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*Las Emociones.

Reflexión: ¿estoy en contacto con mis emociones?, ¿cuáles son las emociones y
sentimientos más problemáticos para mí?, ¿cuál es mi tendencia a la hora de manejar
las emociones (reprimir/bloquear, evadir, no poder controlar, excesiva expresión
emocional?, ¿qué patrón de somatización sigo (tensiones, dolor de estómago,
problemas circulatorios, etc. )?, ¿cómo reciclo mis emociones?, ¿esas emociones me
cierran el corazón?, ¿tengo en cuenta lo que mis emociones quieren decirme, escucho
su mensaje?, ¿Qué medidas concretas puedo adoptar para manejar mi energía en
movimiento (mis emociones)?

Práctica del Manejo Emocional:

* Paso 1: Sentir la emoción:


Para sentir la emoción, me ayudo de:

‐ Meditación Vipassana:

Ejercicio básico para identificar nuestros estados emocionales, tomar conciencia de


ellos, y desapegarnos, desidentificándonos de ellos. De origen budista, su objetivo es
fomentar en nosotros la actitud de testigos de nuestra vida emocional, sin
comprometernos con ella.

Observamos las emociones que aparezcan en nuestra conciencia, cosa que


seguramente sucederá, pues el estado de distensión afloja los controles conscientes
que son lo que usamos para reprimir las emociones. Debilitadas las barreras mentales,
las emociones reprimidas pueden entonces aflorar ante nosotros.

Puede ser útil hacernos preguntas tales como: “¿Cómo me siento ahora mismo?”, u
otras parecidas. Cuando aparezca una emoción, ésta debe ser aceptada como tal y
observada con despego y desapasionamiento, exactamente como si estuviéramos
observando un fenómeno corporal como nuestra respiración, por ejemplo. La emoción,
al igual que el pensamiento, se desarrolla a través de un proceso de nacimiento,
mantenimiento y muerte. Observemos este proceso sin identificarnos con él.
Es recomendable, al aparecer una emoción, prestar atención a su manifestación física,
es decir, a los síntomas corporales que la emoción provoca. De igual modo, podemos
verbalizar las emociones, dándolas un nombre. Por ejemplo: “Ahora siento
ansiedad, y la experimento en el plexo solar, de tal y tal manera...”

Finalmente, fijaremos nuestra atención en la parte de nosotros mismos que contempla


esas emociones desde fuera. Si somos capaces de hacer esto, es señal inequívoca de
que no somos esa emoción, pues de lo contrario no podríamos verla ni identificarla.
Digamos entonces: “Yo no soy mis emociones”.

El proceso debe seguir hasta que el estado emocional llegue a un estado de


tranquilidad y de calma.

‐ Focusing:

Ahora, vas a conectar con el sentimiento X, puedes hacerlo recordando una situación
reciente en la que hayas sentido X, revive la situación, qué te la provocó, qué reacción
tuviste, conecta con el sentimiento de X. ¿Ya has conectado con el sentimiento x?
Siéntelo unos instantes sin intentar reprimirlo, deja que el sentimiento se manifieste en
toda su dimensión.
¿En qué parte del cuerpo lo notas?
¿Cómo es la sensación?
Si la sensación tuviera un color, ¿cuál sería?
Si fuera un objeto, ¿qué sería?
Respira, ábrete a las sensaciones y emociones que van apareciendo conforme enfocas
más y más el sentimiento X de color X que parece un X en la parte del cuerpo X.
¿Qué sientes ahora? ……. Siento X.

Respira, observa, ábrete más y más a lo que puede haber detrás de todo esto que
sientes…

Sigue adelante, acoge ese sentimiento X, siéntelo en toda su dimensión.

Ahora, atraviésalo y abre tu consciencia a lo que está detrás de ese sentimiento….


Respira, siente….
¿Qué ves ahora?..... Veo X.

Acoge esa visión, sentimiento, respira y permítete descubrir lo que hay detrás.

Tras sentir la emoción correspondiente, me centro en escuchar lo que esta emoción


está queriendo decirme. El propio proceso de sentir me llevará automáticamente a esta
respuesta si me abro a ella.

Tomar las medidas o acciones necesarias que puedan ser pertinentes tras haber
escuchado el mensaje de la emoción.

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