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Magistrada Ponente:
DIANA FAJARDO RIVERA
SENTENCIA
I. ANTECEDENTES
El 14 de junio de 2018, Jansely Lorena Díaz Muñoz interpuso acción de tutela para
que se protejan sus derechos fundamentales de petición y educación que considera
vulnerados por la Universidad Manuela Beltrán. A continuación la Sala resumirá
los hechos narrados por la accionante:
1. Hechos
2. Sostuvo que para continuar con ese crédito beca debe mantener un promedio
mínimo de 3.5 durante cada semestre de su carrera y terminarla en el tiempo
establecido para que la deuda adquirida pueda ser condonada. Por ello, aseguró se
ha esforzado y comprometido con el desarrollo de sus estudios, pues no cuenta con
los ingresos necesarios para costear una universidad privada, y el programa que
eligió no lo ofrecen las universidades públicas del país.
3. Explicó que vive en la zona rural de Ciudad Bolívar, en la vereda Mochuelo Bajo
que limita con la localidad de Sumapaz. Señaló que debido a esa ubicación, el
servicio de transporte público tiene muchos inconvenientes, pues se trata de un lugar
que solo tiene una vía de acceso a través de la cual circulan volquetas y tráfico
pesado, buses escolares, vehículos particulares y rutas informales; además, aseguró
que se presentan constantes accidentes de tráfico. Todas estas condiciones influyen
en sus trayectos hacia la Universidad, razón por la cual, suele salir con 3 o 4 horas
de antelación de su casa para poder cumplir con sus compromisos académicos. No
obstante, en algunas ocasiones no consigue llegar a tiempo a sus clases.
2
procedente en esta instancia, queda constancia en el acta N° 20,
realizada el día 11 de Mayo de 2018 de acuerdo a lo establecido en el
Reglamento de Derechos y Deberes, Artículo 21.”1
“Que una vez analizado y hecho el estudio previo del caso, RATIFICA
la decisión tomada en primera instancia por el Consejo de Facultad; por
lo tanto, la petición es NEGADA en atención lo (sic) establecido en el
Acuerdo 0043 de 2008 Reglamento de Derechos y Deberes del
estudiante, Artículo 29. Inasistencias, Parágrafo 1 y Artículo 37.
Deberes del Estudiante, literal d.”2
11. En opinión de la Defensoría del Pueblo, las causas que llevaron a Jansely Lorena
a llegar tarde en repetidas ocasiones a la clase Laboratorio equipos de diagnóstico,
son ajenas a su voluntad y, teniendo en cuenta que su solicitud no afecta los estatutos
de la Universidad ni implica un obstáculo para la prestación del servicio público de
educación, instó a dicha Institución a que adoptara las medidas administrativas que
fueran necesarias para que pudiera continuar con los estudios de su carrera.
1
Folio 12, cuaderno de primera instancia.
2
Folio 17, cuaderno de primera instancia.
3
Folio 145, reverso, cuaderno de primera instancia.
3
concordancia con las Actas y Resoluciones aprobadas por el consejo Superior de
la UMB, estatutos que usted aceptó ceñirse al momento de vincularse con esta
institución".
13. También señaló que es deber de la accionante asistir puntual a las clases,
evaluaciones y todas las actividades académicas y culturales, pues de lo contrario
debe asumir las consecuencias señaladas en el Reglamento, que dispone en su
Artículo 29 que para aprobar los cursos teórico prácticos es necesario asistir como
mínimo al 80% de las sesiones. Lo anterior, con el fin de "garantizar a la
comunidad estudiantil un aprendizaje de alta calidad en el transcurso de sus
estudios […] es por ello que las inasistencias registradas se traducen como el
seguimiento que hace el docente al estudioso, en el transcurso de sus clases motivo
por el cual no es procedente acceder favorablemente a su solicitud de retiro de
fallas."4
15. En lo que tiene que ver con la consecuencia de tener reportadas 7 fallas en la
materia “Laboratorio de equipos de diagnóstico”, afirmó que el artículo 29 del
Reglamento de Derechos y Deberes del Estudiante, que ha sido invocado como
fundamento por parte de la Universidad para negar su solicitud, regula únicamente
lo correspondiente a los cursos teóricos, que exigen un 70% de asistencia, y a los
cursos teórico prácticos, que demandan un 80% de presencia en las sesiones; pero
nada dice sobre las asignaturas de tipo exclusivamente práctico como la materia
objeto de controversia. Por ello, considera que no era posible darle aplicación a ese
artículo del reglamento.
16. Finalmente, aseguró que presentó todas las pruebas, evaluaciones y actividades
académicas de la clase y que obtuvo una nota final de 3.86 sobre 5. A su juicio, esto
demuestra su compromiso con la asignatura y que en efecto asistió a las clases y se
mantuvo informada sobre los avances de la misma, pues de lo contrario no habría
obtenido una nota aprobatoria, que finalmente no quedó consignada en su historia
académica, por las fallas que le fueron reportadas.
21. Luego de advertir que no le constan las condiciones personales relativas a los
inconvenientes para llegar puntual a las clases que fueron narradas por Jansely
Lorena, el apoderado de la Universidad argumentó que al matricularse en la
Institución los estudiantes se comprometen a cumplir los reglamentos que además
de estar amparados constitucionalmente por la garantía de la autonomía
universitaria, responden a los principios institucionales y al objetivo de garantizar
un mejor desarrollo profesional.
22. Sostuvo que entre otros deberes adquiridos se encuentra el de asistir puntual a
las clases, evaluaciones y demás actividades académicas y culturales previstas por
la Institución en desarrollo del ciclo profesional (literal d. del artículo 37 del
Reglamento de Derechos y Deberes del Estudiante). Dicha obligación, argumentó,
no es caprichosa o desproporcionada, sino que busca desarrollar la responsabilidad
del futuro profesional. Adicionalmente, afirmó que "el docente tiene la
responsabilidad de registrar la inasistencia en el sistema de seguimiento
estudiantil, esto con el fin de tener constancia sobre las fallas que presenta cada
estudioso, con el fin de controlar el ausentismo y desarrollar planes de apoyo para
el estudiante. Así las cosas, el docente de la asignatura en cumplimiento de lo
establecido por el Reglamento, no retiró la falla ya registrada, pues la estudiante
pese a conocer los compromisos adquiridos ingresó 20 minutos después de iniciar
la clase, cuando ya este había realizado el llamado a lista."5
5
Folio 69, reverso, cuaderno de primera instancia.
6
Folio 69, reverso, cuaderno de primera instancia.
5
a tiempo.
25. Ahora bien, explicó que el porcentaje límite para fallas en las asignaturas de
carácter práctico, como el Laboratorio de equipos de diagnóstico, se encuentra
regulado en el artículo 20 del Acuerdo 0027 de 18 de julio de 2007, según el cual el
porcentaje mínimo de asistencia para aprobar este tipo de asignaturas es de 90% si
existen fallas justificadas y 95% en caso de no existir justificación, debido a lo
importante e irrecuperable de cada sesión. Así pues, el Reglamento de Derechos y
Deberes del Estudiante rige como norma general, y el Acuerdo 0027 de 18 de julio
de 2007 como norma especial.
27. Finalmente, frente al derecho de petición, señaló que no ha sido vulnerado, pues
dio una respuesta clara, oportuna y de fondo a todas las solicitudes que le fueron
elevadas tanto por la accionante, como aquella interpuesta por la Defensoría del
Pueblo.
28. Mediante fallo del 27 de junio de 2018 el Juzgado 72 Civil Municipal de Bogotá
resolvió negar la acción de tutela de la referencia.
7
Folio 70, cuaderno de primera instancia.
8
Folio 9392, reverso, cuaderno de primera instancia.
6
29. Sostuvo que la valoración académica de la accionante, así como la sanción que
pueden tener las ausencias y llegadas tarde a clase, hacen parte de las decisiones
que están cobijadas por la garantía de la autonomía universitaria. Afirmó que de
acuerdo con las pruebas aportadas al proceso, la estudiante no demostró el motivo
de sus retardos y fallas, ni procuró la justificación de los mismos. Así pues, concluyó
que "resulta infructuoso discutir que la materia que reprobó por fallas, deba
aprobarse por este medio constitucional, pues es la universidad quien define cuál
es el pensum, materias y los métodos de calificación a los estudiantes."9
- Impugnación
9
Folio 101, cuaderno de primera instancia.
7
- Sentencia de segunda instancia
33. El Juzgado 50 Civil del Circuito de Bogotá, mediante sentencia del 8 de agosto
de 2018, resolvió confirmar la decisión de primera instancia.
35. Copia de la cédula ciudadanía que la accionante en la que consta que para el
momento de interposición de la acción de tutela tenía 21 años de edad. (Folio 1,
cuaderno de primera instancia)
36. Copia de la petición elevada por la Defensoría del Pueblo el 31 de mayo de 2018
como “Gestión Directa Urgente y Preferente” ante la Universidad. (Folios 2 y 3,
cuaderno de primera instancia)
42. Resolución Rectoral No. 056 del 21 de julio de 2017 “Por medio de la cual se
reglamentan los porcentajes de las calificaciones que constituyen el sistema
integral de evaluación institucional de la universidad Manuela Beltrán”. (Folios 19
8
y 20, cuaderno de primera instancia)
43. Reporte parcial de calificaciones en curso de Jansely Lorena Díaz Muñoz, del
11 de junio de 2018, en el que consta que asistió a la materia Laboratorio equipos
de diagnóstico en el período 2018-181, y que obtuvo una calificación de 3.8 y 7
fallas en total. (Folio 21, cuaderno de primera instancia)
44. Reglamento de Derechos y Deberes del Estudiante - Acuerdo No. 0043 del
Consejo Superior de la Universidad Manuela Beltrán, expedido el 30 de abril de
2008. (Folios 22 a 35, cuaderno de primera instancia)
47. Reglamento de Prácticas y Pasantías - Acuerdo No. 0027 del Consejo Superior
de la Universidad Manuela Beltrán, expedido el 18 de julio de 2007. (Folios 62 a
68, cuaderno de primera instancia)
48. Certificaciones en las que consta que la accionante tiene su domicilio en el barrio
Lagunitas, Mochuelo bajo, localidad Ciudad Bolivar. (Folios 105 y 106, cuaderno
de primera instancia)
50. Reporte histórico de calificaciones de Jansely Lorena Díaz Muñoz expedido por
la universidad Manuela Beltrán, en el que la materia Laboratorio equipo de
diagnóstico aparece como reprobada. (Folios 113 y 114, cuaderno de primera
9
instancia)
55. El 14 de enero de 2019 se recibió un escrito firmado por Jansely Lorena Díaz
Muñoz, en el que luego de exponer, nuevamente, la controversia en torno a la falta
que le fue reportada en la asignatura Laboratorio equipos de diagnóstico, informó
que tuvo que suspender sus estudios porque para poder continuar siendo
beneficiaria del crédito beca que le otorgó la Secretaría de Educación de Bogotá, y
que le sea condonada la deuda adquirida para su matrícula, debe mantener un
promedio semestral igual o superior a 3.5; y al tener como nota definitiva en la
mencionada materia 0.0, el promedio de su octavo semestre fue 3.27.
Adicionalmente, recalcó que debido a que no cuenta con los recursos económicos
para costear la matrícula de la Universidad, no podrá continuar con sus estudios
profesionales, pues depende exclusivamente del crédito beca del que es beneficiaria,
por ello, no ha podido retomar sus estudios estando a 2 semestres de culminarlos.
10
56. La Universidad no respondió a la solicitud que le fue enviada, ni se pronunció
sobre el escrito presentado por la accionante.
II. CONSIDERACIONES
1. Competencia
57. La Sala es competente para conocer el fallo objeto de revisión, de acuerdo con
lo establecido en los artículos 86 y 241-9 de la Constitución Política, en los artículos
31 a 36 del Decreto 2591 de 1991 y en cumplimiento del auto del 16 de agosto de
2018, expedido por la Sala de Selección Número Nueve de 2018 de esta
Corporación.
58. De acuerdo con los hechos probados durante el proceso, Jansely Lorena Díaz
Muñoz es estudiante de la Universidad Manuela Beltrán en el programa de
Ingeniería Bioquímica. Durante el primer semestre de 2018 se encontraba cursando
la materia Laboratorio de equipos de diagnóstico, que es de tipo práctico y tiene una
intensidad horaria de 2 horas semanales, para un total de 32 horas presenciales, con
horario todos los jueves de 10:00 am a 12:00 m. El día 8 de mayo de 2018 llegó 18
minutos tarde a la mencionada clase, y pese a que asistió a la sesión, el docente
encargado le reportó una falla en vez de un retardo. En consecuencia, al haber
completado 7 ausencias en el sistema, perdió la asignatura por inasistencia.
59. Teniendo en cuenta que había asistido a la clase, y que incluso para el momento
en que ingresó al aula el profesor titular se encontraba aún llamando a lista -pero ya
había pasado por su apellido- la accionante acudió ante varias instancias de la
Universidad, con el fin de que se modificara el registro mencionado. También se
dirigió a la Defensoría del Pueblo, entidad que requirió a la Universidad, para que
revisara su caso. Aseguró que sus retardos responden a la difícil situación de
movilidad del sector en el que reside, pues se trata de un área rural de la localidad
de Ciudad Bolívar, que limita con la de Sumapaz, que además de encontrarse lejos
de las sedes de la Universidad suele presentar accidentes de tránsito, cierres viales,
tráfico lento y pesado, entre otros. Todas las peticiones presentadas por Jansely
Lorena fueron resueltas desfavorablemente argumentando que conforme al artículo
29 del Reglamento de Derechos y Deberes del Estudiante, un 20% de inasistencia
a las sesiones de una misma materia teórico-práctica, tiene como consecuencia la
pérdida de la esta.
11
2018 llegó tarde 18 minutos pero estuvo presente en toda la sesión de 2 horas de
duración. Con ello, aseguró, se afecta su continuidad en la carrera, pues al haber
perdido la materia con 0.0 su promedio del semestre fue de 3.27 y para mantener el
crédito beca del que es beneficiaria y que constituye la única forma en que puede
seguir matriculada, éste debe ser como mínimo de 3.5.
63. Para efectos de asumir el estudio del caso concreto, la Sala procederá de la
siguiente manera: primero, determinará si el amparo solicitado procede, de acuerdo
con los criterios trazados por la jurisprudencia constitucional sobre tutela contra
particulares. De encontrarla procedente, la Sala abordará los problemas jurídicos
que se plantean a continuación.
10
A pesar de que la accionante no invocó este derecho en su escrito de tutela, resulta necesario incorporarlo al
análisis del caso concreto. Ello dado que este involucra un debate sobre la aplicación de los reglamentos de la
Institución educativa accionada.
12
Muñoz es procedente.
68. De manera preliminar, se advierte que en esta oportunidad se cumplen todos los
requisitos de procedencia de la acción de tutela, esto es, la legitimación por activa
y pasiva, la inmediatez y la subsidiariedad. A continuación la Sala expone los
argumentos que sustentan dicha conclusión.
70. En lo que tiene que ver con la legitimación por pasiva, el citado artículo
constitucional señala en su quinto inciso que la acción de tutela será procedente
contra particulares13 en tres circunstancias: (i) cuando están encargados de la
prestación de servicios públicos, (ii) si su conducta afecta grave y directamente el
interés colectivo, o (iii) respecto de quienes el solicitante se halle en estado de
subordinación o indefensión.
71. En este caso, la Universidad Manuela Beltrán establece en sus estatutos que “es
una Institución de Educación Superior, de utilidad común, sin ánimo de lucro,
organizada como fundación, de nacionalidad Colombiana y de duración indefinida
(…)”14. Por su parte, el artículo 67 de la Constitución Política, señala que la
educación es un derecho de la persona y un servicio público que tiene una función
social. Así pues, la Universidad accionada es un particular que se encarga de la
prestación del servicio público de educación, y en esta medida cuenta con
legitimación por pasiva dentro del proceso.
11
Constitución Política, artículo 86: “Toda persona tendrá acción de tutela para reclamar ante los jueces, en
todo momento y lugar, mediante un procedimiento preferente y sumario, por sí misma o por quien actúe a su
nombre, la protección inmediata de sus derechos constitucionales fundamentales, cuando quiera que éstos
resulten vulnerados o amenazados por la acción o la omisión de cualquier autoridad pública”.
12
“Por el cual se reglamenta la acción de tutela consagrada en el artículo 86 de la Constitución Política”.
13
“Artículo 86: (…) La ley establecerá los casos en los que la acción de tutela procede contra particulares
encargados de la prestación de un servicio público o cuya conducta afecte grave y directamente el interés
colectivo, o respecto de quienes el solicitante se halle en estado de subordinación o indefensión.”
14
Estatutos de la Universidad Manuela Beltrán. Artículo 1. Disponible en https://
https://www.umb.edu.co/descargas/politicas/ESTATUTOS-APROBADOS-RESOLUCION-2360-UMB.pdf
13
personas deben actuar diligentemente y presentar la acción en un tiempo razonable.
73. El requisito se halla satisfecho porque entre la última respuesta que obtuvo de
la Universidad respecto a su solicitud -6 de junio de 2018- y la interposición de la
acción de tutela -14 de junio de 2018- transcurrieron apenas 8 días, término más que
oportuno para acudir al amparo constitucional.
74. Finalmente, sobre el requisito se subsidiariedad, la Sala advierte que el caso bajo
estudio plantea una controversia sobre los derechos de petición y a la educación de
la accionante. Dado que el ordenamiento jurídico colombiano no consagra un
mecanismo de defensa judicial distinto a la acción de tutela para la protección de los
mencionados derechos, la acción de tutela está llamada a proceder como mecanismo
principal.
78. No obstante, con la expedición de la Ley Estatutaria 1755 de 2015 “Por medio
de la cual se regula el Derecho Fundamental de Petición y se sustituye un título del
Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo”,
15
Ver, entre muchas otras, las sentencias T-012 de 1992. M.P. José Gregorio Hernández Galindo; T-105 de 1996.
M.P. Vladimiro Naranjo Mesa; T- 374 de 1998. M.P. José Gregorio Hernández Galindo; SU-166 de 1999. M.P.
Alejandro Martínez Caballero; T-163 de 2002. M.P. Jaime Córdoba Triviño; SU-975 de 2003. M.P. Manuel José
Cepeda Espinosa; T-268 de 2003. M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra; T-183 de 2011. M.P. Luis Ernesto Vargas
Silva, y C-951 de 2014 M.P. Martha Victoria Sáchica Méndez.
16
Sentencias T-814 de 2005. M.P. Jaime Araujo Rentería; T-147 de 2006. M.P. Manuel José Cepeda Espinosa;
T-610 de 2008. M.P. Rodrigo Escobar Gil; T-760 de 2009. M.P. Juan Carlos Henao Pérez; y T-167 de 2013.
M.P. Nilson Pinilla Pinilla.
14
quedó regulado el ejercicio del derecho de petición frente a particulares en sus
artículos 32 y 33, que en gran medida, recogieron las reglas creadas por la Corte en
su jurisprudencia.
79. Así pues, la Ley 1755 de 2015 establece que las peticiones ante particulares se
rigen por las mismas reglas generales de aquellas dirigidas a las autoridades,
consagradas en el Capítulo I de la citada norma; que la petición puede ser presentada
verbalmente, por escrito o por cualquier medio idóneo; y que el particular debe
respetar los términos de respuesta según lo dispuesto en el artículo 14 de la misma.
También cabe mencionar que la Ley divide en tres grupos las hipótesis de ejercicio
de este derecho frente a particulares:
80. (i) El artículo 32 se refiere a la posibilidad que tiene toda persona de ejercer el
derecho de petición con el fin de obtener la garantía de sus derechos fundamentales.
Este supuesto incluye el ejercicio del derecho frente a cualquier tipo de organización
privada, incluso si no es prestadora de un servicio público, o si no tiene funciones
similares; siempre que resulte necesario para asegurar el disfrute de otros derechos
fundamentales.
81. (ii) Ese mismo artículo -32- contempla un segundo evento, relacionado con las
peticiones presentadas ante otra persona natural, que serán procedentes siempre que
el solicitante se encuentre en situación de indefensión o subordinación con respecto
a aquella, o cuando la persona natural tenga una posición o función dominante ante
el peticionario; siempre que el ejercicio del derecho de petición persiga el objetivo
de materializar los derechos fundamentales del solicitante.
82. (iii) El artículo 33 regula lo pertinente a las peticiones formuladas por usuarios
ante empresas u organizaciones privadas. Así, señala que es procedente frente a
cajas de compensación familiar, instituciones del Sistema de Seguridad Social
Integral, entidades que conforman el Sistema Financiero y Bursátil, así como
empresas que prestan servicios públicos y servicios públicos domiciliarios. En este
segundo supuesto, la Ley añade que aplica también lo dispuesto en su Capítulo II,
que se ocupa de las reglas especiales del derecho de petición ante autoridades, en
particular sobre la reserva de información y documentos.
17
Para un análisis más detallado sobre el derecho de petición frente a particulares ver sentencias T- 726 de 2016.
M.P. Alejandro Linares Cantillo; T- 430 de 2017. M. P. Alejandro Linares Cantillo y T- 487 de 2017. M.P.
Alberto Rojas Ríos.
15
estudiantes. Reiteración de jurisprudencia
86. Por otra parte, al ser un servicio público, la educación se encuentra a cargo del
Estado24 y tiene prioridad en la asignación de recursos por hacer parte del gasto
social25, “su prestación debe ceñirse a los principios de eficiencia, universalidad,
solidaridad social y redistribución de los recursos en la población económicamente
vulnerable, y la regulación y diseño del sistema debe orientarse al aumento
constante de la cobertura y la calidad.”26
87. Sobre el contenido del derecho, la sentencia T-428 de 2012 recordó que, además
de entender el acceso y la permanencia en el sistema educativo como elementos
propios del derecho a la educación27, esta Corte ha incluido en su núcleo los
18
Sentencia T-002 de 1992, M.P. Alejandro Martínez Caballero.
19
Sentencia T-534 de 1997, M.P. Jorge Arango Mejía.
20
Sentencia T-672 de 1998, M.P. Hernando Herrera Vergara.
21
Sentencia C-170 de 2004, M.P. Rodrigo Escobar Gil.
22
Sentencia C-170 de 2004, M.P. Rodrigo Escobar Gil.
23
Sentencia T-787 de 2006. M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra. Consideraciones semejantes se encuentran en
las sentencias T-002 de 1992 M.P. Alejandro Martínez Caballero; T-202 de 2000 y T-1677 de 2000 M.P. Fabio
Morón Díaz; y T-787 de 2006 M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra.
24
Artículo 365, Constitución Política de Colombia.
25
Artículo 366, Ibídem.
26
Sentencia T-994 de 2010. M.P. Luis Ernesto Vargas Silva.
27
Sentencias T-571 de 1999. M.P. Fabio Morón Díaz; T-585 de 1999. M.P. Vladimiro Naranjo Mesa; T-620 de
1999. M.P. Alejandro Martínez Caballero y T-452 de 1997. M.P. Hernando Herrera Vergara, y T-1677 de 2000.
M.P. Fabio Morón Díaz.
16
parámetros establecidos en la Observación General No. 13 del Comité DESC, que
señala cuatro componentes estructurales28:
28
Sentencia T-428 de 2012. M.P. María Victoria Calle Correa.
29
Ver al respecto: Tomasevski, Katarina (Relatora especial de las Naciones Unidas para el derecho a la
educación). Human rights obligations: making education available, accessible, acceptable and adaptable.
Gothenbug, Novum Grafiska AB, 2001. El Comité DESC, en su Observación General No. 13, sobre el Derecho
a la Educación se refirió a las cuatro dimensiones del derecho a la educación en los siguientes términos: “6. Si
bien la aplicación precisa y pertinente de los requisitos dependerá de las condiciones que imperen en un
determinado Estado Parte, la educación en todas sus formas y en todos los niveles debe tener las siguientes
cuatro características interrelacionadas: || a) Disponibilidad. Debe haber instituciones y programas de
enseñanza en cantidad suficiente en el ámbito del Estado Parte. Las condiciones para que funcionen dependen
de numerosos factores, entre otros, el contexto de desarrollo en el que actúan; por ejemplo, las instituciones y
los programas probablemente necesiten edificios u otra protección contra los elementos, instalaciones sanitarias
para ambos sexos, agua potable, docentes calificados con salarios competitivos, materiales de enseñanza, etc.;
algunos necesitarán además bibliotecas, servicios de informática, tecnología de la información, etc.|| b)
Accesibilidad. Las instituciones y los programas de enseñanza han de ser accesibles a todos, sin discriminación,
en el ámbito del Estado Parte. La accesibilidad consta de tres dimensiones que coinciden parcialmente: No
discriminación. La educación debe ser accesible a todos, especialmente a los grupos no vulnerables de hecho y
de derecho, sin discriminación por ninguno de los motivos prohibidos (véanse los párrafos 31 a 37 sobre la no
discriminación);|| Accesibilidad material. La educación ha de ser asequible materialmente, ya sea por su
localización geográfica de acceso razonable (por ejemplo, una escuela vecinal) o por medio de la tecnología
moderna (mediante el acceso a programas de educación a distancia);|| Accesibilidad económica. La educación
ha de estar al alcance de todos. Esta dimensión de la accesibilidad está condicionada por las diferencias de
redacción del párrafo 2 del artículo 13 respecto de la enseñanza primaria, secundaria y superior: mientras que
la enseñanza primaria ha de ser gratuita para todos, se pide a los Estados Partes que implanten gradualmente
la enseñanza secundaria y superior gratuita.|| c) Aceptabilidad. La forma y el fondo de la educación,
comprendidos los programas de estudio y los métodos pedagógicos, han de ser aceptables (por ejemplo,
pertinentes, adecuados culturalmente y de buena calidad) para los estudiantes y, cuando proceda, los padres;
este punto está supeditado a los objetivos de la educación mencionados en el párrafo 1 del artículo 13 y a las
normas mínimas que el Estado apruebe en materia de enseñanza (véanse los párrafos 3 y 4 del artículo 13).|| d)
Adaptabilidad. La educación ha de tener la flexibilidad necesaria para adaptarse a las necesidades de
sociedades y comunidades en transformación y responder a las necesidades de los alumnos en contextos
culturales y sociales variados.”
30
Ver al respecto el inciso primero del artículo 68 superior.
31
En este sentido, el inciso 5 del artículo 67 de la Constitución indica que el Estado debe garantizar el adecuado
cubrimiento del servicio y asegurar a los menores las condiciones necesarias para su acceso.
32
En relación con la accesibilidad desde el punto de vista económico, cabe mencionar el inciso 4 del artículo
67 de la Constitución, según el cual la educación debe ser gratuita en las instituciones del Estado, sin perjuicio
del cobro de derechos académicos a quienes puedan sufragarlos.
33
Al respecto, debe destacarse el inciso 5 del artículo 68 de la Constitución, de conformidad con el cual los
grupos étnicos tienen derecho a una educación que respete y desarrolle su identidad cultural. Así mismo, el
inciso 6 ibídem señala la obligación del Estado de brindar educación especializada a las personas con algún
tipo de discapacidad y a aquellos con capacidades excepcionales.
17
que se garantice continuidad en la prestación del servicio34, y (iv) la
aceptabilidad, la cual hace alusión a la calidad de la educación que debe
impartirse35.”36
88. La puesta en marcha de todos estos componentes genera para el Estado varias
obligaciones, ya que es el principal responsable de su prestación. En este sentido, la
sentencia T-308 de 201137, sostuvo que el derecho a la educación le impone al
Estado tres obligaciones: respetar, proteger y cumplir.
90. Ahora bien, existen algunas sentencias -que representan una posición
minoritaria- que sostienen que una vez se es mayor de edad, el derecho a la
educación pasa de ser de aplicación directa e inmediata a convertirse en netamente
prestacional.41
34
El inciso 5 del artículo 67 superior expresamente señala que el Estado debe garantizar a los menores su
permanencia en el sistema educativo.
35
Al respecto, el inciso 5 del artículo 67 de la Carta dispone que el Estado debe regular y ejercer la suprema
inspección y vigilancia de la educación, con el fin de velar por su calidad y la mejor formación moral, intelectual
y física de los educandos. Por su parte, el inciso 3° del artículo 68 ibídem establece que la enseñanza debe estar
a cargo de personas de reconocida idoneidad ética y pedagógica.
36
Sentencia T-428 de 2012. M.P. María Victoria Calle Correa.
37
M.P. Humberto Antonio Sierra Porto.
38
Sentencia T-308 de 2011. M.P. Humberto Antonio Sierra Porto. Fundamentos 46 y 47 de la Observación
General Nº 13 del Comité DESC.
39
Sentencia T-329 de 1993. M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz.
40
Sentencias T-807 de 2003. M.P. Jaime Córdoba Triviño; T-899 de 2005. M P Alfredo Beltrán Sierra; C-520
de 2016. M.P. María Victoria Calle Correa; T-884 de 2006. M.P. Humberto Antonio Sierra Porto; T-641 de 2016.
M.P. Luis Ernesto Vargas Silva; T-277 de 2016. M.P. Alejandro Linares Cantillo.; y C-003 de 2017. M.P. Aquiles
Arrieta Gómez.
41
“Corte Constitucional, sentencia T-650 de 1996 (MP Jorge Arango Mejía), en la que se indicó que “el derecho
a la educación de los mayores de 18 años, es de carácter prestacional, que puede ser demandado del
Estado, pero, no son titulares de un derecho fundamental de aplicación inmediata”. También pueden consultarse
18
91. El asunto fue estudiado en la sentencia C-520 de 201642, con ocasión de una
demanda ciudadana contra el numeral 1º parcial, del artículo 4º de la Ley 1678 de
2013 “Por medio de la cual se garantiza la educación de Posgrados al 0.1% de los
mejores profesionales graduados en las instituciones de educación superior
públicas y privadas del país.” En dicha providencia, la Corte explicó que es
necesario distinguir entre el carácter fundamental de los derechos -
fundamentabilidad- y la forma en que se pueden exigir ante el aparato judicial -
justiciabilidad-.
92. En este orden de ideas, dejó claro que el carácter fundamental del derecho a la
educación de todas las personas no pierde tal calidad al llegar a la mayoría de edad.
Sostuvo que:
93. Sin embargo, ese carácter fundamental del derecho a la educación no significa
que su aplicación sea igual para toda la población. De hecho, existen diferentes tipos
las sentencias T-534 de 1997 (MP Jorge Arango Mejía), T-1704 de 2000 (MP Alejandro Martínez Caballero) y
T-295 de 2004 (MP Rodrigo Escobar Gil), en las que se resalta que el derecho a la educación de mayores de
edad es de tipo prestacional. En dichas providencias, los accionantes solicitaron la protección de sus derechos
fundamentales, la prestación del servicio de educación básica o la entrega de diplomas, actas de grado y
certificados de estudios.” En Sentencia T-612 de 2017. M. P. Cristina Pardo Schlesinger.
42
M.P. María Victoria Calle Correa.
43
Ver, al respecto, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Artículo 13. El
Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales, artículo 13, ambos incorporados al orden interno en virtud de la cláusula de remisión e
incorporación normativa contenida en el inciso 1º del artículo 93 de la Constitución Política. Y Constitución
Política, artículo 67.
44
En relación con el derecho a la educación para personas adultas, la Corporación ha resaltado su importancia
en las sentencias T-018 de 1998 (MP Carlos Gaviria Díaz), T-101 de 2001 (MP (E) Martha Victoria Sáchica
Méndez), T-534 de 1997 (MP Jorge Arango Mejía). En la sentencia T-533 de 2009 (M.P. Humberto Antonio
Sierra Porto) se destacó el carácter fundamental del derecho, con independencia de la edad del titular. Además,
se realizó un extenso análisis sobre la naturaleza de las obligaciones estatales en relación con cada uno de los
componentes del derecho.
45
Tanto la definición de un plan de vida como el acceso a esos mínimos materiales fueron destacados como
componentes del derecho a la dignidad humana en la sentencia T-881 de 2002 (MP. Eduardo Montealegre
Lynett).
46
Al respecto, cfr. el texto “Sistema de seguimiento y evaluación de la política pública educativa a la luz del
derecho a la educación”. Bogotá, 2004, ya citado, en donde se explica las deficiencias del enfoque de la
educación como creación de “capital humano” frente al enfoque de la educación como derecho.
19
de obligaciones para el Estado en lo relativo a las condiciones de acceso, algunas
son de aplicación inmediata, y otras han sido definidas como deberes progresivos
que dependen de parámetros como la edad del estudiante y su nivel de educativo.
Por ejemplo, para los menores de edad “entre los 5 y los 18 años47 a la educación
básica debe asegurarse de manera gratuita y obligatoria de manera inmediata. El
concepto de “obligatoriedad de la educación” hace referencia a que no resulta
optativo para los padres ni las autoridades decidir que los menores no ingresen al
sistema educativo, sino que debe asegurarse su incorporación al mismo, en
condiciones de calidad.48”49 De igual forma, el acceso a la educación básica
primaria de los mayores de edad impone una obligación de carácter inmediato para
el Estado50; mientras que para este mismo grupo poblacional, el acceso a los
siguientes niveles de educación (media secundaria y superior), genera un esfuerzo
progresivo, es decir, una obligación que el Estado debe cumplir de manera gradual.
94. Como todos los derechos, la educación supone también deberes para sus
titulares. Esta Corte ha advertido en varias ocasiones que al ingresar a una
institución educativa, los alumnos adquieren varias obligaciones con la misma,
tanto académica como disciplinariamente, las cuales deben estar claramente
señaladas en los reglamentos, al igual que las sanciones que pudieran derivarse de
su incumplimiento. En este sentido, ha afirmado que “la educación además de ser
un derecho de carácter fundamental, conlleva obligaciones para el Estado, así
como para las instituciones universitarias y los estudiantes, cuya observancia
impone a los centros educativos, hacer exigible del cumplimiento de sus normas y
a sus educandos, el deber de cumplir con los requisitos de orden académico y moral
contenidos en los reglamentos.”51
95. Así pues, cuando los estudiantes desconocen sus deberes académicos,
disciplinarios o administrativos, las universidades deben actuar conforme a lo
establecido en sus reglamentos y dar aplicación a las consecuencias que resulten
pertinentes, siempre que hayan sido previamente definidas en los estatutos
correspondientes, y se respeten los derechos fundamentales de los educandos, en
especial el derecho a la educación.52
104. El artículo 29 constitucional establece que el debido proceso debe ser respetado
en toda clase de actuaciones judiciales y administrativas. A partir de esta
disposición, la jurisprudencia constitucional ha sostenido que el debido proceso
permea todo el ordenamiento jurídico, incluso las relaciones entre particulares. En
el contexto educativo, esto significa que los reglamentos deben contener, por lo
menos, (i) las faltas disciplinarias, así como sus correspondientes sanciones o
consecuencias; y (ii) el procedimiento a seguir antes de imponer una sanción o
tomar una decisión sobre la conducta.69
105. En este sentido, debe recordarse que el objetivo principal del debido proceso
en el contexto educativo, es evitar que la autonomía se convierta en arbitrariedad.
Por ese motivo, la eficacia de este derecho tiene relación también con el principio
de buena fe, “al perseguir que las actuaciones del Estado y los particulares se ciñan
a un considerable nivel de certeza y previsibilidad, en lugar de dirigirse por
67
Sentencias T-237 de 1995. M.P. Alejandro Martínez Caballero y T-184 de 1996. M.P. Antonio Barrera
Carbonell.
68
Sentencia T-310 de 1999. M.P. Alejandro Martínez Caballero. Reiterada, entre otras, en las Sentencias T- 691
de 2012. M.P. María Victoria Calle Correa; T-097 de 2016. M.P. Luis Ernesto Vargas Silva; y T- 277 de 2016.
M.P. Alejandro Linares Cantillo.
69
En la Sentencia T-301 de 1996. M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz esta Corporación se refirió, de manera
específica, a los contenidos mínimos del derecho al debido proceso en el marco de procedimientos
universitarios69, así: “[…] la efectividad del derecho al debido proceso dentro de los procedimientos
sancionadores aplicados por las instituciones universitarias, sólo queda garantizada si el mencionado
procedimiento comporta, como mínimo, las siguientes actuaciones: (1) la comunicación formal de la apertura
del proceso disciplinario a la persona a quien se imputan las conductas pasibles de sanción; (2) la formulación
de los cargos imputados, que puede ser verbal o escrita, siempre y cuando en ella consten de manera clara y
precisa las conductas, las faltas disciplinarias a que esas conductas dan lugar (con la indicación de las normas
reglamentarias que consagran las faltas) y la calificación provisional de las conductas como faltas
disciplinarias; (3) el traslado al imputado de todas y cada una de las pruebas que fundamentan los cargos
formulados; (4) la indicación de un término durante el cual el acusado pueda formular sus descargos (de manera
oral o escrita), controvertir las pruebas en su contra y allegar las que considere necesarias para sustentar sus
descargos; (5) el pronunciamiento definitivo de las autoridades competentes mediante un acto motivado y
congruente; (6) la imposición de una sanción proporcional a los hechos que la motivaron; y (7) la posibilidad
de que el encartado pueda controvertir, mediante los recursos pertinentes, todas y cada una de las decisiones
de las autoridades competentes.”
23
impulsos caprichosos, arbitrarios e intempestivos.”70
109. Ahora bien, por resultar pertinente para el caso bajo estudio, la Sala se detendrá
en la sentencia T- 380 de 200379. En esa oportunidad, la Corte estudió la situación
de un estudiante de la Universidad Santo Tomás de Aquino que había quedado
excluido de esa Institución, tras haber perdido una materia por fallas. Para poder
continuar con sus estudios, el accionante solicitó ser reintegrado. La Universidad
accedió a su pretensión y le autorizó la expedición de la orden de matrícula y
70
Sentencias T-845 de 2010 y T- 152 de 2015. M.P. Luis Ernesto Vargas Silva.
71
Sentencias T-669 de 2000. M.P. Alejandro Martínez Caballero; SU-783 de 2003. M.P. Marco Gerardo Monroy
Cabra; T-689 de 2009. M.P. Luis Ernesto Vargas Silva; T-768 de 2009. M.P. Nilson Pinilla Pinilla; T-659 de
2010. M.P. Jorge Iván Palacio Palacio y T-152 de 2015. M.P. Luis Ernesto Vargas Silva.
72
Sentencia T-1159 de 2004. M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra.
73
Sentencia T-828 de 2008. M.P. Mauricio González Cuervo.
74
Sentencia T-886 de 2009. M.P. Juan Carlos Henao Pérez.
75
Sentencia T-720 de 2012. M.P. Luis Ernesto Vargas Silva.
76
Sentencia T- 531 de 2014. M.P. Luis Guillermo Guerrero Pérez.
77
Sentencia T- 152 de 2015. M.P. Luis Ernesto Vargas Silva.
78
Sentencia T-156 de 2005. M.P. Rodrigo Escobar Gil.
79
M.P. Clara Inés Vargas Hernández.
24
cursar nuevamente la materia que había reprobado. Sin embargo, por razones
personales y laborales no pudo matricularse ese semestre a la Universidad; y para
el siguiente periodo académico, la solicitud de reintegro le fue negada. Luego de
revisar los reglamentos de la Institución, la Sala encontró que en ellos no se
establecía nada específico sobre el no uso del reintegro de manera inmediata. En
este contexto, señaló:
110. Siguiendo este precedente, es claro entonces que ante posibles vacíos de los
reglamentos universitarios, las instituciones de educación superior deben
interpretarlos de manera favorable a sus estudiantes con el propósito de garantizar
sus derechos al debido proceso y a la educación.
112. No existe, sin embargo, una fórmula exacta que defina el modo en que cada
institución, en el marco de su autonomía, debe asegurar el debido proceso, sino,
exclusivamente, algunos contenidos mínimos sin cuyo cumplimiento el proceso
escapa al fin de alcanzar una decisión justa, razonable y proporcionada. El estudio
concreto de cada asunto debe tomar en consideración circunstancias como el
contexto en el que se adelanta el procedimiento y las reglas internas (reglamentos o
25
estatutos) de cada centro educativo.
113. Jansely Lorena Díaz Muñoz es estudiante del programa Ingeniería Biomédica
de la Universidad Manuela Beltrán. El pago de su matrícula, y por lo tanto su
permanencia en dicha Institución, depende de un crédito beca que le otorga la
Secretaría de Educación de Bogotá por haber obtenido uno de los mejores puntajes
en las pruebas Saber 11 del año 2013. Relató que para poder obtener el beneficio
de condonación del crédito debe mantener un promedio semestral de mínimo 3.5,
y así ocurrió hasta el año 2018, momento en el que perdió la asignatura Laboratorio
de equipos de diagnóstico con 0.0 por inasistencia.
114. La accionante explicó que varias de las faltas que le fueron reportadas durante
el semestre fueron realmente llegadas tarde; en especial controvirtió la del 8 de
mayo de 2018, día en el que llegó 18 minutos después de iniciada la clase -que
duraba 2 horas-, y que al ser reportada como una séptima inasistencia, consolidó la
pérdida de la asignatura. Acudió a varias instancias en la Universidad para que su
situación fuera reevaluada, teniendo en cuenta que el motivo de sus continuos
retardos es principalmente que vive en una zona rural de Ciudad Bolívar que tiene
un tráfico particularmente pesado, y suele presentar múltiples problemas de
movilidad. También acudió a la Defensoría del Pueblo, entidad que envió una
petición a título de “Gestión urgente y preferente” para que la Universidad
reevaluara su caso. Sin embargo, el Centro Educativo mantuvo la falla mencionada.
26
117. La Universidad, por su parte, argumentó que tomó una decisión amparada por
la autonomía universitaria, y basada en sus reglamentos, a los cuales se adhirió la
accionante al matricularse en la Institución.
118. A continuación la Sala analizará por separado los dos problemas jurídicos que
fueron planteados. En primer lugar, se referirá al relacionado con el derecho de
petición.
120. En este sentido, encuentra la Sala que la respuesta dada por la Universidad el
6 de junio de 2018 fue una respuesta clara, pues informó, de manera precisa, que no
accedería a la petición de exoneración de la inasistencia a clase por parte de la actora
el 8 de mayo de 2018, y por ende, no modificaría la calificación de la asignatura.
También fue de fondo, pues resolvió concretamente aquello que estaba siendo
demandado por la actora.
80
Folio 3, reverso, cuaderno de primera instancia.
27
123. Así las cosas, la Sala denegará el amparo del derecho de petición de Jansely
Lorena Díaz Muñoz por no haberlo encontrado vulnerado.
125. De acuerdo con las pruebas recaudadas durante el proceso, la Sala encuentra
que la asignatura Laboratorio equipos de diagnóstico es de tipo práctico. Así consta
en el programa de Ingeniería Biológica de la Universidad que fue aportado por la
accionante81. De igual forma, en la respuesta a la acción de tutela la Universidad
aseguró que en efecto se trata de una materia práctica.
129. Como se ve, el artículo 29 regula los porcentajes máximos de inasistencia a las
clases y distingue entre cursos de tipo teórico y teórico-práctico; pero nada dice
sobre aquellos de contenido únicamente práctico. También cabe anotar que ni el
artículo 29, ni en general el Reglamento, disponen instrucciones específicas para las
llegadas tarde a clase, y pese a que ésta fue una información que la Sala solicitó
expresamente durante el trámite de revisión de la presente acción de tutela, la
Universidad guardó silencio al respecto.
130. En lo que tiene que ver con el Reglamento de Prácticas y Pasantías, la Sala
encuentra que no es aplicable al caso bajo estudio. Siguiendo lo dispuesto por el
Acuerdo 0027 de 2007 en su artículo 1, literal e) las prácticas y pasantías “son un
medio para que los estudiantes adquieran experiencia profesional y formación
complementaria a la del aula de clase”, que busca, entre otros objetivos,
82
Literal a), artículo 2, Reglamento de Prácticas y Pasantías.
83
Literal b), artículo 2, Reglamento de Prácticas y Pasantías.
84
Literal f), artículo 2, Reglamento de Prácticas y Pasantías.
29
132. Estas referencias, entre otras contenidas en el Reglamento de Prácticas y
Pasantías, permiten a la Sala concluir que se trata de un estatuto que regula lo
relativo a las prácticas y pasantías laborales o empresariales que deben cursar sus
estudiantes, durante el último semestre académico85. No contempla entonces
derechos y deberes adicionales para los estudiantes frente a materias de contenido
únicamente práctico, sino que prevé la forma en que deben desarrollarse las
prácticas y pasantías en entidades diferentes a la Universidad, con el ánimo de
comenzar a adquirir experiencia profesional, y aplicar todos los conocimientos que
recibieron durante la carrera.
134. Así las cosas, la Sala advierte la existencia de dos vacíos normativos en los
reglamentos de la Universidad. Por un lado, las llegadas tarde de los estudiantes a
las clases no están reguladas expresamente; nada se dice en el Reglamento de
Derechos y Deberes, por ejemplo, acerca de un tiempo máximo de espera a los
estudiantes, o de consecuencias a partir de fallas reiteradas. Por otro, tampoco se
ocupa de establecer un porcentaje máximo permitido de inasistencias a las materias
de contenido práctico.
135. Ahora bien, conforme al soporte probatorio del caso, es claro que frente al
vacío señalado la Universidad resolvió aplicar lo dispuesto por el artículo 29 del
Reglamento de Derechos y Deberes del Estudiante en relación con las asignaturas
teórico-prácticas, según el cual, se debe asistir como mínimo al 80% de las clases,
es decir, que se reprueban con un 20% de inasistencia.86
85
Ver folio 136, cuaderno de primera instancia.
86
Ver reverso del folio 18, cuaderno de primera instancia.
87
Folio 72, reverso, cuaderno de primera instancia.
30
fueron reportadas 7 inasistencias a la asignatura Laboratorio equipos de diagnóstico
y obtuvo como nota final 0.0.
137. Para la Sala la analogía hecha por la Universidad entre las asignaturas de
contenido teórico práctico y las exclusivamente prácticas se dio en el marco de su
autonomía universitaria. La accionada tiene la facultad de interpretar y aplicar sus
reglamentos, tal como lo hizo en este caso; por ello, es posible concluir que, en
abstracto, la decisión tomada se ajusta a los estatutos del Centro Universitario, en
tanto la accionante habría faltado al 20% de las sesiones de una materia práctica, y
este porcentaje implica perderla. La Universidad se limitó entonces, a imponer la
consecuencia prevista en su ordenamiento interno ante el incumplimiento de uno de
los deberes que adquirió Jansely Lorena al ingresar a dicha Institución, esto es,
asistir oportunamente a las sesiones de clase. No obstante, al revisar en concreto el
caso, la Sala encuentra una vulneración al debido proceso que se tradujo en una
afectación del derecho fundamental a la educación de la peticionaria.
136. Así pues, a continuación la Sala explicará por qué, al no tener en cuenta el
contexto en el que vive la accionante, los problemas de movilidad que puso de
presente en más de una ocasión ante la Institución, y tomar una decisión que no se
ajusta a la realidad; la Universidad vulneró los derechos al debido proceso y a la
educación de Jansely Lorena.
137. Tal como se ha venido explicando, el 8 de mayo de 2018 -falla que se discute-
la accionante llegó 18 minutos tarde a una clase de 2 horas de duración, pero asistió
al resto de la sesión.88 En la contestación a la acción de tutela, la Universidad
admitió en más de una ocasión que el día 8 de mayo de 2018 Jansely Lorena Díaz
Muñoz asistió a la clase Laboratorio equipos de diagnóstico. Entonces, la
accionante habría incumplido el deber de llegar a tiempo a dicha asignatura, pero
en realidad, estuvo presente durante la mayoría de tiempo de la misma. A
continuación la Sala trascribe algunas de las afirmaciones hechas por dicha
Institución que dan cuenta de su conocimiento acerca de lo realmente ocurrido:
88
La accionante ha explicado durante todo el proceso que se surtió en la Universidad, y en el marco de esta
acción de tutela, que el 8 de mayo de 2018 asistió a la clase Laboratorio equipos de diagnóstico, pero llegó 18
minutos tarde y, que pese a que el docente se encontraba aun llamando a lista, ya había pasado por su apellido y
se negó a retirar la falla que le había puesto en el sistema. Esta situación es aceptada por la Universidad, entidad
que en ningún momento refutó que Jansely Lorena hubiera llegado tarde a clase, e incluso, reconoció que sabía
de las dificultades de transporte que suele presentar, debido a la ubicación de su hogar.
31
establecido por el Reglamento, no retiró la falla ya registrada, pues la
estudiante pese a conocer los compromisos adquiridos ingresó veinte
minutos después de iniciada la clase, cuando ya este había realizado el
llamado a lista”89
139. Ahora bien, la Sala evidencia que en este caso la accionada hizo una aplicación
en extremo rigurosa del reglamento universitario, que generó una vulneración al
debido proceso de la accionante, y con ello afectó, también su derecho a la
educación.
89
“[…] al margen de permitir la entrega de trabajos y desarrollo de actividades en el curso de la materia, no
puede perderse de vista que no se presentó excusa alguna ante el docente titular de la asignatura o Programa,
que permitiera retirar el registro de estas fallas, toda vez que estas acreditan que evidentemente la estudiante
no asistió […]” Folio 69, reverso, cuaderno de primera instancia.
90
Folio 71, cuaderno de primera instancia.
91
Folio 71, reverso, cuaderno de primera instancia.
32
promoción.
141. En línea con lo anterior, la Sala advierte que, en efecto, la Universidad afectó
de manera directa el derecho fundamental a la educación de Jansely Lorena en sus
facetas de acceso y permanencia, en tanto la consecuencia de perder una asignatura
con 0.0, es obtener un promedio de 3.2 en el semestre, y con ello, perder el beneficio
del crédito beca que le fue otorgado por la Secretaría de Educación de Bogotá. Los
efectos de esa calificación en este caso son sumamente graves pues la accionante
tendría que abandonar sus estudios superiores, toda vez que no cuenta con los
recursos económicos para pagar por sí misma la matrícula de la Universidad,
además, tampoco podría acceder a la condonación de la deuda que se ha causado; y
con ello se podría ver afectado también su derecho al mínimo vital.
142. La Sala resalta que de ninguna manera está avalando un actuar descuidado de
la accionante. Por el contrario, reconoce que esta debe cumplir con todas las
obligaciones tanto académicas como disciplinarias señaladas en los reglamentos de
la Universidad; y es su responsabilidad asistir puntualmente a todas las actividades
que programe durante cada semestre académico. No obstante, tras advertir que
existió una vulneración de los derechos al debido proceso y a la educación, en tanto
la accionada no tuvo en cuenta sus especiales condiciones personales al resolver las
solicitudes, el amparo será concedido.
- Síntesis de la decisión
145. Aseguró que para poder continuar con el referido crédito beca debe mantener
92
Folio 21, cuaderno de primera instancia.
33
un promedio mínimo de 3.5; en vista de lo anterior, acudió en varias ocasiones a
distintas instancias de la Universidad, con el fin de que la falla que le fue reportada
fuera sustituida por un retardo, y que se tuviera como nota final la obtenida con base
en las evaluaciones que presentó durante el semestre. Incluso, acudió a la
Defensoría del Pueblo, autoridad que también envió una petición a su nombre. Sin
embargo la Universidad no accedió a sus solicitudes.
146. Luego de establecer que la acción de tutela cumple con todos los requisitos de
procedencia formal, la Sala se propuso estudiar dos problemas jurídicos. Uno
relacionado con la vulneración del derecho de petición, y otro relativo al derecho a
la educación y el debido proceso.
147. Al analizar el contenido del derecho de petición la Sala encontró que éste no
había sido desconocido por la Universidad accionada, porque dio respuestas claras,
de fondo y oportunas a cada una de las solicitudes que presentó la accionante y la
Defensoría del Pueblo.
148. En relación con el segundo planteamiento, la Sala concluyó que existe una
vulneración del derecho a la educación y el debido proceso de Jansely Lorena Díaz
Muñoz. Así, explicó que la asignatura Laboratorio equipos de diagnóstico es de tipo
práctico, y que existe un vacío en la normativa de la Universidad en torno a (i) el
porcentaje permitido de inasistencias a este tipo de materias, y (ii) las consecuencias
por llegar tarde a las sesiones.
150. Por lo tanto, la Sala tutelará los derechos a la educación y al debido proceso de
Jansely Lorena Díaz Muñoz, y le ordenará a la Universidad tener como nota
definitiva de la materia Laboratorio equipos de diagnóstico, la obtenida con base en
las evaluaciones que presentó durante el semestre, correspondiente a 3,86 que fue
reportada en el informe del 11 de junio de 2018.
III. DECISIÓN
34
Política,
RESUELVE:
Comuníquese y cúmplase.
35
MARTHA VICTORIA SÁCHICA MÉNDEZ
Secretaria General
36