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UNIVERSIDAD NORORIENTAL PRIVADA

GRAN MARISCAL DE AYACUCHO


FACULTAD DE DERECHO
ESCUELA DE DERECHO
DERECHO CIVIL V - SUCESIONES

TEMA N.-3

DERECHO Y OBLIGACIONES DEL


HEREDERO

Profesor: Dra. María E. Silva Participantes:


- Navarro Miraida C.I.: 12.189.423
- Marquez Jenipher C.I.: 24.892.122
- Velázquez Victor C.I.: 12.259.412
- Sanchez Cristhian C.I. 23.543.226

Ciudad Bolívar, Octubre de 2016


INTRODUCCIÓN

La persona en el desarrollo de su vida adquiere un conjunto de relaciones


jurídicas cuyo centro es la misma persona y de las cuales es su titular. Dichas
relaciones pueden tener un carácter pecuniario o no, es decir, susceptibles de ser
valoradas en dinero o faltarle tal carácter.

Así por ejemplo, tener una relación laboral donde la persona es acreedor
(derecho activo) del patrono en cuanto al sueldo y demás beneficios a devengar, y
deudor (obligación, pasivo) en la prestación del servicio; adquirir en compraventa
un inmueble o automóvil a crédito, se es deudor (deber pasivo) del ente prestatario
y propietario (derecho activo) de la cosa negociada. Esas relaciones son
susceptibles de ser estimadas pecuniariamente por lo cual son denominadas
patrimoniales.

Por otra parte, la Constitución y demás leyes confieren deberes y derechos


que no pueden ser estimados en dinero, ejemplos el derecho al voto, deber de la
guarda y custodia de los hijos menores, alimentos de éstos, derechos políticos, etc,
por lo cual son denominados extrapatrimoniales.

Ese conjunto de los derechos aptos para la satisfacción de necesidades


económicas de las cuales es titular un persona constituye un Universo, un todo, y
al ocurrir el fallecimiento de esa persona se denomina Herencia, así, el patrimonio
del causante sobrevive bajo la forma de herencia más allá de su muerte gracias a
esa transmisión a titulo universal. El heredero subentra en la misma posición
jurídica del de cujus, a quien sustituye en todas sus relaciones jurídicas
patrimoniales
CONTENIDO

1.-Derecho y Obligaciones del Heredero.

2.-Naturaleza de los Herederos transmisible al Heredero, Patrimonio y Carga de la


Herencia.

3.-Acciones del Heredero. Definición. Caracteres

4.-Efectos de Dichas Acciones.


DERECHOS Y OBLIGACIONES DEL HEREDERO
Por la Sucesión, el heredero como representante del difunto, subentra en
todas las relaciones jurídicas y queda investido de todos los derechos y
obligaciones de éste como si originariamente hubiesen surgido en la persona de
dicho heredero. El patrimonio del causante es adquirido por el heredero como una
unidad indivisible sin que la transmisión produzca modificación alguna; sólo
cambia el titular.
El heredero adquiere, pues todas las cosas y derechos del difunto; se
convierte en propietario de los bienes hereditario, poseedor y acreedor con la libre
disponibilidad de todos los elementos patrimoniales. A la inversa, subentra
también en todas las deudas y obligaciones del causante, pudiendo surgir
obligaciones nuevas, consistente en el cumplimiento de ciertos gravámenes que se
crearon precisamente en virtud de la sucesión.
Además, aparece una acción en favor del heredero llamada la petitio
hereditatis, en que la cual puede pedir el heredero el reconocimiento de su
cualidad de tal frente a cualquiera que lo desconozca o niegue, y reivindicar el
patrimonio hereditario de todo tercero que ilegalmente lo detente.

DEL DERECHO HEREDITARIO


Derecho Hereditario o Derecho Sucesoral, es la situación que sigue a la
muerte de una persona física, (Raúl Sojo Bianco) pues bien, esa situación se
refiere a los bienes y fortuna que ha dejado el difunto o causante, y el legislador
Venezolano contempla la transmisión de la propiedad en sus herederos, ya que “la
Propiedad y demás derechos se adquieren y transmiten por la ley, por la sucesión
y por efecto de los contratos” artículo 796 de Código Civil Venezolano

NATURALEZA DE LOS DERECHOS TRANSMISIBLES AL


HEREDERO.
El principio según el cual el heredero subentra en todas las relaciones
jurídicas del difunto, está limitado a los derechos y obligaciones cuya transmisión
es posible.
No todos los derechos o situaciones de que una persona es titular son
susceptibles de transmisión por causa de muerte. Al respecto se distinguen los
derechos transmisible y los instranmisible
Por regla general se puede afirmar que no se transmiten al heredero los
derechos públicos, y de los privados, aquellos que ofrecen un cierto carácter
público o que, siendo estrictamente privados, se fundan en una relación personal o
se hallan limitados en cuanto a su duración por la ley, o requieren para su ejercicio
una apreciación o valorización de que sólo es capaz su titular.

Derechos Transmisibles:
Los derechos patrimoniales tienen la virtud de ser transmisible, ya que por
actos inter vivos o mortis causa. Estos derechos se clasifican en:
1.- La propiedad y demás derechos reales forman el contenido principal
de las sucesiones por causa de muerte; exceptuando los derechos cuya duración
estaba limitada a la vida del causante.
2.-Los derechos personales objeto de transmisión, tanto en el activo
como en el pasivo. Los herederos pasan a ser acreedores de los deudores que
tuviera el causante en el momento de su muerte; igualmente deben pagar las
deudas del causante. Al respecto existen limitaciones con ciertas obligaciones de
carácter personalísimo, como las consistentes en acciones o conductas
(obligaciones de hacer), por ejemplo: si un escultor se ha obligado a esculpir una
obra determinada y muere, la obligación se extingue en forma absoluta, pues no es
posible su cumplimiento por los herederos, especialmente si no son escultores.
3.- Los derechos sobre los objetos inmateriales, que se clasifican en
derechos de autor y derechos industriales. El derecho de autor es una propiedad
intelectual, que comprende principalmente, las obras científicas, literarias y
artísticas, cualquiera sea el modo de expresión (libros, revistas, folletos y demás
escritos); las obras dramáticas; las obras coreográficas; las composiciones
musicales con la letra o sin ella; las obras cinematográficas; los dibujos, pinturas,
esculturas, gravados, litografías, arquitecturas; las fotografías; los mapas, croquis
y obras plásticas relativas a la geografía, entre otras tantas.
En todo derecho de autor se distingue el derecho de goce y disfrute y el
derecho de autoria o paternidad de la obra. El derecho de disfrute comprende la
facultad de aprovechar la obra con fines de lucro o sin él. Éste derecho de disfrute
se transmite a los herederos.
Respecto a la propiedad industrial, tales como patentes de invención,
dibujos, marcas, modelos industriales, etc., son también susceptibles de sucesión
por causa de muerte.
4.- Los derechos universales, es decir, los que recaen sobre ciertas
universalidades jurídicas, son igualmente transmisibles por sucesión mortis causa.
Se distinguen tres variedades:
-Los derechos sucesorales o hereditarios, y cuyo contenido es la herencia.
-Los derechos sobre el patrimonio de las personas jurídicas disueltas.
-Y los que recaen sobre la masa de gananciales.
Si el causante era socio de una determinada sociedad mercantil, al morir
transmite a sus herederos el interés social que le correspondía en la sociedad.
Además, si tenía derecho a recoger una herencia y no alcanzó a recibirla,
transmite a sus sucesores ese derecho. Finalmente, si se disuelve la comunidad
conyugal y el marido y la mujer fallecen antes de liquidarla, trasmiten a sus
herederos el derecho de gananciales.
Derechos Intransmisibles
Por regla general se puede afirmar que no se trasmiten al heredero los
denominados derechos extrapatrimoniales, los derechos públicos, los derechos
políticos (derecho al voto y a ser elegido) y de los privados, aquellos que ofrecen
un cierto carácter público o que, siendo estrictamente privados, se fundan en una
relación personal o se hallan limitados en cuanto a su duración por la ley, o
requieren para su ejercicio una apreciación o valorización de que sólo es capaz su
titular. Se distinguen dos clases de derechos extrapatrimoniales: los de la
personalidad o humanos, y los de familia.
1.- Los derechos de la personalidad o humanos, los cuales son inherentes a
la propia persona humana, y no pueden separarse de ella. Así tenemos, el derecho
a la vida, a la salud, al cuerpo, al honor, etc., son derechos personalísimos, cuyo
respeto se impone a los demás y al Estado mismo; y se extingue con la muerte.
Sin embargo, el honor tienen la virtud de prolongarse más allá de vida de una
persona, aunque no se trasmita a los herederos.
2.- Los derechos y poderes derivados de relaciones familiares se extinguen
con la muerte. Tales como los deberes y derechos conyugal, la acción de divorcio,
etc. No obstante existen excepciones como:
-La acción de desconocimiento del hijo (art. 207 C.C.)
-La de reclamación del estado de hijo (art. 228 y 229 C.C.)
-La acción de nulidad de los actos cumplidos por un cónyuge sobre bienes
Gananciales sin el consentimiento del otro cónyuge (art. 170 C.C., las
Cuales sin son transmisibles mortis causas.

Otros derechos no susceptibles de transmisión que podemos mencionar


sólo a titulo enunciativo, son:
1) Los derechos de usufructo, uso y habitación (art. 619
aparte 1° y 651 C.C.).
2) Los derechos y obligaciones tanto del mandante como
del mandatario, derivados del contrato de mandato (art.
1.704, Ap. 3° C.C.)
3) El derecho a alimento y la obligación de suministrarlos
(art. 298 C.C.)
4) El contrato de arrendamiento de obras, que se resuelve
por la muerte del obrero, del arquitecto o del empresario
de la obra (art. 1.640 C.C); sin embargo el dueño de la
obra debe pagar a los herederos de aquél, en proporción
del precio convenido, el valor de los trabajos hechos y de
los materiales preparados (art. 1.641 C.C.).

PATRIMOINO Y CARGAS DE LA HERENCIA

Con la transmisión de los derechos y obligaciones del difunto al heredero


se producen también en la sucesión hereditaria otros fenómenos interesantes. Tal
sucesión no es tan sólo adquisición de derechos preexistentes y asunción de
preexistentes obligaciones; es también causa de extinción de relaciones jurídicas y
de creación de obligaciones nuevas que tienen su título en la ley, ya se abra la
sucesión ab intestato o por testamento.
El ser heredero, representante del difunto, implica que su patrimonio se
confunda con el hereditario y constituya un patrimonio único, cuyos elementos
integrantes no conservan, por así decirlo, nota alguna que acredite su distinta
procedencia. De esto se deducen dos importantes consecuencias:

1) Extinción por confusión, de los derechos reales que el difunto o


el heredero tenían sobre cosa del heredero o del difunto
respectivamente; ello debido a que los derechos que suponen la
existencia de dos patrimonio no pueden sobrevivir si éstos se
concentran en un titular único. Tal es el caso del usufructo, la
servidumbre, la hipoteca del heredero sobre el fundo hereditario
o del difunto sobre el del heredero y los débitos y créditos que
entre ambos existieran.
2) Siendo único el patrimonio, tienen derecho a cobrarse de él, tanto
los acreedores del difunto, como los del heredero; éste responde,
pues, de todas las deudas del difunto como si las hubiere
contraído él mismo; por lo tanto, responde no sólo con el
patrimonio hereditario, sino también con el propio.
Esta segunda consecuencia beneficia a unos y otros acreedores, si se
atiende a la doble posibilidad de que una herencia insuficiente sea adquirida por
un heredero solvente o viceversa. Además de las deudas del difunto, el heredero
debe satisfacer, incluso con el propio patrimonio si la herencia no basta, todas las
obligaciones y cumplir todas las cargas que el de cujus le hubiere impuesto en el
testamento o que la ley directamente impusiese al sucesor universal.
ACCIONES DEL HEREDERO. DEFINICIÓN, CARACTERES Y
EFECTOS DE DICHAS ACCIONES

El que al heredero correspondan, para hacer valer sus derechos contra los
terceros poseedores de cosas de la herencia, todas las acciones personales o reales
que correspondieron al difunto, es una lógica consecuencia de la adquisición de
tales derechos por él. De modo que podría obtener, con las mismas acciones que
el de cujus hubiera podido ejercitar, el reconocimiento judicial de todo crédito o
derecho real.
También le corresponden todas las acciones posesorias, aun cuando no
hubiese aprehendido materialmente los bienes, pues el heredero se reputa
poseedor legítimo contra cualquiera que pretenda dichos bienes (Art. 781 y 995
C.C.).
Definición de la Acción de petición de herencia:

Para Polaco: Es aquella acción en virtud de la cual el heredero reclama el


reconocimiento de la propia calidad hereditaria contra quien posee cosas
hereditarias, aun singulares, a título de heredero o simple poseedor, o contra quien
posee la herencia como cosa universal, aunque sea a titulo singular; y esto, al
objeto de reivindicar la herencia o las cosas singulares pertenecientes a ella, o de
conseguir el libre ejercicio de los derechos hereditarios discutidos.
Definición:
Es la acción real, concedida al heredero contra una persona que posee total o
parcialmente la sucesión, pretendiendo tener derecho a ella.
Francisco López Herrera cita a De Page quien afirma: Es la acción destinada a
poner fin a toda discusión relacionada con el derecho a la sucesión. En fin la
petición de herencia es la acción que tiene un heredero para defender y sostener
sus derechos sobre una herencia que dice pertenecerle, y que es poseída total o
parcialmente por un tercero, y exige a éste que se le restituya.

Caracteres de la Acción:
- Es civil: dado que se basa en la titularidad de una sucesión universal mortis
causa, que es una figura totalmente civil, sin importar que el de cujus haya sido
comerciante o no, e igualmente que el heredero lo sea o no. No obstante en
nuestra legislación existe una excepción, en el sentido de que cuando la acción se
refiere a alguna forma de aquellos bienes que se encuentren afectados por la
actividad agraria, pues, quien debe conocer del procedimiento es el respectivo
Juez de primera instancia Agraria como lo establece el ordinal 4º del artículo 212
de la “Ley de Tierras y Desarrollo Agrario”.
- Es real: puesto que el fin perseguido es defender un derecho real contra
cualquiera que desconozca o discuta la titularidad de la herencia, sin importar que
compone el patrimonio sucesoral.
- Es universal: porque no tiende a obtener la restitución de las cosas
singularmente consideradas y si a conseguir el reconocimiento en el actor del
título hereditario; es decir, de la pertenencia a el de la universalidad jurídica, y
consiguientemente, a la restitución de todo cuanto a la herencia pertenece.
- Es imprescriptible: No se pierde por prescripción, pues siendo inherente a la
cualidad de heredero, es como ésta inextinguible. No puede adquirir nadie la
cualidad de heredero por usucapión.
- No es personalísima, puede ser propuesta por los acreedores a través de la
acción oblicua.
- Es transmisible mortis causa, en caso de que el heredero verdadero no haya
accionado en vida o haya fallecido mientras intenta la acción, sus herederos
pueden intentarla o proseguirla.
- El actor tiene la carga de probar:
a) La muerte del causante
b) La cualidad que tiene como heredero del causante
c) La posesión que el demandado tiene sobre bienes de la herencia, o la violación
ejercida por parte de éste de derechos sucesorales.

Una reivindicación, del título hereditario, es una vindicatio hereditatis, ya


sea que la hereditas se considere subjetivamente como derecho o cualidad
personal del heredero, ya objetivamente como universalidad o patrimonio.
Su objeto es hacer reconocer que el actor es el heredero. De modo que
tiende no solamente a obtener las cosas singulares que pertenecen a la herencia
(derechos personales o créditos), sino también, toda ventaja que por causa o con
ocasión del patrimonio hereditario corresponde al heredero; y no siendo ello
posible, el total resarcimiento de los danos. Es ejercitable, aun cuando se reclame
una parte mínima de la herencia. No se pierde por prescripción, pues siendo
inherente a la cualidad de heredero, es como esta, inextinguible.
Requisitos.
a) Legitimación activa: La petitio hereditatis puede ser ejercida por el heredero
testamentario o legítimo. El heredero único, por la totalidad; el llamado en
concurrencia con otros, por la cuota que le es atribuida.
b) Legitimación pasiva: Demandado es todo poseedor que posea o detente la
herencia o una cuota de esta, y que discuta al actor su condición de heredero. No
servirá para legitimarlo como demandado la posesión de cosas singulares y que el
poseedor para justificar esa posesión invocase la existencia de un título especial.
Como el objeto de la petitio es la universalidad, cualquier otro título excluye la
posibilidad de la petición.
Hay dos clases de poseedores expuestos a esta acción: El demandado que
aduce en su favor una causa hereditaria de adquisición a titulo universal, exista o
no dicho título; o el que no aduce título alguno de justificación de su posesión.
En el primer caso, se ofrece externamente como si fuera heredero siendo
otro el verdadero. Es lo que se denomina heredero aparente que puede serlo de
buena o de mala fe.
En el segundo caso, es un simple poseedor de la herencia y nada más.
Es necesaria una posesión actual. Si en el momento de deducir la acción tal
posesión se transfirió a otros, deberá aquella dirigirse contra el nuevo poseedor,
porque solo este tiene la facultas restituendi, a no ser que la posesión hubiese sido
abandonada dolosamente para frustrar la acción.

EFECTOS
Una vez reconocido el título hereditario en el heredero verdadero, el
demandado deberá restituir a este todo lo que pertenece a la herencia, los bienes
con sus acciones y frutos, el precio de los enajenados, el importe de los créditos
cobrados y, en general, todo valor que hubiere ingresado en el patrimonio del
demandado a consecuencia de actos de gestión o de disposición de la herencia.
Responde de esta obligación de modo distinto, el heredero aparente, de buena y de
mala fe, y el mero poseedor.
Es heredero aparente de buena fe:
1. Quien posea como heredero, ignorando que había otro sucesor de grado más
próximo llamado por la ley; y
2. Quien haya aprendido los bienes en virtud de un testamento cuya nulidad o
revocación ignora. (Artículo 788 y 799 C.C.)

Será heredero aparente de mala fe:


Quien posea, conociendo el llamamiento de otro sucesor, la inexistencia
del título invocado o la revocación o nulidad del testamento.

Es importante señalar que, el heredero aparente de buena fe, no está


obligado a la restitución de los frutos sino desde el día en que se produjo la
demanda judicial. El de mala fe los debe todos, incluso los consumidos y los que
hubiere podido percibir. El primero no responde de la perdida y deterioros por
caso fortuito; el segundo, sí.
Con relación a las enajenaciones efectuadas con el heredero aparente y a
las relaciones del mismo con el heredero verdadero y de este con los terceros
adquirientes, nuestro Código acoge el principio de que los terceros adquirientes,
deben ser protegidos respetándose su adquisición si esta fue hecha a título
oneroso y si los terceros obraron de buena fe. La enajenación no puede, pues, ser
impugnada en perjuicio de terceros sino cuando provenga de un acto a título
gratuito, aun proviniendo de un acto a título oneroso, los terceros hubieren
procedido de mala fe, careciendo de trascendencia, en ambos casos, la buena
o mala fe del heredero aparente, la cual tienen, si, importancia, cuando se trata de
su responsabilidad frente al heredero verdadero.

El Articulo 1001 del C.C. establece en su segunda parte: "quedan a salvo


los derechos adquiridos por terceros en virtud de convenciones a título oneroso
hechas de buena fe con el heredero aparente". Y continúa: "si este ha enajenado de
buena fe una cosa de la herencia solamente está obligada a restituir el precio
recibido y a ceder su acción contra el comprador que no lo hubiese pagado
todavía". De lo que se deduce que la responsabilidad del heredero aparente de
mala fe se amplia, corriendo de su cargo reembolsar al heredero el valor de la cosa
enajenada, resarcir al mismo de todo perjuicio y sufrir la responsabilidad, aun en
caso fortuito.
En conclusión, los efectos de la acción de petición de herencia son los siguientes:
1. Respecto de los bienes, el heredero aparente ya sea de buena fe o de mala
fe deberá restituir al verdadero las cosas que se encontraba poseyendo
pertenecientes a la herencia con sus acciones y frutos.
2. Debe restituir el precio de los bienes enajenados y ceder la acción contra el
comprador que no le hubiere pagado todavía.
3. El importe de los créditos cobrados y todo valor que hubiere ingresado en
el patrimonio del demandado a consecuencias de acto de gestión o
disposición de herencia.
4. Si e heredero aparente de buena fe: responde por los frutos naturales y
civiles, desde el momento que se le notifica legalmente de la demanda. No
responde por cao fortuito ni fuerza mayor.
5. Si es heredero aparente de mala fe: debe reembolsar al heredero el valor de
la cosa enajenada, resarcir al mismo de todo perjuicio y sufrir la
responsabilidad en cao fortuito.
6. También está obligado a restituir todos los frutos percibidos desde su
injusta detentación, y los que dejo de percibir por su culpa al no tener la
diligencia debida de un buen padre de familia.

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