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Enfermedad de Alzheimer

Introducción
La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia entre las personas mayores.
La demencia es un trastorno cerebral que afecta gravemente la capacidad de una persona de
llevar a cabo sus actividades diarias.
El Alzheimer comienza lentamente. Primero afecta las partes del cerebro que controlan el
pensamiento, la memoria y el lenguaje. Las personas con el mal pueden tener dificultades para
recordar cosas que ocurrieron en forma reciente o los nombres de personas que conocen. Un
problema relacionado, el deterioro cognitivo leve, causa más problemas de memoria que los
normales en personas de la misma edad. Muchos, pero no toda la gente con deterioro
cognitivo leve, desarrollarán Alzheimer.
Con el tiempo, los síntomas del Alzheimer empeoran. Las personas pueden no reconocer a sus
familiares. Pueden tener dificultades para hablar, leer o escribir. Pueden olvidar cómo
cepillarse los dientes o peinarse el cabello. Más adelante, pueden volverse ansiosos o
agresivos o deambular lejos de su casa. Finalmente, necesitan cuidados totales. Esto puede ser
muy estresante para los familiares que deben encargarse de sus cuidados.
El Alzheimer suele comenzar después de los 60 años. El riesgo aumenta a medida que la
persona envejece. El riesgo es mayor si hay personas en la familia que tuvieron la enfermedad.
Ningún tratamiento puede detener la enfermedad. Sin embargo, algunos fármacos pueden
ayudar a impedir por un tiempo limitado que los síntomas empeoren.
NIH: Instituto Nacional sobre el Envejecimiento

Cuidar a una persona con Alzheimer: entender mejor la enfermedad


A veces puede sentir que no sabe cómo cuidar a una persona con Alzheimer. No está solo.
Cada día puede traer dificultades diferentes. Aprender acerca de la enfermedad de Alzheimer
puede ayudarle a entender y enfrentar estas dificultades. A continuación, describimos las
etapas del Alzheimer y le decimos cómo puede aprender más sobre la enfermedad.

Las etapas de la enfermedad de Alzheimer y lo que significan


La enfermedad de Alzheimer consiste de tres etapas: leve (algunas veces conocida como la
primera etapa), moderada, y severa (algunas veces conocida como la última etapa). Entender
estas etapas puede ayudarle a planear para el futuro.

La etapa leve del Alzheimer. Durante la etapa leve o primera, las personas con Alzheimer
frecuentemente tienen alguna pérdida de memoria y cambios pequeños en su personalidad.
Pueden olvidar eventos recientes o los nombres de personas o cosas conocidas. Es posible que
ya no puedan resolver problemas matemáticos sencillos. Las personas en esta etapa pierden
lentamente la habilidad de hacer planes y de organizar. Por ejemplo, pueden tener dificultad
haciendo una lista de compras y encontrando los artículos en la tienda.

La etapa moderada del Alzheimer. Esta es la etapa intermediaria de la enfermedad de


Alzheimer. La pérdida de memoria y la confusión se vuelven más obvias. Las personas tienen
más dificultad organizando, planeando y siguiendo instrucciones. Pueden necesitar ayuda
vistiéndose y empezar a tener problemas de incontinencia. Esto significa que ya no podrán
controlar su vejiga y/o los intestinos. Las personas en la etapa moderada del Alzheimer pueden
tener dificultad reconociendo a sus familiares y amigos. Es posible que ya no sepan dónde
están o qué día o año es. También pueden perder el buen juicio y empezar a deambular
(salirse de su hogar o alejarse de quienes las cuidan). No es recomendable dejar a las personas
en la etapa moderada del Alzheimer solas. Se pueden poner inquietas y empezar a repetir
movimientos tarde en el día. También pueden tener dificultades para dormir. Los cambios de
personalidad pueden tornarse más serios. Las personas en esta etapa pueden amenazar,
acusar a otros de robo, decir groserías, patear, golpear, morder, gritar o agarrar cosas.

La etapa severa del Alzheimer. Esta es la última etapa y termina en la muerte de la persona.
La etapa severa del Alzheimer a veces es conocida como la etapa tardía. Las personas en esta
etapa a menudo necesitan ayuda con todas sus necesidades cotidianas. Es posible que no
puedan caminar o sentarse rectas sin ayuda. Puede que no sean capaces de hablar y, con
frecuencia, ya no pueden reconocer a sus familiares. Pueden tener dificultades para tragar y
negarse a comer.

Las 10 Señales
La Alzheimer’s Association ha creado esta lista de señales de advertencia de la enfermedad de
Alzheimer y otros tipos de demencia. Cada individuo puede experimentar una o más de estas
señales a grados diferentes. Si usted nota cualquiera de ellas, favor de consultar a un médico.

10 señales de advertencia de la enfermedad de Alzheimer:

1- Cambios de memoria que dificultan la vida cotidiana.


Una de las señales más comunes del Alzheimer, especialmente en las etapas tempranas, es
olvidar información recién aprendida. También se olvidan fechas o eventos importantes; se
pide la misma información repetidamente; se depende en sistemas de ayuda para la memoria
(tales como notitas o dispositivos electrónicos) o en familiares para hacer las cosas que antes
uno se hacía solo. ¿Qué son cambios típicos relacionados con la edad? Olvidarse de vez en
cuando de nombres o citas pero acordándose de ellos después.

2- Dificultad para planificar o resolver problemas.


Algunas personas experimentan cambios en su habilidad de desarrollar y seguir un plan o
trabajar con números. Pueden tener dificultad en seguir una receta conocida o manejar las
cuentas mensuales. Pueden tener problemas en concentrarse y les puede costar más tiempo
hacer cosas ahora que antes. ¿Qué son cambios típicos relacionados con la edad? Hacer
errores de vez en cuando al sumar y restar.

3- Dificultad para desempeñar tareas habituales en la casa, en el trabajo o en su tiempo


libre.
A las personas que padecen del Alzheimer muy a menudo se les hace difícil completar tareas
cotidianas. A veces pueden tener dificultad en llegar a un lugar conocido, administrar un
presupuesto en el trabajo o recordar las reglas de un juego muy conocido. ¿Qué son cambios
típicos relacionados con la edad? Necesitar ayuda de vez en cuando para usar el microonda o
grabar un programa de televisión.

4- Desorientación de tiempo o lugar.


A las personas con el mal de Alzheimer se les olvidan las fechas, estaciones y el paso del
tiempo. Pueden tener dificultad en comprender algo si no está en proceso en ese instante. Es
posible que se les olvide a veces dónde están y cómo llegaron allí. ¿Qué son cambios típicos
relacionados con la edad? Confundirse sobre el día de la semana pero darse cuenta después.

5- Dificultad para comprender imágenes visuales y cómo objetos se relacionan uno al otro en
el ambiente.
Para algunas personas, tener problemas de la vista es una señal del Alzheimer. Pueden tener
dificultad en leer, juzgar distancias y determinar color o contraste, lo cual puede causar
problemas para conducir un vehículo. ¿Qué son cambios típicos relacionados con la edad?
Cambios de la vista relacionados con las cataratas.
6- Nuevos problemas con el uso de palabras en el habla o lo escrito.
Los que padecen del Alzheimer pueden tener problemas en seguir o participar en una
conversación. Es posible, también, que paren en medio de conversar sin idea de cómo seguir o
que repitan mucho lo que dicen. Puede ser que luchen por encontrar las palabras correctas o
el vocabulario apropiado o que llamen cosas por un nombre incorrecto (como llamar un "lápiz"
un "palito para escribir"). ¿Qué son cambios típicos relacionados con la edad? Tener dificultad
a veces en encontrar la palabra exacta al hablar.

7- Colocación de objetos fuera de lugar y la falta de habilidad para retrazar sus pasos.
Una persona con el Alzheimer suele colocar cosas fuera de lugar. Se les puede perder cosas sin
poder retrazar sus pasos para poder encontrarlas. A veces, es posible que acusen a los demás
de robarles. Esto puede ocurrir más frecuentemente con el tiempo. ¿Qué son cambios típicos
relacionados con la edad? De vez en cuando, colocar cosas (como los lentes o el control
remoto) en un lugar equivocado.

8- Disminución o falta del buen juicio.


Las personas que padecen del Alzheimer pueden experimentar cambios en el juicio o en tomar
decisiones. Por ejemplo, es posible que regalen grandes cantidades de dinero a las personas
que venden productos y servicios por teléfono. Puede ser que presten menos atención al aseo
personal. ¿Qué son cambios típicos relacionados con la edad? Tomar una mala decisión de vez
en cuando.

9- Pérdida de iniciativa para tomar parte en el trabajo o en las actividades sociales.


Una persona con la enfermedad de Alzheimer puede empezar a perder la iniciativa para
ejercer pasatiempos, actividades sociales, proyectos en el trabajo o deportes. Es posible que
tengan dificultad en entender los hechos recientes de su equipo favorito o en cómo ejercer su
pasatiempo favorito. También pueden evitar tomar parte en actividades sociales a causa de los
cambios que han experimentado. ¿Qué son cambios típicos relacionados con la edad?Estar a
veces cansado de las obligaciones del trabajo, de familia y sociales.

10- Cambios en el humor o la personalidad.


El humor y la personalidad de las personas con el Alzheimer pueden cambiar. Pueden llegar a
ser confundidas, sospechosas, deprimidas, temerosas o ansiosas. Se pueden enojar fácilmente
en casa, en el trabajo, con amigos o en lugares donde están fuera de su ambiente. ¿Qué son
cambios típicos relacionados con la edad? Desarrollar maneras muy específicas de hacer las
cosas y enojarse cuando la rutina es interrumpida.

La etapa inicial de la enfermedad de Alzheimer (Early Stage


Alzheimer's Disease)
Resumen
Puede ser muy difícil aceptar el diagnóstico de que usted o un ser querido padece de la
enfermedad de Alzheimer (EA). Le rogamos que asuma una actitud receptiva al leer este
folleto informativo y que recuerde que no está solo o sola. A lo largo y ancho del país hay
organizaciones que brindan apoyo y ayuda a los pacientes de la EA y sus familias. Al final de
este folleto informativo, en la sección titulada Recursos de la comunidad, encontrará los datos
de contacto de algunas de esas organizaciones.

Datos
La enfermedad de Alzheimer es un trastorno de lenta evolución que provoca la pérdida de
células nerviosas del cerebro, y que eventualmente conduce a problemas de la memoria, la
capacidad de reflexión y de tomar decisiones, la orientación espacial, la concentración y el
lenguaje. Aunque la pérdida de células nerviosas es irreversible, existen medicamentos que
pueden hacer que la enfermedad avance con mayor lentitud.
La EA puede afectar su capacidad para realizar las tareas cotidianas, y también puede provocar
cambios del comportamiento y del estado de ánimo. Si bien los síntomas pueden interferir con
las actividades sociales, familiares y laborales, muchos pacientes de la EA y sus cuidadores han
aprendido una serie de estrategias que les ayudan a mantener una vida activa y productiva. En
este folleto informativo encontrará información sobre este trastorno, así como consejos
prácticos para poder sobrellevar sus efectos.

Etapas
La EA se manifiesta de distintas formas de una persona a otra. El avance de la enfermedad y
sus síntomas no son iguales en todos los pacientes. Sin embargo, la evolución general de la EA
suele dividirse en tres etapas (inicial, intermedia y avanzada) según sus efectos sobre la
memoria, el pensamiento y la capacidad del paciente para atender a sus necesidades. La
memoria a largo plazo (es decir, de los hechos ocurridos en la infancia y juventud) no se ve
afectada en las fases iniciales de la EA.

Diagnóstico y tratamiento tempranos


Aunque los científicos aún no han descubierto una cura para la EA, hay ciertos recursos y
medidas prácticas que pueden ser útiles para usted y su familia. Lo primero que hay que hacer
es someterse a un examen médico completo, con el fin de descartar otras posibles causas de la
pérdida de memoria (por ejemplo, la depresión, reacciones a medicamentos, etc.). Además, el
diagnóstico y el tratamiento tempranos le permitirán:
- Entender mejor, tanto usted como su familia, los cambios que se vayan produciendo.
- Conocer más sobre la EA.
- Acceder a organizaciones comunitarias que ayudan a los pacientes de la EA y sus
cuidadores.
- Tomar los medicamentos indicados. Hay varios productos farmacéuticos que pueden
demorar, durante algún tiempo, el empeoramiento de los síntomas de la EA.
- Hacer planes para el futuro (por ejemplo, planificación del presupuesto y de la
atención médica).
- Obtener información sobre los proyectos locales y nacionales y sobre los ensayos
clínicos de nuevos medicamentos.
- Aprender más sobre temas relacionados con la seguridad y la salud.

Síntomas de la etapa inicial


A continuación aparecen algunas tareas y capacidades en las que podrá enfrentar dificultades
cada vez mayores. Esta lista tiene el fin de ayudarle a conocer de antemano las posibles
dificultades, para que tenga en cuenta los futuros cambios y siga conduciendo su vida a
plenitud.
 Memoria de hechos recientes. Ejemplos: recordar citas y compromisos, los nombres de
las personas y los detalles de conversaciones recientes.
 Llevar a cabo tareas que involucran muchos pasos. Ejemplos: administrar su dinero y
llevar el presupuesto, tomar los medicamentos según las indicaciones del médico, ir de
compras, cocinar.
 Toma de decisiones y solución de problemas. Ejemplo: tomar decisiones rápidas en
respuesta a emergencias, tales como una inundación o un incendio en la casa.
 Capacidad y orientación espaciales. Ejemplos: seguir un mapa o las instrucciones
sobre cómo llegar a algún lugar, calcular la distancia de otros objetos al manejar el
automóvil, extraviarse en entornos conocidos.
 Lenguaje. Ejemplos: encontrar la palabra correcta, escribir cartas, comprender lo que
lee o lo que le dicen los demás.
 Comportamiento y estado de ánimo. Ejemplos: pérdida del interés en nuevas
actividades, alejarse del intercambio social, sensaciones de ansiedad y depresión.
Tenga en mente que la ansiedad y la depresión muchas veces responden
positivamente al tratamiento, así que consulte con su médico si aparecieran esos
síntomas.

Transiciones
Es posible que en la etapa inicial de la EA sea necesario modificar su rutina diaria. Aunque tal
vez llegue el momento en que usted necesite cada vez más de otras personas para que le
ayuden con ciertas tareas, es conveniente que siga participando activamente en las decisiones
que tengan que ver con su vida. Es posible que las siguientes tareas obliguen a realizar cambios
en su vida habitual:
Manejar vehículos: En algunos estados, hay leyes que exigen a los médicos que informen al
Departamento de Vehículos Automotores (DMV) sobre las personas a las que se les ha
diagnosticado la EA. Esto se hace para garantizar su propia seguridad y la de las personas que
le rodean. Si continuara conduciendo, es indispensable que se someta a una evaluación
frecuente de su capacidad para hacerlo, y que se mantenga en consulta permanente con el
médico. También debe atender a las opiniones de quienes le rodean; es posible que ellos
observen cualquier cambio que ocurra en su capacidad para conducir antes de que usted se
percate del mismo.
Responsabilidades en el hogar: Es posible que la administración doméstica se le haga cada
vez más difícil. Las labores de cocina y la toma de medicamentos pueden plantear riesgos de
seguridad.
Es posible, por ejemplo, que se olvide de apagar la estufa o de tomar las dosis indicadas. No
obstante, quizás pueda seguir participando en las actividades domésticas con un mínimo de
ayuda de otra persona. Algunos pacientes prefieren que sean sus familiares o amistades
quienes los ayuden en ciertas tareas, mientras que otros optan por contratar a un empleado
ajeno a la familia. Quizás sea necesario mudarse a otra vivienda para simplificar su estilo de
vida o para estar más cerca de familiares y amistades. Sugerimos que empiece a valorar estas
opciones con las personas que le rodean.
Responsabilidades económicas: Es posible que las obligaciones de sacar las cuentas del
presupuesto, ocuparse de los seguros y pagar las facturas le resulten difíciles y agobiantes. Es
muy importante que un familiar o un amigo de confianza lo ayude con esas tareas. Debe
otorgar un poder notarial para que esa persona de confianza pueda actuar en su nombre si
usted se viera imposibilitado de hacerlo.
Es conveniente que esa persona participe en el proceso tan pronto sea posible, para que tenga
tiempo de aprender lo que debe hacer. Al igual que manejar un vehículo, la administración de
nuestra propia economía es un signo de independencia. Quizás le resulte difícil permitir que
otra persona haga estas cosas por usted, pero no debe avergonzarse de reconocer que tal vez
necesite ayuda ajena. Es posible que las personas que le rodean se percaten antes que usted
de que necesita ayuda.

Tratamiento
Los investigadores aún no conocen con exactitud la causa de la EA, y en estos momentos no
existe cura alguna. Sin embargo, en los últimos años se han logrado avances considerables en
la investigación y se han descubierto distintos medicamentos para la etapa inicial de la EA.
Los investigadores aún no han descubierto una medicación ideal que impida o cure la EA, que
no tenga efectos secundarios, que resulte económica y que esté ampliamente disponible. No
obstante, con los actuales medicamentos es posible mejorar la memoria y restarle rapidez al
avance de la EA. A comienzos de 2002, la Administración de Alimentos y Fármacos (FAA) ya
había aprobado cuatro medicamentos con este fin. La tacrina (Cognex), aprobada en 1993,
provoca muchos efectos secundarios, entre ellos posibles daños al hígado, y sus resultados
sobre la memoria han sido decepcionantes; por estos motivos ya no suele recetarse. Tres
medicamentos más recientes—el donepezil (Aricept), la rivastigmina (Exelon) y la galantamina
(Reminyl)—han mostrado resultados más positivos para mejorar la memoria y tienen menos
efectos secundarios. Lamentablemente, estos fármacos no son eficaces para todos los
pacientes y su valor se limita a las etapas inicial e intermedia de la EA. Consulte con su médico
para saber si alguno de estos medicamentos pudiera ser apropiado para usted.
Constantemente se investigan nuevos medicamentos. Si le interesa participar en los
correspondientes ensayos clínicos, debe analizar esta posibilidad con su médico y con las
personas que le rodean. En el Centro de Educación y Remisión para la Enfermedad de
Alzheimer (Alzheimer's Disease Education and Referral Center–ADEAR) podrá obtener más
información sobre los ensayos clínicos de medicamentos y otras investigaciones en curso. En
muchas universidades y escuelas de Medicina también se realizan proyectos de investigación.
Es posible que su médico sepa de proyectos de investigación que necesiten la participación de
pacientes con la enfermedad de Alzheimer.
Actualmente es posible aliviar algunos de los síntomas emocionales y conductuales que a
veces se relacionan con la EA. Por ejemplo, su médico le puede recetar fármacos para reducir
la depresión, la ansiedad y los problemas del sueño. El ejercicio, la dieta, los programas
educacionales y los grupos de apoyo también ayudan a enfrentar algunos de los problemas
provocados por la EA.

Formas de enfrentar la enfermedad


Infórmese todo lo posible sobre la EA y sobre las organizaciones existentes en su comunidad.
Analice con sus familiares u otras personas de confianza sus preferencias con respecto a las
decisiones que afectarán su vida. (Si desea más información sobre él análisis de sus
preferencias, consulte el folleto informativo de FCA titulado Tomar decisiones sobre la
atención cotidiana (Making Choices About Everyday Care, sólamente disponible en inglés) .
No cese de buscar formas de satisfacer sus necesidades de cercanía y afecto. A lo largo del
curso de la enfermedad se mantiene el deseo de mantener relaciones estrechas con otras
personas.
Tenga paciencia consigo mismo.
El ejercicio puede contribuir a la coordinación y a la buena salud física, y puede reducir el
estrés. Consulte al médico acerca de un programa de ejercicios que se ajuste a sus
necesidades.
Busque formas productivas de liberar la ira y la frustración; converse sobre ello con un buen
amigo o un terapeuta, o incorpórese a un grupo de apoyo especial para pacientes con EA.
Utilice recordatorios visibles y accesibles: escríbase avisos, deje mensajes en la contestadora
del teléfono, o ponga la alarma del reloj para acordarse de los compromisos que haya hecho.
Dedíquese a actividades significativas, por ejemplo, dejar constancia de la historia de su vida
mediante un álbum de recortes, dictarle su autobiografía a una grabadora o llevar un diario.
Estas son magníficas formas de reflexionar sobre su vida y compartir sus experiencias con las
personas cercanas. Sus hijos y nietos atesorarán estos recuerdos.
Mantenga la mente activa: resuelva rompecabezas, escriba, etc.
Sepa que usted no es sólo "un paciente con la enfermedad de Alzheimer" y concéntrese en las
muchas y variadas cualidades personales que posee, tales como la integridad, la amabilidad y
el sentido del humor.
Conviértase en defensor de sus derechos y los de los demás pacientes con EA. Escriba cartas y
llame por teléfono a los representantes locales y estatales, colabore con agencias de la
comunidad para capacitar al personal y los profesionales con respecto a la EA, o participe en
un programa de investigación.
Prepare un poder notarial para la atención médica y un poder notarial para las finanzas . Estos
documentos ayudarán a sus seres queridos a prestarle en el futuro la atención que usted
desea y necesita.
Mantenga las actividades sociales: reúnase, en la medida de lo posible, con sus amistades y
familiares.
Conserve la mente abierta y una actitud positiva: concéntrese en sus actuales capacidades y no
se preocupe excesivamente sobre lo que pueda ocurrir en el futuro. Recuerde que hay muchas
formas de llevar una vida activa y productiva.

Etapas
Introducción
La enfermedad de Alzheimer empeora con el tiempo. Los expertos han definidas unas "etapas"
para describir cómo las habilidades de una persona cambian a medida de que avanza la
enfermedad. Es importante recordar que las etapas son guías generales y que los síntomas
varían mucho. Cada individuo es único, pero aquí se describe lo que le ocurre a la mayoría. Las
personas que padecen del Alzheimer viven un promedio de ocho años después de que sus
síntomas hayan empezado a ser notados por otras personas, pero la expectativa de vida varía
de solamente tres hasta unos 20 años, dependiendo de la edad y otras condiciones de salud
del individuo.

Primera etapa: Ausencia de daño cognitivo (Función normal) La persona no experimenta


problemas de la memoria y no hay síntomas evidentes a los profesionales médicos durante las
entrevistas médicas.

Segunda etapa: Disminución cognitiva muy leve (Pueden ser los cambios normales provocados
por el envejecimiento o pueden ser las primeras señales del Alzheimer) El individuo nota
ciertas fallas de memoria como olvidar palabras conocidas o el lugar donde se colocan objetos
de uso diario. Sin embargo, estos problemas no son evidentes durante los exámenes médicos,
ni tampoco resultan aparentes para los amigos, familiares o compañeros de trabajo.

Tercera etapa: Disminución cognitiva leve (La etapa temprana del Alzheimer puede ser
diagnosticada en algunos individuos que presentan estos síntomas, pero no en todos) Los
amigos, familiares o compañeros de trabajo comienzan a notar deficiencias. Los problemas de
memoria o concentración pueden medirse por medio de una entrevista médica detallada.
Algunas dificultades comunes en la Tercera Etapa son: Dificultad notable de encontrar la
palabra o el nombre adecuado Capacidad reducida para recordar nombres al ser presentado a
nuevas personas Mayor dificultad notable de desempeñar tareas sociales o laborales Poca
retención de lo que uno lee Pérdida o extravío de un objeto. Menos capacidad para planificar y
organizar

Cuarta etapa: Disminución cognitiva moderada (Etapa leve o temprana de la enfermedad de


Alzheimer) A este punto, una entrevista médica cuidadosa debería poder detectar deficiencias
claras en las siguientes áreas: Falta de memoria de acontecimientos recientes Mayor dificultad
en realizar tareas complejas, tales como, planificar una comida para invitados, pagar las
cuentas o administrar las finanzas Olvido de la historia personal Estar de humor variable o
apartado, sobre todo en situaciones que representan un desafío social o mental.

Quinta etapa: Disminución cognitiva moderadamente severa (Etapa moderada o media de la


enfermedad de Alzheimer) Lagunas de memoria y déficit en la función cognitiva son notables y
las personas empiezan a necesitar asistencia con las actividades cotidianas. En esta etapa, los
individuos que padecen del Alzheimer pueden: Ser incapaces de recordar su domicilio actual,
su número telefónico o el nombre de la escuela o colegio a que asistieron Confundirse del
lugar en que están o el día de la semana Necesitar ayuda para seleccionar una vestimenta
adecuada para la época del año o para la ocasión Por lo general, todavía recordar detalles
significativos sobre sí mismos y sus familiares Por lo general, todavía no requerir ayuda para
alimentarse o utilizar el baño.

Sexta etapa: Disminución cognitiva severa Los problemas de la memoria siguen agravándose,
pueden producirse cambios considerables en la personalidad y los individuos afectados por la
enfermedad necesitan considerable ayuda en las actividades de la vida cotidiana. En esta
etapa, el individuo puede: Perder conciencia de las experiencias y hechos recientes y de su
entorno Recordar su historia personal con imperfecciones, aunque por lo general recuerda su
propio nombre Olvidar ocasionalmente el nombre de su pareja o de la principal persona que lo
cuida, pero por lo general puede distinguir las caras conocidas de las desconocidas Requerir
ayuda para vestirse en forma apropiada y cuando está sin supervisión, cometer errores tales
como ponerse el pijama sobre la ropa o los zapatos en el pie equivocado Sufrir una alteración
del ciclo normal del sueño — durmiendo durante el día y volviéndose inquieto durante la
noche Requerir ayuda para manejar asuntos vinculados con el uso del baño (por ejemplo:
tirando la cadena, limpiándose o deshaciéndose del papel higiénico de forma correcta)
Experimentar episodios de incontinencia urinaria o fecal en aumento Experimentar cambios
significativos de la personalidad y con el comportamiento, incluyendo recelos y creencias falsas
(por ejemplo, creyendo que la persona que lo cuida es un impostor) o conductas repetitivas y
compulsivas, tales como retorcer las manos o romper papeles Tener una tendencia a
deambular y extraviarse.

Séptima etapa: Disminución cognitiva muy severa (Etapa severa o tardía de la enfermedad de
Alzheimer) En la última etapa de esta enfermedad los individuos pierden la capacidad de
responder a su entorno, de hablar y, eventualmente de controlar sus movimientos. Es posible
que todavía pronuncien palabras o frases. En esta etapa, los individuos necesitan ayuda con la
mayoría de su cuidado personal diario, incluyendo comer y hacer sus necesidades. Pueden
perder la capacidad de sonreír, sentarse sin apoyo y sostenerse la cabeza. Los reflejos se
vuelven anormales y los músculos rígidos. También se ve afectada la capacidad de tragar.

Sobre el sistema de las siete etapas: Las siete etapas se basan en un sistema desarrollado por
Barry Reisberg, M.D., director del Centro de Investigación de Demencia y Envejecimiento
Silberstein de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York.

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