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Estas son algunas de las interrogantes que los hombres de ciencia: biólogos, físicos, químicos
y astrónomos han tratado de responder con fundamentos.
La materia y la energía son los componentes básicos del universo, y por su naturaleza dinámica
hacen inevitable el cambio o evolución.
Evolución, por lo tanto, implica un cambio con continuidad. La evolución tiene su expresión en el
Universo, la Tierra, los seres vivos y el hombre.
Como parte de la evolución de la materia terrestre, se han originado los seres vivos, los cuales
han evolucionado y continúan en este proceso indefinidamente. El origen de la vida debemos
buscarlo en el proceso de la evolución material, cuyo cambio y transformación originó cuerpos
dotados de autonomía, los cuales han evolucionado y evolucionan en base a sus propios
mecanismos.
En el desarrollo de las ciencias naturales, hay dos aspectos centrales referidos a la evolución de
los seres vivos: el origen de la vida y la evolución de las especies biológicas. Para efectos
didácticos los dividiremos, dejando establecido que no son independientes, sino que en todo
momento han estado ligados.
Las teorías son fruto de cada etapa del desarrollo social. En las etapas iniciales se vincularon al
conocimiento empírico de la Tecnología agrícola, Astronomía, Medicina y Filosofía. Buscando
explicación a los fenómenos naturales, se desarrolló una concepción geoantropocéntrica del
mundo y una estratificación social con base divina. Posteriormente se trató de explicar
racionalmente los propósitos de la creación, cuya expresión fue la Escolástica.
Las concepciones idealistas sobre la naturaleza han dominado durante largo tiempo el
pensamiento de la humanidad, dentro de esa visión se han desarrollado diversas teorías para
explicar la existencia y diversidad de los seres vivos.
Estas formas de pensamiento basadas en mitos y cuentos que el hombre primitivo creaba para
poder explicar los fenómenos que ocurrían, no hicieron más que desviar el desarrollo de la
ciencia objetiva. Cuando los dogmáticos religiosos llevaron el desarrollo de la ciencia a los
monasterios y conventos, se evita su difusión y retarda su desarrollo. Esta etapa es conocida
como del oscurantismo científico.
Están basadas en la intervención de dioses con presencia concreta en la naturaleza y la vida del
hombre, postulan la generación espontánea.
Sostiene que en la evolución de la materia la vida ha pasado por diferentes formas, pero siempre
ha existido. Fue planteada por Lord Kelvin.
Postula que la vida llegó a la Tierra proveniente del espacio, donde existirían planetas con vida.
Los primeros seres vivos que llegaron -sostiene esta teoría- fueron bacterias y lo hicieron en el
interior de meteoritos. Fue planteada por J. Liebig y otros.
Sostiene que en el universo existen gérmenes de vida en reposo que se desarrollan cuando
encuentran condiciones propicias. Plantea que fueron esporas bacterianas las que colonizaron
la tierra primitiva. Fue planteada por Arrhenius.
Según esta teoría, los elementos naturales terrestres interactúan y generan seres vivos.
Sostuvo que los seres vivos han surgido en la naturaleza por procesos mecánicos y al azar. No
establece pruebas ni condiciones.
Plantea que los seres vivos han surgido como consecuencia de un largo proceso de evolución
de la materia. La evolución biológica y el origen de la vida son parte de la evolución de la materia.
Los seres vivos han surgido en la Tierra en condiciones diferentes a las actuales, en una
atmósfera reductora, en condiciones de alta energía. Fue planteada por Alexander I. Oparin y
John B.S. Haldane.
Durante la comunidad primitiva, los primeros hombres, en su lucha constante con la naturaleza,
observaban cómo de la tierra surgían nuevas plantas y animales. Las limitaciones para explicar
estos fenómenos condujeron al desarrollo de la Teoría de la generación espontánea en su forma
más simple. Esta concepción alcanzó gran desarrollo entre los hombres primitivos y, al parecer,
persistió hasta etapas avanzadas de la evolución social, mezclada con simbolismos religiosos,
como por ejemplo el culto a la tierra.
La Teoría de la generación espontánea tuvo gran difusión durante la etapa social del Esclavismo
incorporada a los sistemas mitológicos de la religión. Estas ideas se enriquecieron con el
misticismo propio de los pueblos del Asia y se trasmitieron a los filósofos griegos del Asia Menor.
La religión incorporó a la generación espontánea el componente mitológico de cada región,
observándose este fenómeno principalmente en Egipto y Babilonia; de estos últimos tomaron los
hebreos la mitología de la creación en siete días, que luego es transmitida al Cristianismo a
través de textos bíblicos.
Las ideas de la generación espontánea fueron desarrolladas por los griegos diferenciándose dos
corrientes: materialista e idealista.
En oposición al materialismo se desarrolló la corriente idealista iniciada por Platón y seguida por
su discípulo Aristóteles. Esta corriente postuló, al igual que los materialistas, un origen
espontáneo para gusanos, insectos, peces, cangrejos y salamandras, a partir del rocío, sudor,
del agua de mar y de los suelos húmedos e incluso sugirió la posibilidad del origen del hombre
igual a las demás criaturas. El pensamiento aristotélico, sin embargo, sostuvo que para el
surgimiento de la vida era necesaria la interacción de la materia inerte con una fuerza
supernatural capaz de dar vida a lo que no lo tenía Y que el llamó Entelequia.
Es indiscutible el gran aporte que ha dado Aristóteles a las ciencias, sin embargo en cuanto al
origen de la vida sus postulados reflejan el carácter idealista de su pensamiento y la dependencia
Los puntos de vista aristotélicos se afianzaron y permanecieron casi indiscutibles durante cerca
de dos mil años, conjuntamente con la filosofía platónica. El cristianismo una vez establecido
como religión oficial en el Imperio Romano, incorporó el pensamiento aristotélico y platónico a su
doctrina, convirtiéndolos en dogmas teológicos. De este modo la idea de la generación
espontánea se formalizó en el vitalismo, según el cual, para que la vida surgiera era necesaria
la presencia de una fuerza vital, o de un soplo divino, o de un espíritu capaz de animar la materia
inerte. La entelequia se convirtió asimismo en el alma.
La imposición del credo religioso ligado al poder político llevado a cabo por la iglesia impidió el
cuestionamiento a la teoría vitalista y al dogma de la creación, tal es así que era considerada
como un hecho indudable hasta gran parte del siglo XVIII. Algunos personajes relativamente
recientes de las ciencias eran vitalistas, tales como Copérnico, Bacon, Galileo, Harvey, Leibniz,
Descartes y Goethe. La fuerza vital adoptó diversas denominaciones: La Iglesia Católica le llama
Alma, Leibniz Las Mónadas, Henry Bergson Elan Vital, Buffon Fuerza Vegetativa.
El desarrollo de la burguesía trajo consigo una mayor actividad científica y una actitud crítica
frente a los fenómenos naturales, despojándose de la pesada herencia aristotélica, se sometió a
la experimentación todas las ideas y teorías. La teoría vitalista de la generación espontánea
también empezó a ser cuestionada hasta que fue desechada del pensamiento.
En sucesivos acontecimientos la humanidad fue testigo del esfuerzo humano por llegar al
conocimiento real de los fenómenos. La ciencia fue superando progresivamente el idealismo y
sus concepciones; este proceso sin embargo duró cerca de dos siglos pues periódicamente
surgían vitalistas tratando de demostrar experimentalmente sus puntos de vista.
Johanes B. Van Helmont, vitalista, dio en 1667 una receta según la cual las criaturas tales como
los piojos, pulgas y gusanos nacen de nuestras entrañas, animados por la fuerza vital del alma
humana, que incluso es capaz de impulsar el desarrollo de ratones a partir de la ropa interior con
sudor y una porción de trigo. Para Van Helmont la fuerza vital es el Arcano. En una de sus más
conocidas recetas plantea lo siguiente:
...si colocamos ropa interior llena de sudor con trigo en un recipiente de boca ancha, al cabo de
veintiún días, el olor cambia y el fermento, surgiendo de la ropa interior y penetrando a través de
las cáscaras de trigo, cambia el trigo en ratones. Pero lo que es más notable aún es que se
forman ratones de ambos sexos, y que estos se pueden cruzar con ratones que hayan nacido
de manera normal... pero lo que es verdaderamente increíble es que los ratones que han surgido
del trigo y la ropa íntima sudada no son pequeñitos, ni deformes, ni defectuosos, sino que son
adultos, perfectos.
c) Needham vs Spallanzani
Frente a ello Lázaro Spallanzani demostró que los resultados experimentales de Néedham sólo
eran consecuencia de una contaminación previa con microorganismos y no de la generación
espontánea postulada por los vitalistas.
Los últimos esfuerzos de los vitalistas a favor de la generación espontánea los realizó Pouchet
mediante una serie de experimentos, con microorganismos. Fue Louis Pasteur, en 1861, el que
demostró finalmente la incongruencia de la generación espontánea, así como la falsedad de los
resultados experimentales anteriormente obtenidos.
Los postulados de Pasteur eran coincidentes con la teoría celular que, habiendo sido planteada
unos años antes, se encontraba en pleno desarrollo. En 1858 Virchow enunció el principio
unificador de la reproducción celular según el cual una célula solo puede provenir de otra célula.
Plantea que los seres vivos tienen una estructura semejante a máquinas perfectas, cuyo
funcionamiento es explicable siguiendo las leyes de la mecánica. Proponen el origen de los seres
vivos como fruto del azar.
Los científicos pertenecientes a la escuela mecanicista, retomaron las ideas de los ''filósofos
griegos materialistas y la lógica de Descartes. Continuaron, aunque sin éxito, la búsqueda de
una respuesta con base científica. Así propusieron que en el pasado y al azar pudo haber surgido
una molécula viviente que representaba el antecesor de todos los seres vivos actuales. La falta
de un sustento experimental, le impedía enfrentar la Teoría de la biogénesis y la creación
especial, por lo que terminó siendo parte del anecdotario científico.
Retoma los planteamientos de Aristóteles acerca de un objetivo para todo lo que existe. En la
Summa Teológica, Santo Tomás de Aquino planteaba, entre las cinco vías para probar la
existencia de Dios, el argumento del diseño. La versión del mismo tuvo gran auge desde la época
de la revolución industrial hasta la publicación de El origen de las especies... de Darwin, un gran
número de pensadores con talento lo desarrollaron, encontrando nuevos detalles que podían
encajar en su marco general. El más importante trabajo constituye Teología Natural escrita por
William Paley en 1805. Un párrafo del texto señala:
Acerca de los objetos vivos existen dos fundamentales que reclaman una explicación. Los
organismos son complejos y están bien adaptados. Su complejidad no consiste en un revoltijo
de partes descoordinadas; por el contrario, cuando examinamos las partes con el mayor cuidado,
nos damos cuenta de cómo las distintas partes contribuyen al buen funcionamiento del
organismo como totalidad.
El objetivo de Paley es demostrar que la hipótesis del diseño es más plausible contraponiéndola
al diseño al azar.
Esta hipótesis fue replanteada por Peyer, quien establece que la vida ha existido siempre y es
continua. Peyer considera que la masa ígnea de la Tierra estaba viva y que cuando se dio el
enfriamiento se separó en masa líquida viva y materia inorgánica. De la masa líquida viva quedó
un residuo de vida, el protoplasma.
Fue planteada por un grupo de científicos alemanes: H. Ritcher, J. Liebig y H. von Helmholtz.
Según ellos la vida llegó a la Tierra junto con fragmentos de meteoritos. Se basa en el principio
de la eternidad de la vida y la concepción del origen de la Tierra, a partir de porciones de cuerpos
estelares.
J. Liebig propuso que en el espacio hay nebulosas, cuerpos celestes, que son verdaderos
santuarios de gérmenes eternos y que como consecuencia de su movimiento, se liberan
gérmenes durmientes que viajan por el cosmos y llegaron a la Tierra.
En 1874 H. von Helmholtz, en su libro Handbuch der Theoretis chen Physik Braunchweig, planteó
que la Tierra recibe constantemente meteoritos en cuyo interior se encuentran gérmenes que
pueden ingresar a la Tierra sin ser destruidos por la atmósfera.
Según Arrhenius en el espacio hay cuerpos celestes, planetas con condiciones particulares que
les permiten ser centros de vida. Planetas habitados por microorganismos, los cuales son
impulsados fuera de su campo gravitacional por violentas erupciones volcánicas que superan los
100 kilómetros. Estas erupciones generarían colas lanzadoras de esporas al espacio.
Como antiprueba se toma en cuenta la temperatura interplanetaria y la falta de oxígeno, así como
la calcinación de cualquier cuerpo al atravesar la cubierta atmosférica de la Tierra, la
imposibilidad de la supervivencia de organismos en el espacio estelar. Los viajes espaciales han
demostrado que cualquier cuerpo al entrar en contacto con la fuerza gravitacional terrestre
alcanza temperaturas muy grandes, que hacen imposible la supervivencia de cualquier forma de
vida.
En los últimos años los astrónomos ingleses Fred Hoyle y Chandra Wickamasinghe, han
intentado demostrar el origen extraterrestre de la vida en la Tierra, planteando la participación de
moléculas genéticas que han impulsado la evolución de la materia terrestre.
Sin embargo su propuesta esencial alude a la existencia de un agente sobrenatural inteligente
(diseño inteligente) en la evolución terrestre, es decir que todo lo que ocurre en la Tierra y en el
Universo obedece a un objetivo final diseñado por algo que existe al margen de la materia.
La Exobiología es una rama reciente que en base a estudios de la astronomía y la evolución del
cosmos, postula la posibilidad del surgimiento de la vida también en otros planetas, de manera
semejante a la tierra. Esta posibilidad sin embargo está al margen de cualquier presunción sobre
el origen de la vida terrestre, pues como se ha venido probando sucesivamente el origen de la
vida en la Tierra y su evolución ha seguido su propio camino.
3.7. EL CREACIONISMO
Elliot Sober en su obra Filosofia de la Biología, señala .......Los creacionistas plantean sus
teorías porque tienen objetivos políticos. Desean que se reduzca o elimine la enseñanza de la
evolución en los cursos de Biología de la escuela superior y que se enseñe en las escuelas la
historia bíblica de la creación. Como cuestión estratégica, se dan cuenta de que no pueden
admitir que sus puntos de vista son de naturaleza religiosa. Para evitar la eliminación de su
relación con el estado y su pérdida de poder han inventado el término creacionismo científico,
intentan defender el creacionismo apelando a pruebas, no a la autoridad de la Biblia. Además de
errados, inconsecuentes.
Lo que ahora se entiende por el término creacionismo son los restos fosilizados de lo que una
vez fue una viva tradición intelectual.
En el plano biológico la visión evolutiva tuvo sus antecedentes inmediatos en los planteamientos
de Jean Baptiste de Lamarck, quien sostenía la existencia de leyes que rigen los fenómenos
naturales y que se hallan al margen de cualquier agente sobrenatural.
Lamarck sostenía que en la naturaleza se observaba una continuidad y que todo estaba en
constante cambio. En base a ello postuló el origen de los seres vivos como un fenómeno natural
explicable mediante las leyes de la Física y Química, y ocurrido a través de un largo proceso de
cambios continuos. Los estudios de Charles Lyell sobre Geología planteaban una explicación
semejante para la corteza terrestre.
…..para Lamarck todo lo que existe era parte de la naturaleza, funcionaba de acuerdo con las
leyes naturales y, sin embargo, en algún sentido era también la antítesis de la vida.
La Teoría de la selección natural planteada por Charles Darwin en su obra El origen de las
especies por el mecanismo de selección natural contribuyó al sustento de la posición científica.
Si bien Darwin no se preocupó explícitamente sobre el origen de los seres vivos, sentó las bases
para una explicación científica del proceso, proponiendo la variabilidad constante de los seres
vivos y la selección progresiva y permanente de los organismos con mejores condiciones de
supervivencia (Selección Natural). Darwin rechazó de plano la generación espontánea y el
vitalismo, así como la inmutabilidad de los organismos; más aún, dejó establecida la posibilidad
de que en condiciones diferentes a la tierra actual, se hubiera producido el desarrollo de
compuestos biológicos a partir de sustancias de naturaleza simple.
Engels por su parte negó por completo la generación espontánea y el vitalismo, desnudó el
carácter idealista y oscurantista de esas suposiciones, sentando las bases filosóficas para el
planteamiento actual del problema, dentro de un contexto evolutivo. Engels señaló claramente
que la vida en la Tierra no era el resultado de la intervención divina ni un accidente de la materia,
sino que representaba un paso más en los procesos de evolución de la naturaleza, dentro de los
cuales la materia puede alcanzar niveles de complejidad creciente yendo de lo inorgánico a lo
orgánico y de allí a lo biológico. Engels de este modo aplicó las leyes de la dialéctica a la
evolución del cosmos, la Tierra, y, la vida dentro de ella.
Oparin planteó que en la tierra primitiva carente de oxígeno y rica en gases como metano y
amoníaco, se produjeron reacciones químicas que dieron origen a moléculas orgánicas
pequeñas, éstas se unieron formando macromoléculas y posteriormente originaron los primeros
organismos, todo esto bajo la consideración de un proceso lento que duró muchos millones de
años. La energía que favoreció las reacciones químicas fue proporcionada por la radiación solar,
así como los fenómenos propios de la Tierra en proceso de enfriamiento.
Algunos años más tarde, en 1928, el inglés John B. S. Haldane publicó un corto trabajo en el que
planteó los mismos criterios y conclusiones de Oparin respecto a la evolución terrestre, con
algunas pequeñas variaciones respecto al tipo de gases y las condiciones de la tierra primitiva.
a) El Experimento de Miller-Urey
Influenciado por la teoría de Oparin-Haldane, en 1953 Stanley Miller realizó una de las
comprobaciones experimentales más interesantes. Simulando en el laboratorio las condiciones
de la tierra primitiva, llegó a la conclusión que es posible la formación de compuestos orgánicos
biológicos a partir de moléculas inorgánicas. Este fue el inicio formal de la acumulación de
evidencias científicas, ubicando al origen de la vida en el contexto de la evolución del universo.
Miller, bajo la dirección de Harold C. Urey, ideó un aparato donde se simularon las condiciones
atmosféricas y de temperatura de la tierra primitiva. Se colocó en un recipiente una mezcla de
hidrógeno, metano y amoníaco a los que le llegaba constantemente vapor de agua, los choques
eléctricos eran producidos por electrodos.
Los experimentos posteriores de Miller y James Lawless han encontrado que todos los
aminoácidos pueden ser sintetizados biológicamente.