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‘Suma Paicoldgiea 2001, Vol. 8, No. 2, sep. 219-296 PSICOLOGIA ECONOMICA Julio Eduardo Cruz, PhD’. Departamento de Psicologia. Universidad de Los Andes. ABSTRACT This article ts a brief review of the economic psychology. the psychological economy or the behavioral economy, a rapidly growing field. The origins of the economic psychological matters, its main concepts and the current state are described together with their main development trends. In the same way, in the text, the role of the specialized magazines, institutions and academic and investigation centers are examined in the progress of this particular field of the psychological knowledge. Este articulo es una breve revisi6n de la psicologia econémica, la economia psicoldgica o la economia conductual, una especia- lidad en rdpido crecimiento. Los antecedentes de la psicologia de los asuntos econémicos, sus principales conceptos y el esta- ' Profesor Asociado; Director del Proyecto de Practica Investigativa en Psicologia y Asun- tos Econémicos. Departamento de Psicologia. Universidad de Los Andes. Cr, 1E 18A-10. Bogoté, D.C., Colombia, Suramérica. Direccién electronica: jecruz@uniandes.edu.co 213 SUMA PSICOLOGICA Vol. 8, No. 2 do actual se describen junto con sus principales tenden- clas de desarrollo. Del mismo modo, en el texto, se exami- na el papel de las revistas especializadas, instituciones y centros académicos y de investigacién en el progreso de este particular campo del conocimiento psicolégico. l realizar una rapida re- visi6n histérica al desa- rrollo del conocimien- to humano, resulta sencillo en- contrar varios intentos por vin- cular aquello que se entiende como lo “psicolégico” con lo que se llega a aceptar como lo “eco- némico”. Un esfuerzo donde par- ticipan especialistas de una gran variedad de disciplinas como fi- l6sofos, antropélogos, socidlogos, politélogos, economistas y, cla- TO, psicélogos. En el caso particular de la Psicologia y frente al gran atrac- tivo que ofrece una iniciativa ex- plicativa de este estilo, se encuen- tran varias incursiones empren- didas por pioneros y personajes de reconocida trayectoria en la disciplina como son: John B. Watson, Lois L. Thurstone, Theo- doro Newcomb, Jerome Bruner y Burrus Frederick Skinner. Sin duda, los resultados de las ten- tativas emprendidas por estos prestigiosos autores constituyen ese esclarecido entorno para lo 214 que aqui se expone como Psico- logia Econémica. La psicologia econémica es una coleccién de propuestas con- ceptuales, metodolégicas y tec- nolégicas que pretenden adicio- nar las variables psicolégicas a las explicaciones tradicionales de los fenémenos econémicos (Antonides, Van Raaij y Maital, 1997). En el itinerario de esta ini- ciativa, varios nombres logran alcanzar un reconocimiento co- mo autores determinantes de és- te particular campo. Son miem- bros de esa honorable lista de figuras: George Katona, Herbert Simon, James Allison, David Alhadeff, Stephen Lea, Karl- Erick Warneryd, Fred VanRaaij, Adrian Furnham, etc. Una brillante relacién de nombres que, sin embargo, no facilitan los suficientes elemen- tos de unidad para llevar a feliz término la labor de delimitar el concepto, objeto y método de la psicologia econémica como una especialidad cientifica; un prop6- sito que, sin ninguna duda, cada dia resulta mas urgente. Con el fin de establecer un panorama de la incursién de la psicologia en los asuntos econé- micos, en las secciones que si- guen, se tratan aspectos como la etiqueta de la especialidad, su definicién, momentos histéricos relevantes, principales centros de formacién e investigaci6n, asocia- ciones, publicaciones, paginas claves en Internet y, finalmente, algunos de los campos de desa- rrollo mas caracteristicos del area. DENOMINACION DEL CAMPO DE ESTUDIO El término «Psicologia Econémi- ca» posee una tradicién centena- ria en el conocimiento humano; es Gabriel Tarde quien acufia esta etiqueta en 1881 y, poste- riormente, consolida cuando pu- blica, a comienzos del presente siglo, su obra de dos voltimenes «Psychologie Economique» (Tarde, 1902). No obstante, como se in- dica mas adelante, puede existir cierta polémica acerca de quién €s el verdadero responsable de la creacién del término que identi- fica a la especialidad - si se trata de Gabriel Tarde 6 de la Escuela Psicologia Econémica Economica de Austria (Warneryd, 1988a) -. Pero mas alla del debate acerca de quien bautiz6 la espe- cialidad, aquella persona intere- sada en lograr una panordmica general e iniciar una excursién por la psicologia de los asuntos econémicos debe enfrentar otro obstaculo: lograr identificar cual es el rétulo mas apropiado para emprender su cometido, si se tra- ta de "Economic psychology" -psi- cologia econémica-, “psycho- logical economics" -economia psi- colégica- 6 mics" - economia conductual-. Varios autores intentan fijar una posicién respecto al tema de la denominacién del 4rea y el por- qué de esa ambigiiedad. Warner- yd (1988b), por ejemplo, atribu- ye un importante papel a George Katona en la existencia de esa variedad de etiquetas y su corres- pondiente confusién; segtin su punto de vista, George Katona (1945, 1972, 1980) hace un uso indistinto de los términos "Psico- logia Econémica",, "Economia Psi- colégica" y "Economia Conduc- tual" -un rétulo que empleé pos- teriormente a los dos primeros-. Por su parte, MacFadyen y MacFadyen (1990) sostienen que la ambigiiedad en la denomina- “behavioral econo- 215

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