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Programa de Formación Teológica – Escuela Bíblica de Preparación Pastoral

EL FUNDAMENTO BIBLICO DEL CONFESIONALISMO

El Fundamento Bíblico del Confesionalismo

Introducción
Aunque hay muchas razones prácticas por las que podríamos justificar el uso de Confesiones y Credos,
la única razón para su utilización debería ser su fundamento bíblico. Nuestro análisis más importante
debe surgir de lo que la Biblia dice con respecto a las Confesiones. Por esa razón, nuestro enfoque
debería estar en tratar de responder: ¿qué es lo que la Biblia dice al respecto? ¿es bíblico el proclamar
y defender la verdad de Dios de esta manera? Para contestar adecuadamente a estas preguntas,
desarrollaremos esta lección en tres encabezados principales: (1.) La Base de Su Fundamento – El
Dios Confesante; (2.) La Prueba de Su Escrituralidad – Las Confesiones en la Biblia; y (3.) La Razón
de Su Obligatoriedad para el Cristianismo.
I. La Base de Su Fundamento – El Dios Confesante.
La Base del Fundamento sobre la que se sostiene la práctica de Confesar la Fe es que Dios es un Dios
Confesante. El Dios de los cielos desde el principio ha manifestado Su deseo de ser conocido y tener
comunión con el hombre. Por esta razón, se ha revelado de diversas maneras. La revelación de Dios
ha sido dada al hombre de dos maneras distintas, las cuales son: Revelación General o Natural, y
Revelación Especial o Sobrenatural. La primera se refiere al testimonio y mensaje que Dios ha
revelado por medio de las cosas hechas (Su creación, Su providencia y la consciencia de los hombres),
y la segunda se refiere a la revelación especial que Dios hizo a hombres particulares para manifestar
Su plan de redención y Su carácter de una manera más específica. La Revelación General, aun cuando
trasmite información concreta sobre Dios, por causa del pecado, el corazón del hombre no puede (ni
quiere) entender correctamente este lenguaje silencioso. En Su misericordiosa providencia, Dios quiso
revelarse al hombre de manera directa. Para el cumplimiento de este propósito, Dios diseñó el lenguaje
y lo estableció como un canal legítimo a través del cual se daría a conocer al hombre.
El lenguaje, específicamente el uso de las palabras que expresan ideas y pensamientos concretos es la
forma en la que Dios quiso desde el principio trasmitir Su revelación al hombre. Confesar es trasmitir
algo a través del uso de palabras las cuales tiene el propósito de describir ese algo de manera concreta,
apropiada y clara. Dios es un Dios que confiesa, es decir –que proclama y proclamó verdades concretas
a través de palabras que pueden ser entendidas, trasmitidas y recibidas por otros. Dios es un Dios
confesante y eso se hace evidente por las siguientes dos razones:
A. Dios utilizó palabras para revelar verdades específicas sobre Sí mismo, Su Obra y Su Voluntad.
a. Reveló Su Naturaleza y Carácter. – Todo lo que el hombre sabe de forma específica sobre
Dios, lo llegó a conocer por las palabras que Dios utilizó para revelarse a Sí mismo. Toda la Escritura
está llena de estas palabras que Dios utiliza para describirse a si mismo.
Éxodo 20:5-6 5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte,
celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación
de los que me aborrecen, 6 y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis
mandamientos.

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b. Articuló Su Presencia. – La importancia de las palabras de Dios es revelada en el hecho de


que cuando Él dejaba de hablar era una muestra que Su presencia no estaba con el pueblo. En el libro
del profeta Amos, el Señor advierte a Su pueblo del juicio que vendría sobre ellos. Este juicio consistía
en que Él ya no estaría en medio de ellos y la forma en la que esto se iba a evidenciar sería que no
escucharían Sus palabras.
Amos 8:11-12 11 He aquí vienen días, dice Jehová el Señor, en los cuales enviaré hambre a la
tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová. 12 E irán errantes de
mar a mar; desde el norte hasta el oriente discurrirán buscando palabra de Jehová, y no la
hallarán.
c. Estableció Sus Promesas. – Cada una de las promesas de Dios fue dada y conocida por los
hombres por medio de palabras, las cuales trasmitieron verdades concretas. Todas las promesas del
Antiguo y Nuevo Testamento tienen su significado a la luz de la promesa que Él hizo al principio de
la historia del hombre.
Génesis 3:15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya;
ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.
d. Definió Su relación con Su pueblo. – Tanto antes como después de la Caída del hombre,
Dios definió Su relación con los hombres a través de palabras. La orden de guardar el huerto y no
comer del árbol fue dada a Adán a través de palabras, de la misma manera que, la ley y el
establecimiento del sistema de sacrificios fue dado a través de palabras.
Génesis 2:15-17 15 Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para
que lo labrara y lo guardase. 16 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del
huerto podrás comer; 17 mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el
día que de él comieres, ciertamente morirás.
e. Explicó el significado de Sus Obras de Revelación no—verbales. – Cada vez que sucedieron
eventos relacionados al Plan de Redención, Dios se encargó de explicarlo. Por medio de Su explicación
el Señor decía: “Eso, es esto”. Las palabras sirvieron como un medio para trasmitir verdades más
profundas. Un ejemplo muy importante de esto es la cena de la pascua que el Señor mandó a los
israelitas a celebrar año tras año:
Éxodo 12:24 27 24 Guardaréis esto por estatuto para vosotros y para vuestros hijos para
siempre. 25 Y cuando entréis en la tierra que Jehová os dará, como prometió, guardaréis este
rito. 26 Y cuando os dijeren vuestros hijos: ¿Qué es este rito vuestro?, 27 vosotros responderéis:
Es la víctima de la pascua de Jehová, el cual pasó por encima de las casas de los hijos de Israel
en Egipto, cuando hirió a los egipcios, y libró nuestras casas. Entonces el pueblo se inclinó y
adoró.
Mateo 26:26-28 26 Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus
discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. 27 Y tomando la copa, y habiendo dado
gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; 28 porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que
por muchos es derramada para remisión de los pecados.
B. Dios encargó la trasmisión de Sus verdades por medio del uso de palabras.

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De la misma manera en la que Dios reveló Su verdad a través de palabras, ha encargado a que sus
palabras sean trasmitidas a otros. Este encargo tiene una connotación muy amplia en la Biblia,
empezando desde los padres hacia los hijos hasta el sublime encargo a sus siervos en la Iglesia.
a. De los padres a los hijos.
Deuteronomio 6:6-9 6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7 y las
repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al
acostarte, y cuando te levantes. 8 Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como
frontales entre tus ojos; 9 y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.
b. De los líderes del pueblo al pueblo.
Deuteronomio 31:12 Harás congregar al pueblo, varones y mujeres y niños, y tus extranjeros
que estuvieren en tus ciudades, para que oigan y aprendan, y teman a Jehová vuestro Dios, y
cuiden de cumplir todas las palabras de esta ley;
c. De los siervos de Dios a otros.
2 Timoteo 1:13 Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe y amor que es en
Cristo Jesús.
d. De los siervos de Dios a la iglesia.
2 Timoteo 4:1-5 1 Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos
y a los muertos en su manifestación y en su reino, 2 que prediques la palabra; que instes a
tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. 3 Porque
vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se
amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, 4 y apartarán de la verdad el
oído y se volverán a las fábulas. 5 Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra
de evangelista, cumple tu ministerio.
Confesar es hacer uso de palabras con el propósito de comunicar una verdad concreta. El Base del
Fundamento Bíblico de las Confesiones de Fe es que Dios es un Dios confesante.
II. La Prueba de Su Escrituralidad – Las Confesiones en la Biblia.
La Palabra de Dios, por el hecho de que es un libro que revela la verdad de Dios a través de palabras,
está llenó de frases y declaraciones teológicas que expresan fielmente lo que el pueblo de Dios debe
creer y proclamar. Estas declaraciones son Confesiones de Fe y las podemos encontrar tanto en el
Antiguo como en el Nuevo Testamento. Estas Confesiones nunca se contradicen entre sí, sino que a lo
largo de la Historia de la Redención la doctrina de la Palabra de Dios se va expandiendo al ir recibiendo
nuevos elementos de la revelación de Dios, formando una confesión cada más más completa.
A. La Confesión de Fe del Antiguo Testamento
Algunos consideran que el Pentateuco y el libro de Salmos son las Confesiones de Fe que Dios le dio
al pueblo de Israel en el pasado. Aunque es cierto que estos libros contienen declaraciones teológicas,
ninguno de ellos tiene la estructura de una confesión la cual consiste en declaraciones concretas y
precisas sobre lo que creemos.

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Todo el Antiguo Testamento revela al Dios de los cielos y nos describe la fe por medio de declaraciones
sobre la naturaleza, carácter y majestad de Dios, sin embargo, en Deuteronomio 6:4 encontramos la
declaración básica de la fe que Dios reveló a Israel, la cual el pueblo debía creer.

‫ֱֹלהינּו יְ הוָ֥ה אֶ ָֽחד׃‬


ֵ֖ ‫ְש ֵ֖מע יִ ְשר ֵ֑אל יְ הוָ֥ה א‬
Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.
Deuteronomio 6:4
Esta Confesión es conocida como el Shema Israel debido a sus dos primeras palabras en hebreo
(“escucha, Israel”). Sin lugar a duda, el Shema puede ser llamada la confesión o proclamación de fe
más importante del pueblo de Israel.
Su Significado
Esta frase es una proclamación de lo que Dios había revelado a Israel, Dios es uno. Contrario a la
creencia falsa de la pluralidad de dioses que tenían las naciones paganas, Israel fue llamado a proclamar
que el Dios verdadero es uno solo. Esta verdad es la que determinó la diferencia básica entre Israel y
las naciones a su alrededor.
Su Importancia
La importancia de esta declaración de fe del Antiguo Testamento es evidente al encontrarnos con
despliegues de ella en muchos lugares del Antiguo y Nuevo Testamento.
Deuteronomio 4:35, 39 A ti te fue mostrado, para que supieses que Jehová es Dios, y no hay
otro fuera de él. Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu corazón que Jehová es Dios arriba en el
cielo y abajo en la tierra, y no hay otro.
Deuteronomio 32:39 Ved ahora que yo, yo soy, y no hay dioses conmigo; Yo hago morir, y
yo hago vivir; Yo hiero, y yo sano; y no hay quien pueda librar de mi mano.
2 Samuel 7:22 Por tanto, tú te has engrandecido, Jehová Dios; por cuanto no hay como tú, ni
Hay Dios fuera de ti, conforme a todo lo que hemos oido con nuestros oidos.
1 Reyes 8:60 A fin de que todos los pueblos de la tierra sepan que Jehová es Dios, y que no
hay otro.
2 Reyes 5:15,16 Y volvió al varón de Dios, él y toda su compañía, y se puso delante de él, y le
dijo: He aquí ahora conozco que no hay Dios en toda la tierra, sino en Israel. Te ruego que
recibas algún presente de tu siervo. Mas él dijo: Vive Jehová, en cuya presencia estoy, que no
lo aceptaré. Y le instaba que aceptara alguna cosa, pero él no quizo.
2 Reyes 19:15 Y oró Ezequías delante de Jehová diciendo: Jehová Dios de Israel, que moras
entre los querubines, sólo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra; tú hiciste el cielo y la
tierra.
Nehemías 9:6 Tú solo eres Jehová; tú hiciste los cielos, y los cielos de los cielos, con todo su
ejército, la tierra y todo lo que está en ella, los mares y todo que hay en ellos; y tú vivificas
todas estas cosas, y los ejércitos de los cielos te adoran.
Salmos 18:31 Porque ¿quién es Dios sino sólo Jehová? ¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios?

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Salmos 86:10 Porque tú eres grande, y hacedor de maravillas; Sólo tú eres Dios.
Isaías 37:16,20 Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, que moras entre los querubines, sólo tú
eres Dios de todos los reinos de la tierra; tú hiciste los cielos y la tierra. Ahora pues, Jehová
Dios nuestro, libranos de su mano, para que todos los reinos de la tierra conozcan que sólo tú
eres Jehová.
Isaías 43:10-11 Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí, para que
me conozcáis y creáis, y entendáis que yo mismo soy; antes de mí no fue formado dios, ni lo
será despues de mí. Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve.
Isaías 44:6,8 Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el
primero, y yo soy el postrero, y fuera de mi no hay Dios. (8) No temáis, ni os amedrentéis; ¿no
te lo hice oir desde la antigüedad, y te lo dije? Luego vosotros soís mis testigos. No hay Dios
sino yo. No hay Fuerte; no conozco ninguno.
Isaías 45:21 Proclamad, y hacedlos acercarse, y entren todos en consulta; ¿quién hizo oir esto
desde el principio, y lo tiene dicho desde entonces, sino yo Jehová? Y no hay más Dios que yo;
Dios justo y Salvador; ningún otro fuera de mí.
Isaías 46:9 de las cosas pasadas Acordaos desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y
no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí.
Oseas 13:4 Mas yo soy Jehová tu Dios desde la tierra de Egipto; no conocerás pues, otro dios
fuera de mí, ni otro salvador sino a mí.
Joel 2:27 Y conoceréis que en medio de Israel estoy yo, y que yo soy Jehová vuestro Dios, y
no hay otro y mi pueblo nunca jamás será avergonzado.
Zacarías 14:9 Y Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y uno su
nombre.
Marcos 12:29-34 Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor
nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu
alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el
segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a tí mismo. No hay otro mandamiento mayor
que éstos. Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y no
hay otro fuera de él; y el amarle con todo el corazón, con todo el entendimiento, con toda el
alma, y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, en más que todos los
holocaustos y sacrificios. Jesús entonces, viendo que había respondido sabiamente, le dijo: No
estás lejos del reino de Dios. Y ya ninguno osaba preguntarle.
Juan 17:3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo,
a quien has enviado.
Romanos 3:30 Porque Dios es uno, y él justificará por la fe a los de la circuncisión, y por
medio de la fe a los de la incircuncisión.
1 Corintios 8:4-6 Acerca, pues, de las viandas que se sacrifican a los ídolos, sabemos que un
ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que un Dios. Pues, aunque haya algunos que se
llamen dioses, sea en el cielo, o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores), para

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nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros
somos para él; y un Señor Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por
medio de él.
Gálatas 3:20 Y el mediador no lo es de uno solo; pero Dios es uno.
Efesios 4:6 Un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.
1 Timoteo 1:17 Por tanto, al Rey do los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea
honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.
1 Timoteo 2:5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres,
Jesucristo hombre.
Santiago 2:19 Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.
El pueblo judío siempre fue muy consciente de la importancia del Shemá y puede ser visto en la
trascendencia que ha tenido para su cultura religiosa a lo largo de los siglos. Desde la Edad Media, ella
fue la confesión de fe de todos los judíos que eran martirizados. Los rabinos enseñaron que cualquiera
que se establece en Israel, habla hebreo y lee el Shemá en la mañana y en la tarde tiene asegurado un
lugar en el mundo futuro. (TJ Shek.3.4). Así mismo, los maestros de Israel aseguraban en base a la
tradición que el que recitaba el Shemá en la mañana y en la tarde no iba a ser conquistado (Sota 42a).
Su Utilidad
Como lo mencionamos anteriormente, el Shemá le daba al pueblo de Israel una identidad teológica
clara, una definición de lo que estaba mal y una unidad entre ellos.
B. Confesiones de Fe en el Nuevo Testamento
El verbo ὁμολογέω, el cual se traduce como confesar o profesar aparece muchas veces en el Nuevo
Testamento. El uso de esta palabra es muy amplio. Algunas veces ὁμολογέω es utilizado como el
compromiso que alguien hace sobre algo o hacia alguien, este es el caso de Hechos 7:17 y Mateo
14:7. Otras veces se usa para describir el acuerdo o punto de vista que alguien comparte con otra
persona, este es el caso de Hechos 23:8. También se usa para cuando se admite que algo es verdad,
como en Juan 1:20, Hechos 24:14; Hebreos 11:13 y 1 Juan 1:9. Finalmente, también es usada como el
reconocimiento de algo en público, que es el caso de Mateo 7:23 y Tito 1:16.
Tres usos específicos que el Nuevo Testamento le da al concepto de confesar con respecto a la fe o
creencia de una persona.
a.) El Acto de Confesar
Confesar es contrastado con Negar – ver también 2 Pe.2:1; 1 Jn.2.23 y Judas 4.
Mateo 10:32-33 32 A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo
también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. 33 Y a cualquiera que
me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está
en los cielos.
Confesar es una identificación con lo confesado.

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Juan 9:22 Esto dijeron sus padres, porque tenían miedo de los judíos, por cuanto los
judíos ya habían acordado que, si alguno confesase que Jesús era el Mesías, fuera
expulsado de la sinagoga.
Confesar es ratificado por la conducta. – ver también 1 Tim.5:8; Tito 1:16 y Ap.2:13, 3:8.
2 Corintios 9:13 pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la
obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra
contribución para ellos y para todos;
Confesar está relacionado con el Bautismo de la Iglesia Primitiva. – ver también Rom.10:9
1 Timoteo 6:12-13 12 Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la
cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos
testigos. 13 Te mando delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Jesucristo,
que dio testimonio de la buena profesión delante de Poncio Pilato,
Confesar es la declaración que hace un creyente de su fe en el Señor Jesús.
Hebreos 3:1 Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial,
considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús;
Hebreos 4:14 Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús
el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión.
Hebreos 10:23 Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza,
porque fiel es el que prometió.
b.) Lo que hay que Confesar
Jesucristo es el Señor (Él es Dios).
Romanos 10:9-10 9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en
tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. 10 Porque con el corazón se
cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
Jesús es el Hijo de Dios.
1 Juan 4:15 Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en
él, y él en Dios
Jesucristo es verdaderamente hombre.
1 Juan 4:2-3 2 En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que
Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; 3 y todo espíritu que no confiesa que
Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual
vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo.
2 Juan 7 Porque muchos engañadores han salido por el mundo, que no confiesan que
Jesucristo ha venido en carne. Quien esto hace es el engañador y el anticristo.
c.) Confesiones y Declaraciones de Fe

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El Nuevo Testamento contiene declaraciones o confesiones de fe. Estas declaraciones van desde frases
cargadas de mucho contenido teológico hasta Algunos han dicho que es posible que algunas de estas
construcciones teológicas que aparecen en el Nuevo Testamento sean himnos antiguos que la iglesia
primitiva había compuesto a través de los cuales proclamaba y transmitía su fe. Otro detalle importante
es que la naturaleza de estas declaraciones de fe va de la mano con la revelación progresiva, es decir,
la base central de todo es “Dios es uno”, pero a medida que Dios sigue revelando, esa confesión
comienza a ser ampliada.
Analicemos brevemente algunos de esos credos bíblicos yendo de los más sencillos a los que contiene
más elementos:
El Credo Básico del Nuevo Testamento
Estos cuatro textos nos muestran el progreso del credo den Antiguo Testamento hacia nueva
revelación. “Dios es uno” es el clamor del Antiguo Testamento, pero el Nuevo le suma una nueva
verdad “Jesús es el Señor”. Así, se establece el Credo Básico del Nuevo Testamento – “un Dios, un
Señor”.
1 Corintios 8:5-6 5 Pues aunque haya algunos que se llamen dioses, sea en el cielo, o en la
tierra (como hay muchos dioses y muchos señores), 6 para nosotros, sin embargo, sólo hay un
Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor,
Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él.
Efesios 4:5-6 5 un Señor, una fe, un bautismo, 6
un Dios y Padre de todos, el cual es sobre
todos, y por todos, y en todos.
1 Timoteo 2:5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres,
Jesucristo hombre,
Judas 4 Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido
destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de
nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo.
El Credo del Nuevo Testamento es Ampliado
El Credo Básico del Nuevo Testamento “un Dios, un Señor” es ampliado con otras verdades que la
revelación de Dios le va añadiendo.
Romanos 10:9-10 9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu
corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. 10 Porque con el corazón se cree para
justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
La declaración “un Señor” es ampliada en este texto. En primer lugar, el Apóstol nos dice que “Jesús
es el Señor” dándonos así, la identidad del Señor. En segundo lugar, nos dice algo más por medio de
la expresión Dios le levantó de los muertos, la cual contiene elementos teológicos implícitos. ¿Qué
contiene “Dios le levantó de los muertos”? (1) Cristo murió, (2) Cristo fue sepultado, (3) Cristo
resucitó.
Romanos 8:34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también
resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.

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La identidad del quién es ese “un Señor” es dada con algunos detalles adicionales muy importantes:
(1) Cristo es el Señor, (2) Cristo murió, (3) Cristo resucitó, (4) Cristo está sentada a la diestra de Dios
y, (5) Cristo intercede por nosotros. En estas breves palabras, el Apóstol Pablo está presentando una
proclamación de la Cristología bíblica.
El Credo del Nuevo Testamento es Confesado
El Nuevo Testamento contiene también declaraciones más detallas, embellecidas y estructuradas a
través de las cuales la Iglesia proclamaba Su fe.
(1) 1 Corintios 15:3-8 3 Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que
Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; 4 y que fue sepultado, y que
resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; 5 y que apareció a Cefas, y después a los doce.
6
Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y
otros ya duermen. 7 Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles; 8 y al último de
todos, como a un abortivo, me apareció a mí.
Primero, la expresión Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí nos habla de la
tradición apostólica. Pablo declara que el Evangelio que él les había enseñado no era un invento
humano o suyo, sino que lo que había recibido directamente de parte del Señor (Gal.1:12). El “enseñar”
lo que “recibió” trasmite la idea de la responsabilidad que tiene la iglesia.
Segundo, Pablo sintetiza el Evangelio en forma de frases concretas que transmiten la verdad con
respecto a él. Su esfuerzo por proclamar la verdad de una forma concreta es lo que entendemos como
una confesión de fe.
Tercero, el orden que Pablo utiliza son cuatro líneas de pensamiento: (1) Cristo murió por nuestros
pecados; (2) Cristo fue sepultado; (3) Cristo resucitó de los muertos; (4) Cristo fue visto por muchos
testigos, incluyendo a los Apóstoles y a Pedro (Cefas).
“Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;” – Es un resumen de la doctrina
de la expiación, substitución, propiciación y reconciliación.
“Que fue sepultado,” – Es la proclamación de que verdaderamente murió, no fue una apariencia de
muerte que desencadena en una resurrección falsa, sino que la obscuridad de una sepultura real perite
que resplandezca el milagro de una resurrección gloriosa. “La sepultura de Cristo apunta hacia atrás,
a la realidad de la muerte, y hacia adelante, al carácter de la resurrección.”1
“Que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;” – Es la declaración de que Su Obra en la
tierra fue completa y aceptada por Su Padre.
“Que apareció a Cefas, y después a los doce.” – Es la confesión de que no servimos o adoramos a un
Señor muerto, sino que nuestro Redentor vive. El creer en las apariciones después de Su resurrección
manifiesta que creemos que lo que Él dijo es verdad, Él prometió que resucitaría.
(2) 1 Timoteo 3:16 E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad:
Dios fue manifestado en carne,
Justificado en el Espíritu,

1
Kistemaker, S. J. (1998). Comentario al Nuevo Testamento: 1 Corintios (p. 578). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.

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Visto de los ángeles,


Predicado a los gentiles,
Creído en el mundo,
Recibido arriba en gloria.
Antes de exponer brevemente cada una de estas frases, es necesario que prestemos atención al
encabezado que Pablo nos da: E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad. La palabra que
la Reina Valera traduce como “indiscutiblemente” es la palabra griega ὁμολογουμένως, la cual viene
de la misma raíz del verbo confesar (gr. ὁμολογέω). El Dr. James Renihan sostiene que podríamos
traducir esta frase así: “Confesadamente grande es el misterio de la piedad”.2 El Dr. William
Hendriksen lo traduce como “Y confesadamente grande es el misterio de nuestra devoción”.3 La
expresión confesadamente significa que lo que Pablo está por describir es algo que es reconocido por
la iglesia en su testimonio diario, su enseñanza y en sus himnos. El adjetivo grande que califica a la
palabra misterio. Un misterio es algo que si no se nos hubiera revelado no lo hubiéramos podido
conocer, sin embargo, no es simplemente una exaltación a esa realidad sino al hecho de que aun cuando
lo conocemos sigue siendo misterioso por su grandeza y profundidad. Estas verdades son tan sublimes
que, aunque las conocemos, siempre las estamos aprendiendo y no dejan de maravillarnos.
Con respecto a la naturaleza de esta confesión, algunos creen que podría tratarse de un himno muy
antiguo que la Iglesia había compuesto. Los argumentos parecieran inclinarse a eso. William
Hendriksen hace el siguiente gráfico para explicar el contenido bellamente compuesto:

Su comentario sobre este grafico es el siguiente:

2
En inglés la expresión que él usa es “confessedly great”. Tomado de su clase “Confession in Scripture”. Dictada en la
Community Baptist Church of Fargo el 27 de septiembre de 2013.
3
Hendriksen, W. (2006). Comentario al Nuevo Testamento: 1 y 2 Timoteo y Tito (p. 157). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.

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EL FUNDAMENTO BIBLICO DEL CONFESIONALISMO

Al dibujar líneas de conexión entre las palabras que indican realidades que corresponden a la
misma esfera, se unen las palabras carne, naciones y mundo; lo mismo ocurre con Espíritu,
ángeles y gloria. Véase estas líneas en la página anterior. Así la X, que es la vigésimosegunda
letra del alfabeto griego y que se llama Xi, aparece dibujada dos veces. Por lo tanto podemos
decir que las seis líneas están arregladas xi-ásmicamente (quiásticamente, en buen castellano).
Las seis líneas de este Himno de adoración de Cristo comienzan con una línea sobre el humilde
nacimiento de Cristo y termina con una referencia a su gloriosa ascensión. Es claro que si en
un himno que va de la humillación a la exaltación se ha de mantener el movimiento quiástico,
no puede haber menos de seis líneas. Los contrastes se trazan claramente:
Carne débil (línea 1) contrastada con el Espíritu que imparte poder (línea 2)
Los ángeles celestiales (línea 3) en contraste con las naciones terrenales (línea 4)
El mundo inferior (línea 5) en contraste con la gloria de arriba (línea 6).
Sin embargo, la belleza de todo esto es que, aunque el himno presenta estos contrastes
regionales, el pensamiento a través de todo es de gloria y adoración. Ciertamente la palabra
carne en la línea 1 indica la humillación de Cristo; pero la expresión “manifestado en la carne”
(“la divinidad sublime en la carne se veló”) señala a su naturaleza exaltada, gloriosa. Su gloria
también la señalan las expresiones “vindicado por el Espíritu”, “visto (con adoración) por
ángeles”, “proclamado (con gozo) entre las naciones”, “creído (para salvación) por el mundo”,
y “recibido (para exaltación) arriba en gloria”. Por eso lo que tenemos en estas seis líneas no
es paralelismo antitético (en el sentido que normalmente se emplea el término), sino
paralelismo quiástico cumulativo.4
“Dios fue manifestado en carne,” – Verdaderamente hombre.
“Justificado en el Espíritu,” – Sus milagros testificaron quien era Él. Vindicaron podría ser una palabra
más acorde con lo que quiere decir Pablo. Es decir, lo que Él decía ser fue ratificado o vindicado por
las obras que lo acompañaron (Jn.5:36; 10:25).
“Visto de los ángeles,” – Los ángeles estuvieron involucrados en el ministerio del Señor como testigos
de todo lo que estaba sucediendo. Ellos pueden ser llamados a declarar en favor de Cristo, porque ellos
lo vieron (Mt.4:11; 28:2–7; Mr.16:5–8; Luc.2:9; 24:4–7; Jn.20:12–13).
“Predicado a los gentiles,” – La proclamación de que ese Cristo que había sido menospreciado por
su pueblo, fue proclamado antes de Su ascensión y desde de ella a las naciones.
“Creído en el mundo,” – Esto confiesa no sólo el resultado de la predicación del Evangelio a las
naciones, sino también la esperanza de que Cristo será creído (Gen.12:3; Sal.72:8-11).
“Recibido arriba en gloria.” – El hecho de que Cristo haya sido recibido arriba (en el cielo, la
presencia de Dios) significa que fue aceptado Su sacrificio por los pecadores. Él cumplió la misión
que el Padre le encomendó. Finalmente, ese recibimiento es glorioso. Como dice un comentarista:
“Cuando apenas se habían apagado los ecos de las voces de los hombres que gritaban: ¡Crucifícale!
¡Crucifícale!, los cielos abrieron sus portales, y al recibir de regreso a su Rey victorioso, resonaron con

4
Hendriksen, W. (2006). Comentario al Nuevo Testamento: 1 y 2 Timoteo y Tito (p. 160). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.

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EL FUNDAMENTO BIBLICO DEL CONFESIONALISMO

los ecos de himnos de júbilo, entonados por diez mil veces diez millares, y de millares de millares:
“Digno es el Cordero”. Ciertamente fue recibido arriba en gloria.”5
(3) Filipenses 2:5-11 5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6
el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino
que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8 y
estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la
muerte, y muerte de cruz. 9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre
que es sobre todo nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que
están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo
es el Señor, para gloria de Dios Padre.
El encabezado de esta confesión es Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo
Jesús lo cuál es un llamado de parte del Apóstol a imitar a Cristo. El Nuevo Testamento invita muchas
veces a que imitemos a nuestro bendito Señor (Mt. 11:29; Jn. 13:12–17; 13:34; 21:19; 1 Co. 11:1; 1
Ts. 1:6; 1 P. 2:21–23; 1 Jn. 2:6.).
Esta confesión tiene tres movimientos importantes, el primero tiene que ver con Jesucristo como Dios,
la segunda con Jesucristo como Dios en condición de hombre, y tercero, Jesucristo exaltado por el
Padre como Dios-Hombre. Estos movimientos son presentados en las líneas de pensamiento de esta
declaración de fe.
(1) el cual, siendo en forma de Dios – Cristo Jesús es Dios. Siempre lo ha sido (y siempre continuará
siendo) Dios por naturaleza, la imagen expresa de la deidad. El carácter específico de la deidad, según
se manifiesta en cada uno de los atributos divinos, fue y es suyo eternamente (Col.1:15, 17, Jn.1:1;
8:58; 17:24).
(1a) no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo,
– Este “despojo” no fue de su deidad sino una renuncia temporal a su riqueza y gloria celestial.
(1b) tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; – Él tomó la forma de siervo
sin dejar (por que es imposible) de tener la forma de Dios. Esta es una proclamación de su
naturaleza hipostática. Semejante implica que Cristo tomó la forma de hombre en su debilidad,
limitación y con los resultados del pecado, pero no el pecado. Él nunca pecó fue hecho pecado
por amor a Su pueblo.
(2) y estando en la condición de hombre, – Jesucristo se hizo hombre.
(2a) se humilló a sí mismo,
(2b) haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
(3) Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, – En otras palabras, lo elevó hasta las alturas
más excelsas”. Dentro de la exaltación están la resurrección, ascensión y coronación.
(3a) y le dio un nombre que es sobre todo nombre,
(3b) para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en
la tierra, y debajo de la tierra;

5
Ibid.

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EL FUNDAMENTO BIBLICO DEL CONFESIONALISMO

(3c) para que toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
III. La Razón de Su Obligatoriedad para el Cristianismo.
Después de haber demostrado que las Confesiones de Fe no solo son legítimas, sino que son la forma
en la que la Palabra de Dios ha expresado la fe que debe tener el pueblo de Dios, ahora nos dedicaremos
a mostrar la obligación que tiene la iglesia de cristiana de confesar su fe.
A. La Iglesia de Cristo está construida sobre una Confesión de Fe.
Mateo 16:13-19 13 Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos,
diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? 14 Ellos dijeron: Unos, Juan el
Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas. 15 El les dijo: Y vosotros,
¿quién decís que soy yo? 16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del
Dios viviente. 17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás,
porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. 18 Y yo también te
digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no
prevalecerán contra ella. 19 Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares
en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los
cielos.
La iglesia es establecida sobre la base de la declaración de quien es Cristo por la revelación del E.S. y
proclamado por los Apóstoles.
B. La Iglesia de Cristo es edificada por medio de la Confesión de Fe.
(a.) Se requiere de una Confesión para ser creyente y para ser bautizado.
Romanos 10:9-10 9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu
corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. 10 Porque con el corazón se cree para
justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
(b.) Se requiere de una Confesión para mantener comunión con otros.
Romanos 16:17 Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos
en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos.
2 Juan 9-11 9 Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a
Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo. 10 Si alguno viene
a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! 11 Porque
el que le dice: ¡Bienvenido! participa en sus malas obras.
(c.) El Crecimiento en la Fe está establecido sobre la base de una confesión y del entendimiento
profundo de ella.
Hebreos 5:12-6:2 12 Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis
necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de
Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. 13 Y
todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; 14
pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen
los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal. 6 1 Por tanto, dejando ya los
rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el

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fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios, 2 de la doctrina de


bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno.
Efesios 4:11-16 11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros,
evangelistas; a otros, pastores y maestros, 12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del
ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, 13 hasta que todos lleguemos a la unidad
de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de
la plenitud de Cristo; 14 para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo
viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las
artimañas del error, 15 sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que
es la cabeza, esto es, Cristo, 16 de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por
todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro,
recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.
(d.) Se requiere de una Confesión para determinar si un hombre es apto o no para enseñarle al pueblo
y ser escogido como anciano.
Tito 1:7-11 7 Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios;
no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias
deshonestas, 8 sino hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo, 9
retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con
sana enseñanza y convencer a los que contradicen. 10 Porque hay aún muchos contumaces,
habladores de vanidades y engañadores, mayormente los de la circuncisión, 11 a los cuales es
preciso tapar la boca; que trastornan casas enteras, enseñando por ganancia deshonesta lo que
no conviene.
C. La Iglesia de Cristo cumple su misión al proclamar su Confesión de Fe.
2 Timoteo 1:13 Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe y amor que es
en Cristo Jesús.
2 Timoteo 2:2 Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que
sean idóneos para enseñar también a otros.
Judas 3 Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común
salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la
fe que ha sido una vez dada a los santos.
La misión que la iglesia tiene es proclamar la verdad de Dios al mundo. Esta misión es afirmada por
el mando de enseñar, proclamar y predicar que es muchas veces citado en la Escritura. Sin embargo,
cuando nos preguntamos, ¿qué es lo que hay que enseñar? Los textos antes citados nos responden: la
sanas palabras o doctrina, lo que has oído de mi y la fe una vez dada a los santos. Estas frases nos
muestran que para la época apostólica, ya existía un sistema concreto de creencias al cual se le llama
de diferentes maneras (fe, doctrina, enseñanza, verdad, evangelio), el cual era claramente distinguible
y contrastaba con el error. La circunstancia de las iglesias en Galacia es un buen ejemplo de esto. Había
falsos maestros que estaban enseñando a la iglesia. Son catalogamos como falsos porque no hablaron
conforme a lo que Pablo les había enseñado; “…Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis
recibido, sea anatema” (Gal.1:9).

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