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EL SILENCIO

Según (Cando, 2014), el silencio se refiere a las pausas que se manifiestan en el


proceso terapéutico proveniente del terapeuta o del paciente controlando el proceso y
creando una angustia que resultará favorable para la asimilación de sentimientos y
reconocimiento de responsabilidades en cuanto a las necesidades surgidas en terapia.

Cabe recalcar que el silencio suele aparecer como consecuencia de las resistencias
propias del paciente cuando se tratan temas que le resultan conflictivos o también cuando
existe la búsqueda de apoyo ante un tema expuesto, incluso suele presentarse al inicio de
la terapia debido a la inseguridad que puede causar enfrentarse a una nueva situación
como es la relación terapéutica. En otros casos puede suscitarse cuando el psicólogo
puede mantener inseguridades propias de sí mismo las cuales deben ser mermadas para
que logre así realizar un buen proceso.

En todo caso resulta indispensable romper el silencio con intervenciones


oportunas que logren reestablecer el hilo del proceso. A la vez existen circunstancias
como después de una descarga emocional, una interpretación dada por el terapeuta, o
cuando se desea incrementar la angustia para movilizar cargas afectivas, donde es
necesario mantener unos segundos de pausa que serán beneficiosos para generar
reflexiones y asimilación de parte del paciente ante lo expuesto. (pg. 18, 19)

Como lo expone (Paz, 2015), el terapeuta debe estar consciente que el silencio es
una parte importante de la terapia donde se genera un vacío de palabras, pero no significa
que los pensamientos se encuentres estáticos, mas bien resulta ser todo lo contrario ya
que le permite al paciente aclarar ideas, confrontar situaciones y sobre todo elaborar la
información que se genera en el proceso.

Cabe mencionar que, a pesar del conocimiento de la utilidad del mismo, el silencio
puede causar incertidumbre en el terapeuta al iniciar el ejercicio de la profesión ya que
puede generar dudas e inseguridades de que tal vez no logró llegar al paciente, entre otros
pensamientos generadores de angustia, donde es indispensable que el psicólogo no
muestre su incomodidad evitando dar mensajes opuestos con el lenguaje corporal tratando
de relajarse y poniendo en marcha la escucha activa.
Paz, O. (2015). El silencio en terapia. 22 de abril del 2019, de Psicología y Terapia
Familiar Sitio web: https://oswaldopazpedrianes.jimdo.com/2015/01/21/el-silencio-en-
terapia/

CONCLUSIONES

El silencio es parte esencial de la comunicación terapéutica ya que permitirá al


paciente asimilar y reconocer como propias las emociones, decisiones, confrontaciones
que se generen en el proceso terapéutico. Asimismo, el psicólogo tendrá gran dificultad
de manejar el silencio al inicio de su profesión por lo cual resulta indispensable practicar
habilidades de escucha activa, manejo del lenguaje no verbal y sobre todo entrenarse
continuamente en el manejo de las comunicaciones en la psicoterapia. (Gabriela Paredes)

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