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INTRODUCCIÓN

En el presente ensayo se busca definir las características centrales de los Procesos


Especiales en la nueva normatividad procesal penal los que buscan hacer más eficiente,
rápida y oportuna la persecución del delito cuando ya no está en debate la culpabilidad,
sino la pena y la reparación, cuando por la naturaleza de la función del sujeto activo del
delito se exige un juzgamiento especial, cuando las características de vulnerabilidad
psicológica del autor del hecho punible requieren la aplicación de una medida de
seguridad.

Podemos señalar que este tipo de procesos, que por su estructura y su forma de
realización se diferencian del Proceso Común se encuentran a nuestro juicio dirigidos por
el afán de dar cumplimiento a los principio de plazo razonable y del debido proceso.

Asimismo, su sistematización como modalidades procesales implica también el


reconocimiento material de la sobresaturación del sistema penal con cargas casi
imposibles de ser enfrentadas racionalmente por su número y complejidad. Esa
sobrecarga procesal tiene además relación con la expansión del Derecho Penal
sustantivo, es decir, con la hiperinflación penal, lo que causa no sólo saturación procesal
sino sobrecarga penitenciaria.

El Dr. César San Martín señala que la naturaleza de los procesos especiales es buscar la
simplificación del procedimiento, lo que está unido a la necesidad de desarrollar
programas de racionalización del juzgamiento en aquellos casos donde esté claro el tema
de la culpabilidad. Refiere que: “muy sentido es el problema de los procedimientos
penales, que exige resolver el papel de las especialidades y su ámbito. Es interesante, al
respecto, la lógica italiana en la que la simplificación y la aceleración del procedimiento es
el eje de estos procedimientos. Existen varios modelos pero pienso que el del CDIPP
Italiano es muy interesante, al igual que el modelo francés, sin perjuicio de instaurar otras
pautas propias a partir de nuestra realidad”.

El mismo tratadista cita al procesalista español Vicente Gimeno Sendra cuando éste alude
a la meta de tener “un derecho sin dilaciones indebidas ya que en clara respuesta a la
lentitud de los procesos ordinarios se busca construir procedimientos que doten -sin
merma alguna del principio acusatorio y del derecho de defensa- de la necesaria rapidez y
eficacia a la justicia penal”, es decir se trata de un procedimiento rápido, en rigor, de un
juicio rápido, que dé respuesta a la inseguridad ciudadana.
PROCESOS ESPECIALES

¿Los procesos especiales es el nuevo modelo de lucha contra la criminalidad y


simplificación procesal?

Debemos tener en cuenta que la sociedad peruana percibe que la justicia en nuestro país
es lenta, ineficaz y que se siguen procesos ritualistas, engorrosos, fundamentalmente
escritos que no conllevan a la solución oportuna y justa de sus conflictos, dejando en
muchos casos una sensación de impunidad y corrupción que incide negativamente en la
imagen institucional del Poder Judicial, así como de los otros operadores de justicia. En
ese sentido ante dicha necesidad de un proceso eficaz, justo y tramitado en un plazo
razonable, que es el principal clamor de la comunidad, el Gobierno, en su lucha contra la
delincuencia y en razón a la delegación de facultades por el Congreso, emitió el Decreto
Legislativo N° 1194, que regula el proceso inmediato en casos de flagrancia, siendo así un
mecanismo de simplificación procesal.

Pero este cambio debe estar aparejado a una verdadera constitución del proceso penal,
esto quiere decir que si bien es cierto se han diseñado instrumentos alternativos eficaces
como el proceso inmediato con el fin de simplificar el proceso engorroso ante suficientes
indicios de cargo, ello no puede significar un desmedro a los derechos fundamentales del
imputado pues también deben respetar las garantías y principios rectores del sistema
procesal acusatorio, en aras de lograr una adecuada interpretación de su contenido.

El nuevo modelo de justicia simplificada es posible en tanto se garanticen adecuadamente


las garantías suficientes de las partes procesales. A través de este proceso, el Poder
Judicial presenta un modelo de justicia moderno, eficiente y eficaz, y un medio de
resolución expedito ante la delincuencia que más afecta la seguridad humana, dando de
este modo un mensaje de confianza en la institucionalidad y en el estado de Derecho

El nuevo modelo permite desarrollar procesos penales transparentes y oportunos, que


garanticen los derechos de las partes procesales y en los cuales el papel de los jueces,
fiscales, policías y abogados esté claramente definido y se encuentre debidamente
separado. Este nuevo modelo consiste en ofrecerles a los peruanos y extranjeros que
estén en nuestro país un proceso penal rápido y justo, cuya investigación preliminar se
haya realizado de acuerdo con los procedimientos y las garantías correspondientes, y
cuya sentencia revele realmente lo que se discutió y logró probar en el juicio oral. Para
todo ello, se han estipulado una serie de principios inherentes al nuevo proceso penal.

El NCPP ha delimitado con mucha claridad las funciones de los fiscales y de los jueces.
En términos generales, los primeros se encargarán de investigar los delitos, y los
segundos, de juzgarlos. Asimismo, el NCPP ha determinado las funciones de los policías,
quienes se encargan de ayudar a los fiscales en todos los requerimientos que ellos
señalen, con el fin de reunir el mayor material probatorio posible para demostrar la
responsabilidad penal del presunto imputado

Los jueces se encargarán de juzgar los supuestos delitos, determinando si se logró probar
que estos realmente se cometieron, quiénes son los responsables de haberlos cometido,
cuál es la pena que les corresponde y cuál es el monto de la reparación civil que ellos
deberán pagar a los afectados. La principal tarea de los fiscales es investigar los
presuntos delitos cometidos. Con este fin, deberán hallar las pruebas necesarias para
demostrar que los hechos denunciados efectivamente se cometieron, para identificar a los
presuntos autores y para determinar los móviles que los llevaron a cometer los delitos.

El rasgo definitorio de los procesos inmediato, por faltas y por delitos privados es la
simplificación procesal, basada en la economía procesal, cuyo depósito consiste en
eliminar o reducir etapas procesales o periodos dentro de las mismas y aligerar el sistema
probatorio para lograr una justicia célere. Se trata de simplificar la respuesta estatal, ya
sea porque la sociedad requiere una decisión mucho más rápida o bien porque la
trascendencia de la infracción no justifica el despliegue de mayores recursos. En
consecuencia, se reducen a su mínimo indispensable las garantías establecidas en el
procedimiento común en aras de la celeridad de la obtención del resultado que se
pretende con el proceso.

Según el Dr. Cesar San Martín Castro señala que la naturaleza de los procesos
especiales es buscar la simplificación del procedimiento, lo que está unido a programas
de racionalización del juzgamiento en aquellos casos donde esté claro el tema de la
culpabilidad.

De otro lado podemos indicar que los procesos especiales se definen como aquellos
previstos para circunstancias o delitos muy concretos. Este tipo de procedimientos busca
hacer más eficientes, rápida y oportuna la persecución del delito cuando ya no está en
debate la culpabilidad sino la pena y la reparación civil, cuando por la naturaleza de la
función del sujeto activo del delito se exige un juzgamiento especial cuando las
características de vulnerabilidad psicológica del autor del hecho punible requieren la
aplicación de una medida de seguridad.

Asimismo es pertinente indicar que este tipo de procesos especiales tiende a asemejarse
por la finalidad que persigue a otros mecanismos de negociación penal tales como el
principio de oportunidad y los acuerdo reparatorios.

De igual manera, es menester que uno de los fines, tal vez el principal, sea que mediante
estos procesos se inicie la descargar procesal y solo entren al sistema de justicia penal
aquellos delitos que revistan mayor gravedad social y así lograr que la carga procesal
pueda ser manejable para los órganos de justicia criminal.

Los procesos Especiales comprenden varios procesos, los cuales pasaremos a


desarrollar.

1. PROCESO INMEDIATO

El presente ensayo tiene como punto de partida el Decreto Legislativo N° 1194, publicado
el 30 de agosto de 2015, el mismo que entró en vigencia a nivel nacional a todos los (90)
días de su publicación en el diario oficial El Peruano, que modificó íntegramente la
Sección Primera del Libro Quinto: Procesos Especiales, dedicada al denominado Proceso
Inmediato, el cual en principio conforme al artículo 446.1 1 del Nuevo Código Procesal

“Artículo 446.- Supuestos de aplicación


1. El Fiscal debe solicitar la incoación del proceso inmediato, bajo responsabilidad, cuando se presente alguno
de los siguientes supuestos:
a) El imputado ha sido sorprendido y detenido en flagrante delito, en cualquiera de los supuestos del
artículo 259;
b) El imputado ha confesado la comisión del delito, en los términos del artículo 160; o
c) Los elementos de convicción acumulados durante las diligencias preliminares, y previo interrogatorio
del imputado, sean evidentes.
2. Quedan exceptuados los casos en los que, por su complejidad, de conformidad con lo dispuesto en el
numeral 3 del artículo 342, sean necesarios ulteriores actos de investigación.
3. Si se trata de una causa seguida contra varios imputados, sólo es posible el proceso inmediato si todos ellos
se encuentran en una de las situaciones previstas en el numeral anterior y estén implicados en el mismo delito. Los
delitos conexos en los que estén involucrados otros imputados no se acumulan, salvo que ello perjudique al debido
esclarecimiento de los hechos o la acumulación resulte indispensable.
4. Independientemente de lo señalado en los numerales anteriores, el Fiscal también deberá solicitar la
incoación del proceso inmediato para los delitos de omisión de asistencia familiar y los de conducción en estado de
ebriedad o drogadicción, sin perjuicio de lo señalado en el numeral 3 del artículo 447 del presente Código."
Penal, se aprecia que la evidencia delictiva define la conversión de un procedimiento
penal común en un proceso inmediato. El cual tiene como sus características la
simplificación de sus trámites y el aceleramiento procesal – se concentra en los primeros
momentos de la investigación probatoria, en especial en la subface de diligencias
preliminares-, y se elimina la etapa intermedia-; por lo tanto la característica definitoria de
este proceso es la celeridad [SAN MARTÍN CASTRO] 2. Por lo que corresponde analizar si
con dicha celeridad procesal no se han sacrificado derechos fundamentales como el
debido proceso, el derecho de defensa, la libertar individual, entre otros.

En ese sentido analizando el proceso inmediato reformado por la citada norma, se


plantearon algunos problemas, los cuales han sido absueltos en su mayoría por el
Acuerdo Plenario N° 2-2016/CIJ-116, denominado “Proceso Penal Inmediato Reformado.
Legitimación y alcances”, siendo que analizaremos dos planteamientos problemáticos
desarrollados en el mencionado acuerdo plenario, los cuales nos servirán para plantear la
problemática encontrada y a nuestro criterio no resuelta.

1. ¿La obligación del Fiscal para solicitar la incoación del proceso inmediato,
afecta sus atribuciones de titularidad de la acción penal?

Al respecto, el citado Acuerdo Plenario en su fundamento 17 señala que la opción


que se asume es que “la norma en debate puede salvar su constitucionalidad” si
se la interpreta en el sentido de que el Fiscal se ha encontrado con un hecho que
presenta los presupuestos materiales de evidencia delictiva y de no complejidad,
siendo así debe prosigue incoando el proceso inmediato; asimismo, indica que “es
inadmisible obligar, sin más, al Ministerio Público a una actuación irrazonable por
la incoación de un proceso inmediato si no se presentan sus presupuestos
materiales, que la propia Ley Procesal Penal desarrolla. También es intolerable
que se prescriba la responsabilidad – obviamente funcional, nunca penal – del
Fiscal si no solicita la incoación del proceso inmediato, pues éste tiene desde ley –
y así debe conocérsele -, precisamente varias opciones posibles, sujetas desde
luego a una valoración de las circunstancias fácticas y jurídicas que en cada caso
se presenta”; en otras palabras se infiere por ejemplo que si el Fiscal considera
que es un caso complejo puede ampliar su investigación preliminar, si se trata de
un delito menor como hurto simple u otro puede terminar con la aplicación de un

2
San Martín Castro, César; El Proceso Inmediato (NCPP originario y D. Leg. N° 1194), Gaceta Penal, N° 79,
enero 2016, pág. 153.
acuerdo reparatorio o principio de oportunidad, o si no se cumplen con todos los
presupuestos materiales de la flagrancia delictiva, entonces en atención a las
circunstancias de los citados casos el Fiscal puede dejar de incoar el proceso
inmediato, sin incurrir en responsabilidad funcional.

2. ¿La brevedad del plazo para incoar el proceso inmediato puede afectar el
derecho de defensa del imputado?

Con relación a este planteamiento problemático el acuerdo plenario ha indicado en


su fundamento trece que el proceso inmediato reformado, en tanto en cuanto se
circunscriba a los delitos evidentes y a los supuestos de investigación simple o
sencilla en modo alguno afectan el debido proceso, la tutela jurisdiccional y la
defensa procesal. No es un proceso configurado legalmente para condenar a los
imputados. Precisamente la realización de las audiencias de incoación y de juicio
permite esclarecer probatoriamente el hecho punible con pleno cumplimiento de
los principios de contradicción, igualdad, publicidad, inmediación y oralidad. No es
pues un proceso ofensivo tendente a condenar irremediablemente al imputado. El
rigor para dilucidar la existencia de sus presupuestos materiales y la ulterior
actuación contradictoria de la prueba, afirman la vigencia de la garantía de
presunción de inocencia. Por consiguiente si el resultado probatorio no arroja la
presencia de prueba legal, fiable, corroborada y suficiente – que son elementos
insustituibles para cumplir con esta garantía – derecho fundamental-, el juez está
en la obligación de dictar sentencia absolutoria. En otras palabras, nuevamente se
reafirma que el proceso inmediato, no tiene como finalidad los casos complejos, y
que en todo el devenir de las audiencias tanto de incoación como de juicio
inmediato se respetan todos los derechos fundamentales que asisten al imputado,
dándole todas las garantías.

3. Sin embrago, observamos que planteado el Requerimiento Fiscal de Incoación de


Proceso Inmediato, cuya oportunidad es al término del plazo de detención policial
de oficio o de la preliminar – hasta 24 horas en delitos comunes y hasta 15 días en
delitos exceptuados (ejemplo tráfico ilícito de drogas), el Juez de la investigación
preparatoria debe señalar la denominada “audiencia única de incoación de
proceso inmediato” dentro de las 48 horas siguientes al requerimiento fiscal.
Siendo que el plazo de la detención, de esta manera, se extiende
automáticamente hasta la realización de la audiencia, conforme al artículo 447.1 3
del Nuevo Código Procesal Penal, prolongación que para algunos no es
inconstitucional porque ya el procesado fue puesto a disposición judicial y que
desde esa perspectiva el juez debe tener, y tiene, un plazo razonable, por lo
demás, muy breve, para decidir su situación jurídica. Resultando para otro sector
que esta detención es inconstitucional dado que se estaría excediendo del plazo
de detención constitucional que es de 24 horas. Situación que se resulta más
problemática cuando nos planteamos la siguiente interrogante

4. ¿Si el Fiscal no pide prisión preventiva ante el Juez, dado que no se


justificaría, y en cambio requiere se imponga comparecencia con
restricciones al denunciado, la situación de detención seguirá estable hasta
las 48 horas adicionales que se indican o debe el juez disponer su libertad
inmediata?

De esta forma nos planteamos un caso hipotético donde una persona cometa un
delito de hurto agravado, durante la noche, siendo que su conducta queda en

3
“Artículo 447.- Audiencia única de Incoación del proceso inmediato en casos de flagrancia delictiva
1. Al término del plazo de la detención policial establecido en el artículo 264, el Fiscal debe solicitar al Juez de
la investigación preparatoria la incoación del proceso inmediato. El Juez, dentro de las cuarenta y ocho horas (48)
siguientes al requerimiento fiscal, realiza una Audiencia única de Incoación para determinar la procedencia del proceso
inmediato. La detención del imputado se mantiene hasta la realización de la Audiencia.
2. Dentro del mismo requerimiento de incoación, el Fiscal debe acompañar el expediente fiscal y comunicar si
requiere la imposición de alguna medida coercitiva, que asegure la presencia del imputado en el desarrollo de todo el
proceso inmediato. El requerimiento de incoación debe contener, en lo que resulte pertinente, los requisitos
establecidos en el numeral 2 del artículo 336.
3. En la referida Audiencia, las partes pueden instar la aplicación del principio de oportunidad, de un acuerdo
reparatorio o de la terminación anticipada, según corresponda.
4. La Audiencia única de Incoación del proceso inmediato es de carácter inaplazable. Rige lo establecido en el
artículo 85. El Juez, frente a un requerimiento fiscal de incoación del proceso inmediato, se pronuncia oralmente en el
siguiente orden, según sea el caso:
a) Sobre la procedencia de la medida coercitiva requerida por el Fiscal;
b) Sobre la procedencia del principio de oportunidad, de un acuerdo reparatorio o de la terminación
anticipada, solicitado por las partes;
c) Sobre la procedencia de la incoación del proceso inmediato.
5. El auto que resuelve el requerimiento de proceso inmediato debe ser pronunciada, de modo impostergable,
en la misma Audiencia de Incoación. La resolución es apelable con efecto devolutivo.
6. Pronunciada la decisión que dispone la incoación del proceso inmediato, el Fiscal procede a formular
acusación dentro del plazo de veinticuatro (24) horas, bajo responsabilidad. Recibido el requerimiento fiscal, el Juez de la
Investigación Preparatoria, en el día, lo remite al Juez Penal competente, para que dicte acumulativamente el auto de
enjuiciamiento y de citación a juicio, con arreglo a lo dispuesto en el numeral 3 del artículo 448.
7. Frente al auto que rechaza la incoación del proceso inmediato, el Fiscal dicta la Disposición que corresponda
o la formalización de la Investigación Preparatoria.
Para los supuestos comprendidos en los literales b) y c), numeral 1 del artículo 446, rige el procedimiento antes
descrito en lo que corresponda. Solo en estos supuestos, el requerimiento se presenta luego de culminar las diligencias
preliminares o, en su defecto, antes de los treinta días de formalizada la Investigación Preparatoria.”
grado de tentativa y no registra antecedentes penales, conforme al primer párrafo
del artículo 186° del Código Penal, la sanción a imponer sería no menor de tres
años ni mayor de seis años de pena privativa de libertad, pero en aplicación del
literal a) del inciso 3) del tercer párrafo del artículo 45-A del citado cuerpo
normativo, al haber quedado la conducta en grado de tentativa y siendo esta una
atenuante privilegiada, corresponde determinar la pena a imponer por debajo del
tercio inferior, es decir menos de tres años de pena privativa de libertad; por lo
que, no se cumpliría con el requisito establecido en el litera b) del artículo 268° del
Nuevo Código Procesal Penal, para solicitar junto a la incoación de proceso
inmediato la Prisión Preventiva del detenido, dado que la sanción a imponerse no
será superior a cuatro años de pena privativa de libertad, por lo tanto, en este caso
se debe incoar el proceso inmediato solicitando la comparecencia con
restricciones al detenido, con lo cual surge la situación problemática planteándose
las siguientes interrogantes ¿si el Fiscal debe dar libertad al detenido y solicitar
dicho requerimiento de proceso inmediato con el imputado en libertad? ¿El Fiscal
debe de poner al imputado a disposición del juez en calidad de detenido, siendo
así éste debe de disponer su libertad inmediata en razón a que no existe
requerimiento de prisión preventiva? ¿El imputado debe continuar privado de su
libertad, de conformidad con la norma legal que establece que la detención del
imputado se mantiene hasta la realización de la audiencia de incoación de proceso
inmediato, pese a solo existir solicitud de comparecencia con restricciones? Con
relación a esos puntos la doctrina no es pacífica, dado que existen dos posiciones
la que resumiremos como la posición garantista y la posición legalista.

Al respecto, con relación a la posición garantista [SAN MARTÍN CASTRO] 4 señala


que “una primera opción en aras de la eficacia del procedimiento, será afirmativa
la respuesta, pues se requiere cumplir con los plazos reducidos que prevé. Otra
respuesta, proclamando la superioridad del derecho a la libertad y del valor justicia
material, así como del principio de proporcionalidad, será optar por la inmediata
libertad del detenido. Es de inclinarse por esta segunda opción, que está en
consonancia con los valores claves del Estado Constitucional”. En ese sentido,
apreciamos que para el citado Juez Supremo de nuestra nación, deberá
absolverse el problema planteado con la libertad del detenido dado que solo se

4
San Martín Castro, César; El Proceso Inmediato (NCPP originario y D. Leg. N° 1194), Gaceta Penal, N° 79,
enero 2016, pág. 162.
está requiriendo comparecencia con restricciones, resultando esta medida la más
proporcional, dado que en la ponderación de derechos para el autor el derecho a
la libertad y el valor de justicia material vencería al de legalidad y eficacia del
procedimiento, siendo que si optamos por continuar con la detención sería una
medida muy gravosa para la persona.

Asimismo, [HURTADO HUAILLA Y REYNA ALFARO] señalan que “en los casos en
que el fiscal no requiera la medida coercitiva de prisión preventiva en contra del
imputado, por no cumplirse los presupuestos de requerimiento de prisión
preventiva, por ejemplo en los casos de desobediencia y resistencia a la autoridad,
u otros delitos cuya pena máxima sea menor a los 4 años de pena privativa de
libertad. En dichos casos, el imputado debería ser puesto en libertad luego de que
el fiscal haya requerido la incoación del proceso inmediato sin pedido de prisión
preventiva, dado que no resultaría necesario prolongar su detención hasta la
culminación de la audiencia de incoación de proceso inmediato si en dicha
audiencia no se determinará la procedencia de prisión preventiva en su contra.
(…) En consecuencia, en los casos en que dentro del requerimiento de incoación
del proceso inmediato exista un requerimiento de prisión preventiva, sí es
justificado mantener al imputado detenido hasta que sea resuelto dicho
requerimiento, en caso contrario, creemos que mantener al imputado detenido solo
para que se encuentre presente en el proceso inmediato no resulta justificable,
resultando suficiente la asistencia de su abogado defensor”5.

Igualmente, VASQUEZ GANOZA señala que la audiencia de incoación del proceso


inmediato es multipropósitos, previo a la incoación. La primera función, de ser el
caso, es debatir la necesidad o no de una medida cautelar de naturaleza persona.
La necesidad de mantener la detención hasta la realización de la audiencia
obedece a la probabilidad de imponer una prisión preventiva al imputado y, en tal
sentido, que la sanción a imponerse sea mayor a 4 años. De no ser así, el fiscal no
tendría necesidad de mantener detenido al imputado luego de ser puesto por la
policía a disposición de su despacho, máxime si la presencia del mismo no es
obligatoria en la audiencia.6”

5
Hurtado Huailla, Ana Cecilia y Reyna Alfaro, Luis Miguel; El proceso inmediato: valoraciones político-
criminales e implicancias forenses del D. Leg. N° 1194, Gaceta Penal, N° 76, octubre 2015, Pág. 20-21.
6
Vásquez Ganoza, Carlos Zoe; La nueva configuración del proceso inmediato: supuestos, incoación y
juzgamiento, Gaceta Penal, N° 76, octubre 2015, Pág. 35.
Contrariamente, sobre el tema [ZELADA FLORES] señala que el proceso
inmediato es restrictivo de libertad, dado que “en el marco de los supuestos de
flagrancia, el imputado permanecerá detenido por 24 horas, de conformidad con el
numeral 1 del artículo 447 del Nuevo Código Procesal Penal, y además dicha
detención se mantendrá hasta que se lleve a cabo la audiencia de incoación del
proceso inmediato, con lo cual la detención podrá prolongarse hasta por 48 horas
adicionales. Con ello se busca que el imputado detenido en flagrancia, sin
mayores actividades dilatorias, se encuentre presente en la audiencia única de
incoación de proceso inmediato, donde pueda someterse a diversas formas de
solución del conflicto penal para evitar llegar a juicio” 7; seguidamente señala sobre
la detención adicional hasta por 48 horas que no es inconstitucional, porque
“nuestra Constitución en su literal b) del numeral 24 del artículo 2° establece que
no se permite forma alguna de restricción de la libertad personal, salvo en los
casos previstos en la ley. Esto es lo que sucede en el presente caso, existe base
legal que así lo ordena y que se justifica por tratarse de un proceso especial con
reglas particulares”8. Asimismo, dicho autor señala que es imperativo para el juez
mantener la detención del imputado en los casos de flagrancia, hasta el día de la
audiencia de incoación del proceso inmediato, aun cuando no medie requerimiento
de prisión preventiva, con lo cual se mantiene una herramienta legal para que el
detenido mantenga dicha situación legal hasta el día que se lleve a cabo la
audiencia.

Apreciamos, que existen dos posiciones sobre el problema planteado, para lo cual
consideramos que si bien es cierto la medida de detención adicional hasta por 48
horas del imputado en los casos de que solo se requiera comparecencia con
restricciones, tendría fundamento legal y respaldo constitucional como lo señala
Zelada Flores, la misma no es razonable, ni proporcional, dado que si el delito
cometido no va acarrear una prisión efectiva, se estaría privando
innecesariamente de su libertad por 48 horas adicionales, además es cuestionable
dado que el espíritu de ese artículo no está referido específicamente a la
detención personal en caso de delito flagrante, siendo que la Constitución ha
regulado la detención en flagrancia el su literal b) del numeral 24 del artículo 2°

7
Zelada Flores, René S.; El proceso inmediato: análisis del Decreto Legislativo N° 1194, Gaceta Penal, N° 78,
diciembre 2015, pág. 217-218.
8
Ídem, Pág. 225.
estableciendo que “Nadie puede ser detenido sino por mandamiento escrito y
motivado del juez o por las autoridades policiales en caso de flagrante delito. El
detenido debe ser puesto a disposición del juzgado correspondiente, dentro de las
veinticuatro horas o en el término de la distancia.”; por lo tanto, consideramos
acertada la posición que considera que es excesiva la detención por 48 horas
adicionales en los casos donde no se requiera prisión preventiva, y que la pena a
imponer sea menor a cuatro años de pena privativa de libertad; asimismo,
consideramos que debe realizarse una reforma legislativa seguida de una reforma
constitucional, en cuanto a la legislativa debe modificarse la ley en el sentido de
que el primer párrafo del Nuevo Código Procesal Penal debe decir lo siguiente: “La
detención del imputado se mantiene hasta la realización de la Audiencia,
solo en caso de que se requiera prisión preventiva”; asimismo, otra solución a
la problemática planteada es la reforma constitucional, la cual ha sido propuesta
en el último mes por el Poder Ejecutivo en razón a que el plazo de detención
queda corto a fin de que la Policía Nacional del Perú y el Ministerio Público
realicen sus investigaciones, por lo que se plantea modificar el literal f del numeral
24 del artículo dos de la Constitución a fin de que se amplié el plazo de detención
de un ciudadano de 24 horas a 72 horas para casos de flagrancia, siendo así en
nuestro caso planteado, y considerando que los casos donde se incoa el proceso
inmediato son casos no complejos, el Fiscal estaría poniendo a disposición del
Juez al detenido y este resolviendo la situación jurídica del mismos dentro de los
márgenes establecidos por la Constitución ya modificada, es decir dentro de las 72
horas, y en los casos que no se requiera prisión preventiva y solo comparecencia
con restricciones, el Juez deberá resolver dentro del plazo razonable a fin de no
vulnerar derechos constitucionales que asisten al detenido.
2. RONETH
3. JACQUI

4. PROCESO POR DELITO DE EJERCICIO PRIVADO DE LA ACCIÓN PENAL:

En este aspecto se norma el procedimiento especial en los delitos de acción


privada, precisando los nuevos roles de ubicación de la víctima en el proceso
penal, asimismo se analizan casos en los que es necesario ponderar entre el
interés privado y el interés social.

Este proceso está regulado por los artículos 459 y siguientes del nuevo CPPP que
establecen que en los delitos sujetos a ejercicio privado de la acción penal, el
directamente ofendido por el delito, formulará querella por sí o por medio de su
representante legal, nombrado con las facultades especiales establecidas por el
CPC, ante el Juzgado Penal Unipersonal.

Asimismo, el directamente ofendido por el delito se constituirá en querellante


particular. La querella que formule cumplirá con los requisitos establecidos en el
artículo 109, con precisión de los datos identificatorios y del domicilio del
querellado.

En tal sentido, si el juez considera que la querella no es clara o está incompleta,


dispondrá que el querellante particular, dentro de tercer día, aclare o subsane la
omisión respecto de los puntos que señale. Si el querellante no lo hiciere, se
expedirá resolución dando por no 51 presentada la querella y ordenando su
archivo definitivo. Consentida o ejecutoriada esta resolución, se prohíbe renovar
querella sobre el mismo hecho punible.

Por otro lado, el juez, por auto especialmente motivado, podrá rechazar de plano
la querella cuando sea manifiesto que el hecho no constituye delito, o la acción
esté evidentemente prescrita, o verse sobre hechos punibles de acción pública.
Cuando se ignore el nombre o domicilio de la persona contra quien se quiere dirigir
la querella, o cuando para describir clara, precisa y circunstanciadamente el delito
fuere imprescindible llevar a cabo una investigación preliminar, el querellante
solicitará al juez en su escrito de querella su inmediata realización, indicando las
medidas pertinentes que deben adoptarse. El juez penal, si correspondiere,
ordenará a la Policía Nacional la realización de la investigación en los términos
solicitados por el querellante, fijando el plazo correspondiente, con conocimiento
del Ministerio Público.

Asimismo, la Policía Nacional elevará al juez penal un informe policial dando


cuenta del resultado de la investigación preliminar ordenada. El querellante, una
vez notificado de la recepción del documento policial, deberá completar la querella
dentro del quinto día de notificado. Si no lo hiciere oportunamente caducará el
derecho a ejercer la acción penal.9

5. PROCESO DE TERMINACIÓN ANTICIPADA

9
Fuente: http://www.mpfn.gob.pe
El presente ensayo tiene como punto de partida el literal b) inciso 4 del artículo 447° 10 del
Nuevo Código Procesal Penal, modificado por el Decreto Legislativo N° 1194, publicado el
30 de agosto de 2015, el mismo que entró en vigencia a nivel nacional a todos los (90)
días de su publicación en el diario oficial El Peruano, en el cual se indica que en la
Audiencia de Requerimiento de Proceso Inmediato, las partes pueden instar la aplicación
de la terminación anticipada, siendo que el juez debe pronunciarse primero por el
requerimiento de medida coercitiva requerida por el fiscal (prisión preventiva o
comparecencia), luego por la solicitud de terminación anticipada y finalmente por la
procedencia de la incoación de proceso inmediato; así también, el artículo 77-B 11 del
Código de Procedimientos Penales, incorporado por el artículo 4 del Decreto Legislativo
N° 1206, publicado el 23 de setiembre de 2015, establece que en los casos de que el juez
imponga prisión preventiva al imputado, previo a discutir el plazo de duración de la
medida en la audiencia, deberá instar a los sujetos procesales que arriben a un acuerdo
de terminación anticipada; siendo así se aprecia que tanto en el proceso penal seguido
con el nuevo código procesal penal y con el código de procedimientos penales, se prevé
la transformación tanto del proceso inmediato (nuevo código procesal penal – Audiencia
de Incoación de Proceso Inmediato), como del proceso sumario u ordinario (código
procedimientos penales – Audiencia de Presentación de Cargos) en un proceso de
terminación anticipada seguido bajo las reglas del nuevo código procesal penal, ya que el

10
“Artículo 447.- Audiencia única de Incoación del proceso inmediato en casos de flagrancia delictiva
(…)
3. En la referida Audiencia, las partes pueden instar la aplicación del principio de oportunidad, de un acuerdo
reparatorio o de la terminación anticipada, según corresponda.
4. La Audiencia única de Incoación del proceso inmediato es de carácter inaplazable. Rige lo establecido en el
artículo 85. El Juez, frente a un requerimiento fiscal de incoación del proceso inmediato, se pronuncia oralmente en el
siguiente orden, según sea el caso:
a) Sobre la procedencia de la medida coercitiva requerida por el Fiscal;
b) Sobre la procedencia del principio de oportunidad, de un acuerdo reparatorio o de la terminación
anticipada, solicitado por las partes;
c) Sobre la procedencia de la incoación del proceso inmediato.
(…).
11
“Artículo 77-B.- Aplicación de la terminación anticipada
1. En los casos que el Juez imponga prisión preventiva al imputado, previo a discutir el plazo de duración de
la medida en la audiencia, deberá instar a los sujetos procesales que arriben a un acuerdo de terminación anticipada,
en cuyo caso, por única vez, el imputado recibirá un beneficio de reducción de la pena de un sexto. Este beneficio es
adicional y se acumulará al que reciba por confesión, en tanto ésta sea útil y anterior a la celebración del proceso
especial.
2. La acumulación no procede cuando el imputado tenga la calidad de reincidente o habitual, de
conformidad con los artículos 46-B y 46-C del Código Penal, en cuyo caso sólo recibe el beneficio correspondiente a la
terminación anticipada.
3. La reducción de la pena por terminación anticipada no procede cuando al imputado se le atribuya la
comisión del delito en condición de integrante de una organización criminal, esté vinculado o actúe por encargo de ella”.
mismo se encuentra regulado en su Sección V del Libro Quinto Los Procesos Especiales,
artículos 468, 469, 470 y 471 vigentes a nivel nacional.

En esa línea de ideas, se aprecia que en las dos situaciones descritas se puede llegar a
convertir en el proceso de terminación anticipada, es decir en pleno desarrollo de las
audiencias sea de incoación de proceso inmediato o de sustentación de cargos, se
pueden las convertir las mismas a solicitud de las partes o instado por el juez,
respectivamente, lo cual va conllevar que las partes se pongan de acuerdo en los
siguientes puntos: primero, el Fiscal y el imputado llegan a un acuerdo sobre las
circunstancias del hecho punible, de la pena, reparación civil y consecuencias accesorias
a imponerse; siendo en este punto que nos planteamos las siguientes problemas ¿el
plazo breve para determinar la pena a imponer en el proceso de terminación
anticipada convertido, permite realizar adecuadamente la determinación de la pena,
dicho plazo nos permite contar con datos sobre reincidencia y habitualidad?

Sobre el particular, tanto a nivel jurisprudencial como doctrinario, se ha discutido si la


audiencia de prisión preventiva es el momento idóneo para discutir una terminación
anticipada dada la situación adversa que afronta el procesado que tiene ya una prisión
preventiva segura en su contra. No obstante, el legislador ha optado por permitir este
acuerdo en esta fase del proceso.

Al respecto [REYNA ALFARO] señala que “no es admisible ni legal la praxis judicial de
abordar en una sola audiencia, por ejemplo, los requerimientos de prisión preventiva y de
terminación anticipada del proceso. (…) Este tipo de soluciones se basan en una
incorrecta comprensión del principio de celeridad procesal que desconoce que aquella
puede producir tensiones con los postulados del debido proceso. (…) Los posibles efectos
perniciosos de la praxis de solución acumulativa de pretensiones diversas en la audiencia
de terminación anticipada se evidencian con claridad (…), en el que difícilmente podría
negarse el carácter coactivo que tiene la negociación propia negarse el carácter coactiva
que tiene la negociación propia de la terminación anticipada en el contexto de discusión
judicial propia de la prisión preventiva: La aceptación de cargos por parte del imputado en
el caso aludido seguramente se encontrará más vinculada al influjo psicológico ejercido
por el eventual ingreso a prisión del imputado, a producirse en el caso de declararse
procedente el requerimiento fiscal, que a consideración de ser verdaderamente
responsable del hecho punible imputado.”12

Sobre el particular compartimos lo señalado en este criterio, pero ya sobre la marcha de


dicha disposición legal a nuestro criterio el plazo breve para negociar la pena y reparación
civil resulta insuficiente a fin de fundamentar adecuadamente la pena a imponer al
procesado, dado que no se cuentan con toda la información en cuanto a si por ejemplo
tiene la condición de reincidente o habitual, así como analizar adecuadamente la
individualización de la pena conforme al sistema de tercios establecido en el artículo 45-A
del Código Penal, lo que podría acarrear por exceso o por defecto una vulneración al
principio de proporcionalidad o lesionar la finalidad de la pena; así [SAN MARTIN
CASTRO] señala que con relación al control judicial del acuerdo de terminación
anticipada, que superado el juicio de legalidad, viene el juicio de razonabilidad, el cual
“ésta centrado en el quantum de la pena y de la reparación civil. No se trata de
reemplazar la voluntad de las partes ni de buscar que el acuerdo se modifique en función
a lo que el juez estime exacto, por lo demás imposible de concretar porque carece, dado
el momento procesal en que se produce la petición, de dato alguno – prueba, en sentido
estricto- relativo al hecho, a sus circunstancias, o a la personalidad del acusado que le
permita motivas el ejercicio del arbitrio judicial – control de congruencia-. El Juez debe
evitar que no se vulnere, por exceso o por defecto, el principio de proporcionalidad, ni se
lesione la finalidad de la pena (Sentencia de la Corte Constitucional Italiana N° 313, de
02-07-90). En consecuencia, solo se podrá rechazar el acuerdo si de modo palmario o
evidente se acuerde una pena o reparación civil desproporcionada, que el caso de la pena
vulnere el principio preventivo – las pautas básicas o esenciales de la individualización de
la pena- o, es su caso, el principio del daño causado.13”

En ese sentido, para consideramos que debería plantearse la siguiente solución al


problema planteado; dado que en el caso de proceso inmediato y sustentación de cargos,
luego del pronunciamiento del juez sobre la medida coercitiva, que puede ser
comparecencia con restricciones o prisión preventiva, las partes pueden instar la
terminación anticipada en el primer caso e instados por el juez en el segundo, lo que
proponemos dado a que ya está resuelta la medida de coerción, es de plantearse la
12
Reyna Alfaro, Luis Miguel; La terminación Anticipada, Gaceta Jurídica, segunda edición mayo 2014, pág.
201-202.
13
San Martín Castro, César, Derecho Procesal Penal Lecciones, Editores Instituto Peruano de Criminología y
Ciencias Penales y Centro de Altos Estudios en Ciencias Jurídicas, políticas y sociales, noviembre 2015, pág.
833.
posibilidad de que si el imputado se encuentra con prisión preventiva, verse la posibilidad
de que la terminación anticipada se desarrolle en otra audiencia, ya que el procesado se
encontraría privado de su libertad y estaría garantizada la realización de la audiencia de
terminación anticipada, donde el detenido pueda ejercer adecuadamente su derecho de
defensa y por lo tanto una contradicción adecuada; asimismo, en el caso de
comparecencia con restricciones, imponerle dentro de las reglas de conducta que el
procesado acuda al órgano jurisdiccional cada vez que se le cite, bajo apercibimiento de
que en caso de incumplimiento se revoque la medida y se procesa a su detención, con lo
cual se garantiza cada vez que se requiera la presencia del procesado para la audiencia
de terminación anticipada.

6. PROCESO POR COLABORACIÓN EFICAZ:

Dentro de los procesos especiales creados en el nuevo Código Procesal Penal, el de


colaboración eficaz reviste gran importancia en la investigación y juzgamiento de los
delitos considerados no convencionales, especialmente de criminalidad organizada,
aplicando mecanismos premiales de Derecho Penal y Derecho Procesal a quienes
brinden información oportuna y eficaz para conocer los casos delictivos señalados,
obtener los elementos probatorios de su comisión, ubicar y detener a sus autores y
partícipes, principalmente. Sus antecedentes normativos se remontan a la Ley Nº 27378,
de diciembre del año 2000, para los casos de crimen organizado acontecidos en la
década de 1990 y ante la necesidad de conocer los casos de corrupción que afectaron la
estabilidad política, jurídica, económica y social de nuestro país. Ha de señalarse que la
colaboración eficaz ha permitido no solo conocer los casos de corrupción sino que hizo
posible el inicio de procesos judiciales, con el aporte de la prueba necesaria para su
punición e incluso la recuperación de grandes sumas de dinero que habían sido
depositadas en cuentas bancarias en el extranjero. El nuevo Código Procesal Penal
mantiene el procedimiento de beneficios por colaboración eficaz de la Ley Nº 27378 y
refuerza su contenido a la luz de la experiencia adquirida y las distintas formas de
criminalidad que se conocen. Así, el artículo 472º y siguientes del Código establecen sus
objetivos, ámbitos de aplicación, las diligencias propias de comprobación de la
información aportada, los beneficios que se otorgan, el acuerdo y la resolución judicial
aprobando o no el acuerdo, así como las medidas de protección al colaborador agraviado,
testigos y peritos que comprende. De acuerdo con el artículo 474º del Código, la
información que proporciona el colaborador debe permitir: evitar la continuidad,
permanencia o consumación del delito; o impedir o neutralizar futuras acciones de
organizaciones delictivas; o conocer las circunstancias en que se planificó y ejecutó el
delito o las circunstancias en que se viene ejecutando; o identificar a los autores y
partícipes o a los integrantes de la organización o su funcionamiento, de modo que
permita desarticularla; o hacer entrega de instrumentos, efectos, ganancias y bienes
delictivos relacionados con las actividades de la organización delictiva o averiguar las
fuentes de su financiamiento. Es decir, el ámbito de aplicación resulta ser bastante amplio,
con el fin de posibilitar su ejecución conforme a los objetivos de este proceso.

PRINCIPIOS QUE RIGEN ESTE PROCESO

Entre los principios más importantes de este proceso citamos el de eficacia, de tal manera
que la información proporcionada debe ser importante y útil para la investigación penal
que se realiza, o debe permitir evitar acciones futuras, conocer las circunstancias en que
se planificó o ejecutó el delito, o permitir conocer a sus autores o partícipes o los
instrumentos o medios utilizados. Si la información no produce tales efectos, carece de
eficacia. La oportunidad de la información también es importante, pues si ella se aporta
tardíamente o ya se conoce a través de otros medios de investigación, no produce
beneficio alguno. Mediante el principio de proporcionalidad se relaciona el beneficio que
se otorga con la información o pruebas que aporta el colaborador; mediante el principio de
comprobación se quiere significar la necesidad de que la información aportada se someta
a acciones propias de investigación y corroboración a cargo del fiscal y de la Policía
especializada. También rigen el principio de formalidad procesal, radicada en el
cumplimiento de las normas de procedimiento que incluye la reserva con la que se debe
realizar, el control judicial para que la autoridad jurisdiccional verifique la legalidad del
acuerdo y el principio de revocabilidad en el caso de incumplimiento de las obligaciones
que se imponen al colaborador que obtuvo beneficios.

CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES

El proceso es iniciado y dirigido por el fiscal a pedido del solicitante, el colaborador; no


habría inconveniente que sea el mismo fiscal el que informe al imputado o partí- cipe de
los beneficios de la colaboración. También le corresponden los actos propios de
comprobación de la información o pruebas aportadas; la Policía especializada apoya la
investigación; el imputado, su defensor, la parte agraviada y el fiscal firman un acuerdo de
otorgamiento de beneficios por la colaboración, elaborado por éste, admitiéndose
acuerdos preliminares; la autoridad judicial puede aprobar el acuerdo dictando sentencia o
desaprobar el mismo dictando la resolución correspondiente; cabe la impugnación contra
lo resuelto por el juez. Todo el procedimiento es reservado. El proceso de otorgamiento de
beneficios por colaboración también puede ser iniciado y dirigido por el fiscal superior si el
proceso penal se encuentra en fase anterior al juzgamiento, en cuyo caso se verificarán
los datos y pruebas que ofrece el imputado y se seguirá con lo previsto legalmente;
formulará el acuerdo a que se llegue y remitirá lo actuado al juez para que éste proceda a
la realización de una audiencia privada especial (artículo 478º). En consecuencia, se
puede realizar este proceso aun cuando exista acusación fiscal escrita, lo que hace viable
su pedido y tramitación en la fase intermedia. La ley también establece la posibilidad de
celebrar este proceso especial después de dictarse la sentencia condenatoria, y así se
obtienen determinados beneficios penales (artículo 478º-3).

BENEFICIOS QUE SE OTORGAN:

Los beneficios que establece la ley son; 1) exención de pena; 2) disminución de la pena
hasta un medio por debajo del mínimo legal; 3) la suspensión de la ejecución de la pena;
4) la liberación condicional; o, 5) la remisión de la pena que falta para el que viene
cumpliendo condena. Tanto en el caso de exención como en el de remisión de pena, se
exige que la colaboración permita evitar un delito de especial connotación y gravedad;
identificar y propiciar la detención de los líderes de la organización delictiva; descubrir
aspectos sustantivos de las fuentes de financiamiento de la organización delictiva, de los
efectos, instrumentos, ganancias o bienes delictivos de notoria importancia. En los demás
casos se podrá otorgar los otros beneficios de manera separada o conjunta. Es preciso
señalar, además, que es posible —como en la legislación anterior— que se otorguen
beneficios de orden procesal, de manera tal que si el imputado se encuentra con mandato
de detención se podría modificar por el de comparecencia (artículo 474º-3).

NORMAS DE PROCEDIMIENTO

a) El colaborador —o su defensor— debe presentar su solicitud escrita o verbal ante el


fiscal competente. b) El fiscal dará inicio al proceso y asignará la clave correspondiente al
colaborador. También dispondrá las acciones de protección al colaborador, si fuera el
caso; si el imputado estuviere sujeto a proceso penal, las medidas serán dictadas por el
juez. c) Seguidamente se procederá a la primera entrevista para conocer de la
información proporcionada por el colaborador y dirigir la fase de comprobación de lo
dicho, contando con el apoyo de la Policía especializada. d) El fiscal podrá solicitar a las
autoridades judiciales y fiscales, bajo reserva, copia certificada o informes sobre los
procesos penales que se siguen contra el colaborador. e) El agraviado debe ser citado en
la fase de verificación para conocer de sus pretensiones, y puede firmar el acuerdo de
beneficios y colaboración. Puede además proporcionar información y documentación
pertinente. f) Culminada la fase de comprobación, el fiscal, si considera que es
procedente el otorgamiento de beneficios, elaborará el acta de acuerdo, que debe
contener: 1) el beneficio acordado; 2) los hechos a los cuales se refiere el beneficio y la
confesión, si hubiere; y, 3) las obligaciones a que se sujetan los colaboradores.
Ciertamente, comprende no solo la información proporcionada sino también la
comprobación que ha realizado el fiscal y la valoración que hace sobre el mismo,
resaltando la oportunidad y su eficacia. g) El acuerdo también comprende el pago de la
reparación civil. h) El acuerdo es firmado por el fiscal, el colaborador, su defensor y el
agraviado. i) Toda la documentación es remitida al juez a efecto de que se proceda con el
control de la legalidad. El juez debe aprobar o desaprobar el acuerdo. En el caso de
aprobación, el juez dictará sentencia; la desaprobación requerirá de un auto. j) Lo resuelto
por el juzgado puede ser objeto de impugnación.

OBLIGACIONES DEL BENEFICIADO:

El nuevo Código Procesal Penal establece el control al que se sujeta el colaborador.


Precisa cuáles son las condiciones, obligaciones e incluso que el control de las mismas se
encuentra a cargo del Ministerio Público y de la Policía especializada. En tal sentido, la
concesión del beneficio se encuentra condicionada a que el colaborador no cometa un
nuevo delito doloso dentro de los 10 años de habérsele otorgado el beneficio. El legislador
no hace distingo: se trata de cualquier delito doloso, pero que se determine mediante
sentencia firme, lo que exige del colaborador asumir una conducta absolutamente debida
durante dicho periodo. Se establece la obligación de concurrir a toda citación derivada de
los hechos materia de acuerdo de colaboración eficaz. Pero existen una serie de
obligaciones que se imponen de manera específica o conjunta. Así: 1) informar de su
cambio de residencia; 2) ejercer profesión, oficio u ocupación lícitos; 3) reparar los daños
causados por el delito; 4) someterse a vigilancia por las autoridades; 5) observar buena
conducta individual, familiar y social, abstenerse de tomar bebidas alcohólicas; 6) no salir
del país sin autorización judicial; 7) cumplir con las obligaciones del Código de Ejecución
Penal, si fuera el caso; y, 8) acreditar trabajo o estudios. Naturalmente, tales obligaciones
se impondrán de acuerdo con la naturaleza del o los delitos incurridos, la magnitud de la
colaboración y las condiciones personales del colaborador.

REVOCATORIA DE LOS BENEFICIOS:

El beneficio premial otorgado al colaborador puede ser revocado si el beneficiado infringe


la condición de comisión de nuevo delito intencional o incumple determinadas reglas
impuestas por el legislador. Conforme a lo dispuesto por el nuevo Código Procesal Penal,
a pedido del fiscal (y éste a pedido del agraviado, si fuere el caso), el juez procederá a
convocar a una audiencia de revocación con la presencia obligatoria del fiscal y las
personas que suscribieron el acuerdo de colaboración. Luego de escuchar a las partes, el
juez resolverá si procede o no la revocatoria mediante auto dentro del plazo de tres días.
La Ley establece distintas formas de proceder dependiendo del beneficio concedido. Si
fuera un beneficio de exención de pena, el fiscal formulará acusación, el juez dictará auto
de enjuiciamiento y fijará día y hora para la celebración de una audiencia pública con el fin
de debatir las pruebas ofrecidas dictando la sentencia que corresponda. Si la revocatoria
es por el beneficio de disminución de la pena, el fiscal deberá formular la pretensión de
condena y el grado de responsabilidad del imputado. Podría interpretarse como la
formulación de una acusación, y ello dependerá de la forma de interpretación que realicen
los operadores jurídicos, en especial el fiscal cuando se produzca esta propuesta de
revocatoria.14

7. JACQUI

14
Revista Jurídica del Consejo de Defensa Jurídica del Estado. Lima, Perú.Pág.23.
CONCLUSIONES

El modelo procesal penal propuesto se caracteriza por afirmar los principios básicos de un
proceso penal respetuoso de los derechos humanos y protector de la seguridad
ciudadana. Se debe tener en cuenta que, en el proceso penal se enfrentan los intereses
colectivos con los individuales, siendo dirimidos estos durante su desarrollo.

En este sentido, el estado debe proteger al individuo de una persecución injusta y de una
privación inadecuada de su libertad. Así el imputado debe tener ocasión suficiente para
defenderse pues la meta del Derecho Procesal Penal no es el castigo de la persona,
idealmente del culpable, sino la decisión sobre una sospecha.

La estructura del nuevo modelo procesal penal apunta a construir apunta a construir un
tipo de proceso único para todos los delitos perseguibles por ejercicio público de la acción
penal, que se inicie con la actividad preparatoria de investigación bajo la dirección del
fiscal, continúe con la acusación la audiencia preliminar y el juicio oral

Con el fin de dar mayor celeridad y eficacia al resolución de un proceso penal, en


consonancia con los principios de celeridad y economía procesal, se introduce el proceso
inmediato cuya finalidad como su propio nombre lo sugiere, es que el proceso culmine lo
mas pronto posible, siempre y cuando se cumplan los requisitos que establece la norma
procesal

El proceso inmediato hace ver cercanos los resultados de las investigaciones propias de
un delito.
BIBLIOGRAFIA

 San Martín Castro, César; El Proceso Inmediato (NCPP originario y D. Leg. N°


1194), Gaceta Penal, N° 79, enero 2016.
 Hurtado Huailla, Ana Cecilia y Reyna Alfaro, Luis Miguel; El proceso inmediato:
valoraciones político-criminales e implicancias forenses del D. Leg. N° 1194,
Gaceta Penal, N° 76, octubre 2015.
 Vásquez Ganoza, Carlos Zoe; La nueva configuración del proceso inmediato:
supuestos, incoación y juzgamiento, Gaceta Penal, N° 76, octubre 2015.
 Zelada Flores, René S.; El proceso inmediato: análisis del Decreto Legislativo N°
1194, Gaceta Penal, N° 78, diciembre 2015.
 Reyna Alfaro, Luis Miguel; La terminación Anticipada, Gaceta Jurídica, segunda
edición mayo 2014.
 San Martín Castro, César, Derecho Procesal Penal Lecciones, Editores Instituto
Peruano de Criminología y Ciencias Penales y Centro de Altos Estudios en
Ciencias Jurídicas, políticas y sociales, noviembre 2015.
 Revista Jurídica del Consejo de Defensa Jurídica del Estado. Lima, Perú.

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