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MECANISMO DE ACCIÓN:

QUINOLONAS

El blanco específico de las quinolonas es interferir en la síntesis del ADN, conduciendo a


muerte celular bacteriana mediante la fragmentación cromosómica. Penetran la pared
celular a través de porinas, inhibiendo directamente la replicación bacteriana al interactuar
con dos enzimas; ADN girasa (proteína tetramérica compuesta por dos pares de
subunidades A y B, codificadas por los genes GyrA y GyrB) y topoisomerasa IV (proteína
tetramérica compuesta por dos pares de subunidades A y B, codificados por los genes
ParC y ParE), las cuales son necesarias para realizar el superenrollamiento del ADN.
Específicamente, ADN girasa es el blanco primario en bacterias gramnegativas, mientras
que topoisomerasa IV lo es en bacterias grampositivas. Algunas quinolonas con espectro
de actividad y potencia mejorada, parecen tener como blanco ambas enzimas.

AMINOGLUCOSIDOS

Los aminoglucósidos son drogas bactericidas, que inhiben la síntesis proteica. de la


bacteria y probablemente tengan otros efectos aún no totalmente aclarados.
Para ejercer su acción deben ingresar en la célula bacteriana. Esto ocurre por un
mecanismo de transporte activo, en 2 etapas:
- en la primera el ingreso a la célula depende del potencial transmembrana, generado por
el metabolismo aerobio.
- la segunda fase, de ingreso acelerado se ve favorecida por la unión previa del
aminoglucósido al ribosoma bacteriano. Ciertas condiciones que reducen el potencial
eléctrico de la membrana como la anaerobiosis o el bajo pH del medio, disminuyen el
ingreso de estos compuestos al citoplasma bacteriano.
Una vez dentro de la célula, los aminoglucósidos se unen de manera irreversible a la
subunidad 30S del ribosoma bacteriano. Esta unión interfiere con la elongación de la
cadena peptídica. También causan lecturas incorrectas del código genético formándose
proteínas anómalas. Algunas de estas son proteínas de membrana y el resultado es la
formación de canales que permiten el ingreso de más drogas a la célula.
Los sitios de unión de gentamicina, kanamicina y tobramicina son diferentes a los de
estreptomicina, por lo que puede no observarse resistencia cruzada entre estos grupos.
Los errores en la lectura del código genético parecen ser más extensos para el caso de
estreptomicina.
Este no sería el único modo de acción de los aminoglucósidos, puesto que otros
antibióticos que inhiben la síntesis proteica, como tetraciclina y cloranfenicol, tienen sólo
efecto bacteriostático.
Se observó que producían otros efectos celulares, incluyendo el compromiso de la
respiración celular, la inhibición de la síntesis de DNA y RNA y el daño de la membrana
plasmática. Se ha sugerido que el proceso de penetración del aminoglucósido altera la
estructura de la membrana citoplasmática originando un deterioro progresivo con salida
de componentes intracelulares y alteraciones del metabolismo que explicarían el efecto
bactericida rápido de estos antibióticos.

AMPICILINAS

Los antibióticos beta-lactámicos como la ampicilina son bactericidas. Actúan inhibiendo la


última étapa de la síntesis de la pared celular bacteriana uniéndose a unas proteínas
específicas llamadas PBPs (Penicillin-Binding Proteins) localizadas en la pared celular. Al
impedir que la pared celular se construya correctamente, la ampicilina ocasiona, en último
término, la lisis de la bacteria y su muerte. La ampicilina no resiste la acción hidrolítica de
las beta-lactamasas de muchos estafilococos, por lo que no se usa en el tratamiento de
estafilococias. Aunque la ampicilina es activa frente a los estreptocos, muchas cepas se
están volviendo resistentes medíante mecanismos diferentes de la inducción de b-
lactamasas, por lo que la adición de ácido clavulánico no aumenta la actividad de la
ampicilina frente a estas cepas resistentes. Dado que muchos otros gérmenes se están
volviendo resistentes a la ampicilina, se recomienda realizar un antibiograma antes de
instaurar un tratamiento con ampicilina, siempre que ello sea posible. La ampicilina, junto
con la amoxicilina, es el fármaco preferido para el tratamiento de infecciones urinarias
producidas por enterococos sensibles. La Listeriamonocytogenes es sensible a la
ampicilina. Otros gérmenes sensibles son N. meningitidis, H. influenzae no productora
de b-lactamasa, Gardnerella vaginalis, Bordetella pertussis, y algunos bacilos entéricos
como E. coli, Proteus mirabilis, Salmonella, y Shigella. Aunque inicialmente era sensible a
la ampicilina, la N. gonorrhoeae se ha ido volviendo resistente.Otros gérmenes resistentes
a la ampicilina son las Klebsiella, Serratia, Acinetobacter, Proteus indol-
positivos, Pseudomonas, y Bacteroides fragilis.
CEFALOSPORINAS

Igual que otros antibióticos betalactámicos, las cefalosporinas ejercen su principal efecto
antimicrobiano bactericida interfiriendo la síntesis del peptidoglicano, que es el
componente estructural principal de la pared bacteriana, y activando enzimas autolíticas
de la misma.
El peptidoglican esta formado por largas cadenas polisacarídicas en las que se alternan
residuos de N - acetil glucosamina (NAG) y acido N- acetil muramico (NAM). Entre estas
cadenas existen entrecruzamientos o puentes de naturaleza polipeptídicos que
determinan una estrtctura similar a una malla y confieren rigidez a la pared celular. Tanto
el NAG como el NAM y los polipéptidos son sintetizados en el citoplasma bacteriano y
luego transportados a través de la membrana. Luego, son ensamblados fuera de ella
mediante diversas enzimas denominadas transpeptidasas, carboxipeptidasas y
endopeptidasas. Estas enzimas, responsables de las ultimas etapas de la síntesis del
péptidoglican se localizadan a nivel de la membrana citoplásmica y son el sitio blanco de
los antibióticos betalactámicos. Se conocen como proteínas fijadoras de penicilinas o
PBP. El sector amida de los betalactámicos es similar a la D- alanyl D alanina, sustrato
natural de los betalactámicos. La unión de las PBP al antibiótico determina la inactivación
de la enzima.
Las distintas especies bacterianas varían ampliamente en tipo, número, estructura y
funcionalidad de las PBP, así como la afinidad de estas mismas por los distintos
betalactámicos.
El efecto de un determinado betalactámico depende de la inactivación de determinadas
PBP y la importancia de esa PBP en la sintesis de la pared celular.
Además el efecto bactericida de las cefalosporinas y otros betalactamicos podría deberse
a la activación de ciertas enzimas autolíticas.
Frente a P. aeruginosa su acción es bacteriostática.
Al igual que las penicilinas, su efecto antimicrobiano se relaciona con el tiempo que
permanece el antibiótico en concentraciones superiores a la CIM (tiempo-dependencia).
Por eso las dosis deben ser administrados con cortos intervalos, salvo aquellos que tienen
larga vida media.
TRIMETOPRIM/SULFAMETOXAZOL (TMP/SMX)

El trimetroprim/sulfametoxazol es generalmente bactericida actuando al inhibir enzimas


secuenciales que intervienen en la síntesis del ácido fólico bacteriano. El sulfametoxazol
es estructuralmente parecido al ácido p-aminobutírico (PABA) inhibiendo de forma
competitiva la formación del ácido fólico a partir del PABA. Por su parte, el trimetroprim se
une a la enzima dihidrofolato reductasa, lo que impide la formación del ácido
tetrahidrofólico a partir del dihidrofolato. El ácido tetrahidrofólico (THF) es la forma activa
del ácido fólico sin el cual la bacteria no puede sintetizar timidina, lo que conduce a una
interferencia en la síntesis de los ácidos nucleicos y de las proteínas. Al actuar mediante
estos dos mecanismos diferentes, la combinación trimetoprim-sulfametoxazol es sinérgica
frente a un gran número de bacterias.

La combinación trimetroprim-sulfametoxazol es usualmente activa frente a los siguientes


microorganismos: Staphylococcus epidermidis y S. aureus; Streptococuus
pneumoniae y S. viridans; numerosas Enterobacteriaceas; Salmonella, Shigella,
Haemophilus influenzae, Moraxella catarrhalis, y Stenotrophomonas maltophilia. Los
enterococos, las Neisseria gonorrhoeae, Pseudomonas aeruginosa, y anaerobios suelen
ser resistentes o son menos susceptibles. El TMP-SMX es también efectivo fente
a Pneumocystis carinii, Listeria monocytogenes, muchas especies de Nocardia, la Yersinia
enterocolitica y la Legionella pneumophilia

FOSFOMICIN-TROMETAMOL

La fosfomicina inhibe uno de los primeros pasos de la síntesis de los peptidoglicanos, al


inactivar de forma irreversible la enzima bacteriana enolpiruvato-transferasa ocupando el
lugar del fosfoenolpiruvato. De esta manera no puede tener lugar la reacción de la
uridindifosfato-N-acetilglucosamina con el fosfoenolpiruvato, reacción que constituye el
primer paso de la síntesis de la pared celular bacteriana. Aunque la fosfomicina se une a
otras enzimas dependientes del fosfoenolpiruvato, no lo hace de forma irreversible. La
inhibición de la síntesis de peptidoglicanos origina una acumulación de los nucleótidos
precursores con la correspondiente inactivación de la bacteria.

NITROFURANTOINA
La nitrofurantoína inhibe la acetil-coenzima A bacteriana, interfiriendo con el metabolismo
de los carbohidratos e impidiendo la formación de la pared celular. La actividad
antibacteriana de la nitrofurantoína depende de la acidez de la orina. En general, es
bacteriostática, pero a altas concentraciones puede ser bactericida frente a determinados
microorganismos. Son sensibles a la Nitrofurantoína, los Escherichia coli, Staphylococcus
aureus, Enterococcus faecalis, Citrobacter, Corynebacterium, Salmonella, Shigella,
Neisseria ,y Staphylococcus epidermidis. Los Enterobacter and Klebsiella requieren dosis
mas altas y algunas cepas pueden ser resistentes. Se consideran susceptibles a la
nitrofurantoína aquellos gérmenes que son inhibidos por concentraciones de hasta 25
µg/ml, mientras que son considerados como resistentes aquellos que requieren
concentraciones de 100 µg/ml o más.

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