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Genética Microbiana.

En lo que respecta a la genética de los microorganismos (o la genética microbiana) hay que tener

en cuenta que una de las características de ésta es el hecho de que los microorganismos se

pueden estudiar de un modo fácil y rápido, esto es debido a que su distribución es generalmente

muy amplia, su tamaño es microscópico, su ciclo vital es relativamente corto y muy simple en

comparación con el de organismos más desarrollados y tienden tanto a vivir formando colonias

como a generar una abundante descendencia. En lo que respecta a la genética, hay que destacar

que un ciclo de vida simple asociado a una gran descendencia favorece el análisis

génico del ADN de estos organismos, o lo que es lo mismo, gracias a esto podemos llevar a cabo

un estudio detallado sobre mutaciones, expresión génica, variabilidad genotípica y fenotípica...

Los microorganismos comprenden formas de vida procariotas (bacterias principalmente),

formas eucariotas (como algas, hongos y protozoos) y hasta otro tipo de organismos, los virus.

En común todos estos microorganismos tienen en común las características detalladas en el

párrafo anterior, pero además cada una de ella presenta ciertas características únicas.
Bases físicas de la herencia

Objetivo general: Estudiar su estructura y funcionamiento de las células para poder observarlas

analizarlas y saber más de ellas. Uno de los métodos tradicionales más importantes de estudio de

las estructuras celulares ha sido el microscopio.

Objetivos específicos:

- Profundizar en el conocimiento y manejo de la unidad anatómica y fisiológica que es la célula. -

Observar en su medio a células vivas y muertas.

Célula: es la unidad funcional, estructural de origen genético y patológica, se la considera unidad

funcional puesto que cumple funciones vitales, respiración es estructural porque es la mas pequeña

porción de vida que toma la otra célula y da origen a otras células, otra de sus funciones es la de

• Protoplasma: esta se encuentra por dentro de la membrana celular y esta formado por el

citoplasma y núcleo. • Citoplasma: es de aspecto anatómico, homogéneo y uniforme en este se

encuentra los organelos membranosos y no membranosos, estos son mitocondrias, lisosomas,

perixosomas, retículo endoplasmatico rugoso, retículo endoplasmaico liso, ribosomas, aparato de

golgi, vacuolas, cito esqueleto, micro filamentos y centríolos.

1. mitocondrias: son organelos que miden de 0,5 a 1 de diámetro y 7 micras de largo, se encuentra

hasta 2000 en cada celula, presenta una membrana esotermolisa y una membrana interna plegada

que forma las crestas mitocondriales, presentan un espacio intermembranoso, un espacio de la

matriz, sus funciones son generación de ATP solo del croboxilico(crebs) . 2. Lisosomas: son

organitos abiertos y en su interior contiene enzimas hidroliticas su forma es redondeada, mide 0’,3
a 0,4 micrómetros, participa en la digestión intracelular, una partícula perteneciente si la propia

célula heterogagia cuando la partícula digerida es proveniente del medio extracelular los lisosomas

se forman

Mutación

Una mutación es el cambio en la secuencia de un nucleótido o en la organización

del ADN (genotipo) de un ser vivo, que produce una variación en las características de este y que

no necesariamente se transmite a la descendencia. Se presenta de manera espontánea y súbita o

por la acción de mutágenos. Este cambio estará presente en una pequeña proporción de la

población (variante) o del organismo (mutación). La unidad genética capaz de mutar es el gen, la

unidad de información hereditaria que forma parte del ADN.

En los seres pluricelulares, las mutaciones solo pueden ser heredadas cuando afectan a las células

reproductivas. Una consecuencia de las mutaciones puede ser, por ejemplo, una enfermedad

genética. Sin embargo, aunque a corto plazo pueden parecer perjudiciales, las mutaciones son

esenciales para nuestra existencia a largo plazo. Sin mutación no habría cambio, y sin cambio la

vida no podría evolucionar.


Transferencia intercelular y recombinación genética en las bacterias.

En la introducción al ya realizamos un encuadre general de los distintos tipos de variaciones

genotípicas, distinguiendo las que no implican transferencia de material genético (mutación y

curación) de las que derivan de transferencia de ADN entre bacterias. A partir de ahora nos

vamos a ocupar de estas últimas.

Rasgos generales de la transferencia genética en bacterias:

La transferencia es unidireccional, es decir, tiene una determinada polaridad, existiendo células

donadoras y células receptoras.

La transferencia del genomio de una célula a otra no suele ser total, sino parcial.

Parte del material genético, una vez introducido en la célula receptora, sufre inmediatamente un

fenómeno de recombinación con el genomio de la receptora. El resto del material de la donadora

o no se replica, o se ve destruido.

Como se puede deducir, tras los procesos de transferencia genética bacteriana, no surge una

diploidía total (como es el caso en eucariotas), sino una diploidía parcial, que recibe el nombre

de merodiploidía. Las células bacterianas diploides parciales reciben la denominación

de merodiploides o merozigotos. Además, la merodiploidía suele ser transitoria.


Este tipo de intercambio genético unidireccional, con diploidía transitoria parcial, se

denomina meromixia, para distinguirlo de la reproducción sexual de eucariotas.

El genomio de la célula receptora se suele denominar endogenote.

La porción de genomio de la cél. donadora que se transfiere se llama exogenote.

Los procesos de transferencia genética en bacterias son de tres grandes tipos, más una variante

adicional de uno de ellos:

TRANSFORMACIÓN: captación y asimilación de ADN libre (desnudo), a partir del medio, por

parte de una célula receptora (lo estudiaremos en la segunda parte de este capítulo).

CONJUGACIÓN: transferencia directa de material genético, promovida por un plásmido, desde

una célula donadora a otra receptora, por medio de contactos íntimos entre ambas (puentes de

unión). Una variante de la conjugación es la SEXDUCCIÓN: en ella, un trozo definido de mat.

genético de la donadora es transferido como parte de un plásmido conjugativo.

TRANSDUCCIÓN: el material genético es transportado desde la cél. donadora a la receptora por

medio de un virus bacteriano (o sea, un bacteriófago o simplemente, fago), que actúa como

vecto.

Transformación del DNA

En biología molecular, la transformación es la alteración genética de una célula resultante de la

absorción directa, incorporación y expresión del material genético exógeno (ADN exógeno). El

ADN exógeno se encuentra en el ambiente y se introduce a través de la membrana de la célula.

La transformación ocurre de forma natural en algunas especies de bacterias, aunque también se

puede efectuar por medios artificiales. Para que ocurra la transformación, la bacteria debe estar
en un estado de competencia, lo que puede ocurrir como una respuesta limitada en el tiempo a las

condiciones ambientales, tales como la falta de nutrientes y una densidad celular elevada. Una

transformación es uno de los tres procesos por los que el material genético exógeno se puede

introducir en una célula bacteriana. Los otros dos son la conjugación y la transducción. A la

transformación de células eucariotas se le llama transfección.

El término transformación es también usado, de manera más general, para describir mecanismos

de transferencia de ADN o ARN en biología molecular (es decir, teniendo en cuenta más que las

consecuencias genéticas). Por ejemplo la producción de transgénicos como maíz

transgénico requiere la inserción de nueva información genética en el genoma del maíz usando el

mecanismo apropiado de transferencia de ADN; al proceso se le llama comúnmente

transformación.

El ARN también puede ser transferido en las células usando métodos similares, pero esto no

provoca normalmente cambios heredables y por lo tanto no es una transformación real.

Traducción por Bacteriófago.

La transducción es un proceso mediante el cual el ADN es transferido desde una bacteria a otra

mediante la acción de un virus. También se utiliza para designar al proceso mediante el cual

ADN exógeno es introducido en una célula mediante un vector viral. Esta es una herramienta que
usualmente utilizan los biólogos moleculares para introducir en forma controlada un gen extraño

en el genoma de una célula receptora.

Cuando los bacteriófagos (virus que infectan bacterias) infectan una célula bacteriana, su modo

normal de reproducción consiste en capturar y utilizar la maquinaria

de replicación, transcripción, y traducción de la célula de la bacteria receptora para producir gran

cantidad de virones, o producir partículas virales, incluido el ADN o ARN viral y la cubierta

de proteína.

Conjugación mediada por plásmidos.

La conjugación procariota, también conocida como conjugación bacteriana, es el proceso de

transferencia de material genético entre una célula procariota(bacteria o arquea) donadora y una

receptora mediante el contacto directo o una conexión que las una.1 Descubierta por Joshua

Lederberg y Edward Tatum en 1946,2 la conjugación es un mecanismo de transferencia

horizontal de genes como la transformación y la transducción, con la diferencia de que estos

últimos no involucran contacto intercelular.3


A menudo se le considerada un símil procarionte de la reproducción sexual o

el apareamiento debido a que implica el intercambio de material génico, no obstante, a diferencia

de esta la transferencia es unidireccional. Durante la

conjugación la célula donadora provee un elemento génico

móvil o conjugativo que generalmente es un plásmido o

un transposón.45 La mayoría de los plásmidos conjugativos

tienen sistemas que aseguran que la célula receptora no tenga

ya un elemento similar.

La información genética transferida a menudo beneficia al receptor. Las ventajas pueden

incluir resistencia antibiótica, tolerancia xenobiótica o la capacidad de usar nuevos metabolitos.6

La conjugación de plásmidos benéficos puede ser considerada una endosimbiosis procarionte.

Sin embargo, la conjugación de otros elementos génicos puede se vista como un tipo

de parasitismo y un mecanismo desarrollado para su propagación.

Genes estructurales y reguladores.

 Genes estructurales, que codifican para proteínas, que podrían ser reguladoras de genes, o

codifican ARN específicos que sólo se transcriben. Muchos genes se encuentran constituidos

por regiones codificantes (exones) interrumpidas por regiones no codificantes (intrones) que

son eliminadas en la formación del ARN. La secuencia de bases presente en el ARN

determina la secuencia de aminoácidos de la proteína por medio del código genético.

 Genes reguladores sin transcriptos, como:

1. Genes o secuencias de replicación que especifican el sitio de iniciación y

terminación de la replicación del ADN.


2. Genes de recombinación que proporcionan los sitios de unión para las enzimas de

recombinación.

3. Genes de segregación que son los sitios específicos para que las fibras del huso

mitótico durante la meiosis se adhieran a los cromosomas durante la segregación

en mitosis y meiosis.

4. Genes de secuencias del ADN que reconocen e interactúan

con proteínas, hormonas y otras moléculas.

5. Secuencias de repetición y secuencias sin sentido.

Aspectos Genéticos de la resistencia a las drogas: Generalidades.

La base del desarrollo de la resistencia bacteriana está en la selección de cepas resistentes que

producen ciertas concentraciones de antibiótico. El antibiótico no induce resistencia, solamente

selecciona. Es una interferencia en el proceso de selección natural. Donde antes se seleccionaban

las bacterias más aptas para la supervivencia en el sitio del organismo de que se trate, en

presencia del antibacteriano, sobrevivirán solamente aquellas variantes capaces de resistir a las
concentraciones de antibiótico presentes en ese lugar. El antibiótico se convierte en el primer

factor de selección.

El uso de los antibacterianos ha cambiado no solamente los clásicos cuadros sintomatológicos

que habían sido excelentemente descriptos en siglos anteriores de buena clínica, sino las

bacterias mismas, sus susceptibilidades y, consecuentemente, las posibilidades de tratamiento y

curación.

Luego de la introducción en la clínica de cada nueva droga, es un proceso probablemente

inevitable, que en un plazo variable de tiempo, aparezcan variantes resistentes de la bacteria

contra la que se pretende luchar con la nueva arma. Esto se ha ido cumpliendo inexorablemente

con la mayoría de los agentes antimicrobianos. Esto no implica que, con el uso criterioso y

racional de los antimicrobianos, no se pueda limitar al máximo la emergencia de resistencias.

La resistencia de una bacteria no es la misma para todos los miembros de la población. Para

individuos indiferenciables morfológica o bioquímicamente, puede haber variedades con

susceptibilidades totalmente diferentes, muy susceptibles, es decir que son eliminadas por bajas

concentraciones del antibiótico, o muy resistentes, que son muy difíciles de erradicar, aún

administrando el antibacteriano en concentraciones elevadas. Pero cuando se hace un aislamiento

de una determinada infección, se supone que se trata de una cepa bastante pura, que es la que

produce el proceso morboso. Al estudiar su susceptibilidad a un determinado agente

antiinfeccioso a través de su CIM, podremos, al correlacionar este parámetro con sus variables

farmacocinéticas, estimar su eficacia “in vivo”. Cuando las concentraciones que el

antimicrobiano puede alcanzar en el organismo no superan la CIM sustancialmente y durante

tiempos prolongados, aunque vinculados al tipo de agente de que se trate, la bacteria tiene todas
las posibilidades para sobrevivir y la podemos definir como resistente. En cambio, cuando ocurre

lo opuesto, la bacteria es definida como susceptible.

Esto es lo que ocurre con las resistencias adquiridas, aquellas en que el antibacteriano actúa,

como se ha explicado, seleccionando entre microorganismo resistentes y susceptibles. Pero hay

otro tipo de resistencias, las denominadas resistencias intrínsecas, aquellas que son parte

constitutiva de la bacteria. Por ejemplo las diferencias, de membrana entre bacterias Gram

positivas y Gram negativas, hacen que los antibióticos beta lactámicos no encuentren el receptor

adecuado para fijarse y ejercer su efecto en las últimas.

Sin embargo, es la resistencia adquirida la que nos interesa y sobre ella nos vamos a extender

más. El origen de la resistencia adquirida es genético. El puntapié inicial de la resistencia es una

mutación que permite que algún mecanismo bacteriano cambie lo suficiente para que los

sistemas que la droga normalmente modifica, no existan más o sean suficientemente distintos

como para que el antimicrobiano no pueda actuar. Sobre esta mutación actúa luego la selección

ejercida por el antibiótico. Mayor importancia aún tiene el mecanismo de la transferencia de

material genético.
Metabolismo microbiano

El metabolismo microbiano es el conjunto de procesos por los cuales un microorganismo obtiene

la energía y los nutrientes (carbono, por ejemplo) que necesita para vivir y reproducirse. Los

microorganismos utilizan numerosos tipos de estrategias metabólicas distintas y las especies

pueden a menudo distinguirse en función de estas estrategias. Las características metabólicas

específicas de un microorganismo constituyen el principal criterio para determinar su papel

ecológico, su responsabilidad en los ciclos biogeoquímicos y su utilidad en los procesos

industriales.

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