El presente estudio nos da a conocer la problemática ambiental que genera la actividad

petrolera en Bolivia. Además se propone determinar las concentraciones de hidrocarburos

totales de petróleo (HTP), hidrocarburos aromáticos policíclicos, benceno, tolueno, etilbenceno,
xilenos y metales en las fuentes de agua para beber de comunidades situadas a menos de 30 km
de un campo petrolífero en la región boliviana del Chaco.

Las comunidades fueron seleccionadas mediante muestreo por conglomerados, proporcional al

número de campos de extracción petrolífera cercanos, finalmente fueron seleccionadas 21
comunidades. También se procedió a muestrear cada una de las fuentes de agua, utilizadas o
potencialmente utilizables que sean para consumo humano, La recogida, procesamiento y
conservación de las muestras se realizó siguiendo la norma ISO 5667.

Para el análisis de muestras de concentración de HTP se determinó mediante espectroscopía

infrarroja según norma Nº418.1 EPA, incluidos 16 HAP prioritarios mediante cromatografía de
gases con detector de llama según norma EPA-8100. Además se realizó en todas las muestras
un análisis de 22 metales mediante el método 3030H. Las concentraciones fueron comparadas
con valores límite (Límites Máximos Permisibles) que establece la norma boliviana (N512),
directiva europea 98/83/CE, estándares EPA y recomendaciones de la OMS sobre calidad de
agua potable para consumo.

Se puede afirmar que norma boliviana contempla un número mayor de compuestos analizados
en el agua de consumo humano, a diferencia de EPA que reconoce un menor número de
compuestos. Comparando con las 4 normas empleadas se puede concluir que 32 de las 42
muestras estaban contaminadas por algunos de los compuestos contemplados, así mismo 21
de las muestras tuvieron presencia de HTP por encima de lo permitido por la norma boliviana y
15 registraron contaminación por HAP según la normativa europea. Cabe resaltar que el grifo y
río fueron las fuentes con mayor proporción de muestras contaminadas

Si solo consideramos la norma boliviana no da a entender que 30 de las 42 muestras estuvieron

contaminadas por alguno de los contaminantes considerados: 5 muestras de agua de quebrada,
12 de grifo, 8 de río, 4 de pozo y 1 de laguna. De dichos contaminantes los compuestos que se
hallaron en mayor proporción en las muestras analizadas fueron los HTP, con concentraciones
superiores a lo permitido por la norma boliviana en la mitad de las muestras.

Las concentraciones de BTEX en las muestras analizadas estuvieron por debajo de los límites
establecidos en las normativas aplicadas en el estudio. Esto puede estar debido a la volatilidad
que presenta. En el caso de los metales, las concentraciones de aluminio, arsénico, cromo,
hierro, manganeso, sodio y níquel presentan niveles superiores a las permitidas por las distintas
normativas de referencia.

Se puede apreciar que el estudio no considero las variaciones estacionales, ya que solo se analizó
en su estación seca, lo que podría producir un sesgo en sus muestreos, pero dicha estación
también reconocerá las concentraciones máximas a las que estarían expuestos los pobladores.
También se obvio los efectos de estos contaminantes en la población, ya dichos contaminantes
encontrados son potencialmente peligrosos, causando un deterioro progresivo en su salud.

Por último el autor recomienda establecer monitoreo ambiental en las aguas de consumo
humano, exigir el cumplimiento de la normativa y la introducción de nuevos parámetros en
dichas normas, y por último la realización de estudios prospectivos que analicen la
concentración de los contaminantes en el tiempo, teniendo en cuenta la exposición de las
comunidades.