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CONTEXTOS HISTORIA DE LA FILOSOFIA

CONTEXTO DE PLATÓN
Platón nació en Atenas en el último tercio del siglo V a.C. (427-347) en plena Guerra del
Peloponeso (431-404) en la que las dos principales polis griegas: Atenas y Esparta, se enfrentan
debido a los recelos y conflictos que genera la política imperialista ateniense sobre sus propios
aliados de la Liga de Delos a quienes exigía tributos e incluso llegó a imponer por la fuerza el
régimen democrático. Esparta, alma de la Liga del Peloponeso, temerosa del creciente poder
ateniense sobre la Hélade, exige a Atenas que deje libres a sus aliados délicos. Pero Atenas no está
dispuesta a dar freno a sus ansias expansionistas y a perder el lucrativo control sobre sus aliados.
Así, en el 431 comienza la guerra que tendrá como resultado la derrota de Atenas frente a Esparta,
y, por consiguiente, la pérdida de su hegemonía. Esparta acaba con la democracia e impone a
Atenas en el 404, un cruel gobierno oligárquico: el de los Treinta Tiranos, del que formaron parte
dos parientes de Platón: Cármides y Critias, contrarios a la democracia. Al año siguiente vuelve
a instaurarse la democracia, aunque corrompida por la demagogia, los abusos de poder y las
venganzas.
Sócrates fue víctima de esta convulsión política. Sócrates era muy popular en Atenas, a menudo
se le confundía con un sofista, en parte porque, tal como afirma Platón en su Apología, el
comediógrafo Aristófanes, en su comedia Las Nubes, arremetía contra la retórica y la erística
sofistas, y especialmente contra Sócrates, a quien erróneamente incluía en este movimiento
cultural y filosófico. Por otra parte, Sócrates se mostró crítico con la democracia, era amigo del
traidor Alcibíades (general ateniense que se alió con los espartanos) y maestro del tirano
oligárquico Critias. Todas estas circunstancias despertaban el recelo y la sospecha de los
demócratas. Así, en el 399, acusado de impiedad y de corromper a la juventud con sus enseñanzas,
fue condenado a muerte por un tribunal de 500 ciudadanos. Platón, discípulo de Sócrates
durante nueve años, recibió un durísimo golpe con la sentencia a muerte del maestro, que para él
fue la misma imagen de la injusticia, y un hecho que marcaría su vida y su pensamiento político
tal como refleja su famosa Carta VII. La condena fue una de las primeras acciones “ejemplares” de
la democracia recién restaurada, lo que determinaría el hecho de que posteriormente Platón se
mostrara reacio en obras como La República a esta forma de gobierno y buscara otras vías
alternativas para organizar el Estado. La influencia de Sócrates se hace patente en los diálogos de
juventud: un intento de llegar a la verdad más allá del convencionalismo sofista. Además, Sócrates
será el protagonista de casi todos los diálogos posteriores.
Pero no sólo Sócrates fue una influencia decisiva en la vida y obra de Platón, también fue
importante su amistad con el pitagórico Arquitas de Tarento, a quien conoció en uno de sus
viajes a Italia y Sicilia, en esta última se encontraba la ciudad de Siracusa a donde fue en tres
ocasiones para tratar de establecer un Estado ideal con Dión, un cuñado del Tirano de Siracusa,
pero en ninguna de las tres tuvo éxito. Después de su primer viaje vuelve a Atenas en el 387, y
funda en el jardín Academos, una escuela de estadistas filósofos, que atrajese a jóvenes extranjeros,
donde recibirían la formación necesaria para gobernar según el ideario platónico. A esta escuela se
la conoce con el nombre de "Academia". Era una especie de comunidad monástica dedicada a la
filosofía y la matemática, y que después de la muerte de Platón, siguió funcionando hasta el año
529 d. C. Aristóteles, el más brillante discípulo de Platón pasó en ella veinte años.
La influencia que recibió Platón de los pitagóricos, y más concretamente de Arquitas de Tarento,
en sus tres viajes a la Magna Grecia (Italia y Sicilia), es evidente en temas como la inmortalidad
y la transmigración del alma (en el Mito de Er el armenio, por poner un ejemplo de La
República); la vida comunitaria y ascética de los filósofos en la Academia; el papel del filósofo
como mejor gobernante; temas cosmológicos; la importancia de las matemáticas (a la entrada de
la Academia aparecía la siguiente advertencia “Nadie entre aquí sin saber geometría”) y la música,
elementos básicos de la educación de los ciudadanos de la República ideal.
Aunque menor, también debemos mencionar la influencia de sus primeros maestros: Cratilo y
Hermógenes, uno heraclíteo y otro parmenídeo. Dicha influencia se hace notar en las
características antagónicas que Platón adjudica al mundo sensible (Heráclito) y al inteligible
(Parménides).
La obra conocida de Platón es muy extensa: alrededor de 27 Diálogos que nos han llegado gracias a
la traducción latina de Marsilio Ficino, en el s. XV. Aunque existen diversos criterios de
clasificación, nos hemos decidido por aquella que divide sus obras en cinco períodos: según su
temática y el grado de madurez de sus ideas, a saber:
 Período socrático: reflejan el pensamiento y la personalidad de Sócrates: Apología de
Sócrates; Protágoras...
 Período de transición: problemas políticos, inmortalidad del alma: Gorgias; Hipias;
Menón...
 Período de madurez: política, teoría de las ideas, inmortalidad: Fedro; Fedón; La
República;
 Período crítico: autocrítica a la teoría de las ideas: Parménides; Teeteto...
 Últimos diálogos: cosmología, historia y política: Timeo; Critias; Las Leyes...
CONTEXTO DE ARISTÓTELES

Introducción biográfica.
Aristóteles nace en 384 a. C. en la ciudad de Estagira en la región de Macedonia en Grecia. Su
padre era el médico del rey de Macedonia lo cual podría explicar la inclinación hacia la biología de
Aristóteles.
Su padre muere en 367 a. C. cuando Aristóteles tiene 17 años. Su tutor lo envía a estudiar en la
Academia de Platón donde permanece durante veinte años. Allí recibe las enseñanzas de Platón y
también de Eudoxo.
Tras la muerte de Platón en 347 a. C Aristóteles abandona Atenas. La Academia queda en manos
de Espeusipo, sobrino de Platón, que le da una orientación matematizante. Aristóteles viaja por
Asia menor y termina instalándose en la ciudad de Mitilene en la isla de Lesbos donde vivió
durante dos años. Allí desarrolló sus investigaciones de biología y zoología marina junto a
Teofrasto, futuro sucesor en el Liceo.
En 343 a. C, Filipo II, rey de Macedonia, lo convoca para que sea tutor de Alejandro Magno con
el que comparte los años de su formación y primeras expediciones militares.
En 335 a. C. Aristóteles regresa a Atenas y funda su propia escuela, el Liceo. Reunió a una gran
cantidad de investigadores conocidos como peripatéticos por discutir mientras paseaban. Era algo
así como una universidad o institución científica equipada de biblioteca y con un cuadro de
profesores que daban clases con regularidad. Había clases más especializadas (acroamáticas) por la
mañana y más populares (exotéricas) por la tarde.
En este período muere la primera esposa de Aristóteles, Pitias, y se casa con Herpilis de quien
tiene un hijo al que llamará Nicómaco, presente en el título Ética a Nicómaco o nicomáquea.
Alejandro Magno muere en 323 a. C. y Aristóteles teme represalias por parte de los atenienses así
que abandona Atenas y se establece en Calcis, isla de Eubea, donde muere al año siguiente en 322
a. C. a los 62 años.

Contexto histórico.
Grecia empezó el s. IV a. C. bajo una débil hegemonía espartana tras la victoria de Esparta en la
guerra del Peloponeso. Las ciudades de Atenas, Argos, Tebas y Corinto, retaron el poder de
Esparta hasta que en 371 a. C. el general tebano Epaminondas derrotó a las tropas espartanas. La
hegemonía tebana duró muy poco y en 362 a. C. Tebas pierde a Epaminondas y muchísimas tropas
aunque sale victoriosa en la batalla. Todas las polis perdieron bastantes hombres y ninguna pudo
restablecer su dominio.
Filipo II había ampliado su reino hacia el norte y el oeste gracias a sus innovaciones militares. Solía
realizar intervenciones en la península griega que culminaron con la invasión del 338 a. C. donde
derrota al ejército de Tebas y Atenas en la batalla de Queronea. Las ciudades se unieron en la Liga
de Corinto: tienen autonomía pero no independencia. Tras el asesinato de Filipo II, Alejandro
extendió el imperio adueñándose de Persia y Egipto. Funda Alejandría donde se fundó el Museo
de Alejandría que arrebataría el centro cultural a Atenas. Aunque Aristóteles fuese incapaz de
reconocerlo, había terminado el tiempo de la polis para dar comienzo el período helenístico y el
ideal cosmopolita.

Contexto sociocultural.
Las guerras del Peloponeso dejaron a Atenas sumida en una profunda recesión económica.
Aumentan las tensiones entre ricos y pobres y entran en crisis las instituciones de la polis. Platón
propone como solución política un gobierno aristocrático pero en Atenas se mantendrá la
democracia hasta que el imperio macedónico termine con ella. Aristóteles la consideraba la mejor
forma de gobierno si se sostiene sobre las clases medias y es guiada por los mejores. A pesar de la
influencia de Alejandro Magno, Aristóteles no aprobaba la política macedonia que suprimía la
polis e igualaba a griegos y “bárbaros”. Además en 328 a. C. Alejandro ejecuta a Calístenes,
sobrino de Aristóteles, por no querer ejecutar el ritual de la proskynesis. Aristóteles nunca se lo
perdonó. En sus obras nunca se cita a Alejandro.
La organización de la democracia ateniense se mantiene estable a lo largo del siglo con tres
instituciones principales: Asamblea, cuya función es legislar, Consejo de los 500, poder ejecutivo
encargado de llevar a cabo los acuerdos de la Asamblea, y Tribunales, que intervenían en casos de
litigio y eran elegidos por sorteo.
En la oratoria destaca Demóstenes conocido por sus Filípicas contra el peligro de Macedonia para
la democracia ateniense.
La tragedia griega no alcanza la calidad del siglo anterior (Esquilo, Sófocles y Eurípides) y es
sustituida por la comedia popular de Menandro.
Renovación del arte clásico que se abre a nuevas tendencias como el sensualismo de la escultura en
Praxíteles.
En ciencia Eudoxo propuso el modelo de universo esférico que será tomado por Aristóteles para su
cosmología y Euclides en los Elementos creó la geometría como ciencia axiomática.
Aristóteles es crítico con la teoría de las ideas de Platón. Consideraba que existían los Universales
pero dentro de las cosas mismas y no separados en un mundo aparte. También se desarrollaron otras
escuelas de raíz socrática como la escuela cínica y cirenaica. La imagen del ser humano que
proyectan va contra el hombre como ser social de Aristóteles. A ellas se unirán el estoicismo, el
epicureísmo y el escepticismo en el período helenístico. Así, la pérdida de confianza en la
polis empuja a la filosofía a buscar soluciones para la felicidad individual. El Liceo aristotélico se
distinguía por su carácter empírico y sus estudios en Biología apartándose de la orientación
metafísico-religiosa de la Academia platónica.
CONTEXTO DE DESCARTES
René Descartes, considerado como "padre de la Filosofía Moderna", nació en La Haye (Touraine)
en 1596. Estudió en la escuela jesuita de La Flèche, donde recibió una formación escolástica.
Luego estudió Derecho en Poitiers. Concluidos sus estudios, y para “leer en el libro del mundo”
participó en la Guerra de los Treinta Años, primero, en el ejército protestante, y luego en el
ejército católico del Duque de Baviera.
El 10 de noviembre de 1619, estando acampados en Neuburg, tiene lugar el episodio de la
“estufa”, en el que, entregado a sus reflexiones, vislumbra el camino que conduce al fundamento de
la ciencia mediante la aplicación de un método similar al de las matemáticas.
Descartes abandonó la filosofía de corte escolástico, para buscar un saber fundado en el modelo
del conocimiento matemático. Fue decisivo su encuentro, en 1618-19, con Beeckmann,
matemático y físico holandés de formación galileana, a raíz del cual abandonó también su tentación
de adentrarse por el camino del ocultismo de inspiración renacentista. A estos años se remonta su
elaboración de la geometría analítica.
Las Reglas para la dirección del espíritu fue compuesta entre 1628 y 1629, si bien está inacabada
contiene en germen lo fundamental de su pensamiento: las reglas del método, simplificadas
posteriormente en el Discurso del Método.
En 1628 se trasladó a Holanda, donde permanecerá hasta un año antes de su muerte. Son años de
intensa especulación filosófica, en los que escribe la mayor parte de sus obras.
En 1637 publica tres ensayos: Los Meteoros, La Dióptrica y La Geometría, extraídos de su
Tratado del mundo(1633, pero no publicado hasta después de su muerte por temor a la Inquisición).
Dichos ensayos van precedidos de un Discurso del método, primera obra filosófica escrita en
francés, y no en latín como era la costumbre. Otras obras escritas en el período holandés son:
·Meditaciones Metafísicas (1641)
·Principios de Filosofía (1644)
·Las Pasiones del Alma (1649)
En 1649, aceptando una invitación de la reina Cristina, pasó a vivir a Estocolmo. El 11 de febrero
de 1650 muere en Estocolmo.
Como podemos ver, Descartes vivió en uno de los momentos más turbulentos de la historia europea
en el que las monarquías absolutistas (España y Francia) luchaban entre sí por la hegemonía
política, escudadas por las guerras de religión entre protestantes y católicos. Descartes luchó en
la Guerra de los Treinta Años (1618-1648) tanto en el bando protestante como en el católico, ya
que Francia se enfrentaba a España y a los Habsburgo austriacos, y se aliaba, según sus intereses,
con daneses, suecos, bávaros y alemanes, independientemente de sus convicciones religiosas. La
guerra termina en 1648 con la Paz de Westfalia, que suponía la derrota de los Habsburgo austriacos
y españoles, la igualdad entre los estados protestantes y católicos, y la hegemonía política de
Francia, que se convertía así en la principal potencia europea con el rey Sol, Luis XIV.
Aun así, el tribunal de la Inquisición, seguía dictando el canon en materia religiosa e incluso
llegaba a intervenir en lo relativo al desarrollo científico, de tal manera que, en 1633, condenaron a
Galileo por mantener la tesis heliocentrista, razón por la cual Descartes renunció a la publicación de
su Tratado del Mundo porque también se mostraba de acuerdo con el movimiento de la Tierra. Sin
embargo, a pesar de la censura eclesiástica el desarrollo de la Nueva Ciencia, contraria al
aristotelismo-escolásticismo de la época, se iba abriendo paso. Las universidades decaían, pero
las Academias iban tomando cada vez más importancia dado que acogían las nuevas corrientes
filosóficas y científicas, rechazando el principio de autoridad, recurriendo a la síntesis entre la
experimentación y la matematización de los fenómenos físicos. En este sentido Descartes
contribuyó de manera notable con su proyecto de Mathesis Universalis. La búsqueda de un
método que hiciera progresar el saber humano por un camino seguro se bifurcó en dos corrientes
filosóficas de distinto signo: el racionalismo (inaugurado por Descartes) desarrollando un método
deductivo de inspiración matemática; y el empirismo (Bacon, uno de sus precursores, aunque hasta
Locke no podemos hablar de empirismo moderno, tal como lo conocemos hoy) partidario de un
saber fundado en la experiencia e inductivo. El racionalismo se caracteriza por:
a) Preocupación gnoseológica y metafísica.
b) Absoluta confianza en la Razón como única fuente de conocimiento cierto.
c) Rechazo del valor de conocimiento de los sentidos.
d) Creencia en las ideas innatas.
e) Subjetivismo.
f) Búsqueda del método (inspirado en las matemáticas)
g) Recurso a Dios como garantía de conocimiento y creador del mundo.
En el ámbito del arte, se impone la técnica del claroscuro, la ornamentación exagerada y el
dinamismo en todas las artes. Es la plenitud del Barroco. Figuras como Rubens, Rembrandt y
Velázquez destacan en pintura. A Weenix, pintor holandés, le debemos un óleo de Descartes en
1647, en el que aparece sosteniendo un libro en el que podemos leer “Mundus est fabula”, que
guarda una gran relación con el temor de Descartes a que su Tratado del Mundo pudiera ser
considerado un atentado contra la teoría geocéntrica de la Iglesia, a la vez que suponía una
provocación humorística. En música, son contemporáneos de Descartes, Monteverdi y Charpentier.
En literatura, el teatro destaca por un gran desarrollo en figuras como Shakespeare (Ing.),
Corneille, Moliere, Racine (Franc.), Calderón y Lope de Vega (Esp). Tanto en Shakespeare como
en Calderón encontramos el tema de la vida como sueño, también presente en el inicio de la duda
cartesiana.
CONTEXTO DE KANT
Immanuel Kant nació en 1724 y falleció en 1804, en Königsberg (Prusia, y que ahora pertenece a
Lituania bajo el nombre de Klaipėda), ciudad en la que pasó toda su vida. Su familia burguesa de
clase media lo educó en el Pietismo, caracterizado por una moral muy rígida, presente en el
rigorismo de su ética formal. Estudió lógica y metafísica en la universidad de Königsberg, en
donde también fue profesor durante toda su vida activa. Su obra suele dividirse en varios períodos,
sin embargo, a grandes rasgos, apreciamos dos etapas diferenciadas: pre-crítica y el crítico. En su
primera etapa: pre-crítica: acepta la filosofía y metafísica dogmática de sus maestros, Leibniz y
Wolff. Al segundo período: Crítico corresponden sus obras más conocidas: Crítica de la Razón
Pura (1781); Crítica de la Razón Pura Práctica (1788) y Crítica del Juicio (1790), y la obra que
ahora nos ocupa.
Kant, por lo tanto, vive durante el siglo XVIII, en el que se producen profundos cambios
económicos, sociopolíticos e ideológicos. El siglo se caracteriza por grandes transformaciones
políticas y culturales: La Independencia de los EEUU (1776); la Revolución Francesa (1789) de
la que se mostró partidario Kant, aunque no del regicidio que dio lugar al nuevo orden republicano
en Francia; la Revolución industrial y la Ilustración, de la que el de Königsberg fue destacado
promotor y defensor.
En cuanto a la economía, la agricultura y los trabajos manuales fueron dejando paso a la industria.
Aumento demográfico y paulatino fortalecimiento de la burguesía, convirtiéndose el comercio en la
principal actividad económica.
En el plano político, Europa se halla bajo el dominio de monarquías absolutistas. En el caso de
Prusia y en los tiempos de Kant, el soberano era el rey Federico II “El Grande”, partidario del
despotismo Ilustrado, y profundamente admirado por Kant. Pero en 1786 le sucede Federico
Guillermo II, monarca de carácter reaccionario cuya censura sufrió nuestro filósofo al publicar su
obra “La religión en los límites de la razón”.
En el campo de la ciencia, Newton consolida la revolución científica iniciada por Copérnico,
Galileo y Kepler. El propio Kant, admirador de Newton, considera su filosofía como un “giro
copernicano” respecto al racionalismo y el empirismo imperantes en el siglo anterior. Kant recibió
la influencia del racionalismo de procedente de Leibniz y Wolf, aunque confiesa haber despertado
de ese “sueño dogmático” leyendo al empirista Hume.
Sin duda, podemos enmarcar a Kant en el movimiento de la Ilustración, al que podemos situar
entre la Revolución Inglesa de 1688 - Revolución Francesa de 1789. Se corresponde con el s.
XVIII en el continente europeo, aunque en las Islas Británicas se produjo más tempranamente
debido a la Revolución Inglesa de 1688. Al mismo tiempo, la Ilustración es un estilo de
pensamiento caracterizado por la confianza en el carácter emancipatorio de la Razón, casi
deificada. Los ilustrados tienen una clara conciencia de ruptura con el pasado y la tradición,
cuya misión principal es lucha contra la ignorancia y la superstición por medio de la difusión de
la cultura. El arma letal de los ilustrados es un nuevo concepto de la RAZÓN: crítica respecto a
todo prejuicio; analítica frente a todo fenómeno natural, social, político, ético, etc.; secularizadora
y partidaria a veces del deísmo, otras del laicismo; autónoma en cuanto exige su independencia
respecto a cualquier otra instancia superior. Se trata de una razón optimista y confiada en el
progreso de la Historia hacia una sociedad libre, culta, tolerante, racional… La Ilustración se
caracterizó, además, por su afán divulgador, del que es prueba el empeño de La Enciclopedia
promovida por D’Alembert y Diderot. Se trata de un proyecto colectivo en el que colaboran:
Voltaire, D’Holbach, Condillac, Montesquieu, Rousseau, muy influyente en la filosofía política
de Kant. La cultura se promueve desde las Academias, salones de damas aristocráticas, cafés,
publicaciones periódicas…
Esta obra que nos ocupa, “Respuesta a la pregunta ¿Qué es la Ilustración” es un compendio de
todas las ideas ilustradas, en la que Kant enlaza la Crítica de la razón pura con la Crítica de la
razón pura práctica, ya que ambas tienen como fin último establecer las condiciones de posibilidad
de una praxis racional y autónoma capaz de hacer progresar a la especie humana no sólo a nivel
teórico, sino también a nivel moral y político?
La repercusión de la obra kantiana es notable, sin ir más lejos destacamos el idealismo alemán de
Fichte, Schelling y Hegel; el marxismo y su ideal emancipatorio; el neokantismo; el nuevo
formalismo ético y político. Algunas de sus obras como sus dos opúsculos “Idea de una historia
universal desde un punto de vista cosmopolita” (1784) y “La paz perpetua” (1795) pueden ser
consideradas como inspiradoras de la idea de una organización internacional (como la actual
ONU) capazde acabar con los enfrentamientos bélicos a través del diálogo y la creación de un
Derecho Internacional vinculante para todas las naciones.
Dicha obra fue publicada en la Revista mensual de Berlín en el número correspondiente a los meses
de noviembre y diciembre de 1784, y por tanto se trata de una obra perteneciente al período
“crítico”
CONTEXTO DE MARX
Karl Marx nació en Tréveris (Renania - Alemania) en 1818. Cursó estudios de derecho y filosofía
en Bonn y Berlín, en donde se apasionó con la filosofía hegeliana y tomó contacto con los
miembros de la izquierda de dicha corriente.
La figura de Marx tiene múltiples matices: articulista explosivo, activista político; estudioso y
crítico de economía y escritor prolífico de ensayos filosóficos. Siendo en cada una de estas
actividades netamente revolucionario.
Su vida transcurrió en medio de exilios, miseria económica y pérdidas familiares. Todo ello fue el
elevado precio de una vida dedicada a la idea y a la praxis de la emancipación de la clase obrera de
sus alienantes condiciones de vida bajo la explotación del capitalismo temprano, del que Marx fue
un crítico demoledor, además de víctima, en cada uno de sus artículos y obras filosóficas.
Como articulista participó, dirigió o fundó (por este orden) en La Gaceta Renana, los Anales
Franco-alemanes y la Nueva Gaceta Renana. Sus artículos en defensa de la clase obrera y la
llamada a la agitación social contra el capitalismo, le valieron la expulsión de Alemania,
Francia y Bélgica, exiliándose a Londres en 1849, en donde vivió hasta el final de sus días.
En su tarea de activista político (1842-1849), participó activamente en los movimientos de
protesta izquierdista. Un ejemplo de ello es su afiliación, junto a su amigo y protector Engels, a la
Liga de los justos, y posteriormente la Liga de los comunistasen Bruselas (1847) Durante la
celebración del II Congreso de dicha organización en Londres ese mismo año, les fue encargada
la redacción del conocido Manifiesto del Partido Comunista, publicado en 1848. En esta obra se
expone claramente el esbozo del materialismo histórico, la lucha de clases y el papel revolucionario
del proletariado. Ya en su exilio londinense, fundó en 1864 la AIT (Asociación Internacional de
Trabajadores), sin embargo, tras los sangrientos sucesos de La Comuna de París (1871) y los
desacuerdos con los anarquistas y otros miembros, prácticamente se disolvió la asociación al
trasladar su sede a Estados unidos.
Como escritor filosófico y economista, podemos distinguir al Marx crítico de la alienación en los
escritos anteriores a su exilio londinense (1848) y al Marx del materialismo histórico ya en
Londres, en donde, tras innumerables horas de investigación en la biblioteca del Museo Británico,
elaboró su Contribución a la crítica de la economía política(1859) y los tres volúmenes de El
Capital, cuyo primer tomo se publicó en 1867 y el resto póstumamente en 1895 y 1894
respectivamente.
Marx murió en 1883. La recepción posterior de su obra es polémica. Por una parte, los
intérpretes clásicos hacen hincapié en la relevancia del materialismo histórico como lo más
genuino de su pensamiento; por otra, los llamados “revisionistas”, en el aspecto humanístico y la
crítica de la alienación. A este respecto, dicha polarización resulta innecesaria, y quizás sea más
comprensivo ver en estas dos perspectivas etapas de la evolución de la obra del “Doctor Terror
Rojo”
Respecto a la época, Marx vive en un tiempo de fuertes convulsiones sociales, en el llamado “siglo
de las revoluciones”. El ideal ilustrado de libertad, igualdad y fraternidad había sido sustituido por
el liberalismo económico y el imperativo de la competencia en la incipiente economía capitalista.
La Revolución Industrial impone a la máquina y su lógica y convierte al trabajador en una fuerza
más de trabajo asalariado, en condiciones de máxima explotación. La burguesía aumenta sus
recursos con la apertura de mercados favorecida por el colonialismo y el desarrollo de los
transportes. Sin embargo, muchos intelectuales critican el coste del auge económico de esta época:
esclavitud, desarraigo de la población urbana, condiciones infrahumanas de los trabajadores de
todos los sectores... Así, el desarrollo de la burguesía supuso el paulatino empobrecimiento de las
clases trabajadoras. La sublevación de los trabajadores de la seda de Lyon en 1831, es la
primera gran insurrección en la vida francesa contemporánea siendo el precedente de las
revoluciones del 1848 en la que proletarios y burgueses radicales luchan por imponer el ideal
republicano y reformas sociales y la del 1871 (La Comuna de París). El clima revolucionario se
extendió a gran parte de Europa.
Otros fenómenos políticos de la época fueron el nacionalismo: La unificación de Italia y
Alemania se produjo en 1870 y 1871 consecutivamente, y el imperialismo o colonialismo
moderno, cuyo máximo exponente es Gran Bretaña con sus colonias en Asia, África,
Australia...El colonialismo o imperialismo modernos son el resultado del avance capitalista y su
necesidad de obtención de materias primas en ultramar.
En el plano cultural el siglo XIX se caracteriza por una notable difusión de la cultura a través de
la lucha contra el analfabetismo, la multiplicación de periódicos y revistas, así como el nuevo
impulso de las universidades, especialmente en Alemania y Francia. Se producen grandes avances
en Medicina con Bernard y Pasteur y la Física avanza en sus teorías sobre la naturaleza de la luz, el
descubrimiento de los rayos X, etc. Las innovaciones técnicas se suceden: se descubren nuevas
fuentes de energía, se desarrollan los transportes, la maquinaria industrial, las comunicaciones.
Todo ello se alía para contribuir a la expansión y desarrollo del capitalismo.
En el plano del pensamiento, el positivismo, el utilitarismo y el darwinismo van imponiéndose
frente al idealismo hegeliano. Las ideas socialistas y anarquistas se van abriendo paso en la arena
política.
En el terreno artístico el realismo se va imponiendo frente al romanticismo en las artes plásticas,
aunque a finales del XIX surge el impresionismo. En literatura, el realismo de Zola y Victor
Hugo representan en Germinal y Los miserables, respectivamente, las difíciles condiciones de vida
de las clases populares. Tolstoi y Dostoievski, Stendhal, Dickens... son algunos ejemplos de la
grandeza de este movimiento. En música, el romanticismo y el nacionalismo se unen en figuras
como Chopin y List, Schubert y Schumann, Verdi y Wagner, por citar a algunos.
CONTEXTO DE NIETZSCHE
Nietzsche nació en Röcken, el 15 de octubre de 1844 y murió en Weimar, 25 de agosto de 1900.
Estudió primero en el internado del Gymnasium de Pforta, donde recibió los primeros
conocimientos sobre la antigüedad clásica, que se convertiría en un referente básico de su
pensamiento posterior, tal como muestra su obra El origen de la Tragedia (1872). Otras lecturas
importantes de esta época: Byron, Maquiavelo, Feuerbach, y el poeta Hölderlin. Más tarde estudió
filología clásica en las universidades de Bonn y Leipzig. En esta última ciudad entró en contacto
con la filosofía de Schopenhauer, que también influiría decisivamente en la formación de sus ideas
en lo relativo a la importancia de la voluntad para la vida, pero a diferencia de Schopenhauer,
eliminó todo pesimismo y reminiscencias religiosas del concepto. También por estas fechas tomó
contacto con la música de Wagner, a quien más tarde conoció personalmente, y del que fue un
apasionado admirador por el carácter dionisiaco de sus obras, hasta distanciarse de él por
considerarlo un esbirro del cristianismo.
En 1869, cuando apenas tenía 25 años, Nietzsche fue nombrado catedrático de filología clásica en
la universidad de Basilea. A este nombramiento contribuyeron los trabajos filológicos que el joven
Nietzsche había publicado antes de terminar sus estudios. Su actividad docente en Basilea se vio
interrumpida por la guerra de 1870, en la que Nietzsche participó como enfermero hasta que se
vio obligado a regresar por causa de una disentería, enfermedad de la nunca llegó a restablecerse del
todo.
En 1873, en el período de juventud, escribe Verdad y Mentira en sentido extramoral, donde lleva
a cabo un análisis genealógico del origen del concepto de “verdad”, llegando a la conclusión de que
no es más que el arte de fingir comúnmente admitido por su utilidad.
En 1876 Nietzsche tuvo que pedir un permiso de un año por enfermedad, y poco después, su
jubilación. Tras su jubilación, Nietzsche pasó largas temporadas en la Riviera francesa y en el
norte de Italia, en Suiza, dedicado a escribir. Durante este periodo 1876-1889 va evolucionando su
pensamiento desde el segundo período positivista, al que pertenece Humano, demasiado humano”
(1879) En 1881 Nietzsche conoció a Lou Salomé, de la que se enamoró profundamente; pero ésta
no le correspondió. En el período de madurez en el que destaca Así habló Zaratustra (1883-
1885), por último, su período crítico, en el que, entre otras, cabe destacar El crepúsculo de los
ídolos (1888) La recepción de sus obras por parte de los eruditos bien pensantes, causó bastantes
recelos, dado su carácter radical, iconoclasta e intempestivo.
A principios de 1889, en Turín, cuando ya estaba casi ciego, Nietzsche sufrió una crisis de locura
de la que no se recuperó. Estuvo internado en instituciones psiquiátricas en Basilea y Jena. dos
clínicas hasta que su madre se lo llevó consigo a su casa de Naumburg. Nietzsche vivió los últimos
doce años de su vida en un estado de aletargamiento, bajo los cuidados de su madre y luego en
Weimar con su hermana, Elizabeth casada con Bernhard Förster, un radical antisemita, hasta que
murió en el año 1900.
Su pensamiento ha sido a menudo malentendido, sobre todo, después de la manipulación de su
hermana Elisabeth Föster- Nietzsche de las obras que figuraban en su Archivo- Nietzsche
(fundado por ella en Weimar) tras su muerte, sirviendo luego, espuriamente, a la justificación del
antisemitismo nazi. Gracias a la labor de Jaspers, Heidegger, y luego de los italianos Vattimo y
Montinari, entre otros, se consiguió restablecer la auténtica e imponente figura del filósofo más
intempestivo de la historia.
Respecto a la época, Nietzsche vive en el llamado “siglo de las revoluciones”. En 1831, 1848 y
1871 Europa es sacudida por profundas convulsiones sociales en las que se reclama la realización
de los ideales democráticos.
Otros fenómenos políticos de la época fueron, en primer lugar, el nacionalismo: La unificación de
Italia en 1870 y, por otra parte, la guerra franco-prusiana (1868-1870) en la que participó
Nietzsche, tuvo como consecuencia positiva la unificación de Alemania en 1871. Y, en segundo
lugar, el imperialismo, cuyo máximo exponente es Gran Bretaña con sus colonias en Asia, África,
Australia...
En el plano cultural el siglo XIX se caracteriza por una notable difusión de la cultura a través de la
lucha contra el analfabetismo, la multiplicación de periódicos y revistas, así como el nuevo
impulso de las universidades, especialmente en Alemania y Francia. Se producen grandes logros
en medicina con Bernard y Pasteur; la Física avanza en sus teorías sobre la naturaleza de la luz, el
descubrimiento de los rayos X, etc. Las innovaciones técnicas se suceden: máquina de vapor,
ferrocarril...
En el plano del pensamiento, el positivismo, el utilitarismo y el darwinismo van imponiéndose
frente al idealismo hegeliano. Las ideas socialistas y anarquistas se van abriendo paso en la arena
política.
En el terreno artístico el realismo se va imponiendo frente al romanticismo en las artes plásticas,
aunque a finales del XIX surge el impresionismo. En literatura, el realismo de Zola y Victor Hugo
representan en Germinal y Los miserables, respectivamente, las difíciles condiciones de vida de las
clases populares. Tolstoi y Dostoievski, Stendhal, Strindberg (son tres de los escritores favoritos de
Nietzsche) Dickens... son algunos ejemplos de la grandeza de este movimiento. En música, el
romanticismo y el nacionalismo se unen en figuras como Chopin y List, Schubert y Schumann,
Verdi y Wagner, en cuya ópera encontró Nietzsche la promesa del espíritu dionisíaco y renacer del
mundo clásico, aunque posteriormente le causó una profunda decepción y lo sustituyó por la ópera
de Bizet.
Contexto histórico, sociocultural y filosófico de Aristóteles
Contexto histórico
A principios del siglo -IV, tras la derrota de Atenas en las guerras del Peloponeso, Esparta afianza su
dominio militar sobre Grecia, que permanecerá estable durante un par de décadas. Sin embargo, las
luchas entre las ciudades griegas, especialmente Tebas, Esparta y Atenas, se reactivarán a partir del
año - 379, cuando los tebanos se sacuden el gobierno impuesto por los espartanos y se adueñan de
la ciudad, comenzando las hostilidades con Esparta que llevarán el - 375 a la derrota de Esparta. Las
luchas se reproducirán a lo largo de la primera mitad del siglo: en el interior, entre Tebas, Esparta y
Atenas, principalmente; en el exterior, contra Cartago, por el sur; contra la emergente Macedonia,
por el norte; y contra Persia, por el este, involucrados en la rebelión de los sátrapas contra Artajerjes
II.
Los atenienses crearon la II Liga Délica contra Esparta el año - 377, aliándose con las islas y
ciudades del Egeo, derrotando a los espartanos en Naxos, el año - 376, impidiendo que aquellos
concentraran su poder militar en la lucha contra Tebas. Los dos frentes de lucha abiertos por los
espartanos, contra Tebas y Atenas, hará imposible la concentración de fuerzas necesaria para
derrotarlas, pese a los apoyos de Dionisio de Siracusa a Esparta (quien a su vez luchaba contra los
cartagineses, por el sur).
A partir del - 375, tras las constantes escaramuzas a lo largo de esos años entre Tebas y Esparta, el
año - 371 los espartanos son derrotados por los beocios, en la Batalla de Leuctra, donde
Epaminondas, general y estadista de Tebas, derrota a las tropas espartanas, terminando con su poder
militar, que Esparta no podrá ya reconstruir.
Esparta y Atenas se aliarán el año - 369 contra la hegemonía tebana, pero serán derrotados por
Tebas en la batalla de Mantinea, el año - 362. Atenas, envuelta en la llamada guerra social con sus
aliados, sufrirá un nueva derrota en la batalla de Embata, el año - 356, que llevará prácticamente a
la disolución de la 2ª Liga Délica.
A partir del - 359 Filipo II unifica Macedonia y abandona la 2ª Liga Délica, siguiendo con sus
avances militares frente a los griegos. El año −346 firma la paz de Filócrates con Atenas y
posteriormente conquista Tracia, el - 342. Ante el avance de Macedonia las ciudades griegas fundan
la Liga Helénica el año - 340. Dos años después, el - 338, Filipo II derrota a los griegos en la batalla
de Queronea, afianzando el dominio macedonio. El año - 337 se crea la Liga de Corinto, bajo el
dominio de Macedonia, con el objetivo de hacer frente a los persas. A ella pertenecen todas las
ciudades griegas, excepto Esparta. La hegemonía de Macedonia parece ya inevitable. Sin embargo,
la muerte de Filipo II, asesinado por uno de sus generales, hace concebir nuevas esperanzas a los
griegos, al hacerse el joven Alejandro III cargo del poder. Las ciudades griegas, intentando
aprovechar una supuesta fragilidad de la posición de Alejandro, tratan de sacudirse el yugo de
Macedonia, pero Alejandro, tras asegurar el control de las fronteras del norte, emprende acciones
militares contra las rebeliones de Tebas, Atenas y Esparta el año - 335. Tebas es destruida y los
supervivientes reducidos a la esclavitud. Las ciudades-estado griegas no volverán ya a recobrar su
poder, aunque mantendrán su predominio cultural, que se extenderá por todo el mediterráneo y el
Asia oriental.
Asegurado el dominio en Grecia, Alejandro emprende la campaña de Persia, el año - 334, que le
llevará, a lo largo del 13 años, a una serie continuada de victorias que le permitirán conquistar
Persia y llegar hasta la India, donde obtiene una victoria sobre el rey Poros, extendiendo sus
dominios hasta el río Indo. El descontento de las tropas por la duración de la campaña parece ser la
causa de su finalización. Pero Alejandro no conseguirá regresar a su tierra, muriendo a causa de una
enfermedad o de un complot contra él, el año - 323. Tras su muerte se producirá la división del
imperio y comenzará el periodo helenístico, que se extenderá hasta el año 30, aproximadamente, y
que se caracteriza por la difusión de la cultura griega por el mediterráneo y oriente próximo, bajo la
idea de Alejandro de fusionar las culturas griega y persa.

Contexto sociocultural
Las guerras del Peloponeso dejaron sumida a Atenas en una profunda recesión económica, causada
no sólo por la destrucción de los cultivos y el empobrecimiento consiguiente derivado de una
agricultura insuficiente, sino sobre todo por la destrucción de las redes comerciales y el aumento de
la piratería, provocando el agotamiento de los excedentes y el descenso del consumo. Las
diferencias sociales se acentúan y se disgrega la estructura básica de la sociedad del período clásico
ciudadano/soldado/campesino, ya que la escasez provoca la demanda de trabajos dependientes (lo
que conduce al aumento del número de esclavos y de mercenarios) y se producen movimientos
migratorios de las poblaciones empobrecidas que alteran el status quo del período clásico, con las
consiguientes tensiones entre ricos y pobres. En este contexto se desarrollan algunas teorías de
gobierno aristocrático, como la de Platón, aunque en Atenas se mantendrá la democracia durante
buena parte del siglo, (hasta el - 322, cuando el imperio macedónico acabó con sus instituciones), y
Aristóteles la considerará como la mejor forma de gobierno, si bien bajo determinadas condiciones.
La organización de la democracia ateniense se mantiene similar a lo largo de todo este período. La
participación en la vida política, remunerados los cargos públicos desde Pericles, solía ser amplia,
en las tres instituciones principales de la democracia: la Asamblea (Ekklesía), el Consejo de los 500
(Boulé) y en los Tribunales de justicia (Dikastería). La Asamblea tenía como funciones principales
la de legislar, la de elegir cargos públicos y la de juzgar delitos políticos. El Consejo de los 500
tenía como función principal la de llevar a efecto las órdenes de carácter ejecutivo acordadas por la
Asamblea, lo que implicaba una gran variedad de acciones en la administración de la polis, incluido
su control. Los Tribunales intervenían en todos los casos de litigio, públicos o privados, y eran
elegidos por sorteo entre los mayores de 30 años. El interés por lo público y el sometimiento a la ley
(nómos) prevalece frente al individualismo y el culto a la personalidad, más propio de las
sociedades aristocráticas de la época.
Los ciudadanos atenienses siguen considerado mal el trabajo físico (pese a los cambios señalados
anteriormente) y, aunque son propietarios de tierras y realizan actividades comerciales, dedican la
mayor parte de su tiempo, además de a su participación en la vida política, al ocio, a la preparación
física en los gimnasios (el ejército lo constituían los ciudadanos y precisaban de un buen estado de
forma), a las reuniones en el ágora o en sus propias casas con sus amigos, en las que se tratan
cuestiones de todo tipo: culturales, políticas, filosóficas… Las mujeres están excluidas de estas
actividades, así como del conjunto de la vida pública, quedando, sobre todo si eran de buena
posición social, recluidas en sus casas, y viéndose privadas de una educación similar a la de los
hombres.
Los oradores encuentran un público deseoso de escuchar sus discursos, con frecuencia de carácter
político, entre los que destacarán Isócrates y sus discípulos Licurgo e Iseo, quien fue a su vez
maestro de Demóstenes, conocido sobre todo por sus Filípicas, contra el peligro que suponía el
predominio de Macedonia para la democracia ateniense, y Ésquines, uno de los más acérrimos
opositores a Demóstenes. Y también los filósofos: tras la Academia de Platón, otras las escuelas
filosóficas abrirán sus puertas en Atenas. La tragedia griega, sin embargo, no volverá a alcanzar las
cotas del siglo anterior. La comedia abandonará los temas políticos y el carácter obsceno
orientándose hacia una línea costumbrista, como se observa en las obras de Menandro, de las que se
conservan más de un centenar y que ejercerán una gran influencia en los siglos posteriores y
especialmente en las letras europeas. Ligeras modificaciones experimentarán la arquitectura y la
escultura (con Lisipo, Escopas y Praxíteles), que siguen los cánones marcados en el período clásico,
aunque introduciendo diversas modificaciones. En Historia destacará Jenofonte, con la Anábasis,
conocida también como la Expedidción de los diez mil.

Contexto filosófico
Pese a las derrotas militares y al deterioro de la actividad económica, Atenas seguirá teniendo una
intensa actividad filosófica. Los sofistas irán dejando paso a nuevas formas de hacer filosofía, como
la de Platón que, con la creación de la Academia el año - 387, atraerá a Atenas a numerosos
estudiosos, que se ocuparan de las distintas ramas del saber. Uno de ellos será Aristóteles, quien
permanecerá en la Academia durante 20 años, para abandonarla tras la muerte de Platón, iniciando
un largo periplo fuera de Atenas que le llevará a ocuparse de la educación del que será
posteriormente conocido como Alejandro Magno. Posteriormente, tras regresar a Atenas, fundará
allí su propia escuela filosófica, el Liceo, que competirá con la Academia y se convertirá en otro
centro de actividad filosófica, dedicada tanto a la investigación como a la difusión del
conocimiento. Por lo demás, las doctrinas de los filósofos cínicos, seguidores de Antístenes de
Cirene, así como las de los sofistas y de los filósofos presocráticos son conocidas y consideradas
por los filósofos de la época, como se ve en los comentarios que los pensadores de ambas escuelas
hacen sobre el pensamiento de tales filósofos.
Más que escuelas filosóficas, destinadas a difundir una doctrina, la Academia y el Liceo se pueden
considerar centros de investigación, donde confluyen filósofos con distintos intereses, que se
ocupan de campos de investigación diversos, aunque bien es cierto que con la idea de integrar los
conocimientos bajo la concepción de que derivan de causas comunes que es posible desentrañar. Es
la búsqueda del conocimiento por las causas y principios, tan característica del pensamiento de
ambos filósofos.
La intensa actividad filosófica en Atenas en esa época se verá acrecentada por la creación de nuevas
escuelas filosóficas durante el período helenístico, como El Jardín, de Epicuro de Samos, y la Stoa,
de Zenón de Citio.
Contexto histórico y filosófico de los autores de
la Historia de la Filosofía
Platón
El vector fundamental desde el que hay que interpretar la filosofía platónica es, probablemente, su
intención practica, y, siendo más concreto, su finalidad política. El mismo Platón cuenta que, en un
principio pensaba dedicarse a la poesía. Sin embargo, la condena a muerte de Sócrates, cuyo
magisterio marcó profundamente a nuestro autor, le lleva a ocuparse de problemas políticos. La
gran pregunta del sistema platónico es ¿quién debe gobernar?, o, dicho de otro modo, ¿cómo
organizar un sistema político que sea justo? La preocupación política y, en el contexto griego,
moral, de la filosofía platónica atraviesa todos los diálogos, y se convierte en el tema central de la
República, obra en la que Platón nos presenta precisamente su modelo ideal de Estado.
Al margen de la contextualización histórica (el Platón de “su” tiempo), no podemos perder de vista
una contextualización filosófica. Como ya hemos señalado antes, la influencia de Sócrates sobre
Platón es esencial para comprender su filosofía, sobre todo en temas como la búsqueda del universal
o la concepción de la virtud asociada a la sabiduría. Ampliando un poco más la perspectiva, se
comprueba también que la filosofía platónica es un intento de superar el callejón sin salida en el que
había quedado el pensamiento metafísico con el enfrentamiento de Parménides (el ser entendido
como permanencia) y Heráclito (el ser como algo cambiante). La teoría platónica pretende superar
este problema mediante la duplicación de los mundos, correspondiéndose el mundo de las Ideas con
el ser parmenídeo, y el mundo de las cosas con el cambio heraclíteo.

Aristóteles
La filosofía aristotélica destaca, sobre todo, por su complejidad. Tras 20 años de aprendizaje junto a
Platón, comienza a desarrollar su propia filosofía, por lo que construir una única contextualización
será siempre problemático. Sin embargo, parece razonable quedarnos con las obras de Aristóteles
más maduras, en las que las influencias platónicas han ido perdiendo fuerza. Así, hemos de entender
a Aristóteles siempre como un naturalista, un auténtico amante de la naturaleza. Su intención es
realista: los problemas de la realidad deben resolverse desde la propia realidad, y justificando la
necesidad de los conceptos que se vayan construyendo. La filosofía debe afrontar los problemas
reales sin esquivarlos. No en vano se considera a Aristóteles el fundador de la biología y también
uno de los primeros empiristas de la historia. Su ética se construye sobre la observación de la
realidad: las virtudes no son innatas, ni se aprenden de un modo puramente teórico. La “práctica”, el
hacer, es la clave para llegar a ser virtuoso. Y esta dimensión empírica aparece también en su
política, en la que busca un modelo que puede variar en función del pueblo al que se aplique, y no
una “Idea de Estado” que deba realizarse. Este realismo o naturalismo no sólo fue una “actitud
vital” sino que también confiere a Aristóteles un lugar propio dentro de la Historia de la Filosofía:
un lugar que no sólo le opone a su maestro Platón, sino que también trata de solucionar el problema
del cambio (Heráclito-Parménides) desde la misma realidad, como podemos comprobar en su
Física y en su Metafísica.
René Descartes
La filosofía de Descartes surge en un contexto muy particular: la revolución científica del siglo XVI
(geocentrismo aristotélico-heliocentrismo copernicano) y la reforma protestante, provocaron
diversos conflictos pues la ciencia y la religión se veían acosadas por la duda. Ante esta situación,
que podríamos llamar crisis de fundamentos, Descartes trata de encontrar una filosofía en la que el
error no tenga cabida, y esté garantizada la consecución de la certeza. De ahí la preocupación
cartesiana por evitar el error y llegar al conocimiento de la verdad. Su método está inspirado en el
de resolución-composición de la escuela de Padua, a la que perteneciera Galileo, e intenta ser una
garantía de verdad. A la vez su proyecto de ciencia unificada (como aparece en la metáfora del
árbol) responde precisamente a la necesidad de encontrar una articulación interna en el
conocimiento que posibilite el progreso imparable del mismo. Si la inteligencia es única, el
problema ante la diversidad de opiniones o teorías será eminentemente un problema de método, del
camino por el que dejamos que nuestra inteligencia discurra. La influencia que sobre sus ideas
ejercen las matemáticas nos ayuda también a comprender su propuesta: si en matemática hay
consenso, habrá que buscar un método que se aproxime lo más posible al de la matemática. El
racionalismo cartesiano aparece así no sólo como una respuesta a inquietudes y necesidades de su
tiempo, sino también como una de las corrientes más importantes de la filosofía occidental, no sólo
por sus consecuencias filosóficas, sino porque se convierte en el auténtico fundamento del progreso
científico de toda la modernidad. De ahí que las aportaciones cartesianas a otras ciencias como la
misma matemática o la física sean al menos tan importantes como lo fueron dentro de la filosofía.

David Hume
Hume destaca por ser uno de los máximos representantes de la Ilustración británica. Su
pensamiento será, en consecuencia, eminentemente práctico. No en vano, su aspiración era llegar a
ser “el Newton de las ciencias morales”. Sin embargo, al no lograr este objetivo, el filósofo escocés
derivará hacia el escepticismo, convirtiéndose, junto a Locke, en uno de los fundadores del
empirismo. Su crítica al racionalismo y a la metafísica entendida como ciencia ha ejercido una
enorme influencia en toda la filosofía occidental. Y no se trata sólo de que despertara a Kant de su
“sueño dogmático”. Por si esto fuera poco, sus ideas se han prolongado en filósofos como Russell o
Popper, y la crítica al razonamiento inductivo ha jugado un importante papel en la filosofía de la
ciencia. A la vez, el cuestionamiento del razonamiento causal que subyace a su filosofía y la crítica
a ideas como la de sustancia o yo, han sido debatidas a lo largo de toda la historia de la filosofía.
En el terreno moral criticó la falacia naturalista (el salto del “ser” al “deber ser”) y su emotivismo
moral se ha convertido también en una constante del pensamiento anglosajón. Las aportaciones de
este autor en temas como la historia, la religión o la política no han recibido la atención que
debieran, debido probablemente a que estas ideas han sido eclipsadas por el empirismo. Pese a esto
la crítica que plantea a la religión y su defensa de la necesidad de adoptar un enfoque histórico para
comprender el origen y desarrollo de aspectos culturales, religiosos o políticos, recobrarían después
una especial relevancia en todo el siglo XIX, tanto en los filósofos de la sospecha (Marx, Freud,
Nietzsche) como en las corrientes historicistas.
Immanuel Kant
Kant es sin lugar a dudas el mayor filósofo alemán del siglo XVIII, y uno de los más entusiastas
impulsores de la Ilustración. Desde un punto de vista estrictamente filosófico, cabe destacar la
titánica tarea crítica que Kant se propone, sometiendo a la razón teórica y a la razón práctica a un
riguroso examen. Como resultado de éste, se logrará una deslumbrante síntesis de racionalismo y
empirismo en cuanto a la razón teórica se refiere, y una nueva teoría ética, el formalismo, que
rompe con todos los planteamientos anteriores. Por si esto no fuera suficiente, Kant enlaza ambas
formas de razón en la Crítica del Juicio, en la que estudia la finalidad de la naturaleza y el juicio
estético. Por supuesto, tal cantidad de aportaciones ejercerá una influencia nada desdeñable en toda
la actividad filosófica posterior, y llegará hasta nuestros días. Pero, dejando a un lado la perspectiva
filosófica, hay que destacar el papel que jugó Kant en su tiempo. Sus reflexiones sobre aspectos
prácticos como la Historia , la Política o la Religión fueron discutidas en su época, y Kant fue una
de las personalidades más influyentes del panorama intelectual europeo del siglo XVIII. En
concreto, centrándonos en Idea de una historia universal con propósito cosmopolita, la filosofía de
la historia kantiana defiende la función del conflicto dentro de la historia (las relaciones con
Hegel o Marx son a este nivel evidentes), y plantea también cuál es la finalidad de la historia
humana. Por todo ello, Kant es sin lugar a dudas uno de los autores más influyentes de toda la
modernidad, y se ha convertido en un punto de referencia inexcusable en campos tan diversos como
la ética, la teoría del conocimiento, la estética o la filosofía de la historia.

Karl Marx
El fundador del socialismo es uno de los pensadores más controvertidos de la historia. Su
pensamiento ha sido reinterpretado por muchos de sus seguidores, y a menudo es complicado
separar aquello que está en los textos del propio Marx de aquello que ha sido repensado
posteriormente, o incluso del pensamiento de Engels, el más íntimo colaborador de Marx. Por eso,
para contextualizar a Marx, puede resultar de ayuda comenzar fijándose en sus precedentes: el
pensamiento del alemán representa una inversión del sistema hegeliano, y un intento de convertir
la filosofía en un ejercicio práctico de transformación de la realidad. La dialéctica del espíritu
hegeliano se transforma en la dialéctica de la materia en Marx, y en el materialismo histórico,
cuando de la comprensión de los asuntos humanos se trata. Igualmente, retoma la crítica de
Fuerbach a la religión (pese al distanciamiento respecto a este mismo autor). Además, hay que tener
en cuenta en todo momento que Marx es más un economista que un filósofo, y para comprender sus
ideas es necesario ser capaz de seguir los razonamientos económicos que aparecen en obras como
El Capital. Junto a esta caracterización teórica, no podemos dejar de lado la participación directa de
Marx en el movimiento obrero del siglo XIX. Todo ello, ha hecho que Marx sea uno de los
filósofos de los que beben numerosos autores y corrientes filosóficas de todo el siglo XX.
Friedrich Nietzsche
El pensamiento de Nietzsche consiste precisamente en la negación del pensamiento. Entre sus
precedentes cabría citar a Schopenhauer, del que toma el concepto de voluntad. El resto de la
tradición filosófica será también dominada por Nietzsche, pero no precisamente para defenderla
sino para construir contra ella una de las mayores críticas que se han formulado nunca en contra de
la filosofía, desde Sócrates hasta Marx. Por eso, la obra de Nietzsche es una auténtica bomba
filosófica, que para muchos representa el suicidio de la filosofía: ideas como la muerte de Dios, la
voluntad de poder, el eterno retorno y la transmutación de los valores, su concepción del
nihilismo, la crítica a la moral, o la conversión de la existencia en un fenómeno estético
convertirán a Nietzsche en el verdugo de la filosofía y de la civilización occidental. A todo esto, hay
que sumar su profundo conocimiento del arte, particularmente de la tragedia griega a la que
dedicará su primera obra (El nacimiento de la tragedia), pero también su dominio de la filología
clásica, que le llevará a utilizar por primera vez el método genealógico. A través de éste, conseguirá
demostrar en su Genealogía de la moral que los conceptos morales tienen también un origen y una
evolución histórica, y que no se basan en conceptos o definiciones trascendentes o universales. La
filosofía de Nietzsche sigue ejerciendo su influencia sobre numerosas corrientes actuales, y está en
la raíz de un hondo debate que aún hoy tiene planteado la filosofía: el que contrapone el proyecto
moderno con una superación del mismo, que sería precisamente la posmodernidad.

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