Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior.
Universidad Nacional Experimental “Simón Rodríguez”. Núcleo Barquisimeto – Edo. Lara. Curso: Finanzas e Impuestos. Facilitadora: Patricia León. Sección: D.
Los Tributos
Participante: V-29.889.883 Crismar Rojas.
Barquisimeto, 05 de mayo de 2019.
Si bien es cierto, el tributo esta entendido como un tipo de aportación que todos los ciudadanos deben pagar al Estado para que este los redistribuya de manera equitativa o de acuerdo a las necesidades del momento. Además, es caracterizado por estar impuesto por la ley.
Así mismo, el pago de impuestos es necesario e importante para
sostener los gastos públicos, la distribución de la renta, buscar una mayor eficiencia de la economía y suavizar las crisis.
Teniendo claro que los tributos son un aporte en dinero que el
contribuyente le hace al Estado para garantizar su funcionamiento, estos pueden clasificarse en tres categorías:
1. Tasas: son los aportes que el contribuyente transfiere al Estado
como remuneración por un servicio prestado. Por ejemplo, el abastecimiento de agua, tasas judiciales, entre otros. La tasa no es un impuesto, sino el pago que una persona realiza por la utilización de un servicio, por tanto, si el servicio no es utilizado, no existe la obligación de pagar. 2. Contribuciones: hacen referencia a los tributos originados de la obtención de un beneficio particular de obras destinadas al bienestar general de la sociedad. Un ejemplo sería el asfaltado de una calle. 3. Impuestos: estos son los tributos más conocidos, pues son los de mayor aplicación y representan un alto porcentaje de los ingresos y recursos de la administración pública. Se trata del dinero que los contribuyentes deben pagar obligatoriamente y por los que el Estado no se obliga a dar ninguna contraprestación. Por ejemplo, el impuesto sobre la renta y el impuesto de valor agregado. Cabe destacar la principal diferencia entre los tres tipos de tributos, mientras las tasas son de obligación baja y las contribuciones alcanzan un nivel medio, y los impuestos son absolutamente obligatorios, salvo que la ley puede eximir a personas de ellos.
También es importante destacar que no hay un sistema tributario igual
a otro, porque cada país adopta diferentes impuestos según la producción, forma política, necesidades, entre otros factores. El Estado necesita de los tributos, para poder subsidiar los gastos públicos, pero está claro que los distintos gobiernos a pesar de sus esfuerzos poco han logrado en su lucha contra la evasión fiscal. Es conveniente decir que la evasión fiscal es un problema de cultura, y es responsabilidad fundamentalmente del gobierno crear esa cultura en los contribuyentes.
En Venezuela, la principal fuente de ingresos siempre ha derivado del
petróleo, los hidrocarburos y de la explotación de recursos no renovables. Desde hace varios años estos ingresos se hicieron insuficientes para subsidiar los gastos públicos, por lo que se recurrió a la implantación de un sistema tributario para generar mayores ingresos.
La aplicación de la primera estrategia se inició en el año 1989, con la
propuesta de una administración para el Impuesto del Valor Agregado, que luego esta fue asumiendo el control de todos los tributos que conformaban el sistema impositivo nacional para ese momento.
Así mismo, a mediados de 1994, se estructuró un programa de
reforma tributaria, dentro de un esfuerzo de modernización de las finanzas públicas de los ingresos, que en Venezuela se denominó "Sistema de Gestión y Control de las Finanzas Públicas" (SIGECOF), el cual fue estructurado con el apoyo del Banco Mundial, propiciando así a la actualización del marco legal.
Dentro de todos estos cambios en el marco legal y funcional de la
Hacienda Pública Nacional en Venezuela, también se consideró importante dotar al estado de un servicio de formulación de políticas impositivas y de administración tributaria, cuya finalidad consistía en reducir los elevados índices de evasión fiscal y consolidar un sistema de finanzas públicas, entonces este cambio tan relevante se logró a través de la creación del Servicio Nacional Integrado de la Administración Tributaria (SENIAT).