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LEY DE FINANCIAMIENTO.

“Dueños de la fuerza pública y del derecho de recaudar los impuestos, los


funcionarios, como órganos de la sociedad, aparecen ahora situados por
encima de ésta.”

-Friedrich Engels (filósofo, sociólogo y periodista).

El proyecto de ley de financiación de Colombia últimamente ha preocupado a


muchos de nuestros ciudadanos, y es prudente comenzar este escrito exponiendo el
móvil de este. Se sabe que el gobierno debe destinar un presupuesto de gastos para
cada sector institucional del país, como lo son educación, salud, etcétera. Para lo
anteriormente mencionado se debe recaudar 14 billones de pesos aproximadamente
y la ley de financiación es una propuesta que se discute en el Congreso para
implementarla y así obtener esta cantidad de dinero.

Ahora bien: veamos los aspectos de la propuesta de nuestros funcionarios y sus


repercusiones en el bolsillo de los colombianos(teniendo en cuenta clases sociales).

Primero, la elevación de los recaudos mediante la elevación de las tarifas del IVA a
la mayor parte de la canasta y aumento de la tarifa a la renta de las personas
naturales. De esto podemos anotar en primera instancia que en ocasiones pasadas,
funcionarios públicos declararon que el aumento del impuesto de valor agregado
sobre la canasta familiar, no usaría como forma de recaudo. Y cómo segunda
instancia que nuestro hoy presidente, Iván Duque, en su campaña política afirmó
muchas veces que en su gobierno no habría ampliación del IVA porque el tenía
diferentes formas de financiar sus proyectos. ¿Dónde están esas propuestas,
Duque?

Segundo, reducción de la tarifa de renta a las personas jurídicas e introducción de


todo tipo de subsidios para las empresas. Es inconcebible que siendo está una de
las mejores formas de obtener los recursos necesarios para financiar los sectores de
nuestro país, considerando el número de empresas extranjeras en Colombia, sea
esta tarifa reducida.
Tercero, devolución del IVA al 30 % más pobre. La regresividad no se arregla con la
devolución del IVA. Ya que es un hecho que la reducción del impuesto a las
personas jurídicas está muy por encima de lo que recibe el 30 % más pobre. Se
repite la práctica general de las reformas tributarias de darle prioridad al recaudo
sobre la equidad fiscal. Lo que en pocas palabras es: “los que tienen más pagan
menos.” Y cómo dice la frase del filósofo Engels al comienzo del escrito, este es un
mecanismo diseñado por nuestros funcionarios, quienes parecen estar por fuera de
él.

Lo curioso es que el primer componente implica una elevación de los recaudos de


$13 billones, el segundo una reducción de $10 billones y el tercero una disminución
de $2 billones; aproximadamente. Por lo cual es utópico pensar que está ley de
financiación va a cubrir el déficit fiscal, ya vimos que el trasfondo de todo esto es el
aumento de beneficios para personas jurídicas, cuando de impuestos se trata, y para
compensarlo se amplía el impuesto de valor agregado y se suben las tarifas de
renta de las personas naturales.

Con lo que se cubre en realidad ese hueco fiscal es con otros mecanismos
contemplados en la ley de financiamiento, como la privatización de empresas, la
normalización tributaria y la modernización de la DIAN, el alza de los precios del
petróleo y la supuesta reactivación de la economía. ¿Serán esos los “benignos”
mecanismo mencionados por nuestro presidente?

No es tributariamente justo que operemos bajo un sistema de IVA de menos


obligaciones para el capital que obtiene mayores remuneraciones. Con esto vamos
viendo que la progresividad no es muy propia de la economía colombiana.
Pongamos por ejemplo a Europa donde este esquema no funciona mal, esto se
debe a que la clase media tiene un ingreso muy superior al del 30 % más pobre y
dispone de un estado sólido de bienestar. En cambio, en los países que no existen
esas condiciones, la distribución del ingreso se deteriora y los ingresos del trabajo se
contraen.
Análogamente, cabe preguntarse si está reforma en realidad va a contribuir a la
reactivación de la economía. Ya que son inefectivos, en economías que operan con
deficiencia de demanda, los estímulos de oferta de la baja de salarios.

Podemos observar como fue presentado este proyecto de ley de financiación: como
una forma de cubrir el hueco fiscal, reducir las inequidades y superar el
estancamiento de varios años. Sin embargo, a lo largo de el estudio crítico que
hemos realizado en este escrito, se concluye que en realidad esta principalmente
dirigido a reducir los gravámenes de las personas jurídicas y el capital, eleva la
participación del capital en el producto nacional y no garantizan la reactivación de la
producción y el empleo.
Y para terminar, veo la solución sólo en el manejo coordinado de la política fiscal,
monetaria y comercial que supere el exceso de ahorro y sostenga el balance
externo.
POR: OSCAR JOSÉ VALDEZ VALDÉS.

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