LA TRADICIÓN RACIONALISTA

La primera es que, aunque indudablemente hay una distinción entre el ser y el mundo en esta
perspectiva, hay también continuidad radical entre ellos (expresada de manera enfática en el
dicho de que hay una «coincidencia ininterrumpida de nuestro ser, nuestro hacer y nuestro
conocer», Maturana y Varela, 1987: 25); la tradición racionalista se mantiene en el nivel de la
separación entre estos, perdiéndose así mucho de lo que sucede en la vida. Segundo, aunque
vivimos en un mundo accesible por la reflexión, dicha accesibilidad es limitada; aquí se
encuentra una de las trampas.

Se sostiene la idea del pluriverso.

Una de las consecuencias más dañinas de la tradición racionalista es la creencia en el individuo.

Ha sido ligada a la historia de la mercantilización y a todas unas series de tecnologías políticas
centradas al ser. Un ejemplo es el budismo: se centra en la no existencia del “ser”. El apego al
ser son la causa de sufrimiento y la tristeza.

 La mente/ser es una propiedad emergente de una red distribuida o un tejido de retazos

de subredes desde las neuronas hasta el lenguaje y los símbolos, ensamblados por un
complejo proceso de tanteos que no están estructurados de manera uniforme ni son el
resultado de un diseño unificado.
 El ser cognitivo es su propia implementación
 La idea de la inexistencia del ser es más simple de lo que parece, sin embargo, no supone
que dudemos de la estabilidad del mundo.

La creencia en lo real

La tradición racionalista traduce este dato básico en una realidad objetiva o en un mundo
exterior. Esto es una concepción de diseño ontológico (estudio del ser en general)

La creencia en la ciencia

La primera es válida por esta segunda.

La creencia en la economía

La economía empezó a consolidarse desde finales del siglo XVII en adelante. A partir de ahí, hay
desarrollos cruciales estrechamente conectados en la historia cultural occidental, el individuo,
la realidad objetiva, la ciencia como verdad (racionalidad) y la autorregulación de ciencia-
economía (mercado) con lo que se da paso a la vida socio natural.

Cuestiones y problemas con los dualismos ontológicos

Ontología: la que se ocupa de nuestra comprensión de lo que implica existir para algo o alguien.
Flores y Winograd. Esta se da por la historia específica de la cultura.

La ontología tiene que ver por los supuestos que hacen diferentes grupos sociales sobre los tipos
de entidades que existen <<en el mundo real>> (común o universal).
Esto no significa que la mente construya un mundo (que es subjetivismo) SINO que intenta
acceder a múltiples mundos sin negar lo real. Nuestro punto de vista ontológico sobre lo que el
mundo es, lo que somos, y cómo lo llegamos a conocer es lo que define nuestro ser, nuestro
hacer y nuestro conocer.
El racionalismo y el dualismo, sugiere Blaser, que es importante tener presente la diferencia
entre epistemología (refiriéndose al conjunto de herramientas, reglas y procedimientos que se
aplican a la producción de conocimientos incluyendo su carácter.

El ser propone una definición en tres puntos:

1. La supuesta de los tipos de seres que existen y sus condiciones de existencia (inventario
de seres y relaciones)
2. La forma en las que dichas ontologías dan origen a configuraciones socionaturales
3. Las ontologías a menudo son como historias y hacen más fácil identificar los
subyacentes.

Hacen referencia a tres tipos de dualismos:

a. Entre naturaleza y cultura

b. Entre nosotros y ellos
c. Entre sujeto y objeto. (mente cuerpo)

El problema del dualismo no es su existencia, sino tratar la complementariedad. La forma como

se trata culturalmente dichas separaciones.

El dualismo

Es una forma de racionalidad que asume la preexistencia de distintas entidades cuyas esencias
respectivas no se consideran fundamentalmente dependientes de su relación con otras
entidades. (Existen por sí mismas)

EL PROBLEMA DEL HOMBRE

“El problema del hombre” Joseph Gevaert

Problema de la existencia: problema moderno

Misterio eterno del hombre: ¿el hombre es un ser orientado en primer lugar hacia al mundo o
es ante todo un ser en comunión con otras personas en el mundo? Según la respuesta que se
dé, la antropología de la que se hable será distinta.

Antropología en torno a la conciencia individual y autosuficiente, orientado al conocimiento

objetivo y dominio del mundo material, mediante la ciencia.

Antropología que le da primacía a la comunión con el otro. Rechaza la autosuficiencia del yo,
siente responsabilidad por el otro. Reconocimiento del hombre x el hombre.

El autor analiza que:

El hombre existe junto con los demás en el mundo

Ya que se afirma la presencia de otra relación: con el otro hombre. La relación con las cosas es
una relación dueño-esclavo, mientras que la relación con el otro no es de sometimiento ni
dependencia, sino que se basa en el amor.
La relación entre los hombres no puede reducirse al dominio del yo sobre el tu o viceversa, sino
que es una relación en la que dos polos equivalentes se constituyen uno al otro en perfecta
reciprocidad. Yo me considero autentico a partir de la relación con los demás.

Esto es lo que apela la intersubjetividad: dos sujetos que se relacionan recíprocamente.

Es por tales razones que el tú nunca es objeto, el otro nunca podrá ser completamente conocido
en su totalidad, no se puede disponer del tú, no es objeto, es un misterio. En base a esto es que
se construye una relación sujeto-sujeto (intersubjetividad).

Esta relación intersubjetiva está basada en: reciprocidad, co existencia, y el misterio del tú.

¿Cuál es el sentido de la existencia humana?

Los problemas antropológicos irrumpen en la existencia, existen no porque se hayan empeñado

en estudiar la esencia del hombre, sino porque la vida misma plantea el problema del hombre y
obliga a afrontarlo.

La antropología filosófica no saca los problemas del hombre, sino que los encuentra, los
reconoce, los estudia críticamente y trata de hallar respuesta que pueda iluminar la
problemática concreta y existencial.

La problemática antropológica se puede estructurar en tres temas: estupor y admiración,

frustración y desilusión, experiencia de lo negativo y del vacío.