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Mateo 9:35-38

El deber cristiano
Objetivo: Animar al Creyente para la obra de Dios, compartiendo el Evangelio de Cristo.
Introducción: Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de
ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el
pueblo. Este era algo que Jesús venía haciendo desde que empezó su ministerio.
“La mies es mucha más los obreros son pocos”, con estas palabras nuestro Señor Jesucristo,
nos desafía a tomar conciencia de nuestra misión y comisión en este mundo convulsionado
en el que vivimos. Jesús tenía una visión y misión concreta y definida acerca de porqué estaba
en este mundo. Desde el comienzo de su ministerio se involucró con su pueblo, con la gente
desposeída y con aquellos que más adelante fueron sus detractores. Ahora nosotros como
cristianos nos toca a nosotros y nuestro deber es:
I. Es recorrer la ciudad v.35
Aquí tenemos una sola frase la triple actividad que era la esencia de la vida de Jesús.
a) Enseñaba: “enseñaba en sus sinagogas”
Jesús era el Heraldo, el heraldo es el que trae un mensaje del rey: Jesús era el que traía el
mensaje de Dios. La función del heraldo es la proclamación de certezas; la predicación
siempre debe ser la proclamación de certezas, es decir; la verdad, y ¿Cuál es esa verdad? La
Palabra de Dios es la Verdad, el Evangelio, las Buenas Nuevas de Salvación que trae
Cristo. Una iglesia no se puede nunca formar, con personas que están inseguras. No debe
ser el predicador el único que este seguro. Los miembros también. Debemos enseñar con
seguridad el Evangelio, porque cuando enseñamos implica que nosotros vivamos la Palabra
de Dios. Y que necesariamente seamos salvos, porque el evangelio es poder de Dios para
salvación como dice en Romanos 1:16
b) Predicaba
Jesús era el maestro. No basta con proclamar y enseñar las certezas cristianas, y dejar, así
las cosas; también debemos poder mostrar la diferencia que aportan esas certezas para la
vida y la conducta. La importancia y el problema de esto radica en el hecho de que
enseñamos el Evangelio, no meramente hablando de él, sino viviéndolo. No es el deber del
cristiano discutir el cristianismo con los demás, sino más bien mostrarles lo que es el
cristianismo.
Nuestro deber no es hablarle a la gente solamente de Jesucristo, sino mostrarles quien es y
que ha hecho Cristo en nuestras vidas. Todo cristiano debe ser maestro, y debe enseñarles a
los demás lo que es ser cristiano, no con simples palabras, sino con su actitud de vida. De
nada serviría hablar del amor de Dios cuando nosotros vivimos peleados con nuestro
prójimo, o qué caso tiene hablar de la unidad si no tengo esa unidad con Dios y los
miembros de una iglesia. Por eso nuestro Señor Jesucristo no solamente enseñaba o
predicaba y lo dejaba en un simple sermón, sino que él ponía por obras lo que él decía. Pero
a veces nosotros que nos hacemos llamar cristianos solo predicamos más nunca se ve
reflejado lo que enseñamos y predicamos.

c) Sanaba
Jesús era el sanador. El Evangelio que trajo Jesús no se quedaba en palabras; se traducía en
obras. Conforme leemos los evangelios vemos que Jesús paso mucho tiempo sanando a los
enfermos, y alimentando a los hambrientos, y consolando a los afligidos, que, meramente
hablando de Dios, nosotros nos la pasamos predicando y hablando de Dios, pero no hay ese
amor de Dios en nosotros, cuando hay amor en nosotros no necesita decir ni publicar en un
muro de Facebook, sino actuar y reflejar ese amor. Jesús traducía las palabras de la verdad
cristiana en obras del amor cristiano. No seremos de veras cristianos hasta que nuestra fe
cristiana desemboque en acción cristiana.
*nosotros debemos seguir el modelo de Jesús, enseñar a las personas que no conocen el
evangelio, predicando las buenas nuevas del reino de Dios, sanando a las personas no
meramente físicos hablando sino espiritual, cuantas personas en nuestro alrededor están
enfermos del pecado, están esclavizados por el yugo del pecado. Debemos demostrar con
nuestros actos todo lo que el evangelio dice acerca de Jesús no solamente debemos enseñar
y predicar los domingos en la iglesia, sino que debemos hacer algo más, que nuestro
evangelio no quede solamente en palabras, sino en hechos. Jesús vino a ayudar a las
personas más necesitadas y aisladas de la sociedad no vino a sentarse en la sinagoga a
presumir o a competir que conoce la ley de pies a cabeza.
*nosotros como cristianos lo hacemos todo lo contrario de lo que Jesús hizo, no salimos ni
recorremos las ciudades para enseñar, predicar y sanar aquellos corazón contritos y
golpeados por el pecado.
Pero veamos que más hizo Jesús. Y que tiene que hacer el creyente para seguir esos pasos
de Jesús, por eso el otro el otro deber del cristiano…..
II. Es reunir las ovejas perdidas v.36
A cuantas personas vemos en las calles que están sin pastor, si saliéramos en estos momentos
a recorrer la ciudad encontraríamos a muchas personas vagando por el mundo de los vicios
de las drogas, el alcohol y muchas otras cosas más. Pero cuando pasamos al lado de una
persona que esta marginado por la sociedad nos alejamos de el, solo porque tiene mal aspecto,
hay muchos que se hacen pasar por cristianos, pero no ve la necesidad de su prójimo en la
sociedad, pero si vemos a Jesús, y lo seguimos aprendemos de él porque él le dolería ver a
una sociedad que estaba devastado. Pero si vemos a Jesús…
a) Tuvo compasión
La Palabra que se usa en el original es splanjnistheis, la palabra más fuerte que hay en
griego para la piedad. Procede de la palabra splanjna, que quiere decir las entrañas, así es
que se describe la compasión que le conmueve a uno en lo más íntimo de su ser. En los
evangelios, aparte de algunas parábolas, solo se usa de los sufrimientos de Jesús (mateo
9:36; 14:14; 15:32, 20:34, Marcos 1:41; Lucas 7:13).
Las cosas que le conmovieron a Jesús:
Se conmovía de compasión por el dolor del mundo, por los enfermos (Mt.14.14), por los
ciegos (Mt. 20:34), por los oprimidos por los demonios (Mr. 9:22), por el hambre del
mundo, al ver las multitudes cansadas y hambrientas era una llamada a su poder (Mt.
15:32). Ningún cristiano debe darse por contento por tener de más cuando otros tienen de
menos.
Se conmovía de compasión por la soledad del mundo. Al ver a un leproso desterrado de la
sociedad, llevando una vida que era una muerte continua de soledad y abandono universal
era una llamada a su compasión y a su poder (Mr. 1:41)
Se conmovía de compasión por el desconcierto del mundo. Eso fue lo que le conmovió en
esta ocasión.
Las personas en el tiempo de Jesús…estaban
b) Desamparadas y Dispersas
La gente normal anhelaba a Dios desesperadamente, pero los líderes judíos que deberían
dar fuerza para vivir, estaban desconcertando a las personas con argumentos sutiles acerca
de la ley que no ofrecían ni ayuda ni consuelo. Prácticamente las gentes eran como cadáveres
despellejados y mutilados; habían sido saqueados por gente rapaz, o vejado por gente sin
piedad, o tratado con insolencia desenfrenada.
Los fariseos y maestros de la ley no ayudaban a las personas, al contrario, cuando debería
estar ayudando a las personas a mantenerse en pie, estaban doblegándolas bajo el peso
insoportable de la ley de los escribas (Mt. 23:3; 23:13). La gente estaba abrumada por las
cargas de los fariseos que habían puesto sobre ellos. Los fariseos les ofrecían a las personas
una religión que era un obstáculo en vez de un apoyo. Debemos recordar siempre que el
cristiano existe, no para desanimar, sino para animar; no para doblegar a las personas con
cargas, sino para hacer que se remonten con alas como de águilas. El Evangelio no es para
esclavizar a la humanidad, sino es para liberar a los hombres que están cargados del
pecado, no como una roca más para su sufrimiento. El deber del cristiano…
III. Es rogar a Dios para su obra v. 37-38
a) Mucha Mies
Cuando Jesús y los líderes religiosos de su tiempo miraban a las multitudes de personas
normales y corrientes, las veían de maneras completamente diferentes. Los fariseos veían a
la gente normal como paja que no servía para nada más que para quemarla; y a veces
nosotros que nos hacemos llamar cristianos pensamos y decimos que las personas cegadas
por el pecado, lo mejor para ellos es que lo maten o lo encierren en la cárcel, pero sin
embargo, Jesús los veía como una cosecha que había que recoger y poner a salvo. En su
orgullo, los fariseos esperaban la destrucción de los pecadores; en su amor, Jesús murió por
la salvación de los pecadores, si en Dios no nos amara no estaríamos en estos momentos en
este lugar escuchando su mensaje, ya que nosotros también pecamos, pero Dios con su
infinito amor, envió a su Hijo Jesucristo a morir por nosotros.
Por eso…El cristiano también tiene que ver las necesidades de la humanidad, en realidad
debemos ver a las personas que vagan en el mundo como cosecha, que necesitan de la
Palabra de Dios. La mies muchas, y las personas que necesitan de Dios es mucho y no hay
quien lleve el evangelio a ellos, hay lugares y personas que aún no han escuchado la
Palabra de Dios. Por eso como Cristianos debemos ver que hay….
b) Pocos obreros
Pero aquí tenemos también una de las verdades supremas y uno de los supremos desafíos
cristianos. La cosecha no se siega sola, y hacen falta segadores que la sieguen. Es una de las
verdades luminosas de la fe y de la vida cristiana que Jesucristo necesita personas. Los
obreros que irán a trabajar en la mies del Señor somos nosotros los cristianos, la verdad hay
mucho que trabajar, pero nadie se levanta a compartir el evangelio. Al parecer estamos muy
cómodos en nuestras iglesias, mas no nos preocupamos por lo que está pasando con las
personas de allá a fuera, por eso Dios quiere muchos obreros que estén dispuestos a ir a
ayudar a esas personas que no conocen a Cristo.
c) Rogar a Dios para ir a su mies
Dios quiere que todo el mundo oiga la buena noticia; pero nunca la oirá a menos que haya
personas dispuestas a cruzar los mares y las montañas para llevársela. No nos vayamos tan
lejos, sino compartimos el evangelio a nuestros vecinos, como será posible que vayamos a
otros lugares a proclamar el evangelio.
Cristo quiere que todos y cada uno seamos misioneros segadores que recoja la cosecha.
Hay algunos que no pueden hacer más que orar, porque la vida los ha dejado inútiles para
ninguna otra cosa, pero, sus oraciones son la fuerza de los obreros. Y tú que conoces a
Cristo debes rogarle a Dios en oración para que vayas y compartas el mensaje de la
salvación, nosotros que escuchamos y nos preparamos cada domingo no debemos
quedarnos sentado en el templo, sino salir a fuera donde en verdad hay necesidad. Y donde
el verdadero servicio es con los que no conocen y necesitan a Cristo. Ahora que hemos
escuchado la Palabra de Dios, nuestro deber como cristianos es…
Recorrer la ciudad, como lo hizo Jesús.
Reunir a las ovejas perdidas, que necesitan ser sanados por los golpes del pecado.
Y, por último, Rogar a Dios para su obra, y ser un obrero más para su gloria.
¡QUE DIOS LES BENDIGA!

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