EDUCACIÓN PARA LA PAZ, LA VIDA Y LA DEMOCRACIA
“El campo de la educación es un campo de combate… en el sentido de que mientras más
se busque la posibilidad de una realización humana de las gentes que se quiere educar
La educación a todas luces puede ser una salida a la
crisis civilizatoria que padecemos como humanidad.
Decimos “puede”, porque ello depende de cómo se le
conciba y oriente, si como la productora del recurso
humano que se consume el capital o un medio para la
transformación ética, política y económica que nos
permita salir del atolladero de explotación y
expropiación en el que nos sumergió el indolente
capitalismo. Optamos por la segunda opción,
conscientes de aportar en el sueño y construcción de
otro mundo posible nos encontramos, nos juntamos, y
conformamos el Colectivo Sur-Versiones Pedagógicas.
Nos une una lectura en común de la realidad, la
educación y la lucha sindical. Reconocemos y
denunciamos el fracaso moral y ambiental del orden
social imperante, la crisis pedagógica y presupuestal
que atraviesa la educación en Colombia, como también
la sindical, que en lo corrido del siglo XXI solo ha
acumulado derrotas, retrocesos y traiciones a causa de
un burocratismo clientelista que desconoce muchas de
las demandas de la base sindical.
Y es por esta crisis sindical que en los últimos Paros
exigimos siempre lo mismo, con esa frustrante
sensación de que damos vueltas en círculo. No se trata
de discutir la validez de las demandas pero sí sus
alcances y la capacidad de negociación de nuestros
directivos. Estamos de acuerdo con una reforma
constitucional que garantice un presupuesto idóneo
para una educación oficial digna y de calidad; con un
Estatuto Único que corresponda a las necesidades e
intereses del gremio; con un asenso soportado en
experiencia, estudios y producción investigativa; con
un servicio de salud de calidad, prestada por el Estado
y que no sea una oportunidad de negocio para terceros
o intermediarios; decimos NO a la Jornada Única, de
ninguna manera, lo que se requiere es una reforma
pedagógica, curricular y mejoramiento de los
ambientes escolares, así como también decimos NO al
programa “Ser Pilo Paga”, por ser una forma descarada
de transferir presupuesto del erario a las arcas privadas
de la educación.
Pese a los problemas organizativos que atraviesa la
lucha sindical no es momento de renunciar y
COLECTIVO SUR-VERSIONES PEDAGÓGICAS
más se estorba al sistema”.
Estanislao Zuleta
doblegarnos. Si hoy gozamos de mejores beneficios en
comparación con otros trabajadores, es gracias a la
capacidad de movilización del sindicato, que además
de esto, desde los 90’s que el Estado empezó a
privatizar sus bienes como la salud (Ley 100/93),
Telecom, las electrificadoras, las vías, Ecopetrol y
hasta el Río, se ha opuesto y no ha permitido que se
materialice esta perversa intención en el campo de la
educación. Además, si hoy la situación de la educación
oficial es preocupante, se avizora un panorama aún
peor a causa de la posición política del presidente
electo y sus propuestas para este sector, que apuntan a
la reducción del gasto en educación, a la persecución
laboral y sindical, a entregar colegios en concesión a
empresas privadas, a la continuidad de “Ser Pilo Paga”,
entre otros atropellos que en general se extienden a
mermar las conquistas de las clases trabajadoras.
Asimismo, persistir en la lucha sindical en este
panorama que se perfila es no callar ante el terror que
nos quieren imponer las fuerzas políticas retrógradas.
Rechazamos la macabra práctica del asesinato selectivo
y sistemático de líderes y lideresas sociales del
movimiento popular, que se viene presentando desde el
2016 y agudizando en los últimos meses, como
estrategia de ablandamiento del mismo para la
gobernabilidad perversa de dichas fuerzas. Exigimos
respeto por la vida y garantías para la movilización
social, valores fundamentales de una verdadera
democracia.
En conclusión, la invitación compañeras y
compañeros es a seguir en pie por la dignificación de la
educación pública, a denunciar, a discutir, a proponer, a
organizarnos, a movilizarnos. En estos tiempos difíciles
no nos arrodillaremos, impulsaremos respuestas
acordes a las circunstancias. En los próximos cuatro
años la lucha sindical será por la defensa de la
educación y los derechos de los educadores, pero
también por la paz, la vida y la democracia del pueblo
colombiano, que ya merece un futuro diferente a su
pasado y presente, un futuro de equidad, justicia y
reconciliación.