UNIVERSIDAD DEL ZULIA

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y

POLÍTICAS.
ESCUELA DE DERECHO
DERECHO CIVIL IV
CONTRATOS Y GARANTÍAS

Unidad II. Los Contratos Consensuales Típicos

Tema 11

El Mandato

Prof. José Manuel Guanipa V. Universidad del Zulia.

Maracaibo - 2014
Tema 11. El Mandato.
11.1 Definición.
Es un contrato mediante el cual una persona (mandatario) se obliga a realizar
uno o varios negocios jurídicos, con o sin remuneración, para otra (mandante)
que le ha encargado de ello. (1.684)

11.2 Características.
11.2.1 Consensual.
Derecho Civil IV. Contratos y Garantías. Prof. Dr. José Manuel Guanipa V.

Se perfecciona, nace, con el simple consentimiento de las partes. Aguilar

G. opina que en algunos casos es formal, y pone como ejemplo el caso del
poder judicial, confundiendo el poder con el mandato. Son dos cosas
distintas. Siempre el mandato es consensual, aun cuando el poder que se
utiliza para demostrar la representación se requiera que sea autenticado.

11.2.2 De naturaleza gratuita, pero se puede pactar como oneroso. Salvo

pacto en contrario, el mandato civil es gratuito. (1.686) El mandato
mercantil se presume oneroso, salvo prueba en contrario. (389 Ccom)

11.2.3 Puede ser intuitu personae respecto de ambas partes.

Lo usual es que el mandante escoja al mandatario por sus cualidades
personales (confiabilidad, eficiencia, preparación técnica, etc), pero
también el mandatario selecciona al mandante por sus características
personales (como ocurre con los abogados que deciden a quien patrocinar
y a quien no).

11.2.4 Genera obligaciones principales.

Es un contrato principal, aunque eventualmente puede ser accesorio.

11.2.5 Puede ser de ejecución instantánea o de tracto sucesivo.

11.2.6 Unilateral, si no se ha pactado remuneración;

pero siendo unilateral puede convertirse en sinalagmático imperfecto si el
mandante debe reembolsar gastos al mandatario. (en contra: Antonio
Marín)

11.3 Diferencias con otras instituciones jurídicas afines.

11.3.1 Con la representación.
La representación es la facultad de realizar actos o negocios jurídicos en
nombre de otra persona, de manera que sea esa otra persona quien se tenga
como quien lo ha realizado.

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La representación puede provenir de un contrato (mandato con

representación, sociedad -representación orgánica-); de la ley (los padres
representan a sus hijos menores); o de una decisión judicial (el defensor ad
litem representa al demandado, el tutor)
Hay mandatos con o sin representación. Sin representación: el negocio
jurídico lo celebra el mandatario sin identificarse como tal frente a la
persona con quien realiza dicho negocio jurídico. Ej. El mandatario se obliga
a comprar para el mandante un determinado bien mueble y lo hace sin que
sea necesario que se identifique frente al vendedor como representante del
mandante. Hay dos contratos en este caso: el mandato, en el que las partes
son mandante y mandatario, y el de compraventa, en el que el mandatario
contrata con el vendedor como un simple comprador, no en nombre del
mandante, aun cuando el objeto comprado sea para éste. Frente al
vendedor, su contratante es el mandatario a título personal, pero por el
contrato de mandato el mandatario debe entregar la cosa al mandante.
Si, según el contrato de mandato, el mandatario debe realizar el negocio
jurídico encargado “en representación” del mandante, el mandatario debe
identificarse ante el vendedor como mandatario y representante y
demostrar la representación con el poder. En este caso, se tendrán como
partes en la venta al mandante y al vendedor.
La representación se demuestra por los actos del registro civil (partida de
nacimiento, p.ejm. en el caso de los niños y adolescentes); o por el acto de
designación y juramentación judicial (en el caso de los defensores ad
litem); o mediante instrumento poder, cuando proviene de un contrato de
mandato; o por la designación de representante estatutario en asamblea de
socios, en el caso de la sociedad.
Entonces:
a) El mandato es un contrato.
b) La representación es una facultad de obrar en nombre de otro.
c) El poder es un medio de prueba de la representación derivada de un
contrato. El poder es prueba directa de la representación, e indirecta
del mandato.

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De allí que sea un error confundir las tres figuras, y otorgar “un mandato
para representación judicial” cuando lo correcto sería otorgar “un poder
para representación judicial”.
No confundir el “poder” con “los poderes de representación”; el primero es
el medio escrito de prueba de la representación, el segundo término alude
a las facultades conferidas para ejercer la representación.

11.3.2 Con el poder.

Es un medio de prueba escrito que demuestra la representación derivada
de un contrato de mandato.

11.3.3 Con el contrato de obras.

El objeto del contrato de obras es la construcción, edificación, fabricación,
reparación de un bien determinado, o la prestación de un servicio
determinado. El objeto del mandato es la realización de un negocio jurídico
unilateral o bilateral.

11.3.4 Con el contrato de trabajo.

Una persona puede realizar negocios jurídicos para otra, si lo hace bajo un
sistema remunerado y bajo subordinación, no será mandato sino contrato
de trabajo.

4º De la Representación

Artículo 1.169.- Los actos cumplidos en los límites de sus poderes por el representante
en nombre del representado, producen directamente sus efectos en provecho y en contra
de este último.

El poder para celebrar en nombre de otro un acto para el cual exija la Ley instrumentos
otorgado ante un Registrador Subalterno, debe ser hecho en esta misma forma. Si el
poder se refiere a actos para los cuales es necesaria y suficiente la escritura privada,
puede ser hecho en esta misma forma, aunque el acto se otorgue ante un Registrador.

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Artículo 1.170.- El representado que había limitado o revocado la facultad conferida al

representante, no puede oponer esta limitación o revocación a los terceros que no hayan
tenido conocimiento de ellas al tiempo de la celebración del acto o contrato. Artículo
1.171.- Ninguna persona puede, salvo disposición contraria de la Ley, contratar consigo
mismo en nombre de su representado, ni por cuenta propia, ni por cuenta de otro, sin la
autorización del representado. En todo caso, éste puede ratificar el contrato.

Artículo 1.172.- No se requiere que el representante tenga capacidad para obligarse,

basta que él sea capaz de representar a otro conforme a la Ley y que el acto de que se
trate no esté prohibido al representado.

Si la voluntad del representante está viciada, el acto es anulable en beneficio del

representado.

Si la voluntad del representado está viciada, el acto anulable siempre que el

representante no haya hecho sino expresar la voluntad del representado.

11.4 Clases de mandato.

11.4.1 General o especial. (1.687)
General cuando el objeto es la realización de todos los negocios jurídicos
del mandante; especial, cuando el objeto es uno o ciertos (pero
determinados) negocios jurídicos del mandante. Cuando para la realización
de los actos encomendados se requiera demostrar la representación, el
poder que la prueba será también general o especial, de acuerdo al tipo de
mandato del que se trate.

11.4.2 Concebido en términos generales y expreso. (1.688)

Esta clasificación se refiere realmente al poder y no al mandato.
(Nuevamente el CC confunde ambos términos. A. Marín V.III, pag. 165).
Cuando el poder no indica qué actos se pueden realizar, solo abarca a los

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de administración. Para enajenar, hipotecar, transigir o realizar cualquier

acto que exceda de la administración ordinaria, esas facultades deben estar
expresamente otorgadas.

11.5 Efectos del mandato entre las partes.

11.5.1 Obligaciones del mandatario:

• Ejecutar el mandato (realizar el negocio jurídico) con la diligencia
de un buen padre de familia. (1.692)
• Responde por dolo y por culpa en la ejecución del mandato, pero si
el mandato es gratuito la responsabilidad por culpa es menor. (1.693)
• Rendir cuentas y entregar al mandante lo que haya recibido en
ejecución del mandato. (1.694)

11.5.2 Obligaciones del mandante:

En principio, no tiene, es un contrato unilateral, a no ser que se
haya pactado una remuneración, o si se han hecho gastos. En tal
caso:
• Reembolsar al mandatario los avances y gastos hechos para la
ejecución del mandato (transporte, registro, propaganda, etc.)
(1.699). Debe también los intereses desde el día del avance (1.7001)
• Pagarle al mandatario la remuneración, si se ha convenido (1.699).
• Indemnizar al mandatario de las pérdidas que haya sufrido a causa
de la gestión, si este no tuvo culpa en ellas. (1.700)

11.5.3 Derecho de retención:

• El mandatario debe devolver al mandante las cosas objeto del
mandato, pero las puede retener hasta que el mandante cumpla con
sus obligaciones ya mencionados. (1.702)

11.6 Efectos del mandato entre terceros.

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11.6.1 Mandato con representación:

• El negocio jurídico celebrado entre el mandatario y el tercero vincula
al tercero con el mandante, si el mandatario no se excedió en sus
facultades. (1.169 y 1.691)
• Si el mandatario se excedió en sus facultades, se obliga él frente al
tercero con quien realizó el negocio jurídico objeto del mandato, a
no ser que el mandante haya limitado la representación y el tercero
no hubiese tenido conocimiento de esa limitación. (1.170) El
mandante puede, en todo caso, ratificar expresa o tácitamente lo
realizado por el mandatario no facultado (1.698)

11.6.2 Mandato sin representación:

• Cuando el mandante no ha otorgado representación al mandatario el
negocio jurídico celebrado por este con el tercero vincula a estos
dos, no al mandante; por lo tanto el mandante no puede ejercer
ningún derecho en contra del tercero que contrato con su
mandatario. En este caso el mandatario queda obligado con el
mandante (1.691)

11.7 Extinción del mandato.

El mandato, igual que todos los contratos, puede perder efectos por una
nulidad absoluta o relativa, por disolución, etc. Pero específicamente
puede terminar por las siguientes razones (1.704):

11.7.1 Revocación.
El mandante lo deja sin efecto unilateralmente en cualquier momento.
(1.706). No se extingue por renuncia si fue celebrado para pagar una
obligación que tenía el mandante con el mandatario (1.705)

11.7.2 La renuncia.
El mandatario revoca su aceptación en cualquier momento,
notificándolo al mandante. Si la renuncia le causa un perjuicio al

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mandante el mandatario debe indemnizarlo, a menos

que
justificadamente no pueda continuar ejerciéndolo. (1.709)

11.7.3 La muerte, interdicción, la inhabilitación y la quiebra de cualquiera

de las partes. (1.704,3)
Consecuencia del carácter intuitu personae.
Sin embargo, si la muerte del mandante no la conoció el mandatario y
continuó ejecutando el mandato, los actos mantienen su validez si quienes
contrataron con el mandatario lo hicieron de buena fe, es decir,
desconociendo también la muerte del mandante. (1.710)
Ocurrida la muerte del mandante, y conocida por el mandatario, este
estará, no obstante, obligado a culminarla “si hay peligro en la demora”,
es decir, mientras los herederos disponen la forma de culminarla se puede
causar un daño irreparable o de difícil reparación.
No se extingue por muerte del mandante si fue celebrado para
pagar una obligación que tenía el mandante con el mandatario (1.705)