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CAPITULO I: Introducción

1. –Contabilidad de Costos:
Objetivos de la contabilidad de costos: La contabilidad de costos es una rama de la
contabilidad general que sintetiza y registra los costos de los centros fabriles, de servicios y
comerciales de una empresa con el fin de que puedan medirse, controlarse e interpretarse
los resultados de cada uno de ellos a través de la obtención de costos unitarios y totales en
progresivos grados de análisis y correlación. Sus principales propósitos son: contribuir al
control de las operaciones y facilitar la toma de decisiones. Por tanto, ella no constituye un
fin en sí misma, sino un medio para planear y conducir adecuadamente los negocios.
Campo de aplicación de la contabilidad de costos: Tiene aplicación concreta en
establecimientos agrícola – ganaderos, bancos, hospitales, compañías de aviación,
supermercados, industria de la construcción, etcétera.

Características de la contabilidad de costos: Es analítica; plantea sobre segmentos de una


empresa y no sobre su total.
Predice el futuro, a la vez que registra los hechos ocurridos, ya que es parte integrante de
la contabilidad oficial.
En los movimientos de sus cuentas principales interviene un elemento que está ausente en
la contabilidad general: las unidades.
Sólo registra operaciones internas. La cuenta “Almacén de Materiales”, por ejemplo, es
debitada por las compras realizadas y acreditada en ocasión del consumo, con débito a
“Producción en Proceso”. Elaborado el artículo, esta última cuenta se acredita con cargo a
“Almacén de Productos Terminados”, que a su vez se cancela contra “Costos de
Entregas” cuando se concreta la venta.
Refleja la unión de una serie de elementos (materia prima, mano de obra y cargas fabriles)
cuya amalgama da origen a artículos distintos de los que iniciaron el proceso productivo.
Determina el costo de los materiales usados por los distintos sectores, el costo de la
mercadería entregada y el de las existencias sin obligar al relevamiento mensual de los
inventarios, salvo el de los stocks en proceso en el sistema de costos estándar. Sus períodos
contables son más reducidos que los de la contabilidad general. El trimestre o el año son
reemplazados por el mes.
Proveedores
Almacén de Materiales
Mano de Obra Cargas Fabriles

Producción en Proceso
Costos de Entregas
Almacén de P. Terminados
2. –Costo de Producción:
Definición: Es el valor del conjunto de bienes y esfuerzos en que se ha incurrido o se va a
incurrir, que deben consumir los centros fabriles para obtener un producto terminado, en
condiciones de ser entregado al sector comercial. Es la expresión cuantitativa monetaria de
factores de producción necesarios, que son consumidos en un proceso y que, por razones
técnico – económicas, deben ser insumidos en el producto elaborado. Este sector termina
normalmente en la puerta de entrada al almacén de productos terminados, donde comienza
el área comercial.
Límites del área comercial: los gastos ocasionados por las diferentes formas de despacho que
se producen en el departamento Expedición se incluyen dentro de la cuenta Gastos de
Comercialización. El límite final del área comercial depende de la política que se siga con los
gastos de despacho. Si corren por cuenta del cliente, se halla en el departamento Expedición.
Si están a cargo del vendedor, se encuentra en el domicilio del cliente.
Costo de venta: Es el importe resultante de sumar al costo de producción los gastos de
comercialización.
Elementos del costo de producción: los elementos integrantes del costo de producción son:
materia prima o materiales, mano de obra y cargas fabriles.
El rubro “materia prima” o “material directo” agrupa todos aquellos elementos físicos que es
imprescindible consumir durante el proceso de elaboración de un artículo, de sus accesorios
y de su envase. Ello con la condición de que tal consumo quede reflejado en el volumen de
elementos empleados mediante una relación cierta y normalmente constante (directamente
proporcional) con el de la producción obtenida cualquiera que sea la transformación física o
química que sufran y formen parte integrante del artículo final o no. Todos aquellos
materiales que no cumplen el requisito de la relación proporcional del
consumo anteriormente señalado se engloban dentro del elemento “cargas fabriles”.
Así, por ejemplo, en una fábrica de muebles la madera, los tornillos, los herrajes, la cola,
etcétera, utilizados para construir armarios, constituyen la materia prima de éstos, ya que
los volúmenes utilizados de dichos materiales guardarán normalmente una relación constante
con la cantidad de armarios que se obtengan. En cambio, el tornillo que se use en una
reparación de instalaciones, la escoba que se gaste para barrer el piso, etcétera no pueden
ser catalogados como materia prima, ya que de su mayor o menor consumo no podrá
pretenderse que resulte una mayor o menor producción de armarios.
La “mano de obra“ representa el valor del trabajo realizado por los operarios que
contribuyen, directa o indirectamente, al proceso de transformación de la materia prima.
“Cargas fabriles” (también se las designa con el nombre de “costos indirectos de fabricación”)
son todos los costos en que necesita incurrir un centro para el logro de sus fines, costos que
no pueden ser adjudicados exactamente a una orden de trabajo o a una unidad de producto,
por lo que deben ser absorbidos por la totalidad de la producción del centro operativo con
miras a una imputación final a aquellas.
Rubros integrantes del precio de venta neto: Como se observa la reunión de los costos de
materia prima y de mano de obra directa constituye el costo primo, y que la unión de este
último factor y las cargas fabriles forma el costo de conversión.
Materia Mano de Cargas Gastos de Costos Ganancias
Prima Obra dir. Fabriles Comerc. Financ.
Costo Primo

Costo de Conversión
Costo de Producción
Costo de Venta
Costo Total
Precio de Venta Neto

Costo y Gasto: Cuando una empresa incurre en un compromiso monetario lo hace


paraobtener de él un ingreso futuro. Por ello, mientras ese compromiso monetario se
hallaregistrado en su activo, constituye un “costo”. Sólo cuando ese costo se consume o
expira se convierte en gasto. Los gastos de comercialización fueron en un primer momento
costos que se convierten en gastos al cancelarse por esa cuenta de resultados. De allí la
justificación de su denominación, en lugar de costos de comercialización.
Costo exacto: El costo exacto es una utopía. No existe ni aun en industrias que elaboren un
solo producto o procesen una sola orden de trabajo. Resulta imposible calcular con exactitud
cuántos centavos del costo de una máquina, de un edificio, de un mueble, etcétera, le
corresponden a cada unidad u orden procesada, dado que no se conoce cuántos años de
vida útil podrá llegar a tener cada uno de esos bienes.
Tampoco es factible establecer la porción equitativa de pagos por enfermedad, vacaciones,
seguros, sueldos, etcétera, que debe absorber cada artículo o cada orden de trabajo. Por
todo esto no puede pretenderse que el costo represente una verdad irrefutable, sino sólo una
imputación justificable.
3. Ubicación y funciones del costo de producción:
Existen dos opiniones respecto del lugar donde ha de estar ubicado el departamento de
Costos en el organigrama. Una de ellas sostiene que es una función contable-administrativa;
la otra, que debe depender de la gerencia de fábrica. La primera posición más divulgada que
la segunda, es coincidente con dos principios señalados en temas anteriores;
– Es menester que la contabilidad de costos sea parte integrante de la contabilidad general.
– La principal función del costo de producción es el control de la eficiencia operativa.
Las principales funciones del costo de producción son:
– Servir de base para fijar precios de venta y para establecer políticas de comercialización.
– Facilitar la toma de decisiones.
– Permitir la valuación de inventarios. Los costos unitarios de producción hacen posible la
correcta valuación de la cuenta “Almacén de Productos Terminados” y de los artículos en
proceso de fabricación.
– Controlar la eficiencia de las operaciones (descubrir en el menor tiempo posible los costos
excesivos, sin esperar la terminación de los balances anuales que mostraban el mal cuando
ya era demasiado tarde para remediarlo.
– Contribuir al planeamiento y control de gestión de la empresa.
Funciones del contador de costos: en una compañía de tamaño medio el contador de costos
asume todos los quehaceres conectados con la fábrica: controlar y contabilizar los
movimientos de los almacenes, dirigir la toma de inventarios, proceder a la liquidación de los
jornales, registrar la producción, determinar los costos de producción, orientar la política de
precios, controlar los resultados de la actividad fabril, confeccionar estadísticas, preparar
presupuestos, etcétera.
Pero es en la gran empresa donde sus funciones adquieren un tono más específico:
estructurar y mantener actualizado el plan de cuentas de la contabilidad de costos, dirigir la
obtención de costos estándares e históricos de todos los bienes elaborados por la fábrica,
estimar, distribuir y comparar con las cifras reales los presupuestos de las secciones de
servicios indirectos, analizando los desvíos resultantes, controlar mensualmente el
relevamiento del inventario de las existencias en proceso de fabricación. Establecer las
variaciones entre los costos reales y los costos estándares de las áreas fabriles e
investigarlas, efectuar reuniones con jefes de fábrica para analizar y discutir resultados,
etcétera.
A los empleados de Costos les “incumbe hacer, por orden, el papel de historiadores, agentes
noticiosos y profetas. Como historiadores, ser cuidadosamente exactos y diligentemente
imparciales. Como agentes noticiosos, estar al día, ser selectivos y expresivos. Y como
profetas, tienen que combinar el conocimiento y la experiencia con la previsión y el coraje.
Nunca debe olvidarse que los quehaceres de costos también tienen su costo y que no se
justifica implantar métodos de vigilancia onerosos cuando su índole no lo requiere.
Cuentas principales de la contabilidad de costos:
Plan de cuentas: aun en dos compañías que elaboren productos similares, la conformación
del catálogo correspondiente al sector fabril suele ser totalmente distinta. Es necesario
disponer de cuentas apropiadas para registrar no sólo las existencias de materia prima, sino
también las de artículos en proceso y las de productos terminados.
Almacén de Materiales: el valor de todas las materias primas y de los artículos generales que
se compran ingresa como débito en esta cuenta, que luego se acredita contra “Producción en
Proceso” o contra las que representan a otros sectores de la empresa. En las organizaciones
importantes existe una buena cantidad de almacenes ubicados según lo aconsejen las
exigencias operativas. Las ventajas que se obtienen son: facilitar el estudio de la rotación
de cada tipo de material, racionalizar el relevamiento de los inventarios, permitir la
determinación del capital invertido por líneas de productos, acrecentar el celo en el control
de los stocks de elevado valor o que constituyan fácil presa de hurto.
Almacén de Productos Terminados: su saldo señala el costo de producción de las existencias
en poder de una empresa. Si una industria elabora una gama de distintas líneas de artículos,
obliga a analizar esta cuenta del mayor general en submayores auxiliares con un criterio que
atienda primordialmente a la separación por líneas y no al lugar donde los artículos se
almacenan.
Producción en Proceso: es la cuenta del mayor general que representa al sector
productivo. La contabilidad general, por ejemplo, debe llenar una serie de requisitos legales
y someter su revisión a personas ajenas a la empresa. En las cuentas de costos, en cambio,
no existen tales formalidades y es atribución estrictamente interna establecer la precisión y
extensión con que han de desglosarse. Producción en Proceso es la cuenta principal de la
contabilidad de costos. Representa “la bolsa mágica en la cual se introducen ciertos
materiales, más una cantidad de trabajo y de gastos, y de la que se extraen otros elementos,
en los que se encuentran amalgamados todos aquellos”.
Mercaderías en Tránsito: es una cuenta transitoria que mantiene registrados en suspenso los
cargos provenientes de compras de materia prima, materiales y mercaderías importadas que
aún no se recibieron, aunque legalmente pertenecen a la firma adquirente: costos
anticipados, comisiones, fletes, seguros marítimos, etcétera. Una vez lograda la tenencia de
los bienes, esta cuenta se salda contra “Almacenes de Materiales”.
Mercaderías en Poder de Terceros: en ocasiones, una industria, pro carecer de ciertos
equipos, o porque ellos no le resultan suficientes, recurre a un tercer para que éste lleve a
cabo ciertos trabajos. Este tercer, habitualmente denominado faconnier, somete las
mercaderías a un determinado proceso y las devuelve a su propietario mediante el pago
convenido del trabajo de conversión. Es conveniente regular las operaciones mediante un
contrato para evitar futuros problemas.
Bienes de Uso: “son aquellos bienes tangibles que se utilizan en la actividad de la empresa,
que tengan una vida útil superior a un año y que no estén destinados a la venta”. Su
incidencia en los costos tiene lugar mediante la cuenta “Amortizaciones”. Se exceptúan de
esta cuenta los terrenos. Representan realmente un cargo diferido, puesto que sólo han de
quedar totalmente incorporados a la producción que facilitan en un lapso que excede en
mucho el transcurso del ejercicio anual en que se adquieren.
Contra su saldo va actuando el crecimiento de la cuenta “Amortizaciones”, a medida que su
vida contable va avanzando, hasta lograr su total extinción. Integran los bienes de uso de
una empresa industrial los rubros: Terrenos, Edificios, Maquinarias, Equipos, Accesorios,
Fuerza Motriz, Muebles, Enseres y Vehículos.
Es necesario analizar las erogaciones realizadas con los bienes de uso para determinar cuáles
serán directa e inmediatamente recuperadas, por la producción y qué porción debe diferirse,
es decir, capitalizarse.
Las primeras son costos que contribuyen a mantener los bienes de uso en buen estado de
funcionamiento, sin elevar sus eventuales capacidades productivas ni prolongar su vida útil.
Son absorbidas por el costo de la producción de un mes. Las segundas se activan, con la
condición de que prolonguen la vida útil de los bienes o incrementen su capacidad productiva
horaria.
4. Clasificación de los Costos:
• Según los períodos de contabilidad.
• Según la función que desempeñen.
• Según su naturaleza.
• Según sea su forma de imputación a las unidades de producto.
• Según su tipo de variabilidad.
Forma de
Periodos de Función que Naturaleza imputación a Tipos de
Contabilidad desempeñan las u de prod. Variab.
1. Costos ctes. 1. Sector Ind. 1. Materiales 1. Directos 1. Variab.
(f. motriz, jor 1.centro prod: M. prima R M. prima
nales, suel- -ctro cost. A M. prima S Jornales 2. Fijos
dos, etc.). – “ cost.B M. prima T Regalías
3.Semifij.
2. Costos prev. 2.ctro de serv. 2. Jornales 2. Indirectos
(cargas soc. *Directos: F. motriz
periódicas). Mantenim, 3.Carg. Fab. Lubricantes
usina, cal- F.motriz, lubri Depreciac.
3. Costos difer. dera. Cantes, de- Seguros
(seguros, alq, *Indirectos: prec, seguros
costos de inic, Almacenes sueldos, car-
depreciación) de mat, labo- gas sociales
torio, Adm.
2. Sector com.

3. Sector fin.
Clasificación según los períodos de contabilidad:
Tiene en cuenta el “principio de lo devengado”. Es sabido que ese principio se aplica en la
contabilidad general con dos propósitos;
– Que cada ejercicio soporte los costos o se beneficie con los ingresos que le corresponden.
– Que los estados contables de cierre, contemplen compromisos ciertos o eventuales que
reducen el patrimonio neto (provisiones o previsiones, por ejemplo) o que reflejen,
incorporando al activo (aumentando por consiguiente el patrimonio neto), aquellos costos
que favorecen los ejercicios futuros (bienes intangibles).
El propósito de la clasificación según los períodos de contabilidad es el de adjudicar a la
producción de un mes los costos que exige, sin cometer omisiones o exageraciones y sin
prestar consideración alguna al momento en que se cancelen los compromisos con terceros.
De acuerdo con los períodos de relevamiento los costos se clasifican en:
• Corrientes: son aquellos en que se incurre durante el ciclo de producción al cual se asignan.
Dado que su absorción es inmediata no crean ningún problema de imputación. Ejemplo:
jornales, sueldos, fuerza motriz, etcétera.
• Previstos: se caracterizan por incorporarse a los costos con anticipación al momento que
efectivamente se realiza el pago. Se insertan en este grupo las provisiones o previsiones con
cargo a la cuenta “Producción en Proceso”, “Departamento de Servicios” y “Gastos de
Comercialización”. Son ejemplos: sueldo anual complementario, vacaciones obreras, feriados
pagos, despido – y sus correspondientes cargas derivadas -, inactividad por accidentes y
previsión ley 11.729. Dado que las cargas sociales incluidas en esta subcuentas antes
mencionadas, consideradas como tales, se las denomina “cargas sociales periódicas”.
• Diferidos: Bajo este título se engloban los rubros de aplicación diferida a los costos. Las
erogaciones se efectúan, por tanto, antes de esa aplicación. Esta división ampara los costos
abonados por adelantado; los costos de iniciación; los de desarrollo, estudio e investigación
y en un sentido amplio los desembolsos de capital.
Mientras que los costos corrientes exigen erogaciones que suelen ser inmediatas, los
restantes no implican una salida de dinero instantánea. Puede ocurrir que ya haya sido
realizada o se efectúe en un futuro próximo o lejano. Por eso las empresas donde predominan
los costos corrientes disponen de más facilidad para tomar decisiones rápidas que las que
soportan una pesada carga de rubros diferidos.
Clasificación según la función que desempeñen:
Una manufactura consta de tres grandes segmentos: industrial, comercial y financiero. La
función financiera reúne “todas aquellas actividades encaminadas a proveer a un negocio del
capital necesario para el desenvolvimiento de sus funciones”. Otras opiniones agregan a los
tres citados un cuarto grupo: Administración.
En un segundo grado de clasificación cada uno de esos grupos continúa desglosándose.
El ámbito industrial se subdivide en centros productores y de servicios. Los productores
elaboran los artículos destinados a la venta. A los centros de servicios y su división en directos
e indirectos se habló en puntos anteriores. Los primeros se asignan con precisión a los
sectores servidos. Los segundos hay que volcarlos a las áreas favorecidas en virtud de las
bases que se estudian más adelante.
Origen imputación inexacta Unidad Planta no

del costo de producto “centrolizada”


Origen imp inexacta imp. imprec Unidad Planta
del costo ctro. fabril de producto “centrolizada”
Orig. imp exacta imp. imprec. Imp. imprec Unidad Planta

del costo ctro. serv. indir. Ctro fabril de producto “centrolizada”


El desmenuzamiento de las cuentas “Producción en Proceso” y “Departamentos de Servicios”
en centro de costos constituye el paso previo a la implantación de un sistema que permita
alcanzar los tres propósitos citados al inicio de este tema.
No es factible imputar con absoluta corrección a cada unidad de producto o a cada orden de
trabajo los costos de depreciación, seguros, papelería, sueldos de supervisión, etcétera, hay
que adjudicarlos en forma aproximada. La división de la fábrica en centros beneficia esa
aproximación.
En el cuadro se aprecia cómo la centrolización (neologismo más apropiado que la
departamentalización) mejora la precisión de los costos de producción en una industria que
elabora diversidad de bienes.
Descartando la división en centros, el monto mensual de cargas fabriles tendría que aplicarse
arbitrariamente a cada artículo manufacturado en la planta en ese lapso. Como esas unidades
suelen ser disímiles en su contextura, requieren tiempos de elaboración distintos y están
sometidas a procesos realizados en equipos diferentes, el margen de error en que se incurriría
sería apreciable. “Centrolizando”, en cambio, la parte del trayecto comprendida entre el
“origen del costo” y su lugar de destino se cubre con exactitud. Cuanto más fraccionada se
halla una planta, más fácil resulta controlarla.
Hay distintos tipos de centrolización para diferentes empresas;
• Centrolización contable total: es el caso de la mediana o gran industria donde los procesos
son continuos.
Secc. A B
de Serv
Sector
Comerc. C D
El rectángulo representa a la empresa, constituida por cuatro centros productores – A, B, C
y D – varias secciones de servicios y el sector comercial. Cada una de las áreas fabriles,
integradas por grupos de máquinas homogéneas, opera como una subempresa y tiene un
responsable a su frente.
Mensualmente se debita a cada centro la mano de obra y las cargas fabriles. El ingreso de la
producción terminada al almacén respectivo, obliga a computar las unidades despachadas.
Ese riguroso control de la producción de cada área permite conocer las variaciones en
estándares del rubro “materias primas” por centro, y detectar los motivos que las originaron.
• Centrolización de la mano de obra directa y de las cargas fabriles, materia prima sin
centrolizar. Proceso de secuencia ininterrumpida: es propio de empresas pequeñas que
desean obviar la mayor tarea administrativa que requiere el método anterior. Cada centro
deja de ser una subempresa, dado que sólo se le imputa la mano de obra directa y las cargas
fabriles. La materia prima entregada por los almacenes a fábrica no se debita al área
receptora, sino que se cancela contra una o más subcuentas de “Producción en Proceso”.
Secc. A B
de Serv
Sector
Comerc. C D
• Centrolización de la mano de obra directa y de las cargas fabriles, materia prima sin
centrolizar. Proceso de secuencia alternada: las fábricas de envases de papel o cartón, las
imprentas de cierta importancia, algunos talleres metalúrgicos, etcétera, se distinguen por
operar en virtud de órdenes especiales de clientes. Ello los obliga a disponer de una variedad
de equipos para poder satisfacer aquellos requerimientos, vista la heterogeneidad de trabajos
que deben realizar.

Secc. 1 3 12 16
de serv.
5 2 10 9
Sector
Comerc. 7 4 6
11
No siguen circuitos uniformes, sino que entrecruzan máquinas (éstas, por lo general, tienen
costos horarios de operación muy diferentes entre sí). Todas esas características fuerzan a
considerar a cada máquina o a un grupo de máquinas iguales como un centro de costos. La
diagramación de la cuenta “Producción en Proceso” es similar a la analizada en el caso
anterior.
El costo de conversión se agrega al valor de cada trabajo a medida que se va desarrollando.
El gráfico anterior distingue las distintas máquinas que integran la fábrica. El costo de operar
el sistema suele ser alto por la cantidad de centros que es necesario crear en pos de una
mayor precisión en la asignación de las cargas fabriles a las órdenes de trabajo.
• Centrolización teórica: en apariencia el gráfico es similar al anterior. Es aplicable tanto en
fábricas con procesos de secuencia ininterrumpida como alternada. Su ámbito es la pequeña
industria que elabora varias líneas de productos.
En una planta de reducidas dimensiones con esa característica no se justifica el costo
administrativo que demanda conocer lo gastado por cada centro. Se acude entonces a
desglosar la cuenta “Producción en Proceso” sólo por la naturaleza de las erogaciones –
materia prima, mano de obra directa, fuerza motriz, depreciación, etc.- en el mismo mayor
general.
• Empresas monoproductoras: es propio de los establecimientos que elaboran un solo artículo
o varios si todos siguen idéntico proceso industrial.
Secc.
de serv. Producción en

Sector Proceso
Comercial
Al igual que la anterior, esta alternativa requiere desglosar la cuenta “Producción en
Procesa” por naturaleza en el mismo mayor general. Sin esta división sería imposible detectar
en qué rubros se originan las variaciones y resulta difícil analizar el comportamiento que tiene
cada factor de costos ante oscilaciones en el nivel de actividad.
La clasificación funcional en los centros de servicios indirectos: el costo mensual del área
fabril, más la porción de las cuentas de servicios que afecta a la operación, integran el valor
global de la producción. Este importe, dividido por las unidades manufacturadas en el
período, permite conocer el costo unitario de la fabricación. Pero es difícil que este caso se
dé en la práctica. Por lo general ls plantas producen una variedad de bienes sujetos a distintos
procesos y que tienen pocas características comunes entre sí.
La necesidad de lograr costos más exactos y de instituir mejores controles que ayuden a
detectar más fácilmente las anormalidades obligan a crear los centros fabriles. Esta división
de la planta exige el prorrateo de esa serie de costos comunes que engloban los servicios
indirectos.
La imputación del sueldo de un empleado de la sección Costos, por ejemplo, tendría que
desmenuzarse entre los sectors a los cuales dedica su esfuerzo. Sería imperioso realizar igual
tarea con los costos de edificios, con los sueldos de los gerentes, con el consumo de luz
eléctrica, con los artículos de papelería, etcétera.
Toda esta impractible labor se evita debitando esos conceptos a las respectivas cuentas que
agrupan tales costos con sentido de función, y volcando sus importes mensuales entre los
restantes centros una vez por mes.
Clasificación según la naturaleza de los costos:
Es complementaria de la agrupación funcional y permite conocer la clase de asignación
imputada a cada centro. Este conocimiento brinda una eficaz ayuda para:
– Presupuestar las cargas de cada área productora (indispensable en costos
predeterminados).
– Seleccionar la base de distribución de las secciones de servicios indirectas más adecuada.
– Elegir racionalmente, en cada centro productor, el módulo de aplicación de las cargas
fabriles a los productos más precisos.
– Facilitar la medición de la eficiencia operativa: la división funcional de la empresa, se
señalo, ayuda a localizar más rápida y fácilmente las filtraciones y anormalidades.
– Separar los costos según su tipo de variabilidad y su forma de imputación a las unidades
de producto.
Materia prima desglosada por naturaleza: En algunos centros una subcuenta se considera
suficiente para agrupar los distintos tipos de materiales (Productos Químicos). En otros, en
cambio, se juzgó prudente habilitar varias, cada una de las cuales ampara uno o más
materiales. Las subcuentas 1 y 2 de Hilandería (ejemplo de J. C. Vázquez) mostrarán
mensualmente el cargo por un solo tipo de material en cada una (algodón calidades X y Z).
La subcuenta 5 (Materiales de Empaque) de Tejeduría, al contrario reúne una serie de
elementos que se usan para tal fin (papel, envases de cartón, hilos, etiquetas, etcétera),
dado que el reducido monto de consumo mensual no justifica la tarea administrativa de
registrarlos por separado.
Cargas fabriles desglosadas por naturaleza: las subcuentas Impuesto sobre Consumo de
Fibra, Regalías, Almacenamiento, Retratamiento, Transporte y Vapor, son rubros asignables
con precisión a las unidades de producto.
Las cargas fabriles se dividen en tres subcuentas; Cargas Fabriles Variables, Cargas
Fabriles Fijas y Cargas Fabriles Semifijas. Una sola no sería ilustrativa como para poder
analizar en profundidad la influencia que ejercen sobre los resultados las oscilaciones en el
volumen de producción.
Mano de obra desglosada por naturaleza: el concepto “mano de obra” es de por sí una
erogación catalogada por naturaleza. Su división en directa e indirecta, en cambio, responde
a la clasificación según su forma de imputación a los productos.
Clasificación según la forma de imputación a las unidades de producto:
Es la menos significativa de las clasificaciones y consiste en individualizar los costos directos
e indirectos. El adjetivo “directo” indica su relación con una unidad de producto. En virtud
de ello se denomina “costo directo” al rubro cuya incidencia monetaria en un artículo o en
una orden de trabajo puede establecerse con precisión.
“Costo indirecto”, en cambio, es aquel de naturaleza general que, por tanto, hay que
adjudicar a cada unidad fabricada en forma aproximada.
Convertir estos elementos en directos no es, pues, una tarea imposible. Ellos también pueden
ser mensurados, pero resultaría antieconómico hacerlo porque el esfuerzo que demandaría
esa medición podría ser mayor que la influencia que tiene el material tasado en el costo
unitario del bien afectado.
La cola empleada en una fábrica de muebles es un ejemplo típico de material indirecto.
Conocer la cantidad exacta que se utiliza en cada orden requeriría un costo tal vez mayor
que el material bajo control, dado que habría que pesar el recipiente que la contiene al
comenzar y finalizar cada trabajo obteniendo, por diferencia los gramos consumidos.
Suele considerarse directa la labor que transforma la materia prima en producto terminado
e indirecta la retribución de los operarios que contribuyen con su esfuerzo a que el trabajador
directo realice una tarea más eficaz y productiva.
Empero, es más correcto basar la clasificación en la facilidad o imposibilidad de imputar con
exactitud ese elemento al artículo.
En materia de cargas fabriles la aplicación al costo unitario del producto en forma directa es
algo que sólo puede lograrse en muy contados casos. Por ejemplo hay enorme diferencia
entre la cuestión de imputar al costo de una unidad producida las cargas sociales derivadas
de la mano de obra directa empleada en su elaboración, o los cargos de reparaciones del
equipo utilizado. En el primer caso es posible medir con exactitud y facilidad la porción
afectada a cada unidad puesto que se trata de una unidad conocida. En el segundo caso, en
cambio, determinar con rigurosidad la parte del cargo que debe integrar el costo unitario ya
no es tan sencillo ni accesible. Es que se trata de un rubro cuyo monto total, al cabo de un
mes, es aleatorio, aparte de que su incidencia en cada unidad dependerá de la cantidad
producida en dicho mes.
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