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Divers.: Perspect. Psicol. / ISSN: 1794-9998 / Vol. 9 / No. 2 / 2013 / pp.

289-304

Psicooncología pediátrica*

Pediatric Psycho-Oncology

Johana Carolina Cely-Aranda** Resumen


Universidad del Tolima,
Colombia La psicooncología pediátrica, entre otras, estudia por

que amenaza la vida de quien la padece, es una en-


Claudia Patricia Duque Aristizábal
Universidad del Tolima, fermedad que simboliza el sufrimiento de la persona
Colombia enferma y su familia. El tratamiento del cáncer infan-
til implica un régimen médico exigente en el que los
niños y sus familias se enfrentan a múltiples factores
Antonio Capafons
Universitat de València,
estresantes, que provocan cambios considerables en
España

al tratamiento y una constante amenaza de muerte.


Recibido: 28 de febrero de 2013
Revisado: 3 de mayo de 2013 El presente trabajo tiene como objetivo mostrar, por
Aceptado: 30 de mayo de 2013 -
cología pediátrica y el progreso de sus herramientas
-
-

del niño enfermo, la familia y el personal sanitario.


Además, se proponen los recursos necesarios para la

su familia durante la enfermedad.

Palabras clave: cáncer infantil, familia, psicooncolo-


gía pediátrica, psicología de la salud, psicología clí-
nica.

*
** Correspondencia: Johana Carolina Cely-Aranda. Universidad del Tolima, Facultad de Ciencias de la Salud, Departamento de Salud Pública.

Colombia.

289
Johana Carolina Cely-Aranda, Claudia Patricia Duque Aristizábal, Antonio Capafons

Abstract
Pediatric oncology study why cancer, in addition to being a chronic disease that threatens the

treatment of childhood cancer involves a demanding medical regimen in which children and their

disruption of family and social roles, the fear of treatment adherence, and a constant threat of

psychooncology, and the progress of its psychological intervention. Different contributions to the

family and the medical staff have been reviewed. Resources needed for the reduction of the phy-
sical and psychological discomfort of the child and his family during the disease are also showed.

keywords: childhood cancer, family, pediatric psycho-oncology, health psychology, clinical psycho-
logy.

Introducción den, Feinstein y Cohen, 2012; Bruce, 2006; Gerali


et al., 2011; Pai et al., 2007; Ruland, Hamilton y
La psicooncología pediátrica permite explicar por SchjØdt-Osmo, 2009).
-
nica que amenaza la vida, es una enfermedad que Todos estos aspectos asociados con la oncología
simboliza el sufrimiento de la persona enferma y pediátrica serán revisados en el presente trabajo.
- En primer lugar, se presentan los agentes implica-
- dos referidos a las reacciones del niño, la familia
y el personal sanitario. En segundo lugar, se trata-
rán las aportaciones de las intervenciones psico-

pediátrica.
En las últimas décadas se ha visto un progreso no-

infantil. Sin embargo, el impacto emocional oca- Reacciones del niño a esta
experiencia
de la enfermedad, son una experiencia de difícil Cabe señalar que el malestar (distress) emocio-
nal (ansiedad, dependencia, llanto y problemas
del sueño), asociado con la enfermedad y con el
El tratamiento del cáncer infantil implica un exi-
gente régimen médico en el que los niños y sus otros procedimientos médicos invasivos, continúa
familias se enfrentan a múltiples factores estre-
santes. En los niños, además de los cambios físi- el niño y la familia (Sawyer, Antoniou, Toogood y
cos y comportamentales asociados con los sínto- Rice, 1997).
mas propios de la enfermedad y el tratamiento,
tienen que adaptarse al entorno hospitalario y a Dicho malestar depende en gran medida del ade-
- -
neral incierto, provoca desasosiego, tanto en el
niño como en la familia, debido a la amenaza de -
muerte asociada con esta enfermedad. Todo ello -
altera los roles familiares y sociales, las activi- -
-

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Psicooncología pediátrica

En general, se ha observado que los niños que enfermedad. Todo ello puede ocasionar en los
están informados adecuadamente sobre la en- niños una baja imagen corporal, sentimientos de
fermedad pueden estar más dispuestos a hacer inferioridad e incompetencia y, por lo tanto, un
frente a los procedimientos médicos. También, ánimo depresivo (Balen, 2000; Bluebond-Langner,
sienten que pueden expresar las preocupaciones
e inquietudes con sus padres, y confían más en la
familia y el personal médico. Por el contrario, la -
-
centes enfermos con los tratamientos médicos se con otros, aunque estas pueden ser inferiores a
las informadas en los niños que asisten a clínicas
- de salud mental (Sawyer et al., 1997). Wallander,
Varni, Babani, Banis y Wilcox (1988) observaron
-
Por ello, cuando el niño no está informado o no se dad cinco veces mayor de presentar problemas
le resuelven oportunamente sus preguntas acerca
de la enfermedad, no necesariamente se le está embargo, la mayoría de los niños enfermos supe-
protegiendo del miedo y de las preocupaciones. raron satisfactoriamente esa vulnerabilidad y no
De hecho, puede percibir que la enfermedad es se hallaron problemas importantes de ajuste.
-
Respecto al medio hospitalario, cabe señalar que
en la niñez se es más propenso a asustarse por el
el malestar en sus padres y equipo médico, escu- ambiente que lo rodea en el hospital, y a desa-
char casualmente conversaciones y enterarse del rrollar miedo a los procedimientos médicos (Clar-

personas que lo rodean, y obtener así sus propias conductas negativas y aversivas como gritos, llan-

al., 2005). Por lo tanto, el reto para los profesio-

pequeños en especial, ya que debido a su corta amenaza el ajuste del niño enfermo y su familia
edad, no comprenden los detalles de la enferme-
et al., 2005).
y Espada, 2004; Robinson, Gerhardt, Vannatta y
- Noll, 2007).
pone al niño a procedimientos dolorosos, como
cirugías, hospitalizaciones, radioterapia, qui-
mioterapia y extracciones de sangre, que se han las exigencias de la enfermedad, considerando
llegado a considerar más dolorosos que la propia que no son causa-efecto los problemas de ajuste.
enfermedad. En consecuencia, el niño puede ex- -
perimentar dolor, fatiga, sueño, ansiedad antici- nientes de ambientes aversivos alcanzan satisfac-
- toriamente un ajuste positivo, que demuestra la
cido, lo cual incrementa el riesgo a desmejorar la presencia de la resiliencia (Robinson et al., 2007).
calidad de vida (Gerali et al., 2011; Patenaude y
Kupst, 2005). Además, los cambios físicos, como Han et al. (2011) observaron en niños chinos diag-
la pérdida de cabello y el aumento de peso, ha- nosticados con leucemia que el principal factor
cen que el niño sea objeto de bromas por parte -
de sus compañeros de colegio, o que sean discri- tos negativos durante los primeros tres meses del
minados por otras personas a partir de actitudes tratamiento, por el temor a bajar el rendimiento
inadecuadas y creencias negativas acerca de la -

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medad y a la soledad. A corto plazo, los niños no el paciente y demás miembros de la familia. Sin
solo no se adaptaron a la vida dentro del hospi- olvidar la historia previa de pérdidas, recursos
tal, sino que tendían a lamentarse por la “mala -
suerte” y lo injusto de tener la enfermedad. Al
Dichos factores mediatizan las reacciones emo-

extrovertidos se adaptaron más fácilmente a las anticipado, temor, soledad y esperanza. Todo ello
hospitalizaciones que los introvertidos. Así mis- puede llegar a afectar la salud física y el bien-
mo, que los niños de 7 y 8 años, a través del jue-
go, establecieron lazos de amistad y percibieron
como más agradable la estancia en el hospital. Sin Marmer y Schwartz, 2010; Del Pozo, 2007; Del
embargo, para los niños mayores se observaron
conductas como aislamiento y la falta de amistad 2001; Rodríguez et al., 2012).

Hay que tener en cuenta, como ya se ha señalado,


que los niños que viven en un ambiente familiar
positivo con alta expresividad de emociones, cohe-
Reacciones de la familia
-
- -
presiones de afectividad pueden asegurar el ajuste
adquirir compromisos médicos, nuevas responsa- en cada miembro de la familia y, por consiguiente,
neutralizar el estrés. No obstante, en los niños que
recursos disponibles en la familia y el contexto

cuando se examina el ajuste en el niño afectado -


por el cáncer, es importante considerar también cultar que el niño se ajuste (Robinson et al., 2007).
el ajuste en los miembros de la familia (Robinson
et al., 2007). Además de los obstáculos habituales, los herma-

- y por sus síntomas de dolor físico y emocional.


manos y demás familiares implicados se enfren-
tan a un amplio espectro de emociones, como ira, y mayor apego hacia la familia. No obstante, en
algunos casos pueden experimentar emociones
intrusivas y contradictorias, como miedo, aisla-
grados de malestar en la familia. Deben asumir miento, celos o culpa, aunque, por lo general,
nuevas responsabilidades, como enfrentarse al no transcienden a psicopatologías graves, según
Prchal y Landolt (2009).

et al., 1997; Vance y Eiser, 2004). Houtzager, Grootenhuis y Last (1999) observaron
que la mayoría de los hermanos pueden sufrir
Los progenitores no siempre responden del mis- -
mo modo ante la amenaza de la integridad del -
niño. Sus respuestas están determinadas por dis- tas disruptivas. Por tanto, se ha señalado que los
tintos factores, como los rasgos de personalidad, hermanos son potencialmente vulnerables a desa-
actitudes, valores, creencias y redes de apoyo rrollar problemas de tipo emocional, conductual y
social. Así como la estructura familiar, estilos de social, y que por tanto precisan de intervenciones

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Psicooncología pediátrica

Los padres también pueden ser vulnerables a


desarrollar problemas psicosociales y/o mani- como indicadores de un funcionamiento emocio-
festaciones de orden psiquiátrico. No obstante,
se ha demostrado que la mayoría de ellos desa-
la mayoría de los padres lograron cierto grado de
en el principal apoyo social para su hijo enfermo -
cibirla como una crisis aguda. En el contexto de
desempeñan un rol difícil, al enfrentar los cuida-
- ajuste puede ser crucial para que los padres sien-
miento en el niño y el intento de mantener, todo tan la capacidad de continuar con las demandas
lo posible, la normalidad en el hogar. Por ello el de la vida cotidiana.
ajuste adecuado en los padres es imprescindible
para el bienestar del niño (Robinson et al., 2007; Los síntomas propios de la enfermedad y la gra-
Vance y Eiser, 2004). vedad del dolor en los niños hacen que los padres
la valoren como una experiencia intensa e incom-
Sawyer et al. prensible, con fuertes reacciones emocionales de
- impotencia, dolor y culpa. Estos sentimientos son
tico de cáncer, así como a sus padres y familias, caracterizados como “normales” cuando los pa-
-

2004).
de los niños y sus familias, que se compararon
con un grupo de niños y familias de la comunidad Sawyer et al. (1997) encontraron que durante el
en general. Encontraron que los niños con diag-
niño, las madres y los padres informaron estar ex-
mayores grados de ansiedad durante el periodo
- sueño. Esta carga emocional se hace más fuerte
- durante la fase de tratamiento agudo, especial-
tener niveles similares a los de los niños y padres mente cuando el niño está hospitalizado. En estos
de la comunidad en general. casos, los padres quieren estar junto al hijo todo
el tiempo posible (Patterson et al., 2004). Por esta
Estos resultados fueron consistentes con los de
-
luaron el malestar emocional, el estilo de afron- -
tamiento y el ajuste marital en padres de niños -

las reacciones del niño al tratamiento y el asegu-


-
siedad, que disminuía con el tiempo a grados casi bebidas. Todas ellas son situaciones preocupantes
normales. En el caso de los padres, el fracaso en que se perciben como una gran responsabilidad;
detectar sus cambios afectivos pudo haber esta- incluso algunas madres pueden llegar a considerar
do relacionado por la falta de representatividad que deben enfrentarse solas a la enfermedad de
su hijo, porque no perciben apoyo por parte de la
-

y menor ansiedad que la pareja. et al. (2005), las madres son las prin-
cipales responsables de los cuidados del niño en
-
et al. (2012), quienes evidenciaron en las madres

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puntuaciones más elevadas en el rol de cuidado, dimientos médicos, se observaba mayor malestar,
aumento del llanto y otras conductas estresantes
con los padres. Estos resultados indicaron que los en los niños. Cuando los padres presentaban acti-
factores más estresantes de tener un hijo con en- -

con la ausencia de control de la experiencia, no -


sentirse capacitadas para hacer sentir mejor al to, tanto en el hospital, como en el hogar. Final-
niño y la permanente amenaza de la vida (Rodrí- mente, el ejercicio de una disciplina más severa en
guez et al., 2012).
y miedo a los procedimientos médicos.

y Anderson (2009) investigaron sobre las diferen- Los resultados del estudio practicado por Bearden
cias de género y la experiencia psicosocial de pa-
-
traron que las madres tendían a permanecer en padres puede llegar a afectar considerablemente
casa para cuidar a su hijo enfermo, mientras que la estabilidad emocional de sus hijos en la dolo-
los padres continuaban trabajando para disponer rosa experiencia de los procedimientos médicos.
-
muestra que, en algunos casos, los padres pueden -
abandonar los compromisos laborales y disponer yoría de los casos, y manejan el intercambio de
del mayor tiempo necesario para el cuidado de su
hijo. Sin embargo, no todas las familias cuentan
-
et al., 2005). Sus decisiones pueden estar basadas
pueden experimentar sentimientos de angustia en un número de factores, sobre todo la edad del
por los múltiples roles que desempeñan (Patter-
niño. A los niños más pequeños se les proporciona
-

Las decisiones acerca de qué explicar al niño sobre


Vance y Eiser (2004) mencionaron que las con- su enfermedad y tratamiento son difíciles. Los sen-
ductas de los padres tienen un impacto sustan- timientos de angustia hacen que no se sientan dis-
cial en las estrategias de afrontamiento utilizadas puestos a discutir opiniones sobre una enfermedad
por el niño durante los procedimientos médicos. que amenaza la vida del hijo, sienten miedo de
Cuando los padres emplearon conductas de dis- -

los síntomas de malestar y ansiedad en los niños


Estos autores mencionaron que los padres que en-
los padres que recurrieron a la crítica, al uso de tendían el cáncer como una amenaza para la vida
-
tico, y le proporcionaban con mayor probabilidad
drásticamente los síntomas de malestar. Así mis-
contraste, aquellos padres que se sentían más im-
cuando los padres empleaban conductas de ánimo pactados y angustiados presentaron mayor proba-
a su hijo antes de enfrentarse a los procedimien- bilidad de ser abiertos con los niños, al proporcio-
tos médicos, aunque fueron valiosos durante este.

Hay que señalar que cuando los padres se esfor- A pesar de la importancia de suministrar al niño
zaban por tranquilizar al hijo durante los proce- -

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Psicooncología pediátrica

de tratamiento. Como se ha mencionado, la expe-


padres proporcionen a los niños gran cantidad -
ca un impacto emocional extremo. Los padres se
encuentran en un estado de shock
que la mayoría de los padres comprenden menos

proporcionan en la consulta inicial, probablemente elevado grado de estrés hace que los padres pue-
debido al estrés. Por tal motivo, es posible que al-
gunos padres se autodescriban como conmociona- uno de los peores momentos (McGrath, 2002; Mc-
dos por no comprender o retener mayor cantidad

- McGrath et al. (2007) estudiaron los problemas


ciadas por sus propias percepciones, la madurez -
del niño, así como sus propios conocimientos de
et al., 2005). que los padres se enfrentaron a una acusada cur-
va de aprendizaje, con un rápido aumento en el
Huang et al. (2012) advierten que en el inicio de
la experiencia de la enfermedad, hablar sobre el
- -
nes más difíciles a las que se enfrenta la familia,
más aún cuando en algunos contextos culturales, individuos. Debido a su inmediata disponibilidad,
como el oriental, consideran viable no revelar el los padres por lo general recurrían al personal de
-
sona enferma. Por lo tanto, cuando se discute so-
bre los procedimientos médicos, el silencio mutuo por el personal sanitario, los padres se valían de
internet para aclarar sus dudas. En este sentido,
la familia y el paciente. Estos autores proponen es necesario e imprescindible informar exhustiva
superar esa barrera mediante el establecimiento y frecuentemente a los padres del tratamiento y
de directrices nacionales para comunicar las ma- los respectivos efectos del tratamiento (quimiote-
-
además de advertir los cambios físicos y emocio-
informarlos sobre las posibles reacciones emocio- nales del hijo (McGrath et al., 2007).
nales del familiar enfermo y las diferentes formas
Los profesionales de la salud consideran impor-
tante alentar a los padres a hablar abierta y ho-
nestamente sobre la enfermedad, para alcanzar
padres y de la familia es considerado como un una buena calidad de vida en la familia. Actual-
- mente hay consenso en los investigadores acerca
- -

(Pai et al., 2007). et al., 2005). A pesar de que la práctica médica

siguen enfrentándose al difícil dilema de decidir


Reacciones del personal sanitario
muestran poco dispuestos a llevarla a cabo (Clar-
Sawyer et al. (1997) han mencionado la importan-
cia de brindar apoyo a los niños y sus familias du-
-
la angustia que sufren durante el primer periodo

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Johana Carolina Cely-Aranda, Claudia Patricia Duque Aristizábal, Antonio Capafons

al menos los meses inmediatamente posteriores y ensayo conductual. Las que se dan durante el
-

la asistencia a los padres para superar la ansiedad -


y reticencia natural debida a las propias circuns- tivo y procederes asociados con este principio se
tancias. El personal sanitario debe proporcionar usan después del procedimiento invasivo (Kuttner,
apoyo a los padres y animarles a informar al niño 1991; McCarthy, Cool, Petersen y Bruene, 1996;
sobre la enfermedad. Este proceso de acompaña- Zeltzer, Dolgin, LeBaron y LeBaron, 1991).
miento puede ayudar a aliviar la carga emocional
., 2005). Antes de un procedimiento doloroso y estresan-
te es necesario disponer de herramientas para
- preparar al niño y la familia, proporcionando res-
-
nes críticas respecto al tratamiento del niño. En durante el procedimiento médico. Esta debe ser
estos casos, los padres desearían tener un mayor individualizada, teniendo en cuenta los siguientes
tiempo para considerar otras alternativas. Estas criterios: etapa de desarrollo del niño, niveles de
tensiones podrían ser potencialmente evitables si ansiedad, estilo de afrontamiento, control perci-
el personal sanitario estableciera una comunica- bido sobre el procedimiento previsto y sistemas
-
de la familia, al percibir que los padres solo bus- Carthy et al., 1996).
can el bienestar de su hijo. Es decir, el apoyo del
personal médico se considera también como un Durante los procedimientos se debe suministrar
instrucciones a la familia respecto a los aspectos
médicos de la enfermedad y, posteriormente, la
et al., 2004). práctica de intervenciones en el área de psicolo-
gía (McCarthy et al., 1996). El personal sanitario
ha considerado importante centrarse en la aten-
Aproximaciones psicológicas al
tratamiento oncológico -
tigaciones han demostrado la necesidad de prac-

se asocia con procedimientos médicos invasivos -


y dolorosos, que lo son tanto o más que la propia tado en McCarthy et al.
enfermedad, y además provocan fatiga, sueño, un niño antes de un procedimiento médico es va-
liosa. Adquiere habilidades de afrontamiento ante
de cabello y miedo a lo desconocido, entre otros, las situaciones de estrés y control sobre síntomas
lo que compromete el bienestar emocional del como el dolor y la ansiedad. La hipnosis, funda-
niño y la familia. Ambos deben lidiar con un con- mentalmente por el uso de sugestiones, además
siderable grado de estrés, además de la enferme-
dad (Gerali et al., 2011; Patenaude y Kupst, 2005).
(Jensen, 2011; Mendoza y Capafons, 2009; Zeltzer
Las estrategias para el alivio del dolor y la ansie- et al., 1991; Zeltzer, Jay y Fisher, 1989). La des-
-
tervenciones cognitivo-conductuales que ayudan a los niños al tratamiento médico, al tiempo que se
los niños con cáncer a sobrellevar los procedimien- relajan (Méndez et al., 2004).
tos invasivos. Estas intervenciones se dan antes,
durante o después de un procedimiento. Las in-
tervenciones antes de un procedimiento consisten se anima al paciente a practicar actividades que le

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Psicooncología pediátrica

susciten emociones positivas contribuye a la su- Ruccione, Globe y Stuber, 2001). Por el contrario,
otras investigaciones han observado en pacientes
Instruir en habilidades sociales ayuda a vencer el
aislamiento y promueve el bienestar físico. La re-
- cáncer (Phipps, 2007).
-
tos negativos por unos más realistas y saludables. Teniendo en cuenta lo anterior, durante la estan-
cia hospitalaria el estrés generado por el trata-
- miento puede causar una variedad de problemas
tímulos, como la lectura, el juego y la música. Así -
venciones médicas —como la toma de sangre—,
el tiempo para la práctica de actividades placen- hasta las crisis de pánico en condiciones difíciles
teras, y así lograr conservar y potencializar sus
fortalezas y reducir el cansancio. Además, induce emplear diversas técnicas operantes que contri-
cambios de actitud en cuanto al seguimiento de buyan a reducir la ansiedad en el niño, como con-
conductas saludables (Méndez et al., 2004). trolar el ambiente, al ubicar estímulos agradables
como la música y los juguetes y crear un ambien-
Los ensayos conductuales ofrecen al niño la opor- te más familiar, con fotos, dibujos u objetos de
tunidad de actuar y practicar todas las fases de
un procedimiento médico. Estas sesiones permi- y afecto (Méndez et al., 2004).
ten reforzar conductas de afrontamiento positivo,
y proporcionan seguridad al niño sobre sus propias Gerali et al. (2011) investigaron si los niños diag-
- nosticados con cáncer desarrollaban problemas
nes de estrés. Los ejercicios de modelado tam-
bién son una herramienta importante, en la que tratamiento. En el estudio se evaluaron las per-
el niño debe observar un comportamiento positi-
vo de un niño que recibe un procedimiento mé-
dico (Månsson et al., 1993; McCarthy et al., 1996; -
Melamed y Siegel, 1975; Zeltzer et al., 1989).
resultados indicaron que los niños con cáncer pre-
Pini, Hugh-Jones y Gardner (2012) recomendaron sentaron una tendencia a desarrollar problemas
-
fesionales para el reforzamiento de los aspectos médico. Concretamente, en el inicio del trata-
miento los niños fueron evaluados por sus padres
entre pares y otros adolescentes con enfermedad y profesores, puntuando inicialmente alto en neu-
rosis e hiperactividad, pero no en conducta dis-
-
táculo que impida la continuidad de los compro- los niños con cáncer, para luchar por su propia
misos académicos, lo que estaría contribuyendo vida, debían pasar largos periodos en el hospital,
al bienestar y la calidad de vida. Estos autores -
sugieren realizar investigaciones cualitativas con -

2006, citado en Gerali et al., 2011). Sin embargo,


en los siguientes seis meses mostraron una mejo-

En el campo de la psicooncología pediátrica, las


investigaciones indican que los niños con enfer- En cuanto al tipo de cáncer, respecto a la presen-
-

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Johana Carolina Cely-Aranda, Claudia Patricia Duque Aristizábal, Antonio Capafons

de tratamiento, a pesar de que los niños con leu- -


tos y comportamientos pueden alterar la expe-
más alta. Si bien el tratamiento de un paciente
con leucemia incluye quimioterapia intravenosa e
intratecal, y frecuentes procedimientos dolorosos
hipnosis, el modelado y el refuerzo positivo ayu-
- dan a disminuir el dolor y los niveles de angustia
dicamentos hacen parte del tratamiento, lo que en los niños durante los procedimientos médicos,

adolescente. Estos procedimientos incrementan el implicar también los padres y el personal de en-
fermería.
2011).

Los procedimientos para los otros subtipos de Cuidados paliativos


cáncer infantil no se consideraron tan dolorosos
inicialmente. Sin embargo, a medida que avanza-
ba el tratamiento aumentaba el dolor, con proce- responde a los tratamientos curativos y la conti-
dimientos quirúrgicos, radioterapia y quimiotera-
pia; en estos casos, los efectos del tratamiento se de la salud, se procede a tratamientos paliativos
que alivien los síntomas y aseguren un cuidado
apropiado y cierto grado de bienestar (American
Respecto a los síntomas de dolor, la Organiza- Academy of Pediatrics, 2000; De Graves y Aranda,
2005).
Internacional para el estudio del dolor (IASP) han
concluido que uno de los componentes esenciales
en la asistencia de la oncología pediátrica es el
se ha decidido suspender los tratamientos curati-
1999). Por lo tanto, mediante técnicas de relaja- vos e iniciar el proceso natural de la muerte. Los
cuidados paliativos incluyen el control del dolor y
- otros síntomas, también se ocupa de los proble-
pañan los síntomas de dolor (Méndez et al., 2004). mas sociales, emocionales y espirituales del niño

- enfermedad terminal (American Academy of Pe-


diatrics, 2000).
procedimientos dolorosos como parte del diag-
- El objetivo de los cuidados paliativos es el de me-
medad. El dolor es una experiencia personal que jorar la calidad de vida del paciente y su fami-
lia en conformidad con los valores. La Academia
emocional y sociocultural; puede estar asociado Americana de Pediatría (AAP) (2000) sugiere in-
- tegrar estrategias de tratamiento que disminuyan
los efectos propios de la enfermedad terminal,

para el control del dolor son las cognitivo-conduc- personal sanitario debe facilitar el acceso a te-
tuales y la hipnosis (Mendoza & Capafons, 2009), rapias que mejoren la calidad de vida del niño y
intervenciones que están dirigidas a desarrollar y
aplicar las habilidades de afrontamiento y suges- duelo, asesoría familiar (counseling), musicotera-
tiones para el adecuado manejo de los síntomas -
físicos y emocionales. Además, ayudan al niño y vicios de cuidados.

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Psicooncología pediátrica

La AAP también ofrece guías de práctica clínica -


medad puede tener notables efectos en el siste-
que son aplicables a todas las intervenciones mé- ., 2008; Huang et al.,
dicas en aras de prolongar la vida. Recomienda 2012; Whittam, 1993).
-
ciar al tratamiento curativo; sin embargo, cuando El acompañamiento del personal sanitario al
el niño no tiene esta capacidad, son los padres los niño enfermo y a su familia es importante, des-
que toman las decisiones. El médico es el respon-
- la vida. Debe consistir no solo en brindar alivio
a los síntomas propios de la enfermedad, sino en
proporcionar un apoyo emocional que mitigue el
la base de sus conocimientos médicos y donde sufrimiento del niño, padres y demás familiares
(Goodenough, Drew, Higgins y Trethewie, 2004;
prevalezca el bienestar del niño (American Aca-
Huang et al., 2012). Una familia con un hijo con
demy of Pediatrics, 2000).
enfermedad terminal experimenta tensiones físi-
En general, los cuidados paliativos buscan enri-
padres se ven obligados a centrarse en la salud y
terminal, al aliviar síntomas como el dolor y el el bienestar del niño, convirtiéndose en los prin-
malestar. Este proceso también se orienta al ali-
vio del sufrimiento que enfrenta la familia, pro-
Arranz, Barbero, Barreto y Bayés mencionan que
porcionando una mejor calidad de vida tanto al
el objetivo principal en el ámbito de los cuidados
niño como a sus padres (American Academy of
Pediatrics, 2000)
de los pacientes y las familias […]” (2005, p. 35).
Astudillo y Mendinueta mencionaron que la fami-
Para ello es necesario disminuir la morbilidad psi-
lia experimenta diversas transformaciones duran-
-
bre; incrementar los recursos internos y externos
de terminal:
de la persona enferma y la familia; disminuir la
vulnerabilidad; cuidar al cuidador principal, y cui-
[…] los padres y demás familiares transitan por
dar al profesional.
-
lan el impacto de la enfermedad terminal del La práctica del counseling es un proceso interac-
tivo, en el que, respetando el principio de auto-
familia encuentra un punto de equilibrio, y re- nomía de la persona, se ayuda a tomar decisiones
orientan sus esfuerzos para centrarse en los
problemas que aquejan al niño y otros de ín- de diversas estrategias comunicativas. Se reco-
dole general. Finalmente, se inicia la fase de
-
roles y objetivos por parte del enfermo y sus

- para tratar la enfermedad. Además, promueve la


lia y el enfermo permiten que el proceso sea -
más adaptativo. (2001, p. 6) mo y a los demás. Para ello se debe incorporar la

Cuando se comunica a los padres el estado de la


enfermedad, muchos se niegan a tales cambios y el cuidado del cuidador (Arranz et al., 2005).

con el tratamiento, aferrándose a la idea de que Barreto y Soler mencionan que aunque la “muer-
te afecta a todos los seres humanos […], ésta es

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Johana Carolina Cely-Aranda, Claudia Patricia Duque Aristizábal, Antonio Capafons

vivida de modo diferente según la etapa vital en Conclusiones


la que se encuentre el individuo” (2007, p. 17).
Es complejo para los padres lidiar con la muerte La vulnerabilidad del niño a la experiencia de la
de un hijo, pueden experimentar una exigencia -
emocional en que las necesidades del niño fueron cida por los siguientes factores: la edad, la exis-
desatendidas, dilatando así el proceso del due- tencia de traumas psíquicos, la naturaleza de la

y emocionales del niño pueden ser desatendidas niño al momento del ingreso y el tipo de cuidado,
por los padres y el personal médico, debido a la
la experiencia del niño en hospitalizaciones ante-
riores, el tiempo de permanencia en el hospital,
(Lancaster, 2011). Por ello, es imprescindible la
la calidad de las relaciones del personal sanitario
presencia de profesionales de la salud mental
con el niño y la familia, la calidad de las relacio-
nes del niño con su familia antes y durante las

Gray, 2012). reacciones de la familia frente a la enfermedad


., 2005; Guerrero, 2002).
Ante la amenaza inminente de la muerte, es un
compromiso para el personal médico acompañar -
al niño y su familia en el proceso de morir, ga-
rantizando todas las medidas necesarias para su
bienestar. En el momento de la muerte, el res-
peto hacia los rituales familiares y religiosos per- personal sanitario debe tener especial cuidado en
miten que la familia pueda sentir cubiertas sus no patologizar las reacciones de la familia y del
necesidades. niño enfermo (Balen, 2000).

Actualmente, el reto para la psicología en el área


de la oncología pediátrica considera tres aspec-
- tos importantes (Armstrong, Gregory y Reaman,
- 2005): 1. Mejorar las intervenciones que reduz-
-
rituales y proporcionar el tiempo necesario a los fa- pacto emocional) de las enfermedades y/o sus
miliares para que permanezcan con el cuerpo. Es tratamientos. 2. Prevenir el cáncer asociado con
importante estar atento al estado médico y psi-
por la enfermedad. Por ejemplo, el cáncer de piel

Pérez-Yarza y Amayra, 2005). Aunque la pérdida


de un hijo es considerada como la más dolorosa,
-
los padres han demostrado tener los mejores re-

cuando el personal médico se mostraba abierto,


honesto y compasivo al dolor ajeno. Los padres los efectos tardíos, como los segundos tumores
destacaron que los pequeños actos de bondad y

personal médico contribuyeron al establecimien-


- sociales durante el tratamiento del niño enfermo
y su familia.

300 REVISTA DIVERSITAS - PERSPECTIVAS EN PSICOLOGÍA - Vol. 9, No. 2, 2013


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