Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Ahora, la razón por la cual él llegaba a ser un esclavo por vida era doble:
En primer lugar, amaba a su amo; y en segundo lugar, se había casado
con una joven esclava y se negaba a irse sin ella.
Capítulo 51
Resulta imposible leer este capítulo sin darnos cuenta de que Dios tiene
un propósito futuro para la nación de Israel, así como tiene un propósito
futuro para la iglesia, para usted y para mí.
Quizá podríamos ilustrar esto con la figura de un tren. Dios está llevando
a cabo por el mundo un programa doble: uno de ellos está expresado en
las palabras del Salmo 2:6, "Yo he puesto mi rey sobre Sión, mi santo
monte.2 Este tren estará llegando mas tarde, pero ahora se encuentra en
un desvío. Por otra parte, en la vía principal, Él está llevando muchos hijos
a la gloria (Hebreos 2:10), lo cual se refiere a los creyentes, es decir, a la
iglesia. Una vez que este tren haya llegado a su hora a la estación
principal, Dios volverá a poner en la vía principal el programa de Israel y
las naciones no judías que estén sobre la tierra. Y Él va a hacer que ese
tren también llegue a la hora debida.
"Oídme, los que seguís la justicia, los que buscáis al Señor. Mirad a la
piedra de donde fuisteis cortados, al hueco de la cantera de donde fuisteis
arrancados."
La frase "oídme" indica que Dios está haciendo sonar la alarma. Éste fue
un llamado para cada corazón sincero en Israel que anhelaba ser justo y
deseaba conocer a Dios. Fue como si hubiera dicho: "¡Despertaos! ¡Oídme!
¡Tengo un plan!" Y continúa diciendo el versículo 2:
"Estad atentos a mí, pueblo mío, y oídme, nación mía; porque de mí saldrá
la Ley, y mi justicia para luz de los pueblos."
"Las costas" aquí representan a todos los continentes que están habitados
por la familia humana. Fue como si Dios hubiera dicho "Tengo una
salvación que les enviaré".
Las condiciones actuales de Israel deberían decirnos algo. Dios está aún
diciéndonos que nos despertemos. Dice el versículo 17:
"¡Despierta, despierta, levántate, Jerusalén, que bebiste de la mano del
Señor la copa de su ira! Porque la copa de aturdimiento bebiste hasta
vaciarla."
Todo lo que uno tiene que hacer es observar a Jerusalén hoy, que es una
ciudad de desorden y confusión. No querríamos vivir allí de forma
permanente en las condiciones actuales, aunque era la ciudad favorita de
David, y sea el lugar favorito de Dios en la tierra. Pero Él todavía no la ha
convertido en un lugar hermoso. Aún tiene que llevar a Su pueblo allí. En
realidad Dios estaba diciendo: "¡Despiértate, Jerusalén, que voy a hacer de
ti una gran ciudad!" En el versículo 22, dice:
"Así dijo tu Señor, el Señor tu Dios, el cual aboga por su pueblo: He aquí
he quitado de tu mano la copa de aturdimiento, los posos de la copa de mi
ira. Nunca más la beberás."
Los enemigos de Israel no escaparán al juicio de Dios. Cada nación que les
ha perseguido ha experimentado las consecuencias. Este capítulo que
hemos considerado debería alertar a los creyentes de nuestro tiempo en el
sentido de que Dios aún escogerá a Israel, y que los acontecimientos del
cercano oriente indican que nos estamos aproximando rápidamente a los
tiempos del fin, aunque ninguna profecía específica se esté cumpliendo en
estos días.
Al despedirnos, dejamos con usted unas palabras del Señor que leímos
anteriormente y que nos invitan a dirigir nuestra mirada a Dios, para
recibir Su amor, Su gracia y su perdón. Dijo Él en Isaías 50:9, "He aquí
que el Señor me ayudará; ¿quién podrá condenarme?"