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REVISIÓN CRÍTICA DEL ENSAYO “PARA UN ANÁLISIS DE LOS

ANTECEDENTES DEL PENSAMIENTO LIBERAL”

La comprensión de las ideas políticas y filosóficas propuestas por la


doctrina liberal implica rastrear sus orígenes durante el curso de la historia del
pensamiento humano. Esta necesidad cobra fuerza hoy en día debido al hecho de
que los partidos políticos de tendencia liberal en todo el mundo asumen diversas
posiciones en torno a temas sociales, económicos y culturales de actualidad. La
dinámica social impulsada por los cambios que continuamente se presentan en el
mundo amerita la toma de decisiones por parte de las autoridades gobernantes y
las fuerzas políticas que hacen vida pública. El análisis de estos problemas en el
marco de los procesos históricos filosóficos y políticos ayudará a adoptar
decisiones respaldadas en las experiencias pasadas.

En tal sentido, Bonilla (2005) en su artículo “Para un análisis de los


antecedentes del pensamiento liberal” se remonta a la Edad Media y penetra en el
pensamiento filosófico medieval en un esfuerzo por conocer los orígenes del
liberalismo moderno. Su trabajo persigue analizar los antecedentes filosóficos y
políticos del pensamiento liberal, al tiempo que se plantea como problema
descubrir el modelo de organización política que permitió la transformación del
pensamiento medieval hacia el liberalismo moderno.

Es por eso que el autor indaga en lo profundo del pensamiento de esta


época para encontrar las florecientes ideas que posteriormente dieron lugar al
proceso de evolución ideológica que condujo a la construcción de la corriente
política liberal. Al respecto, Bonilla señala: “se trata de la larga evolución teórica
que, arrancando de la crisis de la ciudad-estado… consolidó las ideas políticas de
la Edad Media hacia el siglo XII… Durante los siglos XVI y XVII, estas
transformaciones se vieron reflejadas en la aparición de los elementos teóricos
fundamentales de una nueva y revolucionaria concepción política… el liberalismo.”

En este orden de ideas, el referido investigador se basa en fuentes y en


hechos que considera decisivos en este proceso. Asume como fundamentales
algunas vertientes ideológicas, entre las cuales destaca el movimiento reformista
iniciado por Martin Lutero en Alemania, que rápidamente se extendió a toda
Europa a comienzos del siglo XVI , el cual socavó los fundamentos de las
condiciones religiosas, políticas y sociales que habían permanecido intactos
durante siglos. Otra importante fuente es el jusnaturalismo, como impulsor del
derecho natural y fuente importante en la conformación de la estructura jurídica en
las naciones occidentales. A estos se deben agregar trabajos de gran relevancia
que contribuyeron a la consolidación de la ideología política del momento, como lo
fueron las obras de Bodino y Grocio.

En fin, Bonilla llega a la conclusión de que fue la crisis de la ciudad-estado


la que permitió la aparición de una nueva forma de pensamiento a través del
surgimiento de la monarquía nacional. Los monarcas europeos, con su discurso
nacionalista ayudaron a consolidar el sentimiento de los pueblos en torno a la idea
de la unidad nacional y posteriormente, hacia el liberalismo como corriente
política.

Es importante agregar a lo expuesto por este autor, que al sobrevenir la


crisis de la monarquía absolutista que rompió con esta forma de gobierno después
de la Revolución Francesa, ya la unidad política territorial de los países
occidentales enmarcada en el nacionalismo había dejado sentadas las bases para
la organización de los partidos políticos como instrumentos para la administración
del poder en Occidente. El liberalismo como corriente política podo entonces
enfocarse en la elaboración de propuestas claras para las nuevas realidades que
se fueron peresentando a partir de esta período.

Referencia bibliográfica.

BONILLA, Javier. Para un análisis de los antecedentes del pensamiento liberal. Revista
Prisma.

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