Vous êtes sur la page 1sur 34

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN


COLEGIO PRIVADO LAS ACACIAS
VALERA, ESTADO TRUJILLO.

ASPECTOS IMPORTANTES DEL


TRASTORNO DE IDENTIDAD DISOCIATIVO

Integrantes

Isabel Moreno
Robert Chuecos

Profesor(a):
Andrea Viloria

Marzo de 2016

1
AGRADECIMIENTOS

Este proyecto es el resultado de largas sesiones de trabajo y el esfuerzo


conjunto de los integrantes del grupo de trabajo que llevaron a cabo dicha
investigación, que fue facilitada gracias a la colaboración de personas
secundarias. Por esto, se le agradece al enfermero José Lugo, a la Dra., Ana
María Montilla, a los profesores Rafael Chuecos y Abilio Hernández, a la Dra.
Tahís Barrueta por sus aportes y al personal de la unidad psiquiátrica ‘’Dr.
Francisco Sotillo Liscano’’ quienes a lo largo del trayecto han brindado ayuda
con sus habilidades y conocimientos que fueron de mucha utilidad para
poder desarrollar más a fondo y de manera precisa el estudio, llenando las
expectativas.

2
ÍNDICE

AGRADECIMIENTO
ÍNDICE

INTRODUCCION

CAPITULO I

EL PROBLEMA

Planteamiento del problema

Objetivo de la Investigación

Objetivo General

Objetivos Específicos

Justificación e Importancia

CAPITULO II

MARCO TEÓRICO

Antecedentes

Hipótesis Trastorno de identidad disociativo

Causas

Síntomas

Diagnóstico

Pronóstico y tratamiento

¿Puede fingirse el TID?

3
Estadísticas

CAPÍTULO III

MARCO METODOLÓGICO

Diseño de la investigación

Técnicas e instrumentos

CONCLUSIÓN

ANEXOS

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

4
INTRODUCCIÓN

Después de varias sesiones escogiendo un tema de elaboración para el


proyecto de investigación, se ha optado por un tema no tan relevante, pero
de urgente atención en una parte mínima de la población.

En el siguiente trabajo se buscó aminar múltiples aspectos de un trastorno,


estudiando cada vez más a fondo para responder las incógnitas que dejan
con una gran intriga. Venezuela es un país que presenta un cuadro con
características históricas, sociales, económicas y culturales propias de un
sub-desarrollo. En tal sentido los problemas sociales desencadenan una
serie de eventos desfavorable para la sociedad y sus individuos, y entre los
más deficientes encontramos a los sujetos que forman parte de una red de
salud que posee muchas limitaciones, que no es capaz de atacar las
enfermedades psicosociales producidas por el mismo ser humano y la
sociedad que lo rodea. El entorno social en un ambiente propicio es uno de
los factores más comunes para que los ciudadanos desarrollen problemas
personales y cambios en las conductas, acompañados de actitudes poco
comunes en la forma de actuar y pensar; ya sea formando parte de algún
grupo, comunidad, o familia, cualquier individuo puede tener cambios
respecto a lo psicológico si llega a estar bajo ciertas condiciones.

Uno de los problemas psicosociales con menor índice de agudización en la


población es el Trastorno de Identidad disociativo, que en la mayor parte de
los casos ocurre en personas jóvenes, originándose principalmente en la
niñez. Éstos carecen de una personalidad definida y no vista bien a los ojos
de la sociedad.

Con la investigación abordada se quiso hacer énfasis en la necesidad de


crear interés sobre los problemas de salud y de manera específica los
problemas psicosociales y de conducta que pueden crearse a raíz del
Trastorno de Identidad Disociativo (TID)

5
Se busca descubrir, para así llegar más allá en el tema y poder conocer el
porqué y cómo es que este trastorno produce varios cambios en las diversas
personas que lo padezcan.

6
CAPITULO I

EL PROBLEMA

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

En todo el mundo, las personas suelen tener vidas llenas de complicaciones


y placeres cotidianos que incluso podemos ver a diario, cada individuo con
un estilo de vida propio, con su propia percepción de la realidad y
preocupaciones personales. Un dato curioso es que increíblemente un gran
número de la población humana llega a tener algún trauma mínimo en su
etapa de la niñez o adolescencia.

Estos traumas pueden variar desde algo simple como las fobias producidas
por un hecho, hasta algo más complejo como la alteración de la personalidad
de algún sujeto. Los trastornos psicológicos no son una excepción, pueden
llegar a ser producidos por varias causas, pero mayormente suelen ser
producidas por algún trauma vivido.

Los trastornos psicológicos, son los cambios bruscos producidos en la


capacidad cognitiva, y los procesos afectivos del desarrollo. Los procesos
notablemente afectados son la capacidad para razonar, el comportarse de
manera debida, y tener una percepción relativamente normal de la realidad.

Una vez dado a entender qué es un trastorno; es momento de comprender el


tema de importancia e inspiración para la elaboración de este trabajo. El
Trastorno de Identidad Disociativo, también conocido como TID, es un
trastorno psicológico que se encuentra en un alrededor del 0,05% de la
población humana a nivel global, que destaca y se reconoce porque el
individuo que la posee tiene 2 o más personalidades en un solo ser.

7
La persona puede percibir y actuar de maneras diversas dependiendo del
ambiente, de manera rutinaria alguna de las diversas personalidades debe
tomar el control. La persona que padezca de esta enfermedad mental no
puede recordar lo que ha hecho al entrar en los estados de las distintas
personalidades, no posee un completo control de sus acciones, y es
acompañado de delirios, y muchos efectos más.

Objetivos de la investigación

Objetivos generales

1. Indagar sobre la incidencia del trastorno de identidad disociativo

Objetivos específicos

1. Analizar la información recopilada, para así poder establecer las


causas, características y consecuencias del trastorno disociativo de
identidad.
2. Identificar las herramientas que se utilizan para llevar a cabo la
rehabilitación del paciente con éste trastorno.
3. Informar mediante la entrega de folletos acerca del trastorno de
identidad disociativo, dirigido a los estudiantes del Colegio Privado Las
Acacias.

8
JUSTIFICACIÓN E IMPORTANCIA:

La investigación se justifica desde el punto de vista teórico porque da


conocimientos y a la vez la profundiza, en lo que se refiere al trastorno de
identidad disociativo (TID), una psicopatología la cual se caracterizan por la
existencia de dos o más identidades o estados de la personalidad que
controlan el comportamiento del individuo de un modo alterante.

Con esta investigación se da a conocer y transmitir conocimientos sobre


cómo, cuándo y porqué se produce este trastorno, el diagnóstico y el
tratamiento médico aplicado para poder lidiar con el mismo, ya que puede
desencadenarse mediante muchos síntomas de acuerdo a la actitud y
condiciones de cada persona que lo posea. Se cree que cualquier persona
que lo lea adquiera conocimiento sobre el tema; Beneficiando a aquellos que
no tengan conocimiento sobre el mismo, contando también con la posibilidad
de poder ayudar algún individuo que posea el trastorno y no lo sepa.

En esta sociedad en la que gravitan los problemas psicosociales, las causas


que influyen y determinan el efecto del mismo, generados por las familias
desorganizadas y las malas condiciones sociales, además de una errónea
crianza, son elementos que han contribuido a la proliferación del flagelo de
los problemas psicológicos en algunos individuos, por lo tanto se requiere
tomar medidas con ideas acertadas para disminuir el desarrollo de este
trastorno social.

9
CAPITULO II

MARCO TEÓRICO

ANTECEDENTES

Primeros casos y su evolución. Se pensó por muchos siglos que se trataba


de alguna posesión demoniaca y otros factores de posesión. Se empezó a
reconocer la existencia del trastorno, cuando Oesterrich(1645) identificó
formas de “posesión’’ siendo en el mismo año cuando una mujer presentaba
amnesia por una personalidad alterna.

Otro caso resaltante fue desvelado por Despine(1836) cuando se arriesgó a


tomar un asunto clínico en el cual se presenta el caso de una niña retraída
que tenía un alter ego que gustaba de jugar en la nieve, caminar libremente,
y era intolerante a su madre. Así mismo, varios artículos se enfocaron en dar
prueba de que realmente existía contribuyendo con nuevo conocimiento
clínico. De estas evidencias, Rosenbaum(1850) anotó el trastorno de
identidad disociativo en su categoría de esquizofrenias, causando que
muchas personas fueran diagnosticadas erróneamente con esquizofrenia.

En Venezuela, la segunda afección más frecuente después de la ansiedad,


se refiere a trastornos de personalidad. En total 31.225 personas la padecen
y de estos casos, el trastorno de personalidad múltiple, o TID es escaso,
representa apenas un 0,5% de estos trastornos de personalidad, es decir
156 casos censados en todo el país. En el estado Trujillo apenas se han
conocido cinco casos crónicos, en los últimos 10 años, pero solo se han
tratado a nivel de consulta clínica y nunca hospitalaria.

La Doctora Tahís Barrueta(2010) del Instituto de Rehabilitación Mental de


Betijoque nos refirió un caso en el cual un joven de 20 años que acudió a

10
consulta acompañado de su madre a causa de que había muchos momentos
de su vida diaria que él no recordaba, y siempre se presentaban discusiones
y tensiones en su hogar por ese hecho. Así mismo, el joven se sentía perdido
de la realidad y casualmente en los momentos que no recordaba, él
presentaba conductas distintas a lo que se había conocido hasta el momento
como su personalidad habitual.

Esta conducta se presentó a raíz de la muerte de su padre, y cada vez que


había algún tipo de discusión, había algún tipo de detonante. Una vez
tomado el caso, se realizó una psicoterapia con la que se determinó que
tenía un conflicto de identidad, ya que presentaba 3 personalidades. La
personalidad A-1 era su personalidad habitual, un muchacho sereno, tímido,
callado, buen estudiante y no conflictivo; la personalidad A-2 era un
muchacho sumamente activo, gran hablador, temerario, detestaba estudiar,
belicoso y machista; la personalidad B-1 presentaba a una persona
sumamente acomplejada con muy poca autoestima, con tendencias suicidas,
sin ningún tipo de motivación en la vida. Una vez que se indagó sobre las
posibles causas de estas tres personalidades él contó que su padre era el
ser que más quería en la vida, igualmente que por ser hijo único y varón, su
padre lo consideraba el heredero de todos sus bienes. Pero, bajo los efectos
de la hipnosis se descubrió que el padre lo ultrajó sexualmente en su niñez
desde los 4 hasta los 10 años, fecha en que dejó de ser violentado ya que su
padre sufrió un accidente cerebrovascular. El paciente se trató con Prazosin
durante 2 años, y esto hizo que remitiera las dos personalidades diferentes.
En el 2013 en su última consulta presentó una personalidad femenina y dio
un ultimato de que no quería volver más. Y efectivamente se desconoce su
paradero actual.

11
HIPÓTESIS

Una persona que padece el TID no puede ser rehabilitada permanentemente,


pero puede ser controlada a base de psicofármacos y asistencia psiquiátrica

12
TRASTORNO DE IDENTIDAD DISOCIATIVO

La autora Muñoz. A(S.F) redactó que el trastorno de identidad disociativo,


antes llamado trastorno de personalidad múltiple, consiste en la presencia de
dos o más identidades o estados de personalidad (cada una con un patrón
propio y relativamente persistente de percepción, interacción y concepción
del entorno y de sí mismo). Al menos dos de estas identidades o estados de
personalidad controlan de forma recurrente el comportamiento del individuo.

La disociación es un estado en el que una persona se separa de la


realidad. La persona con un trastorno de identidad disociativo es incapaz de
recordar información personal importante debido a que se trata de
acontecimientos que han ocurrido cuando otra de las identidades tenía el
control.

Es un trastorno que aparece en la infancia, nunca en la edad adulta,


aunque persiste durante la edad adulta. En promedio se estima que la
mayoría de niños con este trastorno llegan a poseer de 2 a 6 personalidades
a diferencia de los adultos que la diferencia es radical, pueden llegar a
desarrollar hasta 100 personalidades. En los casos más frecuentes en
adultos se presentan entre 8 y 10 identidades, de estas al menos 2 asumen
el control del comportamiento. Sus síntomas varían entre:

 Depresión y tendencia al suicidio


 Abuso de alcohol y drogas
 Aparente capacidad para comunicarse con sus otras identidades
 Automutilación
 Agresión

13
CAUSAS

El trastorno de identidad disociativo es un mecanismo de defensa para poder


sobrellevar el dolor y el miedo provocado por un abuso repetido durante la
infancia, casi siempre en forma de abuso sexual, perpetrado de un modo
impredecible por uno los padres u otro miembro de la familia, que en otros
momentos se encarga también de atender y cuidar al niño. El trastorno en
más grave en aquellos niños cuyo padre o madre (u otro miembro de la
familia), además de abusar sexualmente de ellos, es capaz de ofrecerles
amor y protección simultáneamente.

El adulto que realiza actos sexuales con un niño está cometiendo un tipo de
abuso, aunque no utilice la violencia o coerción física. Por desgracia, la
persona que abusa de ese niño o niña puede ser también la persona que lo
cuida y le muestra afecto en otras ocasiones, de manera que el niño se
encuentra en una situación totalmente impredecible de expresión de amor
alternando con abuso sexual y, posiblemente, otros tipos de maltrato.
Cuando este estado resulta abrumador, se alzan las defensas psíquicas en
forma de disociación.

No todas las personas son capaces de disociar, pero aquellas que nacen con
una capacidad innata para hacerlo, suelen responder de este modo ante el
abuso continuado, como un modo de escapar de él. La persona capaz de
disociar suele ser artísticamente creativa y con una capacidad alta para ser
hipnotizada.

Por tanto, para que aparezca el trastorno han de darse las siguientes
características:

 Que la víctima tenga una predisposición psicobiológica para disociar


como mecanismo de defensa.

14
 Que suceda un acontecimiento traumático que desencadene la
disociación.
 Que sucedan traumas repetidos que encadenen las diversas
disociaciones en una nueva identidad.

Es decir, no todas las personas que han tenido un episodio disociativo como
respuesta a un trauma desarrollan un trastorno de identidad disociativo. Para
ello es necesario que el trauma sea repetido a lo largo del tiempo.

La persona que no tiene capacidad para disociar y es víctima de abuso


severo y repetido puede desarrollar un trastorno de estrés postraumático
(TEPT), depresiones repetidas, con ideación suicida o psicosis. El TEPT
suele ser la respuesta a un incidente único de abuso. La depresión
recurrente y la conducta suicida son con frecuencia indicios de abuso sexual
recurrente en niños, adolescentes y, en ocasiones, adultos estén reviviendo
emociones asociadas a desgracias que acontecieron en el pasado.

Las personas afectadas son propensas a hacerse daño a sí mismas. Son


frecuentes la drogadicción, los episodios de automutilación y las tentativas de
suicidio, suelen sufrir síntomas de depresión, ansiedad, fobias, ataques de
pánico, alteraciones del apetito y estrés postraumático. Algunas personas
permanecen profundamente vinculadas a las personas que abusaron de
ellas.

SÍNTOMAS

Las personas con trastorno de identidad disociativo describen a menudo un


conjunto de síntomas que recuerdan a otros que aparecen en distintos
trastornos mentales y en numerosas enfermedades orgánicas. Por ejemplo,
es frecuente que presenten intensos dolores de cabeza y otros síntomas

15
dolorosos; también pueden experimentar disfunción sexual. Padecen
diferentes grupos de síntomas en distintos periodos de tiempo. Algunos de
estos síntomas pueden indicar la existencia de otro trastorno, pero otros
pueden reflejar la irrupción en el presente de experiencias pasadas. Por
ejemplo, la tristeza puede indicar la presencia de una depresión coexistente,
pero también reflejar el hecho de que una de las personalidades trate
información personal que desconocen las otras personalidades. Algunas
personalidades parecen conocerse e interaccionar entre sí en un complejo
mundo interior. Por ejemplo, la personalidad A puede ser consciente de la
existencia de la personalidad B y saber lo que hace B, como si estuviera
observando el comportamiento de B. La personalidad B puede ser o no ser
consciente de la personalidad A, y lo mismo puede ocurrir con las otras
personalidades.

La alternancia entre distintas personalidades y el desconocimiento de las


conductas que provocan suele hacer que la vida de la persona sea caótica.
Dado que es frecuente que las personalidades interaccionen unas con otras,
las personas pueden referir oír conversaciones entre ellas o escuchar voces
de otras personalidades que se dirigen a ella o que comentan su
comportamiento.

Las personas afectadas experimentan una deformación de la noción de


tiempo, sufriendo vacíos de memoria y amnesia. Después de un episodio de
amnesia, descubren objetos o muestras de escritura a mano que no pueden
explicar o reconocer. También pueden encontrarse en lugares distintos a los
que recuerdan haber estado por última vez y desconocer cómo y por qué
razón están allí. Pueden mostrarse incapaces de recordar cosas que han
hecho o de explicar cambios en su comportamiento. A menudo se refieren a
sí mismas con los términos de «nosotros», «él» o «ella», y sin saber por qué.
La mayoría de la población general es incapaz de recordar acontecimientos
de los primeros 3 a 5 años de vida, pero las personas con trastorno de

16
identidad disociativo tampoco recuerdan los hechos pertenecientes al
periodo de tiempo comprendido entre los 6 y los 11 años de edad.

Las personas con este trastorno pueden tener sensaciones de


distanciamiento de sí mismas (despersonalización) y también sentir a sus
familiares y personas de su entorno como si fueran desconocidos, extraños o
irreales (desrealización). A menudo se encuentran preocupadas por
cuestiones relacionadas con el control, como el autocontrol o el control que
perciben sobre los demás.

El trastorno de identidad disociativo tiene un curso crónico y es


potencialmente incapacitante o mortal, aunque muchas personas consiguen
tener un buen nivel de funcionamiento y conducen sus vidas de manera
creativa y productiva.

De otro lado, un pequeño subgrupo de pacientes con TID, en tratamientos de


trauma bien conducidos, pueden manifestar una doble depresión (una
exacerbación grave y prolongada de su depresión con signos y síntomas de
melancolía, cualitativamente diferentes de los síntomas basales en pacientes
crónicamente deprimidos. Estos pacientes pueden responder a un manejo
más agresivo de antidepresivos o TEC. Sin embargo en estos casos
raramente se consigue una remisión completa del trastorno afectivo. Estos
tratamientos vuelven al paciente a su línea basal de disforia crónica,
aliviando los síntomas melancólicos.

DIAGNÓSTICO

Para la realización del diagnóstico se hace necesario el conocimiento de los


síntomas del TID. Debido a que la persona no es consciente de que padece

17
un trastorno y que dentro de sus síntomas se encuentra la amnesia (por la
brusquedad de los cambios de personalidad), es importante que el médico se
apoye en la familia y personas cercanas a él o ella.

Se evaluará al paciente con pruebas psicológicas y se realizara una


evaluación física. También es muy importante tener en cuenta la historia
personal y familiar del individuo (por medio de entrevistas), y sus
antecedentes médicos. Hay que descartar otros trastornos y enfermedades
que puedan tener síntomas parecidos. El médico podrá tener frecuentes
encuentros con el paciente, utilizar la hipnosis para tener acceso a sus
experiencias disociativas, generalmente olvidadas o de sedantes
administrados por vía intravenosa para lograr la relajación de la persona.

El médico psiquiatra es el especialista en estos trastornos, el psicólogo


también puede dar criterios de diagnóstico para el TID. Cabe destacar que
son pocos los que han tenido pacientes con casos de TID, pero la población
que desarrolla esta enfermedad es mayor de lo que se cree y se tiene
conocimiento, de ahí que la discusión sobre los casos de disociación y su
diagnóstico se dejen a de lado.

Por otra parte el diagnostico infantil presenta una serie de dificultades, lo que
hace que los casos de diagnóstico efectivos se den solo en la edad adulta.
Distintos casos de personas que han sufrido traumas en la infancia, han sido
mal diagnosticados. Por ejemplo un paciente con TID, revisando su historia
clínica, ha sido diagnosticado con trastorno de déficit de atención, como
psicótico u otros diagnósticos mal dados, debido a que las manifestaciones
conductuales no son interpretadas correctamente. Además, como los TID
están acompañados de otras manifestaciones como conductas antisociales o
regresivas, trastornos alimenticios, bruscos cambios de la conducta habitual,
entre otros; lo cual se presta para confusión para el diagnóstico de los niños
y niñas que desarrollan el trastorno de identidad disociativo. Así mismo, las
investigaciones del desarrollo del TID en la población infantil se queda corta.

18
Cuando se realiza el diagnóstico de TID, es muy común que los pacientes
refieran años de escasa respuesta a intervenciones farmacológicas
convencionales y TEC. De hecho, los tratamientos fallidos en ensayos
terapéuticos bien conducidos arrojan sospechas acerca de la presencia de
un TID u otra condición postraumática.

Es necesario conocer los criterios para el diagnóstico, mismos que no


pueden ser extraídos de fuente más fidedigna que son:

 Presencia de dos o más identidades o estados de personalidad (cada


una con un patrón propio y relativamente persistente de percepción,
interacción y concepción del entorno de sí mismo)
 Al menos dos de estas identidades o estados de personalidad
controlan de forma recurrente el comportamiento del individuo.
 Incapacidad para recordar información personal importante, que es
demasiado amplia para ser explicada por el olvido ordinario.
 El trastorno no es debido a los efectos fisiológicos directos de una
sustancia (p. ej. comportamiento automático o caótico por intoxicación
alcohólica) o a una enfermedad médica (p. ej., crisis parciales
complejas)

PRONÓSTICO Y TRATAMIENTO

El objetivo principal se centra en que el terapeuta se gane la confianza del


paciente y así identificar el problema para ayudar al paciente a enfrentarse
con el afecto doloroso y los recuerdos de la experiencia traumática. En el
momento que se realiza la primera sesión, es importante plantear como meta
de la terapia una comunicación asertiva adecuada, para que no impida el
acceso de información de sus relaciones estrechas e íntimas por parte del
paciente. Esta meta se conseguirá en forma gradual, a medida que se va

19
incrementando su sentido de autoeficacia y autoconfianza. Es importante que
el terapeuta no mencione el tema de la dependencia demasiado pronto, ni
pretender ir demasiado rápido, porque se asustan, ya que la mayoría de
estas personas no están conscientes de su problema de TID. Lo más
aconsejable será que al principio el tema se maneje desde las quejas u
opiniones que plantea el paciente.

En la siguiente sesión, será donde se desarrolle el sentido de autoeficacia en


el paciente, aquí se establecerán metas claras y específicas, ya que son
importantes porque fomentan su autonomía; estas metas deben estar
enfocadas en acciones a la que los pacientes temen exponerse. Ejemplo: Iré
a visitar a mis amigos, ir sola a comprar, expresare mis emociones y
pensamientos cuando sean necesarios, siendo yo misma. Entre otros... para
establecer estas metas el paciente debe estar de acuerdo con el
planteamiento, y por medio de este el terapeuta logra identificar sus
creencias como podría ser “No soy capaz’’ o “lo intentaré aunque no prometo
nada”. Así, al tomar una decisión respecto a las metas, refuerce su creencia,
que puede hacer algunas cosas son depender de nadie. El terapeuta debe
analizar los pensamientos de inadecuación que aparecerán al emprender
estas tareas o en cualquier otro momento y, si es posible, diseñar un
experimento para ponerlos a prueba.

Al principio de la terapia, la mayoría de pacientes suelen mostrarse muy


colaboradores y deseosos de agradar, pero después cambian al darse
cuenta que el terapeuta les está guiando hacia la independencia que tanto
temen. Empiezan a mostrar resistencias, por ejemplo: A no hacer las tareas.
Si esto ocurre, indagar si se debe a que cree que no es capaz, a que tiene un
déficit real de aptitudes o a que le da miedo el avanzar demasiado en la
terapia. La causa de estas resistencias se podrá manejar, haciendo una lista
de ventajas y desventajas de cambio, explorando detenidamente las
desventajas que puede evitar el cambio. Suelen reaccionar, afirmando que la

20
meta de llegar a ser una persona asertiva y autónoma, es totalmente positiva
y esto suele tener un efecto paradójico, ya que el terapeuta insisten en las
ventajas de no cambiar, mientras el paciente insiste en las ventajas, más
conocido como “psicología inversa”. Adoptando esta actitud, suele favorecer
su motivación.

Algunos síntomas pueden aparecer y desaparecer de manera espontánea,


pero el trastorno de identidad disociativo no se resuelve por sí solo. El grado
de recuperación depende de los síntomas y de las características
personales. Por ejemplo, las personas que padecen otros trastornos
mentales graves, que no tienen un buen nivel de funcionamiento en su vida,
o que siguen profundamente apegados a sus agresores evolucionan peor o
simplemente la motivación que tenga la persona a la hora de seguir los
tratamientos. Pueden requerir un tratamiento más prolongado y las
posibilidades de éxito terapéutico son menores. El tratamiento del TID es un
rubro en el que son bien recibidas las propuestas, pues a pesar de que ya
existen alternativas algunas no podrían ser del todo funcionales al haber sido
creadas a partir de la idea de que el TID tiene alguna similitud con la
esquizofrenia.

Llegando a esto, hay que tener en cuenta que la esquizofrenia y el TID son
trastornos completamente distintos, el primero se trata de uno psicótico
mientras que el segundo es uno de tipo disociativo. La esquizofrenia aleja al
paciente de su realidad y el TID por su parte no afecta la relación con ella. El
desdoblamiento de personalidad en el TID ocurre de manera interna, es decir
quien lo padece crea a sus alters a partir de interacciones conflictivas en su
propia mente, en la esquizofrenia este fenómeno se aprecia de manera
externa ya que las voces que se llegan a manifestar provienen del exterior y
por tanto se trata de alucinaciones y no de fragmentos de la personalidad.

21
Al tratarse de piezas mal ubicadas lo que se busca en los tratamientos
es ir acomodando y reconociendo poco a poco cada una de ellas para que
así la finalidad sea formar una imagen completa. El tratamiento consta de 3
fases:

Fase 1: Establecer seguridad, estabilidad y una reducción de síntomas

Fase 2: Confrontación, superación e integración de recuerdos


traumáticos

Fase 3: Integración y rehabilitación de la persona

La mayoría de los problemas, síntomas y dificultades en el TID pueden ser


abordados más eficazmente por medio de psicoterapia, hipnoterapia o
ambas, no con medicaciones. Sin embargo las medicaciones, si se
conceptualizan y administran adecuadamente, pueden ser un tratamiento
coadyuvante significativamente beneficioso en el tratamiento del TID. Los
síntomas pueden ir y venir de modo espontáneo, pero el trastorno no
desaparece por sí mismo. El tratamiento puede aliviar algunos síntomas
específicos pero no tiene efectos sobre el trastorno en sí mismo.

El tratamiento es a menudo arduo y emocionalmente doloroso. La persona


puede experimentar muchas crisis emocionales debido a acciones de las
personalidades y por la desesperación que pueden acarrear los recuerdos
traumáticos durante la terapia. Generalmente, son necesarias una o dos
sesiones de psicoterapia a la semana durante al menos 3 a 6 años. La
integración de las personalidades es lo ideal pero no siempre se consigue.
Las visitas al terapeuta son reducidas gradualmente pero difícilmente
culminan. Los pacientes pueden confiarse al terapeuta para que les ayude,
de vez en cuando, a afrontar los problemas psicológicos, del mismo modo
que pueden hacerlo periódicamente con su propio médico.

22
El pronóstico de las personas con un trastorno de identidad disociativo
depende de los síntomas y de las características del trastorno. Algunas
tienen principalmente síntomas disociativos y características postraumáticas;
esto significa que, además de sus problemas de memoria e identidad,
experimentan ansiedad acerca de acontecimientos traumáticos y el hecho de
revivirlos y recordarlos. Generalmente, hay una mejora en el estilo de vida
con el tratamiento sin embargo el tiempo para alcanzar esto es indefinido.

Sus problemas mejoran más despacio y el tratamiento puede tener menos


éxito o bien debe ser más largo y pueden aparecer más crisis. Por último,
algunas personas no solamente tienen otros problemas psicológicos graves,
sino que también están gravemente comprometidas con otras personas que
las acusan de haber abusado de ellas.

Por ejemplo, la inestabilidad afectiva y los cambios rápidos de humor son


muy comunes en pacientes con TID, a menudo sucediéndose en minutos u
horas, no días o semanas, más rápidamente de lo que ocurre en los virajes
de estado de ánimo más rápidos posibles en un trastorno bipolar. Muchos
clínicos han planteado conceptualizar dichos síntomas como manifestaciones
de un proceso bipolar atípico o un trastorno de estado de ánimo mixto. Pero
de hecho no hay evidencia de que el trastorno bipolar sea más común en
pacientes con TID que en población general. Estos cambios de humor
pueden ser mejor entendidos como manifestaciones tanto de una
desregulación afectiva postraumática como como síntomas disociativos
nucleares: cambios de estado, transiciones sutiles, intrusiones
postraumáticas, y solapamiento e interferencia entre estados del yo o alter
egos en el TID.

Estos síntomas descritos por Loewestein.(2005), responden poco


frecuentemente a estabilizadores del estado de ánimo. Sin embargo, en

23
general, responden a intervenciones psicoterapéuticas focalizadas en la
coordinación y cooperación entre los alters o partes del TID.

A los psiquiatras les han enseñado que los síntomas afectivos refractarios
requieren una serie de ensayos con antidepresivos, llegando en último
extremo a la terapia electroconvulsiva (TEC), si los ensayos con medicación
fallan. En el TID la depresión aparentemente refractaria al tratamiento y la
tendencia suicida responden más a intervenciones psicoterapéuticas
focalizadas en la reactividad postraumáticas y en los estados del yo (alters)
que encapsulan sets cognitivos depresivos, desmoralizados, culpabilizados y
suicidas. Tanto la depresión, como el maltrato infantil y el TEPT incrementan
de modo independiente el riesgo de intentos suicidas. El maltrato infantil en
sí mismo es un factor de riesgo significativo para las conductas parasuicidas.
En consecuencia, los pacientes con TID tienen riesgo de actos suicidas
serios y conductas parasuicidas frecuentes. Las intervenciones primarias
para esas conductas implican intervenciones psicoterapéuticas (Terapia
Cognitivo-Conductual, Terapia Dialéctica-Conductual, Hypnoterapia, Terapia
Psicodinámica) centradas en las identidades alternantes autodestructivas y
sus distorsiones cognitivas.

Los pacientes con TID a menudo tienen una respuesta notable aunque
parcial a las medicaciones antidepresivas, frecuentemente inhibidores
selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) o antidepresivos tricíclicos
(ATC). Más que una respuesta lenta los pacientes con TID suelen referir una
respuesta muy temprana a los antidepresivos, a menudo en días en lugar de
semanas, cuando van a tener una buena respuesta a la medicación. La
eficacia de la medicación continúa posteriormente conforme se ajusta la
dosis.

Frecuentemente el humor mejora primero en el TID, no los síntomas


vegetativos. Los síntomas vegetativos (alteraciones del sueño, baja energía,
mala concentración) permanecen por lo general relativamente poco

24
modificados debido al TEPT intercurrente. Los pacientes con TID refieren
frecuentemente se agotan o dejan de funcionar después de unos meses de
eficacia, requiriendo un cambio a otro antidepresivo. Más tarde el paciente
puede responder de nuevo a una medicación que había dejado inicialmente
de ser eficaz.

La adición de un segundo antidepresivo (bupropion a un ISRS o ATC como


desipramina o imipramina a un ISRS como fluoxetina o sertralina) con una
monitorización cuidadosa de los niveles sanguíneos de ATC puede aumentar
la eficacia del régime antidepresivo o reestablecer la eficacia si la medicación
inicial parece estar disminuyendo de potencia. Bajas dosis de ISRS y ATC,
pueden combinarse disminuyendo el perfil de efectos secundarios.

¿PUEDE FINGIRSE EL TID?

Algunos investigadores han estudiado la capacidad de los individuos para


simular las experiencias disociativas. El que más llama la atención es el de
Gleaves, D. H (1996) en el cual demostraron que un estudiante universitario
podía simular un alter ego si se le sugería que esto era posible.

Anteriormente a esto los colaboradores entre ellos Ludwing(1972) hicieron el


descubrimiento que había ciertos síntomas imposibles de fingir. Esto se debe
a las distintas respuestas fisiológicas ante palabras con carga emocional,
incluida la respuesta galvánica de la piel, una medición imperceptible de la
actividad de las glándulas sudoríparas y en las ondas cerebrales en los
electroencefalogramas. Se ha demostrado que los sujetos con TID tenían 4,5
veces más cambios en el funcionamiento óptico en sus personalidades
alternas. Esta modificación requiere una fracción y un equilibrio en los
músculos del ojo difícil de simular. Finalmente, Kluft(1984), a finales de la
década de los noventa, asegura que los pacientes que padecen el trastorno

25
tratan de ocultar los síntomas, mientras que los que fingen tratan de
exponerlos.

ESTADÍSTICAS

En las personas con trastorno de identidad disociativo:

 El 97% ha sido víctima de abuso en la infancia.


 Más del 80% ha sido víctima de abuso sexual en la infancia.
 Alrededor del 40 % han sido víctimas de abuso sexual por su parte de
sus padres varones.
 Alrededor de 23% han sido víctimas de abuso sexual por parte de sus
madres.
 En el 17% de los casos el abuso sexual ha sido cometido por un
hermano y en el 2% por una hermana.
 El 15% ha sido abusado sexualmente tanto por su padre como por su
madre.

26
CAPITULO III

MARCO METODOLÓGICO

DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN

En este estudio se utilizó un diseño documental, ya que se enfocó en


conocer los aspectos más importantes del trastorno de identidad disociativo,
provenientes de materiales impresos u otro tipo de documentos. Se basó en
expedientes clínicos aportados por los médicos psiquiatras tanto privados
como públicos, y por la literatura investigada al respecto.

TÉCNICA E INSTRUMENTO

Antes de analizar las técnicas e instrumentos de recolección utilizados en


esta investigación, los investigadores consideraron oportuno definir cada uno
de estos aspectos como a continuación se describe de acuerdo Arias, F.
(2006) Técnicas: “se entenderá por técnica de investigación, el procedimiento
o forma particular de obtener datos o información”

En esta investigación se recolecta información por diferentes medios como


documentos, artículos y libros, para luego plasmar mediante folletos a
personas con poco conocimiento del tema

27
CONCLUSIÓN

Hay familias que dañan en forma irreversible a sus hijos, es lamentable que
los fanatismos, los abusos continuados de los seres que son figuras a seguir,
y que aun amando hacen daño, puedan crear seres que pudieron ser
normales, y los convierten en personas cuya identidad escapa la realidad.

Esta investigación muestra aparte del conocimiento, una gran lección de


vida. Los seres que se aman no se deben traumatizar ni permitir en la
medida de lo posible que otros lo hagan, porque se estaría formando un ser
cuya personalidad e identidad van a ser indefinidas. Este trastorno afecta la
mente de cualquier niño como un mecanismo de defensa para poder
sobrellevar el dolor que es provocado por un abuso continuo, lo que le hace
crear personalidades alternas para poder soportar el daño que se le está
haciendo.

Los datos para concluir si este trastorno es curable o remisible a corto o largo
plazo son escasos, pues por ser un trastorno que no lleva a una
hospitalización en una institución mental sino que generalmente se trata solo
a través de consultas, en entidades públicas o privadas no se puede concluir
sobre sus tratamientos

28
ANEXOS

TERMINOS BASICOS

 Disociar: En términos psicológicos, se refiere a las experiencias


ocurridas a partir de un distanciamiento del ambiente circundante
hasta distanciamientos más graves de experiencias físicas y
emocionales. Estas experiencias son caracterizadas además por la
presencia de una variedad de construcciones mentales poco comunes
en la capacidad imaginativa natural del individuo

 Trastorno: En la psicología se comprende como un fenómeno que


produce una alteración en el funcionamiento de un organismo o de
una parte de él o en el equilibrio psíquico o mental de una persona y
en su estado de ánimo, esto provocando una modificación tanto en
hábitos, como en su forma de ser.

 Trastorno de identidad disociativa: Más conocido como personalidad


múltiple, este trastorno se caracteriza porque en el paciente coexisten
varias personalidades.

 Trastornos psicóticos: Estos se caracterizan por ser trastornos


mentales graves que causan ideas y percepciones anormales. Las

29
personas con psicosis pierden el contacto con la realidad, dos de los
síntomas principales son delirios y alucinaciones

 ISRS: Los Inhibidores Selectivos de la Recaptación de la Serotonina
(ISRS) son una clase de medicamentos usados para el tratamiento de
la depresión, trastornos de ansiedad, fobia social, trastorno de pánico,
trastorno obsesivo-compulsivo y trastornos de la conducta alimentaria.

 TEPT: El trastorno por estrés postraumático o TEPT es un trastorno


mental clasificado dentro del grupo de los trastornos de ansiedad.
Puede aparecer después de haber vivido o presenciado
acontecimientos traumáticos.

30
31
32
RERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

ARIAS F. EL PROYECTO DE INVESTIGACIÓN: (5ta ed.), Editorial


Episteme,C.A(2006) Caracas-Venezuela.

Barrueta T. Comunicación personal (20 de abril de 2016)

Dell, P.F(2006). Nuevo modelo del trastorno de identidad Disociativo.


Elseiver saunders. 1-26

Despine, A. (2008). “Despine and the evolution of psychology”:


Historical and medical perspectives on dissosiative disorders(1ra ed).
EE.UU.: PALGRAVE MACMILLAN

Gleaves, D. H(1996). The sociocognitive model of dissociative identity


disorder: a reexamination of the evidence. Psicollogical bulletin. 120(1),
42-59

KLUFT, R.P. (1984). “Treatment of Multiple Personality Disorder.”


Psychiatric Clinic of North America (7): 9–29.

Loewestein, R (2005). Tratamientos pico farmacológicos para el


trastorno de identidad disociativo. Psyquiatric Annals. 35(8), 1-11

LUDWIG A.M., BRANDSMA J.M., WILBUR C.B. (1972). “The objective


study of a multiple personality, or, are four heads better than one?” Arch
Gen Psychiatry (26): 298–310.

Muñoz, A(S.F). Trastorno de identidad disociativo: Personalidad


Múltiple. Recuperado el 22 de Abril de 2016. Enlace:
http://www.cepvi.com/index.php/psicologia/articulos/trastorno-de-identidad-
disociativo-personalidad-multiple?limitstart=0

33
Oesterreich, K. (1921). Possession: Demonical & Other. Seacaucus, N.J.:
University Books.

Rosenbaum,M., y Weaver, O.M.(1980) Dissociated State: Status of a case


after 38 years. Journal of nervous and mental disease,168(10), 597-603

Sandra, P y Galdon, M.J (2003) Los Fenómenos disociativos: una


revisión conceptual. Revista de psicopatología y psicología
clínica(RPPC). 8(2),85-108

Schereiber, R.F(1973) Sybil.

Simeon, D(S.F). Trastorno de Identidad disociativo. Recuperado el 17 de


abril de 2016. Enlace:
http://www.cepvi.com/index.php/psicologia/articulos/trastorno-de-identidad-
disociativo-personalidad-multiple?limitstart=0

34

Vous aimerez peut-être aussi