ESTRATEGIAS Y TÁCTICAS EN LA PREVENCIÓN DE LA SEGURIDAD

INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO 1: ENCUADRE DE LA PROBLEMÁTICA
1.1. Planteamiento del problema
1.2. Formulación del problema
1.3. Hipótesis
1.4. Objetivos de investigación

La Seguridad Pública implica que los ciudadanos de una misma región puedan convivir
en armonía, cada uno respetando los derechos individuales del otro.

El Estado es el garante de la Seguridad Pública y el máximo garante al momento de evitar

alteraciones del orden público.

En otro orden, señalar que, la Estrategia deriva del latín “strategia” que –a su vez-
proviene de dos términos griegos: “stratos”-“ejército”; y, “agein”-“conductor”; por tanto, el
significado primario de estrategia es “el arte de dirigir las operaciones militares.

De ello se amplía el concepto para referirse al “plan ideado para dirigir un asunto”,
designando al conjunto de reglas que aseguran una decisión óptima en cada momento; en otras
palabras, una estrategia es el proceso seleccionado a través del cual se prevé alcanzar un cierto
estado futuro.

A su vez, Táctica, es el sistema o método que se desarrolla para ejecutar un plan y

obtener un objetivo en particular. La Táctica ayuda a poner en orden los recursos en pos de un
fin, reduciendo así el margen de error, minimizando las acciones espontáneas o imprevistas,
poniendo en práctica aquello que se practicó o entrenó.

En buen romance, podemos aludir a la estrategia como el “trabajo de laboratorio o

planificación”, y, la Táctica “ese trabajo de laboratorio o planificación” llevado al campo de
acción, puesto en práctica en la realidad.

Asimismo huelga señalar que, la Seguridad Pública, es uno de los cometidos esenciales
del Estado; no en vano se han sancionado normas que reorganizan los cometidos y estructuras
orgánicas de nuestra Institución Policial, introduciendo importantes modificaciones.

Dichos cambios, lejos de ser inamovibles, son laxos, ajustadas a un contexto de dinámico
cambio social que promueven el aporte de quienes integramos esta organización, comulgando
un mismo objetivo desde diferentes ópticas: hacer posible una cohesión social.

Varios enfoques podremos realizar sobre este tema tan delicado; sensible al punto de
ser argumento frecuente en rencillas donde subyace el interés político.

En mi propuesta de trabajo, apuesto a poner énfasis en un flagelo muchas veces oculto

y descuidado, un mal que acecha y corroe de manera encubierta toda aquella buena
planificación y disposición de medios humanos y logísticos, sobre la cual –a criterio personal- se
debe poner mayor recaudo en las tareas pedagógicas hacia los noveles integrantes de nuestra
organización policial: la corrupción.
 Personal idóneo, medios logísticos adecuados, recursos económicos posibles, etc, son
garantía de éxito en -una planificación destinada a brindar orden público- si en ella existen
posibles acciones de corruptela por parte de alguno de sus integrantes?

Siguiendo este razonamiento, abordaré mi consulta: Se educa en valores a los futuros

integrantes de las filas policiales, es decir, en cuanto al requisito de honestidad que es
fundamento para integrar nuestra organización? Existe un criterio pedagógico acorde que
promueva en futuros policías un razonamiento concienzudo sobre ello?