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Cómo hacer una cerveza de jengibre que

ayuda a tratar varias enfermedades


El jengibre es un alimento muy bondadoso: es fuente de antioxidantes, fibras y otros
nutrientes; ayuda a mejorar la digestión, a mantener la flora intestinal en buen estado, a
fortalecer el sistema inmune, a acelerar el metabolismo, a disminuir los niveles de
colesterol malo (LDL), y a reducir las grasas del cuerpo.

Además, aumenta la sensación de saciedad a través de sus efectos reguladores sobre el


azúcar en la sangre y ayuda a depurar el organismo, eliminando líquidos retenidos y
toxinas. Todo esto lo convierte en un alimento excelente para mejorar el estado de la salud
en general.

Hay muchas maneras de consumir el jengibre, ya que puede prepararse con él una infusión,
utilizarse como condimento, o agregarlo en licuados, entre otras opciones.

La cerveza de jengibre es una bebida elaborada a base de esta raíz que es muy deliciosa,
pero además, tiene todas las propiedades antes mencionadas y por eso puede ayudar a tratar
muchas afecciones. Puntualmente mejora la digestión, reduce el colesterol y el azúcar en
sangre, y mejora los síntomas de la artritis.

Hay dos formas de prepararla. Una, más sencilla, con pocos ingredientes y que puedes
preparar en unos minutos, también conocida como ginger ale. La otra versión, más potente
y con mucho más efecto sobre la salud, es la cerveza de jengibre fermentada, y que
puedes aprender a preparar a continuación.

Ingredientes

 Un trozo de unos 5 centímetros de raíz de jengibre fresca picada


 1/2 taza de azúcar mascabado orgánico (puedes usar miel, pero como la
fermentación se alimenta de azúcar, con miel tardará más)
 1/2 taza de jugo de limón o lima
 1/4 cucharadita de sal marina (opcional)
 8 tazas de agua pura
 1/2 taza de jengibre fermentado (aprenderás a hacerlo a continuación)

Cómo preparar el jengibre fermentado


Necesitarás jengibre fresco, agua pura y azúcar blanca.

1. Mezcla 2 a 3 cucharadas de jengibre rallado con cantidad igual de azúcar blanca.


2. Añade 2 tazas de agua filtrada o pura, revuelve bien y guarda en un frasco de cristal
previamente hervido, dejándolo ligeramente tapado.
3. Durante los siguientes 5 a 8 días, remueve la mezcla diariamente y agrega una
cucharada de jengibre y una de azúcar cada vez.
4. Notarás que la mezcla está lista cuando veas burbujas en la parte superior, el
aspecto sea opaco y turbio y huela levemente a levadura.
5. Puedes conservar el fermento en la heladera si lo alimentas una vez a la semana con
una cucharada de azúcar y otra de jengibre.
6. Puedes agregar un cuarto de taza de fermento a cualquier bebida casera que hagas.

Preparación de la cerveza
Una vez tengas el fermento, la bebida se prepara de manera muy sencilla.

1. Pon a hervir al fuego 3 tazas de agua, el jengibre picado, el azúcar mascabo y la sal.

2. Deja 5 minutos cociendo a fuego lento. El azúcar debe derretirse.

3. Añade el resto del agua y deja fuera de la heladera hasta que esté a temperatura
ambiente.
4. Agrega el jugo de limón y media taza de tu fermento de jengibre.

5. Guarda en un frasco de vidrio con tapa hermética, y agítalo bien.

6. Deja reposar de 2 a 3 días para que la bebida se vea gaseosa. En ese momento tendrá gas
pero no alcohol. Si lo dejas más tiempo, se volverá una bebida alcohólica, ya no tan
saludable.

7. Cuélalo y guárdalo en una botella en la nevera.

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