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Paidés Educador
‘lkimostiulos publicados:
1S. E,W. Eisner - Educar la vision atstica
1M. Castells y otros - Nuevas per
1A PuiggrosImperaliomo, eduoncin y neoiberalismo en América Latina
‘A. Coulon - Etnometodologéa yeducacion
NN. Luhmann «Teoria dela sociedad y pedagogla
18. Duch -Laeducacion ya ss de la modemidad
129, A Camillon!y otras - La evaluacién de los aprendizaesenel debate diddctico
contemporéneo
7. B.Aisenbergy S. Alero
138, 8 Gonzdlery Lee de Marenco (comps) -Escuchar, hablar, leary escribir en la EGB
139, H.R. Mancuso Metodologia dela insestigacion en ciencas sociales
140. M. Kaufman y L. Famagalli (comps) - Ensenarciencias naturales
elpuales 0 ciferentes?
Plaget-Usgotsky: la péness social del pensamiento
161, J.P. Das otros - Dislexiaydifculades de lecture
162. C. Carrion - Valores y prncipias para evalua la educacion
163. L, Vinlepra - Educactan y cntica
165. M. Benlloch (comp) - La educacign en cencia: ideas para mejorar su pictica
166. E, Willems ~El valor humano de la educacién musical
Edgar Willems
El valor humano
de la educacién musicalPALABRAS FINALES
Llegamos al final de nuestra tarea. ¢Logramos convencer a algu-
nos lectores acerca de la nobleza de la carrera de educacién musi-
cal, 0 vivificar el entusiasmo de quienes ya la eligieron? Lo espera.
mos vivamente, porque en la actualidad es muy grande la demanda
de educadores, y es el momento propicio para que la educacién mu.
sical ocupe el lugar que le corresponde en todos los niveles de la en.
sefianza.
Confiamos en que el lector nos agradeceré por no haber hecho
Iiteratura. Intentamos decir las cosas importantes con palabras sim.
ples. Por el contrario, lo invitamos a trascender las palabras me-
diante una actitud sensible, intuitiva, que le permita tomar contac.
to con Ja unidad de la vida musical humana y con los elementos
ordenados que la constituyen.
Se necesita, por cierto, una mentalidad nueva para seguir esta
via; grandes errores de intelectualismo o de materialismo obstru-
yeron el camino de la evolucién. Su concepcién, nacida en el si-
glo xix, continué siendo, como la Psicologia (que nacié a finales
de ese siglo) puramente materialista. Esta concepcién no podia
satisfacer a los psicélogos que se interesaban por las artes, La Psi-
cologfa entré en razones con bastante rapidez; con respecto a las
ideas que se refieren a la evolucién musical, les cuesta trabajo im.
ponerse.
Por eso invitamos constantemente a Jos lectores a testimoniar
Aexibilidad y también un ideal. En nuestra época es indispensable218 EL VALOR HUMANO DE LA EDUCACION MUSICA.
comprender que espiritu y materia forman una sola unidad; y el ar-
te musical esté en éptimas condiciones de demostrarlo.
Reaccionamos, por cierto, contra algunas corrientes modernas
que quieren innovar a cualquier precio y no vacilan en su preten-
sin de que hay que hacer tabla rasa con el pasado, algo que, por lo
dems, es imposible en la prictica. Quienes comprenden que las raf-
ces del arte no estén en la materia artistica, sino en Ia naturaleza
humana, se dan cuenta de que lo que cambia es tan s6lo la superfi-
cie de las cosas; la esencia de los elementos primeros seguiré sien-
do la misma.
Cuando los innovadores trabajan en la linea de la evolucin ma-
terial y espiritual a la vez, en la revisi6n de los valores del pasado y
en abrir nuevos horizontes, realizan una obra util. Por otra parte,
los compositores no tienen responsabilidades inmediatas; son li-
bres. No ocurre lo mismo con los educadores; éstos tienen a su car~
go preservar los valores inmutables que tuvieron vigencia a lo largo
de todos los siglos. No se trata de una tarea facil, pero es factible; de-
na de entusiasmo.
10s contra el exceso de intelectualismo, uno de los
gros de nuestra época, de nuestra propia raza, con respecto al arte.
¢Podemos confesar que muchos elementos del libro se nos ocurrie-
ron por la noche, ya acostados, en estado de somnolencia? Asf, la
intuicin, més all del intelecto, puede ir «a la pesca» en el vasto
10 de la vida musical, una y armoniosa. Asf también podemos
invitar a los j6venes y a los menos j6venes a tratar de superar el ce-
rebralismo tomando contacto, por ejemplo, con el pensamiento y la
actitud de los orientales.
Se trata de encaminarse hacia el secreto de las cosas, hacia su
esencia, poniendo en su lugar los detalles y las cosas superficiales.
Esto puede hacerse con mayor facilidad al comienzo de la educa-
cién musical que més tarde, cuando a menudo ya se saltaron eta-
pas. Es preciso llegar a ente sin abandonar las leyes de la
vida, es decir, ser prdctico, positivo, dejando la puerta abierta a lo
irracional.
Cuando un compositor actual, Alberto Ginastera, dice: «La com-
i6n es un problema de estado de gracia», enuncia una gran ver-
PALABRAS FINALES 219
dad. De igual modo, cuando Paul Dukas afirma: «Se necesita saber
mucho y hacer masica con lo que no se sabe>, dice algo valido, y no
bromea, dice lo que le ocurre cuando trabaja. :
En efecto,
cosas
ay que legar a captar la naturaleza profunda de las
muy relativamente, es claro— y el resto vendra i.
: 0 Por afiadi-
dura con el trabajo y, sobre todo, con el amor por la mtisica.
= ntimero de alumnos, su cardcter a veces dific falta de ma-
terial, nada detendra al educador que posea los principios vitales; es
creador: ‘segtin las leyes de la vida, la cual no tiene limites ni restric-
ciones. Ademés, creemos que los profesores de educacién mu:
oe comparten nuestro ideal se dan cuenta, a través de su act
lad, que estan en el buen camino, el de la rey i
oe -generacion y no el de la
Asimismo creemos poder decir que jamés se empleardn palabras
demasiado grandes para hablar de éste, nuestro noble arte: la miisi,
a, y que jams seré exagerado el respeto por la educacién musi
Sahat por icacién musical