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DIVORCIO

CONDUCTA DESHONROSA QUE HACE INSOPORTABLE LA VIDA EN COMUN

CASASION NRO. 746-2000 LIMA

La causal de divorcio por conducta deshonrosa se funda en el incumplimiento de uno de los


deberes conyugales cual es el respeto mutuo y estimación que debe existir entre marido y
mujer. Conforme a la doctrina, la conducta deshonrosa consiste en la realización de actos
deshonestos, vejatorios; actos que deberán ser evaluados tomando en consideración la
frecuencia con que se producen (continuos y permanentes), la intensión de causar daño y el
sufrimiento moral que se le ocasiona al otro cónyuge. Sin embargo aún cuando un acto
deshonesto, carezca de continuidad, esto es que, siendo aislados pero revista suma gravedad,
también podrá considerarse como conducta deshonrosa, reprobable, por hacer insoportable la
vida en común.

4 Carga de la prueba: Se define como el deber que tienen las partes de probar los hechos que
alegan y afirman como fundamento y premisa de sus pretensiones, constituyendo una
excepción a este principio el sistema de presunciones legales que operan en nuestro derecho. El
articulo 196 del Código Procesal Civil acoge dicho principio sustentado en la iniciativa de las
partes procesales, mientras que la Inversión de la prueba: supone una excepción del régimen de
la carga de la prueba: el actor debe probar los hechos base de su acción y el demandado lo que
fundamente su defensa o contradicción.

COMENTARIO: Son fundamentos de la Sala Casatoria para amparar el recurso impugnatorio


interpuesto por el cónyuge reconviniente: Que el Colegiado Superior para revocar la sentencia
que amparo el divorcio por la causal de conducta deshonrosa peticionada en vía reconvencional,
no ha observado lo dispuesto en el articulo 197 del Código Procesal Civil, ya que no ha
merituado todos los medios probatorios en forma conjunta, no ha utilizado su apreciación
razonada en los medios probatorios actuados en la audiencia de pruebas, acarreando la nulidad
de la sentencia de vista, y si bien, la Sala Casatoria como se señala, ha declarado procedente el
recurso por la causal de interpretación errónea de una norma de carácter material. es necesario
que la Sala Superior se pronuncie procediendo al examen de los hechos y las pruebas, ya que
como se señala en el segundo considerando de la resolución “la Corte de Casación no constituye
una instancia mas en la que se puede provocar un nuevo examen critico de los medios
probatorios, que dan base a la sentencia”. En la presente resolución casatoria es de resaltar
como se ha definido la causal de divorcio materia de la controversia al señalar que “la conducta
deshonrosa, como causal de separación de cuerpos y divorcio, implica una secuencia de actos
deshonestos, que afectando la personalidad del otro cónyuge causan en él un profundo agravio,
que perjudican profundamente la integridad y dignidad de la familia, atentando contra la
estimación y respeto mutuos que debe existir entre marido y mujer
Sentencia del Tribunal Constitucional Exp. Nº 018-96-I/TC -Lima. “Que la conducta deshonrosa
como causal de separación de cuerpos y de divorcio exigida por el artículo 337, debe
necesariamente concordarse con el inciso 6 del artículo 333 y con el artículo 349 del Código Civil,
es decir que no constituye causal cualquier conducta deshonrosa, sino únicamente la que "haga
insoportable la vida en común". En esta causal debe apreciarse por el juzgador no sólo el honor
interno sino el honor externo de la víctima, es decir, la opinión que tengan los terceros sobre su
anterior, o presente, o futura aceptación de la conducta deshonrosa de su cónyuge; que el
requisito adicional de que "haga insoportable la vida en común" para constituir causal.

Casación 746-2000, Lima

La valoración de la prueba en sede casatoria (proceso de divorcio)

En dicho caso, la Corte de Casación precisó que en dicha instancia no se puede provocar un
nuevo examen crítico de los medios probatorios que dan base a la sentencia, quedando excluido
de su labor, todo lo referente a la valoración de los elementos de prueba y a la determinación de
los hechos. Por lo que, no está en la esfera de sus poderes revalorar la prueba y juzgar los
motivos que formaron la convicción del tribunal de mérito.

Asimismo precisó que, para que el colegiado haya desestimado la pretensión reconvencional, se
aprecia que no ha tenido en cuenta lo dispuesto en el artículo 197 del Código adjetivo, pues no
ha valorado todos los medios probatorios en forma conjunta ni ha utilizado su apreciación
razonada en los medios probatorios actuados en la audiencia pertinente. Debiendo destacarse la
declaración de parte de la actora, efectuada el diecinueve de enero de mil novecientos
noventisiete, quien manifiesta que mantiene relaciones extramatrimoniales con el señor Muños
Massaro, aproximadamente desde setiembre de mil novecientos noventisiete, esto es, con
anterioridad a la interposición de la demanda, la que fue presentada el dieciséis de octubre de
ese año.

Que, si bien el presente recurso ha sido declarado procedente por la causal prevista en el inciso
primero del artículo 386 del Código Procesal Civil, debiendo este supremo colegiado resolver
según corresponda a la naturaleza del conflicto, conforme a lo establecido en el inciso primero
del artículo 396 del precitado Código; también es evidente que para cumplir con dicha exigencia,
sería imprescindible, recurrir al examen de los hechos y a las pruebas, tal como se ha dejado
anotado en el considerando precedente, por lo que excepcionalmente, resulta indispensable
reenviar los autos a la Sala Superior, a efectos que se pronuncie conforme a lo ya expuesto.

Valoración probatoria en sede casatoria.

1. Introducción

Uno de los temas más importantes en el proceso civil es la actividad valorativa que desarrolla
el juez en el proceso, un asunto que se encuentra muy vinculado, en primer lugar, al aporte
probatorio de las partes en el proceso y al razonamiento que aplica el juzgador al momento de
emitir la decisión final.
Es correcto precisar que la prueba, en materia jurídica, es de suma importancia para el
desarrollo del derecho, ya que resulta imposible la existencia de un proceso judicial que no
dependa estrictamente de la prueba, ni mucho menos una sentencia que establezca el derecho
de las partes que no se encuentre sustentada en material probatorio conocido y debatido
dentro del proceso. En tal sentido, no puede existir una sentencia en materia penal o civil que
no fundamente sus considerandos en lo que es objetivamente veraz y a todas luces capaz de
convencer sobre la inocencia o responsabilidad de un acusado, o bien que el actor acredite
correctamente sus pretensiones.

2. Finalidad de los medios probatorios

La norma procesal señala que los medios probatorios tienen por finalidad acreditar los hechos
expuestos por las partes en el proceso y fundamentar las decisiones del juez. En tal sentido, lo
que pretende la norma es que los hechos sean corroborados con el material probatorio que
sustenten las alegaciones respectivas, sea de parte del demandante o del demandado. Y que el
juez, al momento de resolver, llegue al convencimiento en base a ese caudal probatorio, y el
razonamiento que este le permita dar pueda fundamentar sus decisiones y resolver a favor de
una de las partes.

De esta manera, desde todos los tiempos la prueba tiene un gran importancia en la vida jurídica
tal como nos lo hace saber la doctrina. Así, Devis Echandía sostenía que “no se concibe una
administración de justicia sin el soporte de una prueba”. Entonces, sin la prueba, el juez no
podría tener un contacto con la realidad extraprocesal.

Igualmente, Echandía precisa: “Suele hablarse con mayor frecuencia de que es prueba judicial,
todo medio que sirve para conocer cualquier cosa o hecho, con lo cual se incluyen los hechos,
objetos, y también actividades como la inspección judicial, el dictamen de peritos, la declaración
de un tercero, la confesión; esto es, la totalidad de los medios que pueden servir de conducta
para que se llegue al juez el conocimiento de la cuestión debatida o plateada sin litigio en cada
proceso”.. En consecuencia, los medios probatorios vienen a constituir aquellos instrumentos
del que se valen las partes en el proceso de los cuales se deriva o genera la prueba.

Derecho probatorio

Se denomina así a la materia que estudia la prueba en sus diversos aspectos, que no se limita al
conocimiento de la prueba de carácter judicial sino también a la extraprocesal, pero dentro de la
ciencia jurídica. Respecto de la teoría general de la prueba, Alsina precisa que: “[…] el
conocimiento del juez no se forma, por lo regular, a través de un solo medio de prueba, sino que
es consecuencia de una elaboración mental de reconstrucción mediante la confrontación de los
distintos elementos de juicio que las partes le suministran. Una teoría general de la prueba
permite establecer el modo como el juez va a adquiriendo conocimiento de las cosas, explica la
formación lógica de los distintos medios de prueba, y la vinculación que entre ellos existe, base
de la prueba compuesta; suministra, por último, el criterio de valoración de la prueba en la
sentencia” (ALSINA: 1961, p 227).
Por ello, creemos que se puede entender al derecho probatorio como la actividad procesal
destinada a convencer al magistrado respecto de las afirmaciones expresadas por las partes en
los autos postulatorios, vinculados a los hechos que sustentan sus pretensiones.

Esta definición no se limita a precisar que se entiende por prueba solamente a los medios de los
cuales se valen las partes para lograr el convencimiento del juez respecto de las pretensiones
planteadas en los actos postulatorios, que constituye solamente una parte del mismo, sino que
va más allá, y se considera el análisis que el juez realizará de los mismos y que será plasmado en
los considerando de su decisión final.

En sede constitucional, se ha precisado que el derecho a la prueba importa una doble exigencia
al juzgador: (i) no omitir la valoración de los medios probatorios aportados por las partes al
proceso dentro del marco del respeto a los derechos fundamentales y a lo establecido en las
leyes pertinentes; y, (ii) la exigencia de que dichos medios probatorios sean valorados
debidamente con base en criterios objetivos y razonables. Por tanto, la omisión injustificada de
la valoración de una prueba aportada por las partes comporta una vulneración del derecho
fundamental a la prueba y, por ende, del derecho al debido proceso (STC. N° 03271-2012-PA/TC
F.J. 13).

4. Valoración de la prueba

Davis Echandía señala que “por valoración o apreciación de la prueba judicial se entiende la
operación mental que tiene por fin conocer el mérito o valor de convicción que pueda deducirse
de su contenido” (ECHANDIA: 1958 p 141). Prevalece aquí la figura del juez, quien decide los
hechos en razón de principios de lógica probatoria; es decir, de aquel análisis que debe plasmar
en su resolución, vinculada a aquellos elementos introducidos por las partes en el proceso y que
forman su convicción, respecto de los hechos alegados.

No se puede dejar de vista, cuando analizamos el valor probatorio de los medios de prueba en el
proceso que existen medios de prueba directo por cuanto suponen un contacto inmediato con el
juez, en este supuesto hay una inmediación un acercamiento del juez al material probatorio. Sin
embargo, hay otros que requieren de una reconstrucción de los mismos; en tal sentido, nos
referimos a los llamados medios de prueba indirectos en los que ya el juez no actúa
directamente la prueba, no descubre en ella lo que desea desentrañar, aquí nos referimos al
llamado sistema de deducciones e inducciones.

Pero, conforme la secuela del proceso, existe un estadio procesal en el que el juez,
correspondientemente, valora las pruebas que existen en el proceso; así, de conformidad con lo
establecido en el artículo 197 del Código Procesal Civil, todos los medios probatorios son
valorados por el juez utilizando su apreciación razonada, y de esta manera evaluará las pruebas
obtenidas a través de los medios probatorios obrantes en autos para verificar si las partes han
acreditado sus afirmaciones. Si finalmente, le producen certeza, en base a la operación
intelectual de juicio, resolverá la causa puesta bajo su conocimiento.
Carrión Lugo con relación a la valoración probatoria señala: “Podemos sostener válidamente que
la apreciación y valoración de los medios probatorios constituye la fase culminante de la
actividad probatoria. Es el momento también en que el juez puede calificar con mayor certeza si
tal o cual medio probatorio actuado tiene eficacia para convencerlo sobre los hechos alegados y
si ha sido pertinente o no su actuación en el proceso”.

Por su parte Devis Echandía afirma que “por valoración o apreciación de la prueba judicial se
entiende la operación mental que tiene por fin conocer el mérito o valor de convicción que pueda
deducirse de su contenido”.

Aquel estadio procesal, por el cual el juez admite el material probatorio se halla en la audiencia
de pruebas, conforme se precisa en el Capítulo II del Título VIII del Código Procesal Civil.
Aquí deberá verificar si los medios probatorios presentados por las partes han de servirle para
producir certeza respecto de los puntos controvertidos propuestos y fundamentar su sentencia.
De tal manera que aquí verificará su pertinencia o impertinencia, quedándose solamente con
aquellos que le han de permitir resolver la causa.

Ya en la fase decisoria el juez tendrá la posibilidad y facultad de valorar el material probatorio


propuesto por las partes y admitido por él en el proceso. En tal sentido, la valoración de las
pruebas es el juicio de aceptabilidad de las informaciones aportadas al proceso a través de los
medios de prueba propuestos en los actos postulatorios y, excepcionalmente, de manera
extemporánea o a través de la prueba de oficio. Más exactamente, valorar consiste en evaluar si
esas afirmaciones (en rigor, hipótesis), pueden aceptarse como verdaderas o no por parte del
juez en su sentencia.

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