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AUTOR
Equipo de MundoEntrenamiento.com
EDITORES
Si bien todas las precauciones se han tomado en la preparación de este libro, el editor
y los autores no asumen responsabilidad alguna por errores u omisiones, ni de los daños
que resulten del uso de la información contenida en este documento.
Juan Fariñas.
Enrique Fernández.
Brais Ruibal.
Pablo Sánchez.
Robert Tejero.
Laura Salmonte.
Aitor Telletxea.
Diana Varela.
Hasta no hace mucho se creía que las agujetas eran consecuencia de una
cristalización del lactato, esto provocó la expansión de tratamientos y remedios
caseros que supuestamente reducían el dolor que estas producían, como el agua con
azúcar, sin duda el más extendido.
El objetivo de este artículo es explicar que son científicamente las agujetas, por qué
provocan dolor y si hay forma de evitarlas y/o reducirlas.
Se ha demostrado que este dolor muscular es provocado por las microroturas que
tienen lugar en los grupos musculares implicados en el ejercicio realizado, como se
explicará más adelante. Esta rotura de la fibra muscular provoca una hipersensibilidad
debido a que se disminuye el umbral de dolor, esto quiero decir que una leve presión
sobre el músculo afectado provocará un gran dolor, lo que se conoce como alodinia
mecánica (3).
Teoría metabólica
La teoría metabólica es la que dio el nombre coloquial de "agujetas" a este suceso, ya
que sostenía, sin una rigurosa evidencia científica, que el dolor era producido por una
cristalización del lactato (sustancia química que se produce en el metabolismo de la
glucosa sin presencia de oxígeno, necesaria para producir energía durante el
ejercicio) (14).
Se decía que estos cristales se clavaban en el músculo como si fueran agujas y por eso
producían el dolor. Al creer que eran producidas por una cristalización del lactato, se
extendió la falsa creencia que tomar agua con azúcar después del ejercicio las
reducía, ya que dicha cristalización vendría provocada por una mala metabolización
de la glucosa, por eso se creía que esta ingesta de azúcar podía ayudar a mejorar la
metabolización (el azúcar está compuesto por glucosa).
Posteriores investigaciones han demostrado que esto no es así, las otras tres teoría
demuestran que el dolor es debido a las microroturas que se producen en las fibras
musculares al realizar ejercicio a una intensidad a la que el músculo no está
adaptado. Estas microroturas tienen lugar principalmente en las uniones músculo-
tendinosas al ser esta la parte más débil del músculo (14).
Teoría mecánica
La teoría mecánica afirma que las "agujetas" se producen en mayor medida en
ejercicios en los que predominan las contracciones excéntricas (en los que el músculo
trabaja frenando el movimiento: recepción en los saltos, carrera cuesta abajo, frenada
de una sprint... etc) ya que estas producen una mayor tensión en el músculo (2,4-8).
Teoría inflamatoria
La teoría inflamatoria demuestra que estas microroturas, provocadas principalmente
por ejercicios excéntricos, van a desencadenar un proceso inflamatorio en el músculo
como consecuencia de las sustancias liberadas en las fibras musculares que atraen a
los fagocitos y plaquetas (ayudan en la recuperación de daños celulares). Las
sustancias liberadas por las fibras musculares y las atraídas en el proceso inflamatorio
pueden contribuir al dolor al actuar sobre los nociceptores musculares (receptores del
dolor presentes en el músculo) (9-12).
Teoría neurogénica
La teoría neurogénica propone que además de todo esto se produce una alteración
de los mecanoreceptores (receptores de los estímulos mecánicos de presión y golpes
en el músculo) que envían señales de dolor al sistema nervioso central como medida
de protección, aunque realmente el estímulo no sea muy doloroso (13).
Los que NO han demostrado tener algún efecto destacado sobre las "agujetas" son los
estiramientos antes o después del ejercicio, los ultrasonidos, la laserterapia, la
Conclusiones
• Las "agujetas", técnicamente dolor muscular postesfuerzo de aparición tardía,
se deben a una microrotura de las fibras musculares implicadas en el ejercicio,
lo que produce una inflamación de la zona afectada.
• Tienen lugar principalmente durante ejercicios excéntricos y en las uniones
músculo-tendinosas.
• Hay varias teorías para intentar explicar el dolor que provocan. Puede ser una
combinación de la inflamación, que reduce el umbral de dolor al actuar sobre
los nociceptores musculares y que los mecanoreceptores envíen también
señales de dolor al sistema nervioso central.
• El agua con azúcar no reduce las agujetas, ya que nunca se ha demostrado
que se produzca una cristalización del lactato que pueda provocar el dolor.
• Para reducir el dolor que producen, se ha demostrado que lo más eficaz son
los antiinflamatorios no esteroides (AINE). También pueden minimizarlas la
crioterapia y los masajes.
• Lo único que evita la aparición del dolor es entrenar a una intensidad
adecuada. Debemos incrementar la carga de entrenamiento poco a poco
para que nuestros músculos y articulaciones se adapten correctamente.
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14. Calbet, J. A: El dolor muscular tardío: “las agujetas”. Recuperado el 03 de
Diciembre de 2014 en: http://bit.ly/1yQ1PRW
ANÁLISIS DE PISADA
"El pie se puede situar en tres tipos de posiciones que son: pronado, supinado y neutro”
(5), determinado por el ángulo de la articulación del tobillo en la pisada, y puede
afectar en muchos aspectos a nuestro modo de caminar, de correr, y hasta de gastar
el calzado, y según como pisemos puede suponer un riesgo de lesión en el futuro. Por
ejemplo, “la pronación excesiva […] se ha relacionado con lesiones en corredores,
incluidos los síndromes de estrés rótulofemoral o rodilla de corredor y de estrés tibial, la
tendinitis del tendón de Aquiles y la fascitis plantar” (1).
En un caso normal, "en posición vertical, cada pie marca sobre el suelo una impresión
en forma de media luna de concavidad medial, que se extiende desde el talón hasta
la cabeza de los cinco huesos metatarsianos y los dedos. Esta concavidad se debe a
una semibóveda denominada bóveda plantar" (6). Esto nos dará información a
relacionar con el tipo de pisada, ya que por ejemplo “los sujetos con los pies más
planos tienden a mantener un apoyo más pronunciado con la cara interna del pie y
con la pierna inclinada medialmente” (3).
de las imágenes, por lo cual son, por un lado de mayor complicación y, por otro, de un
mayor coste por la aparatología utilizada, como ya se planteó en el punto anterior.
Resumiendo estos datos, “los valores positivos indican una posición en pronación, los
negativos en supinación y el valor indica la neutralidad” (5), y a nivel porcentual
vemos que la mayoría de la población tendría una pisada pronadora o neutra con el
90% de los individuos, mientras que una pisada supinadora únicamente responde al
10% de la población.
Algunas lesiones que nos encontramos (de las cuales podemos conocer más en
nuestro artículo sobre Esguinces ligamentosos) en función de la pronación o supinación
del pie son, en pies pronadores: condromalacia rotuliana, síndrome del tibial medio y
posterior, tendinitis en el tendón de Aquiles…; mientras que en pies supinadores nos
encontramos: síndrome de la cintilla iliotibial, fascitis plantar, tendinitis aquilea… En
otros casos, “una excesiva pronación provoca que el tendón del músculo peroneo
lateral largo no proporcione una buena estabilidad” (5), lo que podría conllevar
distintas lesiones en la articulación. Esto ocurre porque “la pronación excesiva o
hiperpronación incrementa el estrés en articulaciones, músculos y tendones” (1).
de unas plantillas adaptadas o unas deportivas específicas para el tipo de pie. En los
casos más graves y complicados se recurriría a la cirugía para subsanar el problema,
retirando parte de los huesos del pie para solucionar la dolencia.
Impregnamos bien la planta del pie, de tal forma que esté toda la posible superficie
de contacto, incluyendo dedos, cubierta del tinte, pero evitando el excente que
pueda gotear o alterar la marca. Tras impregnar bien toda la superficie, procederemos
a dejar la marca sobre el folio, colocando el pie sobre él contra el suelo, y
manteniendo un apoyo erguido en bipedestación, evitando alteraciones del centro
de gravedad. En caso de que hubiese algún error, se repetiría la prueba. Deberá
realizarse con ambos pies. Sobre estas marcas se podrá medir la distancia exacta
desde la parte del talón hasta el punto más alto de los dedos, en línea recta, así como
examinar el tipo de arco plantar que presentamos.
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Hipertrofia, término que se repite cada día más en diferentes entornos relacionados
con el mundo del deporte, la actividad física y la salud. El culto al cuerpo ha sido una
práctica habitual en diferentes culturas a lo largo de la historia. Es conocida la
anécdota del luchador Milo de Crotona (Italia), a quién se le atribuye la hazaña de
transportar un ternero sobre los hombros hasta que este animal llego a los 4 años de
edad. Cierta o no, la idea de que el ternero fuese aumentando peso con su
crecimiento es comparable a la necesidad de variar el estímulo en la planificación,
produciendo un incremento de la carga en el tiempo para conseguir adaptaciones
progresivas.
Lo que ocurre en la contracción, explicada a groso modo, es que la miosina (forma los
filamentos gruesos) forma una unión con la actina conocida como puente cruzado y,
una vez se rompe un enlace del ATP (fuente de energía para innumerables procesos
del organismo), cambia la conformación de la miosina, haciendo que el filamento fino
se desplace sobre el filamento grueso y produzca un acortamiento del músculo
mediante una acción de tracción, aproximando las líneas Z que se muestran en la
imagen.
Por otro lado, existen multitud de programas de resistencia que han demostrado
generar un efecto significativo sobre los niveles de hipertrofia, pero siempre tenemos
que tener en cuenta que no todos los estímulos desencadenan la misma respuesta,
por lo que entra en juego otro de los principios del entrenamiento, el de especificidad
(3).
Tensión mecánica
La tensión mecánica producida tanto por la generación de fuerza como por el
estiramiento se considera esencial para el crecimiento del músculo, y la combinación
de este estímulo parece tener un efecto acumulativo (7, 12, 27). Más específicamente,
el trabajo con sobrecarga produce un incremento de la masa muscular, mientras que
la ausencia de esta produce atrofia muscular (1, 14).
Se cree que la esta tensión perturba la integridad del músculo, causando una
respuesta mecano-química que se traduce en respuestas moleculares y celulares en
las miofibrillas y las células satélite (26).
A pesar de que la tensión mecánica por sí sola puede producir hipertrofia, es poco
probable que sea la única responsable de este aumento de la sección transversal
muscular (13). De hecho, ciertas rutinas que emplean elevados niveles de tensión
muscular han inducido una gran modificación del factor neural, pero sin una
hipertrofia significativa (5, 29).
Daño muscular
El entrenamiento puede causar daño muscular localizado en los tejidos que, bajo
ciertas condiciones, se cree que generará la respuesta hipertrófica (6, 11). Este daño
puede afectar específicamente a algunas macromoléculas del tejido o presentarse a
modo de grandes desgarros en el sarcolema, la membrana basal y el tejido conectivo,
produciendo daño sobre los elementos contráctiles y el citoesqueleto (28). Ante el
miotrauma se produce una respuesta que se compara a la reacción inflamatoria
aguda ante una infección. Una vez el daño es percibido por el organismo, se
producen una serie de interacciones que se cree que llevaría a la liberación de varios
factores de crecimiento que regulan la proliferación y diferenciación de las células
satélite, que actúan como mediadores del crecimiento muscular (26, 28).
Estrés metabólico
Varios estudios abalan el rol anabólico del estrés metabólico producido por el
ejercicio (16, 18, 21) y otros especulaban que la acumulación de metabolitos podría
ser más importante que una elevada producción de fuerza para optimizar la respuesta
hipertrófica (19). A pesar de que el estrés metabólico no parece ser esencial para
producir el crecimiento celular, una larga evidencia muestra que tiene un papel
significativo en este desarrollo. Esto se puede observar en el efecto que tiene este tipo
de entrenamiento en los culturistas que adoptan régimenes de entrenamiento da
fatiga moderada destinados a aumentar esta producción de metabolitos,
manteniendo la tensión muscular. La acumulación de estos elementos se produce
como resultado de la obtención del ATP a través de la glucólisis anaeróbica, que da
lugar a la formación de lactato, liberación de hidrogeniones, fosfato inorgánico,
creatina y otros (22, 24). Una de las técnicas que se emplean habitualmente es el
entrenamiento al fallo, que conlleva una elevada producción de estas sustancias a las
que nos referimos.
Se cree que los mecanismos inducidos por el estrés median en la respuesta hipertrófica
produciendo alteraciones en el entorno hormonal, inflamación celular, liberación de
radicales libres y un incremento de la actividad de factores de transcripción orientados
al crecimiento (8, 9, 23). También se plantea la hipótesis de que un medio ácido podría
conducir a una pérdida en la conformación de las proteínas que produciría su
degradación, estimulando la actividad simpática, mediando en una mayor respuesta
de hipertrofia (4).
Saber producir los efectos que hemos tratado en las líneas anteriores requieren una
manipulación de los estímulos adecuada, controlando los diferentes parámetros de la
carga como volumen, intensidad, recuperación, velocidad de las repeticiones, etc...
La fundamentación de los entrenamientos es de una vital importancia para poder
obtener los beneficios esperados, por lo que una planificación ha de tener una base
científica y la orientación de un profesional para poder minimizar los riesgos y obtener
los máximos beneficios de nuestros entrenamientos.
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30. Wilmore J.H. y Costill D.L. (2007). Fisiología del esfuerzo y el deporte. Barcelona.
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¿Cómo se produce?
El corazón es, probablemente, el órgano que soporta mayor sobrecarga durante la
práctica de ejercicio físico, sufriendo sustanciales modificaciones morfológicas y
funcionales, que clásicamente se denominan como síndrome del corazón de atleta o
del deportista (2).
Existen ciertas disciplinas deportivas como pueden ser la natación o el ciclismo en las
que el sistema cardiovascular debe mantener un elevado gasto cardíaco (GC)
durante largos periodos de tiempo y es por lo que se acabarán induciendo esas
adaptaciones a nivel central sobre el corazón. Además del tipo de entrenamiento que
se realice, también hay que tener en cuenta una serie de factores constitucionales
como la edad, el sexo, la superficie corporal y el factor hereditario, ya que serán
básicos en la magnitud de las adaptaciones producidas.
¿Es problemático?
El aumento de la masa muscular del corazón como adaptación al ejercicio físico no es
peligroso, este tipo de adaptaciones permitirán al atleta lograr un desempeño físico
excepcional en busca del mejor rendimiento posible.
Pero sí hay que tratar con especial atención el corazón de atleta y no confundirlo con
una cardiomiopatía hipertrófica: enfermedad genética en un alto porcentaje de casos
(5) que se caracteriza por el aumento del grosor de las paredes del músculo cardíaco
y que puede presentar síntomas tales como fatiga, dolor torácico o pérdida de
conciencia. Si se confunde el corazón de atleta con la cardiomiopatía hipertrófica se
expondrá al deportista a un alto riesgo de muerte súbita. Distinguir una de otra
depende de una precisa definición de los límites fisiológicos de la hipertrofia cardiaca
como un resultado de un entrenamiento físico. Este diagnóstico es importante, porque
probablemente sea una de las causas más frecuentes de muerte súbita en atletas
menores de 35 años.
Si se confirma una patología que puede progresar con la práctica deportiva o que
existe riesgo de muerte súbita, se recomienda seguir las pautas de la American Heart
Association del 2005 en la 36ª Conferencia de Bethesda o las de la Sociedad Europea
de Cardiología del mismo año.
Conclusiones
Los atletas constituyen un grupo de individuos sometidos a un intenso ejercicio físico y
se sabe que sus cuerpos responden con importantes adaptaciones morfológicas y
funcionales (6).
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Impacto de la antropometría extrema sobre la hipertrofia cardiaca en athetes
masculinos profesionales. British J. Sports Med 46 (Suppl I); i90-I97.
El core es grupo de músculos que nos proporcionan estabilidad sobre nuestra columna
vertebral. En el deporte esta muy implicado en todas las acciones y una de las
mayores virtudes de los deportistas es la activación en los momentos oportunos del
juego, sobretodo en los deportes colectivos. Poder darle las herramientas oportunas a
través de la especificidad es una de las claves para una mayor transferencia.
El core puede ser descrito como una caja muscular con los abdominales al frente,
paraespinales y glúteos en la parte posterior, el diafragma en la parte superior y la
musculatura del suelo pélvico y de la pelvis propiamente dicha en su parte inferior (20).
Los estabilizadores locales de la Columna son los músculos con inserciones a nivel
intravertebral y que son capaces de proveer estabilidad intersegamental (22). Mientras
que los estabilizadores globales desaceleran excéntricamente el momento de fuerza y
controlan la rotación de la columna como un todo.
Unos de los problemas que más frecuenta la sociedad es el dolor lumbar. La hipotonía
y el déficit de flexibilidad son los máximos factores que propician el dolor lumbar o
‘low back pain’ (19). La lesión que sufre el tejido vertebral viene dado cuando la carga
aplicada excede el umbral de tolerancia o fuerza del tejido (14). La zona lumbar de
nuestra columna, es una región que se ve especialmente comprometida en los
movimientos articulares forzados, ya que alteran los mecanismos de autoestabilización
del disco intervertebral, y además producen una importante fatiga de los elementos
elásticos que protegen a las articulaciones vertebrales (21).
La tolerancia de un tejido viene determinada por la carga aplicada y por los periodos
de recuperación (2). Relacionándose en el proceso lesional la carga (tipo de estrés,
intensidad, movimiento realizado, etc.) y las propiedades del tejido (15). Es decir, una
carga por encima del umbral de tolerancia, o una carga de trabajo inadecuada
sobre un tejido (disco vertebral, musculatura paravertebral…) dañado podría ser
causa de lesión.
Evitando en todo momento que los momentos de fuerza no superen a los del control
postural. Fundamental en este tipo de ejercicios. Atletas que necesiten estabilizar esta
zona podrán beneficiarse del trabajo isométrico, por ejemplo un judoca, pero en todos
aquellos deportes donde se necesita de movimientos explosivos, no solo bastara con
este tipo de trabajo. Si observamos cualquier deporte apreciaremos una
característica común, en todos existe movimiento, movimientos que aparecen de
manera intermitente, marcada en muchas ocasiones por las acciones e interacciones
del propio juego, obligando a la zona del core a activarse y desactivarse
reaccionando a los agentes externos.
Cuando las exigencias son previsibles el sistema nervioso puede planear de antemano
una estrategia de activación, pero cuando esto cambia y el movimiento es
imprevisible (chocar hombro contra hombro ante un adversario rival en rugby o fútbol),
la toma de decisiones que el sistema nervioso debe realizar para co-activar esa zona
determinada dando respuesta a la perturbación que está sufriendo el organismo.
Para implementar este tipo de material debemos estar muy seguros de que nuestros
deportistas pueden realizarlo, recordando que no podemos añadir inestabilidad
cuando no exista estabilidad (27). Sin un buen control postural no hay ejercicio
bueno (16).
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Varios estudios han indicado que el ejercicio físico media en la activación del eje HPA
(hipotalámico-hipofisiario-adrenal: una parte esencial del sistema neuroendocrino que
controla las reacciones al estrés y regula varios procesos del organismo como la
digestión, el sistema inmune, las emociones, la conducta sexual y el metabolismo
energético, en la neurogénesis en el hipocampo ( producción de las células del
sistema nervioso central (SNC), es decir, de neuronas y células gliales) y en la
neurotransmisión de monoamina (neuromoduladores que contienen un grupo amino
con objetivo antidepresivo) que están implicados en la patogénesis de la depresión.
Se realizaron estudios con técnicas c-Fos inmunohistoquímica (en las que se utilizan
anticuerpos dirigidos contra la proteína de expresión temprana c-Fos, empleada en la
neurobiología y fisiología como marcador de activación neuronal ante la respuesta de
cualquier estímulo) (Yanagita et al.) (15) para examinar la actividad de las neuronas
de CRF en el PVN de ratas durante 1 hora corriendo en rueda de forma espontánea y
forzada, y encontró que las ratas que corrían de forma forzada activaban más
neuronas de CRF que corriendo de forma espontánea, incluso siendo la cantidad de
ejercicio equivalente.
Soya et al. (14) informaron que correr solo en cinta superando el umbral de
lactato, aumenta el ACTH en plasma (estimula dos de las tres zonas de la corteza
suprarrenal y tiene función lipolitica), lo cual es indicativo de la activación del eje HPA.
Kawashima et al. (11) demostraron que 4 semanas de entrenamiento de resistencia en
cinta (aproximadamente 25 m / min, 60 min / día, 5 días / semana) altera niveles de
ARNm de CRF en el PVN y reduce la ACTH durante la fase aguda, pero no en reposo.
Además, Dishman et al. (6) reportaron que correr de forma crónica atenuada
produce también aumento de ACTH en plasma. Estos resultados sugieren que el
ejercicio físico de forma crónica mejora la actividad del eje HPA, y por lo
tanto proporciona efectos beneficiosos en los trastornos psiquiátricos relacionados
con el estrés.
Ohiwa et al. (12) utilizaron c-Fos inmunohistoquímica para demostrar que la carrera
aguda en cinta (umbral supra o sub-lactato de 30 min) activa las neuronas
noradrenérgicas tanto en áreas Al y A2 del tronco encefálico de las ratas,
dependiendo de la intesidad del ejercicio. Pagliari y Pejoin (13) utilizaron microdiálisis
en ratas para mostrar que correr en la rueda (25 m / min durante 1 o 2 horas)
aumenta la liberación de NA en la corteza frontal , y que la prolongación de la
actividad noradrenérgica en el período de recuperación dependía de la duración del
ejercicio. Adicionalmente, Dunn et al. (8) demostraron que correr en cinta (25-30 m /
min, 60 min / día, 8 semanas) aumentó los niveles de NA en el hipocampo y la corteza
frontal. Estos resultados sugieren que los efectos del ejercicio físico sobre el sistema
noradrenérgico dependen de la intensidad, la duración y tipo de ejercicio.
Gómez-Merino et al. (9) reportaron que la carrera aguda en cinta (25 m / min, 2 h)
aumentó los niveles de 5-HT y su metabolito en el hipocampo y en la corteza frontal
de las ratas. Chaouloff et al. (2) informaron de que la prolongación de la carrera en
cinta (20 m / min, 1 o 2 h) mejora la síntesis de 5-HT que tiene efecto antidepresivo y
propiedades ansiolíticas. Estos resultados indican que las alteraciones inducidas por el
ejercicio en el sistema serotoninérgico puede contribuir a efectos protectores
del estrés (es decir, los aumentos de la resistencia al estrés).
Conclusiones
Como se ha descrito anteriormente, los estudios han demostrado que el ejercicio físico
puede resultar en la neuroplasticidad que media la activación del eje HPA,
neurogénesis en el hipocampo, y neurotransmisión monoamina, y que estos sistemas
están implicados en la patología de la depresión y la ansiedad.
Los estudios clínicos han sugerido que los efectos beneficiosos del ejercicio físico sobre
la incidencia y síntomas de la depresión y la ansiedad pueden variar en función en la
forma de ejercicio, incluyendo la intensidad (1), la duración (4), y el tipo de ejercicio
(10). Además, las características del individuo y el medio ambiente pueden mediar los
efectos beneficiosos del ejercicio físico.
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McKay y sus colaboradores (7) analizaron los efectos del HIIT y MICT sobre el consumo
de oxígeno y el rendimiento deportivo en 12 adultos sanos. El entrenamiento consistía
en realizar 8 sesiones de HIIT y MICT a lo largo de 19 días, donde cada sesión estaba
separada por 1-2 días de descanso. El entrenamiento interválico (HIIT) consistía en
realizar 8 series de 1 minuto al 120% del VO2Máx seguido de 1 minuto pedaleando a
baja intensidad en las sesiones 1 y 2. En el resto de sesiones se realizaron 12 series. El
entrenamiento continuo (MICT) consistía en realizar 90 minutos pedaleando al 65% del
VO2Máx.
En un estudio muy interesante llevado a cabo por Gormley y sus colaboradores (2)
analizaron los efectos de diferentes intensidades de entrenamiento sobre la
capacidad aeróbica en adultos sanos. Se formaron 4 grupos. El primero realizó un
entrenamiento de intensidad moderada (50% VO2Máx), el segundo realizó un
entrenamiento más intenso (75% VO2Máx) y el tercero trabajó con intensidades aún
más altas (95% VO2Máx). El cuarto grupo no realizó ningún entrenamiento. Los
Wisloff y sus colaboradores (16) realizaron un interesante estudio donde analizaban los
efectos de diferentes métodos de entrenamiento con pacientes que habían sufrido un
accidente cardiovascular.
Conclusiones
Existe una considerable evidencia científica que afirma que el HIIT es un método de
entrenamiento muy eficiente (poco tiempo de trabajo), produce adaptaciones
centrales y periféricas y puede aplicarse con éxito en personas sanas, enfermas e
incluso atletas de alto nivel. Sin embargo, los efectos de un entrenamiento continuo a
intensidad moderada también produce efectos beneficiosos para la salud y el
rendimiento físico.
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Hoy en día todavía sigue viva esta concepción, debido a una falta de información y
ciertos conceptos erróneos que mantiene a las mujeres alejadas del entrenamiento de
fuerza y esto es, un grave error.
Ciertas evidencias científicas muestran que esta ganancia de fuerza en las mujeres se
puede llegar a estabilizar tras un período de entre 3 a 5 meses de entrenamiento y no
progresar tanto como en los varones (9). Esta diferencia se puede pronunciar más
todavía en tren superior, en donde la fuerza absoluta de la mujer es menor a la de los
hombres.
funcional. Además, los datos recogidos de las investigaciones científicas indican que
una mayor masa muscular y una mayor área transversal del músculo se correlaciona
con una mayor fuerza a nivel muscular (3, 6, 7).
Conclusiones
Tal y como hemos podido observar en el presente artículo, podemos concluir que la
musculatura en ambos sexos tiene las mismas características fisiológicas y responde
de igual modo al entrenamiento. Además, este tipo de entrenamiento reporta a la
mujer muchos beneficios para la salud en general.
Cuando realizan el mismo tipo de entrenamiento de fuerza, las mujeres ganan fuerza
en la misma proporción que lo hace un hombre o incluso más rápido. Como hemos
podido observar a pesar de que los valores de fuerza absoluta son mayores en los
hombres, los aumentos relativos (en porcentaje) pueden ser iguales o incluso mayores
en las mujeres.
Podemos finalizar diciendo que es creencia tan extendida de que las mujeres se
hipertrofiarán en exceso por el efecto del entrenamiento de fuerza y que los
programas de entrenamiento deben ser totalmente diferentes para las mujeres que
para los hombres son totalmente infundados.
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