Serie Filosofía de la Educación Escolar Cristiana

Fascículo número cinco: “El Estado, los Padres y los Maestros. Responsabilidades
y Relaciones en la Escuela Cristiana”. Título original en inglés “Responsabilities and
Relationships in the Christian School” ©2007 por Dr. Richard Edlin.

Este fascículo aparece originalmente como el capítulo cinco del libro: “The Cause of Christian
Education”, 3ra. Edición, por Dr. Richard J. Edlin, páginas 97-119.

Edición y traducción por: Ruth Alvarez de Rodríguez, Analucía de Díaz-Durán y Jorge Rivas
Maldonado
Diseño y diagramación: Alejandro Alvarez, IGRAFIX STUDIO, alejandro@igrafixstudio.com,
www.igrafixstudio.com

©2010 ACSI Latinoamérica

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sea electrónica o mecánica, incluyendo fotocopiado, grabación, cualquier tipo de
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propietario de los derechos reservados.

Textos bíblicos de la Santa Biblia, Nueva Versión Internacional.

©1999 por la Sociedad Bíblica Internacional.

Impreso en Guatemala.
1,000 Ejemplares.

ISBN 978-99922-943-0-7
 Introducción
L
La intervención del estado en la educa-
ción de los niños, adolescentes y jóvenes en
América Latina es cada vez mayor y los cris-
tianos debemos volver a hacernos la pregunta:
¿De quién es —al final de cuentas— la res-
ponsabilidad de educar?
Ciertamente las constituciones políticas
de la mayoría de países identifica al estado
como el principal responsable y proveedor de
servicios de educación. La educación pública
es la que aglutina al mayor número de estu-
diantes y por tanto consideramos que lo más
natural es dejar en manos del estado el cum-
plimiento de este mandato constitucional.
Sin embargo, la deficiencia de la calidad
educativa en la educación pública ha forzado
a la sociedad a buscar opciones de educación
privada para aquellas familias dispuestas a pa-
gar por la educación de sus hijos. Las escuelas
y colegios cristianos son parte de este sector
privado en la educación. Pero, ¿son estas ins-
tituciones las responsables de educar a la nue-
va generación?
Fieles a nuestro compromiso de promo-
ver una cosmovisión bíblica sobre los asuntos
críticos relacionados con la educación escolar
Serie Filosofía de la Educación Escolar Cristiana - Fascículo 5
cristiana, nos complace presentar un trabajo
más del Dr. Richard Edlin. En él se discuten
los roles e interacciones entre los diferentes
participantes en la empresa educativa. Los di-
versos puntos de vista reciben un tratamiento
objetivo pero, al final de cuentas, es la pers-
pectiva bíblica la que define lo que debe ser
un modelo auténticamente cristiano de edu-
cación.
Las instituciones son importantes pero,
más importantes son las personas que compo-
nen esas instituciones. Es por ello que el lente
de este folleto se enfoca en los padres y en los
maestros. Si usted es uno de ellos, entonces
este pequeño libro es una lectura obligada
para entender el rol que Dios le ha asigna-
do. Las expectativas que todos ponen sobre la
educación como la respuesta a la problemáti-
ca de nuestras naciones podrán ser cumplidas
en la medida en la que todos, estado, padres
y maestros, cumplamos las responsabilidades
que Dios ha asignado a cada cual.
Estuardo Salazar Gini, M.Ed.
Director Regional para Latinoamérica
Association of Christian Schools International
3
 El Estado, los Padres
y la Escuela
La Responsabilidad de la
Escuela Cristiana en su
Relación con el Estado
En el moderno movimiento post-
cristiano de Occidente, los cristianos en
muchos países han participado en dis-
cusiones sobre el rol del gobierno en la
sociedad en general y en particular en
la educación. Estas discusiones regular-
mente involucran dos perspectivas siste-
máticas: La primera se caracteriza por el
repetido comentario que dice “El gobier-
no debe hacer más para...” La segunda
perspectiva está caracterizada por resaltar
con mucha frecuencia que “El gobierno
no debe estar involucrado en...”
El propósito de esta sección es, a la luz
de la Palabra de Dios, profundizar en la
Serie Filosofía de la Educación Escolar Cristiana - Fascículo 5
labor del gobierno en la sociedad, especial-
mente en la educación. Para llevar a cabo
esto, se hará un bosquejo detallado sobre
las dos posturas en las que el estado es
abrazado por muchos cristianos y se citará
la perspectiva bíblica. Además, se consi-
derará la responsabilidad de los padres de
familia en la educación, finalmente, la la-
bor del gobierno en la educación.
Dos Enfoques en la Labor
del Gobierno
A. “El gobierno debe hacer más...”
Los cristianos que mantienen este
punto de vista reconocen que vivimos en
una era cada vez más compleja, en la cual
la tecnología ha aumentado la habilidad
del hombre para mejorar el bienestar fí-
5
sico de todas las personas y a la vez ha
complicado la existencia humana. Los
cristianos de esta postura demandan que
los gobiernos se involucren más en la so-
ciedad, colocando a la educación como
un elemento clave en este proceso, a efec-
to de mejorar el estado de toda la gente y
reducir así la posibilidad de decadencia;
generalmente sus esfuerzos tienen un ca-
rácter de índole cristiano. Por otra parte,
a nivel nacional se demanda del gobierno
que asegure que su sistema educativo tra-
te responsablemente los problemas socia-
les tales como el desempleo y la distribu-
ción de la riqueza.
B. “El gobierno no debería estar involu-
crado en...”
Existe otro grupo de cristianos, quizá
más pequeño, pero no menos dedicado
o preocupado que el primero, que insis-
te en afirmar que el gobierno interviene
mucho más de lo que debería en nuestra
sociedad. De acuerdo a esta perspectiva,
el gobierno ha impuesto control sobre la
vida de las personas (o las personas han
recibido el control inconscientemente)
de manera desmedida y sin fundamento
bíblico. Los cristianos han sido llamados
a ignorar las incursiones (las cuales están
fuera del contexto bíblico) por parte del
estado en la libertad de sus ciudadanos.
6 Serie Filosofía de la Educación Escolar Cristiana - Fascículo 5
La educación sobresale como uno de
esos puntos en pugna. Se afirma que la
forma en la cual el estado se encuentra
involucrado en la educación es contrario
a lo que dice la Palabra de Dios. La Bi-
blia instruye a los padres de familia, no al
estado, acerca de la disciplina y la ense-
ñanza de los niños. Por lo tanto, la exi-
gencia es clara, los cristianos que desarro-
llan escuelas cristianas tienen el respaldo
de las Escrituras al ignorar por completo
lo que hemos visto como regulaciones ile-
gítimas del gobierno en relación con la
educación.
Todos simpatizamos con alguna de
estas dos posiciones relacionadas con la
tarea del estado en la educación. A pe-
sar que ambas mantienen puntos de vista
opuestos, las dos parecen tener algún mé-
rito. ¿Cómo debe un cristiano respon-
der en una situación como ésta? ¿A cuál
de estos grupos podríamos ofrecer nues-
tra lealtad? La forma de responder no
descansa en el análisis detallado de cada
una de estas posiciones, ni el aliarse con
cualquiera de ellas. La respuesta, como
siempre, debe encontrarse en Cristo: “en
quien están escondidos todos los tesoros
de la sabiduría y del conocimiento” (Co-
losenses 2:2-3). Solamente en el Dios
de las Escrituras se hallará la sabiduría
acerca de todas las cosas, incluyendo el
rol del estado en la educación. Para poder
entender los principios de la Palabra de
Dios que se refieren al rol del estado en
la educación, tenemos que considerar la
perspectiva bíblica del estado y que dice
la Biblia acerca de la responsabilidad de la
educación de los niños.
Una Perspectiva Bíblica del
Estado
La tarea asignada por Dios de gober-
nar y regular la sociedad ha existido a tra-
vés de toda la historia. La naturaleza de
las sociedades en las que dicha labor se ha
llevado a cabo, se desarrolló relativamen-
te desde la simple estructura tribal de las
primeras civilizaciones bíblicas hasta los
complejos modelos de sociedad de nues-
tros días.
Sin embargo, independientemente
del contexto social, la labor asignada por
Dios de gobernar y regular las acciones
del hombre han tomado en cuenta los si-
guientes factores:
1. Establecer y conservar buenas rela-
ciones con las comunidades extranje-
ras, resguardando su propia comuni-
dad de cualquier agresión por parte
de ellas.
Serie Filosofía de la Educación Escolar Cristiana - Fascículo 5
2. Establecer y sostener el orden en la
sociedad para que sus ciudadanos
puedan llevar a cabo sus labores con
entera libertad.
3. Establecer y mantener un sistema le-
gal que regule contratos justos entre
los individuos, las familias y las orga-
nizaciones, permitiendo su desarro-
llo y habilitándoles para que puedan
cumplir con funciones como provi-
sión de sustento, abrigo, manteni-
miento del comercio, sus tradiciones
y educación. Además encontramos
énfasis bíblico pertinente al tema en
el libro de Isaías de darle protección
a los desposeídos como a las viudas y
los huérfanos.
Estos tres conceptos sobre la función
del gobierno se observan históricamente
en todas las sociedades. Sin embargo, por
simples o complejos que sean, el éxito en
llevarlos a cabo ha variado enormemente.
Israel, por ejemplo, empezó como
una sencilla comunidad tribal bajo el li-
derazgo patriarcal de Abraham. Después
que Dios escogió a Israel como su pueblo
mediante un pacto especial, los hijos de
Abraham se desarrollaron en 12 diferen-
tes tribus. Las leyes y regulaciones fueron
implementadas para la joven nación y sus
7
patrones sociales fueron diferenciados en
cuatro estructuras de autoridad: Familia,
sacerdotes, autoridad civil y profetas.
En Israel la responsabilidad de la au-
toridad civil, ya fuera bajo el gobierno de
Moisés o más adelante bajo el gobierno
de los Jueces y Reyes, era una sola, man-
tener la justicia y la equidad para los
ciudadanos. En el libro de Éxodo dice
“Al día siguiente, Moisés ocupó su lugar
como juez del pueblo, y los israelitas estu-
vieron de pie ante Moisés desde la maña-
na hasta la noche” (Éxodo 18:13). Aquí
Moisés ejerció la labor de gobierno en lo
que se refiere a mantener la justicia y el
orden, corrigiendo y evitando la opresión
entre la gente.
Inmediatamente, después de la esce-
na de Éxodo 18, el modelo de gobierno
cambió con la visita y el consejo de Jetro,
suegro de Moisés. Moisés delegó auto-
ridad a otros oficiales de gobierno para
atender demandas menores de justicia
según iban apareciendo. Sin embargo, el
rol básico de gobierno para mantener el
orden y la justicia, así como la corrección
para evitar la opresión, siguió su curso.
Mientras seguimos la narración bíblica
de los diez mandamientos a través de los
Jueces y los Reyes ordenados por Dios,
8 Serie Filosofía de la Educación Escolar Cristiana - Fascículo 5
encontramos que a pesar de cambiar
culturalmente la forma de gobierno, la
función del mismo continuaba igual —
ejercitar la autoridad delegada por Dios
sobre los asuntos del pueblo, tanto como
mantener la justicia social. El testimo-
nio de los profetas claramente enfatizaba
esto en el Antiguo Testamento. Cada vez
más, estos profetas demandaban ante las
autoridades de gobierno que se restaurara
o se conservara la justicia entre el pueblo
de Dios. (Miqueas 3:1-12 y Oseas 7:1-
16)
Este tema también llega al Nuevo Tes-
tamento, a pesar que una vez más, el tipo
de gobierno era diferente. Las Escrituras
afirman que el gobierno civil existe como
autoridad ordenada por Dios para man-
tener la justicia en medio del contexto de
la opresión por la ocupación romana de
aquellos días. Por lo tanto, los cristianos
son generalmente llamados a obedecer en
este mismo contexto. (Romanos 13:1-7,
Pedro 2:13-14 y Mateo 22:15-22).
Establecer el patrón bíblico del rol
que juega el gobierno, tal como Dios lo
ha ordenado para conservar la justicia y
corregir la opresión, es tan sólo el inicio.
Ahora debemos ver qué significa esto y
cuáles son sus implicaciones en la educa-
ción.
 El primer punto es la perspectiva
bíblica del estado, la cual establece que
la autoridad del estado fue delegada por
Dios, por lo tanto debe obedecerse. Se-
gundo, que el gobierno no es autónomo,
ni la última instancia, pues tiene un pre-
cepto de Dios y debe ejercerlo en obe-
diencia a las leyes y los mandatos y no
responder necesariamente a los caprichos
de las masas o las aberraciones de las so-
ciedades contemporáneas. Poncio Pilato
no reconoció esto, deseando complacer
a las multitudes liberó a Barrabás y sen-
tenció a Jesús a ser crucificado (Marcos
15:8-15). Tercero, el estado no debe ser
un amo sino un servidor para preservar la
justicia (Marcos 9:35).
Una cuarta implicación de la pers-
pectiva bíblica es que la autoridad del
estado es limitada. El gobierno según
las Escrituras tiene una autoridad real y
es bastante clara en el área de la justicia,
pero su mandato no le permite usurpar
la autoridad de las otras instituciones
sociales. La familia, el matrimonio, la
educación, las instituciones económicas,
la iglesia y los hospitales son ejemplos de
instituciones que tienen su propia inte-
gridad y autoridad. Estas no son úni-
camente expresiones del estado. En 1ª.
Pedro 2:11-25, encontramos que Pedro
exhorta a sus lectores a estar sujetos, por
Serie Filosofía de la Educación Escolar Cristiana - Fascículo 5
causa del Señor, a toda institución huma-
na. Luego se dirige a mencionar algunas
de ellas, por ejemplo, la relación entre pa-
trono y empleados. El gobierno era sola-
mente uno entre los numerosos ejemplos
que él citó. El gobierno es solamente una
parte del orden de Dios para la sociedad,
no su totalidad.
Un problema real en la sociedad de
nuestros días es que muchas personas,
cristianas y no cristianas, tienen una pers-
pectiva sin fundamento bíblico del esta-
do. Ellos lo consideran como una auto-
ridad tipo paraguas, capaz de extenderse
y regular todas las instituciones sociales
(excepto la iglesia como institución). A
la luz de una sociedad igualitaria con
mentalidad de beneficencia social que
está incrementando su influencia en las
ciudades occidentales, el resultado es que
la salud, el bienestar, el comercio y en
particular la educación son vistos como
brazos del estado. Los ciudadanos ven al
estado como un consuelo en caso de de-
sastres, quien paga las pensiones por jubi-
lación en algunos casos o compensacio-
nes por accidentes y muy cercano a todo
ello, como quien tiene el control total de
la economía. También hemos visto al es-
tado como el encargado de educar a nues-
tros hijos, lo cual es contrario a la Palabra
de Dios. La autoridad que Dios le ha
9
dado al estado es para mantener la justi-
cia. Como veremos después, esta función
involucra al estado de manera limitada en
otras instituciones sociales como la fami-
lia o la educación, así como en el resguar-
do de la justicia, lo cual no significa que
el estado tenga autoridad por encima de
ellos. Por el contrario, el gobierno debe
mantener un modelo de sociedad justa,
en donde estas otras instituciones sean
libres de ejercer su autoridad dentro de
sus propias áreas de trabajo, como una
respuesta a la Palabra de Dios.
Si el estado no es el principal
responsable por la educación,
¿quién es el responsable?
En el contexto de lo que se ha men-
cionado hasta el momento debe quedar
claro que, si surgiera un problema que
tiene que ver con la justicia en el ámbito
educativo, entonces esta es una área le-
gítimamente limitada a la competencia
del gobierno. Sin embargo, existe otro
aspecto que debe ser añadido. Si el esta-
do no es el principal responsable por la
educación, ¿quién es el responsable?
10 Serie Filosofía de la Educación Escolar Cristiana - Fascículo 5
La Perspectiva Bíblica
sobre la Responsabilidad
de los Padres en la
Educación
Tanto en el Antiguo como en el Nue-
vo Testamento, las Escrituras afirman que
los padres son los encargados de la edu-
cación de sus hijos. El famoso pasaje de
Deuteronomio 6:1-9, con toda solemni-
dad se refiere a los padres como los esco-
gidos de Dios para instruir diligentemen-
te a sus hijos en los caminos del Señor.
En Salmos 78:1-8, el salmista suplica a
los padres que instruyan a sus hijos acer-
ca de los gloriosos hechos del Señor “Así
ellos pondrían su confianza en Dios y no
se olvidarían de sus proezas…” Pablo, en
Efesios 6:4 instruye a los padres a criar
a sus hijos “en la disciplina e instrucción
del Señor.”
En la sociedad actual esta carga se
encuentra muy desatendida por muchos
cristianos y cuando la consideran se limi-
tan a una “falsa” espiritualidad en el con-
texto de la escuela dominical, en vez de
verla en el contexto de la vida según la
Biblia. La evidencia de las Sagradas Es-
crituras es clara, al estado no se le ha dado
la responsabilidad de la educación y ni si-
quiera es el maestro quien primeramente
será llamado a dar cuentas al Señor por
la educación de los niños, mas bien los
padres son los que le deben responder a
Dios por el ejercicio de esta responsabili-
dad. Lo correcto es adoptar el apoyo de la
iglesia para que ayude en esta labor, pero
los padres siempre están a cargo y tienen
la autoridad para llevar a cabo esta res-
ponsabilidad.
La educación escolar cristiana es un
aspecto de la educación formativa que se
origina y extiende desde el contexto del
hogar y la familia. En medio de la socie-
dad tecnológicamente especializada, los
padres encuentran necesario delegar algo
de esa labor educativa en la escuela, así
como delegan el tratamiento de la salud
a los doctores en medicina. Esto es le-
gítimo y necesario, aunque la delegación
no necesariamente exime de la responsa-
bilidad. Son los padres cristianos los res-
ponsables de asegurar que la educación
que reciben sus hijos proviene de escuelas
verdaderamente cristianas. Debe ser una
educación que fortalezca y profundice
lo que los niños aprenden en casa y en
la iglesia. Obviamente, esto sólo puede
ocurrir dentro de una escuela cristiana.
Naciones como Estados Unidos,
Nueva Zelanda, Gran Bretaña y muchas
de América Latina han firmado La Decla-
ración Universal de los Derechos Huma-
Serie Filosofía de la Educación Escolar Cristiana - Fascículo 5
nos ante Naciones Unidas, la cual sostie-
ne con firmeza que “los padres tienen el
derecho de escoger qué tipo de educación
recibirán sus hijos”. Desafortunadamen-
te, muchos padres cristianos también han
cedido este derecho y quizá hasta lo han
confiado por completo al estado. La de-
claración de las Naciones Unidas en con-
traste con la situación contemporánea
describe mejor la postura bíblica.
La Responsabilidad del
Estado en la Educación
Ahora que ya hemos afirmado la
perspectiva bíblica del estado (en el rol de
ejercer justicia) y el rol de los padres en
la educación (al demostrar que la respon-
sabilidad es de ellos), podemos regresar
a la pregunta clave de la responsabilidad
del gobierno en la educación. También
podemos reconsiderar los dos puntos de
vista perfilados al inicio de este capítulo.
La perspectiva bíblica de la responsabi-
lidad del estado y la responsabilidad de
los padres no apoya ninguna de esas dos
posiciones.
Afirmar que el estado debe verse
más involucrado en todas las institucio-
nes humanas, incluyendo la educación,
no es bíblico, ni resolverá los problemas
que preocupan a sus ponentes. Veamos
11
una postura contraria, un estado rígido,
controlador e involucrado en todo, ani-
ma lo inaceptable como lo es “un nuevo
totalitarismo”, descripción que se le ha
dado a algunos países escandinavos como
Suecia, que el resto de países del mundo
lo toma como modelo.
Por otro lado, afirmar que los padres
son los encargados de la educación de sus
hijos no quiere decir que la educación
cristiana debiera existir completamente
independiente del gobierno. La posición
bíblica es que el estado debe ser el bastión
de la justicia, el encargado de ejercitar
esta autoridad en la sociedad. El estado
tiene el legítimo derecho de interactuar
en todas las instituciones sociales, siem-
pre y cuando respete la integridad de las
mismas.
Moisés es el ejemplo de un buen lí-
der ejercitando la justicia en todas las si-
tuaciones de la vida del pueblo de Israel.
Salomón buscó la sabiduría de Dios para
ejercitar la justicia en la sociedad de sus
tiempos, por tanto, lo vemos envuelto en
disputas por la justicia y el bienestar de la
familia. Este fue un ejercicio que man-
tuvo la justicia en algunas instituciones
sociales específicas, pero siempre mantu-
vo el respeto, la integridad y la autoridad
12 Serie Filosofía de la Educación Escolar Cristiana - Fascículo 5
de las mismas. Estos ejemplos se aplican
a la educación.
La labor del gobierno es mantener
la justicia en la educación, así como per-
mitir a los padres ejercitar su autoridad
y responsabilidad delegada por Dios para
determinar que tipo de crianza, educa-
ción y escolaridad recibirán sus hijos.
Es en este contexto que tanto el rol
del estado como el de los padres pueden
unirse de una manera obediente a los pre-
ceptos bíblicos.
Implicaciones de la
Relación entre las Escuelas
Cristianas y el Estado
Los cristianos deben buscar justicia
en la educación de sus hijos; esto implica
que hagan un llamado al gobierno para
que les permita establecer y mantener es-
cuelas cristianas sin mayores obstáculos,
si esto es lo que ellos como padres creen
que el Señor desea que hagan.
Los cristianos también ganan este de-
recho a favor de padres que tienen otras
creencias religiosas. Esto también signi-
fica que, en términos generales, se reco-
noce la legitimidad legal del estado, aun-
que sea de alguna manera limitada. El
rol del estado es asegurar que los niños,
aún dentro de sus propias limitaciones,
reciban una educación genuina definida
comúnmente como una preparación para
funcionar en su cultura.
Esta búsqueda de la justicia para
la educación cristiana requiere que los
cristianos mantengan una vigilancia in-
cansable sobre los legisladores y las leyes
vigentes para proteger y enfatizar su res-
ponsabilidad en la educación, tal y como
les fue ordenada por Dios.
En numerosas ocasiones, especial-
mente durante los últimos 100 años, di-
versos grupos interesados han solicitado
ante la Corte Suprema de Justicia de los
Estados Unidos, que se eliminen los pri-
vilegios adquiridos por las escuelas cris-
tianas y parroquiales. Hasta tiempos re-
lativamente recientes las cortes han soste-
nido una perspectiva general, indicando
que el estado tiene un legítimo interés en
una educación adecuada para los niños,
sin que este interés entre en conflicto con
el derecho de los padres de dirigir la edu-
cación de sus hijos.
Mario Pilatti, de la Secretaría de
Educación en la provincia de Neuquén,
Argentina, manifestó en la convención
Serie Filosofía de la Educación Escolar Cristiana - Fascículo 5
de ACSI en el año 2004: “Los cristianos
tienen ventaja sobre las escuelas públicas;
tienen el mejor fundamento para enseñar
a los niños y a la juventud valores y prin-
cipios morales”. Así también en una con-
vención de ACSI en Tegucigalpa, Hon-
duras, en el año 2008, el Viceministro de
Educación fue aplaudido cuando solicitó
a cientos de maestros de escuelas cristia-
nas que: “Continúen con el buen trabajo
que están realizando”, demostrando con
esto que algunas autoridades guberna-
mentales en Latinoamérica reconocen el
trabajo de las escuelas cristianas y la razón
por la que algunos padres inscriben a sus
hijos en estas escuelas.
La tendencia interventora se ha acele-
rado en años recientes en los debates acer-
ca de la unilateralidad y la imposición del
estado, en países como Venezuela, Ecua-
dor y Bolivia. Sin embargo, es necesario
agregar que la limitación del derecho de
los padres en la educación de sus hijos ha
venido en gran parte como resultado de
casos oficiales, en donde las autoridades
de educación han buscado disminuir la
independencia operacional de los cristia-
nos y otras escuelas no gubernamentales.
Las regulaciones y requerimientos del
estado para iniciar y mantener escuelas
son diseñadas para asegurar que los niños
13
sean tratados con equidad. Por ejemplo,
las regulaciones de salud, entrenamien-
to del personal, un currículo desarro-
llado según las necesidades locales y no
un currículo solamente copiado porque
es obligatorio por parte del estado. Estas
regulaciones deben establecerse, respe-
tarse y cumplirse en el establecimiento.
Un buen número de representantes del
gobierno en la educación, aunque no
estén conscientes de ello, sí ejercitan su
autoridad para asegurar que los niños
estén siendo tratados justamente en las
escuelas, esta es la función que la Biblia
les asigna. La mayoría de estos ejecutivos
no están intentando deliberadamente
neutralizar la educación cristiana. Los
cristianos deben someterse a esto cuando
el uso de su autoridad no les demande ac-
ciones que claramente contradigan lo que
está escrito en la Palabra de Dios.
La comunidad educativa cristiana
debe analizar constantemente las tenden-
cias y la manera en que se desarrolla la
educación en su región, para confrontar
aquellos aspectos impropios y proporcio-
nar una fuerza moral y legal que compen-
se la injusticia del estado en la educación.
Además debe ser proactiva y debe asegu-
rar que se alcancen las demandas legíti-
1 Bellei, Christian. El aporte de las escuelas privadas a la calidad y equidad de la educación escolar en Chile, ¿qué dice la eviden-
cia? www.boletinacademico.uchile.cl/1/pensar4.pdf
14
mas del estado concernientes a la educa-
ción de los niños.
Implicaciones sobre la
Provisión de Fondos para
las Escuelas Cristianas
El estado cobra impuestos a sus ciu-
dadanos y parte de ese dinero lo distribu-
ye en educación. Los padres de familia
que optan por la educación cristiana en
centros escolares privados, se supone que
pagan el doble por la educación de sus
hijos, comparado con aquellos que no
tienen esa posibilidad. Estos padres por
un lado hacen el pago de sus impuestos
y por otro lado deben pagar las cuotas
de las escuelas cristianas. Los cristianos
deberían solicitar al gobierno sin temor
que distribuya estos recursos equitativa-
mente. Las escuelas cristianas del sector
privado debieran financiarse bajo condi-
ciones similares a cualquier “otra” escuela
pública del estado. Algunos países de La-
tinoamérica como en Chile y Argentina,
han iniciado procesos de financiamiento
de la educación a los centros educativos
privados por parte del estado, incluyendo
las escuelas cristianas1.
Serie Filosofía de la Educación Escolar Cristiana - Fascículo 5
 Los Padres y
los Maestros
A. Padres… Padres… Padres
Recientemente fui llamado para ayu-
dar a una escuela cristiana que estaba ex-
perimentando ciertos desafíos y algunas
divisiones. La escuela estaba en sus pri-
meros años de existencia y muchos de los
padres cuyos niños asistían a esta escuela
habían estado estudiando en un sistema
de educación en casa (home schooling).
La junta directiva de la escuela de mane-
ra discreta y apropiada había establecido
unos comités para recomendar políticas
en áreas como disciplina, finanzas y de-
sarrollo. También habían elegido un co-
mité educativo que tenía a su cargo el de-
sarrollo del currículo para la escuela. Sin
embargo, ¡no se había tomado en cuenta
a los maestros en estos comités! Los pa-
dres estaban convencidos del mandato
bíblico que ellos tienen para educar a sus
propios hijos y sentían que era un acto
irresponsable permitir que otras personas
le dieran forma y estructura al proceso de
aprendizaje. Por lo tanto, los maestros
eran vistos casi como marionetas, como
extensiones del hogar, como técnicos pre-
sionando botones previamente señalados
en un programa predeterminado, en el
cual eran excluidos de cualquier tipo de
protagonismo que les diera un sentido de
propiedad en el proceso. Es comprensi-
ble que los maestros se sintieran incómo-
dos con esta situación.
Otras escuelas cristianas han experi-
mentado un profundo conflicto, incluso
hasta división, cuando algunos padres
bastante preocupados le llamaron la ata-
ción a los maestros. Los padres pueden

Serie Filosofía de la Educación Escolar Cristiana - Fascículo 5 15

sentir que ciertos aspectos del programa
escolar no encajan con su propio concep-
to de la educación cristiana. Por lo tan-
to, ellos tratan de hacer que los maestros
estén únicamente para hacer lo que les
pidan, sin derecho a opinar. Por su par-
te los maestros se sienten incómodos con
esta crítica. En ocasiones, las preocupa-
ciones de los padres pueden parecer des-
consideradas y basadas en rumores, sobre
todo cuando no se les ha visto visitando
la escuela para observar las clases, ni par-
ticipando dentro del programa escolar.
Otras veces, los comentarios de los pa-
dres son acertados e indican su deseo que
exista un modelo diferente al de las con-
vicciones que con tanta firmeza sostienen
los maestros. Puede darse también el
caso que un grupo de padres que alienten
a la escuela para moverse a cierto rumbo,
mientras que otro grupo sugiera moverse
hacia una dirección diferente, provocan-
do división.
B. Maestros… Maestros... Maestros
Por otra parte, aún los educadores de
las escuelas cristianas no están exentos de
crear una atmósfera que les quite a los pa-
dres de familia el derecho de estar en con-
trol de la educación de sus hijos. Esto es
2 John Leo, “Schools to Parents: keep out” (Escuelas para Padres: Manténgase afuera) U.S. News and World Report, (Reporte
Mundial y Noticias de Estados Unidos) 5 de octubre de 1992, p.33.
16
lo que se vive con intensidad en el sector
público cada día, en donde el compromi-
so de los líderes de la comunidad educa-
tiva, sin ninguna corrección política, les
permite asumir que tienen el derecho de
inculcarles la visión de la sociedad ideal,
aunque esta sea contraria al punto de vis-
ta de los padres.
John Leo, un columnista del perió-
dico de The U.S News and World Report,
ha hecho reportajes sobre este tema. Para
sostener su argumento John Leo ha pro-
porcionado evidencias de muchos lugares
de los Estados Unidos, en donde demues-
tra que los establecimientos educativos
visualizan a los padres de familia como
un embarazoso estorbo en la vida de las
escuelas públicas. Describe la actitud
convencional entre los burócratas educa-
tivos con frases como: “Nosotros somos
los profesionales; los padres de familia
son los aficionados que deben ser apaci-
guados y quitados de en medio”. 2
Muchos padres, a menudo condi-
cionados de manera subliminal por una
falsa seguridad que proviene de educa-
dores que realmente son superfluos, son
debilitados por su falta de entendimiento
Serie Filosofía de la Educación Escolar Cristiana - Fascículo 5
acerca de la posición bíblica de la familia,
llegando a aceptar el hecho de exclusión
y aislamiento en la toma de decisiones so-
bre la educación de sus hijos. En tanto,
los pocos padres que sí hacen un esfuer-
zo por involucrarse, tienen que vencer
muchas barreras, incluyendo la jerga y el
misticismo con el que muchos educado-
res de todos los niveles rodean el proceso
de enseñanza. Como consecuencia, re-
gularmente encuentran su participación
limitada a algunas actividades, como re-
caudar fondos o ayudar en el programa
de almuerzos o desayunos de las escuelas.
Estas son actividades importantes que va-
len la pena, pero tienen muy poca rela-
ción con ayudar a darle forma al proceso
educativo.
Por fortuna las condiciones antes des-
critas no representan la situación real de
todas las escuelas cristianas. La decisión
actual de los padres de llevar a sus hijos
fuera del sistema de educación pública
gratuita indica que tienen una preocupa-
ción vital sobre la educación de sus hijos.
A menudo los padres asisten a las
sesiones en las escuelas cristianas. Estas
pueden ser sesiones dinámicas donde se
discute cualquier tipo de asunto. Sin
embargo en algunas escuelas cristianas la
Serie Filosofía de la Educación Escolar Cristiana - Fascículo 5
tensión entre padres y maestros continua
existiendo. Es un hecho que las confe-
rencias educativas cristianas en donde se
expone este tema tienen mayor audien-
cia.
¿Cómo encontramos un camino
en medio de esta escabrosa situación?
Como ha sido tratado en los anteriores
volúmenes de la “Serie de Filosofía de la
Educación Escolar Cristiana”, necesita-
mos afirmar que la respuesta no depende
de la presentación de una gran variedad
de estrategias. La respuesta descansa en
primer lugar en el desarrollo de un en-
tendimiento bíblico del problema, luego
en el desarrollo de cursos de acción que
respondan a este entendimiento. Una
excelente característica de la educación
escolar cristiana, es que la mayoría de los
maestros y los padres involucrados toman
seriamente su responsabilidad y autori-
dad en la educación. Nuestro propósito
en este fascículo es descubrir la manera
en la que esta variedad de responsabilida-
des y autoridades encajan como un solo
engranaje en la comunidad escolar, para
beneficio de los estudiantes y para atraer
la gloria de Dios.
17
La Responsabilidad de los
Padres y la Comunidad
Escolar Cristiana
En la sección anterior se han presen-
tado las bases bíblicas de la responsabi-
lidad de los padres en la educación de
sus hijos. En la nación de Israel, en el
Antiguo Testamento, los padres fueron
comisionados de manera específica para
instruir a sus hijos, de tal modo que los
más jóvenes vieran el señorío de Dios en
el mundo y su responsabilidad hacia el
mismo Señor, mientras maduraban en el
conocimiento de Su creación (Deutero-
nomio 4:9-10 y Salmo 78:1-72, son sólo
algunos ejemplos). En el Nuevo Testa-
mento, en Efesios 6:4, Pablo les recuerda
a los padres que sigue vigente la respon-
sabilidad de criar a sus hijos “en la disci-
plina e instrucción del Señor” que hizo
el mundo, el que lo sostiene y el mismo
que ha delegado a las personas el deber
de ejercer dominio sobre el mundo como
siervos responsables del Señor.
A temprana edad en la vida de un
niño no existe dificultad para seguir los
principios bíblicos. Los padres son los
responsables de la crianza de sus hijos y
mucho de esto ocurre en el hogar. Es allí
donde el niño aprende a sonreír, a beber
de una taza y empieza a controlar sus
18 Serie Filosofía de la Educación Escolar Cristiana - Fascículo 5
propios sentimientos en el contexto de
una vida familiar. Es en el hogar don-
de el bebé aprende a gatear, a caminar y
descubre que puede jugar con algunas co-
sas, pero que los bellos adornos de mamá
deben ser respetados. Aquí ellos pueden
aprender por medio de historias, cancio-
nes y ejemplos de los padres acerca del
amoroso Dios creador de todas las cosas.
Con la crianza de la familia, los niños
aprenden a comportarse en compañía de
otros y a adoptar los patrones de cortesía
que se esperan en la cultura que el niño
crecerá. Los padres cristianos gustosa-
mente aceptan estas responsabilidades de
crianza como parte del llamado de Dios
para sus vidas.
Este compromiso hacia la familia
debe mantenerse en alta estima en la
escuela cristiana. John Taylor Gatto, el
maestro del año en la ciudad de Nueva
York en 1990, afirmó en su discurso este
compromiso y al referirse a la familia y
la educación en las escuelas públicas dijo:
“La familia es el motor principal de la
educación. Si usamos el ambiente esco-
lar únicamente para mantener a los niños
separados de sus padres seguiremos te-
niendo el horroroso show (en educación)
que tenemos en la actualidad. Sin temor
a equivocarnos podemos afirmar que esta
ha sido la función principal de las escue-
las desde que John Cotton lo anunciara
como el propósito principal de la escuela
durante la época de la Colonia en 1650 y
años más tarde Horacio Mann ratificara
que ese era también el propósito de las
escuelas en Massachussets en 1850”.3
La iglesia como institución también
cumple su parte en este proceso de crian-
za. Aspectos como la dedicación de los
niños o el bautismo declaran la intención
de la iglesia delante de Dios de apoyar en
su formación. El deseo que estas accio-
nes conllevan es que los niños aprendan
sobre el mundo, que reconozcan que fue
creado, redimido y que es sostenido por
el Dios verdadero; asimismo que todos,
jóvenes o adultos somos llamados a vivir
vidas irreprensibles, en obediencia, ado-
ración y servicio a Él.
Gran parte de los padres, sean cristia-
nos o no, son fundamentales en la crianza
de sus hijos, sobre todo durante los pri-
meros años que son los más importantes
en la vida. Es un mito creer que la en-
señanza y el aprendizaje en su totalidad
toma lugar en las escuelas. La mayoría se
lleva a cabo en el hogar, antes que el niño
alcance la edad para estar en la escuela y
3 John Gatto, New York Teacher of the Year Address, (El maestro del año de Nueva York) 31 de enero de 1990.
Serie Filosofía de la Educación Escolar Cristiana - Fascículo 5
luego continúa, en la escuela, en el hogar
y en cualquier otra parte. También es un
mito sugerir que los padres no son maes-
tros efectivos. Es cierto que muchas fa-
milias modernas han descuidado la base
bíblica en la crianza de sus hijos, sin em-
bargo, ellos creen y educan a sus hijos con
sus propios valores y estilos de vida.
Numerosas familias hacen un traba-
jo eficiente al transferir a sus hijos el en-
tendimiento del mundo y su cultura. El
mandato bíblico de criar a los hijos ense-
ñándoles a Dios como creador que revela
la necesidad de ser obedientes a Él, se lle-
va a cabo inicialmente en casa. Todos los
padres se ven involucrados en la crianza
de sus pequeños, pero el padre cristiano
sabe que es una responsabilidad delegada
por Dios. El padre y la madre cristianos
asumen su labor con seriedad y mucha
oración y se dan cuenta que sus hijos no
son de su propiedad, sino les han sido en-
comendados por el Señor. Así como Él
les ha dado la maravillosa bendición y un
día los llamará ante su presencia para que
rindan cuentas sobre cómo ejercitaron la
responsabilidad que acompaña esta ben-
dición.
19

¿Cuál es rol del maestro en la
escuela cristiana?
Esto explica el compromiso de los pa-
dres con las escuelas cristianas y su deli-
berada participación en cuestiones como
las juntas de padres. Comprenden que su
responsabilidad en la crianza y la educa-
ción de sus hijos no se detiene cuando los
niños van a la escuela, al contrario, con-
tinúa hasta que el niño alcanza la edad
adulta. Los padres han reconocido que
en una sociedad como la nuestra, existen
muchas cosas que sus hijos deben apren-
der acerca Dios, de lo cual los padres no
tienen un completo conocimiento, ni el
tiempo para transmitírselos. Han empe-
zado a enseñar sus hijos a la belleza del
paisaje, a la idea de los números, a las
reglas básicas del tráfico, al hecho que la
gente vive de formas diferentes en otros
lugares, que es posible hacer sonidos pla-
centeros o sonidos desagradables en el
piano.
Los padres reconocen que no tienen
el tiempo ni la habilidad para transmitir
a sus hijos conocimientos en áreas como
Arte, Matemática, Estudios Sociales,
Geografía, Música entre otros, que son
parte de la creación de Dios. Además,
reconocen que otras personas han estu-
diado la diversidad de la creación, por
20 Serie Filosofía de la Educación Escolar Cristiana - Fascículo 5
lo tanto, pueden referirse a ella con au-
toridad. También desean que sus hijos
aprendan estas cosas de forma tal que
vean la obra de Dios en el mundo, que
los más jóvenes sean capaces de responder
con un servicio obediente a Dios. Como
consecuencia los padres inscriben a sus
hijos en escuelas cristianas.
Los padres que envían a sus hijos a
escuelas cristianas reconocen que los
maestros son expertos y tienen autori-
dad, pero no abandonan su responsabi-
lidad personal por la educación de sus
hijos. Esta responsabilidad es una carga
que viene del Señor y no les corresponde
dejarla. Pueden tomar parte en la comu-
nidad de la escuela cristiana, pero esto no
disminuye la responsabilidad que Dios
les ha dado. Pueden esforzarse en buscar
el apoyo de las escuelas cristianas, pero
siempre mantienen la responsabilidad de
sus hijos delante de Dios.
La Autoridad del Maestro
Cristiano
Si es cierto que los padres son los res-
ponsables de la educación de los hijos.
¿Cuál es el rol del maestro en la escuela
cristiana? ¿Es el maestro principalmen-
te una extensión de los padres? ¿Debe
ser el maestro como una marioneta que
responda a los requerimientos de los pa-
dres? ¿Será que los padres deben recibir
por adelantado los planes de clase para
aprobarlos antes que el maestro los im-
plemente? ¿Tiene el maestro otra autori-
dad aparte de la otorgada por los padres?
Para responder estas preguntas es ne-
cesario reconocer el rol del maestro según
la Biblia. Asumimos que los lectores ya
han rechazado la noción secular que se-
ñala a los maestros como autoridades au-
tónomas con el entrenamiento apropiado
y que conocen mejor que nadie cómo
hacer su trabajo en las escuelas. Los cris-
tianos rechazan esta idea humanista, pues
ningún abogado, plomero, piloto, ama
de casa, mecánico o maestro es indepen-
diente o actúa solamente bajo su propia
autoridad. Los dones y talentos que uti-
lizamos para llevar a cabo nuestro trabajo
son regalos del Señor y todos somos res-
ponsables ante Él y ante nuestra comuni-
dad por la forma en que los usamos.
El siguiente tratado presenta dos as-
pectos de la autoridad y responsabilidad
del maestro en la escuela cristiana: Prime-
ro, su responsabilidad ante el Señor. Se-
gundo, su responsabilidad con el lideraz-
go de la escuela y con las tareas inherentes
al ejercicio docente.
Serie Filosofía de la Educación Escolar Cristiana - Fascículo 5
El maestro cristiano con convicción
tiene responsabilidad ante el Señor. Es
capaz de ejercer su autoridad porque es el
talento que el Señor le ha dado. La Biblia
habla en forma general sobre la fuente de
los talentos y los dones que la gente tie-
ne. En Salmos 8:3-9, encontramos que
la autoridad del hombre sobre la creación
le fue otorgada por Dios. En Colosen-
ses 2:9, dice que la fuente y la cabeza de
toda autoridad es Cristo y en Romanos
11:36 leemos que: “Porque todas las cosa
proceden de Él”, cualquier habilidad que
el maestro cristiano tenga es un don que
proviene de Dios para ser utilizado bajo
Su autoridad y como una forma de ala-
banza hacia Él.
La Biblia también habla en forma es-
pecífica sobre la fuente, responsabilidad y
autoridad que tenemos en relación a los
dones, habilidades y destrezas que Dios
nos ha dado, como vemos en la parábola
en la que Jesús habla sobre los talentos
que se encuentra en Mateo 25:14-30.
Jesús claramente nos enseña que Él es el
origen de todos los dones y talentos y que
estos deben ser utilizados sabiamente,
como Él nos ha autorizado. Esta pará-
bola también nos recuerda que tenemos
la responsabilidad de utilizar bien nues-
tros talentos. En Daniel 1:17, leemos: “A
estos cuatro jóvenes Dios los dotó de sa-
21
biduría e inteligencia para entender toda
clase de literatura y ciencia…”
En Efesios 3:7, Pablo reconoce que
Dios es la fuente de su talento apostólico
y en el capítulo siguiente, Efesios 4:11-
13, enumera una serie de dones específi-
cos, señalando su origen divino, autori-
dad, propósito y responsabilidad. En esta
sección de la carta dirigida a sus amigos
de Éfeso, Pablo no solamente nos recuer-
da que todos los dones que tenemos son
dados por el Señor, sino también nos ha
dado la autoridad para ejercitarlos. Esto
es algo real en la enseñanza, que la auto-
ridad y el talento proviene del Señor y se
ejercita en obediencia a Él. Los maestros
no son independientes en el uso de sus
talentos, tienen responsabilidad por el
uso que les den en el servicio al Señor.
Como Pablo dice en Romanos 14:12:
“Así que cada uno de nosotros tendrá que
dar cuentas de sí a Dios”.
En las escuelas cristianas el maestro
también posee responsabilidad y autori-
dad otorgada por las mismas autoridades
que gobiernan la escuela. Las autorida-
des han reconocido los talentos y la capa-
cidad del maestro por eso lo eligen para
enseñar en su escuela. Dentro del con-
texto particular de la escuela, los padres
deben reconocer que la autoridad fue
22 Serie Filosofía de la Educación Escolar Cristiana - Fascículo 5
dada a los maestros por las autoridades
del establecimiento. Las autoridades son
las encargadas de determinar las políticas
que reflejen la perspectiva de la comu-
nidad a la que sirven. El docente debe
enseñar bajo la supervisión de los líderes
de la escuela de acuerdo a la filosofía de
la escuela. Esto también significa que el
maestro no puede usar su autoridad de
una manera autónoma. Los maestros
deben garantizar que sus programas de
trabajo van adheridos a la perspectiva bí-
blica diseñada en los documentos de la
escuela; la labor de los administradores es
asegurar que la enseñanza se lleva a cabo
de esta manera.
El maestro en una escuela cristia-
na tiene una autoridad delegada y es el
responsable ante el director o adminis-
trador. El director tiene una autoridad
delegada y es responsable, ante el Señor y
luego ante la junta directiva de la escuela,
si la hubiere. El director asignará cur-
sos, tareas y delegará responsabilidades al
equipo de maestros del cual es líder. Esto
incluye aquellas cosas como esquemas de
trabajo para el aula con un currículo uni-
ficado, criterios para aplicar la evaluación
y la disciplina, relaciones relevantes con
la administración y autoridades acredita-
das. Cuando el director le da estas tareas
a un maestro también le está dando la
responsabilidad, por consiguiente es res-
ponsable por sus acciones ante sus autori-
dades superiores. Por lo tanto, el socio de
trabajo a quien rinde cuentas en primera
instancia el docente es el director y no los
padres.
Como ya lo hemos mencionado, el
maestro no es una marioneta en manos
de los padres, pero si deben reconocer la
responsabilidad de los padres sobre los
niños que han dejado bajo su cuidado.
Los maestros necesitan conocer los lími-
tes de la responsabilidad que conlleva la
libertad y la autoridad que tienen en sus
salones de clase. Como docente debe te-
ner el cuidado de no actuar como si fuera
el padre de los niños. Por lo regular los
maestros de manera legítima y afectiva se
refieren a sus estudiantes como “mis hi-
jos” y de alguna forma es cierto. La rea-
lidad es que el maestro en el aula no es
un padre. El maestro no tiene la princi-
pal responsabilidad por la crianza de los
niños que están bajo su cuidado. David
Pollock, un renombrado asesor cristia-
no de los niños de los países en vías de
desarrollo, argumentó que: “El maestro
nunca debe confundir su rol como entre-
nador con el papel de los padres y correr
el riesgo de convertirse en un invasor de
familias”.4
Sin embargo, el maestro debe escu-
char cuidadosamente a los padres y brin-
dar respuestas a sus inquietudes, no debe
sentirse obligado a responder instantá-
neamente a las demandas de cada padre.
Un modelo administrativo funcional, es
aquel en donde la comunidad de padres
de familia de una escuela cristiana ejercita
su autoridad a través de las autoridades
que han sido electas para formar parte de
una junta directiva.5
Interacción entre la
Responsabilidad de los
Padres y la Autoridad del
Maestro
En el ejercicio de la responsabilidad
que los padres han recibido de Dios, se
apoyan en personas e instituciones fuera
del hogar. Puede ser el experto en depor-

4 Dave Pollock, “Working Together: Effective Parent-Teacher Partnerships” (Trabajando juntos: Asociaciones eficaces entre padres
y maestros) Interact 3:1, (Octubre, 1993), 13.
5 Nota del editor: El modelo de escuela cristiana que se describe en este párrafo puede ser establecido por una iglesia, asocia-
ción o denominación y por lo general se elige una junta directiva para ejercer la autoridad. Sin embargo, existen otros modelos
administrativos en donde los propietarios de la escuela son evangélicos y son los ejercen la autoridad, salvo que exista una junta
de inversionistas o fiduciarios a la cual deban sujetarse. Otras propuestas se encuentran en el libro: Organización y Desarrollo de
una Escuela Cristiana, distribuido por ACSI Latinoamérica.

Serie Filosofía de la Educación Escolar Cristiana - Fascículo 5 23

tes del club de fútbol del vecindario, el
experto en música, el experto en activida-
des de campo, Boy Scouts o Muchachas
Guías, el médico de cabecera o el experto
de la escuela local. Apoyándose en estos
grupos o personas, los padres no están ce-
diendo la responsabilidad que Dios dele-
gó sobre ellos. Al contrario, están ejerci-
tando esa responsabilidad escogiendo sa-
bia y apropiadamente las vías de ayuda en
la crianza de sus hijos. Ellos reconocen y
escogen utilizar la autoridad y las habili-
dades que otras personas tienen para el
bienestar de sus hijos.
La autoridad de estos expertos no vie-
ne de los padres, viene del Señor, quien
además los ha provisto de dones y los lla-
ma a ejercitar su autoridad en obedien-
cia a Su verdad revelada. Si los padres se
sienten preocupados por la forma en la
que la autoridad está siendo utilizada, en-
tonces deben buscar los canales apropia-
dos para aclarar sus dudas. Si aún siguen
insatisfechos, entonces deben ejercer su
responsabilidad como padres y cambiar a
sus hijos de la influencia y orientación de
esa persona o de ese grupo.
La salud es un buen ejemplo: Los pa-
dres son los responsables por la salud de
sus hijos. Este es un aspecto de la crian-
za y el crecimiento de los niños. Si un
24 Serie Filosofía de la Educación Escolar Cristiana - Fascículo 5
niño se enferma los padres buscarán la
ayuda de un médico. Reconocerán los
talentos y la autoridad que Dios le dio
a ese médico y le permitirán tomar un
curso de acción que conduzca a curar la
enfermedad. Por lo regular los padres no
son quienes dictan el tratamiento que se
debe seguir, tampoco insisten en el uso
de un medicamento que ellos saben que
se puede recetar en ese caso. Sin embargo,
los padres continúan siendo los responsa-
bles. Si los padres consideran que esa ac-
ción está mal o no está funcionando, ellos
ejercitarán su responsabilidad regresando
con el médico o buscando otro para tener
una segunda opinión. En este ejemplo
se aprecia la manera en que se integran y
trabajan juntas las dos condiciones men-
cionadas, es decir, la responsabilidad de
los padres y la autoridad del especialista
se mantienen para trabajar en conjunto.
La música es otro buen ejemplo. Los
padres son los responsables de fomentar
en sus hijos el desarrollo de habilidades
como la música, pero el maestro de gui-
tarra ejercita su autoridad musical en el
entretenimiento del niño. Los padres
son los responsables de fomentar la espi-
ritualidad en sus hijos con la ayuda de la
iglesia como institución. Dentro de sus
propios límites de enseñanza, la iglesia
ejerce correctamente su autoridad.
 Estos ejemplos pueden ayudar a ver la
interacción correcta de la responsabilidad
de los padres y la autoridad del maestro
en las escuelas cristianas. Al ejercitar su
responsabilidad de crianza y formación,
los padres deciden enviar a sus hijos a una
escuela en particular. La responsabilidad
de los padres no se termina en la puer-
ta de la escuela. Ellos son responsables
ante Dios de asegurarse que la dirección
espiritual de la escuela ayude a sus hijos a
aprender acerca de la creación de Dios y
nuestro función en ella, de acuerdo con la
perfecta voluntad del Señor revelada a la
humanidad. Esto enfatiza la importancia
que los padres, maestros y todos los invo-
lucrados en la comunidad educativa estén
conscientes y respalden la declaración de
misión de la escuela, su perspectiva edu-
cativa y su declaración de fe. ¡Si existe
ignorancia y desacuerdo hacia este pun-
to básico, entonces es seguro que habrán
conflictos, malos entendidos y caos! 6
Los padres deben reconocer la autori-
dad educativa delegada por Dios sobre el
equipo de maestros. Ellos deben mante-
ner un interés y contacto cercano con las
actividades escolares de sus hijos. Sin em-
bargo, así como no se le provee a un mé-
dico detalles del medicamento o del tra-
tamiento que debe prescribir, tampoco es
6 Edlin Richard, “The Cause of Christian Education” Capítulo 4, “The Integrity and Vision of the Christian School”
Serie Filosofía de la Educación Escolar Cristiana - Fascículo 5
responsabilidad de los padres extenderse
a decirle al maestro qué y cómo enseñar,
o bien, decirle a un entrenador de béisbol
cómo entrenar a su equipo. Significa que
los padres deben mantenerse constante-
mente informados e involucrados con la
escuela cristiana y cuando sea necesario
pueden buscar alguna aclaración sobre la
dirección o el tipo de enseñanza que reci-
ben sus hijos. Si ellos se alarman porque
en algún salón de clase la misión de la es-
cuela no se está llevando a cabo, entonces
tienen que tomar las acciones y medidas
más apropiadas. Los padres continúan
siendo los responsables, pero deben reco-
nocer la autoridad educativa que ejerce el
equipo de docentes. Deberían permitir
al maestro la libertad para llevar a cabo
su labor educativa en obediencia al Señor.
Aplicación de este
Modelo en la Comunidad
Educativa
Los docentes saben que su talento
para enseñar lo han recibido del Señor y
afortunadamente muchos padres toman
en serio la responsabilidad en la forma-
ción académica de sus hijos. Si bien esta
situación es deseable en las escuelas cris-
tianas, también puede ser causa de serios
25
conflictos. Consideremos a una pareja
ficticia, a quienes llamaremos Señores
Rodríguez y veamos si su historia puede
ayudarnos a comprender y enfrentar los
asuntos que causan división en la comu-
nidad escolar.
Los Señores Rodríguez han estado
muy preocupados hace algún tiempo
porque creen que el curso de Estudios
Sociales se está enseñando de una mane-
ra humanista en la escuela cristiana de su
ciudad. La maestra Carmen Flores está
al tanto de esta preocupación por una
conversación que sostuvo con ellos en la
sesión de padres en donde se dio a cono-
cer este reporte. Sin embargo, la maestra
Flores no es muy accesible y está bastan-
te convencida del merito cristiano de su
programa de Estudios Sociales. ¿Cuál es
la forma correcta de resolver este tipo de
dificultad para que ambas partes lleguen
a un acuerde sin que les reste autoridad
y responsabilidad? La siguiente lista de
enunciados sugiere un curso de acción
que podría ser tomado.
Como padre:
/ Reconozca que la escuela es una co-
munidad. La escuela cristiana no
existe únicamente para servir a sus
hijos y no debe ser vista como una ex-
26 Serie Filosofía de la Educación Escolar Cristiana - Fascículo 5
tensión de su hogar, en donde todas
las cosas se deben hacer a su manera.
/ Asegúrese que ha entendido con cla-
ridad la orientación espiritual y la
línea educativa de la escuela. Tenga
una idea clara del modelo que está
buscando para su hijo o hija, de tal
manera que esté de común acuerdo
con el propósito principal, las decla-
raciones fundamentales y los objeti-
vos de esta escuela cristiana en parti-
cular.
/ Involúcrese en la vida de la escuela
para estar informado, no mal-infor-
mado sobre lo que pasa allí. Interac-
túe con el equipo de maestros cuan-
do tenga oportunidad, por ejemplo:
en sesiones, visitas al salón de clases,
jornadas deportivas, asociaciones de
padres, entre otras. Esto es parte de
aceptar la responsabilidad delegada
por Dios a su vida como padre.
/ Respete la autoridad delegada al do-
cente por Dios. Comprenda que él o
ella también tienen responsabilidad
en su salón de clase, junto a los pa-
dres, las autoridades y el director de
la escuela.
/ Cuando tenga una legítima preocu-
pación, no dude en contactar en pri-
mera instancia a los maestros y luego
al personal en sucesión de autoridad.
Si algunas de sus preocupaciones
sustanciales continúan sin solución,
contacte al director de la escuela o a
la persona de más alta jerarquía. Esos
contactos deben ser poco frecuentes,
firmes, pero humildes, bien docu-
mentados, basados en una situación
informada y como resultado de mu-
cha oración delante del Señor. De-
ben estar enfocados en mantener la
obediencia a un patrón bíblico en la
escuela y de conformidad con la mi-
sión de la misma.
/ Procure tener contactos propositivos
y no resentidos; no deben ser el resul-
tado de murmuraciones que buscan
una satisfacción personal.
Como docente:
/ Reconozca la responsabilidad de los
padres sobre la educación de sus hijos
y acepte su interacción en estos asun-
tos. Mantenga un modelo de aula
abierta. Asegúrese de establecer el
Serie Filosofía de la Educación Escolar Cristiana - Fascículo 5
tiempo apropiado para las reuniones
con los padres.
/ Estimule activamente la interacción
entre padres y escuela; desarrolle una
relación con ellos y no se sienta inti-
midado porque los padres se involu-
cren en el proceso educativo. Ellos
le han confiado a sus hijos y tienen
derecho de hacer preguntas, en es-
pecial si usted no puede justificar las
actividades que respaldan la misión y
políticas de la escuela.
/ Reconozca que su autoridad en la en-
señanza proviene de Dios y que es lla-
mado a implementar políticas de una
educación cristiana ya determinadas
por las autoridades de la escuela. Si
no puede hacer esto, entonces debe
renunciar a su función como docen-
te.
/ Trabaje de manera que forme parte
del equipo de maestros. Cuando los
padres tengan preocupaciones, sea
sensible a ellas y tómelas en cuen-
ta junto a las demás preocupaciones
de toda la comunidad escolar. Ac-
túe sobre estas preocupaciones de tal
27
 manera que se mantenga la visión de
la escuela cristiana y luego, compar-
ta estas situaciones con el director o
con los miembros del liderazgo que
puedan aconsejarle y ayudar interce-
diendo en oración.
Una buena descripción de las res-
ponsabilidades de los padres y maestros
es esencial en toda comunidad escolar
cristiana. Cuando esta apreciación exista
y todos los involucrados tengan un claro
entendimiento de su compromiso con los
propósitos, declaración de fe y políticas
de la escuela, las dificultades que puedan
surgir pueden ser tratadas sobre bases co-
munes y serán resueltas de tal forma que
se honre a Dios. Los futuros padres de la
comunidad de escuelas cristianas deben
recibir ayuda para entender su responsa-
bilidad, de esa manera pueden evaluar si
realmente quieren ser parte de esta escue-
la en particular.
Consideremos nuevamente nuestro
ejemplo de conflicto entre los Señores
Rodríguez y la maestra Carmen Flores.
Primero, los Señores Rodríguez debieron
establecer una buena relación de traba-
jo con la maestra Flores desde el inicio
del año escolar, antes que el conflicto
surgiera. Los padres debieron buscar la
información de lo que la maestra Flores
28 Serie Filosofía de la Educación Escolar Cristiana - Fascículo 5
realmente estaba haciendo en su salón de
clase y luego debían discutirlo a la luz de
los fundamentos de la escuela. Esta rela-
ción en la cual se discuten los aspectos de
la declaración de fe, la misión y las polí-
ticas de la escuela es vital porque reduce
la posibilidad que existan reclamos que
generen una verdadera batalla de volun-
tades entre las preferencias de los padres y
las preferencias de los docentes. También
realza la importancia que las escuelas cris-
tianas desarrollen y mantengan una bue-
na estrategia de comunicación en donde
se declaren los enunciados principales de
su visión. Finalmente conseguirá que
tanto los docentes como los padres sean
fieles a los documentos fundamentales de
la escuela cristiana.
Si esta preocupación no puede ser re-
suelta a nivel personal, los padres pueden
proseguir con el asunto paso a paso hasta
niveles de autoridad más altos, siguien-
do la ruta hacia la máxima autoridad de
la institución. Cuando la confianza y la
credibilidad han sido establecidas, las po-
líticas y los lineamientos son conocidos
y bien comprendidos por todos los in-
volucrados, es común que los problemas
sean resueltos sin tener que llegar hasta
los niveles en donde la máxima autoridad
tenga que intervenir.
 Desafortunadamente, el tema de la La familia escolar puede proceder a la
responsabilidad en la escuela cristiana enseñanza del mundo y la creación para
muchas veces no se trata, sino hasta que que los niños aprendan el rol que deben
surge una crisis al respecto. Las reaccio- jugar, de tal manera que respeten la res-
nes emocionales son las primeras que ponsabilidad de los padres en la crianza
afloran en estos casos y crean un ambien- de sus hijos y la autoridad educativa de
te álgido en donde se dificulta abordar los los docentes dentro de lo establecido en
conflictos en el momento que surgen, ya el centro escolar.
sea por parte de los padres o los docentes.
Es un hecho que ambos pueden soste-
ner puntos de vista opuestos en cuanto
a la responsabilidad que les corresponde,
pero el problema radica en que no fueron
tratados antes de llegar a un conflicto, ya
sea en las entrevistas de contratación o en
la charla de primer ingreso al estableci-
miento. En casos así es muy difícil encon-
trar una solución honorable ante Dios.

La responsabilidad y las buenas rela-

ciones son aspectos de fundamental im-
portancia en la vida de cualquier comu-
nidad escolar cristiana. Es necesario que
se propicien discusiones sobre estos temas
lo antes posible, previo a que el conflicto
ocurra, lo cual se logra si se tiene contem-
plado en las declaraciones fundamentales
del centro escolar y luego que se sigan
compartiendo periódicamente. Cuando
surjan circunstancias de preocupación,
ya existirá una manera de entenderlas y
buscarles una solución apropiada.

Serie Filosofía de la Educación Escolar Cristiana - Fascículo 5 29