contmmdad de la
de la adhesiOn a la eJercerlo de presencia de Jesus
Ley y a la acuerdo a sus (28 20 <<Estare con
autondad, es normas Mateo e<; vosotros hasta el fm
deCir, los peligros consciente de que, de los tiempos>>),
de autontansmo, por<;¡mismas, las tiene en este caso un
Iegalismo y al gun figuras autontanas tono diferente La
tipo de comenz,mdn doctnnd de Jesus,
clencalismo Pero mevitdblemente d eJemplificada en los
por mediO del actuar como los cmco grandes ser
segundo aspecto escnbay Fanseos, mones del Pnmer
positivo que y a traves de Jos Evangelio 186 , es la
apdrece de forma dtdques de Jesua formd en Id cual, y d
evidente, Mateo las dutondades traves de Id
pretende proteger JUdids, Mateo cual, Jesus
a id comum dad cornge estas permanece presente
precisamente de actitudes
en una comumdad mcorporac10n de alienta esta lucharon contra aquellos
deseosa de vivir se peligros desde dentro del
las fuentes Q, tendencid en su JUdaismo Fansa1co La
gun sus Mateo ha vanado explicaciOn de Id polem1ca Siempre oscurece
mandamientos la proporciOn de pdrabola de la la pecuhandad de la postura
Esto se recoge en forma que <<La semilla (13 36 contrana
la frase de Mateo 186 El Sermon de la
Buena Nueva del Montana (cap1tulos 5 7)
<<La Buena Nueva Remo>> con siste el Sermon sobre la
185 Todo esto
del Remo>> que ahora aparece desde la Mu,wn ( 1O) el Ser
mtroduce el pnnCipalmente en perspectiva de Mateo que mon en parabolas (13) el
Sermon de la las ensenanzas a estaba temda por las po Sermon sobre el Orden y
la v1da de la Iglesia (18) el
Montand (4 23) 187 traves de las cuales
lem1cas Los
SermonEs catológ¡co (24
mvestlgadores JUdws
Para Pablo <<el Je sus h1zo senalan con razon que 25)
evdngeliO>> es la presente el remo gran parte de los rabb1s de 187 Este punto de VI'ita
buena noticia de lo la epoca eran conscientes lo he tomado de
de D10en la v1da Schwe1zer
que DIOs ha de los peligros de legalismo
de los hombres y autontansmo y que «Ob,ervance> 217 18
realiza «Jesus 1ba por
do a traves de lopueblos y
Jesus, <<qmen fue cmdades,
entregado por ensenando en las
nuestro<; pecados, y smagogas y
fue predicando la
resuCitado para Buena Nueva del
nuestra RemO>> (Mt 9 35)
JUStlficaciOn>> (Rm En consecuencia,
4 25) Pdra Marcos la cnstiandad
(1 1) formada por
<<El Evangelio de Mateo no
Jesucnsto>> es absolutizara el
mas amplio e Evangelio, m
mcluye la s1qmera en la 1gle
ndrrdcion de lo s1a, sm el
que Jesus h1zo elemento de las
durante su ensenanzas de
m1msteno, lo que Jesus Ya he
hace mas senalado ante
comprensibles la normente
muerte y la (Capitulo 3) que
resurreciOn Pero la tendencia a
el Evangelio de Identificar Iglesia y
Marcos es remo Ibd
fundamen en aumento hdcld
talmente una fmale<> del pnmer
narraciOn de siglo, espeCialmente
hechos con tan en el sentido
olo una pequena de ver la Iglesia
parte de como el remo del
ensenanza A HIJO (del
traves de la Hombre) Mateo
114 LAS IGLESIAS QUE LOS APOSTOLES NOS DEJARON
43), pero su comprenswn de <<La Buena Nueva del Remo>> s1gmflca
que el remo-Iglesia debe ser un lugar donde se vivan las ensenanzas de
Jesus S1 los miembros creyentes de la Iglesia son «<os hiJO'> del remo>>
(13 38), sustituyendo a <<los hiJOS del remo>> JUdiOs, que no creyeron
(8 12), merecen e<>te titulo umcamente porque viven segun <<La Buena
Nueva del Remo>>
En otra parte de este cap!tulo ya diJe que Mateo ha mtroduCido su
comprenswn de la era po rresurreccwnal en la narrac10n del mimste
no publico de Jesus,escnb1endo, de algun modo, su narracwn de los
Hechos de los apostoles en y a traves del Evangelio As1, combma la
situaciOn po tenor de la Iglesia con un escenano donde la figura domi
nante es Jesus, el maestro de etlca, el que mterpreta la ley JU tamente
(vimos que Juan tambien lee la situacwn posrresurreccwnal remon
tandola al m1msteno, 1 pero a un m1msteno donde VIrtualmente no hay
mnguna ensenanza etlca') En Mateo los mandamientode Jesuvm
culan a los Discipulos (esto es, discipulos del tiempo de Jesm y di'>CI
pulodel tiempo del evangelio de Mateo) tan -;enamente que u mca
mente aquellos maestros que cumplen los mandamientos seran consi
derados grandes en el remo del cielo (5 19) Todo esto Implica que el
umco evangelista que usa la palabra <<Iglesia>> y que habla de la cons
truccwn o fundacwn eclesial de Jesu, entend1a que la Iglesia pod1a
convertirse en una entidad autosuficiente, gobernada (en nombre de
Cnsto, para segundad) por su propia autondad, sus propias ensenan
zas, y <>us propiOmandamientos Para contrarrestar tal peligro, Ma
teo ha m-.Istldo en que la Iglesia debena gobernar no <>olo en nombre
de Jesus, smo tamb1en en el espmtu de Jesu, y a traves de sus ense
ñanzas y mandamientos En la medida en que la Iglesia sea una m tltu
c1on o sociedad con ley y autondad, tendera a recibir mfluenc1as de los
pnnCipiOs socwlogicos y conformarse segun las sociedades de la cultu
ra circundante, en la situaciOn de Mateo, conformada a la smagoga y
las estructuras rabm1cas y fansa1cas Mateo acepta la mstltucwn, la ley
y la autondad, pero qmere una sociedad peculiar donde la voz de Jesus
no haya sido suplantada y siga siendo normativa Solamente entonces
<<Se proclamara el evangelio del remo por todo el mundo como testi
momo para las nacwne >> (24 14)
***
Perm1t1dme que realice una contnbucwn fmal a este comentano
neotestamentano de las Igle\Id<, que los apostoles deJaron tras de Si,
con 1derando el Importante capttulo 18 de Mateo, que se ha llamado
Sermon de Jesus sobre el Orden y la Vida de la Iglesia Este puede con
<>Iderarse el tratamiento practiCo maprofundo de la Igle\Id en el NT
LA TRADICION DE LA CRISTIANDAD JUDEO/GENTIL EN MATFO ]1'i
y eJemplifica la peculiandad de Mateo al anticipar lopeligros a lo
que las Iglesias se enfrentan y que surgen del hecho de u estructura
cwn y autondad El Sermon lo dmge Jesua << udiscipulos>>, y hay
una discuswn entre loe tudwsos sobre si se refiere a loDoce o a to
dos locn twnm 188 Lo que no edi cutible, e<> que gran parte del capi
tulo esta dmg1do a loque actuan con autondad en la Igle<>Ia y tienen
respomab11idades pastorale 189
El capitulo comienza con una pregunta planteada por lo'> discipu
lo-;, <(,qmen es el mayor en el remo de los Cielos?>> Algunos dman que
Mateo concibe <<el remo>> en termmopuramente e-;catolog1cos, en
tonces, la pregunta sena eqmvalente a «(,qmen va a ser el mayor en el
cielo o al fmal de los tiempos?,, Sm embargo, como ya hemos visto,
Mateo tiende a localizar y cosificar <<el remo>> e Identifica la Iglesia en
la tierra como el remo del HIJO del Hombre El resto del capitulo trata
sm duda, de la practica eclesial en la tierra, por lo que no e'> Impo<>Ible
que se refiera e ta cuestlon, parcialmente, a la pnmac1a en la ¡g)e<,Ia
S1 esto es as1, Mateo muestra una excelente mtmc10n -,obre aquello
que llega a er Importante en una soCiedad religiOsa donde hay a u ton
dad La misma Imagen de remo usc1ta las cue<>tione<> del prestigio y
del poder, cue<>tlones que Jesus rechazo como una tentacwn del diablo
que pretend1a reduCir el remo de Dws al mvel de un remo terreno
(Mt 4 5-1O) Las envidiapor causa de la pnmaCia '>e mamfe-;taran por
si mismatanto la autondad eclesial se eJerce a traves de cansmas o
de cargos En la situacwn que aparece refleJada en 1 Co 12-14 hay una
disputa clara sobre que cansma es meJor poseer A pe ar de lomten
tode Pablo por aqmetarla hablando de la ImportanCia del amor, al
hablar de los cansmas siempre menciOna pnmero el de lo<> apostoles,
,recordemos que el es un apostol' En una estructura con cargos, como
por eJemplo los presbitero -ob1 pos de las Pastoraleel poder del um co
obispo por enCima de los presb1teros expenmento un rap1do de a-
188 En la fuente de Mateo (Mc9 33 37) se mencionaespecificamente a los Doce En
el evangelio de Mateo Pedro ha sido el su¡eto de la escena antenor donde <<Jesus se dmge
a el pnmero (17 25) Entonces tendna sentido que los disc1pulos (refmendonos al resto
de los Doce) pregunten de forma celosa qmen es el mas grande en el remo de los cielos
189 No sabemos s1 ex1st1an cargos (presbiteros ob1spos d1aconos) en la comumdad
de Mateo o umcamente cansmas de autondad La mencwn que se hace en el evangelio de
apostoles profetas ;abws y escnbas (ver 23 34) se mterpreta en este ult1mo sentido pero
¿poseen lm sabws y escnbas cansmas? Pace Schwe¡zer «Übservance>> 228 el hecho de
que Mateo no mencwne a los pre;bJteros y ob1spos no prueba nada ya que podna tratar
se de ese l!po de andcromsmo; llamatJvos que Mateo evita en su evangelio < Pastor> se
convHtJo en una 1magen apropiada durante el ultimo pnmer siglo para denommdr d lo'
presbiteros ob1spos (Hechos 20 28 1 Pedro 52 4 tal vez Juan 21 15 17) y Mt 18 12 14
habla de la responsabilidad de los pastores
116 LAIGLESIAS QUE LOS APOSTOLES NOS DEJARON
rrollo Tal de arrollo <>e convirtio en la cuestton fundamental para Ig
naciO, aproximadamente año 110 d C y recordemos que IgnaciO era
el ob1spo umco de Antwqwa En epocas postenores, el ctsma entre el
este y el oeste, y el CI ma m terno del Peste en la Reforma, representa
ron la disputa sobre la pnmacta del Obispo de Roma en toda la tglesta
En otras palabras, socwlogicamente no se permitira que una soCiedad
orgamzada, rehgtosa o de otra clase, evtte la cuestton de qmen tiene el
mayor poder Dicho de otra forma, en lengua¡e de negociOs, la pnme
ra pregunta al anahzar y tratar con una corporacwn Importante e ,
«&qmen «manda>> aqm?,,
Segun los modelode otra oCiedades la autondad o poder pnn
ctpal convierte a uno de sus mtembro<> en la figura pnnCipal del grupo
Mateo argumentana que tal norma no e puede permitir en la tglesia,
donde deben tmperar lanormas de Jesus La respuesta a la pregunta
de qmen es el mayor en el remo (o en la Iglesia donde el evangeho del
remo se proclama) e ofrece a travedel e¡emplo de un mno pequeno
Esto no es, como los romantlcos quiSieran que creyeramm, porgue e
considere al mño amable, tierno, o mocente, mo porque el mno esta
mdefenso y dependiente, sm mngun poder 190 En el remo de lo<> uelo-;
Dwtiene el poder o autondad uprema, la proxtmtdad a Otoy, por
lo tanto, grandeza en el remo va acorde al grado en que las personas :>e
nnden a DIOs, pomendole a El en pnmer lugar en sus vidaCuando
DIOdmge la vida de una per ona, entonceesa persona es 1m portante
en el remo de Dws 191 El ststema de valores de los remos de e te mun
do es todo lo contrano del del remo de DIOs, pues a OJOde Je uno es
el poder smo la au encta de este el que puede hacer a una per'>ona Im
portante La pnmera cuestwn para una Iglesia que ha de '>Obrevtvtr en
el mundo como la ociedad de Je us, es como evttar la aceptacwn de
los valores opuestos de la soctedad que le rodea En e te tratamiento
de la vida de la tglesia, Mateo hace que lodisctpulos tratgan esta cues
tiOna colacwn a traves de u pregunta mtctal, de forma que, ya de'>de
el comienzo del Sermon, la diferencia de la enseñanza de Jesus apare
ce clara
La seccton que Igue en Mateo 18 (viceversa 5-9) trata del e candalo
Todos lodisctpulo, mclu<,o aquellocon ma-; autondad, han sido m-
190 Cuando se d1ce a los d!scipulo' que 'e humillen wmo mnos pequenos (18 4)
apelamos al hecho de que Jesus mismo 'L h.¡ hum!ll.Ido ( 11 29) El ML,I.Ie HIJO de DIOs
que tuvo que enfrentarse a la muerte p 1r,1 rcdl!ldr Id voluntad de DIOs (26 19 42) y que ex
penmento la muerte en soledad (27 46) rnuc,trd que L' lo que hace a uno el mayor en el
re1no
191 En Cierto sentido Judn tr ¡(,¡ l1rn"rn 1 UIL,tlon al poner mas enfas1s sobre el D1
c1pulo que Jesus amaba que 'obre Pedro (el Apo,tol)
LA TRADICION DE LA CRISTIANDAD JUDEO/GEN 111 LN MA1E O 117
vitados a ser como mños, sm embargo la advertencia de no escandah
zar <<a uno de estopequeño >> mamfiesta una sensibihdad especial ha
cia los mtembros mas vulnerables de la comumdad Ellengua¡e de e te
pasa¡e es demastado tradiciOnal (ver Mt 5 29-30) como para que poda
momfenr del el st hubo de hecho escandalos graveen la htstona de
la comumdad de Mateo, e pectalmente por parte de los que <>e supoma
dmgtan la Iglesia Cuando esto ha temdo lugar en la histona, la Iglesia
ha perdtdo para stempre, en algunas ocasiOnes, a aquellos desilu<>wna
dos por causa de los escandalas, por lo que Mateo tiene buenas razo
nes para mtroducir estas severas advertencias de Je:;,us sobre la cues
tion, no como conclusiOn smo como prevts1on
Aun mas mteresante para nuestro proposito es el sigmente parra
fo (18 10-14) que comtenza con la advertencia de no despreciar a los
pequeño'> Las actitudes de laautondades eclestales, a veces mcluso
mcon cientes, pueden resultar mas e'>candalosa<; que su comporta
miento (Que pensana Mateo sobre II Timoteo 3 6-7, en que <>e subes
tJma a las muJeres deb1les que nunca pueden alcanzclf el conocimiento
de la verdad, especialmente SI esta consideraciOn está mcomciente
mente extendida ha ta el punto de pensar que los no-maestros on m
capace-. de pensar por I mismos (ver capttulo 2)?
El fragmento contmua con una parabola obre el rescate de la
ove¡a extraviada Pue to que en este penodo el pa tor era un stmbolo
frecuente de la ftgura con re ponsabihdad pastoral, la cue tiOn e rela
ciona con las obhgacwne'> pastorales hacta los miembros extraviados
de la comumdad De nuevo, Mateo realiza una observacwn sobre el
comportamiento adecuado en una OCICdad orgamzada Antenor
mente ya hable del «pnnCipiO de Catfas>>, basado en Juan 11 49-50 es
me¡or que una persona perezca, a que se destruya toda la m:>tltucwn
1 Ast es como la<> '>OCiedadeactuan en este mundo' Las orgamzacione-.
estanan encantadas de comervar el 99% y de perder solo un 1%, lo
constderanan de una eficacia extrordmana Cualqmer pohtico que
mantenga el99% de <>us votanteobtendna el mayor exito electoral de
la histona El hecho de perder a uno entre cten en pohtica se conside
rana me¡or resultado que mantener el 100% Sm embargo, Mateo m I
te que su comumdad debe tener una e cala de valores diferente, e-.
deCir, los valores de Je us, que vmo a salvar a los pecadore-; extravia
dos y cuyo e¡emplo como Pa tor debe convertirse en el modelo de lm
pa:>tores eclesiales 192 Sm embargo, mnguna Iglesia cn ttana tmpor-
192 En la parabold eme¡ante de Lucd15 3 7 el m1 mo Jesus eel pastor que busca la
ove¡a perd1dd (en vez de extravidda) y a la que se Identifica como a un pecddor Mateo ha
adaptddo la p< rabola para aphcarld md'> directamente a la VIda de la Iglesia
 138 LAS IGLESIAS QUE LOS APOSTOLES NOS DEJARON
tante y ca1 mnguna parroqmd sigue, o puede segmr, las duectnces de
la pdrabola de Mdteo El 99% no extraviado se rebeldna SI se le des
cmdara en favor del1% extraviado Acusanan a aquellos que estdn en
los cargos de no ser pastorales, por muy 1romco que esto resulte Su ar
gumento send que abandonar lds noventa y nueve pard buscdr und,
podnd conduCir a mayores perdidas por negligencia, y que por tanto,
send meJor evitar mas perdidas permitiendo que se extraVIdse und
Con todo, no se puede acusar a Mdteo de exageracwn parabohca
Encontramoaqm una exigencia escdtologica similar a las de no re 1s
t1rse a la maldad, pomendo la otra meJilla cuando te peguen, permitir
al que qmere qmtarte la tumca que tome tdmbien el manto (5 39-40),
no llevar ndda en la tarea de proclamar el evangelio (10 9-10), vender
lo todo para segulf aJesus (19 21), o pdgar al trabaJddor de media JOr
nada tdnto como al de JOrnadd completa (20 1-15) Nmguna oc1edad
puede durdr mucho en este mundo con estos pnncipws, y la mayona
de los mdividuos no pueden ponerlos en practica de formd consecuen
te Sm embargo mamf!estan las act1tudede Dtos, y cuando se ponen
en practiCd, en ese momento, y en ese lugdr, el remo de Dws se ha he
cho realidad SI se ponen en practica en alguna ocas1on de forma um
versal, <<Se proclamara la Buena NotiCid del remo en el mundo entero,
pdra dar test1momo d todas las naciOnes, y entonces vendra el fm>>
(24 14) Por lo tanto, lo<; cnstianos deben mantenerse en el mtento de
tomarse en seno estas exigenCias escatologicas, aunque en la practiCd
solamente en ocasiOnes sean capaces de VIVIr segun las misma La
Iglesia, que, con frecuenCia, en su cmdado de las noventa y nueve, no
se detiene pard ocuparse de und extrdviada, no es Und ¡gJesid acorde
con los valores de Jesus
El trato con la oveJd extraviada o pecadora 191 estd tamb1en en el
tema del 1gmente parrdfo (18 15-18) Mientrds refleJd la existenCia de
practicas diSCiplinanas 194, este fragmento Ilu tra como Mdteo prefiere
el amor a la autondad en la relacwn entre cnstianos Una vez mas Ma
teo muestra una fma mtmcwn sobre el proceder de la mdyona de la
sociedades, tanto seculare:-. como religwsas La tendenCia no es Ir d1
rectamente a aquel que causa un problema, smo di que e'>ta por enCima
del el y tiene autondad para corregirle Esto evitd la confrontdciOn y
es mds eficaz En la Iglesia Catohca Romana, cudndo a Id gente no le
193 La frase <contra tJ, en 18 1 'í ( SI tu hermano peca contra ti ) no es probable
mente ongmal smo mtroduc1da por Id m11uenc13 de Lucas 17 4 Asi la concepc1on del pe
cado es ampha
194 Un tnple mvel de correcciOn lo encontramos en los rollos de Oumrdn en el Mar
Muerto (1QS 5 25 6 1 CD 9 2) Lo' pnncipiOs se basan en Lev 19 17 18 y Deut 19 15
LA TRADICION DE LA CRISTIANDAD JUDEO/GEN fiLEN MATEO 119
agrada lo que hdcen otros fehgrese, se lo comumcan al pd tor Cudn
do no les gu ta lo que hace el Pastor, se Jo comumcan al ob1 po Cudn
do no les gusta Jo que hace el obispo, lo comumcdn d Roma Se dice
que todo epor el propio bien de lds per<;onas y por la purezd de reh
gwn, sm embdrgo la forma en que Jesus actuo no tiene nddd que ver
con esta En el versiculo 18 Mateo mamf!esta conocer Id exi<>tencm de
autondad dentro de la Igle<>Ia, pero tal autondad no es en SI m1smd m
cnstiana m no cnstidnd Dicha cualidad no procede umcamente de la
forma en que se eJerce la autonddd '>mo tamb1en de la re I tencid d
apelar a ella
Aunque los versiculo19-20 fuesen ongmdndmente mdepen
dienteal colocarlos como Jo hdce, Mateo explica por que Id comum
dad eclesial es el tnbunal de resolucwn fmal que puede, en ultimo ter
mmo separar o excomulgar a Jopecadores recdlcitrdnte-, 19 ' Lo-,
miembrode la comumdad se reunen pdra rezar en nombre de Je u ,
porque la cuestwn ede cdracter religwso y no meramente ddmmi<;tra
ttvo, en esta reumon la presencia de Jesus se s¡gmflca (28 20, 18 20)
La autonddd para atar y desatar no se eJerce con mdependencid deJe
sudi que le ha sido otorgada toda autondad en el cielo y en Id tierra
(28 18) Loprocedimientos burocratico on desarrollos soc¡oJogico
mevitdble'>, pero los puntos de vista de Mdteo no tienen nddd que Jo
fdvorezca
Cuando el <<hermano>> recdlcitrante es separado o excomulgddo
en el ver'>Iculo 17, la decisiones <<Sed pdrd ti como el gentil o el pubhcd
no>>, una sentencia JUdiCidl que refleplas rmces JUdias donde los genti
les on apartados para ser tratcldolo menos posible, y los pubhcdno
se considerdn pecadores pubhcos al margen de la ley La mayona de
Jocomentanstas suponen que Mdteo empleo la frase umcdmente
como d1cho tradiCional por el que se evitd di que antes era hermano
Sm embdrgo, (,no debenamos preguntarnos que sigmhcado tiene esto
en una comumdad mixta Judeo/Gentil de la epoca de los 80, donde el
evangelio del remo escnto mencwna d Je us dando un mandato fmal
195 Los mvestlgadores discuten a cual de estas acCiones se refiere Algunos comen
tanstas 'uponen que la comumdad tiene la autondad para actuar por que no existen cargos
en la Iglesia de Mateo (ver nota 189) Como <<atar y desatan> fue la tarcd encomendddd d
Pedro en 16 19 algunos mvestigadores protestantes afirman que para tiempos de Mateo
la comumdad habJa sustltmdo a Pedro Otros afirman que en la Iglesia de Mateo el poder
se otorgaba tanto a las autondades de las que Pedro era s1mbolo como a Id comumdad y
que actuaban al umsono Personalmente considero Improbable que el poder de las llaves
otorgado a Pedro exclusivamente (16 19) se exprese en su totalidad en el poder pdra atdr
y desatar eJercido por la comumdad El poder de las lhve'recoge Id función del pnmer mi
mstro del remado Davidico (capitulo 8) que se supone que es eJerudo por una persona de
lacomumdad

140 LAS IGLESIAS QUE LOS APOSTOLENOS DEJARON
de que vayan y emefien a logentile(28 19), y en el que Je úhamo
trado un mteréespecial por un recaudador de 1m puestos llamado Ma
teo, al que mv1ta a segmrle (9.9, 10.3p 196 En otrapalabra<;, ¡,han de
ser ev1tados por completo locnst1anorepudwdos ofiCialmente, o ha
de dmg1rse a ellos la preocupac1ón y apertura de la 1gles1a, 1m1tando a
un Jesutan mtere ado en la busqueda de recaudadore'> de lmpue<;to
que e le acu-,ó de ser '>U am1go (11 19)? E'>ta últ1ma mterpretaCJón slg
mflcana que la comumdad e ta le jode ser termmada cuando hay her
manoo hermanas contra los que e ha temdo que mvocar la auton
dad
La plaus1b1hdad de la ult1ma mterpretac1ón e realza med1ante el
fragmento lgUJente (18·21-22) referente al contmuo perdón del her
mano que peca (la m1sma expre JOn que se ut1hza para refenrse a los
que son obJeto de proced1m1ento correctivo 18 15) Pedro e<> de nuevo
una figura de autondad que rec1be m5trucCJones de Jesus sobre cómo
debe actuar (capítulo 8) Se ha observado que, preguntado s1 51ete ve
ce5 bastanan para cumphr la obhgacwn de perdonar, Pedro actúa le
gahstamente, recordandono<> al letrado de Lucas 10 25-29, que quena
unedefm1c1ón del própmo al que tema que amar Por el contrano, a
mí me ha orprend1do la generos1dad del <<legah<>mO>> petnno, pues
perdonar a algmen s1ete veceva máalla de la candad normal Noso
tros, que nos con ideramo<> C'nstlanos observante, estamos dl pue<>tO'>
a perdonar a algmen una vez S1 algmen noofende por '>egundd vez
del mismo modo, esto ya emp1eza a parecernomole to, pero trata
mos de er comprensivos Qmzás la per ona no relexwnó o realmente
no comprendió cuando se le eiialo la ofena y <>e le perdono por vez
pnmera Pero la mayoría de nosotros funcwnamosegún la'> reglas del
be1sbol 1 tre-, golpey te vas fuera' Pedro parece ba<.tante noble al c m
phar las reglas hasta s1ete golpes
A este propó 1to encom1able se ofrece la re pue ta mcreíble de
Jesu 1 setenta veces s1ete o un numero mflmto de vece l 197 ,No Impli
ca la respue<;ta que el perdón debe per'>egmr m de camo al hermano
repud ado de 18·17 (y no '>Implemente esperar '>U arrepentimiento)?
196 En otrd parte «mucho; puhhc.Jnm» 'e "entdn d Id mt-'d con Jesus (9 10), y Jesus
afirma que los recaudadores de Impuc,to' cntr.tr.In en el remo de lm cielos ante<, que los
sumos 'dcerdotes y los escnbas, y<que '-"l.tn prontm d creer el men\d]C de Juan Baull>ta
(21 31-32)
197 El texto gnego nos dejd u1 l.t In<-cr!Idumhre 70 X 7 ( = 490) veces o 77 veces,
pero la Ldn!Idad da lo m1smo Cl< r< mult<. Je'u''-'Id corngtcndo Gen 4 24 donde la ven
ganza para Cam fueron >Iete veLe,,"" unh.trgo p.u.t Id l < mLL \ctenta vecess1ete El amor
e;dhora mas fuerte que el odiO
LA TRADICION Dio LA CRISTIANDAD JUDEO/(,ENTII FN MATEO 141
La ms1stenCJa de Jesuen el perdón aparece eJemplificada por una pd
rábola un tanto chocante, -,obre el 1rv1ente que reCibió el favor del
perdon de sus grandedeuda, umcamente para luego negar el perdon
de una deuda menor a u compafiero 19x En muchas ocasione'> cuando
he oído c1tc1r el capítulo 18 de Mateo, la c tenc10n se centraba en el po
der de atar y desatar para excomulgar Antes y después de esto, en el
ml'>mo cap1tulo Mateo ha hmltado e<;te poder md1cando que el cmdc
do del prop1o hermano y hermana son má'> Importantes Su deseo no
eproteger o enfatizar la autondad, mo prevemr u mal uo Mc teo,
por tc nto, e'> ba-,tante d1ferente de la'> Pc storales que tratan de apoyar
el eJerciCIO de la autondad eclesial Ev1dentemente Mateo hc bw VIVI
do el t1empo uf1c1ente con d1cha autondad, como para conocer sus pe
hgros La expenenCJa nos ensena que las soCJedadc'> orgamzada'>On
más propemaa cometer abuso<; de autondad que a abd1car de ella La
orden en el cap1tulo 18, proclama que el poder de perdonar mdeflmda
mente e'> una pose'.1on para el cnshano ma1mportante que el poder
de excomulgar Para no ser acusada de laxitud, la 1glesw a menudo tie
ne mucho cu1dado en el perdon As1, el numero de gente que e ha ale
Jddo de la 1gle'i1a debido a que ésta ha s1do mdulgente, es mfm1tes1mal,
el número de los que se han aleJado porque encuentran que no es ml e
ncordwsa, comtltuyen leg1ón Por tal rc zón, el JUICIO pastoral de Ma
teo -,obre aquellm que en la 1gle'>1a rechazan el perdón, es la conclu
Sion más dura de esta parábola En su ca'>o, el Je úde Mateo ha defl
mdo al pecador imperdonable el que no perdona
Para sobrev1v1r en el mundo tra'> Id muerte de lo<, apostole'>, la
1gle'.Ja ha temdo que comtltmrse en '>Ocledad existente entre otra o
Ciedades Una 1gles1a que v1ve y actua de acuerdo al espmtu de Mateo
18, sera una '>OCiedad que e d1stmga de las otras, una oCJedad donde
lo que en otracuenta como sab1duna, no es capaz de sustJtmr la voz
de Jesús, que vmo a de aflar gran parte de la sab1duría rchgwsa de '>U
tiempo La gran paradoJa de la cn<>t1andad es que, sólo a través de la
mst1tución, puede pre ervarse el memaJe de Je ús no-m t1tucwnal
Mateo se e fuerza en asegurar que, en la pre'>ervaclón, el mensa¡e de
Jesús era mantemdo v1vo, y no merc mente memonzado
198 Los mgresos anuale'del rey Herodes erdn de 900 tdlentos, asi que los 10 000 ta
lentos perdon<ldos por el amo, pueden exprc,dr'e en nuestro;termmos como «billones»
Llegan a a la cant1dad de unos cmt-uentd millonc'de denano\, en contraste con lo'cien de
ndnos no perdonddos a su campanero
 CONCLUSION

No he tratado en este libro de diferentes modelos de ¡gle'>ld'> que se dan

en el NT porque mnguno de los autores b1bhcm d! cut1dos mtento
ofrecer una Imagen completa de lo que debend er la Iglesia 199 S1 un
dutor hubiera quendo presentdr un modelo, podemo., e'>tdr eguros de
que und ecleswlog1d mas completd y matizada emergena del e cnto
re'>pect¡vo M1 metd era mamodesta y meJor ddaptada a ld literatura
estudiada He e tud1ado unos hbros del NT, buscando und respue ta,
1mphc!td o exphc1ta a un problemd especifico (,Que le'> diJeron a los
cnstldnos del Penodo Sub-Apostohco (el ultimo terCio del pnmer SI
glo), para capacitar a sure pect1va¡gJe idS a sobrevivir di pao de Id
generdc!On dpostohca autonzadd? No hab1a evidencia de que una
ecleswloga consbtente o umforme hub1erd emerg1do en e tos e cn
tos Mas biCn puede dec1re que los trdbdJOS env1ado., d lds diferentes
comumdddes neote tdmentand'> teman enfas1bastante d1versos 200
Aunque cada enfa 1pod1a er ef1caz en Idc1rcunstanodpdrtKulare
del e cnto, tdmb¡en cadd uno tema deficiencia'> cldrdque comtitm
ndn un pehgro en el caso de que se tomdsen por sepdrddo o e comide
rd en uflc!ente., pdra toddlds epocaTomadm colectivamente, '>m
embargo, e<,toenfas1constituyen und Importdnte lecc1on obre el
pnm1t1vo 1deah mo en relac10n a la v1da de la comumddd cn tldnd

199 Las ept\tolas pastorales y Mateo 18 se acercan m1\ a esto pero solo como re
puesta a problemas e,pectficos
200 Estos enfasts pueden ser contrano" y e"tdr logiLamcnte en tcnswn unos con
otros pero no "on contradtctonos y no hay evtdenua de que nmguna comumdad estudia
da excluyera (aunque tal vez "I corngtera) el enfd,IS dddo en la tradiCIÓn de otra comum
dad Puede merecer la pena repetir que no \abcmo\ \1 los cn\tlanos de una tglesta particu
lar de este penodo temdn conoumtento e,pcctfiLo de lo' trabaJOS del NT vmculados con
otras tglesta" aunque pudteran haber conoudo Id\ trddtctone, y c !Ilo> de vtda de los otrm
cnsttan<h Los grandes apó\tole\ (Pedro P< hlo anttago) e\taban en contacto unos con
otro' pero no ,abemo,SI esto"-<mtaeto\ \C m,mtuvteron entre sm.dts<.-tpulos en la stgmen
te gcnerauon
144 LAS !Gl ESIA <;QUE LOS APOSTOLES NOS DEJARON
VIviendo como VIVImos en las Iglesia'> del ¡glo XX ¿que pode
mos conclUir de tal estudw? Por supuesto todav1a hay cn<;tlanm que
megan la eXI'>tenCia de diversidad en el NT Alguno<> lo hacen desde
una ng1da teona de la msp1racwn d1vma que no cuenta con la s1tuacwn
humana de los escnto'> del NT, e Ifi'>I ten en que su mensaJe debe '>er
umforme porque solo puede oirse la voz de Dw-. Otros megan la di
ver Idad en el NT porque proyectan en el pnmer siglo una '>Ituacwn
Ideal en que Jesm habna planeado la Iglesia, los apostole'> no tendnan
ma<; que una concepcwn sobre como llevar a cabo sus d1rectnce<> y lo<>
umcos que pensaban de otra manera '>enan los creadores de proble
mas que lo<> autore<, del NT condenaron Como la mayor parte de los
e tudw os catohcos romano-; y prote-.tante<>, creo que nmguna de e
tas obJeCione<> ultracomervadoraa la diversidad del NT se sostiene
desde la evidencia Ina mas leJOS aun rehgw-.amente nmguna de las
doe-. una soluc1on particularmente buena y ambas han hecho mucho
dano a la evolucwn de un cn t1amsmo maduro capaz de reconocer y
valorar la-; pecuhandades
Por otro lado algunos e tudwsos cnstlano-; recrudecen la d1vers1
dad detectable en el NT ha ta el punto de con-.Iderarla lucha-; d1alecti
cay posturas contrad1ctonas No puede demostrarse que mnguna de
las Iglesiae-.tudwdas hub¡e-;e roto la komomd o t-omumon con la<>
otra'> Tampoco e<> probable que las Igle'>Ias neotestamentana-. de este
penodo Sub-Apmtohco carecieran del entldo de comumon entre lm
cnst1ano<; y fueran conventillos autonomos que funciOnaran por hbre
Pablo eelocuente cuando habla de la ImportanCia de la komomd, y en
lo que a <;u tradiciOn se refiere la umdad cnstlana aparece en Luca<.,/
Hecho'> y Efesios Pedro e-. una figura-puente en el NT, y el concepto
de pueblo de Dw-; en u pnmera ep1 tola requiere una comprenswn
colectiva del cnstlamsmo Con toda su carga de mdivJduah mo el
Cuarto Evangeho habla de otras oveJas que no son del redil y de que
Je'>us qUiere que se haga uno t-on el re-.to Mateo tiene un concepto de
la Iglesia y ext1ende los honzontes del cnstlamsmo a todas las nac1o
ne<> La mayor parte del NT e escnbw antede las pnnCipaleruptu
ras de la komomd que tuvieron lugar en el segundo '>Iglo 20 I, por lo tan-
201 Al pnnc1p10 en el movimKnto cn,!Idno no cx"t1a un corpus de doctnna fi¡o
mo una creencia en Jesus que neccs¡t,tbd 'u ullculddd Fn consecuencia el penodo del
NT 1mphco percepciOnes creciente'y formultc1oncdccrc 1de Jesuy de la comumdad que
mantema su nombre un crecimiento ti 4uc lt'ligur 1'pnnCipdlcs de la 1" generacwn apor
taron contnbucwnes decisivas Por '"PUL 'lo hubo oc Non eeíl las que Prdro Pablo y
Santiago tuvieron diferencias pero L'l t' no romp1uon lt komoma por lo menos hasta
donde esto se puede probar Sm cmh trgo p tr t lln tk' dd pnmer siglo algunos grupos
cnstmnos se res• llnan con vehunl nu t t Lll rto' dl'trrollm 4ue hablan temdo lugar en
CONCLUSION 14')
to, la diversidad del NT no puede usarse para JUstificar la d!VISIOn cns
tlana en nuestros dias Nosotros, los cnstianos modernos, hemos roto
la komoma entre nosotros pues Imphcita o exphcitamente nos hemos
excomulgado unos a otros y/o hemos asegurado que las otras Iglesias
son mf1eles a la voluntad de Cnsto en matenas ImportanteTal Situa
cwn de diVISJOn no cuenta con la aprobacwn del NT
SI no podemos Ignorar las diferencias ecleswlog1cas del NT m utl
hzarlas para JUStificar el status qua actual, ¿de que nos sirven? Breve
mente dma que nos fortalecen y nos desaf1an Pnmero, nos fortale
cen La mayona de nosotros pertenecemos a una Iglesia cnst1ana con
creta, la presb1tenana, la luterana, la catohca romana, la metodista, la
ep1scopahana, etc , porque nacimos en fam1has que eran miembros
de esa Iglesia Pero cuando crecimos, SI permaneCimos fieles a esa Igle
Sia, fue porque encontramos en ella rasgos que nos acercaban a Cnsto
y al amor de Dws Los que deJaron una Iglesia por otra lo hicieron, al
menos en parte, porque encontraron lo que les parecw un contexto
meJor para VIVIr el evangeho De esta manera, la adheswn a una Iglesia
se ha convertido en una cuestwn de conviCCiones Un estudio de los
distmtos enfasis en las Iglesias del NT puede 1lummar los aspectos posi
tivos que admiramos en nuestra propia Iglesia, e mcrementar nuestro
apreciO por como esta se ha mantemdo fiel a la tradiciOn b1bhca Por
eJemplo, las conferencias de Sprunt se pronunciaron tiempo despues
de que Roma declarara que Hans Kung no pod1a considerarse en su
umvers1dad profesor acreditado de teolog1a catohca romana Muchos
de los que asistlan a las conferenCias me preguntaron en pnvado si mi
Iglesia estaba a punto de pasar por otro penodo de purgas de hereJey
s1 todos los avances ecumemcos Iban a perderse Yo cre1a que la res
puesta a ambas perguntas era no Pero las preguntas me sirvieron para
señalar que, en su histona, la Iglesia romana ha mantemdo la sena
preocupacwn por la sana doctnna que las Pastorales mculcan, que tie
ne la mstruccwn concomitante de silenCiar a los que estan trastornan
do la Iglesia (Tito 1 10-11) El abuso de este sentido siempre es posible
y ha ocurndo de hecho en la histona de la Iglesia catohca romana, pero
otros y las VISiones diferentes que se manteman sobre temas de gran 1mportanc1a se esta
ban volv1endo verdaderamente contrad1ctonas Entonces fue segun m1 opm1ón cuando
tuv1eron lugar las rupturas pnnc1pales de la kom6ma por e¡emplo la de la comumdad ¡ua
mea segun aparece en 1 Juan 2 19 El s1glo segundo contempló la lucha por determmar cua
les de los puntos de VISta en contradiCCIÓn manteman me¡or la comprensión apostólica y
cuales la d1storswnaban Esta fue la cuestión de ortodoxia y la here¡1a Considerar que la
ortodoxia no existió hasta fmales del s1glo segundo sena tergiversar estos datos La trad1
c1ón que se consideró finalmente como ortodoxia ya ex1st1a desde los tiempos de Jesus
pero no de tonna estatica smo dmámiCd
146 LAS IGLESIAS QUE LOS APOSTOLES NOS DEJARON
C'ONCLU 10N 147

cometeríam como
os un grave iglesia,
fallo si no como a
reconociéra mvel
mos que la individual.
fuerte insis La mayor
tencia en la contribución
sana de los
doctrina es estudios
tanto una modernos
idea del NT del NT
como un puede
aspecto consistir,
positivo del entonces, en
cristiamsmo iluminar
a menudo cómo la
más fácil de Escntura
comprender puede desa
desde el fiamos
interior202 . constructiv
El uso amente. El
del NT para reconocimie
fortalecer el nto del
aprecio de alcance de
la gente por las diver
su propia sidades
iglesia no es, eclesiológica
sm s del NT
embargo, hace mucho
nuevo para más
los compleja la
cristianos. afirmación
En un de cualquier
cristianis mo iglesia de
dividido ser
hemos absolutame
temdo una nte fiel a las
larga historia Escrituras.
de utilizar Somos
las fieles, pero
Escrituras de modo
para probar propio y
que específico, y
teníamos la tanto los
razón, tanto estudios
bíblicos
como los convencer a toda crecerán y
ecuménicos comunidad cristiana tianismo nos
deberían hacernos de que está dividido, en acercaremos
conscientes de que descuidando par te lugar de leer al punto en
hay otras formas de del testimonio del la Biblia que com
ser fiel a las que no NT. No quiero decir para a partamos
hacemos justicia. Es que todas las iglesias cgurarnode visiOnes
un aspecto positivo, puedan o deban dar que comunes.
en una iglesia como la misma tenemos Entonces la
la mía, mantener el importancia a cada razón, Biblia haría
énfasis en la postura haríamomej por no otro.,
autoridad de la neotestamentaria, or en leerla lo que Jesús
enseñanza sana de pues nuestras para dc hizo en su
las Pastorales; pero historias respectivas cuh11r lo tiempo:
una iglesia así puede nos han orientado que no he convencer a
necesitar (probablemente de mos los que
examinarse sobre el forma irrevocable) a escuchado. tienen
papel de maestro evaluar las En la medida oídode que
que Juan da al Escrituras en t;n que los no todo está
Espíritu Paráclito diferentes cistlano., de bién, pues
presente en cada proporcio nes. Pero dile rente1glc Dios pide
cristiano. Las si las iglesias han 1a'> de ellos más
iglesias exclusivistas aceptado el canon intentemos de lo que
que combinan la de la Biblia, no prestar oídos pcn ahan
simbología de Juan pueden permitir que a las voces Este podría
y los carismas de sus preferencias que ante ser el
Pablo pueden silencien ninguna ofocahamo. cambiO que
necesitar exami voz bíblica. En las nuc tra prepararía a
narse sobre el po lémicas de las VIsiones de la iglesia
sentido de divisiones eclesiales, la iglesia para clicino
continuidad histórica esto es lo que hemos
que va desde los hecho virtual mente,
He chos a la «iglesia 2
porque a menudo 0
católica» del hemos negado 2
segundo siglo, y visiones de la
preguntarse cómo Escritura que U
hace JUsticia a esto n
aprobaban las a
su postura posturas de las
mdividualista. El iglesias rivales. d
gobierno de toda Sostengo que, en un
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iglesia ne cesita ser cns- l
desafiado por la voz a
de Jesús en Mateo s
18.
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estudio sincero de z
las eclesiologías de o
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Hombres personalmente vmculadm .1 lc'u'
Capitulo? La tradiCion del Discípulo Amddo y 1..... 1 ¡mtol.1... 101
Hombres gwados por el Espíntu
CapítuloS La tradtcton de los Judtos/Genttlc... en M.1teo 121
Una autondad que no substituye .1 In u'
Concluston 141
Btbliografia 149