El maltrato intrafamiliar en las sociedades
actuales colombianas y los problemas en el
aprendizaje de los niños, niñas y
adolescentes.
Juana Lucia Porras Suarez
Para comenzar, esta investigación se
concentra en el entorno familiar y los
cambios de comportamiento que pueden tener
los niños y adolescentes. No obstante, se
destaca un trauma reflejado a nivel educativo
y social, enfocado en la vulnerabilidad y las
capacidades de adaptación.
Por otro lado, los antecedentes que se
presentan en la investigación se vinculan con
los traumas psicológicos. Sin embargo, los
niños tienden a tener un carácter negativo
como se ha visto en múltiples ocasiones,
gracia al entorno en el que interactúan.
Asimismo, las consecuencias del
maltrato intrafamiliar se ven reflejadas en el
cambio de comportamiento constante en los
niños, niñas y adolescentes. Con lo anterior,
estos niños pueden llegar al punto de
convertirse en personas depresivas o imitar el
mismo patrón de violencia enseñado desde el
hogar.
En resumen, la finalidad el presente
artículo es obtener nuevas miradas y puntos
de vista sobre este abuso en el entorno
familiar, y las consecuencias o problemáticas
mas relevantes en el aprendizaje de los niños,
niñas y adolescentes, al igual, que las
alteraciones intelectuales en la comunidad.
Afectaciones psicológicas y sociales en los
niños, niñas y adolescentes de hoy en día.
Desde la Constitución del 91, la
familia en conjunto con el Estado y la
sociedad, ellos son los encargados de velar
por los derechos de los niños, niñas y
adolescentes y a hacer que todos hagan
cumplir estos derechos y deberes haciendo
garantía de su propia integridad. No obstante,
las dinámicas familiares siguen en los
patrones culturales desiguales masculinos y
femeninos de dependencia económica y
sexual donde han tenido un gran impacto en
la sociedad y ante el Estado, que ha tenido un
margen para cada familia de hacer soluciones
impartidas desde la justicia para cada
integrante de la familia.
Cada parte que conforma el hogar juega un
papel muy importante que debe asumir con
mucha precaución tomando las mejores
formas de agrupación en el hogar. Los niños
en muchas ocasiones son los más
involucrados en las peleas provocadas por los
padres y en su momento tiene que pagar todos
los insultos y gritos de estos personajes. Cabe
resaltar, que aquel indicio de violencia viene
siendo unos de los fenómenos más relevantes
en Colombia.
Carácter negativo del entorno familiar en
el que interactúan niños y niñas.
Los entornos familiares son diversos,
dinámicos y muy complejos, más cuando se
presentan fenómenos de violencia contra
menores de edad. Esto conlleva a saber el
porqué y el cómo de los hechos de violencia
intrafamiliar a menores de edad, a veces se
considera que esto se da gracias a las
limitaciones de género y las peleas de
superioridad. Asimismo, presentan formas de
pensar y hacer de hombres y mujeres en la
vida doméstica y, que inevitablemente, se
replica en los demás ámbitos sociales. En este
sentido, existen factores negativos que
pueden identificarse en los entornos
familiares para determinar si se manifiestan
actos de violencia: 1) agresiones físicas,
verbales y psicológicas frente a uno o varios
miembros de la familia; 2) roles culturales de
dependencia y sometimiento; 3) reproducción
de manifestaciones violentas (físicas y
verbales) a otros fuera del hogar, entre otros.
Estas manifestaciones negativas
afectan en la forma como los niños, niñas y
adolescentes se relacionan o tienen
relacionarse con otros y de cómo empiezan a
auto reconocerse como, bien, un hombre
machista o una mujer sometida a actos de
violencia. Por eso, vale la pena mencionar
cómo estas relaciones negativas en el hogar
afectan directamente los cambios relacionales
de los menores de edad con los demás, y
consigo mismo. Según Otero y Pineda
mencionan que: “el hecho de que las mujeres,
niños y niñas presente algún tipo de riesgo, es un
tema de gran preocupación personal, política y
teórica. (Otero, Pineda, 2004, pg28)
Según lo anterior, los menores de edad y
las mujeres son las víctimas de los actos de
violencia primados desde el contexto
machista, por consiguiente, el estado tratan de
garantizarles a aquellas personas involucradas
en hechos de violencia que tengan el
bienestar adecuado para seguir con su vida
social y cultural.
Cambios de comportamiento en los niños,
niñas y adolescentes.
Ver golpear o ser golpeado son marcas
que el menor de edad fija en sus capacidades
socioemocionales para relacionarse consigo
mismo y con los demás. Vulnerados en el
ámbito familiar, un ambiente violento donde
no hay ninguna muestra amor y la sana
convivencia, los niños, niñas y adolescentes
empiezan a tener actos violentos son las
únicas formas de interactuar; esto distorsiona
su dimensión psicológica e intelectual de
autoconocimiento y autopercepción para,
primero, reconocerse como una mujer o un
hombre y, segundo, desenvolverse a nivel
social. Según la investigación de Otero y
Pineda expresan: “en la última década, varias
encuestas a mujeres en algún tipo de unión
conyugal han establecido que entre el 33 y 37%
ha sufrido algún tipo de violencia verbal, y entre
un 19.3 y 39.5%, violencia física que también se
ve en los niños.” (Otero, Pineda, 2004, pg.19)
Según lo anterior, la violencia
intrafamiliar se presenta más hacia la mujer y
lo cual trae consecuencias en el desarrollo de
los niños, niñas y adolescentes que son
víctimas directas o indirectas de los hechos
violentos.
En este sentido, aunque como lo
reconocen Pineda y Otero en su investigación
que no pueden generalizarse los patrones
culturales sin comprenden las condiciones en
que se presenta la violencia intrafamiliar, si es
recurrente un carácter de género que la mujer
y los niños, niñas y adolescentes sean las
principales víctimas y que el hombre
proveedor es el que cause estos maltrato en el
entorno familiar.
 Traumas a nivel educativo y social.
La violencia intrafamiliar afecta
aquellos derechos fundamentales de los niños,
niñas y adolescentes: su integridad física,
psicológica y educativa. Al convivir en un
entorno familiar violento, aquel espacio de
formación de la personalidad, de cuidado y
amor, más que un lugar de tranquilidad se
convierte en un ambiente depresivo donde las
agresiones, malos tratos físicos y verbales, los
sometimientos y vulneraciones constituyen
los modos de ser y hacer de los menores
vulnerados. De allí parte que estos niños,
niñas y adolescentes busquen en los demás
contextos en que se relacionen y alternativas
para desahogar su dolor y angustia frente a la
situación actual del hogar. Esto indica, que
esos otros lugares, como la escuela y redes de
apoyo cercanas como amigos y vecinos,
pueden convertirse en factores de protección
si se reconocen las condiciones de violencia,
de lo contrario, estos se convertirán en
espacios de reproducción de la violencia que
el menor ha apropiado como su modo de ser
ante los demás. Según Otero y Pineda
menciona: “en un estudio realizado por
UNNICEF y la Defensoría del pueblo (2002) con
86 adolescentes desvinculados del conflicto
armado, 70% de los cuales eran varones y
que su vinculación fue voluntaria”
Con lo anterior, se puede afirmar que
los adolescentes quieren cambiar su bienestar
de su hogar, dejando todo para convertirse en
guerrilleros. En efecto, con tal de no tener que
volver a pasar por hechos de violencia que lo
afecten en su forma de actuar y de pensar.
Las consecuencias negativas pueden
incluso reflejarse a largo plazo, afectando
lentamente los procesos de aprendizaje y las
capacidades cognitivas de su rol social como:
conductas depresivas que atenten contra la
propia integridad o agresivas contra los
demás en cada uno de los espacios de
convivencia como la escuela, el trabajo o,
incluso, en los espacios públicos.
El grave daño que ocasiona la
participación directa o indirecta de la
violencia intrafamiliar en los niños, niñas y
adolescentes se refleja a nivel del desarrollo
la personalidad y del aprendizaje afectando
cada ámbito social en el que se desenvuelve y
reproduciendo formas negativas de violencia.
Por eso, como se mencionó anteriormente,
primero, debe reconocerse y garantizar la
normativa que protege integralmente a niños,
niñas y adolescentes; segundo, identificar
aquellos factores que hacen que surjan y
reproduzcan las violencias basadas en género.
Referencias bibliográficas:
Pineda, Javier & Otero, Luisa. (2004).
Género, violencia intrafamiliar e
intervención publica en Colombia.
Revista de Estudios Sociales, (17), 19-
31.