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La historia de México (la historia oficial por supuesto) está repleta de “héroes”

prefabricados, hechos alterados, mentiras, para aquellos que hemos leído e investigado a
fondo sobre la historia del país es una realidad que detrás de esa historia que nos
inculcan en las escuelas, los medios y que sostiene el discurso político han enterrado la
otra cara de la historia, no solo eso, esta historia oficial es un discurso centralista que deja
de lado (por no decir borrar) la historia de los estados.
Los presidentes Benito Juárez y Lázaro Cárdenas del Rio son los símbolos que
representan a la republica centralista, ambos glorificados por este sistema, ambos
paradigmas de los valores democráticos.
Por supuesto existen muchos otros “héroes” prefabricados pero son ellos dos quienes
consolidaron el republicanismo masónico.
El primero Juárez destruyo todo el ideal de Imperio, si alguien realmente mato al México
hispano fue el, el juarismo impuso todo el actual sistema político, los políticos que le
siguieron fueron sus continuadores.
Cárdenas fue el hombre que consolido el partido gobernante, consolido el sistema
partidista moderno y toda su maquinaria burocrática.
Irónicamente ambos son ídolos de la izquierda mexicana, tanto Juárez como Cárdenas
son vistos como ejemplos de democracia y honestidad, algo realmente ridículo y que
demuestra una gran ignorancia por parte de la izquierda, cuando Juárez fue el introductor
del capitalismo en el país y Cárdenas fue el creador del PRI.
No es el objetivo de este artículo el hablar de los hechos detrás del mito, para eso hay
una gran variedad de lecturas que desmitifican a ambos personajes, lo que aquí se
plantea es ver a los dos personajes como tótems sagrados del actual centralismo
mexicano y del mexicano moderno.
Primero decir que el culto a Juárez y Cárdenas es una inversión al culto a los héroes de la
antigüedad, ni Juárez ni Cárdenas tenían atributos heroicos, más que las mentiras y
glorificaciones creadas a su alrededor para darles un aire casi divino.
Esta parodia del culto al héroe por supuesto no es exclusiva de México, sino que en todo
el mundo democrático se da, la democracia fabrica a los héroes que la historia y la
naturaleza le niegan.
El escritor veracruzano José Luis Ontiveros decía que México solo tuvo dos periodos de
excelencia que consistieron en los imperios de Iturbide y Maximiliano, en realidad el
México hispano y católico murió en el Cerro de las Campanas junto al emperador, Miguel
Miramón y Tomas Mejía, un europeo, un criollo y un indígena, los tres elementos que
componen la América Hispana.
Juárez combatió la idea de un Imperio y todo lo que este representa (Unidad, Aristocracia,
una civilización que va a lo alto), durante el periodo de 1862 a 1867 del Segundo Imperio
Mexicano se vivió la lucha entre el espíritu de Roma y el espíritu de Cartago.
El espíritu romano de Aristocracia y Jerarquía representado por el partido conservador y
el Segundo Imperio, mientras que por otro lado estaba el espíritu cartaginense de
mercantilismo y democracia representado por la masonería mexicana y el yanquismo.
El choque entre ambas Cosmovisiones dio como resultado la derrota del sueño de un
Imperio y el triunfo del México liberal, centralista y masónico.
No nos engañemos, México murió con el Segundo Imperio, lo que siguió después ha sido
el republicanismo centralista, todos los gobernantes, todas las administraciones que han
seguido han sido herederas del juarismo.
Entre estos continuadores se encuentra el general Porfirio Díaz que a pesar de la
excelencia de su gobierno y de todos sus logros como la prosperidad económica fue un
continuador del juarismo, Díaz fue un colaborador en la destrucción del Imperio y
consolido ese republicanismo masónico, el oficialismo histórico y el centralismo.
No cabe duda de que Díaz supo reunirse con una elite de intelectuales y hombres
capaces conocidos como Los Científicos y supo poner orden pero fue un representante
del republicanismo.
La única diferencia entre Díaz, Juárez y Cárdenas es que días fue derrocado en una
revolución y fueron los hijos de esta revolución (entre ellos Cárdenas) quienes para
justificar su guerra colocaron al general como un villano.
Lázaro Cárdenas un mediocre general fue el brazo derecho de Elías Calles en su guerra
contra los cristeros, al que más tarde desterró y se convirtió en un paladín populista de las
clases más desfavorecidas.
Hombre afín a las ideas comunistas, el mito de Cárdenas que arrebato tierras a los
hacendados (opresores en el lenguaje socialista) y se las entregó a los campesinos.
Estos es una mentira descarada, Cárdenas arrebato las tierras a sus dueños, para que el
estado se las apropiara imitando la forma soviética del koljos, tierras que pertenecen al
estado y en el que la masa campesina es peones.
Por medio de las mafias agrarias persiguió y sometió a quienes se opusieron, se persiguió
y elimino a los remantes cristeros, a los opositores políticos, tácticas ya usadas por el
comunismo en aquellos años.
Cárdenas trato de hacer un ensayo comunista en Yucatán, algo que en su día fue
denunciado por el líder carrancista Luis Cabrera Lobato y por el abogado conservador
yucateco Gustavo Molina Font.
Sobre este ensayo comunista Luis Cabrera dijo: “...pienso que la colectivización de la
propiedad en nuestro país nos conducirá, como ha sucedido en Rusia, a la más absurda y
tiránica de las dictaduras; y porque creo que esa colectivización es contraria a los ideales
de la libertad… por los cuales lucho el pueblo mexicano, me he considerado obligado,
como mexicano y como revolucionario, a combatir públicamente la tendencia oficial, que
ahora ya se confiesa , de cambiar las bases de nuestra organización social y económica,
consignadas en la Constitución de 1917, y de substituirlas por un régimen de propiedad
colectiva de los bienes de la producción, que es absolutamente contrario al que propugno
la Revolución de 1910 a 1917….Nosotros hicimos la revolución para dar al campesino
tierra y trabajo.
Pero sobre todo, libertad.
Para emanciparlo, para redimirlo, para librarlo de la esclavitud de latifundio.
No para cambiarlo de amo.”
El abogado Gustavo Molina Font declaro:
“El general Lázaro Cárdenas se proponía hacer una nueva Revolución de tendencias
claramente marxistas, cuyo acto inicial debía consistir en el establecimiento, a manera de
ensayo, de una especie de colonia comunista en el Estado de Yucatán”
Estas denuncias se encuentran en los libros Un Ensayo Comunista en México de Luis
Cabrera y La Tragedia de Yucatán de Gustavo Molina Font.
En agosto de 1937 se dio la Reforma Agraria Integral en Yucatán a pesar de la oposición
de los hacendados, Cárdenas dispuso de sus tierras dividiendo los campos en ejidos,
arrebatando proporciones de tierras de las haciendas, expropiando las maquinas
henequeneras, lo que pertenecía a los yucatecos ahora pertenecía al Estado mexicano.
Si a alguien se le debe la destrucción de la industria henequenera y el campo yucateco
ese es Lázaro Cárdenas que demostró una vez más que el comunismo es un fracaso.
Estos personajes tienen monumentos, escuelas y calles con sus nombres, se celebran
sus hazañas (glorificadas como ya se ha dicho) en los colegios y actos cívicos como un
perpetuo adoctrinamiento.
El actual estado mexicano es una síntesis entre el juarismo y el cardenancismo, fueron
estos dos presidentes quienes han influido en todos los gobiernos posteriores en la forma
de hacer política.
El populismo casi marxista, la demagogia, el centralismo y la cara de ser una democracia
benigna.
Juárez el traidor, el capitalista, el asesino del Imperio, el aliado del yanquismo, por otro
lado Cárdenas el comunista, el destructor del campo y sus tradiciones, el populista.
Ambos representan lo peor de México, uno mato todo ideal de Imperio, el otro mato ese
campo tradicional y conservador, ambos anti-cristianos y ambos representantes de la
masonería la gran enemiga de identidades nacionales.
Reivindicados por el gobierno centralista y por historiadores pagados por ese mismo
gobierno, por los colectivos de izquierda que no quieren un cambio real en el país sino
continuar con el mismo modelo inútil de hace casi doscientos años.
Pero más allá de las fronteras mexicanas Juárez y Cárdenas son enemigos de toda la
Hispanidad, totemes que representan ese México centralista, corrupto y republicano que
continua vigente.
El estado mexicano desde sus raíces es juarista y cardenancista, tratar de salvar al
estado mexicano es una tarea condenada al fracaso, porque si otro grupo llegara al poder
siguiendo el actual estado solo sería un continuador más de los enemigos de la
Hispanidad.
Los totemes de Juárez y Cárdenas representan al México actual en todas sus formas, es
por eso por lo que una lucha cultural y política meramente contra el gobierno no sirve, es
por eso que todos esos colectivos que critican al gobierno federal solo son meros
continuadores (algunos sin saberlo, otros con plena conciencia) de sus formas y de su
espíritu.
México es Juárez y Cárdenas y luchar para salvarlo, es salvar el espíritu de los enemigos
de la identidad hispanoamericana.

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