Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
El Dr. Bello dijo: 1º) La Asociación Civil Protección Ambiental del Río Paraná Control
de Contaminación y Restauración del Há- Buenos Aires, viernes 9 de junio de 2017
bitat y la Asociación Civil Foro Medio Ambiental (FOMEA), plantearon acción de
amparo colectivo por daño ambiental (art. 43 de la Constitución Nacional), contra la
empresa LA EMILIA S.A. (MOTOMEL) con domicilio en la localidad de La Emilia del
partido de San Nicolás, provincia de Buenos Aires, tendiente a que dicha empresa
adecue la estructura y procedimientos del tratamiento de vuelcos de efluentes líquidos y
gaseosos sobre el Arroyo del Medio, obtenga y cumpla todas las habilitaciones de la
ADA necesarias para su funcionamiento, como así también las habilitaciones del
O.P.D.S. conforme la legislación vigente, a fin de que en cumplimiento de medidas de
prevención y reparación del daño ambiental denunciado, se evite que continúe el
proceso de contaminación señalado. A tal fin, los actores solicitaron como medida
cautelar la inmediata suspensión de vertidos de efluentes líquidos al Arroyo del Medio
y/o cualquier otro cuerpo receptor y/o traslado de efluentes líquidos en camiones
atmosféricos hasta tanto no se obtenga y se exhiba la pertinente autorización
administrativa de la Autoridad del Agua y se ordene la prohibición a la demandada del
uso del recurso hídrico subterráneo o de red hasta tanto no cumpla íntegramente con la
legislación vigente, en particular las Resoluciones de la Autoridad del Agua (inscripción
BUDURH), y acredite en su caso la utilización en volúmenes correspondientes a los
autorizados. Dicha cautelar fue denegada por el juez a quo, señalándose que en las
presentes actuaciones no se encuentra acreditada la verosimilitud en el derecho que
necesariamente requiere una medida de esta naturaleza. En ese sentido, se hizo hincapié
en que los amparistas refieren como única constancia probatoria a lo plasmado en la
investigación (IPP 16-00-000598-12 a cargo del Fiscal Dr. Giagnorio), que data del año
2012, donde no se verificó el vertido de elementos contaminantes como tampoco se
agregó en la acción intentada ninguna constancia de que esa situación se haya
modificado a la fecha. 2º) Contra esa resolución denegatoria, la Asociación Civil Foro
Medio Ambiental (FOMEA) interpuso recurso de apelación, agraviándose de que no se
expresaron fundamentos suficientes para rechazar la cautelar solicitada, lo que resulta
inadmisible, sostienen, en tanto se afecta su derecho de defensa. En esa línea, entiende
plenamente aplicable la doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en la
causa “Comunidad Indígena del Pueblo WichiHoktekToi c/ Secretaría de Medio
Ambiente y Desarrollo Sustentable” (C. 454 XXXXIX, 8-IX-2003). Señala que “La
Emilia S.A. (MOTOMEL)” viola la normativa vigente, en tanto no posee la necesaria
habilitación de ADA o viola sus requerimientos para el vuelco de efluentes líquidos al
Arroyo del Medio o a otro cuerpo receptor y además no se encuentra inscripta en el
Banco Único de Datos de Usuarios del Recurso Hídrico (BUDURH) para explotar el
volumen del agua que se extrae del subsuelo provincial y/o la red pública, con grave
afectación del ambiente medio (agua, aire, suelo y subsuelo) y probable afectación en la
salud pública. Asimismo, indica que como medida de prueba exclusiva de la medida
cautelar, solicitó pedido de informe a la ADA sobre si la planta industrial “La Emilia
S.A.” posee permiso vigente para el vuelco de efluentes líquidos sobre el Arroyo del
Medio y/o algún otro cuerpo receptor, como también permisos de explotación del
recurso hídrico subterráneo y/o red pública y si existe la correspondiente y obligatoria
inscripción en el BUDURH, medidas destinadas a acreditar la clandestinidad del vuelco
de efluentes y por ende la verosimilitud en el derecho. En efecto, reprocha que se haya
omitido el debido tratamiento y posterior proveído de la prueba ofrecida, ya que dicha
omisión la privó arbitrariamente de la posibilidad de acreditar la verosimilitud de su
petición. Cuestiona que se le haya brindado a esta acción el tratamiento de un amparo
clásico, desatendiendo las particulares características del amparo ambiental, omitiendo
específicamente el principio de prevención establecido como norma de orden público en
la Ley General del Ambiente 25.675. Entiende que dicha norma contiene los
presupuestos mínimos para el logro de una gestión sustentable y adecuada del ambiente,
que entre sus objetivos, está el prevenir los efectos nocivos o peligrosos que las
actividades antrópicas generan sobre el ambiente (artículo 2º) y que se establece su
aplicación en todo el territorio de la Nación, definiendo a sus normas como de orden
público y operativas, sirviendo de pautas interpretativas de la legislación específica
sobre la materia (artículo 3º). Por último, critica que, una vez evaluados sus requisitos
de procedencia y admisibilidad, por un lado se admitiera la vía elegida –acción de
amparo ambiental– y por otro, se rechace la medida cautelar, cuando fue fundada en
base a la misma normativa y con los mismos antecedentes. 3º) El caso en estudio ha
sido planteado como acción de amparo ambiental colectivo (art. 43 de la Constitución
Nacional), tendiente al cumplimiento de medidas de prevención y reparación del
presunto daño ambiental denunciado, según los hechos expuestos en el escrito de
demanda. Dentro de esta temática, deberá analizarse la compatibilidad de los principios
que rigen la materia de derecho ambiental, con los recaudos exigidos por el art. 230 del
C.Pr. Civ.C.N. y que son requisitos ineludibles de procedencia de toda medida
precautoria: verosimilitud del derecho, peligro en la demora y que la cautela no pudiere
obtenerse por medio de otra medida precautoria. 4º) El Artículo 41 de la Constitución
Nacional dispone que: “Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano,
equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas
satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y
tienen el deber de preservarlo. El daño ambiental generará prioritariamente la obligación
de recomponer, según lo establezca la ley. Las autoridades proveerán a la protección de
este derecho, a la utilización racional de los recursos naturales, a la preservación del
patrimonio natural y cultural y de la diversidad biológica, y a la información y
educación ambientales. Corresponde a la Nación dictar las normas que contengan los
presupuestos mínimos de protección, y a las provincias, las necesarias para
complementarlas, sin que aquéllas alteren las jurisdicciones locales. Se prohíbe el
ingreso al territorio nacional de residuos actual o potencialmente peligrosos, y de los
radiactivos” (lo remarcado en negrita es nuestro). El artículo 43 C.N. refiere a la Acción
de Amparo y en su segundo párrafo dispone que “… Podrán interponer esta acción
contra cualquier forma de discriminación y en lo relativo a los derechos que protegen al
ambiente, (…) así como a los derechos de incidencia colectiva en general, el afectado,
el defensor del pueblo y las asociaciones que propendan a esos fines, registradas
conforme a la ley, la que determinará los requisitos y formas de su organización” (lo
remarcado en negrita es nuestro). La Ley General del Ambiente 25.675 prevé los
presupuestos mínimos para el logro de una gestión sustentable y adecuada del ambiente,
la preservación y protección de la diversidad biológica y la implementación del
desarrollo sustentable; refiere a principios de la política ambiental, ordenamiento
ambiental y evaluación de impacto ambiental. El “amparo ambiental”, a diferencia del
“amparo clásico” –como lo señala la parte recurrente– tiene basamento en el artículo 43
primer y segundo párrafos de la C.N. y es una acción de protección inmediata del
derecho reglado en el artículo 41, por lo cual, su objeto será la protección de un derecho
humano fundamental particularizado, con fisonomía propia y autónoma que nos llevará
a hablar de un proceso constitucional ambiental o amparo ambiental (ver la
denominación utilizada –entre otros calificados doctrinarios– por Germán Bidart
Campos, en su “Tratado Elemental de Derecho Constitucional Argentino”, Nueva
edición ampliada y actualizada al 2000-2001, tomo I-B, editorial Ediar, pág. 236; por
Daniel Sabsay, en “El Amparo como Garantía para la Defensa de los Derechos
Fundamentales”, publicado en Revista Jurídica del Centro de Estudiantes Nº 6, 1996,
UBA, Facultad de Derecho, Buenos Aires, págs. 28/34; y por Mario Valls, en “Derecho
Ambiental”, quinta edición, Editorial Mario Valls, Bs. As., 1997, pág. 204). 5º) La
protección del medio ambiental ha tenido una acotada producción desde lo
jurisprudencial, hasta la reforma constitucional del año 1994 y de los novedosos y un
criterio práctico, procurando brindar un instrumento de consulta ágil que armonice la
preocupación científica con la problemática que plantea diariamente la actividad
profesional, ante la reforma más importante del Derecho Privado argentino desde la
sanción del Código Civil de Vélez Sarsfield”.