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Para supertitulaje

Sempre liBera

¡Es extraño!
¡Es extraño!

¡Esas palabras quedaron esculpidas en mi corazón!


¿Sería para mí desventura, un amor verdadero?
¿Qué decides tú, oh, turbada alma mía?
Ningún hombre te ha conmovido hasta ahora.
¡Oh, felicidad que nunca he conocido!
¡El amar y ser amada!
¿Y podría desdeñarla por las estériles locuras de mi vivir?
¡Ah! Puede ser éste aquel que mi alma solitaria en la multitud,
solía pintar , complacida, con colores difusos!
Aquel que prudente y solícito se acercó hasta la enferma
y encendiendo una nueva fiebre, me despertó el amor.
¡Ah ese amor, ese amor que es el latido del universo, del universo entero!
Misterioso, excelso, tormento y delicia.
Tormento y delicia del corazón.
¡Ah! ¡Locuras! ¡Locuras!
Esto es un vano delirio.
Pobre mujer sola, abandonada
en este desierto poblado llamado París.
¿Qué puedo esperar todavía?
¿Qué hacer?
¡Vivir en los torbellinos de la voluptuosidad, y morir de placer!
¡Disfrutar! ¡Disfrutar! ¡Ah!
Siempre libre debo revolotear de placer en placer,
Quiero que mi vivir transcurra por los senderos del placer.
nazca o muera el día, que me halle siempre alegre.
que a placeres siempre nuevos vuele mi pensamiento.
.

ALFREDO
El amor, el amor es el latido…

VIOLETA
¡Oh!

ALFREDO
…del universo entero…
VIOLETA
¡El amor!

ALFREDO
Misterioso y excelso,
tormento y delicia del corazón.

VIOLETA
¡Locuras! ¡Locuras!
¡Ah!
¡Oh, sí!
¡Disfrutar! ¡Disfrutar! ¡Ah!
Siempre libre debo revolotear de placer en placer,
Quiero que mi vivir transcurra por los senderos del placer.
nazca o muera el día, que me halle siempre alegre,
que a placeres siempre nuevos vuele mi pensamiento.
Que vuele mi pensamiento.
¡Ah!

ALFREDO
El amor es el latido…

VIOLETA
¡Que vuelen!

ALFREDO
…del universo entero…

VIOLETA
¡Que vuelen mis pensamientos!

ALFREDO
El amor es el latido…

VIOLETA
¡Que vuelen!

ALFREDO
…del universo entero…

VIOLETA
¡Ah!
¡Que vuelen mis pensamientos!
¡Ah, sí!
L'amour est un oiseau rebelle

El amor es un pájaro rebelde, que nadie puede dominar,


y es vano llamarlo, si él prefiere rehusarse.

De nada sirve amenazar o suplicar. Uno habla bien,


él otro se calla; y es al otro al que yo prefiero;
él no ha dicho nada, pero me gusta.

Coro
¡El amor! ¡el amor!
(El amor es un pájaro rebelde, que nadie puede dominar)
¡el amor! ¡el amor!
(y es vano llamarlo, si él prefiere rehusarse)

El amor es un niño gitano, jamás, jamás ha conocido ley.


Si tú no me amas, yo te amo; y si te amo, ¡Ten cuidado!

¡Ten cuidado!
Si tú no me amas, yo te amo.
¡Ten cuidado!
y si te amo, y si te amo, ¡Ten cuidado!

El amor es un niño gitano, jamás, jamás ha conocido ley.


Si tú no me amas, yo te amo; y si te amo, ¡Ten cuidado!

¡Ten cuidado!
Si tú no me amas, yo te amo.
¡Ten cuidado!
y si te amo, y si te amo, ¡Ten cuidado! (Ah, cuidado!)

El pájaro al que creíste sorprender, batió sus alas y voló...


El amor está lejos, puedes esperarlo; no lo esperas ya ¡y ahí está!

A tu alrededor, rápido, muy rápido; viene, se va, luego regresa.


Crees tenerlo, te evita; creíste evitarlo, y él te tiene.

Coro
¡El amor! ¡el amor!
(El amor es un pájaro rebelde, que nadie puede dominar)
¡el amor! ¡el amor!
(y es vano llamarlo, si él prefiere rehusarse)
El amor es un niño gitano, jamás, jamás ha conocido ley.
Si tú no me amas, yo te amo; y si te amo, ¡Ten cuidado!

¡Ten cuidado!
Si tú no me amas, yo te amo.
¡Ten cuidado!
y si te amo, y si te amo, ¡Ten cuidado!

El amor es un niño gitano, jamás, jamás ha conocido ley.


Si tú no me amas, yo te amo; y si te amo, ¡Ten cuidado!

¡Ten cuidado!
Si tú no me amas, yo te amo.
¡Ten cuidado!
y si te amo, y si te amo, ¡Ten cuidado! (Ah, cuidado!)

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