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EL DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD

Definición

La familia y el desarrollo de la personalidad


¿Fue planeado y bienvenido su nacimiento? ¿Qué edad tenían sus padres? ¿Estaban sanos física y
emocionalmente? ¿Eran ricos o pobres? ¿Cómo encajó su personalidad con la de ellos? ¿Cuántas
personas viven en su hogar?
Estos factores sociales tempranos tienen gran influencia en el niño que usted fue y en la persona que es.
Además, usted mismo influyó en su familia. Los sentimientos que sus padres experimentaban y las
acciones que realizaban estuvieron influidas por el sexo, el temperamento, la salud y el orden en que
usted nació.
La clase de familia en que creció, probablemente fue muy diferente de la que existió un siglo antes, y se
espera que los cambios en la vida familiar sean mucho más profundos en el futuro. Es posible que los
bebés de hoy solo tengan un hermano, sus madres trabajen fuera del hogar y sus padres se hallen más
comprometidos en su vida que lo que estuvieron sus propios padres. En la actualidad, un infante tiene
entre un 40 y un 50% de probabilidad de crecer con un solo padre, más a menudo con la madre, y
quizás por causa del divorcio.
Estos cambios en la vida familiar están revolucionando la investigación acerca de la socialización. Las
relaciones que se forman en la infancia determinan muchos de los patrones para la socialización
temprana del niño. Anteriormente, las investigaciones solo tenían en cuenta las relaciones que los
infantes establecían con la madre; hoy se reconoce la importancia de las que establecen con el padre,
los abuelos, los hermanos y otras personas que los cuidan.

Objetivos

Realizar un análisis y estudio de la situación familiar y el desarrollo personal de una manera real y
concreta.

 Conocer las individualidades de los niños por etapas.

 describir y explicar críticamente la realidad del infante en una sociedad cambiante.

 Conseguir un cambio rápido de comportamiento individual y grupal.

Personalidad

La familia y el desarrollo de la personalidad.


La personalidad es una de las categorías más polémicas y complejas de la Psicología. Si consideramos
que somos análogos los seres humanos (percepción, aprendizaje o pensamiento) debemos analizar
cómo nos diferenciamos de los demás y cómo cada uno posee una personalidad propia y peculiar.
Comenzaremos analizando la etimología del término personalidad, distinguiéndola del temperamento y el
carácter que, a menudo, se han tomado como sinónimos. Después explicaremos diversas teorías sobre
la personalidad, cada una con sus partidarios y detractores.
Entre las teorías más relevantes hay algunas clásicas, como el Psicoanálisis de Freund, que otorga
primacía al inconsciente del individuo; las tipologías de Catell y Eysenck, que subrayan la importancia de
los rasgos de personalidad y crearon test para medirlos; y la teoría humanística de Rogers, que destaca
el potencial de crecimiento humano.
¿Qué es la personalidad? ¿Qué variables internas (rasgos, cogniciones, expectativas) o situacionales
son importantes en su constitución? ¿Cómo se desarrolla a lo largo del ciclo vital de cada individuo?
¿Qué es lo normal y lo anormal en la personalidad?
Sabemos que cada ser humano es único y singular, y también parecido a los demás. Si la Psicología de
las diferencias individuales enfatiza el estudio del individuo concreto, la Psicología de la personalidad, si
quiere ser una ciencia, tiene que definir leyes que expliquen la conducta de las diferentes personalidades
para poder predecir sus conductas.

Introducción

El desarrollo y la formación de la personalidad se va dando durante toda la vida del ser humano ya que
las características, influencias y regularidades que distinguen al ser humano en cada periodo de su
vida están determinadas por las circunstancias
socioculturales económicas políticas e históricas concretas en la existencia de cada individuo .
La relación única particular irrepetible entre cada sujeto y su entorno promueve y potencia el
desarrollo psíquico y de la personalidad.
El desarrollo no es algo primitivo de niños y jóvenes si no que se produce a lo largo de la vida de cada
ser humano.

Características de la personalidad

Para comprender mejor el concepto de personalidad, es preciso distinguirlo de otros relacionados con él,
como temperamento y carácter.
El temperamento consiste en la herencia biológica recibida y, por tanto, es difícil de cambiar o modificar.
Millon (1993) lo describe como el material biológico en bruto desde el cual la personalidad finalmente
emerge. Se puede decir que incluye el sustrato neurológico, endocrinológico y bioquímico desde el cual
la personalidad comenzará a formarse.
El carácter es un término derivado de una palabra griega que significa grabado y se forma por los hábitos
de comportamiento adquiridos durante la vida. Millon piensa que le carácter puede ser considerado como
la adherencia de la persona a los valores y costumbres de la sociedad en que vive.
La personalidad es la conjunción del temperamento y el carácter en una única estructura. La
personalidad representa un patrón profundamente incorporado de rasgos cognitivos, afectivos y
conductuales manifiestos, que persisten por largos períodos de tiempo y son relativamente resistentes a
la extinción.
Entre las características más relevantes de la personalidad podemos citar estas:

 No tiene una existencia real, se infiere a partir de la conducta de los individuos. Es una
abstracción que nos permite ordenar la experiencia y predecir el comportamiento en situaciones
específicas.

 Es la forma habitual de comportamiento de cada individuo. Comprende tanto su conducta


manifiesta como su experiencia privada. No consiste en una suma de conductas aisladas, sino
que incluye la globalidad del comportamiento.

 Se produce por la interacción de la herencia genética y el ambiente del individuo, por el


aprendizaje social y las experiencias personales. Se desarrolla y cambia a lo largo de la vida.

 Es individual y social. Somos distintos pero también iguales, y una tarea primordial es alcanzar el
equilibrio entre lo que nos une y lo que nos diferencia. Cada persona es única e irrepetible, sin
embargo, cuando nos vemos como actores en el escenario del mundo, podemos superar la
inercia y los interese mezquinos de ciertas concepciones racistas. Cuando somos más consientes
de nuestras acciones y reacciones observamos cómo nos condiciona el entorno y cómo somos
nosotros quienes lo construimos.

Familia

Es un conjunto de personas que conviven bajo el mismo techo, organizadas en roles fijos (padre, madre,
hermanos, etc.) con vínculos consanguíneos o no, con un modo de existencia económico y social
comunes, con sentimientos afectivos que los unen y aglutinan. Naturalmente pasa por el nacimiento,
luego crecimiento, multiplicación, decadencia y trascendencia. A este proceso se le denomina ciclo vital
de vida familiar.

Tiene además una finalidad: generar nuevos individuos a la sociedad.

Clases de familia

 Familia nuclear: integrada por una pareja adulta, con o sin hijos o por uno de los miembros de la
pareja y sus hijos.

 Familia nuclear simple: integrada por una pareja sin hijos.

 Familia nuclear biparental: integrada por el padre y la madre, con uno o más hijos.

 Familia nuclear monoparental: integrada por uno de los padres y uno o más hijos.

 Familia extensa: integrada por una pareja o uno de sus miembros, con o sin hijos, y por otros
miembros que pueden ser parientes o no parientes.

 Familia extensa simple: integrada por una pareja sin hijos y por otros miembros, parientes o no
parientes.

 Familia extensa biparental: integrada por el padre y la madre, con uno o más hijos, y por otros
parientes.

 Familia extensa monoparental: integrada por uno de los miembros de la pareja, con uno o más
hijos, y por otros parientes.

 Familia extensa amplia (o familia compuesta): integrada por una pareja o uno de los miembros de
ésta, con uno o más hijos, y por otros miembros parientes y no parientes.

La familia y el desarrollo de la personalidad

La familia es una unidad de personalidades que interactúan y forman un sistema de emociones y


necesidades interrelacionadas.
Es probable que la familia donde cada uno nace sea la influencia más grande en el desarrollo respectivo.
En el pasado, la mayor parte de las investigaciones se centraba en las madres y sus hijos; pero ahora se
estudian los vínculos entre los niños y los padres, sus hermanos, y hermanas, sus abuelos y otras
personas que los cuidan.
El primer vínculo afectivo se establece con la madre, más si el curso natural de los hechos se
interrumpe, se pueden presentar otros. El vínculo afectivo es la relación activa y recíproca de afecto
entre dos personas. En los círculos no científicos se llama amor. La interacción entre dos personas a
través del tiempo fortalece este vínculo.
Para un buen desarrollo psicológico y social, es fundamental la relación madre-hijo, sobre todo durante el
primer año de vida que parece ser el más crítico.
El apego es el vínculo emocional y de dependencia que el niño establece con sus padres y se establece
hasta los 7 u 8 meses de edad.
El cuidado, amor y seguridad materna son fundamentales para el desarrollo normal. Un daño o trauma
puede ser superado en forma parcial y parece que en algunas circunstancias las carencias infantiles se
pueden superar con apoyo social y el afecto de otros.
La madre desarrolla un papel importante en el desarrollo emocional del niño.
A medida que la madre continúa funcionando en esta forma básica, el modelo de vinculo se mantiene. Si
altera su conducta hacia el bebe de manera sustancial y consistente, no solo en una o dos ocasiones, el
modelo y naturaleza del vinculo puede cambiar también.

Aspectos importantes en el desarrollo social de la personalidad desde el nacimiento hasta los 36


meses

ASPECTOS IMPORTANTES EN EL DESARROLLO SOCIAL Y DE LA PERSONALIDAD

DESDE EL NACIMIENTO HASTA LOS 36 MESES

EDAD APROXIMADA
CARACTERÍSTICAS
en meses

Los infantes se abren al estímulo. Empiezan a mostrar interés y curiosidad, y


0-3
sonríen con facilidad al as personas.

Los bebés pueden anticiparse a lo que ocurrirá y demuestran contrariedad


cuando ello no sucede; lo manifiestan con enfado o cautela. Ellos, sonríen,
3-6
arrullan y ríen con frecuencia. Este es el periodo del despertar social y de los
primeros intercambios recíprocos entre el bebé y quien lo cuida.

Los infantes desarrollan "juegos sociales" y tratan de obtener respuestas de las


personas. "Conversan" con otros bebés, los tocan y los halagan para que le
7-9
respondan. Expresan emociones más diferenciadas y manifiestan alegría,
temor, enojo o sorpresa.

Los infantes se preocupan intensamente por las personas que los cuidan,
pueden sentir temor de los extraños y actuar con serenidad ante nuevas
9 - 12
situaciones. Al año, comunican emociones con mayor claridad, muestran
estados de ánimo, ambivalencia y graduación de los sentimientos.

12 - 18 Los bebés exploran el ambiente, utilizando las experiencias de las personas a


las que están más unidos. A medida que lo dominan, se muestran más
confiados y ansiosos de imponerse.

Los niños que empiezan a caminar se tornan ansiosos porque se dan cuenta
18 - 36 que se alejan de las personas que los cuidan. Mediante la fantasía, el juego y la
identificación con los adultos logran superar la conciencia de sus limitaciones.

Rol de la madre

Una madre es eje central de una sociedad es el nucleo de un todo, ella es el pilar de cualquier familia, si
bien el padre muchas veces procura lo necesario, la, madre es quien renuncia a ser ella misma por
lograr que sus hijos sean lo que ella muy noblemente dejo de ser.
La madre mas que cumplir un rol o tener una función en esta sociedad es la pieza fundamental de un
enorme engranaje social en el cual nos desarrollamos nosotros sus hijos.

El vinculo madre - hijo

El vínculo es el lazo afectivo intenso que se desarrolla entre los padres y su bebé. Hace posible que los
padres quieran colmar a su bebé de amor y afecto, protegerlo y estimularlo.
El vínculo afectivo le enseña al bebé el primer modelo a seguir para entablar relaciones interpersonales,
fomenta la sensación de seguridad y su autoestima. Generará un buen vínculo con el bebé es importante
para las futuras relaciones sociales.
El primer contacto con el recién nacido desencadena en la madre cariño y deseo de protección: es el
primer paso para generar el vínculo con el bebé.
En muchas ocasiones, tras el nacimiento del bebé, muchos padres pueden pensar que no sienten ese
instinto o vínculo maternal o paternal. Esto es fruto del estado de desorientación y del cansancio tras el
parto. No debe ser causa de preocupación ya que esto cambiará cuando estén un poco más relajados y
tengan continuo contacto con el bebé. Todo necesita su tiempo y tienen toda la vida por delante.
Si la madre amamanta al bebé el vínculo madre-hijo se genera más rápidamente ya que madre e hijo
mantienen una relación muy especial de alimento y cariño.

Cómo se generan los lazos afectivos

La mayoría de los recién nacidos están preparados biológicamente para establecer el vínculo con su
madre. La clave es la interacción con el bebé:

 Contacto físico "piel con piel" que es relajante para el bebé y sus padres.

 Contacto visual

 Hablar con el recién nacido

 Acariciarlo y acunarlo

 Al amamantar al bebé

Existe un periodo critico en el vinculo madre-hijo


En 1976 dos investigadores concluyeron que si la madre y el bebé se separaban durante las primeras
horas después del parto, el vínculo madre – hijo (sentimiento de relación cercana de la madre con su hijo
y la preocupación por cuidar al recién nacido) quizás no se desarrolle con normalidad. Estos estudios
fueron la causa de que muchos hospitales establecieran que las madres y los recién nacidos
permanecieran en la misma habitación. Tales cambios humanitarios son bienvenidos, aunque la
investigación complementaria no haya confirmado la noción de un momento crítico en el vínculo madre –
hijo. No se hallaron efectos a largo plazo del prolongado contacto entre madre e hijo.

En 1982 Klaus y Kennell modificaron su posición original. En 1983 Stella Chess, psiquiatra e
investigadora escribió “Hasta ahora, el concepto de período crítico ha sido desacreditado en la teoría del
desarrollo humano”. Este hallazgo alivio de preocupación y culpa a los padres adoptivos, así como a los
padres que habían sido separados de sus hijos poco después del parto. No obstante, la preocupación
por el vínculo todavía es muy importante y algunos desarrollistas sostienen que es urgente investigar en
los grupos que corren peligro de establecer vínculos débiles (como padres y madres pobres, solteros o
muy jóvenes) para averiguar qué factores, diferentes de los primeros contactos, afectan los vínculos
padres – hijo.

Que necesitan los bebes de las madres

Hay bebés que necesitan el pecho de mamá no solo para alimentarse, sino porque les tranquiliza el
apego hacia su madre, siempre quieren estar pegado y aunque no necesiten el alimento, quieren el
pecho para estar más reconfortados.
El contacto de la pie de mamá, su olor, el calor… todo ello, supone una tranquilidad, pero, claro está, la
mamá no puede estar todo el tiempo del mundo dándole esta satisfacción, para solucionar este
problema, hay varias alternativas como darles un baño, por ejemplo, cuando a lo largo del día, el bebé
ya sufre el cansancio y llora porque necesita su descanso, en vez de agarrarse del pecho de mamá
llorando, aprovecha y dale un baño de agua tibia, esto le relajará y se sentirá más reconfortado.
Otra forma puede ser escuchando música o cantarle tú misma para que se sienta tranquilo… cualquier
cosa que le cause tranquilidad será buena.
Cuando llega la noche y el bebé se despierta (pues su estómago es pequeño y no aguanta toda la noche
sin alimento, esto irá desapareciendo conforme vaya creciendo, pero mientras va aumentando el
desarrollo, sin duda hay que alimentarlo, pero esto va alargándose, es decir, las tomas se van
reduciendo a la noche y la mañana, sin embargo, el bebé a media noche, requiere el pecho para
reconfortarse y coger el sueño, no tiene hambre solo se siente intranquilo y necesita el calor de su
mamá para volver a coger el sueño. Para ir acostumbrándole a coger el sueño, se le puede acariciar y
cantarle alguna canción suave, sin perder los nervios y con calma, pues ha de acostumbrarse a que el
pecho de su mamá no es un chupete. Si es necesario, cógelo en brazos y acúnalo, pero mantenlo fuera
del pecho, no le des la sensación de que se lo vas a permitir. Dale el chupete como alternativa.

El vinculo una relacion reciproca

La vinculación afectiva es una relación recíproca, afectuosa y fuerte entre dos personas, y es lo que
normalmente se llama amor.

Los psicólogos Mary Ainsworth y John Bowlby fueron los primeros en estudiar la vinculación afectiva en
la infancia. Bowlby (1951) reconoció el papel que juega el bebé en el fortalecimiento del vínculo afectivo
y advirtió en contra de la separación entre madre e hijo.
Existen cuatro etapas superpuestas en el desarrollo del vínculo afectivo de los bebés durante el primer
año:

1. Antes de los dos meses, los bebés responden sin discriminación ante cualquier persona.

2. Hacia las 8 a 12 semanas, los bebés lloran, sonríen y balbucean más ante la madre que ante
cualquier otra persona, pero todavía responden antes los demás.

3. A los seis o siete meses, los bebés muestran un vínculo afectivo claro con la madre, y disminuyen su
expresión de amistad hacia los demás.

4. Sobrepuesto con lo anterior, los bebés desarrollan un vínculo afectivo con otras personas familiares,
como el padre o los hermanos. El miedo a los extraños puede aparecer entre los seis y ocho meses.

Que hace la madre

"Durante los primeros seis meses de vida, el bebé tiene los rudimentos de un lenguaje
de amor. Es el lenguaje del abrazo, de la mirada, de la sonrisa, de las comunicaciones
de placer y molestia. Este es el vocabulario amoroso antes de que se pueda hablar de amor.
Dieciocho años más tarde, cuando se enamora por vez primera, cortejará a su pareja
a través del lenguaje de los ojos, de la sonrisa, de la expresión de su amor y el goce
del abrazo. En estas declaraciones de amor usará frases como "Cuando por primera vez
nos abrazamos" y, naturalmente, creerá que recién ha inventado esta canción de amor.

El lenguaje rudimentario del amor en el bebé es innato. Está ahí, programado, pero debe ser despertado
por su madre. Las manifestaciones de amor que la madre tiene para con su bebé deben ser iniciadas lo
antes posible, desde el momento mismo en que nace.
La necesidad del bebé de recibir atención amorosa por parte de sus padres tiene un origen biológico . La
mera supervivencia no hace a nadie un ser humano completo. El lactante necesita la estimulación del
amor a través de los sentidos: tacto, vista, oído.

"Después del nacimiento la madre y el niño son todavía una unidad psicológica y una estrecha
relación entre ellos es tan importante para el desarrollo, como lo fue la más primitiva conexión con
el feto; pero nuestra cultura ha perjudicado la naturaleza instintiva de la mujer. La madre debe tener la
certeza de que su cariño es biológicamente necesario para el desarrollo del bebé."

Tres circunstancias afectan básicamente la manera como se inicie la relación afectivamente la madre
con su bebé y que comienza mucho antes del nacimiento:
1° Durante el embarazo.- Aún antes de conocerlo, la embarazada se imagina y fantasea con el hijo por
nacer. El nacimiento obliga a la madre a comparar entre el bebé real que ha nacido y el de sus sueños,
fantasías y expectativas. Si la realidad y las expectativas son congruentes, el apego o vínculo afectivo se
inicia muy pronto después del nacimiento. Si en cambio, realidad y expectativas son diferentes, la madre
primero tiene que resolver la pérdida de sus fantasías y expectativas.
2° Durante el parto.- La manera como se desarrolla el evento del nacimiento y la experiencia gratificante
o no de esta experiencia para la mujer, puede interferir en el proceso del apego o vínculo materno-
infantil. La sensación por parte de la mujer de haber tenido control sobre los acontecimientos durante el
nacimiento, permite que inmediatamente después de que nace el hijo, entre verdaderamente en un
estado de éxtasis y esto ayuda a la nueva madre a sentir confianza en su capacidad de crianza para con
el hijo y la relación afectiva se inicia con mayor facilidad. Si en cambio, el evento del nacimiento no cubre
sus expectativas y lo vive como un proceso violento y dramático en el que ella es un mero objeto del
cuidado médico-hospitalario, en el que adicionalmente se le separa del hijo sin permitir un contacto
temprano y prolongado, el apego se inicia tardíamente.

3° Durante el postparto.- Los investigadores Klaus y Kennel han demostrado que inmediatamente
después de nacido, el bebé tiene un período muy sensible de alerta que dura aproximadamente una
hora y que permite iniciar el vínculo afectivo temprano con su madre. Si se cuenta con una madre alerta
y despierta a la que se le permite sostener a su bebé en los brazos para darle la bienvenida, acariciarlo y
manifestarle su amor, se aprovecha este período de sensibilidad inicial para el establecimiento de este
fundamental requisito en la relación madre-hijo: el apego. Este período sensible puede verse como el
período de consolidación de la conducta maternal.

La interacción entre la madre y el hijo inmediatamente después del nacimiento no es solo satisfactoria
para ambos, sino que también es fisiológicamente necesaria.

Efectos del vinculo a largo plazo

El bebé tiene necesidad de contacto físico. Tiene necesidad de agarrarse y de pegarse a la madre, de
relacionarse con su pecho, de refugiarse en ella y de trepar por ella, etc. Y la falta de esas satisfacciones
pueden acarrear conductas anormales en adolescentes y adultos.

Si analizamos a muchas familias con conflictos profundos, fácilmente nos encontramos con madres frías,
distantes, poco cálidas en afecto, en expresividad corporal, en dejarse agarrar, trepar, tocar, palpar,
chupar, etc. por su hijo de pocos días o meses, el cual, aunque esté bien alimentado, si le falta ese “piel-
a-piel”, estará amenazado por problemas durante toda su maduración.

Es por eso que una madre bien orientada puede evitar que se produzcan procesos que alteran
profundamente la maduración de la personalidad del hijo.

El rol del padre

Los bebes desarrollan vínculos con ambos padres casi al mismo tiempo, siempre y cuando estén ambos
presentes en el desarrollo y evolución del bebé, sin embargo, durante los primeros meses la relación con
la madre será más fuerte, por todo lo que conlleva la lactancia materna.
Pero si el padre está presente en la vida del bebé desde la gestación, se ha descubierto que también se
crea un lazo especial entre padre e hijo. En un estudio realizado a un grupo de infantes, los bebés de un
año protestaron de igual manera por la separación del padre y de la madre, mientras que los bebés de
nueve meses o menos sólo protestaron por la separación de la madre.
Cuando ambos padres estaban presentes, un poco más de la mitad de los bebés buscaban a la madre,
pero casi la mitad mostró tanta o mayor inclinación hacia su padre.
La presencia del padre en la crianza de los niños producirá efectos positivos en ellos, serán más
independientes, autónomos y creativos. Según los expertos la sensación de protección que brinda un
padre a su hijo es muy importante y le ayudará a enfrentar los problemas de mejor manera.
Padre y madre tienen distintos roles en la educación de los hijos, pero una buena comunicación entre
ambos hará que el pequeño se sienta seguro y querido. Es vital que el padre se involucre en la crianza
de los hijos y que no mantenga una relación distante y dejar todo en manos de la madre, las
responsabilidades deben compartirse.
Una de las actividades que recomiendan a los padres hacer con sus hijos es la de la lectura, leerle
cuentos e historias ayudará a desarrollar las habilidades cognitivas y verbales del pequeño. Para saber
más sobre esto lee nuestro post Papa léeme un cuento.
El papel del padre
A partir de las seis semanas el feto ya distingue la voz del padre y de la madre. Se ha comprobado que
cuando el papá se acerca a la madre el bebé acelera el ritmo cardiaco, por tanto es una manera de
estrechar lazos desde la barriga.
No hay que olvidar ayudar a la madre, la lactancia materna suele cansar mucho a mamá y si la pareja
está allí ayudando al quehacer diario, la mujer se sentirá más apoyada.
El padre es capaz de dar órdenes y disciplinar a los hijos con más firmeza que la madre, si el niño
entiende que el padre se preocupa por su bienestar, se sentirá querido y acatará mejor las órdenes.
Hay estudios que señalan que una buena relación entre hijo y padre repercuten en el éxito en la etapa
escolar y en la adultez del hijo. Es vital que el hombre en el rol de padre tome una actitud activa en la
crianza de sus hijos, enseñándoles, educándolos y queriéndolos mucho.

Lazos y vinculos entre papas e infantes

Lazos Y Vínculos Entre Papás E Infantes


Muchos papás establecen fuertes lazos con sus hijos poco después del nacimiento. Los nuevos padres
admiran con orgullo a sus bebés y se sienten obligados a cargarlos. Los bebes contribuyen a mantener
los lazos al hacer lo que todo bebé normal hace; abrir los ojos, agarrar los dedos o moverse en los
brazos de los padres.
A los tres meses de edad es posible predecir la seguridad del vínculo entre padre e hijo. Los papás que
se sienten satisfechos con sus hijos de tres meses, saben que son importantes en el desarrollo de los
bebés, responden a sus necesidades, tienen como prioridad pasar tiempo con ellos y pueden lograr
establecer un vínculo seguro a la edad de un año.
Los bebes desarrollan vínculos con ambos padres casi al mismo tiempo. En un estudio clásico, los bebés
de un año en adelante protestaron de igual manera por la separación del padre y de la madre, mientras
que los bebés de nueve meses o menos sólo protestaron por la separación de la madre. Cuando ambos
padres estaban presentes, un poco más de la mitad de los bebés buscaban a la madre, pero casi la
mitad mostró tanta o mayor inclinación hacia su padre.
Otro estudio encontró que aunque los bebés preferían el padre o la madre antes que un extraño, se
inclinaban más por la madre que por el padre, sobre todo cuando estaban disgustados. Esto se presenta
porque normalmente las madres cuidan más a menudo a los bebes. Sería interesante saber si el vínculo
padre – hijo cambia en los hogares en donde el padre les brinda los cuidados primordiales.

Como actuan los padres frente a los infantes

A pesar de la creencia corriente de que las madres están predispuestas biológicamente para cuidar a los
bebés, las investigaciones señalan que los padres pueden ser igual de sensibles y afectivos frente a los
infantes. Los padres hablan el "lenguaje materno", ajustan el ritmo de alimentación a las señales de los
bebés y cuando ven llorar o sonreír a los infantes frente a un aparato de televisión sus respuestas
fisiológicas (cambios en la frecuencia cardiaca, la presión arterial y la conductancia de la piel) son
similares a los de las madres. Sin embargo, normalmente los padres no son tan sensibles como las
madres. En genera asumen un rol menos activo en la crianza del niño, y la cantidad de cuidado que
brinda al bebé es el factor principal para determinar cuán sensible es un adulto frente a las señales de
los bebés.
No obstante, la cantidad de cuidado que los hombres brindan a los bebés está aumentando en los
países industrializados. Un estudio realizado con 48 padres irlandeses de clase obrera encontró un alto
nivel de cuidado a los niños y una fuerte relación entre el cuidado del padre y los puntajes obtenidos a la
edad de un año en las pruebas cognoscitivas. Estos padres hablaban a sus bebés, jugaban con ellos, los
alimentaban, les cambiaban los pañales, los consolaban y les cantaban. Los hombres más dispuestos a
cuidar sus niños eran los jóvenes cuyo matrimonio marchaba bien, estuvieron en el parto, modificaron
sus horarios de trabajo y compartían los trabajos domésticos con sus esposas.
En los Estados Unidos, los padres cuidan a los bebes menos de lo que juegan con ellos y tienden a
realizar muchas actividades de modo diferente de como las ejecutan las madres, los padres que
grabaron videocintas cara a cara con infantes entre dos y 25 semanas, en general proveen una serie de
estallidos de estímulos intensos y de corta duración, mientras que las madres se muestran más tiernas y
rítmicas. Los papás dan palmaditas a los bebés, las madres les hablan con dulzura. Los padres lanzan al
aire a los bebés y forcejean con los que empiezan a caminar; las madres en general juegan con ellos de
manera apacible, les cantan y les leen cuentos.
Sin embargo, este estilo de juego no es característico de todas las culturas. Por ejemplo, los padres
suecos y los alemanes por lo general no juegan con los hijos de esta manera. El hecho de que los
infantes suecos muestren mayores comportamientos de vínculo hacía las madres que hacía los padres
(diferente de lo que ocurre con los bebés estadounidenses, que muestran igual tendencia hacia ambos
padres) indica que la diferencia en el estilo de juego en los Estados Unidos debe cumplir un rol
importante en el fomento del vínculo entre el padre y tu hijo. De manera similar, los juegos vigorosos
entre padre e hijo no se encuentran en los pigmeos aka de África. De nuevo se observan diferencias en
el modo como actúan los padres frente a tus hijos en las diversas culturas.
La manera como los padres se involucran está determinada por diversas circunstancias, una de las
cuales es la actitud de la madre. Ella normalmente es la portera del acercamiento del padre con el hijo,
tanto en las acciones directas que realiza como en lo que habla acerca de él. Otra circunstancia es el
empleo de la madre, las mujeres que trabajan tiempo completo estimulan más a sus bebés que las que
permanecen en el hogar, y juegan con los bebés más que los papás. A pesar del trabajo, emplean más
tiempo que los padres para cuidar a los bebés. Un estudio realizado con papás que cuidaban a sus hijos
encontró que se comportaban más como madres que como padres "típicos".
Es evidente que los roles y las expectativas sociales, lo que padres y madres deben hacer, influyen en el
estilo de interacción con los hijos.

Cual es la importancia de la relacion padre -infante

Las diferencias biológicas y sociales entre hombre y mujer contribuyen a que el rol de cada padre sea
único en la familia y la contribución de cada uno, especial. Por ejemplo, la característica fisica de los
juegos en que participan los padres ofrece a los bebés estímulos y retos para superar los temores.
Durante los dos primeros años, sonríen y "conversan" más con el padre, debido quizá a que él constituye
una novedad.
Un estudio realizado con niños que empezaban a caminar (dos tercios de los cuales eran hijos de
mujeres que trabajaban fuera del hogar) mostró los beneficios que produce el que el padre se involucre
en los juegos y en el cuidado de los niños, en especial cuando su actitud es afectiva y positiva. El
comportamiento del padre tuvo especial importancia en el desarrollo de la competencia para resolver
problemas, y aunque el comportamiento de la madre tuvo mayor impacto en a relación, la interacción con
el padre ayudó a crear vínculos más seguros con la madre. Además, el vínculo de seguridad con el papá
contribuye a que el niño establezca amistades más estrechas a la edad de cinco años.
El padre también contribuye de manera importante en la adquisición de independencia de los niños que
empiezan a caminar. Un estudio se centró en observar la interacción de 44 niños y niñas de dos años de
edad con las madres y los padres (que fueron quienes les brindaron los cuidados primarios). A los
padres se les dieron instrucciones para que lograran que los niños se alejaran de los juguetes y no
tocaran un magnetófono. Tanto la madre como el padre se relacionaron de modo similar con los hijos. En
consecuencia, parece que los papás no representan el papel de familia disciplinaria aunque actúan de
manera menos estereotipada.
Como ya se ha dicho, los adultos actúan de modo diferente frente a los bebés, y esto depende de si son
niños o niñas. Esta diferencia se nota más en los padres que en las madres, aun durante el primer año
de vida del bebé. En el segundo año esta diferencia de intensifica: los papás conversan y dedican más
tiempo a los hijos que a las hijas. Por estas razones, los padres más que las madres parecen ayudar a
desarrollar la identidad de genero y el rol de género, proceso por el cual los niños aprenden los
comportamientos que la sociedad considera apropiados para cada sexo.
Los padres también pueden influir más que las madres en el desarrollo cognoscitivo de los hijos. Cuanto
más atencion preste un padre a su hijo varón, más inteligente, alerta, curioso y alegre se mostrará entre
los cinco y los seis meses. Los niños que crecen sin padre se retrasan en su proceso cognoscitivo frente
a los que se crían con los dos padres, aun cuando en ambos casos la madre actúe de igual manera.
Este hallazgo puede reforzar las evidencias de que el padre es muy importante en el desarrollo
cognoscitivo o mostrar que crecer en un hogar con un solo padre acarrea desventajas económicas o
sociales.
El mismo hecho de que los dos padres tengan personalidades diferentes (no importa de que tipo sean)
influye en el desarrollo en formas no conocidas todavía. Por ejemplo, no se sabe qué efectos surjan del
proceso de aprendizaje de los niños de modo que la misma accion origine diferentes reacciones de la
madre y del padre. Sin embargo, parece claro que cualquiera de los dos que desempeñe el papel más
duradero en la vida cotidiana del niño ejercerá en él una influencia decisiva.

Ansiedad ante lo extraño y ansiedad por la separación

Sofía era una bebé amigable, sonreía a los extraños, se acercaba a ellos y continuaba arrullando
alegremente aun cuando alguien cualquiera estuviera a su alrededor. En la actualidad tiene ocho meses
y llora a gritos cuando un extraño se le aproxima o cuando sus padres tratan de dejarla con una niñera.
Sofía experimenta ansiedad ante lo extraño, prevención ante la persona a quien no conoce y ansiedad
por la separación, angustia cuando se va un familiar que la cuida.
Estas formas de ansiedad solían considerarse señales cognoscitivas y emocionales de la infancia que
reflejaban el reconocimiento de la madre y el establecimiento de vínculo con ella. Sin embargo, en la
actualidad se piensa que estos fenómenos son variables y dependen en gran medida del temperamento
del bebé y de las circunstancias de vida.
Aunque la reacción de Sofía es normal, no es universal. En primer lugar, existen diferencias
transculturales en la ansiedad ante lo extraño. Por ejemplo, cuando los niños navajos llegan a la edad de
un año muestran menos ansiedad que los niños anglo - americanos. Entonces, existen diferencias en el
interior de una cultura, los niños navajos que tuvieron muchas posibilidades de interactuar con otras
culturas, porque pertenecían a familias numerosas o vivían cerca de puestos comerciales, estaban
menos prevenidos frente a los extranjeros que otros niños navajos.
En la cultura dominante estadounidense, los niños casi nunca reaccionan de modo negativo frente a los
extraños antes de los seis meses; comienzan a hacerlo a los ocho o nueve meses y aumentan cada vez
más este comportamiento durante el primer año de vida. Sin embargo, a los tres o cuatro meses se
presentan señales sutiles de prevención frente a los extraños, las cuales demuestran que el bebé
reconoce a las personas que habitualmente lo cuidan y que no se siente seguro con el recién llegado. No
obstante, cuando tiene mas edad, el niño puede reaccionar de modo positivo frente a un recién llegado,
en especial si no lo ha maltratado, aunque espera un poco antes de acercarse poco a poco. En esta
clase de acercamiento priman la curiosidad natural y la tendencia innata a relacionarse con otras
personas.
Al reaccionar frente a un extraño, el bebé se fija en las señales emitidas por las personas que lo cuidan.
En un estudio con bebés de 10 meses algunas mujeres desconocidas se aproximaban a las mamás, que
hablaban de la mujer a los bebés bien fuera de modo positivo o neutral, o hablaban a la mujer de la
misma manera, o permanecían calladas. Cuando las madres hablaban positivamente acerca de la
extraña los bebés se mostraban más amigables con ella que en otras ocasiones, y es probable que se
inclinaran hacia ella y le ofrecieran un juguete. En apariencia los bebés referencian socialmente a sus
madres en esta situación ambigua y actúan en consecuencia.
En la actualidad, ni el miedo temprano e intenso a los extraños ni la fuerte protesta cuando la madre sale
se consideran una señal de vínculo seguro. Ahora los investigadores miden el vínculo mas por la
capacidad de los padres para brindarle afecto y comodidad a sus hijos cuando están juntos que por la
cantidad de lágrimas que el bebé derrama cuando éstos se marchan. El llanto de un niño cuando los
padres se van o cuando un extraño se acerca puede revelar más acerca de su temperamento que de la
seguridad de su vínculo.

Perturbaciones en las relaciones familiares

Cuando se rompen los vínculos entre los infantes y los padres, o se deterioran porque los niños son
separados de sus padres o porque las relaciones son difíciles de mantener, las consecuencias pueden
ser demasiado severas. ¿Qué ocurre con los niños a quienes se les priva de sus padres desde muy
temprana edad? La respuesta depende de numerosos factores, entre los cuales se hallan la razón para
la separación, los cuidados que el niño recibe y la calidad de las relaciones antes de la separación y
después de ella.
Institucionalización
Cuando los orfanatos eran la única solución para cuidar a los niños cuyos padres habían fallecido o no
podían cuidarlos, la mayoría de los bebés llevados allí morían durante el primer año. Los niños que
permanecían internos durante un largo periodo decaían intelectualmente y desarrollaban problemas
psicológicos.
Un estudio realizado por R. A. Spitz (1945, 1946) comparó 134 niños criados en dos instituciones
("guarderías" y "hogares de niños abandonados") con 34 criados en su propio hogar. Al cabo de un año,
los niños de guardería y los criados en su propio hogar estaban saludables y eran normales; pero los de
hogares de niños abandonados estaban por debajo del promedio de peso y estatura y su puntaje de
desarrollo había descendido con vertiginosidad.
Asimismo, eran bastante propensos a las enfermadades, a menudo con desenlace fatal. Como paradoja,
muchos de los niños de hogares para niños abandonados provenían de buena familia, mientras que los
de guardería eran hijos de mujeres jóvenes, delincuentes, la mayoría de las cuales sufría perturbaciones
o retardo mental, la diferencia más importante entre las dos instituciones radicaba en la cantidad de
personas que atendían a los niños. En la guardería, los niños recibían cuidados de tiempo completo de
sus propias madres o de madres sustitutas; en el 'hogar de niños abandonados" ocho infantes
compartían una enfermera (situación característica de las instituciones).
Al mostrar la necesidad de suministrar cuidados parecidos a los maternos, el trabajo de Spitz desató una
tendencia a ubicar los niños en hogares de adopcion y adoptarlos a más temprana edad. En realidad,
tanto el estudio de Spitz como otros mostraron que los niños internos en instituciones bien manejadas
que les brindan mucha conversación y experiencias activas y llenas de significado no sufren deterioro de
la inteligencia, pero, aun en estas buenas condiciones, los niños corren el riesgo de la privación social. El
daño no proviene de ser separado de los padres ni de tener más de una persona que los cuida, sino de
tos cambios continuos de estas personas, situación que origina la formación de vínculos tempranos
emocionales frente a individuos particulares. Este daño puede evitarse con la atención y los estímulos
que brinde una persona a quien el bebé se sienta ligado como madre sustituta.
Las investigaciones que midieron las respuestas fisiológicas y de comportamiento de bebés de nueve
meses que habían sido separados de las madres durante un periodo corto señalan que el estres de los
infantes quizá se deba más a la calidad de los nuevos cuidados que a la separación misma. Cuando las
personas que cuidaban a los niños se mostraban cálidas, afectuosas, y jugaban con los infantes antes
de que éstos lloraran, los bebés lloraban mucho menos que cuando estaban al cuidado de personas
menos afectuosas. Este efecto fue mayor en los bebés cuyo temperamento los impulsaba a enojarse por
nada en situaciones en que sentían pérdida de control.
Hospitalización
Aún la mas pequeña estadía en un hospital puede perturbar a os infantes y a los niños que empiezan a
caminar; su sensibilidad intelectual comienza a disminuir hasta cuando retornan al hogar, a menos que
les brinden muy buena atención. Cuando se hospitalizan bebés entre 5 y 30 meses de edad, atraviesan
tres etapas de ansiedad por la separación

Relaciones con los demás niños

Aunque los padres ejercen la mayor influencia en la vida de los hijos, otros niños también son
importantes.

Hermanos

Cuando se tienen hermanos o hermanas es probable que las relaciones con ellos sean más duraderas
que cualesquiera otras que se tengan. Pueden haber peleas continuamente en la niñez o haber sido los
mejores amigos. De cualquier manera, estas personas comparten sus raíces, "saben quiénes son",
aceptaron o rechazaron los mismos valores de los padres y es probable que se traten con mayor
franqueza que cualquiera de las personas que conocen. No tener hermanos también afecta la vida de
una persona.
La relación y reacción de los niños con sus hermanos
El nacimiento de un hermano parece cambiar la manera como la madre actúa con el primer hijo. Es
probable que la madre juegue menos y sea menos sensible a los intereses del hijo mayor, tenga más
confrontaciones o inicie menos conversaciones. Los niños que toman la iniciativa al comenzar juegos o
conversaciones con la madre presentan menos problemas de rivalidad con los hermanos que aquellos
que se retraen. Esto se debe a que han encontrado la manera de salvaguardar las relaciones que
mantienen con la madre.
Los padres deben aceptar que la ansiedad y los celos son normales, y al mismo tiempo proteger al
nuevo bebé de cualquier expresión de perjuicio que se origine en esos sentimientos. Pueden animar a
los mayores para que jueguen y ayuden a cuidar al bebé, y hacer énfasis en cuánto valoran a cada niño.
Por ultimo, los hermanos mayores se adaptan mejor si los padres les dedican tiempo y atención extra
para compensar la repentina dedicación de la madre al nuevo bebé.
¿Cómo interactúan los hermanos?
Los hermanos empiezan a relacionarse con mayor frecuencia después de los seis meses de vida de un
bebé. En muchas sociedades, incluida la nuestra, los hermanos mayores tienen responsabilidades en los
cuidados del bebé. Los niños también enseñan a sus hermanos menores e influyen en su desarrollo
cognoscitivo.
Aunque la rivalidad se halla presente con frecuencia, también lo está el afecto genuino. En general los
hermanos menores cobran bastante apego a las hermanas y hermanos mayores. Los bebes se sienten
afectados cuando los hermanos se marchan. El ambiente que los hermanos crean entre si afecta no
sólo sus futuras relaciones sino también el desarrollo de la personalidad de cada uno. También puede
afectar la manera de reaccionar frente a otros niños.

Sociabilidad

Aunque la familia es el centro del mundo social del bebé, los infantes y, aún más, los niños que
empiezan a caminar se interesan en las personas que vienen de afuera de la casa, en especial las de su
mismo tamaño. Debido a que en esa época muchos bebés pasan su tiempo en compañía de otros
bebés, los investigadores estudian cómo actúan entre sí.
El interés de los bebés en otros niños no es continuo. Desde los primeros días de vida en el hospital, los
bebés que permanecen quietos en su cuna comenzarán a llorar cuando escuchan que otros también lo
hacen. Durante los primeros meses de vida responden a los otros bebes casi de la misma manera como
lo hacen con sus madres: miran, sonríen y arrullan. Desde los seis meses hasta casi un año sonríen a
otros niños, los tocan y balbucean, en especial cuando no están distraídos por la presencia de adultos o
de juguetes. Sin embargo, a la edad de un año, cuando sus principales preocupaciones son aprender a
caminar y manipular objetos, prestan más atención a los juguetes que a otras personas.
En el segundo año de vida los bebés recuperan la sociabilidad y entienden mejor las relaciones. Un niño
de 10 meses que tiende un juguete a otro no presta atención si éste está de espaldas, pero durante el
segundo año de vida el niño sabe cuándo existe mayor posibilidad de que lo que se ofrece sea
aceptado, y cómo responder a las propuestas de otros niños.

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