Desde tiempos pasados se ha venido buscando en las empresas mejorar todos
sus procesos, optimizar los tiempos de fabricación y costos, por ello, desde finales del siglo XX se ha buscado perfeccionar las técnicas a través de la gestión de calidad, esta búsqueda de mejoramiento continuo se empezó a desarrollar hasta 1856 aproximadamente, cuando Frederick W. Taylor (1856-1915), desarrolló una serie de métodos destinados a aumentar la eficiencia en la producción, en los que se consideraba a los trabajadores como máquinas con manos; luego de esto fue Walter E. Stewart (1891-1967), quien también incursiono en este ámbito. Solo hasta finales de los años 70 es cuando la industria occidental empieza a preocuparse por la diferencia en cuanto a la condición de los productos que se ofrecen, respecto a los mismos dados por los orientales, entonces deciden implementar e imitar las políticas de gestión implementada por los japoneses. Los sistemas de gestión de calidad son herramientas que permiten identificar en que etapas del sistema, que se desarrollan en una empresa, se pueden corregir, arreglar u optimizar todos y cada uno de los procesos que allí se realicen, teniendo en cuenta aspectos importantes como: calidad del producto, eficiencia de la metodología, relación producto-consumidor, necesidades del consumidor, entre otros. Todo proceso de gestión de la perfección debe tener una secuencia lógica de trabajo que permita que todos los esfuerzos sean encaminados por el personal hacia una misma dirección y con un mismo enfoque que debe ser el cumplir los objetivos propuestos; un proceso de gestión lógico como lo menciona Canela López, José Ruiz (2004), consta de una inspección, un control estadístico de calidad, un aseguramiento de la calidad, un liderazgo de gerencia y una gestión total de la calidad. Asegurar la excelencia en una organización es un factor que permite enfrentar la competencia del mercado que hoy día es alta y además ganar adeptos entre los clientes, que mayor satisfacción va a sentir con nuestros productos, así mismo con los empleados que desarrollaran las labores de una manera más eficiente. Toda gestión debe ser encaminada a satisfacer al personal, clientes, mercado, proveedores, distribuidores y proporcionar ítems de valor agregado al menor costo posible, todo esto en pro de un progreso continuo partiendo de una planificación de la calidad. Con la implementación de los sistemas de gestión de calidad sin duda alguna lograremos para nuestras corporaciones minimizar errores y perdidas, aumentar la productividad, expansión a nuevos mercados, mayor competitividad y un sin número de beneficios que servirán para impulsar el crecimiento de nuestras organizaciones.
La Escasez Mundial de Muchos Productos Refleja La Perturbación de La Pandemia Combinada Con Décadas de Limitación de Inventarios Por Parte de Las Empresas