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Pautas

para interpretarlas

idemerjos ~editores
Título del original: Guidelines for the lnterpretation of Scripture
Título: Pautas para interpretar las Escrituras

Autor: Ekkehardt Mueller


Editor: Merling Alomía
Traductor: joellparraguirre
Diseño de tapa: Merling Alomía y josué Bautista
Imagen: shutterstock

Es propiedad. Copyright de la edición en inglés© 2002 por Ekkehardt Mueller, Biblical


Research lnstitute, Silver Spring, Maryland, USA. Todos los derechos reservados.
Esta edición en castellano se publica con permiso del dueño del copyright.
© ldemerjos editores

Mueller, Ekkehardt
Pautas para interprertar las Escrituras 1 Ekkehardt Mueller 1 1" ed.
Lima, Perú: ldemerjos editores, 2015.
176 pp.; 15x21 cm.
Traducido por joellparraguirre
1. Biblia, 2. Interpretación l::iíblica, 3. Iglesia Adventista. l. Alomía, Merling, ed.
11. lparraguirre, joel, trad. 111. Título.

Prohibida la reproducción total o parcial de esta publicación (texto, imágenes y diseño),


su manipulación informática y transmisión ya sea electrónica, mecánica,
por fotocopia u otros medios, sin permiso previo del autor y editor.

En esta obra las citas bíblicas han sido tomadas de la versión Reina-Va lera revisión
de 1960 (RVR60) ©por las Sociedades Bíblicas Unidas. Derechos reservados.
También de la versión Reina-Valera revisión de 1995 (RVR95) ©por las Sociedades
Bíblicas Unidas. Derechos reservados. La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional
(NVI) © 1999 por la Sociedad Bíblica Internacional. Todos los derechos reservados.

Editado por:
idemerjos ~editores
ldemerjos editor~s de Merling Alomía Bartra
Carretera central Km. 19, Naña, Lima-Perú, Tel. (51) 359-1201
E-mail:idemerjos@gmail.com

Impreso en:
Universidad Peruana Unión
en su Centro de Aplicación_ Editorial Unión
Km 19.5 Carretera CentraL Naña, Lima- Perú
Teléfonos: (01) 618 6300- 618 6301, Fax: (01) 618 6339- 618 6334

JOB 18624-15 UNIÓN


ISBN: 978-612-45988-6-9
Primera edición: 1300 ejemplares
Email: idemerjos@gmail.com
Hecho el depósito legal en la Biblioteca Nacional del Perú N. o 2015-03468

IMPRESO EN PERÚ
Printed in Peru
Marzo, 2015
Dedicado a los millares
de millares de predicadores
que "sacan con gozo aguas
de las fuentes de Salvación" ...
Contenido

. . t os ................................................................. IX
A gra dec1m1en .
Prefacio ................................................................................ xii
Introducción ....................................................................... xiii

Capítulo 1
Pautas generales
El método histórico-bíblico .......................................... 1
El asunto del texto ......................................................... 4

Capítulo 2
Pautas para interpretar un texto bíblico
Paso uno: Buscar a Dios en oración .......................... 12
Paso dos: Leer el texto ................................................. 12
Paso tres: Usar la mejor traducción posible ............. 13
Paso cuatro: Traducir el texto .................................... 14
Paso cinco: Investigar el contexto ............................. 17
El contexto histórico ................................................ 17
El contexto literario ................................................. 19
El contexto literario general.. .............................. 19
El contexto literario inmediato ........................... 21
La estructura ..................................................... 22
La delimitación de pasajes .............................. 25
El género literario ............................................. 25
Paso seis: Analizar el texto ......................................... 28
La búsqueda de la estructura del texto ................. 29
Diferentes tipos de estructuras .......................... 29
Procedimiento para encontrar
la estructura de un texto ..................................... 31
Determinar el género literario
y la forma del texto .................................................. 34
Investigar las unidades mayores ........................... 35
Divisiones del texto ............................................. 35
La idea principal .................................................. 35
Época y ubicación geográfica ............................. 36
Personajes intervinientes .................................... 37
Vínculos con otras partes del documento
y con otros textos ................................................. 37
Alegoría y tipología ............................................. 38
Investigar frases y oraciones .................................. 39
Gramática y sintaxis ............................................ 39
Características literarias y retóricas ................... 41
Investigar palabras .................................................. 41
Identificar los símbolos apocalípticos
con realidades históricas ......................................... 44
Paso siete: Efectuar un análisis teológico ................. 44
Paso ocho: Aplicar el texto ........................................ .46
Personalizar el texto ............................................... .47
Aplicar diferentes tipos de textos ......................... .48
Pasajes que tratan con doctrinas bíblicas ......... .49
Pasajes proféticos y promesas ............................ 50
Pasajes que contienen relatos ............................. 51
Pasajes sapienciales .............................................. 52
Pasajes que contienen órdenes ........................... 53
Deliberaciones adicionales ..................................... 55
Paso nueve: Utilizar recursos adicionales ................ 56
Paso diez: Dedicar tiempo .......................................... 59

Capítulo 3
Pautas adicionales para sermones expositivos
Aplicar las pautas para interpretar
un texto bíblico ............................................................. 69
Dedicir por un tipo básico de sermón expositivo ....... 70
Encontrar y fijar la meta del sermón ......................... 71
Escribir un bosquejo para el sermón......................... 73
Trabajar en la introducción y la conclusión ............. 75
Escribir el sermón ........................................................ 76

Epílogo ................................................................................. 79

Apéndices
La Santa Biblia: Alcance, relevancia y autoridad
Elias Brasil de Souza ................................................... 81

La Biblia y los escritos de Elena de White


Gerhard Pfandl y Joel lparraguirre ........................... 97

¿Cómo interpretar Daniel y Apocalipsis?


Gerhard Pfandl y Ekkehardt Mueller ..................... 119
¿Qué versión de la Biblia debemos escoger?
Marcos G. Blanco ....................................................... 135

Bibliografía selecta ..........................................................157


Agradecimientos

Traducir, editar y publicar un libro no es un asunto


sencillo; especialmente si este trabajo se hace en tiempo
récord. Para que usted tenga esta obra en sus manos,
un número importante de instituciones y de personas
han contribuido significativamente, haciendo realidad
este proyecto.

Quiero agradecer al Instituto de Investigación Bíblica,


de la Asociación General, por su constante apoyo y ob-
servaciones durante el desarrollo y finalización de esta
obra; y a nuestra institución superior, la Universidad
Peruana Unión, por mostrar interés y permitir su pu-
blicación en su Centro de Aplicación Editorial Unión.

Estoy en deuda con el Sr. Joel Iparraguirre, estudiante


en la Facultad de Teología de la Universidad Peruana
Unión, por traducir y adaptar mi manuscrito; además
de sugerir los apéndices que han sido agregados al final.
Su habilidad, esfuerzo y dedicatoria son encomiables.
Un agradecimiento especial al Dr. Merling Alomía,
profesor emérito de Antiguo Testamento y Estudios
Bíblicos en la Facultad de Teología de la Universidad
Peruana Unión, por ser el responsable de editar el texto
traducido. Indudablemente, todo autor se beneficia por
tener un buen editor, y creo que la experiencia y el to-
que experto del Dr. Alomía ha hecho que esta obra sea
de más fácil lectura para usted.
Dos personas leyeron el manuscrito completo antes de
su publicación, y no pueden pasarse por alto: el Mg.
Marcos G. Blanco, editor general de la Asociación Casa
Editora Sudamericana, Argentina; y el Dr. Elias Brasil
de Souza, director asociado del Instituto de Investiga-
ción Bíblica de la Asociación General. Estoy profunda-
mente agradecido con cada uno de ellos por dedicar,
de sus apretadas agendas, el tiempo necesario para
leer mi manuscrito traducido.

Pero, por encima de todo, agradezco a nuestro Salvador


y Señor Jesucristo por darnos salud, fuerza y sabiduría
necesaria para lograr terminar esta obra. Sin duda, única-
mente a Él le corresponde "la alabanza, la honra, la gloria
y el poder por los siglos de los siglos" (Apocalipsis 7:12).

El autor
Prefacio

El apóstol Pablo escribe a Timoteo en su segunda carta:


"Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado,
como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa
bien la Palabra de Dios" (2 Timoteo 2:15). Usar bien la
Palabra incluye adoptar las presuposiciones y actitudes
correctas hacia la Palabra y usar un método de interpre-
tación que esté en armonía con la misma Palabra.

Conscientemente o no, todos interpretamos la Biblia. Al-


gunos textos los tomamos de manera literal, en cambio
reconocemos que otros textos tienen un significado sim-
bólico. Por ejemplo, cuando leemos en Éxodo 20:15: "No
robarás", la mayoría de nosotros toma esto literalmente.
Simplemente significa lo que dice: "No robarás". No de-
cimos, "Pero, a veces es correcto robar". Sabemos que,
"en cualquier momento significa no robarás". Sin embar-
go, cuando leemos en Mateo 5:29: "Por tanto, si tu ojo
derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues
mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que
todo tu cuerpo sea echado en el infierno", sabemos que
esto no debe ser tomado literalmente. O, por lo menos,
no vemos muchos cristianos "tuertos". El texto se está
refiriendo a nuestros pensamientos pecaminosos. Él no
está pidiéndonos que mutilemos nuestros cuerpos, sino
que controlemos nuestros pensamientos.

A veces las interpretaciones incorrectas de la Biblia tuvie-


ron consecuencias terribles. Las falsas interpretaciones han
apoyado doctrinas falsas y falsas cosmovisiones del mun-
do y del universo. En el siglo XVII, por ejemplo, el gran
matemático italiano Galileo fue juzgado y condenado por
su iglesia, porque creía que la tierra giraba alrededor del
sol. La iglesia, por otro lado, basada en una interpretación
equivocada de la Escritura, creía que la tierra era el centro
del universo y que el sol giraba alrededor de la tierra.

Por tanto, para entender lo que la Escritura realmente en-


seña, necesitamos interpretarla. Los fariseos estudiaban
el Antiguo Testamento y sabían lo que este decía, pero
no lo entendían. Los dos discípulos en el camino a Emaús
sabían la Escritura y, sin embargo, fallaron en entender-
la. Así, cuando Jesús se unió a ellos, Lucas dice: "Él les
interpretó en todas las Escrituras lo que de Él decían"
(24:27). La palabra traducida "interpretó" viene de lapa-
labra griega hermeneuo, de la cual derivamos la palabra
castellana hermenéutica. La hermeneútica es la ciencia de
la interpretación. Esta nos proporciona las pautas para la
interpretación o la explicación de la Escritura.

En este libro, el Dr. Ekkehardt Mueller ha provisto pau-


tas para la interpretación correcta de la Escritura, que
debiera ayudar a los pastores a interpretar correctamente
la Biblia para alimentar a sus rebaños con la vivificante
Palabra de Dios.

Gerhard Pfandl, Ph.D.


Director asociado jubilado
Instituto de Investigación Bíblica
Asociación General
Enero de 2015
Introducción

Un asunto fundamental con una vertiente práctica no


solo tiene que ver con la cuestión de qué método emplear
para interpretar las Escrituras, sino también en ver qué
medidas exegéticas deben ser tomadas para su correcta
interpretación.

Aunque hoy en día la hermenéutica bíblica está en un


estado de confusión, revolución y desorden por las
presuposiciones de los eruditos progresistas y liberales
posmodernistas que, de una manera u otra, tienen o
manifiestan la meta común de imponer su propio criterio
sobre las Escrituras, no tendríamos por qué sentirnos
desalentados del deseo de acercarnos a la Biblia. Al
contrario, debemos tomar esta situación como una
oportunidad para volver a la Biblia y permitir que ésta
hable por sí misma.

Pautas para interpretar las Escrituras intenta cumplir con


el propósito de permitir que la Escritura hable por sí
misma. Por ende, el primer capítulo aborda las pautas
generales para interpretar las Escrituras, el segundo
capítulo muestra los pasos exegéticos específicos que
nos ayudarán a entenderla y, finalmente, en el tercer
capítulo se dan algunas sugerencias sobre cómo preparar
sermones expositivos.

Por otro lado, esta obra también cuenta con cuatro


apéndices que serán muy útiles para los estudiosos de
las Escrituras. El primero, por Elias Brasil de Souza, nos
xiv 1

muestra el alcance,la relevancia y la autoridad de la Biblia.


Siguiendo este énfasis, en el segundo apéndice Gerhard
Pfandl y Joel Iparraguirre nos dan una perspectiva fresca
sobre la cuestión de cómo los adventistas consideran la
autoridad de la Biblia y de los escritos de Elena de White.
En el tercero, Gerhard Pfandl y Ekkehardt Mueller
nos ofrecen un bosquejo de los principales sistemas de
interpretación de los libros de Daniel y Apocalipsis,
además de los principios que deberíamos tener en cuenta
para interpretarlos. Finalmente, en el cuarto apéndice,
Marcos Blanco nos proporciona una valiosa herramienta
sobre las traducciones de la Biblia en español y cuál de
ellas deberíamos usar, según su propósito.

Sin embargo, desde el comienzo debemos tener presente


que la meta de cualquier interpretación de la Biblia debe
ser crear un "corazón ardiente" (Lucas 24:32) tanto en
el expositor como en la audiencia, con el fin de atraerlo
al Dios verdadero, a nuestro salvador Jesucristo, y al
Espíritu Santo.

Merling Alomía, Ph.D.


Profesor emérito
Facultar de Teología
Universidad Peruana Unión
Febrero de 2015
Capítulo 1

.1.· Pautas generales


El método histórico-bíblico

1método histórico-bíblico es llamado a veces el enfo-

E que bíblico gramatical de las Escrituras, método his-


tórico-gramatical o método gramatical-histórico. No
hay que confundirlo con el método histórico-crítico predo-
minante con su crítica de fuentes, su crítica de formas, su
crítica redaccional, su historia de las tradiciones y su crí-
tica socio-científica. 1 Este último se basa en los principios
metodológicos de la duda, analogía, correlación y otros. 2
Sus presuposiciones están inseparablemente conectadas
entre sí. Junto al método histórico-crítico hay otros enfo-
ques como el estructuralismo, la crítica retórica y la crí-
tica canónica que, hasta cierto punto, pueden ser útiles,
pero a veces se vinculan con el método histórico-crítico o
con sus presuposiciones.

En contraste con estos enfoques, el método histórico-bí-


blico reconoce el testimonio que dan las Escrituras de sí
mismas y estudia sus peculiaridades. Éste acepta las afir-
maciones que Dios se reveló a sí mismo (1 Samuel 3:21),
que entró en una relación con los autores humanos de las
2 1 Pautas para interpretar las Escrituras

Escrituras (Amós 3:7; Efesios 3:5), que también reveló una


verdad proporcionaP y comunicó mensajes (Daniel 10:1;
Tito 1:3), que inspiró a los autores humanos para que com-
partieran esos mensajes con otras personas (2 Timoteo
3:16; 1 Pedro 1:10-12; 2 Pedro 1:19-21), y que el mensaje
puesto por escrito es la Palabra de Dios (Marcos 7:10-13). 4
En efecto, las presuposiciones del método histórico-bíblico
son las siguientes:

(1) La Biblia sola es el criterio final y más elevado de la


verdad (Isaías 8:20; 66: 2; sola Scriptura). Se debe recha-
zar los principios ajenos de interpretación impuestos
sobre la Biblia desde el exterior que no respeten el tes-
timonio que da de sí misma. Los principios derivados
de la filosofía, la psicología y la sociología no pueden
controlar la interpretación del texto. La tradición y la
ciencia no determinan las cuestiones de la fe, aunque
tengan su lugar legítimo en la vida humana.

(2) La segunda presuposición tiene que ver con lato-


talidad de las Escrituras (tata Scriptura). La Biblia es
la Palabra escrita de Dios en su conjunto, no sencilla-
mente aquí y allí (2 Timoteo 3:16). El mensaje de los
profetas y de los apóstoles es la Palabra proposicional
de Dios (2 Crónicas 36:15-16; Romanos 3:2; 1 Tesalo-
nicenses 2:13). Los aspectos humano y divino de las
Escrituras están vinculados de forma inseparable (2
Pedro 1:19-21).

(3) La analogía o armonía de las Escrituras se ve en


tres puntos: (a) las Escrituras son su propio intérpre-
te (Lucas 24:27). Es necesario reunir y estudiar todos
los textos que. abordan un asunto para presentar co-
Pautas generales 1 3

rrectamente la doctrina bíblica. Este principio no


debería entenderse en el sentido de "textos prue-
ba" -sistema en el que los textos se conectan entre sí
sin atender su contexto. (b) Hay un acuerdo o unidad
fundamental dentro de las Escrituras Ouan 10:35). (e)
En las Escrituras también hay claridad. Esta claridad
no solo significa que la Biblia puede ser entendida,
sino también que los textos claros arrojan luz sobre
los textos difíciles (1 Pedro 1:10-12).

(4) Las cosas espirituales deben comprenderse espi-


ritualmente (1 Corintios 2:11, 14): (a) quien desee en-
tender las Escrituras necesita la iluminación del Espí-
ritu Santo (Juan 14: 26). No obstante, el Espíritu Santo
no obra en contra de las Escrituras que ha inspirado.
(b) Por otra parte, quien interprete las Escrituras ha
de tener fe y una actitud espiritual (2 Crónicas 20:20).

Lutero introdujo el llamado principio cristológico. 5 Me-


diante este principio el intérprete determina qué libros
se centran más y mejor en Cristo y qué libros lo hacen
menos. Por lo tanto, esto puede ser empleado para crear
un canon dentro del canon. En realidad, no podemos
seguir el enfoque bastante subjetivo de Lutero, ya que
como cristianos nos centramos en Cristo (1 Hechos
10:43; 2 Corintios 1:20; Juan 5:39), pero dejando que la
Biblia entera hable por sí misma. 6

El método histórico-bíblico trabaja, por ejemplo, con


el análisis literario, el análisis de las formas y el anál-
sis teológico. 7 Estos prodecimientos se encuentran en
los siguientes pasos exegéticos 8 que derivaremos de la
misma Escritura.
4 1 Pautas para interpretar las Escrituras

El asunto del texto

Antes de continuar con estos principios, debemos hacer


una breve pausa por un momento. K. Stendahl ha discu-
tido y defendido un tema ampliamente aceptado en los
círculos teológicos y académicos, a saber, el concepto que
debemos distinguir entre lo que quiso decir el texto en su
significado original, y lo que el texto significa hoy para
nosotros. 9

Es cierto que estamos viviendo en el siglo XXI, y no en


el siglo VIII AC o en el 1 siglo OC, y que el mundo de
hoy es diferente al del antiguo Cercano Oriente. La ma-
yoría de nosotros hablamos lenguas totalmente distintas
de las que hablaban los autores de la Biblia, y muchos
elementos de nuestras culturas, incluyendo sus respecti-
vas cosmovisiones, costumbres, comidas, arte y muchos
otros elementos difieren de las culturas descritas en la
Biblia. Por lo tanto, debemos investigar con cuidado los
textos bíblicos e intentar comprender los idiomas, la épo-
ca y bajo qué circunstancias fueron escritos esos textos. Se
debe procurar mirar con los ojos de aquellos que vivieron
hace siglos y escuchar con sus oídos cuando se les digi-
ría el mensaje bíblico. Creemos que, al intentar superar
las barreras del tiempo, el idioma y la cultura, podemos
aproximarnos al texto bíblico y aplicarlo a nuestra situa-
ción actual.

Empero, ¿es preciso que distingamos claramente entre lo


que el texto significaba y lo que significa hoy? A menudo,
tras esta pregunta se encuentra la idea y la consigna de
que la Biblia sea reaplicada de una forma totalmente nue-
va para nuestra situación actual. Cuando esto se hace, se
Pautas generales 1 5

mantiene el vocabulario bíblico, pero invistiéndose de un


significado completamente nuevo. Por ejemplo, algunos
afirman que la resurrección de Jesús que, de acuerdo al
Nuevo Testamento, es una garantía para la futura resu-
rrección física de los redimidos, no fue una resurrección
histórica ni física. Por tanto, se limita a señalar una resu-
rrección espiritual de los creyentes a una nueva dimensión
de la vida aquí y ahora, signifique lo que esto signifique. 10
Si uno sigue este enfoque, reemplazaría las intenciones
originales de Dios con la autoridad del intérprete huma-
no y abriríamos el texto a imnumerables interpretaciones,
sustituyendo la verdad con el relativismo y el pluralismo.

Aunque creemos que Dios habló por medio de los profe-


tas, para atender situaciones concretas, su mensaje tras-
ciende a esas situaciones e incluso nos alcanza hoy. A pe-
sar de las diferencias entre los tiempos del antiguo Israel
y nuestra situación actual, un alto grado de continuidad
caracteriza a la raza humana, independientemente del
espacio temporal, la cultura y las circunstancias, espe-
cialmente cuando se trata de asuntos morales, así como
amplios principios psicológicos y antropológicos.U

La Biblia enseña claramente que la unidad de la hu-


manidad, derivada de sus primeros padres, es más
básica que la diversidad de las expresiones cultura-
les. Pablo afirma tal presuposición de manera su-
cinta: 'De una sangre ha hecho todo el linaje de los
hombres' (Hechos 17:26). El relato de la creación de
nuestro primer padre, Adán, en Génesis 1 y 2, defi-
ne al hombre hecho a imagen de Dios. Siguiendo el
método empírico, los antropólogos y psicólogos han
descubierto también una unidad en la humanidad,
6 1 Pautas para interpretar las Escrituras

una comunidad que se localiza en las necesidades y


actividades funcionales, percepciones y operaciones
intelectuales que son constantes de cultura en cul-
tura ... Dios no solamente aborda tareas culturales
para el hombre como tal (Génesis 1:28; 9:1-3), sino
también llama y dirige a los individuos como líderes
clave en su obra salvífica, independientemente de su
cultura ... La unidad de la humanidad creada a ima-
gen de Dios, tan inequívocamente mantenida desde
el principio hasta el fin en la Biblia, va en contra del
... relativismo cultural epistemológico y moral.U

De acuerdo con Frank Hasel, la Palabra de Dios no está


condicionada cultural ni históricamente, pero sí se cons-
tituye en la cultura y en la historia. Ésta trasciende a
las culturas y nos alcanza hoy 13 (véase apéndice A). Por
ende, lo que el texto bíblico significó en un principio en
su contexto original, es precisamente lo que el texto sig-
nifica para nosotros hoy. 14 Cualquier aplicación de un
texto a nuestra situación debe estar ligada al significa-
do original. Como ya se señaló, el mismo Jesús estaba
convencido de que las Escrituras no se dirigieron única-
mente al público original, sino también a la generación
de su tiempo, al igual que a las que están por venir, sin
someterla a un proceso de deshistorización o desmito-
logización.15

Referencias
1
La crítica de fuentes sugiere que los libros bíblicos están com-
puestos por distintas fuentes, con siglos de separación entre sí. Los
editores han trabajado en ello. El editor final fue el responsable de
la forma del libro que tenemos hoy. La crítica de las formas se inte-
resó en la fase oral de un documento, antes de que éste fuese puesto
Pautas generales 1 7

por escrito y en la que una pequeña parte de literatura circulaba


oralmente. Por una especie de proceso evolutivo, se convirtieron en
unidades más grandes y fueron incorporadas en los documentos.
La crítica de las formas también está interesada en las formas lite-
rarias y, hasta en cierta medida, en los géneros literarios. La crítica
redaccional sostiene que el editor final no solo juntó las diversas
fuentes, sino que desarrolló su propia teología las cuales pueden,
por ejemplo, en el caso de los Evangelios, ser diferentes de la teo-
logía de Jesús. La crítica histórica o tradición histórica traza el su-
puesto desarrollo de un documento a través de todas sus etapas. La
crítica socio-científica emplea los principios de la sociología para
interpretar la Escritura. Todos estos diferentes submétodos tienden
a eliminar lo sobrenatural, y atribuyen el origen de la Biblia a los
esfuerzos puramente humanos e históricos.
2
La duda metodológica se refiere a la duda como principio. Así los
estudios bíblicos se acercan a la Biblia no con confianza, sino con sus-
picacia. No está interesada en la armonía, al contrario, busca discre-
pancias y supuestas contradicciones con el fin de encontrar diferentes
fuentes y distintos redactores. La analogía, por su lado, significa que
sólo aquellos eventos pueden ser considerados como históricos y rea-
les, si estos han tenido un lugar concreto y que también los podamos
observar hoy en día. Por lo tanto, las resurrecciones y los milagros no
pueden ser tomados en serio. La correlación se refiere a un sistema
cerrado de causa y efecto, en la que todos los elementos están conec-
tados de tal manera que los cambios, en uno de los elementos, causa
también un cambio en el otro, y en el que la actividad sobrenatunal no
tiene lugar.
3
Cf. William J. Larkin, Jr., Culture and Biblical Hermeneutics: In-
terpreting and Applying the Authoritative Word in a Relativistic Age
(Grand Rapids, MI: Baker, 1988), 223-241; Lean Morris, I Believe in
Revelation (Grand Rapids: MI: Eerdmans, 1976), 113-118; Ronald
H. Nash, The Word of God and the Mind of Man: The Crisis of Revea-
led Truth in Contemporary Theology (Grand Rapids, MI: Zondervan,
1982), 43-54. Dios no solo tuvo un encuentro con el profeta en el
que nada fue compartido. Aunque el encuentro se llevó a cabo, los
conceptos y mensajes bíblicos fueron comunicados. Dios se reveló
a sí mismo y reveló la verdad sobre Él y su plan de salvación.
4
Es muy interesante observar lo que Jesús pensaba acerca de las
Escrituras. (1) Creía en la inspiración de los autores humanos de
la Bíblia de su época (Mateo 22:31-32; Marcos 12:36). (2) Usó las
j Pautas para interpretar las Escrituras

Escrituras como autoridad y como arma contra el adversario (Ma-


teo 4:4, 7, 10). (3) Jesús justificó su comprensión sobre Dios y su
voluntad con las Escrituras. El derivó doctrinas bíblicas del Anti-
guo Testamento (Mateo 9:13; 19:4-6; 22:31-32). (4) Justificó su pro-
pio comportamiento con el Antiguo Testamento (Mateo 21:13). (5)
Para Jesús, la Escritura contiene profecías genuinas que han sido o
serán cumplidas (Mateo 11:10; 24:15; Lucas 18:31). (6) Jesús estaba
convencido de que la Escritura no solo fue dirigida a los oyentes y
lectores originales, sino también a las generaciones que vendrían
siglos más tarde (Mateo 13:14; 15:3-8; 19:18-19). (7) Para Jesús, la
Escritura es digna de confianza y autoridad (Juan 10:34-26).
Weimarer Ausgabe, Deutsche Bibel, 7:384; Gerhard F. Hasel,
5

Bíblica[ Interpretation Today: An Analysis of Modern Methods of Bíbli-


ca[ Interpretation and Proposals for the Interpretation of the Bible as the
Word ofGod (Washington, OC: Biblical Research Institute, 1985), 4.
6
Por ejemplo, cuando estudiamos el libro de Apocalipsis, no es
suficiente centrarse en el escenario del tiempo del fin, los extraños
símbolos y las imágenes frecuentemente alarmantes. También tene-
mos que estudiar su cristología. Apocalipsis es la revelación de Je-
sucristo (1:1). Por otro lado, el enfoque en Jesucristo no nos permite,
por ejemplo, hacer caso omiso al fuerte énfasis en Dios el Padre en el
mismo libro. Para más detalles, véase Ekkehardt Mueller, "Christo-
logical Concepts in the Book of Revelation-Part 1: Jesus in the Apo-
calypse", Journal of the Adventist Theological Society 21:1-2 (2010), 276-
305, en adelante JA TS; ídem, "Christological Concepts in the Book of
Revelation-Part 2: Christ's Divinity", JATS 22:1 (2011), 66-83; ídem,
"Christological Concepts in the Book of Revelation-Part 3: The Lamb
Christology", JATS 22:2 (2011), 42-66; Cf. Ekkehardt Müller, Die Le-
hre von Gott: Biblischer Befund und the Theologische Herausforderungen
(St. Peter am Hart, Austria: Seminar Schloss Bogenhofen, 2010), 115-
142; ídem, Der Erste zum der Letzte: Studien zum Buch der Offenbarung
(St. Peter am Hart, Austria: Seminar Schloss Bogenhofen, 2011), 243-
265; 267-311.
7
Esto significa que la forma literaria de un documento, inclu-
yendo su gramática y sintaxis (la forma en la cual se constituyen
las oraciones), su género (la clase respectiva del material escrito)
y esquema, así como un enfoque temático-teológico son tomados
en serio.
8
Cf. Gerhard F. Hasel, Understanding the Living Word of God
(Mountain View, CA: Pacific Press Association, 1980).
Pautas generales 1

9
Krister Stendahl, "Biblical Theology, Contemporary", en The
Interpreter's Díctíonary of the Bíble, ed. George A. Buttrick (New
York: Abingdon Press, 1962), 1:418-432.
10
Este proceso también es llamado categoría de traducción. Véa-
se, Langdon Gilkey, "Cosmology, Ontology, and the Travail of Bi-
blical Language", The Journal ofReligíon 41 (Julio, 1961), 204.
11
Por ejemplo, quitarle el cónyuge al prójimo resulta más o me-
nos inaceptable a escala universal. Las experiencias del sufrimien-
to, la enfermedad, el rechazo y la muerte son algo familiar para
casi todos los humanos. El deseo de ser aceptado, de ser amado, de
disfrutar de la amistad y de las relaciones sociales es común para
todos. Véase también la jerarquía de Maslow sobre las necesida-
des en James F. Engel, Contemporary Christian Communícations: Its
Theory and Practíce (Nashville, TN: Thomas Nelson, 1979), 112-114.
12
Larkin, 199.
13 Frank M. Hasel, "Reflections on the Authority and Trustwor-

thiness of Scripture", en Issues in Revelatíon and Inspíratíon (Be-


rrien Springs, MI: Adventist Theological Society Publications,
1992), 208-209.
14
Es muy diferente tener en cuenta los contextos culturales y tra-
tar de encontrar principios duraderos que utilizar la categoría de
traducción. Pero incluso, en el primer caso, necesitamos garantías
que nos permitan tomar las Escrituras en serio y nos ayuden a no
caer en la trampa del relativismo, en donde el lector como intér-
prete se convierte en la norma final. Para una discusión detallada,
véase el libro de Larkin.
15
Véase, por ejemplo, Mateo 5:17-48; 24:20; Éxodo 20.
Capítulo 2

Pautas para interpretar un


texto bíblico
uando hablamos de un texto bíblico, nos referimos

C ya sea a un versículo individual, o a un pasaje bí-


blico más extenso que contenga varios versículos.
Los pasos exegéticas ya se han enumerado a través de
todo este capítulo. Sin embargo, antes de examinarlos
con más detalle, los presentamos una vez más. Estos son
los pasos en orden cronológico:

(1) Buscar a Dios en oración


(2) Leer el texto
(3) Usar la mejor traducción posible
(4) Traducir el texto
(5) Investigar el contexto
(6) Analizar el texto
(7) Efectuar un análisis teológico
(8) Aplicar el texto
(9) Utilizar recursos adicionales
(10) Dedicar tiempo
12 1 Pautas para interpretar las Escrituras

Todos estos pasos resultan esenciales. Sin embargo, es


muy probable que las personas que no tienen formación
en teología ni en la exégesis bíblica se salten el paso tres,
trabajen con una traducción existente (paso cuatro), y
simplifiquen otros enfoques presentados en el paso seis.
Aun con estas adaptaciones, se beneficiarán con un enfo-
que histórico-bíblico de las Escrituras. 1

Paso uno: Buscar a Dios en oración

Justificación bíblica: Puesto que las cosas espirituales se


disciernen espiritualmente (1 Corintios 2:14), resulta na-
tural buscar a Dios en oración antes de comenzar a leer
y estudiar la Biblia. Puesto que la Biblia es la Palabra de
Dios, es esencial la iluminación del Espíritu Santo para
su debida comprensión. La relación entre la oración y el
estudio de las Escrituras se ilustra en Daniel 9:1-19. En
este caso, el estudio de la Biblia siguió a la oración.

Paso exegético: En la oración le pedimos a Dios sabiduría


(Santiago 1:5) y la dirección del Espíritu Santo (Lucas 11:
13) al abrir su Palabra. Sin embargo, la oración no se limita
al momento anterior al estudio de la Escritura. El intérprete
puede volverse a Dios en el transcurso del empeño de enten-
der el texto bíblico, presentando ante el Señor lo que le cause
perplejidad y reaccionando a los desafíos personales de las
Escrituras. De esta manera, ocurre un diálogo entre Dios y
su Palabra por un lado, y el instrumento humano por el otro.

Paso dos: Leer el texto

Justificación bíblica: Según el registro de Apocalipsis


1:3, se llama bienaventurados a los lectores del libro. En
Pautas para interpretar un texto bíblico 113
Lucas 4:6-19, Jesús lee las Escrituras antes de comenzar a
interpretarlas y aplicarlas (Lucas 4:21-27). Leer las Escri-
turas puede hacerse en privado o en público. En nuestro
caso, nos referimos a la lectura privada del texto.

Paso exegético: Para familiarizamos con el pasaje, el tex-


to debe leerse cuidadosamente y repetidas veces, prefe-
riblemente en su contexto más abarcante. Memorizar el
pasaje puede ser muy útil. La memorización requiere una
constante repetición del texto. Con frecuencia, esa repeti-
ción hace que el párrafo cobre vida para el lector, abrien-
do ante él una nueva comprensión.

Paso tres: Usar la mejor traducción posible

Justificación bíblica: En los tiempos bíblicos no se dispo-


nía de muchísimos manuscritos bíblicos, pero los auto-
res del Nuevo Testamento parecen haber usado diferen-
tes formas de la Septuaginta (LXX) y del texto hebreo.
Sin embargo, la Biblia hace hincapié en la necesidad de
que se conserve sin adiciones y sin quitarle nada (Deu-
teronomio 4:2; 12:32; Apocalipsis 22:18-19). Puesto que
hoy tenemos a nuestro alcance miles de manuscritos del
Nuevo Testamento, al igual que muchos documentos
del Antiguo Testamento, es preciso que busquemos el
mejor texto posible.

Paso exegético: A pesar de los miles de manuscritos bíbli-


cos que se han descubierto, todavía no tenemos los ma-
nuscritos originales y tampoco será posible tenerlos. Los
manuscritos existentes son copias de copias que se origi-
naron a partir de los manuscritos originales y contienen
varias lecturas diferentes. Los estudios textuales están
14 1 Pautas para interpretar las Escrituras

interesados en la posible reconstrucción del texto bíblico


original, tratando de llegar lo más cerca posible al texto
originaU Aun así, la Biblia es el manuscrito mejor conser-
vado de la antigüedad y es a la vez confiable y fiable.

El análisis textual puede ser muy exigente. Requiere un


buen conocimiento práctico de varias lenguas antiguas,
porque la labor no se detiene con los manuscritos griegos
y hebreos. Se extiende a versiones en otros idiomas, al
igual que a citas en los escritos de los Padres de la Iglesia.
Por lo tanto, la mayoría de nosotros recurriremos a los
textos griegos y hebreos establecidos, o a traducciones a
nuestra lengua materna.

Paso cuatro: Traducir el texto

Justificación bíblica: A diferencia del Corán, que básica-


mente tiene que leerse en árabe, el texto bíblico nos llega
en tres idiomas: el hebreo, el arameo y el griego. Dentro
de la propia Biblia pueden encontrarse traducciones; por
ejemplo, en Génesis 31: 48 (arameo y hebreo), en Marcos
15:22,34 y Romanos 8:15 (arameo y griego).

Paso exegético: Quien sea capaz de leer las lenguas bíbli-


cas -el hebreo, el arameo y el griego- debería traducir
el pasaje bajo investigación y consignar dicha traducción
por escrito. En un texto existen matices y opciones que
ninguna traducción jamás podrá capturar. Los traducto-
res ya han tomado ciertas decisiones, y aun la mejor tra-
ducción ya es una interpretación.

La tarea principal al traducir consiste en reproducir


el significado del texto original, tal como fue enten-
Pautas para interpretar un texto bíblico 115
dido por el escritor inspirado .... Es imperativo que
la elección de la palabra adecuada en el nuevo idio-
ma, que traduce el texto original, dependa más en el
significado de la palabra original en su contexto, que
en un sistema absolutamente fijo que traduzca dicha
palabra original con la misma en el nuevo idioma. 3

Todo aquel que no tenga acceso a las respectivas lenguas


bíblicas deberían consultar -en cuanto sea posible- un
gran número de buenas traducciones. Existen dos mane-
ras diferentes de traducir la Biblia. Pueden encontrarse
paráfrasis que, en realidad, no son traducciones sino más
bien descripciones del contenido bíblico usando las mis-
mas palabras, pero con mucha variedad para la interpre-
tación. Por ejemplo, la denominada Clear Word Bible [La
palabra clara de la Biblia] es una paráfrasis. 4 Las verdade-
ras traducciones pueden clasificarse en traducciones for-
males y traducciones dinámicas (para más información,
véase el apéndice D).

Las traducciones formales procuran amoldarse lo más


posible al lenguaje original. Las versiones inglesas King
James Version (KJV), Revised Standard Version (RSV) y la
New American Standard Bible (NASB) pertenecen a la cate-
goría de las traducciones formales. En español, la versión
Reina- Valera se encuentra en esta categoría. Sin embargo,
algunas de estas versiones pueden sonar un tanto rígidas.

Las traducciones dinámicas intentan crear una relación


entre el lector y la traducción similar a la que existió, en-
tre el lector original y el texto original. Son menos litera-
les que las traducciones formales. No solo analizan el tex-
to, sino que intentan reestructurarlo. En inglés, The New
16 1 Pautas para interpretar las Escrituras

English Bible y la Today's English Version (TEV) pertene-


cen a esta categoría de traducción, como lo es la versión
Dios Habla Hoy en español. Por su lado, la New Interna-
tional Version (NIV) como su equivalente en español co-
nocida como la Nueva Versión Internacional (NVI), están
a mitad de camino entre las traducciones formales y las
traducciones dinámicas.

En cualquier caso, la King James Version es una de las


mejores traducciones inglesas, igual que la versión Rei-
na-Valera es una de las mejores en lengua española, aun-
que el lenguaje, especialmente de la primera, así como
de las ediciones antiguas de la segunda, resulta a veces
anticuado y, en ocasiones, difícil de comprender. Ade-
más, los manuscritos griegos usados en ambas versio-
nes no incluyen los mejores manuscritos descubiertos
con posterioridad a la traducción inicial de ambas ver-
siones. Por otro lado, la New King James Version (NKJV),
la Revised Standard Version, la New International Version,
la American Standard Version (ASV) y la New American
Standard Bible se basan en los manuscritos más antiguos,
siendo las dos últimas traducciones inglesas más litera-
les. Entre las versiones españolas, tenemos a la Reina-
Va/era 1960, la Nacar-Colunga (NC), Biblia del Peregrino
(BP), etc. Veamos un ejemplo:

La TEV traduce las palabras hebreas "cielo y tierra"


en Génesis 1:1 como "universo", mientras que la
NRSV permanece literal. La traducción "universo"
crea varios problemas teológicos.

Aunque a veces es posible encontrar algunos problemas


en las traducciones bíblicas, por lo general, podemos con-
Pautas para interpretar un texto bíblico 117
fiar en ellas. Usar más de una traducción es una salva-
guarda contra las libertades que se toman algunos tra-
ductores o grupos de traductores.

Paso cinco: Investigar el contexto

Justificación bíblica: Un ejemplo negativo que ilustra el


descuido del contexto bíblico aparece en la segunda ten-
tación de Jesús (Mateo 4:6), donde Satanás desafía a Jesús
con una cita del Salmo 91:11, 12. La cita se ha abreviado
con respecto al texto original y, por lo tanto, está un tan-
to tergiversada. El salmista habla de la dirección de Dios
"en todos tus caminos" y no solo de su intervención en
situaciones especiales, menos aun en aquellas situaciones
en donde uno entra voluntaria o desafiantemente.

El contexto del Salmo 91 revela que hay trampas y plagas


de las que Dios libra a los fieles y los mantiene. Jesús se
opone a cualquier tergiversación del texto bíblico al hacer
caso omiso de su contexto. En Mateo 19:4-8, Jesús discu-
te el divorcio citando el contexto del Antiguo Testamen-
to de la creación (el contexto más amplio) y confirma el
principio de que las Escrituras son su propio intérprete.

Paso exegético: Hay que distinguir entre el contexto his-


tórico-cultural y el contexto literario. En lo que concierne
al contexto literario, podemos distinguir entre el contexto
literario más amplio y el contexto literario inmediato.

El contexto histórico

El contexto histórico-cultural consiste en la situación his-


tórico-cultural como está indicada en el texto, cuando fue
18 1 Pautas para interpretar las Escrituras

escrito un libro bíblico, o en el escenario histórico en el


que se abordó un documento. 5

Por esta razón, un número de preguntas deben ser es-


tudiadas: ¿Cuándo se escribió el libro bíblico que está
por ser estudiado? ¿Quién fue el autor humano de este
documento? ¿A quién fue originalmente dirigido el li-
bro? ¿Cuál era el objetivo del autor? ¿En qué momento
y en qué ubicación geográfica tuvieron lugar los aconte-
cimientos descritos en este libro? ¿Cuál era la situación
política, económica y social de esa época? ¿Qué sabemos
de la situación y del contexto religioso? ¿Qué costumbres
imperaban? ¿Cómo vivía la gente, cómo trabajaba y cómo
se sustentaba? ¿Qué comía? La propia Biblia, la arqueolo-
gía, la geografía y la historia arrojan luz sobre el contexto
histórico. 6 El contexto histórico es muy útil y sumamente
necesario para obtener una mejor comprensión del texto
que se va a explorar. Véamos el siguiente ejemplo:

La fecha en que se escribió el libro de Daniel, al igual


que el nombre del autor, puede inferirse del propio
libro. A menudo pueden encontrarse las fechas de los
acontecimientos que han tenido lugar, al igual que
otros datos cronológicos, al comienzo de los diferen-
tes capítulos (Daniel1:1; 2:1; 6:1; 7:1; 8:1; 9:1; 10:1). En
consecuencia, el libro se sitúa en el siglo VI AC.

Las secciones en arameo y la inclusión de palabras


en persa y griego, en el libro de Daniel, no van en
contra de su autoría y fecha temprana. El conoci-
miento detallado sobre el rey Belsasar es único.
"Obviamente Daniel S refleja un estado de cosas en
la cuales Belsasar, el corregente, ofreció a Daniel un
Pautas para interpretar un texto bíblico 119

lugar junto con él mismo, el corregente, y Naboni-


do, el rey" .7 Esto corresponde exactamente con la
literatura cuneiforme. Daniel también es conocido
por su compañero y profeta contemporáneo en Ba-
bilonia, Ezequiel (14:14, 20; 28:3).*

El contexto literario

El contexto literario consiste en los versículos, párrafos,


capítulos e incluso libros que preceden y siguen al texto
objeto de estudio. Normalmente, el contexto literario es
más asequible que el contexto histórico. Por lo tanto, dis-
tinguimos entre el contexto literario general y el contexto
literario inmediato.

El contexto literario general

El contexto literario general son las Escrituras o, más espe-


cíficamente, el libro bíblico que contiene el texto. Es preci-

*Nota de la edición: La tradición judeo-cristiana cree que el libro de


Daniel fue escrito por el mismo Daniel, quien fue llevado cautivo a
Babilonia en el siglo VI AC. Por otro lado, la crítica moderna asevera
que el libro de Daniel fue escrito en el siglo 11 AC (167-165 aprox.),
ya sea por un autor anónimo, seudónimo o por varios autores lo cual
tomaría lugar durante la persecución religiosa desatada por Antíoco
IV Epífanes. Nosotros, como adventistas, descartamos "el trasfon-
do histórico de Daniel [señalado por los críticos] por tergiversar la
esencia de su mensaje profético y anular su carácter esencialmente
mesiánico, por atentar contra la historicidad del profeta, por usurpar
la legitimidad de la autoría daniélica, y por no considerar debida-
mente el peso de las evidencias internas y externas del mismo libro e
incluso del propio canon autoritativo que incluyó al libro del profeta
Daniel como inspirado" (Merling Alomía, Daniel: El varón muy ama-
do por Dios, 3ra ed. [Lima, Perú: Ediciones Theologika -Universidad
Peruana Unión, 2010], 1-2).
20 1 Pautas para interpretar las Escrituras

so consultar ese contexto. El texto objeto de investigación


es parte del mensaje global del autor bíblico y, de alguna
manera, debe encajar en su mensaje global. Normalmente,
los textos no están totalmente desconectados de su con-
texto general. Por lo tanto, es útil para averiguar de qué
se trata el contexto más amplio y, a continuación, ver en
qué lugar del argumento principal del autor del texto está
incrustado. Por ejemplo, la carta a los Gálatas aborda espe-
cíficamente la justificación por la fe, mientras que la carta a
los Efesios recalca la naturaleza de la Iglesia.

El mensaje global o los temas importantes de un libro


bíblico pueden identificarse, intentando encontrar una
afirmación del autor que nos manifieste su objetivo al es-
cribir; haciendo un esquema del documento; observando
la repetición de palabras, expresiones o temas; fijándonos
en las personas que intervienen; y tomando nota tanto
del lugar en que ocurre la acción como de la época impli-
cada, etc. 8 Consideremos el siguiente ejemplo:

En 1 Pedro, el autor parece centrarse en el tema del


sufrimiento. Ningún otro libro del Nuevo Testa-
mento se refiere al sufrimiento tan a menudo ni de-
sarrolla ese asunto con tanta claridad. Sin embargo,
pese al sufrimiento por el que atravesaban aquellos
cristianos, el apóstol insta a los miembros de Igle-
sia para que manifiesten una conducta santa y se
entreguen a las buenas obras, siendo este un tema
secundario.

El contexto general es la Biblia en su conjunto con su


plan de salvación. Usualmente, cada texto que estudia-
mos contiene palabras interesantes y temas específicos.
Pautas para interpretar un texto bíblico 1 21

En primer lugar, tales palabras y temas tendrían que ser


objeto de un seguimiento en la totalidad del libro bíblico
en que aparecen. Si el autor ha escrito más de un libro,
podemos también hacer ese seguimiento en todos ellos. 9
Por último, es legítimo dar un paso más y explorar cómo
han usado esas mismas palabras y conceptos otros auto-
res bíblicos. Puede haber continuidad o discontinuidad,
aunque los autores bíblicos no se contradicen entre sí.
Pueden poner énfasis diferentes. Aquí encontramos el
principio de que las Escrituras son su propio intérprete
y de que un texto puede arrojar luz sobre otro.

El contexto literario inmediato

Una de las actividades más importantes, sino el ele-


mento más importante de la interpretación bíblica, es
el estudio del contexto literario. El significado mismo
de las palabras es determinado por el contexto. Poder
discernir cómo encaja el texto en su contexto ayuda a
quien estudia la Biblia a evitar interpretaciones falsas
o tendenciosas. Al mismo tiempo, teniendo en cuenta
el contexto, el estudiante recibirá una perspectiva más
clara del texto. Por ejemplo:

Isaías 65:17-25 no es todavía la descripción del cielo


nuevo y la tierra nueva que se encuentra en Apoca-
lipsis 21-22. En Isaías 65:20, la muerte sigue presen-
te. Véanse también Isaías 65:23 y 66:23-24. Esta era
una profecía condicional para Israel que señalaba a
un estado casi ideal, que nunca se cumplió a escala
local, pero que aguarda el cumplimiento definitivo
a escala universal. Isaías 65-66 forma los anteceden-
tes para Apocalipsis 21-22 sin ser ya esta la promesa
22 1 Pautas para interpretar las Escrituras

gloriosa final. De modo similar, 1 Corintios 2:9 no


describe la tierra nueva, sino la sabiduría de Dios
revelada en Jesús para nuestra salvación.

Estudiar el contexto también incluye investigar su estruc-


tura, determinar la delimitación de los pasajes e identifi-
car su género literario.

La estructura

Cuando se lee el contexto inmediato, esto es, los versículos


y párrafos que preceden y siguen al texto bajo estudio, debe
tenerse presente las siguientes preguntas: ¿Cómo encaja
nuestro texto en el contexto? ¿Cómo se relaciona el texto con
lo que va delante y con lo que lo sigue? En ocasiones, los lec-
tores de los Evangelios y las Epístolas del Nuevo Testamen-
to reciben la impresión de que los autores son un tanto des-
organizados a la hora de presentar sus ideas o sus relatos.

Sin embargo, si se estudia con diligencia, normalmente


emergen un esquema bien organizado y un propósito claro.
Los autores no siempre siguen nuestras convenciones. Por
ejemplo, pueden ligar pasajes mediante el empleo de uno o
más términos teológicos. Los libros bíblicos no son creacio-
nes caóticas, carentes de un grado de secuencia y organiza-
ción, sino excelente literatura. Por lo tanto, es indispensable
examinar cuidadosamente la estructura del contexto para
extraer una imagen clara del tema.

Las estructuras más amplias como bosquejos de libros bí-


blicos o partes de ellos son denominados como macroes-
tructuras. La estructura de las oraciones, versos y pequeñas
unidades es denominada como microestructura. Estudiar
Pautas para interpretar un texto bíblico 1 23

la estructura del contexto es un enfoque macroestructural.


Determinar la estructura de un pasaje o de un documento
puede ayudamos a entender la línea de pensamiento del
autor, a observar las relaciones entre diferentes partes de un
documento y a mejorar nuestra comprensión del párrafo.

Los dos enfoques básicos para bosquejar el contexto son: (1)


analizar el contenido del documento y (2) el estudio de los
rasgos literarios del libro, tales como la repetición de pala-
bras, frases y oraciones completas. Uno puede buscar temas
teológicos, personajes objeto de mención, ubicaciones geo-
gráficas y el marco temporal de un documento, con el fin de
utilizarlos para establecer una estructura. También se pue-
de tratar de encontrar quiasmos, progresiones, paralelismos
temáticos, informes paralelos o repeticiones. Por ejemplo:

(1) Tema teológico: Un tema teológico importante en


el Evangelio de Lucas es el rechazo del Mesías. Se
repite constantemente.

(2) Personajes objetos de mención: Los personajes in-


tervinientes en Apocalipsis 4:1-8:1 difieren mucho
de los mencionados en Apocalipsis 8:2-11:18. En la
visión de los sellos, el Cordero aparece diez veces;
en la visión de las trompetas, ninguna. Lo mismo
ocurre con los seres vivientes, que aparecen doce
veces en Apocalipsis 4-7, pero ninguna en la sec-
ción de las trompetas. En cambio, en las trompetas
se hace hincapié en los habitantes de la tierra.

(3) Ubicaciones geográficas: Las ubicaciones geográfi-


cas son muy importantes en el Evangelio de Juan, y
podrían usarse para estructurarlo.
24 1 Pautas para interpretar las Escrituras

(4) Marco temporal: En Apocalipsis, la primera parte


presenta varias veces el período que media entre el
siglo 1 DC y la consumación final, mientras que la
segunda parte se centra únicamente en los aconteci-
mientos del tiempo del fin. 10

(5) Quiasmo: Un quiasmo es una estructura en la que


la primera sección guarda una correspondencia con
la última sección, la segunda con la penúltima, la
tercera con la antepenúltima, etc. Puede tener un
vértice sencillo o un vértice doble en el centro. Los
quiasmos son típicos de la mentalidad hebreaY

Daniel 2 - Cuatro imperios


Daniel 3 - Decreto de muerte para los fieles
Daniel4- Juicio sobre el rey de Babilonia
Daniel S- Juicio sobre el rey de Babilonia
Daniel 6 - Decreto de muerte para los fieles
Daniel 7 - Cuatro imperios

(6) Progresión: La progresión se da en las escenas in-


troductorias del Apocalipsis. Cada una de ellas co-
mienza con una escena introductoria, y todas están
relacionadas con el santuario. Mientras más nos in-
volucremos en leer este libro, más seremos capaces
de mirar al santuario celestial.

(7) Paralelos temáticos: Existe, por ejemplo, un para-


lelo temático entre la persona ciega de nacimiento y
los espiritualmente ciegos de Juan 9.

(8) Informes paralelos: Hay informes paralelos en los


relatos de la conversión de Pablo en Hechos 9, 22 y 26.
Pautas para interpretar un texto bíblico 1 25

(9) Repiticiones: Las repeticiones son frecuentes, por


ejemplo, el juicio sobre Babilonia encontrado en Apo-
calipsis 16:12-21 en relación con Apocalipsis 17-19.

La delimitación de pasajes

Otra cuestión que se suscita cuando se estudia el contexto


y cuando se analiza el texto más tarde es dónde están los
límites del pasaje. ¿Dónde empieza un párrafo, y dónde
acaba? Determinar la delimitación de pasajes es muy im-
portante, por ejemplo, en el libro de Apocalipsis. El res-
pectivo resultado puede dar lugar a sistemas totalmente
diferentes de interpretación:

Dependiendo de cómo se delimite el final de los se-


llos, se puede optar por interpretar las siete trom-
petas de manera futurista, o bien optar por una in-
terpretación historicista que sugiere el autor al em-
plear la recapitulación.

La Iglesia Adventista entiende Apocalipsis 8:1 como


el fin de la visión del sexto sello. Las trompetas bá-
sicamente van por el mismo terreno que los sellos
ya han cubierto añadiendo, sin embargo, una nueva
perspectiva.

El género literario

Otro asunto es el tipo de literatura que se usa. ¿Estamos


ante prosa o ante poesía? La poesía es figurativa y meta-
fórica muy a menudo, y no debería ser interpretada en
exceso. No obstante, debe evitarse el otro extremo de des-
cartar todo valor histórico a la poesía.
26 1 Pautas para interpretar las Escrituras

¿Es el contexto o el texto una cromca histórica o una


profecía? Si es profecía, ¿se trata de profecía clásica o de
profecía apocalíptica, como la que se da en Daniel y el
Apocalipsis que puede incluir muchos símbolos y figuras
fantásticas? La profecía clásica es normalmente condi-
cional. Puede también tener más de un cumplimiento,
mientras que la profecía apocalíptica "presenta la lucha
entre el bien y el mal, y la victoria definitiva del reino
eterno de Dios, así como el establecimiento del mismo.
Por lo tanto, no está condicionada a la respuesta huma-
na"12 y presenta el futuro como será, no como es proba-
ble que sea.

¿Cómo debería interpretarse tal profecía? Los modelos


disponibles son el preterismo, futurismo, idealismo e
historicismo (véase el apéndice C). La interpretación his-
toricista, necesaria para la comprensión e interpretación
de los libros de Daniel y Apocalipsis, ve un desarrollo
histórico desde los tiempos de los autores bíblicos hasta
la consumación final.**

**Nota de la edición: En otras palabras, "la escuela historicista de in-


terpretación profética sostiene que todas las profecías apocalípticas
de la Biblia tienen cumplimiento histórico específico entre el tiempo
en que se dieron y el establecimiento final del reino eterno de Dios.
Los períodos proféticos se interpretan sobre la base del principio día
por año" (Alberto R. Timm, "Historical Background of Adventist
Biblical Interpretation", en Understanding Scrípture: An Adventist
Approach, Biblical Research Institute 1, ed. George W. Reid [Silver
Spring, MD: Biblical Research Institute, 2005], 12).
Una historia exhaustiva del desarrollo del historicismo puede ser
encontrado en LeRoy E. Froom, The Prophetic Faith ofOur Fathers: The
Historical Development of Prophetic Interpretation, 4 tomos (Washing-
ton, OC.: Review and Herald, 1946-1954). Para un estudio en contras-
te sobre las diferentes escuelas de interpretación, véase William H.
Pautas para interpretar un texto bíblico 1 27

Los géneros literarios más conocidos en el Nuevo Testa-


mento son los Evangelios, Hechos, las Epístolas y el Apo-
calipsis. Por su lado, el Antiguo Testamento contiene, en-
tre otros, relatos históricos, profecías y literatura sapien-
cial. Hay un número de subcategorías que podrían, ade-
más, encontrarse en estos géneros básicos que podrían
llamarse formas literarias.

Quizá el contexto y el texto no contienen profecías, sino un


himno13 o una parábola. Las parábolas también deberían
tratarse de manera minuciosa. Por lo general, una pará-
bola se centra solamente en un tema principal. El resto de
afirmaciones son solo adornos y no deben interpretarse a
menos que la Biblia los interprete.14 Otras formas son las
confesiones, acciones de gracias, diferentes salmos, leyes,
relatos de la pasión, amonestaciones, litigios, milagros his-
tóricos y proverbios. Podemos ver algunos ejemplos:

(1) Relatos: "De Ramesés salieron el mes primero, el


día quince del mes primero. El segundo día de la
Pascua salieron los hijos de Israel con mano podero-
sa, a la vista de todos los egipcios" (Números 33:3).

(2) Profecía: "Toda esta tierra será convertida en rui-


nas y en espanto; y servirán estas naciones al rey de
Babilonia durante setenta años" (Jeremías 25:11).

Shea, "Historicismo, el mejor método para interpretar la profecía",


Dídajé 1:1 (2012), 131-150. Para un estudio sobre el principio de día
por año, véase Alberto R. Timm, "El 'simbolismo en miniatura' y el
principio de 'día por año' en la interpretación profética", Theologika
22:1 (2007), 2-35; cf. Gerhard Pfandl, "En defensa del principio de 'día
por año"', Dídajé 2:2 (2013), 35-50.
28 1 Pautas para interpretar las Escrituras

(3) Leyes: "Pues el que dijo: 'No cometas adulterio',


también dijo: 'No mates'. Si no cometes adulterio,
pero matas, ya has violado la ley" (Santiago 2:11; cf.
Éxodo 20).

(4) Parábola: "Pasó luego a contarle a la gente esta


parábola: Un hombre plantó un viñedo, se lo arren-
dó a unos labradores y se fue de viaje por largo
tiempo" (Lucas 20:9).

Paso seis: Analizar el texto

Justificación bíblica: En algunos lugares las estructuras


de las Escrituras son claramente discernibles. Algunos
quiasmos, muchos paralelismos y el esquema o bosquejo
acróstico, 15 de ciertos salmos, resultan reconocibles para
casi todo el mundo. Juan, el autor del Apocalipsis, pa-
rece haber adoptado ciertos principios estructurales de
Daniel, como la recapitulación.

Los autores del Nuevo Testamento, al usar el Antiguo


Testamento, hicieron hincapié en palabras específicas y
las interpretaron. Por ejemplo, en Romanos 4, Pablo se
retrotrae a Génesis 15:6 y explica la justificación por la fe.
En Gálatas 3:16 subraya el singular del sustantivo" descen-
dencia". En las citas del Antiguo Testamento, enumeradas
en Romanos 3, Pablo subraya las palabras "nadie" y "to-
dos" antes de extraer la conclusión de que "todos pecaron
y están destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3:23).
Las Escrituras nos animan a mirar el texto detenidamente.

Paso exegético: Analizar un texto incluye la investiga-


ción de la estructura del texto, de su forma literaria, de
Pautas para interpretar un texto bíblico 1 29

palabras individuales, de expresiones y frases y de uni-


dades mayores. 16

La búsqueda de la estructura del texto

Diferentes tipos de estructuras

Las estructuras de los versículos y de los párrafos pueden


ser muy diferentes. Se debe tener presente que la estruc-
tura no debería ser impuesta al texto, sino derivarse de
ella. Por lo tanto, es preciso rechazar cualquier cambio de
orden en las palabras o en los versículos para lograr que
se amolden a una cierta estructura. Sin embargo, encon-
trar el bosquejo de un texto puede ayudarnos considera-
blemente a entenderlo e interpretarlo. He aquí algunos
de los modelos posibles:

(1) En un esquema acróstico se usan sucesivamente


las letras del alfabeto al comienzo de los versículos
consecutivosY

(2) Una inclusión es una especie de estructura envol-


vente. Una afirmación al comienzo de un pasaje se
repite al final del mismo. 18

Apocalipsis 8:2, 6:
Siete ángeles con siete trompetas (8:2)
Otro ángel (8:3-5)
Siete ángeles con siete trompetas (8:6)

(3) Un quiasmo puede usar un modelo ABB' A' o un


modelo ABA'. Pueden ser extensos o compactos, y
se encuentran en los ámbitos de frases y de versícu-
30 1 Pautas para interpretar las Escrituras

los, al igual que en el de unidades mayores, aun en


el ámbito de libros bíblicos enteros. Hay un quias-
mo en el libro de Amós (5: 4-6a):

A. "Así dice el Señor al reino de Israel: BúSQUENME


Y VIVIRÁN;
B. Pero no acudan a Betel,
C. ni vayan a Gilgal,
D. ni pasen a Berseba,
C'. porque Gilgal será llevada cautiva,
B'. y Betel, será reducida a la nada.
A'. BúSQUEN AL SEÑOR Y VIVIRÁN, no sea que él caiga
como fuego sobre los descendientes de José" (NVI)

(4) El paralelismo es el rasgo más importante de la


poesía hebrea. Se extiende también al Nuevo Testa-
mento, porque sus autores seguían el pensamiento
hebreo. En el paralelismo, la segunda línea guar-
da una estrecha relación con el pensamiento de la
primera línea, ya sea como repetición, expansión o
contraste. Por lo tanto, una línea puede usarse para
explicar la otra. 19 En Proverbios 9:10, por ejemplo,
existe un caso muy conocido de paralelismo. Aquí se
señala la relación de las unidades presentándolas de
forma agrupada:

El temor de Jehová es el principio de


la sabiduría;
El conocimiento del Santísimo es la inteligencia

(5) Otras características incluyen el clímax, el con-


traste y la repetición de palabras, oraciones e ideas.
Pautas para interpretar un texto bíblico 1 31

Por ejemplo, en 1 Juan 1:6-10, todos los versículos


empiezan de forma similar ("si [nosotros]"). Tres
de ellos empiezan exactamente igual: "si decimos"
(1:6, 8, 10). Todos estos tres versículos tienen forma
negativa y presentan un marcado contraste con los
versículos que hay entre ellos, que contienen prome-
sas divinas (1:7, 9). Esta estructura realza la diferen-
cia entre las pretensiones humanas y el ofrecimiento
de Dios. Además, da lugar a una intensificación con
los versículos negativos (1:6, 8, 10), de forma que el
clímax se alcanza en el último versículo.

Procedimiento para encontrar


la estructura de un texto

Ya se ha señalado que hay varias formas para bosquejar un


texto o pasaje. 20 Una propuesta es crear un análisis visual o
un diagrama sintáctico, conocido también como flujograma.
Se recomienda ampliamente un diagrama sintáctico en es-
tos días. 21 Es absolutamente objetivo, porque se centra en el
texto tal como es. En este sentido, el texto o pasaje es copiado
y escrito de tal manera que casi parece una representación
gráfica, permitiendo que sus elementos sean más transpa-
rentes. Este texto reorganizado ya puede revelar una cierta
estructura. Los principios básicos de este enfoque son: 22 (1)
Las cláusulas principales,D que comienzan regularmente al
lado izquierdo de la página. (2) Las cláusulas subordina-
das24 están con sangría. (3) Participios e infinitivos25 pueden
ser destinados a un paso más. (4) Objetos genetivos, expre-
siones abverbiales y frases preposicionales26 pueden estar
aun con más sangría. (5) Todos los elementos pertenecien-
tes al mismo nivel textual deberían, en la medida posible,
alinearse directamente uno debajo del otro. (6) Después de
32 1 Pautas para interpretar las Escrituras

que el proceso de sangría esté terminado, las palabras y


claúsulas posteriores son enumeradas y se encuentran en
el mismo nivel textual.27 (7) Las fórmulas recurrentes, pa-
labras y frases están específicamente marcadas (véase el
ejemplo número tres más adelante).

Después de haber desarrollado la visualización sintácti-


ca, se evalúan los datos. Esto requiere prestar atención
a los patrones estructurales como se mencionó anterior-
mente: la frecuencia de palabras, las formas gramaticales
y la sintaxis. Luego, entonces, es posible desarrollar un
bosquejo del pasaje. Veamos los siguientes ejemplos:

(1) Diagrama sintáctico de 1 Pedro 2:9

(1) linaje escogido


(2) real sacerdocio
Ustedes son
(3) nación santa
(4) pueblo que pertenece a Dios

Para que proclamen las obras maravillosas de aquel

(1) de las tinieblas


que los llamó { (2) a la luz admirable

(2) Diagrama sintáctico de 1 Corintios 10:16-17, 21:

La copa de bendición
que bendecimos
en la sangre de Cristo?
Pautas para interpretar un texto bíblico j 33

Ese pan
que partimos
en el cuerpo de Cristo?
Porque hay un [solo] pan
Nosotros
que somos muchos
formamos un [solo] cuerpo
pues todos participamos de un [solo] pan
Ustedes no pueden beber
(1) de la copa del Señor y
(2) de la copa de los demonios
Ustedes no pueden participar
(1) de la mesa del Señor y
(2) de la mesa de los demonios

(3) En base a un diagrama sintáctico, es posible realizar


un bosquejo de Lucas 12:15-21:

l. Introducción: El principio 12:15


2. La parábola 12:16-20
a. Escena 1: El rico 12:16-19
(1) Información sobre él 12:16
(2) Soliloquio 12:17-19
(a) Pregunta 12:17
(b) Respuesta 12:18-19
(Tema: Los bienes y el alma)
b. Escena 2: Dios 12:20
Monólogo
(Tema: El alma y los bienes)
3. Conclusión: El principio 12:21
34 1 Pautas para interpretar las Escrituras

Un bosquejo nos permite, en otras palabras, percibir me-


jor los problemas que el autor está presentando, su línea
principal de pensamiento, los excursos que realiza, así
como el arreglo del material.

Determinar el género literario


y la forma del texto

Aunque el asunto de la determinación del género literario


y la forma del texto se ha mencionado con anterioridad,
tiene que ser visto una vez más en cuanto uno se aproxime
al análisis del texto objeto de estudio. Un cambio de géne-
ro y, en particular, de la forma pueden ocurrir si el lector
se desplaza del contexto al propio texto. Los géneros como
la narrativa/ relatos y la profecía ya han sido discutidos.
Pero en el ámbito de las formas podemos distinguir, por
ejemplo, entre confesiones, acciones de gracias, himnos/8
salmos reales y salmos escatológicos, leyes casuísticas y
apodícticas/9 fórmulas religiosas o de fe, relatos dominica-
les,30 proverbios, parábolas, relatos de milagros, relatos de
la pasión, amonestaciones, litigios y homilías.

Existe otra diferencia que ha de tenerse en cuenta al mo-


mento de interpretar los textos bíblicos. En las Escrituras
encontramos relatos en el que se describe una conducta
determinada, sin que contenga un llamamiento a imitar
dicha conducta. Asimismo, encontramos informes, órde-
nes y amonestaciones que piden directa o indirectamen-
te una respuesta positiva. De acuerdo con Romanos 15:4
todo lo que se escribió en el pasado, "se escribió para en-
señarnos". Los compartamientos que claramente identi-
fican las Escrituras como moralmente incorrectos no son
de imitar. Sin embargo, las actitudes positivas y compor-
Pautas para interpretar un texto bíblico j 3 5

tamientos constructivos, sí lo son. Por ejemplo, aunque la


fe de Abraham es ejemplar (Romanos 4) y se nos llama a
seguir las huellas de Cristo (1 Pedro 2:21), la borrachera
de Noé no debe imitarse (Génesis 9:20-24).

Investigar las unidades mayores

Las unidades mayores, dentro del texto objeto de investi-


gación, son los versículos y los párrafos breves. Hay que
considerar varias cuestiones cuando se realiza el estudio
de estas unidades.

Divisiones del texto

Se debe tener en cuenta que la división en versículos y capí-


tulos que se encuentra en las Biblias actuales no se encuen-
tra en el original, sino que fueron añadidas mucho después.
A menudo, estas divisiones son útiles, en ciertas ocasiones,
no. En varios lugares, las traducciones a idiomas modernos
difieren en capítulos y versículos de las ediciones corres-
pondientes en hebreo y griego, así como en las traduccio-
nes. Por consiguiente, puede existir diferencias en la nume-
ración de versículos en los Salmos entre las Biblias españo-
las o inglesas, por un lado, y las francesas, por el otro. Sin
embargo, las divisiones por capítulos y versículos no deben
determinar nuestra interpretación de un pasaje dado. Por
ejemplo, Apocalipsis 20:5 es algo incómodo, pues es claro
que la última parte pertenece al verso 6. 31

La idea principal

Cuando se trata de las unidades mayores, debemos ha-


cernos las siguientes preguntas: ¿Cómo desarrolla su
36 1 Pautas para interpretar las Escrituras

argumento el autor? ¿Cuáles son sus líneas principales


de pensamiento? ¿Dónde toma un desvío o inserta otras
ideas? ¿Cuál es el objetivo principal al que quiere llegar?
Cuando se estudia un párrafo, es importarte encontrar
el tema principal o la inquietud predominante del autor.
Tenemos que ser cuidadosos en ver el bosque completo
y no solo los árboles de manera individual. Por ejemplo:

En 2 Samuel23:1-7, se registran las últimas palabras


del rey David. El pasaje contiene versículos que
afirman la inspiración (vv. 2-3a). Sin embargo, lo
más importante es el mensaje registrado en los ver-
sos 3a-7. Este describe el destino de los justos y de
los malvados. En el centro, David toma su lugar (v.
5) Él vive y muere con certeza, porque él ha toma-
do una decisión por Dios, recuerda sus experiencias
con Dios y confía en las promesas de Dios. El clímax
parece encontrarse en el versículo 5.

Época y ubicación geográfica

Resulta útil, a menudo, echar un vistazo e investigar los


elementos temporales y las ubicaciones geográficas men-
cionadas en el texto. En ocasiones podemos encontrar re-
trospectivas, profecías cronológicas y descripciones del
futuro, como si ya fuesen presentes. Ciertas ubicaciones
pueden ejercer cierto impacto en el mensaje que se pro-
clama. Se da también un cambio de lugar, cuando se des-
plaza la atención de los acontecimientos que ocurren en
la tierra al mundo celestial. Por ejemplo, en Apocalipsis
12 se dan cambios importantes en el tiempo y en el espa-
cio. Los versículos 1-5 presentan el comienzo del conflic-
to entre el dragón y la mujer; el versículo 6, el conflicto
Pautas para interpretar un texto bíblico 1 37

medieval entre el dragón y la mujer; los versículos 7-12


el conflicto entre Miguel y el dragón en el cielo; los ver-
sículos 13-16, nuevamente, el conflicto medieval entre el
dragón y la mujer; y en el versículo 17 el conflicto escato-
lógico entre el dragón y el remanente, constituido por los
descendientes de la mujer.

Personajes intervinientes

Una vez más, es útil examinar las diferentes personas


que se mencionan en un texto y observar cómo interac-
túan entre sí. Estudiar tales personajes puede ser muy
significativo para el mensaje del pasaje. Por ejemplo,
en Mateo 19:1-12, las diferentes personas están con-
formadas por Jesús, los discípulos y los fariseos. Por
desgracia, los discípulos parecen estar más cerca de los
fariseos que a Jesús y también se caracterizan por un
corazón duro.

Vínculos con otras partes


del documento y con
otros textos

En esta parte, también es esencial buscar vínculos lite-


rarios con otras partes del mismo documento como,
por ejemplo, las expresiones que se hayan utilizado en
nuestro texto y en otros lugares y también para explorar
los antecedentes del Antiguo y Nuevo Testamento que
el autor haya utilizado. ¿Dónde cita el autor pasajes del
Antiguo Testamento? ¿Dónde alude al Antiguo o Nue-
vo Testamento? ¿Cómo se usa más tarde en el canon su
cita? ¿En dónde se refiere a documentos extrabíblicos? 32
Es útil estudiar relatos paralelos como, por ejemplo, en
38 1 Pautas para interpretar las Escrituras

los Evangelios o en Samuel y Reyes, por un lado, y Cró-


nicas, por el otro. 33 Ya que los autores bíblicos a menudo
citaban pasajes de otros autores de la Biblia, es preciso
ver los siguientes ejemplos:

(1) Una serie de citas del Antiguo Testamento son


encontradas, por ejemplo, en Romanos 3.

(2) Alusiones del Antiguo y Nuevo Testamento: las alu-


siones veterotestamentarias son abundantes en el
Apocalipsis, aunque el libro no contiene ninguna
cita directa del Antiguo Testamento. Por ejemplo,
los antecedentes de Apocalipsis 4 son los capítulos
1 y 10 de Ezequiel. Otro ejemplo, aunque neotes-
tamentario, se da en Santiago 5:12. Santiago se re-
monta hasta el Sermón del Monte (Mateo 5:37).

(3) Literatura extrabfblica: En Hechos 17:28, Pablo se


refiere a los poetas gentiles, y en Tito 1:12 a un pro-
feta cretense. Bajo inspiración, Judas 14-15 parece
citar a 1 Enoc. La literatura no contenida en la Biblia
puede usarse como ilustración.

(4) Relatos paralelos: Por ejemplo, las declaraciones


de Jesús acerca del divorcio y el nuevo casamiento
encontradas en Mateo 19:1-2 y Marcos 10:1-2.

Alegoría y tipología

Los expositores de la Biblia deberían evitar la alegoriza-


ción en su interpretación. Alegorizar significa asignar un
significado más profundo a los detalles de un relato. Un
viejo relato o parábola tomado arbitrariamente en una
Pautas para interpretar un texto bíblico 1 39

nueva situación. No hay controles ni salvaguardas, y es


fácil tergiversar el mensaje. En el caso de la alegorización,
el único elemento !imitador es la imaginación del intér-
prete. Por lo tanto, los intérpretes varían mucho entre sí. 34
Ha de preferirse el significado literal.

Más que alegoría, la Biblia usa predominantemente la ti-


pología. En la tipología, un tipo o símbolo se corresponde
con un antitipo o realidad.35 Por ejemplo, un personaje del
Antiguo Testamento encuentra su cumplimiento en el Nue-
vo Testamento, aunque a una escala mayor. Tras el símbolo
menor se yergue una realidad mayor: "Un tipo es una insti-
tución, un acontecimiento histórico o una persona, según el
propósito divino que prefigura, de manera efectiva, alguna
verdad relacionada con el cristianismo".36 Cuenta con más
garantías usar un enfoque tipológico únicamente cuando la
Biblia da pie a ello,J? como cuando el Nuevo Testamento se
refiere a un precursor del Antiguo Testamento. Por ejem-
plo, en Romanos 5:14, Adán es un símbolo de Cristo, y en
Juan 6:14 también lo es Moisés (cf. Deuteronomio 18:15).

Investigar frases y oraciones

Después de estudiar las unidades mayores, se debe echar


un vistazo a las frases y oraciones. Este paso se centra
en las características gramaticales y la sintaxis, esto es, la
forma en que se construyen las frases. También observa
los patrones literarios y retóricos.

Gramática y sintaxis

Investigar frases y oraciones mediante un minucioso es-


tudio significa preguntar: ¿Qué es lo que pasa aquí? ¿Qué
40 1 Pautas para interpretar las Escrituras

tiene de peculiar? ¿Qué mensaje se manifiesta? Intente-


mos participar de lo que describe el texto.

Normalmente, el significado de las oraciones es más que


la suma de las palabras. Por lo tanto, aparte de una sim-
ple lectura a estas unidades, también es necesario exami-
nar los tiempos y las acciones de los verbos, otras carac-
terísticas gramaticales,38 y expresiones peculiares, pero
especialmente se debe buscar la sintaxis de las oraciones
y las frases. 39 Además, la pregunta que debe plantearse es
cómo las diferentes partes de una frase dada se relacio-
nan entre sí, y cuál es el mensaje que transmiten en dicha
relación. Por ejemplo,

(1) En Juan 8:58 Jesús hace una afirmación sor-


prendente: " ... Antes que Abraham fuera, yo
soy". Esta frase usa una gramática irregular. La
forma aceptada de hablar sería "Antes que Abra-
ham fuera, yo fui". De este modo Jesús seguiría
afirmando su preexistencia. Sin embargo, la apa-
rente irregularidad gramatical es a propósito. Je-
sús no solo afirma haber vivido antes que Abra-
ham, sino que se aplica el título divino de Éxodo
3:14 a sí mismo. La gente lo entiende. Capta que
Jesús reclama la divinidad para sí y quieren ape-
drearlo (v. 59).

(2) 1 Pedro 2:9 consiste en una cláusula principal y


una claúsula subordinada. La primera describe el
cuádruple privilegio que gozan los cristianos. La
segunda muestra que aquel privilegio debe ser se-
guido por una acción de nuestra parte.
Pautas para interpretar un texto bíblico 1 41

Características literarias
y retóricas

En nuestras conversiones de hoy, a veces usamos instrumen-


tos literarios como la ironía, el sarcasmo, las comparaciones,
y las preguntas retóricas que no requieren una respuesta.
Todo ello y más, también se encuentra en las Escrituras.
Hay que ser consciente de esas características para evitar
malinterpretar a un autor. Tales rasgos incluyen también la
hipérbole, el oxímoron, la paradoja y otros.40 Ejemplos:

(1) Hipérbole: "Y tú, Capernaúm, que eres levantada


hasta el cielo, hasta el Hades serás abatida, porque
si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que
han sido hechos en ti, habría permanecido hasta el
día de hoy" (Mateo 11:23).

(2) Ironía: "Porque ¿en qué habéis sido menos que las
otras iglesias, sino en que yo mismo no os he sido car-
ga? ¡Perdonadme este agravio!" (2 Corintios 12:13).

(3) Oxímoron, o yuxtaposición de declaraciones contra-


dictorias: "a cualquiera que tiene, se le dará y tendrá
más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será
quitado" (Mateo 13:12).

(3) Paradoja: "Les aseguro que si ellos se callan, gri-


tarán las piedras" (Lucas 19:40).

Investigar palabras

Cuando se trata de investigar palabras, el principio más


importante es permitir que el contexto de una frase dada
42 1 Pautas para interpretar las Escrituras

defina el significado de la palabra correspondiente. Con


el fin de aclarar su significado y ver cómo el autor ha utili-
zado la palabra en diferentes lugares, es necesario trazarla
a través de todo el libro bíblico. En ocasiones, sin embargo,
probablemente queramos ver cómo se usa en el resto de las
Escrituras. Una concordancia resulta útil y debería usarse
como herramienta básica para el estudio de la Biblia. Cada
palabra que pueda ser importante tendría que ser objeto
de una investigación cuidadosa. Es preciso tener mucho
cuidado de no adoptar una decisión prematura o apresu-
rada, en lo que se refiere al significado de una palabra.

Asimismo, es importante percatarse de cómo usó una


palabra el autor y entender qué significaba para él, in-
dependientemente de lo que signifique hoy para no-
sotros. Es conveniente que las ideas contemporáneas
no se equiparen con el uso bíblico de las palabras. Las
palabras cambian, porque el idioma es dinámico, no
estático. Por lo tanto, las palabras pueden tener signi-
ficados diferentes en momentos diferentes. Estas pala-
bras también pueden tener significados diferentes en
contextos diferentes.

Respecto a los estudios etimológicos,41 estos deben hacerse


con precaución y minuciosamente. A veces la investigación
de las formas, raíces y el uso de términos comparables con
las lenguas afines, es inevitable; especialmente en el caso de
palabras que se encuentran una sola vez en la Biblia. Sin
embargo, el contexto tiene prioridad sobre la etimología.

No es permisible usar la etimología de las palabras en una


Biblia española o de cualquier traducción a un lenguaje
moderno para explicar el significado de la palabra bíbli-
Pautas para interpretar un texto bíblico 1 43

ca basándose en el significado original del término tra-


ducido. Además, el significado de una palabra en los idio-
mas bíblicos puede tener un mayor o un menor rango de
significados que el término correspondiente en un idioma
moderno. Debemos permitir a los autores que hablen por
sí mismos en el marco de su idioma original. Por ejemplo:

(1) Cambio de significado: El término "carne" en la


KJV suele significar "comida", no necesariamente
"carne". "Grano" significa cereal, no "maíz"; y en
1 Tesalonicenses 4:15, "preceder", en inglés prevent
significa" prevenir o evitar algo". Algunas palabras
que tienen un sentido peyorativo en la actualidad
eran positivas o neutras en el pasado. El "día del
Señor" de Apocalipsis 1:10 no puede equipararse
con el "día del Señor" de los siglos siguientes, pues
ésta se ha convertido en una expresión técnica para
hacer referencia, de hecho equívoca, al día domin-
go. En las Escrituras se usan expresiones similares
para el día del juicio y para el sábado.

(2) Variedad de significados: Las palabras hebreas y


griegas para decir "eterno" tienen un significado
muy amplio, pues indican, o bien un lapso tem-
poral limitado, o la eternidad. Los jueces del libro
de Jueces no pueden compararse con los jueces
de los tiempos modernos. Eran también dirigen-
tes de la nación.

(3) Diferentes significados en distintos contextos: Lapa-


labra "carne" en Gálatas 5:17 denota nuestra natu-
raleza pecaminosa, mientras que la misma palabra
en Filipenses 1:22-24 se refiere al cuerpo físicoY
44 1 Pautas para interpretar las Escrituras

También puede ser muy útil estudiar las palabras en


relación con sus sinónimos, sus antónimos y sus metó-
nimosY La forma gramatical, de cada palabra, también
debería ser observada.

Las palabras deben entenderse literalmente, salvo cuan-


do el versículo o su contexto inmediato indiquen que está
implicado un significado figurado. 44 Un significado figu-
rado, o no literal, ocurren en las metáforas, 45 las prosopo-
peyas,46las expresiones idiomáticas,47 las hipérboles, 48 los
eufemismos 49 y los símbolos. Usualmente, los símbolos
son explicados por el mismo autor inspirado que los em-
plea o por otros autores bíblicos. Una vez más, el contex-
to decide si hay que interpretar una palabra en sentido
literal o figurado.

Identificar los símbolos apocalípticos


con realidades históricas

En el caso del estudio de la profecía apocalíptica, exis-


te un paso más. Cuando hayamos empleado todos los
pasos exegéticas antes mencionados, entonces y solo
entonces, estaremos listos para identificar cuidadosa-
mente los símbolos del texto con las realidades y acon-
tecimientos históricos. Los atajos pueden llevar a falsas
identificaciones y a una excitación malsana que, al final,
solo dañará a la Iglesia.

Paso siete: Efectuar un análisis teológico

Justificación bíblica: Lucas registra el discurso progra-


mático de Jesús en la sinagoga de Nazaret (Lucas 4:14-
27). El tema de la liberación, en el cual Jesús incluye a los
Pautas para interpretar un texto bíblico 45

paganos, parece ser subrayado por Lucas. Más que otros


evangelistas, muestra que Jesús se ocupa de los margina-
dos por la sociedad y los libera; como las mujeres, los pu-
blicanos y los gentiles. Por otro lado, Jesús desarrolla -al
menos hasta cierto punto- una teología del matrimonio
(Mateo 19:1-12; etc.) y la establece en Génesis 1 y 2.

Paso exegético: En el análisis teológico se abordan los


siguientes temas y cuestiones: ¿Qué temas y contenidos
teológicos se discuten en el texto bíblico bajo estudio?
¿Cómo se desarrollan? ¿Qué posición ocupan dentro del
contexto del libro en su conjunto? ¿Qué relación mantie-
nen con el mensaje global de las Escrituras?

Aquí resulta de vital importancia el principio de


comparar las Escrituras con las Escrituras. A lo lar-
go del Antiguo y del Nuevo Testamento puede en-
contrarse una variedad de temas teológicos, como
Dios, el hombre, la creación, la caída, el pecado, el
pacto, el sábado, la ley, el remanente, la salvación, el
santuario, la escatología, etc. Y la teología de un pa-
saje concreto debe estar en armonía con la teología
de las Escrituras en su conjunto. En las Escritu-
ras vemos que los mensajes teológicos de los au-
tores neotestamentarios presuponen los grandes
temas teológicos del Antiguo Testamento, que
edifican sobre ellos y que son una continuidad
de los mismos. 50

Los temas teológicos pueden expresarse por medio de


la tipología en la secuencia predicción-cumplimiento, al
igual que en la presentación de la historia de la salvación.
Veamos el siguiente ejemplo:
46 1 Pautas para interpretar las Escrituras

Una parte importante del Sermón del Monte se


centra en la ley. En dicho sermón, el término "ley"
se presenta por primera vez en Mateo 5:17, y apare-
ce la última vez en Mateo 7:12. Esos dos versículos
forman las declaraciones introductorias y conclu-
yentes de ese sermón. Sin embargo, todo el pasaje
que sigue a Mateo 7:12 parece centrarse en hacer la
voluntad de Dios; en otras palabras, la obediencia
a Dios y a Jesús ocupan un punto central. Basándo-
se en el Antiguo Testamento, Jesús habla del Decá-
logo y de otras leyes, y muestra el gran alcance de
sus implicaciones.

Paso ocho: Aplicar el texto

Justificación bíblica: En 1 Corintios 10:6,11, Pablo subra-


ya dos veces la historia de Israel como un ejemplo para
la Iglesia del Nuevo Testamento. Entre esas dos decla-
raciones, Pablo advierte -usando relatos históricos
relacionados al pueblo del pacto divino del Antiguo
Testamento- contra la idolatría, la fornicación, la pre-
sunción y las quejas contra Dios.

En Hebreo 11, los héroes de la fe son presentados. En


Hebreos 12:1-2a el autor extrae una conclusión de la
audiencia: "Por tanto, nosotros también, teniendo en
derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojé-
monos de todo peso y del pecado que nos asedia, y
corramos con paciencia la carrera que tenemos por de-
lante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador
de la fe ... " Basándonos en esto, se logra deducir que
es importante aplicar el texto a la audiencia de nues-
tros días.
Pautas para interpretar un texto bíblico 1 47

Las Escrituras, además, personalizan los textos bíblicos.


Lo que Dios ha hecho por la generación del Éxodo, se
aplica igualmente a las generaciones posteriores. Siguen
participando de sus acciones salvíficas (Deuteronomio
5:2-4). De manera similar, el creyente cristiano participa
en la muerte, resurrección y ascención de Cristo aquí y
ahora (Gálatas 3:29; Efesios 2:6).

Paso exegético: Solo después de que un texto sea de-


bidamente entendido en su situación original podemos
llegar al paso de su aplicación. La aplicación es suma-
mente importante. Si se omite, la audiencia o los lecto-
res pueden tener la impresión de que estamos conside-
rando únicamente la historia. Sin embargo, si el texto se
aplica demasiado rápido, es fácil malinterpretar el pasa-
je, el verdadero significado no es detectado o la exposi-
ción se quedará en lo superficial. El proceso de aplicar el
texto bíblico muestra que el texto es hoy relevante para
nosotros. Varias consideraciones nos ayudan a alcanzar
posiciones sólidas.

Personalizar el texto

Ya hemos señalado que, a lo largo de la historia, la huma-


nidad comparte experiencias similares, una constitución
psicológica similar e incluso algunos valores morales co-
munes. Baumann declara:

En todas las realidades básicas del corazón somos


iguales. Estamos ante Dios exactamente como las
personas de cada época han estado delante de Él.
Todos hemos experimentado la culpabilidad de
David, la duda de Tomás, la negación de Pedro,
48 . Pautas para interpretar las Escrituras

la apostasía de Demas e incluso, tal vez, el beso


del traidor Judas. Estamos vinculados a través de
los siglos por las realidades y ambigüedades del
alma humana. 51

Puesto que los creyentes comparten la historia de la sal-


vación y están incorporados a la misma, los textos bíbli-
cos hoy se dirigen a ellos en el ámbito personal y grupal.
Por lo tanto, en lo referido a la aplicación de textos bí-
blicos, tenemos que formular preguntas personales como
las siguientes: ¿Qué quiere decirme Dios con este pasaje?
¿Cómo afecta a mi devoción y a mi dedicación hacia Él, a
mi vida espiritual, a mi perspectiva del carácter de Dios y
de su plan para nosotros, a mis acciones y a mi obedien-
cia? ¿Cómo puedo responder a su mensaje; mediante la
alabanza y la acción de gracias, la petición y la interce-
sión, o cambiando mi vida y reorientando mi sistema de
valores? 52

Pero no solo los textos bíblicos están dirigidos a los indivi-


duos, sino también a la Iglesia. Es necesario preguntarnos:
¿Cómo nos afecta el texto bíblico como Iglesia? ¿En qué
áreas de nuestra vida en la Iglesia nos desafían las Escri-
turas? ¿Cómo nos educa, enseña y anima el texto bíblico?

Aplicar diferentes tipos de textos

Lo que significó el texto antes, es básicamente lo mismo


que lo que el texto significa hoy; lo que quiere decir que
las Escrituras son transculturales y transtemporales. Sin
embargo, tenemos que seguir enfrentándonos con la cues-
tión de la permanencia. ¿Qué partes de las Escrituras son
permanentes, incluso en los detalles, y cuáles contienen
Pautas para interpretar un texto bíblico 1 49

únicamente un principio permanente? Además, ¿cuáles


son los criterios que pueden ayudarnos a determinar esta
cuestiónr· Puede ser útil una mirada más atenta a los
diferentes tipos de textos bíblicos.

Pasajes que tratan con


doctrinas bíblicas

Las Escrituras contienen pasajes y capítulos que presen-


tan doctrinas bíblicas. Génesis 1-2 presenta al Creador y
la creación. En Mateo 24, Jesús enseña a sus seguidores
sobre su segunda venida. En Romanos, Pablo explica la
justificación por la gracia por medio de la fe, y en 1 Corin-
tios 15 detalla la doctrina de la resurrección.

Las doctrinas bíblicas son independientes de la época y


la cultura. Una enseñanza bíblica puede no ser entendida
plenamente por una generación concreta, pero la doctri-
na bíblica de la segunda venida de Cristo, por ejemplo,
no es cierta hoy y falsa mañana. Hasta cierto punto, las
doctrinas bíblicas pueden estar envueltas en términos
culturales -Hebreos 1 presenta a Jesús como rey, y el res-
to del libro lo presenta como Sumo Sacerdote-, pero aun
hoy, aunque vivamos en una república laica, entendemos
que un rey es el gobernante supremo y que el sacerdote
es un mediador.

*"*Nota de la edición: Para más información, véase Ron du Preez,


"Interpretación y aplicación de la ética bíblica", en Entender las
Sagradas Escrituras: El enfoque adventista, ed. George W. Reid, trad.
Cantábriga, SC (Doral, FL: Asociación Publicadora lnteramericana,
2009), 349-377.
50 1 Pautas para interpretar las Escrituras

Por ello, no hay diferencia alguna entre lo que el texto


significó y lo que significa en lo concerniente a las doctri-
nas bíblicas. Cuando personalizamos esas doctrinas, hay
que preguntar: ¿Qué significa para mí la segunda venida?
¿Cómo alumbra mi vida la esperanza de una resurrección
futura? ¿Cómo me afecta a mí, y cómo afecta a la Iglesia, la
doctrina de la creación? La aplicación señala la relevancia
de las doctrinas bíblicas, pero no las cambia. Muestra la re-
lación de la doctrina con Cristo, subrayando su significado
y presentando los beneficios relacionados con Él.

Pasajes proféticos y
promesas

Un cuadro similar es presentado en lo referente a la pro-


fecía bíblica, a las predicciones y a las promesas. Isaías
53 describe al siervo sufriente de Dios; los Salmos 2 y 110
señalan al Mesías. Daniel 2 y 7 presentan la historia del
mundo desde la época de Daniel hasta la consumación fi-
nal, y no están limitados por el tiempo ni la cultura. 53 Sin
embargo, debemos tener en cuenta que algunas profecías
y la mayoría de las promesas contienen un elemento de
condicionalidad.

Además, debemos distinguir si las predicciones o prome-


sas se dirigen a una cierta persona, a un grupo de per-
sonas, o a toda la humanidad. Las primeras no pueden
aplicársenos directamente hoy; las últimas, sí. Cuando
Jesús anuncia la negación de Pedro y la posibilidad de su
conversión subsiguiente (Lucas 22:32, 34), Él no se dirige a
nosotros, aunque indirectamente somos llamados a no se-
guir el ejemplo de Pedro e incluso resalta "la importancia
del autoexamen" y, si es necesario, "el arrepentimiento" .54
Pautas para interpretar un texto bíblico 1 51

Por otra parte, cuando Jesús promete la vida eterna a quie-


nes crean en Él Guan 3:36), estamos incluidos.

Las promesas formuladas, de manera universal, deberían


estudiarse en su contexto inmediato, al igual que en el
contexto general de las Escrituras, y debería animarse a la
congregación para que las acepte y experimente su cum-
plimiento. La aplicación de las profecías genéricas puede
señalar a la soberanía de Dios. Como Señor de la historia,
es también el Señor de nuestra vida, que lleva a cabo su
voluntad y su plan de salvación.

Pasajes que contienen


relatos

La Escritura contiene muchas secciones narrativas, por


ejemplo, biografías cortas y largas. ¿Cómo han de apli-
carse? Virkler declara:

Un recuento simple de la narración es un método


de exposición insuficiente e ineficaz .... Lo que hace
falta, entonces, es un método expositivo que haga
pertinentes las porciones narrativas de la Biblia
para los creyentes contemporáneos sin hacer que
el texto diga algo que el autor original no tuvo la
intención de decir. Uno de los métodos para hacer
esto se llama deducción de principios. 55

En otras palabras, el principio básico subyacente a la narrati-


va necesita ser descubierto y aplicado al lector contemporá-
neo. Se tiene que admitir que a veces las historias no se pue-
den reducir a un solo principio y pueden ser vistos desde
diferentes perspectivas, complementándose mutuamente.
52 1 Pautas para interpretar las Escrituras

Los personajes de las narraciones bíblicas pueden ser-


vir de ejemplos para generaciones posteriores. También
pueden mostrar rasgos que no deben imitarse. No obs-
tante, el lector puede inferir lecciones personales del re-
lato, aunque solo sea cómo no actuar. Por ejemplo, en un
relato que señala la falta de confianza en Dios, la aplica-
ción podría incidir en qué significa confiar en Dios hoy y
en cómo desarrollar esa confianza.

Pasajes sapienciales

La literatura sapiencial se encuentra en el Antiguo Tes-


tamento; por ejemplo, en los libros de Proverbios y Ecle-
siastés. Chisholm nota:

¿Establece Proverbios la verdad que obra inexora-


blemente en nosotros sin excepciones? O ¿declaran
ellos principios generales para los cuales a veces
hay excepciones? ... Ciertamente algunas declara-
ciones que sean de una naturaleza claramente teo-
lógica deben ser entendidas como incondicionales
(Proverbios 22:22-23; 23:17-18). Sin embargo, en la
mayoría de los casos los dichos proverbiales refle-
jan lo que es típico o normal, sin sugerir o implicar
que nunca hay excepciones. 56

Por ejemplo, Proverbios 14:11 declara que "la casa de


los impíos será destruida, pero la tienda de los rectos
florecerá" lo cual a menudo es verdad. Sin embargo,
los creyentes están perplejos al ver "la prosperidad de
esos malvados" (Salmos 73:3). Claro, hay una dimen-
sión de futuro en la cual esta declaración se hará reali-
dad. De hecho, las bendiciones del Antiguo Testamen-
Pautas para interpretar un texto bíblico j 53

to "son, por lo general, más de naturaleza espiritual y


reservadas principalmente para el futuro" 57 en el Nue-
vo Testamento.

Muchos dichos proverbiales son tan claros y tienen mu-


cho sentido, independientemente de la cultura y el tiem-
po por lo que la aplicación será más o menos una elabo-
ración de lo que ya se dijo. Algunos ejemplos adicionales
podrían ilustrar el punto, mostrando la importancia de
los dichos para la generación del presente.

Pasajes que contienen órdenes

El auténtico desafío se presenta cuando los pasajes con-


tienen órdenes o mandamientos. Pueden surgir algu-
nas preguntas como las siguientes: ¿Son todas las ór-
denes divinas encontradas en la Biblia permanentes, o
no lo son? ¿Cómo podemos distinguir entre las órdenes
permanentes y las limitadas? ¿Cómo aplicamos las ór-
denes que ya no son válidas? ¿Cómo aplicamos las ór-
denes permanentes?

Afortunadamente, las Escrituras nos dicen que algunos


mandamientos o leyes no son de naturaleza permanen-
te. Las leyes sacrificiales y ceremoniales que señalaban
a Cristo se cumplieron cuando Jesús, como Cordero de
Dios, murió en la cruz en lugar de los pecadores. El sím-
bolo alcanzó su cumplimiento en Jesús, la realidad sim-
bolizada (Hebreos 10:1-18). De modo similar, la vigencia
de las leyes teocráticas o civiles del Antiguo Testamento
llegaron a su fin cuando acabó la teocracia. Davidson ha
mostrado que el propio Antiguo Testamento ya señalaba
las limitaciones de esas leyes. 58
54 1 Pautas para interpretar las Escrituras

Algunas leyes eran meramente concesiones temporales a la


dureza del corazón de los israelitas, y no reflejaban el ideal
de Dios; por ejemplo, las normas sobre el divorcio de Deu-
teronomio 24:1-4. En su Sermón del Monte, Jesús recalcó la
indisolubilidad del matrimonio en Mateo 5:31-32 y 19:1-12,
y en Marcos 10:1-12, defendió que el ideal de Dios se pre-
sentaba en Génesis 1-3 y se retrotrajo a Él. La concesión es
sustituida por la voluntad original de Dios.

El Nuevo Testamento enseña claramente que los Diez


Mandamientos, todavía siguen siendo válidos (Mateo
5:21-32; Santiago 2:8-13) y que ciertos ritos cristianos, como
el bautismo, el lavamiento de pies y la Cena del Señor no
pueden ser reemplazados o sustituidos por otras formas,
porque "hunden sus raíces en el ejemplo explícito y en el
mandato de Jesús". 59

Pero ¿qué con respecto a otros mandamientos como el salu-


dar a los demás cristianos con ósculo santo (Romanos 16:16)
y lo largo del cabello y la cobertura de la cabeza (1 Corintios
11:2-7)? ¿Tenemos que seguir particularmente estas formas
y prácticas en la actualidad, o es suficiente pegamos al prin-
cipio que es destacado? 60 ¿Qué criterios pueden ayudamos
para distinguir la forma permanente de las prácticas no per-
manentes, cuando la Biblia no nos lo dice explícitamente?

(1) Explorar cuidadosamente el pasaje y su contexto,


con el fin de determinar si se utiliza o no el vocabula-
rio adecuado que pueda apuntar a una forma de prác-
tica limitada.

(2) El mandamiento puede ser dirigido a un público


específico, es decir, un individuo o un grupo. Tam-
Pautas para interpretar un texto bíblico 1 55

bién puede ser universal, especialmente cuando se


utiliza el término "cualquiera". Una audiencia limita-
da puede apuntar a una aplicación limitada de una
práctica específica.

(3) Trazar el asunto concreto o tema a lo largo de


toda la Biblia, a fin de ver si se han producido cam-
bios o no, lo cual puede apuntar a una aplicación
limitada del texto. 61

"La suposición básica de nuestro enfoque es que todas


las enseñanzas bíblicas -mandamientos, órdenes, pro-
mesas y declaraciones de la verdad- son normativas a
menos que la Escritura indique explícitamente lo con-
trario" .62 Si después de un estudio cuidadoso no se pue-
de determinar si una práctica es o no permanente, apli-
que el precepto bíblico de la humildad, 63 y continúe su
práctica, incluso hoy día.

Así, los mandamientos permanentes son válidos en la


misma manera que fueron antes. No hay diferencia entre
interpretación y aplicación. Sin embargo, su relevancia
para hoy podría ser necesario destacarla, o discutir sus
beneficios. Además, se podría destacar su fundamento
en el amor, y usar ejemplos e ilustraciones contemporá-
neas, a fin de mostrar cómo nos afectan hoy. En el caso de
mandamientos limitados, el principio destacado debe ser
presentado y ser aplicado a la situación actual.

Deliberaciones adicionales

Robinson menciona que hay tres cuestiones de desarrollo


que son útiles cuando pasamos del texto a su aplicación. 64
56 1 Pautas para interpretar las Escrituras

La siguiente pregunta resulta particularmente importan-


te para lo que estamos exponiendo:" ¿Qué aporta esto?" 65
Esta pregunta se centra en la aplicación. En lo que respec-
ta a la aplicación de un pasaje bíblico, la audiencia actual
se encuentra con la buena nueva y con los retos del texto.

Aplicar el texto no nos da libertad para usar el texto solo a


modo de trampolín para nuestras propias ideas y nuestras
obsesiones. La aplicación debe corresponderse con el objeti-
vo y con la intención del texto. Pero aquí debemos ser muy
prácticos y específicos. Han de usarse ejemplos contemporá-
neos y cuestiones de actualidad para mostrar la aplicabilidad
del mensaje de la Palabra de Dios. El expositor debe mostrar
la relevancia de las Escrituras para la generación actual. Para
poder hacer eso, debe conocer: (1) la Palabra de Dios, (2) la
Iglesia y (3) la sociedad actual. La parábola del rico insen-
sato, registrada en Lucas 12:16-21, es un buen ejemplo que
puede resumirse y aplicarse de la siguiente manera:

El dinero no nos salva, pero Dios sí. Por lo tanto, no vi-


vamos para el dinero, sino para Dios. El pasaje nos pre-
senta el reto hoy de que pongamos en orden nuestras
prioridades, que no dependamos de las posesiones
materiales ni vivamos para ellas, sino que pertenezca-
mos a Dios y seamos parte de su misión para el mun-
do. La aplicación desarrolla este objetivo principal.

Paso nueve: Utilizar recursos adicionales

Justificación bíblica: Los autores bíblicos no solo conocían


los libros de sus predecesores. Algunos estaban familia-
rizados también con la literatura extrabíblica y la usaban
con fines ilustrativos cuando proclamaban el evangelio.
Pautas para interpretar un texto bíblico 1 57

Ya hemos mencionado a Pablo, que alude a poetas grie-


gos (Hechos 17:28) y a un profeta cretense (Tito 1:12). La
literatura no canónica era conocida por ellos (1 Crónicas
19:29), y parte de ella se recomendó indirectamente para
su lectura (2 Crónicas. 9:29). La literatura apócrifa, por su
parte, puede haber sido citada en Judas. Sin embargo, pa-
rece que la literatura pagana y apócrifa servía únicamen-
te como medio ilustrativo del mensaje del autor bíblico,
no para interpretarla. 66

Paso exegético: Es conveniente utilizar recursos adiciona-


les.67 Pueden resultar especialmente útiles a la hora de apor-
tar información histórica, exegética y teológica de fondo. No
obstante, los comentarios, los léxicos, los diccionarios y la li-
terarura técnica solo deberían usarse después de haber ana-
lizado el texto y su contexto con intensidad. Se debe tener
en cuenta que casi toda la bibliografía secundaria presenta
elementos de construcción puramente humana, y conviene
que su manejo se acompañe de cierta reserva.

Los escritos de Elena de White resultan de particular im-


portancia. A menudo aportan una perspectiva valiosa; en
otras ocasiones, guardan silencio sobre textos o asuntos
concretos. En cualquier caso, lo lógico sería que los adven-
tistas desearan verificar qué nos dicen esos escritos sobre
un pasaje específico. Con frecuencia, Elena de White uti-
liza los textos bíblicos de una forma similar a las ilustra-
ciones. Podríamos decir que se trata de un uso homilético
de las Escrituras.**** Sin embargo, más a menudo, a veces

****Nota de la edición: Para un análisis más detallado, véase Jon


Paulien, "El uso de los escritos de Elena G. de White por parte del in-
térprete", en Simposio sobre Apocalipsis-!, ed. Frank B. Holbrook, trad.
58 1 Pautas para interpretar las Escrituras

interpreta pasajes o ternas bíblicos. No obstante, ni siquie-


ra sus escritos inspirados deberían usarse corno atajo que
reemplace la debida exégesis de un texto.

Las concordancias son la excepción de la regla. Pueden


usarse cuando se investigan el vocabulario y los ternas
teológicos. Los que empiezan a leer inmediatamente bi-
bliografía secundaria para ver cómo los demás entienden
un determinado texto o para obtener información sobre el
contexto histórico de un pasaje, a menudo, evitan estudiar
con seriedad las Escrituras por sí mismos. Aunque es pro-
bable que los resultados sean más rápidos, su compren-
sión se queda en lo superficial, y el significado del texto
no se convierte en parte de la vida de esas personas. No
han lidiado con el texto, y no han extraído ninguna joya.
El otro peligro es que ya no están abiertos para contemplar
el texto con una perspectiva nueva, sino que se aproximan
al mismo con un prejuicio o una intencionalidad concreta.

Incluso cuando la bibliografía secundaria acierte en sus


conclusiones y en su interpretación, puede no presentar
el alcance total de lo que quiere comunicar el texto. De-
bernos estudiar por nosotros mismos. Por otra parte, la
bibliografía secundaria puede suponer un desafío para
nuestras conclusiones y aguzar nuestra percepción. Si in-
sistimos en que nuestra interpretación es correcta, pese
a la opinión de los demás, debernos aseguramos de que
sea defendible bíblicamente.

Cantábriga, SC (Doral, FL: Asociación Publicadora Interamericana,


2010), 193-206; y Gerhard Pfandl, "Elena G. de White y la hermenéu-
tica", Entender las Sagradas Escrituras, 379-402.
Pautas para interpretar un texto bíblico 1 59

Otro recurso adicional importante es la comunidad de


los creyentes. Si encontramos ideas e interpretaciones
nuevas que difieran de la interpretación aceptada, re-
sulta crucial consultar a los demás, en especial a las per-
sonas con experiencia en la interpretación de las Escri-
turas. Además, debemos estar dispuestos a abandonar
nuestras interpretaciones o nuestras opiniones predilec-
tas si otros nos demuestran que nuestras interpretacio-
nes son cuestionables.

Quienes defienden posiciones indefendibles y creen que


tienen razón mientras que todos los demás se equivocan,
han hecho mucho daño a la Iglesia. Una persona pru-
dente escucha el consejo (Proverbios 12:15).68 Es raro que
Dios revele una nueva interpretación de las Escrituras
únicamente a una sola persona.

Paso diez: Dedicar tiempo

Justificación bíblica: Al leer Daniel 9:1-2 o Hechos 17:11,


tenemos la impresión de que Daniel no estudió la pro-
fecía de Jeremías apresuramente, y que los bereanos se
tomaron su tiempo para estudiar las Escrituras.

Paso exegético: Estudiar la Biblia significa hacerlo con


profundidad. Esto requiere algo de tiempo, ya que los
verdaderos tesoros se encuentran allí. Normalmente, es-
tos no podrán ser descubiertos por una mera lectura de la
Biblia. Estudiar la Biblia implica más que solo leerla. Más
útil que leerla, es estudiarla. El Espíritu Santo es dado
para iluminar nuestro entendimiento, pero no para apo-
yar nuestra pereza.
60 1 Pautas para interpretar las Escrituras

Referencias
1
Véase especialmente los artículos por Richard M. Davidson, "Bibli-
cal Interpretation", en Handbook of Seventh-day Adventíst Theology, Com-
mentary Reference Series 12, ed. Raoul Dederen (Hagerstown, MD:
Review and Herald, 2000), 58-104; y Gerhard Pfandl, The Authority and
Interpretatíon ofScrípture ('vVahroonga, Australia: South Pacific Division
of Seventh-day Adventists, s.f.). Asimismo, véase los siguientes libros:
David AJan Black, Using New Testament Creek in Minístry: A Practica[
Cuide for Students and Pastors (Grand Rapids, MI: Baker, 1993); Robert
B. Chisholm, Jr. From Exegesís to Exposítion: A Practica[ Cuide to Using Bí-
blica[ Hebrew (Grand Rapids, MI: Baker, 1998); Gordon D. Fee, New Tes-
tament Exegesis: A Handbook for Students and Pastors (Philadelphia: The
Westminster Press, 1993); y Henry A. Virkler, Hermeneutics: Principies
and Processes ofBiblical Interpretation (Grand Rapids, MI: Baker, 1981).
2
Para unos libros sobre este tópico, véase, por ejemplo, Kurt
Aland and Barbara Aland, The Text of the New Testament: An In-
troduction to the Cri tí cal Edi tíons and to the Theory and Practíce of
modern Textual Críticism (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1989),
280-283; David Alan Black, New Testament Textual Crítícism: A
Concise Cuide (Grand Rapids, MI: Baker, 1994); Ellis R. Brotz-
man, Old Testament Textual Crítícísm: A Practica[ Introduction
(Grand Rapids, MI: Baker, 1994); P. Kyle McCarter, Jr., Textual
Critícísm: Recoveríng the Text of the Hebrew Bíble (Philadelphia:
Fortress Press, 1986); Bruce M. Metzger, The Text of the New Tes-
tament: Its Transmission, Corruption, and Restoratíon (New York:
Oxford University Press, 1968), 207-211.
3
Gerhard F. Hase!, "General Principies of Biblical Interpretation",
en North American Bible Conferences, 1974 (Washington, DC: General
Conference ofSeventh-day Adventists, 1974), 13.
4
La Clear Word Bible de Jack Blanco es una paráfrasis muy inexac-
ta, más parecida a un comentario continuo.
5
Véase, por ejemplo, el libro de Génesis escrito por Moisés.
"Sin embargo, en esta etapa del proceso de la exégesis la biblio-
grafía secundaria todavía no se utiliza. También hay que tener en
cuenta que la arqueología, la geografía, la historia, la antropología
y la sociología, que se emplean para describir el contexto histórico,
tienen limitaciones. Por lo tanto, deben ser utilizados con cautela y
no pueden tener la última palabra.
Pautas para interpretar un texto bíblico 1 61

7
Arthur J. Ferch, Daniel on Salid Ground (Hagerstown, MD: Re-
view and Herald, 1988), 40.
8
Una discusión más detallada se encontrará después, debido a
que estos principios se aplican también al contexto literario inmedia-
to y el análisis del texto en sí.
9
En el Nuevo Testamento, las mayores colecciones de libros por
un mismo autor son el corpus Paulina y el corpus Joanino. Sin em-
bargo, Lucas también nos ha dejado con más de un documento e
incluso supera a Juan. Además, hay dos epístolas por Pedro. En el
Antiguo Testamento el Pentateuco es insuperable. Por otro lado,
Salomón, Jeremías y otros, también nos han dejado con más de un
libro bíblico.
10
Para un bosquejo del libro de Apocalipsis véase, por ejemplo,
Kenneth A. Strand, "The Eight Basic Visions in the Book of Revela-
tion", en Symposium on Revelation- Book I: Introductory and Exegetical
Studies, Daniel and Revelation Committee Series 6, ed. F. B. Holbrook
(Sil ver Spring, MD: Biblical Research Institute, 1992), 35-49.
11
Cf. Angelico Di Marco, "Der Chiasmus in der Bibel, 4 Teil" Lin-
guistica Bíblica 44 (1979), 3-70; Richard N. Soulen, Handbook of Bibli-
cal Criticism, 2da ed. rev. y aument. (Atlanta, GA: John Knox Press,
1981), 40-41.
12
Pfandl, 9.
13
Allí hay diferentes tipos de himnos como doxologías, endechas
fúnebres, lamentaciones, canciones satíricas y canciones de ánimo.
14
Véase Jueces 9 y Lucas 16:19-31.
15
Para una explicación más detallada, véase más adelante.
16
Cf. Friedrich Blass, Grammatik des neutestamentlichen Griechisch/
Friedrich Blass, Albert Debrunner; bearbeitet van Friedrich Rehkopf, 16va
ed. (Gottingen: Vandenhoeck & Ruprecht, 1984); Lee J. Gugliotto,
Handbook for Bible Study: A Cuide to Understanding, Teaching, and Pre-
aching the Word ofGod (Hagerstown, MD: Review and Herald, 1995);
y la obra de Soulen.
17
De este modo, la primera letra del alfabeto hebreo se encuentra
en el comienzo de v. 1, mientras que la segunda letra se utiliza en
el inicio de v. 2, etc. En el Salmo 119 la primera letra del alfabeto se
62 1 Pautas para interpretar las Escrituras

utiliza como la primera letra de los vv. 1-8. Los siguientes ocho ver-
sículos usan la segunda letra del alfabeto hebreo, etc.
18
Uno puede distinguir entre inclusiones literarias, en los que se
utiliza casi la misma redacción, e inclusiones conceptuales, en las
que se presenta la misma idea, sin embargo, con diferentes palabras.
19
Los diferentes tipos de paralelismo son: internos (dentro de una
sola línea), externos (correspondencia entre dísticos o grupos de dos
líneas), sinónimos (completo: Proverbios 9:10; incompleto: Salmo
119:105; con compensación: Jeremías 17:10a; o sin compensación:
Jeremías 17:10b). Sintéticos (Santiago 5:13), antitético (Proverbios
15:1 ), emblemático (utilizando metáforas y símiles: Salmo 103:11-13),
de clímax o de forma de escalera (Salmo 29:1-2), quiásticos (Isaías
11:13b).
20
Véase anteriormente en la sección sobre la estructura, cuando
tratamos acerca del contexto inmediato.
21
Un diagrama sintáctico es sugerido, por ejemplo, por Black, 77-78;
Fee, 65-80; Walter C. Kaiser, Jr., Toward an Exegetical Theology: Bíblica[
Exegesís For Preachíng and Teachíng (Crand Rapids, MI: Baker, 1981),
99-103, 174-81; Scot McKnight, "New Testament Creek Crammatical
Analysis", en Introducing New Testament Interpretation, Cuides to New
Testament Exegesis, ed. Scot McKnight (Crand Rapids, MI: Baker,
1989), 89-94; J. Ramsey Michaels, Interpreting the Book ofRevelation, Cui-
des to New Testament Exegesis (Crand Rapids, MI: Baker, 1992), 89-94;
Haddon W. Robinson, Bíblica[ Preaching: The Development and Delivery of
Exposítory Messages (Crand Rapids, MI: Baker, 1980), 68. Para más deta-
lles véase Ekkehardt Müller, Microstructural Analysis of Revelation 4-11,
Andrews University Seminary Doctoral Dissertation Series 21 (Berrien
Springs, MI: Andrews University Press, 1996), 43-74. Algunos ejemplos
de tablas y diagramas pueden ser encontrados en esta obra. Un enfoque
similar es el" análisis del colon", como lo ha sugerido Johannes P. Louw,
Semantics ofNew Testament Greek (Philadelphia: Fortress Press, 1982), 95.
22
Si es posible, el idioma original debe utilizarse en la preparación
de un diagrama sintáctico, pero trabajando con una traducción tam-
bién puede ser beneficioso.
Las cláusulas principales son cláusulas que están completas en
23

sí mismas: "El Espíritu del Señor está sobre mí ... " (Marcos 4:18).
24
Las cláusulas subordinadas no pueden estar solas, pues ellas
Pautas para interpretar un texto bíblico 1 63

dependen de la cláusula principal: " ... por cuanto me ha ungido"


(Marcos 4:18).
25
Los participios son formas como "predicación" y "predicó"
mientras que en infinitivo sería "predicar" (Marcos 4:18).
26
Los objetos responden a las preguntas: "¿A quién/ qué" y
"quién/qué"." ... él me ha ungido (¿quién?) ... ", "para dar buenas
nuevas a los pobres (¿a quién?)" (Lucas 4:18). Los genitivos son bá-
sicamente formas posesivas como "El Espíritu del Señor . .. / Espíritu
del Señor . .. " (Lucas 4:18). Las expresiones adverbiales a menudo es-
tán relacionadas con el tiempo, la ubicación o manera. Por ejemplo,
"temprano en la mañana", "de regreso a casa" y" sorprendente". Las
frases preposicionales contienen preposiciones como "en", "sobre",
"a". " ... sobre mí ... " (Lucas 4:18).
2
Tor ejemplo, "sobre todo (1) principado y (2) autoridad y (3)
poder y (4) señorío, y (5) sobre todo nombre que se que nombra ... "
(Efesios 1:21).
28
Véase nota número 13.
29
La ley casuística; por lo general, emplea la expresión "si al-
guien ... ", mientras que la ley apodíctica comienza con una
maldición o usa un imperativo futuro afirmativo o negativo, o
con "quienquiera".
30
Estas son las declaraciones hechas por Jesús.
31
Cf. Ekkehardt Müller, "Microstructural Analysis of Revelation
20," Andrews University Seminary Studies 37:2 (1999), 235-236.
32
Los términos "extra-canónico", o "extrabíblico" se refieren a los
documentos fuera de las Escrituras.
33 Davidson, 72-74, hace una serie de sugerencias sobre cómo

tratar con "aparentes discrepancias en relatos bíblicos paralelos".


"Reconocer los propósitos particulares de cada autor .... Reconocer
que cada escritor puede relatar, partes de un incidente que deben
combinarse con otros relatos para formar un cuadro completo ....
Reconocer que la confiabilidad histórica no requiere que todos los
informes sean idénticos .... Reconocer que los convencionalismos
aceptados para escribir la historia, en el primer siglo, diferían de los
nuestros .... Reconocer que algunos milagros y dichos similares de
Jesús registrados en los evangelios paralelos pueden haber ocurrí-
64 1 Pautas para interpretar las Escrituras

do en momentos diferentes .... Reconocer que hay algunos errores


menores de transcripción en la Biblia .... Reconocer que a veces es
necesario reservarse la crítica de algunas discrepancias, hasta que
haya información disponible".
34
La alegoría es utilizada pocas veces en las Escrituras. Uno po-
dría señalar, por ejemplo, Gálatas 4:21-31, donde se utiliza la palabra
griega allegoreo. Sin embargo, incluso en este caso, Pablo no emplea
un enfoque alegórico según las normas posteriores. Cf. Richard M.
Davidson, "New Testament Use of the Old Testament", JATS 5:1
(1994), 31-32. Además, Pablo trabaja bajo inspiración. Los reforma-
dores rechazaron correctamente la alegorización. Nuestra interpre-
tación de las Escrituras se lleva a cabo bajo la iluminación del Espí-
ritu Santo, pero no bajo inspiración, a menos que reivindiquemos le-
gítimamente a los profetas. Por lo tanto, debemos evitar un enfoque
alegórico que, por naturaleza, es sin controles.
35
El término "antitipo" no se refiere a algo o alguien que actúa en
oposición al "tipo". El "antitipo" tiene las mismas características básicas
que el "tipo", pero superándolo por mucho. La tipología no hace hin-
capié en la descontinuidad, sino en la continuidad. Sin embargo, eso no
quiere decir que el "antitipo" es una representación exacta del "tipo". El
"tipo" y el "antitipo" se encuentran solamente en ciertas áreas y aspec-
tos. El" tipo" y" antitipo" siguen el patrón de predicción-cumplimiento.
Davidson "Biblical Interpretation", 83-84, ha señalado que la "(1) Tipo-
logía está enraizada en la historia ... (2) Un tipo señala hacia el futuro
o prefigura predictivamente... (3) Un tipo prefigura, pero no explícita
verbalmente... (4) La tipología incluye una correspondencia sublime
... (5) Un tipo está divinamente dispuesto para funcionar como una
prefiguración del antitipo".
:l6C. T. Fritsch, "Principies of Biblical Typology", Bibliotheca Sacra
104 (1947), 214.
3
7por ejemplo, cuando el Nuevo Testamento se vuelve a la prefi-
guración del Antiguo Testamento.
38
Ellos incluyen los modos (por ejemplo, indicativo: "crees", sub-
juntivo: "si creyeras," optativo: "puede creer", imperativo: "¡cree!") y
las voces (por ejemplo, activo: "él está perdiendo", pasivo: "él se está
perdiendo", medio: "él se pierde") de los verbos, el uso de presuposi-
ciones (por ejemplo, "hacia,"" con"," después") y los pronombres (por
ejemplo, "ella", "el", "esto"), casos (por ejemplo, el genitivo objetivo
y subjetivo: "el testimonio sobre jesús" y "el testimonio de Jesús", el
Pautas para interpretar un texto bíblico 1 65

dativo instrumental y el dativo locativo; "con las palabras" y "en el


templo"), el género (masculino, femenino, neutro), y los números (sin-
gular, plural, dual), de sustantivos (por ejemplo, "el santuario"), ad-
jetivos (por ejemplo, "santo") y participios (por ejemplo, "santificar/
santificación", "santificado").
39
Además de la construcción básica de la oración que consiste en
sujeto, verbo y objeto, y la relación entre las cláusulas principales con
las subordinadas, el análisis sintáctico está interesado en el estilo de
las oraciones. Algunas frases tienen un estilo compacto, en el que mu-
chas cláusulas están artísticamente unidas, otras prefieren un estilo
más fluido, en el que las cláusulas están contadas con un "y", "esto/
eso" o "cual/que". A veces la "y" está olvidada en las enumeraciones,
y otras veces está presente. Muchas veces se inician bien las oraciones,
pero estas no terminan de la manera correcta (anacoluthon, una expre-
sión gramatical non sequítur, Hechos 7:40) o las palabras quedan fuera
para acortar un pensamiento (elipsis, Marcos 14:29). Por otro lado, una
idea es repetida y ocurre la redundancia (pleonasmo, Marcos 2:25). Cf.
Blass, 388-414.
40
Aquí hay algunas características más: La aliteración (consonancia
de sonidos al comienzo de palabras o de sílabas [Hechos 17:13]); la
anáfora (uso repetido de la palabra/ palabras inicial en dos o más cláu-
sulas lineales o estrofas en secuencia, por ejemplo, "por la fe" en He-
breos 11 ); metonimia (intercambio de ideas, por ejemplo, "la mano del
Señor" significa el poder del Señor); la sinécdoque (designar la parte
por el todo o viceversa, Juan 3:16); y la tautología (una idea se expresa
con dos palabras que tienen el mismo significado [Hechos 13:11; Co-
losenses 1:19]).
41
Diferentes falacias son mencionadas por Black, 99, y D. A. Car-
son, Exegetícal Fallacies (Grand Rapids, MI: Baker, 1996).
42
Cf. Pfandl, 11.

Los metónimos son términos que sustituyen a otros términos. En Ro-


43

manos 3:30, la circuncisión y prepucio representan a los judíos y gentiles.


44
Esto puede ser diferente con bastante frecuencia en el libro de
Apocalipsis, donde el texto griego del1:1 puede apuntar a un enfo-
que más simbólico.
45
Por ejemplo, la Palabra de Dios como fuego, y como martillo
Oeremías 23:29).
66 1 Pautas para interpretar las Escrituras

46
Por ejemplo, sabiduría (Proverbios 8:22-31).
4
"Por ejemplo, "y le cerraré sus entrañas" (1 Juan 3:17, RVA), o
"ascuas de fuego" (Romanos 12:20, RV A) .
.¡¿¡Por ejemplo, el número de libros escritos que el mundo no sería
capaz de contener Ouan 21:25).
49
Por ejemplo, Adán conoce a su esposa, es decir, tiene relaciones
sexuales con ella (Génesis 4:1).
50
Pfandl, 13.
51 ].
Daniel Baumann, An Introduction to contemporary Preaching
(Grand Rapids: Baker Book House, 1972), 100.
52
Cf. Davidson, "Biblical Interpretation", 86-87.
53
Es decir, no están limitados a un período de tiempo o cultura.
54
Chisholm, 259.
55
Virkler, 212.
56
Chisholm, 258. Véase también Gerhard Pfandl y Ángel Manuel
Rodríguez, "Lectura de los Salmos y de la literatura sapiencial", en
Entender las Sagradas Escrituras: El enfoque Adventista, ed. George W.
Reid, trad. Cantábriga, SC (Doral, FL: Asociación Publicadora Inte-
ramericana, 2009), 199-219.
57
Chisholm.
58 Davidson, "Biblical Interpretation", 85-86.
59
Davidson, 86.
Virkler, en su capítulo sobre la" Aplicación del mensaje bíblico",
60

emplea un par de páginas en mandamientos/ ordenanzas conduc-


tuales y su contextualización (223-230). Si bien él establece algunas
pautas para este proceso, parece permitir no solamente el cambio de
conducta, sino también de los principios subyacentes, aunque trata
de ser fiel a la Escritura. Más aún, trata de darle menos importancia
a la práctica del lavamiento de pies, pero preservando el principio
de humildad.
61 Véase Larkin, 353-356.
Pautas para interpretar un texto bíblico 1 67

62
/bíd., 354.
63
Virkler, 228.
64
Véase Robinson, 79-96.
65
Las demás preguntas son: ¿Qué significa esto? ¿Es esto verdad?
Según Robinson, la primera cuestión no solo se centra en los pasos
exegéticos anteriormente mencionados. Tiene que ver con el pasaje y
la audiencia. Se centra en la explicación. ¿Qué necesita ser explicado
a la audiencia? ¿Cómo reacciona la gente que asiste a mi iglesia ante
esto? ¿Lo entenderían? ¿Cómo lo entenderían? La segunda pregunta
se centra en la validez. "La aceptación psicológica rara vez se da por
citar solo las Escrituras; debe ser alcanzada a través de razonamien-
to, pruebas e ilustraciones. Incluso los escritores inspirados ... esta-
blecen la validez no solo del Antiguo Testamento, sino también de
la vida común. lbíd., 83-84. Robinson cita y explica 1 Corintios 9:6-12
para demostrar que los autores bíblicos usaban este principio. Este
segundo punto no cuestiona el principio de sola Scriptura, como la
última y más alta prueba de veracidad, sino que apunta al hecho en
donde se busca ayudar a la audiencia mediante la presentación de
evidencia adicional que apoya a la Escritura. "Esto no quiere decir
que establecemos la verdad bíblica estudiando sociología, astrono-
mía o arqueología, sino que los datos válidos de estas ciencias secun-
dan la verdad enseñada en la Escritura" (Ibíd., 86).
66
Las influencias babilónicas, persas, griegas y gnósticas en los
autores bíblicos son discutidas como la influencia de Filón de Ale-
jandría.
67
Black, 33-62, ofrece una discusión útil y enumera las herramien-
tas esenciales para la exégesis griega.
68
Véase, además, Proverbios 15:22; 19:20; 27:9.
Capítulo 3

Pautas adicionales para


sermones expositivos
Aplicar las pautas para
interpretar un texto bíblico

as pautas para la interpretación de un texto bíbli-

L co se aplican a todos los casos en los cuales los


pasajes bíblicos necesiten ser interpretados y ex-
plicados. Ellas son también un prerrequisito para todo
sermón expositivo. 1 Aunque los predicadores puedan
ir a través de estos pasos algo más rápido que los eru-
ditos, quienes quieran escribir un libro o un artículo
sobre un pasaje de la Escritura, básicamente usan el
mismo método. Después de todo, los predicadores no
necesitan exponer todos los detalles de su estudio, ya
que el sermón sería demasiado engorroso si se inclu-
yeran todos.

Ellos deben hacer una selección acertada. Sin embargo, la


audiencia se dará cuenta que han hecho su tarea, que han
estado cavando en las minas de la Palabra de Dios, y que
tienen para ellos un mensaje digno de ser escuchado. Por
70 1 Pautas para interpretar las Escrituras

otro lado, los predicadores mismos se sentirán familiari-


zados con el pasaje bíblico y estarán muy a gusto, ya que
pueden predicar con confianza.

Decidir por un tipo básico


de sermón expositivo

Entre los diferentes tipos de sermones expositivos, pue-


den ser destacados dos de ellos. Hay un enfoque muy
sencillo que, a su vez, podría incluso ser intrigante para
un predicador sin mucha experiencia. Algunos podrían
llamarlo homilía. Éste es su bosquejo básico:

Introducción
A. Explicación del contexto
B. Interpretación del texto
C. Aplicación del mensaje
Conclusión

Hay otro tipo en el cual el predicador se mueve yendo y


viniendo entre el contexto, el texto y la aplicación, esto
es, donde los elementos se entretejen. En este caso, él
debe tener cuidado que la línea de pensamiento sea muy
clara, de manera que la audiencia no sea confundida y
que el texto bíblico permanezca como la base con la cual
trabaja y predica. El bosquejo puede ser muy similar al
bosquejo de un sermón temático. No obstante, este tipo
de sermón está idealmente basado de manera sólida so-
bre el texto. La aplicación es enfatizada fuertemente con
este planteamiento. El bosquejo sigue la argumentación
del autor. Básicamente, el bosquejo de este tipo de ser-
món expositivo, podría ser parecido a lo siguiente:
Pautas adicionales para sermones expositivos 1 71

Introducción
A. Título 1
(Contexto)
Texto
Aplicación
B. Título 2
(Contexto)
Texto
Aplicación
C. Título 3
(Contexto)
Texto
Aplicación
Conclusión

El predicador debe decidir si sigue el primer o segundo


modelo, como se ve más adelante; o cualquier otro tipo
de planteamiento.

Encontrar y fijar la meta del sermón

Durante la discusión de los pasos exegéticas, se plan-


teó la siguiente pregunta: ¿Cuál es el objetivo prin-
cipal al que quiere llegar el autor? Esta pregunta es
crucial. Nosotros hemos enfatizado que la aplicación
debe corresponder con la meta principal. Ahora debe
añadirse que, generalmente, la meta principal del tex-
to debe también convertirse en la meta principal del
sermón. Esta meta debe ser formulada con las pala-
bras propias de uno, en una oración breve. Ella debe,
al mismo tiempo, apelar a la audiencia actual. Robín-
son menciona:
72 1 Pautas para interpretar las Escrituras

Mientras estudie el pasaje, relacione las partes con


cada una de las demás, para determinar la idea
exegética y su desarrollo ... Por lo tanto, a lo largo
del análisis y la síntesis, usted preguntará: ¿cuál
es exactamente el asunto del cual está hablando
el autor? Una vez que determine un asunto posi-
ble, vuelva a través del pasaje y relacione el asun-
to con los detalles. ¿Es su asunto una descripción?
¿Es muy abarcante? ¿Es su asunto una descripción
exacta de lo que menciona el pasaje? La descrip-
ción inicial de lo que es un asunto, a menudo im-
plica que es muy amplio. Para reducirlo, trate de
hacerlo probando a su asunto con una serie de
preguntas definidas ... cuyos nombres son Cómo,
Qué, y Por qué, Cuándo, Dónde y Quién ... el
asunto de Santiago 1:5-8 podría ser cómo obtener
sabiduría en medio de las pruebas ... Habiendo
separado el asunto, usted debe ahora determinar
el complemento o complementos ... En Santiago
1:5-8 el complemento es ... pídelo a Dios con fe.
Una declaración completa de la idea simplemente
se une al asunto con el complemento: la sabiduría
en medio de las pruebas se la obtiene pidiendo a
Dios con fe. A la luz del conocimiento y experien-
cia de la audiencia, piénselo mediante la idea exe-
gética, piénselo en la oración más exacta y memo-
rable posible. 2

Ejemplos:

a). Juan 19:25-27: Porque Jesús nos apoya nosotros


podemos apoyar a otros. b). Juan 20:23-29: Las du-
das no tienen la última palabra.
Pautas adicionales para sermones expositivos 1 73

Además deben formularse las siguientes preguntas:


¿Cuál es el propósito de mi sermón? ¿Por qué pre-
dico este pasaje? ¿Qué deseo lograr? ¿Cuáles son los
resultados tangibles que deseo que sean manifesta-
dos en las vidas de los individuos y en la vida de
la iglesia? Estas preguntas ayudarán al predicador a
mantenerse enfocado, que lleven a su casa un punto
importante que necesita hacerse, y predicar con con-
vicción y urgencia.

Escribir un bosquejo para el sermón

El siguiente paso es escribir un bosquejo homilético para


el sermón. "Pon los resultados de tu exégesis en un bos-
quejo realizable que exponga las afirmaciones y declara-
ciones del texto que son perennes y relevantes para las
necesidades comunes de tu congreg~ción" .3

Un bosquejo es muy importante. Nos ayuda a organi-


zar nuestro material y nuestras ideas organizándolas,
de tal modo que se concreten en una línea de pensa-
miento discernible. La disposición es importante para
la audiencia. Cuanto más claro sea el bosquejo, mejor
podrá seguirlo el oyente y, finalmente, recordar el ser-
món. La disposición nos permite progresar de mane-
ra orientada hacia una meta. Actúa como un esquele-
to soportando un cuerpo. En la predicación bíblica el
bosquejo sigue al texto bíblico lo más cerca posible. 4 El
bosquejo es puesto en forma escrita. Una vez más, véa-
mos los siguientes ejemplos:

El primer ejemplo usa el primer tipo de sermón. El


título es seguido por el bosquejo.
74 1 Pautas para interpretar las Escrituras

¿VIVIENDO SIN CERTEZA?- 2 5AMUEL 23:1-7


Introducción
A. El Contexto
I. La vida de Samuel según 2 de Samuel 23
II. David y su cántico de gratitud (2 Samuel 22)
B. El texto 2 Samuel23:1-7
I. Introducción (v.l)
II. Autorización: Inspiración (vv. 2-3)
III. Mensaje: La recompensa del justo y del
impío (vv. 3-7)
C. Aplicación
Cómo conseguir la certeza de la salvación
I. Hacemos una decisión para Dios (v. Sa)
II. Recordamos nuestras experiencias con Dios (v. Sb)
III. Confiamos en las promesas de Dios (v. Se)
Conclusión

Este es un bosquejo para el segundo tipo de sermo-


nes expositivos:

PLAGADO DE DUDAS- }UAN 20:24-29


Introducción
l. Ilustraciones de la duda
2. La historia del que duda (Juan 20:24-29)
A. Los humanos desean ver y no solamente creer
(vv. 24-25)
I. Razones para la duda
II. La fe es una decisión de nuestra voluntad
B. Jesús confronta nuestras dudas (vv. 26-28)
I. Jesús proporciona hechos
II. Jesús garantiza experiencias
C. La fe genuina no depende de milagros (v. 29)
Conclusión: La duda no tiene la última palabra
Pautas adicionales para sermones expositivos 1 75

Trabajar en la introducción y la conclusión

Debe darse un cuidado especial a la introducción y a la


conclusión del sermón. La introducción debe capturar la
atención de los oyentes y elevarlos desde donde ellos es-
tén. Debe prepararlos para el mensaje bíblico. La intro-
ducción debe coincidir con el sermón y no debe ser muy
larga. Aunque la conclusión del sermón debe marcar la
pauta, normalmente esta todavía no debe de ser mencio-
nada. 5 Ejemplo:

"Todo se ha ido ahora, reino, cuerpo y alma", fue-


ron las últimas palabras de un rey. "La gloria deIs-
rael se ha ido", fueron las palabras de la agonizante
nuera de Elí. "¡Ay de mí, me estoy yendo al infier-
no!", fueron las últimas palabras de un pastor. ¡Las
últimas palabras! ¡Cuán importantes pueden ser las
últimas palabras! Ellas revelan lo que uno ha sido
en realidad durante la vida. Uno puede llevar una
máscara durante toda la vida, pero en el momento
final cae; como las hojas de otoño, antes que llegue
el invierno, cuando todas las hojas de los árboles
caen, y uno no puede esconderlo. Las últimas pa-
labras pueden expresar desesperación. Las últimas
palabras pueden expresar certeza. Volvamos a las
últimas palabras de David en 2 Samuel23:1-7".

En la conclusión el pensamiento principal del sermón es


resumido. Es el pensamiento principal, la meta del ser-
món que los oyentes debieran ser capaces de llevar a casa
y meditar en sus corazones. Por lo tanto, la conclusión
necesita que se le dé mucha atención. Un llamado, un
texto bíblico, una cita significativa pueden ser de mucha
ayuda. En todo caso, la conclusión es el lugar donde la
meta del sermón debe ser establecida clara y explícita-
mente. Incluso si ya ha sido mencionada específicamente
en el cuerpo principal del sermón, con todo la meta debe-
ría ser repetida en la conclusión: Ejemplo:

"Resumamos: (1) Aunque hay miles de buenas ra-


zones para creer en Dios, en Jesús y la vida eterna,
la humanidad siempre desea ver y no solo creer.
Nosotros también no somos la excepción. (2) Je-
sús confronta al incrédulo honesto y no lo deja en
soledad. Él desealibrarnos de nuestras dudas. Él
aporta hechos. Él garantiza experiencias. (3) La fe
genuina, sin embargo, no depende del ver, ni de
milagros. 'Bienaventurados los que no han visto
y creen' (Juan 20:29). Las experiencias son menos
importantes que la Palabra de Dios. Esta Palabra
es confiable. Sobre esta Palabra edificamos la casa
de nuestra fe. Esta Palabra la tornarnos con serie-
dad. Examinarnos los hechos. Luego decidirnos
creer. Y cuando surgen las dudas y la fe es pe-
queña, clamamos corno el padre del niño poseído:
'¡creo, ayuda a mi incredulidad!' (Marcos 9:24).
Yo quiero creer -en ti". Semejante oración no es
desoída, porque: "la duda no es la última palabra".

Escribir el sermón

A menudo es de mucha ayuda escribir todo el sermón.


Esto mejora el estilo, el lenguaje y la fluidez del argumen-
to. Es más, el sermón puede ser usado de nuevo. Puede
ser distribuido si es requerido o también ser impreso. Sin
embargo, al ser presentado el sermón es mejor hacerlo
Pautas adicionales para sermones expositivos 1 77

con el bosquejo y algunas notas únicamente con la intro-


ducción y la conclusión.

Referencias
1
Véase la obra de Robinson.
2
Robinson, 66-68, 97; cf. Black, 105-107.
3
Black, 93.
4
lbíd., 106, "Recuerde que tanto la forma como el contenido debe
surgir del pasaje mismo".
5
Hay una distinción entre un planeamiento inductivo y de-
ductivo. En el planteamiento deductivo la tesis es mencionada
justamente al comienzo. Luego es apoyada por alguna evidencia.
El planteamiento inductivo actúa viceversa. La evidencia es pre-
sentada. Luego después de la evidencia presentada es sacada una
conclusión. Jesús seguía a menudo el planteamiento deductivo,
lo cual sería también beneficioso para los sermones. La tensión es
mantenida, mientras el predicador se mueve hacia adelante. El
planteamiento deductivo a menudo es útil para las conferencias
en un ambiente universitario.
Epílogo

El proceso de interpretación de la Escritura parecería ser


complicado, y es verdad que hemos tratado de ser algo
abarcantes y señalar las diferentes direcciones a las cuales
podemos proseguir mientras tratamos de hacer justicia a
la Palabra de Dios. Sin embargo, los puntos principales
pueden ser resumidos de manera que sean fácilmente
entendibles: Estudie el contexto, estudie el texto, aplique
el texto. De este modo, los beneficios serán inmensos.

Como fieles creyentes, deseosos de mantener la identidad


de nuestro mensaje y nuestra misión, tenemos que,
por sobre todas las cosas, permanecer fieles a nuestra
alta visión de las Escrituras aceptando únicamente
los principios hermenéuticos que no atenten contra la
confianza de las Escrituras, que es la Palabra de Dios.
Debemos tomar la Biblia y, sobre nuestras rodillas, rogarle
a Dios que ilumine nuestra mente. "Si estudiáramos
diligentemente y con oración la Biblia día tras día,
veríamos cotidianamente alguna hermosa verdad bajo
una luz nueva, clara y vigorosa" (Review and Herald, 4 de
marzo de 1884).
Apéndice A

La Santa Biblia: Alcance,


relevancia y autoridad
Elias Brasil de Souza
Instituto de Investigación Bíblica
Asociación General

esde sus inicios, la Iglesia Adventista del Sépti-

D mo Día ha estado comprometida con la Biblia y


la Biblia sola para establecer su sistema de creen-
cias y formar su misión. La Biblia también ha jugado un
papel importante en el ministerio profético de Elena de
White y ha mantenido al movimiento adventista a tra-
vés de tiempos difíciles de confusión teológica.

Las circunstancias culturales, intelectuales y sociales ac-


tuales indican que, al avanzar hacia el futuro, la postu-
ra de la Iglesia sobre la autoridad de la Biblia enfrentará
desafíos cada vez más difíciles en todos los sectores. Las
controversias teológicas, los dilemas éticos y las deman-
das culturales gradualmente forzarán a la Iglesia (en me-
dio de una tormenta de criticismo, duda y presión social)
a tomar una postura clara sobre temas cruciales. Dado
82 1 Pautas para interpretar las Escrituras

el realismo de este escenario, uno se puede preguntar:


¿Cómo puede sobrevivir la Iglesia? ¿Cómo puede la Igle-
sia preservar su identidad en medio de los cambios socia-
les y los desafíos presentados por el fundamento moral
inestable de la sociedad contemporánea?

Fuentes de autoridad teológica

Al lidiar con los desafíos mencionados anteriormente, al-


gunas personas podrían apelar a la tradición; otras, a la
razón y a la experiencia. Algunos creyentes bienintencio-
nados podrían apelar a la comunidad como una base de
autoridad suprema. Lamentablemente, todas estas auto-
ridades mencionadas, por más útiles y convenientes que
sean, no son suficientemente fuertes para funcionar como
el fundamento sólido que la Iglesia necesita para enfren-
tar los desafíos que nos esperan. La tradición, como fuente
última de autoridad teológica, fue examinada por los re-
formadores, que expusieron su deficiencia basados en la
revelación bíblica. Por más buena que sea, y por supuesto
que hay tradición buena (ver 1 Corintios 11:2), nunca pue-
de en sí misma funcionar como el fundamento último para
las creencias y los procedimientos de la Iglesia. Debido a
su misma naturaleza, la tradición es siempre cambiante y
degenera en tradicionalismo con facilidad. Como dice J.
Pelikan: "La tradición es la fe viviente de los muertos; el
tradicionalismo es la fe muerta de los vivientes". 1 Aunque
no es mala en sí misma, la tradición es deficiente como
fuente superior de autoridad para juzgar aseveraciones y
corregir rumbos.

Pero ¿qué podemos decir de la razón? Aunque la razón


puede ser una opción viable, las dos guerras mundiales
La Santa Biblia: Alcance, relevancia y autoridad 1 83

que sumieron a la humanidad en matanzas sin preceden-


tes en nuestra corta historia humana, y cuya culminación
fue el Holocausto, han demostrado ampliamente que no
es confiable. Tales atrocidades, perpetradas por naciones
iluminadas, revelan que el intelecto visionario no pasa la
prueba de confiabilidad absoluta en materias relaciona-
das con el bien último.

En cuanto a los valores humanos y la búsqueda del bien su-


premo, el ideal Cartesiano seguido por la obsesión del Ilu-
minismo, que hace de la razón el centro máximo de autori-
dad ha probado ser, más allá de toda duda, un fracaso total.
La razón, como parte de la imagen de Dios en la humani-
dad, tiene un papel obvio e indispensable en la aprehensión
de información y en el procesamiento del conocimiento. Sin
embargo, también está profundamente afectada por el pe-
cado y, por lo tanto, necesita una fuente de autoridad supe-
rior a ella misma para juzgar y corregir sus caminos.

Más recientemente, la comunidad ha sido presentada


como una opción viable de autoridad suprema. Según
esta postura, la comunidad de creyentes ha de determi-
nar la verdad, y decidir lo que está bien y lo que está mal.
Sin embargo, la comunidad no es un fundamento con-
fiable de autoridad máxima. Aunque yace en el corazón
de lo que significa ser una Iglesia y se valora mucho su
autoridad, la comunidad también ha sido afectada por el
pecado y, en consecuencia, es obvio que no está libre de
fracasos. Las comunidades (religiosas o no) han perpetra-
do actos horribles contra otros seres humanos.

A finales del siglo XX, comunidades enteras estuvieron


a punto de ser aniquiladas, ya fuera por motivos reli-
l:l4 1 Pautas para interpretar las Escrituras

giosos, raciales u otros. Por lo tanto, por mucho que uno


pueda respetar la autoridad de la comunidad, se vuelve
evidente que esta no es un cimiento confiable de autori-
dad suprema. La comunidad debe estar subordinada a
una autoridad superior, a fin de decidir lo que está bien
y lo que está mal.

En el intento por resolver los problemas ligados a la


razón, la tradición y la comunidad, uno podría señalar
que el Espíritu Santo, al iluminar a los creyentes, es el
fundamento supremo de autoridad. Aunque esta suge-
rencia pareciera ser absolutamente correcta a primera
vista, deberíamos recordar que no pocas veces las ape-
laciones al Espíritu se transforman en formas sutiles de
legitimar la propia experiencia subjetiva. Aun al apelar
al Señor Jesucristo, como fuente suprema de autoridad
en cuestiones teológicas, el creyente corre el riesgo de
argumentar sobre la base de un Jesús reconstruido se-
gún sus propias preferencias personales o culturales.

El poder del Espíritu y el señorío de Jesús, ciertamente,


juegan un papel fundamental para resolver desacuer-
dos teológicos. Sin embargo, podría surgir el cuestiona-
miento en cuanto a cómo uno puede estar seguro de que
cierto curso de acción está siendo motivado por el Es-
píritu y representa el señorío de Jesús. Una vez más, al
apelar indiscriminadamente al Espíritu Santo o a Jesús,
se corre el riesgo de reemplazar a Jesús y 1o al Espíritu
por la razón o la experiencia, la tradición o la comuni-
dad, y de este modo identificar los propios deseos y pre-
ferencias con la voluntad de Jesús y1o la dirección del
Espíritu Santo.
La Santa Biblia: Alcance, relevancia y autoridad 1 85

Entre esas fuentes de autoridad tan importantes, aunque


limitadas y restringidas, la Biblia emerge como el están-
dar único y absoluto para juzgar toda otra autoridad.
Semejante postulado surge naturalmente del ejemplo de
Jesús y las declaraciones de autenticación propia de las
Escrituras mismas.

No se requiere mucho esfuerzo para notar que, según


los Evangelios, Jesús consideraba a la Escritura como la
corte suprema de apelaciones y, repetidamente, la seña-
ló para clarificar algún tema o resolver un debate. En su
apelación a un pasaje bíblico, Jesús aseveró con absoluta
convicción:"[ ... ] la Escritura no puede ser quebrantada"
(Juan 10:34, 35).

Las Escrituras afirman, vez tras vez, que lo que se está


diciendo proviene de Dios. Escribiéndole a Timoteo, Pa-
blo afirmó: "que desde la niñez has sabido las Sagradas
Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salva-
ción por la fe que es en Cristo Jesús".

"Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para en-


señar, para redargüir, para corregir, para instruir en jus-
ticia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, entera-
mente preparado para toda buena obra" (2 Timoteo 3:15-
17). Este texto clásico afirma el origen divino de la Biblia,
con sus consiguientes implicaciones para su inspiración
y autoridad. Evalúa las Escrituras como provechosas y
clarifica su propósito: "hacer sabio para la salvación".

Sobre la base de la aseveración de las Escrituras mismas,


en cuanto a su origen y propósito, estamos justificados
para tomar la Biblia como la sede suprema de autoridad.
86 1 Pautas para interpretar las Escrituras

La epístola a los Hebreos declara: "Dios, habiendo habla-


do muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a
los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha
hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo,
y por quien asimismo hizo el universo" (Hebreos 1:1, 2).
Este corto pasaje ilustra y encapsula el canon entero. En
el Antiguo Testamento, Dios nos habla "de muchas ma-
neras por medio de los profetas". En el Nuevo Testamen-
to, Dios nos habla "a través del Hijo".

Por lo tanto, solamente las Escrituras son capaces de


guiarnos para salir del laberinto de tantas opciones éticas
y puntos de vista teológicos que compiten por aceptación
en una cultura de relativismo y consumismo. Solamente
al aceptar las aseveraciones de autoautenticación de la
Biblia y al tomar en consideración su autoridad absoluta,
podrá la Iglesia resolver sus dilemas y aun así perma-
necer unida bajo el señorío de Jesucristo. 2 A fin de saber
qué camino debemos elegir como Iglesia corporativa y
como miembros individuales de la Iglesia, no hay otra
opción que volvernos a las Escrituras. Después de todo,
la Biblia claramente manifiesta sus afirmaciones de au-
toautenticación como la suprema corte de apelación en
todos los asuntos teológicos y prácticos para la Iglesia.
Como lo expresa el conocido pasaje de Isaías: "¡A la ley
y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque
no les ha amanecido" (Isaías 8:20; cf. 2 Timoteo 3:16, 17).

Relevancia de las Escrituras

La revelación de Dios en las Escrituras es el medio más


objetivo y fundamental que utiliza Dios para comunicar
su voluntad a la Iglesia. Aunque los desarrollos moder-
nos en las ciencias sociales, la semiótica y la teoría lin-
güística han enfatizado la importancia de varios medios
y procesos de comunicación (incluyendo la comunica-
ción no verbal), la palabra sigue siendo el instrumento
primario y fundamental para la interacción y las relacio-
nes interpersonales. 3

Dotados de la imagen de Dios, los seres humanos re-


cibieron del Creador la habilidad de la comunicación
objetiva y verbal como ningún otro de los seres creados
que pueblan este planeta. Como si esto no fuera sufi-
ciente, Dios reveló su voluntad a los seres humanos por
medio de palabras. Y, a través de la Biblia, Dios esta-
blece relaciones y provee dirección para su pueblo. El
poder efectivo de la Palabra de Dios en la creación y la
regeneración, siempre presente desde Génesis hasta el
Apocalipsis, es expresado concisamente en Isaías 40:8:
"Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del
Dios nuestro permanece para siempre".

La Palabra de Dios afirma tener autoridad sobre todas las


áreas y dimensiones de la vida individual y eclesiástica.
Los siete puntos desarrollados a continuación solamente
ejemplifican algunas áreas que requieren atención, si de-
seamos ser fieles a las demandas detalladas y magnáni-
mas de las Escrituras.

1. Los teólogos y docentes de Biblia tienen la solem-


ne responsabilidad de colocar la erudición al servi-
cio de Dios y de su Palabra. Hace más de treinta
años, James D. Smart escribió un libro titulado The
Strange Silence of the Bible in the Church: A Study in
Hermeneutics [El extraño silencio de la Biblia en la
iglesia: Un estudio de la hermenéutica]. 4 Esta obra
argumenta que, aunque la Biblia ha sido producida
en masa y ha aumentado el conocimiento acadé-
mico que se tiene de ella, este conocimiento no ha
llegado a las personas. Sin embargo, el desafío cru-
cial que enfrenta hoy la Iglesia no es la ignorancia
del mensaje de la Biblia, sino el silencio de su voz
autoritativa. Un vistazo a las más recientes obras
bíblicas y teológicas producidas por los supuestos
eruditos conservadores pareciera indicar una ate-
nuación de algunas de las aseveraciones centrales
de la Biblia. Por ejemplo, se podría mencionar el
escepticismo creciente de algunos eruditos evan-
gélicos en cuanto a la literalidad e historicidad del
registro de Génesis de la creación, acoplado a una
disposición creciente a aceptar la evolución. 5

Esta situación coloca una gran responsabilidad so-


bre los hombros de los eruditos adventistas. Con la
variedad abrumadora de marcos teóricos y opcio-
nes metodológicas disponibles en la comunidad
académica, los eruditos adventistas deben utilizar
habilidades críticas para adoptar presuposiciones
y métodos correctos en la interpretación de la Bi-
blia. Además, la combinación de integridad aca-
démica y humildad sigue siendo el estándar para
todo investigador de la Biblia y teólogo. La autori-
dad del intérprete bíblico debe estar subordinada
a la de la Biblia, y las opiniones particulares debe-
rían ser sometidas, con humildad, a la evaluación
de los pares y, en última instancia, de la Iglesia en
general. Al integrar el trabajo competente con la
oración de confianza en el Espíritu, los teólogos
y docentes bíblicos podrán continuar siendo una
bendición para la Iglesia, así como también ayu-
darla a entender mejor la Palabra de Dios y apli-
carla. Las palabras de Malaquías a los sacerdotes
israelitas se aplican adecuadamente a los teólogos
adventistas: "Porque los labios del sacerdote han
de guardar la sabiduría, y de su boca el pueblo
buscará la ley; porque mensajero es de Jehová de
los ejércitos" (Malaquías 2:7).

2. Los líderes de la Iglesia deben permitir que la Bi-


blia determine su estilo de liderazgo. Se ha dicho
que la Biblia es "la mayor colección de estudios de
caso de liderazgo alguna vez escrita, con consejos
tremendamente útiles para los líderes y los admi-
nistradores de hoy" .6 Pero, en los asuntos del lide-
razgo y la administración de la Iglesia, la Biblia es
esencial no solo por sus "estudios de caso", sino
también por los principios de liderazgo que contie-
ne. Las técnicas de administración y las iniciativas
de marketing podrán tener su lugar en el funciona-
miento general de la Iglesia; pero, sin la Biblia, estas
herramientas, de otro modo útiles, se transforman
en nada más que modelos seculares de eficiencia
y profesionalismo. Los líderes de la Iglesia son lla-
mados no solamente a promover la predicación de
Jesús, sino también a seguir el estilo de liderazgo y
administración de Jesús. Los líderes de la Iglesia no
son llamados a actuar o comportarse como gerentes
de empresas, sino a ser líderes como Jesús: "Apa-
centad la grey de Dios que está entre vosotros, cui-
dando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente;
no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pron-
YU 1 Pautas para interpretar las Escrituras

to; no como teniendo señorío sobre los que están a


vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. Y
cuando aparezca el Príncipe de los pastores, voso-
tros recibiréis la corona incorruptible de gloria" (1
Pedro 5:2-4).

3. La oración, una disciplina espiritual obvia que


generalmente es dada por sentada, debe tener una
orientación bíblica. Según la Biblia, se debe orar con
un reconocimiento de la santidad de Dios y de la
pecaminosidad humana. La oración bíblica no fun-
ciona como un mantra para manipular a Dios, sino
como un medio de comunicación y comunión entre
pecadores penitentes, y un Creador y Redentor mi-
sericordioso. El siguiente pasaje captura una dimen-
sión importante de la oración bíblica: "Buscad a Je-
hová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto
que está cercano. Deje el impío su camino, y el hom-
bre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová,
el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro,
el cual será amplio en perdonar. Porque mis pensa-
mientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros
caminos mis caminos, dijo Jehová" (Isaías 55:6-8).

4. El evangelismo debe tener orientación bíblica.


Aunque hay muchas maneras legítimas de motivar
a las personas a ir a Jesús, la predicación de la Pala-
bra debe ser central en los emprendimientos misio-
nales de la Iglesia. A la par y por encima de los dife-
rentes métodos empleados para atraer a las perso-
nas a Jesús, se deberían realizar grandes esfuerzos
por llevarlas a confiar en la Palabra de Dios y seguir
al Jesús que revela. De ese modo, el evangelismo,
la Santa Biblia: Alcance, relevancia y autoridad 1 91

en sus múltiples expresiones, no solamente procla-


mará la persona de Jesús, sino también invitará a
las personas a obedecer a Jesús y a ser fieles a su
mensaje, tal como es revelado en las Escrituras. El
verdadero evangelismo honra las Escrituras. Cuan-
do fue llamado a comparecer ante el rey Agripa,
Pablo dejó en claro que su predicación pretendía
no decir "nada fuera de las cosas que los profetas
y Moisés dijeron que habían de suceder" (Hechos
26:22). Y, seguidamente, el apóstol formuló almo-
narca la pregunta decisiva: "¿Crees, oh rey Agripa,
a los profetas?" (26:27).

5. La educación cristiana también debe ser condi-


cionada por la revelación bíblica de Dios. Que la
educación, en su esencia, debe tomar en conside-
ración la Palabra de Dios es claramente expresada
por las amonestaciones de la sabiduría de Dios en
los numerosos pasajes que enfatizan las instruc-
ciones1leyes1testimonios del Señor como fuentes
de sabiduría. El capítulo más largo de la Biblia, el
Salmo 119, se dedica exclusivamente a ensalzar los
beneficios de la Torá, la revelación de Dios, para el
crecimiento espiritual e intelectual de los hijos de
Dios. En la misma línea, la literatura sapiencial de
la Biblia hebrea no escatima palabras para advertir
y amonestar a aquellos que buscan la sabiduría a
fin de que atesoren la Palabra de Dios. Con una per-
cepción profunda de lo que quiere decir la Biblia al
referirse a la educación, Martín Lutero escribió esta
declaración famosa: "Temo mucho que las universi-
dades vengan a ser las anchas puertas del infierno,
a menos que se apliquen cuidadosamente a explicar
las Santas Escrituras y a grabarlas en el corazón de
los jóvenes. Yo no aconsejaría a nadie que coloque
a su hijo donde las Escrituras no reinen supremas.
Toda institución donde los hombres no estén ince-
santemente ocupados con la Palabra de Dios se vol-
verá corrupta" _7 De ahí la relevancia de la apelación
de Dios a sus hijos: "Adquiere sabiduría, adquiere
inteligencia; no te olvides ni te apartes de las razo-
nes de mi boca" (Proverbios 4:5).

6. El ministerio de la música es una importante


área de la vida eclesiástica que necesita fundamen-
tarse en la Biblia. La música puede sobresalir en
muchas formas de comunicación como un medio
para transmitir la verdad. Puede haber muchos
cristianos que no conocen bien la Biblia, pero difí-
cilmente haya una persona que no conozca varios
himnos o cánticos religiosos. En algunas congre-
gaciones, han surgido conflictos sobre estilos e ins-
trumentos musicales; pero, por más importantes
que estos sean en la transmisión de la atmósfera
correcta para la adoración, no deberíamos dejar de
lado la importancia de la letra de las canciones y
los himnos, cuyo mensaje debería estar en armonía
con las enseñanzas de la Escritura. Los composito-
res y los músicos de la Iglesia tienen el sagrado de-
ber de componer e interpretar música de iglesia de
tal manera que comunique un mensaje acorde al
carácter de Dios revelado en las Escrituras: "Can-
tad a Dios, cantad; cantad a nuestro Rey, cantad;
porque Dios es el Rey de toda la tierra; cantad con
inteligencia" (Salmos 47:6, 7).
7. La adoración en la Iglesia debe otorgarle un lu-
gar importante a la lectura y a la predicación de las
Escrituras. El servicio de adoración no debería con-
vertirse en un medio para hacer anuncios y publici-
tar las actividades y los programas de la iglesia, de
modo que casi no quede tiempo para la exposición
de la Palabra de Dios. Cuando el pueblo de Dios
se reúne para adorar, necesita recibir la Palabra, a
fin de que esta lo ayude a enfrentar las pruebas, los
desalientos y los desafíos de la vida diaria. Nada de-
bería perjudicar ni reemplazar la proclamación de
la Palabra. Los predicadores que utilizan el púlpito
para contar historias personales sin una exposición
bíblica responsable o para el mero entretenimiento
de sus audiencias, están traicionando su llamado
y profanando el púlpito. Lo que Pablo escribió en
1 Corintios 2:2 debería convertirse en el punto de
orientación de todo predicador: "Pues me propuse
no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucris-
to, y a éste crucificado".

Nuestra predicación y exposición debe estar formada por


una investigación y un estudio apropiados de las Escritu-
ras. La Biblia no funciona meramente como un recetario
o un libro de referencia. La Biblia no siempre provee res-
puestas fáciles y preparadas para algunas de las circuns-
tancias desafiantes de la vida. Podríamos no encontrar
un pasaje o un versículo específico para cada problema
espiritual o personal. 8 Pero la Biblia, si es correctamente
interpretada, provee por cierto las respuestas finales para
las preguntas más cruciales de la vida (e incluso para
asuntos relacionados con los procedimientos eclesiásti-
cos), pues la relevancia de la Biblia trasciende la suma
de sus partes individuales. Como el registro escrito del
plan universal de Dios para redimir al mundo de peca-
do, la Biblia provee al pueblo de Dios una cosmovisión,
una metanarrativa que abarca desde la creación inicial del
mundo hasta su nueva creación. Aunque hay pasajes y
textos individuales que pueden traer consuelo en situa-
ciones de dolor y sufrimiento, e incluso proveer consejos
para circunstancias específicas, uno nunca debería perder
de vista las interconexiones orgánicas entre los diferen-
tes pasajes y temáticas de la Biblia en el gran panorama
del plan de salvación. Por lo tanto, a todo predicador le
incumbe hacer que la unidad, la verdad y la autoridad
de la Biblia sean claras y accesibles para la audiencia. Los
predicadores deberían prestar atención al consejo de Pa-
blo a Timoteo: "Procura con diligencia presentarte a Dios
aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse,
que usa bien la palabra de verdad" (2 Timoteo 2:15).

Conclusión

Tal como ha sido argumentado anteriormente, la Biblia


permanece como el fundamento absoluto sobre el cual la
Iglesia debería basar su teología y sus prácticas. Como
enfatiza Pablo en Efesios 5:25-27: "Cristo amó a la Iglesia,
y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habién-
dola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,
a fin de presentársela a sí mismo, una Iglesia gloriosa,
que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino
que fuese santa y sin mancha". Por lo tanto, a fin de per-
manecer fiel al Señor, la Iglesia debe continuar sostenien-
do en alto la Palabra de Dios como la autoridad suprema
para establecer sus creencias, y arbitrar su experiencia y
su práctica.
La Santa Biblia: Alcance, relevancia y autoridad 1 95

Referencias

1
Jaroslav Pelikan, The Vindication of Tradition, The 1983 Jeffer-
son Lecture in the Humanities (New Haven: Yale University Press,
1984), 65.
2
Véase el estudio realizado por Kwabena Donkor, "Contemporary
Responses to Sola Scriptura: lmplications for Adventist Theology",
Reflections- The BRJ Newsletter 41 (Enero, 2013), 5-8.
3
Vern S. Poythress, In the Beginning was the Word: Language, A God-
Centered Approach (Wheaton, IL: Crossway Books, 2009), 11-38.
4
James D. Smart, The Strange Silence of the Bible in the Church: A Stu-
dy in Hermeneutics (Filadelfia: Westminster Press, 1976), 142.
5
Véase, por ejemplo, Peter Enns, The Evolution of Adam: What the
Bible Does and Doesn't Say About Human Origins (Grand Rapids, MI:
Brazos Press, 2012); John H. Walton, Genesis 1 as Ancient Cosmology
(Winona Lake, IN: Eisenbrauns, 2011); Bruce K. Waltke y Charles Yu,
An Old Testament Theology: An Exegetical, Canonical, and Thematic Ap-
proach (Grand Rapids, MI: Zondervan, 2007), 153.
6
Lorin Woolfe, The Bible on Leadership: From Mases to Matthew: Ma-
nagement Lessons for Contemporary Leaders (Nueva York: MJF Books,
2003), ix.
7
Citado en Mark Water, The New Encyclopedia of Christian Quota-
tions (Alresford, Hampshire: John Hunt Publishers, 2000), 129. Véase
también Elena de White, El conflicto de los siglos (Buenos Aires: Asocia-
ción Casa Editora Sudamericana, 2008), 151.
8
Ekkehardt Mueller, "Hermeneutical Guidelines for Dealing with
Theological Questions", Reflections- The BRI News/etter 40 (Octubre,
2012), 1-6.
Apéndice B

La Biblia y los escritos


de Elena de White
Gerhard Pfandl y Joel Iparraguirre
Instituto de Investigación Bíblica, Asociación General
Universidad Peruana Unión

e onsiderado como un movimiento escatológico, la


Iglesia Adventista del Séptimo Día (IASD) nació
del ferviente estudio de las Escrituras, enfocándo-
se en una misión específica: proclamar la Palabra de Dios
"a toda nación, tribu, lengua y pueblo" (Apocalipsis 14:6).

Desde sus orígenes y bajo la influencia estabilizadora de


Elena de White1 en su formación/ los adventistas del sép-
timo día guardaron y guardan respeto por las Escrituras.
Como el Pueblo de la Biblia, sus 28 creencias están ínti-
mamente enraizadas a los preceptos divinos. 3 Entre ellas,
la número 18 desempeña un papel importante, pues se-
ñala al" don de profecía" .4 La IASD cree que este don es

una señal identificadora de la Iglesia remanente y


se manifestó en el ministerio de Elena de White.
98 1 Pautas para interpretar las Escrituras

Como mensajera del Señor, sus escritos son una


permanente y autorizada fuente de verdad que
proporciona consuelo, dirección, instrucción y co-
rrección a la Iglesia. 5

Aunque se ha señalado que esta afirmación se ve cla-


ramente reflejada a través de la publicación de libros y
revistas, como también en diversas resoluciones y expo-
siciones oficiales que fueron aprobadas en distintas se-
siones de la Asociación General expresando su confian-
za y compromiso con el don profético,6 sin embargo, pa-
reciera que todos estos esfuerzos han sido en vano pues
no han logrado evitar que, en algunos sectores, se haya
cuestionado e incluso distorsionado las enseñanzas y el
ministerio de Elena de White. 7

Una de estas cuestiones tiene que ver con la autori-


dad de la Biblia. En 1919, D. M. Canright argumentó
que "la Biblia y la Biblia sola, no es el credo de los
adventistas del séptimo día. Es la Biblia y algo más; es
la Biblia y los escritos de la Sra. White" .8 Los líderes,
añadió Canright, "instan a los 'testimonios' de la Sra.
White sobre su pueblo constantemente, en sus sermo-
nes y publicaciones de iglesia". Parece que su palabra
es definitiva: "Cualquier interpretación que hace de
un texto, o cualquier declaración que hace sobre un
tema, lo concluye de manera indiscutible. Es lo que
Dios dice, y finaliza" .9

Debido a que el tema de la autoridad de Elena de White


en relación con la autoridad de la Biblia probablemen-
te ha planteado y sigue planteando más controversia
que cualquier otro asunto relacionado con su ministerio
La Biblia y los escritos de Elena de White 1 99

profético,10 uno podría hacerse las siguientes preguntas:


¿los escritos de Elena de White tienen realmente la mis-
ma autoridad que la Biblia? Si es que la tuviera, ¿la IASD
violaría y rechazaría el principio de la sola Scriptura al
tener dos autoridades?

Con el fin de exponer la verdad de manera clara y


estar siempre preparados para presentar defensa con
mansedumbre y reverencia ante todo el que nos de-
mande razón de la esperanza que hay en nosotros (Cf.
1 Pedro 3:15) el presente estudio tiene como objetivo
prestar atención al tema de la autoridad de la Biblia
y de los escritos de Elena de White. No obstante, esto
no podría lograrse si, en primer lugar, no tratáramos
brevemente sobre la inspiración de los escritos de Ele-
na de White.

La inspiración de Elena de White

Las Escrituras no reconocen grados de inspiración. Un


profeta no puede ser solamente 50% inspirado, y otro
profeta, un 80% inspirado. Las personas son inspira-
das o simplemente no lo son. Por lo tanto, debemos
concluir que el Espíritu Santo, quien inspiró a los es-
critores bíblicos, también inspiró a Elena de White en
el mismo grado. 11

Durante los setenta años de su ministerio, Elena de Whi-


te recibió unas dos mil visiones y sueños. Su primera
visión la recibió a fines de 1844 y la última el 3 de marzo
de 1915. Durante los primeros cuarenta años de su mi-
nisterio, ella recibió muchas visiones abiertas, es decir,
visiones en público.
100 1 Pautas para interpretar las Escrituras

Sin embargo, ¿por qué cesaron las visiones abiertas?


Un breve estudio revela que Dios inició la Iglesia cris-
tiana con muchos fenómenos sobrenaturales. En el
Pentecostés, la aparición de las lenguas produjo bas-
tante agitación en la comunidad (Hechos 2:5-13). Pe-
dro y Juan sanaron al paralítico a la puerta del templo,
y la gente estuvo maravillada (3:6-10). Ananías y Safira
fueron muertos (5:5, 10), y Dorcas fue levantada de los
muertos (9:40-42). Pero una vez que la Iglesia quedó
establecida, estas manifestaciones disminuyeron. Dios
siguió obrando milagros, pero estas demostraciones
públicas de su poder ya no eran necesarias.

Así sucedió también en la IASD. Las manifestaciones


sobrenaturales, visibles, disminuyeron mientras la
Iglesia se establecía y la profetisa llegaba a ser acepta-
da. Empero, ¿fue inspirado por Dios todo lo que escri-
bió Elena de White? No. Y ella misma lo explica de la
siguiente manera:

Hay oportunidades cuando deben declararse co-


sas comunes, pensamientos comunes deben ocu-
par la mente, deben escribirse cartas comunes
y se debe dar información que ha pasado de un
obrero a otro. Tales palabras, tal información, no
son dadas bajo la inspiración especial del Espí-
ritu de Dios. Se hacen preguntas a veces que no
tienen nada que ver con temas religiosos, y esas
preguntas deben ser contestadas. Conversamos
acerca de casas y tierras, transacciones comercia-
les y ubicación para nuestras instituciones, sus
ventajas y desventajasY
La Biblia y los escritos de Elena de White 11 O1
Así como los profetas bíblicos, Elena de White tuvo que
tratar con problemas y preguntas que no tenían nada que
ver con su don profético. Por lo tanto, lo que escribió o dijo
con respecto a estos asuntos, no fue inspirado. Note tam-
bién lo que ella dijo en una carta que escribió en 1906 al Dr.
Paulson, fundador y director del Sanatorio de Hinsdale:

En su carta, Ud. habla de que fue instruido desde


niño en tener fe implícita en los testimonios y dice:
'Fui inducido a concluir y creer con toda firmeza
que cada palabra que Ud. habló en público o en
privado, que cada carta que Ud. escribió en cual-
quier circunstancia y en todas ellas, fueron tan ins-
piradas como los Diez Mandamientos'.

Mi hermano, Ud. ha estudiado mis escritos diligen-


temente, y nunca ha encontrado que yo haya preten-
dido algo semejante, ni tampoco encontrará que los
pioneros de nuestra causa jamás pretendieron eso.U

Por otra parte, la creencia en la inspiración de Elena de


White significa por implicación la creencia de que lo que ella
declaró ser de Dios debe ser aceptado como tal. Como dijo
F. M. Wilcox, quien por muchos años fue director de la
Review and Herald y quien la conocía personalmente:

Debemos creer que lo que ella dijo, a viva voz o


por la pluma, en páginas impresas o por medio de
la correspondencia, como mensajes de Dios, era
cierto como se los presentaba. Debemos aceptar
sus afirmaciones como verdaderas en relación con
esto, o sino, rechazar totalmente su llamado al car-
go profético. 14
102 1 Pautas para interpretar las Escrituras

La autoridad de la Biblia

La posición de los pioneros


adventistas

Antes que nada, se debe tener en cuenta que la gran ma-


yoría de nuestros pioneros, incluyendo Guillermo Mi-
ller,l5 creían en el principio de la Reforma Protestante
conocido como la sola Scriptura. Por ejemplo, Jaime Whi-
te, en su primera publicación A Word to the "Little Flock"
(Una palabra al "pequeño rebaño") de 1847 escribió que
"la Biblia es una revelación perfecta y completa. Es nues-
tra única regla de fe y práctica" .16 En abril de 1851, en un
artículo publicado en la Review and Herald, declaró que
"los cristianos nunca deberían poner las visiones [de Ele-
na de White] por encima de la Biblia". La Palabra de Dios,
siguió, "debe estar al frente, y el ojo de la Iglesia debe es-
tar puesto sobre ella, como la regla por donde caminar,
y como la fuente de la sabiduría de la que aprender debe
ser la obligación de 'toda buena obra"' Y

Urías Smith, por su lado, escribió una memorable analo-


gía sobre el papel del don profético en los últimos días
titulado "Do We Discard the Bible by Endorsing the Vi-
sions?" (¿Descartamos la Biblia por respaldar las visiones
[de Elena de White]?). 18 Utilizó la ilustración de un tra-
satlántico acercándose a un puerto, donde debe detener-
se para permitir que el piloto portuario suba a bordo y
garantice un viaje seguro a través de las peligrosas aguas
cercanas a la costa. 19 Su analogía fue clara:

Los dones del Espíritu son dados para ser nues-


tro piloto a través de estos tiempos peligrosos, y
La Biblia y los escritos de Elena de White ¡103

en cualquier lugar y en quienquiera que encontre-


mos auténticas manifestaciones de estos, estamos
obligados a respetarlos, no podríamos hacerlo de
otro modo, sin rechazar la Palabra de Dios que nos
guía a recibirlos. ¿Quién ahora se afirmará sobre la
Biblia y la Biblia sola? 20

George l. Butler, expresidente de la Asociación General


y líder eclesiástico en distintas capacitaciones durante
el siglo XIX, respondió a las críticas sobre las visiones
de Elena de White en "The Vision: How They Are Held
Among Seventh-day Adventists" (La visión: La forma
en que estas se llevan a cabo entre los adventistas). 21 Él
declaró que

las Escrituras son nuestra regla para probar todo,


las visiones así como todas las demás cosas. Esta re-
gla, por lo tanto, es de máxima autoridad .... Si la
Biblia muestra que las visiones no están en armonía
con ella, entonces la Biblia se aparta, y las visiones
son abandonadas. 22

La postura de Elena de White

¿Cómo consideró Elena de White a la Biblia? Al respecto


P. Gerard Damsteegt, menciona que:

Elena de White consideró que la Biblia es la misma


Palabra de Dios, la revelación suprema de su volun-
tad, la norma infalible para la fe y práctica cristiana,
y la más alta autoridad para el ser humano. Para ella,
la suprema autoridad de la Biblia se basa en su afir-
mación de que Dios es su autor. 23
104 1 Pautas para interpretar las Escrituras

"La Biblia es la voz de Dios hablándonos con tanta


seguridad como si pudiéramos oírlo con nuestros oí-
dos", señaló Elena de White. 24 También revela la vo-
luntad de Dios. "Las Santas Escrituras deben ser acep-
tadas como dotadas de autoridad absoluta y como
revelación infalible de su voluntad" .25 "El hombre es
falible, pero la Palabra de Dios es infalible". 26 Por lo
tanto, "debemos considerar la Palabra de Dios como
la autoridad suprema" _27

La Biblia y la Biblia sola, ha de ser nuestro credo, el


único lazo de unión, todos los que se inclinen a esta
Santa Palabra estarán en armonía. 28

La Biblia y la Biblia sola, ha de ser la regla de nuestra


fe. Es una hoja del árbol de la vida... [que] crecerá
fuerte para hacer la voluntad de Dios. Por nuestros
caracteres semejantes a Cristo demostraremos que
creemos en la Palabra, aferrándonos a la Biblia como
la única guía al cielo. 29

Las palabras de la Biblia, y de la Biblia sola, deben


oírse desde el púlpito. 30

En la actualidad los hombres se han alejado mu-


cho de sus doctrinas y preceptos, y se hace muy
necesario volver al gran principio protestante: la
Biblia, únicamente la Biblia, como regla de la fe y
del deber. 31

Dios tendrá en la tierra un pueblo que sostendrá la


Biblia y la Biblia sola, como piedra de toque de todas
las doctrinas y base de todas las reformas. 32
La Biblia y los escritos de Elena de White ¡105

Elena de White aceptó la autoridad de la Biblia sin ningún


apoyo de argumentos extrabíblicos. Insta a los cristianos a
11
volver al gran principio protestante -la Biblia y la Biblia
sola [sola Scriptura]-, como nuestra regla de fe y prácti-
ca" ,33 y esto se ve reflejado a lo largo de su ministerio afir-
mando reiteradamente este principio. 34

La autoridad de los escritos de Elena de White

Como Creador y Señor de toda la naturaleza y la his-


toria, Dios tiene el derecho de ejercer autoridad sobre
la humanidad (Salmo 96:2-6; Isaías 45:22, 23). En los
tiempos del Antiguo Testamento, Dios designó su au-
toridad a ciertas personas que sirvieron como profetas
(1 Samuel 3:20; 9:9; 2 Samuel 7:2). Él se comunicaba
con ellos mediante visiones y sueños (Números 12:6),
y eran portavoces de Dios dotados de autoridad para
su pueblo (Jeremías 13:12; Ezequiel 24:21), así como
Aarón fue el portavoz autorizado para Moisés (Éxo-
do 4:16). En los tiempos del Nuevo Testamento, Jesús
autorizó a sus discípulos y a los profetas del Nuevo
Testamento a proclamar su mensaje. Por eso Pablo
11
pudo decir: Cuando recibisteis la palabra de Dios que
oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de
hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios"
(1 Tesalonicenses 2:13).

La palabra profética tiene autoridad porque Dios le da


su autoridad. Moisés sabía que él estaba autorizado
para hablar en lugar de Dios. Isaías lo sabía. Pablo y Pe-
dro lo sabían (2 Corintios 10:8; 2 Pedro 3:1, 2, 15, 16). Y el
pueblo de Dios los aceptaba como mensajeros de Dios.
106 1 Pautas para interpretar las Escrituras

La autoridad de los profetas


no canónicos

En la Biblia encontramos profetas canónicos tales como


Moisés y Jeremías, profetas cuyos escritos llegaron a ser
parte del canon bíblico. También encontramos profetas
no canónicos como Natán (1 Crónicas 29:29), Ahías e
Iddo (2 Crónicas 9:29), cuyos libros, aunque inspirados,
no llegaron a ser parte del canon bíblico. No sabemos
por qué Dios seleccionó algunos libros escritos por pro-
fetas inspirados para estar en la Biblia y dejó afuera a
otros que igualmente lo fueron. Obviamente, Él sabía
qué necesitaría la humanidad para comprender el plan
de salvación. Sin embargo, lo que dijeron y escribieron
los profetas no canónicos tenían la misma autoridad
para el pueblo de su tiempo como los libros de Moisés
y de Isaías (2 Samuel12:7-14). La autoridad de un libro
profético radica en su inspiración, no sobre su lugar en
el canon. Desde los tiempos de Juan, el revelador, el ca-
non bíblico ha sido cerrado y ningún otro libro inspira-
do puede añadirse a este.

Si los arqueólogos encontraran hoy el libro de Natán,


no sería añadido al canon, sino que permanecería como
un libro inspirado fuera del canon. Y las declaraciones
teológicas que contuviera seguirían siendo declaracio-
nes inspiradas y dotadas de autoridad, aunque están
fuera del canon. El canon es sencillamente la colección
de libros que se reunieron bajo la conducción de Dios
como la regla de fe y práctica para el pueblo de Dios. El
canon es la norma por la cual todo lo demás debe me-
dirse. Contiene todo lo que una persona necesita saber
para ser salvo.
La Biblia y los escritos de Elena de White ¡101

El apóstol Pablo escribió varias cartas inspiradas que se


perdieron. Por ejemplo, su carta a los laodicenses (Colo-
censes 4:16) y la carta que escribió a los corintios antes
de escribir lo que conocemos como 1 Corintios (5:9). Si
alguien encontrara estas cartas hoy, no llegarían a ser
parte de la Biblia, sino permanecerían como cartas ins-
piradas fuera del canon.

Los escritos de Elena de White

Las Escrituras son el mensaje de Dios para todos los tiem-


pos y todas las personas. Es la vara de medir, la regla con
la cual se ha de medir todo lo demás, la guía suprema
para todo cristiano. Los escritos de Elena de White, por
otro lado, son mensajes de Dios para un pueblo especí-
fico -su iglesia remanente- en un tiempo específico de
la historia: el tiempo del fin. Sus escritos no son una nor-
ma nueva o una doctrina adicional, sino una ayuda para
la Iglesia en el tiempo del fin. De aquí que sus escritos
tienen un propósito diferente del de las Escrituras. Son
"una luz menor para guiar a los hombres y las mujeres a
la luz mayor" .35

En el año 1982, el Instituto de Investigación Bíblica de


la Asociación General emitió una declaración de afirma-
ciones y negaciones en lo que refiere a los escritos de
Elena de White. 36 Una de las afirmaciones declara:

Creemos que Elena de White fue inspirada por el


Espíritu Santo y que sus escritos son el producto de
esa inspiración, y son específicamente aplicables y
dotados de autoridad, especialmente para los ad-
ventistas del séptimo día.
108 ¡ Pautas para interpretar las Escrituras

Las negaciones dejaron en claro que, si bien la calidad o


el grado de inspiración en los escritos de Elena de White
no difiere al de las Escrituras, los adventistas del sépti-
mo día "no creemos que los escritos de Elena de White
son una adición al canon de la Sagrada Escritura".

Se concluyó, por tanto, que "una correcta comprensión


de la inspiración y la autoridad de los escritos de Elena
de White evitará dos extremos: (1) con respecto a cómo
estos escritos funcionan en un nivel canónico idéntico a
la Escrituras, o (2) considerándolos como literatura cris-
tiana ordinaria".

Elena de White y la autoridad


de sus escritos

Los adventistas del séptimo día rechazan la idea de


que exista grados de inspiración. 37 Creen que Elena de
White fue una mensajera de Dios y que fue inspirada
como los profetas del Antiguo y del Nuevo Testamen-
to.38 Entonces, la pregunta es: Si Elena de White fue tan
inspirada como los profetas del Antiguo y del Nuevo
Testamento, ¿qué autoridad tienen sus escritos? La
respuesta solo puede ser una. Siendo que los escritos
de Elena de White no son una adición a la Biblia, sus
libros caen en la misma categoría que los escritos de
los profetas no canónicos. 39

Por lo tanto, sus escritos tienen la misma autoridad


que los escritos de los profetas no canónicos tuvieron
en su tiempo. Elena de White no dejó dudas a sus lec-
tores acerca de la fuente de sus escritos. Hay solo dos
posibilidades:
la Biblia y los escritos de Elena de White 1109

O está Dios enseñando a su Iglesia, reprendiendo


sus errores, fortaleciendo su fe, o no lo está hacien-
do. La obra es de Dios, o no lo es. Dios no hace nada
en sociedad con Satanás. Mi obra lleva la estampa
de Dios, o la del enemigo. No hay medias conclu-
siones en el asunto. Los Testimonios son del Espíritu
de Dios, o son del diablo. 40

En una carta a la Iglesia de Battle Creek, ella escribió:


"No escribo un solo artículo en la Review que exprese
meramente mis propias ideas. Son lo que Dios ha des-
plegado ante mí en visión: los preciosos rayos de luz
que brillan del trono" _41

Al mismo tiempo, ella enfatizó su sumisión a la Biblia,


a la que llamaba la "luz mayor" _42 "Debemos recibir la
palabra de Dios como la autoridad suprema" ,43 escribió,
y "las Santas Escrituras deben ser aceptadas como dota-
das de autoridad absoluta y como revelación infalible de
su voluntad. Constituyen la regla del carácter; nos reve-
lan doctrinas, y son la piedra de toque de la experiencia
religiosa" .44 Por lo tanto, dijo ella,

los testimonios de la Hna. White no deben ser presen-


tados en primera línea. La Palabra de Dios es la norma
infalible[... ] Prueben todos su posición por medio de
las Escrituras, y prueben por la Palabra revelada de
Dios todo punto que sostienen como verdad" .45

En una reunión mantenida en la biblioteca del Colegio


de Battle Creek, en vísperas de la Sesión de 1901 de la
Asociación General, ella les dijo a los dirigentes: "Pon-
gan a un lado a la Hna. White ... Nunca citen mis pala-
11 O 1 Pautas para interpretar las Escrituras

bras otra vez mientras ustedes vivan, hasta que obedez-


can a la Biblia" .46

No obstante, ella no consideró que estas amonestacio-


nes negaran la manifestación del don profético en su
ministerio:

La circunstancia de que Dios ha revelado su vo-


luntad a los hombres por su Palabra, no anuló la
necesidad que tienen ellos de la continua presencia
y dirección del Espíritu Santo. Por el contrario, el
Salvador prometió que el Espíritu facilitaría a sus
siervos la inteligencia de la Palabra; que iluminaría
y daría aplicación a sus enseñanzas. 47

Reconocimiento de la Iglesia

Desde sus inicios, la IASD ha reconocido el enorme


valor y la autoridad de los escritos de Elena de White.
Ya en 1855, el liderazgo del movimiento adventista de-
claró públicamente que ellos consideraban los escritos
de Elena de White como provenientes de Dios. Por lo
11
tanto, debemos reconocer la obligación de acatar sus
enseñanzas y ser corregidos por sus exhortaciones" .48
Desde entonces, las sesiones de la Asociación General
han emitido comunicados expresando su confianza en
11
los escritos de Elena de White como la enseñanza del
Espíritu de Dios" .49

Aunque ha transcurrido casi un siglo, desde que Elena


de White dejó su pluma, sus escritos inspirados y, por lo
tanto, su autoridad, continúan siendo un factor unifica-
dor y guía en la creciente Iglesia Adventista.
La Biblia y los escritos de Elena de White 1111

Conclusión

Al inicio de nuestro estudio se plantearon dos pregun-


tas muy significativas que necesitaban ser respondidas,
pues éstas hacían hincapié en que si los escritos de Elena
de White tienen la misma autoridad que las Escrituras,
la IASD rechazaría completamente el principio de la sola
Scriptura al tener dos autoridades.

Tras la evidencia presentada, podemos concluir de la


siguiente manera: (1) nuestros pioneros adventistas
hablaron con una sola voz en relación a los escritos
de Elena de White y a las Escrituras. (2) Ellos notaron
el don profético en Elena de White como subordinado
a la Biblia y de ninguna manera debería entendérselo
como una adición a la Palabra de Dios. (3) Al estar
sus escritos subordinados, éstos derivan su autoridad
de la Biblia y jamás deberían estar por encima de la
Palabra, como lo mencionó la misma Elena de White.
(4) Su don profético es poscanónico y, como se ha se-
ñalado, sus escritos tienen la misma autoridad que los
profetas del Antiguo y Nuevo Testamento, pues los
adventistas del séptimo día rechazan la idea de que
exista grados de inspiración. Finalmente, (5) cumplen
la función de señalar a "la Biblia y la Biblia sola" como
la mayor fuente de autoridad para la vida del creyente
y, de este modo, reafirman el principio de la sola Scrip-
tura al establecer con claridad que la Biblia es la norma
por la cual debe ser probada toda enseñanza y toda
experiencia (Joel 2:28,29: Hechos 2:14-21; Hebreos 1:1-
3; Apocalipsis 12:17; 19:10).
112 1 Pautas para interpretar las Escrituras

Referencias

1
Un excelente estudio sobre la vida y obra de Elena de White
puede ser encontrado en Jerry Moon y Denis Kaiser, "For Jesus and
Scripture: The Life of Ellen G. White", en The Ellen G. White Encyclo-
pedia, eds. Denis Fortín y Jerry Moon (Hagerstown, MD: Review and
Herald, 2013), 18-95. Véase también George R. Knight, Introducción a
los escritos de Elena G. de White (Buenos Aires: Asociación Casa Edito-
ra Sudamericana, 2015).
2
Un breve panorama general sobre el desarrollo organizacional
de la Iglesia Adventista puede ser encontrado en Glúder Quispe,
"150 años de legado adventista: Un breve panorama histórico de la
estructura organizacional de la Iglesia Adventista del Séptimo Día",
en Glúder Quispe, Merlín D. Burt y Alberto R. Timm, Legado Adven-
tista: Un panorama histórico y teológico del adventismo, ed. Joel Iparra-
guirre (Lima, Perú: Universidad Peruana Unión- Centro de Investi-
gación White, 2013), 17-54.

Sobre la influencia de Elena de White en el desarrollo orga-


nizacional y en el gobierno de la Iglesia Adventista véase Ricar-
do A. Gonzalez, The Making of a Church: Ellen G. White's Visions
on Church Government, 1844-1888 (Lima, Perú: Fondo Editorial
Universidad Peruana Unión - Universidad Adventista de Chile,
2015); Alberto R. Timm, "The Role of Ellen G. White in the Life of
the Church", en Message, Mission and Unity of the Church, Biblical
Research Institute Studies in Adventist Ecclesiology 2, ed. Ángel
Manuel Rodríguez (Silver Spring, MD: Biblical Research Institute,
2013), 345-360.
3
Véase, P. Gerard Damsteegt, Foundations of the Seventh-day
Adventist Message and Mission (Grand Rapids, MI: Eerdmans,
1977); Asociación Ministerial de la Iglesia Adventista del Sépti-
mo Día, Creencias de los adventistas del séptimo día: Una exposición
bíblica de las doctrinas fundamentales, trad. Armando Collins y Mi-
guel A. Valdivia (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Suda-
mericana, 2007). Cf. Kwabena Donkor, "The Role of the Funda-
mental Beliefs in the Church", en Message, Mission and Unity of
the Church, 287-302.
La Biblia y los escritos de Elena de White ltt3

4
Para un estudio más detallado sobre el "don de profecía" véase
Gerhard Pfandl, El don de profecía: El lugar de Elena de White en la Iglesia
remanente de Dios (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudameri-
cana, 2008); Ranko Stefanovic, "Gift of Prophecy and the Church: A
Biblical Perspective", Ellen White Current Issues Symposium 7 (2011),
39-69; Jon Paulien, "The Gift of Prophecy in Scripture", en Understan-
ding Ellen White, ed. Merlín Burt (Nampa, ID: Pacific Press, 2015, en
prensa).
5
"[Creencia 18] "El don de profecía", en Creencias de los adventistas
del séptimo día, 246.
6
Alberto R. Timm, "Development of Contemporary lssues and Cha-
llenges related to Ellen G. White" (manuscrito no publicado), 1-2.
7
Las respuestas a los principales desafíos a sus escritos, entre
otros temas, pueden encontrarse en Francis D. Nicho!, Ellen G. White
and Her Critics (Takoma Park, Washington, OC: Review and llerald,
1951); Athur L. White, The Ellen G. White's Writings (Washington,
OC: Review and Herald, 1973); Robert W. Olson, 101 preguntas acerca
del Santuario y Elena G. de White (Doral, FL: Asociación Publicadora
Interamericana, 1988); Herbert E. Douglass, Mensajera del Señor: El
ministerio profético de Elena G. de White (Buenos Aires: Asociación
Casa Editora Sudamericana, 2000); Leonard Brand y Don S. MeMa-
han, I11e Prophets and Her Critics (Nampa, ID: Pacific Press, 2005);
Jud Lake, Ellen White Under Fire: ldentifying the Mistakes of Her Critics
(Nampa, ID: Pacific Press, 2010); William Fagal, 101 preguntas sobre
Elena G. de White y sus escritos (Doral, FL: Asociación Publicadora
lnteramericana, 2013).
8
0. M. Canright, Life of Mrs. E. G. White, Seventh-day Adventist Pro-
phet: Her False Claims Refuted (Salt Lake City: Grant Shutliff, 1998), 18.
Énfasis del original.
9
lbíd., 21. Para un estudio detallado sobre la relación entre Elena
de White y la Biblia, véase George R. Knight, Cómo leer a Elena de
White, trad. Silvia González (Miami, FL: Asociación Publicadora In-
teramericana, 2004), 23-33; ídem, "Visions and the Word: The Autho-
rity of Ellen White in Relationship to the Authority of Scripture in
the Seventh-day Adventist Movement," en By What Autlwrity? The
Vital Question of Religious Authority in Christianity, ed. Robert L. Mi-
114 J Pautas para interpretar las Escrituras

llet (Macon, Georgia: Mercer University Press, 2010), 144-161; ídem,


"The Relationship Between Ellen White's Authority and the Autho-
rity of the Bible in Adventism", Ellen White and Current Issues Sympo-
sium 6 (201 0), 35-55.
10
Lake, 132.
11
Cf. Lake, 90-105. Para una presentación completa sobre la com-
prensión de Elena de White acerca del proceso de revelación-inspi-
ración en la Escritura y en sus propios escritos véase Frank M. Ha-
sel"Revelation and Inspiration", en The Ellen G. White Encyclopedia,
1087-1101; e ídem, "Inspiration, Degrees of", en The Ellen G. Wlzite
Encyclopedia, 895-897.
12
Elena G. de White, Mensajes selectos, t. 1 (Buenos Aires: Asocia-
ción Casa Editora Sudamericana, 1966), 44.
13
lbíd., 27.
14
Francis M. Wilcox, The Testimony of Jesus (Washington, OC: Re-
view and Herald, 1944), 64.
15
Davidson menciona que "los principios de interpretación em-
pleados por Guillermo Miller y otros, al inicio del movimiento ad-
ventista a principios del siglo XIX, estaban dentro de la tradición
hermenéutica protestante, y Elena de White aprobó estos mismos
principios básicos de la hermenéutica. Guillermo Miller sintetizó 13
'reglas de interpretación bíblica', incluyendo cinco como generales y
ocho que se ocuparon específicamente de la escatología apocalíptica
(profecía, figuras/ símbolos y parábolas). En 1844 [Elena de] White
citó textualmente las cinco reglas generales de Miller, dándoles su
pleno respaldo (Richard D. Davidson, "Bible, lnterpretation of", en
The Ellen G. White Encyclopedia, 650).
16
[Jaime White], A Word to the "Little Flock", 30 de mayo de 1847,
13. De manera similar declaró José Bates al señalar que "la Biblia
es una revelación perfecta y completa. Es nuestra única regla de fe
y práctica". Él, además, notó también que los escritos de Elena de
White tenían la intención de guiarnos a la Biblia, lograr la unidad, y
consolar y fortalecer al pueblo [de Dios]. Cf. Joseph Bates, A Vision
(New Bedford, MA: Press of Benjamin Lindsey, 7 de abril de 1847).
La Biblia y los escritos de Elena de White 1115
17
Jaime White, "The Gifts of the Gospel Church", Review and He-
raid, 21 de abril de 1851, 70. En adelante RH.
18
Urías Smith, "Do We Discard the Bible by Endorsing the Vi-
sions?", RH, 13 de enero de 1863, 52.
19
Lake, 134, 135, 144.
2
0Smith, "Do We Discard the Bible by Endorsing the Visions?",
52, 53.
21
Véase George l. Butler, "The Vision: How They Are Held Among
Seventh-day Adventists", RH Supplement, 14 de agosto de 1883,12
22
Ibíd., cf. Lake, 145.
23
P. Gerard Damsteegt, "Ellen White on Biblical Hermeneutics"
(Investigación presentada para el Theology of Ordination Study Com-
mittee, Berrien Spring, Michigan, 2013), 19. d. ídem, "Ellen White, Li-
festyle and Scripture Interpretation", Journal of the Adventist Theological
Society 6:6 (1996), 34-50, en adelante JATS; ídem, "Bible, Authority of
the", en The Ellen G. White Encyplapedia, 645-657.
24
lbíd., "Eilen White on Biblical Hermeneutics", 20.
25
Elena G. de White, El conflicto de los siglos (Buenos Aires: Asocia-
ción Casa Editora Sudamericana, 1993), 9.
26
lbíd., Mensajes selectos (Buenos Aires: Asociación Casa Editora
Sudamericana, 1966), 1:487.
27
Ibíd., Testimonios para la Iglesia (Doral, FL: Asociación Publicado-
ra Interamericana, 2008), 6:402. En su libro A Sketch of the Christian
Experience and Views of Ellen G. White (1851), la Sra. White finalizó
con un guiño significativo a la Biblia como fuente suprema de auto-
ridad, estableciendo así un tono que resonaría en todos sus escritos:
"Le recomiendo a Ud., querido lector, la Palabra de Dios como la
regla de su fe y práctica. Por esa Palabra hemos de ser juzgados. En
esa Palabra, Dios ha prometido dar visiones en los 'últimos días', no
para una nueva norma de fe, sino para consolar a su pueblo y corre-
gir a los que se aparten de la verdad bíblica" (A Sketch of the Christian
Experience and Views of Ellen G. White, 64).
116 1 Pautas para interpretar las Escrituras

28
lbíd., "A Missionary Appeal", RH, 15 de diciembre de 1885,
769,770.
29
lbíd., "Bible Religion", RH, 4 de mayo de 1897, 273.

lbíd., Prophets and Kings (Mountain View, CA: Pacific Press,


30

1943), 626.
31
lbíd., The Great Controversy (Mountain View, CA: Pacific Press,
1911), 204, 205.
32
lbíd., 595.
33
Elena G. de White, Counsels on Sabbath School Work (Washington,
OC: Review and Herald, 1938), 84.
34
Véase Merlin D. Burt, "Ellen G. White and Sola Scriptura", Bi-
blical Research lnstitute, https:/ jwww.adventistbiblicalresearch.org/
si tes/ default/ files/ pdf/Burt%2C%20Ellen %20White%20%26%20
Sola%20Scriptura.pdf (consultado el26 de febrero de 2015); Alberto
R. Timm, "Ellen G. White's Prophetic Ministry and the Sola Scriptura
Principie" (Ponencia, Gift of Prophecy Symposium, Berrien Springs,
Michigan, 17 de octubre de 2015).
35
Ellen G. White, Colporteur Ministry (Mountain View, CA: Pacific
Press, 1953), 125.
36
Véase "The Truth About The White Lie", Ministry Magazine
55:8,1982.
37para una discusión sobre este asunto, véase Alberto R. Timm,
"A History of Seventh-day Adventist Views on Biblical and Prophe-
tic Inspiration (1844-2000)", JATS 10:1-2 (1999), 486-542.

P. Gerard Damsteegt, "The Inspiration of Scripture in the Wri-


38

tings of Ellen G. White", JATS 5:1 (1991), 155-179.


lbíd., "Ellen White on Theology, Its Methods, and the Use of
39

Scripture", JATS 4:2 (1993), 115-136.


Ellen G. White, Testimonies for the Church, vol. 5 (Mountain View,
40

CA: Pacific Press, 1889), 671.


La Biblia y los escritos de Elena de White 1 117

41
Ibíd., Selected Messages (Washington, DC: Review and Herald,
1958), 1:27.
42
Ibíd., Colporteur Ministry, 125.
lbíd., Testimonies for the Church (Mountain View, CA: Pacific
43

Press, 1901), 6:402.


44
Ellen G. White, The Great Controversy, vii.
45
Ibíd., Evangelism (Washington, DC: Review and Herald, 1946), 256.
4f>Jbíd., Spalding and Magan Collection (Payson, AZ: Leaves-Of-Au-
tumn Books, 1985), 167.
47
Ibíd., The Great Controversy, vii.
48
RH 7:10 (4 de diciembre de 1855), 79.
49
RH 37:9 (14 de febrero de 1871), 68.
Apéndice C

¿cómo interpretar
Daniel y Apocalipsis?
Gerhard Pfandl y Ekkehardt Mueller
Instituto de Investigación Bíblica, Asociación General

os adventistas usan el enfoque histórico-gramati-

L cal para la interpretación de la Escritura. Este en-


foque, como se ha señalado en el primer capítulo,
acepta la Biblia como la palabra autorizada de Dios,
toma en serio el testimonio y las declaraciones de la
Biblia sobre ella misma y hace una cuidadosa exégesis
del texto.

Los libros de Daniel y el Apocalipsis han ocasionado


una mayor variedad de interpretaciones como ningún
otro libro de la Biblia. El propósito del presente estu-
dio es proveer un bosquejo de los principales siste-
mas de interpretación que se usan para entender es-
tos libros y, resumir la manera adventista de entender
sus profecías.
120 1 Pautas para interpretar las Escrituras

Escuelas de interpretación

Escuela historicista: La más antigua de las escuelas de


interpretación y la que predominaba hasta el siglo XIX.
Puede rastrearse hasta algunos de los Padres de la Iglesia
tales como Ireneo, Hipólito y Jerónimo.

Los historicistas creen en la inspiración divina de los li-


bros de Daniel y el Apocalipsis. Creen que el libro de
Daniel fue escrito por el profeta Daniel en el siglo VI
AC, y que sus principales profecías cubren el período
entre el Imperio babilónico y la segunda venida de Cris-
to. Creen que el apóstol Juan escribió el Apocalipsis, y
que sus profecías cubren el período que va desde los
días de Juan hasta el final del milenio. Generalmente
ven al anticristo retratado bajo los símbolos del" cuerno
pequeño" de Daniel y la primera bestia de Apocalipsis
13, como refiriéndose al papado. Los adventistas usan
el método historicista en la interpretación de Daniel y el
Apocalipsis.

Escuela histórico-preterista: Las raíces históricas del


preterismo se encuentran en la época de la Contrarrefor-
ma. Cuando los reformadores protestantes identificaron
al papado con el anticristo profetizado en los libros de
Daniel y el Apocalipsis, el jesuita español Luis de Alcá-
zar (1554-1613) sostuvo que estas profecías ya se habían
cumplido en tiempos del Imperio romano. De este modo,
el papado no podía ser el anticristo.

Los intérpretes de la escuela histórico-preterista consi-


deran el libro de Daniel como revelación divina, pero
generalmente limitan el cumplimiento de sus profecías
lCómo interpretar Daniel vApocalipsis? j121

al período que va desde el tiempo de profeta Daniel (si-


glo VI AC), hasta la primera venida de Cristo. Aplican
el Apocalipsis a los inicios de la era cristiana. De ese
modo ven al anticristo como un emperador romano per-
seguidor de tiempos pasados.

Escuela histórico-crítica o preterista moderna: Las raíces


de esta escuela de interpretación comienzan con Porfirio,
filósofo del siglo 111 DC, quien enseñó que el libro de Daniel
fue escrito por un judío desconocido del siglo 11 AC. Por
tanto, las profecías de Daniel son vaticinia ex eventu ("pro-
fecías escritas después del evento"). Este punto de vista re-
surgió en la edad del Iluminismo y el Racionalismo de los
siglos XVII y XVIII. Los preteristas modernos ven al libro
de Daniel como un reflejo de la situación política y religio-
sa del pueblo judío, bajo el rey sirio Antíoco IV Epífanes,
quien persiguió a los judíos. Al no aceptar la existencia de
verdaderas profecías, los preteristas modernos creen que
las profecías del Apocalipsis se refieren a sucesos en tiem-
pos del Imperio Romano, especialmente en el siglo l.

Escuela futurista dispensacional: Uno de los defensores


del papado contra la identificación del Papa como el an-
ticristo, hecha por los reformadores, fue el jesuita español
Francisco Ribera (1537-1591 ), quien aplicó la mayor parte de
las profecías de Daniel y el Apocalipsis al futuro.

Los intérpretes futuristas dispensacionales, al igual que


los historicistas y preteristas históricos, aceptan la autoría
daniélica del libro en el siglo VI AC, pero, a diferencia de
los historicistas, en general no aplican la figura del anti-
cristo al papado ni a ningún otro poder del pasado. Antes
bien esperan que un anticristo individual aparezca en los
122 1 Pautas para interpretar las Escrituras

tiempos del fin y continúe en el poder por tres años y me-


dio, cumpliendo así lo que se dice del cuerno pequeño en
Daniel y de la bestia-anticristo en el Apocalipsis.

Escuela idealista: Es un sistema de interpretación bas-


tante moderno. No trata de encontrar cumplimientos
históricos específicos en las profecías de Daniel y el
Apocalipsis; simplemente las toma como descripciones
del conflicto espiritual entre Cristo y Satanás en todas
las épocas. Ve el cumplimiento de las profecías como
"enteramente espiritual o recurrente, encontrando ex-
presiones representativas en los eventos históricos a tra-
vés de la era, en vez de cumplimientos específicos en
una única vez" .1 De este modo el anticristo, en tiempos
de Juan, era el Imperio Romano, y lo era como un re-
presentante de todos los movimientos anticristianos a
lo largo de la historia.

Escuela ecléctica: Este enfoque es una versión modifi-


cada del enfoque idealista, por lo general combina algu-
nos elementos de todas las escuelas de interpretación ya
mencionadas. Algunos elementos de Daniel y el Apoca-
lipsis son claramente futuros (la resurrección y la segun-
da venida); otros son vistos como cumplidos en el pasado
(por ejemplo, la mayoría de las profecías de Daniel y los
mensajes a las siete iglesias de Apocalipsis 1-3); y consi-
dera que algunas profecías representan simbólicamente
sucesos a lo largo de toda la historia, aunque la mayoría
de los comentadores eclécticos no identifican sucesos his-
tóricos específicos. El problema básico con esta escuela es
determinar qué elementos pertenecen a cada categoría.
Cuando comparamos las distintas escuelas de inter-
pretación, y notamos que las interpretaciones angéli-
¿cómo interpretar Daniel y Apocalipsis? 1123

cas específicas del libro de Daniel siguen líneas histori-


cistas (Daniel8:20, 21), llegamos a la conclusión de que
el historicismo es el único método que satisface todos
los datos disponibles.

El principio día por año

El principio día por año, por el cual un día profético se


cuenta como un año en la historia, constituye la colum-
na vertebral de la interpretación historicista de la profecía
apocalíptica. Durante el siglo XIX el preterismo y el futu-
rismo modernos reemplazaron al historicismo, y con ese
cambio el principio día por año cayó en descrédito. Hoy,
los adventistas son la única iglesia de importancia que to-
davía usa el historicismo y el principio día por año.

La evidencia bíblica: Los principales puntos en apoyo al


principio día por año, que se derivan de la Biblia, pueden
resumirse como sigue:

l. Como las visiones de Daniel y el Apocalipsis


son mayormente simbólicas, con varias bestias
que representan a imperios históricos importan-
tes (Daniel 7:3-7; 8:3-5, 20, 21; Apocalipsis 13:1,
11), los períodos de tiempo (Daniel 7:25; 8:14;
Apocalipsis 12:6, 14; 13:5) también debieran ser
considerados simbólicos.

2. Que las visiones de Daniel traten del surgimiento


y la caída de los imperios conocidos por la historia,
los cuales existieron por cientos de años, indica que
los períodos de tiempo proféticos también deben
cubrir largos períodos.
124 1 Pautas para interpretar las Escrituras

3. En Daniel 7 a las cuatro bestias que, en conjunto


responden a un reinado de más de mil años, les si-
gue el poder del cuerno pequeño. Éste es el centro
focal de la visión, por cuanto es el poder más direc-
tamente opuesto a Dios. Tres años y medio literales
para una lucha entre el cuerno pequeño y el Altísi-
mo están fuera de proporción con el ámbito tempo-
ral abarcante de la historia de la salvación que esta
visión representa. Lo mismo se aplica a Apocalipsis
12:6 y 14, donde los 1.260 días o los tres tiempos y
medio cubren la mayor parte de la historia entre la
primera y la segunda venida.

4. El modo peculiar en que se expresan los períodos


de tiempo indican que no deben ser tomados literal-
mente. Según el contexto, las expresiones "tiempo,
tiempos y medio tiempo" (Daniel 7:25; 12:7; Apoca-
lipsis 12:14), "cuarenta y dos meses" (11:2; 13:5) y
"mil doscientos y sesenta días" (11:3; 12:6) se apli-
can todas al mismo período de tiempo, pero no se
utiliza ni una sola vez la frase más natural de "tres
años y medio".

De este modo el Espíritu Santo parece agotar todas


las frases por medio de las cuales podría expresar-
se este período, pero siempre excluyendo la forma
que se usaría al redactar un escrito común, que es
también la que la Escritura usa para otras ocasiones
al denotar el período literal. Esta variación es espe-
cialmente significativa si aceptamos el principio de
día por año, pero resulta inexplicable si tomamos la
posición contraria. 2
lCómo interpretar Daniel y Apocalipsis? J125

5. Las profecías en Daniel 7, 8 y 10-12 llevan hasta el


"tiempo del fin" (8:17; 11:35, 40; 12:4, 9), que es segui-
do por la resurrección (12:2) y el establecimiento del
reino eterno de Dios (7:27). Si se consideran los más
de 2500 años transcurridos, desde el siglo VI AC, los
períodos literales de solo tres o seis años no resul-
tarían capaces de alcanzar ningún punto cercano al
tiempo del fin. Por tanto, esos períodos proféticos
debieran verse como simbólicos y representativos de
largos períodos de tiempo literal.

6. En Números 14:34 y Ezequiel 4:6, Dios usó deli-


beradamente el principio día por año como medio
de instrucción. Asimismo, la profecía de las 70 se-
manas en Daniel 9:24-27 se cumplió exactamente en
su momento, si utilizamos el principio día por año. 3
Muchos intérpretes que, en otros pasajes apocalípti-
cos, no usan el principio día por año, reconocen las
70 semanas como constituyendo en verdad sema- JI

nas de años", las cuales van desde el período persa


hasta los tiempos de Cristo. De ese modo, la prueba
pragmática en Daniel 9 confirma la validez del prin-
cipio día por año.

7. La razón por la cual el principio día por año se


aplica a algunas profecías en los escritos apocalíp-
ticos (tales como las 70 semanas de Daniel 9:24-27)
pero no a otros (tales como los 70 años de 9:2), se
explica bien mediante el concepto de simboliza-JI

ción en miniatura" .4 En este concepto el principio


día por año es aplicable solo a aquellas profecías
simbólicas en las cuales la entidad principal (per-
sona, animal o cuerno) representa una realidad
126 1 Pautas para interpretar las Escrituras

mucho mayor (nación, reino o potencia). De ese


modo, en el entorno apocalíptico debe interpretar-
se tanto la entidad principal como el tiempo im-
plicado en una escala mucho mayor, y el elemento
temporal tiene que ser visto desde la perspectiva
día por año.

Bosquejo de la interpretación
adventista de Daniel

Hoy, la Iglesia Adventista es la única entre las iglesias


evangélicas que todavía usa el principio de interpretación
historicista usado por los reformadores. En consecuencia,
los adventistas entienden que los cuatro imperios de Da-
niel 2 y 7 representan los reinos de Babilonia, Medo-Per-
sia, Grecia y Roma. Identifican la piedra de Daniel 2 con la
segunda venida de Cristo y al cuerno pequeño de Daniel
7 como símbolo del papado. En base al principio día por
año5 ven los 1.260 días de 7:25 como representando el pe-
ríodo de 1.260 años entre el538 y 1798,6 y el cambio de "los
tiempos y la ley" como referencia al cambio en el cuarto
mandamiento del sábado al domingo.

En Daniel 8, el carnero y el macho cabrío simbolizan


Medo-Persia y Grecia respectivamente (8:20, 21) e iden-
tifican otra vez al cuerno pequeño con el papado. Da-
niel 8:1-14 describe la última y más importante visión
simbólica del libro. En lo que sigue, del 8:15 hasta el fi-
nal del libro, el ángel intérprete explica, en detalle y en
lenguaje no simbólico, diferentes aspectos de la visión:
así, por ejemplo, en Daniel 9 el ángel explica que los
2.300 días de Daniel 8:14 comienzan al mismo tiempo
que las 70 semanas de 9:24; o sea, en el457 AC. 7 El foco
lCómo interpretar Daniel y Apocalipsis? ¡121

de la profecía en 9:24-27 es Jesucristo, quien la cumplió


durante su vida terrenal. Los adventistas del séptimo
día entienden la purificación del Santuario (8:14), que
comenzó en 1844 al final de los 2.300 años, como una
referencia al juicio preadvenimiento que se está desa-
rrollando al presente en el cielo. La última visión del
libro, en los capítulos 10-12, al igual que la visión del
Santuario en Daniel 8, comienza en los días del reinado
Medo-Persa y llega hasta el tiempo del fin (12:4).

Resumen: Todas las profecías de Daniel cubren esen-


cialmente el mismo campo, desde tiempos de los anti-
guos reinos de Babilonia y Medo-Persia, hasta la segun-
da venida:

de Babilonia a la segunda venida


a. Danie12
(el reino de la piedra)
de Babilonia a la segunda venida
b. Daniel7
(reino dado a los santos)
de Medo-Persia a la segunda venida
c. Daniel8 y 9
(quebranto de cuerno pequeño)
de Medo-Persia a la segunda venida
d. Daniel10-12
(resurrección)

Cada visión tiene su centro focal particular, y las visio-


nes posteriores amplían y agregan explicaciones a las
anteriores. El libro de Daniel muestra claramente que el
principio de recapitulación, por el cual cada visión cubre
aproximadamente la misma era histórica pero enfoca di-
ferentes aspectos de los sucesos predichos, es un princi-
pio válido de interpretación profética.
128 1 Pautas para interpretar las Escrituras

El Apocalipsis

Aunque el Apocalipsis contiene profecía apocalíptica,


comienza y termina como una carta (1-3 y 22:6-20). Casi
recuerda a una epístola paulina. Pero también difiere de
las otras cartas: (1) los mensajes de Apocalipsis 2 y 3
vienen directamente de Jesús, no de un autor humano.
(2) Todo el libro, no solo los siete mensajes, está dirigido
a las siete iglesias.

Este marco epistolar del libro lo aproxima un poco más a


la profecía clásica que a la profecía apocalíptica. La profe-
cía clásica aparece en los profetas mayores y menores del
Antiguo Testamento. Contiene predicciones en lenguaje
directo: son normalmente condicionales y a veces tienen
más de un cumplimiento. En contraste, la profecía apoca-
líptica usa lenguaje simbólico extensamente; con frecuen-
cia contiene visiones y sueños y un ámbito cósmico, así
como un fuerte énfasis escatológico. La profecía apoca-
líptica también contiene notables contrastes: el sello de
Dios versus la marca de la bestia, la fiesta de bodas de
Dios versus la cena que las aves hacen con carne humana,
y la mujer radiante versus la ramera. Y lo más importan-
te: la profecía apocalíptica no es condicional en esencia y
tiene un solo cumplimiento.

Que el marco epistolar, del Apocalipsis, se acerca más a la


profecía clásica se hace evidente en el vocabulario. Apo-
calipsis 1-3 y 22:6-20 contienen menos símbolos y a me-
nudo necesitan una interpretación literal. Dos ejemplos:
(1) mientras Jesús aparece en toda la parte apocalíptica del
libro como "el Cordero" (28 veces), el nombre más usado
para designar a Jesús en el libro, ese término no aparece
¿cómo interpretar Daniel y Apocalipsis? ¡129

en el marco epistolar. Por otro lado, (2) el término griego


EKKArpí.a [ekklesía ], "iglesia", aparece solo en el epistolar y
nunca en la parte apocalíptica del libro. Allí la Iglesia apa-
rece como la mujer vestida de sol, como la Esposa y como
los 144.000.

A pesar de las diferencias, entre el marco epistolar y la


parte apocalíptica, ambas están integradas. Los mensajes
a las siete iglesias apuntan al resto del libro y anticipan
su mensaje.

La interpretación del Apocalipsis

Al interpretar el libro, el intérprete debe tener en cuenta:

l. El trasfondo veterotestamentario del libro: el Apoca-


lipsis es la culminación tanto del Antiguo como del Nue-
vo Testamento. Por tanto, uno necesita conocer bien la
Biblia, con el fin de entender el Apocalipsis. Aunque no
contiene ninguna cita directa del Antiguo ni del Nuevo
Testamento, el libro está lleno de alusiones especialmen-
te al Antiguo Testamento, pero también al Nuevo Testa-
mento. Por ejemplo, el trasfondo de Apocalipsis 4 es Eze-
quiel1 y 10, y el trasfondo de Apocalipsis 6 es Zacarías 1
y Mateo 24.

2. Simbolismo del libro: En términos generales, debié-


ramos interpretar literalmente la Biblia. El ejemplo deJe-
sús y los apóstoles apunta a una interpretación literal. Sin
embargo, en el Apocalipsis predomina el sentido simbó-
lico. Esto puede estar indicado en Apocalipsis 1:1 con la
11
palabra OTJ 1-HXÍVW [semáino] ("declaró" en RVR 95 y dar
a conocer" en NVI) que indica que Jesús "simbolizó" el
130 1 Pautas para interpretar las Escrituras

Apocalipsis a Juan. Debiéramos estudiar cuidadosamen-


te los indicadores en el texto para percibir que ha ocurri-
do un cambio de lo simbólico a lo literal. Por ejemplo, la
comparación del sol con un saco de cilicio y la caída de
las estrellas con las brevas que caen de la higuera en el
sexto sello (6:12, 13), indica que el autor pasa de lo sim-
bólico a lo literal.

3. Naturaleza histórica de las profecías: El Apocalipsis


también parece requerir el enfoque historicista, men-
cionado antes, en relación con la interpretación de Da-
niel. En Apocalipsis 12 una mujer, la Iglesia, da a luz al
Mesías. El Mesías es llevado al Cielo, Satanás persigue
a la mujer y, finalmente, Satanás hace guerra contra el
remanente de la descendencia de ella. Apocalipsis 13
prosigue la descripción de esta guerra final, y concluye
con una descripción de la segunda venida de Cristo
(14:14-20). De esta manera, el centro del libro clara-
mente indica que se refiere a los sucesos del siglo 1 DC,
recorre los tiempos históricos y concluye con la consu-
mación final. Los períodos de tiempo en el Apocalipsis
subrayan esta posición. Los 1.260 días, o 42 meses, o
tres tiempos y medio son una referencia retroactiva a
Daniel 7 y 12, y deben entenderse de acuerdo con el
principio día por año como cubriendo más de un mi-
lenio, un extenso período de tiempo ya transcurrido.

4. Principio de recapitulación: En el libro de Daniel te-


nemos cuatro visiones que cubren básicamente el mismo
período histórico, pero cada una desde una perspectiva
diferente y con énfasis distintos. El Apocalipsis se parece
a Daniel al usar el principio de la recapitulación o repeti-
ción.8 Por ejemplo, los siete sellos, las siete trompetas y la
lCómo interpretar Daniel y Apocalipsis? 1 131

visión de la trinidad satánica en Apocalipsis 12-14 descri-


ben sucesos que comienzan en el siglo I DC y llegan hasta
la consumación final.

Bosquejo de la interpretación
adventista del Apocalipsis

Tras la introducción general al libro (1:1-8), Juan des-


cribe una visión de Jesucristo que constituye una intro-
ducción especial (1:9-20) a las siete cartas (caps. 2 y 3).
Hay un claro cierre a este primer conjunto de sietes en
Apocalipsis 3:22. Apocalipsis 4:1 comienza una nueva
sección, aunque 3:21 ya prepara el camino para ella. En
Apocalipsis 4:1 se le dice a Juan: "Sube acá [al cielo]:
voy a mostrarte lo que tiene que suceder después de
esto" (NVI).

La visión de los seis sellos (4-8:1) se-enfoca en el período


de tiempo, desde el siglo 1DC hasta la consumación final.
Comienza con el Cordero inmolado, el Cristo crucificado,
que aparece ante Dios el Padre, y con los sucesos en la
Tierra del siglo 1 OC El sexto sello nos lleva a las seña-
les cósmicas del tiempo del fin, la segunda venida y los
redimidos en el Cielo (6:12-7:17), y el séptimo sello a un
tiempo aún más allá (8:1). Las siete trompetas (8:2-11:18)
contienen el período de 1.260 días (11:2, 3), los cuales
equivalen a 1.260 años de acuerdo con el principio día
por año. Este período cubre la mayor parte de la historia
del cristianismo y nos lleva hasta el tiempo del fin. Apo-
calipsis 12-14 otra vez cubre el período entre el tiempo de
Jesús (12:5) hasta la segunda venida y la siega de la Tierra
(14:14-20). Así, dichas visiones son un ejemplo claro del
principio de recapitulación.
132 1 Pautas para interpretar las Escrituras

Si bien la primera parte del Apocalipsis (1-14) es bá-


sicamente histórica, pues trata de los sucesos desde el
tiempo de Juan hasta el fin de la historia del mundo, la
segunda parte del Apocalipsis trata solo de los eventos
finales (15-22). Esta parte comienza con las siete últi-
mas plagas que todavía están en el futuro desde nuestra
perspectiva (15 y 16). Los capítulos 17-19 son una des-
cripción más detallada de la sexta y séptima plaga que
uno de los ángeles muestra a Juan. Éstas representan
la caída de Babilonia, primero como ramera (cap. 17) y
después como gran ciudad (cap. 18), antes de describir
la cena de bodas del Cordero y la cena de las aves (cap.
19) en relación con el Armagedón. Apocalipsis 20 sigue
tras la segunda venida con una descripción del milenio
y el juicio ejecutorio de Dios, antes de revelar por fin un
cielo nuevo y una Tierra, nueva con una Nueva Jerusa-
lén y la presencia inmediata de Dios.

El centro del libro: Las muchas imágenes simbólicas, y a


veces perturbadoras, no deben distraernos del principal
punto focal del libro. El Apocalipsis es un libro acerca de
Dios el Padre y de Jesucristo. Es la revelación de Jesu-
cristo (1:1). Por tanto, debiéramos interpretarlo de modo
cristocéntrico. También es un libro sobre la Esposa del
Cordero, la Iglesia y el remanente. Debe hacerse oír su
mensaje a la Iglesia.

Este libro hace una contribución inmensa a la escatología,


dándonos información detallada sobre los sucesos del
tiempo del fin. Presenta el tema del gran conflicto como
ningún otro libro bíblico.
lCómo interpretar Daniel y Apocalipsis? 1133

Referencias

*El presente estudio es una adaptación del artículo "¿Cómo in-


terpretan los adventistas Daniel y Apocalipsis?", publicado original-
mente en Interpretación de las Escrituras: Preguntas y respuestas b{blicas,
ed. Gerhard Pfandl, trads. Aecio Cairus y Néstor Alberro (Buenos
Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2012), 74-83. Usado
con permiso.
1
Steve Gregg, Revelation: Four Views (Nashville, TN: Thomas Nel-
son, 1997), 3.
2
Thomas R. Birks, First Elements of Sacred Prophecy (Londres: Wi-
lliam E. Painter, 1843), 352.
3
"Ya en el siglo III AC las 70 semanas de Daniel 9 eran entendidas
como 'semanas de años' (es decir, 70 x 7 = 490 años). La LXX[ ... ] al
traducir la expresión hebrea 'semanas' en Daniel [9]:25-27, intercala la
frase 'de años', dejándonos así el primer testimonio publicado de lo
que se llamaría después 'el principio día por año'. Solo después que
los siglos transcurridos hicieran comprensibles tales largos períodos
proféticos, es que los 1.290, 1.335 y 2.300 días fueron entendidos como
años. Así es que Rabí Nahawendi, a principios del siglo IX DC, fue el
primero en reconocer que el principio día por año debía aplicarse a los
1.290 y 2.300 días" (Jerry·Moon, "The Year-Day Principie and the 2300
Days", http:/ / www.sdanet.org/ atissue/ end/ yearday.htm, accedido
el 2 de noviembre de 2009).
4
Véase Alberto R. Timm, "El'simbolismo en miniatura' y el prin-
cipio de 'día por año' en la interpretación profética", Theologika 22:1
(2007), 2-35.
5
Entre las iglesias menores, que todavía usan el principio día por
año, están la Iglesia de Dios (del Séptimo Día), con unos 125.000 miem-
bros, y la Iglesia Adventista Cristiana (no sabatista), con unos 25.000
miembros.
6
En el 538 DC los ostrogodos abandonaron el asedio de Roma y el
obispo de esta, liberado del control arriano, se vio libre para ejercer las
134 1 Pautas para interpretar las Escrituras

prerrogativas del decreto de Justiniano del año 533. Exactamente 1.260


años después, en 1798, Berthier, por orden de Napoleón y con un ejér-
cito francés, entró en Roma, proclamó el fin del gobierno político del
papado y tomó prisionero al Papa, llevándolo a Roma, donde murió
en el exilio.

?El texto dice que las 70 semanas están recortadas de un período


mayor de tiempo. En vista de las conexiones entre Daniel 8 y 9, las 70
semanas están recortadas del período mayor de 2.300 tardes y maña-
nas de Daniel8:14.

"Fue Victorino de Pettau ( t 304 OC) quien introdujo el principio


8

de recapitulación en el Apocalipsis, el cual ha sido seguido con algu-


nas modificaciones por intérpretes posteriores[ ... ] La aplicación del
principio recapitulatorio puede ser muy útil al intérprete del Apo-
calipsis. La información y perspectiva, que pueden obtenerse en los
pasajes más claros, pueden ser la clave para alcanzar el significado
teológico de los pasajes paralelos más difíciles. Por ejemplo, Apo-
calipsis 7 puede ser la clave para entender los capítulos 10 y 11, es-
pecialmente con respecto a los dos testigos. También puede notarse
que, por su lenguaje y contenido, las siete trompetas y las siete copas
con las plagas son deliberadamente paralelos" (Ranko Stefanovic,
Revelation of Jesus Christ [Berrien Springs, MI: Andrews University
Press, 2002], 28).
Apéndice D

lQué versión de la Biblia


debemos escoger?
Marcos G. Blanco
Asociación Casa Editora Sudamericana

a versión Reina-Valera fue, sin lugar a margen algu-

L no, la versión favorita de protestantes, evangélicos y


adventistas que tienen como lengua madre el idioma
de Cervantes. Es cierto que a lo largo de las últimas décadas
han aparecido otras versiones. Mientras en el pasado la ma-
yoría de las Biblias (producidas por estudiosos protestan-
tes y católicos romanos) se basaba en la Douay-Rheims Bible
(publicada entre 1582 y 1609), a partir de la segunda mitad
del siglo XX comenzó a existir una proliferación de traduc-
ciones modernas basadas en mejores fuentes.

Algunas de tales versiones son: Biblia de Nácar-Co-


lunga (1944), Biblia de Bover-Cantera (1947), Biblia
Comentada de Juan Straubinger (1948-1951), Biblia de
Jerusalén (1967), Reina- Valera 77 (1977), Reina- Valera
95 (1995), Biblia del Peregrino (1993) y Nueva Versión
Internacional (1999).
l.lO 1 rautas para 1merprerar 1as tscnturas

Algunos estaban descontentos con el idioma un tanto ar-


caico de la Reina-Valera de 1960. Así, en 1999, salió al mer-
cado la Nueva Versión Internacional. Desde entonces, de
todos los intentos por reemplazar a la RVR 60, la NVI es
la que más éxito ha tenido. ¿La razón? Quizá sea porque
no solo utiliza un lenguaje más moderno, sino también
fue realizada por biblistas latinoamericanos. El resultado
fue un lenguaje más fresco y comprensible para Latino-
américa, alejado del"vosotros" español. Las Sociedades
Bíblicas Unidas, dueña del copyright de la RVR 60, trató
de contrarrestar el avance de la NVI con la traducción Bi-
blia en Lenguaje Actual, pero no tuvo una buena acogida.

En 2012 se presentó la Reina Valera Contemporánea, rea-


lizada por biblistas latinoamericanos, utiliza un caste-
llano clásico y moderno, con una actualización de las
palabras en desuso. Quizás la principal diferencia es el
cambio del plural españolizado "vosotros" por el más
latinoamericano "ustedes". Por su parte, en España, la
traducción La Palabra, lanzada en 2010, "tiene un carác-
ter eminentemente formal (o literal) que, en ocasiones,
pasa a ser funcional (o dinámica) según lo requiera el
propio texto" .1

En el ámbito devocional personal, algunos prefirieron la


paráfrasis Dios Habla Hoy. En los ámbitos académicos y
eruditos, muchos optaron por la Biblia de Jerusalén. Pero,
muy pocos se atrevieron a llevar estas versiones un sába-
do de mañana a la iglesia. La versión que se utilizaba co-
lectivamente, en el ámbito litúrgico, era la Reina-Valera.

Hoy contamos con una cantidad antes impensada de


versiones de la Biblia. La pregunta que muchos se ha-
lOué versión de la Biblia debemos escoger? 1137
cenes: ¿Qué versión debemos escoger? Una respuesta
fácil y rápida es que ninguna Biblia es perfecta. Ningu-
na refleja con total exactitud los escritos originales. Lo
que sí se puede hacer es, del amplio espectro de ver-
siones con las que contamos en la actualidad, escoger
las mejores.

¿Qué parámetros se deben utilizar para este fin? Lo pri-


mero que tenemos que entender es por qué hay tantas
versiones. Se pueden identificar dos razones fundamen-
tales para la existencia de versiones diferentes: (1) la tra-
ducción es distinta, o (2) se basan en manuscritos diferen-
tes para establecer la base textual de la Biblia. Abordare-
mos brevemente estas dos disciplinas: traducción bíblica
y crítica textual, para luego evaluar ciertas versiones y
dar algunas recomendaciones a tener en cuenta a la hora
de escoger una versión de la Biblia.

La tarea de la traducción bíblica

Nada se compara con leer la Biblia en sus idiomas ori-


ginales. Pero, cuando no es posible, la mejor manera de
acercarse al original tanto como sea posible es leer una
buena cantidad de traducciones diferentes. La ventaja de
usar varias traducciones es que, de esta manera, pode-
mos llegar a obtener un destello de la riqueza que una
palabra tenía en el griego o en el hebreo originales. En
primer lugar, debemos reconocer que hay tres clases de
traducciones:

l. Traducción literal, o de equivalencia formal. Intenta tradu-


cir el texto palabra por palabra tan estrechamente como
sea posible. La ventaja de esta clase de traducciones es
138 1 Pautas para interpretar las Escrituras

que se hacer más al texto original, y le permite al lector


familiarizarse con los idiomas originales al ver cómo se
traducen los giros idiomáticos y los patrones retóricos.
La mayor debilidad de la traducción literal es que una
traducción palabra por palabra produce algunas sen-
tencias poco claras, que pueden ser malinterpretadas.
Por ejemplo, la Reina-Valera de 1960, que utiliza la tra-
ducción literal, dice así en Proverbios 25:22: "Porque
ascuas amontonarás sobre su cabeza". ¿Qué significa
colocar "ascuas" sobre la cabeza de alguien? Sin em-
bargo, para un estudio serio de la Biblia, es mejor utili-
zar una buena traducción literal, con la cual comparar
las demás traducciones.

2. Traducción dinámica, o de equivalencia funcional. La gran


ventaja de la traducción dinámica es que es más fácil de
comprender. Por ejemplo, la Nueva Versión Internacio-
nal traduce así Proverbios 25:22: "Actuando así, harás
que se avergüence de su conducta", entendiendo que la
frase "amontonar ascuas sobre la cabeza" de alguien se-
ría el equivalente actual a "hacer poner roja de vergüen-
za" a esa persona.

La mayor debilidad de esta clase de traducción es que


está más sujeta a la interpretación de los traductores, tal
como se desprende de las traducciones alternativas de
muchos pasajes bíblicos. Por ejemplo, el período de tiem-
po de Daniel8:14 en hebreo es, literalmente, "2.300 tardes
mañanas". La Nueva Versión Internacional traduce "dos
mil trescientos días con sus noches", mientras que la Tra-
ducción en Lenguaje Actual traduce "mil ciento cincuenta
días", basada en la interpretación de que son sacrificios
vespertinos y matutinos.
lOué versión de la Biblia debemos escoger? 1 139

Las traducciones dinámicas son más adecuadas para dar


estudios bíblicos, ya que facilitan la lectura y la compren-
sión para las personas que no están familiarizadas con el
lenguaje bíblico. Solo hay que tener cuidado con los pa-
sajes "problemáticos", y repasar antes qué es lo que dice
esa versión, para no confundir a la persona.

3. La paráfrasis, o traducción del "sentido" del texto. Técni-


camente, la paráfrasis es más un comentario que una
traducción. Busca redeclarar en términos más sencillos
y comprensibles el texto original. Es una amplificación
de un pasaje; trata de expresar el mismo sentido en otras
palabras. Las traducciones literales y las dinámicas son
realizadas por un comité de eruditos, mientras que las
paráfrasis son generalmente realizadas por una persona
con un estilo literario acabado, pero no necesariamente
experto en los idiomas originales.

Las paráfrasis son más recomendables para propósitos


devocionales personales, siempre teniendo en cuenta
que no es una traducción fiel. De lo anterior, se despren-
de que no existe una versión "todo terreno", sino que se
debe tener en cuenta el propósito para el que se la utiliza
y la audiencia, o destinatario.

La traducción (a un idioma moderno) es como apuntar-


le a un blanco móvil, que se mueve cada vez con mayor
velocidad. El español se está desarrollando más rápido
hoy que en cualquier otro momento de su historia pre-
via. Algunas palabras han dejado de ser utilizadas; otras
han cambiado su significado. Cuando una traducción en
sí misma requiere traducción, ha dejado de servir a su
propósito original.
Clasificación esquemática de las
diferentes traducciones

Por fortuna, existe una considerable variedad de excelen-


tes versiones de las Sagradas Escrituras. Las hay más li-
teralistas y más libres, pero cada una de ellas y todas por
igual tienen sus lados fuertes y sus debilidades.

Entre las distintas versiones en uso, la Reina-Valera es muy


buena, y ha recibido periódicamente cuidadosas revisiones
(1960, 1979, 1990, 1995, etc.). ¿Cuáles son sus debilidades?

l. El empleo de una fraseología a veces arcaica y


ajena al contexto conversacional de Latinoamérica
(segunda persona del plural: vosotros).

2. Utilización de algunas expresiones y giros idio-


máticos caídos en desuso o extraños al vocabula-
rio contemporáneo (redargüir, aderezar, adarga,
apresto, bienaventurado, escarnecedores, vituperio,
anatema, mas [como adversativo en lugar de pero],
concupiscencia, almud, tamo, calcañar, muladar,
salterio, címbalo, retiñe, etc.).

3. Uso de expresiones antiguas que se escriben igual


que otras modernas pero que no significan lo mis-
mo, por lo que pueden crear cierta confusión en el
lector ("Añadir a su estatura un codo", talentos, era,
siglo, generaciones [Génesis 6:9], etc.).

4. Deja sin traducir vocablos hebreos, arameos y


griegos (sheool, gehena, dídimo, boannergés, talitta
cumi, maranata, shekina, hosanna, etc.).
A continuación se ofrece una clasificación esquemática
de las versiones de la Biblia más conocidas, de acuerdo
con su estilo de traducéión:

1. Traducción de equivalencia fonnal o literal

a. Versiones 1909, 1960, 1977 y 1995


de la Reina-Valera
b. Versión Moderna (VM, 1893)
c. Nácar-Colunga (NC, 1944)
d. Biblia de Jerusalén (BJ, 1967)
e. Biblia del Peregrino (BP, 1993).

2. Traducción de equivalencia dinámica o funcional

a. Dios Habla Hoy (DHH, 1979)


b. Nueva Versión Internacional (NVI, 1999)
c. Traducción en Lenguaje Actual (TLA, 2003)
e. Nueva Traducción Viviente (NTV, 2011).

3. Paráfrasis

A pesar de que la primera Biblia en castellano fue


una paráfrasis (encargada por Alfonso X el Sabio), no
existen muchas más paráfrasis de la Biblia en caste-
llano. Una excepción sería la Biblia al Día (BD, 1979).

El análisis textual

La crítica textual trata de establecer cuáles son los ma-


nuscritos que deben ser tomados como base para la tra-
ducción de la Biblia. ¿Por qué es necesario contar con una
ciencia que determine cuáles son los manuscritos más
142 1 Pautas para interpretar las Escrituras

confiables? Sencillamente, porque no poseemos los autó-


grafos originales. Es decir, no tenemos el Evangelio que
escribió el apóstol Juan de puño y letra, ni de ningún otro
libro de la Biblia. Todos los manuscritos originales escri-
tos por los mismos profetas y apóstoles se han perdido.

Todo lo que tenemos es copias de copias. El hecho de que


estas copias difieran entre sí hace necesario determinar
cuál de ellas se acerca más al original. Algunos estiman
que solamente del Nuevo Testamento hay unas doscien-
tas mil variantes textuales dentro de los más de cinco mil
trescientos manuscritos y fragmentos que se poseen en la
actualidad.

También es cierto que solo un octavo de las variantes


son significativas. Así, cerca del 98% del texto del Nuevo
Testamento es "puro", sin importar la edición del Nuevo
Testamento griego que se tome como base.

En aquellos lugares, donde las variantes son significati-


vas, se deben aplicar las reglas del análisis textual, para
llegar a conclusiones tentativas. Son conclusiones parcia-
les, porque solo los autógrafos podrían resolver cuál es la
variante correcta.

¿Por qué hay tantos manuscritos diferentes?

La invención de la imprenta dio la posibilidad de impri-


mir miles de copias iguales de un mismo texto. Antes de
eso, eran copiados a mano, con la posibilidad de error
que esta tarea implica. Todo el que ha tratado de copiar
una gran cantidad de texto sabe cuán fácil es introducir
discrepancias.
Wué versión de la Biblia debemos escoger? 1143

Errores accidentales o no intencionales. Muchas de las varian-


tes de los textos surgen meramente por causas accidenta-
les. Esto es entendible cuando uno recuerda las circunstan-
cias en las que fueron copiados los manuscritos. Se podía
introducir una variante por un error de lectura o al escu-
char un texto dictado, o porque el escriba estaba cansado
o distraído. Al escribir, es fácil colocar una letra por otra,
o al interpretar una palabra ilegible de un copista anterior.

Es fácil saltarse. Al copiar, es fácil pasar por alto una pala-


bra o, incluso, una línea de texto.

Palabras similares. Muchas palabras diferentes tienen una


misma pronunciación. Por ejemplo, en griego, la pronun-
ciación de ou y u es la misma. Así, manuscritos de los
siglos IV-V tienen el verbo lusanti ("liberar"), mientras
que otros más tardíos tienen el verbo lousanti ("lavar") en
Apocalipsis 1:5. De esta manera, la Reina-Valera de 1960
coloca " ... nos lavó de nuestros pecados", mientras que
la Nueva Versión Internacional rinde" ... nos ha librado
de nuestros pecados".

Cambios intencionales. Muchos escribas eliminaban alguna


parte que les parecía confusa, o agregaban algunas palabras
para hacer más sencilla la lectura. A veces, armonizaban la
narración de uno de los evangelios con la narración que se
presenta del mismo episodio en otro de los evangelios.

¿De dónde proviene la Reina-V al era de 1960


y sus predecesoras?

El texto griego que Casiodoro de Reina tomó, en 1569,


como base para su traducción al español es el que se ha
144 1 Pautas para interpretar las Escrituras

dado en denominar el Textus Receptus (texto recibido, o


también conocido como texto mayoritario).

El primer Nuevo Testamento en griego no salió de las


prensas sino hasta 1514. Formaba parte de la Biblia Po-
líglota Complutense, que también contenía textos en
hebreo, arameo y latín. Si bien fue impresa en enero de
1514, no salió a la luz sino hasta 1522. Al enterarse de que
la Biblia políglota ya había sido impresa, pero todavía no
se había publicado, Johann Froben se abocó a la tarea de
publicar un Nuevo Testamento antes de que la Políglota
estuviera disponible.

Para ello, contrató los servicios de Desiderio Erasmo


(más conocido como Erasmo de Rotterdam). Erasmo
viajó hasta Basilea en julio de 1515, con la idea de en-
contrar manuscritos griegos de calidad que le sirvie-
ran de base para su Nuevo Testamento. Grande fue su
chasco al descubrir que solo había media docena de
manuscritos, y que necesitaban ser corregidos antes de
ser impresos.

Erasmo se basó mayormente en dos manuscritos del


siglo XII, uno para los evangelios, y otro para Hechos
y las epístolas. Al compilar, los comparó con otros dos
o tres. Tenía solo un manuscrito del siglo XII para Apo-
calipsis, al que le faltaba la última página con los seis
versículos finales. Para salir del paso, los retradujo de
la Vulgata Latina al griego original. ¿Cuál fue el re-
sultado? Algunas lecturas del Nuevo Testamento de
Erasmo no han podido ser encontradas en ningún otro
manuscrito griego. Esta es la historia detrás del Textus
Receptus.
lQué versión de la Biblia debemos escoger? j145

Lo que hizo Casiodoro de Reina fue tomar como base el


Textus Receptus para su versión de la Biblia en español.
Después de aproximadamente una década y media, la
Biblia de Casiodoro de Reina fue terminada en agosto
de 1569. Esta versión es conocida como la Biblia del Oso,
porque tenía en su portada, después del título, una es-
tampa que representa el tronco de un árbol, hendido por
el medio con un mazo suspenso de una rama; en la hen-
didura hay un enjambre de abejas, cuya miel está lamien-
do un oso puesto en pie, y en un libro abierto que está
casi al pie del tronco se lee: La Palabra del Dios nuestro
permanece para siempre.

La versión de Casiodoro de Reina fue impresa de nue-


vo en 1602, luego de una cuidadosa revisión de parte de
Cipriano de Valera, que empleó veinte años más en esta
labor. Cipriano de Valera fue un gran erudito español,
que luego de huir de Sevilla, en 1557, se trasladó a Gine-
bra y luego a Inglaterra, donde continuó sus estudios en
Oxford y en Cambridge.

La versión completa de la Biblia que hoy conocemos como


Reina-Valera es considerada como "una de las mejores
que existen en lengua castellana", la Biblia que "hizo épo-
ca" .2 Sin embargo, cuenta con las limitaciones del Textus
Receptus: tomar como base textual del Nuevo Testamento
solamente un puñado de manuscritos tardíos del siglo XII.

¿De dónde provienen las nuevas versiones


de la Biblia?

La Nueva Versión Internacional, la Biblia de Jerusalén y al-


gunas otras versiones modernas parten de una base tex-
146 j Pautas para interpretar las Escrituras

tual diferente. Cuando Casiodoro de Reina y Cipria-


no de Valera publicaron su versión, el Textus Receptus
(elaborado por Erasmo) era prácticamente el único
Nuevo Testamento griego disponible y, por lo tanto,
fue la base textual de esta gran versión. Sin embargo,
durante los siglos XVII-XX se descubrieron cientos de
manuscritos; muchos de ellos más antiguos y confia-
bles que los que utilizara Erasmo. Además, la ciencia
de la crítica textual se desarrolló con impresionantes
avances, gracias al trabajo de grandes eruditos que es-
taban motivados por el amor a la Palabra de Dios y por
el deseo de que el texto disponible se acercara lo más
posible al original mismo.

El especialista en el texto bíblico, cazador de manuscri-


tos, C. von Tischendorf (1815-1874), es una de las figuras
más importantes en la investigación del texto del Nuevo
Testamento. Descubrió, en el monasterio de Santa Cata-
lina, en el monte Sinaí, el Codex Sinaiticus (Códice Sinaíti-
co), que contiene casi todo el Antiguo Testamento y todo
el Nuevo Testamento en griego. Este manuscrito data del
siglo IV DC, y se puede observar en el Museo Británico,
en Londres, además de poder consultarse completamen-
te en Internet (www.codexsinaiticus.org).

Además, se han descubierto varias decenas de papiros


antiguos, que datan de los siglos II, III y IV. El papiro
P52 es el más conocido, dado que es la porción del
Nuevo Testamento más antigua que se haya encon-
trado. Contiene una porción del Evangelio de Juan, y
está fechado alrededor del año 125, quizá solo una ge-
neración posterior a la fecha en que el apóstol escribió
su evangelio.
Actualmente, se utiliza la versión del Nuevo Testamen-
to griego de Eberhard Nestle y Kurt Aland, que es fruto
de un concienzudo y profundo trabajo de investigación y
crítica textual. En efecto, Nestle utilizó las tres ediciones
científicamente más confiables e importantes del siglo
XIX, comparándolas con un gran número de variantes
de otros manuscritos neotestamentarios. La edición del
Nuevo Testamento de Nestle-Aland, revisada y actuali-
zado con el estudio de los papiros y los manuscritos re-
cientemente descubiertos, ha llegado a ser el texto base
de numerosas traducciones modernas del Nuevo Testa-
mento, como la Nueva Versión Internacional.

Si se compara esta riqueza de fuentes textuales que


utilizan hoy las nuevas versiones de la Biblia, con los
escasos manuscritos tardíos que utilizaron las versio-
nes tradicionales antiguas como la Reina-Valer a, ve-
mos que hay mayor garantía de fidelidad al texto ori-
ginal en estas nuevas versiones.

De conspiraciones y otras sospechas

En la discusión acerca de qué Biblia deberíamos leer, es


importante recordar que, generalmente, las diferencias
entre las versiones modernas de la Biblia en español y
la Reina-Valera de 1960 reflejan, sencillamente, las dife-
rencias entre los diferentes manuscritos. Muchos de los
que abogan por "solo la Reina-Valera de 1960" presentan
estas diferencias como prueba de una conspiración por
parte de los editores de las versiones hispanas modernas,
cuando estos editores están reflejando meramente las di-
ferencias que ya existen entre los diferentes manuscritos
del Nuevo Testamento en griego.
148 1 Pautas para interpretar las Escrituras

El Dr. George W. Reíd, ex director del Instituto de Inves-


tigación Bíblica de la Asociación General, dice lo siguien-
te con respecto a las sospechas de conspiración:

Recientemente, unos pocos adventistas han hecho


un llamado a usar solo las versiones antiguas de la
Biblia [la King James Version, en inglés; o la Reina-
Valera de 1960 en español], alegando que las edi-
ciones modernas del texto griego y del hebreo han
sido manipuladas por eruditos católicos [jesuitas],
mientras que el Textus Receptus de Erasmo no lo fue.
Parecen olvidar que Erasmo mismo era un erudi-
to católico. Es más, los manuscritos tardíos que usó
Erasmo fueron tomados de monasterios católicos.
Estas personas, sin duda sinceras, no han tomado
en cuenta todas las evidencias y, al alarmar acerca
de las nuevas versiones, están perjudicando la cau-
sa de Cristo. 3

El ataque a Wescott y Hort

Brooke Foss Wescott y Fenton John Anthony Hort fue-


ron dos eruditos bíblicos que trabajaron juntos durante
28 años. Son los autores de un texto crítico, compilado a
partir de los manuscritos y los fragmentos más antiguos
del Nuevo Testamento que habían sido descubiertos
hasta esa época. A partir de este texto del Nuevo Tes-
tamento, se hizo una revisión de varias versiones de la
Biblia en inglés y en otros idiomas.

Dado que esta edición del Nuevo Testamento significó


un apartamiento del Textus Receptus y, por lo tanto, im-
plicó algunos cambios en las versiones de la Biblia, Wes-
Wué versión de la Biblia debemos escoger? 1149

cott y Hort fueron atacados durante décadas. Se han es-


crito muchas cosas de estos dos eruditos, pensando que,
al desacreditarlos, también se desacreditaría su Nuevo
Testamento en Griego de 1881. Fueron acusados de "he-
rejía", "ocultismo", etc. Muchas de estas acusaciones son
falsas y se han realizado tergiversando sus escritos. (véa-
se www.westcotthort.com/faqs.html).

Más allá de esta discusión, Elena de White misma uti-


lizó ampliamente la English Revised Version y la Ameri-
can Standard Version, que tomaron el Nuevo Testamento
en Griego de Wescott y Hort como su base textual. En
la serie de "El Gran Conflicto", Elena de White utilizó
profusamente estas versiones revisadas, sin ninguna cla-
se de objeciones. Su hijo W. C. White dice con respecto
a esto: "No sé de ninguna cita en los escritos de Elena
de White, ni puedo recordar ninguna conversación de la
hermana White, que podría indicar que ella pensara que
estaba mal usar la Versión Revisada" .4 Es más, ella citó de
las nuevas versiones revisadas más a menudo al abordar
temas doctrinales y las enseñanzas de Cristo que al tratar
con temas pastorales.

La Nueva Versión Internacional


¿niega la divinidad de Cristo?

La tercera vez que escuché, en boca de diferentes per-


sonas, la acusación de que la Nueva Versión Internacional
niega la divinidad de Cristo, decidí investigarlo por mí
mismo. "Si es que la NVI ataca la divinidad de Cristo,
tuvo que haber cambiado los textos más claros con res-
pecto a esta doctrina", pensé. Así, comencé a comparar
los versículos con los que suelo enseñar la divinidad de
150 1 Pautas para interpretar las Escrituras

Cristo en dos versiones: la Reina-Valera de 1960 y la Nueva


Versión Internacional.

¿Cuál fue el resultado de esta comparación? No solo que


no encontré ninguna diferencia significativa entre estas
dos versiones, sino también, en algún caso, la Nueva Ver-
sión Internacional afirma más claramente la divinidad de
Cristo. Comencé con Juan 1:1:

RVR 60: "En el principio era el Verbo, y el Verbo era


con Dios, y el Verbo era Dios".

NVI: "En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo


estaba con Dios, y el Verbo era Dios".

Ninguna diferencia significativa. Los dos textos afir-


man enfáticamente la divinidad de Cristo. Es más,
cuando llegamos al versículo 18 del mismo capítulo, la
NVI es más clara con respecto a la divinidad de Jesús
que la RVR 60:

RVR 60: "A Dios nadie le vio jamás; el unigénito


Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a
conocer".

NVI: "A Dios nadie lo ha visto nunca; el Hijo unigé-


nito, que es Dios y que vive en unión íntima con el
Padre, nos lo ha dado a conocer".

Veamos el siguiente cuadro, en el que se comparan los


versículos del Nuevo Testamento más claros con respec-
to a la divinidad de Cristo en las dos versiones:
¿Qué versión de la Biblia debemos escoger? 1 151

Reina-Valera de 1960 Nueva Versión Internacional


"Entonces Tomás respondió y
"¡Señor mío y Dios mío!-
le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!"
exclamó Tomás" (Juan 20:28).
(Juan 20:28).
"De quienes son los "De ellos son los patriarcas, y
patriarcas, y de los cuales, de ellos, según la naturaleza
según la carne, vino Cristo, humana, nació Cristo, quien
el cual es Dios sobre todas es Dios sobre todas las cosas.
las cosas, bendito por los ¡Alabado sea por siempre!
siglos. Amén" (Romanos 9:5) Amén" (Romanos 9:5).
"Haya, pues, en vosotros este "La actitud de ustedes debe ser
sentir que hubo también en como la de Cristo Jesús, quien,
Cristo Jesús, el cual, siendo en siendo por naturaleza Dios, no
forma de Dios, no estimó el ser consideró el ser igual a Dios
igual a Dios como cosa a que como algo a qué aferrarse"
aferrarse" (Filipenses 2:5, 6). (Filipenses 2:5, 6).
"Aguardando la esperanza "Mientras aguardamos la
bienaventurada y la bendita esperanza, es decir, la
manifestación gloriosa de gloriosa venida de nuestro gran
nuestro gran Dios y Salvador Dios y Salvador Jesucristo"
Jesucristo" (Tito 2:13). (Tito 2:13).
"Pero con respecto al Hijo dice:
"Mas del Hijo dice: Tu trono,
Tu trono, oh Dios, permanece
oh Dios, por el siglo del siglo"
por los siglos de los siglos"
(Hebreo 1:8).
(Hebreo 1:8).
"Simón Pedro, siervo y apóstol
"Simón Pedro, siervo y apóstol
de Jesucristo, a los que por
de Jesucristo, a los que habéis
la justicia de nuestro Dios y
alcanzado, por la justicia
Salvador Jesucristo han recibido
de nuestro Dios y Salvador
una fe tan preciosa como la
Jesucristo" (2 Pedro 1:1)
nuestra" (2 Pedro 1:1).

¿Notó algún cambio en la NVI con respecto a la divini-


dad de Cristo? La respuesta es un "No" rotundo. Esto
152 j Pautas para interpretar las Escrituras

podría ser dicho, también, de las veces en que Cristo es


adorado. Veamos solo tres comparaciones:

Reina-Valera de 1960 Nueva Versión Internacional


"Entonces los que estaban en "Y los que estaban en la
la barca vinieron y le adoraron, barca lo adoraron diciendo:
diciendo: Verdaderamente eres Verdaderamente tú eres el Hijo
Hijo de Dios" (Mateo 14:33). de Dios" (Mateo 14:33).
"Creo, Señor-declaró el
"Y él dijo: Creo, Señor; y le
hombre. Y, postrándose, lo
adoró" Guan 9:38).
adoró" Guan 9:38).
"He aquí, Jesús les salió al "En eso Jesús les salió al
encuentro, diciendo: ¡Salve! Y encuentro y las saludó. Ellas se
ellas, acercándose, abrazaron sus le acercaron, le abrazaron los
pies, y le adoraron" (Mateo 28:9). pies y lo adoraron" (Mateo 28:9).

Sí, la Nueva Versión Internacional, como la Reina-Valera


de 1960 y muchas otras Biblias, enseña la divinidad de
Cristo. Como adventistas, podemos defender cada una
de nuestras creencias en cualquier versión.

¿Le han "quitado" versículos


a la Nueva Versión Internacional?

Como parten de diferentes manuscritos, la Reina-Valera de


1960 y la Nueva Versión Internacional tienen algunas dife-
rencias. Y, si bien concuerdan en un 98%, la Nueva Ver-
sión Internacional no tiene algunos versículos, o partes
de versículos, que sí aparecían en la Reina-Valera de 1960.
Ahora, la gran mayoría de esas diferencias se encuentra en
los evangelios, y esa "parte" que "falta" en algún evange-
lio de la NVI sigue estando en otro de los evangelios en la
misma NVI. Es decir, esa información no se pierde, no se
¿Qué versión de la Biblia debemos escoger? 1153

ha suprimido de la Biblia. Sencillamente, sigue aparecien-


do en otro lado. Veamos algunos ejemplos:

Reina-Valera de 1960 Nueva Versión Internacional

"Jesús, respondiéndole, dijo:


"Jesús le respondió: Escrito
Escrito está: No solo de pan
está: No solo de pan vive el
vivirá el hombre, sino de toda
hombre" (Lucas 4:4).
palabra de Dios" (Lucas 4:4).

"¡Allí está! Han quitado una parte importantísima del


texto", dicen los críticos. Sin embargo, cuando vemos el
mismo texto en otro de los evangelios, sí aparece la parte
"faltante" en la NVI:

Reina-Valera de 1960 Nueva Versión Internacional


"Él respondió y dijo: Escrito "Jesús .le respondió: Escrito
está: No solo de pan vivirá el está: No solo de pan vive el
hombre, sino de toda palabra hombre, sino de toda palabra
que sale de la boca de Dios" que sale de la boca de Dios"
(Mateo 4:4). (Mateo 4:4).

Otro caso:

Reina-Valera de 1960 Nueva Versión Internacional


"Y si en algún lugar no os
recibieren ni os oyeren, salid de
allí, y sacudid el polvo que está "Y si en algún lugar no los
debajo de vuestros pies, para reciben bien o no los escuchan,
testimonio a ellos. De cierto os al salir de allí sacúdanse el polvo
digo que en el día del juicio, será de los pies, como un testimonio
más tolerable el castigo para los contra ellos" (Marcos 6:11).
de Sodoma y Gomorra, que para
aquella ciudad" (Marcos 6:11).
154 1 Pautas para Interpretar las Escrituras

"¿No lo ven?, aquí la NVI está 'borrando' una alusión al


Juicio Final", acusan algunos. Sin embargo, cuando va-
mos el texto paralelo de Mateo, la alusión al Juicio sí está
en la NVI:

Reina-Valera de 1960 Nueva Versión Internacional


"Y si alguno no os recibiere,
"Si alguno no los recibe bien
ni oyere vuestras palabras,
ni escucha sus palabras, al
salid de aquella casa o
salir de esa casa o de ese
ciudad, y sacudid el polvo
pueblo, sacúdanse el polvo de
de vuestros pies. De cierto os
los pies. Les aseguro que en el
digo que en el día del juicio,
día del juicio el castigo para
será más tolerable el castigo
Sodoma y Gomarra será más
para la tierra de Sodoma y de
tolerable que para ese pueblo"
Gomarra, que para aquella
(Mateo 10:14, 15).
ciudad" (Mateo 10:14, 15).

¿Por qué, en muchos casos, la NVI tiene estas diferencias?


Porque los manuscritos más antiguos no tienen esa "parte
faltante" en uno de los evangelios, pero sí en el otro. Los
eruditos piensan que, con el pasar del tiempo, los escribas
quisieron "armonizar" los evangelios, y agregaron la infor-
mación que aparecía, por ejemplo, en el Evangelio de Ma-
teo, al Evangelio de Lucas, que carecía de esa información.
Algunos copistas consideraban que a la versión más corta
de ese mismo episodio le "faltaba" información, y por eso
tendieron a armonizar las diferentes versiones de un mis-
mo episodio que aparecían en evangelios diferentes.

Cuando encuentres diferencias entre la Reina-Valera de


1960 y la NVI, sobre todo en los evangelios, coteja en los
demás evangelios, y verás que, en la mayoría de los ca-
sos, no es que "falta" una información, sino que aparece
en los otros evangelios.
lOué versión de la Biblia debemos escoger? 1155

Entonces, ¿qué versión utilizar?

Hemos visto que las diferencias que se encuentran en las


distintas versiones actuales responden a las diferencias
que se encuentran en los mismos manuscritos originales.
Al no poder contar con los autógrafos originales, que es-
cribieron de puño y letra los escritores bíblicos, es nece-
sario determinar algunas pautas para identificar cuáles
son más fidedignos y reflejan, con mayor integridad, esos
originales perdidos.

Erasmo y los demás eruditos posteriores que compi-


laron el Textus Receptus solo tenían a mano un puñado
de manuscritos tardíos. No obstante, hicieron un muy
buen trabajo y, ese texto griego, fue la base de la Rei-
na-Valera, cuya revisión de 1960 podemos disfrutar
en la actualidad.

Sin embargo, las nuevas versiones, como la Nueva Ver-


sión Internacional o la Reina-Valera 2000, parten de un
texto griego que considera los últimos manuscritos des-
cubiertos, muchos de ellos que datan de los siglos III-IV
DC. Además, la disciplina dedicada a estudiar y clasi-
ficar los manuscritos antiguos ha crecido mucho en el
último siglo. Esto les da mayor respaldo textual a las
nuevas versiones.

No hay que olvidar que las diferencias entre las antiguas


versiones y las modernas no pasa del 2%, y que en nin-
gún caso afectan la doctrina o la integridad del mensa-
je bíblico. Como adventistas, podemos probar nuestras
doctrinas con cualquier versión de la Biblia. No necesita-
mos apegarnos ciegamente a una sola.
156 1 Pautas para interpretar las Escrituras

Al abordar este asunto, podemos seguir el ejemplo de


Elena de White. Durante las últimas tres décadas del mi-
nisterio de Elena de White, muchas versiones modernas
comenzaron a circular. Todas estas versiones utilizaban
los últimos manuscritos descubiertos, que diferían del
Textus Receptus. Durante este período, Elena de White
citó diez versiones modernas diferentes en sus escritos:
¡casi todas las versiones modernas que estaban dispo-
nibles en ese tiempo! Evidentemente, ella no tuvo pro-
blemas en citar a las versiones modernas, y las utilizaba
cuando y donde servían a sus intenciones como escritora.

Como adventistas, no tenemos una versión "oficial".


Recomendamos utilizar varias, de acuerdo con los dife-
rentes propósitos. Sin lugar a dudas, la Reina-Valera de
1960 y la Nueva Versión Internacional son dos muy buenas
versiones (además de las otras que se han mencionado
en este estudio), y podemos utilizar una u otra, según la
intención y la audiencia.

Referencias

1
Palabras de José Luis Andavert, director general de la Sociedad
Bíblica Española, en la presentación de esta Biblia en "Expolit 2010".
2
Véase Sociedad Bíblica Argentina en http://www.sba.org.ar/
SBAweb/main.html, consultado el19 de enero de 2015.
3
Véase George W. Reid, "The Authority of the Bible", en https://
adventistbiblicalresearch.org/ materials/bible/ authority-bible, acce-
dido 20 de enero de 2015.

4General Conference Committee, Problems in Bible Translations


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Se terminó de imprimir el 20 de marzo de 2015
en los talleres gráficos del Centro de Aplicación
Editorial Unión de la Universidad Peruana Unión
Lima- Perú

Tiraje: 1300 ejemplares

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