Vous êtes sur la page 1sur 11

Animador Sociocultural: Revista Iberoamericana vol.1, n.1., out.2006/fev.

2007 La experiencia de
Animabarrios Maria José Hernández Serrano 1 LA ANIMACIÓN SOCIOCULTURAL DESDE UNA
PERSPECTIVA PARTICIPATIVA Y COMUNITARIA: LA EXPERIENCIA DEL PROGRAMA
ANIMABARRIOS. María José Hernández Serrano Universidad de Salamanca Recebido en 17 de
julio de 2006 Aprovado en 30 de julio de 2006 Resumen El programa Animabarrios se genera
como una respuesta a las necesidades sociales presentes en el colectivo infanto-juvenil de los
barrios de Salamanca. Desde esta acción social se ofrece una alternativa socioeducativa al ocio
desde una perspectiva comunitaria y participativa, que promueve como meta final la auto-
organización de los destinatarios. En el artículo se presentan los ejes fundamentales que
amparan el desarrollo de las actividades del programa: la contextualización (destinatarios,
temporalización y recursos), la organización, los principios, las áreas prioritarias de intervención
y el funcionamiento de los equipos de trabajo. Finalmente, se exponen algunas actividades
desarrolladas en uno de los proyectos locales, con el objetivo de compartir experiencias y
recursos lúdico-formativos entre el colectivo de animadores socioculturales que trabajan bajo
estas mismas líneas de acción. Palabras clave: Animación Sociocultural, educación social
comunitaria, tiempo libre, ocio, niños y jóvenes, recursos. Participation and community
approach apply to social and cultural activities. Animabarrios program. Animabarrios program is
generated as an answer to the current social necessities in the infantile-juvenile collective of the
neighborhoods of Salamanca. This social action offers a social-educative alternative to the
leisure based on partipation an community approach, to promote the final auto-organization
among participants. The paper presents the development of this program: contextualization
(addressees, schedule and resources), the fundamental axes that aid the development of the
activities, the organization and the ways of work of the work - team. Finally, some of the
activities developed by one of these projects are exposed, with the aim of sharing experiences
and resources among the community of social-cultural workers. Keywords: Social and cultural
entertainment activities, social community education, free time leisure, children and teens,
resources. Introducción Animador Sociocultural: Revista Iberoamericana vol.1, n.1.,
out.2006/fev.2007 La experiencia de Animabarrios Maria José Hernández Serrano 2 En los
últimos años se viene apreciado una creciente sensibilidad hacia la necesidad de atender a la
comunidad, aumentándose la producción en materia de investigación y las consecuentes
acciones prácticas. El interés por la comunidad es un fenómeno relativamente reciente, que ha
ido creciendo en paralelo al nacimiento de las libertades democráticas y del llamado Estado del
Bienestar (Froufe 1998). Su relevancia se debe a las carencias sociales presentes en distintos
colectivos, que han hecho precisa la actuación en y desde la comunidad, con el objetivo de
implicar a los sujetos en la transformación y mejora de su realidad. Aunque históricamente el
desarrollo de las comunidades se ha vinculado con problemas de exclusión social (Pérez y Pérez
2006), en la actualidad, la acción comunitaria tiene un sentido más abierto y se dirige a
diferentes colectivos, sin que sus necesidades respondan exclusivamente a desequilibrios
socioeconómicos. Una muestra de este nuevo enfoque es el programa Animabarrios (Ventosa
2002) que surge como una respuesta a otro tipo de necesidades sociales presentes en el
colectivo infanto-juvenil, y tiene por objeto ofrecer una alternativa socioeducativa al ocio desde
la Animación Sociocultural comunitaria y participativa, que finalice en procesos autónomos de
organización y gestión grupal. El trabajo pretende exponer el desarrollo de este programa: la
contextualización, los ejes fundamentales de la acción, la organización, las bases metodológicas,
los principios y las áreas de intervención y, finalmente, algunas actividades desarrolladas por el
equipo de trabajo de la zona del Rollo. Contextualización El programa se enmarca en la ciudad
española de Salamanca, una ciudad con un rico patrimonio histórico, con una distinguida
actividad cultural y artística, y con una firme determinación en favor de los mejores servicios
para los ciudadanos. Animador Sociocultural: Revista Iberoamericana vol.1, n.1.,
out.2006/fev.2007 La experiencia de Animabarrios Maria José Hernández Serrano 3 Consta de
más de 40 barrios y de múltiples zonas anexas en creciente expansión, aunque
demográficamente es una ciudad pequeña de aproximadamente 160.000 habitantes. La mayor
parte de la pirámide poblacional se concentra en las franjas correspondientes a las etapas de
adultez, adolescencia e infancia, ocupando las dos últimas franjas un 25% de la población total
(Censo Ayuntamiento de Salamanca 2006), lo que indica la fuerte presencia del colectivo
infanto-juvenil, población a la que se dirige el programa. Animabarrios es un programa de
animación sociocultural infanto-juvenil de alcance y naturaleza municipal que se desarrolla a
través de 9 proyectos, que se delimitan en torno a seis zonas de la ciudad de Salamanca (Rollo,
Garrido Norte, Garrido Sur, Chamberí, Pizarrales y San José-Zurguén)1 , y tres actividades
denominadas “Animabarrios +17”: animación teatral, break-dance y teatro intergeneracional.
En cuanto al organismo promotor, la estructura institucional que soporta este proyecto es la
Sección de Juventud del Ayuntamiento de Salamanca, que otorga, previo concurso público, la
gestión de los proyectos a diferentes asociaciones juveniles y de Animación Sociocultural en
cada una de las zonas. De este modo, este modelo mixto y concertado de organización, como
describe Ventosa (2002), favorece el desarrollo comunitario del territorio mediante la
incorporación e implicación del tejido asociativo de la comunidad. Los destinatarios del
programa son 400 participantes aproximadamente, contando cada proyecto de zona con 50
participantes máximo, excepto los proyectos juveniles “Animabarrios + 17” que cuentan con 25
personas cada uno. Para los proyectos de zona los participantes se dividen en dos grupos, el
colectivo infantil de 8 a 12 años y el colectivo juvenil de 13 a 16 años. Para los proyectos
Juveniles +17 se trabaja con grupos por centros de interés y los participantes oscilan desde los
17 a los 25 años. El programa se desarrolla de forma anual, divido en dos fases que varían según
el periodo vacacional escolar, generalmente de Octubre a Febrero y de Marzo a Mayo.
Animador Sociocultural: Revista Iberoamericana vol.1, n.1., out.2006/fev.2007 La experiencia de
Animabarrios Maria José Hernández Serrano 4 El horario de las actividades coincide con los
momentos de tiempo libre de los destinatarios durante el fin de semana, y se desarrolla en dos
días: los viernes de 17:00 a 20:30 horas y los sábados por la mañana de 10:30 a 14:00 horas, o
por la tarde de 17:00 a 20:30 horas. Las actividades se realizan principalmente en las
instalaciones de los centros socioculturales, cívicos o sociales de cada una de las zonas, aunque
dependiendo de la época del año también se llevan a cabo actividades al aire libre en los
recursos verdes de la zona o en otras instalaciones públicas de la ciudad y de la comarca. Ejes
fundamentales de acción El ocio y el disfrute del tiempo libre son facetas importantes en la vida
de todas las personas, si bien en la infancia y en la adolescencia debe concedérsele aún mayor
trascendencia, ya que en estos periodos evolutivos es en los que su dominio cognitivo y volitivo
se encuentra en pleno desarrollo y resulta más voluble. Sin embargo, baste un somero análisis
para comprobar que en la sociedad actual el ocio de los niños y jóvenes presenta múltiples
carencias. Su tiempo de ocio es ocupado principalmente por actividades individualistas,
generalmente relacionadas con el consumo de medios (televisión, videojuegos, juegos en
línea…). Además, son muy poco frecuentes las actividades de tipo grupal, siendo las más usuales
las denominadas “extraescolares”, que en el mejor de los casos suelen relacionarse con sus
preferencias (deportivas, artísticas, etc.) aunque no faltan quienes confiesan que su asistencia
se debe más a la ilusión que le hace a sus progenitores, que a ellos mismos. Por ello, desde el
proyecto apostamos porque su tiempo de ocio sea propio y desvinculado de obligaciones.
Fundamentamos nuestra acción desde una dimensión primordialmente lúdica, enmarcándola
como una actuación liberadora y gratificante en sí Animador Sociocultural: Revista
Iberoamericana vol.1, n.1., out.2006/fev.2007 La experiencia de Animabarrios Maria José
Hernández Serrano 5 misma, que posibilite el desarrollo personal e interpersonal creciendo de y
con los otros iguales de su comunidad. Tenemos claro que no se trata de entretener el tiempo
de nuestros participantes sino más bien, y preferentemente, de fomentar momentos de ocio
saludables, ayudándoles a canalizar sus necesidades e intereses. Tratamos de mostrarles nuevas
posibilidades lúdicas, incluso formativas o pre-ocupacionales que puedan revertir en procesos
propios de autogestión, y que promuevan la creación de asociaciones propias en base a sus
iniciativas e inquietudes. De esta manera, y sin perder de vista el sentido socio-comunitario,
también nos centramos en el aspecto interaccional, en promocionar relaciones entre los
miembros de su comunidad y de las comunidades próximas, en acercarles a la comprensión de
su realidad, y en inculcarles una proyección crítica hacia la respuesta de sus necesidades. Y
finalmente, además de las funciones lúdica y socio-comunitaria, entendemos que es necesario
atender a otra dimensión relevante para el sujeto que se refiere a aspectos educativos. Todo
animador, monitor, o cuales quieran que sean sus apelativos, que reflexione sobre su
trayectoria descubre que detrás de las actividades que realizan se esconden intenciones más o
menos profundas de educación o guía para con las personas que dirige. En definitiva, desarrollar
un trabajo social supone interesarse por lo humano, por el cambio social, y por una ilusión
común de aportar una pequeña semilla para proporcionar una infancia y una adolescencia feliz
y saludable. Equipo de trabajo: organización y coordinación interna y externa. El desarrollo de
los proyectos de zona se lleva a cabo por diferentes equipos de trabajo. Cada uno de los equipos
está compuesto por tres animadores (Técnicos Superiores en Animación Sociocultural y/o
monitores de tiempo libre) y un coordinador (Educador Social y/o Coordinador de tiempo libre),
todos colaboradores de asociaciones juveniles de Animador Sociocultural: Revista
Iberoamericana vol.1, n.1., out.2006/fev.2007 La experiencia de Animabarrios Maria José
Hernández Serrano 6 Salamanca. Se trata de equipos multidisciplinares, cuya formación inicial
es muy diversa, pero con un vínculo común a todos ellos basado en la capacidad de compromiso
con la intervención social. Los equipos se caracterizan por su idiosincrasia proactiva, dinámica y
tolerante, principios que guían el desarrollo de sus actuaciones, y también por su proyección
hacia la mejora de la comunidad, de la que también son partícipes en cada zona. Desde el punto
de vista organizativo y de gestión se distinguen dos niveles. El nivel interno, que hace referencia
a la organización en los equipos de zona, en el que se realizan reuniones semanales de
coordinación y programación; y el nivel externo, referido a la organización entre los
coordinadores de las diferentes zonas, en el que también se realizan reuniones de forma
periódica. En primer lugar, respecto a la organización interna de los equipos de zona, la
programación de las actividades se realiza teniendo en cuenta los criterios de factibilidad,
flexibilidad y adecuación propuestos por Vega y Ventosa (1993)2 . El diseño constituye la base
de toda actuación racional, y es una de las partes más importantes del éxito posterior de la
acción comunitaria. Como apunta Froufe (1998) uno de los errores más graves en la
implementación de proyectos es la falta de control inicial en la ejecución de las actividades. Por
ello, cada equipo trabaja siguiendo el método del Cronograma. Este instrumento se utiliza para
la planificación mensual de las actividades, y se concreta después en reuniones semanales que
sirven para la preparación de la puesta en escena semanal. Es preciso advertir que esta
planificación no es completamente cerrada, sino que se desarrolla considerando la importancia
del feed-back, que posibilita a los destinatarios la participación en el diseño. En cada sesión se
establece un diálogo inicial para motivar su participación, recibiéndose retroalimentación sobre
su opinión, sus intereses, etc., como reflexión progresiva que en ocasiones lleva a elegir una
solución diferente de la adoptada Animador Sociocultural: Revista Iberoamericana vol.1, n.1.,
out.2006/fev.2007 La experiencia de Animabarrios Maria José Hernández Serrano 7 durante el
desarrollo de la propia acción. El feed-back es además un instrumento de implicación efectiva
ante las dificultades, coincidiendo con Colomer, en que “el feed-back no sólo sirve para la
reestructuración permanente del proceso, sino como respuesta a un problema, buscando
soluciones creativas, es decir, nuevas y eficaces” (1998:180). En cuanto al desarrollo de las
actividades, existe una buena coordinación y complementación dentro de los equipos, y la
ejecución de las tareas se realiza de acuerdo a los conocimientos, las posibilidades y las
habilidades de cada uno de los miembros. Además, como animadores de cierta andadura,
confiamos en la experiencia, y desarrollamos continuamente la capacidad de empatía con
nuestros destinatarios, muchas veces regresando a nuestra propia niñez para comprender el
significado de lo que ellos vivencian. Nuestra imaginación y creatividad están en constante
ebullición; el sentido del humor, la ilusión y acertadas dosis de improvisación son el resto de la
esencia y la efectividad de los equipos. En este sentido, las expectativas sobre el resultado de las
actividades cada vez son más positivas, y se hacen más efectivas a medida que pasa el tiempo y
conocemos mejor a los grupos, nos interesamos por sus centros de interés y les motivamos y
orientamos para que ellos mismos les den respuesta. En segundo lugar, en cuanto a la
organización externa con los coordinadores de cada zona, se promueve como meta común
tener una visión conjunta de la intervención comunitaria, para aplicarla de forma sistemática y
coherente en cada uno de los barrios de la ciudad. Para ello resulta esencial la puesta en común
de las actividades programadas en cada zona, que aporta nuevas ideas y permite intercambiar
experiencias. Las reuniones periódicas que se llevan a cabo son una oportunidad extraordinaria
para compartir tareas, revisar principios de actuación, metodologías, expectativas, reflexiones,
soluciones, etc. Valoramos positivamente esta coordinación como una plataforma de desarrollo
supra-comunitario, que promueve el contraste entre las diferentes realidades de la ciudad.
Animador Sociocultural: Revista Iberoamericana vol.1, n.1., out.2006/fev.2007 La experiencia de
Animabarrios Maria José Hernández Serrano 8 Estas reuniones se dedican también para la
programación de actividades conjuntas (actividades inter-barrios), que se suelen desarrollarse
en fechas señaladas (Navidad, Carnavales, Fin de Curso) y que se desarrollan de forma rotativa
en cada una de las zonas de la ciudad, para promover el intercambio comunitario. Bases
metodológicas La complejidad en el abordaje de la acción comunitaria debe emprenderse,
como apuntan Pérez y Pérez (2006) desde una perspectiva poliédrica de metodologías
holísticas. Por ello, la metodología pretendida en cada uno de los proyectos se desarrolla en dos
frentes: (1) El primero teniendo en cuenta a la comunidad como protagonista, que debe ser no
sólo receptora sino también actora de su desarrollo, utilizando una estrategia participativa de
investigación-acción o investigación participativa (Quintana 1986). Esta metodología tiene por
objeto guiar, corregir y evaluar las decisiones y acciones intentando crear un clima de cambio,
de transformación y de mejora de la realidad social. (2) Y el segundo, desde planteamientos
interpretativos y críticos para promover la sensibilización y la respuesta a las necesidades
sociales, utilizando el método de la acción-reflexión. Este método complementa al anterior y
además es muy efectivo, cómo sostienen Pérez y Pérez, porque es el más adecuado para
favorecer compromiso con el proceso de desarrollo en las acciones comunitarias (2006:91).
Nuestra intervención por tanto, se plantea desde la cercanía, teniendo en cuenta no sólo sus
intereses, sino sus ideas y proyectos, valorando principalmente sus iniciativas de organización y
gestión. Esto significa hacerles partícipes, haciéndonos primero accesibles, Animador
Sociocultural: Revista Iberoamericana vol.1, n.1., out.2006/fev.2007 La experiencia de
Animabarrios Maria José Hernández Serrano 9 para que después ellos se sientan como los
verdaderos protagonistas, capaces de reflexionar y actuar sobre su realidad. En este sentido nos
planteamos la participación como un objetivo estratégico, tanto desde el punto de vista de la
implicación en las actividades, como en la transferencia progresiva de responsabilidades al
grupo. Como aclara Ander-Egg, participar no es sólo consultar a la gente, delegarle
responsabilidades o que los beneficiarios sugieran o critiquen actividades (1989:75).
Entendemos con este autor que participar equivale a intervenir directamente en el proceso de
toma de decisiones, abriendo espacios de participación y expresión, primero tutelados, después
autónomos. Sabemos, como argumenta este mismo autor que los grupos pasan por diferentes
fases de dinamismo, hay periodos activos, otros de estancamiento, e incluso de retroceso. Por
ello, entendemos que nuestra metodología debe ser participativa en tanto que sirva para la
motivación de la expresión de intereses, de la creación cultural y de la sensibilización social. Por
otra parte, la metodología se fundamenta también en principios evolutivos, ya que el punto de
partida de cualquier intervención se centra en el conocimiento de los destinatarios en todas sus
dimensiones. Además, hay que tener en cuenta que la etapa en la que se encuentran es un
momento difícil e inestable, plagado de cambios que pueden incidir en el disfrute y
aprovechamiento de las actividades. Por ello, para orientar la previsión de actividades, en
nuestra programación y actuación se tienen en cuenta las características más importantes de la
etapa infanto-juvenil: la atracción por la libertad y lo desconocido, la presión de grupo que
obliga a repetir actividades a veces ilícitas, la imitación de modelos estereotipados, el
desprestigio de los adultos, la falta de recursos económicos que limita su acceso a bienes
culturales y de ocio, y la incapacidad para organizar su tiempo libre debido a la ausencia de
información sobre la oferta, entre otras (Llull 1999: 104). Animador Sociocultural: Revista
Iberoamericana vol.1, n.1., out.2006/fev.2007 La experiencia de Animabarrios Maria José
Hernández Serrano 10 Y por último, como defiende Ayuso (2002) el desarrollo del proyecto
debe estar conectado con la realidad social que se pretende mejorar, por ello partimos de un
análisis sistemático sobre los recursos del contexto comunitario (cercano y próximo) detectando
las posibles situaciones origen de conflicto, así como otras actuaciones que puedan estar
relacionadas con sus inquietudes e intereses, para trabajarlas desde el proyecto con los
destinatarios. Principios orientadores y áreas prioritarias de acción Los objetivos generales que
se establecen en el Programa Animabarrios son tres: 1. Ofrecer alternativas de ocio activo y
socioeducativo a niños y jóvenes de Salamanca, vinculados al entorno de su barrio y
aprovechando los recursos de éste. 2. Prevención en el frente de la demanda de
drogodependencias mediante una contraoferta de ocio positivo que contrarreste la oferta de
consumos de droga. 3. Fomentar el asociacionismo infanto-juvenil en y desde sus respectivos
barrios, bien mediante la conexión con la realidad asociativa allí existente, bien a través de la
promoción de asociaciones juveniles de nueva creación. Estos objetivos se concretan a nivel de
proyecto de zona en una serie de principios de orientación de la acción y de áreas de
intervención que los equipos de trabajo han determinado como prioritarias. Tanto los principios
como las áreas se basan en una consideración de la Animación Sociocultural desde una
perspectiva comunitaria, lo que supone la apertura hacia la comunidad y la promoción del
trabajo conjunto; y desde una perspectiva participativa implicando al colectivo tanto en el
diseño como en el desarrollo de las actividades. Los principios orientadores de la acción son los
siguientes: Animador Sociocultural: Revista Iberoamericana vol.1, n.1., out.2006/fev.2007 La
experiencia de Animabarrios Maria José Hernández Serrano 11 - Acompañar al grupo en su
cohesión y consolidación. Potenciar la convivencia, reforzar habilidades sociales y normas, y
favorecer la resolución de conflictos. - Fomentar la creatividad y la producción y difusión de
productos culturales, en cuanto democratización y democracia cultural (González 1995)3 .
Conocer su lugar de residencia próximo y lejano, despertando el interés por el entorno cultural
y artístico. Aprender, disfrutar y convivir en diferentes espacios. - Establecer procesos de
sensibilización y concienciación. Estimular su acción y promover actitudes prosociales.
Desarrollar cauces de información y orientación sobre el movimiento asociativo y su
importancia. - Disfrutar de la compañía de los iguales, divertirse, y descubrir alternativas de
ocio. Desarrollar habilidades de interacción personal y social, evitando la apatía y la pasividad.
Todos estos principios se relacionan con una serie de áreas de actuación, que sirven para
orientar el desarrollo de las actividades. Las áreas (ver Cuadro 1) se refieren a las diferentes
dimensiones que los equipos consideran prioritarias para la intervención, entendiendo que la
actuación más eficaz devendrá con el desarrollo de todas o de la mayor parte de ellas de forma
equilibrada. En este sentido, muchos proyectos de animación, aún basándose en áreas similares
a las que aquí se proponen, priorizan sólo un aspecto, dedicando apenas tiempos o esfuerzos al
resto, el caso más claro es el predominio exclusivo de los aspectos lúdicos. Desde cada uno de
los proyectos se plantean siete áreas prioritarias relacionadas con dimensiones esenciales del
desarrollo individual, social y comunitario de los participantes. El análisis inicial y continuado del
grupo permite ir identificando en qué áreas presentan más Animador Sociocultural: Revista
Iberoamericana vol.1, n.1., out.2006/fev.2007 La experiencia de Animabarrios Maria José
Hernández Serrano 12 carencias, que pueden ser tanto detectadas por el equipo, como
manifestadas por los propios participantes, y que permite dirigir las actividades hacia la
respuesta de las mismas. La pretensión de atender de forma proporcionada a cada una de las
áreas, en ocasiones, resulta complicado, ya que la evolución del grupo puede variar tanto que
sea preciso priorizar en unas más que en otras. Para ello, es esencial la evaluación continua
(interna y externa) que pueda proporcionar una visión general de las actividades y de las áreas
abordadas, de las metas conseguidas y de los aspectos que se deben mejorar. A continuación
explicaremos brevemente cuáles son las bases fundamentales de cada una de las siete áreas
prioritarias de actuación: 7 PORMOCIÓN ASOCIATIVA - Creación de grupos de ayuda mutua -
Promoción del asociacionismo 6 RELACIONES INTERGRUPALES - Actividades y Encuentros
Interbarrios 5 DESARROLLO PSICOMOTOR Y CREATIVIDAD - Desarrollar la expresión y la
creatividad - Canalizar interés 4 DINAMIZACIÓN - Fomentar un ocio positivo y saludable -
Dinamizar la participación lúdica 3 PARTICIPACIÓN Y COOPERACIÓN - Motivar participar -
Organizarse para intervenir - Actuar para transformar 2 DESARROLLO GRUPAL - Conocimiento y
afianzamiento - Cohesión y crecimiento grupal - Resolver conflictos 1 SENSIBILIZACIÓN E
INTEGRACIÓN - Tomar conciencia de los problemas de la comunidad o contexto cercano
ANIMACIÓN PARTICIPATIVA Y COMUNITARIA Animador Sociocultural: Revista Iberoamericana
vol.1, n.1., out.2006/fev.2007 La experiencia de Animabarrios Maria José Hernández Serrano 13
Cuadro 1. Áreas prioritarias de Intervención. 1. La primera prioridad hace referencia a la
sensibilización e integración de los sujetos en su comunidad. En este área se enmarcan las
actividades dirigidas a desarrollar la concienciación ante diferentes problemas: tanto los
presentes en su comunidad (ejemplo: problemas psico-físicos causados por las emisiones de
una antena de cobertura de telefonía en el barrio); como los propios del colectivo infanto-
juvenil (ejemplo: la mercantilización del ocio de los jóvenes, para acceder a los centros de
interés es necesario prever costes económicos: cine, música, moda..); así como otros más
generales, enfocados a las actitudes y los valores (ejemplo: consumismo, medio ambiente,
guerra en Oriente, ley española antitabaco, etc.). 2. El siguiente área aborda la participación y
cooperación, y complementa a la anterior. Es decir, primero se trabaja la sensibilización
(información, orientación) y después se motiva la participación (acción). Las actividades
pertenecientes a esta área se diferencian en cuanto a la participación como medio, buscando la
implicación del colectivo (ejemplo: actividades de interacción o cooperación dentro de otras
más globales) y la participación como fin (asumiendo las responsabilidades y tomando
decisiones de forma individual y grupal). En este sentido, es preciso destacar la importancia de
esta última interpretación, ya que otro de los objetivos prioritarios de la intervención es
precisamente la autogestión y la generación de grupos y asociaciones afines, que se aborda
dentro de otra de las áreas prioritarias, la séptima, dedicada a la promoción del asociacionismo.
3. El tercer área se refiere al desarrollo grupal. Consideramos prioritario cuidar la vida del grupo
con el que trabajamos, y por ello llevamos a cabo actividades específicas para su desarrollo. El
aspecto grupal es esencial, ya que el grado de integración grupal puede condicionar el resto de
actividades y además, como expone Deltoro (1995), una gran cantidad Animador Sociocultural:
Revista Iberoamericana vol.1, n.1., out.2006/fev.2007 La experiencia de Animabarrios Maria
José Hernández Serrano 14 de proyectos fracasan por no tener en cuenta este aspecto. Por ello,
y siguiendo las diferentes etapas de la vida grupal propuestas por Francia y Mata (1997), se
llevan a cabo actividades de Comunicación, de Conocimiento, de Cooperación, de Toma de
Decisiones y de Resolución de Conflictos. 4. La cuarta área es la de dinamización, considerando
este aspecto como una dimensión esencial para el desarrollo socio-cognitivo de los sujetos. Su
momento evolutivo requiere una precisa atención hacia este ámbito, para enseñarles a disfrutar
del ocio. Entendemos con Arribas que las actividades lúdicas permiten desarrollar la autonomía
y la evasión de la realidad partiendo de su propia iniciativa (1995: 9). Constituyen uno de los
mejores vehículos para las relaciones sociales. Y en definitiva, resultan esenciales como forma
de acercamiento a otras alternativas menos saludables, desarrollando fundamentos críticos y
eligiendo las opciones adecuadas a sus necesidades. Para esto último, además de participar e
integrarnos en estas actividades, trataremos de motivar y canalizar sus propuestas,
adaptándonos a sus deseos y necesidades. 5. Otra de las áreas importantes es la que hace
referencia a la creatividad y el desarrollo psicomotor. Este área también responde a una
necesidad evolutiva, desde la que entendemos que se deben desarrollar actividades que
fomenten su creatividad (artística, cultural, expresiva, etc.) al igual que las dirigidas al desarrollo
psicomotor (a través del deporte o de las actividades dinámicas). 6. En sexto lugar está el área
de relaciones intergrupales, que se refiere a las actividades desarrolladas en colaboración con
otros barrios de la ciudad (actividades interbarrios), implicando a diferentes colectivos y a
sujetos de distintas edades. Las más comunes son: encuentros, acampadas, festivales, rastrillos
solidarios, fiestas de fin de curso, Carnavales, etc. Dentro de este ámbito, incluso se ha
planteado la posibilidad de realizar intercambios con otros programas similares de ámbito
nacional o internacional, que Animador Sociocultural: Revista Iberoamericana vol.1, n.1.,
out.2006/fev.2007 La experiencia de Animabarrios Maria José Hernández Serrano 15
enriquezcan y amplifiquen las perspectivas de trabajo común y promuevan relaciones
multiculturales. 7. Y finalmente, la última área se refiere a la promoción asociativa. Se trata de
convertir los centros de zona donde se desarrollan las actividades en lugares de encuentro y de
referencia, donde los niños y jóvenes se reúnan para intercambiar objetivos, iniciativas,
inquietudes, etc., para que en último lugar consigan involucrarse en asociaciones o bien formen
las suyas propias, de manera que se vean cumplidas sus expectativas. Las actividades
desarrolladas bajo esta área se dirigen a apoyar al colectivo de los jóvenes en la creación de
nuevas entidades, reconociendo la importancia que tiene el asociacionismo y el establecimiento
de vínculos comunes que les alejen del discurso reiterativo e impasible que mantienen ante sus
propias dificultades e inquietudes, y en general, ante los problemas de actualidad. Desde esta
área se trata de motivarles y de aportar la asistencia organizativa que precisen para que ellos
mismos generen respuestas ante sus necesidades o intereses, mediante cauces asociativos o de
voluntariado. Algunas actividades desarrolladas De forma general, las actividades que se
promueven desde el Programa son de diversos tipos, desde talleres pre-ocupacionales
(manualidades, tecnología, comunicación e imagen…), creativos y de expresión (teatro, música,
plástica...), socioeducativos (animación a la lectura, habilidades sociales, educación ambiental,
educación para la salud...); hasta: actividades de aire libre, deportes, actividades lúdicas y de
animación, promoción asociativa (especialmente con los grupos de jóvenes), y todas aquellas
que el grupo sugiera en relación a sus intereses. Desgranar en una síntesis todas las actividades
desarrolladas por cada uno de los proyectos durante estos últimos años no es tarea fácil, son
muchas las experiencias y breve el Animador Sociocultural: Revista Iberoamericana vol.1, n.1.,
out.2006/fev.2007 La experiencia de Animabarrios Maria José Hernández Serrano 16 espacio.
Por ello, a continuación desarrollaremos brevemente algunas actividades que han sido
desarrolladas por el equipo de zona del Rollo en el Centro Cultural Miraltormes, a modo de
ejemplo representativo de la actuación y del trabajo desarrollado en el Programa. Por la
relevancia y las pretensiones de este artículo las actividades que se expondrán están
relacionadas con los ámbitos (1) de sensibilización e integración, (2) de participación y
cooperación y (3) de promoción asociativa. La intención no es otra que la de compartir
reflexiones, actuaciones y recursos entre el colectivo de animadores socioculturales que
apuestan por el desarrollo comunitario y la participación activa de los sujetos, en especial de
aquellos que trabajan con el colectivo infanto-juvenil, pero de forma general entre todos
aquellos que trabajan por un compromiso social y educativo. Las actividades que presentaremos
son cuatro: grabación de un CD, navidad en el mundo, carta desde Bagdad y jornadas sobre
asociacionismo juvenil: 1.- Grabación de un CD Las posibilidades tecnológicas actuales y unos
pocos recursos (micrófono, grabadora digital y un software libre de montaje de audio) nos
permitieron crear un pequeño estudio de grabación en el que nuestros destinatarios se
sintieron como auténticos cantantes profesionales. La idea surgió a partir de una actividad de
Karaoke en la que muchos de ellos manifestaron su atracción por la música y su interés por
cantar y versionar las canciones de moda. Les orientamos para que se organizaran en grupos y
trabajasen las canciones, las ensayasen y finalmente las grabaran con nuestra ayuda y
supervisión. Después del montaje se recopilaron las canciones en un CD, que se distribuyó a
todo el grupo, incluso a sus familiares y amigos y que fue objeto de juicio y votación para la
elección de la canción y del grupo del año, en un pequeño festival abierto a la comunidad. Esta
actividad sirvió para dar salida a sus intereses y para favorecer su coordinación y cooperación
con los otros miembros del grupo que compartían sus mismos gustos musicales. Animador
Sociocultural: Revista Iberoamericana vol.1, n.1., out.2006/fev.2007 La experiencia de
Animabarrios Maria José Hernández Serrano 17 Además de una creación cultural, los CDs se
convirtieron en un extraordinario instrumento de difusión comunitaria. 2.- La navidad en el
mundo Buscábamos despertar su interés por otras culturas y otras formas de celebrar la
festividad navideña. Queríamos sensibilizarles sobre las distintas representaciones y tradiciones
y para ello escogimos algunos de los países más representativos por su religión, clima,
economía, gastronomía y festividad. Con la información recopilada escribimos postales de
felicitación en las que se detallaban las costumbres de cada ciudad y se las hicimos llegar,
haciéndoles creer que habían sido enviadas por autóctonos. Con ellas debían elaborar un
calendario navideño mundial en el que se recogieran todos los acontecimientos importantes
que se celebraban en esas fechas con el menú, el vestuario necesario y los rituales más
significativos. Además de esta actividad, contactamos con una asociación de la zona, que trabaja
con colectivos inmigrantes, para solicitar su colaboración y asistencia a la actividad. Un Keniata,
una mexicana y un marroquí fueron los invitados de honor ese día. Los niños pudieron
preguntarles todo tipo de cuestiones sobre la navidad en su país, acercándose a otras culturas,
contrastando y enriqueciéndose con las aportaciones. 3.- Carta desde Bagdad Con motivo de la
reciente guerra de Bagdad nos planteamos como objetivo sensibilizar al grupo respecto al
significado y a las repercusiones de la guerra. Para ello intentamos que se pusieran en el lugar
de un niño de su misma edad que estaba viviendo la guerra y que se lo contaba a ellos a través
de una carta que acabábamos de recibir. Después de leerla en alto, iniciamos un debate en el
que les pedimos su opinión sobre el uso de las armas, el ruido de las bombas, la información
trasmitida por los medios de comunicación, etc. que motivó su reflexión sobre la paz, la
resolución de conflictos y la manipulación de información. Después se les propuso responder a
la carta y realizar un dibujo sobre la Animador Sociocultural: Revista Iberoamericana vol.1, n.1.,
out.2006/fev.2007 La experiencia de Animabarrios Maria José Hernández Serrano 18 situación
que el niño podía estar viviendo para comprender y empatizar con su situación. Su interés y
entrega hacia esta tarea fue tal que no faltaron ofrecimientos para la acogida del niño en
España. Esta actividad nos demostró la generosidad de los más pequeños y sirvió para la
reflexión de muchos de los valores más esenciales. 4.- Jornadas sobre asociacionismo juvenil
Nuestra intención con esta actividad fue crear una conciencia crítica y reflexiva sobre el
asociacionismo entre los jóvenes del grupo. Para ello realizamos unas jornadas en la que
primero se les informó, y después formó en torno a diversos temas: el voluntariado en la acción
sociocultural y el desarrollo comunitario, el asociacionismo juvenil como alternativa al cambio
social, la situación en España, y la creación, organización y constitución de las asociaciones
juveniles (dirigidas prioritariamente para el grupo de más edad). Después de estas jornadas,
ellos mismos fueron comprobando como muchos compartían necesidades y metas comunes,
que difícilmente podrían ser atendidas de forma eficaz por las instituciones sociales existentes
en su localidad, lo que les impulsó a preparar proyectos asociativos basados en sus centros de
interés. Al principio necesitaron de nuestra ayuda y orientación, pero poco a poco fueron
realizando pequeñas iniciativas autogestionadas, fruto también de nuestra desvinculación
progresivamente, responsabilizándose y madurando al afrontar éxitos y fracasos, problemas y
aventuras diversas. Consideraciones finales El futuro necesita propuestas comunitarias, que
respondan y surjan de las necesidades de las colectividades y para ello es indispensable que las
administraciones locales y el tejido asociativo formen estrechos lazos organizados al servicio de
las comunidades. Se necesita el esfuerzo de todos para retomar o construir la filosofía de unión
y de cooperación, de sensibilización y motivación, en definitiva de promoción social. La
experiencia desarrollada a Animador Sociocultural: Revista Iberoamericana vol.1, n.1.,
out.2006/fev.2007 La experiencia de Animabarrios Maria José Hernández Serrano 19 lo largo de
este artículo es una muestra de esta necesidad de coherencia para el trabajo conjunto en pro de
la comunidad, que se dirige hacia la reflexión sobre la importancia del desarrollo social y
cultural. Dice el poeta Gabriel Celaya que para el efectivo desarrollo de este trabajo
socioeducativo el profesional tiene que llevar en el alma un poco de marino, un poco de pirata,
un poco de poeta y un kilo y medio de paciencia concentrada. Confirmamos esta sabia reflexión.
Cuántas veces delante de ellos hacemos de buenos y de malos de la película, cuántas nos
ilusionamos tanto o más que ellos con una actividad, y cuánta energía y esfuerzo llevamos
desbordado… nunca sentimos que sea el suficiente, pero estamos seguros de que ambos, tanto
ellos como nosotros, habremos aprendido los unos de los otros. Referencias bibliográficas
ANDER-EGG, Ezequiel. 1989. La animación y los animadores: pautas de acción y de formación.
Madrid: Editorial Narcea. ARRIBAS, Lucía. 1995. Actividades lúdicas: el juego, alternativa de ocio
para jóvenes. Madrid: Editorial Popular. AYUSO, Ismael. 2002. Animación sociocultural:
intervención multidisciplinar. Jaén: Editorial Formación Alcalá. CENSO Ayuntamiento de
Salamanca. 2006. Pirámide de Población de la ciudad de Salamanca. Disponible en:
http://web.aytosalamanca.es/poblacion/piramides.jsp COLOMER, Jaume.1998. “Técnicas de
Intervención en la Animación Sociocultural”. En TRILLA, Jaume. (coord.) Animación
Sociocultural. Barcelona: Editorial Ariel. DELTORO, Enrique. 1995. Cómo hacer proyectos de
Animación para trabajar con niños y jóvenes. Valencia: Editorial Certeza. FRANCIA, Alfonso y
MATA, Javier.1997. Dinámica y técnicas de grupos. Madrid: Editorial CCS. FROUFE, Sindo. 1998.
Técnicas de grupo en animación comunitaria. Salamanca: Editorial Amarú. Animador
Sociocultural: Revista Iberoamericana vol.1, n.1., out.2006/fev.2007 La experiencia de
Animabarrios Maria José Hernández Serrano 20 GONZÁLEZ, Margarita. 1998. “Animación Socio
Cultural y conceptos afines” En FROUFE, Sindo y GONZALEZ, Margarita. 1998. Para comprender
la Animación Sociocultural. Navarra: Editorial Verbo Divino. LLULL, Josué. 1999. Teoría y práctica
de la educación en el tiempo libre. Madrid: Editorial CCS. PÉREZ, Gloria y PÉREZ, M. Victoria.
2006. El Animador. Buenas prácticas de Acción Sociocultural. Madrid: Editorial Nancea.
QUINTANA, Jose María. 1986. Investigación Participativa. Madrid: editorial Nancea. VEGA,
Francisco J. y VENTOSA, Victor, J. 1993. Programar, acompañar, evaluar. Madrid: Editorial CCS.
VENTOSA, Victor J. 2002. Desarrollo y Evaluación de proyectos sociales. Madrid: Editorial CCS.
Datos de la Autora: María José Hernández Serrano es Educadora Social y Psicopedagoga por la
Universidad de Salamanca. Actualmente trabaja como becaria de investigación F.P.I. elaborando
su tesis doctoral e impartiendo conjuntamente la asignatura Pedagogía Comunitaria en el
Departamento de Teoría e Historia de la Universidad de Salamanca, en España. Ha realizado
publicaciones nacionales e internacionales en diversos congresos científicos y revistas de
investigación. Y desde hace cuatro años colabora con la Asociación Juvenil Correcaminos,
promotora y desarrolladora del Proyecto Animabarrios Rollo, junto con Alejandra Coronado
Santamaría, Ana Coronado Santamaría, Rubén Martín Domínguez y Andrés Alén Iglesias. 1 . Para
la distribución de las zonas y los proyectos se realizó un estudio inicial en el que se tuvieron en
cuenta variables como: el diagnóstico de la población diana (edad, distribución, intereses,
necesidades…), los recursos y la oferta de programas de tipo socio-educativo y la disponibilidad
de infraestructura municipal para el óptimo desarrollo de las actividades (Ventosa 2002). 2 . De
acuerdo a estos autores la programación debe ser factible, prestando atención a las
necesidades e intereses de las personas con las que trabajamos; flexible, es decir, adaptada al
dinamismo de los acontecimientos, no rígido o inamovible, sin ser esclavos de una metodología
única; y adecuada, precisando reflexionar continuamente sobre la realidad (Vega y Ventosa
1993:43). 3 . La autora distingue, siguiendo a Ander-Egg (1986), por un lado la democratización
de la cultura “en cuanto forma de facilitar el acceso a los bienes culturales, se logra y consiste
en la difusión de los beneficios de la cultura al conjunto de la sociedad; y la democratización
cultural, en cuanto pretende crear procesos de participación en la vida cultural […]
promoviendo –y esto es lo que verdaderamente le caracteriza- la participación en la creación,
administración, gestión y transmisión de la cultura; en definitiva, participación en la realización
de actividades culturales” (González 1995: 37)

Vous aimerez peut-être aussi