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ASPECTOS GENERALES DEL DERECHO ELECTORAL

 Regula y armoniza las relaciones humanas y en su entorno natural con motivo de la


elección, designación y remoción de los representantes, mandatarios y servidores de la
organización política.
 No solo se refiere a las leyes electorales y reglamentos que se refiere a organización,
administración, ejecución de los procesos electorales si no incluye conocimientos más
amplios: principios políticos y antecedentes históricos y sociedad también partidos
políticos, democracia, parlamento, presidencialismo y parlamentarismo. Es una ciencia y
disciplina con características propias
 Su naturaleza: es de derecho político de un estado porque sus normas regulan las
relaciones que se establecen entre los particulares y el estado. Las cuestiones electorales
son fenómenos que interesan al orden público de un país.
 Se vale de otras disciplina; derecho constitucional, penal, administrativo y procesal.
 El derecho electoral no contradice el texto constitucional. La constitución es el marco
jurídico del derecho electoral.
 Está integrado por dos cuerpos normativos según Fernando Flores García:

1.- Derecho electoral sustantivo


2.-Derecho electoral procedimental secundario
3.- Y este también tiene una función cívica.

 Objeto del Derecho electoral- de acuerdo con la constitución, el objeto del derecho
electoral es: regular jurídicamente organización y realización de las elecciones
consideradas como una función del estado.

 Características de las elecciones y de los procesos electorales


 Principios y garantías
 Delitos e infracciones
 Sistemas electorales
 Partidos políticos
 Financiamiento de elecciones de partidos
 Normas de procedimiento electoral
 Fiscalización de actos electorales
 Actores electorales
 Derecho internacional de los derechos humanos etc.

Autonomía: como conjunto de normas y principios que regulan el proceso electoral, componente
de un sistema jurídico particular.
Flavio Galván Rivera: respecto de autonomía:
o Es autónoma porque tiene existe legislación especializada.
o Es autónomo porque tiene criterio legislativo
o Es autónomo por que se ha instituido tribunales electorales especializados
o Criterio jurisdiccional
o Existe literatura jurídica
o Criterio científico
o Se imparte en las instituciones
o Tiene su propio lenguaje.

Es un sistema político por el que el pueblo de un estado ejerce su soberanía mediante cualquier
forma de gobierno que haya decidido establecer.

Democracia Formal: cualidad distintiva de la acción política referido a un gobierno o a la


soberanía.
LEGITIMO: significa legal apropiado que cumple ciertas reglas.
No hay legitimidad política cuando un gobierno es derrocado por un grupo político rival en un
golpe de estado.
Se puede describir como ilegitimo pues vulnera la constitución pero si cuenta con el apoyo de la
mayoría popular pues adquiere legitimidad.

Democracia económica: La administración económica estará a cargo del pueblo mediante la


participación de todos en los medios de producción, distribución y decisiones.

Todos deben tener satisfechas todas sus necesidades básicas y toda la población debe tener un
poder adquisitivo en crecimiento.

Las decisiones económicas deben residir en la población a través de su participación.

Se debe impedir que organismos económicos internacionales, multinacionales interfieran en la


economía local (no fuga de capitales) F.M.I (fondo monetario internacional) perjudica a los
pueblos subdesarrollados. (DESICIONES).

SUFRAGIO: Derecho o privilegio para elegir representantes políticos (o rechazar una legislación).

Derechos políticos para que el ciudadano participe en la conformación de los poderes públicos.
 Universal=tienen derecho todos los ciudadanos
 Libre=ningún tipo de presión o coacción
 Secreto=garantía de que no se conocerá públicamente la preferencia del elector.
 Directo=el ciudadano elige por si mismo a sus representantes
Restricciones
 Personal=acude personalmente el elector a la casilla
 Intransferible= no se puede facultar o ceder su derecho a ninguna persona.
Restricciones del sufragio.
 Articulo 35 fracciones I, II y 36.
 Sufragio activo
 Sufragio pasivo

Voto activo: para adquirir el derecho de votar, se necesita tener la ciudadanía mexicana (18 años y
modo honesto de vivir).
Voto pasivo: para estar en condiciones de ser candidato de algún cargo de elección popular
(mayoría de edad, ciudadanía y modo honesto de vivir.)

Ciudadanos: es todo individuo perteneciente a una sociedad política o a un estado determinado. Y


por extensión se entiende que ciudadano es aquel que le debe lealtad al gobierno del estado en
cuestión y al cual puede exigirle protección.

La democracia ha sido definida de muy diversas formas por distintos pensadores o políticos a lo
largo de la historia.1

Véase también: Historia del pensamiento político

Tucídides (Historia de la Guerra del Peloponeso, escrita a finales del siglo V a. C., donde recrea el
Discurso fúnebre de Pericles -que habría tenido lugar en 431 a. C.-):

Tenemos un régimen político que no se propone como modelo las leyes de las personas, sino que
más bien es él modelo para otros. Y su nombre, como las cosas dependen no de unos pocos, sino
de la mayoría, es Democracia. A todo el mundo asiste, de acuerdo con nuestras leyes, la igualdad
de derechos en los conflictos privados, mientras que para los honores, si se hace distinción en
algún campo, no es la pertenencia a una categoría, sino el mérito lo que hace acceder a ellos; a la
inversa, la pobreza no tiene como efecto que un hombre, siendo capaz de rendir servicio al Estado,
se vea impedido de hacerlo por la oscuridad de su condición.2

Platón (El Político, primera mitad del siglo IV a. C.):

Hay tres formas de gobierno principales; monarquía, el mando de los pocos, y democracia; estas
se expanden a cinco por la división de la monarquía en realeza y tiranía, y del gobierno de los
pocos en aristocracia y oligarquía (291).

(...)

Extranjero: ¿No es la tercera forma de gobierno el mando de la multitud, que es llamada por el
nombre de democracia? El Joven Sócrates: Ciertamente (291).

(...)

La democracia es el mejor de los gobiernos sin ley y el peor de los gobiernos en los que se respeta
plenamente la ley (303).3
Aristóteles (Política, segunda mitad del siglo IV a. C.):

En la democracia el ciudadano no está obligado a obedecer a cualquiera; o si obedece, es a


condición de mandar él a su vez; y he aquí cómo en este sistema se concilia la libertad con la
igualdad.4

Tomás de Aquino (De Regimine Principorum, siglo XIII):

Si el gobierno fuese injusto de uno solo, que en él procura sus propias comodidades y no el bien de
la multitud que estuviese a su cargo, ese gobernador se llama tirano... Mas si el gobierno injusto
fuese de más de uno, como no sean muchos, se llama oligarquía... y esto cuando algunos pocos
por su poder oprimen al pueblo, difiriendo solo del tirano en que son más. Y si el mal gobierno se
ejercitare por muchos, se llama democracia... que es, cuando la junta de los plebeyos por su
muchedumbre oprime a los más ricos, y entonces todo el pueblo es como un solo tirano.5

Juan de Mariana (De Rege, 1599):

La república, verdaderamente llamada así, existe si todo el pueblo participa del poder supremo;
pero de tal modo y tal templanza que los mayores honores, dignidades y magistraturas se
encomienden a cada uno según su virtud, dignidad y mérito lo exijan. Mas cuando los honores y
cargos de un Estado se reparten a la casualidad, sin discernimiento ni elección, y entran todos,
buenos y malos, a participar del poder, entonces se llama democracia. Pero no deja de ser una
gran confusión y temeridad querer igualar a todos aquellos a quien la misma naturaleza o una
virtud superior han hecho desiguales.6

James Madison (El Federalista, 1787):

Las democracias siempre han ofrecido el espectáculo de la turbulencia y de la discordia; se han


mostrado siempre enemigas de cualquier forma de garantía a favor de las personas o de las
cosas.7

Revolución de Mayo (Buenos Aires, 1810):

El pueblo quiere saber de qué se trata.8

Simón Bolívar:

Sólo la democracia... es susceptible de una absoluta libertad, libertad que se define como el poder
que tiene cada hombre de hacer cuanto no esté prohibido por la ley.9

Alexis de Tocqueville (La democracia en América, 1835-1840):

Entre las circunstancias felices que favorecieron todavía el establecimiento y aseguran el


mantenimiento de la República democrática en los Estados Unidos, la primera en importancia es la
elección del país mismo que los norteamericanos habitan. Sus padres les dieron el amor a la
igualdad y a la libertad. Pero fue Dios mismo quien, al entregarles un continente sin límites, les
concedió los medios de permanecer largo tiempo libres e iguales. El bienestar general favorece la
estabilidad de todos los gobiernos, pero particularmente del gobierno democrático, que descansa
en las disposiciones de la mayoría y sobre todo en las de aquellos que están más expuestos a las
necesidades. Cuando el pueblo gobierna, es necesario que sea feliz para que no desquicie el
Estado. Ahora bien, las causas materiales e independientes de las leyes que pueden producir el
bienestar son más numerosas en Norteamérica que lo han sido en ningún país del mundo, en
ninguna época de la historia. En los Estados Unidos, no solamente la legislación es democrática,
sino que la naturaleza misma trabaja para el pueblo.10

(...)

Un estado democrático de la sociedad, similar al de los americanos, puede ofrecer singulares


facilidades para establecer el despotismo.11

Pierre-Joseph Proudhon (¿Qué es la propiedad?, 1840):

Y ¿qué es la democracia? La soberanía del pueblo, o mejor dicho, de la mayoría nacional. Siempre
la soberanía del hombre en lugar de la soberanía de la ley, la soberanía de la voluntad en vez de la
soberanía de la razón; en una palabra, las pasiones en sustitución del derecho. Cuando un pueblo
pasa de la monarquía a la democracia, es indudable que hay progreso, porque al multiplicarse el
soberano, existen más probabilidades de que la razón prevalezca sobre la voluntad: pero el caso es
que no se realiza revolución en el gobierno y que subsiste el mismo principio.Y no es esto todo: el
pueblo rey no puede ejercer la soberanía por sí mismo: está obligado a delegarla los encargados
del poder. esto es lo que le repiten asiduamente aquellos que buscan su beneplácito. Que estos
funcionarios sean cinco, diez, ciento, mil, ¿qué importa el número ni el nombre? Siempre será el
gobierno del hombre, el imperio de la voluntad y del favor. Pero ¿qué es la soberanía? Se Dice que
es el poder de hacer las leyes. Otro absurdo, renovado por el despotismo. El pueblo, que había
visto a los reyes fundar sus disposiciones en la fórmula porque tal es mi voluntad, quiso a su vez
reconocer el placer de hacer las leyes. (...) El pueblo, finalmente, consagró la propiedad... ¡Dios le
perdone, porque no supo lo que hacía! Hace cincuenta años que expía ese desdichado error. Pero
¿cómo ha podido engañarse el pueblo, cuya voz, según se dice, es la de Dios y cuya conciencia no
yerra? ¿Cómo buscando la libertad y la igualdad ha caído de nuevo en el privilegio y en la
servidumbre? Por su constante afán de imitar el antiguo régimen.

Estos párrafos fueron escritos antes de presentar el principio federativo, en el cual comienza
explicando los tipos ideales de gobierno y sus devenires en la práxis, desde una profundidad
mucha mayor, y planteando un sistema federativo que en parte se asemeja al sistema de cantones
suizos pero que tenían a la anarquía como modelo ideal, o sea el gobierno de sí mismo por sobre sí
mismo. 12

Abraham Lincoln (Discurso de Gettysburg, 1863):

(...) nuestros padres hicieron nacer en este continente una nueva nación concebida en la libertad y
consagrada al principio de que todas las personas son creadas iguales (....) debemos consagrarnos
aquí a la gran tarea que aún resta ante nosotros (...) que el gobierno del pueblo, por el pueblo y
para el pueblo no desaparezca de la Tierra.

Estas pocas frases de Lincoln han sido tradicionalmente consideradas como una de las definiciones
más claras del significado de «democracia», a pesar de que el término no se usa en ningún
momento en el discurso. Una de las claves de su fuerza expresiva es la evidente paráfrasis del
lema del despotismo ilustrado (todo para el pueblo pero sin el pueblo).

Gaetano Mosca (Elementi de scienza politica, 1895):

Todos aquellos que por riqueza, educación, inteligencia o astucia tienen aptitud para dirigir una
comunidad de hombres y la oportunidad de hacerlo -en otras palabras, todos los clanes de la clase
dirigente- tienen que inclinarse ante el sufragio universal una vez éste ha sido instituido y,
también, si la ocasión lo requiere, defraudarlo.13

Winston Churchill (1947):

La democracia es la peor forma de gobierno, excepto todas las otras formas que se han probado
de tiempo en tiempo.14

(...)

Democracia significa saber que si alguien llama a la puerta de tu casa a primera hora de la mañana,
es el lechero.15

Manuel Jiménez de Parga (¿Qué es la democracia?, 1976):

La democracia es, a mi juicio, el régimen político en el que se alcanza la identificación entre


gobernantes y gobernados.16

El contexto de esta definición es el inicio de la transición española, tras la muerte de Franco (20 de
noviembre de 1975) y antes de las primeras elecciones democráticas (15 de junio de 1975).

Edward Djerejian (1996):

One man, one vote, once

"Un hombre, un voto, una vez", es paráfrasis del lema tradicional "un hombre, un voto",17 y este
diplomático estadounidense18 la construyó para indicar la posibilidad de que el triunfo electoral
del fundamentalismo islámico condujera al establecimiento de un sistema no democrático.19 El
acontecimiento reciente que había suscitado reflexiones sobre este particular fueron los
resultados del Frente Islámico de Salvación (FIS) en la primera vuelta de las elecciones argelinas de
1991. Para impedir su previsible victoria en la segunda vuelta, los militares dieron un golpe de
Estado, anularon el proceso electoral e ilegalizaron al FIS.

Nelson Mandela (Discurso de Ushuaia, 1998):


Si no hay comida cuando se tiene hambre, si no hay medicamentos cuando se está enfermo, si hay
ignorancia y no se respetan los derechos elementales de las personas, la democracia es una
cáscara vacía, aunque los ciudadanos voten y tengan parlamento. (Ushuaia, 1998)20

Hugo Chávez (La democracia poderosa y el liderazgo, 2006):

La democracia revolucionaria debe ser necesariamente una democracia fuerte, una democracia
poderosa; debe estar llena de fuerzas, debe llenarse cada día de mayor fuerza, poder; no puede
ser una democracia debilucha, lánguida, insulsa, ingenua.21

Eric Hobsbawm (2007):

En general (a la democracia) se la usa para justificar las estructuras existentes de clase y poder:
Ustedes son el pueblo y su soberanía consiste en tener elecciones cada cuatro o seis años. Y eso
significa que nosotros, el gobierno, somos legítimos aún para los que no nos votaron. Hasta la
próxima elección no es mucho lo que pueden hacer por sí mismos. Entretanto, nosotros os
gobernamos porque representamos al pueblo y lo que hacemos es para bien de la nación... La
esencia de la democracia es que el gobierno tiene que tomar en cuenta lo que el pueblo quiere y
no quiere. No hay ningún mecanismo eficaz para hacerlo: el gobierno representativo no es muy
eficaz. A veces funcionan mejor la prensa o los movimientos directos.22

Hussein Nasr (2008):

En la actualidad la palabra democracia se ha convertido en un eslogan: quien nos gusta es


democrático y a quien no nos gusta lo tachamos de antidemocrático. El pueblo palestino, en
elecciones libres supervisadas por la ONU, eligió a Hamas para que lo gobernara. Pero Occidente
rechazó ese resultado y alegó que era antidemocrático. En Egipto, Mubarak gana las elecciones
con el 99,9% de los votos y es obvio que no es democrático, pero dado que es pro
norteamericano, nadie dice nada. La democracia es algo muy valioso, pero, por desgracia, en
nuestros días se ha convertido en una prostituta. Lamento decirlo, pero es así. Si entendemos la
democracia como la participación libre de la gente en su propia vida, creo que es algo que todos
los seres humanos desean. No es que a los españoles y a los ingleses les guste y que los birmanos
la odien. Eso es una estupidez. Pero para que las instituciones democráticas crezcan, deben
hacerlo desde el interior de una sociedad.

Óscar Arias (Discurso de Cancún, 2010):

No se debe confundir el origen democrático de un régimen con el funcionamiento democrático del


Estado. Hay en nuestra región gobiernos que se valen de los resultados electorales para justificar
su deseo de restringir libertades individuales y perseguir a sus adversarios. Se valen de un
mecanismo democrático, para subvertir las bases de la democracia. Un verdadero demócrata, si
no tiene oposición, debe crearla. Demuestra su éxito en los frutos de su trabajo, y no en el
producto de sus represalias. Demuestra su poder abriendo hospitales, caminos y universidades, y
no coartando la libertad de opinión y expresión. Un verdadero demócrata demuestra su energía
combatiendo la pobreza, la ignorancia y la inseguridad ciudadana y no imperios extranjeros,
conspiraciones secretas e invasiones imaginarias.

Democracia formal y democracia material

Democracia formal:

1º) todos pueden participar en el juego en condiciones de igualdad;

2º) el juego se desarrolla en el campo de la sociedad política;

3º) las decisiones se toman por votación de mayorías y minorías.

Las reglas son: representación de la Sociedad y separación de poderes en el Estado.

La igualdad de derechos y de oportunidades son requisitos de la democracia política.

Democracia material: criterio de justicia para la distribución social de la riqueza.

La igualación en salarios, sanidad, educación y demás servicios públicos, lo que se llama Estado de
bienestar, es una exigencia de la democracia social.

Democracia constitucional es el término acuñado por autores como Karl Friedrich Krause y Karl
Loewenstein, que han difundido este término para referirse a aquellas democracias que se fundan
sobre una Constitución con un contenido particular, substancial.

Esto y más, tiene su explicación en que la palabra democracia es utilizada por los más opuestos
sectores políticos, por lo que se ha creado una confusión en cuanto a su significado, lo que hace
necesario un esfuerzo para precisar su sentido y alcance; de allí surge el concepto elaborado por
los autores ya citados.

La democracia constitucional tiene las siguientes características o elementos:

Participación política

Derechos fundamentales

Pluralismo político

Principio mayoritario

Separación orgánica de funciones.

Al no haber jamás coincidencia entre el número de miembros de la población y el número de


participantes en asuntos del Estado, pues siempre habrá incapaces, menores de edad o indignos;
la lógica democrática tiende a otorgar la participación política más amplia posible. En la
Democracia representativa esta participación política se expresa en el sufragio universal, la
posibilidad de ser elegido en cargos públicos y el acceso a los Partidos Políticos. En la Democracia
semidirecta se expresa en las instituciones propias de este sistema, como por ejemplo, el
Referéndum, Plebiscito, Revocatoria

El sufragio universal supone el otorgamiento de este derecho a toda la población adulta, sin
ninguna exclusión colectiva, sino sólo exclusiones individuales y que se establezcan por
incapacidades o indignidades manifiestas.

Derechos fundamentales[editar]

La Democracia también implica la existencia de libertades e igualdades. Por ello se hace necesario
reconocer, regular y garantizar un conjunto de derechos fundamentales o esenciales e inherentes
en la persona humana.

Pluralismo político[editar]

El pluralismo es el resultado natural de la libertad del hombre, ya que en virtud de ella, este puede
pensar o expresar su pensamiento por cualquier medio, y actuar como estime conveniente para su
perfeccionamiento y pleno desarrollo, no yendo contra la ley o el derecho de terceros. Su alcance
no sólo es individual, sino también social, en cuanto el hombre posee el derecho de asociación,
que se expresa en la formación de grupos o cuerpos intermedios que se crean para satisfacer
necesidades e intereses diversos: religiosos, políticos, económicos, culturales, etc.

"La esencia de la democracia constitucional es que los grupos pluralistas más diversos pueden
participar ilimitadamente en el proceso económico y político. Todas las fuerzas sociales de
importancia tienen garantizada la libertad de competir en un circuito abierto de valores"

El pluralismo político abarca un aspecto fundamental, pero específico del pluralismo, ya que
comprende por una parte, la libre expresión de las ideas políticas, comprendiéndose las ideologías
y doctrinas políticas sin exclusiones, que se debaten públicamente; pues, las ideas han de rebatirse
con ideas.

La democracia cree en el diálogo, en la confrontación de las opiniones. Se admite, en la


democracia, que las diversas opiniones tengan la posibilidad de conquistar mayoría popular, y el
Estado no otorga privilegios a ninguna en particular. Debe darse en esta confrontación ideológica
un "Fair play", un juego limpio, entre las distintas corrientes ideológicas; debe haber una lucha
lícita, y con medios lícitos que reflejen un espíritu de tolerancia y de respeto hacia quienes
sostienen planteamientos diferentes. Así, en síntesis, como explica el constitucionalista y profesor
titular del Departamento de Derecho Público de la Universidad de Concepción; Hernán Molina, "la
lucha ideológica ha de desarrollarse entre adversarios leales y no entre enemigos".

Pero el Estado sólo asegura la igualdad jurídica a la expresión de las distintas opiniones. Ello no
implica un deber para el Estado, de asegurar a las ideologías distintas una igualdad de hecho. Ya
que "la calidad intelectual y el peso social de las opiniones es variable; gozan de acigida y apoyo
muy diferentes: el entusiasmo de la masa, la simpatía de los clérigos, el sostén de organizaciones
sindicales, los recursos de las grandes empresas. Esos diversos factores juegan libremente,
tendiendo ellos mismos a un cierto equilibrio"

La Democracia acepta y respeta la opinión mayoritaria y la que está en minoría. Por esto "Ella no
las considera como similarmente valederas, indiferentes o intercambiables en su fondo, sino por
relación a la elección subjetiva del pueblo. Este no decide acerca de lo verdadero o lo falso, sino
designa aquello que estima como útil y oportuno".3

El contenido ideológico en la democracia como es plural, es variable. Pero lo que tiene fijo es que
institucionalmente debe asegurarse el procedimiento, para que el pueblo decida en libertad su
apoyo o rechazo a las soluciones propuestas por las distintas corrientes ideológicas. En el Período
de entreguerras se señaló y acentuó el carácter relativista de la democracia. Este relativismo, esta
falta de creencia en valores absolutos, se basa en que estima la voluntad política de todos por
igual, respetando todo credo y opinión política, y por ello concede a todas las convicciones
políticas la misma posibilidad para expresar y conquistar por la libre concurrencia la adhesión de
los hombres.4 La crítica antidemocrática subrayó estos aspectos gnósticos, y en la medida que no
existen para el demoliberalismo, verdades absolutas, la democracia será guiada a su
autodestrucción o a su suicidio. En ese período ya citado fueron batidos por sus propias formas
jurídicas, el régimen liberal italiano por el Fascismo, y la República de Weimar por el Nazismo. Pero
también, en aquella época, se sostuvo (y con mayor vigor en la segunda posguerra) que "no es la
indiferencia ante las concepciones humanas lo que lleva a las instituciones democráticas, sino al
contrario, el profundo respeto de lo que ordinariamente se estima como el bien más sagrado del
hombre: su dignidad, su libertad."5

Entonces, la democracia se vive establemente, entre quienes aceptan un conjunto de principios


mínimos y comunes. Las diferencias y divergencias propias de la vida democrática han de
descansar, no obstante, en un basamento mínimo común, aceptado en la sociedad política. Es así
como los aspectos relativistas extremos son propios de un período histórico de la democracia,
pero que no subsisten en el Estado democrático contemporáneo, el cual se enfrenta a sus
enemigos y se defiende.

Loewenstein y la democracia[editar]

Karl Loewenstein en 1970 señaló que la verdadera democracia es protección de las minorías que
defienden opiniones políticas impopulares. Según los principios democráticos, la proscripción de
cualquier opinión pública, cualquiera que pueda ser su objetivo político, encubierto o declarado,
es ilícita. Una sociedad estatal que declara ilegales opiniones políticas, como tales, no puede seguir
siendo considerada plenamente democrática. Se trata aquí, ni más ni menos, de un principio cuya
renuncia significa renunciar a la democracia misma. Todos los participantes en el proceso político
tienen que someterse a determinadas leyes generales. Tiene que establecerse una separación
estricta entre las meras opiniones políticas, que deben ser libres, y las situaciones de hecho y
conductas basadas ostensiblemente en la ilegalidad y en la violencia, que podrán y deberán ser
sometidas y reprimidas por el poder de la ley, al haber sido prohibidas legalmente.6mentira

La democracia protegida[editar]

La democracia protegida o democracia limitante es aquella que se defiende de sus enemigos y los
proscribe de la legalidad. Así, trata de consagrar un pluralismo ideológico restringido, con
exclusión de las ideologías totalitarias o antidemocráticas.

Esta posición rechaza la afirmación de que la restricción del pluralismo es negación de la


democracia, señalándose que se conserva el pluralismo que es lo característico e intrínseco de la
democracia, puesto que aceptan los Partidos políticos y sus ideologías de derecha, centro y de
izquierda, pero con la única exclusión de los totalitarios. En cambio el Totalitarismo es una
ideología excluyente, exclusivista, puesto que una vez en el poder, sólo legaliza su ideología y su
partido político, como en los casos históricos (y avalados jurídicamente) del comunismo soviético,
el Partido nacional socialista alemán y el Fascismo.

El alcance de la limitación ideológica, como el método seguido, puede variar. Podríamos señalar lo
expuesto por Wheare, que nos dice que "teóricamente no existe contradicción entre gobierno
constitucional y supresión del comunismo. Los comunistas no creen en el gobierno constitucional
y no pueden ocultar su menosprecio por él". Pero si bien el Estado se encuentra legitimado para
establecer su proscripción, es un problema de política práctica que se debe resolver tomando en
consideración las ventajas y desventajas que significa tal medida.

El punto examinado es fundamental y da lugar a legítimas dudas dada la importancia de la


democracia y su fragilidad. No obstante, existe consenso respecto a que debe privilegiarse la
libertad y no su restricción, con los enormes peligros que esta también comporta.

Principio mayoritario[editar]

En un plano de utopía, podría imaginarse que todas las decisiones se tomarán por unanimidad,
dándose lugar de este modo a una identificación de la voluntad estatal y de los gobernados. Pero
de hecho, en la sociedad contemporánea, y con libertad real, la unanimidad es prácticamente
imposible, y como es necesario que el debate de las opiniones tenga término, pues es preciso
adoptar decisiones y hacer posible la función de gobernar, es imperativo acudir a lo que se
denomina Aceptación del principio mayoritario. Que se adopte como decisión y valga como
voluntad estatal, la que reúna el mayor número de sufragios.

Este principio parte del supuesto de la igualdad de las voluntades de las personas, de que ninguna
tiene un valor superior a otra. Y su fundamentación racional reside en que este principio permite
reducir al mínimo la cantidad de personas que puedan discrepar de la voluntad estatal.

El concepto de la mayoría implica la existencia de una minoría. La mayoría es legítima, porque es


resultado de un proceso previo de libre discusión de las ideas, y en el que la minoría tuvo todas
oportunidades para exponer sus planteamientos. Para la minoría la decisión de la mayoría no le
resulta, puesto que la impugnó en el debate, y es ese debate, esa libre discusión, que ha debido
necesariamente tener un término por el imperativo de gobernar, lo que hace respetable la
decisión mayoritaria.

Pero además se legitima el principio mayoritario por la circunstancia que la democracia


constitucional asegura a la minoría su existencia libre, y la seguridad de que le debate sólo ha
tenido una decisión provisional. Se reabrirá sucesivamente tras cada decisión, y en forma
indefinida, de modo que la minoría puede transformarse en mayoría y acceder al gobierno si
recibe la confianza del electorado, configurándose una nueva minoría que será oposición del
nuevo gobierno.

Por tanto, el principio mayoritario no es un valor en sí, sino un procedimiento técnico, que se
legitima mediante los límites indicados. La mayoría puede ser simple o relativa, cuando en la
pluralidad de votos es aquella que tiene la cifra más alta. Se atiende sólo a la pluralidad de votos
expresados en favor de las distintas opciones, no al total de votos emitidos.

Definición de Sufragio

El sufragio es el derecho político y constitucional a votar a los cargos públicos electos. En un


sentido amplio, el sufragio abarca el activo, en donde se determina quienes tienen derecho al
ejercicio del voto (uso más común); y el pasivo, que se refiere a quienes y en qué condiciones
tienen derecho a ser elegidos.

Históricamente, numerosos colectivos han sido excluidos del derecho a votar por razones muy
variadas: unas veces porque sus miembros eran "súbditos" de reyes feudales y no se les
consideraba hombres "libres"; otras veces porque la exclusión de la votación dependía de una
política explícita claramente establecida en las leyes electorales. En unas ocasiones el derecho a
votar excluía a grupos que no cumplían ciertas condiciones (exclusión de analfabetos, impuestos
de capitación, etc.); en otras ocasiones a un grupo se le ha permitido votar pero el sistema
electoral o las instituciones del gobierno fueron diseñadas a propósito para darles menos
influencia que otros grupos más favorecidos.

Se suele considerar que la legitimidad política de un gobierno democrático deriva principalmente


del sufragio.

• Sufragio universal: es la extensión del derecho a votar a todos los adultos, sin distinción de raza,
sexo, creencia o posición social, económico y vertical.

• Sufragio restringido: también llamado censatario, solo podían votar las personas que aparecían
en un censo o lista, normalmente en función de su riqueza, propiedades inmobiliarias o nivel de
tributación.
Es práctica habitual en la mayoría de países, que el voto solamente puedan ejercerlo quienes son
considerados nacionales o ciudadanos del país. Ello supone que, dependiendo de las condiciones
en que pueda obtenerse la nacionalidad -con más o menos facilidad, en un número de años de
residencia, restringida a la primera generación, con filiación, etc. (véase Ius sanguinis, Ius soli como
métodos de adquisición de nacionalidad)- amplios sectores de los residentes de un país pueden
estar privados del derecho al voto o tenerlo restringido. El derecho de ciudadanía universal
reclama la superación de la nacionalidad como espacio restringido de derechos. No obstante, en
las últimas décadas se han producido avances en el reconocimiento del derecho al voto a
extranjeros residentes, tales como el concepto de ciudadanía europea en el ámbito de la Unión
Europea, o la firma de tratados internacionales bilaterales para reconocer recíprocamente el
derecho al voto en las elecciones locales de los nacionales residentes en el otro Estado.

Concepto de Sufragio

El sufragio es considerado hoy en día como uno de los elementos políticos y sociales más
importantes de las sociedades occidentales ya que es el medio a través del cual el pueblo elige a
sus representantes y expresa libremente sus opiniones y deseos políticos. El sufragio es, en otras
palabras, el acto de emitir el voto en el momento apropiado y específicamente señalado para tal
actividad.

De acuerdo a las teorías de derecho político, el sufragio es uno de los derechos primordiales del
ámbito de la política para el ser humano. El sufragio es quizás uno de los únicos momentos en los
cuales el pueblo expresa su preferencia política y obtiene consecuencias directas de ello. Para ser
considerado válido, el sufragio se emite en momentos previamente elegidos para tal fin como son
los actos eleccionarios. Es allí donde los votantes se reúnen para expresar su voto y lo hacen, por
lo general, de manera privada y secreta.

La utilización del sufragio es sin dudas un elemento novedoso si se tiene en cuenta que en la
mayor parte de la historia de la Humanidad los gobiernos no permitían al pueblo la elección de sus
representantes si no que se utilizaban metodologías privadas y ciertamente autoritarias.

No sería hasta el siglo XIX que se popularizaría la idea de sufragio universal, el cual significa el
acceso a todos los ciudadanos mayores de edad al voto y a la libre expresión de sus preferencias
políticas a través suyo. En el caso de las mujeres, tal libertad debería esperar a fines del mismo
siglo y en muchos lugares hasta bien entrado el siglo XX. Algunos de los casos de exclusión del
sufragio en la actualidad son los menores de edad, los presos y los extranjeros que no cuenten con
una residencia suficiente en el lugar como para poder tomar decisiones sobre su política.

El sufragio estará sin dudas eternamente relacionado con la democracia, sistema político mediante
el cual el pueblo participa activamente en la toma de decisiones, sea esta directa o indirecta.
Definición de Sufragio

Con origen en el vocablo latino suffragĭum, el concepto de sufragio engloba a la manifestación que
se puede hacer pública o mantener en secreto relacionada a una elección que desarrolla cada
sujeto en privado. La noción se emplea como sinónimo de voto y describe al medio, gesto u objeto
que hace posible la difusión de tal preferencia.

Cabe resaltar que esta palabra está asociada al sistema electoral que rige cuando se deben asignar
y ocupar diferentes cargos públicos. El sufragio constituye un derecho de carácter constitucional y
político que incluye al denominado sufragio de tipo activo (el cual gira en torno al derecho de todo
individuo a participar con su voto de la elección de gobernantes o de la aprobación o rechazo
algún referendo) y al sufragio de tipo pasivo (basado en el derecho a postularse como candidato
durante el proceso electoral y a poder resultar elegido).

A lo largo de la historia, el derecho a sufragar ha sufrido múltiples transformaciones. Los señores


feudales y los reyes de la antigüedad no consideraban hombres libres a sus súbditos y, por lo
tanto, no permitían que se expresaran mediante el voto.

En los gobiernos democráticos, de todas formas, el sufragio está limitado por ciertas condiciones
legales. De acuerdo a cada país, el sujeto debe ser mayor de edad, contar con la nacionalidad del
país donde pretende votar o presentarse como representante o cumplir con otros requisitos. En
algunas naciones musulmanes, por ejemplo, las mujeres aún no gozan del derecho de sufragio.

En este sentido hay que destacar que también existe lo que se conoce con el nombre de sufragio
femenino. Este puede definirse como un movimiento internacional de tipo reformista a diversos
niveles (político, económico y social), llevado a cabo en diversos momentos de la Historia, que
tenía como claro objetivo el conseguir y extender el derecho al voto de la mujer.

En el caso de España, por ejemplo, la primera vez que se reconoció este tipo de sufragio fue en el
año 1924. Fecha en la que se estableció el derecho de las féminas que ejercían como cabezas de
familia a ser no sólo electoras sino también elegibles. No obstante, el voto de la mujer no se
conseguiría como tal hasta el año 1931 pasando a ser el año 1933 el momento en el que por
primera vez el género femenino pudo acceder a las urnas.

Es importante subrayar en este sentido el papel ejercido por una serie de mujeres que lucharon
por conseguir el sufragio femenino en aquel país. Entre ellas se encuentra la política Clara
Campoamor que, entre otras cosas, participó en la Comisión Constitucional que se encargó de
elaborar la Carta Magna de la Segunda República.

En el caso de Latinoamérica es importante reconocer que la primera nación que aprobó el citado
sufragio femenino fue Uruguay, en concreto lo hizo en el año 1927. Mientras, otros países
tardaron un poco más en aceptarlo como sería el caso de México que no lo hizo hasta el año 1953.

El sufragio universal es el derecho que le permite votar a toda la población adulta del Estado, más
allá de su sexo, raza, condición social o creencias. Se trata de la evolución de una serie de
sistemas, como el sufragio censitario (donde sólo votaban los hombres con un cierto nivel de
instrucción y de renta) o el sufragio calificado (habilitado para los hombres que sabían leer y
escribir).

Concepto de Sufragio

Sufragio, voz derivada de la latina “Suffragium” la cual decir, ayuda o auxilio. Es el derecho o
privilegio de voto para elegir representantes políticos o bien aprobar o rechazar una legislación.
Hoy en día, en muchas democracias, el derecho al voto está garantizado como un derecho de
nacimiento, sin discriminación de etnia, clase o género. Sin ningún tipo de examen descalificador
(como la no alfabetización), los ciudadanos por encima de la edad mínima requerida en un país
pueden votar con normalidad en las elecciones. A esto se le denomina sufragio universal.

Para llegar al sufragio universal, se tuvo que recorrer un largo camino durante el cual, en la
mayoría de los países, se limitó el ejercicio de los derechos políticos en favor de grupos. Se tiene
conocimiento de que en épocas pretéritas existían distintas limitaciones al derecho de voto, toda
vez que de los padrones electorales se excluían a quienes no reunían ciertos requisitos. De entre
esas modalidades al voto mencionaremos, las que se configuraron por estimaciones económicas,
en las que se condicionaba el otorgamiento del derecho a votar mediante la comprobación de un
ingreso; y aquellos que no acreditaban una determinada renta anual, no eran registrados en los
padrones electorales, quedando por tanto sin posibilidad de votar.

En el lenguaje común Sufragio y Voto se emplean como conceptos equivalentes, si bien en la


doctrina se marcan diferencias entre ellos. Para algunos autores el voto representa el acto
mediante el cual se concreta el ejercicio del derecho al sufragio. En este sentido sólo tienen
derecho al Sufragio los ciudadanos que satisfacen los requisitos establecidos en la ley; mientras
que el Voto se utiliza de manera más amplia para tomar decisiones en todo tipo de cuerpos
colegiados. Para otros, el derecho al voto en materia electoral se concretiza a través del sufragio,
de tal manera que sólo pueden sufragar los que tienen derecho para votar. Sin embargo, debemos
apuntar que no existe inconveniente alguno para utilizar ambos términos como sinónimos. En los
Estados democráticos las leyes que establecen el derecho al sufragio son fundamentales y tan
importantes, que en toda democracia representativa el sufragio universal viene a significarse
como el medio idóneo para la integración, conformación y legitimación de todo Gobierno.

¿Qué es Ciudadano?

El concepto de ciudadano hace alusión a quien ejerce su ciudadanía, condición que caracteriza a la
antedicha categoría cívica y que puede definirse como una serie de reconocimientos expresados
en derechos y obligaciones, tanto individuales como sociales.

En el ámbito cotidiano usamos la palabra ciudadano para hacer referencia a las personas que
viven en una ciudad. Esta superposición de ideas surge en el concepto histórico del término, que
aludía a los habitantes de la denominada ciudad-estado.
En el caso de la Antigua Grecia, la definición no los incluía a todos, puesto que se limitaba a los
hombres libres que habían nacido en la ciudad. Las mujeres, los esclavos y los extranjeros, por lo
tanto, estaban fuera de esa categoría. De este modo se reproducía una aristocracia (“gobierno de
los mejores”), y la ciudadanía a eso se limitaba.

En el caso del Imperio Romano, existían distintos grados de ciudadanía con privilegios, siendo algo
más inclusiva que la griega. Sin embargo, tal vez el momento cumbre en esta evolución fue la
Revolución Francesa de 1789, en la que las ideas de libertad, igualdad y fraternidad incluían a
todos los hombres nacidos en el país, sin importar su condición social (excepto los criminales). La
‘Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano’, algunos años después, significó la
consolidación de esta ampliación del término.

La cuestión de la ciudadanía de las mujeres y su igualdad con los hombres llegaría mucho tiempo
después, y sería mucho más variable según cada país, con ampliaciones como el derecho a voto, o
la igualdad en las condiciones de trabajo. Sin embargo, cabe destacar que aun hoy en día en
ciertos países no se les reconocen los derechos fundamentales de la ciudadanía a las mujeres.

En suma, el concepto de ciudadano fue modificándose a lo largo del tiempo: pasó de aludir a la
pertenencia a una clase social o una relevancia dentro de una comunidad al solo hecho de haber
nacido dentro del territorio de un país.

En términos jurídicos se habla a menudo de ciudadanos que pertenecen a una nación específica.
Se trata de un vínculo que crea capacidades y obligaciones, y que según la legislación de cada país
varía. En algunos casos se admite la ciudadanía para los hijos de ciudadanos, aun sin que hubieran
nacido en el país. De ese modo, hay muchas personas en el mundo que tienen dobles ciudadanías,
las que les otorgan las mismas condiciones que los nacidos en el lugar (ciudadanos nativos).

¿Qué implica ser buen ciudadano?

El concepto de ciudadanía, sin embargo, también tiene un costado que sobrepasa el marco legal y
objetivo. En la medida que se cree que la convivencia en sociedad es algo que se construye
diariamente entre todos, la condición de buen o mal ciudadano viene dada por las conductas de
los individuos en su vínculo con sus vecinos.

Veamos algunos ejemplos de lo que se espera que “un buen ciudadano” realice:

Cumplir con las obligaciones del país (tributarias, legales, democráticas).

Actuar con educación y respeto por el prójimo, muy especialmente con los ancianos, los niños y
los discapacitados.

Involucrarse en la toma de decisiones que se deben dar en el seno de la sociedad, participando en


las instancias que tiene a su disposición y organizándose para expresar los problemas que
aparezcan.

Ayuda a cuidar el ambiente en el que vive, preocupándose así por las próximas generaciones.
La familia y las relaciones de primera instancia son las que más favorecerán para que el niño
adquiera estos valores, pero también la escuela es un ámbito importante en el que se aprende a
ser un buen ciudadano. Es por esto que existe, en muchos países, una asignatura obligatoria
conocida como formación cívica o formación ética y ciudadana, que ayuda a reforzar estos
conceptos claves para una buena convivencia entre todos.

La complejidad y las habilidades especiales para la administración electoral requieren que se creen
una o varias instituciones que sean responsables de las actividades electorales. Estos organismos
se presentan en una gran variedad de formas y magnitudes, con un amplio rango de
denominaciones para identificarlos, entre los que se incluyen “Comisión Electoral”,
“Departamento de Elecciones”, “Consejo Electoral”, “Unidad Electoral” o “Junta Electoral”. El
término “organismo electoral” u OE ha sido acuñado para referirnos al organismo u organismos
responsables de la administración electoral, independientemente de cual sea el marco
institucional existente.

Un OE es una organización o institución que ha sido creada con el propósito expreso y la


responsabilidad legal de administrar uno o más de los elementos que son esenciales para la
conducción de las elecciones, y de los instrumentos de democracia directa -como referendos,
iniciativas ciudadanas o revocatoria de mandato- si estos forman parte del marco legal.

Entre estos elementos esenciales se incluyen:

La determinación de quién es elegible para votar;

La recepción y validación de las nominaciones de los participantes para efectos de una elección
(partidos políticos y/o candidatos);

Conducción de la votación;

Conteo de votos y;

Suma de votos de los centros o mesas de votación.

Si estos elementos esenciales se distribuyen entre distintos organismos, todos los que comparten
alguna responsabilidad pueden ser considerados como OE. Un OE puede ser una institución
independiente, o una unidad administrativa dentro de una institución más grande, que incluso
puede tener a su cargo tareas no electorales.

Además de estos elementos esenciales, un OE puede ejecutar otras tareas que ayudan a la
conducción de las elecciones y la puesta en marcha de mecanismos de democracia directa, por
ejemplo:

Conducción del registro de los electores;

Delimitación de distritos electorales;


Adquisición de materiales electorales;

Educación al votante;

Administración o supervisión del financiamiento de campañas;

Monitoreo de los medios de comunicación; y

Resolución de disputas electorales.

Sin embargo, un organismo que no tenga más responsabilidades electorales que las relativas, por
ejemplo, a la delimitación de distritos electorales, la resolución de disputas electorales, el
monitoreo en materia electoral de los medios de comunicación o la conducción de programas de
educación al votante no se considera un OE en tanto que no administra ninguno de los “elementos
esenciales” de las elecciones conforme a las especificaciones anteriores. De manera similar, una
oficina estatal de estadísticas o población que se encarga del registro de electores, tampoco se
considera como un OE.

Algunos organismos que no se encargan de ninguno de los “elementos esenciales” de las


elecciones, pueden ser considerados por la población como un OE debido al tipo de de actividades
que desarrollan y que de algún modo se relacionan con las elecciones. Un claro ejemplo es la
Comisión Electoral de Nueva Zelanda, la cual es responsable del registro de los partidos, de la
distribución de tiempos en los medios de comunicación, el control del financiamiento y de los
gastos de los partidos políticos, y de los programas de educación al votante. Sin embargo, tales
instituciones no califican como OE bajo la definición descrita con anterioridad.

Adicionalmente a la división de responsabilidades funcionales para los distintos elementos del


proceso electoral, las responsabilidades electorales se pueden dividir entre organismos a distintos
niveles. Por ejemplo, algunos elementos relacionados con la conducción de las elecciones pueden
ser administrados por una Comisión Electoral a nivel nacional, un ministerio o una agencia
gubernamental nacional, mientras que otros se instrumentan a través de comisiones a nivel local,
ramas regionales de los departamentos de gobierno, o autoridades locales. El término “OE” puede
aplicarse a una Comisión Nacional Electoral que co-administra las elecciones conjuntamente con
las autoridades locales, y puede incluir dentro de sus funciones aspectos tales como la
coordinación de la impresión de las papeletas, la distribución de escaños y el anuncio de los
resultados a nivel nacional.

Los Organismos Públicos Locales (OPL) son los encargados de la organización de las elecciones en
su entidad federativa para la designación de:

Gobernadores
Diputados locales
Presidentes municipales
Integrantes de ayuntamientos
Jefes delegacionales
Jefe de gobierno
Entre otros.
Funciones de los OPL

Garantizar los derechos y el acceso a las prerrogativas de los partidos políticos y candidatos.
Desarrollar y ejecutar los programas de educación cívica en la entidad.
Preparación de la jornada electoral.
Imprimir documentos y producir los materiales electorales.
Efectuar el escrutinio y cómputos con base en los resultados de las actas de cómputo distritales y
municipales.
Declarar la validez y otorgar las constancias en las elecciones locales.
Efectuar el cómputo de la elección del titular del Poder Ejecutivo de la entidad.
Implementar y operar el Programa de Resultados Electorales Preliminares conforme a las reglas
emitidas por el INE.
Verificar el cumplimiento de la normatividad en materia encuestas o sondeos de opinión en la
entidad.
Organizar, desarrollar y realizar el cómputo de votos y declarar los resultados de los mecanismos
de participación ciudadana en la entidad.
Supervisar las actividades que realicen los órganos distritales locales y municipales en la entidad
durante proceso electoral.
Ejercer la función de oficialía electoral respecto de actos o hechos exclusivamente de naturaleza
electoral.
Informar al Instituto Nacional Electoral sobre el ejercicio de las funciones delegadas.
La Asamblea de Representantes del Distrito Federal fue el primer órgano legislativo del Distrito
Federal de México desde 1928 en que el gobierno de Álvaro Obregón suprimió las trece
demarcaciones municipales vigentes entonces. Funcionó de 1988 a 1994, convirtiéndose en la
Asamblea Legislativa del Distrito Federal.

Primera Asamblea del Distrito Federal (1988-1991)[editar]


Inició su gestión el 15 de noviembre de 1988 y terminó el 14 de noviembre de 1991, efectuaron
141 sesiones durante seis períodos ordinarios.
El órgano estuvo integrado por: • Partido Revolucionario Institucional (PRI), 34 representantes •
Partido Acción Nacional (PAN), 18 representantes • Partido Frente Cardenista de Reconstrucción
Nacional, 6 representantes • Partido Popular Socialista, 3 representantes • Partido Mexicano
Socialista, 3 representantes • Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, 2 representantes
Contaba con 29 facultades, se conformaba por 17 órganos internos de trabajo, de las cuales 13
eran comisiones y 4 comités. Facultades: • Iniciar leyes o decretos • Dictar bandos, ordenanzas y
reglamentos de policía y buen gobierno • Convocar a consulta pública • Aprobar nombramientos
de Magistrados del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal
Presentaron 124 iniciativas, sólo fueron aprobadas 12 por el Pleno, ya que buscaban la
modificación de artículos constitucionales, al no ser competencia de la Asamblea Local fueron
rechazados.
Las iniciativas aprobadas fueron: • Reglamento para el Gobierno Interior de la ARDF • Reglamento
de Tránsito del DF • Reglamento para el Funcionamiento de Establecimientos Mercantiles y
Celebración de Espectáculos Públicos del DF • Reglamento para el Servicio de Limpia del DF •
Reglamento del Servicio de Agua y Drenaje para el DF • Reglamento para la Atención de
Minusválidos en el DF • Reglamento de Reclusorios y Centros de Readaptación Social •
Reglamento de Protección Civil para el DF • Reglamento de Transporte Urbano de Carga para el DF
• Reglamento para la Protección de los No Fumadores en el DF • Reglamento de la Medalla al
Mérito Ciudadano de la ARDF • Reglamento de Estacionamientos Públicos del DF
Segunda Asamblea del Distrito Federal (1991-1994)[editar]
Inició su gestión el 15 de noviembre de 1991 y concluyó el 14 de noviembre de 1994, realizó 144
sesiones y presentó 27 iniciativas, sólo se aprobaron 9 ante el Pleno.
Tenía como objetivo consolidar la comunicación entre ciudadanos y autoridades capitalinas. Las
iniciativas aprobadas fueron: • Bando mediante el que se abroga y en consecuencia cesan los
efectos de diversos reglamentos aplicables en el territorio del DF • Ordenanza por la cual se
determina zona de alta seguridad de las instalaciones del metro • Reforma al Reglamento de
Transporte de Carga • Reforma al Reglamento de Tránsito • Bando por el que se prohíbe el
ejercicio del comercio en la vía pública en puestos fijos, semifijos y de cualquier otro tipo en las
calles comprendidas dentro del perímetro determinado por el DDF, para la primera fase del
desarrollo del programa de mejoramiento del comercio popular • Reglamento de Construcciones
• Reforma al Reglamento de Agua y Drenaje para el DF • Reglamento Gubernativo de Justicia
Cívica para el DF • Reforma al Reglamento de Construcciones Se elevó el número de comisiones a
16 y se mantuvo en 4 los comités. Desarrollo trabajo con respecto a la Reforma Política del Distrito
Federal para ampliar sus funciones legislativas.
El órgano estuvo integrado por: • Partido Revolucionario Institucional, 40 representantes • Partido
Acción Nacional, 11 representantes • Partido de la Revolución Democrática, 7 representantes •
Partido Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional, 5 representantes • Partido Popular
Socialista, 2 representantes • Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, 1 representante
3er Asamblea de Representantes, Primera Legislatura del Distrito Federal (1994-1997)[editar]
El 5 de octubre de 1993, se publica en el Diario Oficial de la Federación se reforma el artículo 122
constitucional para otorgarle a la Asamblea Local jerarquía de órgano de gobierno local.
Inició su gestión el 13 de noviembre de 1994 con 66 representantes electos, la cual se conformaba
así:
Partido Revolucionario Institucional, 38 representantes
Partido Acción Nacional, 14 representantes
Partido de la Revolución Democrática, 10 representantes
Partido Verde Ecologista de México, 2 representantes
Partido del Trabajo, 2 representantes
La Comisión de Instaladora de la Asamblea de Representantes del Distrito Federal:
Presidente, Jorge Federico Schiaffino Isunza
Secretaria, Adela Salazar Carbajal
Secretario, Pablo Jaime Jiménez Barranco
Los integrantes de la Primera Legislatura del Distrito Federal fueron:
Salvador Abascal Carranza
Germán Aguilar Olvera
Miguel Ángel Alanís Tapia
María Cristina Alcayaga Núñez
Gonzalo Altamirano Dimas
Luis Manuel Altamirano y Cuadros
Francisco Gilberto Alvarado Miguel
Héctor Astudillo Bello
Moisés Ricardo Bueyes y Oliva
Ernesto Canto Gudiño
Gloria Carrillo Salinas
Hugo Roberto Castro Aranda
Fernando Felipe Castro Ramírez
David Cervantes Peredo
Arturo Contreras Cuevas
Marta María del Carmen de la Lama Noriega y Zapico
José Francisco Dufour Sánchez
Leopoldo Ensástiga Santiago
José Espina Von Roehrich
Everardo Gamiz Fernández
Iván García Solís
Javier Garduño Pérez
Taydé González Cuadros
José Antonio González Fernández
Francisco González Gómez
Jorge González Macías
Jorge Emilio González Martínez
Héctor González Reza
Martha Guerra Sánchez
Gabriela Gutiérrez Arce
Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre
Fauzi Hamdán Amad
David Jiménez Gónzalez
Manuel Jiménez Guzmán
Esther Kolteniuk Toyber de Césarman
José Luis Luege Tamargo
Rafael Luviano Delgado
Sergio Martínez Galindo
Julio Méndez Alemán
Eduardo Mondragón Manzanares
Eduardo Morales Domínguez
Eric Luis Moreno Mejía
Alberto Nava Salgado
Víctor Martín Orduña Muñoz
María de los Dolores Padierna Luna
Filiberto Paniagua García
Francisco José Paoli Bolio
María del Pilar Pardo Celorio
Antonio Paz Martínez
Pedro José Peñaloza
Mario Valentín Pérez Ponce
Silvia Pinal Hidalgo
Margarito Reyes Aguirre
Ignacio León Robles Robles
Gonzalo Rojas Arreola
Arturo Sáenz Ferral
Javier Salido Torres
José Rodolfo Samaniego López
Sandra Segura Rangel
Manuel Gustavo Terrazo Ramírez
Mónica Torrres Amarillas
Amado Francisco Treviño Abatte
María Estrella Vázquez Osorno
Luis Velázquez Jaacks
María de la Paloma Villaseñor Vargas
Margarita Ester Zavala Gómez del Campo de Calderón
La primera Mesa Directiva que coordinó los trabajos del 15 de noviembre al 15 de diciembre de
1994 se conformó por:
Amado Treviño, Presidente
Taydé González, Vicepresidenta
David Cervantes, Vicepresidente
Germán Aguilar, Vicepresidente
Gloria Carrillo, Vicepresidenta
Arturo Contreras, Secretario
José Espina, Secretario
Jorge Emilio González, Prosecretario
Manuel Terrazo, Prosecretario
Las Comisiones que conformaron la I Legislatura de la Ciudad de México fueron: Comisión de
Gobierno
Presidente, Manuel Jiménez
Secretario, José Antonio González
Las Comisiones regulares fueron:
Comisión de Abasto y Distribución de Alimentos
Comisión de Administración Pública Local
Comisión de Administración y Procuración de Justicia
Comisión de Atención Especial a Grupos Vulnerables
Comisión de Ciencia, Tecnología e Informática
Comisión de Deporte, Juventud y Recreación
Comisión de Derechos Humanos
Comisión de Desarrollo Metropolitano
Comisión de Desarrollo Rural
Comisión de Desarrollo Urbano y Establecimiento de Reservas Territoriales
Comisión de Educación y Cultura
Comisión de Fomento Económico
Comisión de Hacienda
Comisión de Notariado
Comisión de Participación Ciudadana
Comisión de Población y Desarrollo
Comisión de Preservación del Medio Ambiente y Protección Ecológica
Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública
Comisión de Protección Civil
Comisión de Estudios Legislativo y Prácticas Parlamentarias
Comisión de Salud y Asistencia Social
Comisión de Seguridad Pública
Comisión de Turismo
Comisión de Uso y Aprovechamiento de Bienes y Servicios Públicos
Comisión de Vialidad y Tránsito Urbanos
Comisión de Vigilancia de la Contaduría Mayor de Hacienda del Distrito Federal
Comisión de Vivienda
Los Comités fueron:
Comité de Administración
Comité de Asuntos Editoriales
Comité de Atención, Orientación y Quejas Ciudadanas
Comité de Bibliotecas.

Las elecciones federales de México son los procesos electorales mediante los cuales se renuevan
los poderes federales de elección popular, que son el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo. En el
Poder Ejecutivo se renueva el cargo de Presidente de la República, y en el Legislativo los miembros
del Senado de la República y de la Cámara de Diputados.
Los procesos federales son organizados por el Instituto Nacional Electoral, que es un autónomo,
administrado por un consejo ciudadano que actúa con certeza, legalidad, independencia,
imparcialidad, máxima publicidad y objetividad; se llevan a cabo de acuerdo con los que dispone la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM) y la Ley General de Instituciones y
Procedimientos Electorales (LGIPE), y son el mecanismo para renovar el voto ciudadano, a los
poderes de la Unión mediante elecciones libres, auténticas y periódicas.
Tipos de elecciones[editar]

Las elecciones se pueden dividir::

Ordinarias: se llevan a cabo cumpliendo los requisitos señalados en el LGIPE, que indica que las
elecciones federales ordinarias se deben de celebrar cada seis años el primer domingo de junio.

Extraordinarias: se tienen que llevar a cabo cuando un proceso electoral federal ordinario es
suspendido, invalidado por Tribunal Electoral o porque el individuo ocupante del cargo de elección
popular renuncie u ocurra su falta definitiva y la ley establezca que en ese caso sea necesaria la
convocatoria de elecciones para elegir a su sustituto.

En las elecciones ordinarias de cada seis años se eligen al Presidente de la República, los 128
miembros del Senado de la República y los 500 integrantes de la Cámara de Diputados, de manera
intermedia a éstas elecciones, cada tres años, se renueva únicamente a los 500 miembros de la
Cámara de Diputados.

Consulta popular: Es el procedimiento previsto por el artículo 35 fracción VII de la Constitución


Política de los Estados Unidos Mexicanos, a través del cual se consulta a la ciudadanía, sobre una
decisión trascendental para el país.

Proceso electoral[editar]

El Instituto Nacional Electoral declara abierto un proceso electoral federal en sesión que lleva a
cabo la primera semana de octubre del año anterior al de la elección. El Proceso Electoral Federal
comprende cuatro etapas: a) Preparación de la elección; b) Jornada electoral; c) Resultados y
declaraciones de validez de las elecciones ; y d) Dictamen y declaraciones de validez de la elección
y de presidente

Preparación de la elección[editar]

Durante la primera etapa se llevan a cabo diversas actividades entre las que se encuentra las
campañas electorales, las cuales tendrán una duración de noventa días cuando se elija a
Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Senadores y Diputados y de sesenta días cuando solo
se elija a los Diputados Federales. Las campañas deben de terminar tres días antes de la fecha
electoral y a partir de ese momento queda prohibida cualquier difusión que se propagan así como
de encuestas o estudios estadísticos sobre las elecciones. Las encuestas de salida y conteos
rápidos pueden ser dados a conocer hasta las 20:00 del Tiempo del Centro 18:00 del Tiempo del
Pacífico del día de la elección, que es el momento en que cierran los últimos Colegios Electorales.

También durante esta etapa se realiza un sorteo para seleccionar a los ciudadanos que cuentan
con credencial para votar con fotografía para ser capacitados como funcionarios de casilla. Estos
ciudadanos seran los encargados de instalar las casillas, recibir la votación y contar los votos. En
México, las mesas receptoras de votación son denominados Casillas, también llamadas Mesas
Directivas de Casillas, estas son instaladas en escuelas, plazas, edificios públicos o casas
particulares, una por cada 750 electores de la sección electoral. Una sección electoral es un
segmento de entre 50 y 3000 electores en los que se divide un Distrito.

Jornada electoral

Las elecciones ordinarias se llevan a cabo el primer domingo de julio del año de la elección, según
establece el LGIPE, las casillas electorales abren a las 8:00 y cierran a las 18:00 sin ningún cierre
intermedio y si a las 18:00 aún hay electores en fila se debe de esperar a que terminen de sufragar
o votar en diez días

La única razón por la que una casilla electoral puede cerrar antes de las 18:00 es porque todos los
electores inscritos en ella ya hayan emitido su voto o sufragio.

Una vez cerrada la casilla se procede a contabilizar todas las boletas electorales y a cancelar las
que hayan sobrado, se llenan las actas donde se establezcan los resultados y son firmadas de
conformidad por los funcionarios de casilla y los representantes de los partidos políticos, todo se
integra en un paquete que es sellado y que el presidente de la casilla procede a entregar al
Consejo Distrital, que es el organismo encargado de contabilizar los paquetes electorales.

Resultados

La etapa de Resultados y declaraciones de validez de las elecciones, inicia con la entrega a los
consejos distritales de la documentación y de los expedientes electorales y concluye con los
cómputos y declaraciones que realizan los consejos del Instituto Federal Electoral o las
resoluciones del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Calificación Elección al candidato triunfador, siendo declarado según el caso: Presidente Electo,
Senador Electo o Diputado Electo, con esto último se da por terminado todo el proceso electoral.

los resultados electorales salieron a luz en diez días

El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación es un órgano especializado del Poder
Judicial de la Federación, encargado de resolver controversias en materia electoral y proteger los
derechos político-electorales de los ciudadanos, es decir, de impartir justicia en el ámbito
electoral.1 En la actualidad, está conformado por una Sala Superior, integrada por siete
magistrados electorales; cinco salas regionales, integradas por tres magistrados; y una Sala
Regional Especializada, con tres integrantes también. Su actual presidente es la magistrada Janine
M. Otálora Malassis. Las funciones de administración, vigilancia y disciplina del Tribunal
corresponden a su Comisión de Administración.

Funciones[editar]

El Tribunal Electoral es –de acuerdo con la Constitución mexicana– la máxima autoridad


jurisdiccional en materia electoral, y tiene la competencia para resolver, en forma definitiva e
inatacable, los siguientes tipos de controversias electorales:
Las impugnaciones en las elecciones federales de diputados y senadores

Las impugnaciones que se presenten sobre la elección de Presidente de los Estados Unidos
Mexicanos (que son resueltas en única instancia por la Sala Superior)

Las impugnaciones de actos y resoluciones de la autoridad electoral federal, distintas a las


señaladas anteriormente, que violen normas constitucionales o legales.

Las impugnaciones de actos o resoluciones definitivos y firmes de los institutos y tribunales


electorales locales (es decir, de las autoridades competentes de las entidades federativas para
organizar y calificar los comicios, o resolver las controversias que surjan durante los mismos) que
puedan resultar determinantes para el desarrollo del proceso respectivo o el resultado final de las
elecciones.

Las impugnaciones de actos y resoluciones que violen los derechos político-electorales de los
ciudadanos de votar, ser votado y de afiliación.

Los conflictos o diferencias laborales entre el Tribunal Electoral y sus servidores; así como entre el
Instituto Nacional Electoral y sus servidores.

La determinación e imposición de sanciones por parte del Instituto Nacional Electoral a partidos,
agrupaciones, así como personas físicas o morales.

La resolución de procedimientos sancionadores, relacionados con la violación a las normas que


regulan el acceso a radio y televisión de los partidos y candidatos, la aplicación imparcial de
recursos públicos, la propaganda de entes públicos, propaganda electoral, así como actos
anticipados de precampaña y campaña.

Las demás que señale la ley.

Organización

El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) se encuentra constituido por una
Sala Superior, cinco salas regionales y una Sala Regional Especializada; las cuales resuelven de
manera colegiada las impugnaciones presentadas por los ciudadanos, candidatos y partidos
políticos.

Actualmente, la Sala Superior está integrada por dos magistradas y cinco magistrados,
Magistrados electorales:

Magistrada Presidenta Janine Madeline Otálora Malassis

Magistrado Felipe de la Mata Pizaña

Magistrado Felipe Alfredo Fuentes Barrera

Magistrado Indalfer Infante Gonzales


Magistrado Reyes Rodríguez Mondragón

Magistrada Mónica Aralí Soto Fregoso

Magistrado José Luis Vargas Valdez

Las salas regionales del TEPJF son órganos permanentes –ordinariamente terminales– que tienen
competencia para conocer algunas de las impugnaciones que se presenten en cada una de las
cinco circunscripciones plurinominales en las que se divide el país. Están integradas por tres
magistrados y se identifican por la ciudad en que reside la cabecera de cada circunscripción:

Sala Regional Guadalajara (1ª circunscripción plurinominal electoral)

Sala Regional Monterrey (2ª circunscripción plurinominal electoral)

Sala Regional Xalapa (3ª circunscripción plurinominal electoral)

Sala Regional Ciudad de México (4ª circunscripción plurinominal electoral)

Sala Regional Toluca (5ª circunscripción plurinominal electoral)

Asimismo, existe una Sala Regional Especializada, con sede en la Ciudad de México, que está
encargada de resolver los procedimientos sancionadores relacionados con la violación a las
normas que regulan el acceso a radio y televisión de los partidos y candidatos, la aplicación
imparcial de recursos públicos, la propaganda de entes públicos, propaganda electoral, así como
actos anticipados de precampaña y campaña.

Los magistrados electorales que integran la Sala Superior y las regionales son designados por la el
Senado, por el voto de las dos terceras partes de los miembros presentes propuesta de la Suprema
Corte, y ordinariamente duran nueve años en su cargo. Las y los magistrados que integran la Sala
Superior deben satisfacer los requisitos que establece la ley, que no podrán ser menores a los que
se exigen para ser ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

A su vez, las y los magistrados que integran las seis salas regionales deben satisfacer los requisitos
que señala la ley, que no pueden ser menores a los que se exigen para ser magistrado de Tribunal
Colegiado de Circuito (las cortes intermedias de apelación que se encuentran por debajo de la
Suprema Corte) y duran en sus cargos ordinariamente 9 años improrrogables (salvo que sean
promovidos a cargos superiores).

Colegio electoral

Cuerpo constituido por al menos las dos terceras partes de los integrantes del Congreso de la
Unión cuya función es designar un presidente interino, sustituto o provisional en caso de la falta
absoluta del presidente de la República.

La Constitución señala que si el Congreso no estuviere en sesiones, la Comisión Permanente lo


convocará inmediatamente a sesiones extraordinarias para que se constituya en colegio electoral,
nombre un presidente interino y expida la convocatoria a elecciones presidenciales. Cuando la
falta absoluta del presidente ocurriese en los dos primeros años del período respectivo, el
Congreso constituido como colegio electoral nombrará en escrutinio secreto y por mayoría
absoluta de votos, un presidente interino. El mismo Congreso expedirá, dentro de los diez días
siguientes a dicho nombramiento, la convocatoria para la elección del presidente que deba
concluir el período respectivo.

Cuando la falta absoluta del presidente ocurriese en los cuatro últimos años del período
respectivo, si el Congreso de la Unión se encontrase en sesiones, designará al presidente
substituto que deberá concluir el período. En el mismo caso si el Congreso no estuviere reunido, la
Comisión Permanente convocará inmediatamente a sesiones extraordinarias para que se
constituya en colegio electoral y nombre un presidente substituto.

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