EL APRENDIZAJE DE LA LENGUA

La lengua nos facilita desarrollarnos en un contexto, es una herramienta de organización del

pensamiento para la autonomía; al hablar de la lengua estamos hablando de comunicación.

La comunicación oral por un lado es un elemento esencial en la vida social, desde que
nacemos necesitamos, por lo menos, manifestar la intención para satisfacer nuestras
necesidades. A medida que crecemos nuestra lengua se enriquece o empobrece
dependiendo de la sociedad, de la cultura que nos rodea; ésto se ve reflejado al contrastar
las capacidades lingüísticas de los niños de hace tres décadas con los niños de ahora,
donde evidenciamos la gran importancia del contacto entre los niños y los adultos,
actualmente los padres cada vez van soltando cada vez más esta responsabilidad, dejando
que los medios masivos de comunicación interfieran en el desarrollo lingüístico de los niños,
por otro lado, debido a que la sociedad actual ha brindado la visión de la niñez como una
condición frente a esta más que una etapa, así que en el intento de prolongar lo más posible
esta época de la vida, haciendo cosas como el uso exclusivo de un lenguaje para los niños
y otro para los adultos retarda la evolución lingüística.

La comunicación escrita, por su parte, actualmente proporciona organización, no sólo

transmitir cómo entendemos el mundo sino también nos brinda la posibilidad de dejar
evidencia de esto y así mismo conocer la concepción del mundo de otras personas aunque
no pertenezcan a nuestro entorno.

La alfabetización siendo el proceso que se lleva a cabo para lograr una óptima
comunicación, tiene la responsabilidad de brindar a cada sujeto la capacidad de interpretar
la información que su entorno le proporciona y actuar automáticamente de acuerdo a esta.
Wells (1986) indica que una persona alfabetizada tiene la capacidad de ​enfrentarse
convenientemente con textos diferentes para acudir a la acción, sentimiento u opinión que
se propone en ellos, en el contexto de un campo social determinado, ​e identifica cuatro
niveles de escritura; el nivel ejecutivo es utilizado en la escuela e implica la capacidad de un
sujeto de trasladar lo que lee a lo que escribe y viceversa; en el nivel funcional el sujeto
aparte de tener la capacidad de leer y escribir debe apropiarse de los distintas estructuras
de texto; el nivel instrumental exige al sujeto el dominio del lenguaje oral y escrito como
recurso para acceder a los textos y apropiarse de los mismos; el nivel epistémico es la
completa apropiación del lenguaje, saber qué se lee, cómo se lee y cómo hacer uso de lo
que se lee a la hora de escribir.

Existe dos métodos para enseñar a leer que sobresalen: uno basado en el código, en el
cual el maestro trabaja con todos los alumnos al mismo ritmo aunque estos no estén en las
mismas capacidades; el otro basado en el sentido, en el que se tiene en cuenta que cada
alumno tiene su propio ritmo de aprendizaje y sus propios intereses y necesidades. Para
llevar a cabo este proceso de aprendizaje de lectoescritura se debe tener muy en cuenta los
saberes previos del sujeto, en el caso de un niño, que recién está teniendo contacto con
este tipo de aprendizaje, es ideal que haya sido estimulado en un ambiente de lectura, así
aunque el niño no sepa leer va a tener un vínculo con la lectura que lo incentive a realizar
esta acción.
BIBLIOGRAFÍA: