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Asaltos a la democracia, 1963-1989

Héctor Vargas Haya se había dedicado a la investigación de casos notorios de corrupción en la

Administración Pública. Entre sus credenciales estaban el haber servido honestamente como

diputado por casi veinte años y haber presidido la Cámara de diputados durante el periodo 1988-

1989Después de más de diez años de Amargas discrepancias con la dirigencia de su propio

partido, APRA, se retiró de este en el año 2000.

El exparlamentario denunció consistentemente la corrupción en sus diversas formas y exigió

una urgente reforma constitucional para reconstruir instituciones que desde hacía décadas

continuaban desvirtuándose. También es autor de importantes libros que documentan

detenidamente la evolución de las formas de la corrupción de alto vuelo durante los dos

gobiernos de Belaúnde (1963-1968 y 1980-1985), la dictadura militar «revolucionaria» (1968-

1980), el primer periodo presidencial del líder del APRA. Alan García Pérez (1985-1990) y el

régimen de Alberto Fujimori (1990-2000).Ilustra una lucha particularmente difícil en el

transcurso de la cual avances democráticos claves fueron víctimas de arteros asaltos a dichas

aspiraciones democráticas por parte de líderes políticos y jefes militares enmarañados en

cuestionados legados.

Las promesas rotas de Belaúnde

Al entrar al gobierno Belaunde, de quien se decía era un gobierno democrático, tenía 2

problemas: el primero era el conflicto del estado con la IPC, Y el segundo era acerca del apoyo

que el actual presidente había recibido por parte de los militares para llegar al poder. La

regeneración de la democracia constitucional peruana, las reformas radicales y las prácticas

«moralizadoras» prometidas por Belaúnde, dependían, en gran medida de atraer y recompensar

a los militares para que se alinearan con una de las facciones políticas. Sin embargo la unión de

los militares con Belaunde no pudo contener la trayectoria desestabilizadora Aprista, quienes se
unieron con la UNO para tener así mayoría en el congreso y poder contrarrestar la popularidad

del presidente. Además de declarar el Laudo de 1922 (IPC) como nulo por haber violado

requisitos pertinentes.

Lo siguiente en ocurrir fue el retraso de la propuesta del presidente de la reforma agraria por

parte de la confabulación del APRA-UNO, y una vez aceptada la manipularon para llevarla a su

conveniencia.

Belaunde también se vio obligado a ceder a los caprichos de las ffaa ya que estos le habían

proporcionado apoyo en su candidatura. Es asi que en este periodo se compra gran armamento

militar que beneficiaría al ejército.

Los primeros indicios de gestiones impropias de la administración Belaúnde incluyeron el

favoritismo y el tráfico de influencias en los contratos del gobierno.

Estos incidentes aparentemente aislados solo generaron una publicidad marginal, aun cuando

eran las primeras manifestaciones de una creciente corruptela en las esferas más altas del

gobierno y las instituciones militares, un escándalo listo para estallar bajo las condiciones

políticas y económicas apropiadas.

Según informes bien documentados y perceptivos, el gobierno de Belaúnde fue inicialmente

considerado uno de los más limpios en la historia del país. Sin embargo, después de los tres

primeros años de su régimen, la situación fiscal mostraba alarmantes señales de un mal manejo

debido a gastos públicos excesivos sin un incremento correspondiente en los ingresos fiscales.

Los altos déficits fiscales fueron cubiertos mediante la expansión monetaria la cual causo

inflación y la devaluación del sol peruano. Es entonces cuando aumentaron los rumores que

indicaban que el Estado no cobraba rentas

Sumamente necesarias por culpa del extenso contrabando asistido por funcionarios del

gobierno.

El escándalo del contrabando


Varios avistamientos de aviones aterrizando ilegalmente despertaron la sospecha de los

peruanos por lo cual se integra una comisión investigadora dirigida por Vargas Haya, esta

comisión recibe muchas denuncias de contrabando, lo cual denotaba el encubrimiento por parte

del estado hacia este. Poco después se descubre que el contrabando no solamente es vía aérea

sino marítima como lo cual se llama al vicealmirante Raúl Delgado, ministro de la marina,

Quien afirma lo sospechado y promete llevar una corte marcial contra los involucrados.

No cabe duda de que para fines de 1967, el contrabando bien organizado, operaba

evidentemente con el conocimiento y la complicidad de altos funcionarios civiles y militares del

gobierno peruano. En éstas condiciones sumamente críticas, era interés del apra apuntalar a

Belaunde hasta las elecciones de 1969, que ellos creían daría el triunfo a Haya de la Torre. El

escándalo del contrabando amainó, pero pronto aparece otro gravísimo escándalo relacionado

con el petróleo y la IPC.

Un contrato se firma con la IPC, firmado por Fernando Espinosa, y Carlos Loret de Mola por la

Empresa Petrolera Fiscal.

Sin embargo, semanas después se desata la crisis final del gobierno de Belaunde, al declarar

Loret de Mola en la TV, que al contrato le faltaba la infame página once, que él mismo había

rubricado y que fijaba el precio del petróleo que la EPF vendería a la IPC para su refinamiento.

Un grupo militar aprovecha el escándalo para llevar a cabo un golpe de estado, que trajo

consigo cambios drásticos en la conformación política, social y económica del país y sus

instituciones.

Revolución Militar

El palacio de gobierno era allanado por los militares, los cuales a su vez saqueaban las oficinas

de investigación en contra del contrabando. Vargas Haya se vio privado de terminar sus

investigaciones, mas esto no lo detuvo y publico un libro con las evidencias contra los militares,
más poco después estos irrumpieron en la imprenta y confiscaron todas las copias así atentando

el derecho a la libre expresión.

Para Vargas haya eran dos los motivos del golpe de estado

-enterrar la participación militar en el contrabando.

-frustrar los intentos del Apra por llegar al poder.

El poder se centralizo en Velazco Alvarado y en su sucesor Bermudez. Se empiezan a

reemplazar jueces preparados por unos mediocres y corruptos.

La ineptitud económica afecta el ámbito pesquero. De igual manera la reforma agraria resulto

ser un fracaso.

Quebraron capitalistas nativos como los grupos Prado y Aspíllaga que representaban

conglomerados de carteras diversificadas más allá de la agricultura y la exportación.

La mayoría de las empresas del estado resultaron ser inútiles y generaron un gran gasto a este, lo

cual se financiaba a través del crédito y de préstamos externos que constituían parte de la

corrupción.

La gran corrupción y el control ideológico y represivo de la prensa apañaba una corrupción que

parecía ilimitada. En Octubre de 1974 estalla en la prensa parametrada un gran escándalo que

involucraba a EPSA en malversación de fondos. Encarcelan al Gral. Valdez Angulo.

El caso más evidente de malversación fue el del Gral. Javier Tantalean Vanini, quien manejaba

la Empresa Pesca Perú. Malversan los fondos gastándolos en viajes en jets privados, equipos de

futbol y diversos lujos. Sale a relucir un grupo apodado “La Misión”, que desplaza a los

“Altecos”.

El General Morales Bermúdez depone a Velazco del poder, en 1975. Encarcelan A. Tantalean y

a León Velarde entre otros. La corrupción se había tornado inmanejable para el nuevo gobierno

que se iniciaba.
Moralez B. llamó a elecciones en 3 años, después de que la Constituyente completó la nueva

Constitución de 1980.

Belaunde fue elegido presidente por segunda vez en 1980 en un contexto de escalada del

terrorismo y narcotráfico, además del dilema del trato con los militares y sus apremiantes

demandas por conservar sus privilegios, recursos e inmunidad bajo la recién restaurada

democracia civil.

Negligencia benigna.-

En este segundo gobierno Belaunde hizo las paces con los militares proponiéndoles que

mientras ellos se limitaran a la esfera puramente castrense, no habría represalias por los delitos

que estos pudieran haber cometido anteriormente.

Después de los conflictos contra ecuador y el apoyo brindado a argentina para la guerra en las

Malvinas, los militares se aprovecharon para comprar infantería lo cual causo un gran gasto al

estado con un elevado interés.

Belaunde se asiste por el grupo denominado “Dinamo” encabezado por Manuel Ulloa y él se

concentra a diseñar costosos proyectos públicos que contradecían las políticas de reducción del

déficit.

Una facción liderada por Javier Alva Orlandini, presionaba por aumentar el gasto público. Se

incrementa notablemente la deuda externa.

El congreso pierde importancia y diversos factores contribuyen a la erosión de su respaldo

político, y también a una galopante inflación. La deuda externa crece en 40 millones de dólares,

y se presentan desastres climáticos.

A su vez sendero luminoso crece por motivos de corrupción ya que los investigadores estaban

involucrados en casos de narcotráfico. También se descubre la violación de derechos humanos

en zonas de emergencia cubiertas por los militares, además de descubrirse vínculos del APRA

con el narcotráfico.
Se produce un gran escándalo ya que el narcotraficante Guillermo Cardenas Davila se ofrece a

pagar la deuda externa si se le dejaba actuar con impunidad, lo cual es negado y se le sentencia a

20 años de cárcel, resultando con la muerte del susodicho en un motín.

Todos estos elementos de corrupción en la sociedad peruana de aquella época dan pie a una

democracia liberal y al intervencionismo estatal con un candidato aprista , Alan García.

Los Medios de Alan García.-

Alan García entra a la presidencia en 1985 y es recibido con grandes expectativas ya que era la

primera vez que el partido aprista llegaba al poder. Pero poco tiempo después se pondría en

evidencia el diferencia miento entre Alan García y el fundador del partido Aprista, Haya de la

Torre

Inicialmente, el presidente había logrado mantener un importante respaldo público y la

colaboración de influyentes grupos de élite gracias a su carisma personal y a sus sigilosas

transacciones políticas y económicas. Pronto se hizo evidente que García buscaba manipular el

manejo económico para conseguir resultados políticos. Los peligros de la intervención populista

no perturbaron a los importantes intereses económicos que habían logrado un pacto o

concertación con el gobierno de García con la finalidad de que reactivara la economía mediante

la expansión de la oferta interna.

Además García anuncio que limitaría el pago de los intereses de la deuda externa al 10 % de los

ingresos totales de las exportaciones peruanas, lo cual coloco al Perú en una situación incómoda

en la comunidad financiera internacional.

Dos años después todo su plan económico se empezó a desmoronar con la anunciación de

nacionalizar los bancos y compañías de seguro.


García empezó a hacer cambios favorables en la corrupción invitando a retiro a cargos del

ejército que eran corruptos y dependiendo más de la policía que de los militares para así dejar de

darles poder. Así también se experimentó una mejora en contra del tráfico de drogas.

En este inicio de gobierno la prensa era muy condescendiente con el presidente ya que

apuntaban a conseguir beneficios por parte de este es así que no se reportaban grandes

escándalos políticos. Las primeras señales y percepciones de renovada corrupción aparecieron

debido a la presencia cada vez mayor de militantes y simpatizantes apristas en los puestos e

instituciones de la Administración Pública.

En este gobierno el sistema de justicia era totalmente ineficiente, era tanto así que llegaba a un

punto en que los jueces aceptaban sobornos por parte de narcotraficantes con total impunidad,

además cabe mencionar que tanto los magistrados de lima como los de provincia tenían miedo

de denunciar terroristas por miedo a represalias.

Uno de los escándalos más fuertes en el gobierno de García fue el ocurrido en las prisiones que

en un levantamiento generado por senderistas y presos , se cometieron más de 3000 ejecuciones

in situ, vulnerando muchos derechos humanos. Con lo acontecido García solo atino a mostrar su

semblante político y evito asumir responsabilidades.

La corrupción empezó a salir tras el fallido intento de nacionalizar la banca y también se acusó

al gobierno de encubrir tráfico de armas. El desastroso desempeño económico que condujo a

tasas de inflación de cuatro dígitos y a una caída del 14 por ciento del PBI incrementó la presión

contra el régimen aprista en el poder. Además las obras no terminadas como el tren eléctrico de

Lima se convirtieron en un gran símbolo de corrupción. Asimismo el control de precios de los

alimentos genero especulación y más problemas para las personas de bajos ingresos.

Cabe destacar la alianza de los militares peruanos con los narcotraficantes, para detener el

avance de sendero luminoso.

Una vez que García dejo el cargo se empezaron a llevar varios cargos contra este a

investigación. Entre los principales cargos se presentaban el enriquecimiento ilícito y el pedido


y la aceptación de sobornos. Todos estos cargos demuestran lo incompetente del poder judicial

y de la política.

Juicio frustrado

Se crea una moción multipartidaria en la cámara de diputados para dar paso a una comisión

bautizada como “Olivera” la cual estaría encargada de buscar evidencias de los actos de

corrupción cometidos por el anterior presidente Alan García. Dicha comisión fue integrada por

Lourdes Flores, Pedro Catediano, Fausto Alvardo.

Durante la investigación se dio el Golpe de estado de Fujimori con lo cual se mandó arrestar al

ex presidente Alan García, con lo cual este se refugió en la embajada Colombiana y poco

después partió hacia Bogotá y luego hacia parís en donde viviría los próximos 8 años. García

siempre negó los cargos que se le otorgaban.

Persistencia de los patrones de corrupción.-

El Apra mostró que su legendaria disciplina interna y sus astutos abogados y sus conexiones

internacionales, podían se accedidos para mantenerse en el poder.

Después de 1992 el gobierno inconstitucional de Fujimori ayudó indirectamente a la defensa

legal de García, gracias a su interferencia en un juicio torpemente manejado, cuyo resultado fue

la desestimación del caso contra el exiliado presidente.

García y sus asociados, se beneficiaron con el continuo deterioro del sistema legal peruano,

influido y corrompido aún más por las fuerzas escondidas detrás del régimen de Fujimori.
Desde la década de 1960 hasta la de 1980, los asaltos a la democracia revelaron las débiles

bases institucionales, las reformas incompletas y lo crecientes problemas sociales heredados

desde la década de 1950.

Pese a la voluntad de avanzar con una reforma honesta, el primer gobierno de Belaunde quedó

atrapado en un lodazal político que finalmente produjo su caída. Belaunde estuvo sujeto a la

influencia militar y a la corrupción en las adquisiciones de las instituciones armadas. La

recalcitrante oposición parlamentaria encabezada por el apra, minó al régimen retrasando

reformas y medidas de política urgentes, agravaron la crisis conjuntamente con la inflación

reinante.

La investigación parlamentaria del extenso contrabando se vio interrumpida por el golpe militar

de 1968. Durante 12 años, la Constitución, las Instituciones, las políticas públicas, la economía

y los medios de comunicación se vieron sometidos a la intervención y el control militar.

Un cronograma de transición fue aplicado para devolver el poder a funcionarios electos en

1980.

Los medios de corrupción heredados del régimen militar perduraron en la década de 1980 y

comienzos de la del 1990, durante el segundo régimen Belaundista y el primer gobierno de

García.

El costo global de la corrupción creció consistentemente en el periodo 1960-1989.

Sin embargo los niveles más altos de corrupción tuvieron lugar en la década de 1970. En

consecuencia podemos considerar el régimen militar “revolucionario”, como el más corrupto del

periodo, seguido por el primer gobierno de Alan García.

El público debió enfrentar la inmensa ola de corrupción que creció durante la “década infame”

del depredador régimen de Fujimori-Montesinos.

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