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EL DESARROLLO RURAL Y LAS ACCIONES INSTITUCIONALES EN LAS

CONDICIONES DE CUBA

Dr. Tomás de J. Guzmán Hernández


Lic. Susana Pico González
Juan José León Vega

INTRODUCCION

En un grupo importante de documentos elaborados por autores latinoamericanos de diferentes países, así
como de la FAO, todos coinciden en plantear que para lograr el desarrollo rural es importante el
fortalecimiento de la capacidad y autonomía política, institucional, social y económica de cada unidad
territorial.

Sin ánimo de polemizar, el fin de la pobreza rural así como el inicio del desarrollo rural en Cuba, comenzó el
1ro. de enero de 1959 con el triunfo de la Revolución, lo que condicionó profundos cambios socio-políticos.

El sistema de tenencia de la tierra, que existía antes de la revolución, se caracterizaba por la concentración
de extensas áreas dedicadas al monocultivo y que estaban en manos de un reducido número de
latifundistas criollos y empresas transnacionales (94,6 %), así como existían una gran cantidad de tierra sin
cultivar y un gran número de campesinos sin tierra.

Las dos leyes cubanas de reforma agraria, la primera el 17 de mayo de 1959 y la segunda el 3 de octubre
de 1963, liquidaron a los latifundios, los terratenientes y pusieron en manos de los campesinos más del 20
% de la tierra a nivel nacional y el 80 % pasó a manos del país, organizando las granjas del pueblo o en
empresas estatales agroproductivas, en el sector azucarero, tabacalero, del café, cacao, en la producción
de viandas, hortalizas, leche, carne, huevos, etc. Como es de suponer, el sector estatal se convirtió en la
mayor fuerza productiva para la agricultura del país, acompañada entonces por el sector privado
campesino, favorecido por ambas leyes.

Desarrollo de cooperativas en Cuba e inicio del desarrollo rural

A pesar de que el 80% de las tierras pasaron gradualmente a manos de las granjas estatales, la pequeña
producción campesina continuó jugando un papel esencial en el cultivo del tabaco, café, viandas, hortalizas
y frutas.

Desde los primeros días de la Revolución estaba claro que la producción agrícola debía organizarse en
cooperativas, pues éstas permitían agrupar las pequeñas parcelas en una gran finca de explotación
rentable, permitiendo que se desarrollase el trabajo colectivo, el uso de la maquinaria agrícola, el desarrollo
de la ciencia y la técnica, y el desarrollo rural.
Las primeras Cooperativas de Créditos y Servicios fueron creadas por los campesinos tabacaleros. Más
tarde esta forma de cooperativa abarcó otros grupos de campesinos, productores de caña, café, viandas,
hortalizas, etc.

El V Congreso de la ANAP (Asociación Nacional de Agricultores Pequeños) en 1977, tomó


democráticamente el acuerdo de comenzar el trabajo de cooperativización respetando el precepto de la
Voluntariedad de cada campesino y comenzaron a formarse cooperativas de producción agropecuaria con
una superficie limitada a 130 o 150 ha.

Las cooperativas de créditos y servicios (CCS) y las cooperativas de producción agropecuaria (CPA)

Las CCS son organizaciones asociativas donde se mantiene la forma individual de propiedad de la tierra y
otros bienes productivos, el trabajo se organiza como economía familiar. La gestión operativa de la CCS
facilita la asistencia técnica, crediticia y de suministros a precios módicos de: semillas, fertilizantes,
insecticidas, plaguicidas, maquinaria, aperos agrícolas entre otros, así como el aseguramiento de sus
cosechas.
Las CPA son asociaciones voluntarias de campesinos que unen sus tierras y bienes productivos para
formar una empresa social, con patrimonio común y donde el trabajo se organiza en colectivo. La
remuneración de sus miembros se realiza en función del trabajo aportado, cobrando cada miembro los
bienes que pone en función de la cooperativa.

El reglamento interno de las CPA elaborado por la ANAP señala que cada Cooperativa de Producción
Agropecuaria se forma respetando el principio de voluntariedad por los campesinos que decidieron
socializar el trabajo, la tierra, los instrumentos de producción y el ganado de labor y productivo.

Se organizan bajo la dirección de una junta directiva formada por un presidente, un jefe de producción, un
económico y otros miembros que decida la cooperativa. Esta junta directiva dirige la CPA hasta la nueva
asamblea, siendo por tanto el máximo órgano de la CPA la Asamblea General de socios.

La cooperativización (CCS y CPA) permitió entre otras cosas:

Mejorar las condiciones de vida del campesinado cubano, en cuanto a vivienda, alimentación e ingresos.

Organizar mejor las fuerzas productivas del campo en aras de lograr un aumento de la producción agrícola
en general.

Capacitar y escolarizar a todos los miembros de las familias campesinas y cooperativistas; haciendo
obligatoria la asistencia a la escuela de los niños de 5-12 años, así como la obtención mínima de
escolaridad de 9º grado, para todos sus miembros.

Ofrecer una alternativa más viable, rápida y efectiva de atención a la salud en todas las comunidades
campesinas, de manera totalmente gratuita, con la atención primaria garantizada, a través del desarrollo de
diferentes planes de salud y terminando con el médico de familia.

Dar posibilidades ilimitadas de superación superior a las familias campesinas, en todas las especialidades
universitarias abiertas en el país, incluyendo por supuesto las del sector agropecuario.

Acceder a créditos blandos, con el instrumento financiero del Banco Nacional de Cuba, para la realización
de inversiones.

Se crearon numerosas comunidades campesinas, con viviendas más honorables y vinculadas al entorno
productivo.

Obtener cantidades suficientes en insumos agrícolas para lograr producciones altas, estables y rentables.

Lograr la autogestión, en la solución de sus problemas internos.

Adoptar las tecnologías apropiadas a su entorno, sin presiones políticas o tecnológicas y sin afectar el
medio ambiente.

Ser mucho más eficientes en su gestión, logrando desarrollar a plenitud sus potencialidades, involucrando
voluntades y esfuerzos, así como distribuyendo las utilidades de acuerdo al aporte individual y colectivo.

Acceso libre al mercado estatal y privado.

El derrumbe del campo socialista tuvo una repercusión directa sobre nuestra economía, ya que ésta se
basaba de forma priorizada en las relaciones económicas y comerciales con los países que lo integraban.
Cabe señalar que el 83 % del comercio del país se realizaba de forma segura y estable con los ex-países
socialistas, de donde se importaban los recursos necesarios para el desarrollo económico del país,
constituyendo también mercados seguros para nuestros productos exportables.

El impacto de esta situación llevó a la necesidad de pasar al Período Especial en tiempo de paz, que no es
más que la necesidad de producir en todos los niveles del país, con muy bajos insumos. A esto, se suma el
brutal recrudecimiento del bloqueo imperialista que nos aqueja por más de 30 años, así como los
engendros de las leyes Torricelli y Helms-Burton, que nos obliga a actuar con suma prudencia, inteligencia,
voluntad de resistir y vencer las dificultades que tales medidas del gobierno de los Estados Unidos nos
imponen.

El modelo de desarrollo de grandes empresas agrícolas en el sector estatal, funcionó mientras Cuba
mantuvo una política de intercambio justo con la comunidad socialista; las empresas dependientes de
insumos externos se vieron seriamente afectadas, cuando perdimos los mercados tradicionales y tuvimos
que comprar en el mercado mundial nuestros productos. Esta situación nos impuso realizar nuestras
estructuras; y el gobierno revolucionario adoptó nuevas medidas, acorde a la nueva situación.

Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC). Una nueva forma de producción

Bajo estas nuevas condiciones en que tenía que operar el sector agropecuario, la alta concentración de
tierra en manos del país (80 %), que le había caracterizado constituyó un serio obstáculo para continuar
adelante el desarrollo de la agricultura, por su alto grado de quimización, mecanización, etc., que no era
posible mantener en esta coyuntura.

En el segundo semestre de 1993, se promulgó por el Consejo de Estado el Decreto Ley 142, que establecía
la conversión de gran parte de las granjas estatales (cañeras y no cañeras) en entidades de nuevo tipo, las
Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC). Los cuales consisten en la entrega de las tierras de
las granjas estatales a grupos de trabajadores, convirtiéndolos en dueños de su producción y medios de
trabajo.

El proceso de creación de las UBPC comenzó en las empresas cañeras y continuó en las no cañeras
donde la formación de estas nuevas entidades se realizó de forma más lenta debido al alto grado de
concentración y especialización de la producción en algunos cultivos.
La creación de las UBPC unido a las CPA y CCS ha significado que más del 72,6 % de las tierras que
estaban en entidades estatales pasaran a esta nueva forma de producción privada y cooperativizada.

Las UBPC se diferencian de las CPA en que las tierras que poseen son en usufructo gratuito y perpetuo, y
los bienes que el estado le entregó deben ser pagados a éste.

Las ventajas de la UBPC son las mismas que de las CPA y las CCS.

Granjas Estatales de nuevo tipo (GENT)

Además de todo el sector cooperativo, el Estado tiene organizado las Granjas Estatales de nuevo tipo y que
son patrimonio de la nación, como por ejemplo, aquellas que producen los pies de cría de animales de raza,
algunas productoras de semillas, así como de cultivos varios, en aquellas regiones que así lo ameriten.
Estas se insertan en el mismo marco conceptual de Desarrollo Rural.

Otra modalidad de Desarrollo Rural lo constituye la Agricultura Urbana

Las unidades de producción agrícola que conforman la agricultura urbana en distintos territorios del país se
encuentran organizadas de forma similar a la descritas anteriormente, tanto los organopónicos y huertos
intensivos como las fincas y parcelas de propietarios privados y campesinos enmarcados en el perímetro
urbano y suburbano.

Comparación de indicadores agrícolas en las diferentes formaciones agrícolas. Año 1995

U.M UBPC CPA CCS


Total de Entidades uno 2857 1160 1806
Superficie total cab 234911 55373 65573
Miembros uno 271503 62257 80000
Superficie / Entidad cab 82 48 36
Mienbros / Entidad uno 95 54 44

De esta manera, el estado cubano privatizó en 1993, más del 60 % de sus fondos de tierra, quedando la
estructura en el sector no cañero (Ministerio de la Agricultura) de la siguiente manera:

Tierras del estado (Empresas Agrícolas,que no han sido privatizadas)----- 26,8 %

Básicas de Producción Cooperativa (UBPC)---------------------------------------------- 48,2 %

Cooperativas de Producción Agropecuarias (CPA) ------------------------------------- 10 %

Cooperativas de Crédito y Servicio (CCS) ----------------------------------------------------11 %

Otros Privados no cooperativizados ----------------------------------------------------------- 3,4 %

Adicionalmente se entregaron tierras en forma individual a familias campesinas que fueran capaces de
producir y aumentar los rendimientos del café y el tabaco cubano en el orden de las 69.145 ha, proceso que
aún no ha concluido.

En los perímetros urbanos y suburbanos se hicieron entregas de 0,2 ha a 26.374 personas, para producir
sus propios alimentos y lograr un excedente, para colocarlo en el Mercado Agropecuario de cada localidad;
mejorando los ingresos de la familia, creando nuevos empleos y aumentándose la oferta de productos de
manera general.

Todo esto ha conllevado a un desarrollo agropecuario sostenido en la primera mitad de la década del 90,
que ha permitido en 3 años vender la cantidad de 380 500 t de productos agrícolas en el mercado
agropecuario por un valor de 2821 millones de pesos.

El acceso a los mercados de los productores cubanos. Comercialización de la producción agrícola

Los diferentes sistemas de producción agrícolas del país (CPA, UBPC, CCS, GENT) realizan convenios de
entregas de productos según los planes de producción acordados a la Unión de Acopios, la que basada en
los convenios establecidos, trata de cubrir la canasta básica que tiene cada cubano de entrega de los
diferentes productos agrícolas a comercializar por ellos.

Los precios establecidos por la Unión de Acopio se confeccionan teniendo en cuenta los gastos de
producción en las diferentes regiones productoras del país, estos son fijos por productos para cualquiera
región y varían en función de la calidad obtenida.

Además de la comercialización de productos agrícolas que se realiza con las empresas acopiadoras, existe
un mercado de venta con la Empresa de Frutas Selectas, a este mercado irán aquellas producciones
obtenidas de máxima calidad que serán ofertadas en los llamados Mercados en fronteras con precios
diferenciados.

Después de cumplidos los compromisos establecidos por los diferentes sistemas de producción existentes
en la agricultura, los productores podrán concurrir al Mercado Agropecuario; en este los precios se fijaran
de forma espontánea según la Ley de la Oferta y la Demanda, y los productores pueden vender hasta el 20
% de su producción en estos mercados.

En lo que respecta a la comercialización de la producción de organopónicos, huertos intensivos ésta puede


realizarse directamente en las unidades de producción, en lugares acondicionados para este fin con el
objetivo de lograr que el producto vaya directamente del cantero a la mesa, alcanzando el menor deterioro
posible sobre todo cuando se trata de hortalizas de hojas, estando sujetos el precio de las mismas a la ley
de la Oferta y la Demanda.

En la siguiente tabla se puede apreciar que existen diferencias muy significativas entre los precios de
Acopio y los Precios Mercado, estos últimos se refieren a los precios promedios nacional del Mercado
Agropecuario para los productos que a él concurren, y de los precios del mercado sumergido para el resto.

Precios posibles por grupos de productos.

Grupo de Productos UM Precios de Mercado Precio de Minoristas Precio


Agropecuario deAcopio
Viandas P/lb 2.38 0.32 0.08
Hortalizas P/lb 2.37 0.46 0.21
Cítricos P/lb 0.94 0.26 0.08
Otras frutas P/lb 1.81 0.45 0.09
Cárnicos P/lb 42.73 0.70 0.77
Azúcares P/lb 12.15 0.11 --
Maíz P/lb 1.46 0.15 0.12
Arroz P/lb 7.66 0.24 0.12
Frijol P/lb 11.37 0.24 0.56
Leche P/lb 15.00 0.25 0.41
Huevos P/unidad 2.00 0.15 0.08
Pan P/unidad 2.00 0.05

Como puede apreciarse la agricultura cubana se ha transformado y desarrollado organizativamente con el


tiempo de acuerdo a los intereses y necesidades de cada momento, reduciéndose el número de áreas en el
sector estatal y aumentándolas en el sector privado, con vistas a lograr una mejor adecuación de los
recursos e insumos destinados a la producción agropecuaria; así como la estimulación al sector productivo,
logrando un mayor nivel de autogestión.

En Cuba, los productores tienen asegurada la venta de todos sus productos al sector estatal, garantizando
el pago de estos a través de los mecanismos de recepción, la Unión Nacional de Acopio y la Empresa de
Frutas Selectas, quienes pagan los productos por cantidad y calidad.

En su conjunto el objetivo central de la producción agrícola, sus formas organizativas y la realización de su


producción, en el contexto de la agricultura urbana está dirigido a la obtención de la máxima producción
posible por unidad de tiempo y área durante todos los meses del año con el menor gasto en insumos
industriales sobre todo aquellos que pudiesen contaminar el ambiente urbano en que se desarrollan.

La actividad institucional en el desarrollo rural en cuba

Son muchas las instituciones científicas y académicas que apoyan con sus esfuerzos al desarrollo rural en
nuestro país, entre las que se encuentran todas las universidades y centros científicos de todo tipo. Juegan
por supuesto un papel protagónico aquellas vinculadas directamente con la Agricultura, y entre sus
objetivos básicos se encuentran:

Despertar el pleno potencial intelectual y laboral de los integrantes de las familias campesinas y
cooperativistas, a través de su formación y educación a diferentes niveles, incluido el sector estatal, de
niños, jóvenes, amas de casa y adultos.

Estimular el mejoramiento de la organización de las comunidades, para su mayor participación en la


solución de sus problemas, tales como: la producción, comercialización, inversiones, atención a la salud,
higiene, alimentación y viviendas.
Enfatizar en el uso racional de los recursos naturales.

Disminuir la dependencia de recursos externos y maximizar la eficacia de los que sean imprescindibles.

Detectar, recopilar y difundir conocimientos y las tecnologías apropiadas de acuerdo a los niveles culturales
de quienes deben ponerlo en práctica y a los recursos que disponen.

Introducir los resultados más promisorios de la ciencia y la técnica con vistas a lograr un mayor nivel de
eficiencia, racionalidad e incrementar los ingresos.

BIBLIOGRAFIA

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