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EL ABORTO

Definición de aborto y su clasificación: Por aborto se entiende la pérdida del embrión o del
feto antes de que éste haya llegado a un desarrollo suficiente que le permite vivir de un modo
independiente.

Se considera como aborto la interrupción del embarazo desde el momento de la concepción


hasta finales del 6° mes. La expulsión o pérdida del feto, a partir del 7° mes, se considera como
parto prematuro.

El aborto se clasifica de la siguiente manera:

Aborto natural o espontáneo: Es llamado así cuando se produce por causas involuntarias, suele
ocurrir al tercer mes de gestación. Una mujer embarazada presenta riesgos de aborto natural
cuando se manifiestan estos síntomas:

Contracciones del útero.

Sensación de hemorragia interna.

Manchas de sangre provenientes del útero.

Si la futura madre presenta estos síntomas y es atendida a tiempo por un médico, es posible
que le embarazo pueda ser protegido.

Las consecuencias más frecuentes de aborto natural son:

Golpes, caídas, accidentes de tránsito, exceso de trabajo.

Mala alimentación o desnutrición de la madre.

Enfermedades o defectos uterinos (cáncer del útero, malformación uterina).

Enfermedades infecciosas de la madre (sífilis, tuberculosis, toxoplasmosis, etc.).

Trastornos hormonales de la madre, especialmente en caso de mal funcionamiento de la


glándula tiroidea.

Incompatibilidad del factor Rh: El factor Rh es un componente de los glóbulos rojos de la


sangre y se encuentra en 85% de la población humana (Rh +); y el 15% restante carece de él
(Rh -). El problema surge cuando la madre es Rh - y el padre es Rh +. En tal caso, también el
embrión tiende a ser Rh +. Debe ser así, dentro del seno materno se inicia una reacción y se
producen anticuerpos que atacan el feto y destruyen sus glóbulos rojos hasta provocar,
frecuentemente, el aborto.

Aborto provocado o inducido: Es llamado así cuando es consecuencia del esfuerzo intencional
(manipulaciones, intervención quirúrgica, uso de drogas abortivas) para poner fin al embarazo.
Este se clasifica a su vez en:

Aborto terapéutico: Es el aborto provocado con el fin de salvar la vida de la madre o para
evitar el nacimiento de un niño o niña con defectos o malformaciones físicas o mentales muy
graves e incurables, que le impedirán mantener una vida normal.

Aborto clandestino o criminal: Es el aborto practicado con la intención única de eliminar un


hijo o hija no deseado o deseada ya sea por razones sociales (madres solteras) o económicas
(familias pobres sin recursos para cuidar adecuadamente al hijo).

Consecuencia del aborto para la salud: Cualquier tipo de aborto implica consecuencias físicas y
psicológicas.

Desde el punto de visto físico, el aborto clandestino es la principal consecuencia de mortalidad


materna. Aunque no se conocen cifras exactas se creen que mueren varios miles de mujeres, a
consecuencia de un aborto practicado, en clínicas fantasmas o por personas que desconocen
las técnicas médicas y las medidas higiénicas adecuadas.

En consecuencia se originan hemorragias intensas que conducen a un sangramiento total,


perforaciones del útero que pueden implicar una esterilidad permanente o infecciones fatales
para la madre.

Generalmente las mujeres que deciden practicarse un aborto, sufren de insomnio, nerviosismo
y complejos a causa de sentimiento de culpabilidad por el acto realizado. Este malestar puede
llevar al suicidio.

El aborto y la legislación venezolana: El aborto en todas sus manifestaciones es penado por la


legislación penal vigente en Venezuela; la única excepción existe en el caso de aborto
practicado como medida indispensable para salvar la vida de la madre.
Sin embargo tanto en hospitales públicos como en clínicas privadas se realizan, aunque no
oficialmente, abortos terapéuticos con el fin de evitar el nacimiento de niños o niñas con
malformaciones muy graves o en casos de violaciones.

El aborto y la moral: La iglesia católica y muchas otras instituciones religiosas y civiles,


condenan de una manera clara y definitiva el aborto provocado en todas sus manifestaciones
tanto terapéuticas como clandestinas.

Se basan en el siguiente principio básico: La vida humana, en cualquier de sus etapas, debe ser
respetada. La iglesia defiende el derecho de la vida de un ser inocente e indefenso como lo es
un embrión o un feto. En base al mismo principio, tanto la persona que acepta practicarse el
aborto como la que lo realiza es un asesino y, por lo tanto, es responsable ante su conciencia,
ante las autoridades civiles y ante Dios.

El aborto ¿una solución para el control de la natalidad? Algunos expertos consideran que el
aborto debe ser legalizado por dos razones:

Se evitaría su práctica en clínicas clandestinas y, por lo tanto, las madres tendrían mayores
atenciones y mayores posibilidades de supervivencia.

El aborto provocado sobre todo en países subdesarrollados, sería un factor importante para
limitar la superpoblación mundial y disminuirá así, la problemática de centenares de millones
de niños y niñas desnutridos, desnutridas y carentes de toda asistencia
Virus del papiloma humano

Papillomavirus

ME del virus del Papiloma

Clasificación de los virus

Grupo: I (Virus ADN bicatenario)

Familia: Papillomaviridae

Virus del papiloma humano (V.P.H)

Clasificación y recursos externos

CIE-10 B97.7

CIE-9 078.1 079.4

DiseasesDB 6032

eMedicine med/1037

MeSH D030361

Aviso médico

El virus del papiloma humano ('VPH o HPV del inglés human papilomavirus) son un grupo
diverso de virus ADN perteneciente a la familia de los Papillomaviridae y representan una de
las enfermedades de transmisión sexual más común, conociéndose más de 100 tipos virales
que, en relación a su patogenia oncológica, se clasifican en tipos de alto y de bajo riesgo
oncológico. La Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC) considera que los tipos
de VPH 16, 18, 31, 33, 35, 39, 45, 51, 52, 56, 58, 59 y 66 son carcinógenos para los humanos –
tipos de alto riesgo oncológico- y que otros tipos, incluidos el VPH 6 y el VPH 11, son posibles
carcinógenos para los humanos –tipos de bajo riesgo oncológico-.1 Como todos los virus de
esta familia, los VPH sólo establecen infecciones productivas en el epitelio estratificado de la
piel y mucosas de humanos, así como de una variedad de animales. La mayoría de los VPH
descritos no causan ningún síntoma en la mayor parte de la gente. Algunos tipos de VPH
pueden causar verrugas o condilomas, mientras otros pueden generar infecciones subclínicas,
que pueden (en una minoría de casos) dar lugar a cáncer cervical, cáncer de vulva, vagina y
ano en mujeres, o cáncer de ano y pene en hombres.2 La mayor parte de la gente infectada
por VPH desconoce que lo está.2 Todos los VPH se transmiten por contacto piel a piel.
Entre treinta y cuarenta tipos de VPH se transmiten normalmente por contacto sexual e
infectan la región anogenital. Algunos tipos de VPH transmitidos por contacto sexual pueden
producir verrugas genitales. La infección persistente con algunos tipos de VPH transmitidos
sexualmente denominados de «alto riesgo» (diferentes de los que causan verrugas) puede
evolucionar y producir lesiones precancerosas y cáncer invasivo.3 La infección con VPH es la
causa principal de casi todos los casos de cáncer cervical,4 aunque en la mayor parte de las
infecciones con este tipo de virus no se produce ninguna patología. En el año 2008 el médico
alemán Harald zur Hausen (1936–) recibió el Premio Nobel de Medicina por el descubrimiento
de VPH como una causa de cáncer cervical.

La mayor parte de las infecciones con VPH en mujeres jóvenes son temporales, y tienen poca
importancia a largo plazo. El 70% de las infecciones desaparecen en 1 año y el 90% en 2 años.5
Sin embargo, cuando la infección persiste —entre el 5 y el 10 por ciento de las mujeres
infectadas— existe el riesgo de desarrollar lesiones precancerosas en el cuello del útero (el
cérvix), que puede progresar a cáncer cervical invasivo. Este proceso normalmente lleva entre
15 y 20 años, dando muchas oportunidades a la detección y el tratamiento de las lesiones
precancerosas, a menudo con altas tasas de curación.

En los países con recursos financieros suficientes se utiliza el test cervical papanicolaou (pap)
para detectar células anormales que podrían degenerar en cancerosas. Un examen cervical
(inspección visual) también puede detectar verrugas y otros crecimientos anormales, que
aparecen como manchas blancas en la piel cuando se lavan con ácido acético. Las células
anormales y cancerosas pueden elimimarse con un procedimiento simple, normalmente con
un asa cauterizante o – más frecuentemente en el mundo desarrollado – por congelación
(crioterapia). Recientemente se han desarrollado tests de ADN para detectar VPH, más
sensibles que el test pap y la inspección visual. Se están desarrollando también tests de bajo
coste, adecuados para centros con pocos recursos, lo que permitirá realizar tests de manera
sistemática en lugares donde ahora no es posible en África, Asia y Latinoamérica.

Los tests pap han reducido la incidencia y los fallecimientos por cáncer cervical en el mundo
desarrollado, pero aun así hubo 11.000 casos y 3.900 fallecimientos en EE. UU. en el año 2008.
El cáncer cervical presenta una elevada mortalidad en áreas pobres en recursos; a nivel
mundial, se producen 490.000 casos y 270.000 fallecimientos.6 7 Sobre todo debido a que el
test pap es difícil de mantener en centros con pocos recursos, entre el 80-85% de los
fallecimientos por cancer cervical tienen lugar en los países en desarrollo.

Las vacunas VPH, Cervarix y Gardasil, que previenen la infección con los tipos de VPH que
causan el 70% del cáncer cervical (tipos 16 y 18), pueden conducir a reducciones mayores

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