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THE LIBRARY
OF
THE UNIVERSITY
OF CALIFORNIA
LOS ANGELES
I
GARLOS PEREYRA
El Crimen
DE
Woodrow Wilson
su CONTUBERNIO CON VILLA.—SUS ATENTADOS EN SANTO
DOMINGO.-SU RÉGIMEN CORRUPTOR EN NICARAGUA. -LOS
DOS POLOS DE LA DIPLOMACIA YANQUI: LA HIPOCRESÍA Y EL
MIEDO
MADRID
WPR10NTA DE JUAN PDHTO
Lana. 39.— Teléf., 14-.<9).
CARLOS PEREYRA
El Crimen
DE
Woodrow Wilson
su CONTUBERNIO CON VILLA.-SUS ATENTADOS EN SANTO
DOMINGO,-SU RÉGIMEN CORRUPTOR EN NICARAGUA. -LOS
DOS POLOS DE LA DIPLOMACIA YANQUI: LA HIPOCRESÍA Y EL
MIEDO
MADRID
IMPRENTA DE JUAN PUEYO
L«na, 29.-Teléf., 14-30.
1917
EDITORIAL-AMÉRICA
MADRID
El mito dk Monede.
HüMBOLDT EN AmÉRIGA.
HUALPA.
En preparación:
OAS Hispanoamericanas.
edición).
i c.
PROLOGO
825160
IV PRÓLOGO
y tierras hiperbóreos.
E. Blanco -FoMBONA.
Estas son páginas de historia, testimonio di-
recto de la desventura de tres pueblos. Trazan un
tiza?
la tenaza de Washington?
Eficaz ó ineficaz el llamamiento, no va dirigido
a los ambiciosos, ni a los miopes, ni a los egoístas
4 CARLOS PEBEYRA
gativa,
— dice
Prensa Asociada, entró la pa-
la —
labra corta j fea^ con otras que turbaron la san-
ta quietud dominical.» "Woodrow Wilson, cuan-
do sea presidente, no acudirá al léxico de Cam
bronne para sincerarse; pero su actitud será la
misma del subsecretario Huntington "Wilson: ne-
gará, con las dos manos sobre los cuatro evan-
— es un
...Pero idealista.
—También Roosevelt es un idealista. El san-
turrón Mac Kinley se decía idealista. Y Mark
Hanna, que llevaba de un mismo cabestro a
Boosevelt y a Mac Kinley, ¿no era un idealista?
Todo yanqui que se respeta hace profesión de
idealismo. ¿Qué más? La nación, la nación en
masa, con la Biblia en la mano, se dice defen-
misma tierra.
apellido de la madre
— los antepasados de Wil-
,
¡Interesante criatura!
No sin razón evoco aquel arabesco literario
de Proudhon, cuando hablaba de un "Woodrow
Wilson romano: «Nerón había sido artista,
— ar-
tista lírico y dramático — amante apasionado del
,
de los monopolios no es el
pequeño capitalista,
industrial o agrícola, que ha sido siempre un
poder.
Sea cual fuere el destino personal de Roose-
AMO Y CBIADO
que la New
York Life Insurance Company sea
constitucional!
paz en 1876.
42 CARLOS PBREYRA
vasión,
—estudiada en todos sus detalles desde
hacía mucho tiempo — y de ,
la falta de prepa-
ración americana.
La movilización, — que después del fomento de
la rebelión mejicana por el filibusterismo de
Mr. Taft, debía producir y produjo la caída del
—
presidente de Méjico, la movilización fue un
chasco gordo aun dentro del conocimiento que
los Estados Unidos tenían de su propia impo-
tencia militar.
El país del — cuando arbitraje
arbitraje, el le
—
conviene (1); país de
el paz,
— cuando no pue-
la
continental,
— cuando la fraternidad es negocio
productivo
— la Gran República, en suma, había
;
EL CULTIVO DE LA ANARQUÍA
anarquía mejicana.
Knox, verdadero autor de la nueva situación
de Méjico, la sostenía con todo el poder de que
estaba investido, y a la vez que la sostenía, apro-
vechaba la debilidad
y la humildad del gobier-
no protegido, para exprimir al país que había
descendido hasta ese grado.
Knox exigía la pacificación de Méjico en un
término perentorio, sabiendo que la pacificación
era imposible mientras el gobierno de aquel
fomentado el desorden.
tración de Méjico.
La prensa neoyorquina informaba que Taft
había salido de su modorra y ordenaba a Méjico
armiño.
Los jueces deben sentenciar aplicando el di-
vino precepto: «No matarás»; pero deben abs-
tenerse de una aplicación unilateral, pues saben
hierro muere.»
Woodrow Wilson no sólo ha prejuzgado: ha
prevaricado, si prevaricar es hacer uso de las
balanzas de la justicia para pesar las ganancias
del soborno; si prevaricar es emplear la espada
de la ley para ejecutar las obras ruines de la
litigio.
Yo no puedo ver acto de justicia en un juez
presenta. »
Dentro de este criterio no llamaría criminal a
Woodrow Wilson, si este hombre tuviera el sexo
moral de Jackson o de Polk. No llamaría crimi-
nal a Woodrow Wilson, si Woodrow Wilson
fuera todo un hombre. Jackson decía: «Odio a
los mejicanos». Esa sinceridad le ha permitido
merecer, a su vez, el odio que se tiene a un in-
5
66 CAJELOS PEREYRA
Trópico de Cáncer.
No, señor coronel Harvey; no es verdad que
la política de los Estados Unidos sea la que dijo
fraude.
norteamericana, se preguntaba:
—¿Wilson es un imbécil, es un picaro desca-
rado, es un tartufo puerco?
propio Wilson.
El personaje de la Casa Blanca se nos presen-
ta en su despacho, y cuando Mr. Blythe inicia
sitaria.
Bang!
XII
LA REDENCIÓN DB MÉJICO
gún privilegio.
Ya veo desde hoy, si tal cosa sucede, el mila-
88 CÁELOS PKRKYRA
¿"^
la instrucción pública? La población esco-
lar
^
de 18,000,000, de los cuales sólo 30.000,
cuartos
laprimaria superior, j sólo 750.000, (tres
de millón), terminan la enseñanza primaria ele-
mental. Según estos datos, que pertenecen al
turas.
pueblo mejicanol
Para si quisieran los pobres de la gran nayo-
ría norteamericana esos desvelos filantppicos
del presidenta Wilson. Los pedirían paraá mis-
mos si el 96 por 100 de iletrados de la tierra
Biblia, puritano?
En todo caso, y para no contradecir de frente
a los numerosos panegiristas que ha tenido la
tierra mejicana desde el punto de vista económi-
co,pudiéramos afirmar que el país es enorme-
mente rico para sus acreedores y horrorosamen
te pobre para sus hijos.
94 CÁELOS PEREYRA
si no es que de ruina.
Era el momento de los Estados Unidos. Los
navios de Antonio no llegaban, y el viejo avaro
ragua.
un Adolfo Diaz en Méjico, Méjico
«Si no hay
no podrá aspirar a reconstituirse jamás. Toda
la obra, larga y penosa, de su organización ven-
drá por tierra. Del país, trabajado por una revo-
lución formidable, no quedará piedra sobre pie-
dra. Y si Méjico intentare burlar esta orden su-
prema, sepa, de hoy para siempre, que las po-
tencias europeas, como un solo chico de escue-
y algunos de ellos en la
nas distintas del pais,
misma zona, emiten papel que al día siguiente
retiran sus adversarios, dejando los bolsillos re-
¡Bangf
terpuramente jurídico
—
era algo más, mucho
;
Pennsylvania.
Si no he resumido con fidelidad el pensamien-
to del sabio profesor, le ruego que me lo diga,
regeneradacon8titnQÍonñ\mente,iráin a Washing-
ton, cada uno por su lado,
para recibir órde-
—
«El presidente Wilson, dice The New York
clavizado.
a "Wilson.
El presidente de Estados Unidos, despué»
los
da Inglaterra.
l>a ruptura.
cios de la población.
El pacifista á caballo.
nidad.»
El norteamericano típico ignora de buena
paño.
9
130 CAHLOS PEREYRA
(1) 1916.
EL CRIMEN DE WTLSON 133
Patria.
hoys de Marfa.
El objeto nominal de la expedición era coger
producido en la europea.
pone?
142 CABL08 PEREYRA.
El criminal confeso.
10
146 CARLOS PEREYKA
propios destinos.»
EL CRIMEN DE WILSON 151
no
Lo que, según Wilson, los Estados Unidos
él lo
quieren y no pueden.hacer legitimamente,
ha querido y lo ha podido; más aún: él lo ha
y de su brazo» ,
secretario de —
Estado, ha visto con profundo
su política insensata.
154 CABLOS PEREYEA
agrarias de Méjico.
»No hay nada más desastroso que los resulta-
160 CÁELOS PERBYBA
pueblo mejicano.»
Interrumpo a Mr. E-oot. E interrumpo el
aplauso con que muchos de mis compatriotas
han recibido las palabras de Mr. Root. Él y ellos
están muy satisfechos de lo anterú)r. Mr. Root
no quiere que el presidente de los Estados Uni-
dos se mezcle en las cuestiones internas, políti-
cas y sociales, de Méjico; pero empleando su de-
recho internacional, — «nuestra ley internacio-
nal», como él dice donosamente — se fabrica un
,
Root.
Pero dejemos la sinceridad de Root, que está
fuera de toda discusión, puesto que es notoria su
astucia de zorro.
EL CRIMEN DE WILSON 167
Mejicana.
«Wilson— termina Root — ha hecho causa co-
mún con salvajes, y ha acarreado sobre los Es-
tados Unidos el odio, el y la ignomi-
desprecio
nia.»
168 CABLOS PEHEYBA
para nosotros.
Habla primero de la anarquía. «Méjico es vic-
tima de una anarquía desatada por la conducta
de la Administración de los Estados Unidos. »
,
Habla después del desembarco en Veracruz, y
menciona un hecho que no aparece en el discur-
so de Root. «Hace poco, un miembro del gabi-
za.» Ya Huerta
habia desaparecido. Carranza y
Villa se hacían la guerra, "Wilson ministraba,
gran bellaco.
Dice bien el Sr. Hughes. Su rival tiene una au-
sencia absoluta de rectitud política. Y agregue-
mos que después del discurso de Mr. Hughes,
las armas salen, o dejan de salir, de acuerdo con
las razones de improbidad de este dictador más
absoluto que lo fue Rosas en 1840, o que Estra-
da Cabrera, el más monstruoso de los tiranos de
—
América; un dictador, Wilson, entiéndase bien
que de él hablo, — más lleno de sangre que Rosas,
que Estrada Cabrera y que el mismo Villa, pues-
to que él es responsable de la sangre derrama-
da por Villa y de mucha que Villa no ha de-
rramado.
EL IMPERIALISMO CORRÜPTOE
EN LA REPÚBLICA DE NICABAQUA
El papel de la Moral en el
tráfico de conciencias cen<
troamericanas.
to,
— el ministro de Hacienda, Eulogio Cuadra,
dice:
americana?...
>
Apelamos al presidente de la Gran Unión
Norteamericana, Mr. Woodrow Wilson, quien
188 CARLOS PEREYRA
El tratado Bryan-Cbamorro.
estos pactos:
propia conveniencia.
¿Todo lo cohonestan los cañones? Tal seria el
caso de una conquista que hubiera creado situa-
ciones claras y que han he-
definitivas; pero lo
cho tres secretarios de Estado, y lo que no han
sabido perfeccionar los senadores, tiene tal in-
cegarla.
Costa Rica, como todo el mundo lo sabe, ocu-
la República de Colombia,
En
tiempo del presidente Roosevelt se dijo
que los males de la República Dominicana se-
curarían con la intervención de los Estados Uni-
202 CÁELOS PEREYEA
tados ünidos>.
Como el mismo gobierno de Haití pudiera
superiores.
Los pueblos capaces de tamañas cobardías
debieran desaparecer. Y cuanto antes mejor. El
mundo debe ser de los fuertes y de los dignos.-
embarco de un Borbón.»
En 1914, Mr. Wilson había enviado a un ami-
go suyo, apellidado Fort, y a un empleado de
Mr. Bryan, para que, de acuerdo con el ministro
de los Estados Unidos, SuUivan, le organizasen
un gobierno provisional. Los comisionados for-
maron la presidencia Ramón Báez, y Ramón
Báez formó la legalidad llamada Juan J. Jimé-
nez. La
legalidad de Jiménez nació a la vida del
Derecho público el 6 de diciembre de 1914.
Las condiciones en que descansaba la pureza
inicial de este orden perfecto eran:
I. —Una ley electoral hecha a la vista del em-
pleado de Mr. Bryan;
II. — Una convocación a elecciones, dictada a
bordo de un buque de la escuadra yanqui;
—
m. Emisión del sufragio público bajo la
y Puerto Plata.
El mayor Bears.
gracioso.
Los soldados de Bears buscan armas y muni-
ciones en todas las casas, y se meten a los ho-
calle.
para Bears.
EL CRIMEN DE WILSON 216
tima.
—Si hay una cosa que debe poner de acuerdo
a todos que luchan en Europa — me decía
los
ricano.
— Si hay una cosa que lospone de acuerdo
— le respondí — ,
es el plan de no levantar obs-
táculos a la expansión de los Estados Unidos.
FIN
ÍNDICE
PágiM».
Prólogo vn
Nota 1
ded 79
XII. — La redención de Méjico 86
XIII. —El bloqueo financiero 93
122 ÍNDICE