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TEMA 12: EL CONCURSO DE

ACREEDORES
1. PRINCIPIOS INFORMADORES
A través del concurso se hace posible la ejecución universal de créditos sobre el patrimonio del
deudor común. Se regula por la Ley Concursal,Ley 22/ 2003 de 19/julio. Cuando el patrimonio
del deudor sea insuficiente para cumplir todas sus obligaciones, si se permite que los acreedores
continúen defendiendo sus intereses de modo individual y separado, algunos de los créditos
contra el deudor serán satisfechos en su totalidad, en perjuicio de los demás.
Para evitar esta circunstancia, y realizar los fines propios del concurso, se necesita paralizar las
actuaciones individuales de los acreedores frente al deudor. Se articula el procedimiento
concursal basado en los principios de universalidad y de par conditio creditorum.
• Principio de universalidad: en el concurso deben integrarse todos los acreedores (masa
pasiva), con todos los créditos de que sean titulares frente al deudor, todos los bienes y
derechos realizables del deudor (masa activa).
• La par conditio creditorum: supone la necesidad de que los acreedores del concursado reciban
un tratamiento igual.
La aplicación de estos principios resulta en una comunidad de pérdidas, atendida la insuficiencia
del patrimonio del deudor común para hacer frente a sus obligaciones, sus acreedores asumen
un sacrificio patrimonial proporcional ya que no van a cobrar íntegramente sus créditos.

2. PRESUPUESTOS DEL CONCURSO


2.1. Presupuesto subjetivo
La declaración de concurso procederá respecto cualquier deudor, sea persona natural o jurídica.
Este criterio tiene dos excepciones:
• Las entidades que integran la organización territorial del Estado, los organismos públicos y
entes de Derecho Público no podrán ser declarados en concurso.
• Pese a carecer de personalidad jurídica, la herencia pueda ser declarada en concurso en tanto
en cuanto no resulte aceptada pura y simplemente.

2.2. Presupuesto objetivo


Como presupuesto objetivo para la declaración del concurso el deudor se encuentra en estado
de insolvencia(su patrimonio es insuficiente para satisfacer sus obligaciones). Legalmente es el
estado en el que el deudor no puede cumplir regularmente las obligaciones que le son exigibles.

2.3. Presupuesto formal


2.3.1. Legitimación para solicitar la declaración de concurso
Están legitimados para solicitar la declaración de concurso:
• El deudor. Si es persona jurídica la solicitud corresponde a su órgano de administración o de
liquidación.
• Cualquier acreedor, salvo que haya adquirido el crédito por acto intervivos , y a título singular
después de su vencimiento y antes de los seis meses a la solicitud.
• Para solicitar la declaración de concurso de una persona jurídica, los socios o integrantes que
sean personalmente responsables por las deudas de aquélla.
• Para solicitar la declaración de concurso de la herencia, los herederos y los acreedores del
deudor fallecido y el administrador de la herencia.
2.3.2. Clases de concurso según el instante
El concurso es voluntario cuando el solicitante es el propio deudor. Es necesario en otros casos.
Que el concurso sean voluntario y no necesario puede tener consecuencias en relación con que
la declaración del concurso tiene sobre las facultades patrimoniales del deudor: el concurso
voluntario supone que el deudor queda con sus facultades patrimoniales intervenidas.
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Se estimula la solicitud de la declaración de concurso, y se favorece al legitimado distinto del
deudor que lo pide: las costas ocasionadas por la declaración del concurso se consideran crédito
contra la masa. El deudor que se opone a la solicitud tiene la obligación de consignar el importe
de los créditos vencidos del acreedor instante y el acreedor solicitante gozará de un privilegio
general por la cuarta parte del importe de sus créditos no subordinados.

2.3.3. Declaración de concurso


El concurso se declara por el Juez mediante auto, se publica en el BOE y en un diario de mayor
circulación en la provincia dónde el deudor tenga el centro de sus intereses (y en otro de la
provincia de su domicilio, si son diferentes). En los Registros Civil (si el deudor es persona física)
y mercantil (si es sujeto inscribible en el Registro Mercantil), o en otros Registros públicos (en los
que conste el deudor si es persona jurídica no inscribible en el Registro Mercantil).

3. ÓRGANOS DEL CONCURSO


Los órganos de la estructura orgánica del concurso son: el Juez y la administración concursal
(ambos órganos necesarios en todo el concurso), la Junta de Acreedores, y el Ministerio Fiscal.

4. EFECTOS DE LA DECLARACIÓN DEL CONCURSO


4.1. Efectos sobre el deudor
La declaración de concurso tiene efectos sobre las facultades patrimoniales del deudor común:
• Intervención: si el concurso es voluntario, el deudor conserva las facultades de
administración y de disposición sobre su patrimonio, pero sujetas a intervención de modo que
la administración concursal debe autorizar los actos de administración.
• Sustitución: si el concurso es necesario, las facultades del deudor sobre su patrimonio se
suspenden, se sustituye al deudor por la administración concursal, a la que corresponde la
realización de los actos de administración.
El Juez puede decretar la suspensión en caso de concurso voluntario y la intervención en caso de
concurso necesario, y el cambio, en cualquier momento, de la situación inicial a la otra.
Ambas situaciones afectan a las facultades patrimoniales de administración y disposición sobre
bienes, derechos y obligaciones que deban integrarse en las masas del concurso, y no a los
bienes y derechos del deudor que sean personalísimos o que no tengan carácter patrimonial,
sean inembargables y tampoco a bienes o derechos de terceros que administra el concursado.
La declaración de concurso no interrumpe a la fuerza la actividad profesional del deudor. Al
contrario, se pretende continuar la actividad pero a través de la administración concursal.

4.2. Efectos sobre los acreedores y los contratos


4.2.1. Efectos sobre los acreedores
Todos los acreedores quedan integrados en la masa pasiva. Quedan excluidos los que sean
titulares de créditos concursales contra la masa.
Resultan afectadas las acciones individuales: Las acciones individuales que correspondan al
ámbito jurisdiccional del Juez del concurso no pueden ejercitarse después de declarado, solo
ante el Juez del concurso. Las iniciadas antes continuarán hasta la sentencia. Las ejecuciones
judiciales o extrajudiciales y los apremios administrativos contra el patrimonio del deudor no
pueden iniciarse declarado el concurso y no pueden continuar los iniciados antes. Sólo podrán
continuar los procedimientos administrativos en los que ya se hubiera dictado providencia de
apremio y las ejecuciones laborales en las que ya se hubieran embargado bienes, siempre que
los bienes que se van a embargar no sean necesarios para continuar la actividad del deudor.
Las ejecuciones de garantías reales tienen un trato especial si recaen sobre bienes afectos a la
actividad profesional del deudor. Declarado el concurso no puede iniciarse ni continuarse (salvo
si ya estuvieran publicados los anuncios de subasta del objeto y éste no fuera necesario para la
continuidad de la actividad profesional), pero la parálisis es transitoria y la suspensión temporal:
cuando se apruebe un convenio que no afecte al derecho con garantía real, o transcurra un año
sin que se haya producido la liquidación, pueden iniciarse o reanudarse.

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4.2.2. Efectos sobre los contratos
La declaración de concurso no produce la resolución de los contratos anteriores. Las cláusulas
que establezcan la resolución de contratos por la causa de la declaración del concurso de una de
las partes se tendrán por no puestas. El principio de vigencia de los contratos cede si la
declaración de concurso es causa legal de extinción o si las partes pueden pactar la extinción del
contrato y también cuando la ley les reconoce la facultad de denuncia unilateral.
En virtud del principio de vigencia los contratos con obligaciones recíprocas deben cumplirse.
Cuando, a la fecha de declaración del concurso, una de las partes ha cumplido sus obligaciones y
la otra no, si el incumplidor es el deudor, el crédito se incluirá en la masa pasiva, y si es la
contraparte en la masa activa. Cuando al declararse el concurso ninguna de las partes ha
cumplido con las prestaciones debidas por el concursado se cumplirán con cargo a la masa
(cumplimiento de la contraparte es el ingreso en la masa activa); pero si conviene al concurso
puede solicitarse la resolución que el Juez puede negar.
La administración concursal, en interés del concurso, tiene facultades para rehabilitar contratos
de crédito o de adquisición de bienes con pago aplazado o de arrendamientos, resueltos por el
incumplimiento del deudor antes de la declaración de concurso, pagando las cantidades debidas
y asumiendo las futuras con cargo a la masa.

5. LAS MASAS ACTIVAS Y PASIVAS DEL CONCURSO


5.1. Determinación de la masa activa
Constituyen la masa activa todos los bienes y derechos patrimoniales (no los que no tienen
contenido patrimonial, ni los inalienables) del deudor, excepto los inembargables.
Reintegración de bienes a la masa activa.
A la masa activa inicial deben añadirse los bienes que salieron indebidamente del patrimonio del
deudor antes de la declaración del concurso. La ley regula unas acciones revocatorias especiales
o concursales mediante las cuales los administradores concursales pueden atacar los actos
realizados en perjuicio de la masa activa por el deudor en los dos años anteriores a la
declaración del concurso, aunque no hubiera habido intención fraudulenta en ellos.
Separación de bienes de la masa activa.
Al margen de los derechos de ejecución separada, sólo se separan de la masa activa los bienes
que estando en poder del concursado, son de propiedad ajena, habrán de ser entregados a sus
titulares, siempre que el concursado no tenga sobre los mismos derechos de uso o garantía.

5.2. Determinación de la masa pasiva


5.2.1. Créditos contra la masa
En el concurso existen dos conjuntos diferentes de créditos: créditos concursales y créditos
contra la masa. Los créditos concursales se integran en la masa pasiva, son los créditos que han
sido comunicados a la administración concursal y reconocidos por ésta, cuyos titulares figuran en
la lista de acreedores.
Los créditos contra la masa no se incorporan a la masa pasiva y sus titulares no se integran en la
Junta de acreedores, no votan las propuestas de convenio ni quedan afectados. La ley confiere
tal carácter de crédito concursal. Salvo algunos créditos anteriores (por razones sociales y
humanitarias: créditos por salarios si no supera el doble del salario mínimo y créditos de
alimentos que tenga el deber legal de prestar), los créditos contra la masa son posteriores a la
declaración, contraídos por el propio desarrollo del procedimiento concursal.
Pueden dividirse en gastos y obligaciones. Los créditos de gastos y costas judiciales ocasionados
por el propio procedimiento concursal. Las obligaciones constituyen un grupo de créditos
derivados de la continuación de la actividad del deudor, del mantenimiento de contratos, de la
administración, conservación y gestión de los bienes y derechos de la masa activa.

5.2.2. Clasificación de los créditos concursales


Los créditos concursales, una vez comunicados y reconocidos, son clasificados por la
administración concursal en privilegiados, ordinarios y subordinados.
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Los créditos privilegiados y subordinados constituyen una excepción al principio de la pars
conditio creditorum. La regla general es el carácter ordinario de créditos.
Son créditos ordinarios los que no están legalmente considerados ni privilegiados ni
subordinados, que constituyen excepciones, “positiva” y “negativa”, con relación a aquéllos. No
se admiten más privilegios ni más aplazamientos que las establecidas en la Ley Concursal.
Los créditos privilegiados se clasifican en créditos con privilegio especial (créditos con garantía
real o funcionalmente similares) si afectan a determinados bienes y derechos, y créditos con
privilegio general (se privilegian parcialmente por política social o interés general) si afectan a
la totalidad del patrimonio del deudor.
Los créditos subordinados son créditos aplazados con relación a los ordinarios (no cuentan en las
adhesiones para la tramitación y la aprobación de una propuesta anticipada de convenio, ni en el
pasivo exigido para la constitución de la Junta de acreedores y no tienen derecho de voto en la
Junta de acreedores). En algunos casos la postergación se impone como sanción ante conductas
inadecuadas, tanto en el procedimiento concursal (créditos comunicados tardíamente o no
comunicados) como al margen del mismo (créditos derivados de la revocación del contrato
cuando la contraparte haya sido declarado de mala fe). En otros, deriva de la menor
consideración del crédito respecto al resto, por ser ésta la voluntad de las partes (créditos
subordinados por pacto contractual); por ser accesorios de otros créditos (intereses); o por su
carácter sancionador (multas). En otras ocasiones la subordinación es por la desconfianza ante la
cercanía de acreedores al concursado, podrían haber aprovechado del desorden patrimonial del
deudor antes de su declaración (créditos de personas especialmente relacionadas con el deudor)

6. SOLUCIONES AL CONCURSO: CONVENIO Y LIQUIDACIÓN


6.1. El convenio concursal
La Ley Concursal prevé dos soluciones para el concurso: el convenio y la liquidación. Según la
Ley, la primera es la solución normal del concurso y el sistema la fomenta y favorece.
Sólo el deudor que no haya pedido la liquidación y no esté acusado de las prohibiciones legales
podrá presentar una propuesta anticipada de convenio, desde la solicitud del concurso
voluntario o la declaración de concurso necesario hasta la expiración del plazo de comunicación
de créditos (en la fase común). Tal propuesta ha de presentarse con adhesiones de acreedores
ordinarios o privilegiados cuyos créditos superen la quinta parte del pasivo; así la ley se asegura
de que la propuesta del deudor cuente con un apoyo. A las adhesiones “iniciales” (necesarias
para su admisión a trámite) deben sumarse otras hasta conseguir el pasivo exigido. Si no se
alcanza el deudor podrá optar por mantener la propuesta en la fase de convenio con el fin de
intentar su aceptación en la Junta de acreedores.
El deudor que no haya pedido la liquidación ni presentado propuesta anticipada y acreedores
que representen una quinta parte del pasivo, pueden presentar propuestas ordinaria de
convenio, en dos períodos: desde la finalización del plazo de comunicación de créditos, hasta
que el inventario y la lista de acreedores sean definitivos (final de la fase común); o desde la
convocatoria de la Junta de acreedores (comienzo de la fase de convenio) hasta 40 días antes de
la fecha prevista para su celebración. Debe ser aceptada en la fase de convenio en Junta de
acreedores, necesitándose que los votos favorables alcancen el pasivo legalmente exigido.
El contenido del convenio coincide con el de la propuesta, porque ésta se acepta o se rechaza
como se formuló, sin que pueda modificarse. El convenio puede contener:
1. Proposiciones de quita o espera, o ambas, teniendo en cuenta que la quita no podrá exceder
de la mitad del importe de cada uno de los créditos ordinarios, y la espera no podrá superar
los cinco años (aunque el Juez podrá autorizar la superación de estos límites en caso de
concurso de empresarios cuya empresa pueda tener trascendencia para la economía)
2. Proposiciones de enajenación a favor de persona determinada del conjunto de bienes y
derechos del concursado afectos a su actividad profesional o de determinadas unidades
productivas, con el compromiso del adquirente de continuar la actividad profesional y de
pagar sus créditos a los acreedores(la ley precisa que el convenio en ningún caso podrá
consistir en la cesión de bienes y derechos a los acreedores en pago o para pago, ni en
cualquier forma de liquidación global del patrimonio del concursado);
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3. Proposiciones alternativas para todos o algunos acreedores, incluidas ofertas de conversión
de los créditos en acciones, participaciones o cuotas sociales, o en créditos participativos.
El convenio debe acompañarse de un Plan de Pagos detallado y cuando prevea la continuación
de la actividad profesional de un Plan de Viabilidad.
La propuesta de convenio además de ser aceptada por los acreedores necesita la aprobación
judicial que es un control judicial sobre la legalidad y la viabilidad del convenio. La aprobación
del convenio no supone la conclusión del procedimiento, sino el inicio de sus efectos:
1. La cesación de todos los efectos de la declaración de concurso, y su sustitución por los
establecidos en el concurso (lo que supone el final de las limitaciones de las facultades
patrimoniales del deudor, aunque el convenio puede establecer medidas prohibitivas )
2. El cese de la administración concursal, salvo si se abre la sección de calificación, sin
perjuicio de las funciones que pueda atribuir el convenio a los administradores concúrsales
3. Los créditos quedan extinguidos en la parte a que alcance la quita y aplazados por la espera.
El convenio sólo afecta al deudor y a los acreedores ordinarios y subordinados (que quedan
sometidos a las misma quitas y esperas). Los privilegiados no quedan sujetos al convenio, salvo
que voten a favor del mismo o se adhieran a la propuesta anticipada o al convenio aprobado
antes de la declaración judicial de cumplimiento.

6.2. La liquidación del concurso


La liquidación se presenta como una solución subsidiaria respecto del convenio, que opera
cuando no se alcanza o se frustra éste o se solicita por el deudor cuando no quiere convenio.
La fase de liquidación puede abrirse: A solicitud del deudor, del acreedor, de oficio.
Durante la fase de liquidación se mantienen todos los efectos de la declaración de concurso (o se
reponen, si hay un convenio anulado o incumplido), y se añaden otros, destacan:
1. La suspensión de las facultades patrimoniales del deudor.
2. la disolución del deudor persona jurídica
3. el vencimiento anticipado de los créditos concursales aplazados
4. la conversión en dinero de los créditos que consistan en otras prestaciones.
.- Las operaciones de liquidación
.- Realización de la masa activa.
Los principios básicos que informan la realización de los bienes y derechos de la masa activa son
la continuidad de la empresa, y la enajenación con procedimientos que aseguren la libre
concurrencia de ofertas y la objetividad del precio (los administradores concursales tienen
prohibido adquirir los bienes y derechos que integran la masa activa).
Hay que aprobar un plan de liquidación a propuesta de la administración concursal, no es
necesario; si no hay, la ley tiene unas “reglas supletorias” que aplican los principios enumerados.
.- Pago a los acreedores, se realiza según la clasificación de sus créditos.
Antes de satisfacer ningún crédito concursal se pagarán los créditos contra la masa, para lo que
se deducirán de la masa activa los bienes y derechos (con exclusión de los bienes y derechos
para pagar los créditos privilegiados especial). Si fuera insuficiente, se distribuirá entre todos
por el orden de sus vencimientos.
El pago de los créditos con privilegio especial se hará con cargo a los bienes y derechos que los
garantizan. Si el producto no alcanza a satisfacerlos, la parte no reintegrada se pagará como los
ordinarios. Si lo excediera de lo necesario, con el remanente se pagará los demás créditos.
Después se pagarán los créditos con privilegio general. Se pagarán por el orden que enuncian los
créditos en la Ley Concursal, y a proporción si el disponible no es bastante.

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7. LA CALIFICACIÓN DEL CONCURSO
La formación de la sección de calificación del concurso sólo procede cuando sea aprobado un
convenio con una quita superior a un tercio del importe de los créditos o una espera superior a
tres años y en apertura de la fase de liquidación.
El concurso puede calificarse como fortuito o como culpable. Será fortuito en todos los casos en
que no se califique como culpable. El concurso será culpable cuando la insolvencia haya sido
generada o agravada por dolo o culpa grave del deudor, de sus representantes legales o de sus
administradores o liquidadores, de derecho o de hecho, si fuera una persona jurídica.
La ley establece unos supuestos que arrastran la calificación como culpable sin probar el dolo o
la culpa grave. La sentencia que califique el concurso como culpable tiene graves efectos para
las personas afectadas y sus cómplices:
• Efectos personales: inhabilitación para administrar bienes ajenos durante un período de dos a
quince años, para representar a cualquier persona (no es una incapacitación, es una
prohibición legal para actuar que no alcanza a los cómplices)
• Efectos patrimoniales:
1. Pérdida de los derechos que pudieran tener como acreedores concursales o de la masa
2. Obligación de devolver los bienes o derechos que hubieran recibido de la masa activa
3. Obligación de indemnizar por los daños y perjuicios causados
4. Puede obligar a los administradores/liquidadores, de derecho o hecho, del deudor
persona jurídica, y a los que hayan tenido esa condición en los 2 años anteriores al
concurso: a pagar a los acreedores el importe que de sus créditos no perciban en la
liquidación de la masa activa.

8. CONCLUSIÓN Y REAPERTURA DEL CONCURSO


8.1. Conclusión del concurso
Causas de conclusión del concurso. El concurso no concluye con la aprobación del convenio: es
el cumplimiento del mismo el que pone fin al concurso (el incumplimiento provoca la rescisión
del convenio, la finalización de la fase de convenio y la apertura de la fase de liquidación). No
concluye por fallecimiento del concursado: continuará como concurso de la herencia.
El concurso sólo se da por terminado por tres causas:
• Por imposibilidad de su continuación: bien porque ha sido revocado el auto de declaración
del concurso, o porque todos los acreedores han desistido.
• Por haber alcanzado su finalidad: porque el convenio ha sido cumplido y declarado
judicialmente, o porque se compruebe la íntegra satisfacción de la totalidad de los créditos.
• Por imposibilidad de alcanzar su finalidad, cuando se comprueba la inexistencia de bienes y
derechos del concursado o de terceros responsables con los que satisfacer a los acreedores.
Esta causa no opera si se está tramitando la Sección de calificación.
La resolución judicial que acuerde la conclusión del concurso recibirá la misma publicidad que la
declaración de concurso. La conclusión del concurso hace cesar todos sus efectos (hay
excepciones: se mantiene la inhabilitación del concursado si fue calificado culpable) y provoca
el cese de la administración concursal. La conclusión del concurso de persona jurídica por
inexistencia de bienes implica la extinción de dicha persona jurídica.

8.2 Reapertura del concurso


El concurso concluido sólo puede reabrirse si la causa de la conclusión fue la inexistencia de
bienes y de derechos de contenido patrimonial.
• Si el concursado es persona natural, la conclusión del concurso le permitió continuar con su
actividad o iniciar otras. Si en los cinco años siguientes se declare de nuevo en concurso se
considera la reapertura del concurso.
• Si el concursado es persona jurídica, la conclusión del concurso supuso su extinción y no ha
podido tener ninguna actividad más. La reapertura se da si aparecen nuevos bienes para pagar
a los acreedores insatisfechos, se limitará a la liquidación de los nuevos bienes.

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