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ARTIGO ARTICLE 1271

Las representaciones del padecer


en ancianos con enfermedades crónicas.
Un estudio en la Ciudad de México

Representations of illness among


the elderly in Mexico City

Roberto Campos-Navarro 1
Diana Torrez 2
Elia Nora Arganis-Juárez 1

1 Departamento de Historia Abstract To examine the principle sociocultural characteristics of the illness experience in a
y Filosofía de la Medicina,
group of senior citizens diagnosed with hypertension, diabetes, and arthritis, a total of 50 sub-
Facultad de Medicina,
Universidad Nacional jects over 60 years old were selected to answer an open-ended questionnaire. Using intentional
Autónoma de México. Brasil non-probabilistic sampling, 25% of the sample were randomly selected, and semi-structured in-
33, Col. Centro, C. P. 0620,
terviews were conducted. All individuals in the study are covered by social security institutions
México D.F., México.
rcampos@servidor.unam.mx and receive medical care at a clinic located in southeastern Mexico City. Explanations for an-
2 Universidad del Norte tecedents, causes, symptoms, and treatment of the illness relate to the individual social context.
de Texas. P. O. Box 305010.
Although these seniors provided folk explanations for the causes of their illnesses, they treat
907 W. Sycamore, Denton, TX
76201, U. S. A. themselves with a combination of biomedical and herbal resources. The authors conclude that it
is necessary to analyze how the elderly live with chronic illness in order to propose effective mea-
sures to improve their quality of life and provision of health care services.
Key words Aged; Chronic Disease; Aging Health

Resumen Para señalar las principales características socioculturales del padecer de un grupo
de ancianos que sufren hipertensión, diabetes y artritis, fueron elegidas 50 personas mayores de
60 años, pacientes de una unidad de medicina familiar ubicada al sureste de la Ciudad de Méxi-
co. Se les aplicó un cuestionario domiciliario y de observación de sus condiciones de vida, con un
muestreo por conveniencia no probabilística, y se eligió una muestra del 25%, para posterior-
mente realizarles entrevistas semiestructuradas. Encontramos que las explicaciones sobre los an-
tecedentes, causas, síntomas y tratamientos del padecimiento están relacionadas con el contexto
social en que vive cada uno de los enfermos, donde, a la vez que se mantienen explicaciones po-
pulares sobre la causalidad, se establecen prácticas de atención que combinan los tratamientos
biomédicos con la herbolaria medicinal. Concluimos que analizar las representaciones de los
ancianos con enfermedades crónicas nos permite proponer una serie de acciones para mejorar
su calidad de vida y los servicios de atención a la salud dirigidos a ellos.
Palabras clave Ancianos; Enfermedad Crónica; Salud del Anciano

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Introducción tos estados devaluados socialmente, incluyen-


do (pero no limitándolo) a la enfermedad; por
En México, el mejoramiento en las condiciones último, “sickness” es utilizada para designar un
generales de vida y el acceso a los servicios de término general que comprende las dos dimen-
salud han provocado el descenso en las tasas siones anteriores, es decir, la enfermedad y el
de mortalidad por enfermedades infecciosas y padecimiento (Kleinman, 1980, 1988).
el ascenso de las enfermedades crónicas como Otros autores proponen una redefinición del
las principales causas de muerte. Los datos es- concepto sickness, considerándolo como el pro-
tadísticos muestran que se presentan con ma- ceso por el cual a los signos conductuales y bio-
yor frecuencia en las personas de más de 60 lógicos originados por la enfermedad se les dan
años (SSA, 1994 a, 1994b). significados socialmente reconocidos (Young,
Las enfermedades crónicas son vividas y 1982).
reinterpretadas por los individuos que las su- Jean Benoist considera que sickness permi-
fren convirtiéndose en padecimientos (“ill- te dar cuenta de las condiciones sociales e his-
ness”), como señala Fitzpatrick (1990:38): “hoy tóricas de elaboración de las representaciones
día, las enfermedades crónicas son el mayor sociales del enfermo y de las del médico, cual-
problema de salud que enfrenta la medicina, quiera que sea la sociedad involucrada. De este
más largos periodos en que el individuo convive modo se lo utiliza para designar el proceso de so-
con su enfermedad significan también más cialización de disease e illness (Laplantine, 1999).
tiempo en que puede reinterpretar la significa- Por otra parte, Kleinman y colaboradores
ción de sus síntomas y de su tratamiento”. plantean que las redes semánticas del padeci-
En los ancianos, el padecer de las enferme- miento están relacionadas a los sistemas de co-
dades crónicas se suma al proceso mismo de nocimiento médico a través de los denomina-
envejecimiento y a la situación social en que dos “explanatory models of illness” (modelos ex-
viven. El retiro del mercado de trabajo o la ju- plicativos del padecimiento), que constituyen
bilación son acontecimientos que marcan de el conjunto de creencias que incluyen todos o
manera importante esta etapa de la vida, ya algunos de estos cinco puntos: (a) la etiología,
que los individuos experimentan una redefini- (b) el conjunto de síntomas, (c) la fisiopatolo-
ción de sus papeles sociales y porque ven dis- gía, (d) el curso de la enfermedad (en cuanto a
minuir sus recursos económicos (García, 1998). severidad y tipo de rol del enfermo) y (e) el tra-
Hombres y mujeres mayores de 60 años, con tamiento. De este modo, se identifican tres mo-
limitaciones financieras, a veces no sólo en- delos básicos: el profesional, el popular – que
frentan una enfermedad sino varias, pues sue- incluye a la familia y a la comunidad – y el folk,
len surgir las complicaciones y otros malesta- refiriéndose a los curadores no profesionales
res relacionados que, al ser crónicos y degene- (Kleinman et al., 1978).
rativos, van a ocasionar una mayor incapaci- El modelo explicativo del padecimiento sur-
dad y una creciente invalidez. Por si fuera po- gió en la literatura de las ciencias sociales y de
co, los recursos que brinda la biomedicina no la salud. Se basa en la premisa de la construc-
los cura, pues únicamente pueden ofrecer cier- ción social de la realidad. Utiliza una aproxi-
to alivio, así como un relativo e inestable con- mación interactiva, que enfatiza las variacio-
trol físico y conductual (Devillard et al., 1991). nes entre los modelos que construyen por un
De esta manera, el padecimiento se consti- lado los pacientes y, por el otro, los médicos.
tuye en uno de los eventos más significativos Los modelos explicativos, las nociones acerca
en la vida de los ancianos que lo sufren. Es una de la enfermedad y su tratamiento son mane-
experiencia que no puede ser evitada, sino que jados por curadores y pacientes en todos los
es vivida como un todo. La enfermedad y la vi- sistemas de salud. Ofrecen explicaciones de las
da se convierten en una experiencia unificada enfermedades y de los tratamientos, guían las
(Kleinman et al., 1992). elecciones acerca de terapias y terapeutas dis-
Desde una perspectiva teórica, en la antro- ponibles y dan significado social a la experien-
pología médica norteamericana se reconocen cia de la enfermedad. Estos modelos manejan
tres dimensiones de la enfermedad: “disease” sistemas de creencias acerca de la enfermedad
(o enfermedad propiamente dicha) se refiere a y del cuidado de la salud. El modelo explicativo
la anormalidad en la estructura y función del es una respuesta a un episodio específico de en-
órgano o sistema de órganos. Se trata de estados fermedad crónica o aguda y no es estático, pues
patológicos reconocidos en el campo de la bio- refleja las creencias manejadas en un tiempo y
medicina y que pueden o no ser culturalmente un espacio particular.
reconocidos; “illness” (padecimiento) corres- Los paradigmas de padecimiento maneja-
ponde a las percepciones y experiencias de cier- dos por los pacientes son diferentes de los pa-

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radigmas médicos de la enfermedad. El estu- un determinado habitus o “sistema de esque-


dio de los modelos explicativos indica como mas generadores de prácticas…” (Bourdieu,
los pacientes entienden episodios dados de en- 1991:156).
fermedad y como ellos escogen y evalúan los Debido a la heterogeneidad cultural y a la
tratamientos particulares. La variación en los estratificación social, se expresan diversos mo-
modelos del médico y del paciente reflejan en- delos explicativos para los padecimientos que
tendimientos o diferencias culturales subya- generan prácticas delimitadas por los habitus
centes. Puede haber afinidades y conflictos en- del grupo social en el que se encuentran inscri-
tre médicos y pacientes, de allí que sea necesa- tos, si bien la atención biomédica que utilizan
rio analizar cuáles son las explicaciones sobre los ancianos en las zonas urbanas constituye la
la enfermedad que cada uno maneja. práctica más relevante, los tratamientos alter-
En México, desde la década de los setentas, nativos deben también ser considerados (Cam-
Martínez-Cortés, médico clínico, estableció pos-Navarro et al., 2001).
conceptos alrededor de la relación médico-pa-
ciente y propuso el término “padecer médico”
para señalar las anormalidades y malestares de Material y métodos
carácter psíquico y sociocultural que el enfer-
mo vive como consecuencia de su enfermedad Este trabajo es una exploración inicial de un
(Martínez-Cortés, 1983). Varios trabajos en el proyecto de mayor alcance, en el cual preten-
occidente de México, particularmente en Gua- demos estudiar la manera concreta del pade-
dalajara, al analizar la experiencia del padeci- cer (illness) que tiene una población de ancia-
miento crónico, encontraron que una mayoría nos con enfermedades crónicas. Para ello, se
significativa de los enfermos que acuden a los realizó una investigación cualitativa con pa-
servicios de salud no están controlados, y sólo cientes de la Unidad Médica Familiar (UMF)
un número reducido cumple con las indicacio- #160 del Instituto Mexicano del Seguro Social
nes médicas (Mercado, 1998). Dichas circuns- (IMSS). Esta clínica, ubicada en el sureste de la
tancias se asociaron con las fuentes de apoyo Ciudad de México, contaba en 1999 con un re-
disponibles en su grupo doméstico, y el cum- gistro computarizado de sus 84.600 pacientes.
plimiento varió de acuerdo al grupo social es- De ellos se localizaron 6.108 expedientes de
pecífico y al género (Robles & Mercado, 1993). ancianos que padecían alguna enfermedad
Además, fueron identificados los miembros del crónico degenerativa. El 51% sufría hiperten-
grupo doméstico que brindan auxilio al enfer- sión arterial, 30%, diabetes mellitus tipo 2 y
mo y las actividades realizadas alrededor del 11%, una alteración osteoarticular. Se eligió
cumplimiento del tratamiento (Robles et al., por azar el 10% del total y, después de una revi-
1995; Robles & Moreno, 1996). sión de los expedientes, se eligió a un grupo de
Publicaciones recientes de estos investiga- 50 personas de 60 años y más, de los cuales 35
dores muestran la percepción de los sujetos so- eran mujeres y 15 hombres. Se les aplicó una
bre la progresión de su padecimiento y las res- encuesta domiciliaria con 85 preguntas abier-
puestas emprendidas para enfrentarla; recono- tas y cerradas, que indagaban sobre los antece-
cen el papel activo que juega el sujeto en la dentes de su padecer, la causalidad atribuida,
percepción y en el manejo de su padecimiento, los signos y síntomas, las complicaciones sufri-
e incorporan la dimensión temporal en el aná- das y los tratamientos utilizados. Todo ello se
lisis de la enfermedad o del padecimiento (Mer- acompañó con la observación de sus condicio-
cado et al., 1998, 1999). nes de vida. Posteriormente, se eligió por mues-
Desde otra orientación, al manifestarse el treo intencional no probabilístico a un peque-
padecimiento, las personas organizan sus prác- ño grupo del 25% de los informantes, a los cua-
ticas de atención de acuerdo a las condiciones les se les realizó una serie de entrevistas en
de los diferentes tipos de capital que posean: profundidad para que nos brindaran los datos
económico, cultural y social. Estos capitales in- necesarios para entender su padecer.
fluirán en los recursos disponibles que son sus- Criterios de inclusión: ser derechohabiente
ceptibles de ser utilizados consciente o incons- del IMSS mayor de 60 años, registrado en la
cientemente por los diferentes conjuntos so- UMF 160, con enfermedad crónica degenera-
ciales, a modo de instrumento para organizar tiva (hipertensión arterial, diabetes mellitus ti-
sus acciones y dar respuesta a una situación po II y/o artritis), que aceptara participar en el
determinada en su práctica social (Bourdieu, estudio.
1979). Criterios de exclusión: no pertenecer al IMSS,
En este sentido, el capital sociocultural exis- menor de 60 años, sin enfermedad crónica de-
tirá en relación directa con la conformación de generativa y que no accediera a ser entrevistado.

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Criterios de eliminación: cuando el derecho- Resultados


habiente seleccionado no se encontrara en el
domicilio registrado por la unidad médica. Los En las siguientes líneas se presentarán, en for-
resultados mostraron la situación diferencial ma sintética, los resultados sobresalientes ob-
en que viven y padecen su enfermedad hom- tenidos en las encuestas y entrevistas, agru-
bres y mujeres ancianos, cuyos datos expon- pándolos en cinco secciones temáticas: los an-
dremos a continuación. tecedentes personales, la causalidad, las ideas
Características generales de la población se- sobre la enfermedad, los tratamientos utiliza-
leccionada. La población se ubica entre los 60 y dos y el apoyo social.
75 años de edad, tiene una escolaridad de pri-
maria y primaria incompleta aunque el 28% de Los antecedente personales
las mujeres es analfabeta. El 64% de ellos son
migrantes de estados del centro y sur de la Re- Aunque el padecer de las enfermedades cróni-
pública Mexicana. cas se inicia en la edad adulta, algunos ancia-
Casi todos los hombres entrevistados reci- nos enfermos de hipertensión, diabetes y artri-
ben sus pensiones como resultado del benefi- tis ubican sus antecedentes en las primeras
cio directo que se obtiene por su vínculo al tra- etapas de su vida, narran historias de pobreza
bajo y de sus aportes a la seguridad social; en- y trabajo duro, que para ellos son los causantes
contramos un pequeño porcentaje del 4% que iniciales de su enfermedad.
estaba asegurado por sus hijos y que trabajaba Martha explica: “Esta enfermedad (la hiper-
de manera independiente en oficios diversos. tensión) es resultado de que empecé a trabajar
Si bien para la población afiliada al IMSS el desde muy chica, recuerdo que tenía seis años
tener una pensión implica gozar de recursos cuando me llevaban a una fonda de las cuatro
económicos propios que les permitan dispo- de la mañana a las 11 de la noche, allí barría la
ner, mantener o adquirir cierto nivel de inde- banqueta y lavaba los trastos, hacia los manda-
pendencia respecto a otros miembros del ho- dos hasta que me iban a buscar en la noche, ga-
gar, encontramos que, debido a las condicio- naba 25 centavos mensuales. Más adelante me
nes laborales imperantes en nuestro país, el casé y mi situación no cambió mucho, mi espo-
número de mujeres jubiladas o pensionadas es so tampoco sabía leer ni escribir, trabajaba mu-
menor que el de los hombres. Las mujeres asis- cho, rentaba tierras y sembraba a medias pero
ten con frecuencia a los servicios de salud, pe- había veces que no sacaba nada. Al ver que no
ro la mayoría de ellas acceden como un benefi- mejorábamos, nos venimos a México”.
cio transferido de hijos a padres o por su con- Los enfermos que son originarios de otros
dición de esposas y/o concubinas del trabaja- estados de la República señalan como la bús-
dor. Actualmente son amas de casa, aunque al- queda de mejores condiciones de vida los im-
gunas señalan haber trabajado en algún mo- pulsó a trasladarse a la Ciudad de México, aun-
mento de su vida; a pesar de su enfermedad, las que algunos llegaron desde la infancia y otros
mujeres realizan sus actividades domésticas ya adultos e incluso casados, destacan el hecho
cotidianas y dedican parte de su tiempo a cui- de que tuvieron diversos trabajos y lugares de
dar a los nietos, apoyando a sus hijas y nueras. residencia antes de ubicarse en su domicilio
El nivel socioeconómico es bajo, el prome- actual, ya que la mayor parte de las colonias
dio de ingreso familiar es de uno a dos salarios donde viven son relativamente recientes (12 a
mínimos (100 a 150 dólares mensuales). Cuen- 20 años).
tan con vivienda propia, y los servicios urba- Así nos dice Ruth: “Soy de Puebla, pero
nos varían de acuerdo a la colonia en que están cuando me casé me fui a vivir a Orizaba (Vera-
ubicadas. cruz); en ese tiempo mis hijos estaban chicos,
Las enfermedades crónico-degenerativas después, como no había trabajo, nos venimos a
tienen diversas repercusiones, según la com- México, llegamos de paracaidistas (personas
posición del grupo doméstico: número de inte- que llegan a ocupar terrenos baldíos de mane-
grantes, edad, miembros que trabajan, etc., por ra ilegal)”.
lo que encontramos hombres y mujeres a las Jorge señala: “No terminé la primaria, es
que la enfermedad ha ocasionado mínimas que antes me dedicaba al campo, un tiempo tu-
molestias, mientras que otros enfermos presen- ve seguro, pues trabajaba en una laminadora
tan múltiples complicaciones que les impiden (actualmente está asegurado como padre del
desenvolverse en su vida cotidiana. trabajador), también trabajé en el Departamen-
to (denominación del gobierno del Distrito Fe-
deral), antes vivíamos en la colonia Anáhuac,
pero nos pidieron la casa, entonces me movilicé

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y pude conseguir esta casita, cuando llegamos a contestó: ya vez que hay gente mala. Me fui en-
vivir aquí, hace 12 años, estaba muy feo pero tonces a ver la luz que se veía como si alguien
ahora se ha compuesto”. llevara una lámpara, me acercaba y se oía un
ruido de la luz que se alejaba, entonces me di
La causalidad cuenta de que no era un vivo el que estaba allí”.
Julieta explicaba: “fui a ver a mi hija que vi-
Aunque el 10% de los enfermos dice no saber la ve en Cancún y me impresioné mucho por el hu-
causa de su enfermedad, dentro de las entre- racán Gilberto”. Mientras la señora Trinidad
vistas surgieron ciertas causas que podemos decía: “empecé con la diabetes hace veintitan-
agrupar de acuerdo al padecimiento y al géne- tos años, ya ni me acuerdo, a la muerte de mi
ro. Encontramos que, si bien se aceptan las ex- mamá empece a bajar de peso, la ropa me na-
plicaciones biomédicas de la herencia, ciertos daba, pero además empecé a tener mucha sed
eventos dentro de la historia personal del pa- en las noches y mareos”.
ciente se convierten en las causas desencade- La hipertensión arterial también se asocia a
nantes de su enfermedad. En este sentido, po- sustos, preocupaciones y corajes, aunque apa-
demos ver que el elemento fundamental para recen algunas situaciones como la herencia, fa-
las explicaciones de su padecer son sus relacio- tiga por el ejercicio físico, una dieta para bajar
nes sociales. de peso o la reuma biliosa.
Mientras para los hombres el origen de sus Martina dice: “todo empezó cuando me pu-
problemas de salud se encuentra vinculado se a dieta para bajar de peso, me recetaron unas
frecuentemente con accidentes o con aconte- pastillas que quitaban el hambre, pero, desde
cimientos imprevistos en su trabajo, las muje- que me las empece a tomar, aunque bajé de pe-
res interpretan las causas de su enfermedad en so, no me sentía bien, no me daba hambre y sólo
sus relaciones familiares, los problemas emo- comía lo de la dieta, no me di cuenta de que es-
cionales: corajes, preocupaciones, impresiones taba enferma sino hasta que fui al médico”.
se consideran como causas de su enfermedad. Gerardo recuerda los inicios de su enferme-
Marina, por ejemplo, dice: “me enfermé por un dad: “me enfermé por el temblor del 85, trabaja-
fuerte coraje que hice con mi esposo, de eso me ba en una imprenta del centro y empezábamos
puse mal”. En cambio, Alberto, que padece el temprano, tenía problemas de presión, pero fue
mismo mal, considera: “antes manejaba un ca- hasta el temblor que se me subió, aunque en la
mión y tuve varios sustos en la carretera, creo imprenta no pasó nada, si me asusté cuando salí
que eso es lo que ocasionó mi enfermedad”. de allí y empecé a ver todos los edificios caídos”.
La diabetes mellitus se asoció significativa- Lupe considera que su enfermedad es re-
mente a los sustos, los hombres señalan como, sultado de una alegría: “me enfermé el día que
por razones de su trabajo, se ven enfrentados a me casé por la iglesia con mi esposo, después de
hechos violentos o accidentes que los llevaron vivir más de quince años en unión libre”.
a enfermarse; mientras que las mujeres desta- La artritis se asocia a elementos de la con-
caron sobre todo situaciones emocionales: el cepción de frío y caliente. Estar en una situa-
coraje, el sufrimiento, las preocupaciones y los ción caliente: después del parto o al planchar y
problemas familiares, en un solo caso se consi- exponerse al frío y a la humedad puede ocasio-
deró la alegría excesiva al celebrarse el matri- nar la enfermedad.
monio por la iglesia, después de muchos años Anita relata las circunstancias que ocasio-
de vivir con su pareja. naron su artritis: “mi enfermedad empezó con
Nos cuenta Salvador: “trabajaba en una mi último parto, me había atendido en particu-
cantina y a eso de las dos de la mañana llega- lar, pero en el último, en la 43 (una clínica de
ron unos hombres pistola en mano y nos asalta- especialidades del IMSS), me mandaron a La
ron, salí corriendo de allí y me dieron de bala- Raza (hospital de especialidades), allí tuve a mi
zos, todavía tengo huellas en una pierna de una hijo a las ocho de la mañana y, a las nueve, las
esquirla de bala que se me enterró, los médicos enfermeras me dijeron que me bañara, yo le dije
no me la quitaron porque me dijeron que era al doctor y él me dijo que dijera que tenía gripa,
muy pequeña y me harían más daño si me la pero aún así me hicieron bañarme, pero ya no
quitaran”. había agua caliente sino fría, desde entonces es-
Néstor relata: “me dio diabetes porque estoy toy mal”.
muy espantado, todo empezó hace más de 30 Rosa expresa ideas similares: “creo que me
años, vivía en el rancho con mi esposa, entonces enfermé porque antes lavaba y planchaba, la
una noche se veía una luz y mi esposa me dijo: frialdad se me metió en los huesos”.
viejo te quieren matar; entonces le dije: ¿Por qué
me habían de querer matar?, entonces ella me

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Las ideas sobre la enfermedad Dice José: “el médico me dijo que si un médico
de veras descubriera como curar la diabetes se
Los personas han recibido las explicaciones haría millonario y le darían el premio Nobel”.
médicas sobre sus enfermedades, sin embargo, Aún cuando algunos de ellos señalan la posibi-
encontramos que no existe una idea clara de lidad de que pueda descubrirse una cura, seña-
cómo estas enfermedades actúan. Así, relacio- lan que, por su edad, a lo mejor ya no les toca
nan a la diabetes con el azúcar en la sangre y la la curación.
falta de insulina, la diabetes todo lo destruye, es
una enfermedad horrible. La hipertensión arte- El apoyo social
rial la consideran como que: el corazón late
muy fuerte, la sangre corre muy rápido. Mien- Hombres y mujeres cuentan con el apoyo de
tras que en la artritis se hacen bolas en las arti- sus parejas, los que están viudos, aproximada-
culaciones, los dedos se enchuecan. mente un 30% de la muestra, viven con sus hi-
Los síntomas que describen las personas se jos, sin embargo, encontramos mujeres que vi-
ajustan a los cuadros clínicos de cada enferme- ven solas, pero reciben ayuda de algún tipo.
dad, aunque consideran que las molestias se Las mujeres señalan haber tenido muchos hijos
incrementan con los problemas particulares de (4 a 13), cuentan ante todo con el apoyo otras
cada persona, donde nuevamente el contexto mujeres: hijas principalmente, pero también
social se considera muy importante en el pade- de hermanas, sobrinas, cuñadas o nueras, para
cer. Por otra parte, la edad es un elemento que realizar las actividades domésticas y acompa-
no se relaciona de manera directa con la enfer- ñarlas a la atención médica. Los varones de la
medad, sin embargo se considera que el enve- familia proporcionan recursos económicos,
jecimiento es un desgaste del organismo, con pero el 40% de las mujeres casadas contestaron
la edad todo se acaba, los huesos se van gastan- que no recibían nada de su pareja, sólo de sus
do, la menopausia es un aspecto que algunas hijos, mientras que un 31% de ellas que dijeron
mujeres asocian a la aparición de su padeci- ser casadas actualmente están separadas de
miento, pero no está muy claro si es un factor sus esposos y viven con sus hijos.
coincidente o desencadenante. La situación familiar es una fuente impor-
tante de problemas para hombres y mujeres,
Los tratamientos utilizados aunque la mayoría de los entrevistados se en-
cuentra en condiciones de control de su enfer-
Respecto a los tratamientos, estas enfermeda- medad, existe la preocupación por los proble-
des están fuertemente medicalizadas, la bio- mas de salud de la pareja; encontramos que al
medicina es la forma de atención más utiliza- menos el 10% de ellos tienen cónyuges enfer-
da, ya sea asistiendo a la clínica del IMSS que mos de cierta gravedad.
les corresponde, al centro de salud de la Secre- Aunque los hijos son adultos, existe una
taría de Salud o a la medicina privada en los preocupación constante por las condiciones de
pequeños consultorios cercanos a sus domici- vida que ellos enfrentan, ya que existe una re-
lios. Encontramos que se utilizan muy poco los lación de interdependencia emocional y eco-
terapeutas populares, a pesar de que, por ejem- nómica con ellos.
plo, se considera que la diabetes se causó por Angeles comenta: “una de mis hijas se dejó
un susto, sólo en un caso hicieron curaciones de su marido y llegó a vivir conmigo, ahora le
por un especialista popular. Las plantas medi- tengo que hacer de comer y no puedo hacer mi
cinales son ampliamente utilizadas, pero se ac- dieta, le voy a decir que se vaya a su casa”.
cede a ellas a través de recomendaciones de fa- Nicolasa relata: “tengo un hijo que es borra-
miliares y amigos. cho y maltrata a su esposa y a sus hijas, viven
Con relación a los programas de atención a conmigo y ya le he dicho que no lo haga, pero no
su enfermedad, el 60% dice haber acudido a hace caso, le digo a mi nuera que lo corra, a ver
pláticas y orientación dentro del IMSS, pero en si así entiende”
la actualidad no participan. Sólo el 14% realiza Joaquín explica: “de mis dos hijos sólo tengo
actividades dentro del Instituto Nacional de la preocupaciones, cuando estaban solteros, se
Senectud (INSEN), casi todas son mujeres, aun- iban a las fiestas los sábados y no regresaban
que señalan tener dificultades para asistir, por hasta el domingo, ni caso me hacían, ahora que
sus malestares, sus labores domésticas y el cui- están casados vienen a verme cuando quieren,
dado de los nietos. uno de ellos si me apoya y me da una ayuda, pe-
Estas personas saben que su enfermedad es ro el otro sólo me trae problemas”.
crónica y que no tiene curación, los médicos A pesar de su enfermedad, las mujeres reali-
han insistido mucho con ellas sobre este tema. zan actividades domésticas y dedican gran par-

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te de su tiempo al cuidado de los nietos, apo- interno del individuo, como es el caso de la ar-
yando a sus hijas y nueras. Los hombres se en- tritis.
cuentran en situaciones diferenciales; los que En ambos casos, se considera a la enferme-
están en mejores condiciones de salud buscan dad como una presencia que penetra al cuer-
desempeñar alguna actividad para allegarse re- po, que se fija al nivel de un órgano o como sín-
cursos ante lo reducido de sus pensiones, cuan- tomas difusos, estableciéndose una serie de
do están incapacitados, dependen del apoyo ideas sobre el cuerpo enfermo que señalan a la
de sus hijos para su atención. enfermedad como algo que circula (Laplanti-
La interrelación con los nietos es diferente ne, 1999).
de acuerdo a las condiciones propias de cada Existe un modelo de referencia común sick-
grupo doméstico, donde influyen la situación ness que considera a las enfermedades como
económica así como la composición del grupo. entidades exógenas, que se apoderan de los in-
Las mujeres que tienen nietos pequeños a su dividuos y se localizan en algún lugar del cuer-
cuidado manifiestan una estrecha relación con po (Laplantine, 1999).
ellos: quiero mucho a mi nieto ( un niño de seis La comprensión de los modelos explicati-
años), él es mi compañero. Cuando los nietos vos del padecimiento relacionados con el con-
son mayores de edad, se convierten en un apo- texto puede aclarar la toma de decisiones so-
yo más para los enfermos, aunque no siempre bre los tratamientos. Encontramos que los en-
se pueda contar con ellos. Aurora comenta: fermos crónicos establecen una serie de estra-
“tengo dos nietas, la más chica se aburre y la tegias para enfrentar su enfermedad que se ca-
otra es casada y su marido no me la presta”. racterizan por la búsqueda incesante de en-
contrar una solución a un padecimiento para
el que la biomedicina sólo ofrece cierto control
Discusión (Arganis, 1998). Las prácticas de atención que
utilizan los enfermos son dinámicas, se trans-
Las representaciones sobre el padecer son in- forman, se sintetizan con otras prácticas, se
corporadas de acuerdo a las circunstancias de modifican parcialmente o desaparecen, ya que
vida de quienes están enfermos. Investigacio- son estrategias cuya diferenciación está dada
nes realizadas por otros autores nos muestran por las condiciones ideológicas y económicas
situaciones parecidas a las encontradas entre que permiten establecer posibilidades y alter-
nuestros informantes; por ejemplo, Cohen et nativas para hacer frente a la enfermedad de
al. (1994), Hernández (1995) y Hunt et al. (1998) una manera dinámica e integral, en la búsque-
notaron que los pacientes y médicos enfatizan da de una solución para su padecer (Menén-
diferentes dominios en sus modelos explicati- dez, 1983; Mercado, 1996).
vos. Los pacientes enfatizan dificultades en el El proceso de hegemonización es creciente
dominio social y el impacto en sus vidas, mien- en cuanto a las representaciones y prácticas de
tras que los del equipo de salud están más diri- las personas con enfermedades crónicas. Re-
gidos a los problemas fisiopatológicos y al im- conocen la eficacia de los médicos y de la pres-
pacto físico de la enfermedad. cripción médica en su enfermedad, aunque es-
Aunque la mayoría aceptan las causas bio- to no impide el señalamiento de las deficien-
médicamente aceptadas como herencia y die- cias en la atención, así como la búsqueda de la
ta, elaboran estos conceptos dentro de cons- eficacia curativa en la combinatoria con recur-
trucciones relevantes, pero citando como fac- sos de otras medicinas, mezcla construida so-
tores provocadores su conducta o eventos. Sus cialmente, pero que aparece como respuesta
modelos causales son por consiguiente espe- individual de cada paciente.
cíficos a su historia personal y consistentes con De esta manera, la población ubica la aten-
sus experiencias con tratamientos exitosos o ción de la enfermedad en la lógica de la ideolo-
no, las circunstancias estresantes de vida for- gía hegemónica, donde predomina el indivi-
maron la perspectiva de los entrevistados con dualismo, los procesos mercantiles, la seculari-
relación al origen de la enfermedad. Por con- zación, así como la responsabilidad personal y
siguiente, si bien se les diagnóstica una enfer- familiar en el mantenimiento de la salud o de
medad disease, tienen un padecimiento dife- la enfermedad.
rencial illness, donde la enfermedad se repre- Las mujeres ancianas se encuentran en una
senta de formas diversas; así puede manejar- posición social de desventaja, que se refleja en
se un modelo relacional que alude al medio su estado de salud, en una escolaridad defi-
social y económico del individuo, como es el ciente y restringida, en un acceso limitado a la
caso de la diabetes y de la hipertensión, o re- seguridad social, y a mínimas oportunidades
ferirse a un modelo de ruptura del equilibrio de desarrollo en las esferas social, política y

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1278 CAMPOS-NAVARRO, R.; TORREZ, D. & ARGANIS-JUAREZ, E. N.

económica, que son reflejo de la desigualdad considerarse que los pacientes interpretan su
de género imperante en la sociedad y que ha si- padecer, procuran hacer sentido de sus expe-
do estudiada para otros grupos de edad (Figue- riencias específicas con su enfermedad y las
roa, 1998). integran con conceptos generales del proceso
Aunque cuentan con los servicios de segu- de la enfermedad y manejo señaladas por el
ridad social del IMSS, una proporción conside- personal médico. Ellos, con frecuencia, produ-
rable de estos ancianos enfermos acude a los cen modelos causales que son significativos en
servicios privados; esto se debe fundamental- términos de su historia personal y, al mismo
mente a los problemas de accesibilidad del ser- tiempo, pueden aceptar algunas de las explica-
vicio, ya que el traslado a la clínica que les cor- ciones biomédicas de la causalidad que son
responde implica un gasto de tiempo y que, a notablemente distantes de la experiencia del
veces, no tienen quien les acompañe, por lo padecer. Desde la perspectiva del paciente, la
que se recurre al médico privado que se en- explicación causal que ellos buscan es lo que
cuentre más cercano. podría haber estado mal en sus propias biogra-
Si bien reconocen que la atención médica fías, toman y evalúan acciones para conducir
recibida en el IMSS es buena, utilizan de ma- el padecimiento dentro de un contexto no sólo
nera complementaria tratamientos herbola- cultural sino socioeconómico, que llega a de-
rios, de acuerdo a una serie de expectativas de terminar las posibilidades de atención a su pa-
la posible curación de su padecer. El cumpli- decer.
miento del tratamiento médico se dificulta por Se deben elaborar estudios más profundos
las condiciones socioeconómicas concretas en sobre la situación de las personas mayores de
que viven los ancianos: ingresos reducidos, de- 60 años, teniendo en mente las condiciones
pendencia del grupo doméstico y, en algunas desfavorables en que se desenvuelven en la so-
ocasiones, aunque vivan con su familia, sole- ciedad, incorporar la visión de género a la in-
dad o aislamiento. terpretación de los problemas de salud y la
Los ancianos con menores ingresos son los participación de la población en el diseño de
que menor oportunidad tienen de participar las estrategias de atención. Esto permitirá de-
en los programas de atención institucionales sarrollar programas y servicios que ayuden a
de apoyo como son la formación de clubes y las ancianas y los ancianos a tener una mejor
grupos de autoayuda para recibir pláticas de calidad de vida.
orientación sobre sus enfermedades, hacer De acuerdo a los resultados de esta investi-
ejercicios y otras actividades recreativas; aun- gación, proponemos las siguientes líneas de
que implican beneficios para ellos, tienen otras acción: (a) abandonar la visión exclusivamente
necesidades inmediatas: cuidar a los nietos, curativa o paliativa que maneja la biomedicina
realizar actividades domésticas e incluso tra- que reduce la problemática a una esfera estric-
bajar en empleos ocasionales, lo que tiene re- tamente individual; (b) establecer programas
percusiones para su salud. Así, se establece una inter-institucionales para la atención integral
participación diferencial en los programas de de las ancianas y de los ancianos enfermos, en
acuerdo al nivel socioeconómico. los cuales se maneje un diagnóstico temprano,
una canalización adecuada y una oportuna re-
habilitación, y (c) promover la organización de
Conclusiones agrupaciones o clubes de enfermos crónicos
que permitan involucrar a los integrantes en
Es importante examinar las relaciones entre las actividades – no sólo recreativas sino producti-
representaciones y las experiencias con el pa- vas – que les permitan encontrar alternativas
decimiento y con el tratamiento para entender creativas para enfrentar la enfermedad.
mejor las orientaciones de los pacientes. Debe

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LAS REPRESENTACIONES DEL PADECER EN ANCIANOS CON ENFERMEDADES CRONICAS 1279

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