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Datos:

Integrantes:
 Vilma Nina Quiñonez
 Lizbeth Anquise Apaza

ORDEN
SOCIAL
Dedicatoria

Dedico este trabajo al profesor Juan P. Noa torres y a mis compañeros de


clases, de la carrera de ingeniería comercial para que podamos conocer más
sobre el orden social de referencia a la constitución política con sus
respectivos artículos y así conocer más de este tema en nuestra sociedad.
También dedico este trabajo a mi mamá ya que estuvo apoyándome y
soportándome viendo tantas horas en la computadora buscando
información. Gracias mami <3
Agradecimiento

Doy gracias al profesor por designarnos este trabajo, y así poder nosotras
tomar la decisión de investigar, analizar. Espero que este trabajo este al
modo que usted quiso ya que no soy muy buena realizando este trabajo
como monografías. También agradezco a mi mamá y a mis hermanas por la
paciencia que me dieron al estar ocupando cada rato el internet.
Resumen
En este trabajo tomaremos la importancia e influencia del
constitucionalismo del Estado social. La Constitución del Perú de 1993
aborda parte delos derechos sociales.
El propósito de este trabajo consiste en analizar la ética social y la
dignificación de la vida humana. En este sentido, es pertinente estudiar
cómo la evolución social en la actualidad ha convertido a las
organizaciones del Estado en una expresión estructural y funcional de las
relaciones de poder por la apropiación de los excedentes sociales de
producción y la ética como el mecanismo instintivo que reproduce la
conducta socialmente aceptada. Bajo esta óptica, se hace imprescindible
nuevas formas de convivencia sustentadas en la ética social, la
dignificación de la vida humana y la justicia social, en la cual se plantean el
individuo y la sociedad, puesto que las organizaciones actúan como una
entidad fluida, la cual se moviliza para insistir, resistir y fortalecer las
acciones del personal, sin permitir que las adversidades afecten el éxito
obtenido por una organización al alcanzar los objetivos propuestos.
 Índice
1: Niklas Luhmann
2: Conflicto como sistema social
3: Orden Social
4: Teorías del orden social
5: Las normas que crean el orden social
*Problemas del orden social
*Naturaleza humana y orden social
*Orden social cambiante
*Interés social y orden público
6: Orden social: introducción al concepto jurídico
7: Concepto de seguridad
8: Importancia del orden
9: La seguridad social en el Perú
10: Naturaleza jurídica de los derechos sociales
11: Derechos sociales en general
12: naturaleza jurídica
13: derechos sociales en la constitución
14: Articulo 4
*La centralidad de la persona humana
*La sociedad fundada en la verdad
*Participación
15: Principios de la seguridad social
*p. de la solidaridad
*p. de justicia social
*p. de oportunidad
*p. de legalidad
*p. de furtividad
16: derecho de la seguridad social
*Constitución
*Leyes
*Reglamentos
*Doctrina
*Jurisprudencia
*Estado de necesidad
17: destino del derecho en una sociedad diferencial
18: Niklas y el orden social
*¿Cómo es posible el orden social?
*Objetivos de luhmann
*¿Objetividad o construido?
*Las ideas de luhmann
19: cambio social
*Definición del cambio social
*Dirección del cambio
*Ritmo del cambio
*Factores que inciden el cambio social
*Tipo de cambio
*Organización del cambio
20: orden social y control social
21: orden social y orden sociológico
Introducción
Desde que el hombre aprendió a vivir en sociedad, se ha preocupado siempre por
atender sus necesidades, como también de sus derechos. Fue por ello que, se crearon
organizaciones, leyes, otros tipos de entidades, que brindaron ayuda al miembro de la
comunidad que sufría alguna disminución frente a las adversidades de los tiempos o de
las circunstancias.
El orden social, aspecto fundamental para el desarrollo y composición de un país y para
el mundo, son experiencias que se cruzan y mezclan entre los individuos sobreviviendo
y participando en la propia historia de un país. Tendremos la oportunidad de analizar la
importancia de ser parte del orden social, reflexionando sobre su influencia en la
sociedad y la forma en que se lleva a cabo a través de la secuencia y resultados reales.
Esto resulta de la cultura propia de una familia, de una sociedad, de un país, donde
crecen con ideas e imposiciones que frenan o avanzan su desarrollo de vida, incluso
influye tanto que, pueden violar sus derechos y no decir nada por la propia idea de la
carencia de preparación y el baja autoestima que no permite sobresalir en sociedad.
1: Niklas Luhmann
La teoría de los sistemas sociales de Niklas Luhmann busca trascender este
abordaje dualista proponiendo una imagen de orden social que resulta
compatible con el conflicto. Dicha alternativa teórica encuentra sus
fundamentos en los presupuestos de complejidad y contingencia de los que
parte esta perspectiva sistémica. Todo sistema social opera en entornos que
poseen más complejidad de la que puede abarcar, por lo que debe
seleccionar estrategias de reducción de complejidad que, inevitablemente,
se presentan como contingentes. De esta manera, todos aquellos
acontecimientos que impliquen algún tipo de desviación o desafío con
respecto a dichas selecciones son contemplados como alternativas siempre
disponibles y, por tanto, plenas de sentido para los sistemas sociales. Por
esta razón, el conflicto no puede concebirse como un acontecimiento
contradictorio u obturado por el orden social. El mismo aparece como una
alternativa siempre disponible en el proceso de su producción y
reproducción, sin que esto propicie su disolución.
El orden social como sistema Desde sus orígenes la sociología se preocupó
por la cuestión del orden social, es decir, por el modo en que se coordinan
los comportamientos individuales dando lugar a la emergencia de
fenómenos colectivos. A pesar de esto, se destaca que no fue hasta la
aparición de la teoría sociológica de Parsons que se vislumbró a la temática
como un problema y no como un hecho autoevidente de la vida con otros.
Para Luhmann resulta productivo atender al problema del orden social. A
pesar de esto, discrepa con el tratamiento que le otorga el sociólogo
norteamericano. De acuerdo con Luhmann, no se puede ser entendida
meramente como un problema analítico para la sociología, más bien debe
abordarse como un problema mundano, concreto y permanente con el que
deben lidiar los seres humanos y los sistemas sociales. En este sentido, la
procede como una fuente de estímulos permanente para la construcción y/o
transformación del orden. En esta dirección, se entiende que el orden social
es posible “gracias a” y no “en contra de”. La posibilidad de reinscribir el
problema en el mismo funcionamiento de los sistemas sociales le otorga a
la teoría mayor dinamismo y apertura hacia la consideración de aquello que
escapa a una solución particular.
La solución al problema solo podía remontarse a una circunstancia externa
y previa al círculo contingente.
Ninguna acción es posible si ego hace depender su comportamiento del de
alter, por lo que la acción debe depender de un orden previamente existente
y definido. Para Luhmann, en cambio, la contingencia remite a aquello que
no es necesario ni imposible, es decir, a lo que “es”, pero que también
puede ser de otro modo. En el marco esto implica que la ocurrencia de la
acción social no es dependiente de la acción de otro, aunque
inevitablemente se relacione y se referencie en ella. Se describe una
contingencia estrictamente social; todo lo que sucede en su ámbito
pertenece al orden social y su carácter contingente resulta independizado de
las intenciones y las motivaciones de los actores. A partir de esto, Luhmann
postula que los sistemas son sistemas autónomos con respecto a los seres
humanos, quienes se hayan ubicados en el entorno de éstos, ya sea como
sistemas psíquicos o vivos. Así es posible comprender que el orden social
no requiere de la eliminación de las diferencias individuales. Lo social y la
autonomía individual no resultan incompatibles. Esta decisión desacredita
aquella imagen que supone que el orden requiere de la eliminación de las
conductas adversas.
Tampoco el proseguir intereses individuales se vislumbra como adecuado.
Sin embargo, Luhmann no acuerda con buscar la solución en una teoría
general de la acción que vía socialización integre un componente
normativo orientativo. Adicionalmente, Luhmann discrepa en el excesivo
énfasis que pone Parsons en las estructuras culturales, valorativas y
normativas como las únicas capaces de resolver. En el mejor de los casos,
esto constituye solo una de las posibilidades para la producción del orden
entre otras. Por ejemplo, existen equivalentes funcionales como los medios
de comunicación simbólicamente generalizados (poder, dinero, amor,
verdad, entre otros), cuya constitución es antagónica con las formas de
reducción de complejidad prefiguradas por los sustratos culturales que
resuelven el problema del orden social temporalmente en el pasado,
objetivamente en los contenidos compartidos y socialmente en la identidad
de los interlocutores. Este reduccionismo sería un obstáculo no solo para la
comprensión del orden social, sino también para la inclusión de los
conflictos como formas de orden.
Luhmann desea mostrar que es la misma situación de improbabilidad la que
dinamiza la emergencia de los sistemas sociales: “bajo esta condición,
cualquier autodeterminación surgida arbitrariamente y calculada de
cualquier manera, ganará valor de información y de relación para otras
actuaciones”. El círculo doble contingente se rompe cuando sucede algo,
cuando se observa una selección y se actúa en consecuencia. Cualquier
casualidad surgida en el ámbito permite lidiar con ella, es decir,
establecerse como una estructura condicionante para las partes: "El orden
social se lleva a cabo cuando alguien hace una propuesta o efectúa una
acción que pone a los otros en una situación de reacción: aceptar o rechazar
la propuesta". La contingencia social no desaparece, pero toda instancia
siguiente se articulará positiva o negativamente con base a la determinación
definida. Como mencionamos al principio, el orden precisa de estructuras,
pero no de su estabilidad. Las estructuras, que para Luhmann se
materializan en expectativas, no eliminan la indeterminabilidad, pero la
reducen a dos opciones: la conformidad o la decepción. El orden social es
un sistema que no desarrolla preferencia alguna por estas alternativas. A
través de las estructuras el sistema aprende de los sucesos y así, reproduce
su identidad sistémica: "En esta propuesta de solución al problema de la
doble contingencia lo que se busca es resolver, fundamentalmente, es el
problema de la capacidad de enlace de las operaciones de un sistema”
Desde esta actualización de la teoría de los sistemas sociales, accedemos
a una concepción de orden social sumamente dinámica que se muestra
sensible a la contingencia. En el marco se constituyen estructuras que
orientan al sistema y a su reproducción. No obstante, la reproducción del
sistema no precisa que las estructuras sean efectivas en la regulación de las
acciones. A partir de las estructuras, el sistema puede observar a aquello
que se distancia de las expectativas y actuar en consecuencia. El sistema no
reproduce estructuras sino operaciones; las primeras resultan necesarias en
tanto permiten condicionar la contingencia sin eliminarla. En esta
dirección, todo acontecimiento que desafíe las selecciones sistémicas
establecidas resulta plausible como aquello que no es esperado desde la
perspectiva de la estructura. Es decir, como algo que recuerda al sistema
acerca del carácter contingente de sus estructuras: “La formación de
expectativas iguala un gran número de acontecimientos altamente
heterogéneos al denominador común de la decepción de la expectativa, y
designa así líneas de tratamiento”.
Desde nuestro punto de vista, esto tiene que ver con que el orden se
concibe como regulación, condicionamiento o limitación de la
contingencia, aunque ésta no pueda ser excluida. Aquí, la contingencia solo
puede ser vista como la emergencia de lo que se presenta como
inobservado por la estructura.
2: El conflicto como sistema social
¿Qué es lo que sucede una vez que se ha comunicado una contradicción,
expresado un rechazo o manifestado una negación? En este punto, sostiene
una hipótesis que tiene antecedentes en la teoría sociológica y que remite a
la posibilidad de pensar al conflicto no como la disolución de lo social,
sino, por el contrario, como un modo particular de vinculación. Una de las
tesis centrales del sociólogo alemán en torno al conflicto es que éstos
configuran verdaderos sistemas sociales debido a que, a su manera, dan
lugar al orden social a partir de una resolución particular al problema de la
contingencia social. Una vez que se ha presentado un conflicto, se hace
posible la orientación de los comportamientos a partir de considerar al otro
como contrario o enemigo. De este modo, pese a que el origen del conflicto
pueda ser arbitrario y contingente, una vez ocurrido queda “regido por la
DC”, es decir, se presenta como una forma específica de reducción de
complejidad en el marco de la constelación alter-ego. Así, no son solo los
acuerdos y el consenso los que viabilizan el orden, sino que también los
conflictos lo posibilitan.
Al poner en evidencia la insuficiencia de las estructuras para regular el
orden social, el conflicto posibilita el enlace de las acciones más allá de que
existan dudas acerca de las expectativas que se deben seguir. El conflicto
ocupa el lugar de las estructuras en el sistema; las partes ya no se orientan
como lo hacen normalmente por expectativas específicas de
comportamiento, sino por medio de una expectativa más amplia y general
que remite al patrón de conflicto: no hago lo que quieres si no haces lo que
quiero.
El sistema social se orienta por la expectativa de que todo lo que hará
el otro me perjudicará o no me beneficiará: “lo que daña a alter es
considerado por ego (en principio, limitadamente, luego de manera
general) como su propia ventaja, cosa que vale para alter”.
Contrariamente a lo que se podría suponer, observa que estos sistemas son
fuertemente integradores al tender a subordinar toda acción a la lucha.
Integración no quiere decir aquí algo funcional o positivo para el grupo,
sino principalmente, reducción de grados de libertad. Esto significa que
toda acción desarrollada en
el contexto de la rivalidad aparece como un aspecto de la rivalidad
misma. En relación con esto, los conflictos vuelven altamente
interdependientes a las partes, debido a que las motivaciones para la acción
se encuentran atadas a los comportamientos del contrincante.
Los conflictos logran algo que en vano se ha buscado mediante llamados a
la lealtad: un efecto de unión muy considerable en relación con la
interpenetración y la estructura. Esto no es solo válido para la solidaridad
en el interior en los partidos en disputa, sino, y justamente también, para la
rivalidad misma.
Quien pierde a su enemigo, siente un vacío peculiar, pues le faltan motivos
de acción a los que él mismo se había obligado.
Otra característica de los sistemas de conflicto es su carácter expansivo y
así, potencialmente peligroso para el sistema social al interior del cual se
forman. Cuando el conflicto comienza a generalizarse como expectativa,
cualquier conducta puede ser vista como asociada al conflicto. Es decir, el
conflicto es expansivo en tanto puede dar lugar a una dinámica de
apropiación de todo tipo de elementos y recursos del sistema para
reproducirse. Todo es interpretado en términos de contradicción con los
objetivos propios. Todo lo que sucede en el sistema social es reducido
estructuralmente a la bilateralidad del conflicto. Por esta razón, se habla de
los conflictos como sistemas “parásitos” que tienden a absorber toda la
energía y los recursos de otros sistemas. De este modo, el conflicto no es
destructivo por sí mismo, sino que lo puede ser en relación con el sistema
en el cual apareció. Podríamos decir, el conflicto sirve como un mecanismo
de inmunidad, pero también, si no se contiene, puede dar lugar a la
desaparición del sistema. Por ejemplo, cuando alguien se cansa de discutir
y decide abandonar la interacción; aquello que podía ayudar al sistema se
transforma en su sentencia de muerte: “es apropiada la metáfora de la
existencia parasitaria de conflictos; aunque, por lo general, se distingue del
parasitismo por el hecho de que no persigue simbiosis, dado que tiende a la
absorción del sistema anfitrión por parte del conflicto”.
La equivalencia entre conflicto y sistema social nos permite llevar nuestro
argumento un paso adelante.
Fundamentalmente, destacamos que esta tesis no aporta a la comprensión
de las razones del conflicto. La pregunta que se orienta no es cómo es
posible el conflicto, sino cómo este es manejado en el sistema social.
Solo pudimos reconocer que el conflicto, una vez que aparece, no trae
aparejada una desorganización del sistema, debido a que no deja a la acción
social en una situación de total indeterminación. El conflicto desempeña
una función estructurante en el sistema. En este caso, es observable
contundentemente el vínculo entre orden social y conflicto. Ahora bien,
esta tesis nos permite confirmar que el problema del orden social es visto
como un problema de control, hecho que dificulta la comprensión de las
razones por las cuales emergen o se manifiestan los conflictos. Nótese que
el conflicto puede ser observado como un tipo de orden social en tanto se
configura como una estructura que logra regular y condicionar las acciones
del sistema. El conflicto representa un equivalente funcional con respecto a
las estructuras o expectativas normales de los sistemas, y en eso radica la
plausibilidad de su conformación como sistema. En este caso, nuevamente,
no es el orden social el que viabiliza al conflicto. Más bien, es el conflicto
el que, a su modo, viabiliza el orden social. Podríamos decir, el conflicto no
representa, en primera instancia, una amenaza para el orden social, en tanto
otorga condicionamientos específicos para continuar con las acciones del
sistema. El conflicto escapa a la regulación de la estructura, no obstante,
como tal permite lidiar con la DC.

El conflicto y la sociedad
Se destaca en reiteradas instancias que el conflicto es un hecho cotidiano,
frecuente, masivo, banal, aleatorio y hasta arbitrario, en el marco de su
teoría de los sistemas sociales desea explicar la razón por la cual algunos de
ellos se vuelven más significativos, generan efectos más amplios y
desarrollan una “carrera social importante”. Mientras que la gran mayoría
de los conflictos sociales se desactivan rápidamente, se debilitan, se
solucionan o dejan de despertar interés; otros parecen estabilizarse y
alcanzar una amplia relevancia social, es decir, producen “consecuencias
importantes durante un largo periodo con efectos en gran escala social”. En
este punto, nuestro autor cuestiona la idea de que los conflictos relevantes
serían solo aquellos estructuralmente determinados como, por ejemplo, los
de clase o los de dominación. En primer lugar, porque esto implicaría negar
la multiplicidad de circunstancias que dan lugar a los conflictos y, en
segundo lugar, porque limitaría el potencial del sistema de inmunidad al
restringir la variedad de conflictos significativos. En definitiva, a no le
interesa distinguir un tipo especial de conflicto especialmente relevante,
sino que desea comprender las condiciones que posibilitan que ciertos
conflictos adquieran una relevancia social más amplia que otros.
Algunas de las referencias externas que pueden condicionar los conflictos y
así, seleccionarlos para que se extiendan más allá de los contextos de
interacción, pueden ser otros sistemas sociales como la política, la
economía, el derecho o la moral. Por ejemplo, cuando la temática de un
conflicto parece tener relevancia política o cuando los contendientes en un
conflicto desean sostener que sus posturas son públicamente correctas.
También, cuando la resolución de una disputa requiere de la intervención
de un tribunal que decida en torno a la misma. Adicionalmente, las
organizaciones también pueden tener la capacidad de seleccionar conflictos
y extenderlos. Aquí podríamos pensar en los sindicatos, las asociaciones
profesionales o también ciertas organizaciones no gubernamentales. De
esta manera, la sociedad constituye un sistema de inmunidad que, mediante
el condicionamiento, hace posible que no se excluyan aquellos conflictos
que puedan ser relevantes en sus consecuencias para la reproducción del
sistema social.
Sin embargo, esto no responde la pregunta por la carrera exitosa de los
conflictos. ¿Cómo se seleccionan aquellos conflictos que cobrarán
importancia? En principio, lo visto hasta aquí solo permite reconocer a
aquello que da lugar a que las disputas trasciendan el carácter
circunstancial de una interacción. Pero, qué es lo que lleva a que un
conflicto adquiera importancia en la sociedad. Sobre este punto, se tiende a
limitar y plantear dos procedimientos o mecanismos que servirían para ello.
Por un lado, el derecho, que mediante el reforzamiento de posiciones
políticas y económicas, puede legitimar al conflicto. En las sociedades
tradicionales estas dimensiones se encontraban menos diferenciadas, por lo
que era de esperar que la disposición para el conflicto fuera menor. En la
sociedad moderna, en cambio, la diferenciación funcional entre derecho,
política y economía ha permitido que el derecho logre una mayor
independencia y, por tanto, otorgue más oportunidades para la
manifestación del conflicto. Por el otro, se encuentran los movimientos
sociales, los cuales permiten que los conflictos se extiendan en el tiempo a
partir del logro de adhesiones y compromisos individuales para con
determinados objetivos, que pese a ser poco claros o específicos, permiten
ubicar adversarios, reunir disposiciones de conflicto y, de este modo,
direccionar a la acción común. Ambas formas de extensión y desarrollo de
conflictos contribuyen al sistema de inmunidad de la sociedad. Por esta
razón, se entiende que no resulta del todo adecuado considerarlos como
procedimientos opuestos: unos a favor de la estructura, los otros en contra
de ellas.
Para el sociólogo alemán, en ambas instancias de lo que se trata es,
justamente, de reproducir la sociedad cuando las estructuras se muestran
insuficientes. En palabras del autor: “En el marco de esta formación
selectiva de la contradicción y el conflicto, el reforzamiento de las
posiciones negativas por medio del derecho y de la manifestación de
agitaciones, de la crítica y de protestas en forma de movimientos sociales,
ha adquirido una significación complementaria. En la usual argumentación
socio histórica, ambas soluciones se contraponen: el complejo político
económico derivado del capitalismo moderno y la globalidad de los
movimientos sociales que esto provoca. Teóricamente sería más productivo
distinguir entre estructura de expectativa y sistema de inmunidad. Así, por
lo menos, se evidenciaría que la sociedad moderna, comparada con los
procesos históricos desestabiliza las estructuras y aumenta
considerablemente el potencial de negación. Será entonces menos
importante saber si él no se articula más desde las posiciones del poder, del
derecho, o desde el contexto de los movimientos sociales”.
Del mismo modo que lo hemos mostrado en los apartados anteriores,
encontramos que la integración del conflicto en la teoría de la sociedad de
tampoco da respuesta a la tensión que venimos advirtiendo.
Específicamente, la teoría de la sociedad no presenta una explicación en
torno a las razones que motivan la emergencia de los conflictos. El
sociólogo alemán reafirma que los conflictos son fenómenos aleatorios que
surgen permanentemente en las interacciones y de circunstancias de lo más
variadas. Consecuentemente con los puntos anteriores, para la emergencia
del conflicto basta con que se comunique un No. Alternativa que el sistema
siempre tiene a la mano. Partiendo de esta premisa, lo que le interesa es
mostrar los mecanismos que permiten seleccionar aquellos conflictos que
podrían tener una relevancia mayor para la sociedad. En conexión con esto
se destaca la existencia de mecanismos que organizan esos conflictos en
patrones significativos. Por otra parte, el derecho y los movimientos
sociales, son dos mecanismos claves para el reforzamiento e
institucionalización de los conflictos. A partir de estos planteos, Luhmann
argumenta, de un modo similar al que venimos mostrando, que el conflicto
es compatible con la sociedad (con el orden social), de hecho, es necesario
en tanto ésta debe mantener abiertas suficientes posibilidades de conflictos
para desarrollar su sistema de inmunidad.
La sociedad no se protege contra el conflicto, sino gracias a él. Dicho esto,
la teoría de la sociedad no se ocupa de comprender sus razones, sino de
atender al modo en que, como sistema social, puede condicionar, regular,
manejar, reproducir y extender los conflictos. La pregunta que orienta la
indagación no es por qué emergen los conflictos, sino cómo la sociedad los
canaliza y los utiliza para su supervivencia.

3: Orden social
Orden social es un concepto de las ciencias sociales que designa a la
estructura social entendida como mantenimiento de la jerarquía, las normas
y las instituciones aceptadas socialmente mediante el consenso social y la
conformidad.
Las formas de relación y comportamiento social consideradas
incompatibles con tal orden definen, por oposición, el denominado
comportamiento antisocial y la marginalidad.
El mantenimiento del orden social no implica que dentro él no exista
"desorden" o contradicciones inherentes. Toda sociedad,
independientemente de su permanencia o estabilidad, presenta aspectos
caóticos o disfuncionales; así como existen los conflictos sociales y el
"disenso" de los disidentes.

La forma en que tales disfunciones y disidencias se gestionan (represión,


tolerancia, asimilación, negación) definirá el grado de reformismo,
progresismo, conservadurismo o autoritarismo social.

El orden social es un sistema de instituciones, marcos e interacciones


relativamente persistente, capaz de continuar reproduciéndose por sí mismo
mientras se mantengan las condiciones esenciales de su propia existencia.

Tales condiciones incluyen las relaciones de producción, la propiedad, las


relaciones de poder, las formas y expresiones culturales y de comunicación,
la ideología o los valores.
4: TEORÍAS DEL ORDEN SOCIAL
En las ciencias sociales, el orden social es un conjunto de ligadas
estructuras sociales, instituciones y prácticas sociales para, mantener y
hacer cumplir las formas de relacionarse y de comportarse.
Una "orden social" es un sistema relativamente persistente en las
instituciones, los patrones de interacción y costumbres, capaces de
reproducir continuamente al menos las condiciones esenciales para su
propia existencia. Se refiere a todos los hechos de la sociedad que se
mantienen relativamente constantes en el tiempo. Estas condiciones
podrían incluir tanto las relaciones de propiedad, intercambio y poder, sino
también las formas culturales.
Supone que los elementos de una determinada estructura social son
interdependientes entre sí.
Esta teoría la principal preocupación son las grandes estructuras e
instituciones sociales de la sociedad, sus interrelaciones y su influencia
constrictora en los individuos.
El estructural- funcionalismo plantea que el propósito de la sociedad es el
mantenimiento del orden y la estabilidad social, y que la función de las
partes de una sociedad y el modo en que estas están organizadas , la
estructura social, serviría para mantener ese orden y esa estabilidad.
Principales postulados del funcionalismo son:
* Establecer una analogía de la vida orgánica y la vida social.
* Realizar funciones especializadas en los grupos
* Las acciones consientes e inconscientes de los individuos provocan
una movilidad y función de la sociedad. Refiere a la movilidad como la
acción o función que desempeña un individuo.
* Para el estructural-funcionalismo lo importante es el individuo”
El estructuralismo y el Funcionalismo tienen como base la teoría positivista
y organicista de Spencer, la acción social de Max Weber, y otras.
El Estructuralismo considera que no hay un hecho, humano o social,
que no suponga una estructura. Estructura que está conformada por el
modelo orgánico que plantea un paralelismo entre la organización y la
evolución de los organismos vivos, la organización y la evolución de las
sociedades. Estas encargado.
En las ciencias sociales, el orden social es un conjunto de ligadas
estructuras sociales, instituciones y prácticas sociales para, mantener y
hacer cumplir las formas de relacionarse y de comportarse. Una "orden
social" es un sistema relativamente persistente en las instituciones, los
patrones de interacción y costumbres, capaces de reproducir continuamente
al menos las condiciones esenciales para su propia existencia.

5: Las Normas Que Crean El Orden Social


*Problemas De Orden Social
Problemas de Orden Social Cuando algunas personas no obtiene de su
medio físico la satisfacción de las necesidades en el orden material, a veces
emocional o incluso cuando han sufrido abusos de formas diferentes se
sienten insatisfechas, desmotivadas y su autoestima ha decaído se refugian
o tratan de olvidar sus problemas en el uso de ciertas drogas y alcohol, para
olvidar sus penas y temores y lo consumen hasta perder el control y
enfermarse. Los problemas de orden social será que solo afectan.
* Naturaleza Humana y Orden Social
La estática social puede compararse con la forma en la que se estudia la
anatomía, tomando en cuenta el modo de organización del cuerpo social,
así como también el objeto de la sociología que es la historia de la
humanidad considerada como un solo pueblo. Esta estática puede
descomponerse lógicamente en dos partes, en el estudio preliminar, y en el
estudio propiamente dicho de la naturaleza humana.
*Orden Social Cambiante
Nadie está obligado a cumplir una orden o a defender una postura que
repugne su conciencia moral. Este es el uso que hacemos en cuanto doctos,
es decir en la medida en que nos atrevemos a pensar desde nuestra propia
conciencia. Si la libertad está dada por naturaleza, si los hombres pueden
ser libres, entonces deben ser libres. Negar el uso público de la razón, es
negar la libertad. Y el alcance de esa prohibición no es individual sino
social. Ser sujetos ilustrados significa ser sujeto.
* Interés social y orden público
Ordenamientos jurídicos inicien su capitulado expresando que son de orden
público e interés social, En el análisis de estos conceptos es conveniente
que primero se establezca la diferencia entre uno y otro Establecer cuándo
una leyes de orden público e interés social no es tarea fácil, ya que estas
siempre deben velar por el bienestar y la sana convivencia de los
ciudadanos. Aunque es común escuchar “orden público” e “interés social”
juntos, es de vital importancia tener en mente que no son lo….

6: Orden Social: Introducción al Concepto Jurídico


De acuerdo con Eduardo Jorge Arnolett:
En una sociedad hay orden social cuando una buena parte de los actos
individuales y grupales están coordinados y regulados con fines sociales.
Para que esa coordinación y regulación de conductas se produzca,
generalmente es necesario establecer diferenciaciones jerárquicas entre
los integrantes de la sociedad, vale decir, establecer relaciones políticas, de
mando y obediencia, que revelen el orden imperante.

Esa diferenciación no es el único medio posible para tal fin: en


comunidades primitivas es frecuente observar que, más que el jefe, impera
la costumbre; en el otro extremo, en sociedades muy avanzadas, la
participación activa de los ciudadanos acentúa el carácter bidireccional y
recíproco de la relación política y atenúa su carácter de subordinación, pero
en la mayoría de los casos, el orden social es generado por el
establecimiento de relaciones políticas de mando y obediencia, que
evidencian la existencia de un poder, en nombre de una finalidad social: la
convivencia armónica entre los hombres.

7: CONCEPTO DE SEGURIDAD SOCIAL.


La Seguridad Social es la doctrina que enseña y difunde el derecho
de las personas, como miembros de la sociedad, a la protección
contra los diferentes riesgos, actuales y diferidos, mediante el
conjunto de sistemas organizados que otorgan cobertura oportuna y
eficaz para conjurar dichas contingencias.
En el Perú, se encontraba elevada a rango constitucional en el Capítulo III,
referente a la Seguridad Social, de la Carta Magna de 1979; en la
Constitución Política de 1993 promulgada en 29 de diciembre de ese año se
encuentra en el Capítulo II, que trata de los Derechos Sociales y
Económicos, involucrando prestaciones de salud y cobertura de riesgos
diferidos y el derecho de todos a la salud integral.
Actualmente en el país comparten la Seguridad Social el Seguro Social de
Salud y diversas entidades como Mutualidades y Derramas así como el ya
no tan nuevo Sistema Privado de Administración de Fondos de Pensiones.
En el campo de la Salud coexisten independientemente EsSALUD y las
Empresas Prestadoras de Salud (EPSs), empresas privadas que brindas
seguros de salud y conservación y recuperación de ella; inicialmente se da
con la promulgación del Decreto Legislativo Nº 718, que regulaba la
creación y operaciones de la Organizaciones Privadas de Salud (OSS). La
actual constitución Política del Perú permite la existencia paralela de otras
entidades que ofrezcan prestaciones de mejor calidad o adicionales a las
que ahora ofrece EsSALUD, siempre y cuando coexista con ellas el
consentimiento previo del asegurado de EsSALUD a integrarse a los
sistemas alternativos (AFPs y EPSs). El Poder Ejecutivo dictó el Decreto
Ley Nº 25897 y el Decreto Legislativo Nº 718 por los que se crearon,
respectivamente, el Sistema Privado de Pensiones y el Sistema Privado de
Salud, los que tienen carácter de complementarios a los Sistemas
Nacionales de Salud y Pensiones. Esta apertura a sistemas alternativos
paralelos, si bien constituye una iniciativa particular y potencialmente
beneficiosa para la fuerza laboral peruana, también puede incidir en una
sustancial disminución de los ingresos que por aportaciones percibe
actualmente la Oficina de Normalización Previsional (ONP), significando
así inminente peligro de desfinanciamiento en los fondos de Pensiones que
administra.

8: Importancia del Orden:


Muchas veces hemos recibido el consejo de llevar una Vida Ordenada, en
muchos aspectos de nuestras actividades cotidianas, teniendo por ejemplo
una Dieta Ordenada que contemple la ingesta de una gran variedad de
alimentos para gozar de buena salud, como también tener Orden
Alimenticio, acompañando a lo anterior en lo que respecta a respetar las
distintas comidas, en su debido horario y sus cantidades recomendadas.
Para poder llegar a un Orden, en todo aspecto, es necesario contar con una
Metodología y Sistematización, es decir que tengamos planificado los
Pasos Metodológicos para poder realizar algo, y que exista una correlación
entre los mismos de modo tal que no se puedan alternar o modificar,
haciendo que se llegue únicamente a Un Solo Resultado sin importar la
cantidad de veces que repitamos la tarea. Es bastante frecuente la
utilización del concepto de Orden como contraposición al Caos,
refiriéndose al primero como una de las formas de lograr un Progreso o
Crecimiento, relacionándose además con la tranquilidad de una
metodología de trabajo determinada, aplicada a distintos ámbitos de nuestra
vida.
Por último, destacamos la aplicación del Orden Social, siendo este término
ligado a la correcta aplicación del Sistema de Leyes mediante la utilización
de una Forma de Gobierno determinada, permitiendo el correcto desarrollo
de los ciudadanos dentro de un grupo social determinado, como también el
crecimiento de la sociedad a nivel Económico, Político y Cultural.
9: LA SEGURIDAD SOCIAL EN EL PERÚ.
Como decíamos al tratar sobre la introducción al curso, desde que el
hombre es como tal y ha vivido en un mundo hostil, sujeto a las
inclemencias de la naturaleza y a las circunstancias particulares de su modo
de vida cualquiera que este fuere, ha practicado una suerte de sistema, que
no empezó desde luego con esa configuración, por el cual brinda
protección a los miembros más débiles y necesitados de su comunidad.
Como sistema de Seguridad Social, organizado debidamente, el proceso de
previsión y protección es relativamente reciente y, al menos en nuestro
país, data de 5 a 6 décadas atrás. No olvidemos que el Imperio Incaico
conoció un Sistema Previsional que funcionaba de acuerdo con el régimen
colectivista vigente.
La Historia del Perú nos hace recordar que, en épocas posteriores al
incanato, , tiene su primer antecedente formal, la Real Orden del Rey de
España del 8 de febrero de 1803 puesta en conocimiento de los interesados
por el entonces Virrey del Perú, don Joaquín de la Pezuela en 1820, los
Virreyes Antonio de Mendoza y Francisco de Toledo fundaron las "Cajas
de Comunidad" las que se ocupaban de administrar sus propios ingresos,
provenientes de fuentes agrícolas e industriales, para distribuirlos en obras
relacionadas con el mantenimiento de hospitales y el auxilio a viudas,
huérfanos y discapacitados.
En el Perú se establece oficialmente, la Seguridad Social, el año de 1936
con la dación de la Ley Nº 8433 (Seguro Social Obrero), promulgada por el
Presidente Benavides el 07 de julio de 1936, que preveía la pensión de
vejez para los obreros.
Así pues, con la continua promulgación de leyes de previsión social el
sistema va incrementando su cobertura hasta que implanta, en 1992, el
Sistema Privado de Administración de Fondos de Pensiones mediante Ley
Nº 25897, que de una manera radical rompió con el monopolio estatal
administrado por aquel entonces, el Instituto Peruano de Seguridad Social
(IPSS), hoy el Seguro Social de Salud (EsSALUD), quien hasta entonces
había estado detentando la exclusividad en el otorgamiento de pensiones. Y
en el campo de la salud la cobertura la otorgaba también dicha institución
(IPSS) hasta la dación del Decreto Legislativo Nº 718 que apertura una
posibilidad al sector privado, aparentemente en condiciones similares a las
que maneja el Instituto.
Desarrollo
social
La idea de Seguridad Social es pues consustancial al hombre que vive en
sociedad y que en ella se desarrolla. Y debemos convenir también en que,
afortunadamente, lo son la solidaridad y el altruismo, principios que
inspiran la Seguridad Social.

10: Naturaleza Jurídica de los Derechos Sociales:


La sociedad se había transformado en una sociedad basada en la
autodeterminación y donde las diferencias sociales crearon cierta injusticia
social. Ello, llevó a los ciudadanos a exigir una intervención de revelación,
de forma que "los Estados industrializados de la época van tomando
conciencia de las necesidades de intervenir de forma activa en la vida
económica y social". La pobreza que vivimos no era algo nuevo; pero sí, en
cambio, la indignación que provocaba el empeño del liberalismo por dejar
sólo al mercado la distribución de la riqueza. De forma que, una vez
alcanzado el sufragio universal e instalado el proletariado en el poder
legislativo, las clases menos favorecidas comenzaron a demandar mayores
prestaciones sociales.
En este sentido, el Estado liberal del siglo XIX se va transformando en el
Estado social del siglo XX y es así que se fueron reconociendo derechos
como el trabajo y la salud en legislaciones y en algunas Constituciones
como la mexicana de 1917, la alemana de Weimar de 1919, y la española
de la II República de 1931; y en general, el deber del Estado de disminuir
con su intervención la desigualdad social.

Ello se crea en Europa después de la Segunda Guerra Mundial etapa a la


que se denomina "edad de oro del Estado de bienestar". Todo ello significó
una mayor participación del Estado e intervención lle gando a convertirse
en un Estado incluso con iniciativa empresarial en la economía, con la ya
famosa "economía social de mercado". Como señala García Pelayo el
Estado social significa históricamente el intento de adaptación del Estado
tradicional, el Estado liberal burgués, a las condiciones sociales de la
civilización industrial y post-industrial. De forma que, lo que buscaba el
Estado era conseguir "un disfrute real y efectivo de todos los derechos
fundamentales por el mayor número posible de ciudadanos". En un inicio
esta nueva política social buscaba remediar las pésimas condiciones vitales
de los estratos más desamparados y menesterosos de la población. Sin
embargo, la actual política social se extiende a toda la población. También
se extiende a otros aspectos como la cultura, el esparcimiento, la
educación, la defensa del medio ambiente, etcétera, siendo que "la política
social sectorial se ha transformado en política social generalizada".
Por otro lado, cabe señalar que respecto al Estado social se ha dicho mucho
y muchas veces se ha puesto en tela de juicio. Sin embargo, pese a lo antes
señalado, su alcance o contenido es el que trae mayores problemas. En
primer lugar, y recordando lo dicho por Aragón respecto al Estado
democrático, no puede definirse como una forma de Estado sencillamente
porque no lo es; sólo se trata de una modalidad de la forma de Estado
democrático. "La cláusula 'social' añadida a ese Estado no afecta la
estructura de éste, sino a sus fines. Lo que significa es la asunción del
Estado de nuevas tareas que no vienen tampoco a sustituir a las antiguas
(seguridad, orden público, defensa) sino a complementarlas". Esas nuevas
tareas consisten en alcanzar una mayor igualdad social. "El Estado social,
en suma, no significa un modo especial de "ser", sino una manera de
"actuar" por parte del poder público". Con lo cual se demuestra que lo que
se busca, al darle al Estado un carácter de social, es identificar, primero, a
qué se obliga el Estado y, segundo, a través de qué actos puede alcanzar
esos nuevos objetivos que se ha trazado.
El Estado al incorporar el calificativo de social no cambia sus funciones, es
decir, seguirá actuando conforme al principio del Estado democrático y de
derecho. Ello supone que la administración aún está sometida al principio
de legalidad en la actuación y de respeto de los derechos, por lo que en su
búsqueda de igualdad social no puede ir en contra de la Constitución y de
los derechos que ésta contiene. Por ejemplo el derecho al libre desarrollo de
la personalidad, el cual supone "que cada persona puede y debe trazar por
sí misma su propio proyecto vital, sin que el Estado deba interferir salvo
para salvaguardar los derechos similares de los demás".
Otro punto, también se ha cuestionado el carácter de norma jurídica del
Estado social debido a que de ella no pueden derivarse pretensiones
jurídicas inmediatas. Pero ello debe ser matizado y la doctrina junto a la
jurisprudencia han concretado su alcance señalando que el contenido debe
ser concretado por el legislador. Asimismo, sirve como un criterio de
interpretación; y que existe una interdependencia entre la efectividad
jurídica y la realidad económica. Pues es un hecho innegable que la
materialización del Estado social depende, entre otras cosas, de la
capacidad y solvencia económica de cada Estado.
Asimismo, al tratarse de un principio y no de una regla, "la cláusula del
Estado social, no es título atributivo de competencias estatales. Además, el
principio del Estado social no impone, por sí mismo, el establecimiento de
órganos determinados, ni exige modalidades específicas de composición y
funcionamiento de determinados órganos públicos, aunque ambas
posibilidades pueden ser obra del legislador". Es sólo un principio
orientador de la actuación de los poderes públicos que indica que la
actuación administrativa debe estar dirigida a conseguir la reducción de la
desigualdad social. No obstante, su función es legitimadora del Estado
respecto de los ciudadanos.
11: Derechos sociales en general
Una de las consecuencias más importantes de que un Estado se califique
como social es el reconocimiento a nivel constitucional de los denominados
derechos sociales. Una definición exacta de los mismos resulta una tarea
dificultosa, además de su propia naturaleza, porque en ellos podemos
encontrar distintos contenidos referidos a principios del ordenamiento,
prestaciones, mandatos al legislador, garantías institucionales, entre otros.
De modo que, podríamos señalar que "hacen referencia a situaciones en las
que un sujeto necesita de la colaboración de otros. Asimismo, pueden
calificarse como derechos que se inspiran en la idea de igualdad material y
justicia distributiva. Son componentes esenciales de un Estado que se
califica como social y democrático de derecho, y de un Estado impelido a
intervenir para brindar las medidas correctoras y redistribuidoras que
considere necesarias para que los ciudadanos tengan una existencia
conforme a la dignidad.
Siempre que hablemos de derechos sociales vamos a encontrar dos
elementos o constantes:
1: El reconocimiento de prestaciones a cargo del Estado
2: La aceptación del valor igualdad como finalidad.
Por ello lo correcto sería referirnos a ellos como derechos de igualdad o
derechos de prestación, dependiendo de la dimensión a que nos queramos
referir. Por otro lado, centrándonos en el caso de los derechos sociales con
contenido prestacional, es decir que un derecho a prestaciones es todo
derecho a una acción positiva por parte del Estado. Entre ellas se incluyen
desde la protección del individuo frente a otros, como el derecho penal, las
normas de organización, hasta prestaciones en dinero o bienes. Asimismo,
señala que estos derechos se dividen en:
* Derechos de protección.
* Derechos a organización y procedimiento.
* Derechos a prestaciones en sentido estricto.
Estos derechos pueden clasificarse según generen derechos subjetivos u
obligaciones objetivas para el Estado,
12: Naturaleza jurídica
Es necesario precisar que los derechos sociales requieran de desarrollo
legislativo no es lo que evita que sean considerados como verdaderos
derechos fundamentales, sino que dependan de un desarrollo posterior para
que jurídicamente existan. Esto es, para que sean directamente reclamables
en sede judicial como cualquier derecho fundamental.
En ese sentido, debemos señalar que "la aplicabilidad directa del derecho
no significa autosuficiencia del mismo para alcanzar su eficacia propia sino
la preexistencia del derecho mismo a la intervención del legislador". Esto
es, que los derechos fundamentales en general, aunque necesiten de un
mínimo desarrollo legal para que materialmente podamos ejercerlos (por
ejemplo el sistema electoral regulado para ejercer el derecho al voto), no
significa que no puedan ser directamente reclamados. En el caso de los
derechos sociales, la necesidad de intervención del legislador en necesaria
para la propia efectividad del derecho.
La aplicabilidad directa ya da el perfil propio del derecho fundamental
significa que el derecho, pese a que necesite ser desarrollado por el
legislador para que alcancen plenitud y eficacia, éste no puede suponer una
des configuración del mismo sin incurrir en inconstitucionalidad, pues
vulnerará el contenido esencial, ya que éste preexiste a la ley. Por ello, sólo
los derechos fundamentales podrán ser exigidos directamente ante los
tribunales no sólo de acuerdo a lo que las leyes desarrollen sino incluso en
contra de ellas o cuando ellas falten. Sólo serán fundamentales aquellos
derechos resistentes en su contenido esencial a la acción legislativa.
* Primero debemos mencionar que tienen un valor aclarante y, por tanto,
vinculan a autoridades en la interpretación del entero ordenamiento
jurídico.
*Segundo: Aunque los derechos sociales por sí solos "no pueden
fundamentar una pretensión jurídica inmediata, sí pueden hacerlo, en
cambio, en la medida en que concurra con otros preceptos para determinar
su auténtico contenido y alcance".
* Tercero: que en el ámbito del recurso de inconstitucionalidad de la ley,
éste "alcanza su máximo nivel de eficacia", pues "se constituye, a fin de
cuentas, en fundamento de derecho sobre el que soportar suficientemente el
enjuiciamiento de la constitucionalidad o inconstitucionalidad de la ley,
cuya anulación se pretenda". Además tienen cierta "eficacia positiva", pues
aunque los jueces constitucionales no puedan vincular al legislador a
producir el derecho que haga reales las expectativas constitucionales, pues
ello corresponde a las mayorías parlamentarias, los jueces constitucionales
podrían, por ejemplo, dar recomendaciones o declarar las
inconstitucionalidad de determinadas conductas.
Por último, es necesario mencionar que se reconoce una dimensión
subjetiva a los derechos sociales. Al respecto, que la exigencia de
desarrollo legislativo "no impide que pueda apreciarse en ellos una
dimensión subjetiva".

13: Derechos sociales en la Constitución:


La Constitución política de los Estados Unidos de 1917 es, sin lugar a
dudas, la primera Constitución social del mundo. Los cuales el Estado
debía garantizar y respetar mediante acciones negativas, esto es, de no
vulneración y de no intervención, como lo mandan los postulados
esenciales del Estado de derecho, claro está, salvo causas
proporcionalmente justificadas. Artículos de nuestra constitución:
* Artículo 21:
``Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país,
directamente o por medio de representantes libremente escogidos.``
La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta
voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de
celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto
u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto.
* Artículo 22:
``Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad
social`` .obtener mediante el esfuerzo nacional y la cooperación
internacional y en conformidad con la organización y los recursos de cada
Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales,
indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad.
*Artículo 23:
``Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a
condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra
el desempleo.``
Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por
trabajo igual.
Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y
satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme
a la dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por
cualesquiera otros medios de protección social.
*Artículo 24:
``Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una
limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas
pagadas. ``
*Artículo 25:
``Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure,
así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación,
el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales
necesarios`` tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo,
enfermedad, invalidez, viudez, vejez y otros casos de pérdida de sus
medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad.
*Artículo 26:
``Toda persona tiene derecho a la educación.`` La educación será gratuita,
al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y a las etapas
fundamentales. La instrucción técnica y profesional habrá de ser accesible
en general y el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en
función de los méritos respectivos.
La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad
humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las
libertades fundamentales. Promoverá la comprensión, la tolerancia y la
amistad entre todas las naciones y todos los grupos raciales o religiosos, y
promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el
mantenimiento de la paz.
*Artículo 27:
``Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural
de la comunidad ``, a gozar de las artes y a participar en el progreso
científico y en los beneficios que de él resulten.
Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y
materiales que le correspondan por razón de las producciones científicas,
literarias o artísticas de que sea autora.
*Artículo 28:
``Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e
internacional`` en el que los derechos y libertades proclamados en esta
Declaración se hagan plenamente efectivos.
*Artículo 29:
``Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad``, puesto que sólo en
ella puede desarrollar libre y plenamente su personalidad.
En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda
persona estará solamente sujeta a las limitaciones establecidas por la ley
con el único fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos
y libertades de los demás, y de satisfacer las justas exigencias de la moral,
del orden público y del bienestar general en una sociedad democrática.
Estos derechos y libertades no podrán en ningún caso ser ejercidos en
oposición a los propósitos y principios.

14; Los derechos sociales en Perú


En el caso peruano, la Carta de 1920 es la primera Constitución que recoge
derechos sociales en su título IV denominado garantías sociales. Sin
embargo, estos derechos apareció por primera vez en la Constitución
peruana de 1979 por influencia de la Constitución española de 1978 y los
tratados internacionales en materia de derechos humanos, en particular, el
Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones
Unidas. Por tanto, sólo a partir de la Carta de 1993 el Tribunal
Constitucional peruano empezó a desarrollar su contenido.
Así, en palabras del Tribunal Constitucional peruano, los derechos sociales
son aquellas "facultades dirigidas a favorecer a aquellos grupos humanos
con características accidentales diferenciadas con relación a otros por
factores culturales, o que se encuentran en situación de desventaja por
razones económico-sociales, es decir, con una posición o ubicación
depreciada en sus estándares de vida, no acordes con la dignidad humana".
Y con relación a su carácter social, nos dice que como principios que
sustentan y justifican al Estado peruano requieren "de dos aspectos básicos:
la existencia de condiciones materiales para alcanzar sus presupuestos, lo
que exige una relación directa con las posibilidades reales y objetivas del
Estado y con una participación activa de los ciudadanos en el quehacer
estatal; y la identificación del Estado con los fines de su contenido social,
de forma tal que pueda evaluar, con criterio prudente, tanto los contextos
que justifiquen su accionar como su abstención, evitando tornarse en
obstáculo para el desarrollo social".
En ese orden de ideas, los derechos sociales son algo así como una especie
de "derechos cenicienta", pues requieren de un hada madrina (el Estado)
para poder realizarlos. En ese sentido, uno de los grandes problemas que
también se originan en el caso peruano, cuando hablamos de derechos
sociales, es el de su justicia.
Al respecto, en primer lugar, es necesario señalar en el ordenamiento
jurídico peruano existe un Código Procesal Constitucional, el cual regula el
ejercicio de las acciones constitucionales que reconoce la Constitución de
1993 en su artículo 200 (garantías constitucionales). En particular, respecto
de los derechos sociales, el proceso adecuado para su protección
jurisdiccional sería el juicio de amparo.
No obstante, la undécima disposición final y transitoria de la Constitución
peruana de 1993 establece que "las disposiciones de la Constitución que
exijan nuevos o mayores gastos públicos se aplican progresivamente". Esto
se ha entendido de aplicación para el caso particular de los derechos
sociales, los cuales requieren para su realización de actuaciones positivas
por parte del Estado que se traducen en prestaciones y que por lo tanto
requieren de recursos económicos.
En ese sentido, debemos afirmar que los derechos sociales, en el caso
peruano, no son derechos subjetivos que el individuo pueda hacer valer
ante los tribunales ordinarios o ante el Tribunal Constitucional
directamente a través del juicio de amparo. No podríamos decir, por
ejemplo, que si hiciera falta la construcción de un hospital en una zona
determinada se podría demandar al Estado para que edificara uno de
manera inmediata. Lo que debemos aceptar como una realidad innegable
que la realización de los derechos sociales depende de los recursos
económicos del Estado y de cómo los administra. Sin embargo, ello no
significa que amparado en la onceava disposición final y transitoria, el
Estado pueda dejar de cumplir con esta alta misión que se le ha
encomendado desde la Constitución: reducir la igual material y desarrollar
plenamente los derechos sociales, en la medida de sus posibilidades.
Por tanto, si tomamos como base el artículo 45 de la Constitución peruana
que remarca la vinculación de todos los poderes públicos a la Constitución
y del principio de normatividad, podemos afirmar que los poderes públicos
se encuentran sometidos a todas y cada una de las disposiciones de la
Constitución, entre ellas los derechos sociales. De modo que corresponde al
Ejecutivo diseñar todas las políticas públicas destinadas a la plena
realización de los derechos sociales. Con base en ello, el Legislativo debe
aprobar un presupuesto que contemple estos objetivos y a los jueces
ordinarios, magistrados del Tribunal Constitucional y, finalmente, a la
Corte Interamericana de Derechos Humanos, garantizar en sede judicial la
igualdad material y la plena vigencia de los derechos sociales.
En este sentido, La resolución del Tribunal Constitucional peruano 2016
resulta de especial interés. Por primera vez, el máximo intérprete de la
Constitución declaró fundada una acción de amparo, ordenando que se
considere al agraviado, en su derecho a la vida:
Es evidente que el Estado peruano no puede eximirse de esta obligación, ni
tampoco asumirla como un ideal de gestión, pues se trata de una obligación
perentoria para cumplirse, si bien de manera progresiva, siempre en plazos
razonables y acompañados de acciones concretas"; más adelante, el
máximo intérprete de los derechos sostuvo que si bien es cierto que "en el
caso de países en desarrollo, como el nuestro, resulta difícil exigir una
atención y ejecución inmediata de las políticas sociales para la totalidad de
la población, este Tribunal reitera que tal justificación es válida sólo
cuando se observen concretas acciones del Estado para el logro de
resultados; de lo contrario, esta falta de atención acarrearía situaciones de
inconstitucionalidad por omisión".
De igual manera, señaló que si bien es cierto que la efectividad de los
derechos sociales "requiere un mínimo de actuación positiva del Estado a
través de la adopción de medidas adecuadas para el logro de los fines
sociales y del establecimiento de servicios públicos, así como de la
sociedad mediante la contribución de impuestos, ya que toda política social
necesita de una ejecución presupuestal, también lo es que estos derivan en
obligaciones concretas por cumplir, por lo que los Estados deben adoptar
medidas constantes y eficaces para lograr progresivamente su plena
efectividad en igualdad de condiciones para la totalidad de la población.
Esta nueva visión de los derechos sociales permite reconocer, en su
contenido esencial, principios como la solidaridad y el respeto a la dignidad
de la persona, los cuales, a su vez, constituyen pilares fundamentales del
Estado social y democrático de Derecho".

14: Artículo cuatro:


* La centralidad de la persona humana:
El principio capital, sin duda alguna, de esta doctrina afirma que el hombre
en necesariamente fundamento, causa y fin de todas las instituciones
sociales; el hombre, repetimos, en cuanto es sociable por naturaleza y ha
sido elevado a un orden sobrenatural.
También en la vida económico-social deben respetarse y promoverse la
dignidad de la persona humana, su entera vocación y el bien de toda la
sociedad. Porque el hombre es el autor, el centro y el fin de toda la vida
económico-social.
El hombre en su realidad singular tiene una historia propia de su vida y
sobre todo una historia propia de su alma. El hombre, conforme a la
apertura interior de su espíritu y al mismo tiempo a tantas y tan diversas
necesidades de su cuerpo y de su existencia temporal, escribe esta historia
suya personal por medio de numerosos lazos, contactos, situaciones,
estructuras sociales que lo unen a otros hombres; y esto lo hace desde el
primer momento de su existencia sobre la tierra, desde el momento de su
concepción y de su nacimiento.
Fin del orden social es la persona humana, como sujeto de derechos
inalienables, que no recibe desde fuera sino que brotan de su misma
naturaleza; nada ni nadie puede destruirlos; ninguna constricción externa
puede anularlos, porque tienen su raíz en lo que es más profundamente
humano. La persona no se agota en los condicionamientos sociales,
culturales e históricos, pues es propio del hombre, que tiene un alma
espiritual, tender hacia un fin que trasciende las condiciones mudables de
su existencia. Ninguna potestad humana puede oponerse a la realización del
hombre como persona.
* La sociedad fundada en la verdad:
Por eso, la convivencia civil sólo puede juzgarse ordenada y congruente
con la dignidad humana si se funda en la verdad.
Hay que establecer como primer principio que las relaciones
internacionales deben regirse por la verdad. Ahora bien, la verdad exige
que en estas relaciones se evite toda discriminación racial y que, por
consiguiente, se reconozca como principio sagrado e inmutable que todas
las comunidades políticas son iguales en dignidad natural. De donde se
sigue que cada una de ellas tiene derecho a la existencia, al propio
desarrollo, a los medios necesarios para este desarrollo y a ser, finalmente,
la primera responsable en procurar y alcanzar todo lo anterior; de igual
manera, cada nación tiene también el derecho a la buena fama y a que se le
rindan los debidos honores.
* Participación:
El hombre, ser social, construye su destino a través de una serie de
agrupaciones particulares que requieren, para su perfeccionamiento y como
condición necesaria para su desarrollo, una sociedad más vasta, de carácter
universal, la sociedad política. Toda actividad particular debe colocarse en
esta sociedad ampliada, y adquiere con ello la dimensión del bien común.
Es esencial que todo hombre tenga un sentido de participación, de tomar
parte en las decisiones y en los esfuerzos que forjan el destino del mundo.
En el pasado la violencia y la injusticia han arraigado frecuentemente en el
sentimiento que la gente tiene de estar privada del derecho a forjar sus
propias vidas. No se podrán evitar nuevas violencias e injusticias allí donde
se niegue el derecho básico a participar en las decisiones de la sociedad.
Es perfectamente conforme con la naturaleza humana que se constituyan
estructuras político-jurídicas que ofrezcan a todos los ciudadanos, sin
discriminación alguna y con perfección creciente, posibilidades efectivas
de tomar parte libre y activamente en la fijación de los fundamentos
jurídicos de la comunidad política, en el gobierno de la cosa pública, en la
determinación de los campos de acción y de los límites de las diferentes
instituciones y en la elección de los gobernantes. Recuerden, por tanto,
todos los ciudadanos el derecho y al mismo tiempo el deber que tienen de
votar con libertad para promover el bien común. Para que la cooperación
ciudadana responsable pueda lograr resultados felices en el curso diario de
la vida pública, es necesario un orden jurídico positivo que establezca la
adecuada división de las funciones institucionales de la autoridad política,
así como también la protección eficaz e independiente de los derechos.
Reconózcanse, respétense y promuévanse los derechos de las personas, de
las familias y de las asociaciones, así como su ejercicio, no menos que los
deberes cívicos de cada uno. Entre estos últimos es necesario mencionar el
deber de aportar a la vida pública el concurso material y personal requerido
por el bien común. Cuiden los gobernantes de no entorpecer las
asociaciones familiares, sociales o culturales, los cuerpos o las instituciones
intermedias, y de no privarlos de su legítima y constructiva acción, que más
bien deben promover con libertad y de manera ordenada. Los ciudadanos
por su parte, individual o colectivamente, eviten atribuir a la autoridad
política todo poder excesivo y no pidan al Estado de manera inoportuna
ventajas o favores excesivos, con riesgo de disminuir la responsabilidad de
las personas, de las familias y de las agrupaciones sociales.
Cada ciudadano tiene el derecho a participar en la vida de la propia
comunidad. Esta es una convicción generalmente compartida hoy en día.
No obstante, este derecho se desvanece cuando el proceso democrático
pierde su eficacia a causa del favoritismo y los fenómenos de corrupción,
los cuales no solamente impiden la legítima participación en la gestión del
poder, sino que obstaculizan el acceso mismo a un disfrute equitativo de los
bienes y servicios comunes.
Al mismo tiempo que el progreso científico y técnico continúa
transformando el marco territorial del hombre, sus modos de conocimiento,
de trabajo, de consumo y de relaciones, se manifiesta siempre en estos
contextos nuevos una doble aspiración más viva a medida que se desarrolla
su información y su educación: aspiración a la igualdad, aspiración a la
participación; formas ambas de la dignidad del hombre y de su libertad.

15: PRINCIPIOS DE LA SEGURIDAD SOCIAL.


*Principio de Solidaridad.
Es este uno de los fundamentos esenciales de la Seguridad Social.
Teóricamente por este principio quien aporta más debe de ayudar al que
aporta menos. Es así que la administración debe efectuar la distribución
equitativa de los aportes con la oportunidad en que los requiere al afectado
para su asistencia, a fin de que en toda ocasión que se requiera existan
fondos de previsión suficientes como para atender a los titulares del
derecho como a sus derecho-habientes con las aportaciones que se ofrecen
y que deben otorgarse por mandato legal. En este caso, pues, y por imperio
de este principio, el aportante de mayores recursos acude en socorro de
quienes los poseen inferiores en virtud a la distribución racional de los
fondos de previsión y al valor moral y ético que, como imperativo
categórico, obliga a los seres humanos a prestarse ayuda mutua.
*Principio de Justicia Social.
Este principio involucra conceptos éticos muy profundos, como son el
anteriormente mencionado, la equidad y la justicia misma. El trabajo es la
actividad humana que permite que el hombre, como tal, se desarrolle y
alcance su realización social y personal, siempre y cuando sea digno y
justamente remunerado; pero las condiciones disímiles de trabajo que
subsisten en el país hacen que la calidad de vida del trabajador, en la gran
mayoría de los casos, sea paupérrima y que, como consecuencia, su status
moral y económico, reproduzca un nivel de bajo perfil. Es entonces cuando
la Seguridad Social debe operar incorporando a su sistema de previsión a la
masa trabajadora sometida a tan difíciles condiciones de vida y, en atención
al principio de justicia social, hacerla prevalecer en salvaguarda de los
sectores de menores recursos pues su derecho a la protección como persona
humana no difiere de cualquier otra en diferente posición social más o
menos elevada.
*Principio de Oportunidad.
La oportunidad es esencial para que una prestación, cualquiera que ésta
fuera, sea eficaz; caso contrario carecería de objeto y no cumpliría los fines
de previsión a que está destinada. Este principio se incorpora de manera
particular a los sistemas de Previsión de la Salud, en la que los riesgos a
cubrir son actuales y pueden tener funestas consecuencias en caso de
carencia inmediata de la prestación. Pero esto no quiere significar que la
oportunidad responsa únicamente al criterio utilizado en la protección de la
salud; antes bien adquiere singular importancia cuando se trata de otorgar
prestaciones de riesgos diferidos como la jubilación, ya que percibirla
diminuta o extemporánea la desliga del carácter de oportunidad que debe
tener puesto que tampoco cubriría el vacío que está destinada a llenar lo
que prácticamente equivaldría a su virtual inexistencia.
Por este principio se compele a la entidad que ofrece las prestaciones a
otorgarlas de manera consistente y eficaz cumpliendo así su cometido y,
paralelamente al titular del derecho a depositar sus aportaciones o
cotizaciones con las cuales genera la obligación en la primera. Es así como
este principio debe sostenerse de acuerdo con la relación biunívoca y
sinalagmática entre la entidad y el titular a manera de contrato. De acuerdo
con la legislación peruana vigente, en el caso de EsSALUD (Ex–IPSS), el
titular se somete a la calificación de la entidad (caso del asegurado
facultativo) y pierde la calidad de asegurado si incumple sus obligaciones
para con la entidad. En caso contrario, el titular tiene el derecho de exigir a
la entidad el cumplimiento de su obligación se ésta no correspondiera
adecuadamente a sus requerimientos.
El vínculo que se establece mediante este principio es pues de mutua
reciprocidad, en ambos casos.
*Principio de Legalidad.
La Seguridad Social, si bien está fundamentada doctrinariamente en
principios éticos universalmente reconocidos, se sustenta esencialmente en
la organización de los Sistemas de Previsión en los que se traduce como tal.
Así, es regulada por la Ley y las normas derivadas en cuanto se refiere a su
creación, accesibilidad, estructura administrativa, prestaciones y
funcionamiento. Asimismo, la ley establece las contingencias en las que la
cobertura podrá otorgarse en situaciones de excepción y, de acuerdo con
los postulados de sus principios y en cumplimiento de ellos, en
concordancia con las facultades de discrecionalidad que compete a las
autoridades que detentan los niveles de decisión.
El principio de legalidad se convierte pues en la piedra angular del edificio
de la Seguridad Social pues ordena adecuadamente sus sistemas y le
confiere la calidad que su propio imperio determina debiendo ceñirse a su
mandato ambos sujetos de la relación.
*Principio de Furtividad.
Norma que integra todo concepto de Seguridad Social y se constituye en
motivo y objeto de su existencia. Significa la protección o asistencia que
anima a todo sistema de Previsión Social y alcanza desde la previsión de
los riesgos hasta la rehabilitación de los daños que pueda sufrir el titular del
derecho o quien lo detentare. Cubre indistintamente las contingencias de
salud, las de régimen pensionario y otras que puedan contemplarse. Se
limita de acuerdo con el ordenamiento jurídico particular, en lo que se
refiere a la percepción de la prestación, ya que el titular del derecho debe
integrar lícitamente el sistema para conseguir las prestaciones. El principio
de furtividad, sin embargo puede exceder del titular a los derecho-habientes
extendiendo su prestación, el caso de los derechos pensionarios de las
viudas, de los hijos y de los ascendientes.

16: DERECHO DE LA SEGURIDAD SOCIAL.


*La Constitución.
La fuente principal de la que emana los principios y la obligación del
Estado y la posibilidad de los particulares de ofrecer y recibir seguridad
social, es la Constitución Política del Estado.
En la Constitución vigente de 1993, la fuente principal de este derecho se
encuentra contemplada en los Arts. 10°, 11° y 12°, en los que
respectivamente, se reconoce el derecho universal y progresivo de toda
persona a la seguridad social, se garantiza el libre acceso a ella y a las
prestaciones que ofrece mediante entidades públicas, privadas y mixtas y
reafirma la seguridad de las reservas calificándolas de intangibles. En tal
sentido, los recursos, tanto públicos como privados, son cautelados en su
administración, por ley.
*Las Leyes:
Las Leyes de la materia se ocupan de definir los marcos de acción dentro
de los cuales se organizarán y funcionarán los sistemas de Previsión Social.
Son los instrumentos jurídicos ordinarios que cumplen con la misión de
corporativizar los derechos y obligaciones de las entidades y beneficiarios
que han sido previamente declarados en la Constitución; hacen posible su
efectivizarían y regulan, de acuerdo con su "imperio", el ejercicio de los
derechos de ambos y el cumplimiento de sus obligaciones estableciendo los
parámetros legales de las acciones que les corresponden.
Constituyen fuente principal de la Seguridad Social puesto que de su
aplicación se deriva el cumplimiento de los principios fundamentales y la
definición de los márgenes de derecho y deberes de los involucrados en la
relación entidad-beneficiario. Conjuntamente con la doctrina originan la
jurisprudencia, por cuanto, permiten el desarrollo de la hermenéutica en los
casos en los que existe deficiencia o vacío en la legislación positiva. Las
leyes, en suma, crean orden jurídico y modifican y amplían y/o restringen
las relaciones suscitadas entre los administrados y el órgano administrador
de las prestaciones.
*Los Reglamentos:
Se consideran fuentes del derecho de la Seguridad Social, en cuanto, sin
menoscabar ni exceder a la ley, la regula, aclarando conceptos y precisando
procedimientos para la ejecución válida de la primera. A diferencia de la
ley, es expedida por el Poder Ejecutivo.
*La doctrina:
La doctrina va nutriéndose posteriormente cuando se instaura el Régimen
de Seguro Obrero en 1936 con la Ley Nº 8433; ha venido incrementando su
acervo fundamental desde entonces con la incorporación de nuevas teorías
de previsión y seguros, a la legislación local.
*Los convenios:
Los Convenios, a nivel internacional son considerados como fuente de
derecho de la Seguridad Social ya que contribuyen a acrecentar el caudal
de figuras jurídicas sobre esta materia y a integrar diversas contingencias
que se suscitan dentro de este marco entre los países signatarios. Si bien la
legislación actual no es muy explícita al respecto, hace la salvedad en
cuanto deja abierta la posibilidad de suscribir convenios con respecto de la
cobertura, en alguna modalidad.
*La jurisprudencia:
Importante como fuente de derecho sobre Seguridad Social es la
jurisprudencia emitida por el Tribunal Fiscal sobre regímenes de
aportaciones, caso de EsSALUD, en la actualidad la recaudación se realiza
por la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria –SUNAT–,
a través de los Convenios Marcos y específicos; por las SAFP en las
instancias administrativas correspondientes en el caso de los conflictos de
su competencia, por la Corte Suprema de Justicia en los casos que reviste
su actuación sobre derechos pensionarios y otros, cuando se ha iniciado y
seguido proceso judicial de Contradicción o al Tribunal Constitucional si
existiese contravención a las Garantías Constitucionales, a que se refiere el
artículo 200° de la actual Constitución Política del Estado.
Es así pues, que la jurisprudencia informa continuamente al Derecho de la
Seguridad Social y lo renueva proporcionándole nuevos elementos de
criterio para mejorar su funcionamiento ya sea cautelando los derechos del
titular o amparando los que invoque la entidad administradora, según fuere
el caso.
*El Estado de Necesidad:
Cuando se suscita puede convertirse en fuente eventual del derecho de
Seguridad Social. Se refiere, principalmente, al estado de grave abandono
moral o material en el que puedan encontrarse las personas y que lleve
consigo inminente peligro para su salud o su vida.
La prestación se otorga mediante los programas de proyección a la
comunidad. Es necesario agregar que esta fuente encuentra su fundamento
primordial en el principio de solidaridad, el mismo que se manifiesta como
indesligable de ella por cuanto ambos se sustentan en valores éticos de
humanitarismo y altruismo.

17: El destino del derecho en una sociedad diferenciada:


La insistente apelación al derecho ha estado marcada por la ambigüedad:
mientras Durkheim (1985) ve en la diferenciación del derecho el símbolo
primo de la consistencia del todo social, medio siglo después, descubre en
él la gran herramienta para hacer frente a los problemas de legitimidad
derivados de la diferenciación de las estructuras sociales. Al parecer esta
relación pendular entre elogio y misericordia con la que la sociología ha
tematizado al derecho empieza a estabilizarse con la observación jurídica
que desarrolla la moderna teoría de sistemas. Cuando la sociología iniciaba
un viaje hacia sus fundamentos normativos Niklas Luhmann emprendió el
camino completamente inverso. La estratificación, por supuesto, requiere
de una distribución desigual de poder y de riqueza, Sin embargo, sería
equivocado enfatizar este aspecto de la desigualdad, para luego etiquetarlo
como dominación y explotación o para pretender justificarlo. Podemos
dejar estos juegos para los sociólogos burgueses y para los sociólogos
marxistas.
Desde este proyecto resultan sugerentes las advertencias del autor sobre el
estatuto y función que pasaría a ostentar el derecho en el contexto de una
sociedad diferenciada e hipercompleja.
*Luhmann sostiene que la sociedad moderna se caracteriza por una
profunda crisis de racionalidad, expresada en un déficit estructural de
integración social derivado de expansiones sistémicas incontrolables en sus
consecuencias; específicamente, de los riesgos del desarrollo científico,
tecnológico y económico. Lo cierto es que orientándose por
"representaciones humanas" se han tenido tan malas experiencias, que ante
ellas se debería estar prevenido. Al respecto, puede pensarse en las
ideologías de la raza y en la distinción entre elegidos y malditos, en la
doctrina prescrita por el socialismo, o en lo que significan para los
norteamericanos.
*Luhmann jamás pone en duda que un orden social diferenciado en
sistemas autónomos (como son la política, el derecho, la ciencia, la
economía) implique desconocer o desatender el problema de representar la
unidad de la sociedad ante la incapacidad de un sistema de integrar la
totalidad social, pues cada sistema sólo opera con su respectiva lógica
parcial: política-poder, economía-escasez, arte-originalidad, intimidad-
amor, ciencia-verdad, etcétera. Por ello, es la propia diferenciación
semántica (que permite la diferenciación de una descripción especializada
sobre la sociedad y sus órdenes) la que impide que se pueda acudir a un
código generalizado para la descripción unitaria del orden social, como lo
pretendió ser el derecho. Según Luhmann, el camino escogido por
Durkheim para describir a la sociedad contemporánea desde las
características de la diferenciación social es clausurado por la
diferenciación social misma.
Se concluye, por ende, que no es viable desarrollar una racionalidad
general que trascienda las operaciones particulares de los distintos
sistemas: la misma diferenciación funcional erosiona las posibilidades de
una coordinación social total unidireccional. Esta aseveración sólo resulta
totalmente comprensible cuando se ilustran de un modo más detallado las
implicancias del proceso de diferenciación funcional.
El movimiento central de la diferenciación funcional para encauzar
problemas sociales es la combinación de alta abstracción con alta
especificidad: cada constelación social se especializa en la tematización de
un problema exclusivo por ejemplo
*La educación en certificar competencias adquiridas.
*La política en la toma de decisiones colectivamente vinculantes.
*El derecho en conservar las expectativas normativas, por mencionar
algunos.
Por esto mismo cada constelación social en particular es incompetente e
indiferente respecto de los demás problemas sociales. Justamente por lo
anterior la economía no puede solucionar problemas estéticos, como el
derecho no puede procesar problemas religiosos.
Esto no quiere decir que no existan ciertos requisitos evolutivos específicos
en la conformación de las distintas constelaciones sociales de sentido. Por
ejemplo, la emergencia del sistema político moderno hizo necesaria la
diferenciación de un contexto que monopolizara la violencia y adquiriera la
capacidad de ejecutar decisiones colectivamente vinculantes. A su vez, se
precisa de una semántica jurídica que asegure la eficacia y globalidad de la
vinculación decisional, como las constituciones modernas, el principio de
la división de los poderes y la dogmática político-jurídica y administrativa.
En términos generales se podría decir que la estabilización social de la
diferenciación funcional supone la emergencia de problemas sociales que
generen motivación para ser resueltos, y que la resolución misma se
encuentra supeditada a las características del problema social en particular.
La estructuración de un orden social en torno a la diferenciación funcional
supone la existencia de distintos ámbitos o constelaciones de sentido dentro
de las operaciones de reproducción de la sociedad en su conjunto, ámbitos
que no incorporan dentro de sus lógicas y prestaciones criterios territoriales
particulares ni predisposiciones anímicas o apetitivas de ningún tipo.
La conciencia jurídica reconoce cada vez más una disminución de las
representaciones generales acerca de lo correcto, para Luhmann el
pluralismo de intereses y conflictos conlleva el desvanecimiento de
esquemas generalizados de comportamientos vinculantes; este autor recalca
que, si bien la normatividad es uno de los ámbitos en los que se manifiesta
el proceso evolutivo de la diferenciación funcional, ésta es correlativa, es
decir un aumento de la divergencia de las posiciones valóricas, hoy
podemos ver y tenemos que aceptar que los valores de un sistema funcional
no son valores morales. No tiene mucho sentido juzgar la propiedad en
contraste con la no propiedad en términos morales, es decir, en términos de
si una es moralmente buena y la otra mala; el alejamiento de la moralidad
de estas esferas es exigido por la moralidad misma. Sería una afrenta a
nuestra sensibilidad moral si un partido en el poder se considerara a sí
mismo moralmente superior sólo porque en ese momento detenta la
mayoría.
El destino del derecho en la sociedad contemporánea se resume desde la
perspectiva de Luhmann en no poder simbolizar ni unificar a la sociedad a
partir de sus operaciones en la medida en que las diferenciaciones funcional
y semántica características de la sociedad contemporánea clausuran la
posibilidad de asociar el orden social en su conjunto con una constelación
de sentido parcial: "La forma de diferenciación de la sociedad moderna
obliga a abandonar estos principios estructurales (por ejemplo la
estratificación), y correspondientemente esta sociedad asume un modo
heterárquico y acéntrico``

18: Niklas Luhmann y el orden social


Hoy día se hizo muy común reclamar por el orden y un sentido de
previsibilidad en la vida cotidiana, la política y la cultura. A veces, todo
parece perder significación y suena con fuerza un grito de temor al
escuchar que la sociedad se embarranca en el desorden y el caos.
Para los sociólogos, no hay nada por qué preocuparse, sobre todo cuando se
revisan una vez más los aportes teóricos del sociólogo y filósofo alemán
Niklas Luhmann. Las preocupaciones teóricas de Luhmann en el ensayo
¿Cómo es posible el orden social? buscan delimitar las condiciones de
“posibilidad de dicho orden”, constituyéndose así en un conjunto de
explicaciones que faciliten la delimitación de aquellos problemas que
fueron convirtiendo a la sociología en una disciplina científica, pero al
mismo tiempo en un saber que reflexiona sobre el desenvolvimiento de los
sistemas de la sociedad. Estas orientaciones siguen las huellas
epistemológicas marcadas por Emanuel Kant en su Crítica de la Razón
pura, donde surge la pregunta en torno a cuáles son las condiciones de
posibilidad del conocimiento. Kant, a diferencia de los pensadores
racionalistas y empiristas que pusieron el énfasis en el objeto de
conocimiento, considera que es más bien el sujeto quien conoce, la fuerza
principal para abrir cualquier vía de captura de la realidad. Desde esta
perspectiva, el sujeto no trataría de encontrar al objeto como algo dado,
sino todo lo contrario pues es el sujeto que prácticamente construye al
objeto estudiado. Para Luhmann, la sociología se mueve en el terreno de
una reflexión sobre la “incierta posibilidad de la socialidad”, que irá
construyéndose en medio de la incertidumbre y la autogeneración de sus
propios elementos; en consecuencia, rastrea una doble dependencia:
a) La sociología a la epistemología, en la medida en que ésta se convierte
en parte del
Subsistema de la ciencia.
b) De la epistemología a la sociología porque ésta puede transformarse en
una teoría del sistema social a partir del mismo sistema.
*¿Cómo es posible el orden social?
Luhmann busca las circunstancias que hacen viable que la sociedad como
un todo aparezca. Esta concepción no asegura el desenvolvimiento de la
sociabilización de antemano porque se reconoce que los procesos sociales
son improbables y, a pesar de esto, surgen los hechos sociales como medios
de comunicación al interior del sistema con la capacidad para generar
diversos sub-sistemas determinados estructuralmente. Esto quiere decir que
el orden social sería posible, en la medida en que podamos reconocer que
todo ocurre en la sociedad bajo la forma de desplazamientos estructurales
determinados en un sistema social, ya sea como resultado de la propia
dinámica interna de la sociedad, o como cambios estructurales impulsados
por las interacciones entre el sistema y su entorno.
*El objetivo de Luhmann
Es mostrar que la sociología como disciplina del conocimiento tiene una
dependencia de la epistemología pues ésta facilita la construcción lógica de
los mecanismos que la sociedad utiliza para comprender cómo se resuelve
su improbabilidad, logrando así ser probable. La realidad no es solamente
aquel conjunto de externalidades que suceden con independencia de la
razón, sino que también está compuesta por aquello que es posible; es
decir, por la contingencia de factores que hacen realizable la existencia
real.
El desenvolvimiento del sistema provoca una mayor complejidad y
diferenciación, de tal manera que la ciencia y la epistemología se
transforman en sub-sistemas con sus específicas condiciones de desarrollo,
contradicción, y auto-referencia para la generación de conocimientos lo
cual quiere decir que efectivizan sus capacidades problematizando las
variadas dimensiones de la realidad.
En consecuencia, afirma que la relevancia fundamental descansa en cómo
fue posible que la sociología, a través de su diferenciación y de su manejo
teórico, produjera una delimitación del problema sociológico que
permitiera la reflexión sobre sí misma.
Esto es importante porque es el propio sistema que asegura su
reproducción, equilibrio y variación, junto con otras opciones alternativas
de auto-conocimiento. Todo nace, vive, se proyecta, auto-refiere y auto-
reflexiona dentro de las posibilidades del sistema.
En este caso, la delimitación de los problemas sociológicos será entendida
desde una concepción totalizadora por medio de la teoría de sistemas. La
dependencia de la sociología hacia la epistemología como subsistema de la
ciencia, promueve un acercamiento al sistema desde el sistema; por lo
tanto, el aporte se encuentra en la auto-referencia como marco regulador
del conocimiento. La ciencia dentro del sistema como un todo, se encuentra
plenamente constituida y diferenciada, razón por la cual, la epistemología
se convierte en un sub-sistema ayudando a entender la construcción
contingente, posible y cambiante del orden social.
Estas proposiciones se enmarcan en un esfuerzo que pretende dar una
fundamentación y explicación filosófica para la ciencia de la sociedad. La
sociología es asumida por Luhmann como un ejercicio crítico-teórico que
no se moviliza por la búsqueda de regularidades ni fundamentos empíricos
a ser medidos dentro de una tendencia hacia la generación de modelos
matemáticos o predictivos aplicados a la sociología, sino que la claridad
explicativa que estimula una visión donde la efectividad en la explicación
sociológica compete únicamente a la conciencia del sistema y el
reconocimiento de su existencia como una estructura que se funda a sí
misma, trasladando su lógica de movimiento hacia diferentes mecanismos
de comunicación y equilibrios que deben ser transmitidos como
explicaciones sociológicas, las mismas que se manifiestan, de manera real,
en el sistema social.
Estos aportes filosóficos recuperan la necesidad de una “Gran teoría” que
había sido desestimada luego de la crisis del paradigma marxista a
comienzos de los años 90. El hundimiento político e ideológico de la ex
Unión Soviética y el orbe socialista de Europa del Este, trajo además un
conjunto de enormes cuestionamientos sobre las capacidades efectivas que
las ciencias sociales tenían para explicar su trabajo, sobre la base de
paradigmas teóricos que funcionaran como mapas cognoscitivo-filosóficos
y omni-abarcadores. La crisis Luhmann, Niklas.
*¿Objetiva o construida?
Con esto, la crítica se convirtió en un arma destructiva y, simultáneamente,
en un prejuicio anticientífico para desmerecer todo mérito a las ciencias
sociales en su búsqueda o consolidación de paradigmas teórico-filosóficos
para el trabajo científico.
Luhmann se aparta de esta ola de pesimismo teórico, reafirmando un
optimismo en la voluntad de una ciencia social probable a partir de
concepciones sobre la totalidad del mundo considerado como un sistema.
No abandona las siempre presentes aspiraciones epistemológicas de los
sociólogos clásicos como Max Weber y Talcott Parsons, sino que elabora
una irrenunciable crítica de sus supuestos conceptuales para proseguir en la
fundamentación epistemológica que revise sus razones, desde su propia
auto-referencia como pensamiento maduro y hábil para identificar sus
límites, así como para mantener la aspiración de producir conocimientos a
partir de las posibilidades otorgadas por el sistema como un todo.
La pregunta, sin embargo, válida desde el punto de vista sociológico y
científico, es si nuestro intelecto humano y situación actual del sistema de
conocimientos permiten “transmitir correctamente” el conocimiento del
sistema como un todo con los instrumentos de comunicación que hoy
tenemos, es decir, a través de nuestro lenguaje oral, escrito y matemático.
Luhmann desarrolla un peculiar estilo para exponer sus ideas, cargado en
demasía de pensamientos que denotan claramente una perplejidad retórica
difícil de ser transmitida y comprendida. La fuerza de una sociología
dependiente de la epistemología como sub-sistema que se auto-refiere,
muestra también con nitidez cuán difícil es pensar desde el todo del
sistema, generando una gran cantidad de pensamientos que, probablemente
no sean aprovechados ni entendidos por todos. Tal y como George Steiner
afirmaría, la capacidad de pensar es ya un impulso de despilfarro porque
nadie nunca podrá saber exactamente lo que estamos pensando y el
pensamiento degenerará siempre hasta chocar con la tristeza por no saber
cómo ser transmitido.
En el sistema, las posibilidades del orden social y su comprensión
sociológica obedecen a una epistemología nueva para quien la totalidad
sistémica no es una categoría afirmativa, sino crítica. Esto ayuda a
encontrar una identidad específica en el pensamiento de Luhmann que se
aleja, tanto de las posturas desconfiadas como la teoría del alcance medio,
como del neopositivismo que demanda modelos lógico-empíricos que han
dejado de ofrecer alternativas de trascendencia teórica.
*El orden social como máquina:
La mirada sistémica de un orden probable orienta la investigación a partir
de ambiciones para entender el funcionamiento de la totalidad, no como
algo fáctico, sino como un abanico de redes de construcción y existencias
en constante readaptación que expresan un servomecanismo. Las
concepciones neo-empiristas buscan explicar el orden social como un
conjunto de fenómenos sociales particulares, a los que se limita un criterio
de verificación, desestimando por completo la novedad, contingencia y las
posibilidades del error porque se confía demasiado en el hecho particular y
en la comprobación de inferencias causales.
La diferencia, entonces, entre el concepto de totalidad sistémica y las
posiciones positivistas consiste en el hecho de que el primero posee un
criterio objetivo para abrirse a la compresión de cualesquiera
constataciones sociales singulares (sub-sistemas), en tanto que las teorías
positivistas no buscan sino sintetizar en un continuo lógico exento de
contradicciones todas las constataciones, eligiendo para ello solamente
categorías de la mayor generalidad posible. La generalización deja de lado
cualquier complejidad sin lograr explicar cómo se produce o es posible el
orden social porque reduce los fenómenos a factores que deben ser
previsibles según las razones estadísticas.
En contraposición, mientras el sistema social aumente su complejidad, su
reproducción a través de sus propios elementos y su diferenciación, hará
que aparezcan mayores posibilidades para que la teoría de sistemas
expanda su comprensión de las variaciones, los mecanismos de selección y
estabilización, fomentando que la epistemología se auto-refiera a sí misma
y adquiera especificidad para continuar problematizando sus objetos de
reflexión, haciendo que la sociología como ciencia delimite las condiciones
de surgimiento del orden social, en la medida en que está predeterminada
por el sistema que ya existe como una realidad dada.
Ahora bien, Luhmann retoma y mejora la preocupación de Parsons por
fundar una ciencia unificada del hombre, cuyo sistema de categorías
conceptuales incorpore, por igual, al individuo y a la sociedad, es decir, a la
sociología y la psicología. Pero, un problema de conocimiento puede surgir
cuando en la teoría de sistemas se presenta la tendencia de la Razón a
realizar una síntesis cada vez más abarcadora de varios sub-sistemas, hasta
llegar a un plano donde el objetivo de conocer ya no podría ser logrado. La
idea de visualizar y entender a un sistema como sociedad mundial o global
que Luhmann también anhelaba, tropieza con probables obstáculos
metafísicos que distorsionarían la realidad al tratar de manifestar
pensamientos totales sobre dicho sistema.
Una vez más, las inclinaciones para estructurar explicaciones y razones
sobre la síntesis abarcadora de una sociedad mundial. La disputa del
positivismo en la sociología alemana, Barcelona: en los riesgos de una
conciencia cosificada. La síntesis abarcadora del sistema sería imposible de
ser entendida por todos en los mismos términos, desviándose hacia una
alienación donde algunos elementos de los diferentes subsistemas
utilizarían el conocimiento sistémico como un instrumento de control,
dominación o justificación para contrarrestar ciertas disfunciones o
conflictos, según intereses limitados. La síntesis abarcadora del sistema
dejaría de producir conocimientos científicos y, posiblemente, se
convertiría en una tecnología que determine el control del orden social que
se auto-refiere y auto-protege de toda amenaza.
Hay, asimismo, algunas orientaciones conservadoras y escépticas de
Luhamnn respecto al cambio generado a partir de la voluntad de los sujetos
sociales porque para el sociólogo alemán, “en la extensión de la
indeterminación de la estructura sistémica que un sistema pueda permitirse
sin tener que reducir su potencial de selección, reside una nueva estrategia
sistémica”, lo cual define a la sociedad como un servomecanismo. La
sociedad está vaciada de sujetos con visiones subjetivas y voluntaristas que
se muevan dentro del sistema. Para Luhmann no se trata de pensar en quién
finalmente domina la naturaleza, la descifra y controla sus movimientos,
sino quién es capaz de mirar de frente y aceptar, tal cual, el todo del
sistema como un orden de equilibrios autogenerados, más allá de cualquier
inter-subjetividad.
Cuando Luhmann delimita de modo técnico la noción de persona, no la
considera como mero objeto pero tampoco como un actor dotado de
subjetividad, sino como mecanismo de atribución o reducción de la
complejidad particular del sistema social. El hecho de que ego se
personalicen “no se refiere a esos sistemas como hechos objetivos del
mundo, sino únicamente a su fungir como ego y alter ego``. Esto muestra
que las estructuras del sistema se convierten en lo fundamental, tanto para
la producción de sentidos como para el registro de la diferenciación,
variación y estabilización de los sistemas más allá de la búsqueda de
sentidos de la subjetividad de las personas. En palabras de Luhmann, la
“persona no es simplemente otro objeto como un ser humano o un
individuo, sino otra forma con la que se observan objetos como individuos
humanos”.
Cuando la sociología se transforma en una teoría del sistema en el sistema,
subordina a la epistemología reduciendo sus alternativas de conocimiento a
las preocupaciones que hagan predecible la conciencia individual.
*Las ideas de Luhmann:
Podrían coincidir con las visiones de la teoría política, donde la producción
del orden político está determinada por el funcionamiento de un sistema de
dominación y relaciones sociales desiguales, caracterizadas por los
conflictos de clase y las pugnas por una también desigual distribución de
autoridad. Sin embargo, para el orden político es mucho más relevante la
auto-referencia y preservación que otro tipo de aproximaciones desde la
teoría del actor y las alternativas revolucionarias de cambio.
En la concepción del orden político, las revoluciones son siempre muy
escasas y mucho más raros son los fenómenos de reforma. Al igual que
Luhmann, para el orden político las sociedades simplemente se mueven y
desplazan en maneras que no necesariamente pueden ser llamadas
reformistas o revolucionarias, sino que las racionalidades simplemente se
manifiestan como reordenamientos funcionales del sistema para auto-
equilibrarse, de acuerdo con ciertos mecanismos como la modernización y
la estabilidad. El orden convierte en una preocupación teórica, aunque
paralelamente denota ciertas inclinaciones neoconservadoras que tratan de
entender a la sociedad como una máquina programable y alterable
únicamente en los términos del mismo orden.

19: CAMBIO SOCIAL:


La idea de cambio social es intuitiva y simple al consistir en la
transformación de la estructura social, atendiendo a las causas o factores
que lo desencadenan y describir como se presentan.
*Definición de Cambio Social
En sentido amplio, el cambio social se puede definir como la alteración
apreciable de las estructuras sociales, incluyendo sus manifestaciones en
normas, valores y símbolos culturales, ahora bien por Estructura social hay
que entender a todos los patrones o pautas de acción e interacción social
que se materializan en las instituciones sociales, es decir es la reificación de
tales patrones sancionados por la sociedad. En este sentido la sociedad es el
conjunto de instituciones y de relaciones entre las mismas, por lo que el
cambio social se define como el cambio de las instituciones sociales
particulares o en las relaciones entre instituciones.
En la Sociología se suele distinguir entre estructura social y cultura social
para precisar el significado del cambio social, ya que este cambio se refiere
a transformaciones de la estructura y no del cambio cultural como
variaciones de fenómenos culturales (conocimiento, arte, religión, ética,
etc.).
Si por Cambio social se entiende a todo lo que puede ocurrir en el curso
del tiempo a los roles, a las instituciones o a los órdenes que constituyen
una estructura social su surgimiento, crecimiento y decadencia. Su análisis
sociológico requiere un modelo, que según Gerth y Mill, que consta de 6
preguntas:
1+ ¿Qué es lo que cambia?
2+ ¿Cómo cambia?
3+ ¿Cuál es la dirección del cambio?
4+ ¿Cuál es el ritmo del cambio?
5+ ¿Por qué ocurrió el cambio y por qué fue posible?
6+ ¿Cuáles son los factores principales del cambio social?
Con las primeras cuatro preguntas se necesita una descripción y una
interpretación histórica de tales cambios, mientras que las dos últimas se
pueden reducir a la pregunta por los factores del cambio

*La Dirección del Cambio


El problema de la Sociología al enfrentarse al problema de la dirección del
cambio es evitar los juicios de valor.
En este sentido el optimismo racionalista positivista de los siglos XVIII y
XIX dio lugar a la creencia de que todo cambio tenía una dirección
“progresiva” o al menos se podía trazar una línea de progreso y señalar
casos de “retroceso social”.
Sin embargo, actualmente se concluye que es difícil expresar la dirección
de ciertos cambios como el crecimiento económico o la industrialización,
incluso los juicios sobre el cambio pueden estar contaminados por
concepciones morales previas.
Pero al ser necesario el análisis de la dirección para estudiar el cambio
social es preciso que tal análisis sea fiel a los datos empíricos y se detecten
tales prejuicios.
*El ritmo del Cambio
El ritmo del cambio interesa porque es una característica diferencial de las
sociedades contemporáneas, así W. F. Ogburn define el retraso cultural
como el desfase de los ritmos de cambio entre distintos sub-sistemas
sociales, como el caso del avance rápido en tecnología y conocimiento
científico y la lentitud de la evolución de las instituciones familiares,
políticas, etc.
En los últimos años este fenómeno se ha estudiado en los procesos de
industrialización de los países subdesarrollados llegándose a contrastar que
un ritmo excesivamente rápido puede provocar desfases estructurales y
dificultades psicológicas individuales de adaptación, al mismo tiempo que
se puede hablar de sociedades que evolucionan y sociedades que sufren
revoluciones
*Factores que inciden en el Cambio Social
Con relación a los factores que inciden en el cambio social nos podemos
encontrar con dos líneas de explicación: las teorías monocausales y las
multicausales.
Frente a los primeros sociólogos, que concedieron gran importancia a las
fuerzas sociales como inductoras del cambio social (valores y tendencias,
que siendo resultado de la interacción individual, aparece como algo
exterior a él y relativamente impermeable a su crítica e influencia), la
sociología moderna admite su existencia y reconoce la influencia de los
individuos en los cambios sociales.
*+Las Teorías Monocausales
Estas teorías se dan al principio de la sociología y señalan a un solo factor
como el determinante fundamental del cambio:
- el factor del cambio social es la ley última de la evolución social.
- La economía, o sea las relaciones de producción.
- El clima.
- La raza.
- la tecnología.
*+Las teorías Multicausales
En estas teorías a parte de los factores señalados se incluyen otros vanos
factores que destacan el papel de los individuos en el cambio social y a la
influencia de los factores materiales y de las ideas. Entre estas teorías
podemos destacar:
- Para Ginsberg, los factores del cambio social son:
- los deseos y decisiones conscientes de los individuos.
- los actos o decisiones individuales influidos por las condiciones socio-
económicas externas.
- las tensiones estructurales.
- las influencias externas o contactos culturales y conquistas.
- la actividad de individuos o grupos de individuos preeminentes.
- la confluencia en un momento y lugar determinado de elementos diversos
como una personalidad carismática, una fuerte tensión estructural y un
conjunto de decisiones particulares.
- casos fortuitos (la peste negra en la Europa del siglo XIV).
- en sociedades organizadas y planificadas pueden manifestar un proposito
común.
- El conflicto entre sociedades, los conflictos internacionales y el conflicto
entre generaciones.
En este sentido los fenómenos del cambio se ven en términos de desarrollo
e industrialización.
Según Giner, los cambios es consecuencia de estas tres categorías:
- Cambios producidos en el terreno ecológico y biológico de la sociedad.
- Cambios explícitamente queridos o impuestos de forma voluntaria por
uno o varios grupos sociales.
- Cambios por efectos inconscientes del funcionamiento de la sociedad y su
cultura.
Según Rocher, los factores el cambio son:
- Factores Geográficos y Demográficos: Siguiendo a Durkheim se establece
una dependencia del ser humano y de la sociedad con respecto al entorno
físico.
- Factores Técnicos: Siguiendo a L. Mumford y Ogburn el desarrollo
tecnológico implica una tipología de sociedad determinada, que según
Mumford es la siguiente:
a- sociedad tradicional; era antropotécnica o sociedad esclavista.
b- era eotécnica o basada en la utilización técnica del agua y el viento.
c- Era neotécnica o basada en nuevas fuentes de energía
- La Infraestructura económica: Por infraestructura se entiende tanto a las
relaciones de producción como a las fuerzas productivas.
- Factores ideológicos y psicológicos. Por ideología se entiende a la
concepción del mundo social expresa y coactivamente sostenida, al mismo
tiempo que incluye un plan general de acción encaminado al control de su
ámbito social, es decir un conjunto de valores. En este sentido la sociedad
necesita una readaptación a las nuevas necesidades que ella misma va
creando a medida que evoluciona.
Entre los factores psicológicos se habla de la necesidad de logro o de
realizar las aspiraciones del individuo o fines que la sociedad le plantea por
su status, junto a la tendencia de la personalidad individual o social hacia
una coherencia lógica interna.
- Los conflictos y las contradicciones que se establecen en la desigual
distribución de la autoridad entre las personas y grupos sociales.
*Tipos de Cambio
Para establecer una tipología de los cambios sociales, se propone utilizar
diversos criterios:
- Según el Origen del cambio podemos hablar de Cambios Endógenos,
originados dentro del sistema, Cambios Exógenos o procedentes del
exterior (guerras, conquistas), no obstante reconoce que aunque el impulso
sea exógeno depende de la actividad de grupos sociales dentro de la
sociedad.
- Según el Ritmo del cambio se puede distinguir entre Cambio Gradual y
Cambio
Revolucionario y no sólo se aplica a las revoluciones o evoluciones
sociales sino a todos los cambios (total o parcial) en las estructuras e
instituciones.
- Según se dé alguna relación temporal entre los cambios, podemos hablar
de Cambios Sincrónicos o cambios que se producen al mismo tiempo y con
el mismo ritmo, y Cambios Asincrónicos o que no guardan una estrecha
relación.
- Según el punto de partida de la sociedad que cambia se puede referir del
cambio de una sociedad que parte del subdesarrollo total, de un desarrollo
medio u avanzado. Este criterio denuncia las explicaciones monocausales y
absolutas que pretende ver una regla histórica uniforme en todos los
cambios.
- Según la Naturaleza de las causas se puede hablar de cambios Fortuitos o
espontáneos y Cambios Deliberados o planificados, este criterio pone el
énfasis en el papel del individuo en el proceso del cambio.
- Según las consecuencias, podemos distinguir entre Cambio Destructor o
aquellos que por su rapidez u otras causas hacen surgir tensiones y
conflictos entre generaciones o grupos sociales, y Cambios Renovadores o
creadores.
- Según se cuenten con indicadores, podemos distinguir entre cambios
Cuantitativos o medibles y cambios Cualitativos o que se explican por el
juego de variables múltiples y complejas.
- Según el método podemos distinguir entre Cambios Estructurales o
aquellos provocaos por alteraciones más o menos espontáneos o autónomos
y suelen ser equilibrados, predecibles e irreversibles, y Cambios Inducidos
o sometidos a presiones particulares de determinados grupos o individuos
que proponen estimular los cambios.
*La Organización Social
*+ Relaciones sociales:
La organización de la sociedad implica una gran variedad de roles sociales
y de relaciones sociales entre distintas personas, por eso, una sociedad
compleja, donde hay una gran división del trabajo, cuenta con una gran
cantidad de relaciones sociales, de muy diverso tipo, pero
fundamentalmente podemos distinguir dos grandes clases de relaciones
sociales:
*+- Relación Formal:
Es aquella relación social que se produce entre personas en el desempeño
de funciones sociales estereotipadas y donde están muy prefijados los roles
de cada persona, así por ejemplo, el médico utiliza un lenguaje y una forma
de comportarse propio de su función y diferente de la forma de expresarse
y comportarse el agricultor, el panadero o el profesor.
*+- Relación Informal: También existe una relación informal, menos
formal, más espontánea, entre los miembros de una colectividad, y es
aquella que se da en la familia o con los amigos. Si volvemos al ejemplo
del médico, este no actuará ni hablará igual cuando esté en la consulta que
cuando se encuentre con su familia o sus amigos.
*+Grupos sociales:
Se entiende por grupo social al conjunto de seres humanos que comparten
una interacción social. Según esta definición no se consideraría grupo
social a unas personas que guardaran cola para entrar al cine o estuvieran
dentro viendo la película, porque el elemento fundamental y necesario es la
interacción.
Hemos visto que mediante la experiencia en grupos es como interiorizamos
las normas, valores e ideales de nuestra sociedad, así se puede afirmar que
el grupo social es un agente de socialización. Algunos grupos tienen como
objetivo explícito y reconocido la socialización de sus miembros (ese es el
caso de la familia y la escuela). Otros grupos no tienen este objetivo
explícito pero también pueden implicar algún tipo de socialización, como
son los grupos de amigos o todo tipo de asociaciones, juveniles, de
ancianos, voluntario, deportivo etc.
También hay grupos que ejercen una función socializadora que hemos
denominado secundaria, ya que viene dada por la actividad que desarrollan,
como pueden ser las empresas, partidos políticos o sindicatos.
Normalmente, en casi todos los grupos las personas con mayor experiencia
ejercen esa labor socializadora, pero no es el caso de los grupos de amigos
o iguales. En cualquier caso, hay que tener presente que el comportamiento
de las personas está condicionado por la pertenencia a un grupo
determinado, y en este sentido es recurrente usar la siguiente clasificación
de los grupos sociales:
a) Grupo de pertenencia y de no pertenencia: En el llamado grupo de
pertenencia se da un sentimiento subjetivo de pertenencia al grupo, siendo
la afinidad entre sus componentes el elemento que les une; pertenecemos al
grupo porque nos identificamos con él. Esta sería la relación existente
cuando decimos "nosotros", nosotros los profesores, o nosotros los
alumnos, nuestra familia, etc. El grupo de no pertenencia, por contra, sería
aquel donde el individuo queda fuera (el otro sexo, la otra profesión, otra
familia, etc.). El etnocentrismo y la xenofobia se apoyan en los prejuicios
que sentimos frente a los grupos de no pertenencia.
b) Grupos de referencia: Son grupos a los que no pertenecemos pero son
importantes para nosotros, porque funcionan como modelos o como jueces
de nuestra conducta. Actualmente, gracias a los medios de comunicación
existen una gran cantidad de grupos de referencia, procedentes
fundamentalmente del mundo del espectáculo. Por el contrario, se suele
desprestigiar aquellas conductas guiadas por otros sectores de la sociedad
que tienen menor presencia en tales medios de comunicación de masas,
como son los científicos.
c) Grupo primario y secundario: El grupo primario es aquel grupo cercano
en el cual las relaciones sociales son muy íntimas y ejercen una profunda
influencia sobre la formación de la persona, en cambio, los grupos
secundarios son aquellos a los que también pertenece el individuo, pero no
poseen ese carácter íntimo y, por lo tanto, sus modelos pueden ser
aceptados o rechazados voluntariamente (la empresa, asociaciones, clubes
deportivos, partidos políticos, etc.).
Las instituciones sociales:
Las instituciones sociales se crean para responder a unas necesidades
individuales y colectivas, y esa es tanto su razón de ser. Se puede definir
como los órganos que desempeñan funciones sociales propias. Parten de
una idea o una doctrina determinada y, para materializarlas, se dota de una
estructura peculiar; o también puede suceder lo contrario, que unas
necesidades colectivas exijan de la sociedad respuesta organizada para
satisfacerlas, tanto a nivel material como intelectual.
En el caso de la escuela, o institución educativa, por poner un ejemplo
cercano, la necesidad de socializar a los miembros de una sociedad en
aspectos para los cuales la familia no tiene recursos suficientes, obligará a
la creación de una institución específica que satisfaga tal necesidad y,
además, la tenga que dotar de una estructura: los colegios. Las instituciones
sociales son, en definitiva, vastos complejos de normas establecidas por la
sociedad para ocuparse de lo que se consideran sus necesidades básicas.
Ahora bien, no existe una correspondencia unívoca entre instituciones
sociales y necesidades, ya que satisfacer una misma necesidad puede ser
tarea de más de una institución.
La existencia de varias instituciones sociales para satisfacer una única
necesidad puede acarrear conflictos de roles en determinados casos, así
tomando de nuevo en el ejemplo de la educación, función que es
compartida en las sociedades industriales avanzadas por la familia, la
enseñanza reglada y los medios de comunicación de masas; y cada uno de
ellos puede transmitir valores distintos, a veces opuestos, sobre una misma
cuestión (¿transmiten los padres, los profesores y la televisión las mismas
ideas a los jóvenes, o ideas distintas e incluso contradictorias entre sí.
Entre las funciones a satisfacer por las instituciones sociales nos podemos
encontrar con varios tipos, que se pueden resumir en dos:
- Las funciones Manifiestas:
Nos encontramos con las funciones manifiestas cuando tratan de cumplir
objetivos declarados; son las funciones que se supone y espera que
desempeñen: la familia cuidar a los hijos, la escuela educar a los niños, etc.
- Las funciones Latentes:
Que no son ni deseadas ni admitidas, sino consecuencias imprevistas o
indirectas de la acción social. Así, la función de la escuela es educar a los
niños pero también atrasa el momento de la inserción laboral, afectando de
una manera muy concreta a la población en demanda de empleo, y a la vez,
según muchos sociólogos, la escuela sirve para acostumbrar a los niños y
niñas a obedecer a la autoridad.
Con respecto a la socialización, las sociedades occidentales poseen
determinadas instituciones, denominadas Agencias de socialización, que
tienen como función manifiesta precisamente que cada uno de los
miembros de dichas sociedades interiorice sus normas y valores
compartidos. Entre las Agencias de socialización más importantes podemos
destacar:
*La familia:
A medida que aumenta la complejizarían social, la familia va perdiendo
importancia en el proceso de socialización, por ello en las sociedades
sencillas, prácticamente toda la actividad se desarrollaba dentro o en tomo
a las familias. En la actualidad, la disminución de su tamaño y la aparición
de instituciones especializadas ha provocado que la socialización
secundaria se realice fuera del ámbito de influencia familiar.
Sin embargo, la denominada socialización primaria sigue estando en
manos de ella, debido a que es la agencia en la que se desarrolla la base de
la personalidad del individuo.
*La escuela:
Es una institución especializada en la transmisión de la cultura entre las
distintas generaciones y aparece con la creciente especialización y la
intensificación de la división social del trabajo. Pero no sólo transmite los
conocimientos reglados que tiene encomendados, pues en determinados
regímenes políticos se obliga al estudiante a saludar a la bandera y a
participar en canciones de marcado carácter patriótico con vistas a intentar
conseguir su adhesión emotiva a la ideología y prácticas del sistema
político imperante.
En las sociedades occidentales, la fuerte influencia del grupo de iguales,
con quienes se convive estrechamente durante el período de formación,
hace de la escuela un eficaz vehículo para la consolidación de los valores
del grupo en el que se participa. Igualmente, la figura del profesor, la
aceptación de éste por los alumnos y, por lo tanto, de sus opiniones sobre
los más diversos temas, es otro de los elementos socializadores de la
escuela.
Pero, además de estas influencias, hay otros valores que transmiten
sistemas educativos como el español y que se encuentran dentro del marco
curricular, así temas como educación para la paz, educación para el
consumo o educación cívica están recogidas en los textos legales que
regulan la educación y pretenden inculcar determinados valores en los
estudiantes a lo largo de su etapa educativa a través de las diferentes áreas
de conocimiento.
*Los medios de comunicación de masa:
Es la agencia de socialización que mayor importancia ha adquirido en la
actualidad, pues casi toda la población se encuentra expuesta a alguno de
los diferentes medios de comunicación (prensa, radio y, en especial,
televisión), de ahí su especial relevancia. En ellos se transmiten
informaciones sobre los acontecimientos políticos, económicos, culturales,
etc.; pero también se presentan determinados estilos de vida y modelos de
comportamiento para sancionarlos, bien positiva, bien negativamente.
En ocasiones se acusa a estos medios, en especial a la televisión, de haber
escamoteado a la familia buena parte de la centralidad que antaño poseía,
pero tal acusación no es rigurosa, puesto que en realidad, tanto la pérdida
de importancia de la institución familiar como el auge experimentado por
los medios de comunicación de masas son efectos, ambos, de una misma
causa: la complejizarían social.
*El grupo de iguales:
Es la última de las agencias de socialización más relevantes y, al igual que
ocurre con los medios de comunicación de masas, en las décadas recientes
su papel es cada vez mayor. Entre los grupos de iguales, tales como las
pandillas juveniles, se transmiten modelos de comportamiento muy
particulares en los que se priorizan valores que no promocionan el resto de
agencias socializadoras. Pero no sólo son importantes los grupos de iguales
durante la adolescencia y la juventud. En el caso de colectivos que han
sufrido un cambio en sus vidas muy importantes, como pueden ser los
jubilados, los divorciados o los inmigrantes, la creación de asociaciones
culturales y recreativas puede resultarles muy útiles para adaptarse
gradualmente a una situación nueva para ellos.

20: Orden Social y Control Social


La vida social, está regulada por normas, por lo que los individuos se
encuentran vinculados entre sí por compromisos sociales y culturales,
siendo este vínculo lo que el sociólogo E. Durkheim llamaba “cohesión
social”, o propiedad de los grupos, organizaciones y sociedades, que les
permite permanecer coordinados, integrados y unidos. Para muchos autores
el conjunto fundado por las normas, los valores y las instituciones forma el
núcleo central de la sociedad, y estas normas, valores e instituciones se
encargan de vincular a unos individuos con otros, mediante diversas formas
de control social.
*El control social
Por control social se entienden todos los medios que utiliza una sociedad
para que sus miembros cumplan las normas culturalmente aceptadas, por
ello, mediante sanciones, sean positivas o negativas, se consigue asegurar
la conformidad de las conductas a los modelos sociales establecidos.
El control social se podría clasificar en interno y externo:
a)- El control social interno:
Se consigue a través de la socialización, proceso por el cual la persona se
conforma con las pautas sociales y culturales de su medio social.
Como ya hemos visto, supone la interiorización de las normas sociales, esto
es, es aprender una conducta. Este aprendizaje se realiza durante toda la
vida, pero de forma más acusada durante la infancia, el niño aprende el
comportamiento de los adultos que le rodean. No es, por tanto, un
aprendizaje explícito y formal como el que podríamos recibir en la escuela,
sino que se realiza a través de la observación y el desempeño de los roles
de los adultos en el juego.
b)- El control social externo:
Por su parte, es la presión hecha por el grupo para que el individuo se
comporte conforme a las normas. Esta presión se ejerce porque todos
necesitamos ser aceptados por un grupo, y para ello el grupo nos obliga a
cumplir sus propias normas. En nuestras familias se debe respetar unas
ciertas horas de llegar a casa o algunas costumbres como la de visitar a los
abuelos, con nuestros amigos sabemos que el sábado tenemos que ir al cine
o que tenemos que oír un tipo de música determinado o ver todos los
partidos de un equipo de baloncesto o fútbol y pensamos que debe de ser
así porque es lo que nos gusta a todos o lo que todos queremos hacer.
A su vez, el control social externo se clasifica en:
- El control Informal:
Es ejercido por los miembros de grupos cercanos al individuo y basado en
normas no escritas como son los usos, las costumbres, la moda.
- El control formal:
Está ejercido por las instituciones y se basa en normas escritas, como son
las leyes. Este control se ejerce a través de medios institucionalizados,
como son la policía, los juzgados y las instituciones penitenciarias.
El poder de persuasión de los modelos sociales está en la serie de
sanciones que les acompañan. Una sanción es un castigo socialmente
establecido, pero no debe entenderse sólo en sentido negativo, pues
también pueden ser positivas, ya que pueden tanto aprobar como
desaprobar una conducta. En todas las comunidades sociales, si el
individuo actúa conforme a los modelos sociales recibe recompensas, en
cambio recibirá algún castigo si su actuación no es adecuada a la cultura de
su sociedad.
Se puede distinguir entre sanciones difusas y organizadas, dependiendo de
que el control social sea informal o formal, pues el control formal implica
sanciones organizadas, mientras que el control informal implica sanciones
difusas. Las sanciones organizadas, como acabamos de ver están impuestas
por la legislación, la policía, las cárceles. Las sanciones difusas son la
actitud que demuestran los miembros de tu grupo o la sociedad ante tu
comportamiento, una sonrisa o un gesto de desacuerdo, una frase
aprobatoria o recriminatoria, etc...

21: ORDEN SOCIAL Y ORDEN SOCIOLÓGICO


Conocimiento de la realidad analizada más que sobre la propia tendencia a
usar la intuición sin fundamento, voluntarista y peligrosa, la necesidad de
racionalizar instituye el requerimiento a la ciencia. Pero del requerimiento a
la anulación del discurso científico media la resistencia que el método
positivo introduce en la relación ciencia política. El interés de Comte no
reside tanto en su concepción de la vida social, con su verticalismo al modo
de la estructura familiar dependiendo de familias, ni en su interesante teoría
evolucionista de los tres estadios, ni en sus proyectos científico-religiosos
de tipo regeneracionista, ni en otras cosas de su larga obra, sino en la
elevación a mito científico del espíritu positivo: con las limitaciones que el
tiempo irá descubriendo, el positivismo, prolongación del empirismo
británico y fundamento de la conducta científica contemporánea, pondrá las
bases de esa conducta desde la coacción razonada que llega a los centros
científicos a partir del uso mágico de la palabra como clave del buen hacer
metodológico: se crea una mentalidad nueva aun difusa y no muy
reglamentada en sus normativas prácticas, que funciona como marco de
trabajo e instituye unos procedimientos inductivos de fundamentación del
quehacer empírico. Hablar sin fundamento ya no es un ejercicio acreditado.
La filosofía sufre este embate y tratará de rehacerse alrededor,
precisamente, del tema metodológico. Buena parte de la filosofía posterior
estará centrada en la elaboración de normas abstractas de metodología
científica.
Esta aportación al cambio de mentalidad es el gran acierto de Comte, que
en el terreno estricto de la sociología (barbarismo que él construye a
conciencia mezclando lo griego y lo latino) define un camino bolista (la
Sociedad por encima de los individuos) que hará fortuna y fundamentará la
ciencia analítica de esa sociedad.
La idea de orden introducirá en el discurso social un concepto que será uno
de los primeros esquemas epistemológicos de las ciencias sociales:
organismo. Un organismo es un orden divino y natural, o sólo natural, pero
perfecto. La metáfora biológica (tan antigua, por cierto) es el símbolo de la
restauración. No es casual que Ferguson, el sociólogo pionero de la escuela
escocesa fuese, sobre todo, un teórico moral, o que SaintSimon y Comte
encontraran en la religión lo que parecía faltar en la marcha de la sociedad
de su tiempo: cohesión y fin. La última razón de la idea restauradora es el
recurso a la cohesión religiosa.
Había una necesidad de vertebrar el flujo de demandas y de ofertas a través
de un aparato eficiente que economizara conflictos y regulara la vida
social, y en estas condiciones el ejemplo eclesiástico era el más conocido y
el más sólido. No es extraña esta metáfora, como no lo es la confrontación
entre marxistas y anarquistas en el campo político de la izquierda: el tema
orgánico es el tema del momento, y el impulso organizador lo mueve todo
y altera la reflexión social con prescripciones de ese orden. El socialismo
libertario es, sólo en cierto modo, una excepción (aunque también ahí el
factor orgánico-religioso es muy fuerte, aunque de otro signo, que lo hace
inservible desde el modelo progresista o desarrollista en curso: la idea de
progreso tiene matices regresivos en los libertarios, que buscan modelos
primitivos a su particular lucha por la igualdad y la felicidad). El
movimiento restaurador que subyace a todo cambio profundo, nostalgia del
orden primigenio, se llamará, en adelante, burocracia: «La burocracia
racional-legal se ha desarrollado a lo largo de muchos siglos en la
civilización occidental. Comenzando en la Edad Media, ha ido creciendo
lenta e irregularmente, logrando su forma plena y generalizada sólo en el
siglo xx. Casi todas las grandes organizaciones complejas de los Estados
Unidos pueden, por ejemplo, clasificarse mejor como burocracias, si bien el
grado y la forma de burocratización son variables. Nunca, sin embargo, se
da en la práctica esa forma "ideal", por tres razones cuando menos. Se
pretende, en primer lugar, hacer lo que (previsiblemente) nunca será
posible eliminar todas las influencias extra-organizativas sobre el
comportamiento de sus miembros. En teoría, los miembros de la
organización deberían actuar únicamente para servir a los intereses de la
organización.
El problema reside en que, aunque el interés de la organización no fuera
ambiguo, la gente no vive sólo para las organizaciones. Las personas
aportan todo tipo de experiencias provenientes del resto de sus vidas a la
organización y tienen todo tipo de intereses que no dependen de la misma.
En segundo lugar, no es factible la aplicación de la forma ideal de
organización burocrática cuando se requieren cambios rápidos en algunas
de las tareas organizativas. Las burocracias se crean para administrar tareas
estables, rutinarias: este es el fundamento de su eficiencia organizativa. Sin
tareas estables no puede haber una división del trabajo estable, ni
adquisición normalizada de destrezas técnicas y experiencia, ni
planificación y coordinación formal. Y así sucesivamente. Pero cuando
surgen los cambios, las organizaciones tienen que modificar sus programas
de acción. Cuando estos cambios son frecuentes y rápidos, la configuración
de la organización se hace tan provisional que no se saca partido de las
eficiencias propias de la forma burocrática (como consecuencia sube el
precio del producto que vende la organización).... En tercer lugar, la
burocracia, en su forma ideal, despierta unas expectativas irrealizables,
porque las personas son sólo medianamente inteligentes, previsoras, sabias
y enérgicas. Todas las organizaciones deben diseñarse para la persona
"media" que solemos encontrar en un puesto de trabajo, no para las
personas superdotadas.
Lo que caracteriza al nuevo mundo industrial es este orden racional-legal,
de tipo burocrático, sólo comparable en algunos puntos de su perfil al orden
medieval teocrático, salvando toda distancia. Esto lo ve plenamente Max
Weber. Acabar con la clase más o menos ociosa de prebéndales exigía la
igualdad de opciones para el acceso al control burocrático; la democracia y
la igualdad de opciones impersonaliza, desacraliza la máquina burocrática.
El orden se cumplió tanto en la economía de libre mercado o de monopolio
transnacional, como en los estados de socialismo real mientras fueron tales,
y hoy podemos ya, ex post, contemplar el proceso restaurador en todas sus
áreas, a punto ya de entrar en una nueva fase de desarrollo de las fuerzas
económicas y políticas en términos de un nuevo orden mundial o algo
similar que la Guerra del Golfo y los acontecimientos del Este han ido
propiciando. En todo caso, todo indica que algo sustancial puede estar
cambiando y que ese cambio afectará a la estructura de las relaciones
internacionales en todas sus áreas. La palabra orden vuelve a usarse en
forma parecida a aquella de que hemos venido hablando, y el proceso de
reestructuración social que teorizaron los pioneros parece entrar en un
nuevo camino y prolongarse aun indefinidamente, como si la fractura
industrial y sus consecuencias todavía no hubiesen generado esa estabilidad
de ideas y conductas que, supuestamente, caracteriza a las edades medias,
con su homogeneidad credencial y económica y su largo ciclo de relativa
inmovilidad estructural. También como entonces, surgen aquí y allá nuevos
planteamientos aurorales, aunque sin el matiz revolucionario y la
radicalidad de posiciones de la ciencia social decimonónica. Polémicas
como la del «fin de la historia» o la de la «posmodernidad», o aquellas
otras más economicistas sobre las posibilidades del citado nuevo orden
mundial o sobre el papel de la socialdemocracia en el marco de las nuevas
emergencias políticas, aparecen en las revistas especializadas y en la
prensa, alimentando la sensación de estar viviendo un momento
fundamental de la historia moderna: aquel que va a definir un orden
duradero en los próximos decenios.
Conclusiones
Luego de haber realizado un breve estudio acerca de la influencia e importancia del
reconocimiento de derechos sociales en la Constitución y de su influencia en el orden
jurídico peruano, podemos arribar a las siguientes conclusiones.
En primer lugar, debemos reconocer la importancia de la Constitución, pues significó la
primera proclamación de derechos sociales con un fundamento distinto a la mentalidad
liberal que dio origen al mismo. El Ejecutivo pasó de ser el poder más temido a ser el
poder más necesitado.
En segundo lugar, debemos afirmar que el constituyente recoge inicialmente los
derechos sociales con la finalidad de legitimarse y reconocer grupos vulnerables de la
sociedad. Ello marca una nueva etapa en el movimiento constitucional que resulta como
punto de partida para la consolidación del Estado Social y de las nuevas funciones que
él conlleva para el Estado.
En tercer lugar, el constitucionalismo social influye en todas las Constituciones
occidentales del mundo, en especial las de Latinoamérica. Su consolidación y su gran
difusión, no obstante, no llegaron sino hasta después de la Segunda Guerra Mundial.
Con ello, se dio el reconocimiento de nuevos derechos sociales distintos a los de
naturaleza laboral.
En cuarto lugar, los derechos sociales implican actuación positiva del Estado y hoy en
día se constituyen en muchos ordenamientos jurídicos como verdaderos derechos
fundamentales, pese a que su justiciabilidad sigue siendo su gran crítica.
Finalmente, la Constitución peruana de 1920 es la primera en recoger derechos sociales
y su justiciabilidad es aún compleja, debido a la cláusula de progresividad recogida en
la constitución peruana vigente de 1993. El Tribunal Constitucional peruano ha
reconocido la importancia de su realización progresiva, lo cual resulta una obligación
real de cumplimiento por parte de todos los poderes públicos.

Fuentes
*http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-
21472016000200003
*https://www.importancia.org/orden.php
*https://leyderecho.org/orden-social/
*http://es.catholic.net/op/articulos/24356/cat/582/iv-el-orden-social.html#modal
*https://leyderecho.org/category/derecho-de-la-seguridad-social/
*https://www.monografias.com/trabajos100/derecho-seguridad-social-peru/derecho-
seguridad-social-peru2.shtml
*https://www.monografias.com/trabajos82/seguridad-social-peru/seguridad-social-
peru.shtml
*https://es.wikipedia.org/wiki/Orden_social
*http://isegoria.revistas.csic.es/index.php/isegoria/article/view/62
*https://www.feandalucia.ccoo.es/docu/p5sd4881.pdf
*https://www.researchgate.net/publication/302139117_El_ORDEN_SOCIAL_EN_PER
SPECTIVA_SOCIOLOGICA
*http://www.scielo.org.mx/pdf/soc/v29n81/v29n81a1.pdf
* https://scielo.conicyt.cl/pdf/cmoebio/n61/0717-554X-cmoebio-61-00110.pdf

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